Durante el conflicto entre la Nueva República y los yuuzhan vong, Ithor ha sido la sede de una de las batallas más sangrientas.
Todo empezó después de la caída en desgracia del comandante de la flota vong, Nom Anor, después de varias meteduras de pata. Fue ascendido a su puesto el comandante Shedao Shai, heredero de una gran tradición militar vong. Shedao Shai era descendiente directo del famoso Mongei Shai, uno de los primeros vong que llegaron a la entonces galaxia del Imperio. El cadáver de Mongei Shai había caído en manos de la Nueva República, que lo utilizaba para estudiar a los yuuzhan vong. Esto le parecía bastante mal a Shedao, que ya había tomado medidas un par de veces antes para hacerse con el cuerpo.
Esto le había valido las críticas de su segundo al mando, Deign Lian. Lian se pasaba el rato recordando a Shedao Shai que debía concentrarse en la invasión y no en temas familiares. Además, a espaldas de Shai, Lian conspiraba contra él. Como no se caían nada bien, Shai había destinado a Lian a la nave Orgullo Brillante, mientras él se quedaba en el gran crucero kor chokk Legado de la Tormenta.
Shai lideró a los ejércitos vong en la batalla de Garqi. Fue durante ese conflicto que, en los Jardines Xenobiológicos de Pesktda, Corran Horn y Jacen Solo descubrieron accidentalmente que el pólen de los árboles bafforr era letal para las armaduras de cangrejo vonduun que usaban los vong. Ante los ojos de Horn, los vonduun de sus atacantes se hinchaban y mataban al usuario. Uno sólo de los vong que fueron testigos de esto, Runck Das, recibió la orden de huir e informar al comandante Shai de este descubrimiento.
Era un descubrimiento que Horn intentó mantener en secreto para los oficiales vong, pero no hubo manera: Das logró escapar e informó a Shai.
Shai se sintió preocupado por este descubrimiento. Era prácticamente imposible a estas alturas modificar el sistema de defensa de los guerreros vong y prescindir del vonduun, y tampoco parecía fácil modificar a los vonduun. Sólo había una alternativa, y ésa era impedir a la Nueva República el acceso a su suministro de cosas boffurr de ésas.
Ithor debía caer.
Desde la posición vong en Garqi, Ithor estaba a tiro de piedra, sobre todo si antes se tomaba Agamar, y quizá Dathomir, para facilitar el acceso a Ithor.
Pero la Nueva República no iba a permanecer ociosa durante ese tiempo. Pese a que, aún entonces, en el Senado había quien se cuestionaba si los yuuzhan vong eran realmente una amenaza, algunos estaban dispuestos a pactar con el mismísimo diablo por impedir una desgracia.
El almirante neorrepublicano Traest Kre'fey contactó con el almirante Gilad Pellaeon, del Resto Imperial. Los vong ponían en peligro la existencia de todas las especies de la galaxia, no sólo de los bafforrs. Kre'fey comprendía que iba a necesitar toda la ayuda que podía conseguir, y el Resto Imperial aún contaba con un par de naves comandante que podían ayudarles. Kre'fey y Pellaeon establecieron nuevas tácticas para la ocasión.
Además, Kre'fey consiguió la colaboración de los jedis de Luke Skywalker, para proteger a los bafforrs de los guerreros vong. En esta actividad contarían con el apoyo del Escuadrón Alcance, liderado por Kapp Dendo.
Kre'fey quería también apoyo de cazas, y no le costó mucho convencer al Escuadrón Pícaro para que lo pusiera. Más aún: Wedge Antilles convenció a su sobrino Jagged Fel para que aportase la Fuerza Púa, compuesta casi íntegramente por pilotos chiss.
No todos los que se metieron en la batalla fueron tan bien recibidos. El primo de Kre'fey, Borsk Fey'lya, consideró que sería un buen movimiento político el estar a bordo de la nave insignia de la Nueva República durante la batalla de Ithor, y presionó a Kre'fey para conseguirlo. Kre'fey no tuvo más remedio que dejarle subir a su crucero de asalto, el Ralroost, pero tuvo cuidado de ponerle donde menos daño pudiera hacer.
Porque habría daños, y graves. Shai se encargaría de ello. En la primera etapa del ataque, Pícaro Doce, el coreliano Anni Capstan, fue abatido por los vong. Los guerreros de tierra se marcarían varios tantos contra los jedi, entre los que destaca la twi'lek Daeshara'cor, muerta por un anfipalo enemigo ante los impotentes ojos de Anakin Solo. Otor jedi, Wurth Skidder, resultó herido de suficiente gravedad para tener que abandonar la lucha, aunque sobrevivió con ansias de venganza.
De nuevo en el espacio, los vong lograron atravesar los escudos del Ralroost y estrellar una nave contra su casco, lo cual costó la vida de la oficial de comunicaciones Arr'kya. Jagged Fel exigió que dos de sus pilotos chiss se retirasen para informar a su padre sobre los vong, mientras él se quedaba atrás como contacto de los Pícaros.
Todos esos sacrificios fueron realmente significativos: Los yuuzhan vong no lograban avanzar sobre Ithor. Las naves eran mantenidas a raya, los guerreros eran derrotados. Pero, aún así, Shai no se retiraba, sobre todo cuando reconoció uno de los sables de luz que se alzaban contra él como el arma de Corran Horn.
Shai sugirió decidir el destino de Ithor en un duelo personal entre él mismo y Corran Horn. Si Horn le derrotaba, él renunciaría a Ithor. Por otra parte, si él vencía a Horn, exigía a cambio los restos de Mongei Shai. Como resulta obvio, Horn y Shai se conocían de antes, y de hecho Horn le guardaba cierto rencor por la muerte de Elegos A'Kla (hasta el punto en que Horn corría peligro de caer en el lado oscuro de la Fuerza por su odio hacia Shai). Por supuesto, el duelo sería a muerte.
Horn aceptó el desafío, y ambos bandos se retiraron a lamerse las heridas y a reunir refuerzos. Los dos combatientes se prepararon. No fueron los únicos: El almirante Kre'fey no confiaba en los yuuzhan vong y ocultó el crucero interdictor capturado Arco Iris de Corusca tras una de las lunas de Ithor. Con el crucero interdictor, las naves vong no podrían entrar en el hiperespacio y escapar.
La lucha entre Horn y Shai fue brutal. Shai era un guerrero de primera categoría, pero Corran contaba con el poder de la Fuerza. Además, el odio que sentía hacia Shai por la muerte de A'Kla le ayudó durante el enfrentamiento. Por los pelos, Horn consiguió matar a Shai.
Por otra parte, eso hacía que el mando de toda la flota vong cayese de pronto en los hombros de Deign Lian. Algunos historiadores dicen que Lian ni siquiera esperó a que Shai hubiese muerto para traicionarle.
De cualquier modo, Lian soltó un arma biológica sobre Ithor, aniquilando toda la vida vegetal y buena parte de la vida animal sobre el planeta. Los vong sólo quería destruir los bafforrs, pero poco les importaban los daños colaterales. Después de eso, en opinión de Lian, la flota vong no tenía más que hacer en la zona y podían retirarse.
No llegaron muy lejos: El Arco Iris de Corusca impidió a los vong hiperescapar de las fuerzas republicanas. Rápidamente, Kre'fey y Pellaeon bombardearon a los confusos vong con fuego láser pesado. El Hijo de la Agonía se convirtió en un casco vacío que orbitaba Ithor como una nueva luna. Mejor todavía: El Legado de la Tormenta perdió sus sistemas de motor y cayó en la superficie de Ithor. Por desgracia, eso inflamó el fango infestado de bacterias en Ithor, provocando que el planeta entero ardiese como una estrella durante varios días hasta consumirse totalmente.
Las fuerzas vong fueron gravemente vapuleadas en esa batalla, sobre todo después de que su nuevo comandante Deign Lian cayese en la lucha. Se retiraron como supuestos perdedores, pero el planeta Ithor resultó un precio muy alto por esa infeliz victoria.
Con las muertes de Shai y Lian, los vong tuvieron que buscarse nuevos comandantes. El joven oficial vong Sata'ak fue ascendido por el mismísimo comandante supremo de la flota vong, Nas Choka, por su valor en la batalla de Ithor. Mientras tanto, la prensa ponía a parir a Corran Horn, llamándole "el hombre que destruyó Ithor" por su papel en la muerte de Shai.
Cierto es que muchas de las formas de vida nativas de Ithor, sobre todo los ithorianos, tenían una cantidad de representantes en otros mundos, pero en la actualidad se debe considerar que todas ellas están en peligro de extinción. Es incluso posible que, si los vong dejan de ser una amenaza algún día, todo el planeta pueda reforestarse. Para conseguir esta victoria con más facilidad, la Nueva República no tardó en asegurar la supervivencia de los bafforrs trasladando bafforrs jóvenes y semillas a otros mundos, como Borleias.
Ithor puede ser un mundo clave para la victoria, pero ahora es un mundo devastado por la guerra.
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