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Existe otra información sobre los Espíritus del Manicomio, pero se trata de un documento controvertido cuya veracidad, y aún verosimilitud, se han puesto en duda. Caveat lector; no puedo asegurarles que lo que van a leer haya pasado.
Fue en tiempos de la Alianza Galáctica, habiendo terminado la invasión de los yuuzhan vong, que el Consejo Histórico se reunió para discutir si debían publicar la última obra póstuma del antiguo Maestro Historiador de la Alianza Rebelde, Arhul Hextrophon. Era Hextrophon una respetada autoridad en su campo con no pocos amigos y ex-discípulos en el Consejo, pero él había dedicado su senectud a buscar quimeras, desafiando toda normativa; muchos colegas concluyeron que el viejo Hextrophon había perdido el juicio; y el documento resultante, apodado Los Últimos Días de Arhul Hextrophon, bien podría haber sido escrito, en parte o íntegramente, por otros autores. Flaco favor harían pues al legado de Hextrophon si algunas de esas premisas eran ciertas.
El joven erudito Hausen Graf-Well hablaba de múltiples autores dedicados a secciones completas, incluso uno llamado "el tilotnista", que elocuentemente trataba de lo cósmico, y "el horlista", que describía entidades sobrenaturales (Los otros dos autores eran "el wutzista" y "el celestialista"). Otro experto, Chen Ming-di, veía más probable que un mismo autor fuese responsable de todo lo anterior y cambiase su estilo de escritura.
Arhul Hextrophon también llevó las medallas en la ceremonia después de la Batalla de Yavin.
El texto era denso y complejo en su tratamiento de prodigios inverosímiles, y no trataba sobre los Espíritus del Manicomio en su integridad, pero sí les daba un importante protagonismo. Se trataba, a su estilo, de un mito de creación en que seres prácticamente divinos construían el universo, no sólo la galaxia, y después obraban sobre ella para convertirla en lo que llegaríamos a conocer. Nos estábamos remontando a periodos muy antiguos, antes de la fundación de la República, antes de los rakata y de los kwa (aunque éstos acabarán apareciendo en la narrativa). Hextrophon prescinde de las fechas que otros historiadores consideraban válidas, alegando que se basaban en documentos poco fiables de culturas primitivas o fraudulentas. Por otro lado, las pruebas que presentaba Hextrophon se basaban en una supuesta visión mística que él había tenido de un tiempo en que se construían universos.
Los más audaces historiadores hablaban de una antigua civilización conocida como los Celestiales, o quizá los Arquitectos, que había tenido su auge en tiempos muy antiguos y que era responsable de la construcción de proezas como el Cúmulo de las Fauces y sistema coreliano (que sabemos que es artificial merced a Estación Punto Central, que también sería obra suya). Estos seres intimidaron a civilizaciones antiguas, como los sharu, que ocultaron sus avances; pero finalmente abandonaron la galaxia, lo que permitió el auge de una potencia posterior, el Imperio Infinito de los rakata. Los rakata, grandes embusteros, intentaron anotarse los tantos de sus predecesores y dieron pábulo al rumor de que ellos mismos eran los Arquitectos. Bien, todo esto es mentira según Hextrophon, o por lo menos le falta mucho para ser toda la verdad. En primer lugar, los Celestiales y los Arquitectos no eran los mismos seres. Ahora entraré al detalle.
El Hacedor creó a los Celestiales. Éstos descendieron a un lugar llamado Plano de Erets y empezaron la construcción de un universo. Pretendían ayudar a las pequeñas e inocentes formas móviles que apareciesen allí pero, para ello, los Celestiales mismos tendrían que tomar forma. Necesitaban tales avatares para existir en ese plano.
Hubo cuatro Celestiales (Marutz, Lluxos llamado el "trabajador de la tierra", Wutzek llamado después el "último de los Demonios de la Fuerza" y Xurz) que crearon el universo Río del Cielo, y a quienes después se unieron otros tres Celestiales: Eipha, Elegast y Niphal. Los mundos que creaban empezaban a desarrollar vida inteligente y sus creadores se sintieron maravillados, excepto uno: Wutzek vio a los pequeños seres inteligentes sucumbir a la violencia, la mentira y el mal. Wutzek quiso entonces crear a otros seres, más perfectos y angelicales, que pudiesen guiar a los inferiores; y decidió no informar a los otros Celestiales, convencido de que era mejor pedir perdón que permiso. Así, Wutzek se llenó de amargura, egoísmo, impaciencia y resentimiento cuando empezó a trabajar, y sus emociones negativas se vertieron en sus cuatro hijos:
- Tilotny, que en idioma Celestial significa "habla, arte y orgullo", fue creada como una hermosa criatura. Ella se avergonzó de no ser aún más hermosa y, sin poder comprender a sus creadores, fingió seguir durmiendo. Cuando la bautizaron, Tilotny pasó a ser la criatura más hermosa, enorgulleciéndose de ello, y según se crearon sus hermanos, sintió la conexión con ellos. Sintió también la llegada del mal, pero lo despreció.
- Horliss-Horliss, que significa "uno que está fuera, sin tiempo", representaba una masa sin forma de aspecto surrealista. Él podía entender a sus creadores
- El Frío Danda Sine era dinamismo y cambio, representaba misterio y excitación, y se veía como un círculo negro con una cara que se dejaba ver. Danda nació ansioso, vibrante y excitado por todo.
- Ap el Espléndido era una abstracción con un nombre relacionado con los principios diagnósticos de espacio, movimiento y tiempo; y por ello tenía una forma piramidal en un flujo en estos tres ejes.
Viendo los defectos de sus hijos, el contrito Wutzek confesó a Lluxos: Sus hijos, que deberían haber sido amor, justicia, poder y sabiduría, se desequilibraban rápidamente si uno faltaba y se convertían en egoísmo, distancia, impaciencia y apatía; y por tanto el orgullo de Wutzek traería guerra y dolor. Lluxos aceptó que el mal entraría en el universo, pero esperaba que surgiesen héroes para defender el bien cuando fuese necesario. Aún así, Wutzek consideró las ventajas de des-crear a su progenie, lo cual preocupó a Tilotny e hizo pensar a Horliss-Horliss en que eso debía estar mal. El Frío Danda Sine incluso se interesó por la posibilidad porque incluso su propia destrucción sería gloriosa, y Ap percibió las emociones de sus tres hermanos. Mas, cuando Wutzek cuando se volvió hacia ellos, descubrió que ya no estaban.
Éste es Wutzek. Quédense con su cara; saldrá más adelante.
Eso fue porque Ap había descubierto el Mundo entre Mundos, desde el cual pudo abrir una ventana a un futuro posible para escapar. Ap comprendió que moverse en el espacio no le alejaría de la amenaza y se movió también en el tiempo, percibiendo ecuaciones que significaban sus rutas. Una voz misteriosa le dijo que no merecía la pena analizarlas, porque un dios como Ap podía crear la realidad a su antojo; y de hecho eso hizo Ap, sin saberlo: Creó un nuevo universo. El problema era que Ap estaba viajando a un futuro posible que por entonces no estaba concretado: Todo sería difuso e indefinido hasta que la línea temporal llegase hasta allí. Las personas que encontrasen no tendrían realmente identidad hasta ese momento, sino que serían seres genéricos. Si la línea temporal no alcanzaba ese futuro de ningún modo, se crearía una paradoja, cosa que preocupaba a Ap. Sin embargo, si el mundo "clonado" llegaba a ser real, entonces la línea temporal a la que pertenecían desaparecería, así que era mejor que no pasasen mucho tiempo allí. Afortunadamente, Ap ya estaba detectando otras dimensiones, hechas por otros Celestiales, y Ap saltaría a una de ellas.
Lluxos y Wutzek no podían seguir a los jóvenes hasta su posición actual, pero Wutzek concluyó gracias a su clarividencia que Ap daría un nuevo salto, viajando esta vez a un punto único en el tiempo para no dañar la línea espaciotemporal. Wutzek seguía preocupado, convencido de que su progenie no distinguía el bien del mal y que lo mejor era destruirles; mientras que Lluxos confiaba en la conciencia de ellos.
Los Celestiales crearon entonces ochenta especies dotadas de gracia y poder, sabiduría y la Fuerza, para que compartiesen con otras los conocimientos y regalos de los Celestiales y fuesen sus apoderados. Estas razas se llamaron colectivamente los Primogénitos e incluían entre otras a aing-tii, celegianos, diathim, duinuogwuin, gree, ithorianos, killiks, krevaaki, kwoth, oswaft, sephi, sharu y whills.
Mientras, en el segundo universo creado por Ap, Tilotny apareció mientras escucha en su mente a una voz misteriosa que la halagaba, diciendo que ella era la más hermosa y sabia, así que debía proteger su poder de amenazas. Tilotny creyó haber creado todo en ese nuevo universo, y se sintió desconcertada al ver aparecer a sus hermanos: Ella les amaba y les temía a la vez, pero la voz le decía que debía gobernarlos, y eso la llevó a discutir con Horliss-Horliss. Horliss-Horliss recordaba a sus creadores y no estaba convencido de que Tilotny hubiese creado todo. Entonces la voz misteriosa habló también a Horliss-Horliss, apelando a su vanidad y orgullo; pero Horliss-Horliss, al contrario que su hermana, no sucumbió al delirio. El Frío Danda Sine, que apareció entonces con Ap, se hartó rápidamente de las jactancias de la bella Tilotny y decidió antagonizarla sólo por diversión; Danda creía que más posiblemente su creador fuese la gloriosa Horliss-Horliss. Danda empezó a crear anticonceptos sólo por probar, y entonces Ap comprendió lo que había hecho exactamente: Estaban en una realidad difusa, un futuro posible, pero cuando la línea temporal llegase y se concretase, entonces ese mundo "clonado" por Ap se desintegraría, y sería mejor que ellos no estuviesen allí. Ap intentó a avisar a sus hermanos, pero ellos no entendían los conceptos y le imaginaron necio o excesivamente preocupado; la voz misteriosa decía a Ap que él era el más inteligente, pero Ap se preguntaba por su lugar en el universo, dudando que él fuese un dios. Entonces llegó una pequeña forma móvil (que sería la Princesa Leia cuando la línea se concretase). El móvil atrajo la atención de los otros y Ap no pudo decirles nada.
Danda quedó fascinado ante la nueva aparición y decidió que Horliss-Horliss debía haberlo creado; pero ésta lo negó. Ella, basándose en lo que le susurraba la voz, pensó que quizá Tilotny era la creadora, y ésta se auto-convenció de eso mismo, aunque Horliss-Horliss seguía dudando. Eso complicó que apareciesen otros tres "móviles" cubiertos de concha blanca. Tilotny convirtió a uno en diamante; y Horliss-Horliss, le vio morir. Horliss-Horliss se sintió disgustada, y la voz interior le dijo que ella podía ser más sutil. Intentando poner en ridículo a la vanidosa Tilotny, endureció el interior blando del primer móvil, y la mató.
Eso les enseñó a todos qué era la muerte. Tilotny pensó que su Creador había intentado hacer esto con ella misma. Danda pensó que las muertes que había visto eran injustas y malas; pero la voz le murmuró que eran también excitantes de contemplar, lo que propició que Danda desarrollase emociones conflictivas. Ap no podía comprender el dolor, pero percibía que se había cometido una infracción en un lugar donde tales juegos no debía tener lugar. Cuando Horliss-Horliss sintió apagarse "una luz" por su causa, la inundó el remordimiento: Si ella consideraba malo que alguien "apagase su luz", también era malo que Horliss-Horliss apagase la luz de otros. Tilotny no había entendido esto y ella intentó demostrar su talento combinando a otros seres, matándoles a la vez, lo cual fue criticado por Horliss-Horliss y por Danda.
Tilotny se dio cuenta de que había vuelto a equivocarse y, dubitativa, pensando si debía distinguir el bien y el mal, escuchando a la voz extraña, decidió irse a meditar. Desoyendo a Horliss-Horliss, que instaba a Tilotny a reparar el desastre que había organizado, en vez de eso Tilotny encargó a Ap que se ocupase de un trabajo por debajo del que una diosa debía hacer. Horliss-Horliss aceptó porque sospechaba que Ap era más inteligente de lo que Tilotny creía. Danda se preguntó, fascinado y repelido, si realmente la vida era algo tan casual; pero la voz le decía que el universo era cruel, feo y suyo para que se divirtiese con experimentos y novedades. Horliss-Horliss no quería crear con la vanidosa e imprudente Tilotny ni con el terco e impaciente Danda, y temía apagar demasiadas "luces" so pena de que todo lo que quedase en el universo fuesen la frialdad de Danda y la volatilidad de Tilotny.
Ap, que era mejor formador que Tilotny, abrió un nuevo portal dimensional para que sus hermanos fuesen a su mundo de origen, en un tiempo anterior al presente pero posterior al momento en que su creador intentó destruirles; a Danda le faltó tiempo para meterse. Era un viaje a un lugar donde las formas podían vivir pacíficamente. Lo que ellos ignoraban es que acabarían en un limbo congelado hasta que la línea temporal llegase a ese momento; pero mientras tanto estarían protegidos.
Mientras los otros viajaban, Ap restauró a los "móviles" al estado en que estaban antes de "estropearlos"; y decidió no alterar sus memorias porque no tenía claro qué consecuencias tendría; aunque la voz le decía que era insignificantes. Premeditadamente, Ap envió a los agresores al pasado para darles ocasión de prosperar sin matar al otro móvil; y la voz le dijo que esos móviles simplemente se matarían unos a otros en el mismo lugar y que tales tareas eran irrelevantes.
Ap intentó entonces sellar el universo que había creado; pero las acciones de los nativos aún dejarían un eco que seguiría existiendo y creciendo, en una dimensión paralela con una historia separada, con futuro pero sin más pasado que el que Ap había proporcionado; y la voz decía que Ap debía dejarla caer. Los fantasmas de las formas re-emergerían mucho tiempo después en el Púlsar del Manicomio, convirtiéndose en soldados imperiales y en la Princesa Leia; y, al terminar el encuentro, las sombras desaparecerían y los universos se separarían para no volver a unirse jamás.
En su nueva galaxia, Horliss-Horliss notó en Tilotny un interés egoísta por ser adorada, y en Danda un ansia por crear cosas extrañas. Horliss-Horliss había comprendido que no toda la galaxia era similar a ellos, y les animó a tener cuidado y comportarse con ética; pero Tilotny se consideraba superior a los otros seres y digna de gobernarlos, no como los Celestiales que querían destruirles precisamente porque eran indignos. Horliss-Horliss, preocupado de lo que harían e incluso de lo que haría él, decidió ir a otro universo, deshabitado, donde podrían obrar a su antojo. Danda, que amaba a Horliss-Horliss, encontró la idea aburrida y lúgubre, y la voz le dijo que no empatizase para poder disfrutar. La egoísta Tilotny se negó también. Ap, a quien resbalaba la ética y moralidad, habría deseado quedarse con Horliss-Horliss, pero concluyó que Horliss-Horliss era quien les despreciaba.
Como había previsto Wutzek, la ausencia de uno desequilibró a los otros, y Tilotny fue la primera: Pasó de ser astuta y decidida a ser vanidosa, celosa y falaz. Ofreció a Ap conocimiento y a Danda la ocasión de crear cosas nuevas, sin restricciones, a cambio de que no la abandonasen.
Poco después de quedarse solos, los tres hermanos crearon una realidad oculta, dentro y más allá de la galaxia, fuera del espacio real y del hiperespacio, donde podrían ocultarse incluso de los Celestiales para conspirar y realizar maldades. Recibió el nombre de Illathurion, a veces llamado Antifuerza, Espacio Paralelo, Fortaleza Velada y Muspilli. Allí, el Frío Danda crearía nuevos seres burlándose de la galaxia y de sus normas y, cuando Tilotny consiguió enemigos, se los entregaba a Danda para que llevase a cabo sus experimentos. Pero no siempre estaban en Illathurion; a menudo viajaban por la galaxia.
Lluxos se les acercó, con la sincera oportunidad de unirse a otros Celestiales; pero Tilotny, temiendo que le quitasen su divinidad, advirtió a sus hermanos de que seguramente fuese una trampa (aunque ella misma no lo creía). Danda no confiaba en nadie, y eligió quedarse con Tilotny precisamente porque ya había estado con ella. Si Horliss-Horliss no se hubiese ido, quizá ella habría convencido a Ap para que aceptase la oferta de Lluxos. Así, los tres hermanos viajaron por la galaxia en solitario durante largo tiempo.
Tilotny se fijó en los Celestiales y en sus Primogénitos, celosa de sus logros, y se negó a humillarse ante ellos. Tilotny descubrió que no podía afectar directamente a los otros seres, pero sí provocar cambios con engaños, y también observó que los Celestiales no lideraban a su progenie sino que sólo les guiaban y, siguiendo un precepto del Supremo Hacedor (con el que Tilotny estaba en desacuerdo), si una raza traicionaba los principios de los Celestiales, entonces los Celestiales la abandonaban. Eso era algo que Tilotny deseaba: Si los Celestiales amaban tanto a sus otros hijos, entonces Tilotny les privaría de ellos.
A petición de Tilotny, Ap creó "ventanas" a cada mundo de los Primigenios, y los tres hermanos aparecieron como seres colosales en el cielo. Tilotny dijo ser la diosa Onrai, que significa "honor" y que había significado "luz" en lengua Celestial. Ella era, digo, la Arquitecta que había construido a las razas, con sus hermanos el inefable y el incomprensible; y les intentó convencer de que sus benefactores, los Celestiales, eran embusteros que tenían gran poder que podían compartir con sus razas, pero no lo hacían porque temían que las razas dejasen de amarles; si adoraban a los Arquitectos, recibirían poder. Las razas creadas por los Primogénitos empezaron a preguntarse si éstos les traicionaban; e incluso unos pocos Primogénitos dudaron de los Celestiales. Los Celestiales intentaron convencer a las razas de que los tales Arquitectos mentían y no debían ser adorados, porque entonces los Celestiales se retirarían.
Los kwoth sucumbieron a los encantos de Tilotny, creyendo que el mero conocimiento no podía ser malo. Tilotny ofreció a los kwoth las Puertas del Infinito creadas por los gree; no era justo, decía ella, que sólo los gree tuviesen ese poder cuando los kwoth también eran grandes constructores. Los kwoth construyeron enormes Puertas del Infinito, sin comprender que serían atravesadas por naves de guerra; por no mencionar que los gree, leales a los Celestiales, dejaron de ser amigos de los kwoth.
Al fin, Ap tuvo ocasión de hablar con sus hermanos y les explicó que sólo los Celestiales podían cruzar dimensiones. Danda debatió con Tilotny: Él no creía que ellos fuesen dioses; ella estaba convencida de que, si no lo eran, llegarían a serlo.
Tilotny hizo que Ap abriera una puerta transdimensional al Universo Principal para buscar al pueblo eret, de la Tierra, precursores de los humanos. Tilotny podía manipularles fácilmente con promesas de dominio o aventuras y con regalos menores: Ap construyó naves espaciales para los humanos, y muchos dejaron sus hogares para ir a colonizar varios mundos, donde adorarían a Tilotny como experimentos. Hubo dos colonias: Cobal y Urthha (esta última, llamada Nueva Tierra, era una copia del mundo natal humano), cada una ajena a la otra porque, si fallaba una, el experimento continuaría. Tilotny eligió a los gobernantes para que construyesen maravillas en su honor, y les dio conocimiento para que avanzasen en meros siglos lo que les habría costado milenios. Cada colonia tendría guerras civiles, polución e injusticia; pero Tilotny no veía problemas en el militarismo mientras eso permitiese que "sus" humanos se expandiesen.
Los nueve reyes de Cobal colonizaron los doce mundos de su sistema (aunque es altamente infrecuente que un sistema planetario tenga más de un mundo habitable, mucho menos doce), y un mundo externo antes de entrar en conflicto con una raza vecina de reptiloides degenerados, los sobekks. Una voz oscura, la misma voz que hablaba a Tilotny, les había prometido divinidad si transferían sus fuerzas vitales a un ejército robot, y con éste los sobekks casi aniquilaron a los humanos de Cobal. Tilotny, disgustada, investigó y descubrió que un poder oscuro manipulaba a los sobekks igual que ella había manipulado a los humanos; y esta entidad decidió que Tilotny tenía planes similares a los suyos y que por ello le permitiría jugar. Eso preocupó a Tilotny, porque pensaba que habría más seres como ella que quizá algún día fuesen una amenaza. Tilotny, además, ignoraba que los Celestiales habían visitado en secreto Cobal y Urthha para apoyar a quienes estuviesen de su lado. Ap lo sabía, pero decidió no compartir todos sus secretos.
Urthha tuvo un destino similar a Cobal, dividiéndose en facciones; pero entonces los kwoth instalaron allí una Puerta del Infinito, dándoles la ocasión de expandirse por la galaxia. Tilotny, que buscaba precisamente un imperio humano, convenció a sus súbditos de que eso era bueno y permitió que se multiplicasen, que contaminasen el mundo y que tuviesen leyes agresivas para que fortaleciesen a toda la población. Surgieron facciones enfrentadas: La Confederación Unidad de Zhell (siendo el General Zhell quien había unificado a ese grupo) contra la Alianza Universal, su enemigo declarado, aunque en realidad ambos seguían los caprichos de Tilotny. Los Hijos de la Libertad que se alejaban de ambos y de los kwoth; además de los partidarios de los Celestiales, que odiaban a los Arquitectos. Tilotny manipuló a Zhell y a la Alianza. Finalmente, todos los grupos se exiliaron a otros mundos: Los Batallones, a Notron; la Alianza, a Terra (donde tuvo una guerra civil); y los Hijos de la Libertad escaparon en la nave Oort Raider, con cinco mil cazas, al sistema más cercano, Alfa Centauro. Tilotny interpretó esto como un desafío y abrió un agujero de gusano que les llevó a un mundo deshabitado, después llamado Corelia en honor a la líder de los Hijos; y este extraño fenómeno atrajo a esclavistas gamorreanos y rodianos liderados por varlianos del sistema Forhilnor. Los esclavistas capturaron a los Hijos de la Libertad, pero éstos dieron la vuelta a la tortilla y vencieron a sus agresores.
En cuanto a los Batallones de Zhell, Tilotny se la jugó al enviarlos a Notron, porque allí habitaban los taungs, orgullosos, fuertes y que no aceptaban a los invasores. Si los taungs hubiesen pedido ayuda a los Celestiales, éstos habrían exiliado a los humanos, pero la voz misteriosa les manipuló para que no lo hicieran. Mientras, el ahora Presidente Zhell intentó forzar la unificación con leyes, entre ellas desarrollando un idioma único, el Viejo Galáctico Estándar, con influencia de idiomas taungs y de visitantes de Bothawui y Duros.
Zhell veía que las Puertas del Infinito podían usarse para crear colonias y virreinatos que desafiasen al mando central, así que impidió su uso con leyes y altas tasas que sólo podían pagarse los más favorecidos, y eso permitió las tempranas colonias de Anaxes, Metellos y Shawken; pero Tilotny se disgustó con esta medida y desintegró a Zhell. Sus sucesores duraban poco en el puesto, porque también se ganaban la ira de Tilotny.
En Notron nacieron los Segundos Hijos de la Libertad, que intentaban escapar del autoritarismo montando colonias en mundos lejanos, pero que acababan enemistándose con las razas que encontraban (o a veces confraternizando con ellas). Dos clanes humanos llegaron a la galaxia satélite Compañero Besh. Disidentes políticos y similares también se establecieron en otros sistemas para colonizarlos, como Eriadu Las autoridades exiliaron a criminales en mundos lejanos como Desevro, en la Hegemonía Tion, varios de los cuales se unificaron bajo Xim el Déspota; y los científicos y religiosos que molestaban al gobierno eran enviados a Seoul. Tanto Tilotny como los Celestiales estaban a favor de esta expansión humana; pero los Celestiales advirtieron a las otras razas de que no intentasen emular la violencia de los humanos. En al menos una ocasión, en Andowyne, los Celestiales guiaron a colonos humanos hasta una vida pacífica. Los Celestiales permitieron que algunas razas humanas cambiasen físicamente para adaptarse a otros entornos o a la propagación, como los arkanianos, chiss, lorrdianos, ubeses, umbaranos, vultanos, zeltron, y otros que era cuasihumanos.
En Notron, los humanos, los zhells, perjudicaron al ecosistema y oprimieron a los taungs, incluso cambiando el nombre del mundo a Coruscant. Los taungs intentaron limitar el avance zhell con diplomacia y compromiso, pero los zhells les engañaron y después les acusaron de extremistas. Cuando los taungs recurrieron a la violencia, los zhells les llamaron monstruos. Los Celestiales ofrecieron a los taungs una Hiperpuerta Gree para ir a un nuevo hogar; pero los taungs lo rechazaron y se reconvirtieron en guerreros. Pidieron ayuda a Tilotny porque los zhells tenían ventaja en número, armas y conocimiento. En una feroz batalla entre Reuxutu el Inconquistable y los Batallones de Zhell, el Frío Danda Sine oyó la llamada y erupcionó un volcán en la capital. Los taungs casi aniquilaron a los zhell y el cielo se cubrió de ceniza durante dos años; pero a Tilotny le desagradó esta victoria y ella devolvió la fuerza a los zhells para que venciesen a los taungs. Los líderes taungs robaron naves a los zhells para abandonar su mundo, reasentarse en Roon y reconvertirse, unos mil años después, en los guerreros mandalorianos.
Unos ladrones de tumbas humanos intentaron robar en Alashan; pero fueron descubiertos por los alashanos y exiliados. Intentaron guardar las apariencias ante otros humanos acusando a los alashanos de ser monstruos hostiles, y eso se convirtió en una paranoia que Tilotny aprovechó. Tilotny hizo que Ap cambiase una Puerta del Infinito para enviar una ola de energía destructiva a un lugar de su elección y Ap aceptó; sería la orden de Tilotny que más lamentaría Ap. Alashan fue arrasado y Ap abrió hiperventanas para que todos los humanos lo viesen. La especie sobrevivió, pero abandonaron a los Celestiales. Tilotny, como Onrai, se personó ante sus seguidores para acusar a los Celestiales de no defender a sus gentes; y prometió poderosa protección a todos los que la adorasen, a cambio de un sacrificio de sangre ante los Templos Estelares de Kwoth. Los Celestiales advirtieron a los mortales contra esto; pero Alashan ansiaba una guerra contra Coruscant, que sería una nueva masacre transmitida por Ap. Varios hijos de los Primogénitos, e incluso varios Primogénitos, abandonaron a los Celestiales y siguieron a los Arquitectos.
Como ansiaba Tilotny, la galaxia se fragmentó. Surgieron varios reinos. Tilotny ofreció que el idioma propio fuese una marca de orgullo racial, pero realmente lo usaba para dividir. Danda se deleitó alterando la naturaleza de los mundos, haciendo escasear los recursos y enfrentando a predadores y presas para que, cuando entendiesen que sus decisiones les habían perjudicado, fuese demasiado tarde. En concreto los kwoth se avergonzaron tanto de lo que habían hecho, que cambiaron su nombre por kwas.
Los Duinuogwuin, o Dragones del Espacio, eran los más poderosos de los Primogénitos, pero escasos en número. Tilotny los percibió como una amenaza y reunió a sus hermanos para ver cómo los eliminaba. Danda no podía destruirlos, pero persuadió a los hijos de los Duinuogwuin, los basiliskanos, para que fuesen guerreros enfrentados a los humanos, y después cambió las formas de los basiliskanos para que los Duinuogwuin no los reconocieran. Cuando los Duinuogwuin encontraron a los nuevos basiliskanos, se aliaron con ellos y copularon para crecer en número y belleza, pero sus descendientes serían violentos y temibles, como los dragones-serpientes, los mantigrues y los mitosaurios, con sólo unas pocas subespecies benévolas.
Los basiliskanos fueron sólo la primera reingeniería de Danda en Illathurion: Él disfrutaba burlándose de los Celestiales, manipulando ciencia, magia y diplomacia para crear nuevas razas violentas a partir de víctimas abducidas. Pensando en el ejército ciborg de los sobekks, Danda pidió a Ap que crease constructos droides autorrepublicantes en los que Danda invocaba entidades oscuras que los habitasen, y así nació el Abóminor. A partir de varlianos víctimas de una enfermedad de Forhilnor, Danda diseñó a hutts, orooturoo, quockranos y yahk-tosh; creó a ssi-ruuk desde p'wckes; anzatis vampíricos de una colonia humana; violentos vagaari de inocentes geroons; los rakata a partir de ongrees y gungans; y otros monstruos como los dashades, los t'surr y los zanibar. Algunos experimentos fracasaron y no fueron tan malvados como Danda hubiese querido, como los swokes swokes; y ésos eran retenidos en Illathurion para ver si Danda les encontraba algún uso. Los más fuertes y temibles eran liberados, y Tilotny los mandaba a ciertos mundos mientras Danda contemplaba fascinado su evolución. Los rakata fueron los más leales a Tilotny, criados para ser jerárquicos, caníbales e inteligentes, pero también embusteros; ellos conquistaron su mundo y exiliaron a los gungans a Naboo.
Danda creó a muchas razas multiformes, un gran logro que Tilotny mantuvo oculto para usarlos en secreto; pero en general solían ser independientes y no ansiaban el poder, un rasgo que Danda admiraba y que potenció, y por tanto no resultaron muy útiles. Danda había creado a crokes, filar-nitzan, homananos, mikanos, proteanos, quarfs, shi'idos y al antepasado común de dazouris y lahsbees; sólo los mikanos fueron leales a Tilotny, y ella los envió a un mundo remoto donde usarían su belleza para manipular.
Otras razas también realizaron experimentos: Los krevaaki crearon a los ossianos para honrar a los humanos; pero los ossianos abandonaron a sus creadores y, haciéndose llamar los malaks, se enfrentaron a ellos. No se unieron a los Arquitectos, sino que afirmaban haber creado la raza humana, apuntándose un punto falaz como habían hecho Tilotny y los rakata, hasta que fueron destruidos por una raza de depredadores llamada e'yautja. Los Primogénitos también crearon a otros multiformes, incluyendo felagatos, gupin, gurlanin y polidróxol.
Esto es un e'yautja. Creo que le conocen. Mi continuidad acaba de complicarse mucho.
El Frío Danda Sine decidió crear un hijo como proyecto nuevo y excitante y, amante de la incongruencia, creó a su completo opuesto: En vez de ser una esfera negra con flujos de lava, impaciente, indiferente y sin empatía, creo a un ser verde, lleno de vida, compasivo y filosófico. Entre risas, le llamó Nobbyla, que significaba engendro maldito; pero la cría decidió que su nombre significaba también noble en una lengua antigua, y de todos modos decidió hacerse llamar Aérimus, cuna de la vida. Aérimus se compadecía de que Danda no tuviese emociones y comprendió que la incompatibilidad les separaba, aunque le agradecía su creación. Cuando Aérimus quiso despedirse, Danda ya se había ido. Le atormentaba saber que se había convertido en un tramposo viejo y sin estilo, algo que él odiaba, así que Danda hizo que Ap llevase a Aérimus a un mundo deshabitado en una galaxia lejana. Ap comprendió que Danda intentaba proteger a su hijo de una guerra inminente entre los Abóminor y el Silentium; pero el conflicto tendría lugar, Aérimus moriría, y Danda sufriría porque su creación, el Abóminor, había destruido a su hijo. Tal fue el pecado de matar a Aérimus, que la cría de éste engendró a los monstruos ajenos a la Fuerza, los yuuzhan vong, que esclavizaron al remanente de sobekks, los chazrach, mientras otros restos de sobekks seguían perdiendo batallas y acababan convertidos en los Exiliados de Kanzer.
Por entonces, Tilotny había comprendido no se extenderían lo bastante rápido para cubrir la galaxia y acabar con todo; y Danda se volvía menos tratable a cada día que pasaba. Tilotny quería engendrar una fuerza de terror para castigar a sus enemigos y pidió a Danda que la inseminase, metafóricamente, para engendrar tan gran raza. Pero Danda había tenido ya su progenie y no quería repetir el proceso, menos aún con Tilotny, a quien despreciaba. Decidió hacerlo, sin embargo, para degradarla, y juntos alumbraron a cuatro bestias:
- Typhojem, monstruo de tentáculos, alas membranosas y cuerpo abotargado, era tan malévolo y tan horrendo que Tilotny quiso destruirlo. Typhojem también despreciaba a su madre, llamándola gran puta, pero apreció a Danda, que le dio su nombre ("El Gran Sacerdote" en mimbanés arcaico). Typhojem partió a extender el mal por la galaxia.
- Gorog, Heraldo del Espíritu de la Noche, Tharagorrogaraht como lo llamó Danda, heraldo blasfemo de la noche perpetua, era un insecto de mil patas reptantes que, como su madre, buscaba la divinidad. Al comprender que sus creadores no le darían amor, engendraría una miríada de huevas para que le adorasen. Símbolo de la enfermedad para muchos, Gorog intentó buscar el afecto de especies insectoides, y se esmeró seduciendo a los Primogénitos killiks; pero sólo un nido la reverenció.
- Ooradryl, una masa de carne vampírica y metamorfa, era vulnerable en su forma desnuda así que Ap lo protegió con una capa de escamas doradas. Tilotny sabía que Ooradryl intentaba devorarlo todo y le temía.
- Mnggal-Mnggal, el metamórfico pozo de limo gris, se burló de Tilotny imitando su cara y le dedicó una grotesca poesía con acertijos que hizo reír a Danda. Por supuesto, Mnggal-Mnggal se negó a servir a Tilotny, y ella le mandó lejos.
Enfurecida, Tilotny habría destruido a sus hijos, pero Danda les protegió y los alimentó con experimentos fallidos. Viendo que no podía acabar con sus hijos, Tilotny les ordenó destruir y conquistar a sus enemigos. Así, Typhojem imitó a Danda con sus creaciones y creó a los yevetha, animando además a cultos del lado oscuro y adoraciones propias; y Ooradryl se replicó en formas extrañas, creando a Waru, la más famosa entre ellos, y causando estragos en varios mundos. Mnggal-Mnggal no necesitaba reproducirse, pero era incapaz de viajar entre las estrellas. Halagó a Ap y le pidió que le dejase en un mundo densamente poblado, pero Ap ya había aprendido lo que necesitaba y lo abandonó en el deshabitado Mugg Fallow. Sólo cuando el Imperio Viis quiso explorar ese planeta con Puertas de Salto, Mnggal-Mnggal fue liberado; el Imperio Viis fue destruido y sus nueve razas esclavas, los abiru, se aseguraron de que Mnggal-Mnggal no escapase. Danda entonces ordenó a la humillada Tilotny que se alejase de él, harto de sus juegos; Tilotny partió, jurándole odio eterno.
Además, otras abominaciones grotescas de Danda, como Athla'giroth, Taknaath, Lotek'k, Xanxathotep y El Horror del Vacío, llegaron a la galaxia a partir de puertas transdimensionales creadas por Ap en Endor, Kathol, Seswenna, la Singularidad Khadaji o el Agujero Negro de Quintas. Estos seres fueron llamados Los Antiguos y adorados por cultistas malvados. Los Arquitectos también eran objeto de devoción: La Dinastía Kashi Mer y otros realizaban temibles rituales y sacrificios obscenos a Ap y Danda; mientras Danda corrompía a las especies con enseñanzas belicistas y especiesistas, instándoles a atacar a otros.
Las llamadas Guerras Empíreas empezaron cuando los Ancianos enviaron a sus hordas homicidas a través de Puertas del Infinito a atacar a muchos planetas de la galaxia, masacrando a quienes no aceptasen la esclavitud. Otros seres se unieron a las temibles luchas: Typhojem arrasó el planeta Geonosis y creó el Viento Llameante de Oseón en un holocausto al traicionar a sus fuerzas. Los ataques del Abóminor convirtieron el sol de los Primogénitos Mu-Ab en Supernova; pero los Mu-Abs supervivientes construyeron en respuesta a los primeros droides sapientes, los ki'tok, y después al Silentium, que acabaría derrotando al Abóminor (Esto es confuso en el documento de Hextrophon porque varios párrafos más arriba se menciona que el hijo de Danda, Aérimus, ya había muerto en el conflicto Abóminor-Silentium, en un momento que parece previo al inicio de las Guerras Empíreas; y sin embargo aquí dice que el Silentium fue creado durante las Guerras Empíreas). Después, los Mu-Ab abandonaron la galaxia usando una Puerta Transdimensional.
Tras el final de las Guerras Empíreas, Typhojem descubrió cómo podía crear Puertas Transdimensionales, pero necesitaba una fuente de energía, la Gema Sombra de Tharagorrogaraht. Sucedió que Tharagorrogaraht no quería entregar la gema a la ligera y la escondió. Los seoulianos se unieron a la búsqueda, pero tuvieron que enfrentarse al monstruoso Lotek'k y acabaron escondiéndose, posiblemente con ayuda de los kwa.
Los Primogénitos se aliaron con razas poderosas, enormes o astutas, para proteger a varios mundos en diversos modos. Algunas especies escogieron no entrometerse y ocultarse para dejar de ser blancos potenciales: Los sharu se disfrazaron de seres primitivos; y los siniteen dieron la espalda a la galaxia.
Muchos Primogénitos y otras razas lamentaron haber sucumbido a las mentiras de los Arquitectos, porque los Celestiales se habían retirado ya. Hubo muerte, enfermedad, envejecimiento y crujir de dientes, y finalmente acabaron las Guerras Empíreas sólo para que después empezase la Guerra del Plano Temporal entre los Ancianos y los Celestiales.
Durante esa guerra, los Primogénitos usaron armas seoulianas a destruir las Puertas Transdimensionales; pero no todos los Primogénitos: Los gree intentaron proteger sus puertas. Además, los Duinuogwuin se vieron obligados a enfrentar a los basiliskanos, que apoyaban a los Arquitectos, durante la Guerra del Plano Temporal; después de vencer, los Duinuogwuin abandonaron la galaxia. Según cuenta Hextrophon, esto también tiene lugar simultáneamente a las Guerras Empíreas, aunque la Guerra del Plano Temporal sea posterior.
El Oráculo de Pelgrin envió una señal pidiendo ayuda a los Celestiales, y éstos enviaron una visión a los Primogénitos, que después la enviaron a las otras razas: Todos estaban a tiempo de dar la espalda a la oscuridad, pero sus actos habrán tenido consecuencias. Varios Primogénitos pidieron a los Celestiales que se los llevaran de la galaxia, y éstos accedieron. Los Celestiales buscaban con ahínco Illathurion desde hacía eones pero sólo habían encontrado la galaxia paralela creada por Ap poco después de su creación; mas ahora, cuando vieron la galaxia, accedieron a ayudar a los mortales a librarse los Arquitectos y los Antiguos, catalizadores del mal, y para tal misión enviaron a Wutzek, el creador de los Arquitectos.
Mientras tanto, Tilotny buscaba en el Núcleo Profundo el mundo oculto de donde había surgido los midiclorianos, pero sólo había encontrado una nébula razonablemente segura. Wutzek le siguió el rastro, haciéndose pasar por un sirviente de Gorog. Entonces Wutzek dijo a Tilotny que él era su creador y que debía deshacer el mal hecho; pero Tilotny afirmaba ser su propia creadora y se resistió. Wutzek intentó manipularla ofreciéndole el reto de crear formas feas, apelando a su belleza y orgullo; y la ofendida Tilotny le propuso que se fuese a Illathurion para eso. Wutzek no sabía ir allí, y Tilotny le dijo cómo llegar.
Pero Tilotny aceptó convertirse en formas feas, y cada vez que lo intentaba, Wutzek encontraba alguna virtud en la criatura en que Tilotny se transformaba. Finalmente, tras cien metamorfosis, Tilotny se tornó un gusano-carroña parasitario, repugnante, lento y temeroso de la luz, y Wutzek la castigó encerrándola en esa forma para siempre. Wutzek lamentaba haber tenido que hacerlo, y propuso a la asustada Tilotny volver atrás si ella le ayudaba en su misión, pero Tilotny había perdido la capacidad de ser pía y amable, y sólo era amargada, odiosa y perversa. Por ello, en vez de eso, Tilotny maldijo a Wutzek, jurando que algún día estaría tan indefenso como ella entonces, y que vería el universo destruido por las crías de Tilotny. Wutzek re-bautizó a Tilotny El'Shudden, el Gusano del Alma, y la condenó a vivir sola y hambrienta; y ella recordó la profecía de Mnggal-Mnggal.
Tilotny, ahora El'Shudden, giró sobre sí misma, intentando auto-consumirse y morir, y en el proceso creó un agujero de gusano, de donde emergieron plagas temibles como los glooths, los leviatanes y los silanos, después usados por los lores del sith, y que con el tiempo engendrarían otras bestias. Al saberse morir, Tilotny descubrió un modo de recuperar una pieza de sí misma y se la dio a su último retoño, una forma llamada Abeloth o Dolor, una niña hermosa que sufría por su orfandad y soledad, pero que seguía los preceptos de su madre de belleza y disimulo.
Wutzek fue entonces a Illathurion y ofreció al Frío Danda Sine la posibilidad de restaurar cosas; pero el Frío Danda Sine sólo reconocía al Vacío como su creador y por entonces, triste y amargado, no sentía interés por nada. Wutzek le ofreció ver lo que había antes de que él naciese, pero era demasiado tarde para él. Wutzek le ofreció entonces un enigma: Un inmortal obsesionado con la muerte, quizá al morir sepa lo que es la vida y reviva. Danda, comprendiendo que extraña a Tilotny y a Aérimus, aceptó probar la muerte; pero aparentemente no resucitó. Sus hijos huyeron aterrados de Wutzek hasta los rincones de Illathurion, excepto Typhojem que se planteó destruir a Wutzek, pero acabó decidiendo escapar. Muchos engendros de Danda sólo se reagruparon, esperando el momento de volver a sembrar el caos.
Wutzek ofreció al confuso Ap que le ayudase a deshacer su obra. Ap recordaba que Wutzek había intentado deshacerle a él pero para entonces Ap, maestro del tiempo y del espacio, había decidido no deshacer cosas porque no era bueno violar esas leyes. Contento con esa respuesta, Wutzek llevó a Ap ante el Hacedor, que le enseñó sabiduría, compasión y justicia, y cuando Ap pudo distinguir entre el bien y el mal, se le encargó una misión.
Typhojem consiguió el corazón cristalizado de Tilotny, objeto de gran poder, y lo usó para construir un portal a la realidad del Caos. Buscó a Ap para obtener una fuente de poder que le hiciese más poderoso que los Celestiales, pero nadie pudo encontrarle y le dieron por destruido o "transferido a otros planos de existencia"; sólo encontró, empero, la dimensión secreta construida por Ap. Finalmente, Typhojem tenía una legión maligna, liderada por el capitán Si'kranosh de la nave Nil-Apharas, que atacó el mundo humano Sarn. Wutzek fue a investigar, pero Typhojem atrapó al Celestial con una trampa de ángulo; y como Typhojem sostenía la trampa con su mano izquierda, desde entonces se le llama el dios zurdo. Typhojem torturó a Wutzek hasta desintegrarle, en la región después llamada Aznak, y más tarde envió a sus agentes al Núcleo y preparó a los monstruos de Illathurion para invadir la galaxia.
Otra que había sido transfigurado en el dominio de los Celestiales era Horliss-Horliss. Al morir Wutzek, Horliss-Horliss reemergió con gloria y lideró a los Primogénitos contra los Antiguos. En Illathurion, Horliss-Horliss flotó como una gran luz aterradora, hablando a las mentes de sus habitantes para que rechazasen la oscuridad, y los que lo hicieron fueron transferidos a mundos aceptables para ellos.
Typhojem por entonces gobernaba en secreto Coruscant, donde el Canciller sacrificaba a disidentes. Cuando el 13º Batallón de Zhell se rebeló contra el Canciller, éste les tendió una trampa, con el poder de Mhu'anThul, que ellos resistieron hasta el amargo final. Por suerte, Horliss-Horliss llegó a tiempo de salvarles y castigó a Mhu'anThul. Sólo unos pocos escaparon del poder de Horliss-Horliss, incluidos Gorog, Ooradryl y Waru.
Horliss-Horliss invocó el nombre prohibido de Typhojem, que Tilotny había pronunciado al verle nacer y que Ap había revelado a los Celestiales, junto con todos los secretos de los Arquitectos. Typhojem apareció de nuevo con la trampa ángulo con la que pensaba aniquilar a Horliss-Horliss, pero ésta creó una inversión nula en el espacio y usó las gemas para crear una vorágine que transportó a todos los seguidores de Typhojem. El monstruo Typhojem resistió, con daños físicos, pero entonces Horliss-Horliss aulló y su aullido petrificó a Typhojem, atrapándole en la inversión. Sólo Si'kranosh sobrevivió, de regreso a Illathurion; y los restos de Typhojem serán la Vorágine Magaratana y el Agujero Negro de Nakat, que se convierten en metáfora de entre la espada y la pared. Se dice que los killiks construyeron con sus restos los planetas Kareda, Kessel, Korriban y Sessa, y la luna que marca el límite de las Fauces; y que la especia glitterstim es la sangre de Typhojem, en la que las arañas gigantes intentan honrar a su soberano. Algunos otros dicen que Typhojem no está muerto, sino que sólo duerme preparando su regreso para reclamar su trono; pero es una mentira perpetuada por los Thrella y los Sith, que siguen adorándole, y con el tiempo también al Frío Danda Sine, llamado Kopa Kahn, dios de la muerte. El corazón de El'Shudden acabó en Mimban, donde atrajo a wandrellas, hssiss y glooths, y mutó a los thrella para convertirlos en mimbanitas y coways. El poder de Typhojem quedó muy reducido.
Así Horliss-Horliss terminó la Guerra del Plano Temporal. El poder que Horliss-Horliss había demostrado era tan grande que los Antiguos la temían, pues le sabían capaz de destruirles. Sólo los gorogs se expandieron y se ocultaron, esperando nuevas instrucciones y una nueva oportunidad de hacer maldades.
Los Celestiales prepararon todo para que algunos seres naciesen con más midiclorianos, ora por genética, ora por azar, y estas personas obtenían grandes poderes. En una Gran Asamblea de Celestiales, Lluxos sugirió que un Chamán de los Whills protegiese el mundo oculto de los midiclorianos, permitiendo así a los Celestiales intervenir en todas las nuevas vidas que se creasen. Para defender esto harían falta armas que proporcionaron los killiks y otros Primigenios, y que serían prodigios como el Constructo Malabar, el Empujador de Mundos, las Esferas de Ciratu y la Turbina Cósmica. No sabemos cómo las construyeron.
Era un buen momento para estabilizar la galaxia. Los Celestiales sabía que Mnggal-Mnggal estaba en un mundo del cuadrante oeste de la galaxia y, como no le encontraban, aislaron el cuadrante entero para encerrarle y, previendo la aparición del hipermotor, complicaron las rutas hiperespaciales en las Regiones Desconocidas. Horliss-Horliss ayudó a eliminar los miles de Puertas Hiperespaciales que quedaban en la galaxia. Quedaron unas pocas en el Enclave Gree, preservadas en honor a los tiempos mejores, pero los gree aceptaron no transmitir sus secretos. Las Puertas del Infinito también se mantuvieron en pie, para transportar refugiados, pero sus centinelas se retiraron y las puertas fueron modificadas para que nadie pudiese usarlas como armas, excepto los kwa por si volvían los Antiguos. Un portal que quedaba al demoníaco Garn fue ocultado y borrado de la memoria.
En su esfuerzo por reorganizar la galaxia, Horliss-Horliss y los Celestiales decidieron ayudar incluso a las naciones enemigas en mundos arrasados (aunque les quitaron sus armas), y enviaron refugiados alienígenas a Coruscant (donde la mayoría humana les recibió con resentimiento, habiendo olvidado que hollaban el mundo taung). Los supervivientes de los Batallones de Zhell y otros disidentes y presos políticos perseguidos por ellos pidieron a Horliss-Horliss un mundo distinto a Coruscant, porque incluso entonces, quienes ostentaban el poder habían apoyado a Mhu'anThul (o al menos habían estado en su bando). Los killiks ayudaron, con apoyo de Horliss-Horliss, en la construcción final del Empujador de Mundos, llamado Estación Punto Central; Horliss-Horliss proporcionó un pequeño sol para dar potencia a los sistemas, y crearon el sistema coreliano.
El Celestial Elegast (¿Se acuerdan de él? Yo lo había mencionado. Ya les dije que este texto era denso) presentó una propuesta: Los Celestiales no guiarían a las razas mundanas, pero aquellos fuertes en la Fuerza podrían dirigirles, y Elegast les lideraría a ellos, sólo que reencarnado en un humano dotado de sabiduría y poder. Elegast sería la justicia y sus colegas Eipha y Niphal, la sabiduría y el poder. Lluxos, Marutz y Xurz observaron los posibles problemas de esta opción, y fueron buenos profetas, porque efectivamente Elegast renunció a la compasión y todo lo que amaba empezó a perecer. Alguien debería reemplazarle, y Horliss-Horliss enunció una profecía sobre un Elegido, el Hijo de los Soles, que se ocuparía de ello, y que registraron por escrito los Whills.
Finalmente la galaxia fue restaurada, con los Celestiales manteniendo vigilado Illathurion. Nos ponemos en 25.000 ABY, tras la caída del Imperio Infinito de los rakata. Por entonces, sólo unos pocos Primogénitos retienen su gloria pasada, y la mayoría apenas son una sombra de lo que habían sido. Desde el Núcleo Galáctico se enviaban naves durmientes para colonizar mundos lejanos.
No todo iba bien: Las aberraciones supervivientes de la Guerra del Plano Temporal extendieron el caos y empezaron las Guerras del Ocaso: Tharagorrogaraht recurrió a su hermano superviviente Ooradryl para dejar Illathurion y crear accesos a éste, mientras los gorogs se enfrentaron a sus hermanos killiks. Razas crueles como los anzati, sith y stenax atacaron a los débiles, esperando ser recompensados por las fuerzas de la oscuridad. Los rakata también fingieron aliarse con los Antiguos y construyeron la Fragua Estelar, con especificaciones proporcionadas por los Arquitectos en tiempos antiguos; y, como correspondía a los Arquitectos, la Fragua fue un objeto de maldad puro que obtenía energía de los midiclorianos, como habían hecho armas del Imperio Varliano.
Esto se selló con la victoria del bien: Tharagorrogaraht irrumpió por la Puerta de Endor, un agujero negro; pero fue entonces encerrada por los ewoks y otros avatares de Indur (porque los ewoks no eran exactamente seres normales, sino encarnaciones divinas). Las tribus benevolentes de Endor adoraban a Horliss-Horliss, a quien llamaban Hesprax, y creían que ella les había ayudado en la victoria; pero en realidad se debió a un conflicto interno contra Ooradryl y Nyeegath el Devorador. Por cierto, los ewoks obtuvieron la Estrella del Sol en ese momento. En el proceso se cumplió la profecía y Wutzek regresó de entre los muertos. Con esta derrota de la oscuridad, el Nido Oscuro de los gorogs enloqueció.
Después de las Guerras del Ocaso, el universo volvió a cambiar. Se formó la República bajo el estandarte de la paz y, como los Celestiales habían planeado, surgieron los jedi y otros usuarios de la Fuerza como guardianes de la paz. La población olvidaría las palabras de los Celestiales y los confundiría con los Arquitectos y los Antiguos; pero ellos seguían activos: Wutzek vigilaba Illathurion y volvió regularmente allí, hasta que fue capturado y encerrado por el Culto de los Cinco en Nil-Apharas, la antigua nave de Typhojem; y así se cumplió la maldición de Tilotny.
Fin del relato. Como dije, el Consejo estaba dividido. Aún con el testimonio de Leia Organa sobre su interacción con los Espíritus del Manicomio, había dudas: Donn Gulek, Historiador Jefe del Instituto Kellmer de Historia Galáctica, veía que el encuentro de Organa sólo corroboraba nombres, de los que Hextrophon pudo apropiarse para inventarse el resto de su cuento de hadas. Finalmente, con 39 votos a favor y 42 en contra, parecía decidido que el Consejo no publicaría esta obra.
Skippy Farlstendoiro, a la derecha, realiza su investigación y expresa sus reticencias.
Sin embargo, fueron entonces visitados por el propio Arhul Hextrophon, que había trascendido y, tras una apoteosis, realizó varios milagros para convencerles. Tras ello, o antes de ello, o ambas cosas si el tiempo no tiene sentido para ellos, Hextrophon volvió a reunirse con los Celestiales, entre ellos Wutzek, que adoptaba aspecto humano, Horliss-Horliss, que ahora era una nébula heliotropo, y Ap el Espléndido, que no sé qué era. Los Celestiales aceptaron a Hextrophon como al menos un Primogénito adoptado; y el Consejo apoyó la publicación de su obra casi por unanimidad. No faltó la controversia, pero llegó a ser el libro más vendido del Consejo, y mantuvo el interés de la población.
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