Los Vagaari

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"Ahora: Di esto, 'Vosotros los de la nave llamada Vuelo Exterior: Somos los vagaari. Os rendiréis o seréis destruidos'". (El Miskara)
Se solía marcar el límite de la civilización galáctica en el Borde Exterior, el territorio más lejano controlado por la República o el Imperio. Más allá de sus fronteras estaba el Espacio Salvaje, una zona mínimamente explorada pero fuera de la jurisdicción del gobierno central. Más allá de éste estaban las Regiones Desconocidas: No había registros oficiales de lo que existiese allí, pero eso no significa que no hubiese nada. En las Regiones Desconocidas habitaban múltiples especies nativas, muchas de ellas amorales y expansionistas hasta un punto que en la República rara vez se veía (Tales culturas eran asimiladas o exterminadas dentro de sus fronteras). En diversas zonas de las Regiones Desconocidas estaban los disciplinados y militaristas chiss, los moluscos ilusionistas crokes, los fanáticos expansionistas ssi-ruuk, los corruptos esclavistas vagaari, e incluso una galaxia satélite llamada Compañero Besh fuera del disco galáctico principal de donde venían los nagai y los tofs.
Pero no nos desviemos: Compañero Besh estaba lejos de las zonas donde habitaban los vagaari. Ellos habían evolucionado en el planeta Vagar Praxut, un mundo casi totalmente desértico en la nébula llamada Miasma de Kharmort. El planeta fue totalmente abandonado más tarde.
Los vagaari eran antropomorfos más bajos y esbeltos que los humanos. Se caracterizaban por sus grandes manos y por unas extremidades achaparradas que les impedían correr a mucha velocidad.
La cabeza, más grande que la de los humanos, mostraba ciertos rasgos inusuales: Enormes ojos morados, orejas aplanadas que se alzaban sobre el cráneo y dos bocas pequeñas, justo encima del submaxilar. Dentro de cada boca había una doble hilera de dientes pequeños y guujarrosos. Un vagaari podía hablar simultáneamente por sus dos bocas, y era sorprendentemente expresivo considerando lo inusual de su forma: Sonrisas, gritos ahogados o muestras de sorpresa eran perfectamente legibles.
La boca superior se utilizaba para respirar y hablar, y la boca inferior para comer. Muchos vagaari mascaban unas tiras de cuero aderezadas con estimulantes, llamadas pura yerba, con la segunda boca, mientras hablaban con la primera. Los vagaari tenían tractos digestivo y respiratorio separados, lo cual hacía muy difícil asfixiar a un vagaari.
La piel de un vagaari era bronceada de color claro, con remolinos dorados resaltando la mandíbula y las mejillas, además de un toque dorado o color tocino sobre la mandíbula y las mejillas.
Un vagaari, más diminuto que un humano medio, era sin embargo levemente más fuerte que éste. No era por el contrario más robusto: Los vagaari podían morir fácilmente ante el impacto de un proyectil o un arma de plasma o láser. Los charric, arma favorita de los chiss, dejaban quemaduras en los cuerpos vagaari. Las granadas de impacto dejaban a los vagaaris aturdidos. Los venenos biológicos que afectaban a la mayoría de especies humanoides también dañaban a los vagaari. Por supuesto, un vagaari no podía resistir el casi imparable filo de un sable láser.

Un vagaari.
Los vagaari podían ser afectados por los poderes de la Fuerza: El control mental les hacía balbucear indefensos, y la telekinesis podía empujarles parcial o totalmente. Algunas capacidades jedi, como detectar presencia o curar, se veían obstaculizadas si el jedi no estaba familiarizado con la especie de su objetivo; al ser los vagaari una especie oscura, estaban más protegidos contra estos poderes. Por el contrario, no tenían ninguna defensa contra el estrangulamiento remoto. Cuando el vagaari moría de este u otro modo violento, su cuerpo a menudo caía al suelo, contorsionado en una postura extraña.
Hasta el momento no ha habido casos confirmados de vagaari capaces de usar poderes de la Fuerza, pero no parece haber impedimento. Uno de los Miskaras vagaari demostró tener una capacidad parecida al estrangulamiento con la Fuerza. Además, en tiempos antiguos, la especie alienígena rakata, usando su extraña tecnología, fue guiada hasta el mundo vagaari porque era un planeta fuerte en la Fuerza.
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Cultura

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Los vagaari eran una especie de amorales esclavistas, agresivos en combate y arrogantes en su trato con otras especies. Su civilización, el Imperio Vagaari, prosperaba usando su merecida reputación de crueldad para extender el miedo, al punto que muchas otras amenazas de las Regiones Desconocidas huían de ellos. Los vagaari creían que todas las otras especies eran meros recursos aprovechables, además de ser necios, cobardes e inferiores. Tenían un narcisismo y carencia de empatía que rivalizaba sólo con los de los hutts. Incluso su mitología alimentaba su arrogancia: Los vagaari creían que los dioses les habían creado para tener seres superiores que incluso los dioses pudiesen adorar (aunque los vagaari de tiempos del Imperio no eran tan religiosos como en tiempos pretéritos).
Los vagaari eran un enemigo cruel que tendía a expandirse en grupo, arrasando civilizaciones indefensas como una plaga de alimañas devastando campos. Los oficiales sacrificaban a sus propias tropas sin preocuparse especialmente por ellas, basándose en que la vida y misión de un comandante era demasiado importante para que éste corriese riesgos (Otras facciones militaristas, como los chiss y los imperiales, opinaban de otro modo).
Eran sin embargo cautos protegiendo sus espaldas, atacando sólo cuando tenían ventaja y confiándose lo justo: Cuando capturaban a una persona, le desnudaban, escaneaban y registraban, junto con sus pertenencias, para asegurarse de que no ocultaba armas. Sólo después de analizar los activos, devolvían al prisionero aquéllo que no fuese peligroso.
Muchos vagaari eran tan engreídos que desarrollaban un punto débil por donde podían ser atacados: Otras personas podían engañar a los vagaari fingiendo ser mansos prisioneros o apelando a la vanidad vagaari para que sus captores bajasen la guardia.
Normalmente lo contrario era cierto: Los vagaari, merced a su gran confianza y a su desprecio por otras seres, eran excelentes actores y simulaban ser especies poco amenazadoras, o tentaban a otros para convencerles de que era sensato cooperar en los vagaari pese a lo mal que había salido ese intento en el pasado.
A menudo los vagaari enviaban infiltradores a los mundos que querían conquistar. Éstos eran vagaaris disfrazados de exploradores o comerciantes que hacían un contacto pacífico con el blanco potencial, a menudo civilizaciones que ansiaban encontrar socios comerciales y les daban la bienvenida. El infiltrador se congraciaba con los nativos, desarrollando una base de confianza con tratos de negocios, y mientras obtenía datos críticos sobre las defensas locales, los puntos críticos para un ataque y las costumbres. El infiltrador partía entocnes para continuar su camino, y la flota esclavista vagaari llegaba normalmente días después. Si el infiltrador, no estaba indefenso porque tenía bastones aturdidores y armas de rayos, pero normalmente no era un soldado y prefería aturdir al enemigo y escabullirse hsata una nave.
Hablaremos ahora de la tecnología utilizada por los vagaari, empezando por algo tan simple como su vestuario. Como muchos humanoides, los vagaari solían vestir con togas voluminosas, uniformes militares y, en ocasiones, ropajes harapientos; a menudo el atavío era elegido para permitirles ocultar armas, venenos u otros activos útiles en pliegues. Los guerreros y guardias utilizaban armaduras diseñadas para protegerles contra las armas que ellos más conocían; por ejemplo, no contra los blásters.
Muchos vagaari de alto rango utilizaban enormes máscaras faciales envolventes con expresiones de furia, horror o agonía, o con imágenes monstruosas, que les cubrían de las mejillas hasta unos diez centímetros por encima de sus cabezas. Los guerreros decoraban de forma similar las placas frontales de sus cascos, con calaveras y rostros de demonios. Otros vagaari, aparentemente de menos rango, usaban pinturas faciales en vez de máscaras.
Los vagaari en realidad utilizaban su ropa y su lenguaje corporal para mostrarse amenazadores: Como no habían evolucionado de predadores, un vagaari sin estas ventajas (por ejemplo muerto) no daba la imagen de una especie agresiva.
Recordemos que los vagaari habitaban las Regiones Desconocidas, sin acceso a la mayoría de tecnologías de la República. Los droides eran inimaginables para ellos. Sin embargo, los vagaari aprovechaban las características de los animales de mundos que conocían. Pongamos un par de ejemplos:
El schostri era un insecto de aguijonazo de veneno ácido letal y rápido para la mayoría de formas de vida que los vagaari habían encontrado (aunque nunca se había probado con humanos y en general estábamos hablando de docenas de aguijonazos para provocar la muerte). Con el fin de utilizar schostri como arma, un vagaari podía amputarse una extremidad, por ejemplo un brazo, y reemplazarla por una prótesis de aspecto y movilidad similares, pero que estuviese llena de insectos schostri; también podían llevarse en guantes huecos bajo la ropa. Una vez los insectos fuesen liberados, ellos seguirían y protegerían al vagaari, que era después de todo su colmena y hospedaba a la reina; esto se conseguía gracias a la señal química en la adrenalina del anfitrión. El vagaari no necesariamente podía dirigir a los schostri contra un blanco concreto, pero la nube simbionte aseguraba la protección del vagaari.
Los vagaari aprendieron también a procesar el veneno schostri ordeñándolo de los insectos, y desarrollar así un arma aerotransportada que se podía disparar en forma de nube de humedad. Esta forma de uso era peligrosa también para el vagaari que la disparase, porque podía volverse contra él. Además, era cara de fabricar y sólo la utilizaban los vagaari de más alto rango.
Las enredaderas de cables, parecidas a los gusanos de conducto propios de Coruscant, escapaban a los sensores y hacían orificios en el cableado eléctrico de una nave, provocando fallos de sistemas. Eran una herramienta de sabotaje muy usada por los vagaari.
Otra mascota favorecida por los vagaari era el wolvkil, un pequeño y feroz depredador velludo. Cuadrúpedo, de ojos oscuros, con garras retráctiles y un largo hocico lleno de dientes, el wolvkil era amenazador aún antes de atacar, con su mandíbula entreabierta, sus orejas enhiestas y su rugido que también emitía para atacar o señalar su victoria. El wolvkil salivaba al saltar contra un enemigo, habitualmente apuntando a la garganta, y atacaba hasta prevalecer o caer muerto.
Pero no era fácil que un wolvkil cayese muerto: Estos animales tenían un sistema nervioso descentralizado y una fisiología que distribuía sus órganos vitales por todo su cuerpo. Eso le permitía resistir el impacto de un bláster en la frente o un charric a quemarropa. Eran menos resistentes contra un sable láser, que podía cortarles a la mitad, o contra un ataque basado en la Fuerza, que podía estimular sus centros de sueño y hacerles dormir, con las patas colapsadas.
Los vagaari capturaron y domesticaron a los wolvkils para que obedeciesen órdenes concretas y para que atacasen a cualquier enemigo que estuviese armado de forma clara. Con el tiempo, los vagaari desarrollaron una tecnología de collares de éstasis que ponían a los wolvkils. De ese modo, la bestia quedaba inconsciente, aparentemente muerta, hasta que el collar se rompiese manualmente o después de un tiempo definido. Eso les permitía usar a los wolvkils inertes como si fuesen chales de aspecto inofensivo, y a veces enviaban cajas de wolvkils a naves enemigas como ofrendas de paz que demostraban ser caballos de Troya.
Según lo que sabían los chiss, los wolvkils habían sido una variante feroz de depredador domesticada como mascota por los geroons en el planeta homónimo, pero la especie se había extinguido en ese mundo. Algunos geroons llevaban wolvkils muertos como vestimenta en ocasiones especiales y los legaban a sus descendientes.
El conocimiento de biología vagaari no se reducía al uso de animales. También aprendieron sobre la animación suspendida, y desarrollaron un collar que ralentizaba los signos de vida de las criaturas que lo llevaban, dejándoles aparentemente muertos hasta que el collar se rompía o hasta que pasaba un tiempo preprogramado. Los vagaari usaban estos collares en sus esclavos para almacenarlos con mínimo coste hasta que los necesitaban, o en ellos mismos para simular no ser peligrosos y emboscar a sus enemigos.
Los vagaari también tenían tecnología de viaje espacial, tanto supralumínico como sublumínico (lo que ellos llamaban "arrastraespacio"). Los cazas vagaari, vistos en combate, tenían más potencia de fuego que un ala-X, al menos la misma maniobrabilidad y unos complejos patrones de vuelo que sólo la analítica mente de un chiss era capaz de analizar.
Otras naves han sido vistas en más detalle, en concreto una nave de tesoro. Representativa de la cultura vagaari, conquistadora y carroñera, la nave de tesoro había sido desarrollada para seres de otra especie, más altos, y los vagaari la habían capturado y readaptado con constantes parques y reparaciones chapuceras, a menudo llevadas a cabo por esclavos de varias especies. El propósito de esta nave era almacenar el botín de varios mundos saqueados en el Espacio Salvaje e incluso en el Borde Exterior: Los vagaari acumulaban el botín en una de las salas de la nave. Una vez hubieron acabado su misión de colecta y sólo quedaba el tranquilo regreso a la flota vagaari, los vagaari prescindían de los ahora innecesarios esclavos, probablemente arrojándoles de la nave a sus muertes para que no pudiesen revelar información.
Característica propia de ésta y otras naves de guerra vagaari eran las burbujas ovoides transparentes de 2x3 metros y sin gravedad, visibles en el casco exterior. Los vagaari introducían prisioneros y esclavos vivos en estas ampollas, con un pequeño sunistro de aire y filtrado, agua, raciones, un comunicador e incluso una escotilla para introducir otros objetos si fuese menester. El propósito de esta peculiaridad era ir al combate protegidos por un escudo de rehenes: El enemigo tenía que sacrificar a los inocentes prisioneros de los vagaari si esperaba dañar sus naves. Las pompas de presos estaban demasiado cerca unas de otras para que fuese posible apuntar en los puntos intermedios desde una distancia segura.
Una tecnología que daba a los vagaari decisiva ventaja era llamada la red de naves, en esencia un generador y proyector de campo gravitatorio artificial probablemente robado a una especie desconocida. La red era un entramado esférico a modo de reja que generaba un campo gravitatorio en una zona determinada, bloqueando el viaje hiperespacial allí: Ninguna nave podría entrar en el hiperespacio, y cualquier nave que pasase por ese punto a velocidad supralumínica sería devuelta al "arrastraespacio". Esto permitía a los vagaari emboscar naves de otros grupos. Comprendiendo la importancia táctica de las "redes", los vagaari protegían cada una de sus redes con cazas espaciales y tres naves de guerra, cuyos motores apuntaban al proyector, y las mantenían fuera de la zona de combate. La red era además plegable: Este arma no tendría tanto uso si los vagaari debían mantener su posición durante horas mientras montaban la red, quizá incluso a plena vista de sus víctimas.
La espina dorsal de la flota vagaari era el crucero Surfeik, de quinientos cincuenta metros de eslora, con una tripulación de quinientos vagaari y tres veces más esclavos, bodega para diez mil toneladas y suministros para un año. El armamento incluía treinta y tres cañones láser, seis lanzaproyectiles (que a menudo disparaban armas explosivas para que detonasen después de penetrar el casco de una nave enemiga y así abriesen el interior al espacio) y un proyector gravitatorio con alcance esférico. Los cruceros eran modificables y se utilizaban como cargueros, transportes de tropas o portacazas (en cuyo caso se solían meter dos lanzaderas y dieciocho cazas), y sólo los modelos de combate tenían escudos vivientes; las que no los tenían, podían pasar relativamente desaparecibidas en las Regiones Desconocidas.
La flota vagaari era grande y variada, incluyendo muchas naves nuevas y en buen estado de mantenimiento; los vagaari se resistían a permitir que su gloria fuese mancillada y que sus naves tuviesen el aspecto de otras culturas menos afortunadas en las Regiones Desconocidas.
Gracias a su poder tecnológico, armamentístico y económico, los vagaari eran muy superiores a otras civilizaciones de piratas de las Regiones Desconocidas, incluyendo otras culturas de piratas. Hasta los remanentes rakata en las Regiones Desconocidas también eran amedrentados por el Imperio Vagaari. ¡Qué bajo han caído los poderosos!
Muchas especies de las Regiones desconocidas habían sido conquistadas por los vagaari, pero pocos les conocían de cerca: Los vagaari solían elegirbatallas navales y procuraban no usar comunicaciones visuales; y una vez tomaban esclavos, los vagaari les obligaban a ser la vanguardia de su siguiente invasión, llevándoles a la perdición al hacerles caminar en campos de minas. Cuando alguien llegaba a las Regiones Desconocidas, a menudo oía rumores infundados y contradictorios sobre los vagaari, basados en miedo más que en datos; si bien el rumor más extendido, sobre las burbujas de esclavos en el exterior de las naves, era verdadero.
Una de las culturas que temía a los vagaari eran los ebruchi: Los ebruchi, siendo un peligro para muchas de las especies locales, eran una insignificante molestia para los vagaari. Por su parte, los vagaari se jactaban de haber aniquilado a la especie ebruchi y enviarles sollozando a las zonas marginales del espacio.
Nunca estuvo claro hasta qué punto esa afirmación era cierta. Algunos historiadores creían que, efectivamente, los vagaari habían devastado el mundo natal de los ebruchi, haciendo que los supervivientes, desesperados, huyesen y acabasen convirtiéndose, irónicamente, en esclavistas. Los ebruchi adaptaron su cultura para despreciar todo tipo de registro histórico, posiblemente por la humillación que habían sufrido ante los vagaari, y, aunque se negaban a reconocer su fracaso o derrota, se cuidaban muy mucho de no operar en zonas con fuerte presencia vagaari.

Los ebruchi nunca estuvieron a la altura de los vagaari.
En el Imperio Vagaari, el sexo dictaminaba las posibles clases sociales que se podían ejercer: Las mujeres se ocupaban de las estrategias, la tortura y la obtención de esclavos, y los varones tenían roles de políticos, soldados y pilotos. Para ellos era impensable que una persona realizase labores propias del otro sexo. Los trabajos pesados, incluyendo mantenimiento, limpieza y cocina, eran ejercidos por esclavos.
El líder de la civilización vagaari era un vagaari con el rango de El Miskara. Se rodeaba de pompa y protocolo, con togas multicolor de aspecto pesado, hombreras, tobilleras y máscara parcial. Su nave, la más protegida, tenía una sala del trono en la que él se sentaba en un estrado, rodeado de sicofantes y de guardias acorazados que se aseguraban de proteger al Miskara. El protocolo exigía que los presentes sólo hablasen cuando el Miskara les preguntase (aunque algunos de los edecanes del Miskara susurraban entre sí en su presencia), y que le llamasen Su Excelencia. Cualquier varón vagaari podía llegar a ser Miskara si conseguía suficiente apoyo político; entonces daba un golpe de estado, tomaba el poder y sus partidarios se convertían en la nueva clase gobernante.
En cuanto al idioma vagaari, era muy musical, gorjeante y melodioso, con un claro componente cantarín, a medio camino entre la fanfarria militar y la ópera huttesa en opinión de algunos, y en una armonía de dos partes, como cabría esperar de una especie con dos bocas. Pese a ello, los vagaari mantenían que los humanos y las especies esclavas podían aprenderlo. Si bien el idioma vagaari no era ampliamente hablado fuera de la comunidad de su especie, era hablado con fluidez por algunos destacados habitantes de las Regiones Desconocidas como el lugubraa Lorgrombo, la rakata Anciana Ruthic y el Hechicero de Rhand llamado Bienaventurado Toxmalb.
Algunos vagari se rebajaban a hablar otros idiomas populares de las Regiones Desconocidas, como el minnisiat, principal lengua comercial de la zona; e incluso Básico si veían beneficio en hablarlo (aunque sonaba poco natural). El sy bisti, otra lengua comercial, era también popular entre los vagaari.
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Historia

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Los vagaari evolucionaron en el planeta Vagar Praxut, donde su coyuntura propiciaba el egoísmo. Los vagaari no creían que fuese adecuado compartir recursos valiosos, como alimento o agua, salvo con quienes pudiesen ofrecer algo a cambio; ni tampoco consideraban útil ayudar a un compañero que hubiese resultado herido en lo que consideraban una actitud autodestructiva y despilfarradora. Parte de su agresividad se debía a la necesidad de obtener recursos, incluyendo comida, combustible, tecnología, vehículos, esclavos… Empieza a ser difícil justificarles.
Al ser Vagar Praxut un mundo lleno de vida, atrajo la atención de la antediluviana especie conquistadora rakata. Los rakata habían desarrollado tecnología hiperespacial que rastreaba los planeta fuertes en la Fuerza, con mucha vida, a los que sometían para incorporar a su imperio. Vagar Praxut, como Kashyyyk o Tatooine, entró en el Imperio Rakata aún antes del 30.000 abY. No hay constancia de que los esclavos vagaari tuviesen acceso a las naves espaciales de los rakata o contacto con esclavos de otras razas.
Aún las más tenaces tiranías terminaban tambaleándose, y los rakata no fueron una excepción. Una sucesión de eventos prácticamente extinguió a la especie rakata. Algunos de los pueblos esclavizados, manumitidos de pronto, mantuvieron contacto los unos con los otros y, con el tiempo, construyeron una civilización conjunta llamada República Galáctica, usando un sistema de viaje interestelar basado en el recorrido de distancias desde el Núcleo galáctico y no en el rastreo de la Fuerza como el que habían usado los rakata.
La zona de origen de los vagaari estaba muy lejos del Núcleo, en lo que, aún muchos milenios después, la República seguiría llamado Regiones Desconocidas. Para ellos era prácticamente imposible navegar hasta las Regiones Desconocidas, que exigían las escasas capacidades de los maestros de la Fuerza. Era una zona sin la discutible ventaja de un gobierno centralizado, y allí las civilizaciones obraban de formas distintas.
Los vagaari iniciaron su era de viaje interestelar y descubrieron otras especies en las Regiones Desconocidas. Para sorpresa de los vagaari, los otros seres de la galaxia mostraban casi universalmente la debilidad de preocuparse unos por otros. Los vagaari, de mínima moralidad, buscaron formas de aprovecharse de esto: Primero encadenaban esclavos en conglomerados y los empujaban por un pasillo, en vanguardia ante un grupo de abordaje vagaari, para hacer creer a los abordados que estaban ofreciendo negociar por la libertad de los rehenes. Incluso si el ardid fallaba, a menudo los tripulantes enemigos eran reacios a disparar por miedo a herir a prisioneros afines.
Al observar los vagaari que esta maniobra demostraba efectividad, la implementaron en el combate naval: Los cascos de sus naves de guerra eran tachonados con burbujas transparentes donde los vagaari retenían a aterrados cautivos, cuyos gritos eran emitidos en frecuencias públicas. Los atacantes que quisieran proteger a estos presos debían disparar con precisión, lo cual reducía su cadencia de fuego, restringía sus opciones de armas y les obligaba a reducir el alcance, beneficiando a los vagaari. Los "escudos de esclavos" se extendieron rápidamente en su civilización.
La civilización vagaari sufrió un cambio de relevancia cuando la especie dejó atrás Vagar Praxut y se convirtió en una cultura nómada, con toda su población a bordo de naves espaciales. Sin una base estática a la que regresar, los vagaari mantenían flotas que combinaban naves militares con vehículos civiles que ayudaban en labores de mantenimiento, apoyo y construcción.
Los vagaari eran una especie depredadora que atacaba incesantemente los mundos y hábitats de especies que encontraban. Una de las muchas desdichadas eran conocida como los arized, brillantes ingenieros armadores y vendedores del popular Crucero Surfeik. El mundo patria de los arized sufrió un brutal exterminio, probablemente a manos de los vagaari, tras el cual los vagaari se hicieron con los Cruceros Surfeik y los convirtieron en la punta de lanza de su flota.
Una de las civilizaciones más poderosas de las Regiones Desconocidas, vecina del territorio que iban controlando los vagaari, eran los militaristas cuasihumanos de piel azul llamados chiss. Los chiss bautizaron una ruta hiperespacial de su zona como el Corredor Vagaari: Era un camino que entraba en Espacio Chiss desde el este, pasando por la colonia chiss en el planeta Celwis, un mundo que en tiempos antiguos había sido regularmente atacado por agresores alienígenas que podrían (o no) haber sido vagaari. Después de Celwis, el Corredor Vagaari alcanzaba Cormit, intersección con la Ruta Falange y ya dentro de las fronteras chiss, para desembocar en la capital chiss Csilla.

El Corredor Vagaari, entrando en Espacio Chiss.
A partir del año 37 abY, los vagaari empezaron a penetrar en el Espacio Chiss para realizar acciones de piratería y esclavismo contra especies tecnológicamente primitivas y militarmente débiles. Sin embargo, no atacaron directamente activos de los chiss. Esto suponía un problema para los chiss: La especie admitía internamente estar preocupada por el creciente poder militar vagaari, pero los chiss seguían una estricta deontología que les prohibía atacar preventivamente: Mientras los vagaari no atacasen abiertamente a los chiss, éstos no podían hacer otra cosa que ignorarles.
Durante la década siguiente, la situación se mantuvo. Por entonces, el líder del pueblo vagaari y de su flota principal, el Miskara, era un varón que exigía plena lealtad a su persona y un estricto y sádico protocolo en que cualquiera podía ser vapuleado por un faux pas en su presencia. En esos tiempos la flota vagaari disponía de generadores de campo gravitatorio, que los vagaari llamaban "redes para naves" y que habían robado a una especie desconocida en algún momento. Éste era un avance tecnológico inaudito en las Regiones Desconocidas y que daba gran ventaja a la flota vagaari en sus ataques a otras civilizaciones; por ello los vagaari se cuidaban de proteger cada generador con varias naves de guerra.
El miskara ignoraba quién iba a ser su adversario en un inminente conflicto: Se trataba del más joven Comandante de Fuerza chiss, Mitth'raw'nuruodo (llamado Thrawn) al mando de la Fuerza Piquete Dos (a su vez compuesta por la lanzadera de asalto insignia Halcón de Primavera, la lanzadera Torbellino y naves de apoyo) de la Fuerza de Defensa Expansionaria, estacionada en el planeta Crustai para patrullar el exterior de la zona fronteriza. Durante una década, Thrawn vio los constantes depredaciones de los vagaari y, horrorizado, reportó a sus superiores la amenaza que suponían y su pronóstico de que los vagaari indudablemente atacarían a los chiss. Las órdenes de Thrawn eran no interferir en las vidas de otros: Las fuerzas chiss no eran una policía de la galaxia. Thrawn estaba en desacuerdo con esta decisión, y consideró manipular la situación para tentar a los vagaari y hacerles atacar, manufacturando razones para el conflcito abierto.
Admitamos que las fronteras del Espacio Chiss no estaban especialmente bien definidas ni resultaban evidentes para naves de otras especies. Los vagaari atravesaban las imaginarias barreras sin darse cuenta. Una de las naves que las atravesó, y que empezó a desencadenar un efecto dominó, era una nave de tesoro vagaari húmeda, sucia, descuidada, maloliente e infratripulada (Habían mantenido a bordo esclavos de al menos tres especies pero aparentemente se habían deshecho de ellos más tarde) pero cargada con el botín de muchos mundos. La nave había saqueado uno de los mundos de los inofensivos pashvi en el Espacio Salvaje para hacerse con sus obras de arte, que tenían su nicho de mercado en territorio republicano; y también una de las colonias de los frunchettan-sai en el Borde Exterior, dentro de territorio de la República (Por entonces, la República había demostrado ser corrupta e ineficiente a la hora de protegeer a sus miembros). El botín incluía ingotes (sic.) de metal cuidadosamente apilados, cubos llenos de gemas y monedas; paquetes rectangulares de especia, comida o aparatos, e imaginería artística.
La nave tesoro entró en territorio chiss. Un centinela estacionado, en una demostración de excesivo celo, inutilizó el hipermotor de la nave intrusa y reportó a su comandante, Thrawn. Los vagaari reaccionaron enviando dos cazas a proteger la nave de tesoro. Los chiss, militarmente superiores, eliminaron rápidamente la oposición. Sin embargo, debido a que este ataque había sido iniciado por acción chiss, los chiss no podían considerarse atacados por los vagaari.
Casi simultáneamente, Thrawn capturó un carguero ligero de contrabandista republicanos que, huyendo de acreedores, había caído accidentalmente en territorio chiss. El Cazador de Gangas y su tripulacion humana de Corelia, el capitán Dubrak "Rak" Qennto, su primera oficial y compañera Maris Ferasi y el joven navegante Jorj Car'das, sabiéndose superados, colaboraron con sus captores. Thrawn exploró la nave del tesoro vagaari con sus prisioneros y le agradó saber que los corelianos, como él mismo, rechazaban las prácticas esclavistas vagaari. Thrawn incluso pidió a los humanos que tasasen el tesoro vagaari para aprender sobre el valor de las piezas obtenidas de culturas que los chiss desconocían.
Sucede que los movimientos contra los vagaari de Thrawn preocupaban a su hermano Mitth'ras'safis "Thrass", Síndico de la Octava Familia Gobernante, que temía que Thrawn tirase su prometedora carrera por la borda. Thrass pidió a la prestigiosa Almirante Ar'alani de la Flota Chiss que interviniese, tomando posesión de la nave vagaari supuestamente a petición del Aristocra Chaf'orm'bintrano "Formbi" de la Quinta Familia. Ar'alani desaprobaba la heterodoxia de Thrawn y requisó el tesoro vagaari, y también rechazaba la posibilidad de atacar preventivamente a los vagaari. Sin embargo, ella coincidía con Thrawn en que los chiss tendrían que enfrentarse a los vagaari más bien antes que después; ella sabía de otra inminente amenaza que se acercaba, los extragalácticos yuuzhan vong y temía una guerra a dos frentes (Thrawn también sabía de los yuuzhan vong, aunque sólo de oídas). Por eso ella estaba dispuesta a dejarse manipular por Thrawn para poder alegar que no había visto al Comandante ocupándose de los vagaari.
Mientras tanto, la flota vagaari se desplegó para invadir el planeta Geroon, discutiblemente en territorio chiss, con el fin de subyugar a los geroon. Los vagaari viajaron allí con cien transportes civiles, que se mantuvieron en retaguardia, y cien naves de guerra de tamaños variados, que empezaron a lanzar láseres y misíles a los cazas defensores en grupos de dos o tres. Una escolta de naves militares servía de pantalla a los vehículos civiles, especialmente a seis generadores de campo gravitatorio que impedían a los geroon escapar.
Thrawn fue informado de la batalla. Rápidamente distrajo a Ar'alani poniéndola a catalogar el tesoro como si hubiese sido idea de ella, y entonces él viajó a Geroon a bordo del Halcón y con sólo seis cazas pesados y dos de sus prisioneros (Car'das y Ferasi) a modo de testigos. Rápidamente el agudo chiss descubrió que la civilización vagaari era nómada y que producían campos gravitatorios artificialmente: Thrawn se fijó en dos defensores dañados que intentaban en vano escapar de los vagaari pero eran incapaces, sin motivo evidente.
Deduciendo que la "trampa de naves" era probablemente plegable y transportable, Thrawn decide robar uno de estos objetos. Thrawn encontró uno de los proyectores, escoltado por nave de guerra enemigas. Envió varios de sus cazas en un microsalto para que apareciesen cerca del proyector, pero sin ser afectados por éste, y una vez allí eliminasen al enemigo en la zona para crear un perímetro entre el proyector y las naves de guerra. Entonces el Halcón lanzó dos equipos de asalto para que subiesen a bordo del proyector a neutralizar a su tripulación, y un grupo de cuatro técnicos al mando del Ingeniero Jefe Yal'avi'kema para que buscasen cómo compactar y llevarse el proyector. Los vagaari esperaban intentos de destruir el proyector, pero no de capturarlo, pero en cuanto lo vieron, reaccionaron lo más eficientemente posible dispersándose para devolver el fuego sin ofrecer un blanco estático. Para su desgracia, los chiss estaban familiarizados con las maniobras evasivas de cazas vagaari y los eliminaron rápidamente.
Sucedieron dos imprevistos en esta operación. En primer lugar, mientras Yal'avi'kema llevaba a cabo su misión (exitosamente, por cierto), los corelianos observaron que las naves vagaari usaban escudos esclavos, lo cual horrorizó a Car'das. Thrawn decidió no intentar rescatar a esos prisioneros en esta ocasión y disparó a las naves vagaari desestimando el peligro para los rehenes mientras buscaba una alternativa para el siguiente enfrentamiento.
Además, los vagaari consiguieron dañar el puente del Halcón. Tres oficiales chiss murieron en el impacto y el propio Thrawn fue herido; pero los disciplinados chiss se pusieron trajes de vacío a tiempo y la nave huyó al hiperespacio de regreso a Crustai.
Una vez allí, Thrawn re-aparejó el Torbellino para adosarle el generador gravitatorio, y aunque esperaba haber enfadado lo suficiente a los vagaari para motivarles a atacar, él sólo reconoció haber planeado el robo del proyector. Thrass le recriminó sus acciones, que podrían dirigir a los vagaari contra los chiss; Ferasi, sin embargo, defendió a Thrawn dando su testimonio, según el cual la misión había sido simplemente de reconocimiento y Thrawn sólo había reaccionado.
El planeta Geroon pasó a estar bajo control vagaari. Tras el valiente pero baldío esfuerzo de los defensores, Geroon estaba orbitado por cadáveres y por docenas de naves vagaari, con un flujo de lanzaderas esclavistas aterrizando y despegando. La población había pasado a ser esclava de los vagaari.
Disculpen ahora que haga un intermedio, pero debo presentarles a otro actor en este drama. Verán, la República había decidido lanzar un proyecto oficial de exploración de las Regiones Desconocidas, Proyecto Vuelo Exterior, con el fin de extender la República, buscar conocimiento elusivo y resolver ciertos misterios abiertos. Vuelo Exterior ea una flota de seis acorazados físicamente unidos con importante presencia de usuarios de la Fuerza de la orden jedi: Seis maestros jedi, incluyendo el controvertido líder Maestro Jorus C'baoth, más doce caballero jedi, entre ellas la recién graduada alumna de C'baoth Lorana Jinzler, unos cincuenta mil colonos (muchos de ellos con potencial para llegar a ser jedi) en un viaje sólo de ida para alejarse de la corrupta política de la República.
El Canciller Supremo de la República Palpatine, que en secreto era también Darth Sidious, lord del sith y enemigo de los jedi, tenía el propósito oculto de destruir Vuelo Exterior para eliminar a los jedi a bordo en un plan que serviría para mantener a raya a los yuuzhan vong. Envió a su agente Kinman Doriana, alias Comandante Stratis, para que reclutase a tal fin al Vicelord Siv Kav, un neimoidiano al mando de la flota Fuerza de Asalto Especial Uno de la Federación de Comercio. La Fuerza de Asalto de Kav viajó a las Regiones Desconocidas, a un punto donde pretendía emboscar a Vuelo Exterior.
Irrumpieron sin saberlo en territorio chiss, y Thrawn llevó todas sus naves a investigar por si acaso era una incursión vagaari. Kav inició hostilidades subestimando las capacidades de Thrawn. Rápidamente Thrawn destruyó la flota de Kav, excepto la nave nodriza Darkvenge, y usó el proyector del Torbellino para impedirles huir. El chiss incluso tomó el control de los cazas drones de Kav antes de abordar el Darkvenge para aceptar la rendición de los tripulantes.
Doriana intentó convencer a Thrawn para que éste destruyese Vuelo Exterior, dándole a entender que los jedi estaban irrumpiendo en las Regiones Desconocidas para imponer su voluntad sobre los nativos. Desconfiando de Doriana, Thrawn decidió estudiar a los jedi y Vuelo Exterior antes de tomar una decisión (aunque ciertamente la mayoría de la información, incluyendo planos técnicos, venía de Doriana y Kav). Mientras tanto, Thrawn envió al Darkvenge a otro sistema planetario, donde el Torbellino lo retendría, para impedir que Ar'alani y el mando chiss supiese de este activo. En concreto, la República tenía droides militares, insólitos en las Regiones Desconocidas, y una posible herramienta en su discreta campaña contra los vagaari… eso si conseguía que Ar'alani no le quitase sus galones por algún tecnicismo.
Thrawn finalmente decidió colaborar con Doriana, en parte porque comprendía la amenaza de los yuuzhan vong. Por supuesto, el plan de Thrawn era enrevesado pero le permitiría acabar a la vez con los jedi y los vagaari.
Tres meses después de haber sido apresado, Car'das "escapó" de Crustai, robando una lanzadera con datos de navegación y con rumbo al mundo Geroon. En realidad, Thrawn había convencido a Car'das para que participase en una misión de infiltración para incitar a los vagaari a atacar a los chiss: Thrawn podría negar su implicación en esa misión, puesto que Car'das estaba dispuesto a correr el riesgo para detener a los vagaari, y por supuesto Car'das, prisionero humano, no estaba sometido a la ley chiss. Lo que Car'das ignoraba era que Thrawn había ocultado un cargamento en la nave robada: Media docena de droides de guerra, preprogramados personalmente por Thrawn para que matasen al mando vagaari cuando Thrawn diese la orden. Thrawn pensaba que esa tecnología sería desconocida y muy atractiva para los vagaari.
Cuando la nave de Car'das llegó a Geroon, seis cazas vagaari le interceptaron y abrieron comunicación. Car'das intentó en vano hablarles en sy bisti, pero consiguió explicar, en minnisiat, que venía con un trato. Los cazas escoltaron la lanzadera hasta que abordó una pequeña nave de guerra y una vez allí, escanearon al piloto y la nave, encontrando los droides. Adecuadamente interesados, los guardias transportaron a Car'das y las cajas a la nave del Miskara, y llevaron al humano a la sala del trono, ante el miskara y su séquito.
En lo que podría ser el primer contacto entre vagaari y humanos de la República, el miskara procuró mantener el control de la situación acusando y vapuleando a Car'das. El humano humildemente pidió a los vagaari que le ayudasen a liberar a sus amigos, encerrados por los traicioneros chiss; Card'as ofrecería a los vagaari información sobre la base chiss para que la atacasen y pudiesen recuperar la "red de naves" que Thrawn había robado.
El miskara, poco convencido, alegó que el botín ofrecido era insuficiente, pero continuó la entrevista hablando de las cajas de droides que Car'das había transportado sin saberlo. A petición del miskara, Car'das explicó la naturaleza del arma y explicó que podían controlarse desde un bloc de datos, o programarse para obedecer órdenes orales en minnisiat. El miskara aprendió las órdenes para hacer que los droides de combate apuntasen y disparasen, asustó a Car'das haciéndole creer que le iba a ejecutar, y después hizo traer tres esclavos geroons para hacerlos matar en una prueba. Car'das también explicó al miskara que su enemigo chiss tenía cientos, si no miles, de droides que probablemente usaría en conflicto contra los vagaari; eso sólo tentó al codicioso vagaari, que pretendía capturar la valiosa mercancía.
Inmediatamente, el miskara ordenó preparar una fuerza de asalto de más de doscientas naves civiles y cien naves de guerra, mientras Car'das le enseña a controlar los droides. El miskara hizo poner a Car'das en la burbuja externa de la proa de la nave que iría en el vértice frontal de su formación en cuña: Si Car'das les estaba atrayendo a una trampa, él sería el primero en morir; si sus palabras demostraban ser veraces, el miskara le liberaría después. Aún interrogado entonces, Car'das insistió en su sinceridad.

El Almirante Ackbar nos lo explica.
Mientras tanto, Thrawn ubicaba su flota (Tres lanzaderas chiss con nueve cazas pesados, mil cazas droides de la Federación y diez bombas de radiación) en un punto de la ruta de Vuelo Exterior, donde podrían interceptar el convoy republicano con la red vagaari. Lo que no había dicho a nadie es que ese punto estaba también en la ruta entre Geroon y Crustai, y por lo tanto le serviría también para interceptar a la flota vagaari en su ruta hacia la base chiss.
La operación salió exactamente como Thrawn esperaba: Vuelo Exterior salió del hiperespacio de pronto. Thrawn inició negociaciones con ellos, insistiendo en dar a los republicanos la opción de volver a su territorio, o al menos cambiar su vector. C'baoth, comandante de facto de la misión, rechazó el ultimátum; el enfrentamiento se acercaba inexorable y vertiginosamente.
Entonces la flota vagaari emergió del hiperespacio en la misma zona. Rápidamente reconocieron su propia trampa robada y el miskara dedujo que se trataba de una trampa de Car'das, pese a que éste lo negaba. Car'das reconoció Vuelo Exterior por su reputación y explicó a los vagaari que el convoy tenía una potencia de fuego incomparable y una plétora de droides, pero el miskara estaba decidido a conquistar y destruir todo posible botín a su alcance.
De repente había tres frentes en el inminente campo de batalla. ¿Qué hizo cada uno? Thrawn esperó pacientemente a que los vagaari atacasen, siguiendo su propio plan y las razones que él mismo había fabricado. Vuelo Exterior inició cierta discusión interna: C'baoth simplemente razonó que la flota vagaari formaba parte de los activos de Thrawn, pese a que Pakmillu observó un diseño naval muy distinto y Jinzler buscaba formas de analizar las filiaciones y capacidades de la flota, sólo para que C'baoth rechazase la idea; otro jedi a bordo, el maestro Ma'ning, identificó los escudos esclavos de las naves vagaari. Los vagaari mientras tanto emitieron mensajes hostiles, y sólo cuando Card'as les recordó que no conocerían el idioma, el miskara aceptó poner a Car'das de traductor. El miskara también preguntó a Car'das dónde guardaría la nave enemiga sus droides; Car'das no tenía ni idea pero respondió que estarían bien protegidos, y entonces el miskara inició un plan para vapulear el exterior de Vuelo Exterior.
El miskara ordenó por dos veces que Vuelo Exterior se rindiese ante los vagaari. En respuesta, C'baoth y sus jed usaron sus poderes de la Fuerza para paralizar a los comandantes y artilleros de la flota vagaari. Entonces Thrawn lanzó sus cazas droide contra las naves vagaari para que atacasen a quemarropa, a sólo cinco metros, evitando así a los rehenes; esto sólo fue posible porque los artilleros vagaari estaban inactivos. Thrawn también ordenó a los droides de guerra que asesinasen a los líderes vagaari, incluido el miskara, mientras los cazas hacían varias pasadas.
Al hacer esto, Thrawn provocó miles de muertes vagaari, lo cual causó un doloroso efecto debilitador en los jedi. En ese momento, Thrawn hizo que su flota atacase Vuelo Exterior, centrando su ataque en las armas, los generadores de escudo y los puntos con presencia jedi confirmada.
Los vagaari, carentes de líder y de coordinación, vieron su flota metódicamente aniquilada por los cazas droide de Thrawn. Mientras, Thrawn volvió a ofrecer una retirada honrosa a C'aboth, pero el maestro, herido y sucumbido al lado oscuro, intentó usar sus poderes contra el chiss. Doriana, en un intento de ayudar a Thrawn, activó un interruptor que modificaba el programa de los cazas droide para que detuviesen su ataque contra los vagaari y en vez de eso embistiesen Vuelo Exterior, abriendo las zonas habitadas al espacio y matando a miles de personas. Las bombas de radiación ocultas en algunos cazas detonaron, dejando apenas unos sesenta supervivientes en Vuelo Exterior.

C'baoth y Thrawn durante la batalla de Vuelo Exterior.
Cuando los cazas droide detuvieron su ataque, la flota vagaari superviviente, apenas un cuarto de sus activos iniciales, consiguió escabullirse al hiperespacio. Eso disgustó a Thrawn, que preveía la reconstrucción del Imperio Vagaari. En todo caso, Thrawn ordenó a su infantería de marina que le acompañasen para abordar las naves vagaari varadas, hacerse con el control de éstas y después liberar a los rehenes. Doriana solicitó permiso para acompañar a Thrawn en esta operación, supuestamente para tener el privilegio de ver en acción a los guerreros chiss; Doriana creía estar buscando una ocasión de asesinar a Thrawn por orden de Sidious, pero Thrawn estaba seguro de poder confiar en Doriana, y de hecho así fue.
Dos horas después de la batalla, la almirante Ar'alani y Thrass llegaron para liberar a los esclavos geroon y devolverlos a su mundo usando la bodega del Halcón. El mando chiss podía negar su implicación en toda la operación. Thrass, ofendido al entender lo que había sucedido realmente, intentó recriminar a Thrawn su acción, pero Car'das pudo eximir de culpa a Thrawn, en tanto que Car'das, un fallido espía independiente, había sido el único culpable de tentar a los vagaari.
Una hora más tarde, la flota del Aristocra Formbi de la Quinta Familia Chiss llegó para tomar posesión de la flota vagaari pero, cuando vieron Vuelo Exterior, desearon esa interesante nueva tecnología. Thrawn temía que una única familia chiss se hiciese con Vuelo Exterior, alterando el equilibrio de poder. Con la ayuda solapada de Ar'alani, Thrawn propició que Thrass y Car'das moviesen los restos de Vuelo Exterior a un cúmulo estelar llamado Reducto donde la navegación era tan difícil que ni siquiera los chiss podrían recuperarla (En el proceso, Thrass y Lorana Jinzler dieron sus vidas para proteger a los supervivientes de Vuelo Exterior que, por supuesto, no llegaron a ver a los vagaari aunque sí oyeron sus voces). Thrawn contentó a Formbi dándole sólo el generador gravitacional de los vagaari, pero los restos de la flota vagaari cayeron en manos de Ar'alani.
Eso no quita, sin embargo, que el Círculo Gobernante Chiss estuviese enfurecido con Thrawn, sobre todo porque su encuentro con los vagaari no fue la única ocasión en que Thrawn se pasó de listo. En los años siguientes, Thrawn fue desterrado de Espacio Chiss y prosperó como oficial naval del Imperio Galáctico que comandaba el antaño canciller, ahora emperador, Palpatine. Palpatine llegó a enviar a Thrawn a las Regiones Desconocidas a establecer un territorio lealista llamado Imperio de la Mano.
Durante ese tiempo, los vagaari pasaron las siguientes cinco décadas reconstruyendo su flota y planeando vengarse del maldito chiss que tuvo la desfachatez de vencerles. Para entonces, Thrawn ya había muerto, pero eso no preocupaba especialmente a los vagaari.
Nos ponemos en 22 dbY, exactamente 49 años después. Una fuerza exploratoria chiss al mando de Formbi encontró accidentalmente los restos de Vuelo Exterior. Los chiss decidieron organizar una expedición oficial a los restos, en la nave diplomática Enviado Chaf bajo el capitán Brast'alshi'barku "Talshib", con la presencia de Formbi (al mando de la misión), su edecán Chaf'ees'aklaio "Feesa", el General Prard'ras'kieoni "Drask" de la Fuerza de Defensa Chiss al mando del grupo militar, otros cuatro oficiales, doce soldados y treinta tripulantes chiss. Formbi envió entonces un mensaje a los maestros Luke Skywalker y Mara Jade Skywalker de la Nueva Orden Jedi para que les acompañasen como representantes de los jedi, reconociendo la importancia de éstos en Vuelo Exterior.
Recordemos que los chiss no sabían mucho sobre Vuelo Exterior; sólo Thrawn y su gente habían tenido contcato directo con ellos. Tampoco quedaba mucha información sobre los vagaari, excepto que habían sido conquistadores y esclavistas nómadas antaño activos en esa misma zona del espacio, tomando y destruyendo cuanto querían, sobre todo en mundos primitivos. Desde la batalla de Vuelo Exterior, ningún chiss les había vuelto a ver.
Pero los vagaari sí conocían a los chiss y les recordaban con odio. Ansiaban vengar la derrota sufrida y vieron la ocasión cuando pudieron interceptar el mensaje de Formbi. El joven Comandante Supremo de los vagaari, Estosh, preparó un plan con la ayuda del General vagaari Bearsh. Ellos disponían de una nave clase Paskla, tan grande como medio acorazado, con burbujas exteriores vacías y un aspecto lamentable por fuera o por dentro, con el equipo reparado y parcheado, y con al menos tres zonas selladas y marcadas con avisos de fuga de vacío. Antaño había sido una nave científica, con aspecto de estar readaptada para convertirse en una nave colonia habitable. Los vagaari pretendían usarla como caballo de Troya.
Ésta era la idea: Los vagaari se acercarían afirmando ser el Remanente Geroon, supervivientes de la especie geroon, tan trémulos y timoratos como sumisos y serviles, con el propósito de acompañar la expedición para presentar sus respetos a los jedi de Vuelo Exterior que habían salvado a su especie del yugo de los vagaari. Afirmarían que la nave contenía a los sesenta mil supervivientes geroon de su mundo que, ecológicamente dañado durante el dominio vagaari, tuvo que ser evacuado después de varias hambrunas y epidemias; ahora, el Remanente Geroon buscaba un nuevo planeta que colonizar. Bearsh afirmaría ser el Primer Delegado y portavoz del Remanente Geroon, fingiendo ser el líder de la comunidad. Incluso prepararon un metraje grabado de niños jugando al Emperador de la Cima que pondrían como fondo de su puente para las videocomunicaciones, dando a entender que su nave estaba abarrotada. Los falsos geroon hablarían de los vagaari en términos religiosamente legendarios, dando a entender que pocos supervivientes habían tenido contacto directo, e incluso éstos, primitivos, habían sido incapaces de documentarlo debidamente: Ninguno de los supuestos geroon debía reconocer haber visto nunca a un vagaari.
En realidad, la nave contenía trescientos soldados vagaari, en animación suspendida en las zonas aisladas abiertas al vacío aprovechando una tecnología miniaturizada que recientemente habían desarrollado. Las habitaciones estaban abiertas al vacío para disuadir a quienes quisieran explorar el interior, dando la idea de que no había nada de interés y por eso tenían las puertas selladas. Sin embargo, los vagaari podían volver a sellar el casco en esa zona cuando llegase el momento de revivir a las tropas dormidas. Para despertarles sólo necesitarían un oficial vagaari que, fingiendo ser un geroon, quedase atrás para despertarles. Si los vagaari fingían adecuadamente, los chiss les considerarían demasiado ridículos para ser guerreros. Una vez llegasen a Vuelo Exterior y revelasen sus colores, robarían al menos uno de los acorazados y la valiosa tecnología droide (aún escasa en las Regiones Desconocidas). Aunque los soldados no llevaban armas, pensaban aprovechar su superioridad numérica para abrumar a cualquier enemigo y saquear las naves, cogiendo sus armas (Si llevaban armas de contrabando, los sensores enemigos podrían detectarles). Los vagaari eran lo bastante ambiciosos para pretender usar esa operación como primer movimiento en un ataque contra toda la civilización chiss.
La misma ciencia era aprovechada para los salvajes wolvkils. Como he explicado, los wolvkils eran depredadores velludos domesticados por los vagaari y que otras especies en la zona creían extintos. Un discreto collar azul y dorado mantenía a un wolvkil en un estado similar a la muerte, permitiendo que un vagaari lo llevase sobre sus hombros a modo de chal elegante que conjuntase con sus ropas de gala (Togas marrones sencillas, de aspecto pesado, material grueso, sobre túnica larga bronceada). El vagaari sólo tendría que retirar el abalorio para que el wolvkil se reanimase, listo para atacar o para interceptar ataques. Con esta excusa, podrían introducir armas en territorio enemigo.
No serían las únicas armas biológicas que colarían. Los vagaari llevaron consigo enredaderas de cables para realizar sabotajes, y Bearsh sacrificó sus brazos para injertar en su interior un enjambre insectos schostri de letal aguijón para casi todas las especies que los vagaari conocían. Llegado el momento, podría liberar esa plaga, con él mismo considerado la colmena y la reina.
Por muy astutos que se creyesen los vagaari, una vez más iban un paso por detrás de un chiss inteligente. En esta ocasión, Formbi había planeado toda la operación para atraer a los vagaari con el cebo de los droides de Vuelo Exterior y motivarles a lanzar un ataque, justificando la superioridad moral de un contraataque chiss y una declaración de guerra. Admitamos que Formbi sólo esperaba unos cinco vagaari invitados pillados en intento de robo o sabotaje para satisfacer las reglas de enfrentamiento, y no un ataque masivo que pudiese costar vidas chiss; y desd eluego no podía permitir que una civilizació ncomo los vagaari se hiciesen con un acorazado y una valiosa ruta hiperespacial.
Formbi no había visto nunca un vagaari, pero se aseguró de enviar la invitación a los jedi, a través de su aliado común, Almirante imperial Voss Parck de la base de Nirauan, cruzando una zona donde los chiss sospechaban que había gran presencia vagaari. Formbi había compartido su plan con Feesa únicamente, manteniendo en la inopia a Drask para no implicarle en su conspiración.
La nave vagaari encontró y se acercó sosegadamente al Enviado Chaf, permitiendo que las naves chiss la rodeasen. Bearsh abrió comunicación, se identificó como geroon y solicitó el derecho a peregrinar con ellos para honrar a los héroes de su especie. Los chiss y sus invitados jedi, ya a bordo, reconocieron la posibilidad de que fuese cierto; y Formbi permitió, contra la opinión de Drask, que la nave geroon les acompañase hasta el borde de un cúmulo estelar. Una vez allí, Bearsh pretendía permitir que una delegación geroon reducida les acompañase. Además, los chiss estudiarían sus cartas estelares con los geroon para ver si podían encontrar un planeta fuera de Territorio Chiss que los geroon pudiesen colonizar. La lanzadera geroon fue atracada en el estribor del Enviado Chaf, junto a la nave de los Skywalker, Sable Jade.
Otros invitados incluían al comandante Chak Fel, del Imperio de la Mano, con la unidad Aurek-Siete de la 501ª Legión de Soldados de Asalto, enviado por Parck para proteger la misión; y un supuesto embajador neorrepublicano venido de Coruscant, Dean Jinzler, que en realidad era el hermano de la jedi Lorana Jinzler, caída en Vuelo Exterior, que pretendía cumplir una antigua promesa.
Formbi, Drask y Feesa organizaron una cena razonablemente elegante a la que invitaron a los jedi, al embajador Jinzler, al comandante Fel y a un grupo de tres geroons. Éstos se vistieron con su atuendo distinguido, incluyendo los wolvkils. Feesa reconoció a las criaturas como una especie extinta, pese a lo cual Jinzler se sintió intimidado por la apariencia de estos seres. Jinzler sin embargo simpatizaba con el suplicio que los geroons alegaban haber sufrido. Durante la cena, Fel comentó a Jinzler que tenía una copia del manual operativo oficial de Vuelo Exterior, con los datos técnicos de la nave, un dato que llegó a oídos de los atentos vagaari y de otros muchos.
Bearsh aprovechó la ocasión para pedir a Skywalker, en Básico, que aportase la astrocartografía neorrepublicana a la búsqueda de mundo geroon a cambio de los pocos recursos que los geroons pudiesen pagar. Skywalker ofreció a Bearsh acceso a su propia nave, pero el vagaari fingió sentirse indigno de tanto honor, así que Skywalker tomó unos mapas de su nave en un bloc de datos y abordó la nave geroon. Los vagaari a bordo se sentían abrumadoramente excitados por la visita de estado (todo mentira, claro). Ante los archivos, Bearsh fingió ser un ignorante poco sofisticado a quien le costaba entender los tecnicismos de la astronomía. En esa reunión, Estosh irrumpió fingiendo ser un jovenzuelo ansioso y dando a Skywalker la idea de que los geroons eran un pueblo con pocos recursos pero que aprecia a sus jóvenes.
El propósito real era tener ocupado a Skywalker mientras un grupo de vagaari robaba discretamente el manual operativo oficial de Vuelo Exterior. Los vagaari provocaron dos explosiones en la popa de la nave chiss para atraer a la 501ª y los jedi, causando daños mínimos pero dándoles ocasión de robar a Fel. Fel reconoció su error, pero no sabía en quién confiar para pedir ayuda. Era preciso un bloc de datos para leer esa información, y los vagaari habían obtenido acceso al de Skywalker.
Durante los días siguientes, Skywalker pasó tiempo con los geroons revisando los mundos conocidos por la República, intentando ser paciente con su servil adoración y sin poder sonsacarles demasiado sobre su encuentro original con Vuelo Exterior.
Antes de entrar en el Reducto, Formbi hizo una escala en la Estación Espacio de Mando Brask Oto y convocó a los invitados para advertirles de que la navegación en la zona era peligrosa y darles la ocasión de retirarse. Los falsos geroon, creyendo que habían llegado ya a Vuelo Exterior, irrumpieron precipitadamente con su ropa de gala y se sintieron decepcionados. Por supuesto, nadie se retiró: Los vagaari alegaban estar dispuestos a arriesgar sus vidas para honrar a quienes habían sacrificado las suyas por los geroon.
Sin embargo, Formbi insistió en que la nave geroon, que nunca podría resistir un viaje así, debía quedar atrás, con sólo una delegación reducida de geroons acompañándoles en la etapa final del viaje que incluía a Bearsh, Estosh, un geroon llamado Purpsh y otros varios, y una lanzadera geroon atracada dentro del Enviado Chaf. Bearsh fingió aceptar para asegurar la supervivencia de su especie y así dar sentido al sacrificio de Vuelo Exterior. Bearsh contactó con el puente de su nave y habló con uno de los geroons a bordo; en el fondo, la misma grabación de niños jugando, con uno de ellos agitando una bandana, pretendía ser el decorado. Mara Jade memorizó la escena, pero no asimiló en ese momento que estuviese viendo lo mismo.
El siguiente objetivo de los vagaari a bordo del Enviado Chaf era asegurarse de poder salir del Reducto. Para eso necesitaban esconder una grabadora de navegación que les permitiese desandar la ruta cuando hubiesen acabado con los chiss. Purpsh recibió la orden de instalar el aparato a escondidas, en una zona cercana a un salón de observación. El embajador Jinzler estaba demasiado cerca, así que Estosh se personó allí y le distrajo contándole su coartada, para que no saliese demasiado pronto del salón. Además, Bearsh distribuyó enredaderas de cable en la zona de popa y apagó las luces de esa zona, para generar conmoción con un segundo sabotaje.
Fel y los jedi intentaron investigar los cada vez más extraños accidentes de a bordo, pero no encontraron nada. Bueno, sí: Encontraron la oposición de los chiss, que exigían la jurisdicción para investigar a bordo de su propia nave. Según la investigación chiss, las enredaderas eran una alimaña y un probable sabotaje, así que losooficiales chiss revisarían las naves visitantes (La lanzadera geroon llevó el triple del tiempo estimado para una nave de su tamaño porque no tenía casi ninguna zona sellada, y las zonas abiertas al espacio fueron analizadas sólo con lecturas de presión). Formbi incluso impedía a los jedi usar la Fuerza o el sable de luz, por razones tan buenas como secretas: Formbi sospechaba que los vagaari nunca habían visto un jedi (Eso era correcto) y prefería que los vagaari no viesen cuán poderoso era su enemigo. Formbi incluso encontró la grabadora de navegación, pero no tomó medidas inmediatas porque no estaba seguro de quién era de fiar y quién no.
El siguiente objetivo de los vagaari era asegurarse de que uno de los suyos, Estosh, pudiese quedarse a bordo del Enviado Chaf cuando llegasen a Vuelo Exterior, para despertar a todos los vagaari crionizados a bordo de la lanzadera. Para ellos, los vagaari robaron un arma chiss llamada charric de un taquillero y dispararon a Estosh en el hombro izquierdo cuando él bajaba de la nave, todo ello con el permiso de Estosh. Entonces los vagaari se deshicieron del rifle en un conducto de ventilación. Estosh, herido, gritó de dolor y atrajo la atención de todos a bordo. Los vagaari fingieron temer que los chiss quisieran matarles y se negaban a bajar de su lanzadera. Los jedi decidieron que la fisiología geroon era desconocida para ellos, así que podía ser peligroso para Estosh intentar curarle, sobre todo si el daño no era letal. Bearsh confirmó que la herida era sólo dolorosa, aceptó que un geroon era indigno de recibir ayuda jedi, y rechazó inicialmente los cuidados médicos de los chiss por desconfianza. Sin embargo, Formbi impuso la autoridad chiss a bordo de la nave, así que Estosh fue trasladado en litera médica a la enfermería.
Al fin el Enviado Chaf arribó al planetoide donde los restos del Vuelo Exterior eran visibles. Formbi llamó a los delegados para contemplasen desde allí las ruinas de acorazados (siendo el D-4 el más visible) medio enterrados en la superficie de un planetoide sin atmósfera. Bearsh ingenuamente preguntó si Vuelo Exterior tenía capacidad de moverse bajo tierra; Formbi explicó que no.
Formbi entonces organizó el aterrizaje de su nave en la colina más cercana, desde donde extenderían un umbilical para subir a bordo de Vuelo Exterior. Allí, Formbi pretendía llevar a cabo una ceremonia en que él, en nombre de los chiss, devolvería formalmente Vuelo Exterior a los jedi y a la República. Bearsh solicitó presencia geroon en la ceremonia; Formbi delegó en Jinzler esa decisión y Jinzler, en un intento de ser campechano, autorizó a cuatro geroons (incluidos Bearsh y Purpsh) y a los imperiales a asistir; aún no estaba claro si se les daría la palabra. Formbi ofreció a los geroons trajes de vacío, pero éstos los rechazaron, pese a los riesgos, porque sentían la necesidad de llevar su ropas de gala (y, más importante, los wolvkils). Estosh fingió sentirse dolido por no poder asistir, pese a que su herida sólo parecía impedirle llevar el wolvkil.

Los restos de Vuelo Exterior en el planetoide.
La ceremonia empezó sin incidencias y, mientras Formbi daba su discurso, Bearsh susurraba en su idioma por su comunicador, informando a Estosh; los testigos asumían, sin embargo, que estaba informando a los geroons ausentes. Entonces Skywalker se comportó de forma inusual, así que Formbi interrumpió su disertación para preguntarle. Skywalker informó que, gracias a su percepción extrasensorial, él y su esposa habían descubierto una centena de humanos, supervivientes de Vuelo Exterior que llevaban cinco décadas allí. Los jedi ansiaban ir a buscarles; los chiss y los geroons se ofrecieron a acompañarles (éstos para homenajearles, aparentemente), pero los jedi rechazaron la oferta para impedir que los humanos se sintiesen intimidados por una fuerza hostil armada o una presencia alienígena desconocida: Los jedi irían en vanguardia.
Durante la primera exploración de túneles y mamparos, los geroon iban casi en retaguardia, seguidos sólo por tres tropas de asalto. y precedidos por los otros imperiales, Feesa, Jinzler, Drask, Formbi y Skywalker. Lo que encontraron fue un dron, un robot que asombró visiblemente a los geroon. Jinzler explicó que era un modelo no autónomo de droide. Uno de los geroon preguntó si los legendarios droides de combate y droidekas, armas terribles según ellos, eran o no autónomos; Jinzler explicó que la mayoría no lo habían sido y, junto con Fel, especificó que eran un arma obsoleta, usada sólo en colonias pequeñas del Espacio Salvaje para proteger territorios contra depredadores.
En el lento camino, Skywalker encontró algunas trampas ocultas que ni Bearsh ni Drask habían visto, y otros droides. Después alcanzaron una sala táctica que, según Fel explicó para los primitivos geroons, se usaba para coordinar el combate con múltiples naves. Uno de los geroon dedujo (ejem) que los vagaari seguramente habían tenido salas similares. Mientras Drask confirmaba si había alguna tecnología operativa, una pequeña niña humana llamada Evlyn Tabory se personó y atrajo a los jedi a un ascensor para guiarles a una trampa con la excusa de llevarles a ver a un tal Jorad Pressor, Guardián de la Gente (al cargo de sólo diez agentes). Éste encerró a los jedi en un ascensor.
El resto del grupo fue a investigar al oír un ruido. Formbi organizó el grupo con los tres chiss en vanguardia, seguidos por los soldados imperiales, y Fel y los geroon al fondo, con movimeintos casuales. Encontraron a Evlyn, que les guió a una trampa, encerrándoles en dos ascensores. Dos vagaari, incluido Bearsh, y tres chiss, incluidos Formbi y Feesa, quedaron atrapados juntos en el Coche Número Cinco. Feesa en concreto se encontraba nerviosa, porque sabía que estaba con peligrosos piratas vagaari.
No tengo que decir a estas alturas que los supervivientes de Vuelo Exterior desconfiaban de los extraños y no sentían aprecio especial por los jedi, a quienes culpaban en parte por su desgracia. De hecho, estos humanos encerraban a quienes demostraban tener cualidades excepcionales. Sin embargo, tras meditar, Pressor decidió hablar con los prisioneros del Coche Número Cinco, para averiguar quiénes eran. Movió el vagón ruidosamente; uno de los geroon se quitó su wolvkil cogiéndolo por el collar y dando la impresión de que intentaba esconderse tras él o tirar el peso para huir; Bearsh, mientras tanto, murmuraba órdenes en su lengua y aporreaba los controles. Pressor reconoció el apellido de Jinzler y quiso reunirse sólo con él, pero Feesa primero, después Bearsh, le suplicaron que no les abandonase allí. Jinzler, diplomáticamente, convenció a Pressor para que permitiese a todo el grupo asistir a la reunión, responsabilizándose Jinzler de su comportamiento y manteniéndoles callados.
Evlyn guió al grupo a una sala amueblada modestamente y sin ventanas donde Pressor les esperaba. Pressor nunca había visto a los vagaari así que no reconoció a los falsos geroons, aunque los exóticos wolvkils llamaron su atención. Pressor dejó claro que desconfiaba de los intrusos y que consideraba incluso matarles; pero Jinzler era un buen e inteligente diplomático que convenció al Guardián para que, al menos, aplazase las medidas irreversibles y que, aunque no les ayudase, permitiese a todos los presentes en la reunión observar su colonia de cincuenta y siete supervivientes (llamados de hecho los Supervivientes, aunque sólo quedaban once personas con vida que hubiesen presenciado la batalla original).
El recurrido tuvo lugar inmediatamente después, con Pressor como guía y de camino a ver al Director de la Colonia, Chas Uliar. Los geroon fingieron temer incluso cruzar el umbral, pero Pressor estaba siendo razonable e incluso les permitió reunirse con otros prisioneros de su especie. Los geroons corrieron a abrazarse unos a otros, como si hubiesen pasado años sin verse en vez de apenas minutos. Tras este momento, Uliar y su séquito recibieron a los visitantes; Pressor presentó a Jinzler, Formbi y Bearsh, sin identificar a sus ayudantes por nomrbe. Uliar y sus adláteres abiertamente consideraban que Pressor podría estar siendo demasiado misericordioso pero, siendo relativamente razonables, cumplieron la palabra de Pressor de enseñar la colonia.
Durante la visita, sin embargo, Uliar acusó abiertamente a los chiss de ser responsables de la destrucción de Vuelo Exterior, pese a que Formbi insistía en que Thrawn era un rebelde en su especie, y les acusó d ehaber venido a robar secretos, aunque Jinzler y Bearsh alegaban querer honrar a sus defensores. Uliar fue abiertamente hostil con Jinzler y con los chiss, pero desestimó a los inofensivos geroon.
Mientras tanto, sucedían cosas en segundo plano: Los jedi estaban encerrados en otro ascensor junto con Drask y, gracias a los poderes de Jade, ella dedujo que varios aliens -supuestamente chiss y geroons- habían sido liberados. Además, desde el Enviado Chaf, los vagaari empezaron a tomar el control de la nave y usaron una tecnología para interferir las comunicaciones. Formbi y Jinzler observaron que no podían usar sus comunicadores, y lo achacaron a los colonos; mientras que éstos creían que los recién llegadas estaban perjudicándoles. Por último, los prisioneros en los otros ascensores consiguieron escapar, pese a que los vagaari habían intentado sabotear los vagones con enredaderas para matarles, y empezaron a explorar la zona. Durante este tiempo, los jedi se preguntaban cuánto sabían sobre los vagaari e incluso llegaron a dudar de su existencia, considerando que podrían haber sido una invención de Thrawn.
Uliar llevó a sus invitados de regreso a una sala de reunión para negociar las decisiones a tomar. Los cuatro geroon se sentaron en la pared izquierda, encorvados y abatidos en perfecto contrapunto con los tres guerreros chiss preparados en la pared derecha; un soldado de Pressor vigilaba a cada grupo. Otros colonos se unieron a la reunión; uno de los geroon, al ver entrar a varias damas, les sonrió y las guió a las sillas, un faux pas que Uliar detectó, pero decidió ignorar. Durante la tensa discusión, el comunicador de Bearsh pitó y, aunque él lo ignoró, atrajo la atención de los presentes, que se acusaron unos a otros de interferir las comunicaciones mientras una tropa reportaba un asunto de urgencia: Los prisioneros habían escapado.
Fue justo en ese momento que Jade ató cabos y se dio cuenta de que había visto la misma escena de niños jugando en el fondo de la sala de mando de la supuesta nave de refugiados. Dedujo correctamente que el vehículo no contenía niños, ni tampoco refugiados, sino probablemente tropas peligrosas, ¡y la habían dejado en Brask Oto, donde probablemente ya estarían atacando! Si los geroon no eran tan inocentes, entonces seguramente los presentes también suponían un peligro…
Llegó entonces el momento en que los vagaari revelaron sus auténticos colores: Bearsh se levantó de forma ritual y con movimientos calculados, se quitó el wolvkil y lo golpeó contra la mesa; sus tres compañeros le imitaron. Jinzler se preguntó por un momento si estarían ofreciendo los animales a Uliar como regalo a cambio de su ayuda. En vez de eso, Bearsh rompió el collar del animal y éste cobró vida, moviéndose y enseñando sus dientes; los otros vagaari le emularon mientras un Superviviente gritó de sorpresa.
Uliar fue el primero en darse cuenta de lo que pasaba pero, antes de que pudiese siquiera hablar, los wolvkils atacaron. Siguiendo las órdenes de Bearsh, fueron a por los chiss y a por uno de los guardias. Sus víctimas fueron abatidas rápidamente; el guardia Superviviente fue desgarrado rápidamente, pero los guerreros chiss plantaron más cara y uno de ellos consiguió incluso disparar su charric a quemarropa a su atacante… en vano; los wolvkils eran muy resistentes. Mientras tanto, los tres vagaari atacaron rápidamente al guardia que les vigilaba, sujetando la mano armada y derribándole en el suelo. Los varios vagaari se sentaron sobre su cuerpo y golpearon rítmicamente la cabeza de su prisionero contra el suelo.
Mientras Jinzler buscaba cobertura, Formbi tomó un charric y disparó sobre la espalda de su aliado, hiriendo a uno de los vagaari. Éste gritó algo que sonaba cruel y rodó hacia el guardián herido. Formbi le disparó nuevamente, dañándole en el homrbo y haciéndole gritar. La reacción vagaari fue hacer que uno de los wolvkils dejase de atacar a un chiss ya herido y saltase hacia Jinzler y Formbi. El humano esquivó, pero el animal aferró el brazo armado del chiss, causándole una hemorragia. Valientemente, Formbi se mantuvo en pie y cambió el arma de mano para disparar a la cabeza de la bestia dos veces. El animal intentó morder el otro brazo que le atacaba pero, justo cuando abría la boca, Feesa se lanzó sobre la bestia, haciendo que el animal tuviese que pelear contra dos chiss, que acabaron derrotándole.
Jinzler se fijó en Bearsh, que observaba tranquilamente la lucha con sus manos en las caderas. Jinzler ordenó a Bearsh que hiciese retirar el ataque, pero Bearsh, quitándose todo disfraz, se mostró arrogante y severo, dando a Jinzler la opción de morir dolorosa o lentamente. Enfurecido, Jinzler intentó pelear a puñetazos contra el diminuto alienígena, pero Bearsh se movía muy rápido y echó mano a su brazo, rasgándose la ropa para liberar un enjambre de cien schostri que le seguían sumisamente. Explicó mordazmente a Jinzler que el aguijonazo de estos insectos era mortal para casi todas las formas de vida, y fue a socorrer al vagaari que había derribado Formbi; él y los otros vagaari pusieron sobre el herido un bálsamo. Los wolvkils se relamían tras haber masacrado a los guerreros chiss.
Para entonces Formbi, Feesa, Uliar, Evlyn y su madre Rosmari se habían protegido tras la mesa volcada. Jinzler intentó coger el bláster del guardia herido, que los vagaari parecían ignorar, pero Formbi le ordenó reunirse con ellos. Bearsh recogió el bláster y ordenó a Jinzler reunirse con los otros, a quienes consideraba sus prisioneros. Uliar y él construyeron un pequeño fortín con sillas para mantener un poco a raya a los wolvkils.
Según Bearsh explicó, su victoria era ya inevitable, los otros recién llegados ya debían estar muertos, y ellos mismos tomarían rápidamente el control de un acorazado y exterminarían a los otros Supervivientes antse de que éstos supiesen siquiera qué estaba pasando. Los vagaari prepararon más enredaderas para destrozar los restos de Vuelo Estelar, y dejaron sus mascotas wolvkil atrás para que vigilasen a los prisioneros. Formbi ofreció su nave a los vagaari si éstos dejaban vivir a los colonos. Sólo cuando los vagaari se retiraron, Uliar reveló que había reconocido a la especie: Él era de los pocos que había oído el idioma vagaari durante la batalla, décadas atrás.
Simultáneamente, Estosh despertó a los trescientos soldados vagaari en el Chaf Envoy y los lanzó contra la tripulación de treinta y siete chiss, de quienes dieron buena cuenta rápidamente (provocando una oleada de dolor síquico que fue detectada por los jedi); Talshib y unas pocas tropas se salvaron por los pelos y se mantuvieron ocultos, esperando un momento de atacar. Los soldados se armaron con equipo saqueado al Enviado Chaf e inutilizaron la nave con enredaderas. Estosh lanzó a los soldados a Vuelo Exterior rápidamente, donde encontraron y eliminaron a seis de los guardias Supervivientes (de una fuerza de, recordemos, sólo diez personas). Los soldados también fueron recopilando armas obtenidas en esa zona.
Para defenderse de un ataque así, lo primero era reagruparse. Jinzler dedujo correctamente dos cosas: Primera, que los jedi eran más difíciles de matar de lo que los vagaari habían pensado, y segunda, que la pequeña Evlyn tenía capacidades jedi ocultas, tabú en su cultura. Jinzler convenció a Evlyn para que usase la Fuerza para alcanzar telequinéticamente un comunicador; los wolvkils se sintieron confusos por el sonido pero no reaccionaron impidiéndolo porque sólo obedecían órdenes específicas de los vagaari, y los vagarai, ignorantes de las capacidades jedi, no habían podido prever eso. Uliar activó el comunicador y Jinzler lo usó para contactar con los jedi y la 501ª, dándoles información, pidiendo ayuda y ayudando a organizarse.
Skywalker y Jade, que acababan de encontrar a Pressor, propusieron atacar en capas: Primero los jedi, después los imperiales, después los chiss y por último los cuatro soldados Supervivientes supervivientes (ejem). Drask intentó pedir refuerzos al Enviado Chaf y, cuando éstos no respondieron, dedujo que el enemigo había tomado su nave.
Era el plan vagaari destruir las naves chiss para impedir que nadie huyese de Vuelo Exterior; entonces liberar el Acorazado 4, que estaba en mejor posición, de sus vínculos con otros acorazados usando explosivos; y con éste escapar al espacio, donde no podrían ser perseguidos y desde donde podrían destruir las otras ruinas de Vuelo Exterior. Bearsh se reunió con siete soldados preparados, con armaduras de combate, armas variadas y un wolvkil para cada uno. Este grupo se topó en un corredor con Skywalker, Jade y Pressor. Cada bando se preparó: Bearsh puso dos wolvkils en avanzadilla y los demás en formación de escolta, mientras Pressor daba el alto al enemigo y apuntaba a bearsh. Los cuatro vagaari en vanguardia cayeron sobre una rodilla para que el grupo apuntase en dos hileras.
Skywalker hizo que Pressor bajase el bláster para, aparentemente, negociar en un intento baldío; más bien pretendía obtener información. Bearsh reconoció que los jedi eran más difíciles de matar de lo que él había pensado, pero eso sólo perjudicaría a los jedi, que morirían de forma más lenta. Jade le preguntó qué buscaban los vagaari; Bearsh se ofendió ante la idea de que les comprasen con baratijas, cuando ellos venían a vengar las décadas de humillación. Cuando Jade le siguió tirando de la lengua, Bearsh se sorprendió de que una hembra le estuviese dirigiendo la palabra, y Skywalker le dijo que ella era mejor interrogando a sus prisioneros.
En respuesta a semejante insulto, Bearsh, con un murmullo, ordenó a los dos wolvkils frontales atacar. Éstos saltaron, sólo para que Jade los rebanase con su sable láser, permitiéndose incluso un chascarrillo. Bearsh quedó patidifuso un momento, pero en seguida los siete guerreros vagaari dispararon. Jade y Skywalker deflectaron todos los tiros con sus armas; y Pressor devolvió el fuego. Pronto los vagaari gritaba de rabia y desesperación. Los otros wolvkils se unieron a la lucha, metiéndose en el fuego cruzado, sólo para que Skywalker aturdiese con la Fuerza sus sistemas nerviosos para inmovilizarlos y, después, dormirlos. Bearsh ordenó a sus soldados disparar más rápido, pero sólo consiguió que Jade avanzase girando y cercenase con su sable primero las armas y después a los guerreros. Bearsh aprovechó para huir por un pasillo, pero Pressor le vio. Él y Jade decidieron ir a la sala de reunión a liberar a los prisioneros; Skywalker quedó atrás para asegurarse de que los wolvkils no despertaban.
Fel y la 501ª avanzaron con Drask por la popa del acorazado 6, y ante sus ojos explotó una puerta. Parejas de tropas acorazadas vagaari emergieron. Fel se sorprendió del aspecto preparado de este enemigo, tan distinto a los geroon que había visto, pero en seguida disparó al soldado más cercano, impactando en su pecho, y esquivando. Sus tropas y Drask le imitaron. Un wolvkil fue enviado contra Fel; Fel se enfrentó a él, forcejeando y disparándole a quemarropa. Para proteger su garganta, Fel puso su propio brazo en la boca del wolvkil. Afortunadamente, las tropas de la 501ª pronto estuvieron en posición de ayudarle, porque derrotaron fácilmente a los vagaari con su armamento superior. Uno de sus soldados, Vigilante, incluso dedujo útiles datos sobre la anatomía wolvkil durante la lucha. Fel cedió el mando de su propia unidad a Drask debido a sus heridas y a la mayor experiencia de Drask en tierra.
Jade y Pressor irrumpieron en la sala de reunión donde Jinzler y los chiss eran retenidos por los wolvkils y pronto ella dio cuenta de las bestias. Jade insistió en que Pressor llevase a Formbi a su centro médico. También se coordinó por comunicador con otros equipos: Los imperiales pusieron rumbo al acorazado 5 en un turboascensor de popa, con instrucciones de eliminar a todos los vagaari que encontrasen y proteger a los colonos; y Skywalker debía intentar dirigir a los vagaari hacia la posición de la 501ª.
El ascensor fue un asunto complejo: El acceso estaba custodiado por tres vagaari que no fueron rival para los imperiales, y éstos comprobaron rápidamente que la ruta no había sido saboteada (Después de todo, los vagari necesitaban su propia ruta de salida). Cambía esperar una emboscada así que la unidad debía enviar un señuelo para que el enemigo delatase su posición y pudiese ser acribillado por el resto. Los oficiales, Fel y Drask, no aceptarían que ninguno de sus subordinados corriese un peligro que ellos no estuviesen dispuestos a aceptar, así que ellos mismos fueron voluntarios. Lamentablemente, las armaduras vagaari eran demasiado pequeñas para ser usadas como disfraz; y el hecho de que no conociesen el idioma vagaari les impedía utilizar los comunicadores de sus enemigos caídos más que para escuchar tonos de instrucciones.
La estrategia tuvo efecto: En su primera oleada, Fel atrajo a cinco guerreros vagaari, que le siguieron por el ascensor, creyendo que iban a apoyar a sus camaradas, sólo para ser acribillados por la 501ª. En su segunda oleada, los imperiales tuvieron superioridad numérica, pero pronto los vagaari se reagruparon y atacaron en masa (unos treinta vagaari según la estimación de Fel), mientras a la vez minaban el pilón del ascensor para poder separar el acorazado 4 del 5. Fel aturdió a varios vagaari con una granada de impacto mientras Drask derribó a otros tres 3enemigos a tiros. Eso daba a los imperiales la ocasión de llegar a un vagón de ascensor en el que esperaban escapar… pero los vagarai habían previsto ese movimiento y habían bloqueado el vagón. Con dos soldados de asalto imperiales aturdidos, Fel voló una puerta de acceso para retrasar al enemigo, sufriendo en el proceso heridas por metralla. Las fuerzas imperiales se prepararon para una resistencia suicida.
Al mismo tiempo, Formbi era parcheado con las escasas medicinas disponibles, y uno de los Supervivientes acusaban a Jinzler de estar compinchado cn los vagaari, los jedis y los chiss. Cuando Jinzler intentó defenderse, su acusador insistió en que mentía, pero Uliar le hizo cerrar la boca y escuchó a Jinzler hablar de un posible rescate. Ante la presión, Feesa estuvo a punto de confesar el plan de Formbi, pero éste lo impidió.
Mientras tanto, Skywalker fue a reunirse con Jade, Pressor y los prisioneros liberados. Pressor observó que los vagaari no se molestaban en matar civiles, salvo que éstos interfiriesen (aparentemente para poder matarlos despacio más tarde), pero esparcían muchas enredaderas. También comprobaron que dos guardias Supervivientes dados por muertos habían sido sólo aturdidos. Este grupo derrotó a dos vagaari pillándoles por sorpresas, y después prevalecieron en una habitación llena de vagaari. Lo que no podían era comunicarse con Fel y saber de su problema, así que fue afortunado que los jedi llegasen a tiempo de rescatar a los imperiales. Voluntad de la Fuerza.
Jade tomó un comunicador vagaari e intentó hablar con Bearsh, pero fue Estosh quien respondió; Skywalker intervino desde otro comunicador para que Estosh no supiese con certeza si él estaba con Jade. Jade reportó que la guardia vagaari que protegía un acorazado había muerto, y Estosh tuvo que admitir que los jedi eran enemigos más poderosos de lo que él había esperado. Estosh explicó su meta de vengarse de los chiss con tecnología que obtendrían de Vuelo Exterior, y Fel explicó que sabía de su grabadora de navegación. Estosh sin embargo se negó a dar toda la información, criticando a los humanos por buscar información que no les será útil ante su inminente muerte.
Los jedi y el equipo imperial se retiraron al centro médico de la colonia. Una vez allí, Fel expiró por las heridas sufridas, pero Formbi pudo curarse gracias a los poderes de Jade. Formbi entonces reveló que sabía del engaño vagaari y había manipulado a la agresiva especie, usando los restos de Vuelo Exterior como cebo para que atacasen a un blanco chiss y tener excusa para declararles la guerra, con sólo la implicación de Feesa. Formbi no pretendía permitir un ataque tan agresivo en que toda su tripulación muriese, sino sorprender a los vagaari en un intento de asalto que no implicase a más de cinco personas de cada bando.
El acorazado escapó del planetoide, con cientos de chiss a bordo y dejando varados a los humanos y chiss. Para entonces, Estosh ya había comprendido que los jedi eran gente de recursos y que, de algún modo, entrarían en el acorazado. Por eso había dejado trampas explosivas en el pilón que servía de acceso más adecuado al puente, un droideka en el centro de mando, y él mismo había ocultado un arma mortífera en su cuerpo: Un pulverizador direccional de gas verde tóxico y ácido, que podía disparar desde bombonas ocultas atadas a sus brazos. Su nuevo atavío, un uniforme de gala, le permitía ocultarlas.
Para entonces, el capitán Talshib y un número limitado de tropas chiss lograron introducirse en Vuelo Exterior y reunirse con Formbi y sus otros superiores para reportar la vergonzosa (según ellos) pérdida de su nave. Eso aparentemente impedía a los presentes huir, pero uno de los colonos reveló que ellos tenían un caza Delta-12 en reserva, aunque sin hipermotor operativo. Jinzler arregló el hipermotor, los jedi se ofrecieron a pilotarlo usando sus capacidades extraordinarias para moverse por el reducto; y los tres chiss de más alto nivel grabaron un mensaje para reportar a su especie la amenaza vagaari. Skywalker pretendía tomar el puente del acorazado y entonces ofrecer a Estosh una oportunidad de rendirse: Si los vagaari abandonaban el acorazado, podrían salir de espacio chiss con su carguero.
El Acorazado bajo control vagaari estaba a más de una hora de Brask Oto cuando los jedi lo alcanzaron. Se infiltraron en la nave más grande con su caza, llevando trajes de vacío y matando a varios vagaari en el proceso: La mera introducción provocó una brecha en el casco que mató a varios vagaari. Varios pelotones de seguridad de vagaari con wolvkils intentaron detener a los jedi. Jade movió telekinéticamente un soldado vagaari muerto para intentar confundir a los agresores y activar remotamente una bomba. El general Bearsh lideró una carga personalmente, sólo para caer ante los jedi sin que éstos le reconociesen. Jade se dio cuenta de que la ruta al puente a través de un pilón estaba demasiado despejaba y usó cebos para detonar las trampas ocultas, provocando que las tropas vagaari en la zona muriesen horriblemente entre llamas.
Los jedi alcanzaron el centro de mando del Acorazado, donde les esperaba un droideka. Jade usó el sable láser de Lorana Jinzler, manipulado con telekinesis, para cortar el abdomen del robot y provocar una explosión en que droide y arma fueron destruidos. La onda de choque aturdió a veinte tripulantes vagaari en el cercano puente de la nave. Estosh envió dos soldados con sendos wolvkils para averiguar qué había pasado, pero Skywalker les burló creando una presencia ilusoria para que ellos la siguiesen.
Estosh y otros nueve vagaari uniformados estaban en el puente, controlando el viaje hiperespacial. Skywalker se infiltró allí sin ser visto al principio; cuando él reveló su presnecia, todos los vagaari le dispararon pero sólo tres salvas fueron lo bastante precisas como para necesitar ser deflectadas. El jedi se aseguró de redirigir los tiros hacia los tiradores, derribándoles. Los vagaari supervivientes, asustados, decidieron intentar cubrirse y disparar desde allí; pero Skywalker tomó a varios vagaari cerca de las puertas de acceso y los catapultó a la cubierta, para impedir que cerrasen el acceso. PRonto, otros dos vagaari fueron derrotados, y entonces Estosh ordenó detener el ataque.
Estosh intentó interrogar a los jedi, siendo interrogado a su vez (y descubrió que los vagaari no habían logrado engañar a Formbi), mientras caminaba por el puente de forma aparentemente ociosa, pero buscando el lugar óptimo (poniendo nerviosos a los tripulantes supervivientes). Los dos jedi se dieron cuenta de que el vagaari intentaba ganar tiempo y, con sus poderes, descubrieron el veneno oculto. Skywalker dio a Estosh una ocasión de rendirse, que Estosh rechazó.
El acorazado emergió en Brask Oto, donde diez cazas vagaari ya estaban atacando. En cuanto Estosh supo que los jedi lo habían visto, liberó el veneno gaseoso, pero fracasó: El sable de Skywalker rajó las bombonas, generando una nube de gas incontrolable en vez de un chorro dirigido. La cabeza de Estosh quedó cubierta por la toxina, condenándole. Antes de que el producto tóxico se extendiese por todo el puente, Jade rajó con su sable la ventana de visualización, provocando una descompresión que absorbió el veneno y el resto de la atmósfera. Estosh aún estaba vivo, agonizando el tiempo suficiente para comprender que había sido derrotado. Los vagaari en el puente expiraron, pero los jedi aguantaron lo bastante para sellar la brecha.
Los jedi decidieron ayudar en la batalla, aunque no directamente. Observaron que los cazas vagaari tenían suficiente potencia de fuego y maniobrabilidad como para poner en jaque la estación, y la nave colonial en la que habían llegado estaba prácticamente en ruinas. Una veintena de cazas chiss llegaron como refuerzo. En ese momento, Skywalker quería hacer creer a los vagaari que Estosh mantenía el control del acorazado, y a la vez transmitir el mensaje de los chiss. Primero disparó un cañón vairas veces utilizando un prefijo de emergencia que le había dado Drask; los chiss reconocieron el código y sólo fingieron atacar al acorazado con mínima potencia. Entonces el acorazado se ubicó entre los chiss y los vagaari; y los cazas vagaari se movieron para escoltar al acorazado y subir a bordo de forma ordenada. Cuando los cazas estuvieron a bordo, Skywalker les encerró en el hangar y envió el mensaje.
En seguida SKywalker pudo comunicarse con el comandante chiss de la estación, Prard'enc'iflar. Éste confirmó que los vagaari y los chiss estaban en guerra; la Ascendencia Chiss estaba reuniendo una fuerza de asalto y exploradores para rastrear a sus enemigos. Skywalker pudo entregar a los chiss valiosa información sobre la ubicación de la flota principal vagaari, a bordo de los ordenadores de la nave conquistada.
La primera fuerza de asalto chiss encontró y atacó por sorpresa a la armada de naves de guerra vagaari que estaba agrupándose para después reunirse con el equipo de Estosh. Los informes chiss decían que el grupo vagaari había sido destruido completamente (lo cual podría ser exagerado). Para cuando el Enviado Chaf fue reparado, salió del Reducto y llegó a Brask Oto, la guerra ya había empezado. Drask y la 501ª partieron juntos aparentemente para unirse al esfuerzo militar contra los vagaari; de hecho ésa fue la primera guerra en que participaron los chiss desde la creación del Imperio de la Mano. En cuanto a los colonos supervivientes de Vuelto Exterior, se mudaron a Nirauan y la mayoría se unieron al Imperio de la Mano.
Los chiss conocieron ese conflicto como la Tercera Guerra Vagaari (lo que sugiere otras dos guerras anteriores contra los vagaari, o una mala traducción del término). Los vagaari perdieron la guerra, pero la estructura de poder de las Familias Gobernantes chiss fue sacudida. En primer lugar, los chiss se veían debilitados al perder grandes cantidades de trabajadores. Varias de las Familias Gobernantes chiss paliaron esta carencia contratando nidos de insectoides para labores de baja categoría. Hubo otros cambios importantes: La Flota de Defensa chiss absorbió al Imperio de la Mano para fortalecerse contra nuevas e inminentes amenazas, incluyendo la especie extragaláctica yuuzhan vong.
Hablemos un poco sobre los yuuzhan vong. Eran unos invasores fanáticos que habían llegado a esta galaxia y llevaban décadas ocultos esperando el momento de atacar a la civilización dominante. Los encuentros con ellos habían sido puntuales y difíciles de comprobar: Algunos chiss o jedi habían tenido contacto con estos "Forasteros de Lejos", pero no habían sido suficiente para que se les considerase un peligro claro.
Los vagaari establecieron contacto con un representante de los yuuzhan vong, y el miskara de entonces aceptó ayudarles a preparar su invasión porque, en el proceso, los yuuzhan vong destruirían a los enemigos de los vagaari. A cambio, a partir de 23 DBY, los vagaari empezaron a incorporar la avanzada y exótica biotecnología yuuzhan vong, y más tarde, cuando los yuuzhan vong avanzaron hacia el Núcleo en su invasión, los vagaari reclamaron territorios arrasados por los vong y ya sin defensores.
Los yuuzhan vong fueron derrotados en 29 DBY. El siguiente gran conflicto que asoló la galaxia fue la Guerra de Enjambre (35-36 DBY), en la por cierto que los chiss tuvieron problemas por haber contratado insectoides. Los vagaari y otras potencias de las Regiones Desconocidas, incluyendo a los ebruchi y los Hechiceros de Rhand, intentaron aprovecharse del caos de la guerra para obtener beneficio.
En el año 137 DBY, durante el Imperio Sith de Darth Krayt, la zona de operaciones tradicional de los vagaari estaba dentro de la esfera de influencia chiss, fuera del control sith.
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Vagaari Notorios

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Estosh: Estosh era el Comandante Supremo de las fuerzas militares vagaari en el año 22 dbY, y estuvo al mando en una importante misión con el objetivo de vengar décadas de humillación de toda su especie. Estosh era un hábil actor que sabía hablar minnisiat y un poco de Básico.
Casi cincuenta años atrás, el comadante chiss Thrawn había derrotado a la flota vagaari en la batalla de Vuelo Exterior, destruyendo tres cuartas partes de sus naves antes de que los abochornados supervivientes pudiesen escapar. Por entonces los chiss era reacios a atacar a los vagaari, en tanto los vagaari no habían atacado a los chiss. Thrawn era de opinión distinta, habiendo visto a los esclavistas vagaari arrasar y conquistar planetas de las Regiones Desconocidas, incluyendo el mundo Geroon. A riesgo de ofender la ética de su especie, Thrawn manipuló la situación para poder llevar atacar a los vagaari, tentándoles con droides de combate para que hiciesen el primer ataque. Tras la batalla, los acorazados de Vuelo Exterior, tercer contendiente en la batalla, se perdieron en la zona difícilmente navegable conocida como el Reducto.
En 22 DBY, los chiss encontraron los restos de Vuelo Exterior. Para entonces los chiss estaban en paz con la Nueva República, potencia heredera de la República que había lanzado Vuelo Exterior inicialmente. El aristocra chiss Formbi envió un mensaje a la República para invitar a sus representantes a visitar los restos de las naves y cederles el control sobre éstos. Gracias a ciertos contactos clandestinos, Formbi sabía que los vagaari seguían en activo y obtuvo una descripción detallada de ellos. El plan de Formbi era enviar el mensaje de un modo que pudiese ser interceptado por los vagaari para atraerles; Formbi les tendría vigilados y, cuando los vagaari atacasen, los chiss tendrían excusa para declararles la guerra. Incluso se aseguró de convocar jedi con excusas diplomáticas, convencido de que los vagaari no habrían nunca combatido a seres así.
Los vagaari se presentaron fingiendo ser el Remanente Geroon, unos alienígenas sumisos y serviles en una lamentable nave científica clase Paskla readaptada para ser usada como nave colonia donde vivían los supuestos sesenta mil geroons supervivientes. El subordinado de confianza de Estosh, el General Bearsh, fingiría ser el Primer Delegado del Remanente Geroon, mientras que Estosh simularía ser un muchacho que había nacido a bordo de la nave, sin haber conocido nunca la vida en superficie planetaria. Los supuestos geroon fingirían tener datos confusos y mitificados de la batalla de Vuelo Exterior para evitar comprometerse: Aunque su especie había sido esclavizada por los vagaari, ¡los supuestos geroons ni siquiera sabían qué aspecto tenía un vagaari!
Tres camarotes de la nave-colonia geroon estaban sellados porque el casco estaba roto y la zona estaba abierta al vacío del espacio, pero en realidad allí se ocultaban trescientos soldados vagaari en estado de animación suspendida; Estosh sólo tenía que introducirse allí cuando llegase el momento, con un poco de seguridad como una máscara de respiración, re-sellar el casco de un modo preparado y después despertar a sus tropas. La superioridad numérica les permitiría abordar cualquier nave y hacerse con armas personales rápidamente. Este despliegue tendría lugar cuando llegasen a Vuelo Exterior: Los vagaari pretendían matar a la tripulación chiss, obtendrían tecnología republicana en los restos de la nave Vuelo Exterior, robarían uno de los acorazados si era posible y después volverían a Espacio Chiss a guerrear contra sus enemigos. Para asegurarse de poder salir del Reducto, tenían lista una grabadora de navegación que pretendían introducir subrepticiamente en la nave chiss.
Bearsh convenció a los chiss para que permitiesen que la nave del Remanente Geroon les acompañase, aparentemente en peregrinaje para honrar a los héroes de Vuelo Exterior que les habían salvado de los vagaari. Una vez a bordo de la nave chiss Enviado Chaf, Bearsh pidió al jedi invitado Luke Skywalker que ayudase a los geroons a buscar un nuevo mundo que colonizar. Para ello, Skywalker subió a la primitiva nave de los geroon, donde analizó cartas de navegación con Bearsh. Estosh interrumpió la reunión, fingiendo ser un muchacho ansioso, patético y primitivo para dar a Skywalker una falsa sensación de seguridad.
A medio viaje, los chiss exigieron que la nave principal geroon quedase atrás en la Estación Brask Oto, puesto que estaba en un estado demasiado malo para resistir el viaje, pero aceptaron que un número limitado de geroons les acompañase. Formbi especificó que esta parte del viaje era peligrosa, pero ningún vagaari desistió. Bearsh, Estosh y otro geroon llamado Purpsh estuvieron entre los elegidos para acompañarles. La lanzadera vagaari con trescientas tropas ocultas seguía atracada a bordo del Enviado Chaf.
Ahora bien, sin la nave principal vagaari, era necesario introducir la grabadora de navegación en un lugar estratégico. Estosh asignó a Purpsh esa tarea, que tenía lugar cerca de una sala de observación. El embajador de la República Dean Jinzler (en realidad otro impostor) estaba allí, así que Estosh fue a verle para distraerle hablando de la historia de los geroon: Si Jinzler salía de la sala demasiado pronto, podría pillar a Purpsh. Para distraer aún más la atención, los vagaari organizaron un inofensivo pero aparatoso sabotaje en la zona de popa en ese momento; Estosh fingió sorprenderse y huyó. Esta clase de actividades también permitieron a los vagaari robar los planos originales de Vuelo Exterior a uno de los diplomáticos; Estosh estudió esta información para definir cómo tomar la nave.
El siguiente paso del plan era tener ocasión de despertar a los guerreros en éstasis cuando llegasen a Vuelo Exterior. Formbi proponía que una delegación visitase los restos de las naves; Estosh necesitaba que un vagaari se quedase a bordo del Enviado Chaf en ese momento, y él mismo se eligió. Necesitaba una excusa, por ejemplo tener una herida que le impidiese bajar. Los vagaari robaron un arma chiss llamada charric de un taquillero, dispararon a Estosh en el hombro izquierdo desde arriba y por la espalda, y se deshicieron del arma tirándola a un conducto de ventilación.
Estosh fue rápidamente encontrado, ensangrentado y gimiendo sobre la cubierta. Los vagaari fingieron creer que los chiss estaban conspirando contra ellos, y se negaron a abandonar su nave. Los jedi convencieron a los supuestos geroon para que saliesen de la nave, pero decidieron no usar sus poderes curativos sobre Estosh porque la fisiología de la especie les era desconocida y eso podía ser peligroso para el paciente; Bearsh confirmó que la herida no era letal. Formbi insistió en que Estosh fuese llevado en litera a la enfermería de la nave, pues estaban bajo jurisdicción chiss.
Cuando el Enviado Chaf llegó al planetoide donde estaban los restos de la nave, Formbi organizó una ceremonia a bordo de Vuelo Exterior, a la que permitió asistir a algunos vagaari. Estosh fingió discutir en su lengua con Bearsh, pretendiendo querer acudir pero aceptando que, debido a su herida, debía quedarse atrás. Estosh se mantuvo en la nave, con un aspecto aún más patético de lo normal. Skywalker creía que la única restricción visible que impedía asistir a Estosh era que su hombro herido no era compatible con el atavío de gala geroon; en este momento, él ignoraba que los supuestos chales eran en realidad armas ocultas.
Bearsh asistió a la ceremonia y, susurrando por su comunicador, informó a Estosh y a otros vagaari que se habían quedado a bordo del Enviado. Así, Estosh supo que los diplomáticos habían encontrado supervivientes en el Viaje Exterior, y que éstos desconfiaban de los recién llegados. Estosh modificó el plan inicial, que incluía tomar el Enviado Chaf: En vez de eso, los vagaari debían robar uno de los Acorazados de Vuelo Exterior, que estaba en unas condiciones lo bastante buenas para ser operativo.
Aprovechando la ocasión, los vagaari activaron una tecnología obstructora que impedía el uso de comunicadores: Los diplomáticos acusaron a los Supervivientes, y viceversa. Cuando la tensión estuvo lo bastante alta, los vagaari atacaron por sorpresa, abrumando a los humanos y chiss con su inesperada ferocidad y, en cuanto tuvieron ventaja, revelando su naturaleza como vagaari.
Mientras tanto, Estosh liberó a los trescientos soldados vagaari. Rápidamente ellos tomaron el control del Enviado Chaf, acabando con su tripulación de treinta y siete chiss y tomando algunas de sus armas personales. A continuación, irrumpieron en el Vuelo Exterior y atacaron a seis de los diez oficiales de seguridad de los Supervivientes, matando a cuatro y dejando malheridos a otros dos. El capitán de la nave chiss, Talshib, y algunos de sus hombres se salvaron por los pelos y también buscaron la forma de llevgar al Vuelo Exterior.
Aunque hubo otros varios heridos, los diplomáticos se reagruparon y plantaron cara a los vagaari, sobre todo gracias a las capacidades de los jedi, mientras descubrían poco a poco los detalles del ardid de Estosh. Eso ya superaba las expectativas de Estosh, que esperaba que a esas alturas los vagaari hubiesen aniquilado toda resistencia y tuviesen el control de todos los lugares estratégicos.
Por eso, cuando los jedi abrieron un comunicador para contactar con Bearsh, Estosh se sorprendió: ¿Cómo era posible que los jedi no estuviesen ya muertos? ¿Era cierto además que los jedi habían matado a todos los vagaari en la zona indicada? Estosh, admitiendo que los jedi eran guerreros poderosos, se identificó como el Comandante Supremo de los vagaari. Los jedi intentaron interrogarle sutilmente, aprovechando la jactancia de Estosh, hasta que Estosh se hartó de tratar con gente que sólo recurría a palabras y, soez, cortó la comunicación. Para entonces, los vagaari ya estaban en situación de despegar en un acorazado, dejando varados a todos sus enemigos mientras ellos avanzaban hacia Brask Oto. Cuando llegasen,
¿Seguro? Los Supervivientes revelaron que les quedaba una nave operativa, un caza biplaza. Los dos jedi lo usaron para interceptar el acorazado, infiltrándose a bordo y realizando un ataque de comando. Skywalker pretendía tomar el puente y ofrecer a Estosh un ultimátum: Abandonar el espacio chiss y el acorazado con las vidas de los vagaari supervivientes, en la nave en que habían llegado inicialmente.
No les iba a resultar tan fácil: Estosh ya había comprobado que los jedi eran enemigos poderosos y con recursos. Previendo un ataque, Estosh mantuvo la nave en alerta, con guardias armados en múltiples lugares y varias trampas explosivas en la ruta que seguirían los jedi. Incluso dejó una zona de la nave desprotegida para que los jedi entrasen por allí, dirigiéndoles hacia las trampas. Justo antes de llegar al puente de mando, Estosh dejó su guardián más poderoso, un droideka.
El propio Estosh se mantuvo en el puente con nueve otros tripulantes vagaari, todos ellos armados; y debajo de su elegante uniforme, Estosh llevaba un arma final: Un pulverizador direccional de veneno gaseoso y ácido que podía disparar desde sus muñecas, con depósitos ocultos en bombonas bajo sus brazos.
Todas las defensas fueron inútiles. Los jedi irrumpieron en el puente y, cuando los vagaari les dispararon torpemente, el sable láser de Skywalker redirigió los tiros de vuelta a los atacantes. En cuanto dos de sus hombres cayeron por fuego amigo, Estosh ordenó el alto el fuego y habló con ellos, reconociendo sentirse impresionado. También le sorprendió descubrir que no había podido engañar a Formbi.
Sin embargo, Estosh no estaba negociando un posible cese de hostilidades: Sugería estar dispuesto a morir por su misión, y al emerger del hiperespacio demostró que la flota de cazas vagaari ya estaba atacando Brask Oto.
Estosh aminaba mientras hablaba para ubicarse en el lugar adecuado desde donde atacar con su arma ponzoñosa. Ignoraba que los agudos sentidos de los jedi habían detectado este peligro. Así, cuando Estosh atacó finalmente, Skywalker rajó las bombonas de veneno, desencadenando la nube tóxica directamente sobre el Comandante Supremo. El veneno entró en sus pulmones y el ácido empezó a consumirle desde dentro. La compañera jedi de Skywalker rompió el visor de la nave, haciendo que el resto del gas saliese al espacio. Aunque los jedi aguantaron esta situación, los vagaari tripulantes vagaari murieron rápidamente.
Estosh cayó al suelo, con su rostro distorsionado por el odio y el sufrimiento, intentando mover las manos. Sabiendo que su plan había fracasado, él murió maldiciendo a los jedi.
El Miskara del 27 ABY: Este vagaari era el líder de su gente en el año 27 ABY. El Miskara vestía con una toga de múltiples colores y aspecto pesado, con hombreras y tobilleras, y ocultaba parcialmente su cara con una máscara ritual. Su nave estaba especialmente protegida y decorada: Tenía una sala del trono, en la que él se sentaba en una silla ostentosa sobre un estrado, rodeado de edecanes acicalados y guardias acorazados. El Miskara exigía completa lealtad hacia su persona, y sólo las personas de su confianza podían hablar en su presencia sin que él les hubiese dirigido la palabra; en ese caso, el Miskara debía ser llamado Su Excelencia.
El Miskara sabía hablar, además de la lengua vagaari, el idioma Minnisiat, una popular lengua de comercio usada en las Regiones Desconocidas. Es posible que también tuviese poderes del lado oscuro de la Fuerza, incluyendo la capacidad de estrangular telekinéticamente a otras personas.
En el año 27 ABY, los piratas vagaari llevaban diez años activos en zonas cercanas al espacio controlado por la especie militarista chiss. Los vagaari había atacado a otras especies en la zona, seres tecnológicamente primitivos, asolando sus mundos; pero nunca habían atacado activamente a los poderosos chiss. De haberlo hecho, los chiss habrían tenido una excusa moral para declarar la guerra a los vagaari.
En el 27 ABY, los vagaari atacaron y conquistaron el planeta Geroon, donde habitaba la especie homónima. Por entonces, los vagaari eran una población nómada sin mundo propio, y todos ellos iban a bordo de naves espaciales, así que prácticamente todos participaron en la batalla. Durante el enfrentamiento, el comandante chiss Thrawn hurtó una muestra de tecnología militar vagaari, una "red de naves" que los vagaari usaban para bloquear el viaje hiperespacial, tras lo cual Thrawn regresó a territorio chiss. Después de la lucha, la flota vagaari rodeó el planeta Geroon.
Tres meses después, un humano se personó en Geroon en una nave chiss, solicitando audiencia con las autoridades vagaari. Los guardias analizaron al recién llegado, su ropa y su nave, para ver si llevaba algún arma. Observaron que la nave llevaba una tecnología desconocida para los vagaari: Droides de combate de la Federación de Comercio, que Thrawn había obtenido y dejado en la bodega.El Miskara estaba sorprendido de que un humano quisiera hablar con él, pero la situación merecía su atención, así que llevaron al humano ante la sala del trono del Miskara, no sin medidas de seguridad.
El humano, Jorj Car'das de Corelia, empezó la audiencia con un faux pas al dirigirse al Miskara, ganándose un golpe de un guardia. El Miskara acusó a Car'das de ser insolente al exigir un trato; Car'das, cuidadosa y servilmente, sólo suplicó mientras alababa a los vagaari. Según Car'das, los chiss habían encerrado a sus asociados, comerciantes de mundos remotos, y quería ayudar para liberarles. Reconoció haber sido testigo de la batalla de Geroon, y ofreció a los vagaari las coordenadas de la base chiss para que recuperasen la red robada. El Miskara, sin embargo, sabía de los droides y, en espera de que Car'das le hablase de esto, fingió no estar interesado en tan patética venganza con tan pocas opciones. Incluso coaccionó al prisionero con lo que podría haber sido un intento de estrangulamiento con la Fuerza.
El Miskara explicó que sus vagaari habían encontrado cuatro cajas llenas de tecnología a bordo ed la nave de Car'das y que las habían llevado a la sala del trono. Car'das no sabía de su propio cargamento, en tanto que él sólo había robado la nave para escapar. El coreliano empero explicó el concepto de droide y, cuando el Miskara le pidió una demostración, aceptó un bloc de datos de uno de los consejeros vagaari para activar doce droides de combate armados con blásters. Los doce blásters apuntaban al Miskara, pero ni él ni sus tropas se inmutaron.
En vez de eso, el Miskara hizo que Car'das le enseñase a controlar los droides con comandos de voz básicos para que apuntasen y disparasen. Car'das obedeció; pero como los droides no estaban programados para reconocer idioma vagaari, hizo que las órdenes se diesen en lengua minnisiat. El Miskara, sádicamente, hizo que los droides apuntasen a Car'das para ponerle a prueba, y después hizo que sus guardias trajesen tres esclavos geroon de poco valor para ejecutarles en un experimento. Satisfecho con los droides, el Miskara preguntó si los chiss tenían más armas así, algo que Car'das confirmó. El Miskara decidió que los chiss podrían utilizar droides contra los vagaari, así que decidió preparar un plan para atacar primero a los chiss.
El Miskara ordenó preparar una fuerza de asalto de inmedio, incluyendo al menos cien naves de guerra y otras cien naves civiles. Mientras sus oficiales preparaban la armada, el Miskara se reunía con Car'das para aprender más órdenes para controlar a los droides. Después de eso, sin embargo, hizo encerrar a Car'das en la burbuja externa de proa de la nave que iría en vanguardia: Si Car'das les estaba llevando a una trampa, sería el primero en morir. De lo contrario, el Miskara prometió soltar a Car'das, liberar a los compañeros de éste, y probablemente no disculparse. Le dio la ocasión de reconocer que era todo una trampa, pero Car'das afirmó ser sincero.
Por supuesto, era una trampa.
Thrawn, maestro estratega, había manipulado la situación para que Car'das oficialmente escapase de su control, dando a entender a los otros chiss que Car'das era un espía sin filación. Thrawn sabía que Car'das iría a Geroon y guiaría a la flota vagaari hacia la base chiss en Crustai, de donde había huído. Thrawn les emboscaría a medio camino usando la red robada, en el mismo punto del espacio donde también emboscaría a otra nave enemiga en una ruta distinta: La nave republicana Vuelo Exterior. Thrawn se había asociado con la Federación de Comercio y otros agentes del lord sith Darth Sidious para eliminar Vuelo Exterior, controlada por los jedi y que suponía una amenaza para los intereses chiss.
Siguiendo el plan de Thrawn, Vuelo Exterior fue interceptada primero. Thrawn presentó un ultimátum al comandante de Vuelo Exterior, el Maestro Jedi Jorus C'baoth, pero éste subestimó el peligro: Thrawn era más probablemente un pirata y su flota visible, de apenas tres cruceros, cazas de apoyo y algún vehículo robado a la Federación, no era una amenaza para los seis cruceros acorazados combinados que formaban Vuelo Exterior. Las negociaciones fallaron y el enfrentamiento era inevitable.
Entonces emergió la flota vagaari. El Miskara reconoció la red robada y recriminó a Car'das haberle llevado a una trampa, ¡era demasiada casualidad que les hubiesen interceptado en esa ruta! Car'das alegó inocencia; el Miskara, dándole algo de cuartelillo, le lanzó macrobinoculares para que identificase la nave desconocida. Car'das explicó que sin duda había cientos de miles de droides a bordo, y se le ocurrió sugerir que podrían estar bien protegidos. El Miskara decidió que los vagaari eran conquistadores y que tomarían lo que quisieran.
Thrawn decidió esperar a que otro moviese ficha antes. Algunos a bordo de Vuelo Exterior creían que la flota vagaari podía ser un tercer jugador no afiliado con Thrawn, pero C'baoth los desestimó. El Miskara hizo que los vagaari emitiesen mensajes de amenaza en su idioma; cuando Car'das le explicó que no entenderían las palabras, el Miskara aceptó ponerle de traductor y ordenó a Vuelo Exterior rendirse a los vagaari. El Miskara aún no se había dado cuenta de que Thrawn les había llevado a una trampa.

Thrawn, aquí visto junto a la nave Vuelo Exterior, era la némesis de los vagaari.
C'baoth era partidario de no rendirse, pero uno de sus subordinados, Maestro Jedi Ma'Ning, observó los prisioneros en burbujas. C'baoth decidió entonces cómo contraatacaría: Mientras la flota vagaari se ponía en posición para atacar repitiendo el ultimátum por última vez… los jedi paralizaron todas las naves vagaari usando la Fuerza. Los comandantes y artilleros vagaari quedaron inmovilizados.
Thrawn aprovechó esa ocasión para lanzar sus cazas droide contra la flota enemiga, atacando tan de cerca que apuntaban al espacio entre las burbujas de los rehenes. Thrawn también activó remotamente los droides de guerra y hacer que asesinasen al Miskara y a los otros líderes vagaari: El Miskara, estúpidamente, había mantenido a sus nuevos juguetes cerca de su posición, ignorando que podían haber sido preprogramados.
Sin líder ni coordinación, los vagaari fueron prácticamente aniquilados y perdieron tres de cuatro naves en la batalla antes de conseguir la ocasión de retirarse al hiperespacio. Thrawn también destruyó Vuelo Exterior en el enfrentamiento.
El Miskara en 23 DBY: Este vagaari era el Miskara, líder de su civilización, en el año 23 DBY. Por entonces, la especie extragaláctica yuuzhan vong estaba preparándose para lanzar su invasión a gran escala a la civilización galáctica. Uno de los agentes de los yuuzhan vong contactó con el Miskara, y éste aceptó ayudar a los "Forasteros de Lejos" con los preparativos, porque los "Forasteros" también pretendían atacar a los enemigos de los vagaari.
A partir del año 23 DBY, y gracias al acuerdo del Miskara, los vagaari obtuvieron beneficios, incluyendo avanzada biotecnología yuuzhan vong y territorios conquistado que los yuuzhan vong habían arrasado, dejándolos indefensos.
Purpsh: Purpsh era un agresivo soldado vagaari activo en el 22 DBY.
Por entonces, los vagaari recordaban amargamente cómo, décadas antes, su flota había sido diezmada por el comandante chiss Thrawn en la batalla de Vuelo Exterior, y ansiaban venganza. Cuando en 22 dbY el Aristocra chiss Formbi descubrió los restos de la nave republicana Vuelo Exterior e inició una misión diplomática para visitarlo con sus aliados republicanos, los vagaari interceptaron la comunicación. El Comandante Supremo vagaari Estosh inició una misión de venganza: Los vagaari fingieron ser la inofensiva y paupérrima especie geroon, que había sido esclavizada por los vagaari y liberada en la batalla de Vuelo Exterior, y pidieron permiso para acompañar a la misión chiss en peregrinaje para honrar a sus salvadores. Cuando estuviesen en Vuelo Exterior, Estosh pretendía revelar la presencia secreta de cientos de guerreros vagaari ocultos en su nave colonia, tomar la nave diplomática de Formbi Enviado Chaf e iniciar la guerra contra los chiss.
Purpsh estaba entre los vagaari que fingían ser geroons, bajo el mando del Primer Delegado Bearsh del Remanente Geroon (en realidad un general vagaari). Una de sus misiones fue ocultar una grabadora de navegación en el Enviado Chaf para que los vagaari tuviesen una ruta de regreso a través de la zona difícilmente navegable llamada el Reducto, donde estaban los restos de Vuelo Exterior. Estosh, fingiendo ser un joven e inexperto geroon, distrajo a un diplomático para que no pillase a Purpsh con las manos en la masa.
Cuando el Enviado alcanzó el planetoide donde estaba Vuelo Exterior, un grupo reducido de cuatro geroons acompañó a la delegación (Estosh quedó atrás para activar a los guerreros). Purpsh iba con este grupo, acompañado por Bearsh, y todos llevaban ropas de gala primitivas. Las ropas incluían un temible depredador domesticado llamado wolvkil, a modo de chal, que parecía muerto merced a un collar de éstasis; se trataba de un arma secreta que los vagaari pretendían utilizar en el momento clave.
Ese momento se retrasó porque la delegación encontró un grupo de Supervivientes que llevaban dentro de los restos navales desde los tiempos de la batalla. Estos náufragos, hostiles a los intrusos, intentaron primero encerrarles y depsués dialogaron con ellos. Purpsh y sus colegas fingieron ser sumisos alienígenas, en contrapunto con los imponentes oficiales chiss.
Al fin, Bearsh interrumpió la negociación, quitándose el wolvkil y golpeándolo contra una mesa. Purpsh y sus otros colegas le imitaron. Cuando los vagaari rompieron los collares de sus criaturas, éstas se tornaron salvajes depredadores que pusieron en jaque a los presentes. Purpsh y sus dos colegas atacaron en grupo a un guardia nativo y aprovecharon la superioridad numérica: Le sujetaron la mano armada, le tiraron al suelo y golpearon varias veces su cabeza contra la cubierta. Uno de los tres vagaari fue herido por un disparo chiss; los otros dos le aplicaron unguentos curativos más tarde.
Cuando los vagaari aseguraron su supremacía sobre esa zona, Bearsh tomó la palabra y reveló su verdadera especie. Explicó que Purpsh era partidario de ejecutar a los prisioneros en el momento y disfrutar sus gritos; pero Bearsh quería hacerles sufrir de otra manera e impuso su opinión. Los vagaari se retiraron para reunirse con el resto de su grupo.
En cuanto los chiss y sus invitados jedi se reagruparon, empezaron a plantar cara a los vagaari, dentro de las ruinas de Vuelo Exterior. Aparentemente todos los vagaari implicados en la misión murieron ante este enemigo, pero no está claro cómo cayó exactamente Purpsh.
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General Bearsh

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Este vagaari era un general a las órdenes del Comandante Supremo Estosh en el 22 dbY. Particularmente bien preparado, Bearsh era un consumado actor y sabía hablar minnisiat, popular lengua de comercio de las Regiones Desconocidas, y también Básico, el idioma de la República Galáctica.
En el 22 dbY, Bearsh participó en una misión liderada por Estosh y con el propósito de vengar la humillación que, décadas atrás, los vagaari había sufrido ante el comandante chiss Thrawn en la batalla de Vuelo Exterior. Por entonces, los vagaari había tomado el planeta de los geroon y conquistado a la especie y, en represalia, Thrawn les atacó y redujo la flota vagaari a un cuarto de su magnitud inicial. En el proceso, Thrawn también destruyó una operación colonial de la República, Vuelo Exterior. Tras la batalla, Vuelo Exterior se había perdido en la zona espacial difícilmente navegable llamada el Reducto, y los vagaari se habían escondido; prácticamente nadie quedaba con vida que hubiese visto un vagaari.
Casi cincuenta años había pasado cuando el Aristrocra chiss Formbi encontró los restos de Vuelo Exterior e inició una misión diplomática para visitarlos junto con representantes de la República, para entonces aliados de los chiss. Cuando los vagaari interceptaron mensajes sobre esta misión, decidieron aprovecharla para vengarse de los chiss y atacarles, robando la nave de Formbi y usándola contra los chiss.
Para acercarse disimuladamente a la misión, los vagaari fingieron ser el Remanente Geroon, una comunidad indigente de nómadas que se habían visto forzados a abandonar su planeta porque los conquistadores vagaari lo habían dañado más allá de toda posible reparación. Sólo les quedaba una vieja nave científica clase Paskla, donde vivían los sesenta mil geroon supervivientes, en un entorno abarrotado y parcheado chapuceramente, que incluía brechas en el casco en ciertas zonas selladas. Bearsh mismo era el Primer Delegado y portavoz de la comunidad; Estosh parecía ser sólo un jovenzuelo que había vivido en el espacio desde su nacimiento. El Remanente solicitaría humildemente permiso para acompañar la misión y así honrar a los héroes de Vuelo Exterior, que les habían ayudado en su momento de necesidad.
Todo esto era mentira. Las zonas aisladas de la nave podían volver a sellarse con poco esfuerzo, pero desalentaban un análisis detallado. Eso era porque ocultaban a trescientos soldados vagaari en animación suspendida, que esperaban pacientemente a que uno de los vagaari les despertase. Los vagaari incluso habían preparado metraje de niños de su especie jugando para emitirlo como decorado en las comunicaciones, dando la imagen de una nave colonial abarrotada.
No era posible meter armas tradicionales a bordo, porque los chiss las detectarían. Los vagaari usarían armas biológicas, incluyendo un temible depredador llamado wolvkil que los chiss creían extinto. Algunos vagaari llevarían wolvkils aparentemente muertos a modo de chal con sus ropas de gala; les bastaría con quitar o romper el collar de estas bestias entrenadas para que despertasen. Bearsh además se había cercenado un brazo para reemplazarlo con una prótesis que hospedaba una colonia de insectos schostri, de letal aguijonazo.
Cuando los supuestos geroon se presentaron a los vagaari, el rol de Bearsh como un sumiso y patético geroon resultó convincente: Formbi aceptó que el Remanente Geroon les acompañase en su misión, e incluso trató a Bearsh como a uno de los diplomáticos invitados, permitiéndole asistir a una cena razonablemente elegante con otros embajadores. Durante la cena, Bearsh conoció a Luke Skywalker, uno de los representantes de la República y uno de los dos jedi invitados. Con ceremoniosa humildad, Bearsh pidió a Skywalker la ayuda de la República para encontrar un nuevo mundo que los geroon pudiesen colonizar. Bearsh fue tan rastreo que Skywalker llegó a encontrarle cómico, precisamente el efecot deseado.
Skywalker aceptó echar un vistazo a la cartografía neorrepublicana con los geroon. Teatralmente, Bearsh alegó que entrar en las habitaciones de un jedi era un honor demasiado grande para él, pero aceptó ofrecer la humilde hospitalidad de la nave geroon al jedi. Una vez allí, Bearsh se expresó de forma poco técnica, resaltando su ignorancia. Estosh se unió a la reunión sin ser invitado, dando una imagen de poca sofisticación pero de buen corazón.
Evidentemente, esto también era una trampa: Los vagaari había descubierto que los embajadores del Imperio de la Mano tenían los planos originales de Vuelo Exterior. Estosh quería robarlos y estudiarlos; pero necesitaban un bloc de datos compatible para leerlos. El bloc de datos que Skywalker les proporcionó era válido. Los vagaari aprovecharon también la reunión para robar el manual, con un pequeño sabotaje para distraer la atención.
Cuando la nave salió del hiperespacio en la estación espacial chiss de Brask Oto, Bearsh y los otros geroon fueron corriendo a ver al Aristocra ataviados con sus trajes de gala, convencidos de que habían llegado a su destino. Formbi explicó a ellos y a los demás invitados que estaban a punto de entrar en el Reducto y que no podía garantizar su seguridad, así que daba a todos la opción de retirase. Bearsh, ya calmado, decidió que estaban dispuestos a continuar su peregrinaje. A instancias de Formbi, aceptó dejar atrás la nave principal geroon, que estaba en muy mal estado para ese viaje, y se llevó sólo una lanzadera. En realidad, la nave geroon serviría a los vagaari como foco para lanzar un ataque con cazas contra la estación Brask Oto poco después.
Bearsh realizó más actividades de sabotaje utilizando pequeños animales ocultos en su ropa: Las enredaderas eran alimañas que podían meterse en los cableados de una nave e inutilizarla. Con tantos invitados a bordo, los chiss eran incapaces de acusar abiertamente a los supuestos peregrinos geroon.
Los vagaari prepararon una acción para asegurar que Estosh quedase a bordo del Enviado cuando se enviase una delegación al Vuelo Exterior: Los vagaari robaron un arma chiss y dispararon a Estosh en el hombro cuando éste bajaba de la lanzadera geroon. Después, los vagaari se ocultaron en la lanzadera, temblorosos y afirmando que temían una conspiración chiss contra ellos.
Cuando todos los delegados encontraron al plañidero Estosh, los jedi convencieron a Bearsh para que bajase, cosa que él hizo tentativamente y nervioso. Bearsh analizó la herida de Estosh y confirmó que, aunque dolorosa, no era letal. Los jedi decidieron que entonces era mejor no usar poderes curativos de la Fuerza sobre Estosh; Bearsh dedujo que consideraban a los geroons indignos pacientes, pero Skywalker explicó que, sin conocimiento de la biología de la especie, el poder curativo podía ser peligroso para el paciente. Formbi insistió en llevar a Estosh a la enfermería de su nave; Bearsh rechazó inicialmente la ayuda, pero Formbi firmemente hizo valer su autoridad en su propia nave.
Poco después, el Enviado Chaf llegó al planetoide donde estaban los restos de Vuelo Exterior. Formbi invitó a Bearsh y a los otros delegados al centro de mando para que contemplasen los restos medio enterrados. Una vez más pretendiendo ser inculto, Bearsh preguntó si las naves eran capaces de moverse bajo tierra.
Formbi organizó un aterrizaje en una colina cercana, desde la cual conectarían el Enviado con el Vuelo Exterior con un umbilical (no había atmósfera en el planetoide) y entonces llevarían a cabo una ceremonia a bordo en la que los chiss formalmente devolverían los restos de la nave a la República. Bearsh solicitó que los geroon participasen en la ceremonia; Formbi delegó en el embajador neorrepublicano Dean Jinzler esa decisión, y Jinzler aceptó porque él era muy majo.
Sólo cuatro geroons podrían ir, incluidos Bearsh y Purpsh. Los chiss les ofrecieron trajes de vacío, pero Bearsh los rechazó porque sus tradiciones requerían la ropa ritual adecuada, que no podía llevarse debajo de esa otra (Sí, sí, tradiciones, lo que querían era llevar el wolvkil). Bearsh y Estosh fingieron discutir en su idioma sobre la posibilidad de que Estosh fuese, que fue descartada.
Una vez a bordo, mientras Formbi daba su discurso, Bearsh susurraba por su enorme comunicador en lengua vagaari, como si estuviese narrando la ceremonia a los "geroon" en la nave; en realidad estaba reportando detalles en preparación para el inminente ataque. Entonces, Skywalker reveló que habían detectado, gracias a sus poderes, una comunidad de Supervivientes a bordo de los restos de la nave. Todos estaban sorprendidos, pero comprendían la necesidad de establecer contacto. Bearsh insistió en que los "geroon" debían ver a los Supervivientes para homenajearles en persona. Finalmente, el grupo exploró la nave, con los geroon cerca de la retaguardia.
Lo primero que encontraron fueron restos de los daños, que impresionaron a Bearsh. Después vieron un dron autónomo, que impresionaba a los vagaari. Bearsh y los otros supuestos geroon decían conocer historias sobre los droides, como los droidekas y otros modelos militares, que ellos consideraban armas poderosas. Más tarde Skywalker encontró trampas ocultas que habían escapado al ojo de Bearsh. No tardaron en llegar a los restos de una sala táctica. Aunque Bearsh sin duda sabía lo que era, preguntó al respecto; el comandante Chak Fel, embajador del Imperio de la Mano, explicó que era un lugar para coordinar el combate con varias naves como probablemente habían usado los vagaari contra los geroon.
Los Supervivientes se mostraron parcialmente para guiar a los intrusos una trampa y encerrarles en ascensores, y lo lograron pese las precauciones tomadas. Bearsh y algunos vagaari, includo Bearsh, quedaron encerrados en el Ascensor Número Cinco junto con Formbi, Jinzler y la ayudante de Formbi, Feesa. Feesa sabía que los geroon eran en realidad piratas vagaari, y se asustó al estar en una situación desesperada junto con ellos.
Un mando Superviviente, Jorad Pressor, se comunicó con el Ascensor Número Cinco por megafonía. Los vagaari fingieron estar aterrado, con Bearsh medio acurrucado junto a la puerta, repitiendo una letanía mientras golpeaba inútilmente los controles y agarraba a otro de los vagaari. Pressor quiso hablar con Jinzler, pero los demás le pidieron que no les abandonase en el ascensor (Feesa en concreto temía por su vida; los vagaari sólo fingían ser patéticos). Pressor aceptó que algunos de los demás, includo Bearsh, asistiesen sin voz a su reunión.
El encuentro no fue en absoluto jovial, con Pressor admitiendo que consideraba matar a todos los intrusos; Bearsh se removió en su asiento fingiendo asustarse, pero se quedó quieto cuando Jinzler le miró. Jinzler, buen e inteligente diplomático, convenció a Pressor para que les permitiese visitar la colonia en vez de matarles; pero de momento Pressor se negó a ayudar a los recién llegados o a liberar a sus amigos. Cuando permitió a Bearsh reunirse con los otros "geroon", todos ellos se abrazaron como si hubiesen pasado años desde su anterior encuentro. Pressor desestimó a los vagaari, con sólo una mirada casual a los curiosos wolvkil que llevaban, y se centró en ser hoscamente educado con Formbi; los Supervivientes desconfiaban de los chiss de piel azul.
Pressor llevó a todos ante su jefe, el Director Chas Uliar, y su séquito. Presentó a los líderes, incluido Bearsh, y cedió a Uliar la guía de la zona. Uliar acusó a los chiss de haber destruido su colonia y de haber vuelto para acabar con ellos o con algún otro fin malvado; Formbi alegó su inocencia, y Bearsh intervino para afirmar su propósito de honrar a Vuelo Exterior. Como Pressor, Uliar fue indiferente con los "geroon" y hostil con el resto, revelando en su conversación valiosos datos sobre cuánta gente quedaba con vida.
Uliar y sus consejeros se reunieron con los invitados en una espartana sala de reunión. Bearsh se encorvaba ligeramente, aparentemente desilusionado, y permitía a los chiss llevar la negociación sobre qué hacer con sus vidas. El comunicador de Bearsh pitó; él fingió ignorarlo peor en realidad era la señal de Estosh. Era el momento:
Bearsh murmuró "Como fue al principio, así es al final", movió su cabeza hacia atrás, se quitó el wolvkil y lo golpeó contra su mesa. Sus tres compañeros le imitaron. Bearsh continuó: "Una vez víctimas, ahora vencedores", dijo mientras rompía el collar de su wolvkil y éste cobraba vida, asustando a algunos presentes. Los otros vagaari liebraron a sus propias bestias. Bearsh dio una orden a los animales en su idioma; Uliar, que había oído la lengua vagaari en los comunicadores durante la batalla de Vuelo Exterior, comprendió a qué se enfrentaban.
Los wolvkils y los vagaari atacaron a los presentes, tomando el control de la situación con tanta eficiencia que Bearsh se podía permitir quedarse al margen, supervisando con las manos en las caderas. Jinzler gritó a Bearsh que les detuviese, pero para entonces el sumiso geroon se había vuelto arrogante y severo: Bearsh prometió que Jinzler moriría, pronto o más tarde según sus acciones. Jinzler, mucho más grande y corpulento que Bearsh, intentó ataacr al vagaari; pero éste se movió rápido y se preparó para liberar los insectos schostri ocultos en su brazo. Jinzler no fue capaz de impedirlo. El enjambre rodeó al arrogante vagaari como una nube y éste altivamente dio la espalda al humano, sabiendo que Jinzler no podía alcanzarle.
Jinzler observó un bláster en el suelo, de un guardia que había sido ya derrotado. Consideró cogerlo y plantar cara; pero entonces Formbi le llamó: Él, Feesa, Uliar y dos de sus consejeros habían improvisado un pequeño fortín con el escaso mobiliario, y pedían a Jinzler que se uniese a ellos. De Bearsh se dio cuenta de la situación, cogió el bláster y ordenó a Jinzler, como a un animal doméstico, que fuese con los otros prisioneros.
Desde esa relativa seguridad, Jinzler intentó interrogar a Bearsh. Bearsh dijo que todos su prisioneros morirían, y que Purpsh proponía ejecutarles al momento pero que Bearsh de momento no iba a hacerlo. Para entonces, decía Bearsh, los jedi e imperiales debían haber caído por causa de un sabotaje con enredaderas en los ascensores; y las comunicaciones de todos los bandos habían sido interferidas. Formbi, herido pero flemático y caballeroso, ofreció su nave a Bearsh a cambio de que permitiese vivir a los Supervivientes; pero Bearsh se ofendió por el intento de soborno. Bearsh decidió retirarse con sus tropas, pero dejando atrás a los wolvkils, con orden de atacar a los prisioneros si intentaban escapar. Uliar reveló entonces, sin que Bearsh intentase negarlo, que se estaban enfrentando a vagaari.
Mientras tanto, Estosh había lanzado a los cientos de guerreros vagaari, que tomaron el control del Enviado y atacaron los acorazados de Vuelo Exterior. Rápidamente Estosh comprobó que uno de los acorazados podía ser reparado y utilizado como nave independiente, si su gente conseguía dinamitar los pilones que conectaban ese acorazado a los otros.
Cuando Bearsh se hubo ido de la sala de reunión, los prisioneros utilizaron astucia y capacidades desconocidas para los vagaari para hacerse con un comunicador. Así contactaron con los imperiales y los jedi, que habían sobrevivido a las trampas y emboscada vagaari, y planearon una defensa.
Bearsh se reunió con un pelotón de siete soldados vagaari con armaduras, wolkvils y armas variadas saqueadas del Enviado Chaf y de Vuelo Exterior. Bearsh tomó el mando de la unidad y avanzó con ellos por un corredor, y allí topó con Pressor y los dos jedi. Pressor ordenó el alto del grupo y apuntó a Bearsh con su arma; pero los soldados vagaari se ubicaron en formación para disparar. Skywalker, intentando negociar con Bearsh, hizo que Pressor bajase su arma. Bearsh insistió en que, ya que los jedi se habían salvado, no tardarían en morir de forma aún más desagradable. La compañera jedi de Skywalker, Mara Jde, intentó interrogar sutilmente a Bearsh tirándole de la lengua. Bearsh explicó que los vagaari habían venido para vengarse, pero no entró en detalles sobre su plan y criticó a los humanos por permitir que una mujer dirigiese la conversación. Cuando vio que no podía obtener beneficio de ese encuentro, Bearsh ordenó a dos wolvkils matar a los jedi.
Los wolvkils saltaron contra los jedi, pero Jade usó su sable laser y cortó a ambas bestias por la mitad sin dificultad. Bearsh se quedó paralizado un momento, demasiado anonadado, pero recuperó el control sobre sí mismo y ordenó a sus tropas disparar. El sable de Jade deflectó todos los disparos, y los poderes de Skywalker activaron los centros de sueño de los wolvkils. Bearsh ordenó intensificar el ritmo de fuego, consiguiendo sólo que los jedi empezasen a herir y matar a sus tropas. Viéndose superado, Bearsh escapó, no sin que Pressor viese hacia dónde. Sin embargo, Pressor y los jedi no siguieron a Bearsh, sino que fueron a liberar a Jinzler y los otros prisioneros.
Los jedi y sus aliados fueron recuperando el control sobre ciertas zonas y, después de derrotar a varios vagaari, usaron uno de los comunicadores vagaari para intentar contectar con Bearsh. Estosh tomó el recado porque "el General Bearsh no está disponible ahora", según dijo. Aún más desdeñoso que Bearsh, Estosh reveló su implicación y dio más información a los jedi.
Los vagaari consiguieron hacerse con un acorazado y despegar, dejando varados a los jedi, chiss y Supervivientes sin ninguna nave. Bearsh y Estosh iban a bordo, con Estosh al mando del navío. El acorado debía ir a Brask Oto para unirse al resto de la flota vagaari en su primer ataque a los chiss.
Sin embargoo, Estosh sospechaba que los jedi podrían volver a plantarles cara y mantuvo a los vagaari en alerta. Bearsh estaba al mando de una docena de tropas, en uno de los grupos que interceptarían a los jedi si éstos, de algún modo, conseguían abordar el acorazado en el hiperespacio. El lugar de la escaramuza tendría unas pequeñas bombas pegadas a los muros para utilizarlas de modo táctico.
Como no podía ser de otra manera, los jedi lograron subir a bordo del acorazado y avanzaron, derrotando a varios grupos de vagaari antes de encontrar al pelotón de Bearsh; los jedi detectaron a los vagaari usando sus poderes, antes de que los vagaari supieran de su presencia. Para entonces acababan de matar a otros soldados vagaari, y Jade utilizó sus poderes telekinéticos para mover un cadáver vagaari a modo de títere poco realista y enviarlo en una carga contra los soldados de Bearsh. Eso asustó a algunos soldados, sorprendió a otros para que revelasen su posición, y en todo caso dio la iniciativa a los jedi.
Los jedi atacaron con fuerza y mataron a todos los vagaari en ese encuentro. Sólo después Skywalker reconoció a Bearsh entre los caídos. Los jedi se plantearon porqué un general, oficial de alto rango, había liderado personalmente un ataque así. Nunca se supo con certeza.
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Curiosidades

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Los vagaari aparecieron por primera vez en la novela Survivor's Quest (2005, T. Zhan), en que habla del descubrimiento de los restos de Vuelo Exterior y el plan de los vagaari haciéndose pasar por geroons; sólo al final de la novela ellos revelan su natural. La novela posterior Outbound Flight (2007, T. Zhan) cuenta en retrospectiva el enfrentamiento entre Thrawn y los vagaari, en que ellos sufrieron la ignominia que les motiva en Survivor's Quest. The Essential Reader's Companion (2012, P. Hidalgo) incluye resúmenes de sendas novelas; en la lista de personajes clave de Survivor's Quest, Bearsh es identificado como "geroon", entrecomillando la especie.
Veinticuatro artículos de The Complete Star Wars Encyclopedia (2008, varios autores) mencionan a los vagaari; aunque extrañamente los vagaari no son citados en los artículos sobre el Enviado Chaf, Dean Jinzler o Dubrak Qennto.
The New Essential Chronology (2005, D. Wallace y K.J. Anderson) menciona, en sus páginas 47 y 48, el desastroso encuentro de Vuelo Exterior con Thrawn y los chiss, pero sin pasar por detalles de los vagaari. Sin embargo, en las páginas 196 a 198, habla más del mismo tema al explicar el descubrimiento de los restos de Vuelo Exterior.
The Essential Atlas Online Companion ubica la Miasma de Kharmort en la casilla H9 del mapa galáctico visto en The Essential Atlas (2009, J. Fry y D. Wallace); sin embargo, no se sabe en qué punto de H9 se encuentra, así que no es posible estimar su posición en ninguno de los mapas del libro.
El libro de juego de rol para la edición Saga The Unknown Regions (2010, S. Hershey, R. Thompson & D. Wallace) incluye una descripción detallada de los vagaari para su uso en el juego, expande la información disponible de la especie y los menciona en varias secciones, además de incluir fichas de un infiltrador vagaari genérico y del crucero Surfeik; reglas para la red de naves, para los escudos vivientes, para los lanzaproyectiles del Surfeik, y para el idioma; y las características excepcionales de la especie vagaari, como sus capacidades de aterrar, engañar y usar conocimiento de biología. Los personajes vagaari no están disponibles para los jugadores en condiciones normales porque su especie no suele ser encontrada. Por algún motivo, los vagaari saben idioma vagaari y sy bisti al inicio, pese a que en las dos novelas nadie encuentra a un vagaari que hable sy bisti.
El libro también incluye sugerencias para incluir a los vagaari en las campañas de rol, por ejemplo: Los personajes jugadores no conocen a los vagaari y tienen un primer contacto en que los vagaari intentan engañarles; su crueldad y su cultura resulta una sorpresa. Los chiss están en guerra abierta contra los vagaari y, cuando los jugadores encuentran un grupo de chiss, éstos los toman con el enemigo. Alternativamente, los vagaari están en guerra contra los tofs (pese a que tales especies viven en zonas muy lejanas) y los jugadores acaban en el fuego cruzado. Los personajes jugadores podrían haber perdido a sus seres queridos en un ataque vagaari, o sus naves ser interceptadas por los generadores gravitatorios para un abordaje en que se enfrentasen a las bestias de ataque vagaari.
Existen también algunas incongruencicas entre las fuentes, incluyendo las siguientes:
The Unknown Regions dice que los vagaari hicieron exploraciones interestelares para descubrir otras especies; pero también dice que los rakata conquistaron su mundo antes de 30.000 abY; el artículo sobre los vagaari en la Encyclopedia dice que los vagaari "dejaron su mundo atrás". He intentado unificar todas estas entradas.
El artículo sobre los vagaari en la Encyclopedia dice que ellos desarrollaron los proyectores de campo gravitatorio; pero su entrada en The Unknown Regions dice que los obtuvieron robándolos.
En relación al redescubrimiento de Vuelo Exterior: Según la página 196 de The New Essential Chronology, Formbi revela que los chiss habían sabido desde el principio que los vagaari se hacían pasar por geroons. El capítulo 22 de Survivor's Quest insiste en que sólo Formbi y Feesa sabían esto.
El artículo de Bearsh en la Encyclopedia dice que estaba entre los cuatro vagaari que acompañaron a Bearsh en su misión. El capítulo 16 de Survivor's Quest menciona que Bearsh iba acompañado por tres vagaari.
El artículo sobre el soldado Watchman en Encyclopedia dice que la unidad Aurek-Siete recibió daño grave causado por vagaaris, pero permaneció intacta a lo largo de la lucha. El artículo sobre Chak Fel en el mismo libro, coincidiendo con el capítulo 21 de Survivor's Quest, explica que el comandante de la unidad, Chak Fel, murió por heridas sufridas en ese combate.
El artículo de Feesa en Encyclopedia dice que Mara Jade, con la ayuda de Feesa, consiguió que los vagaari atacasen primero a los chiss. Leyendo Survivor's Quest, hizo falta bastante más gente para conseguirlo.
La página 53 de The Essential Atlas dice que, en 21 DBY, después de las guerras contra los vagaari, los chiss tuvieron unos cambios políticos. Sin embargo, según The Unknown Regions y The Essential Reader's Companion, la guerra contra los vagaari que se inicia en el año 22 DBY.

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Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
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