Los cereanos son una raza alienígena casi igual a los humanos en su apariencia externa, con la única excepción de sus cabezas.

Un cereano tiene una cavidad craneal que se extiende entre 12 y 20 centímetros por encima de sus frentes. Es frecuente que este cráneo alargado se vea coronado con un penacho de cabello de modo similar a los weequays; sin embargo, y pese a que los cereanos no tienen vello en el resto de la cavidad craneal, presentan vello facial de un modo exactamente igual a los humanos.

En el interior del cráneo alargado hay sendos cerebros binarios, que dan a los cereanos una capacidad avanzada para el pensamiento y la meditación. La fisiología cereana satisface las necesidades biológicas de su segundo cerebro, con un segundo corazón, también protegido por el cráneo.

Esta presencia de un segundo cerebro hace que los cereanos sean especialmente brillantes e intuitivos, y les da la capacidad de reaccionar más rápido que una persona normal. Algunos han teorizado que es una forma de precognición de bajo nivel, pero no existen evidencias al respecto.

No está claro qué circunstancias planetarias impulsaron a la evolución de una especie tan característica como los cereanos. Después de todo, Cerea es un mundo boscoso y templado, aparentemente no muy distinto a otros mundos. Otras criaturas nativas de Cerea son una especie de babosa rosada con hocico largo conocida como oorg, a la que los cereanos pastorean, y un ave depredadora muy alta, cubierta de plumas blancas, azules y grises, llamada aryx, que los cereanos utilizan como montura. El aryx no puede volar, pero da largas zancadas. Es un depredador que usa su enorme pico para morder y destrozar a su presa. Los cereanos saben que un aryx puede volverse contra su amo si éste les trata mal, por lo que suelen ser respetuosos con estas criaturas.

Respecto a la flora cereana, conocemos un árbol parecida al sauce, el roali, y una flor llamada isnr, y si las conocemos es sólo porque algunos cereanos utilizan esas palabras como nombre y se nos ocurrió preguntar qué significan.

Existe una circunstancia atmosférica particular de Cerea, y tal vez de algún otro planeta desconocido, pero en principio suponemos que sólo de Cerea. En la atmósfera existe un oligoelemento llamado malio en una concentración de unas pocas partes por trillón. Esta circunstancia única permite el crecimiento de la hierba tecava, que se utiliza para producir guilea. A su vez, la guilea es un extracto famoso en la galaxia, y muy apreciado, por sus efectos levemente eufóricos.

Por supuesto, Cerea se opone al consumo de narcóticos y este virtual monopolio planetario que poseen no les proporciona beneficios, porque los cereanos se han negado rotundamente a permitir la exportación de malio o tecava, y la guilea no se fabrica directamente en Cerea. El contrabando de cualquiera de estas tres cosas existe, pero es muy arriesgado.

Cerea tiene otras exportaciones, curiosamente no demasiado alejadas de estas industrias. La flor inisa, de aroma dulce, se utiliza para crear una variedad de perfumes; y al mismo tiempo el vino de frutas conocido como naiana ha tenido también cierto éxito.

Los cerebros binarios de un cereano siempre les permite sopesar dos puntos de vista en desacuerdo y dar a ambos la misma consideración. Esta habilidad se ha extendido incluso a asuntos relacionados con la Fuerza y, en los raros casos en que un cereano ha seguido el camino de la Fuerza, a menudo este cereano contemplaba simultáneamente el lado oscuro y el luminoso a la vez. Esto es algo que otros usuarios de la Fuerza monoencefálicos encontraban difícil de comprender.

Una curiosa característica de la especie cereana es que aproximadamente el 95% de la población está compuesto de mujeres. Efectivamente, cada vez que se concibe un cereano, en sólo uno de cada veintiún casos resulta ser un varón, y en los veinte restantes es una mujer. Los cereanos sólo tienen dos sexos.

Para permitir una mejor conservación de la especie, y dado que los cereanos son mamíferos, es frecuente que un varón cereano se case con varias mujeres cereanas. La primera esposa se suele considerar la más importante, pero un cereano toma varias esposas secundarias o esposas de honor. Es frecuente que la relación entre las esposas de un mismo cereano sea tensa, en particular en lo relativo a tener hijos.

Los cereanos utilizan un procedimiento cuando menos peculiar para sus nombres; sin duda, amigo lector, habrás observado una extraña tendencia en ellos. Muchos nombres están formados por tres breves palabras separadas por guión. Son nombres únicamente masculinos: Cada hombre debe llevar su nombre, el nombre de su padre y el nombre de su abuelo. En principio, estos tres nombres se separan con guiones, aunque algunos cereanos han modificado sus nombres para favorecer sus relaciones con alienígenas. Viendo que los alienígenas habitualmente poseen un nombre de pila y un apellido, pues, estos cereanos eligen convertir uno de los guiones en un espacio, o incluso combinar dos de sus nombres en uno solo. Por ejemplo: Lus-Nati-Fellaus se convierte en Lus-Nati Fellaus para tratos con alienígenas. Además, ciertos jóvenes cereanos rebeldes eligen negar su herencia utilizando sólo un nombre, o peor aún, un seudónimo; esto provoca polémicos asombros entre sus mayores.

Las mujeres cereanas, por el contrario, sólo poseen un nombre, incluso cuando se casan. Ocasionalmente, y únicamente para asuntos oficiales, la esposa principal de un cereano utiliza el nombre del abuelo de su marido.

Resulta pues irónico que, en realidad, los nombres trinos no sigan un orden realmente estricto. Cuando nace un bebé cereano varón, se orden sus nombres basándose en la armonía y cadencia de la palabra completa. Es el único momento en el que uno se preocupa por el significado de cada palabra del nombre, puesto que estas palabras elegidas hacen referencia a profesiones (Del, filósofo), cualidades (Sen, justo), objetos (Kura, premio) y accidentes naturales (Bonmi, ocaso). Algunos nombres hacen referencia a figuras mitológicas (Kordren era un necio gigante de sus leyendas).

Cuando un cereano explica el significado de su nombre a un alienígena, pretende que el significado "operativo" recaiga en la última palabra y por tanto, incluso entonces, vuelve a reordenar las palabras de su nombre a la hora de traducirlos. Por ejemplo, Sen-Udo-Mal, literalmente "Justicia, vagabundo, fiabilidad", significa "Juez fiable y errante".

Los cereanos encuentran deleite en la ingestión de un dulce llamado gem. El susodicho está arraigado en su cultura (a tal punto que Gem es un popular nombre femenino), por lo que asumiremos que no lo necesitan importar de otros planetas.

En algunos sectores de la población, caracterizados por su extremismo, como es la juventud, existe una costumbre llamada khana, que es un término para el combate personal en que un cereano, líder de una banda, se enfrenta a otro, aspirante a la misma posición. El cereano que resulte triunfante será el líder de la banda en el futuro. El combate no suele ser a muerte.

En otros duelos de honor que exijan armas, los cereanos muestran predilección una espada ligera curva, o cimitarra, llamada shyarn (a partir de la palabra que significaba bailarín en cereano antiguo). Los shyarns son característicos de Cerea puesto que exigen utilizar aleaciones que sólo se encuentran allí.

La artesanía del shyarn exige utilizar un proceso magnético especial conocido sólo por los herreros cereanos. Así, cuando un shyarn golpea otro shyarn (y se ha demostrado que no ocurre al golpear otras aleaciones o metales), las vibraciones pueden crear una unión magnética entre ambas espadas. Esto mantiene a los duelistas unidos, bailando y retorciéndose hasta que uno de ellos consigue romper el vínculo. La idea es que el duelo termina cuando uno de los participantes pierde su arma, se rinde o muere, con lo que los duelos de shyarn son un espectáculo digno de verse.

Otra tradición cereana más oscura todavía es conocida como Ner Yan, que significa "cuerda mental". Es una especie de fe. Todos los seguidores de Ner Yan son sensibles a la Fuerza y pueden unir sus mentes de modo fortuito. Ka-Ta-Un es uno de los seguidores de esta fe.

La artesanía cereana es conocida en toda la galaxia por los cristales kasha. El cristal kasha en bruto se encuentra en Cerea, es una aleación mineral sin demasiadas características. Sin embargo, los cereanos han dominado el arte de tallar patrones complejos en cada una de las caras del cristal (Cuenta la leyenda que el descubridor de este proceso fue Bi-Dar-Tyunda). Al hacerlo, el artista parece ser capaz de canalizar una supuesta energía armónica natural en el cristal, con lo que cosngiue tranquilizar sus emociones y limpiar sus pensamientos. En principio, el uso de setenta y dos horas de trabajo sobre una inversión material valorada en doscientos créditos permite convertir un cristal kasha bruto en un cristal de meditación kasha, supuesto, claro está, que el artesano tenga unas notables dotes escultóricas. El resultado puede venderse por dos mil créditos.

En muchos hogares cereanos se encuentran cristales kasha. ¿Por qué, te preguntarás, si es el artesano el que obtiene beneficios? Porque en menor medida, cualquier cereano (y, en teoría, casi cualquier persona) puede obtener beneficios meditando mientras sostiene un cristal kasha, sin que sea necesario tallarlo para utilizarlo. Por supuesto, los cereanos obtienen mayores beneficios. Se dice que una meditación silenciosa e ininterrumpida de al menos una hora permite al cereano tal nivel de concentración que sus talentos se ven beneficiados, especialmente sus dotes diplomáticas. Los cristales de meditación kasha sólo pueden adquirirse en Cerea, especialmente en tiempos del Imperio.

Los cereanos son un pueblo aislacionista que prefiere vivir en un entorno de baja tecnología, alejados del bullicio de la Antigua República. Sus ciudades suelen respetar el entorno natural que les rodea, y muchos cereanos ejercen profesiones en el sector primario, como el pastoreo; es muy extraño que un cereano se dedique a una vida de aventuras y, aún cuando lo hiciese, lo habitual sería que la agresión fuese el último recurso.

La ciudad capital de Cerea, llamada Ciudad Tecava, estaba contenida en las murallas de un edificio de tres torres, coronado por una estructura en forma de diamante. La idea de construir una ciudad en una zona definida ayudaba a los cereanos nativos a mantener la belleza del entorno que les rodeaba.

Sin embargo, y pese al aislacionismo y el estilo arquitectónico de obras públicas de los cereanos, Cerea no estaba vedada a los visitantes. Ahora bien: Los alienígenas debían vivir en una serie de ciudadelas contenidas llamadas Ciudadelas del Exterior, que ofrecían poco más que paradores de literas baratas para pasar la noche. Este proceso no era tan discriminatorio como podría parecer: Los cereanos nativos desalentaban el uso de alta tecnología, tan característica en las razas alienígenas, y sólo permitían utilizarla en estas ciudadelas. De todos modos, muchos ancianos cereanos conservadores despreciaban las ciudadelas por la polución y residuos que producían.

Uno de los habitantes de estas ciudadelas era el ortolano conocido como Ydde, que vivía allí con su familia. Otra persona menos respetable es Lungru el Hutt, que tenía intereses criminales en Cerea y visitaba ocasionalmente el planeta.

Los cereanos permitían libertad de expresión a los extranjeros, pero no permitían la importación de tecnología. Por eso, poco antes de la Batalla de Naboo, la República envió a un representante, un twi'lek llamado Silais, para ayudar a unir el planeta Cerea a la República. Silais descubriría, curiosamente, que los ancianos gobernantes del planeta se resistían a esto. El twi'lek habló de los beneficios que la República podría traer a lo que él consideraba un mundo atrasado, pero los ancianos mantuvieron su postura.

Mientras tanto, había aparecido un hombre llamado Bron, que incitaba a los cereanos más jóvenes a exigir tecnología a sus ancianos. Los ancianos sabían que las maravillosas historias que contaba Bron eran falsas pero también comprendieron que, si intentaban detenerle, darían más credibilidad a sus discursos. Por de pronto, Bron consiguió atraer a Sylvn, la hija del jedi Ki-Adi-Mundi, y también al novio de ésta, Maj-Odo-Nomor y a su amiga Twin.

En realidad, Bron estaba compinchado con dos criminales: Ephant Mon, un traficante chevin, y su amigo y aliado Jabba el Hutt. Estos criminales pretendían importar tecnología a Cerea, sacando beneficios, y usar la crisis tecnológica primero, y después un negocio legítimo de importación de tecnología, como tapadera para la exportación ilegal de malio y tecava.

Los criminales consiguieron el apoyo de uno de los ancianos de Cerea, Dorr-Femi-Bonmi, que esperaba beneficiarse de la venta de tecnología. Dorr hizo un trato con los "extranjeros" para permitirles que se importasen ciertos objetos, lo cual alimentaría el deseo de más.

Un accidente durante uno de los discursos de Bron acabó en la muerte de un muchacho, uno de sus seguidores, mientras que, paralelamente, otros dos jóvenes cereanos tenían un accidente con swoops importados, que se cobraría la vida de uno de ellos (el novio de Twin).

El chico acusado del asesinato confraternizó con Bron y Ephant Mon, que pretendían usarlo como figura heróica, un chico encerrado injustamente, para legalizar la importanción de tecnología. Este chico no era otro que Maj, el novio de Sylvn, que de pronto empezó a ponerse demasiado afectuoso con Twin.

Mientras, Silais proporcionaba la tecnología que aclaraba el asesinato durante el discurso, pero poco después, cuando se descubría que la Federación de Comercio también estaba implicada, la presencia de Silais fue requerida en Coruscant sin previo aviso.

Ki-Adi-Mundi rastreó a su hija y a los otros adolescentes implicados, y gracias a Ydde descubrió que Dorr-Femi-Bonmi estaba implicado en los planes; Ki contactó con el anciano Nar-Somo-Dali para que arrestase a Dorr por sedición. Asustado, Dorr declaró que los swoops accidentados habían sido saboteados.

Mientras, Ephant Mon metió a sus seguidores en una nave y les intentó llevar a Tatooine. En el camino, sufrieron una crisis que fue resuelta por Ki-Adi-Mundi, pero no sin que Ephant y los chicos pudiesen escapar. Cuando Maj se rebeló contra Ephant, éste le mató, y los supervivientes, perseguidos por Ki y sus ayudantes droides, consiguieron llegar al palacio de Jabba. Allí, Ephant utilizó a Sylvn y Twin para cubrir su huída. Bron también desapareció en la confusión.

En la actualidad, y que se sepa, la tecnología aún no es legal en Cerea, aunque el conflicto generacional parece haber terminado.

Pero, aunque se prohíba la tecnología, no tienen ningún reparo en importar cultura. Los cereanos son aficionados al deporte conocido como grínput, hasta el punto de que la sede del Consejo de Gobierno del Grínput estaba en Cerea. El grínput exige que cada jugador golpee una pelota desde una cierta zona en dirección a un agujero, con varias configuraciones en cada zona. El CGG controlaba las diversas ligas profesionales que se generaron por diversos motivos: La Liga Profesional sin adjetivos era para jugadores varones estándar; la Liga Profesional Sin Extremidades permitía a los alienígenas sin brazos utilizar palos; la Liga Profesional Todavía No Estoy Muerto permitía a los jugadores más viejos competir regularmente; la Liga Profesional Femenina sólo permitía competir a las mejores jugadoras de cualquier especie; la Liga Profesional Asexual sólo permitía competir a quienes carecían de órganos sexuales (muchos historiadores consideran que la formación de ésto provocó el descenso del grínput hacia lo políticamente correcto, puesto que fue precursora de la mayoría de las otras); y la Liga Profesional No Inteligente (creada debida al uso constante de tres neeks en el equipo de Ambria y a un taurill) ha sido considerada durante mucho tiempo el punto más bajo de la historia del grínput.

Afortunadamente, no todo lo que hizo Cerea por la galaxia antes de las Guerras Clon fue tan desastroso. Durante la Crisis Separatista, cuando los mundos se secesionaban de la República, algunos viajeros quedaban fuera de su planeta y ya no podían volver. Estos ciudadanos fueron considerados refugiados y, bajo el control del Movimiento de Apoyo a los Refugiados, se formó la Coalición de Reasentamiento de Refugiados. Cerea fue uno de los diez primeros planetas que se unieron a ella. Hasta veinticinco planetas solicitaron acoger a los refugiados, pero la Coalición redujo el número a diez para facilitar la distribución de comida y suministros. Se han perdido los registros históricos de uno de éstos, pero los otros ocho (además de Cerea) fueron Bimmisaari, Durkteel, Garos IV, Kalarba, Naboo, Ord Tessebok, Ord Varee y Sneeve. Así, un grupo de refugiados políticos viajaron a Cerea, donde fueron recibidos con los brazos abiertos.

Y después enviados rápidamente a Ciudadelas Exteriores antes de que tuviesen tiempo de manchar nada con todos esos cachivaches que traían.

En los tiempos inmediatamente anteriores a las Guerras Clon, el Consejo Jedi había asignado al maestro Ki-Adi-Mundi el puesto de vigilante de la zona de la galaxia donde estaba Cerea. Ki-Adi-Mundi era entonces uno de los miembros del Consejo.

Cuando estallaron las Guerras Clon, los maestros jedi de más alto rango se convirtieron en generales del Ejército de la República. Viendo la necesidad, Ki-Adi-Mundi aceptó este rango. Por ello, cedió su rol como vigilante de Cerea a otro cereano jedi, el joven Tarr Seirr. Seirr se sintió honrado por la confianza depositada en él y trabajó con diligencia para impedir que Cerea cayese ante los separatistas.

Sin embargo, Seirr también fue llamado a filas. El maestro jedi Barrek y su aprendiz, Sha'a Gi, habían sido enviados a Hypori a destruir unas fábricas de droides de los separatistas. Pero los separatistas estaba bien preparados y derribaron sus naves. El Consejo quería enviar un equipo a Hypori a rescatar a los supervivientes, Barrek y Gi. En este equipo estaría Ki-Adi-Mundi y Tarr Seirr, así como Aayla Secura, Shaak Ti y K'Kruhk.

Hypori estaba protegido por el temible General Grievous, que ya había matado a Barrek. Pese al valor demostrado por los jedis, Grievous consiguió matar también a Gi, K'Kruhk y... Tarr.

Con la muerte de Tarr, Cerea quedó sin vigilante, y por tanto desprotegida. La República y los separatistas empezaron a combatir abiertamente por el control del planeta. En las sucesivas batallas, conocidas colectivamente como La Batalla de Cerea, grandes porciones de bosque fueron devastadas y muchos cereanos murieron o resultaron heridos en los tiroteos. Ki-Adi-Mundi no estaba en Cerea en ese momento.

Después del final de las Guerras Clon, los cereanos eligieron retirarse aún más de la vida en la comunidad galáctica. Para ellos, el meterse en follones con el resto de los planetas sólo les había causado dolor.

Anea: En la mitología cereana, éste era el nombre de una esposa afortunada (aunque desconocemos los detalles específicos del mito). En la actualidad, es un popular nombre femenino.

Anoura: Esta cereana trabajaba para el influyente bothan Elwis Bontraar, como tratante de información. En un trabajo rutinario, Anoura falleció. Le sobrevivió su vengativa hermana Zascha que, un año después del suceso, intentó vengarse de Bontraar, al que culpaba de lo sucedido.

Bin-Garda-Zon: Este cereano era un sinvergüenza y un pirata, y se le reconocía fácilmente porque le faltaban dos dedos en la mano izquierda. Sin embargo, en vez de atacar las vías espaciales próximas a su planeta, Bin se quedó en su mundo natal y asaltaba los pueblos de sus compatriotas. Entre los tesoros que Bin esperaba robar estaban los niños cereanos varones y más de cien esposas, esperando que su banda siguiese creciendo en influencia y poder.

Bin y su banda de piratas femeninas tuvieron bajo su control los pequeños pueblos de Cerea durante más de dos décadas, hasta que Ki-Adi-Mundi volvió a su mundo natal después de completar su entrenamiento como Caballero Jedi. Ki había recibido orden de eliminar la amenaza de Bin-Garda-Zon, pero volvió a casa para descubrirle convertido en un anciano rencoroso que había sido superado en el khana por una mujer de su banda, más joven que él.

Cuando la generación más joven de piratas decidió someterse a las leyes de Ki, después de que su líder fuese derrotada en khana por el propio Ki, Bin, enfurecido, se negó a permitir que desapareciese su control. Maldijo al joven jedi, pero fue incapaz de influir en su propia banda y cayó en desgracia.

Canivar: Un famoso filósofo cereano. Gallo Memm poseía un busto suyo, valorado en 10000 créditos.

Del Korrot: Este cereano surgió en las Guerras Clon y se presentó ante el emperador Palpatine como un cazador de jedi. Palpatine se sintió divertido por la audacia de Del Korrot, y aceptó apoyar los esfuerzos de Korrot en el Imperio. Palpatine permitió a Korrot trabajar como independiente fuera de las fronteras del Imperio, mientras cumpliese sus tareas imperiales. Usando la nave Sombra I, Del Korrot viajó por la Galaxia buscando a cualquier Caballero Jedi que hubiese sobrevivido a la Purga. Llevaba una armadura impregnada en cortosis, y a menudo mataba a seres inocentes sólo porque estaban en su camino. Afirmaba que esos inocentes eran usuarios latentes de la Fuerza, pero el emperador Palpatine empezó a cansarse de sus asesinatos innecesarios. El emperador envió a Darth Vader a eliminar a Del Korrot, y el cereano no pudo superar todos los métodos de ataque que el Lord del Sith le lanzó. Al final, Vader logró abatir y matar a Del Korrot.

Dorr-Femi-Bomi: Este anciano cereano estaba aliado con Bron, Ephant Mon y su facción protecnológica que intentaba ganar asidero en el planeta Cerea. Esperaba beneficiarse de la eventual venta de swoops y otros aparatos de alta tecnología, e hizo un trato con los extranjeros para permitirles que se importasen ciertos objetos, para ayudar a alimentar el deseo de más. Siguiendo una pista del ortolano Ydde, el anciano Nar-Somo-Dali descubrió el engaño de Dorr y le hizo arrestar por sedición. Durante su sentencia, Dorr dijo a los ancianos que los swoops pilotados por Kordren y Skeel habían sido saboteados.

Droe: Esta cereana era una de las hermanas mayores de Ki-Adi-Mundi. Droe murió en la batalla de Cerea, aunque los detalles son desconocidos.

El Chu'unthor medía dos kilómetros de eslora y cuarenta metros de altura y fue construído en los astilleros orbitales de Abhean. Pese a su tamaño, estaba básicamente desarmada excepto pors us proyectores de rayo tractor; se contaba con que los jedi de a bordo resolviesen los conflictos. El Chu'unthor sirvió durante un año hasta que resultó gravemente dañado en Dathomir.

Gidd: En la mitología cereana, éste era el nombre de un ser celestial, aparentemente un guerrero femenino venido de las estrellas; algunos eruditos creen audazmente que hace referencia a una visita de una jedi (que sin duda hizo como en Barab, resolvió un conflicto y se largó sin dar de alta el planeta en los archivos de la República). En la actualidad, Gidd es un popular nombre femenino.

Heni: En la mitología cereana, éste era el nombre de una esposa que realizaba planes. Desconocemos los datos específicos del mito, pero me suena a Lady Macbeth. En la actualidad, es un popular nombre femenino.

Henk Lorin: Esta mujer cereana era teniente de la policía de la ciudad de Gadrin, en Cularin, en los años anteriores y posteriores a la batalla de Naboo.

Iola: En la mitología cereana, éste era el nombre de una esposa valiente (aunque desconocemos los detalles del mito). En la actualidad, es un popular nombre femenino.

Jenir: En la mitología cereana, éste era el nombre de una esposa estéril (aunque desconocemos los detalles del mito, pero es frecuente encontrar esto en las mitologías). En la actualidad, es un popular nombre femenino.

Jo'Ara Gier: Esta cereanea, que vivió durante el tiempo de la batalla de Naboo, era miembro de la resistencia de Cularin que se oponía al Cártel Metatherano. Gracias a Jo'Ara, la resistencia encontró un transmisor que pudo utilizar para permitir la fuga de muchos miembros capturados.

Jo-Mau-Rinti: Este cereano era un piloto de swoops novato durante el año de las Guerras Clon. Pilotaba para el equipo NaKuda.

En una carrera en Tasjon, poco antes de la batalla de Geonosis, Rinti quedó en un excelente octavo lugar. Su compañero de equipo, Hodrix, consiguió el tercer lugar, con lo que el equipo NaKuda ocupó la cuarta posición, después de Ominaz, SoroSuub y Tagge.

Ka-Ta-Un: Este cereano vivía en la colonia minera de Druckenwell. Ka tenía una cierta sensibilidad a la Fuerza, pero no se había entrenado como jedi. Era sin embargo seguidor de la fe Ner Yan, y gracias a su contacto con la Fuerza, podía unir su mente a la de otros seguidores de su fe.

Ka estaba en Druckenwell cuando los yuuzhan vong tomaron el planeta, en preparación para tomar Falleen. Desesperado, Ka intentó huir junto con otros refugiados en el carguero convertido Chilastra.

De algún modo, corrió el rumor de que uno de los refugiados del Chilastra era un jedi. El rumor en cuestión llegó a oídos del comandante yuuzhan vong Malik Carr, que envió un comando a capturar a ese supuesto jedi.

El comando vong se acercó al carguero en la inocua lanzadera Yorva-9, y abordó el Chilastra. Hubo una feroz batalla entre los vong y los tripulantes y refugiados. Sin embargo, el doctor Vlohei, oficial médico del Chilastra, vendió a Ka a los vong para salvar su propio pellejo. Ka fue capturado e interrogado.

Kordren: Este rechoncho y joven cereano era parte de la banda de tecnócratas que salían con Skeel y Maj-Odo-Nomor. Para ocultar su identidad mientras pilotaba swoops por las llanuras, Kordren a menudo se pintaba su cara de blanco con dos barras rojas alrededor de sus ojos. Como muchos cereanos jóvenes, Kordren adoraba la emoción de los swoops y el prestigio de tener equipo de alta tecnología, pero no era hábil en su uso. Cuando él y Skeel intentaron correr con sus swoops alrededor de las Ciudadelas Exteriores, tomaron un giro equivocado y acabaron corriendo por un callejón sin salida. Skeel no pudo parar su swoop y murió al chocar con el muro y explotó. Kordren logró saltar de su swoop antes del impacto, y fue hospitalizado por varios huesos rotos y moratones.

Lus-Nati Fellaus: Este embajador cereano fue asesinado por la maestra del disfraz Melo Centris. Centris se hizo pasar por la hermana de Fellaus, que en ese momento estaba a media galaxia de distancia. Manteniendo su modus operandi habitual, Centris consiguió replicar las retinas de la hermana de Fellaus, engañando a los escáners. De todos modos, la coartada de la auténtica hermana se sostuvo y el asesinato quedó sin resolver.

Maj-Odo-Nomor: Este joven varón cereano era uno de los muchos que exigían a los ancianos de su planeta que permitiesen la importación de tecnología. Salió con paso majestuoso de las feroces discusiones entre Bron y Silais, y sentía que la falta de tecnología de Cerea mantenía al planeta a un nivel primitivo y atrasado. Cuando Ki-Adi-Mundi intentó enfrentarse a Bron en un debate, Maj cogió su sable de luz y lo activó. Para Maj, sólo era una nueva e interesante muestra de tecnología. Sin embargo, cuando lo encendió, accidentalmente atravesó a otro joven y lo mató. Aunque Ki fue acusado de asesinato, Maj huyó con su ejército de amigos a las Ciudadelas Exteriores para huir de cualquier posible acción legal.

Allí, confraternizó con Bron y Ephant Mon, que esperaban usar al chico y su lucha para legalizar la importación de tecnología a Cerea. Maj estaba saliendo con Sylvn en ese momento, pero con la muerte de sus amigos Kordren y Skeel, Maj empezó a enamorarse de Twin. Esto enfureció a Sylvn, e hizo que ella prestase atención a las palabras de su padre.

Mientras, para proteger su "inversión", Ephant Mon llevó a Maj, Twin y Sylvn a Tatooine por su seguridad. Se metieron de polizones en una nave de transporte, pero compartían la nave con larvas divvik. Las larvas eclosoniaron, amenazándoles a todos hasta que Ki llegó para rescatarles. Cuando Ephant Mon amenazó con volar la cápsula de escape a menos que Ki actuase para liberarles a todos aún al precio de su vida, Maj se rebeló e intentó librarse del control de Mon. El chevin sacó un bláster oculto y disparó a Maj en el pecho, matándole instantáneamente.

Mawin: Esta cereana era una de las cuatro esposas de honor de Ki-Adi-Mundi, y la madre de su hija Sylvn. Como muchas esposas de honor cereanas, se sentía resentida con la esposa principal de Ki, Shea, pero vivía en una relación neutral con ella. Mawin murió en la batalla de Cerea, aunque los detalles son desconocidos.

Nar-Somo-Dali: Este anciano cereano era uno de los pocos que tenían fe en la habilidad de Ki-Adi-Mundi para rastrear la fuente de los swoops y otra tecnología que había sido importada a Cerea durante las últimas décadas de la Vieja República. Envió a un mensajero a Ki durante su búsqueda inicial de Ephant Mon, para devolverle su sable de luz. El sable había sido retenido como prueba para el juicio de Maj-Odo-Nomor, pero Nar-Somo-Dali logró liberarlo usando un oscuro agujero legal en la legislación cereana.

En los primeros tiempos de las Guerras Clon, se descubrió un documento atribuído al explorador Reidi Artom, el Manifiesto de Expansión. Este cereano, junto con un trandoshano y un humano que también trabajaban en la Milicia, creía que el documento era una gran descripción de la moral de la exploración, pero sin tener en consideración las necesidades reales de un combate. Utilizando el seudónimo de "Pac", él y sus colegas participaron en una entrevista para "El Ojo de Cularin". Sin embargo, la entrevistadora, Yara Grugara, se burló de ellos. Pese a la ineptitud de sus colegas, Pac intentó salvar su dignidad afirmando que la guerra era necesaria para defender los derechos de libertad y existencia.

Pal-Han-Das: Este cereano, que vivió en las últimas décadas de la Antigua República, delataba con su aspecto sus orígenes aristocráticos. Era un conocido asociado del caballero jedi Mynnic, el agresivo trandoshano Wertsnik y el discutible rodiano Vinto. Trabajaban juntos para resolver situaciones sin utilizar la fuerza, y se sabe que Pal-Han-Das animó a sus socios antes de un enfrentamiento contra droides de combate (en el que también participó, claro). En el mismo conflicto, Pal-Han-Das colaboró con Werstnik para abatir a dos jedi tenebrosos, hasta el momento no identificados.

Pal-Nada: Este malvado adepto de la Fuerza cereano controlaba un anillo criminal de robo de naves. Estaban a sus órdenes Esm Arkhee, un twi'lek que hacía de gancho; Shurgg, una mecánica quarren; y al menos cuatro matones, incluyendo al humano Gorg Pomar. Parte de la base de su negocio incluía controlar mentalmente a sus cómplices y usar sus poderes mentales para convencer a cualquiera con la frase "No creo que la nave que buscas esté por aquí". Por ello, resulta sorprendente que tuviese tan poco talento para hacerlo. No tenía, de hecho, suficiente habilidada para impedir que un asociado capturado le delatase.

Pal-Nada dirigía toda la organización desde las sombras en el planeta Jenenma, de aire muy húmedo. Habitaba la ciudad portuaria de Sahl-Evin, pero estaba en el industrializado distrito "Los Ciegos", donde la gente "no veía" lo sucedido. Pal-Nada tenía en su nómina a los guardias de autoridad portuaria que vigilaban las entradas a Los Ciegos.

Algunos creen que Pal-Nada se hizo con el control de Los Ciegos cuando un hutt que controlaba la ciudad "decidió irse". La gente de Jenenma ignoraba lo sucedido, pero estaba confusa: El elemento criminal no se había ido, ni había empezado una guerra.

Pal-Nada había prohibido armas de energía en "su" ciudad. Él consideraba tener un código de conducta y disciplina dentro de su "organización" basado en el miedo y el poder de la Fuerza, y mantendría tratos con las autoridades a cambio de que no hubiese guerras. Por ello, quien mostrase un bláster o vibrofilo sería castigado con una paliza de las autoridades. Aparentemente, éstas apoyaban voluntariamente a Pal-Nada.

Pal-Nada podría estar también detrás de una empresa llamada Adquisiciones Interplanetarias, aunque más probablemente la susodicha empresa fuese ficticia. Según se dice, Adquisiciones sed dedica a la venta de productos de segunda mano en el Borde Exterior. Según el procedimiento habitual, Arkhee intentaría convencer a un grupo independiente para que les vendiesen su nave para revenderla, y que le acompañasen a una oficina mientras sus socios robaban la nave.

En cierta ocasión, Arkhee pidió ayuda a cuatro matones asociados para atacar a algunos de estos primos, e intentar convencerles de que su nave estaba atracada ilegalmente mientras Shurgg intentaba abrirla. Sin embargo, este plan fracasó en una ocasión, haciendo que Arkhee se ganase enemigos poderosos. Pal-Nada se mantuvo oculto.

Pero los enemigos de Pal-Nada rastrearon una nave robada hasta Los Ciegos. Gracias a un soplón ocasional llamado Orth Maag, estas personas consiguieron rastrear a Arkhee, a quien creían la máxima autoridad, y descubrieron la afición del twi'lek a las peleas que se realizaban en un foso.

Otro espectador habitual de estos conflictos, el duro Squedge Eepsey, sí que conocía a Pal-Nada y estaba dispuesto a señalárselo a sus enemigos durante el combate.

Rami: En la mitología cereana, éste era el nombre de un astuto héroe (aunque desconocemos los detalles específicos del mito). En la actualidad, es un popular nombre masculino.

Rive: En la mitología cereana, éste era el nombre de una esposa de notable sabiduría (aunque desconocemos los detalles específicos del mito). En la actualidad, es un popular nombre femenino.

Sen-Udo-Mal: Este cereano fue un famoso Maestro Jedi, erudito y cónsul en la Antigua República.

Shayne Gerarre: Este cereano trabajaba para Yves Arsen en su tienda de bebidas alcohólicas en Cularin. Shayne era famoso en las ciudades de Hedrett (sede de la tienda) y Gadrin por haber creado la Gota de Ron de Doble Zambullida del Borde Exterior, un cóctel que hizo igualmente famoso al local de su jefe. Gerarre era también miembro de la resistencia que apareció en Cularin cuando el Cártel Metatherano empezó a controlar el comercio en el planeta, imponiendo restricciones con la excusa de eliminar la piratería.

Shea: Esta cereana era la esposa principal de Ki-Adi-Mundi y tenía cierta sensibilidad menor a la Fuerza. Él no quería tener un bebé con ella, porque los nacimientos de sus otras esposas de honor habían producido únicamente niñas. Ki quería desesperadamente tener un hijo varón y, después de rescatar a Sylvn de Ephant Mon, aceptaron intentar tener un bebé. Shea murió en la batalla de Cerea, aunque los detalles son desconocidos.

Skeel: Este musculoso y joven cereano era el líder de la banda de tecnócratas que salían con Kordren y Maj-Odo-Nomor. Para ocultar su identidad mientras pilotaba swoops por las llanuras, Skeel solía pintarse la cara de blanco con marcas negras alrededor de los ojos. Lideró la invasión a la casa de Ki-Adi-Mundi para robar comida, poco después de que Sylvn se uniese a su banda. El deseo de tecnología de Skeel, y la emoción de pilotar un swoop, solían nublar su juicio y, cuando él y Kordren intentaron correr a través de los muros de las Ciudadelas Interiores, Skeel perdió el control de su swoop y chocó con un callejón sin saluda. Murió al instante, y Kordren fue hospitalizado después de saltar desde su swoop antes de golpear el muro.

Skeel: En la mitología cereana, éste era el nombre de un famoso guerrero. En la actualidad, es un popular nombre masculino.

So Leet: Este cereano estaba activo en la política de su mundo natal, poco antes de la Batalla de Naboo.

Sylvn: Esta joven cereana era la hija de Ki-Adi-Mundi y de su esposa de honor Mawin. Como muchos adolescentes, Sylvn estaba dividida entre su lealtad a su familia y su deseo de adaptarse a sus amigos. A menudo se inclinaba por sus amigos, que exigían la importación de tecnología, y no con su padre. En cambio, cuando su novio Maj-Odo-Nomor estuvo implicado en la muerte de otro joven en una manifestión protecnología, ella se vio catapultada a una existencia que no podía condenar. Cuando Maj empezó a mostrar afecto a Twin y no a Sylvn, incrementó su resolución de escuchar más las palabras de su padre. Mientras, para proteger su "inversión", Ephant Mon llevó a Maj, Twin y Sylvn a Tatooine para mantenerlos a salvo. Los metió en una nave de transporte, pero compartían la nave con larvas divvik. Las larvas eclosionaron, amenazándoles a todos hasta que Ki llegó para rescatarles. El chevin usó la presencia de Sylvn como cebo para atraer a Ki.

Sylvn murió en la batalla de Cerea, aunque los detalles son desconocidos.

Sylvn: En la mitología cereana, éste era el nombre de una esposa de pensamiento especialmente liberal. En la actualidad, es un popular nombre femenino.

Tarr Seirr: Este joven cereano era estudiante de la Fuerza en el Templo Jedi en Coruscant en los años posteriores a la batalla de Naboo. Seirr admiraba con pasión al maestro jedi cereano Ki-Adi-Mundi, vigilante de Cerea.

Cuando se iniciaron las Guerras Clon, los maestros jedi se convirtieron en generales del Ejército de la República. Ki aceptó ese rango, y cedió a Seirr el rol de vigilante de Cerea. Seirr se sintió honrado y, tomándose muy en serio su responsabilidad, trabajó con pasión para evitar que Cerea cayese en manos de los separatistas.

Pero entonces, el maestro jedi Barrek y su aprendiz padawan Sha'a Gi fueron enviados a Hypori para destruir unas fábricas de droides de los separatistas. Sus transportes fueron derribados nada más llegar y todos sus soldados murieron. El Consejo quiso enviar un equipo de jedis a rescatar a Barrek y Gi. Este equipo estaría formado por el maestro Ki-Adi-Mundi, la maestra Shaak Ti, el maestro K'Kruhk y dos caballeros jedi: Aayla Secura y Tarr Seirr.

Por desgracia, Hypori estaba defendido por el temible General Grievous. Éste ya había matado a Barrek cuando llegaron los refuerzos. Después, Grievous envió a todos sus superdroides de combate contra los otros jedi.

Seirr y Ki estaban en mala posición, incapaces de resistir el ataque de sus enemigos, y separados del resto. Sólo lograron reunirse con los demás porque Grievous mismo ordenó detenerse a los superdroides, para poder combatir a los jedi personalmente después de amenazarlos. Tarr intentó encontrar a Grievous, pero fracasó.

Grievous empezó su ataque aniquilando a Gi. Atacó al unísono a los otros cuatro y logró abatir a K'Kruhk. Shaak logró distraerle y Seirr vio su ocasión para atacarle por la espalda, pero resultó insuficiente: Grievous vio venir a Seirr, le atrapó y le mató con una de sus zarpas metálicas.

Ter-Idi: Este cereano era un estudiante de la Academia Jedi en los tiempos previos al Imperio. Ter-Idi destacaba por su inteligencia y sabiduría, pero trataba sin pasión la dicotomía entre luz y oscuridad, preocupando a algunos de sus tutores.

Fue elegido como pádawan por el famoso cónsul jedi Kal-Don. Durante su aprendizaje, Ter-Idi alcanzó la madurez, convirtiéndose en un apuesto cereano de dos metros de altura, con el cabello marrón claro y una barba delgada que trenzaba, dejando un rizo al final.

Antes de que Kal-Don decidiese que Ter-Idi estaba preparado para afrontar las Pruebas, sucedió un acontecimiento que marcaría el futuro del padawan. Un asesino atacó a Kal-Don, y Ter-Idi resultó herido protegiendo a su maestro de un ataque de arma blanca. Se recuperaría, pero había perdido fuerza y velocidad. Estaría condenado a andar con bastón, mostrando una sutil cojera en la pierna derecha.

Durante su convalecencia, el seductor lado oscuro le llamó, prometiéndole reemplazar lo perdido y más. Ter-Idi decidió abandonar el templo, y se desvaneció en las sombras de Coruscant. Mientras iba destacando en el lado oscuro de la Fuerza, aprendió a ocultar sus poderes de cara a sus maestros.

La especialidad de Ter-Idi era la observación, de la que él consigue sacar gran beneficio. Ter-Idi robaba los secretos a los poderosos manipulando sus mentes. Al mismo tiempo, era capaz de encontrar la más leve incongruencia para detectar cualquier mentira cuando se trataba directamente con él. Aún sabía manejar con destreza el sable de luz, pero prefería con mucho negociar la forma de salir de un problema. De todos modos, no dejaba con vida a nadie que descubriese su poder secreto.

Ter-Idi llegó a la conclusión de que no quería que el lado oscuro le consumiese. No sentía odio hacia los jedi: Aunque les consideraba una pandilla de necios, no deseaba verlos destruídos. Deseaba, empero, construir un nuevo Consejo más iluminado, capaz de considerar al lado oscuro como una opción, en vez de "esconderse de las sombras como unos niños asustados". En sus últimos años, Ter-Idi se convirtió en un jefe criminal, y uno de los seres más poderosos en la tinieblas coruscanis.

Ti-Dal: Este cereano era muy respetado en su Cerea natal.

Twin: Esta adolescente cereana era la novia del tecnócrata Skeel, hasta que Skeel murió en un choque de swoop. Se volvió hacia Maj-Odo-Nomor, que inmediatamente le devolvió su afecto. Esto enfurecó a la novia de Maj, Sylvn, y le obligó a repensar sus lealtades. Mientras, para proteger su "inversión", Ephant Mon llevó a Maj, Twin y Sylvn a Tatooine por su seguridad. Se metieron en una nave de transporte, pero compartían la nave con larvas de divvik. Las larvas eclosionaron, amenazándoles hasta que el jedi Ki-Adi-Mundi llegó para rescatarles.

Yves Arsen: Este cereano era propietario de Espíritus Espirituales, una tienda de bebidas alcohólicas en la ciudad de Hedrett, en Cularin, en los años que rodearon a la batalla de Naboo. Se decía que la tienda tenía algunas bebidas especializadas hechas a partir de una variedad de licores, en particular la Gota de Ron de Doble Zambullida del Borde Exterior

Zascha: Esta cereana era la hermana de Anoura, una tratante de información que trabajaba para el bothan Elwis Bontraar. Anoura había muerto en un trabajo rutinario, y Zascha culpaba a Bontraar de lo sucedido. Como quiera que Zascha tenía ciertos poderes de la Fuerza, le fue más fácil preparar una venganza.

Zascha secuestró a Jennalyn, la hija de Bontraar, un año después de lo sucedido. Bontraar, lógicamente, deseaba recuperar a su hija, pero no quería implicar a agentes de los hutts porque les creía culpables. Así, Bontraar contrató a un equipo independiente, pero Zascha pudo identificarles.

Zascha envió un mensaje pidiendo dos millones de datarios como rescate a bordo del yate de lujo de Bontraar, el Mascarada. Bontraar acostumbraba a dar una fiesta de disfraces anual, abierta a quien quisiera entrar, y Zascha decidió hacer allí el intercambio. Zascha envió también un mensaje a los hutts diciendo que los secuestradores estarían en el baile de disfraces, dio descripciones del equipo de seguridad contratado por Bontraar, y dijo que la contraseña para hacer el intercambio sería "¿Sabes algo de la chica?". De este modo, los agentes de los hutts irían a por los enemigos de Zascha. Zascha sabía que los hutts estaban enfadados porque alguien que no eran ellos estaba haciendo algo ilegal e intentaba cargarles el muerto.

Previendo posibles problemas, de todos modos, Zascha contrató a dos matones gamorreanos, Urg y Burg, que irían disfrazados de obesos twi'leks. La propia Zascha iría vestida de bailarina twi'lek, con falsos lekku en su cabeza, y llevarían a la joven Jennalyn en una caja.

Pero el equipo de seguridad de Bontraar consiguió encontrar a Zascha y la persiguió. Ella intentó huir llevándose a Jennalyn pero, al hacerlo, activó las alarmas. Intentó hacer que Urg y Burg cargasen la caja con Jennalyn en su nave. Por desgracia, después de la alarma, los rugidos de los falsos twi'leks y los gritos de la caja atrajeron más atención de la deseada.

Zascha se vio obligada a combatir. Luchaba con un cuchillo, sin gran habilidad, pero sabía usar bien sus poderes de la Fuerza en combate.

Indudablemente, el cereano que alcanzó mayor notoriedad fuera de su planeta natal ha sido Ki-Adi-Mundi, miembro del Consejo Jedi y uno de los maestros que estuvieron presentes cuando Qui-Gon Jinn propuso a Anakin Skywalker.

En realidad, Ki había estado en una situación no muy distinta a ésa en su juventud. Cerea es un mundo bastante apartado en el que las muestras de tecnología abundan menos que el agua en Tatooine, y los niños no son sometidos a demasiadas pruebas en su infancia para averiguar si tienen el potencia de ser grandes usuarios de la Fuerza. El pequeño Ki nació con el potencial de ser un usuario de la Fuerza pero, desgraciadamente, no fue detectado al nacer.

Sería la misteriosa maestra jedi conocida como la Dama Oscura quien identificase el potencial de Ki-Adi-Mundi, pero no antes de que el chico alcanzase los cuatro años de edad. El Consejo inicialmente se opuso a que Ki iniciase su entrenamiento siendo tan viejo, pero la Dama Oscura logró convencerles y, en realidad, esa norma debía de ser una de las que más se rompían.

El Consejo Jedi envió un representante a Cerea para reclutar a Ki. La familia directa de Ki se oponía a que el niño dejase el planeta, y sólo estaban dispuestos a aceptar que estudiase en Ciudad Tecava. Pero entonces aparecieron los bandidos de Bin-Garda-Zon, un pícaro local que tenía costumbre de atacar los pequeños asentamientos y saquearlos. El jedi se ofreció a combatir con Bin-Garda-Zon por los cereanos, pero éstos se negaron: Cuando el jedi se fuese, los hombres de Bin-Garda-Zon les harían pedazos para que sirviesen de ejemplo. Entonces, los padres de Ki comprendieron: Cerea necesitaba su propio jedi, y ése sería Ki-Adi-Mundi.

El chico abandonó su planeta para empezar su adiestramiento con uno de los más grandes maestros jedi de la historia: Yoda. El maestro Yoda entrenó bien a Ki-Adi-Mundi durante los veintiún años siguientes, y le entregó su primer sable de luz, que era de color púrpura. Sólo cuando Yoda estuvo satisfecho, Ki-Adi-Mundi recibió el título de caballero jedi. Durante su entrenamiento, Ki se fabricó su propio sable de luz, también púrpura.

El caballero jedi Ki-Adi-Mundi viajó de nuevo a su planeta natal para liberar a los suyos del yugo de Bin-Garda-Zon, que había seguido "cobrando tributo" a los cereanos durante dos décadas. Hacía mucho que nadie veía a Bin-Garda-Zon, pero su banda era omnipresente.

Ki rastreó a algunas piratas de Bin-Garda-Zon, y descubrió a su enemigo convertido en un anciano rencoroso que había sido derrotado en khana por una mujer más joven. Esta cereana, hasta el momento sin identificar, hizo relegar a Bin-Garda-Zon a un rol de limpiador de establos. De todos modos, las circunstancias no habían cambiado tanto y, Bin-Garda-Zon o no, Ki-Adi-Mundi debía liberar a su pueblo de los bandidos. Ki y la líder de la banda combatieron en khana y, aunque inicialmente a Ki no le fue demasiado bien, más tarde el jedi lograría derrotar a la cereana. Como resultado de esta situación, la banda ofreció su lealtad a Ki, que les ordenó abandonar sus prácticas delictivas.

Pero Bin-Garda-Zon aún tenía algo que decir. El anciano estaba desesperado por ver cómo su control desaparecía completamente, y atacó al jedi. Ki-Adi-Mundi deflectó el ataque de Bin-Garda-Zon fácilmente, y éste se vio incapaz de influir en su propia banda, y cayó en desgracia.

Daremos ahora un salto de unos siete lustros, durante los cuales no hubo constancia de las actividades exactas de Ki-Adi-Mundi (aunque algunos creen que Ki fue el que descubrió al jedi Quinlan Vos). Reencontramos a un Ki-Adi-Mundi de un metro y noventa y ocho centímetros de edad, que había contraído matrimonio con una cereana llamada Shea y había adoptado después otras cuatro esposas de honor. Ki había engendrado a siete hijas, y había sido un líder de su comunidad en Cerea.

Lo próximo que sabemos de él con seguridad es que el ahora anciano caballero jedi había obtenido un gran nivel de influencia entre las filas de los jedi. Irónicamente, Ki descubriría que su influencia casi había desaparecido en su mundo natal mientras se preparaba la crisis tecnológica.

Como la mayor parte de los ancianos cereanos, Ki quería apañarse sin tecnología innecesaria, mientras que los más jóvenes ansiaban las ventajas de las motos-jet y las naves, en buena parte debido a la oratoria de un humano llamado Bron. La propia hija de Ki, Sylvn, era una de las seguidoras de Bron, junto con sus amigos. Ki se opuso al orador Bron en un debate público, durante el cual uno de los jóvenes seguidores de Bron, Maj-Odo-Nomor, que además era el novio de Sylvn, cogió el sable de luz de Ki y, considerándolo una interesante muestra de tecnología, presionó un par de botones y mató a otro muchacho. Dadas las circunstancias, y puesto que la ausencia de tecnología hacía casi imposible una holograbación, Ki fue acusado de asesinato mientras Maj huía con Sylvn y el resto de sus amigos, ayudados por Ephant Mon, un traficante chevin que se veía claramente beneficiado por la crisis tecnológica.

Ki-Adi-Mundi no fue arrestado, aunque se confiscó su sable de luz, y el cereano intentó demostrar su propia inocencia, pero Ephant Mon y Bron le enviaron un enorme droide mercenario llamado FLTCH R-1; el chevin creía que Ki se estaba acercando demasiado a la verdad y lo más sensato era eliminarle. Sin su sable, Ki no habría vencido a FLTCH R-1, pero entonces, a media pelea, llegó un mensaje para devolverle su sable; lo enviaba el anciano Nar-Somo-Dali, uno de los pocos que aún tenían confianza en Ki, y había conseguido autorización para devolverle el sable usando un oscuro agujero legal en la legislación cereana.

Con la ayuda de Ydde, un ortolano que trabajaba para una pequeña firma de transporte, Ki-Adi-Mundi descubrió la implicación de Bron, Ephant Mon y la mismísima Federación de Comercio, así como de un anciano corrupto, Dorr-Femi-Bomi. Asustado, Ydde fue tan discreto como pudo al proporcionar esta información a Ki, pero aún así fue asesinado.

Mientras tanto, Sylvn observaba cómo su supuesto novio Maj-Odo-Nomor volvía su afecto hacia otra joven cereana, Twin, y ella, Sylvn, empezó a comprender la opinión de su padre. Ephant les intentó llevar a todos a Tatooine, donde contarían con la ayuda de Jabba el Hutt. Ki les persiguió con la ayuda de varios droides, incluídos G1M (a veces llamado J1M) y el propio FLTCH R-1, reprogramado por el enviado de la República Silais. Pese a que Ki tuvo oportunidad de interceptarles en el espacio, Ephant Mon y los suyos lograron escapar después de que el chevin asesinase a sangre fría a Maj como advertencia.

Ki tuvo que abandonar su búsqueda cuando Ephant Mon puso en peligro a Sylvn y a Twin, dejándolas al descubierto ante una tormenta de iones. Sin embargo, mientras Ki las rescataba, G1M, bajo sus órdenes, se hacía con suficiente información para implicar a la Federación de Comercio.

Cuando Ki volvió a Cerea con las adolescentes, tuvo dos revelaciones bienvenidas: Que su esposa Shea estaba embarazada (Ki deseaba tener un hijo varón, pero en realidad estaba muy contento) y que le habían nominado para un asiento en el Consejo Jedi, el que había dejado vacante al morir el maestro Micah Giett. Esto último no dejaba de ser extraordinario, puesto que los asientos del Consejo suelen estar reservados a los maestros jedi, y Ki aún era sólo un caballero jedi. Al parecer, su sabiduría y tranquilidad eran valoradas por algunos de los miembros que tenía entonces el Consejo. Además, Ki se había sentado provisionalmente en el Consejo en reuniones anteriores cuando alguno de sus miembros estaba ausente por una misión.

Su primera misión para el Consejo fue viajar a Tatooine a localizar al jedi Sharad Hett, llamado a veces El Que Grita, El Sabueso de los Mundos, El Campeón de Krmar, El Defensor de Kamparus y La Némesis de Kimm. Hett había desaparecido hacía más de quince años, atormentado porque su familia había sido asesinada mientras él perdía el tiempo salvando la Galaxia junto a su maestro, Eeth Koth. El sable de luz de Hett había sido identificado en la mano de un morador de las arenas que lideraba a los suyos en el ataque a un emplazamiento humano.

El Consejo eligió enviar a Ki-Adi-Mundi, el único que no había conocido personalmente a Hett. La lógica tras sus acciones era que, si Hett había caído en el lado oscuro, alguien que hubiese sido su amigo, como Eeth Koth, tal vez no sería capaz de matarle.

Antes de partir hacia Tatooine, Ki fue visitado por su antigua maestra, la Dama Oscura. Ella había previsto peligros en el futuro inmediato de Ki, y decidió advertir al cereano de ellos. Sin embargo, esto no alteró la resolución de Ki de ir en busca de Hett.

Ki-Adi-Mundi encontró a Sharad Hett, convertido en un morador de las arenas, y a su tribu en Las Agujas. Los moradores habían ido hasta allí para el rito de iniciación de A'Sharad, en el que el muchacho mataría a su dragón krayt, en este caso una hembra. Colaboraron en la caza el guerrero tusken Rkk'tl'kt, el propio Ki-Adi-Mundi y Sharad Hett. Ki logró ganarse la confianza de los moradores.

En realidad, los moradores habían sido manipulados por Jabba el Hutt, que había matado a algunos tusken para provocar una guerra entre tusken y humanos para vender a los humanos un excedente de armas obsoletas a precios abusivos. Al mismo tiempo, Gardulla la Hutt, gran rival de Jabba, pretendía hundirle el plan haciendo que una mercenaria contratada, Aurra Sing, matase al líder de los tusken. Las fuerzas de Gardulla fueron cercadas por los tusken, pero Sharad Hett preparó una nueva formación y logró poner en jaque a los sicarios de la hutt.

Pero Aurra Sing jugaba con varias barajas, y había contado a Jabba el plan de Gardulla, con lo cual las fuerzas de este último aparecieron para rescatar a Gardulla, de modo que Jabba quedase como un héroe. Al mismo tiempo, Aurra Sing lograba herir mortalmente a Sharad Hett cuando éste intentaba atacar a Gardulla. A'Sharad y Ki impidieron que Aurra acabase el trabajo, pero Sharad ya estaba condenado. Aurra huyó sin hacerse con el tesoro que codiciaba, el sable de Sharad Hett.

A'Sharad explicó a su agonizante padre que su clan, y su bantha, habían muerto, y que él había decidido ir con Ki-Adi-Mundi a Coruscant, para aprender los caminos de la Fuerza. Orgulloso de su hijo, Sharad le entregó el sable de luz que él había construído cuando era aprendiz padawan de Eeth Koth, y después expiró.

Sharad fue efectivamente el aprendiz padawan de Ki-Adi-Mundi, y le acompañó en la misión a Malastare que Ki compartió con otros cinco miembros del Consejo: Mace Windu, Adi Gallia, Even Piell, Yaddle y Plo Koon. Allí, A'Sharad demostró su habilidad en combate.

Ki estuvo presente en el Consejo cuando el maestro jedi Qui-Gon Jinn presentó al joven Anakin Skywalker para que fuese probado. Ki discutió con los demás maestros los pros y contras de aceptar al niño.

En esa misma reunión, Qui-Gon Jinn sugirió que los sith podrían estar detrás de un posible ataque contra él. Ki-Adi-Mundi fue rápido a la hora de replicar: El cereano creía firmemente que los sith se habían extinguido un milenio atrás. Ki seguiría en la feliz inopia cuando viajó a Naboo para asistir al funeral de Jinn, que había muerto a manos de un sith. Sin embargo, las pruebas presentadas posteriormente hicieron que hasta él tuviese que entenderlo: Los sith habían vuelto. Eso no impediría a Ki, de todos modos, asistir al desfile de celebración de la victoria.

Ki-Adi-Mundi continuó el entrenamiento de A'Sharad en los caminos de la Fuerza, hasta que el muchacho se sintió atormentado por la hostilidad que sentía en su interior y que según él le acercaba demasiado al lado oscuro. La Dama Oscura se ofreció a entrenar a A'Sharad en adelante, con la aprobación de Ki.

Durante la crisis separatista que asoló la galaxia, Ki insistió en mantenerse obcecado en una postura errónea. Esta vez, no creía que el Conde Dooku estuviese detrás de los ataques separatistas. Según Ki, Dooku era un idealista político conocedor de las filosofías de los jedi, por lo que tales actos estarían por debajo de él.

Ki-Adi-Mundi fue uno de los jedi enviados a Geonosis para liberar a Obi-Wan Kenobi de los Separatistas y, a ser posible, discutir un acuerdo. Cuando se desencadenó la batalla de Geonosis, Ki tuvo que utilizar su sable de luz púrpura contra los geonosianos y sus fuerzas robóticas. El valor y la habilidad que demostró Ki le convirtieron en uno de los pocos jedi que sobrevivieron a la batalla hasta la llegada de los refuerzos clónicos. Más aún: Cuando éstos aparecieron, Ki saltó a una cañonera y estuvo al mando de las tropas clónicas durante la batalla, utilizando al soldado clónico 6/298 como intermediario.

Pero incluso un veterano jedi como Ki-Adi-Mundi estaba impresionado por lo que había visto. En particular, el tanque araña del Gremio de Comercio le impactó hasta el punto en que se le oyó comentar: "Es una suerte que estas tropas clónicas no conozcan el miedo".

Con el comienzo de las Guerras Clon, se hizo necesario que los maestros jedi se convirtiesen en generales del Ejército de la República. Ki aceptó ese rango, y cedió el rol de vigilante de Cerea a Tarr Seirr, un joven jedi cereano.

Tres meses después de la batalla de Geonosis, Ki-Adi-Mundi colaboró en la defensa del planeta Lianna, donde murió su colega, el maestro duro Vookto para salvar a un pelotón de tropas.

Más tarde, se descubrieron fábricas de droides separatistas en el planeta Hypori. El maestro jedi Barrek y su aprendiz padawan Sha'a Gi recibieron órdenes de destruirlas, acompañados por un contingente de tropas clónicas. Pero Hypori estaba protegido por el General Grievous y una serie de defensas inesperadas que derribaron a los transportes. Sólo Barrek y Gi sobrevivieron.

El Consejo, asustado, envió un equipo de jedis a rescatar a Barrek y Gi. Formarían ese equipo Ki-Adi-Mundi, Shaak Ti, K'Kruhk, Aayla Secura y Tarr Seirr.

Pero Barrek ya había caído cuando llegaron los jedi. Grievous envió entonces a todos sus superdroides de combate contra los jedi recién llegados.

Pese a que Gi logró reunirse con el grupo de jedis, Seirr y Ki se separaron, incapaces de resistir el ataque de sus enemigos, y separados del resto. Ki comprendió que, ante la oleada de ataques, sería imposible reagruparse. Para su sorpresa, Grievous detuvo el ataque de sus tropas. Estaba tan convencido de su victoria que dio ventaja a sus enemigos.

Al reunirse con el grupo, Ki tomó el mando. K'Kruhk y Gi estaban desesperados y deseaban rendirse, y Ki se vio obligado a intentar animarles. Sus palabras empezaban a surtir efecto cuando las amenazas verbales de Grievous volvieron a asustarles. Gi se desesperó, perdió el control y fue el primero en caer.

Pero cayó ante un solitario Grievous, que era probablemente el más poderoso enemigo al que jamás se habían enfrentado. Los otros cuatro jedi le atacaron a un tiempo, y el general separatista logró mantenerlos a raya. Grievous comprendió en seguida que Ki era su enemigo más peligroso, y centró sus ataques más poderosos en él.

Ki vio caer a K'Kruhk ante el ataque de Grievous. Después, Grievous mató a Seirr y derribó a Secura. Sólo quedaban los dos maestros del Consejo, Ki y Shaak.

Ni siquiera atacando a la vez conseguían derribar a Grievous. Al contrario, fue Grievous quien consiguió tumbar a Ki. Para cuando el cereano se recuperó, la togruta también había caído. Ki intentó usar la Fuerza para traer hacia sí su sable láser, pero Grievous fue capaz de impedírselo. Negándose a rendirse, Ki cogió otro sable de uno de sus compañeros caídos y se enfrentó nuevamente a Grievous.

Curiosamente, Grievous y Ki sobrevivieron a ese terrible enfrentamiento.

Ki siguió dirigiendo a sus tropas en las Guerras Clon, pero ahora su mundo se había quedado sin vigilancia. Por causa de los conflictos entre la República y los separatistas por hacerse con Cerea, muchos de sus compatriotas habían muerto. En particular, Ki había perdido a toda su familia. Sin embargo, en vez de atormentarse, se aferra a este hecho para luchar aún más duro por la República.

Mientras, la base militar republicana de Jabiim pasaba a abastecer a los separatistas, que pagaban mucho mejor, pese a las dudas del Congreso de Jabiim. Como el planeta era demasiado pantanoso para la artillería, docenas de maestros jedi y miles de soldados clónicos fueron enviados. Aparentemente, todos ellos murieron a manos de los rebeldes jabiimitas.

Uno de los maestros perdidos fue Obi-Wan Kenobi. Su padawan, Anakin Skywalker, sobrevivió. Ki-Adi-Mundi decidió continuar el entrenamiento de Skywalker, lo cual le llenó de frustración en poco tiempo. Por otro lado, irónicamente, A'Sharad Hett había terminado su adiestramiento, alcanzado el rango de Caballero Jedi y tomado un aprendiz. Durante la batalla de Jabiim, A'Sharad había tomado extraoficialmente a Skywalker más como un amigo y protegido que como un segundo aprendiz, pero se llevaba extremadamente bien con su co-nativo.

Ki-Adi-Mundi, Skywalker y la maestra Bultar Swan sería enviados a un planeta desértico de poca importancia llamado Aargonar, cuando los separatistas intentaron hacerse con él. Las fuerzas de la república fueron capitaneadas por el extramadamente capaz A'Sharad Hett. Por desgracia, Hett fue gravemente herido en el combate, y el mando recayó automáticamente en Ki.

Ki tuvo que tomar una difícil decisión: Rendirse o seguir adelante. Temiendo que la República sufriese otra pérdida como la de Jabiim, eligió perseverar, pero con astucia: Las tropas esperarían dentrol Cañón Vondar durante una tormenta de arena cargada de iones hata que llegase el momento de lanzar su ofensiva. Así, y con la ayuda de Skywalker, la marea bélica se volvió contra los separatistas, y Aargonar se salvó.

Ki fue llamado a Coruscant para que informase al gobierno sobre el progreso de la guerra en una reunión ante el Senado.

En su siguiente misión, Ki-Adi-Mundi y Skywalker debían encargarse de la actividad pirata del sistema Varonat. Sin embargo, en cuanto llegaron allí, Skywalker sintió en la Fuerza que su antiguo maestro, Obi-Wan Kenobi, seguía vivo. Según su premonición, Kenobi estaba en Riflor. Ki-Adi-Mundi intentaba en vano convencer a Skywalker de que debía centrarse en la tarea presente, pero era tan inútil como frustrante. Finalmente, Skywalker abandonó a Ki para ir a rescatar a su maestro, convencido de que estaba vivo.

Efectivamente, Kenobi había sido capturado por Asajj Ventress y llevado a Rattatak. Skywalker logró resctar a Kenobi. Ki expresó su alegría por volver a ver a su amigo al que creía muerto, y también por librarse del complicado entrenamiento del joven Skywalker.

El destino final de Ki-Adi-Mundi es, por el momento, desconocido, pero sin duda glorioso.

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