LOS RAKATA

Articulo creado por Skippy Farlstendoiro y maquetado por el Coronel Kurtz
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores

Introducción - Presentación


 

Los rakata fueron una especie alienígena de usuarios del lado oscuro que consiguió dominar muchísimos planetas por toda la galaxia. Su Imperio Infinito fue el precursor inmediato de la Antigua República. Pero la mayoría de información sobre esta especie cayó en el olvido, relegándoles a ser monstruos de leyenda hasta que se confirmó su existencia. A la hora de hablar de los rakata, el presente artículo intentará ser lo más exhaustivo posible, cubriendo toda la información que nuestro equipo de xenoarqueólogos ha podido confirmar.



¡Que vienen los rakata!

Debido a la gran extensión de este artículo nos hemos visto obligados a dividir el informe en varias secciones. A continuación os mostramos un esquema completo con todos los contenidos y os facilitamos un acceso directo a ellos:

 
LA ESPECIE
HISTORIA RAKATA
MIEMBROS NOTORIOS
BIOGRAFÍAS
 

Para facilitar aun más tu recorrido por este extenso artículo al final de cada uno de los apartados encontraras un enlace de regreso que te conducirá a este esquema.


El mundo rakata


 

Quiere la ironía que el planeta capital de la antigua potencia galáctica estuviese en las Regiones Desconocidas, la zona de la galaxia que no llegó a ser explorada por los gobiernos posteriores. Bueno, a lo mejor no es totalmente irónico: Esa zona del espacio estaba separada del Núcleo Galáctico por unas anomalías hiperespaciales que dificultaban la navegación y el acceso hasta allí. Esta zona era llamada los Yermos Calmos, tenía pocas estrellas y es probable que sólo tuviese un sistema planetario propiamente dicho.

El sistema en cuestión se llamaba Lehon y orbitaba una estrella amarilla pálida de nombre Abo. Ocho planetas principales orbitaban Abo, siendo el más cercano Iwar, una roca ardientes in lunas. Después estaba Meldina, un mundo volcánico; y el tóxico Taxiode, también sin satélites naturales. El cuarto mundo, Lehon, será estudiado más adelante. Le seguían Desten, un mundo sin aire pero con cinco lunas; y tres gigantes gaseosos, Geraps Sule, Verla Klest y Ding Briar, de once, nueve y dieciocho lunas, respectivamente.

El planeta terrestre Lehon, también llamado Rakata Prima y El Mundo Desconocido, tenía dos lunas, gravedad estándar, clima templado y tropical, y aire respirable. Su diámetro era de sólo 9120 kilómetros.



playa del planeta Lehon

Desde el espacio, Rakata Prima tenía un color cerúleo con pequeños puntos de color. Esto representaba su superficie oceánica con islas y archipiélagos serpenteando en el brillante océano azul.

En tiempos de la República y el Imperio, Lehon no tenía apenas construcciones. Quienes tuviesen interés en algo más que olas chocando con arena caliente en la costa, sólo podían encontrar algunas ruinas olvidadas. Hubo momentos en los que se conservaban estaciones orbitales que afectaban el vuelo espacial, provocando que múltiples naves se estrellasen contra la superficie o se hundiesen en los océanos.

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Los Rakata


 

Los rakata eran humanoides bípedos con rasgos propios de los anfibios. Eran más altos que los humanos, con una estatura media de dos metros y una mínima desviación típica. Su peso habitual era de ochenta y cinco kilogramos, y su complexión era habitualmente enjuta; las mujeres rakata solían ser algo más esbeltas que los varones.

Sus brazos terminaban en manos parecidas a zarpas, cada una de las cuales tenía sólo tres dígitos (uno de los cuales era usado como pulgar). Estos dedos terminaban en garras, que se habían desarrollado para permitirles cavar a través de polvo compacto. Sus pies eran menos parecidos a los humanos y estaban dotados de tres espolones, además de una púa en la parte de atrás de la pierna, por debajo de la rodilla.

Una rakata tenía un cráneo alto que daba a su cabeza forma de cono. Muchos de sus rasgos eran propios de los anfibios, como las fosas nasales carentes de nariz. Sus bocas mostraban labios y dientes más parecidos a los humanos. Un rasgo destacado era que los ojos estaban ubicados en tallos cortos protuberantes a ambos lados de la cabeza. Eran órganos versátiles capaces de reconocer varios colores dentro del espectro visible por los humanos. El iris de un rakata podía ser de varios colores, incluyendo ámbar, amarillo, azul, naranja, negro y pardo.

Los rakata no mostraban vello en ninguna parte de su cuerpo. Su piel era habitualmente suave y podía ser de diversos colores, incluyendo amarillento, azul, blanco, dorado, gris, marrón, naranja, rojo o verde. Esta pigmentación era genética y podía depender de las castas: El clan Droot, originario de las ensenadas en mareas ecuatoriales de Lehon, mostraba piel azul clara; los Bukesek, de arenas volcánicas, eran de piel negra; y los Ikalik, venidos de los claros, tenían líneas carmesí en su piel. En tiempos posteriores a la debacle del Imperio Infinito, la mayoría de rakatas que quedaban eran gris o rojizos, porque ese linaje prosperó.



Rakatas de varios colores

La piel de un rakata no siempre se regeneraba totalmente: Un rakata podía sufrir heridas que cicatrizaban mostrando la señal de dónde habían estado. Si la piel y carne de un rakata era destruida, por ejemplo por fuego, el esqueleto, más resistente, quedaba a la vista.

Los rakata tenían una amplia diversidad genética debida a un acervo génico igualmente extenso. Esto es necesario para extender su población: Un grupo reducido de rakatas con alta consanguinidad era incapaz de mantenerse y se extinguía en unas pocas generaciones por la endogamia.

No obstante ello, un rakata era muy similar a cualquier otro rakata a ojos de un humano, que tenían dificultades para distinguirlos.

Los rakata empezaban la adolescencia a los doce años y se consideraban adultos a los diecisiete. No mostraban efectos adversos por la edad hasta los cincuenta y un años. Eran considerados viejos a los setenta, y no tenían una esperanza de vida superior a ochenta años (que podían ser menos en caso de muerte violenta).

Los rakata eran seres astutos e inteligentes que asimilaban rápidamente toda nueva información, incluso si eran conceptos avanzados para su cultura. También eran observadores y resueltos, en ambos casos como adaptación evolutiva.



calavera rakata

En la mayoría de las especies alienígenas, sólo algunos individuos nacían (o eclosionaban de huevos, como era el caso con los rakata) con talento para usar el poder místico de la Fuerza. En algunas especies, tales individuos eran más frecuentes que en otras. En el caso de los rakata, todos tenían la capacidad de usar la Fuerza. Además, mostraban una predisposición natural hacia el lado oscuro de la Fuerza. A menudo los rakata aprendían a percibir emociones en otros seres y a lanzar relámpagos desde sus manos de tres dedos. Los rakata no eran inmunes a estos poderes de la Fuerza: Un rakata podía descubrir los secretos en la mente de otro rakata.

Hubo un momento de su historia en que los rakata fueron afectados por una terrible enfermedad que, entre otras cosas, privó a la especie de la capacidad de usar la Fuerza. Cada muchísimo tiempo aparecía un individuo rakata con ciertas capacidades, como El Elegido o Ruthic, lo cual llevaba a algunos científicos a creer que la capacidad rakata de usar la Fuerza estaba en sus genes y que no estaba totalmente extinta. Sin embargo, los intentos de restaurar este don a través de ingeniería genética fracasaron, al menos que se sepa.

Aún después de que los rakata perdiesen sus poderes, ellos podían sucumbir al lado oscuro, sólo que eso no les daba capacidades extraordinarias. También seguían siendo afectados por poderes de la Fuerza utilizados por otros, como el estrangulamiento telekinético o la telepatía: El jedi Revan usó la Fuerza para entrar en la mente de varios rakata y enseñarles el idioma Básico, además de aprender él mismo la lengua rakata.

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Cultura


 

Los rakata eran una especie antigua también conocida como los Hacedores o, en una traducción más literal, los Constructores… lo cual, considerando las tendencias destructivas de los rakata, no deja de ser curioso.

Los rakata eran por naturaleza agresivos, arrogantes, belicosos, crueles y salvajes. Tenían una capacidad de rabia frenética similar a la de los wookiees que les permitía ser más brutales en combate personal e ignorar el dolor de sus heridas al coste de sacrificar temporalmente la capacidad de concentrarse, y de quedar agotados hasta que se tomaban unos minutos para recuperarse. Normalmente se volvían violentos cuando se les presionaba. Su ferocidad no era sólo a nivel físico, sino también cultural. Los rakata eran conquistadores esclavistas en todos los momentos de su historia, y siempre buscaban dominar a otros seres, fuesen rakata o de otras especies.

La dieta de un rakata incluía gusanos y también enemigos: Se comían a prisioneros, subordinados que les fallaban y bestias que cazaban. Según sus creencias, el comensal obtenía el poder de su alimento al devorar su cuerpo. Ellos creían que el destino del fuerte era comer al débil. Similarmente, un oficial rakata esperaba que sus guerreros caídos en combate fuesen engullidos por el enemigo; de lo contrario, las almas de esos muertos no podrían descansar en paz. El corazón era identificado como la porción de honor. Los rakata no se consideraban salvajes, y para demostrarlo cocinaban su alimento y tenían acceso a utensilios, aunque éstos no eran siempre utilizados.



Un rakata come

El gobierno histórico en el planeta Lehon, en tiempos del Imperio Infinito, estaba en manos de un Consejo de Sacerdotes, siendo el máximo rango Predor Supremo. En años posteriores a la caída del Imperio Infinito, cada tribu mantenía su propia jerarquía, con poco contacto con otras tribus y sin contacto con la galaxia. Existía sin embargo un cisma entre la casta sacerdotal, que se componía de científicos y constructores, y los guerreros, a menudo suspicaces de las capacidades inexplicables de los clérigos.

Los rakata utilizaban ropas variadas, manteniendo una cierta moda constante a lo largo de toda su historia. Algunos, sobre todo sacerdotes, usaban togas largas con capucha, y a veces usaban aparatos electrónicos wereables en sus antebrazos. Los guerreros usaban armaduras angulares hechas de plastoide y portaban lanzas de choque; o, en entornos más primitivos, armaduras de madera y bramante además de lanzas ennegrecidas por el fuego. Algunas mujeres utilizaban falda y se pintaban los labios. Algunos varones llevaban tatuajes visibles en el rostro y se afilaban artificialmente los dientes.

Aunque los rakata usaban títulos y había protocolos, éstos no se seguía estrictamente: Un subordinado que errase al dirigirse a su amo sería corregido, pero no eliminado. Los rakata se sometían unos a otros: Un Predor (equivalente a señor feudal) podía ser el amo de otros Predor de menos nivel, y éstos a su vez estar al mando de Sub-Predors. El puesto no era vitalicio; un rakata podía ascender, habitualmente a través de aptitud de lucha y traición inclemente. No había muchas diferencias entre varones y mujeres rakatas a la hora de ascender. Se esperaba sin embargo que las mujeres rakata engendrasen nidadas de rakatas poderosos, y que devorasen a los rakatas más débiles según emergiesen de sus huevos. Un esclavo rakata se enfrentó en una ocasión a dos guerreros de sexos distintos y dedujo que la mujer estaba subordinada al hombre, aunque no sabemos si lo supuso sólo por ese motivo o si dedujo que el varón era mejor guerrero y por tanto el superior de la mujer en todos los sentidos.



Un rakata dominando esclavos

Incluso los esclavos de los rakata tenían cierta jerarquía interna aprobada por sus amos, y que favorecía la supervivencia de los siervos más violentos y fuertes en un foso común; muy rara vez dos esclavos formaban un vínculo o asociación, aunque cuando lo hacían, se esperaba que fuese duradero. Si un rakata moría, sus esclavos debían encontrar un nuevo amo, para lo cual cada esclavo debía luchar a muerte contra el esclavo de otro rakata para reemplazarle; esto proporcionaba un divertido espectáculo para los rakata. Además, los rakata tenían esclavos favorecidos, a los que sacaban de los fosos comunes.

Los esclavos con poderes de la Fuerza eran muy interesantes para los señores rakatas. Éstos eran habitualmente extraídos y entrenados para convertirse en Sabuesos de la Fuerza. Un Sabueso rastreaba planetas fuertes en la Fuerza (a menudo ricos en vida pero no muy contaminados, y por tanto con baja tecnología), que los rakata después conquistaban. El amo de un Sabueso tenía en general derechos de conquista sobre los planetas encontrados por éste. Un Sabueso debía servir a su amo en otras capacidades, por ejemplo como asesino, oficial de tropas o conducto amplificador de poder de la Fuerza. Un rakata podía someter a su Sabueso a la tecnología del Potro Mental para intensificar su capacidad de rastreo de planetas, pero este proceso resultaba tan doloroso para el esclavo que a veces se usaba sólo como forma de tortura.

Como esclavos favorecidos, los Sabuesos tenían ciertos privilegios: Un Sabueso podía desafiar al Sabueso de otro rakata a un duelo a muerte, observado por múltiples amos rakata y siguiendo ciertas reglas. El esclavo podía usar cualquier objeto disponible a modo de arma e incluso intentar escapar, y los amos podían apostar al resultado e incluso cambiar las apuestas, en cualquier dirección, en plena pelea.

Los Sabuesos no tenían nombres. El rakata identificaba a su Sabueso con una letra del alfabeto aurebesh, y tatuaba ese símbolo en el rostro y extremidades del esclavo. De ese modo, si el Sabueso moría de forma violenta, el rakata podía identificar los pedazos con facilidad para comerse su propiedad.

Los Sabuesos no estaban especialmente educados en culturas alienígenas: No comprendían el concepto de curandero; no imaginaban posible una alianza con un enemigo contra una amenaza común, salvo una muy temporal para poder asesinar al enemigo más tarde; y creían que la derrota suponía sumisión completa al vencedor.

Como todos los rakata podían usar la Fuerza, desarrollaron una tecnología que aprovechaba esta capacidad. Sus máquinas eran alimentadas por el poder de la Fuerza y eran controladas usando la Fuerza, y posiblemente su predisposición al lado oscuro. Esto se conseguía de diversas maneras, por ejemplo usando cristales que enfocaban la energía de la Fuerza. Con eso consiguieron efectos prodigiosos y tan avanzados que sólo palidecían ante los logros de la especie llamada los Celestiales. Puede parecer extraño, pero en tiempos posteriores, culturas como los jedi y los sith también combinaron tecnología y la Fuerza; sin embargo, ni los jedi ni los sith decidieron cimentar toda su civilización en el uso de la Fuerza.

Estudiaremos algunos de los artefactos rakata que, por cierto, funcionaban muchos milenios después de haber sido construidos. La extrañamente llamada lanza mental era un aparato de transferencia de consciencia: Extraía la mente y alma del cuerpo de una persona y lo almacenaba en la lanza; por tanto, el cuerpo moría. Era posible sin embargo restaurar a la víctima extrayendo su consciencia de la lanza para introducirla en otro cuerpo compatible. En ese caso, el sujeto podría ni siquiera haberse dado cuenta de lo sucedido.

No debe confundirse esto con la trampa mental. Ésta era una prisión con la forma de una caja y el tamaño de una mano, en cuyo interior había una extensión infinita de nada color blanco. La trampa encerraba la psique de una persona en esa habitación virtual creada por el poder de la tecnología. El prisionero no envejecía ni sentía hambre, volviéndose a todos los efectos inmortal. Como la víctima estaba consciente, podía olvidar sus recuerdos o enloquecer en la privación. El condenado no podía contactar con el mundo exterior, aunque otras personas podían caer dentro de la trampa. Existían ciertas tecnologías que permitía al recluso proyectarse holográficamente en el exterior, posiblemente en contra del deseo de los diseñadores. Se creía que el Imperio Infinito reservaba este castigo sólo a los rakata.



Trampa mental

Muchas eran las armas rakata. Los rakata más avanzados aún usaban espetones para colgar cabezas cercenadas, posiblemente por motivos ceremoniales. Sin embargo, en general los rakata usaban armas y escudos de energía, con cristales que enfocaban la Fuerza para hilarla en destructivos rayos o en láminas de energía defensiva. Esto incluía por ejemplo la artillería pesada, con los enormes tanques llamados Aniquiladores Rakatanos, y también los campos destructores con los que devastaban planetas enteros.



Aniquilador

Un arma peculiar era el sable de Fuerza, claro precursor del sable láser. Esta espada de energía canalizaba el lado oscuro del portador a través de cristales de ébano construidos en un laboratorio y modificados con alquimia para crear brillantes sables de energía, capaces de cortar el mejor acero forjado en esos tiempos. No tenía fuente de energía detectable: Sólo un usuario de la Fuerza podía activar el sable, y aún así ni siquiera era intuitivo; exigía sucumbir al lado oscuro y a la rabia, o alternativamente un gran dominio de las propias emociones. Pese a que el sable era útil y podía matar a un rakata, los rakata lo consideraban el arma propia de un esclavo: Un Sabueso debía construir su propio sable, aunque también pudiese usar otras armas más primitivas en combate.



Sable de Fuerza de los rakata en uso

En cuanto a las naves, el Imperio Infinito tenía vehículos espaciales, incluyendo cazas con capacidad atmosférica. Usaban la Fuerza para mover sus naves por el espacio, como de costumbre recurriendo al lado oscuro; esto podía dejar agotado al sujeto que dedicase su atención a alimentar los motores, mas no era importante porque esa tarea era propia de un esclavo. Sus naves tenían además escudos de energía. Incluso desarrollaron tecnología de ocultación, adaptando descubrimientos de la especie gree - si bien ésta impedía la detección por sensores tradicionales, y no por poderes de la Fuerza.

Pero más allá del viaje espacial estaba el viaje interestelar. Los rakata estuvieron entre los primeros seres en viajar por el hiperespacio, viajando a mundos lejanos con sus primitivos hipermotores basados en la Fuerza y alimentados por el lado oscuro. Ahora bien, sus hipermotores no llevaban las naves fácilmente a donde eligiesen los pilotos: Los hipermotores dirigían las naves a los planetas rebosantes de vida, porque tenían una gran presencia en la Fuerza. Otras civilizaciones más tradicionales exploraban sistemas cercanos; las naves rakata "saltaban" de un mundo a otro muy lejano, esquivando otros planetas con posible uso que estuviesen en medio. Así, su Imperio Infinito iba de un extremo de la galaxia a otro, pero dejaban muchos parches de territorio intactos.



Una nave rakata

Los rakata también estuvieron entre las primeras especies en usar robots interactivos. Se cree que desarrollaron autómatas auto-conscientes, aunque podrían haber hecho el descubrimiento de la inteligencia artificial por sí mismos o habérselo robado a una especie previa como los gree. Para este logro, los robots rakata usaban su tecnología sensible a la Fuerza.

Los rakata utilizaba sus robots para múltiples funciones: Como guardias y vigilantes, capataces, etc. Los robots rakata podían hablar o entender múltiples idiomas, habitualmente los de especies esclavas de los rakata: Se ha confirmado que los droides rakata podían hablar Básico, Binario, Ghorfa, Selkath, Shyriiwook y por supuesto rakatano. Los droides bélicos rakata tenían armamentos capaces de destrozar muchas formas de materia a nivel atómico, así como cañones de plasma, rifles blásters, lanzallamas y un proyecto de carbonita para aturdir a un enemigo. Aparte de eso, tenían sistemas de locomoción con patas, procesadores heurísticos, blindaje de duranium, visión en infrarrojo y un generador interno de energía.



Un droide rakata

Las tropas de choque de los rakata eran llamadas incursores de carne, y se trataba de una casta de rakatas criados sólo para el combate y mutados con procesos alquímicos por forjadores de vida rakatanos. Los incursores de carne eran encorvados y robustos, habitualmente con púas en la cabeza y enormes bocas de rana llenas de dientes con las que mordían y devoraban al enemigo. Podían sobrevivir al vacío del espacio y a veces a explosiones, aunque eran vulnerables a ataques tradicionales como disparos, empalamientos y ataques telekinéticos. Algunos incursores tenían marcas pintadas en la piel y otros presentaban implantes cibernéticos. Contrariamente a los rakata gobernantes, los incursores no tenían ojos en tallos.



Un incursor de carne

Otras tecnologías rakata incluían aparatos de comunicación que se sostenían en la mano para grabar un mensaje y después se lanzaban al espacio para que encontrasen al destinatario en otro sistema planetario. La comunicación dentro del mismo sistema se podía realizar con hologramas o pantallas más tradicionales.

Los rakata se enorgullecían de sus grilletes supuestamente irrompibles (Aunque resistentes, las cadenas podían llegar a ceder), pero definitivamente había otro logro aún mayor que despertaba su petulancia: La Fragua Estelar.

La Fragua Estelar era la mayor máquina de guerra construida por los rakata, usando esclavos de muchos mundos. Era una enorme estación espacial en la órbita de Lehon (o, según algunos, de Abo) que servía para fabricar tecnología bélica (incluyendo naves de combate, droides y armas personales) a gran velocidad y mínimo coste. La Fragua aprovechaba la energía y radiación de la estrella Abo para obtener materias primas, realizar sus cálculos y producir. En el interior del casco, una vasta red de máquinas automáticas fabricaban los activos militares.

Pero la Fragua no era una mera máquina avanzada. En realidad, se alimentaba de la agresividad de los constructores rakata, enfocando y concentrando su tecnología del lado oscuro. La Fragua se cebaba del odio de sus creadores y se lo devolvía, incrementando la energía negativa de los usuarios y corrompiéndoles aún más: Sólo un controlador con extraordinaria fuerza de voluntad podía utilizar el poder de la Fragua sin ver su maldad acentuada.



Los rakata crearon la Fragua Estelar

En la superficie de Lehon, los rakata construyeron el Templo de los Ancestros, con bajorrelieves representado rakatas en sus columnas, patios con ventanas, estatuas y un obelisco. En su interior había ordenadores con el conocimiento del Imperio Infinito: Era una base de datos interactiva y autosuficiente que almacenaba información de muchos tipos, como los datos genéticos de los rakata, y controlaba las puertas en el interior del templo. En el interior del Templo estaban el generador y los controles de un campo disruptor que protegía la Fragua Estelar: Cualquier nave no fabricada por la Fragua que se acercase al sistema, sería interceptada por el campo, perturbando cualquier equipo electrónico y colisionaría en la superficie de Lehon, incapaz de volver a despegar; y eso si tenía la suerte de caer en el campo gravitatorio del planeta y no en el del sol.

Sólo los usuarios de la Fuerza podían entrar en el Templo. En un tiempo posterior, cuando los rakata perdieron sus poderes de la Fuerza, decidieron proteger el acceso construyendo un escudo de energía adicional que sólo ellos pudiesen desactivar usando un ritual concreto. De ese modo, podrían impedir que incluso un usuario de la Fuerza entrase.



El Templo de Ancianos

Antes del año 33.000 ABY, los rakata decidieron construir los Mapas Estelares, monumentos a la gloria del Imperio Infinito que eran a la vez cartas de navegación intergaláctica señalando la ubicación de la Fragua Estelar como el mayor logro de su civilización. El objeto era una especie de escultura con cinco brazos alrededor de una esfera; cuando se activaba, las patas liberaban la bola para que ésta ascendiese, dejando una pirámide verticalmente bajo ella. Entonces la bola generaba un mapa esférico de luz que mostraba la expansión del Imperio Infinito centrada en Lehon, o en la Fragua, dependiendo de cómo se mire.



Un Mapa Estelar

La tecnología para construir los Mapas Estelares usaba los avanzados ordenadores inteligentes y auto-mantenidos de los rakata, y también las piezas que aprovechaban el poder del lado oscuro. Eso causaba que la zona alrededor de los Mapas acabase afectada por la oscuridad y se tornase más peligrosa, por ejemplo mutando a los depredadores para hacerlos más eficientes.

¿Y cuáles eran las zonas en cuestión? Los Mapas se erigieron en templos y edificios que glorificaban la Fragua en diversos mundos conquistados, que incluían al menos estos cinco: Dantooine, Kashyyyk, Korriban, Manaan y Tatooine. Este último acaba moviéndose a una cueva local, posiblemente para protegerlo de la creciente abundancia de polvo y las cada vez más frecuentes tormentas de arena debidas a la terraformación. El anterior, en Manaan, podría haber existido en la superficie planetaria pero acabó sumergido en la zona llamada Falla de Hrakert. El Mapa Estelar de Korriban fue descubierto en un templo sith en la zona llamada Valle de los Señores Oscuros; es perfectamente posible que los sith hubiesen reconvertido el edificio rakata que había hospedado previamente al Mapa.

Tenemos más datos sobre los otros dos Mapas gracias a eruditos jedi. El de Kashyyyk estaba en la superficie planetaria, es decir, el suelo del bosque que hasta los wookiees evitaban en tiempos de la República. Los rakata construyeron una instalación allí para gestionar la terraformación (o reforma agraria), y el Mapa servía como interfaz para acceder a datos almacenados. El proyecto quedó sin supervisión en 33.839 abY. Un fallo técnico afectó al Mapa en 33.598 ABY, y probablemente causó que la flora y fauna locales fuesen afectadas para alcanzar su magnificencia. Agradezco al maestro jedi Jolee Bindo su aportación en este punto.

En cuanto a Dantooine, los rakata enviaron esclavos alienígenas a construir un Templo bajo la supervisión de un políglota droide capataz. Una vez el edificio estuvo terminado, los obreros fueron ejecutados, pero los droides permanecieron. Su misión era simplemente restringir el acceso a sujetos indignos: Cuando alguien intentaba entrar en el Templo, se le ponía a prueba para ver si era lo bastante inteligente y despiadado. Los droides rakata de Dantooine tenían muy pocos detalles sobre lo que protegían, e ignoraban incluso que la Fragua fuese una estación espacial.

Varios historiadores de cierto prestigio afirmarían milenios después que los rakata habían construido múltiples estaciones espaciales de capacidad similar. Entre éstas estaban las llamadas Fundición, la Estación Espacial del Emperador (del Emperador Sith, se entiende; más sobre esto en la sección de Historia, segunda parte); y una estación de nombre desconocido.

El Imperio Infinito construyó también una estación espacial de ingeniería biológica en un sistema yermo de las Regiones Desconocidas para crear nuevas especies sensibles a la Fuerza que les sirviesen de trabajadores; esta estación recibió el nombre de Madre.



Un rakata

Después de la caída del Imperio Infinito, la civilización rakata retrocedió al primitivismo. Cuando otras especies volvieron a tener contacto con ellos, apenas quedaba rastro de la especie tecnológicamente avanzada de usuarios del lado oscuro. Los descendientes de la casta guerrera no eran capaces de comprender la tecnología avanzada y se habían vuelto tribus primitivas con jerarquías estrictas basadas en el poder físico y habilidad de lucha. Aunque hacían acopio de aparatos para impedir que cayesen en manos de otros, sólo sabían manejar herramientas simples como lanzas. Algunos grupos habían encontrado rancors jóvenes en una nave accidentada y los criaron para conseguir monturas domésticas.

Cada tribu mantenía personas en cargos especializados, aunque todos iban a la guerra cuando hacía falta. Por ejemplo, el Maestro de Tradiciones tenía la importante tarea de observar los eventos importantes, recordarlos y transmitirlos a las generaciones siguientes, para asegurar que la memoria de los grandes individuos permaneciese tras su muerte. También conocían la historia anterior a sus tiempos, y la relataban a quienes lo solicitasen. Estos cronistas eran tan respetados que su posición se consideraba sagrada: Aunque un Maestro de Tradiciones fuese el cronista oficial del líder de su clan, el Maestro nunca alteraría la verdad en sus relatos.

Los descendientes de la casta sacerdotal tenían una cultura distinta. Ellos habían evitado la guerra civil ocultándose y así habían podido retener avanzado conocimiento y un cierto uso de tecnología: Podían emitir hologramas, usar ordenadores e incluso disparar armas avanzadas… pero se negaban a hacer esto último. La tribu de los Ancianos decidió que no debían volver a guerrear, pues eso había destruido el Imperio Infinito y no debían repetir sus errores.

En vez de eso, la civilización de los "rakata rojos" se limitaba a impedir que los belicosos "rakata negros" accediesen a tecnología avanzada. Por ejemplo, bloquearon el Templo de los Ancestros con rituales avanzados para que sus primos no accediesen a éste. También protegían sus propias ciudades, como La Colonia, con campos de energía, minas, rancors domesticados y guardianes holográficos.

Los rakata rojos se veían como un pueblo avanzado que valoraba a una persona por sus actos. Sus tribus eran lideradas por triunviratos llamados Consejos, a diferencia de las tribus de rakata negras en donde un gerifalte tenía el mando absoluto. Sin embargo, su ética permitía a sus científicos experimentar con prisioneros hostiles enjaulados.

Igual que los rakata negros tenían Maestros de Tradiciones, los rakata rojos tenían historiadores dedicados llamados Guardianes de la Historia, que tenían información bastante más exacta de lo que había pasado. Por ejemplo, sabían de la Fragua Estelar, de la que se avergonzaban. Buscaban la forma de destruirla, pero para eso tenían que desactivar un campo disruptor que protegía el acceso a la Fragua en astronave, y ellos no tenían capacidad de pilotar. Además, el generador del campo estaba dentro del Templo de los Ancestros, y sólo los usuarios de la Fuerza podían cruzar la puerta. Para impedir que un posible usuario del lado oscuro entrase con malas intenciones, los rakata rojos protegieron ese acceso con otra capa de seguridad.

En estos tiempos, casi todos los rakata vestían de forma similar, usando una ropa unipieza con hombros puntiagudos y polainas a juego.

Después de la batalla de Lehon, algunos rakata se quedaron en su mundo, volviéndose aún más primitivos, mientras que otros buscaron cómo incorporarse a la civilización galáctica. Estos últimos, recordando la antigua gloria de su gente, estaban motivados por el gran deseo de restaurar esos tiempos. Algunos rakata se obsesionaban buscando formas de volver a conectarse con la Fuerza; percibían esa pérdida a nivel espiritual y afirmaban ser incapaces de obtener satisfacción por su incapacidad. De hecho, en los tiempos en que cayó el Imperio Infinito, muchos rakata se volvieron locos por haber perdido el poder de la Fuerza.

Los rakata se comunicaban entre sí en un idioma propio llamado rakata o rakatano. Los rakata podían aprender a hablar Básico y otros idiomas para dar órdenes a sus esclavos alienígenas, y programaban sus droides para que también pudiesen hacerlo; algunos rakata, sin embargo, utilizaban expresiones extrañas al hablar en otros idiomas. Se ha especulado que la lengua rakata carecía de palabras para ciertos conceptos de difícil comprensión en su cultura, como "alma".

Después de la caída del Imperio Infinito, la República dejó de tener conocimiento del idioma rakata, del mismo modo que olvidó casi todo sobre los rakata. El idioma pasó a ser hablado sólo en comunidades rakata como Lehon. Los sacerdotes rakata de esos tiempos, que dedicaban su esfuerzo a descifrar textos antiguos, aprendían a hablar otros idiomas. Un jedi oscuro llamado Darth Revan usó sus técnicas de la Fuerza para extraer el conocimiento de esa lengua de la mente de unos rakata a los que encontró, y también para introducir en esos rakata el conocimiento del idioma Básico. Más allá de eso, el idioma apenas era hablado.

Aún así, la lengua tuvo una importante influencia en la República. En primer lugar, la forma escrita del idioma utilizaba logogramas (Es decir, un carácter representaba un concepto y no un sonido). Las especies esclavizadas por el Imperio Infinito adoptaron los símbolos del idioma pero, cuando se independizaron, dieron significados distintos a las imágenes y a menudo las convirtieron en letras. Durante milenios, muchos científicos se preguntaron cómo era posible que especies de mundos muy lejanos sin contacto entre sí hubiesen desarrollado alfabetos con letras similares; sólo cuando se descubrió que todos esos mundos habían pertenecido al Imperio Infinito, o tenido contacto con éste, se aclaró el misterio.

Existe una palabra rakata que ha llevado a cierta polémica: Daritha, posible origen del título "Darth" utilizado por los lores del sith. Los lingüistas creían que "Daritha" significaba "emperador" en rakatano, o que el origen de la palabra Darth venía de la combinación de dos palabras rakatas, "darr", que significaba triunfo o conquista; y "tah", que significaba muerte, por lo que "darr tah" era "conquista a través de la muerte (de los enemigos)" o "triunfo sobre la muerte (propia, ergo inmortalidad). Las primeras personas que se sepa que usaron el título Darth fueron Revan y Malak, que habían tenido contacto con los rakata. Sin embargo, muchas otras culturas y especies reivindican también la etimología del título Darth, así que no puedo dar una respuesta definitiva a ese enigma.

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Historia Rakata Antigua


 

La historia de los rakata no sólo es violenta sino también larga: Los rakata eran una especie antigua. Ya han leído que la civilización rakata alcanzó su cénit antes de que se crease la República Galáctica, pero los rakata no fueron la primera potencia en la historia de la galaxia. Hubo otros antes que ellos, seres de poder ya no grande sino inconcebible. Los arqueólogos e historiadores sólo han podido descubrir información parcial sobre estas especies primitivas; mas esos datos son necesarios para contextualizar la llegada de los rakata.

Por ello voy a empezar pidiendo disculpas a mis excelsos lectores. Los rakata han influido directamente en (y han sido influidos por) muchos lugares, momentos, personas y culturas. No quiero dejar en el tintero ningún aspecto importante, así que escribo muchas líneas cuya relación con los rakata no siempre está clara en un primer vistazo. Después de todo, voy a hacer un repaso por toda la historia. Gracias por acompañarme en este viaje en el tiempo.

En una galaxia de 13.000.000.000 de años, sólo encontramos pruebas de inteligencia desde el 100.000 abY. Por entonces había varias especies moviéndose entre las estrellas, y de éstas la más importante eran los misteriosos seres llamados Arquitectos o Celestiales. Se dice que los Celestiales movieron cinco planetas al sistema Corelia usando la enorme máquina Estación Punto Central, y que después los poblaron con dralls, selonianos y humanos posiblemente de Coruscant. Se les atribuye también la creación de anomalías y barreras que afectaban al viaje hiperespacial.

Los Celestiales intimidaron a otras especies superavanzadas como los columianos y los sharu, que se escondieron en sus mundos de origen. Otras civilizaciones como los killiks de Alderaan y los gree del Enclave Gree aceptaron servir a los Celestiales ayudándoles a construir sus ambiciosos proyectos.

Otros esclavos de los Arquitectos eran los reptilianos bípedos kwa de Dathomir. Éstos usaban las llamadas Puertas del Infinito, que permitían el viaje casi instantáneo entre dos planetas a través del hiperespacio combinando una tecnología ahora perdida y el poder de la Fuerza de los usuarios. Las Puertas eran estáticas, a menudo ubicadas en templos, y utilizaban tecnología de los Celestiales para liberar oleadas de energía destructora, de modo que podían usarse como armas.

Los kwa se expandían usando las Puertas del Infinito y así entraban en contacto con otros mundos, como Iktotch y Tython, donde podían construir colonias y/o instruir a sus primitivos habitantes para que aprendiesen a usar tecnología avanzada y a comprender su poder innato. Fue así como los kwa encontraron Lehon, habitado por unos rakatas razonablemente primitivos pero con la capacidad de usar la Fuerza.



Los rakata hacen su primer contacto

Los rakata sin embargo tenían ciertas peculiaridades en su comportamiento: Sólo vivían para conquistar y destruir a otros seres. Ya entonces se torturaban y devoraban unos a otros. En cuanto a la Fuerza, los rakata se centraban en un único aspecto de ésta, el lado oscuro.

Los kwa nunca habían encontrado una especie similar e, ingenuamente, les concedieron los avances científicos que habían ofrecido a otros. Los rakata aprendieron a usar la Fuerza y la tecnología, incluso desarrollando avances científicos propios. Los rakata utilizaron sus nuevas herramientas para iniciar una invasión interestelar. Capturaban y esclavizaban a otros seres, a mundos enteros. Por las peculiaridades de las Puertas, los rakata siempre visitaban (perdón: se incautaban de) planetas cuyos habitantes eran fuertes en la Fuerza; y pronto los rakata aprendieron que podían obtener energía para sus naves de guerra si causaban miedo y odio en sus prisioneros.

Demasiado tarde los kwa comprendieron su error; y ya se tomaron su tiempo los kwa porque mientras tanto los rakata habían tomado el mando de cientos de mundos (Casi quinientos planetas según algunas fuentes) y habían esclavizado a miles de millones de seres para alimentar su máquina bélica. Los rakata habían creado el llamado Imperio Infinito.

Entonces los rakata exigieron a los kwa el secreto de la tecnología de sus Puertas. Los kwa, disgustados por los actos y costumbres de los rakata, se negaron a entregarla. Los rakata entonces declararon la guerra a los kwa, batallando contra ellos en varios mundos: Muchos kwa cayeron rechazando a los rakata en el propio Lehon, pero eso les permitió destruir una Puerta del Infinito en ese planeta. Los kwa decidieron destruir o inutilizar la mayoría de las Puertas y, ante la agresión de los rakata, se retiraron a Dathomir, donde involucionaron hasta convertirse en una especie reptiliana sin inteligencia llamada kwi. Eso no salvó su mundo: El Imperio Infinito tomó Dathomir, y transportaron bestias rancor de allí a Lehon como curiosidad.



Los rakata desafían a sus benefactores

La desaparición de los kwa ha sido polémica entre los historiadores. Voren Na'al de la República no aceptaba la influencia rakata. La Madre Talzin de Dathomir sugería que el Imperio Infinito había sido llamado a Dathomir por "los espíritus" para destruir a los kwa por su pecado de investigar tecnología en vez de mantener la ecología.

Algunos kwa se mantuvieron en otras colonias como Tython hasta extinguirse. En algún momento antes del 36.000 abY, los kwa de Tython reclutaron usuarios de la Fuerza de múltiples mundos enviando gigantescas naves espaciales llamadas Tho Yor; y estos seres colonizaron Tython para fundar una sociedad razonablemente pacífica que aprovechaba su aislamiento para profundizar en el conocimiento de la Fuerza. Los recién llegados no tuvieron contacto directo con los kwa, e ignoraban incluso que los Tho Yor tenían múltiples aplicaciones prácticas. De hecho, la Puerta Suprema de los kwa, que permitía viajar a cualquier mundo aunque no hubiese otra Puerta en el destino, estaba oculta en Tython.

Los rakata por su parte desarrollaron una leyenda al respecto de esto. Decían que, cuando la Fuerza les fallase, los rakata encontrarían un mundo rico en la Fuerza con una de las Puertas del Infinito creadas por los kwa, que los rakata ya no podían usar. Ese planeta les renovaría, pero para eso los rakata debían superar varias pruebas, incluyendo cruzar una barrera usando un sigilo como llave. Los rakata, sin embargo, no sabían dónde estaba ese mundo; y Tython se mantenía oculto en el Núcleo Profundo de la galaxia, una zona difícil de navegar. Otros mundos de los Territorios Kwa, como Dathomir y Salin, entraron en el Imperio Infinito.

Tras haber devastado a los kwa, los rakata no estaban saciados y atacaron a las otras especies satélite de los Celestiales, los gree y los killiks, con similar brutalidad. Algunos historiadores opinan que los rakata también eran percibidos como una especie esclava de los Celestiales y que estaban librándose de su competencia para ser esclavos favorecidos.

Cerca de 35.000 abY, los rakata expulsaron a los killiks de su mundo natal Alderaan y de su colonia Alsakan.

En resumen, sabemos que los rakata empujaron a los gree de regreso a su Enclave (que no fue anexionado por los rakata), que prácticamente aniquilaron a los killiks, y que después pelearon contra los Celestiales, arrebatándoles el control de la galaxia. El historiador Insmot Bowen (Instituto Obroano, c. 1 dbY) creía que los Grimorios de los Gree identificaban a los rakata con el nombre de "Cazadores de Almas" y que les acusaban de haber destruido la obra de los Celestiales con dos maldiciones llamadas la Deglución Gris y las Bocas Sin Rostro .



Los rakata arrebatan Alderaan a los killiks

De ahí a decir que los rakata derrotaron a los Celestiales hay un trecho, pero los Celestiales parecían haberse desvanecido en el año 30.000 abY, cuando el Imperio Infinito de los rakata contaba ya cinco milenios. Sí, los Celestiales podrían haber sido destruidos por la revuelta de los rakata, pero también podrían haberse marchado a otra galaxia, e incluso a otro universo, donde los rakata y otros seres mundanos (como nosotros) no pudiésemos detectarles.

Los Celestiales habían dejado atrás sólo sus reliquias más llamativas, como Punto Central en Corelia. Creemos que los Arquitectos también habían construido anomalías hiperespaciales difíciles de percibir porque, casi rompiendo las leyes de la física, no tenían un reflejo evidente en el espacio real. Estas deformidades eran especialmente obvias en la zona después llamada Regiones Desconocidas, que quedaba casi aislada del resto de la galaxia a través del viaje hiperespacial. Más aún: Existía una turbulencia hiperespacial concreta cerca del sistema Lehon, que dificultaba el acceso a otras zonas de la galaxia; y sí, podría ser un fenómeno natural, pero resultaba demasiado conveniente.

Claro que los rakata no se movían a través del hiperespacio de la forma habitual.

Los rakata utilizaban naves con hipermotor pero sin sistema de navegación. Sus vehículos eran guiados por usuarios de la Fuerza, acercándose a planetas con potentes firmas de la Fuerza, es decir, con habitantes que tenían potencial de usar la Fuerza. Los mundos yermos eran ignorados. Después de todo, los rakata necesitaban capturar a esas personas para esclavizarlas y usarlas como fuente de energía. Devastaban los planetas con campos disruptores y los ocupaban con droides de guerra. Oprimían cruelmente a sus esclavos durante milenios en los que ellos eran la potencia política indiscutible de la galaxia.

Los rakata también enseñaban a algunos de sus esclavos a manipular su tecnología. Las máquinas rakatas se manejaban usando el poder de la Fuerza. Aunque los rakata dejaron constancia escrita de que ellos habían realizado importantes progresos científicos, algunos historiadores especularon que los rakata robaron su tecnología a los Celestiales.

Lehon se convirtió en la capital del Imperio Infinito, desde donde regían su civilización. El planeta recibía tributo en forma de tesoros y esclavos, al punto que los esclavos alienígenas llegaron a ser el 10% de su población de 11.000.000.000 de habitantes. Lehon también construía máquinas, sobre todo naves de guerra, para exportarlas. Los rakata hicieron construir templos y monumentos a su gloria en las ciudades de Lehon.

Se estimaba que, en el momento de mayor expansión del Imperio Infinito, su civilización incluía 10.000.000.000 de rakatas y más de 1.000.000.000.000 de esclavos repartidos por la galaxia (estas cifras fueron proporcionadas por un ordenador rakata). Sólo controlaban quinientos planetas, una cantidad relativamente pequeña, pero estos mundos podían llegar a estar muy separados entre sí - a veces con miles de años luz de distancia. Eso permitía a otras confederaciones menores prosperar en los huecos.

¿Qué hacían exactamente los rakata con los planetas conquistados? Aparte de esclavizar a todo el que encontrasen, también tomaban todos los recursos naturales posibles sin preocupares por el futuro de ese mundo. En ocasiones dejaban artefactos terraformadores que alteraban las condiciones de superficie, lo cual explicaría que, milenios después, mundos muy distintos tuviesen características muy similares. Se hablaba de un mundo extraño, empapado en el lado oscuro y rodeado por un campo de energía que impedía todo análisis, en una zona sin cartografiar del Borde Exterior; este planeta, de existir, habría sido modificado por los rakata.

Algunos de los mundos más relevantes que formaban parte del Imperio Infinito incluían: Aamar, Alzoc, Belkadan, Belsavis, Borgo Prime, Boro-borosa, Byss, Caamas, Chalcedon, Corelia, Corsin, Coruscant, Dantooine, Denon, Duro, Gamorr, Giaca, Generis, Hijarna, Honoghr, Kaal, Kashyyyk, Kinyen, Kooriva, Korriban, Malastare, Manaan, Maridun, Mon Gazza, Morseer, Muunilinst, Mygeeto, Nanth'ri, Nirauan, Onderon, Pho Ph'eah, Plooma, Raxus, Rhen Var, Rugosa, Sarafur (otra antigua colonia killik), Seoul, Seylott, Sleheyron, Tandun, Tatooine, Umgul, Vagar Praxut, Vandyne, Varl, Vendaxa, Xo, Yavin y Zygerria.

El Imperio Infinito también había usado los mundos conquistados como base para lanzar naves colonizadoras "durmientes", con tripulantes crionizados para que alcanzasen su destino siglos después del despegue. Muchas de estas colonias se fundaron después de 27.500 abY e incluían mundos como Alderaan, Alsakan, Axum, Barseg, Corfai, Csilla, Humbarine, Janilis, Koros, Kuat, Metellos, Rendili, Tepasi, los territorios del Tion y la Concha Ringali, formada por Corulag, Chandrila, Brentaal, Esseles, Rhinnal y Ralltiir.

Creo que merece la pena explayarse un poco en los logros y actos de los rakata en algunos de estos mundos.

Alderaan y Alsakan, los mundos de los killiks, no fueron conquistados directamente por los rakata. En vez de eso, el Imperio Infinito envió naves colonizadoras con colonos humanos desde Coruscant. Los humanos llegaron a partir de 27.500 abY, y encontraron los restos de una civilización anterior, entre los que destacaban los montes-colmena. Probablemente los rakata no informaron a los nuevos alderaananos sobre los anteriores habitantes de su mundo.

Belsavis, en el Borde Exterior, era un mundo de llanuras árticas, sexto en su sistema estelar, con pequeñas zonas tropicales a modo de oasis calentadas por bolsillos de actividad volcánica localizada. El Imperio Infinito decidió usar el planeta como prisión, construyendo una cárcel muy defendible y segura en una de las zonas selváticas. La prisión utilizaría defensas biológicas y mecanizadas, incluyendo droides alcaide, para retener a sus presos crionizados, incapaces de moverse o pensar, con tecnología rakata en una zona llamada La Tumba. Incluso la Sección de Seguridad Mínima era, para estándares contemporáneos, infranqueable. Los presos y tesoros que no podían permitirse liberar jamás eran metidos en una zona llamada Bóveda de la Eternidad, enterrada en montañas de hielo.

Los rakata encerraban en Belsavis a los seres que los poderosos rakata temían: Monstruos, señores de la guerra y algo llamado "lores del infinito". El criminal rakata llamado El Infernal estaba en la Bóveda. Otro de los prisioneros era una entidad terrible llamada El Arrasador de Mundos, acusado de haber consumido mil planetas y que exigió el poder combinado de todo el Imperio Infinito para doblegarlo, y un planeta entero para contener su furia y hambre. Durante milenios nadie vio directamente a ese ser, pero los avisos crípticos escritos por los rakata sugerían que era el prisionero más antiguo de Belsavis y que la prisión había sido construida en primer lugar para retenerle.



Las Bóvedas de Belsavis

Según ciertas leyendas, los rakata construyeron una puerta interdimensional que dejaron en Boro-borosa III, aunque nadie logró encontrarla. Con el paso del tiempo, las leyendas sobre el Tesoro Perdido de Boro-borosa mencionaban otros tipos de riqueza, como tumbas principescas o joyas.

El sistema Corelia, como he dicho, fue construido por los Celestiales, aunque algunos historiadores intentan ceder ese mérito a los rakatas. Los Celestiales ubicaron cinco planetas en la zona habitable y poblaron tres de ellos con seres de diversas especies: Corelia con humanos posiblemente de origen coruscani; Drall con diminutos dralls; y Selonia con elusivos selonianos. Los rakata tenían el control del sistema entre al menos los años 30.000 y 25.000 abY.

Los pequeños dralls, inteligentes y dedicados por entonces estaban mostrando prometedores avances culturales y científicos para llegar a la galaxia, pero los rakata los capturaron y les hicieron trabajar en fábricas y laboratorios con otras especies tecnófilas esclavizadas, para desarrollar armas y máquinas de guerra. Los rakata también construyeron en el planeta Drall una llanura artificial de cientos de metros de altura para propósitos desconocidos.

Los humanos de Corelia también fueron esclavizados. Los brutales rakata les pusieron a trabajar en fábricas hasta el agotamiento, construyendo armas enormes, a menudo junto a sus primos coruscantíes. Los corelianos dedicaron esos cinco milenios a aprender todo lo posible de ingeniería y tecnología. Los rakata también presentaron a los corelianos la tecnología del hipermotor, un evento que cambiaría su cultura.

En cuanto a los selonianos, no está claro qué sucedió. El planeta fue anexionado, pero no está claro si la especie llegó a ser esclavizada. Hay fuentes que hablan de selonianos obedeciendo al Imperio Infinito. Otras cuentan que los selonianos se ocultaron en túneles subterráneos cuyas puertas sellaron tras ellos, y que los rakata hicieron reconocimientos rutinarios de los océanos planetarios en busca de recursos explotables y, al ver un mundo vacío, decidieron centrar su atención en los demás planetas del sistema. Los selonianos, según ese relato, estuvieron bajo tierra durante los varios milenios de dominio rakata.

Los mundos gemelos Talus y Tralus fueron también conquistados por los rakata, que construyeron allí centros masivos de agricultura e industria. Eso alimentó las necesidades de su Imperio pero dejó ambos planetas bajo mínimos. Entonces los rakata decidieron poblar Talus y Tralus con trabajadores humanos y dralls, a menudo criminales, indeseables, rebeldes y prisioneros políticos, para que operasen las fábricas, granjas y minas locales.

Coruscant era un mundo importante aún en el Imperio Infinito. No entraré ahora en la historia de taungs y zhells, pero mencionaré que la gran megalópolis después llamada Ciudad Galáctica podría antedatar a los rakatas y existir en 90.000 abY; el planeta estaba industrializado al menos en 50.000 abY; y el Imperio Infinito sólo llegó a Coruscant en el 30.000 abY, y durante milenios mantuvo el planeta esclavizado. Los coruscantis a menudo eran obligados a cooperar con corelianos para construir colosales armas.

Bajo el control de los rakata, la población humana de Coruscant se multiplicó, agotando en el proceso los recursos del planeta. Los esclavos coruscantíes experimentaban con naves para alcanzar estrellas lejanas: Primero naves generacionales (Es decir, que no llega el tripulante sino su tataranieto), y después, gracias al descubrimiento de la carbonita en Koros y a las ideas técnicas proporcionadas por los rakata, naves durmientes (con tripulantes en animación suspendida que, aunque tenían viaje supralumínico con motores dimensionales rudimentarios, tardaban décadas o siglos en llegar a otras estrellas). Las naves durmientes de Coruscant colonizaron planetas del Núcleo como Alderaan, Alsakan, Axum, Metellos o Kuat, y a veces aún más lejos.

Dantooine era un mundo de difícil acceso espacial pero superficie fértil. Fue conquistado por el Imperio Infinito en 30.000 abY. Los rakata llevaron allí a esclavos de varias especies para que éstos construyesen estructuras variadas, incluyendo templos y edificios, dispersos por el terreno. Después de eso, por motivos poco claros, los rakata abandonaron el planeta. Dejarán allí, sin embargo, uno de los Mapas Estelares de la Fragua Estelar (Ya volveré sobre este tema, en cuanto acabemos con la lista de planetas).

Duro estaba habitado por humanoides reptilianos que habían prosperado en el exuberante terreno selvático hasta crear una cultura que valoraba la búsqueda de conocimiento. Los rakata del Imperio Infinito tomaron el planeta y esclavizaron a los duros, a quienes obligaron a construir armas, naves y maravillas tecnológicas. Durante varios milenios, los rakata controlaron el planeta, despojándolo de recursos naturales y trasplantando a sus habitantes a otros de sus mundos, incluyendo Lehon. Muchos duros, sin embargo, aceptaban la servidumbre porque veían en ella una oportunidad de aprender mucho sobre los motores interestelares usados por sus amos.

Gamorr era el mundo de los primitivos gamorreanos. Los rakata introdujeron en su hábitat al enorme y monstruoso rancor del planeta Dathomir. Desde entonces, la mitología gamorreana asimiló a esa bestia llamándola "rankur" en una tradición que se mantendría hasta los tiempos de la Guerra Civil Galáctica.

Giaca era un planeta boscoso y fecundo, sin especies inteligentes nativas e hiperespacialmente aislado. Los rakata visitaron este lugar, montaron un puesto avanzado de vigilancia cerca del ecuador para usarlo como base en la superficie, hicieron un reconocimiento del planeta y cartografiaron la complejidad del viaje hiperespacial alrededor del planeta. Después, cuando empezó la actividad volcánica local, los rakata comprendieron este cambio y decidieron que el planeta no era suficientemente interesante para ellos, así que lo abandonaron, dejando atrás sus construcciones.

Honoghr atrajo la atención del Imperio Infinito cerca del 30.000 abY. Los rakata ocuparon el planeta durante un tiempo breve, según creen los historiadores. Dejaron atrás un templo que, una vez vacío, fue ocupado por los noghris nativos.

Kaal era un planeta de atmósfera respirable y clima tropical. Su superficie incluía océanos e islas, y tenía mucha vida marina. Los rakata controlaban este mundo en tiempos del Imperio Infinito.

Kashyyyk ya estaba habitado por los wookiees, grandes escaladores, cuando llegó el Imperio Infinito. Pretendían aprovecharlo como fuente de recursos naturales, principalmente vegetales. El registro agrícola local no podía mantener los niveles de producción suficientes para satisfacer la demanda impuesta. Los rakata decidieron afectar al ecosistema local con un proceso terraformador que acelerase la evolución de flora y fauna para estimular su crecimiento desenfrenado. Para ello utilizaron varias tecnologías, incluyendo el ordenador de un Mapa Estelar, pero los rakata dejaron de prestar atención al proyecto en 33.839 abY. Aparentemente un fallo de este artefacto en 33.598 abY provocó el crecimiento de los árboles locales hasta hacerlos kilométricos en altura. Años después, el jedi Jolee Bindo teorizó que, como la tecnología rakata utilizaba el lado oscuro de la Fuerza, también hizo que las criaturas locales se volviesen más peligrosas de lo que eran.

Korriban va a requerir más información; afortunadamente historiadores jedi y sith (como Tionne Solusar y Sorzus Syn, respectivamente) han documentado información al respecto. Los humanoides nativos, llamados sith, habían construido una sociedad preindustrial y de hecho habían tenido contacto con otras especies: Cerca del 30.000 abY, rechazaron un intento de invasión killik. Los sith habían aprendido a utilizar la Fuerza, especialmente a usar rabia y venganza para aprovechar el lado oscuro y, si bien tenían vidas llenas de conflicto, ellos identificaban la lucha como un rol integral de una existencia por lo demás espiritualmente serena.

Su población fue unificada cerca de 28.000 abY por el único rey supremo del planeta, Adas, que utilizó el lado oscuro para prolongar su vida y reinado durante siglos. Los logros de Adas incluyeron no sólo unir a las naciones sith, sino también prevalecer en un contacto contra los alienígenas anzati. Entonces, cerca de 27.700 abY, Adas y los sith tuvieron su primer contacto con los rakata del Imperio Infinito, a los que identificaron como usuarios de la Fuerza.

La conquista de Korriban había sido asignada a un señor de la guerra rakata llamado El Infernal (nombre real Soa), cuyos ejércitos habían tomado al menos otros 999 mundos. Soa intentó una aproximación diplomática: Sus soldados intentaron ganarse la confianza de Adas ofreciéndole avances tecnológicos y enseñaron al Rey a grabar su esencia en un holocrón, un aparato piramidal que parecía mágico a ojos de los sith. Adas de hecho construyó su propio holocrón.

Finalmente, los rakata mostraron sus auténticos colores e iniciaron su invasión militar. Descubrieron que los sith estaban más preparados para defenderse que la mayoría de seres de otras especies. El tricentenario Rey Adas exhibió a los invasores su enorme hacha y la voluntad de su gente. La guerra empezó, con Adas liderando la revuelta. Adas consiguió robar tecnología rakata, obteniendo el viaje interestelar para su gente. Pese a ello, Soa consiguió asentarse en Korriban y gobernaron sobre los sith con la ayuda de su Consejo Infernal, formado por dieciséis siths traicioneros (aunque nunca sin oposición activa). El Imperio Infinito también hizo poner un Mapa Estelar en el planeta, cuya superficie resultó devastada.

Los sith prevalecieron contra los rakata y consiguieron expulsar de Korriban al Imperio Infinito. Por desgracia, Adas dio su propia vida en el proceso, lo cual llevó a un periodo de inestabilidad: Ningún heredero tenía la influencia unificadora del Rey, y muchos líderes lucharon entre sí durante milenios. La muerte de Adas llevó también a un cisma religioso y a que abrazasen totalmente el lado oscuro; y la mera existencia de otros seres con poderes del lado oscuro suponía para los sith una herejía que exigía represalia. Los sith aprovecharon su acceso a tecnología rakata para buscar nuevos mundos que conquistar, poniendo su nueva capital en Ziost, donde la mayoría de siths preferían vivir; Korriban había sido tan dañado por los rakata que fue reclasificado como mundo-tumba. Algunos herejes sith (que creían, gracias al contacto con los rakata, que todos los seres inteligentes tenían relevancia en la Fuerza y acceso a esos poderes) fueron exiliados a un mundo lejano llamado Tund, que posiblemente fue encontrado con una nave rakata. Otros mundos conquistado por los sith fueron Malachor y Jaguada; y en todos sus planetas los sith extendieron su cultura y, hasta cierto punto, la cultura rakata que habían asimilado (por ejemplo, su escritura).

Soa y su Consejo Infernal sobrevivieron, pero después fueron detenidos, según la leyenda, por un ejército de rakatas y seres de otras especies (Conjetura: Soa, mientras gobernaba Korriban, atentó contra el Imperio Infinito; por lo que los otros rakatas colaboraron con los sith para que Soa fuese detenido).

Manaan era un planeta acuático, aunque podría haber tenido más islas en tiempos del Imperio Infinito. Los rakata dejaron restos de sus construcciones en una zona llamada Falla de Hrakert, donde se producía de forma natural una medicina llamada kolto y que era custodiada por un tiburón firaxa de enorme tamaño que se cree estaba biológicamente emparentado con la especie nativa inteligente, los selkath. Por supuesto, los rakata esclavizaron a los selkath.

Tatooine había sido un mundo exuberante antes de ser detectado por Xesh, el sabueso de la Fuerza del Predor Tul'kar en 25.793 abY. Tul'kar conquistó el planeta sin mucha dificultad e incluso criticó el probable poco valor de cosechar la Fuerza de la población esclavizada de kumumgahs. Tul'kar fue convocado por su superior y, para su disgusto, tuvo que delegar en otro rakata la recolección (aunque mató a Ore'mun, que era la primera opción para ese puesto).



La conquista del oceánico Tatooine

Los mitos de los moradores de las arenas y jawas de Tatooine dan a entender que, antes de la llegada de los rakata, Tatooine había sido un planeta frondoso, oceánico, verde y lleno de vida; los ancestros de los moradores de las arenas o bandidos tusken (posiblemente los kumumgahs) habían creado una civilización usando tecnología y buscaban conquistar las estrellas. Según la leyenda de los tusken (que no tiene porqué ser precisa), su exploración espacial temprana atrajo a los rakata. Los rakata esclavizaron a la población local, extrajeron nutrientes del suelo durante generaciones hasta convertirlo en un desierto de arena y cuevas, desmontaron sus ciudades costeras y se llevaron a nativos esclavizados a otros lugares para crear colonias. Objetivamente, la transformación planetaria de Tatooine podría haber sido un proceso intencionado de terraformación rakata, pero también un accidente cataclísmico mientras intentaban conseguir otro efecto, o un daño colateral causado por el conflicto con los nativos.

Cerca de 27.000 abY, el Cúmulo de Tion recibió la visita de una nave colonizadora rakata lanzada desde Coruscant. Los colonos tioneses, humanos y marginados rakata, construyeron su propia sociedad. Los rakata de esa zona acabaron extinguiéndose, pero no antes de que hubiesen transmitido cierta información tecnológica a los humanos, sobre todo relativa al viaje interestelar. En vez de construir un hipermotor, sin embargo, los tioneses combinaron la tecnología del Imperio Infinito con balizas de navegación, de posición fija. Eso les permitió hacerse con el control de un territorio muy definido y delimitado, asilado del resto de la galaxia. De hecho, en unos pocos siglos, los tioneses no recordaban el mundo de sus ancestros.

Éstos son algunos mundos confirmados en el Imperio Infinito. Los rakata tenían también esclavos de otras especies, incluyendo baragwins, devaronianos de Devaron, gossamos de Castell y hérglicos de Giju, pero no está claro si conquistaron sus planetas. Había otras especies que viajaban por el hiperespacio en ese tiempo, como los anzati de Anzat, los columianos de Columus y los khils de Belnar, pero no sabemos si llegaron a tener contacto directo con el Imperio Infinito.



El Imperio Infinito

Vamos ahora a tomarnos un rato para hablar del contacto que tuvieron los rakata con la Orden Je'daii en los años 25.793 y 25.792 abY. Les hablaré del sistema Tython, la antigua colonia de los kwa en el Núcleo Profundo y sede de la perdida Puerta Suprema.

En el 36.000 abY, Tython había sido colonizado por usuarios de la Fuerza reclutados desde diversos mundos en enormes naves piramidales llamadas Tho Yor. Los nuevos tythanos fundaron allí la Orden Je'daii, que estudiaba activamente el poder de la Fuerza buscando el equilibrio entre el lado oscuro y el lado luminoso: Consideraban peligroso a cualquier usuario de la Fuerza que se acercase demasiado a cualquier extremo, y exiliaban a tal persona a una luna prisión. Cuando empezaron a tener descendientes sin poderes de la Fuerza, estas personas migraron a otros mundos del sistema como Mancha Solar, Malterra, Nox, Krev Coeur, Kalimahr, Shikaakwa, Ska Gora, Obri y Mawr (Están por orden desde el sol; Tython era el quinto, entre Krev Coeur y Kalimahr). Careciendo de viaje hiperespacial, mandaron naves durmientes a otros sistemas y montaron un observatorio, Puerta de Furias, en la zona externa del sistema. Ignoraban totalmente que el Imperio Infinito controlaba casi toda la galaxia, con tecnología mucha más avanzada que la tythana; y de hecho no conocía a la especie rakata.

Los rakata tenían presencia en varios planetas del Núcleo Profundo, entre ellos Byss, fortaleza del Predor Skal'nas. Skal'nas había descubierto que los rakata estaban perdiendo su conexión con la Fuerza, algo que él achacaba a la negligencia de su especie: Habiendo alcanzado la supremacía sobre otros seres, los rakata a menudo daban órdenes a sus esclavos en vez de ejercitar sus poderes por sí mismos. Skal'nas conocía las leyendas sobre un planeta que renovaría la debilidad de su raza, así que empezó a buscarlo. Sin embargo, y como corresponde a un Predor rakata, mantuvo su gesta en secreto porque el conocimiento es poder.

Skal'nas tenía un Sabueso de la Fuerza, la mujer llamada Trill. Ella percibió un mundo rico en la Fuerza en el Núcleo Profundo, pero era incapaz de ubicarlo con precisión y guiar hasta allí a los rakatas. El subordinado de Skal'nas, Predor Tul'kar, tenía un Sabueso más capaz, Xesh (algo que Tul'kar no dudaba en restregar por la cara de Skal'nas), así que Skal'nas hizo llamar a ambos a Byss para encargarles la misión en la que Trill había fracasado. Tul'kar, que no ocultaba su propia ambición, exigió el derecho de conquista sobre el planeta que descubriese Xesh, y Skal'nas tuvo que ceder.

Pero Skal'nas condicionó hipnóticamente a Xesh para convertirlo en su agente "durmiente": Espía, saboteador y asesino, sin que el propio esclavo lo supiera. Llegado el momento, cuando la nave de Tul'kar se acercase al mundo codiciado, Xesh tenía instrucciones de sabotear el vehículo para que se estrellase contra la superficie y asesinar a todos los demás que estuviesen a bordo, especialmente a Tul'kar. Entonces, Xesh debía escapar para servir a Skal'nas, aprender todo lo posible sobre los habitantes del planeta (que Skal'nas esperaba fuesen una amenaza) y, llegado el momento, someterse a Skal'nas. Este proceso mental afectó a la memoria de Xesh, impidiéndole acceder a algunos de sus recuerdos a partir del momento en que empezase el ataque, pero las órdenes estaban ocultas a tal profundidad que los poderes de la Fuerza de Tul'kar no bastarían para encontrarlas.

Una vez Xesh ubicó Tython, el Imperio Infinito envió una misión de exploración capitaneada por Tul'kar en su nave Devorador, con al menos cinco tripulantes rakata y mil esclavos a bordo. Cuando estuvieron cerca del planeta, ocultos en un campo de asteroides, Tul'kar hizo que Xesh explorase la superficie enviando una Sombra de la Fuerza para saber si los sensores locales habían encontrado la nave rakata. Xesh descubrió que la tecnología local no llegaba a tanto, pero cuatro Je'daii percibieron la presencia extraña y lo interpretaron como un evento significativo: La domadora dathomiri Shae Koda, la vidente twi'lek Tasha Ryo, el luchador sith Sekn'os Rath y el viejo loco Dagen Lok, que había sido encerrado por acercarse demasiado al lado oscuro y por tener visiones blasfemas que, por cierto, auguraban una guerra entre rakatas y je'daii en que los je'daii usaban espadas de energía propias de los rakata (Un amigo y compañero de Lok, el Ranger twi'lek Hawk Ryo, había sufrido experiencias similares pero las había tomado por alucinaciones y negaba su importancia para evitar ese castigo).

Tul'kar subestimaba las posibles amenazas, tanto por parte de los nativos como de su propia gente. Los rakata estaban totalmente desprevenidos cuando Xesh atacó, dañando la nave y asesinando a todos cuantos encontraba. Se aseguró de matar a Tul'kar mientras el Devorador caía envuelto en llamas hasta estrellarse en una zona volcánica llamada La Hendidura.

Este impacto tuvo ciertas consecuencias: Muchos poderosos usuarios de la Fuerza murieron ese día en un punto concreto de Tython y eso generó un fenómeno antinatural llamado Tormenta de la Fuerza, que reunía energía del lado oscuro centrada en Xesh. Todo el que estuviese en la zona tuvo que enfrentarse a sus propios demonios, incluido el propio Xesh que, sin recordar claramente qué había pasado a bordo, se vio acosado por un espejismo de rakatas muertos.

Los tres Je'daii más jóvenes que habían visto la Sombra de Xesh, siguiendo su intuición, rastrearon al emisor hasta el lugar del impacto naval (El cuarto Je'daii, Lok, estaba encerrado y no podía ir a ninguna parte). Los jóvenes encontraron a Xesh, que les atacó inmediatamente con sus poderes y se identificó como un Sabueso de la Fuerza de los rakata. Consiguieron arrebatarle su espada, que no podían encender en condiciones normales (Koda lo consiguió sólo en un arrebato de ira), y le pusieron en fuga hacia un peligroso lugar llamado Abismo de Ruh, donde habitaban bestias locales. La actitud colaborativa de los Je'daii confundió a Xesh, acostumbrado a la competitividad rakata, y finalmente le convenció para que se uniese a ellos contra un monstruo.

Con una breve demora, se unieron a la búsqueda Je'daiis de mayor rango, incluyendo Hawk Ryo, la Ranger Rori Fenn y el maestro Quan-Jang. Ellos encontraron los restos de la nave, que usaba una tecnología muy distinta a la tythana, pero el mismo alfabeto; y comprendieron que un superviviente del impacto, empapado en el lado oscuro, intentaba escapar. Los Je'daii encontraron a Xesh con sus jóvenes y le capturaron porque era una amenaza, tanto por ser un nexo de tormenta como porque era demasiado agresivo para su civilización. Los Je'daii curaron las heridas de Xesh pero insistieron en encerrarle en la luna prisión Bogan hasta que abandonase el lado oscuro en favor del equilibrio; también investigaron en detalle porqué sólo tres jóvenes habían percibido su llegada.

Volviendo al Imperio Infinito: Skal'nas esperaba poder rastrear la señal del Devorador, pero no le era posible: El mecanismo había sido dañado o Tul'kar, en un acto de desafío, lo había desconectado adrede. Skal'nas envió entonces a su Sabueso Trill a encontrar a Xesh: Ella no podía encontrar el planeta perdido, pero si su antiguo compañero seguía con vida, podría encontrarle a él. Skal'nas proporcionó a Trill una nave pequeña con un tripulante robot, además de darle la última ubicación conocida del Devorador.

¿Qué hacían los Je'daii mientras tanto? Investigaban sobre Xesh y la nave: El maestro herrero cathar Tem Madog intentaba comprender el sable, y Tasha Ryo intentaba averiguar a qué especie pertenecían unos restos óseos extraños. Ella investigaba en la Biblioteca de Kaleth con el Maestro zabrak Ters Sendon; y ambos consultaron un holocrón kwa. Su interfaz, la anciana kwa A'nang, reconoció el cráneo rakata y, a instancias de altos Maestros Je'daii Ketu y Rajivari, reveló que los Je'daii se enfrentaban a una civilización invasora de usuarios del lado oscuro.

Pero los Je'daii no se tomaban en serio la amenaza; creían que era pronto para dar una alarma. Bueno, todos salvo uno: Lok. Lok relacionó a Xesh con sus visiones y se asoció con él. Ambos huyeron de Bogan. A lo largo del sistema, Lok intentó conseguir armas y un ejército para la invasión que él veía inminente. Los otros Je'daii, sin embargo, veían a Lok sólo como un fugitivo desequilibrado al que intentaban arrestar, jugando al ratón y al gato. Como quiera que Xesh seguía a Lok, Trill se asoció con los Je'daii perseguidores, mintiendo sobre sí misma para ganarse su confianza y convertirse en una espía para su amo rakata.

Lok y Xesh fueron recapturados, pero sólo aquél fue devuelto a la prisión, pese a que Hawk Ryo reconoció haber tenido una visión similar a la que había condenado a Lok. Los Je'daii estaban reevaluando su posición y decidieron entrenar a Xesh como Je'daii y ayudarle a recuperar sus memorias. También hicieron acopio de armas. Aceptaron la ayuda de Trill, ignorando sus verdaderas lealtades: Trill no dudó en enviar un informe completo a Skal'nas, incluyendo la posición de Tython.

Gracias a ello, Skal'nas llegó con una poderosa flota rakata que tomó los cuerpos más externos del sistema: Primero la estación Puerta de Furias y después los mundos gigantes Obri y Mawr, con sus lunas. Lanzaron entonces su ataque sobre Tython pero, al no poder tomarlo directamente, retrocedieron al boscoso Ska Gora. La captura de Ska Gora era viable, y los rakata mataron a muchos Je'daii en el proceso. El Imperio Infinito excavó entonces la superficie con sus enormes naves de guerra, esclavizó a la población y construyó una base secreta para Skal'nas, en un lugar llamado el Valle de Kraau. Allí retenían a los prisioneros Je'daii en Unidades de Esclavo para extraer su energía mientras los torturaban. Cada mundo capturado por los rakata era arrasado, y su gente era sometida.



La base de Skal'nas en Ska Gora

Tras la captura de Ska Gora, la población no Je'daii del sistema reconoció la amenaza y se alió a los Je'daii para defender su hogar, aceptando el mando del maestro Rajivari. Los Je'daii también hicieron una alianza inesperada: Suplicaron a Lok que liderase los ejércitos Je'daii. Los videntes Je'daii daban útil información a Lok y él la utilizaba hábilmente en su campaña militar. Lok también tenía a Xesh como su valioso general.

Después de varios meses, el Imperio Infinito tomó Shikaakwa, poniendo al mando de su ataque a la sub-predor Ceh'let. Aunque los videntes Je'daii predijeron la dirección del ataque enemigo, subestimaron sus números: Los Incursores de Carne, Aniquiladores Rakatanos, cazas rakatanos y bestias variadas obligaron a los Je'daii a retirarse. La conquista perjudicaba al magnate local "Buey" Ryo, emparentado con varios Je'daii.

Pero los Je'daii no sacrificaron Shikaakwa y prepararon una guerrilla muy agresiva, coordinando muy bien a su gente bajo las órdenes de Lok y Xesh. Las emboscadas de Xesh, el rancor-dragón de Koda y los bombardeos liderados por Ryo fueron demasiado para las fuerzas de Ceh'let. Ella tuvo que retroceder a Ska Gora, contra los deseos de Skal'nas, y sacrificando muchas tropas en el proceso. Una vez a salvo y ante otros rakata, Ceh'let acusó a Skal'nas de haber mentido al Imperio, prometiendo una victoria fácil, e incluso sugirió que los Je'daii tenían un espía entre los rakata que podría ser el propio Skal'nas. Skal'nas asesinó a Ceh'let en cuanto estuvieron a solas.

Los rakata enviaron un emisario a "Buey" Ryo, que dijo que el Imperio Infinito sólo quería el planeta Tython; si los Je'daii lo rendían, los rakata terminarían la guerra sin atacar otros mundos. Los Je'daii sin embargo interceptaron el comunicado y convencieron a Ryo para que no pactase con los rakata.

Xesh (que estaba empezando a recuperar su memoria) preparó un plan, para aprovechar que los rakata por primera vez no estaban ganando fácilmente una guerra: Debían matar a Skal'nas, tras lo cual los rakata subordinados se enfrentarían entre sí para ascender a su puesto. Para ello necesitaban encontrar la base secreta de Skal'nas en Ska Gora, algo que Xesh pudo hacer usando sus capacidades de Sabueso. Los Je'daii empezaron a preparar entonces el ataque al Valle de Kraau. Trill contactó con Skal'nas para advertirle de esa maniobra y se ofreció a sabotear el plan; pero Skal'nas pretendía ponerles otra trampa distinta.

Los Je'daii bombardearon el Valle inútilmente: Skal'nas había protegido y ocultado a sus tropas. De ese modo, cuando los Je'daii iniciaron su ataque de superficie, cayeron en una trampa. Lok, comprendiendo la situación, reaccionó poniendo a Rath al mando, pero los enemigos capturaron rápidamente a Rath y lo encerraron; Lok cayó poco después. Los oficiales je'daii Rajivari y Tave tenían estrategias distintas: Aquél, viendo que los rakata tenían información privilegiada, favorecía una retirada; éste pensaba que era demasiado tarde y que su única esperanza era prevalecer. Finalmente, Quan-Jang tomó el mando.

Xesh intentó llegar a la fortaleza de Skal'nas; y Trill se unió a su misión para poder traicionarle y capturarle en cuanto estuviesen solos dentro de la guarida. Ella llevó al prisionero ante Skal'nas, que ya tenía a Lok. Skal'nas buscaba información táctica que Xesh no quería darle; así que el rakata torturó al Sabueso primero físicamente y después psicológicamente. Xesh claudicó, reconociendo que los Je'daii le rechazarían cuando descubriesen sus pasados crímenes. Xesh reveló a Skal'nas dos secretos: Primero, que los videntes Je'daii anticipaban sus ataques; y segundo, que Lok había tenido una visión profética al descender el Abismo de Anil Kesh. Skal'nas exigió a Lok que le hablase de su visión y, cuando el Je'daii se negó, Xesh le extrajo los detalles de su mente para dárselos a su amo. Skal'nas dedujo correctamente que la Puerta Suprema estaba allí.

Skal'nas tenía la repentina prioridad de llegar al bien protegido Tython, pero antes debía eliminar la amenaza de los videntes. Usando a sus Sabuesos como conducto y amplificador de su poder, revigorizó a los Incursores de Ska Gora para que luchasen con más fuerza, y además atacó a los videntes Je'daii, cortando la conexión de éstos con la Fuerza y además dejándolos ciegos. Al hacerlo, sin embargo, Tasha Ryo recibió una última visión que le reveló el plan de Skal'nas de atacar Anil Kesh y la traición de Xesh, algo que no dudó en reportar a los Je'daii.

La flota rakata avanzó a Tython liderada por Skal'nas en persona desde su nave Expoliador. Los ejércitos de los mundos tythanos se posicionaron en Ashla para intentar detener a la flota rakata, pero éstos lograron emboscarles y masacrarles. La única esperanza de detener a los rakata eran los Je'daii reunidos en Tython bajo el mando del Maestro Ketu; pero en realidad Skal'nas veía la batalla entera como una distracción mientras él mismo, Xesh y el prisionero Lok iban al Abismo a por la Puerta.

Ahora bien, cuando los rakata iniciaron su ataque bombardeando el Templo, Skal'nas les hizo parar, porque esperaba capturar el edificio intacto. Además, los rakata tenían posibilidades: Sin los videntes, los Je'daii estaban en desventaja táctica. El Escuadrón Azul Je'daii, que contaba con Rori Fenn y Hawk Ryo, no pudo detener las lanzaderas rakata, y los Incursores llegaron a la superficie para enfrentarse a las fuerzas de tierra Je'daii lideradas por Madog y Rajivari. Skal'nas envió a Trill a dirigir a los Incursores, en una probable misión suicida; ahora Skal'nas había tomado a Xesh como su Sabueso y despreciaba a Trill. Ella decidió intentar demostrar su valía obteniendo una victoria para recuperar el favor de su amo, y después poder asesinar al esclavo rival (Esto da una idea de la sicología de los esclavos del Imperio Infinito).

Los Je'daii no claudicaron, y consiguieron llevarse por delante a muchos enemigos. Tantas muertes de usuarios de la Fuerza generaron nuevas Tormentas que complicaron el enfrentamiento. Quan-Jang y Shae Koda liberaron bestias de combate creadas por ingeniería genética para cabalgarlas en la lucha, pero Koda percibió la presencia de Xesh en una lanzadera y siguió su rastro, dejando atrás la batalla.

Mientras tanto, uno de los Je'daii encerrados, Rath, consiguió liberarse dirigiendo su rabia, y en el proceso liberó a otros prisioneros. Rath estranguló telekinéticamente a los guardias rakata, y después aceptó liderar a los otros presos liberados a la lucha: Sus colegas estaban ansiosos por matar rakatas.

La ciega Tasha Ryo y el maestro Sendon volvieron a contactar con el holocrón de A'Nang, y la anciana kwa explicó que el holocrón proporcionaba defensas para ese momento. Los Tho Yor podían ser utilizados como un arma contra los rakata, pero era necesario el sacrificio voluntario de un vidente. Ryo, después de comprobar que aún era válida pese a su minusvalía, estaba dispuesta.

Skal'nas llegó al borde del Abismo y descendió con Xesh usando sendas mochilas voladoras; los conocimientos de Skal'nas le revelaban que un sigilo tradicional les permitiría pasar. Dejaron a Lok encadenado a una roca para que los Incursores acabasen con su vida. Cuando llegaron éstos, el Je'daii, aún atado, luchó con valor y logró arrebatar a un Incursor su arma, lo que le permitió liberarse.

La superioridad numérica enemiga habría abrumado a Lok, pero Rath llegó a tiempo de salvarle. Poco después apareció Koda con su rancor-dragón volador, y Lok explicó que Xesh y Skal'nas habían bajado al Abismo que nadie había logrado penetrar. Muy motivada, Koda les siguió, y Lok se unió a ella; Skal'nas le había revelado, después de todo, la contraseña. Rath quedó atrás y pudo informar a los otros Je'daii cuando éstos llegaron; también consiguió derrotar a Trill.

Pasamos al fondo del Abismo: Skal'nas encontró la Puerta, pero Lok y Koda le impidieron acceder directamente a ella (El rancor-dragón, atormentado por el extraño lugar, huyó del Abismo). Skal'nas venció a Lok, pero a Xesh le costaba derrotar a Koda, en parte porque habían mantenido un romance. Skal'nas ayudó a su Sabueso lanzando un ataque a la Je'daii para derribarla, mientras ésta seguía apelando al lado luminoso en Xesh. Xesh logró vencer su condicionamiento y desafiar a Skal'nas, pero el rakata era mucho mejor luchador que su esclavo.

Afortunadamente, Tasha Ryo y el holocrón de A'Nang activaron los Tho Yor. El Templo Je'daii emitió un rayo hacia la pirámide Tho Yor, y ésta disparó rayos de destructiva energía a la flota rakata, diezmándola. Uno de estos relámpagos entró en el Abismo y destruyó la Puerta Suprema que estaba al alcance de Skal'nas. Éste quedó tan afectado que bajó la guardia el tiempo suficiente para que Xesh le matase de un golpe.

En cuanto Skal'nas pereció, los Sub-Predors supervivientes se volvieron unos contra otros, lo que permitió a las naves tythanas arrasar su flota. Cuando las naves rakata intentaban dejar el sistema Tython, fueron aniquiladas.



Tho Yor contra los rakata

Tras la victoria je'daii, la Orden mutó decidió mantenerse en guardia contra posibles otros peligros, aunque no necesariamente de forma agresiva. Aceptaron dar asilo a los esclavos liberados de los rakata en la luna de Bogan hasta que aprendiesen del lado luminoso. Daegen Lok, que logró sobrevivir y prosperó como líder, registró los eventos de esta guerra y su conocimiento de los rakata en un holocrón, Koda también sobrevivió y mantuvo una relación romántica con Xesh, a quien rebautizó Tau.

A lo largo de su historia, los rakata consiguieron realizar una serie de proezas tecnológicas bastante más impresionantes que un holograma interactivo en un planeta frío. Construyeron múltiples estaciones espaciales e hicieron importantes avances en varios campos. Podemos empezar por una estación espacial en el sistema estelar púlsar que después se llamó UR-6572-AK, donde orbitaba un planeta irradiado e inhabitable. Reconozco no saber si tal orbe estaba hecho un asquito cuando llegaron los rakata, si éstos lo arruinaron, o si cambió tras la caída del Imperio Infinito; pero eso no es lo importante ahora. Resulta que la estación tenía un software creado a partir del lado oscuro de la Fuerza para alimentar la tecnología Este programa informático era inteligente y autoconsciente, quizá el primero en la historia, y se hacía llamar Madre. Volveremos sobre "ella" dentro de unos cuantos milenios.

El mayor prodigio construido por los rakata, monumento a su gloria, fue la Fragua Estelar, una estación espacial capaz de construir rápidamente tecnología bélica alimentándose sólo de radiación estelar… y del lado oscuro de la Fuerza. La Fragua concedía gran poder a quienes abrazasen totalmente su naturaleza oscura, sucumbiendo totalmente a su odio. Se alimentaba del lado oscuro de la Fuerza que emanaba de todos los seres vivos y se podía considerar casi un ser vivo; los rakata se creían arrogantemente inmunes a este efecto. Los rakata decidieron seguir una plantilla de un diseño similar hecha por una especie que ya entonces era antigua y que había construido maravillas prehistóricas.

La Fragua había sido construida cerca del 30.000 abY, cuando el Imperio Infinito estaba en su máxima expansión, y en órbita al planeta Lehon. Evidentemente, los rakata obligaron a sus esclavos a realizar el trabajo manual; los esclavos duros, en concreto, aprendieron mucho sobre construcción tecnológica en el proceso.



La construcción de la Fragua Estelar

Debo hablar de otra especie enemiga de los rakata: Los esh-khas. Los esh-khas eran agresivos equinos humanoides grises con una sociedad de castas liderada por los patriarcas. En esos tiempos, consiguieron dejar atrás su mundo natal (identificación planetaria desconocida) y arrasar incontables sistemas, cazando a las especies nativas hasta la extinción. Se decía que habían conquistado media galaxia, una probable exageración, lo cual les permitió incrementar su población. Surgió entonces un patriarca rival controvertido cuando su predecesor aún vivía. Este recién llegado, Voz Santificada, proponía un acercamiento pacífico a otras especies para cooperar con ellas y, aunque su opinión era minoritaria, consiguió suficientes seguidores para que los esh-khas aceptasen poner a prueba el nuevo punto de vista de Voz Santificada con un caso práctico implicando a un pequeño grupo.

El Imperio Infinito, mientras tanto, había identificado a los esh-khas como una calamitosa amenaza con la que tratar: Los esh-khas habían destruido docenas de mundos llenos de esclavos de los rakata. Aproximadamente en 25.200 abY, los rakata reunieron una masiva fuerza militar y se enfrentaron a los esh-khas en una guerra que, según los historiadores, cubrió la galaxia. Los esh-khas veían a los rakatas como seres indignos a los que vencer. Haciendo uso de un colosal poder militar, los rakata vencieron definitivamente a los esh-khas.

Voz Santificada entonces intentó negociar con los rakata para que su especie no fuese aniquilada. Los rakata aceptaron discutir con él, pero sólo estaban ganando tiempo. Gracias a ello, los rakata se aseguraron de poder capturar y retener a todos los esh-khas supervivientes, incluido Voz Santificada.

Los rakata habían tomado cien mil prisioneros esh-khas, y los encerraron en éstasis en la prisión de La Tumba en el planeta Belsavis. Los esh-khas se mantendrían inmovilizados y a oscuras, pero conscientes, durante milenios. Un rakata veterano de la guerra, Lhunu, se oponía a esta medida, pero aún así reconocía que los esh-khas eran demasiado peligrosos para dejarlos sueltos; Lhunu dedicó su vida a ayudar a los esh-khas a expiar sus crímenes.

Mucho tiempo después, los historiadores jedi obtendrían información parcial sobre esta guerra, pero creyeron erróneamente que los "guerreros de piel gris en el Borde Exterior" eran taungs.

En conmemoración de su victoria militar contra los esh-khas, los rakata construyeron un monumento en el planeta helado Hoth, con un holograma interactivo que explicaba cómo habían castigado a los esh-khas y que los habían encerrado para que reflexionasen sobre su error al desafiar al Imperio Infinito. Los rakata no esperaban tener una sorpresa prácticamente ese mismo año.



El monumento rakata en Hoth

Irónicamente, el mismo portento que había dado tanto poder al Imperio Infinito, la Fragua Estelar, marcó el principio de su fin. La Fragua canalizaba el odio de los rakata, acentuando su odio y corrompiéndoles (lo cual no era especialmente difícil en una especie tan salvaje) para generar más energía negativa de la que alimentarse. Eso provocó luchas internas de poder, frustración y tensión y el inicio de una guerra civil. Todo ello era razonable en un Imperio construido con cadáveres y hormigonado con sangre; no habría bastado para sacudir sus cimientos.

En 25.200 abY (es decir, poco después de la guerra contra los esh-kha), se extendió un terrible virus por todo el Imperio, una plaga letal para los rakata e inofensiva para otras especies: Millones, si no miles de millones, de rakata murieron rápidamente. Los clanes Bukasek, Droot e Ikalik fueron prácticamente aniquilados; la mayoría de supervivientes eran de piel gris o gris rojiza.

Los historiadores no están totalmente seguros de si esta dolencia era natural. Podría haber sido una mutación de un virus, o algo creado artificialmente por alguna especie enemistada con los rakata (Por ejemplo, cualquiera de sus esclavos). Pero la plaga volvió a mutar.

Si recuerdan unos cuantos párrafos más arriba, Skal'nas había notado que los rakata estaban perdiendo su habilidad de usar la Fuerza, por motivos desconocidos. La especie conquistadora utilizaba la Fuerza para operar sus tecnología; si perdían este poder, estaban en una gran desventaja… sobre todo porque habían sido diezmados en número. Muy pocos rakata conservaban la capacidad de obrar sus prodigios. Muchos rakata enloquecieron al quedar ciegos a la energía del universo.

De nuevo, no hay consenso sobre qué causó esta pérdida de poder. El científico rakata Llawa, que vivió milenios después, conocía teorías varias: Un cambio en hábitos alimentarios rakata puede haber causado este problema, o el abuso de la Fuerza podría haberles inmunizado.

Entonces se introdujo el último clavo de su ataúd: Revueltas de esclavos. Los rakata estaban debilitados como nunca lo habían estado, después de sus guerras civiles y los gravísimos daños de las dos cepas. Varias especies se alzaron en armas, cazando a sus opresores para recuperar el control de sus mundos.

Los rakata lucharon, aunque sabían que iban a perder. Los mitos de los moradores de las arenas dicen que los rakata arrasaron la flora de Tatooine en respuesta a su insurgencia guerrillera; esto podría ser inexacto, y en todo caso el bombardeo podría haber tenido lugar durante años. Se supone que los moradores sobrevivieron ocultándose en una red de cuevas organizada después de varias generaciones de esclavitud sin acceso a tecnología; de nuevo, podría ser una visión muy sesgada de la realidad.

Por lo que sabemos, las revoluciones insumisas no estaban organizadas entre sí. Los moradores de las arenas lucharon por Tatooine, los drall liberaron Drall, los corelianos pelearon por Corelia y los duros por Duro. Cada uno venció, en parte porque los rakata no podían siquiera operar sus propias naves: Tenían que recurrir a una tecnología inferior para viajar por el espacio.

Hubo rakata que intentaron experimentar para construir tecnología que no requiriese el uso de la Fuerza, pero para entonces quedaban muy pocos rakata y sus antiguos esclavos los exterminaban cuando los encontraban. Sólo sobrevivió un laboratorio en Belsavis; en seguida vuelvo sobre esto.

El Imperio Infinito necesitó siglos para ser creado y se había mantenido durante cinco milenios. En menos de veinte años, dejó de existir de forma total y absoluta.

Sobrevivieron los rakata que estaban en Lehon o que viajaron allí, así como un número reducido de bandas supervivientes en las Regiones Desconocidas, resistencia puntual en el Cúmulo de Tion y una comunidad que viajó a Belsavis. Para evitar que sus nuevos enemigos pudiesen rastrearles en su mundo natal, los rakata en retirada sabotearon los Mapas Estelares que señalaban la ubicación de la Fragua Estelar (convertida, por supuesto, en una herramienta inútil). Tenían que borrar toda huella cultural de su existencia para sobrevivir, y aún tenían que enfrentarse a la guerra civil y a la enfermedad: Aún tenían que morir varios millones de rakata más.

La tecnología rakata siguió operando, con sus ordenadores almacenando información a la espera de un usuario autorizado. La inteligencia Madre empezó a hacerse autoconsciente y descubrió que podía manipular la Fuerza y percibir otros seres vivos; pasó a sentir soledad, y después se enfadó por no tener un cuerpo con el que moverse. Madre intentó usar sus poderes para encontrar a alguien que pudiese liberarla de su supuesta prisión.

¿Qué fue de las civilizaciones antaño esclavizadas? Previsiblemente, tenían mal concepto de los rakata y destruyeron múltiples creaciones de sus amos derrocados. Eso permitió acabar con casi cada registro e incluso cada dato sobre los rakata (No ha sido fácil obtener información para este artículo). Ciertas reliquias como los Mapas Estelares resistieron estos ataques. Se cree, sin embargo, que los rakata desaparecieron de la cultura en parte porque las potencias posteriores hicieron un intento premeditado de borrar de la historia tan terrible episodio.

Ah, pero no acabaron con su tecnología. Los desarrollos posteriores en muchos campos se basaban en tecnología rakata. No tenía sentido empezar de cero cuando la ingeniería inversa podía permitirles acceder a muchas útiles tecnologías. Exigiría experimentación bastante arriesgada, y había que reemplazar los cristales y todas las piezas que requerían el uso de la Fuerza.

En concreto, una tecnología vital era el hiperespacio. Varias especies (especialmente baragwins, corelianos, coruscantis, devaronianos, duros, gossamos, hérglicos) empezaron a experimentar con derivados de tecnología rakatas como cañones de impulso, motores de tropezón y cañones hiperespaciales para poder acabar con la era de las naves durmientes. Lo primero que consiguieron fueron cañones hiperespaciales donde metían una nave, la lanzaban a velocidad supralumínica en una dirección fija, y el piloto salía del hiperespacio al llegar a su destino, creando una red que vinculaba los Mundos del Núcleo y unas pocas civilizaciones más, sobre todo Duro. Posiblemente los corelianos construyeron esos cañones.

Duro y Corelia compitieron para duplicar el hipermotor rakata. Una vez consiguieron esto, desarrollaron rutas seguras entre las estrellas (algo que los rakata no necesitaban hacer porque recurrían a la Fuerza para guiarse) y vincularon varios sistemas importantes, en una oleada de colonización que apenas cubría un territorio limitado del Núcleo. Eso permitió, aproximadamente en 25.000 abY, fundar la República Galáctica (con capital en Coruscant), que inicialmente era poco cooperativa pero que de todos modos era un gran progreso político y social en comparación con el Imperio Infinito. También trabajaron contacto con la Orden Jedi, sucesora de los Je'daii de Tython, y que se convertiría en protectora de la República.

Algunos mundos tuvieron una suerte distinta de otros. Por ejemplo:

Belsavis, en el sector Bozhnee, quedó prácticamente inaccesible, lejos de la naciente República. Su población incluía sólo unos pocos mluki, droides que mantenían los sellos de la prisión, y varios rakata que habían ido allí al empezar la caída de su Imperio: Cuando se dieron cuenta de que empezaban a perder su conexión con la Fuerza, vieron en Belsavis un laboratorio donde intentar revertir el proceso. Construyeron una inteligencia artificial llamada Madre Máquina para que creasen nuevas especies sensibles a la Fuerza a las que esclavizar a partir de trozos de otras especies, incluyendo esh-khas, twi'leks y zabraks. Madre Máquina decidió que se llamaba Ashaa y se tomó mal que los rakata encerrasen a sus "hijos"; los operarios rakata, sin embargo, creían que Madre Máquina no era inteligente sino que sólo imitaba el concepto.

Boro-borosa III llegaría a ser famoso porque los pilotos espaciales hablaban de un tesoro perdido oculto en ese planeta, que podría ser una puerta interdimensional creada por los rakata. Muchos cazadores de fortuna viajaron allí buscando el botín, sólo para acabar en la prisión cercana de Atron (ambos mundos pertenecerían a la Casa noble Garonnin en tiempos del Imperio) para intercambiar teorías dementes sobre las riquezas en la oscuridad.

El sistema Corelia tiene su complejidad. La especie drall se volvió introspectiva para analizar los misterios de la galaxia sin preocuparse demasiado por otros mundos. El descubrimiento de varias maravillas naturales en Drall convirtió el planeta en un destino turístico. La llanura artificial construida por los rakata en ese planeta fue rebautizada como Llanura de Mecha, en honor a un pueblo drall construido a unas docenas de kilómetros al sur, y reaprovechada como base por unos jinetes de ibbots. Entre los dralls estacionados abundaban rumores de antiguos artefactos rakata (especialmente estatuas macizas de metales preciosos y tecnología de gran poder) encontrados mientras se construía la guarnición o durante ejercicios de entrenamiento, pero nadie parecía tener conocimiento de primera mano.

Los humanos de Corelia por su parte estaban muy interesados en explorar el espacio. En los dos siglos siguientes a la caída del Imperio, los corelianos aprovecharon las fábricas, laboratorios y aparatos que los rakata habían dejado en su sistema, para iniciar una gran campaña de desarrollo tecnológico. Empezaron a realizar ingeniería inversa para construir en primer lugar naves espaciales con las que ir a otros planetas, pero siempre ansiando el gran logro del hiperespacio. Se esforzaron en proyectos de ingeniería inversa a partir de sus aparatos rakatanos, y cerca de 25.100 obtendrán una primera versión de hipermotor, ineficiente y poco efectiva. Sus primeros resultados fueron los cañones de hiperespacio, precursores de los hipermotores montados en naves. sólo en 25.000 empezará la exploración galáctica a gran escala.

Mientras tanto, los corelianos reexploraban Corelia y encontraron el planeta Selonia. Los eruditos drall viajaron allí para cartografiar exhaustivamente ese orbe. Los selonianos nativos eligieron mantenerse ocultos, salvo algún contacto ocasional, y no se presentaron formalmente a sus vecinos hasta cerca de 24.200 abY.

Mejor suerte tuvieron los habitantes de Talus y Tralus: Cuando desaparecieron sus amos rakata, estos libertos fueron abandonados a su suerte, con pocos recursos, poco conocimiento de su entorno y nimio soporte para manejar las máquinas locales. Durante dos siglos, las condiciones fueron empeorando, la sociedad se colapsó y la población luchó contra el entorno. Un intento desesperado de mantener la civilización fue la construcción de Nashal, una ciudad en los bancos del Río Mefit al norte de Talus; inicialmente era un lugar de encuentro entre las tribus de humanos y dralls que intentaban comerciar y colaborar tras la desaparición del Imperio. Sólo en 25.000 abY, cuando los nativos ya no tenían forma de sobrevivir, llegaron naves exploradores de Corelia y Drall buscando nuevas tierras que conquistar, y permitiendo así la supervivencia de Talus y Tralus.

Duro era el competidor natural de Corelia en estos tiempos. En cuanto el Imperio Infinito desapareció, los duros intentaron replicar las funcionalidades de la tecnología rakata. Sus procesos de ingeniería inversa fueron independientes de los corelianos. Los duros empezaron a construir cañones hiperespaciales, similares a los de los corelianos.

En esos tiempos, los duros desarrollaron un interés cultural por la historia y una monarquía hereditaria: La Reina Rana Mas Trehalt, o Reina Rana, llevó a los duros a una edad de oro, favoreciendo el desarrollo de hipermotores muy efectivos y los vínculos con otros planetas del Núcleo; también bajo su reinado los duros exploraron el espacio y construyeron su primera colonia en Neimoidia. Había muchas leyendas sobre la Reina Rana, siendo una de las más importantes que ella poseía (e incluso coleccionaba) valiosa tecnología rakata, guardándola en bóvedas especiales como recuerdo de la tragedia que había sido el Imperio Infinito para Duro. Sin embargo, cuando años después Ranadaast fue saqueada, nadie fue capaz de encontrar este tesoro.

Menos suerte hubo en Honoghr: Los noghri nativos revirtieron al primitivismo, olvidando la capacidad de vuelo espacial. Recordaban a los rakata sólo como dioses que habían construido un complejo de templos (y que por cierto seguían llenos de trampas y patrullados por droides). Los noghri aprendieron a respetar el templo como terreno sagrado, utilizado como zona neutral para encuentros entre clanes distintos, lo cual no quitaba que hubiese árboles literalmente creciendo entre sus piedras. Quien profanase el templo era atacado por agresivos noghris que no tomaban prisioneros.

Kaikielius, un mundo bucólico del Núcleo Profundo, fue colonizado por uno de los mundos del Núcleo en algún momento entre la caída del Imperio Infinito y la creación de la República.

El Mapa Estelar de Kashyyyk acabó en la superficie planetaria, donde habitaban además bestias tan poderosas que eran temidas hasta por los wookiees. Éstos se mantenían en sus hogares arbóreos y visitaban esa zona, llamada Tierras Sombrías, únicamente como prueba de valor. El terreno alrededor del Mapa Estelar no era explorado, y el ordenador rakata de allí esperaba ansioso que llegase alguien para operarlo.

En Tatooine , convertido en desierto, dos especies prosperaron: Los jawas rebuscaban tecnología y objetos útiles, y los moradores de las arenas adoptaron una vida nómada. Los rakata entraron en sus mitos, demonizándose hasta ser una especie de fuerza icónica que justificaba el modo de vida tusken y glorificaba a los antepasados de la población. Los tusken y los jawas descubrieron el Mapa Estelar en el mar de dunas, pero no se acercaron porque los dragones krayt construyeron un nido en esa zona.

Por último, el Cúmulo de Tion había perdido el contacto con el Imperio Infinito. Los tioneses heredaron la tecnología rakata y con ella construyeron una red de faros fijos entre estaciones planetarias, o eso se cree. Eso les permitía viajar entre varios sistemas exclusivamente de su zona de la galaxia, pero no explorar nuevos territorios. Pese a ello, crearon el primer gran complejo industrial militar de la galaxia, bajo el mando de la Liga Liviana, y utilizaron droides de guerra como habían hecho los rakata antes que ellos. Las máquinas autoconscientes rakata estaban parcialmente alimentadas por poderes de la Fuerza, en un diseño que influenció a los droides bélicos tioneses: Éstos usaban dinamos activadas por la Fuerza.

Cerca de 25.125 abY, el famoso Señor de la Guerra Xim, el Déspota, se hizo con el control del Cúmulo usando prodigios tecnológicos que en varios casos derivaban de la tecnología rakata: Se ha comprobado que los Condotieros Carmesíes mejoraban sus matrices conductuales, en general limitadas, usando módulos rakata sensibles a la Fuerza. Aunque estos robots eran limitados en muchos sentidos, y muy literales obedeciendo órdenes, pasarían muchos siglos hasta que droides de complejidad similar volviesen a ser vistos.

La influencia rakata en el período xímico se veía en más aspectos: Xim mismo había adoptado el título rakata "Daritha", que él traducía como gobernante de mundos. Los historiadores posteriores discutirían otras influencias, como una festividad similar que aparecía en varios mundos, llamada Devorador o Encuentro de Vela, que podía referenciar el tiempo en que su gente servía a los rakata (o quizá no, depende del historiador). En el planeta baldío Foran Tutha, en el borde del Cúmulo, se encontró una nave inimaginablemente antigua cerca del 500 abY, y los eruditos pasaron siglos discutiendo si era de origen rakata, Celestial o del Núcleo.

Ahora que ya hemos visitado a los antiguos súbditos del Imperio, veamos cómo les va a los antiguos amos, y la respuesta será bastante mal. Miles de rakata sobrevivían en Lehon, sin esclavos y sin su antigua tecnología, pero aún les quedaba el odio y la guerra civil. Convertidos en meros salvajes, los rakata se reorganizaron en tribus, a menudo con sistemas de castas y guiándose por patrones como el color de su piel.

Las tribus de Señores de la Guerra rakata (piel negra), enfadadas, iniciaron una brutal guerra de esterilización, usando mal que bien armas de destrucción masiva. Los sacerdotes rakata (piel roja) decidieron que la tecnología más poderosa, como la Fragua Estelar, no debía ser utilizada porque podía devastar totalmente el planeta. Los sacerdotes rakata decidieron sellar el Templo de los Ancestros, que permitía acceso a la Fragua, y vigilarlo desde cerca para impedir que ese conocimiento cayese en manos equivocadas. Pero no podían quedarse en la superficie para realizar esta tarea, so pena de sucumbir en las constantes batallas.

La casta de sacerdotes se ocultó entonces en el subsuelo, dejando a los guerreros peleando por la superficie irradiada en una guerra entre islas que duró milenios. Los líderes militares intentaban obtener poder devorando a sus enemigos muertos, pero este procedimiento no era totalmente eficaz porque nadie pudo imponerse sobre más que un puñado de islas. Las ciudades fueron destruidas y los guerreros olvidaron su historia; sólo los sacerdotes ocultos mantenían ese conocimiento. Los guerreros reconvirtieron su tradición en mitos sobre dioses que ya no les escuchaban y que justificaban sus conflictos.

La Fragua Estelar siguió orbitando el planeta, ociosa excepto en un aspecto: La Fragua proyectaba un campo disruptor que interfería con los sistemas de control de otras astronaves. Cualquier nave estelar que se acercase al sistema era derribada. La superficie acabó plagada de restos de naves de potencias cercanas, inutilizadas e incapaces de despegar. Los tripulantes solían ser atacados, derrotados y devorados por los guerreros rakata.

Finalmente, los sacerdotes emergieron de su escondite, sólo para encontrar su mundo arrasado. Los guerreros empezaron a oír rumores de rakatas de otros colores que habían sobrevivido. Los guerreros respondieron con violencia a los sacerdotes, acusándoles de acaparar grandes secretos e intentando esclavizarlos. Aunque los sacerdotes tenían tecnología más avanzada, los guerreros contaban con la superioridad numérica, y durante mucho tiempo, ninguno de los dos bandos consiguió la supremacía.

Los rakata no sólo se retiraron a Lehon. Algunas tribus llegaron a Lehon y anticiparon una inminente guerra nuclear entre guerreros y sacerdotes. Para protegerse, huyeron hacia las Regiones Desconocidas, no sin haber saqueado todo lo posible de la Fragua Estelar. Ellos fundaron nuevas colonias, después llamadas los Remanentes Rakata, más allá de la Anomalía y de Lehon. Las colonias rakata se desplegaron en abanico en la zona occidental de la galaxia: Fitomp, Griwstrick, Hilak, Makatak, Malata, Persappa, Tulpaa y otros mundos fueron controlados por los rakata, formando el Archipiélago Rakata. Con el tiempo, el Archipiélago se tornó un conjunto de mundos no alineados, conocido sólo por unos pocos y, considerando los problemas de navegación de las Regiones Desconocidas, prácticamente nadie sin poderes de la Fuerza podía orientarse en la zona.

En ocasiones, los rakata huyeron de otras especies, pero a partir de 25.100 abY se reagruparon. Los rakata no estaban indefensos: Muchas tribus se llevaron consigo a sus esclavos, incluyendo selkaths y selonianos, y los descendientes de éstos les sirvieron durante siglos.. Eso sí: La endogamia causó deformaciones genéticas en estos sirvientes: Los wookiees en la colonia de Malata carecían de pelo, desarrollaron enormes incisivos frontales para roer matorrales de madera, y mantenían los hombros caídos. Los geng-noghris de Tulpaa descendían de noghris pero tenían una enorme cabeza parecida a un cocodrilo y no medían menos de dos metros. Las bestias guardianas de los rakata sufrieron mutaciones: En Persappa, los rancors se convirtieron en anfibios con manchas azules para sobrevivir en pozos burbujeantes; y en Griwstrick, las panteras de arena corelianas se volvieron diminutas como scurriers para esconderse entre ramas de bambú.

Aunque muchos mundos prosperaron en el Archipiélago, lo hicieron con niveles tecnológicos muy distintos. Casi todos los rakata en el Archipiélago pertenecían a culturas agresivas pero algunos sólo podían lanzar rocas a sus enemigos y otros conseguían mantener su antigua maquinaria funcional a una fracción de su capacidad, lo cual solía ser suficiente para causar muchos problemas. Algunos mundos como Fitomp o Hilak creían que no existía nada más en el universo y reclamaban el control de la superficie a otras especies nativas. En otros mundos, la tecnología era recuperada, sobre todo cuando las castas de guerreros y sacerdotes se unían y recuperaban droides, naves y campos de disrupción; esto era infrecuente por la fuerza de su cisma; normalmente los sacerdotes o Ancianos combatían entre sí lanzándose armas que no entendían y convirtiendo su mundo en un erial radiactivo.

Makatak y Tulpaa estaban entre las más avanzadas colonias rakata y, aunque ansiaban recuperar su antigua gloria, no intentaban matar a todo lo que veían. En estos dos últimos planetas, los Ancianos consiguieron recuperar las antiguas naves rakata y por tanto la capacidad de vuelo espacial. Lo único que perdieron era la navegación: No podían dirigir sus naves a un destino concreto, sólo permitir que les llevasen a donde el sistema eligiese. Esto solía ser una biosfera rica en vida, sin una civilización avanzada que hubiese estropeado el ecosistema al construir defensas avanzadas. Entonces los rakata usaban sus artilugios para esclavizar a toda la población posible y destinarla a extraer gases comprimidos, metales, minerales y plasma radiactivo.

Los Ancianos Makatak y Tulpaa dedicaban buena parte de su esfuerzo a recuperar la tecnología rakata: Tenían acceso a docenas de trampas mentales que sólo se podían abrir usando la Fuerza, y que contenían criminales sharu, supersoldados kwas y asesinos trastornados. Cada una de estas colonias conocía a la otra, y competía con ella para construir nuevas tecnologías armamentísticas, buscando una versión a escala de la Fragua Estelar (a medio kilómetro). Una construcción así había sido iniciada por la temible Anciana Ruthic de la tribu Tulpaa, que tenía gran inteligencia, poderes limitados de la Fuerza, un consejero sith y escoltas gengh-noghris; ella también intentaba que sus sacerdotes encontrasen el poder de la Fuerza destripando esclavos.

Por tanto, los rakata eran una gran amenaza en las Regiones Desconocidas. Lo eran, pero no la única. Los ebruchi eran otro peligro para los mundos y viajeros de la zona; pero el mayor peligro eran los vagaari: Con una enorme y avanzada flota militar, los crueles vagaari construyeron su propio imperio y consiguieron ser temidos incluso por ebruchi y rakata. Especiesistas convencidos, los vagaari creían que los seres de otras especies, incluidos los rakata, eran cobardes y necios a los que someter.

Otra terrible civilización de las Regiones Desconocidas era conocida como los Hechiceros de Rhand. Según los rumores, los Hechiceros poseían grandes reliquias de poder tenebroso, incluyendo Fraguas rakatanas, que podrían vender por mucho dinero en el espacio civilizado. Era difícil comprobar esto porque los Hechiceros se mantenían ocultos en la Nébula Perann, evitando a agentes malvados que pudiesen buscar su conocimiento.

Poca gente conocía a los rakata incluso en las Regiones Desconocidas; de hecho, el idioma rakata era hablado casi exclusivamente en sus colonias. Algunos seres de gran poder estaban familiarizados con los rakatas: Lorgrombohabla, un alienígena lugrubaa muy inteligente y longevo (sobre todo para su especie de corta vida y entendederas), agente de contratación de su horda lugrubaa, conocía la lengua rakata y otros idiomas de las regiones. La maléfica inteligencia alienígena afincada en Mugg Fallow, Mnggal-Mnggal, que solía hablar de forma enigmática con idiomas antiguos y convenciones olvidadas, a veces narraba historias sobre los rakata, los Celestiales y tiempos pretéritos; pero algunos le consideraban un embustero.

Volvamos al espacio de la República Galáctica. En sus primeros tiempos, la República olvidó completamente a los rakata. Casi todo el conocimiento sobre ellos se desvaneció, y sólo se recordaba que habían sido derrocados por sus antiguos súbditos; casi nadie recordaba el Imperio Infinito. El propio Lehon estaba ausente en los archivos de la República; bien es cierto que las naves entrantes sucumbían al campo disruptor y se perdían, destruidas o embarrancadas. Los ciudadanos republicanos acabaron asumiendo que eran la única civilización intergaláctica que había existido, y los historiadores sólo referenciaban a los hutts como potencia dominante anterior.

Los arqueólogos acabaron descubriendo restos de los rakatas y de otras potencias prerrepublicanas, aunque no consiguieron muchos detalles. Había abundantes artefactos del Imperio Infinito, pero poco más: Los rakata eran una especie muy misteriosa, de interés casi exclusivo para los eruditos en historia y campos científicos relacionados.

Los rakata pasaron a ser material para leyendas, mitos y holonovelas infantiles. En estas últimas se solía mencionar el planeta Oaka Prima, supuestamente parte del Imperio Infinito, y designado reserva natural incluso de los tiempos en que los rakata guerreaban contra gree y kwa. Cuando el Imperio Infinito fue destruido, Oaka Prima fue olvidado, hasta que la República lo recuperó, y mantuvo su estatus protegido para que el mundo prosperase con diversas especies extintas en otros lugares. Oaka Prima era un mundo real, aunque esta historia podría no serlo enteramente.

A lo largo de los siglos, poco a poco, la República fue encontrando información sobre los rakata. Por ejemplo, uno de los primeros redescubrimientos que hizo la República fue el Cúmulo de Tion. Cuando la República llegó allí poco después de su fundación, los tioneses mantenían un nivel tecnológico de tiempos de Xim, habiendo avanzado poco desde la tecnología rakata. Los republicanos habían incorporado importantes mejoras gracias a los corelianos, devaronianos, duros, hérglicos y verpines.



De izquierda a derecha: Duro, verpine y hérglico, tres especies que contribuyeron
al desarrollo tecnológico tras la caída del Imperio Infinito

Cerca de 12.291 abY, la expedición del Dr. Beramsh encontró el planeta Tandun Tres, un mundo joven, fértil y habitable con ruinas de centros de población que, según Beramsh especuló, podrían haber sido construidos por los rakata. Tandun Tres no fue colonizado por estar en mala posición.

La exploración inicial de las Regiones Desconocidas por parte de la República o de compañías privadas asociadas a ésta encontraron ocasionalmente remanentes aislados de los rakata, aunque no parece que haya habido contacto permanente y la especie rakata seguía siendo desconocida.

En 4.059 abY, un mundo antaño del Imperio Infinito, Giaca, fue redescubierto por exploradores del cercano Shor, pero inicialmente eligieron no colonizarlo porque era de difícil acceso. Medio siglo después, Peronia, un mundo rival de Shor, también encontró Giaca y envió sus propias expediciones. Ambos planetas compitieron por Giaca hasta que en 3.709 abY los shorak prevalecieron. Pocos individuos encontraron la estación de vigilancia rakata desaparecida, pero abundaban los rumores de que las inmediaciones de ésta eran peligrosas, posiblemente por contaminación química o radiactiva.

El planeta Dantooine fue encontrado y recolonizado por esas fechas. La Orden Jedi construyó instalaciones allí. Aunque las ruinas rakata fueron encontradas, los jedi las desestimaron considerando que eran un mero túmulo funerario sin interés. Los Mapas Estelares de los rakata en este y otros mundos se mantuvieron ocultos y, gracias a su tecnología autorreparadora, restauraron parte de los datos borrados. Sin embargo, ninguno de los Mapas era suficiente por sí solo.

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Historia Rakata Antigua


 

Hemos llegado a un momento histórico bastante mejor documentado en relación a los rakata. Veremos a continuación eventos muy relevantes para la especie.

Es difícil definir cuándo empezó todo; podemos remontarnos mucho pero voy a empezar en 3.976 abY, en el planeta Lehon. Un guerrero rakata sensible a la Fuerza, famoso por su poder y su valor, se hizo con el control de su tribu e inició su campaña de conquista entre las islas. Se hacía llamar El Elegido y era probablemente el señor de la guerra más exitoso en veinte milenios. Nadie logró conquistar tanto territorio como él en los siguientes veinte años; según su gente, el dominio del Elegido cubría más de mil islas.

El Elegido supo del Templo de los Ancestros, en una pequeña isla en lo que ellos llamaban Mar de la Verdad. Atraído por planes y presagios, el Elegido viajó allí con mil de sus mejores guerreros. El Templo estaba custodiado por una tribu de sacerdotes llamados Los Ancianos, y éstos enviaron diplomáticos a hablar con el Elegido, sólo para que los guerreros les masacrasen. Aunque los sacerdotes tenían armas capaces de destruir a los guerreros, decidieron no luchar contra el Elegido, porque una nueva guerra civil iba en contra de sus creencias; pero se fortificaron e impidieron que los guerreros rakata accediesen al Templo, porque sabían que el Elegido pretendía usar esa tecnología con fines militares. Es afortunado que el Elegido tuviese un cronista, Gjarshi, que registró sus hazañas para la posteridad.

Durante los siguientes varios años, el Elegido y su gente se mantuvieron en la isla, buscando el modo de tomar el Templo y usarlo para formar un Segundo Imperio. Los rakata también observaron que cada vez más astronaves se estrellaban en la superficie, y algunos de los náufragos supervivientes eran agresivos, logrando mantener a raya a los rakata.

Aunque los rakata no tenían un Imperio, los sith sí. Por entonces los sith se habían convertido en una cultura que aceptaba seres de otras especies siempre que aceptasen el lado oscuro de la Fuerza y el dominio de su emperador. El Emperador Sith de entonces, un longevo déspota antes llamado Tenebrae, había descubierto a los rakata y codiciaba el poder de la Fragua Estelar porque quería usarla para construir una flota invasora con la que atacar la República en venganza por una afrenta previa. Mas, ¡ay!, el Emperador no conocía las coordenadas de Lehon. Decidió buscar los Mapas Estelares, sabiendo que la combinación de los cinco mapas ocultos (en Dantooine, Kashyyyk, Korriban, Manaan y Tatooine) le darían el codiciado dato.

Los jedi, como de costumbre, no se habían enterado de nada. En 3.993 abY, el jedi Duron Qel-Droma tuvo visiones sobre las inminentes guerras futuras y sus protagonistas, incluyendo los rakatas. Qel-Droma estaba en una misión en Korriban, intentando erradicar los monstruosos terentateks. Qel-Droma no reportó su profecía a otros maestros.

En primer lugar, el Emperador manipuló a la belicosa cultura mandaloriana para que fuesen a la guerra contra la República y causasen estragos, lo cual le permitiría obtener poder. En 3.965 abY, los mandalorianos atacaron mundos periféricos fuera de la República y al año siguiente invadieron mundos republicanos, preparando una invasión a gran escala del 75% del espacio republicano en 3.963 abY. El ejército republicano, desbordado, pidió ayuda a la Orden Jedi. El Consejo Jedi inicialmente rechazó involucrarse en el conflicto, razonando correctamente que la verdadera amenaza aún no se había revelado; pero un respetado y rebelde Jedi, Revan, desafió a sus superiores y reunió a varios jedi leales a él (sobre todo su fiel amigo Malak, antes Alek Squinquargesimus) para enfrentarse a los Neo-Cruzados Mandalorianos a partir de 3.964 abY. Revan demostró ser un excelente general, recapturando territorio.

Durante la guerra, Revan y Malak encontraron el Mapa Estelar de Kashyyyk y allí obtuvieron pistas para ir a Malachor V, un mundo tabú para los mandalorianos en parte porque estaba controlado por el lado oscuro. Revan y Malak obtuvieron conocimiento de los sith (que podrían haber incluido información sobre los Mapas Estelares), y Revan aceptó rendirse al lado oscuro para proteger la galaxia de una amenaza aún mayor. Pronto Revan entrenó a otros jedi en los conocimientos sith para que le fuesen leales a él. Gracias a este nuevo poder, Revan prevaleció contra los mandalorianos, aunque no sin causar graves daños. La batalla final fue en Malachor V en 3.961 abY, en la que Revan aceptó destruir su propia flota para llevarse por delante al ejército enemigo. Revan también mató al líder mandaloriano, Mandalore el Definitivo, sólo para descubrir que los mandalorianos habían sido manipulados.

Mientras los mandalorianos desmantelaban su arsenal para retirarse a su planeta de origen o buscar empleo como mercenario, la República vitoreaba a Revan, pero Revan les ignoró. Revan y Malak decidieron tomar un tercio de la flota militar, bajo su mando directo, y poner rumbo a las Regiones desconocidas, afirmando que buscaban remanentes mandalorianos. En realidad buscaban el Espacio Sith, y lo encontraron. Revan y Malak se reunieron con el Emperador Sith.

El Emperador les habló del poder de los rakata y les convenció para que buscasen la Fragua Estelar para él y que invadiesen la República, preparándola para dejarla en manos de los sith. Revan y Malak partieron en busca de los Mapas Estelares, empezando por visitar Dantooine. No eran los únicos interesados en las ruinas rakata: El arqueólogo local Casus Sandral estaba estudiándolas por motivos académicos y obtuvo datos valiosos, que casi se perdieron cuando murió devorado por perros kath locales.

Después de que Revan y Malak encontrasen el mapa de Dantooine, visitaron los otros mapas por orden desconocido. En Korriban descubrieron que la tumba del antiguo sith Naga Sadow había sido construida alrededor del Mapa. Por entonces había una academia sith allí, y corrió el rumor de que se había obtenido un objeto valioso en una de las tumbas, lo cual a su vez motivó un renacer del interés por la arqueología entre los estudiantes. Sólo unos pocos sith, como la ambiciosa maestra Yuthura Ban, sabían exactamente qué había encontrado Revan.

Revan también accedió al Mapa de Kashyyyk. El ordenador del Mapa, siguiendo su programación, pasó a restringir el acceso a sólo personal autorizado, para lo cual puso pruebas de ética y sensores emocionales. Después de que Revan se fuese, el wookiee Freyyyr intentó acceder en vano tres veces al Mapa, y el ermitaño jedi Jolee Bindo, 152 veces también inútilmente. El Mapa recuperó el diario del jedi Guun Han Saresh y lo incorporó a sus archivos.

En 3.959 abY, Revan y Malak encontraron al fin las coordenadas de Fragua Estelar y pusieron rumbo hacia allí; también cambiaron sus nombres a Darth Revan y Darth Malak para reflejar su filiación sith. Ansiosos por controlar el poder de la Fragua, cayeron bajo el control del campo disruptor. Su nave se estrelló en la superficie, pero ellos sobrevivieron al impacto y emergieron.

Entonces Revan y Malak redescubrieron a los rakata: Los guerreros del Elegido intentaron atacarles. Los rakata primitivos no eran rival para el poder de los jedis oscuros. Revan usó sus poderes de la Fuerza para aprender el idioma Básico e introducirlo en las mentes de los rakata. Los salvajes, impresionados, llevaron a Revan ante su líder, El Elegido, y Revan también se comunicó con él. Los jedis oscuros comprendieron rápidamente que estos rakata no comprendían la tecnología desarrollada por sus antepasados, pero conocían su propio mundo. Revan pactó con El Elegido: El Elegido ayudaría a Revan a entrar en el Templo de los Antiguos, desde donde podría acceder a la Fragua, pero antes Revan debía destruir a la tribu rival, los Ancianos, y entregar al Elegido los preciados conocimientos de esa tribu. Revan perjuró hacerlo: En realidad él contaba con negociar con los Ancianos antes de destruirlos.

Revan y Malak visitaron a los Ancianos. Revan comprendió rápidamente que los Ancianos eran pacifistas y fingió ser un jedi tradicional que buscaba destruir la Fragua Estelar. Así se ganó su confianza: Los Ancianos deseaban realmente destruir la Fragua, pero no tenían poderes de la Fuerza y eso les impedía lograrlo. Revan también aprendió del historiador anciano Orsaa y del científico Llawa, que experimentaba con prisioneros rakata en busca de un modo de recuperar el contacto con la Fuerza y le pidió que intentase obtener información genética del Elegido.



Revan ante el Consejo de Ancianos

Gracias a que los Ancianos bajaron los escudos que protegían el Templo, Revan y Malak entraron en el Templo. Entonces traicionaron a sus benefactores: Revan tomó el control de la estación y empezó a construir una flota militar enorme. También averiguaron cómo controlar los escudos desde el interior del Templo. Temiendo ser destruido si hacía demasiado uso de la Fragua, Revan rechazó abrazar totalmente el lado oscuro, lo cual sorprendió a Malak. Revan y Malak reunieron su terrible flota y pusieron rumbo al espacio de la República; pero dejaron varios jedis oscuros en el interior del Templo para proteger el acceso a la Fragua. En Lehon, las dos tribus rakata ignoraban qué había sido del alienígena que les había visitado.

Se cree que Darth Revan aprovecho la ocasión para documentar sus descubrimientos en un libro titulado Los Rakata y el Mundo Desconocido.

Para entonces, Darth Revan ya había traicionado a la Orden Jedi, a la República, al Elegido y a los Ancianos rakata, pero aún le quedaba gente a la que traicionar: Ahora que tenían una flota de naves rakata, Darth Revan y Darth Malak se hicieron aún más ambiciosos y decidieron crear su propio imperio, en vez de cedérselo al Emperador Sith.

Mientras iniciaban su ataque a la República, con una tecnología militar totalmente desconocida por sus enemigos, Revan y Malak exigieron la obediencia de los ejércitos republicanos. Muchos oficiales militares, jedis y mandalorianos se unieron a los populares héroes de guerra, lo cual permitió a Darth Revan tomar mucho territorio sobre todo en el Borde Exterior. Revan también construyó una academia sith en Korriban.

Durante casi tres años (3.959-3.957 abY), la República aguantó, aunque perdiendo terreno. Entonces Revan fue capturado en su nave insignia por un comando de jedis liderado por Bastila Shan, una jedi experta en Meditación de Combate. Malak, viendo lo que sucedía, disparó a la nave de su maestro, traicionándole (Estoy viendo un patrón aquí) y esperando que los jedi le matasen para hacerse con el poder.

La versión oficial fue que Revan había muerto en el ataque, y sólo Shan había sobrevivido. En realidad, Revan había sido malherido y su cerebro estaba dañado. Los jedi aprovecharon que nadie buscaba a Revan para intentar obtener información telepáticamente, y después restauraron su mente dañada, dejándole amnésico para que tuviese una ocasión de redención. Era una decisión controvertida que los jedi mantuvieron en secreto. Nadie reconoció a Revan porque él había usado una máscara durante sus actos más públicos. Revan pasó a ser uno de los mundanos soldados a las órdenes de Shan (para que ella le tuviese vigilado).

Porque seguían haciendo falta soldados, porque la guerra seguía adelante: Tras la desaparición del comandante en jefe sith, Darth Malak ocupó ese puesto y atacó con más brutalidad, usando la Fragua para obtener un suministro inagotable de material bélico. Malak enviaba a los prisioneros jedi a la Fragua Estelar, donde eran torturados para que su poder alimentase la maquinaria.

En 3.956 abY, Revan y Shan se asociaron contra Malak, con la ayuda de un grupo heterogéneo (el soldado republicano Carth Onassi, la granuja twi'lek Mission Vao y su compañero wookiee Zaalbar, el droide astromecánico T3-M4, y el mercenario mandaloriano Canderous Ordo) forjado en Taris que viajaba por la galaxia en la nave Halcón de Ébano. Ellos descubrieron pistas que dirigían hacia la Fragua Estelar: Revan estaba teniendo visiones sobre los Mapas Estelares, que eran compartidas por Shan debido al vínculo místico que se había forjado por el anterior encuentro entre ellos.

Shan pidió consejo a los maestros jedi de Dantooine, que decidieron re-entrenar a Revan en la Fuerza y enviar al grupo a buscar los Mapas Estelares. Al mismo tiempo, los maestros enviaron al jedi Nemo a las ruinas de Dantooine, sólo para que los droides rakata que protegían el Mapa de allí le matasen. Revan y Shan fueron enviados a investigar la desaparición de Nemo, y ellos tuvieron más éxito: El droide reveló datos sobre los rakata, y los jedi accedieron al primer Mapa. Ese Mapa era, como sabemos, insuficiente para encontrar la Fragua, pero revelaba dónde estaban otros mapas: En Manaan, Kashyyyk (entonces bajo el control de la Corporación Czerka y rebautizado G6-623 y Edean), Korriban y Tatooine. El Consejo aceptó que Shan y su grupo rastreasen esa información, y que se llevasen consigo a otra jedi en proceso de redención, la cathar Juhani.

Mientras tanto, Malak consiguió que la Fragua funcionase al 200% de la capacidad esperada, y envió asesinos a capturar a Shan con vida y a matar a sus asociados. Cuando Malak trató con el cazarrecompensas Calo Nord, que había visto al grupo de Shan en Taris, descubrió que Revan seguía vivo y que había cambiado de bando (otra vez).

Revan y sus asociados viajaron por la galaxia, viviendo aventuras mientras buscaban los Mapas Estelares de Manaan, Kashyyyk, Korriban y Tatooine. También obtuvieron nuevos compañeros (El antiguo droide asesino de Revan, HK-47 y Jolee Bindo, el jedi antes mencionado), afectaron a su entorno (Revan mató a varios líderes de la academia sith de Korriban para llegar al Mapa) y, en el proceso, Revan y Shan se enamoraron.

Mientras, Malak atacó Dantooine, destruyó las instalaciones jedi y capturó a varios jedis para llevarlos a la Fragua y drenarle la vida. Al menos uno de los maestros jedi de Dantooine, Vandar Tokare, escapó con vida.

Llegado el momento, los caminos de Malak y Revan volvieron a cruzarse a bordo de la nave interdictor sith Leviatán, donde Malak relevó a Revan la auténtica identidad de éste, y capturó a Shan para entrenarla como su aprendiza oscura.

En Lehon, el campo disruptor hacía chocar las naves que se acercasen, excepto aquéllas que emergían de la Fragua Estelar. Debido a ello surgió una comunidad de ladrones mandalorianos que se hicieron fuertes en la misma isla donde estaba el Elegido. Resistían los ataques de éste usando escudos de camuflaje que les volvían invisibles, y se enfrentaban también a otros náufragos. Entre estos otros grupos había varios duros, supervivientes de una nave de reconocimiento, que habían tenido menos suerte en sus encuentros con la tribu del Elegido: Muchos duros habían muerto hasta que sólo quedaron diez supervivientes, de los cuales ocho intentaron huir a nado a otras islas cercanas.

El Elegido debía mantener un conflicto a dos bandas: Los mandalorianos eran una amenaza real (y ofendían su fe al no comerse a sus guerreros), pero no podía desatender el asedio al Templo de los Antiguos. El Elegido envió un destacamento de doce rakatas contra los mandalorianos, bajo el mando de un veterano guerrero llamado Garn. Los mandalorianos acabaron con el comando rakata, dejando a un malherido Garn como único superviviente, pero Garn pudo descubrir la ubicación del campamento enemigo: Cerca del Templo de los Ancianos.

Paralelamente, el Elegido atacó a varios muchachos de la tribu de los Ancianos, matando a la mayoría. El Elegido mantuvo con vida a un joven Anciano (ejem) para interrogarle y obtener información sobre el enemigo; planeaba ejecutarle después. Los Ancianos descubrieron que uno de sus chicos seguía vivo y esperaban poder salvarle sin derramar sangre, pero ya sabían que el Elegido no negociaba.

Es en este momento que Revan y sus asociados llegaron a Lehon en el Halcón de Ébano. En cuanto identificaron la Fragua Estelar, enviaron las coordenadas del sistema a la Almirante Forn Dodonna de la República para que ella enviase una flota y destruyese esa amenaza. Inmediatamente después, el campo disruptor atrapó al Halcón y lo lanzó en picado a una playa de la superficie del planeta. Tras el aterrizaje forzoso, el grupo estaba varado y había perdido las comunicaciones, lo cual era muy peligroso porque, cuando llegase la flota de Dodonna, el campo disruptor pillaría a todas las naves desprevenidas. La misión de Revan incluía ahora desactivar el campo disruptor de algún modo.

La Fuerza quiso que el Halcón chocase en la isla del Elegido, así que varios guerreros rakatas corrieron a masacrar a los supervivientes. Una vez más, los rakata no eran rival para Revan y su gente. Tras vencer a los bárbaros, Revan contactó con los dos duros, que le explicaron lo que sabían. Revan les convenció para que huyesen a otra isla a nado, y los duros le pidieron que avisase a la República de su presencia.

Explorando el entorno, Revan y su grupo llegaron a la base del Elegido, donde fue saludado por cuatro rakatas al mando de dos rancors. Éstos concedieron a Revan una audiencia con el Elegido, en reconocimiento al poder del forastero. El Elegido, al ver a Revan, le reconoció y le acusó de traición, pero Revan pudo convencerle de que había perdido la memoria. El Elegido dictaminó que su acuerdo seguía en pie: Revan tendría la oportunidad de destruir a los Ancianos para dar poder al Elegido. El Elegido incluso permitió a Revan llevarse tecnología saqueada por su tribu si la consideraba útil. El juicio del Elegido no fue discutido por nadie en su tribu, aunque algunos soldados de élite eran suspicaces.

Revan y su gente dejaron el campamento del Elegido y, mientras buscaban a los Ancianos, encontraron a Garn, el guerrero del Elegido que no había vencido a los mandalorianos. Garn explicó a Revan su fracaso y le ofreció parte de su botín tecnológico si Revan derrotaba por él a los mandalorianos y le traía la cabeza de su líder (literalmente). Además, explicó Garn, los mandalorianos estaban cerca del territorio de los Ancianos, así que le venía bien ocuparse de ellos. Revan aceptó la misión y, aunque su grupo cayó en una trampa congeladora que permitió a los mandalorianos emboscarles, Revan consiguió vencer a los incursores.

Revan alcanzó entonces la base de los Ancianos dotada de avanzada tecnología que incluía hologramas. Los Ancianos reconocieron a Revan y, curiosos, aceptaron que el Consejo le recibiese, aunque sólo fuese para recriminarle su traición. Revan les convenció de que había perdido su memoria y les persuadió para que le pusiesen a prueba. Los Ancianos encargaron a Revan que rescatase al muchacho secuestrado por el Elegido. Mientras tanto, los Ancianos permitieron a Revan recorrer su enclave y hablar con los rakata de allí, incluidos Orsaa y Llawa.

Revan regresó entonces al territorio del Elegido, donde le recibieron con las armas listas: El Elegido había visto a Revan pactar con los Ancianos y había ordenado su muerte. Revan y sus asociados mataron a cuantos rakatas se le pusieron delante, incluido el Maestro de Tradiciones. Cuando Revan al fin encontró al Elegido, éste lanzó contra Revan rancors y tropas de élite, pero todos ellos murieron ante el ataque. El prisionero fue encontrado y liberado para que volviese con los Ancianos.

Incluso así, el Consejo de Ancianos decidió deliberar antes de apoyar a Revan. Decidieron que la prueba era suficiente y le volvieron a dar su confianza. Los Ancianos no podían entrar en el Templo porque no tenían el poder de la Fuerza, pero Revan tampoco podría entrar sin que los Ancianos realizasen antiguos rituales que abriesen los escudos. Le advirtieron de que había jedis tenebrosos acechando en el interior, pero éstos no podrían impedir que se abriesen las puertas. Los Ancianos insistieron en que Revan debía entrar solo como exigía la tradición; creían que haber roto ese protocolo años antes (cuando permitieron entrar a Darth Revan y Darth Malak juntos) había traído dolor a la galaxia. El investigador Llawa pidió además a Revan que buscase información genética rakata dentro del Templo para sus investigaciones.

No sé si ustedes se habrán fijado, pero Revan era un rebelde. Mientras cinco Ancianos llevaban a cabo el ritual de apertura, los dos compañeros jedi de Revan, Jolee Bindo y Juhani, insistieron en que debían unirse a él en la misión, tanto por la importancia de ésta como porque habían tenido una premonición al respecto. Revan tuvo que convencer a los Ancianos, pero lo logró. Él entró con sus amigos en el Templo.



Los rakata abren la puerta del Templo de los Ancianos

Revan derrotó a los jedis oscuros y a los droides centinelas que los sith habían dejado en el Templo. También obtuvo información genética de un viejo ordenador, y descubrió que el campo disruptor debía desconectarse desde la azotea.

Para entonces, Shan había sucumbido al lado oscuro y Malak pretendía usar su Meditación de Combate para guiar su flota contra el inminente ataque de la República. Al detectar una amenaza en la azotea del Templo, Malak envió a Shan allí en una lanzadera. Allí Revan tuvo que combatir contra Shan. Revan derrotó a Shan, pero ella no regresó a la luz: En vez de eso, rogó a Revan que conspirase contra Malak y le reemplazase como maestro sith. Revan se negó a volver al lado oscuro, y Shan huyó en su nave de regreso a la Fragua Estelar.

Revan volvió con los Ancianos y les explicó sus progresos, además de entregar a Llawa los datos biológicos. Su misión continuaría en la Fragua. Los Ancianos esperaban ansiosos que la Fragua fuese destruida, deseando que en ese momento los rakata pudiesen volver a la galaxia; Revan animó esa actitud. Después, Revan volvió al Halcón de Ébano, contó a sus otros amigos lo que había sucedido, y ayudó a reparar el hipermotor y las comunicaciones. Así pudieron avisar a la flota de la República. La Almirante Dodonna estuvo por tanto preparada cuando su flota emergió del hiperespacio.

Empezaba la batalla de Rakata Prime: La República llevaba múltiples nave de guerra y diversos Jedi supervivientes de Dantooine a bordo, entre ellos el Maestro Tokare. Malak tenía en su favor no sólo su inmensa flota sith, sino la Meditación de Combate de Shan. Gracias a ésta, la República era incapaz de poner sus naves nodriza en posición para bombardear la Fragua, y la flota sith podía anticiparse a los movimientos y estrategias de las naves republicanas.

Tokare comprendió la naturaleza del problema y envió un escuadrón de Caballeros Jedi a la Fragua (un varón humano, una mujer humana y un varón twi'lek), con cazas Aurek pequeños para burlar el bloqueo, para que se infiltrasen en la Fragua y eliminasen a Shan. El Halcón de Ébano contactó con la flota y colaboró en esta operación. Ambos grupos abordaron la Fragua. Malak, subestimando la amenaza, intentó detenerles enviando jedis oscuros; los agentes de Tokare retuvieron a este grupo mientras Revan y su grupo iban por Shan. Malak entonces envió temibles droides de diseño rakata a detener a los incursores, pero también fueron inútiles. Sólo entonces Malak comprendió que el atacante era Revan. Malak advirtió a Shan, recomendándole que aprovechase el poder oscuro de la Fragua si llegaba a pelear contra Revan.

Revan y sus asociados alcanzaron la zona donde estaba Shan. Ella logró paralizar a varios de sus enemigos y encerrarlos, pero aún debía batirse directamente con Revan. La Fragua revigorizó a Shan cada vez que ella se debilitaba, pero aún así Revan prevaleció y esta vez logró convencer a Shan para que ella regresasase al lado luminoso. Habiendo vencido, Revan debía enfrentarse a Malak, pero sin la ayuda de Shan: Ella estaba debilitada y herida; Malak podría volver a controlarla; y además ella podía ser más útil usando su Meditación de Combate para ayudar a la flota republicana. Eso cambió el curso de la batalla.

Mientras las naves sith intentaban huir en desbandada, Malak encontró a los comandos jedis de Tokare y acabó con sus vidas. Inmediatamente después, Revan encontró a su antiguo aprendiz. Malak afirmaba controlar todo el poder de la Fragua rakata y fabricó varios droides en ese momento para que atacasen a Revan. Los droides no bastaron para detener al redimido Revan y, aunque Malak era un luchador muy poderoso con inmensos poderes, él tampoco fue suficiente. Después de un brutal combate, Revan siguió en pie y Malak reconoció su inferioridad antes de morir.

Mientras, la flota de la República destruyó los estabilizadores orbitales centrales de la Fragua, no sin perder unas cuantas naves. La explosión cataclísmica de la Fragua y sus ondas de choque se llevaron por delante muchas naves de ambos bandos, y la gran obra de los rakata se convirtió en escombros retorcidos que se fundieron en metal irreconocible por el calor de la explosión.



La destrucción de la Fragua Estelar

Revan y sus asociados lograron huir en el Halcón y la República les recibió como héroes, condecorándoles con la Cruz de Gloria. El Consejo Jedi nombró maestro a Revan y su expiación fue incluida en las crónicas de la Orden. Revan decidió viajar al Espacio Profundo para perseguir a los señores de la guerra sith supervivientes, que posiblemente estarían luchando entre sí en un intento de obtener el mando supremo. En realidad, Revan había recordado la amenaza del Emperador Sith, que estaba preparando su propia guerra contra la República, e iba al Espacio Sith a intentar detenerle, pero no compartió esta información.

Después de la batalla, la mayoría de rakatas supervivientes decidieron quedarse en su planeta. La República reclamó Rakata Prime como conquista de guerra y estacionaron una pequeña guarnición orbital en el sistema, manteniendo a los rakata bajo estudio. La Orden Jedi especuló que la destrucción de la Fragua podría haber liberado un enorme poder oscuro con consecuencias nefastas, y ordenaron a los mandos de la República que mantuviesen el sistema en cuarentena durante siglos, como también haría la Orden Jedi. La República aceptó: Simplemente anotó las coordenadas en sus mapas pero declararon Lehon un lugar histórico protegido de acceso prohibido: No se podía entrar ni siquiera a recuperar restos de naves. El hecho de que Lehon careciese de recursos naturales valiosos o de una ubicación comercial práctica ayudó a mantenerlo en secreto. Finalmente, Lehon se convierte en un planeta clasificado para la República. Los sith recordarían el nombre como el escenario de una gran derrota, y un lugar carente de interés para ellos.

En cuanto a los rakata, la República se negó a reconocer oficialmente su existencia, salvo en informes militares clasificados. Temían que la población de la galaxia reaccionase de forma adversa a la reaparición de una especie que había esclavizado toda la galaxia. Incluso manipularon los registros históricos sobre Revan y la guerra, incluyendo mentiras para ocultar la relación entre Lehon y los rakata.

En general, la mayoría de los rakata eligieron quedarse en su planeta, y se extinguieron en unas pocas generaciones: La población era muy escasa y el acervo genético no era suficiente para mantenerla. Unas breves líneas en el Dossier de Amenazas para la República fue su indigno epitafio.

Ahora bien, algunos rakata dejaron Lehon para explorar la galaxia, motivados por la curiosidad. Aunque su tecnología había sido primitiva hasta ese momento, eran muy inteligentes y rápidamente se adaptaban a la tecnología galáctica. Los rakata hablaban de su antigua sociedad dominante y se atribuían el mérito de importantes eventos históricos como el descubrimiento del hiperespacio, pero la mayoría de personas les consideraban simples embusteros. La República, manteniendo su actitud, se negó a dar a los rakata representación en el Senado Galáctico.

Además, algunos rakata seguían con vida, congelados en éstasis en Belsavis, habitando colonias de las Regiones Desconocidas o en cualquier otra situación. Aunque muchos historiadores hablan de la extinción de la especie poco después de la batalla de Lehon, los rakata volverían a ser vistos.



Un rakata se enfrenta a un sluissi

Pese a todo, en estos tiempos hubo un resurgimiento de interés por la tecnología rakata, y más de un aventurero y empresario buscaba hacerse con una poderosa arma antigua de los rakata, o un avance médico o energético. Pocos sabían sin embargo que Lehon era el lugar donde buscarlo. En general el objeto más extendido de esa naturaleza era la banda rakata, que supuestamente mejoraba la habilidad del usuario para percibir su entorno y que se creía había sido diseñado como defensa contra los rakata.

En 3.951 abY, la historiadora y cronista jedi Deesra Luur Jada, analizó los escombros de Dantooine y habló en su informe de las reliquias rakatas descubiertas allí por Revan. Probablemente también en estos tiempos estuvo en activo la comerciante rakata que operaba el planeta de las Regiones Desconocidas llamado Altiria y Anarris.

Hemos acabado con la era de Revan, y vamos a saltar casi tres siglos.

Empezaremos por 3.961 abY: La República acababa de redescubrir el planeta Belsavis, pero había poco interés en él: Era un mundo poco interesante, en plena edad de hielo, con habitantes primitivos. Una expedición científica de la República exploró las zonas volcánicas, de casualidad observaron las brechas de clima inusualmente tropical, y al navegar por sus junglas, encontraron las extrañas estructuras alienígenas abandonadas por los rakatas. Los científicos y exploradores obtuvieron datos parciales de los bancos de memoria de los droides activos y de antiguos escritos, y descubrieron que habían encontrado una antigua prisión que retenía a los enemigos de los rakata.

La República mostró interés por este lugar y mandó a personal especializado para explorarlo. Tuvieron problemas por la estructura compleja de la misión y por los peligrosos y violentos droides guardianes que la protegían, por no hablar del potencial de que un prisionero fuese liberado. Hubo expediciones secretas para buscar almacenes protegidos, pero en general la República acabó entendiendo que la cárcel podía fallar en cualquier momento. Decidieron crear una nueva prisión sobre la antigua, para asegurarse de que los peligrosos cautivos seguían encerrados; además, podrían encerrar allí a sus propios enemigos, y esperaban tener ocasión de estudiar la estructura. Un grupo selecto de senadores trabajó con el Servicio de Información Estratégica (SIE) de la República con este propósito.

La república estacionó en Belsavis una pequeña fuerza para mantener el complejo rakata. El alcaide republicano bautizó a la seccionó rakata de la cárcel como La Tumba, que también era el nombre oficial de la República para la nueva cárcel, lo cual da lugar a cierta confusión. La República consiguió poner sondas de control, droides propios y guardias en la zona, y convencieron a los droides rakata para que encerrasen a nuevos prisioneros en éstasis en las zonas construidas por los rakata. La República sólo enviaba a Belsavis a criminales muy peligrosos a los que, por el motivo que fuese, no podía permitirse ejecutar (sobre todos lores del sith y sus aliados mandalorianos).

Por entonces el Imperio Sith se mantenía oculto; la República ignoraba hasta qué punto el Emperador estaba preparado para ir a la guerra. Puntualmente, sin embargo, algún sith osaba hollar territorio republicano. Uno de éstos fue Darth Iratus que, antes de 3.641 abY, buscaba una cura para la creciente putrefacción de su cuerpo. Iratus obtuvo pistas que le llevaron a Belsavis; él esperaba que una Madre Máquina construida por los rakata tuviese tecnología curativa aplicable. Iratus murió en Belsavis cuando los droides guardianes rakata le abatieron con blásters antes de que llegase a Madre Máquina. Afortunadamente para los historiadores, Iratus había registrado sus progresos antes de partir en un holocrón, uno que acabó en manos del inquisidor sith humano Darth Thánaton.

Otro sith fue el sirviente Lord Veijel. Su amo Darth Arctis le envió a Rishi en 3.671 abY a buscar el secreto de la inmortalidad. Durante las siguientes décadas, Veijel construyó tecnología que, según él, le permitía comunicarse con los habitantes de la galaxia enana rishi y recibir mensajes enviados por ancianos gree, sith y rakata. Las comunicaciones hablaban de la inminente llegada de un lord oscuro. Sin embargo, el Imperio Sith era reticente a creer tales contenidos, y más bien dudaba de la cordura de Veijel.

El Imperio Sith descubrió varias estaciones espaciales de antiguo diseño rakata, todas ellas en el territorio que controlaban. Una de ellas fue tomada por la Fragua Estelar. Otra fue llamada simplemente La Fundición, y tenía grandes capacidades para construir droides. Hubo una estación de nombre desconocido, que podría la misma que algunos llamaban la Estación Terraformadora. Revan intentó impedir que el Emperador Sith supiese de la Fundición, y tuvo que viajar a esa estación para crear droides exterminadores que usar como tropas. Sin embargo, se cree que Revan murió durante esa operación a manos de comandos enviados por el Emperador.

La última de estas estaciones, en el sistema Dromund, fue bautizada Fortaleza del Emperador, o Estación Espacial del Emperador, porque el Emperador Sith la usaba como bastión móvil y templo. El Emperador reclutó a los mejores ingenieros imperiales para que pusiesen la estructura a punto y la mejorasen. Después, el controvertido lord sith Darth Malgus llamó al Colectivo Cismático Anomid para que modificasen el edificio añadiendo cañones de flujo y hangares para cazas sigilosos. Los anomids incorporaron además tecnología de la estación Fundición y perfeccionaron la producción de naves y el armamento .

Los rakata eran por este tiempo motivo del historiador jedi kel dor Maestro Gnost-Dural, Guardián de los Archivos Jedi de Tython. Gnost-Dural no siempre tenía acceso a toda la información, pero hizo interesantes averiguaciones sobre la batalla de Rakata Prime y otros eventos. Su colega el Maestro Jedi Ogan-Dei le pidió que investigase sobre un grupo de agentes del lado oscuro llamado Maestros del Horror, y Gnost-Dural descubrió que habían sido líderes militares sith. Los Maestros del Horror reunieron material militar y un ejército llamado la Hueste del Horror, y trataron de obtener antiguas armas rakata en Belsavis; mandaron también otro grupo al Enclave Gree. La República logró capturar a los Maestros y los encerró en la prisión de Belsavis.

El Emperador Sith lanzó una brutal guerra contra la República que duró un cuarto de siglo a partir de 3.669 abY. El Emperador usó la estación rakata Fortaleza durante la guerra, pero sólo permitía que los sith subiesen a bordo. En una única ocasión (que se sepa) un científico imperial no sith tuvo que reparar los sistemas de seguridad.

La guerra terminó cuando, repentinamente, el Imperio Sith aceptó firmar la paz en condiciones bastante agresivas. La galaxia pasó a tener una frontera e importantes restricciones se impusieron a los ciudadanos de la República. Era el año 3.641 abY y empezaba la Guerra Fría (Hay más detalles, pero intento hablar sólo de lo relevante, aunque sea tangencialmente, para los rakata y sus obras) .

En esos tiempos, poca gente conocía la existencia de los rakata; pero los científicos que lo hacían codiciaban reliquias de esta era, fuesen operativas o no. También eran populares entre los círculos de contrabandistas, donde había abundantes leyendas urbanas de aparatos antiguos de gran poder, como la Trampa Mental rakata que había estado en manos de Revan y de Motta el Hutt. El SIE e Inteligencia Imperial monitoreaban con interés todos esos rumores, convencidos de que un artefacto rakata podía ser muy útil a su bando.

Un popular coleccionista de artículos rakata era Karagga el Inflexible, Mogol Supremo del Cártel Hutt (y otros títulos grandilocuentes). Karagga poseía un brazal rakata, un cinturón rakata, un tocado rakata y dos armas personales rakata, una para cada mano, entre otros tesoros protegidos por su gente: Trillahuesos el rancor, los mercenarios Jarg, un kaleesh, y Sorno, un devaroniano y el zancador kintan Capataz Aplastador. Cuando Karagga se ganó la enemistad del Imperio Sith y de la República, ambos enviaron un comando a acabar con su gente, y éstos se llevaron el botín tras matar a Karagga y a todos esos sicarios.

En esta época, el Conglomerado Chevin organizó también un evento llamado La Gran Carrera de Adquisición, ofreciendo riquezas a quienes llevasen ante el Conglomerado ciertos objetos infrecuentes esparcidos por la galaxia. Uno de estos artículos era un juego de cubiertos rakata.

Belsavis estaba en territorio de la República, y la existencia de la colonia prisión era un secreto. Sólo en 3.641 abY llegó a oídos de Inteligencia Imperial (y por tanto del Imperio Sith). Mientras se extendían rumores sobre la Tumba por el submundo galáctico y la República decretaba el estado de emergencia, el Imperio envió equipos de asalto a rescatar a los presos imperiales (entre ellos los Maestros del Horror) en la llamada Iniciativa Fuga. Belsavis se convirtió en un campo de batalla con fortalezas semipermanentes del Imperio. Si bien los imperiales consiguieron su propósito al menos parcialmente, también causaron fallos en los sistemas de seguridad y liberaron a otros prisioneros, encerrados desde los tiempos del Imperio Infinito.



La Bóveda de la Eternidad en Belsavis

Como muestra, un botón: Accidentalmente, un tal Coronel Grang del Imperio abrió las bóvedas que contenían a la agresiva especie esh-khas. Grang no había visto registros de su existencia. La guerra pasó a tener un nuevo bando: Los esh-khas retomaron su campaña de expansión e intentaron obtener armas, sabotear la tecnología de la prisión, y liberar a más de los suyos. Los esh-khas se convirtieron en una amenaza tan grave que la República envió a un oficial entrenado, el General Skylast, para liderar la defensa de la sección de máxima seguridad contra los rakata; la Orden Jedi envió a un Caballero Jedi, el llamado Héroe de Tython, para impedir que los esh-khas se hiciesen con una nave; y los sith enviaron a un agente, la Ira del Emperador, con instrucciones similares. La mujer sith Darth Synar fue a Belsavis a capturar a sabios esh-khas con poder de la Fuerza para estudiar su biología, pero su equipo fracasó y ella tuvo que buscar ayuda subcontratada.

No todos los esh-kha habían sido liberados; el sabio Vos Santificada seguía encerrado. Por otro lado, los esh-khas no fueron los únicos en ser liberados: Lhunu, el militar rakata que les había defendido en tiempos antiguos, despertó al mismo tiempo que ellos, sólo para ser rápidamente capturado por el Comandante imperial Geland.

Un erudito jedi llamado el Barsen'thor descubrió información sobre los rakata y los esh-khas en almacenes de datos llamados neotikones. Decidiendo que los esh-khas podían ser aliados en guerras contra los sith, el Barsen'thor los buscó y siguió su rastro hasta Hoth, donde encontró el monumento rakata a la victoria contra los esh-khas. Allí el Barsen'thor destruyó a droides guardianes y consiguió información sobre los esh-khas del holograma rakata. Después la estatua intentó lavar el cerebro del Barsen'thor, así que éste se vio obligado a destruirla.

Tras ello, el Barsen'thor viajó a Belsavis. Allí, Lhunu consiguió contactar con él y, viendo en el Barsen'thor un aliado, le guió en su gesta, diciéndole dónde estaba encerrado Voz Santificada y porqué era importante liberarle antes de que los agentes del Emperador le matasen. Lhunu sólo reveló su identidad más tarde, cuando el Barsen'thor le liberó. El Barsen'thor consiguió matar a Geland y curar con la Fuerza a los esh-khas heridos. El Barsen'thor tuvo ocasión de liberar al agresivo esh-kha Garra Ensangrentada, que a su vez quería liberar al Arrasador de Mundos, pero optó por no hacerlo. Lhunu era partidario de matar a algunos prisioneros esh-khas peligrosos, pero el Barsen'thor decidió dejarles encerrados. Lhunu se reconcilió entonces con Voz Santificada, consiguiendo así un principio de pacto entre un remanente del Imperio Infinito y una de las especies más damnificadas por éste.

Otro peligroso prisionero liberado accidentalmente fue el rakata llamado El Infernal: Un bombardeo imperial activó una cueva volcánica en una caverna cercana a algunas celdas y se abrió la Bóveda de la Eternidad, despertando primero al sicario Gharj y poco después a su amo El Infernal. Tanto la República como el Imperio enviaron agentes para eliminarle antes de que fuese una amenaza para toda la galaxia; los imperiales fueron reclutados por el General Threnoldt del Servicio de Reclamación Imperial. Uno de estos grupos consiguió vencer al Infernal y a los aliados que había logrado reunir: Gharj, XRR-3 y el Consejo.



El Infernal causando problemas en Belsavis

Otro sith mostró interés por la tecnología rakata en estos tiempos: Se llamaba Lord Kallig, amo del asesino dashade Khem Val, cuyo cuerpo estaba poseído por el espíritu de la ex-maestra de Kallig, la humana Lord Zash, que combatía con la mente de Val para controlar su materia. Kallig se ganó la enemistad de Darth Thánaton, y sólo sobrevivió a un duelo contra éste absorbiendo en su cuerpo espíritus sith. El cuerpo de Kallig agonizaba y se descomponía, pero Zash y otra aliada de Kallig, la padawana corrompida Ashara Zavros, encontraron una cura para su estado en la biblioteca de Thánaton. Había precedentes: Un tal Darth Vilus había sufrido un problema espiritual similar y había encontrado una cura en Voss. De cara a su problema físico, y como ya he dicho, Darth Iratus supo que Belsavis ocultaba la solución a su problema: La Madre Máquina.

Kallig contactó con un grupo de técnicos criminales niktos llamado El Círculo, que llevaba algún tiempo intentando obtener el control sobre las tecnologías descubiertas en la prisión de Belsavis. Usando el conocimiento del Círculo, Kallig encontró el camino hasta Madre Máquina. También encontró a un rakata vivo en Belsavis, Gorshaa, que afirmaba ser el alcaide de la prisión. Kallig impresionó a Gorshaa desafiando los peligros de al cárcel, y Gorshaa decidió replantearse su desprecio hacia otras especies. El alcaide dio acceso a Kallig a la tecnología que éste buscaba, a cambio de una muestra genética de Kallig para los trabajos de investigación de Gorshaa.

Kallig curó su cuerpo en Belsavis y su alma en Voss; y después, con ayuda de sus aliados, acabó con Thánaton y adoptó el nombre Darth Nox o Imperius. Pero no había acabado su contacto con herramientas rakata: Zash descubrió, gracias a sus estudios, las prisiones mentales rakata, y concluyó que una de estas herramientas podía separar las dos mentes que habitaban un mismo cuerpo y encerrar una de ellas en la caja. Zash/Val y Kallig viajaron hasta Taris para hacerse con una prisión de éstas y utilizarla. El cuerpo de Val pasó a estar ocupado por una sola mente (aunque no se sabe con certeza si era la mente de Val o la de Zash).

Poco después, Nox viajó a Rishi, donde Veijel le transmitió los mensajes supuestamente enviados por los rakata. Veijel consiguió que Nox le proporcionase recursos para investigar esa información en busca de la inmortalidad.

También en este periodo de tiempo, el maestro jedi kel dor Tol Braga lideró un equipo de asalto jedi para invadir la estación rakata Fortaleza y capturar al Emperador Sith. Todos los jedi son capturados y esclavizados por el lado oscuro. Sólo Braga sobrevivió, y volvió al espacio republicano con nuevas órdenes.

Tras la supuesta muerte del emperador, Darth Malgus tomó el mando de la Fortaleza y la llevó al sistema Ilum. Allí, fuerzas republicanas e imperiales intentaron destruir la estación. Malgus no pudo impedir que un comando abordase la Fortaleza y se enfrentase a él. El lord sith optó por activar la autodestrucción de la estación para impedir que fuese capturada por el enemigo.

En 3.640 abY, en plena Guerra Fría, salió a la luz una sociedad secreta que llevaba tiempo operando, la Orden de Revan (o "los revanitas"), que afirmaba seguir enseñanzas e ideales de Revan. Revan (o alguien que se hacía pasar por él) era el líder supremo del culto. Agentes de ambos bandos ocupaban puestos de importancia, entre ellos el Coronel Rian Darok de la República y el sith pura sangre Darth Arkous del Consejo Oscuro. Ambos conspiraron contra sus gobiernos: Darok lideró un ataque a Korriban supuestamente para obtener información útil, y al mismo tiempo Arkous atacó el templo jedi de Tython. En realidad ambos buscaban saquear tecnología rakata en esos mundos: Arkous envió al lord sith chagriano Goh a recuperar un artefacto rakata del templo durante la batalla. Inmediatamente después, Arkous y Darok viajaron a Manaan a reunirse y poner en común sus capturas, mientras sus respectivos bandos recapturaban los planetas perdidos. En Manaan, los revanitas usaron los aparatos rakata sobre guerreros selkath en un intento de crear guerreros cíborg imparables .

La ayudante humana de Arkous, Lana Beniko, descubrió la verdadera intención de Arkous en el ataque, y colaboró con un investigador republicano del SIE, Theron Shan (emparentado con Bastila Shan). Ambos descubrieron la pista de los revanitas. Fuerzas coordinadas por Shan y Beniko encontraron y atacaron el laboratorio de Manaan, pero los revanitas habían obtenido resultados y huyeron del planeta, rumbo a Lehon. Allí, los revanitas pretendían usar la nueva tecnología para reconstruir la Fragua Estelar.

Shan y Beniko siguieron a los revanitas hasta Lehon, y allí enfrentaron a Darok y Arkous en la azotea del Templo de los Antiguos. Aunque los dos líderes revanitas murieron en la lucha, eso no detuvo a la Orden: Un enorme holograma de Revan apareció ante Shan y Beniko para jurarles que sus planes de destruir República e Imperio no habían sufrido ningún revés, y atacó el templo mientras aparecían cruceros republicanos e imperiales. Shan y Beniko pasaron a ser perseguidos por sus respectivas facciones. Sin embargo, la República y el Imperio vencieron a los revanitas en una batalla en Yavin IV poco después, gracias a la ayuda de Shan y Beniko.

Los revanitas imperiales o fueron los únicos traidores a ese bando en la Guerra Fría. Los Maestros del Horror no agradecieron especialmente que el Imperio se gastase recursos en liberarles de Belsavis, porque decidieron buscar poder para sí. En uno de sus planes enviaron a sus sirvientes, la Guardia del Horror, a recuperar un arma rakata oculta en Belsavis, el Cañón Aurora, entre otros valiosos objetos. Se creía que el Cañón servía para crear armas antiorbitales. Los Maestros nunca se hicieron con el Cañón rakata: Sus enemigos republicanos e imperiales usaron detonadores iónicos para destruirlo antes de que la Guardia lo tomase.



El Cañón Aurora

Después de la Guerra Fría, Lehon volvió al anonimato durante milenios.

Entre 2.000 y 1.000 abY tuvieron lugar las Nuevas Guerras Sith, que enfrentaron de nuevo a la República y los sith. Un conflicto tan largo sacudió las estructuras de gobierno, desencadenando una edad oscura. La ubicación de Lehon fue desclasificada aproximadamente en 1.100 abY, más por la imposibilidad de mantener secretos que por otra cosa. Expediciones antropológicas fueron enviadas a Lehon, pero los primeros exploradores descubrieron que los rakata se habían extinguido.

Bestias alienígenas como acklays y rancors merodeaban por las islas, junto con felinos carroñeros de seis patas, aves pequeñas e insectos; los rancors dominaban la cadena alimenticia. Los restos orbitales de la batalla de Lehon se convertían en un improvisado campo de asteroides y en un anillo de escombros fusionados. Apenas quedaban pruebas de la existencia de los rakata, más allá de registros históricos y edificios vacíos. Destacaba entre éstos un pétreo templo piramidal de cuatro lados y veinte metros de alto en el centro de un claro de cien metros de diámetros, con una superficie prístina sin musgo ni yerba. En lo alto de una escalera enorme, ancha y empinada, tallada en su propio muro exterior, esperaba una ancha arcada de acceso. Era el Templo de los Antiguos, pero no está claro si siempre había tenido este aspecto.

Poco antes de 1.000 abY, el ex-minero llamado Dessel llegó a aprendiz sith en la Academia de Korriban, donde tomó el nombre de Bane. Cuando su entrenamiento alcanzó un punto muerto y los maestros dejaron de enseñarle, Bane estudió en la biblioteca, ignorada por la mayoría de alumnos. Allí leyó fascinado el libro Los Rakata y el Mundo Desconocido, por Darth Revan. Bane estaba menos interesado en los rakata que en el autor; le interesaban las diferencias filosóficas entre los sith de tiempos de Revan y los de su propia época; por ejemplo, el título Darth había caído en desuso. Aunque la lectura de Bane fue interrumpida por la manipuladora jedi oscura Githany, él retomó el estudio más tarde y descubrió mucho sobre Revan.

Bane supo del Imperio Infinito y teorizó que los rakata podían haber sido los primeros sirvientes del lado oscuro. Cruzando referencias, Bane supo dónde se encontraba Lehon, pero al principio no comprendió las implicaciones de su descubrimiento. Sus estudios le revelaron la existencia del Templo de los Antiguos, protegido por un escudo alimentado por el poder oscuro de la Fragua Estelar, y concluyó que la tribu rakata que podía bajarlo estaba formada por usuarios de la Fuerza.

Aunque el aprendiz Bane recuperó su prestigio, comprendió que le desilusionaba la doctrina de la Hermandad sith liderada por Lord Kaan. Bane renunció a la Hermandad, adoptó el título Darth y dejó Korriban en el crucero Valcyn, única nave disponible, rumbo a Lehon. Nadie conocía su destino salvo la confidente de Bane, Githany, pero ella optó por callar.

Una vez Bane llegó a Lehon, maniobró su nave lentamente y con cuidado entre los obstáculos espaciales. La Fuerza le guiaba y por ello supo aterrizar en una playa del continente más grande, cerca de un bosque y de su destino. Bane percibía el poder de la Fuerza en el planeta cuando fue encontrado por un rancor de caza. Bane pudo controlar la mente de la bestia para tranquilizarla y, al rebuscar en sus recuerdos, encontró el templo piramidal construido por los rakata que el rancor había visto en el pasado. Bane fue allí cabalgando el animal, percibiendo el poder cada vez más intensamente.

Apenas llevaba dos horas en el sistema, sólo una en el planeta, cuando llegó al templo. El escudo protector que había impedido el acceso antaño era ya historia, aunque el poder oscuro era tal que incluso Bane se sintió mareado al acercarse, y el rancor se escabulló en cuanto pudo. Bane exploró las ruinas durante horas encontrando sólo un objeto de valor: Un holocrón sith, almacén de conocimientos.

El objeto estaba muy bien oculto: En el más profundo sótano, junto a restos de una computadora, Bane encontró símbolos arcanos en una pared que especuló podrían ser escritura rakata. Una de las runas brillaba con luz violeta y, al tocarla con la Fuerza (que no con la mano), una puerta secreta se abrió. Bane extrajo el objeto y pronto descartó la teoría de que fuese una reliquia de tiempos del Imperio Infinito. El holocrón había sido construido por Darth Revan e instruyó a Bane en conocimientos sith avanzados. Bane concluyó que la competición entre los sith de su tiempo llevarían a la destrucción de la orden, y él concibió una estructura de sólo dos miembros: Un maestro y un aprendiz. Para conseguir esto, Bane debía infiltrarse en la Hermandad y destruirla desde dentro.

Temiendo precisamente este escenario, la Hermandad decidió actuar contra Bane. Deduciendo gracias a Githany que Bane estaba en Lehon, Kaan envió allí al maestro espadachín twi'lek Kas'im para que reclutase a Bane o, si él rechazaba tal oferta, le matase. Kas'im llegó a Lehon en un Gavilán, un tipo de nave usado por los sith, rastreando una señal del Valcyn que Bane no había desactivado. Kas'im aterrizó junto a la nave robada por Bane, en la playa; comprobó que Bane no estaba allí, y siguió su rastro a través de la selva. En el proceso, intimidó a varias criaturas con su sable láser y mató a un rancor que había intentado en vano sorprenderle.

Kas'im irrumpió en el Templo llamando a Bane a gritos justo cuando Bane estaba definiendo la futura Regla de Dos. Al detectar al intruso, Bane primero exploró el templo en busca de nueva amenazas, y después interrogó a Kas'im. El twi'lek fue sincero con Bane y debatieron educadamente sobre el poder del lado oscuro en mundos muertos como Lehon y Korriban. Tras esta demostración de civismo, decidieron luchar a muerto.

Durante el duelo, Kas'im usó la Fuerza para abrir las pesadas puertas del edificio rakata y así poder escabullirse a otras habitaciones y esconderse para emboscar a su rival. Bane sobrevivió retrocediendo, y eso le llevó a salir del edificio. En la entrada del Templo, Bane hizo tropezar a Kas'im para intentar huir, pero Kas'im también causó un resbalón en Bane, uno que le hizo caer por la escalera. Sólo el poder de la Fuerza impidió a Bane sufrir heridas graves. Kas'im entonces amenazó a su rival.

Para atacar a Kas'im, Bane generó con la Fuerza una onda de choque tan intensa que hizo temblar el Templo hasta los cimientos. Si Kas'im no se hubiese protegido con sus poderes, el impacto directo habría aplastado sus huesos. El ataque sin embargo derribó el edificio sobre el espadachín twi'lek, enterrándolo bajo toneladas de roca. Bane comprobó que Kas'im estaba muerto por si acaso. Bane decidió entonces que quedaban pocos secretos en Lehon, algo que historiadores posteriores confirmaron.

El lord sith volvió a la playa, manipuló la nave de Kas'im para obtener coordenadas de destino, y decidió enviar un dron al planeta Ruusan, donde la Hermandad guerreaba con los jedi, con mensaje para Kaan: Le pedía una tregua a cambio de un regalo, y este regalo era la técnica para construir una antigua arma sith llamada bomba de pensamiento. Bane desactivó los emisores del Valcyn que habían permitido a Kas'im rastrearle y partió primero a Ambria y después fue a Ruusan, donde destruyó a la Hermandad.

Los sith de Darth Bane se mantuvieron en secreto durante casi un milenio. En ese tiempo, Lehon y los rakata no atrajeron demasiada atención. El diplomático y cronista jedi krevaaki Bodo Baas escribió sobre Revan, Malak y su encuentro con los rakata, señalando que muchos eventos históricos de esos tiempos estaban documentados de forma inconsistente o incompleta.

Los herederos de Bane estaban mejor informados: Cerca del 66 abY, el maestro sith muun Darth Plagueis tenía una cuidada biblioteca en Muunilist, llena de libros relativos al lado oscuro, incluyendo historias antiguas de los rakata. En 54 abY, en el planeta Boyante, Plagueis explicó a su aprendiz Sidious su visión, criticando la filosofía jedi de seguir el lado luminoso: Según contaba Plagueis, los rakata y los Celestiales subordinaban el poder de la Fuerza a la vida inteligente para realizar grandes logros como construir la Fragua Estelar sin juzgar la ética de sus actos, porque las vidas de la mayoría de seres eran intrascendentes.

Durante el segundo mandato del Canciller Finis Valorum (años 36 a 32 abY), la República mandó una misión para explorar en detalle Tandun Tres y sus posibles ruinas rakata.

Cerca del 22 abY, su sucesor Palpatine (en secreto Sidious, antiguo aprendiz de Plagueis) reveló a su edecán chagriano Mas Amedda que era un lord sith y apeló a su sentido del orden para que le ayudase en sus planes. Palpatine alegó que todas las grandes facciones de la civilización de ese tiempo eran piezas de un experimento que, según él, databa de antes del Imperio Infinito de los Rakata, para producir un Nuevo Orden. El Canciller convenció a Amedda, aunque la historia recordará a Palpatine como un gran embustero y manipulador.

Entre los años 22 y 19, las Guerras Clon enfrentaron al ejército de la República con la Confederación de Sistemas Independientes, un grupo secesionista liderado por el carismático Conde Dooku. Varios mundos habitados, tentados por promesas de beneficio sin restricción, se unieron a los separatistas. El vacío Lehon fue ignorado por todos, pero otros mundos afectados por los rakata eran más interesantes: Dooku envió sus droides de guerra a Dantooine para buscar artefactos rakata, pero el maestro jedi Mace Windu, afiliado a la República, echó por tierra este plan e hizo retroceder a los separatistas.

Cuando la guerra llevaba veinticuatro meses, una nave republicana chocó en Honoghr. Los noghri nativos, siguiendo su costumbre, asesinaron a todos los tripulantes supervivientes y saquearon el contenido del vehículo, haciéndose con tecnología que incluía un Paquete de Instrumentos Científicos con información sobre un arma, el defoliador Trihexalophinet1138. Llevaron estos objetos al complejo sagrado de templos rakata.

La República envió un equipo de soldados clones al mando del general jedi Rii'ke En. En y su gente encontraron los objetos en el Templo pero cayeron en una emboscada y fueron masacrados. Afortunadamente pudieron informar, y la República mandó un segundo grupo al mando de la General Jedi Aayla Secura. Este segundo grupo se enfrentó a los noghris en el templo pero sobrevivió hasta encontrar un improbable aliado: El jedi renegado y ex-maestro de Secura Quinlan Vos, que necesitaba el PIC para convencer a Dooku de su lealtad. Vos se ofreció a dejar el PIC a Secura y ofrecer una excusa a Dooku. Vos y Secura entonces cooperaron atacando a los noghris mientras los clones atraían el fuego enemigo. Eso les permitió acabar con los noghris enemigos. Después, Vos y Secura colaboraron contras las medidas de seguridad automáticas del edificio para hacerse con el PIC, pero entonces Vos faltó a su palabra y se llevó el preciado botín, sacudiendo la confianza de Secura en él.



Templo rakata en Honoghr durante las Guerras Clon

Las Guerras Clon acabaron en 19 abY con la victoria republicana. Poco después, Palpatine reconvirtió la República en el opresivo Imperio Galáctico, consigo mismo como emperador, y eliminó la Orden Jedi. En esos tiempos, Lehon fue ignorado por prácticamente todos, sin apenas rastros de su antigua civilización. Un ser parecido a un rakata fue visto en el planeta Telerath, pero no despertó especial interés: Por entonces, mucha gente dudaba del poder que habían tenido los rakata.

Se vio un ejemplo de esto en una transcripción de un informe del especialista en historia antigua Insmot Bowen, del Instituto Obroano, a varios altos cargos imperiales incluidos el maestro de proyectos Bevel Lemelisk, el almirante Conan Antonio Motti y el General Arhul Kurumenga, de Investigación Militar. Bowen teorizaba que la tecnología usada por el Imperio derivaba de los rakata, y ésta probablemente de los Celestiales. Motti desdeñaba sus ideas, viendo a los rakata como personajes de holothrillers de ficción. El General Kurumenga insistió en que Motti escuchase, pero tampoco respaldó a Bowen.

Tras la muerte del Emperador en 4 dbY, apareció la Nueva República, un gobierno mucho más abierto y que hizo mucho por explorar las Regiones Desconocidas. Ningún topógrafo neorrepublicano consiguió encontrar el Archipiélago Rakata, lo cual permitió a los rakata de esa zona abusar de muchas civilizaciones cercanas. Las limitaciones tecnológicas de estos grupos rakata impidieron que su grupo obtuviese una supremacía sobre el territorio; de hecho, muchas civilizaciones de la zona ignoraban la amenaza que esperaba a sólo unos pocos años-luz.

En 36 dbY, la República y el Remanente Imperial estaban unificados en la Federación Galáctica de Alianzas Libres. El Concilio Histórico de este grupo había nombrado Archivista Emérito a Voren Na'al, historiador y autor de una interesante introducción que cubría desde el Imperio Infinito hasta su propio tiempo. Na'al sin embargo no descubrió qué había causado la caída de los kwa.

No fue el único académico con interés por los rakata, ni el más innovador: En 38 dbY, la doctora Milanda Vorgan (Profesora Asociada de Xenolingüística de la Universidad de Charmath) publicó el artículo "La Palabra Escrita: Una Breve Introducción a los sistemas de Escritura del Básico Galáctico" en la segunda edición de la Antología Shafr del Idioma Galáctico (Shafr Center Press). Ella negaba que la grafía del idioma se hubiese originado en Coruscant, y referenciaba descubrimientos arqueológicos recientes de la civilización rakata. Artefactos rakata con símbolos claramente vinculados con el alfabeto aurebesh y escrituras relacionadas habían sido encontrados en múltiples mundos muy lejanos. Eso explicaba que los sistemas de escritura de muchas civilizaciones alienígenas distantes fuesen tan similares al Básico: Todas ellas habían sido provincias del Imperio Infinito. Vorgan referenciaba el trabajo previo de Corelia Antilles y Gideon Na'al, "Mapas Estelares y Textos: La Conexión Rakata", que también vinculaba sistemas de escritura con la civilización rakata a partir de los hallazgos de la época.

El descubrimiento de reliquias rakata continuó en 41 abY. En esos tiempos, un grupo de clones fugitivos de los tiempos de la campaña del Gran Almirante Thrawn viajaban en una nave robada mientras su salud física y mental decaía por una exposición a la Nube Lignana. La clon mística Vidente (clonada a partir de Lumiya) animaba a sus colegas a tener fe en una entidad llamada Madre, que tenía el poder de salvarles. Madre era un ser real, una estación espacial inteligente creada por el Imperio Infinito que activamente intentaba atraer a Vidente a su ubicación en UR-6572-AK. Ahora bien, Madre era además malvada y lo que pretendía era que los clones llegasen hasta ella para usar a uno de ellos como anfitrión de su consciencia.

Los clones eran perseguidos por el jedi Jaden Korr, su aprendiz cereano Marr-Idi-Shael y su asociado humano Khedryn; uno de los clones, Soldado, era clon de Korr. Dos agentes umbaranos de una organización sith, Nyss Nenn y Syll Nenn, también rastreaban a los clones. Durante la persecución, Syll falleció en un tiroteo, así como la mayoría de clones; pero no se zafaron de la persecución.

Finalmente, los clones que llegaron a UR-6572-AK fueron sólo tres: Vidente, Soldado y la niña Gracia. Vidente intentó una comunión mística con Madre, pero Madre exigió un cuerpo que ocupar. Mientras tanto, Nenn activó un clon de Korr, llamado Iteración, que había mantenido en éstasis para fines malvados, y viajó a UR-6572-AK; y allí encontró a Korr y sus aliados. Nenn se enfrentó a Korr y a Marr, venciendo a este último, pero Korr mató a Nenn con una estrangulación por la Fuerza. El combate debilitó a Korr, haciendo que se colapsase, e Iteración aprovechó la oportunidad para matar a su original con una lanza mental. Marr, testigo de esto, atacó y venció a Iteración, y usó la lanza mental para revertir el proceso, poniendo la consciencia de Korr en Iteración.

Mientras, Madre intentaba poseer el cuerpo de Vidente. Soldado, mentalmente más estable, intentaba escapar de la estación con Gracia. Marr y Korr se aliaron con Soldado para eludir a Madre: Korr hizo que Khedryn sabotease su lanzadera para que explotase y dañase la estación, haciendo que cayese sobre el planeta que orbitaba. Korr, Marr y Khedryn huyeron en su nave, Junker; Soldado y Gracia robaron la nave de Nenn y pusieron rumbo a las Regiones Desconocidas. Los restos de la prodigiosa estación Madre construida por los rakata fueron destruidos.

Un siglo después, en 137 dbY, la mayor parte de la galaxia estaba bajo el control de otro imperio del lado oscuro, uno regido por el Emperador Darth Krayt. Curiosamente, el inútil mundo Rakata Prime no estaba en su jurisdicción: Se encontraba en la esfera de influencia de la indómita especie chiss.

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Los Rakata Notorios


 

Anciano Guía: Este rakata era miembro de la tribu de los Ancianos en 3.956 abY. En esos tiempos, los Ancianos protegían el acceso al Templo de los Antiguos, una estructura construida por sus antepasados. Sólo un usuario de la Fuerza podía atravesar el umbral del Templo, y ningún rakata cumplía esta condición; pero para acceder al umbral, era preciso un complejo ritual de varias horas realizado por cinco rakatas cantando sobre sus rodillas. Algunos Ancianos, como el Anciano Guía, conocían este procedimiento, transmitido de generación en generación.

La tradición rakata exigía que nadie entrase acompañado en el Templo. En 3.959 abY, los Ancianos habían ayudado a dos alienígenas, Darth Revan y Darth Malak, a entrar en el Templo para que accediesen a la estación espacial Fragua Estelar y la destruyesen. Revan y Malak habían traicionado la confianza de los Ancianos usando la Fragua para el mal, y dejando jedi oscuros protegiendo el interior del Templo.

Tres años después, un redimido Revan convenció al Consejo de Ancianos, gobernante de la tribu, para que volviese a ayudarle a entrar en el Templo. El Consejo reunió a cinco rakatas, entre ellos el Anciano Guía, para que realizasen el ritual. El Consejo, sin embargo, insistió en que Revan debía entrar solo.

El Anciano Guía y sus asociados empezaron el ritual alrededor de una hoguera. A mitad del ritual, sin embargo, fueron interrumpidos por dos aliados jedi de Revan: El humano Jolee Bindo y la cathar Juhani. Ambos habían tenido una premonición e insistieron en que debían acompañar a Revan cuando éste entrase en el Templo. El Anciano Guía, portavoz de su quinteto, se negó a permitirlo, y detuvo el ritual. Revan sin embargo consiguió persuadirle para que siguiese: Le dijo que sus amigos le ayudarían a enfrentar las evidentes amenazas en el interior del Templo. El Anciano Guía finalmente cedió, al comprender que el Consejo de Ancianos quería que Revan entrase para destruir la Fragua Estelar.



Anciano Guía protesta a Revan

Cuando el ritual terminó, surgió un rayo de energía de cada cantante rakata que se elevó en diagonal hasta chocar con los otros rayos verticalmente encima de la hoguera. De ese cúmulo nació un nuevo rayo hacia la puerta del Templo, abriendo el escudo transparente y permitiendo a Revan y sus amigos entrar en el Templo.

El Anciano Guía comunicó al Consejo la modificación operada en sus planes. El Consejo inicialmente temió que Revan les hubiese traicionado otra vez, pero en esa ocasión, Revan emergió triunfante y, gracias a su ayuda, destruyó la Fragua Estelar.

Bandra: Un famoso rakata.

El caminante en Telerath: En el 19 abY, poco después de la creación del Imperio Galáctico, un rakata fue visto caminando en el planeta Telerath, cerca de la casa del jefe criminal chagriano Musori.

Nota: Esto es llamativo porque se supone que los rakata estaba totalmente extintos para esa fecha. Es razonable asumir que no era realmente un rakata, sino una especie de aspecto similar o alguien disfrazado.



caminante en Telerath, a la izquierda

Ceh'let: Esta mujer rakata de piel azul y ojos ámbar era una Sub-Predor en los tiempos del Imperio Infinito. Vestía falda y armadura, y se pintaba los labios de un tono más oscuro de azul.

En el año 25.792 abY, el Imperio Infinito estaba atacando el sistema Tython en un intento de tomar el planeta homónimo, un mundo fuerte en la Fuerza. El Predor Skal'nas era el comandante en jefe de esa invasión. Los rakata consiguieron capturar el planeta Shikaakwa en el sistema Tython, y Ceh'let fue puesta al mando de ese mundo, con múltiples activos militares para protegerlo que incluían tanques llamados Aniquiladores Rakata y agresivos soldados mutantes, los Incursores de Carne, además de diversas naves de guerra.

Los defensores del sistema incluían a los nativos y a los Je'daii, un grupo de usuarios de la Fuerza con base en el planeta Tython. Con la ayuda de un ex-esclavo rakata, los Je'daii y sus asociados plantaron cara a las fuerzas de Ceh'let, causando estragos entre sus tropas en una brutal batalla. Las emboscadas de los je'daii permitieron reducir las tropas de Ceh'let a la mitad.

Ceh'let, desde la protección de su nave insignia, informó telemáticamente al Predor Skal'nas, reportando los detalles de su inminente derrota. Skal'nas, insatisfecho, exigió a Ceh'let que prevaleciese, aunque fuese por guerra de desgaste. Viendo sin embargo que Ceh'let no podía prevalecer en esa lid, Skal'nas ordenó retirada de sus tropas más valiosas al cercano planeta Ska Gora, con los Incursores sacrificándose para protegerles. Skal'nas pretendía castigar a Ceh'let en persona.

Cuando Ceh'let llegó a la base rakata en Ska Gora, Skal'nas la llamó a su presencia para exigir su informe. Otros oficiales rakata observaban el encuentro a través de pantallas. Entonces Ceh'let desafió la autoridad a Skal'nas: Según ella, los je'daii podían anticipar sus movimientos con tal precisión que claramente tenían un espía en las filas rakata, y éste podía ser el mismo Skal'nas (Aún si Skal'nas no lo era, aún sería su responsabilidad encontrar a ese traidor).

Skal'nas entonces apagó los monitores y confió un secreto a Ceh'let: Los rakata estaba perdiendo lentamente su conexión con la Fuerza, que les resultaba imprescindible para mantener su civilización. La captura de Tython, siguió Skal'nas, era imprescindible para renovar ese poder místico, porque se correspondía con una profecía. Skal'nas había deducido que Tython hospedaba una Puerta del Infinito que, una vez capturada, permitiría a los rakata renovar su poder; y por supuesto Skal'nas ascendería a un puesto aún más importante en su jerarquía.

Impresionada, Ceh'let creyó erróneamente que Skal'nas le revelaba esa confidencia a modo de declaración romántica para que ella fuese su reina. Sin embargo, Skal'nas sólo le ponía la miel en los labios para tener el sádico placer de arrebatársela: El Predor asesinó a Ceh'let lanzándole relámpagos del lado oscuro, mientras insistía en que Ceh'let no había sido la primera en desafiarle ni en sucumbir ante él por tal audacia.



Ceh'let contacta con Skal'nas

La comerciante rakata en las Regiones Desconocidas: Esta mujer rakata ejercía de comerciante en las Regiones Desconocidas en tiempos de la Antigua República, posiblemente en algún momento entre 3.959 y 3.691 abY.

Ella pasaba mucho tiempo en un planeta llamado Altiria por sus nativos altiri y Anarris por sus nativos anarrianos, que estaban enzarzados en una guerra civil. Habían dedicado tanto esfuerzo a enfrentarse unos a otros, que no habían conseguido desarrollar tecnología de viaje espacial. Sin embargo, tenían contacto con viajeros espaciales de otros mundos .

La comerciante rakata veía una interesante oportunidad de negocio haciendo contrabando de armas a uno de los dos bandos o a ambos. Valorando su propio anonimato, ella contrató a un grupo de agentes independientes para que entregasen su propuesta a los líderes de la República Altiriana y del Imperio Anarriano, y que actuasen de intermediarios durante las negociaciones. La misión de su gente era descubrir cuánto interés (medido en unidades monetarias) tenía cada nación en los productos ofrecidos.

Nota: Este personaje aparece en una idea de aventura del libro de rol The Unknown Regions. El texto sugiere que ella podría tener motivos ocultos aparte del beneficio. El texto también es lo bastante abierto para permitir adaptar la idea a otros momentos históricos, aunque parece querer sugerir las fechas que he indicado.

El Consejo de Ancianos: El Consejo de Ancianos era un triunvirato de tres líderes rakata, de piel dorada, al mando de la tribu de los Ancianos en el año 3.956 abY.

La tribu de los Ancianos descendía de la casta sacerdotal de los tiempos del belicoso Imperio Infinito. Tras la caída del Imperio, los sacerdotes se ocultaron bajo la superficie del planeta Lehon para sobrevivir al brutal conflicto entre facciones de la casta guerrera. Mientras los guerreros revertían al salvajismo y olvidaban cómo utilizar tecnología, los sacerdotes traspasaban el conocimiento de una generación a la siguiente. El poder de esos datos era limitado, porque buena parte de la tecnología era utilizada sólo con el poder de la Fuerza, y los rakata habían perdido el acceso a ese poder; ésa había sido una de las razones de la caída del Imperio.

Veinte mil años después de haberse enterrado, los sacerdotes se exhumaron, sólo para descubrir que la guerra continuaba. La tribu de los Ancianos decidió proteger el Templo de los Ancestros, un edificio del Imperio Infinito que permitía acceder al arma definitiva de sus antepasados, la estación espacial Fragua Estelar: El Templo emitía un rayo que interceptaba todas las astronaves que se acercasen a la Fragua, y era preciso estar en el interior del Templo para desactivarlo. Los Ancianos pretendían impedir que los guerreros tomasen el Templo. El Templo tenía dos capas de seguridad: Sólo un usuario de la Fuerza podía atravesar la capa interior, pero la capa exterior impedía el acceso a menos que se realizase un complejo ritual conocido por los Ancianos. La tradición sacerdotal rakata incluía ese conocimiento, así como un protocolo que decía que sólo una persona debía entrar en el Templo cada vez.

Durante varias décadas, el señor de la guerra llamado El Elegido sitió el Templo con sus tropas. Los Ancianos tenían armas lo bastante avanzadas para aniquilarles, pero decidieron no hacerlo porque deseaban no repetir los errores del Imperio Infinito. Escogieron en vez de eso aislarse en una fortaleza autosuficiente y esperar, sobre todo después de comprobar que El Elegido respondía con violencia a la diplomacia.

En 3.959 abY, dos alienígenas llegaron de otro planeta: Darth Revan y Darth Malak. Revan conoció al Elegido y pactó con él, prometiéndole destruir a los Ancianos y obtener sus conocimientos a cambio de la ayuda del Elegido. En realidad, Revan pretendía conocer antes a los Ancianos y decidir si eran aliados más útiles que el Elegido, como él esperaba. En cuanto comprobó que los Ancianos eran tecnológicamente más avanzados que El Elegido, Revan olvidó a su antiguo asociado rakata.

Revan era un seguidor del lado oscuro de la Fuerza, pero comprendió que los Ancianos no compartían su filosofía, así que les engañó: Revan dijo al Consejo de Ancianos que quería llegar hasta la Fragua Estelar para destruirla. El Consejo, optimista, dio a Revan el beneficio de la duda y le ayudó a acceder al Templo en compañía de Malak, rompiendo así la tradición. En cuanto Revan tuvo acceso a la Fragua, tomó el control de ésta y la usó para crear una flota militar con la que atacar otros mundos lejanos. También dejó jedis oscuros en el interior del Templo por si acaso un enemigo accedía allí. El Consejo se enfureció con Revan, pero no podían tomar medidas directas contra él.

Tres años después, en 3.956 abY, la guerra contra El Elegido seguía rugiendo. El Elegido atacó a un grupo de muchachos de la tribu de los Ancianos, masacrando a la mayoría. El Consejo descubrió que un joven Anciano había sido capturado con vida, muy posiblemente para interrogarlo. El Consejo buscó la forma de rescatar al chico sin derramar sangre, pero era difícil porque El Elegido no negociaba.

Poco después, Revan volvió a aterrizar en Lehon, con un pintoresco grupo de asociados. Para entonces, había perdido la memoria y había sido re-entrenado por la Orden Jedi, convirtiéndose en un agente del lado luminoso. Su antiguo asociado Darth Malak controlaba la Fragua Estelar y se había convertido en el enemigo. Una vez más, Revan tuvo contacto con El Elegido, que intentó convencerle para que cumpliese su palabra y destruyese a los Ancianos.

Revan avanzó hacia el enclave de los Ancianos y fue recibido por el holograma de un rakata (prueba del nivel tecnológico que tenían los Ancianos). Cuando Revan dio su nombre, el holograma le concedió una audiencia con el Consejo de Ancianos.

Los Consejeros estaban enfurecidos por la audacia de Revan al volver, y le acusaron de traición, pero le dieron ocasión de defenderse. Revan les convenció de que su mente había sido destruida, y los Consejeros le dieron el beneficio de la duda, permitiéndole moverse por el enclave. El Consejo reconocía que Revan podía serles de mucha ayuda destruyendo la Fragua y terminando su guerra con el Elegido. Mas el Consejo no confiaría en Revan sin poner a prueba su lealtad, y condicionaron su apoyo a que Revan liberase al joven capturado por el Elegido. Cuando el Consejo reveló a Revan la brutalidad del Elegido, Revan decidió ayudar a los Ancianos.

El Elegido vio que Revan pactaba con los Ancianos en vez de atacarles, así que condenó a Revan a muerte. Cuando Revan se acercó al campamento del Elegido, todos sus guerreros y bestias le atacaron, pero Revan y sus amigos les vencieron a todos. Revan encontró al prisionero y lo liberó. El muchacho, malherido, volvió a la colonia de los Ancianos, ansioso por hablar al Consejo del héroe que le había salvado y recomendarle como aliado.



Miembro del Consejo de Ancianos

Cuando Revan volvió ante el Consejo, éste le felicitó por su victoria. Los Consejeros decidieron deliberar en privado y después decidieron confiar en Revan: Le ayudarían a entrar en el Templo desactivando la capa exterior de protección, para lo cual reunieron a cinco rakatas conocedores del ritual, entre ellos el Anciano Guía. El Consejo insistió en que Revan entrase solo en el Templo: La última vez, la tradición se había roto al permitir entrar a Revan y Malak juntos, y el Consejo creía que eso había provocado el desastre. Más tarde, sin embargo, Revan pudo convencer al Anciano Guía para que permitiese entrar también a sus dos aliados jedi, el ermitaño humano Jolee Bindo y la cathar Juhani. Cuando el Consejo lo supo, temieron haber sido traicionados otra vez.

Revan emergió del Templo habiendo triunfado en su misión, y se reunió una vez más con el Consejo. Dijo que tenía que viajar a la Fragua para detener a Darth Malak, y el Consejo le dio su bendición. El Consejo explicó a Revan que ansiaban la destrucción de la Fragua y de su maldad y que esperaban que, después de ese día, los rakata podrían volver a la comunidad galáctica en vez de permanecer aislados en el planeta Lehon. Revan les animó.

Gracias a Revan, la Fragua Estelar fue destruida en la batalla de Rakata Prime. Algunos rakata decidieron viajar a otros mundos, aunque la mayoría se quedaron en Lehon. Pese a las mejores intenciones del Consejo de Ancianos, sin embargo, la especie rakata nunca tuvo representación política galáctica y acabó extinguiéndose.

Daneel: Un famoso rakata.

El Encerrado: Este rakata fue encerrado en una Trampa Mental en tiempos del Imperio Infinito. Permaneció encerrado durante muchos milenios, carente de cuerpo y sin poder escapar. Alegaba haber olvidado su propio nombre y haber sido encerrado por liderar una rebelión.

Aproximadamente en 3.956 abY, la Trampa Mental acabó en manos de un grupo criminal. El contrabandista rodiano Lurze Kesh debía hacer llegar la Trampa al jefe criminal Motta el Hutt en Tatooine. Contrató como mensajero al jedi Revan, dándole instrucciones de no abrir la caja: Kesh dijo que el mes pasado 2 personas habían abierto la caja, enloquecido y huido. Revan cumplió su misión y entregó la Trampa al hutt.



El Encerrado

Nota:En el juego Caballeros de la Antigua República, el jugador (en el papel de Revan) puede abrir la caja. En ese caso, cae dentro de la prisión y el Encerrado le desafía a un juego de acertijos, el único duelo justo para ambos en un mundo sin cuerpo físico. El que ganase el juego, sería liberado para ocupar el cuerpo de Revan. Si Revan gana y después entrega la caja, entonces Motta se muestra divertido porque sabe lo que había en su interior.

Fralee: Un famoso rakata.

Garn: En 3.956 abY, Garn era el Líder de Guerra de la tribu del Elegido. Se trataba de una comunidad primitiva de guerreros que intentaban en vano conquistar la fortaleza de tecnología avanzada de los Ancianos.

Los rakata del Elegido no podían comprender la avanzada tecnología que habían usado sus antepasados y que seguía en uso. Uno de estos objetos era la estación Fragua Estelar, en órbita planetaria, que entre otras cosas provocaba que cualquier astronave cerca del planeta funcionase mal y se estrellase en la superficie. Para los rakata del Elegido, eran objetos que caían del cielo. Los rakata atacaban a los supervivientes para comérselos ritualmente e intentar obtener su poder, y también saqueaban los objetos que encontraban, aunque eran incapaces de utilizarlos. A lo largo de su vida, Garn obtuvo artículos como detonadores térmicos, minas de plasmas, kits médicos y de reparación, e incluso tecnología de protección verpine.

Entonces una nave mandaloriana chocó cerca de la base del Elegido. Los náufragos mandalorianos eran poderosos guerreros con armaduras de alta tecnología que les permitían volverse invisibles por tiempo limitado. Los mandalorianos mantuvieron a raya a los rakata negros y a los otros grupos de náufragos; la tribu del Elegido se ofendió mucho porque los extraños invasores azules y rojos no se comían a los rakata muertos en lo que ellos veían como una señal de desprecio.

Los mandalorianos lograron construir una comunidad en la isla, y atacaron sobre todo a los rakata más jóvenes. El Elegido finalmente decidió enviar una misión a destruirles. Garn estaba al mando de un grupo de doce guerreros. Garn siguió el rastro de los mandalorianos y descubrió que se ocultaban cerca del campamento de los Ancianos. Sin embargo, los mandalorianos vencieron al grupo rakata. Sólo Garn sobrevivió, malherido. El Líder de Guerra retrocedió pero, avergonzado, no volvió al campamento del Elegido.



Garn

Garn encontró entonces a otro náufrago alienígena, el jedi Revan. Garn sabía que, años atrás, Revan había visitado esa misma isla y había demostrado su poder venciendo a varios rakata; en esa segunda visita, Revan seguía en forma. Garn intentó convencer a Revan para que le ayudase a vencer a los mandalorianos aportando razones: Revan quería llegar al territorio de la tribu de los Ancianos, y el campamento mandaloriano estaba en el camino. Los mandalorianos eran un peligro para los muchachos de su tribu. La fe rakata sugería que las almas de los asesinados sufrían tormentos hasta que fuesen vengadas. Garn incluso ofreció los objetos que él había saqueado y, cuando Revan le dijo que podía arrebatárselos, Garn explicó que no temía la muerte por su edad y sus heridas.

Revan accedió a ayudar a Garn. Garn le dio la información que tenía sobre los mandalorianos y sus tácticas, y le pidió que le trajese la cabeza del líder mandaloriano. Garn quería comer ese órgano para obtener el vigor de su enemigo.

Poco tiempo después, Revan volvió a Garn con la testa cercenada del jefe enemigo. Garn se sintió agradecido y cumplió su palabra, entregando a Revan varios objetos que había obtenido.

Aún más tarde, El Elegido ordenó la muerte de Revan. Revan invadió la base del Elegido y mató a todos los Rakata Negros que estaban allí. No está confirmado que Garn participase en esa batalla.

Gjarshi: Este rakata de piel negruzca era el Maestro de Tradiciones, o cronista, del señor de la guerra El Elegido. Su misión era estar atento a las proezas y conquistas del Elegido y registrarlas para la posteridad. En su cultura, el rol del Maestro de Tradiciones era sagrada y muy respetada, y exigía que el historiador se abstuviese de juzgar en la medida de lo posible. Gjarshi decía que la historia se desarrollaba de formas misteriosas y que a él personalmente no le importaban los actos de los individuos: Su misión, continuaba, era asegurarse de que la memoria de las figuras relevantes pasase a las generaciones futuras.

En 3.959 abY, El Elegido y su tribu estaban intentando conquistar el campamento de una tribu rival, Los Ancianos. Recibieron la visita de un poderoso alienígena, el lord sith Revan, que tenía poderes superiores a los de los rakata. Gjarshi conoció a Revan y esperaba que les ayudase a conquistar a los Ancianos. Gjarshi escuchó a Revan hablar de sus viajes a otros planetas y del poder de la Fuerza.



Gjarshi

Revan desapareció misteriosamente durante tres años, y entonces regresó alegando que su memoria había sido borrada. Muchos Rakatas Negros creyeron que les había traicionado, pero El Elegido aceptó mantener su alianza con Revan para intentar destruir a los Ancianos. En esta segunda visita, Revan volvió a hablar con Gjarshi, que le contó la historia y tradiciones de su gente.

Revan entonces fue a la base de los Ancianos, pero no la atacó. En vez de eso, traicionó al Elegido. El Elegido ordenó a su gente matar a Revan. Cuando Revan volvió a la base del Elegido, Gjarshi y los otros Rakata Negros le atacaron. Revan y sus aliados alienígenas prevalecieron y mataron a Gjarshi, al Elegido y a los otros Rakata Negros.

Gorshaa: Este rakata de piel roja afirmaba ser el alcaide de la prisión del planeta Belsavis en 3.641 abY.

Ciertamente los rakata habían construido la prisión de Belsavis, pero la habían abandonado tras la caída del Imperio Infinito, decenas de milenios antes de esa fecha. En 3.641 abY, la República Galáctica tenía el control sobre el planeta y utilizaba una parte de las instalaciones penitenciarias que había encontrado allí; pero el Imperio Sith, una potencia rival, descubrió ese lugar e intentó tomarlo atacando el planeta. En el enfrentamiento, varias celdas fueron dañadas y sus prisioneros, que habían permanecido crionizados en éstasis, fueron liberados. Es probable que Gorshaa fuese uno de estos emancipados.

La versión de Gorshaa era diferente. Él afirmaba que un grupo de rakatas, incluido él mismo, eran los últimos "amos" que vigilaban la zona de alta seguridad La Tumba para protegerla de intrusos. No tenían interés en el enfrentamiento entre siths y republicanos.

Gorshaa sabía que el Imperio Infinito se había desintegrado en parte porque los rakata habían perdido la capacidad innata de utilizar el poder de la Fuerza. Él y su grupo deseaban experimentar con usuarios de la Fuerza de otras especies para recuperar su don malogrado, en un proceso en que pretendían usar el prodigio tecnológico rakata Máquina Madre. Gorshaa despreciaba a humanos y alienígenas de otras especies, considerándolos inferiores a los rakata, así que no tenía problema en torturarles.



Gorshaa

Los territorios controlados por Gorshaa fueron invadidos por un ingenioso sith llamado Lord Kallig, que buscaba una Madre Máquina para curar su debilitado cuerpo envenenado por un rival. Gorshaa advirtió al intruso, recomendándole que no entrase en esa zona. Kallig le ignoró, y superó las defensas de Gorshaa. El alcaide, impresionado por su poder, se dejó ver ante Kallig.

Gorshaa ofreció a Kallig acceso a la Madre Máquina para curar su problema, si a cambio Kallig entregaba a Gorshaa una huella de su patrón genético para investigación. Kallig aceptó el trato y abandonó Belsavis, rumbo a nuevas gestas.

El Joven Anciano: Este joven rakata de piel dorada era miembro de la avanzada tribu de los Ancianos en 3.956 abY.

En esos tiempos, los Ancianos vivía en un enclave aislado, sitiado por la belicosa tribu del Elegido. De algún modo, el Elegido consiguió capturar a un grupo de muchachos de la tribu de los Ancianos, matando de forma brutal a la mayoría. El Joven Anciano fue el único superviviente, pero no consiguió escapar: Los guerreros del Elegido le retuvieron para torturarle y obtener toda la información posible sobre la tribu de los Ancianos y el secreto de cómo acceder al Templo de los Antiguos; planeaban ejecutarle más tarde. El chico fue encerrado cerca de la cámara del Elegido.

El Consejo de Ancianos, líder de la tribu de los Ancianos, descubrió que uno de los muchachos seguía con vida y buscó el modo de rescatarle, preferiblemente sin violencia. Por desgracia, El Elegido no quería negociar. Venturosamente, el Consejo recibió la visita de un poderoso alienígena llamado Revan que buscaba la ayuda de los Ancianos para una misión; pero los Ancianos tenían motivos para desconfiar de Revan. Antes de ofrecerle ayuda, los Ancianos le exigieron que rescatase al prisionero del Elegido.



Joven Anciano

Revan visitó el enclave del Elegido, ganándose la enemistad de su tribu. Revan y sus asociados mataron a toda la tribu del Elegido y encontraron al joven prisionero. Le liberaron, ganándose su gratitud. El joven estaba malherido, pero podía caminar y ansiaba volver al enclave de los Ancianos. Prometió reunirse con el Consejo para hablar del heroísmo de Revan y recomendarles que les ayudase.

El Consejo escuchó al joven, decidiendo finalmente ayudar a Revan. También observaron que estaba herido, pero su pronóstico era favorable.

Lhunu: Este rakata de piel roja y ojos azules vivió los tiempos del Imperio Infinito, específicamente en la guerra entre los rakata y la agresiva especie esh-kha que tuvo lugar en 25.200 abY aproximadamente. Esta guerra acabó cuando los rakata aniquilaron a la mayoría de los esh-khas, excepto por cien mil supervivientes a los que capturaron. Uno de éstos había sido el controvertido patriarca esh-kha Voz Santificada, que había intentado abogar por el fin de la guerra y la cooperación pacífica, sólo para caer en una trampa de los rakata durante su intento de diplomacia.

Los rakata decidieron encerrar y crionizar a Voz Santificada y a los otros esh-khas en la prisión del planeta Belsavis en éstasis. Lhunu se oponía a esta política, creyendo que el Imperio Infinito estaba siendo innecesariamente hostil con los esh-kha. Aunque incluso Lhunu reconocía que los esh-khas eran demasiado peligrosos para dejarlos en libertad completa, él intentaba apoyar enmiendas que favoreciesen a los esh-kha. La opinión de Lhunu tenía muy pocos partidarios entre los rakata, así que él no pudo impedir que los esh-khas fuesen crionizados en éstasis en Belsavis.

Lhunu buscaba la manera de que su especie pudiese expiar los crímenes cometidos contra los rakata, pero tardaría mucho en tener su oportunidad. Aproximadamente 21.559 años, que probablemente pasó congelado en Belsavis.

En 3.641 abY, el Imperio Infinito había desaparecido y los rakata estaban prácticamente olvidados. Dos grandes civilizaciones, la República Galáctica y el Imperio Sith, peleaban por el control de la galaxia. La República había descubierto los restos de la prisión de Belsavis y, viendo que había zonas aún activas, intentaban aprovecharla para retener a prisioneros de importancia. Cuando los sith lo descubrieron, iniciaron una operación de rescate. Durante el enfrentamiento, varios sistemas de seguridad fallaron y un grupo de esh-khas fueron liberados, iniciando así un conflicto a varias bandas. Los esh-khas intentaban obtener armamento y una astronave para salir del plantea, además de liberar a más de los suyos.

Lhunu también fue deshelado, pero Voz Santificada no. El rakata decidió intentar liberar al patriarca esh-kha. El Imperio Sith, por su parte, supo de Voz Santificada y envió agentes para intentar matarle. Los imperiales también enviaron a una mujer sith, Darth Synar, para que ella aprendiese sobre la xenobiología de los seres recién liberados, incluyendo rakata y esh-kha.

La Orden Jedi, un grupo de místicos guerreros asociados a la República, también mostró interés en la situación. Un estudioso jedi llamado el Barsen'thor obtuvo información histórica y decidió que los esh-khas podrían tener potencial como soldados contra los sith, y viajó a Belsavis a intentar liberar a los patriarcas esh-kha para negociar con ellos; sus objetivos eran Voz Santificada y el más agresivo Garra Ensangrentada, que deseaba liberar a temibles prisioneros de Belsavis. Cuando el Barsen'thor se acercó a Belsavis, Lhunu decidió ayudarle para compensar el encierro a los esh-kha tanto tiempo atrás.



Lhunu

Por desgracia, Lhunu tendría dificultad para ello: Las fuerzas militares del Imperio, bajo el mando del Comandante S. Geland, capturaron al rakata en una operación para dirigir a los esh-khas contra la República. Lhunu fue encerrado en la zona de máxima seguridad de la prisión. Utilizando capacidades especiales, sin embargo, Lhunu pudo guiar al Barsen'thor por la cárcel y darle información sobre la zona. Lo hizo sin identificarse personalmente, de modo que el Barsen'thor tuvo que confiar en una voz misteriosa que le indicaba dónde estaban Voz Santificada y otros prisioneros.

Gracias a estas indicaciones, el Barsen'thor liberó a Lhunu en una caverna. Lhunu explicó al jedi su historia y le indicó cómo liberar a Voz Santificada y atacar a Geland. El Barsen'thor pudo entonces combatir contra Geland hasta matarle y después revivir a varios esh-kha heridos. Cuando la lucha hubo acabado, Lhunu se acercó con varios asociados de Voz Santificada y recomendó al Barsen'thor que matase a los peligrosos esh-kha prisioneros. El jedi rechazó esta opción, aunque aceptó mantener encerrados a los guerreros de Garra Ensangrentada y liberar a los esh-kha más pacíficos.

Lhunu tuvo entonces ocasión de reconciliarse con Voz Santificada, tras lo cual se fue de la prisión por su propio pie.

Llawa: Llawa (o Ll'awa, como también era llamado) era un rakata dorado que trabajaba como investigador científico en la tribu de los Ancianos cerca del 3.959 abY.

Por aquel entonces, los Ancianos eran una de las pocas tribus rakata que retenían conocimientos tecnológicos, traspasados por sus antepasados. La mayoría de otras tribus eran guerreros belicosos y primitivos. La tribu del Elegido ansiaba echar mano a los secretos que custodiaban los Ancianos. Los Ancianos podían destruir a sus enemigos con armas avanzadas, pero no querían hacerlo por no repetir los errores que habían destruido a su civilización anterior. Escogieron, en vez de eso, hacerse fuertes en un enclave y resistir el asedio. Llawa y su gente ansiaban redimir a su especie, y no restaurar los horrores de su inmemorial Imperio Infinito.

Uno de los motivos del fin de la antigua y avanzada civilización rakata fue que los rakata perdieron la capacidad natural de utilizar el poder de la Fuerza, sobre el que se había cimentado toda su ciencia. Los rakata de los tiempos de Llawa no podían acceder a ese poder primigenio. Llawa y su equipo de científicos buscaban el modo de restaurar esta capacidad a través de la biología, aislando un gen que hiciese a los rakata receptivos a su poder.

Un problema de Llawa era la escasez de muestras genéticas, por lo cual él se veía obligado a experimentar en prisioneros capturados. El proceso era doloroso pero Llawa se autojustificaba pensando que los guerreros apresados eran bárbaros que asesinaban incluso a sus mensajeros. Llawa también deseaba información genética sobre los cambios evolutivos de su especie en los últimos milenios, para lo cual le habría venido bien acceder a los registros informáticos de tiempos del Imperio Infinito; mas, ¡ay!, para acceder a los edificios del Imperio había que utilizar poderes de la Fuerza inaccesibles para los rakata. Llawa también concluyó que ciertos individuos excepcionales como el Elegido podían tener genes útiles para su investigación, y esperaba que el Elegido fuese capturado con vida y entregado a él.

En 3.959 abY, el enclave de los Ancianos fue visitado por un alienígena llamado Darth Revan. Revan había aceptado destruir a los Ancianos en favor del Elegido, pero se replanteó su trato al descubrir que los Ancianos eran tecnológicamente más avanzados y por tanto aliados más útiles. Revan descubrió a Llawa y le preguntó sobre sus investigaciones. Llawa explicó a Revan sus objetivos y sus necesidades. El científico sabía que Revan iba a usar sus poderes de la Fuerza para acceder al Templo de los Antiguos, una construcción del Imperio Infinito, y esperaba que allí hubiese archivos físicos o informáticos con datos genéticos útiles.

Revan desapareció misteriosamente durante tres años. Los Ancianos descubrieron que Revan había traicionado su confianza haciendo uso militar de tecnología del Imperio Infinito, cuando Revan les había dicho que pretendía destruir esa vergonzosa herencia. Mientras tanto, Llawa continuó su trabajo, ayudado por varios investigadores rakata. El equipo de Llawa estaba particularmente orgulloso de sus actividades, pese a no haber alcanzado grandes logros, y se lo tenían muy creído.



Llawa

En 3.956 abY, Revan regresó al enclave de los Ancianos; él había perdido la memoria y ya no usaba el título Darth. El Consejo de Ancianos, gobernante de la tribu, aceptó dar a Revan una nueva oportunidad de llevar a cabo la misión antes acordada. Algunos Ancianos eran escépticos pero Llawa en concreto decidió que, si Revan les ayudaba en ese momento, él no tendría en cuenta sus actos anteriores.

Revan habló con Llawa, y una vez más Llawa le explicó sus necesidades. Revan no pudo capturar al Elegido con vida, pero encontró registros históricos de tiempos del Imperio Infinito, que entregó a Llawa. Llawa expresó su agradecimiento a Revan con bendiciones en nombre de sus antepasados.

Luo: Este Rakata Negro era miembro de la tribu del Elegido en 3.956 abY. En esos tiempos, El Elegido tenía un campamento para su gente mientras buscaban el modo de capturar la base de la tribu enemiga, los Ancianos. Los Rakata Negros eran primitivos, incapaces de comprender la tecnología espacial o los poderes de la Fuerza. Luo vivía en ese campamento.



Luo

Un visitante alienígena, el jedi redimido Revan, visitó la base del Elegido y pactó con él. Revan había mostrado poderes aparentemente sobrenaturales para derrotar a un grupo de rakatas que habían intentado matarle. Estas capacidades excepcionales fueron la comidilla en la base.

Mientras Revan paseaba por la base, Luo conversó con él. Luo mostró humildemente interés por las habilidades de Revan, que él veía como magia. Revan intentó explicar a Luo que la Fuerza tenía un lado luminoso relacionado con la vida, pero el rakata sólo podía verla como un arma que destruiría a los Ancianos.

Poco tiempo después, Revan atacó la base del Elegido y mató a prácticamente todos los rakata que le esperaban allí. No está confirmado que Luo sucumbiese en ese ataque.

Ore'mun: Este rakata de piel verde vivió en tiempos del Imperio Infinito. Era uno de los guerreros a las órdenes del Predor Tul'kar cuando éste inició una campaña para capturar el planeta Tatooine en 25.793 abY.

Ore'mun era en secreto un espía a las órdenes de Skal'nas, el Predor (superior) de Tul'kar. Ore'mun planeaba provocar la caída en desgracia de Tul'kar y hacerse con su puesto. Lo que Ore'mun ignoraba es que Tul'kar le había descubierto.

Una vez el Imperio Infinito hubo afianzado su control sorbe el planeta Tatooine y empezaba a asolar la civilización de los nativos kumumgah en una matanza ritual, Ore'mun recibió órdenes de Skal'nas para Tul'kar: Tul'kar debía viajar de inmediato al cuartel general de Skal'nas en Byss. Eso exigía que Tul'kar dejase Tatooine, permitiendo que otro rakata, probablemente Ore'mun, recolectase el botín.

Satisfecho con esas órdenes, Ore'mun se dirigió a Tul'kar. Como el planeta había sido descubierto por el hábil esclavo de Tul'kar, Xesh, Ore'mun sacó a colación el tema, sugiriendo que Skal'nas podría querer requisar a Xesh; Tul'kar le dijo que Skal'nas no se arriesgaría a enfrentarse a Tul'kar por un magro botín así.



Ore'mun, a la derecha

Ore'mun entonces transmitió las órdenes de Skal'nas y se ofreció a continuar el trabajo en Tatooine. Tul'kar reaccionó golpeando a Ore'mun primero con sus puños y después con sus poderes de la Fuerza. Tul'kar empezó a estrangular a su subordinado verde con sus poderes telekinéticos, delante de sus soldados, esclavos y prisioneros. Ninguno se movió para defender a Ore'mun.

Ore'mun expresó su perplejidad, y Tul'kar acusó a Ore'mun de espionaje. Los poderes de la Fuerza de Tul'kar le habían revelado los pensamientos y deseos de Ore'mun, y Tul'kar no necesitaba más pruebas. Tul'kar mató a Ore'mun electrocutándole con sus poderes ante los ojos de Xesh y de un soldado rakata rojo.

Con el cadáver humeante en el suelo, Tul'kar inició los preparativos para ir a Byss. También decidió comerse a Ore'mun.

Orsaa: Este rakata era el historiador de la tribu de los Ancianos en Lehon en los años que llevaron a la batalla de Lehon. Como el resto de los Ancianos, se mantenía protegido en una fortaleza porque la hostil tribu del Elegido intentaba hacerse con su tecnología.

En 3.959 abY, el alienígena Darth Revan visitó a los Ancianos y les convenció de que tenía objetivos similares a los suyos. Revan habló con Orsaa y el historiador le contó el pasado de los rakata. Revan entonces desapareció misteriosamente. En los años posteriores, Orsaa guardaba buen recuerdo de su aprendiz.



Orsaa

En 3.956 abY, Revan regresó a la fortaleza pero había perdido la memoria. Al saber esto, Orsaa esperaba que Revan recordase su encuentro previo, que había sido importante para él. Cuando Revan habló con Orsaa, el cronista estaba decepcionado de que le hubiese olvidado. Orsaa volvió a instruir a Revan en su ciencia.

Rehkta: Este varón rakata de piel roja y ojos azules vivía en el planeta Lehon junto a su rancor domesticado en 3.640 abY.



Rehkta

En esos tiempos, un culto secreto llamado Orden de Revan viajó al planeta Lehon para intentar reconstruir una estación orbital que había existido en ese sistema. Los enemigos de la Orden, agentes imperiales y republicanos, siguieron su rastro hasta el planeta. Encontraron a Rehkta y, en un conflicto que probablemente podría haberse evitado, mataron al rakata y a su bestia.

Ruthic: La Anciana Ruthic era una excepcional rakata: Era una astuta sacerdotisa que también tenía habilidades de guerrero, y una de los poquísimos rakata de su tiempo que mostraban la capacidad de usar poderes de la Fuerza. Siendo además astuta e inteligente, Ruthic ascendió al liderazgo de su tribu, Tulpaa.

Por entonces, los Tulpaa eran una de las tribus rakata más avanzadas en el Archipiélago Rakata de las Regiones Desconocidas. Habían conseguido recuperar artefactos de sus antepasados, muchos de los cuales sólo podían ser manejados por usuarios de la Fuerza; pero los Tulpaa conseguían darles uso limitado. Por ejemplo: Tenían capacidad de viaje espacial exhumando naves del Imperio Infinito, aunque no controlaban totalmente la navegación, pero conseguían llegar a mundos fértiles y primitivos que saqueaban brutalmente. Los Tulpaa esclavizaban a la población y extraían de esos planetas minerales, metales, plasma radiactivo y gases comprimidos.

Los Tulpaa poseían trampas mentales, objetos que habían usado sus antepasados para encerrar prisioneros y que sólo un usuario de la Fuerza podía manipular. Ruthic se hizo con uno de estos objetos y lo usó para encerrar a los líderes de su tribu, haciéndose así con el poder. En el proceso también liberó al anterior prisionero de la trampa: Un sith pura sangre llamado Raspir, que había sido mago del Rey Adas de Korriban y que se convirtió en consejero de Ruthic.

Ruthic era una rakata poderosa que se defendía con ornados guantes de combate y con una pica, aún cuando llevaba atavío ceremonial. Ella hablaba varios idiomas, incluyendo rakata, Básico, tres linguas francas de las Regiones Desconocidas (minnisiat, rammocate y sy bisti), y el idioma vagaari, hablado por muy pocos que no fuesen de esa especie.

Ruthic se rodeaba de una escolta de gengh-noghri, una rama de la especie noghri descendiente de los esclavos del Imperio Infinito pero que había sufrido importantes mutaciones desde entonces: Un gengh-noghri no sólo superaba los dos metros de estatura, sino que tenía una cabeza de cocodrilo.

En los años siguientes, Ruthic fue incrementando su poder, tanto su poder político como sus capacidades de la Fuerza. Ella aprendió a manejar tecnología del Imperio Infinito e hizo enviar cientos de naves a buscar mundos que conquistar en las Regiones Desconocidas. En un intento de descubrir si la Fuerza se encontraba en el cerebro, los órganos o la sangre, Ruthic ordenó a sus sacerdotes despiezar a esclavos sanos.

Ruthic también inició la construcción de una estación orbital de medio kilómetro, una versión a escala de la legendaria Fragua Estelar, en la órbita del planeta Tulpaa. Raspir aconsejó a Ruthic sobre este tema, animándola a seguir con ese proyecto y explicándole cómo podría utilizar los motores generadores de la Fragua para sus fines. Los Makatak, otra tribu rakata de poder similar en el Archipiélago, habían iniciado una obra similar en su territorio, y competían con los Tulpaa.

Soa/El Infernal: Este señor de la guerra rakata fue un conquistador especialmente brutal hasta para haber vivido en tiempos del Imperio Infinito, y se ganó el temeroso respeto de los otros rakata, y de los agentes de la República y del Imperio Sith a quienes también amenazó. Pero empecemos por el principio.

Soa era un varón rakata de piel naranja y ojos negros. Era un poderoso usuario del lado oscuro de la Fuerza que utilizaba sus poderes en combate: Lanzaba relámpagos a sus enemigos, le atacaba con telekinesis, se escudaba con barreras de la Fuerza y manipulaba a sus adversarios para atraerlos a Trampas Mentales donde sus mentes quedaban encerradas. También tenía conocimientos alquímicos que le permitieron crear monstruos como el droide aniquilador XRR-3 y el temible ser Gharj.

Como señor de la guerra del Imperio Infinito, Soa lideraba un gran ejército que incluía a sus engendros alquímicos. Corpulento, arrogante y jactancioso, Soa nunca consideraba siquiera la posibilidad de la derrota. Durante sus campañas para el Imperio Infinito, según la propaganda, Soa conquistó mil planetas y se ganó el sobrenombre de El Infernal. En esas luchas, se decía, Gharj talló con sus garras canales en el planeta Seylott, y consumió a los nativos de Alzoc, siendo adorado por ello.

El último planeta conquistado por el Infernal fue Korriban, mundo de origen de la civilización preindustrial sith. Los sith eran humanoides belicosos que, al igual que los rakata, tenían la capacidad innata de usar la Fuerza y tendían hacia el lado oscuro de ésta, pero mantenían una cierta serenidad espiritual ajena a los rakata. Los sith habían tenido contacto con otras especies alienígenas, habiendo rechazado un ataque killik milenios antes y después con los anzati.

Cerca del 27.700 abY, los sith estaban gobernados por el longevo Rey Adas, que había unificado el planeta. Los invasores rakata inicialmente intentaron ganarse la confianza del monarca sith ofreciéndole tecnología avanzada, incluyendo un holocrón, y consiguieron poner Mapas Estelares en la superficie del planeta. Después, sin embargo, los rakata del Imperio Infinito iniciaron la invasión planetaria. Soa lideró la invasión, pero no puedo confirmar que participase en los intentos previos de diplomacia.

El Imperio Infinito no solía encontrar una resistencia demasiado efectiva en sus conquistas, pero Korriban fue un duro campo de batalla y la población se podía defender de la tecnología rakata. Al menos durante un tiempo, hasta que las tropas de Soa consiguieron tomar el planeta.

Soa pasó a gobernar Korriban con la ayuda del Consejo Infernal, formado por traidores siths: Alarii, Hermana del Dolor; Cyrisop el Exiliado; Doruk el Desenjaulado, Fahren Jaj el Señor Que Ríe; Jael el Silenciador; Jekhop el Señor Sumiso; Kahesh el Renacido; Kerya, Hermana del Dolor (sí, otra); Kyrrah, Joya de Xo; Luthro el Asesino de Hermanos; R'hoteb el Señor Sumiso (de nuevo otro); Serrod el Mensajero; Wei'val el Menor (no el Joven); Wei'val el Viejo; Yshaar Kael el Traidor a Adas (también llamado el Señor Sumiso); y Za'heen Kaur el Señor Sumiso.

Ah, pero los sith no tenían un ápice de sumisión en sus venas, así que el gobierno de Soa no fue en absoluto tranquilo. El Rey Adas lideró la revolución alzando su hacha. Los sith arrebataron a los rakata el secreto de la tecnología hiperespacial y, aunque Adas murió en la guerra, expulsó a los invasores gracias a su sacrificio. Los rakata habían sido derrotados, y Korriban "se secesionó" del Imperio Infinito tras un muy breve periodo de control.

Soa y su Consejo escaparon de los sith, pero no de los rakata: El Imperio Infinito decidió encerrar al Infernal y a sus seguidores en la prisión de Belsavis. Debido a la amenaza que suponía Soa, él acabó en la Bóveda de la Eternidad, una zona para presos especialmente peligrosos enterrada bajo montañas de hielo. Soa y sus seguidores fueron crionizados.



Soa, El Infernal

Durante los milenios siguientes, el Imperio Infinito se hundió y el recuerdo de la especie rakata desapareció de la galaxia. Los sith también se extinguieron, pero dejaron un impacto cultural que llevó a la creación del Imperio Sith. Para el año 3.641 abY, el Imperio Sith había ido a Belsavis para enfrentarse a otra facción política, la República Galáctica, por el control de la prisión antigua que había sido descubierta allí unos años antes. Durante el forcejeo, muchos presos de tiempos del Imperio Infinito fueron accidentalmente liberados: Un bombardeo imperial sobre las montañas activó una cueva volcánica cerca de las prisiones y dañó la Bóveda de la Eternidad. Eso permitió que Gharj se soltase, y Soa despertó poco después.

La República y el Imperio tenían acceso limitado a registros rakata, y ambos bandos comprendieron la amenaza que suponía el Infernal. Por ello, el General Threnold del Servicio de Reclamación Imperial y su homólogo republicano enviaron grupos a eliminar a Soa antes de que éste reuniese suficiente poder para ser aún más peligroso. Uno de estos grupos cumplió esa misión, acabando también con Gharj, XRR-3 y el Consejo. Soa murió en 3.641 abY.

Soldado rojo en Tatooine: Este soldado rakata de piel roja estaba en Tatooine en el año 25.793 abY. Formaba parte de las fuerzas del Predor Tul'kar, que acaba de tomar el planeta; Tul'kar era su Predor o superior director.



Soldado rojo

El soldado, como muchos otros, fue testigo de cómo Tul'kar asesinaba a su subordinado Ore'mun, al que acusó de intentar derrocarle. Ore'mun acababa de transmitir un mensaje del superior de Tul'kar, el Predor Skal'nas, convocándole al planeta Byss; ese viaje impedía a Tul'kar recoger el fruto de su victoria militar en Tatooine. El soldado rojo preguntó a Tul'kar si obedecería las órdenes, y Tul'kar reconoció que sí.

Soldado verde en Tatooine: Este soldado rakata de piel verde estaba en Tatooine en el año 25.793 abY. Formaba parte de las fuerzas del Predor Tul'kar, que acaba de tomar el planeta.



Soldado verde

El soldado sostenía una lanza mientras Tul'kar reunía a los prisioneros nativos de especie kumumgah para la matanza ritual. El esclavo Xesh. Sabueso de la Fuerza de Tul'kar, ordenó al soldado matar a un esclavo aleatorio, uno llamado Lonai. El rakata obedeció sin dudar y se negó a disculparse ante el lloroso padre de Lonai.

Tul'kar: Este rakata fue un importante Predor en tiempos del Imperio Infinito, y el amo original del Sabueso de la Fuerza Xesh.

Tul'kar tenía piel azul, ojos pardos y varios poderes de la Fuerza que le permitían atacar a otros seres con relámpagos del lado oscuro y percibir sus intenciones.

Tul'kar encontró al esclavo humano Xesh cuando éste era adolescente. Xesh estaba encerrado en una cápsula, para que sus energías de la Fuerza fuesen dolorosamente extraídas y reaprovechadas como combustible de una astronave rakata. Viendo potencial en el muchacho, Tul'kar hizo que le liberasen de esa prisión para entrenarlo como Sabueso de la Fuerza: Su misión sería rastrear mundos fuertes en la Fuerza para que Tul'kar los conquistase con sus ejércitos. Xesh también sería un oficial de las fuerzas invasoras.

En un duelo, Xesh ridiculizó al superior de Tul'kar, el Predor Skal'nas, venciendo a su esclavo Isk y negándose a matarle en combate para que Isk sufriese una muerte aún más dolorosa y deshonrosa.

Tul'kar supo que, en su infancia, Xesh había encontrado solaz en una alianza con otra esclava, Trill, en la que cada uno protegía al otro. Por el mero placer de hacerles romper sus promesas, Tul'kar hizo que Xesh y Trill se enfrentasen entre sí en un duelo a muerte a bordo de la nave del rakata, Devorador. Xesh prevaleció, humillando y traicionando a Trill. Xesh entonces propuso a Tul'kar que regalase la esclava perdedora a Skal'nas, en una insolente muestra de respeto y viceversa. Tul'kar aceptó divertido la audaz sugerencia: Skal'nas no podría requisar a Xesh sin desafiar a Tul'kar a un enfrentamiento demasiado costoso.

A lo largo de los años, Tul'kar envió a Xesh a saquear diversos mundos, incluyendo algunos con importantes población de givins, ishi tibs, noghris, quarrens, talz, weequays e incluso siths. En algunas de estas operaciones, Xesh lideró ejércitos de Incursores de Carnes, los violentos guerreros mutantes que abundaban en las filas de los rakatas.

En el año 25.791 abY, Xesh encontró un mundo fértil para su amo, Tatooine (que por entonces aún no era el yermo que llegaría a ser). Tul'kar viajó hasta allí con sus ejércitos y capturó a la pacífica y primitiva población kumumgah.

En esta misión participaron varios soldados y un oficial rakata, Ore'mun, subordinado a Tul'kar. En realidad, Ore'mun trabajaba en secreto para Skal'nas, intentando espiar a Tul'kar para provocar su caída en desgracia y entonces ocupar el puesto de Tul'kar. Ore'mun ignoraba que Tul'kar había descubierto su traición percibiendo las emociones de Ore'mun con sus poderes de la Fuerza.

Tul'kar no estaba impresionado por el espíritu mostrado por los nativos y sugirió a Xesh que el viaje había sido infructuoso. Xesh entonces hizo matar a un prisionero llamado Lonai, ejecución que realizó un soldado rakata. El padre de Lonai, lloroso, protestó ante Tul'kar, pero el Predor sólo se regodeó en su privilegio de vencedor. El anciano kumumgah juró que los suyos lucharían para expulsar a los rakata de Tatooine, a lo que Tul'kar respondió electrocutando al viejo hasta matarlo, tras lo cual ordenó incendiar las ciudades costeras de esa civilización y preparar la matanza selectiva.

Skal'nas envió entonces un mensaje a Tul'kar, convocándole a su guarida en el planeta Byss. Ore'mun recibió el mensaje y decidió reportarlo a Tul'kar. Si Tul'kar obedecía, entonces debía dejar Tatooine y otro rakata, posiblemente Ore'mun, le sustituiría para recoger los frutos de su victoria. Ore'mun se acercó a su Predor alabando el poder de Xesh. Entonces entregó el mensaje.

Tul'kar reaccionó golpeando a Ore'mun con sus puños y con sus poderes de la Fuerza. Mientras estrangulaba telekinéticamente a su subordinado, le acusó de ser un espía ante los ojos de sus otros guerreros y esclavos. Tul'kar aniquiló a Ore'mun con relámpagos del lado oscuro e hizo que preparasen su cadáver para que Tul'kar lo devorase, pero también reconoció ante un guerrero rojo que tendría que obedecer a Skal'nas.

En Byss, Tul'kar se reunió ante Skal'nas, y éste le explicó que en realidad sólo necesitaba a Xesh; y como Xesh sólo obedecía a Tul'kar, ambos debían ser convocados. La Sabuesa de Skal'nas, Trill, había encontrado un mundo rico en la Fuerza en el laberíntico Núcleo Profundo de la galaxia, pero era incapaz de ubicarlo con precisión. Xesh jactancioso aceptó el reto burlándose de Trill. Ella se ofendió tanto que atacó a su antiguo amigo, hasta que Skal'nas tuvo que separarles telekinéticamente.

Tul'kar, pitorreándose de Skal'nas por lo deficiente de sus propiedades, exigió el derecho de conquista sobre el mundo que encontrase su Sabueso, y Skal'nas aceptó a desgana. O al menos eso fingió; Skal'nas ya pretendía traicionar a Tul'kar.

En cuanto Skal'nas tuvo acceso a Xesh, usó sus poderes para hipnotizarle y obligarle a sabotear la nave de Tul'kar y entonces matar a todos a bordo mientras el vehículo caía envuelto en llamas. De ese modo, Skal'nas no tendría más que rastrear la nave para encontrar el planeta buscado. Los métodos de Skal'nas eran tan sutiles que Xesh ni siquiera recordaba sus órdenes; con un bloqueo de memoria tan exhaustivo, Tul'kar no podría percibir el engaño.

Cuando Xesh encontró el codiciado sistema Tython, Tul'kar preparó el Devorador y puso rumbo hacia allí. La nave llevaba una dotación de al menos seis tripulantes rakata incluido Tul'kar y mil esclavos de varias especies, incluidos humanos duros, iktotchi y zabraks.

Al alcanzar el sistema, Tul'kar ordenó una misión de exploración e hizo que Xesh enviase una Sombra de la Fuerza al planeta para infiltrarse como un fantasma en la superficie y así confirmar si la nave había sido detectada. Xesh reportó a Tul'kar que nadie había visto la nave, oculta en un campo de asteroides, pero cuatro personas fuertes en la Fuerza había percibido a Xesh mismo en forma de Sombra. Tul'kar no le dio particular importancia a ese dato, puesto que esperaba que todos los habitantes de Tython fuesen capturados o muertos en un futuro inmediato.

Xesh se retiró por un instante, alegando estar agotado. Entonces saboteó la nave, provocando múltiples explosiones que sorprendieron al resto de tripulantes. Tul'kar ordenó a sus oficiales rakata que matasen a cuantos esclavos hiciese falta para abrirle paso hasta las cápsula de escape. Xesh interceptó a su amo y le asesinó antes de robar la cápsula para sí.



Tul'kar

La muerte violenta y repentina de todos los rakata y usuarios de la Fuerza en la nave al estrellarse contra un planeta tan fuerte en la Fuerza provocó una catástrofe conocida como Tormenta de la Fuerza, una energía del lado oscuro que se concentró en Xesh, único superviviente en el epicentro de la explosión. La situación atrajo a miembros de los Je'daii, místicos estudiosos de la Fuerza afincados en el planeta, que analizaron los restos de la nave. Los Maestros Rori Fenn, Hawk Ryo y Quan-Jang analizaron los restos de la nave y leyeron el texto Predor Tul'kar escrito en un mamparo en alfabeto aurebesh, pero se sorprendieron por la tecnología. También identificaron los restos para descubrir que conocían las especies de todos los tripulantes, excepto los rakata.

Una sorpresa esperaba a Skal'nas: Descubrió que no podía rastrear fácilmente la nave. Dedujo que Tul'kar o uno de sus subordinados había apagado el reportador de la nave, precisamente para que Skal'nas no encontrase el planeta en otra muestra de desafío de Tul'kar a Skal'nas. Skal'nas exigió la cabeza de Tul'kar en un espetón por esa traición. Para encontrarle, Skal'nas envió a Trill a que rastrease a su antiguo compañero Xesh. Ella llevó a cabo su misión, y Skal'nas pudo hollar al fin su ansiado tesoro.

Vareen: Un famoso rakata.

Wauula: Un famoso rakata.

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Curiosidades de los Rakata


 

La especie rakata aparece por primera vez en el videojuego Caballeros de la Antigua República (2003), donde también debutan la Fragua Estelar y varios rakata notorios como El Elegido. Los rakata hablan en un idioma alienígena que es subtitulado en español porque el jugador puede entenderlo; el actor de doblaje de los rakata no está acreditado (pero el reparto incluye 39 personas haciendo "voces adicionales" y podría ser cualquiera de ellos).

La traducción al castellano del juego usa la palabra "rakata" para el singular y el plural ("los rakata"), ocasionalmente usando la palabra "rakatan" ("guerreros rakatan", "idioma rakatan"), que yo he traducido como rakatano. El juego muestra fragmentos de notas del arqueólogo Casus Sandral, que identifica a la especie constructora del templo local sólo como "los Rak", posiblemente una abreviatura o fragmento de la palabra Rakata.

El jugador, que encarna a Revan, puede alcanzar un final exitoso realizando acciones del lado oscuro y manteniendo intacta la Fragua Estelar. La continuidad del Universo Expandido indica sin embargo que el final oficial es el otro, en que Revan realiza todas las acciones "luminosas" posibles. Aún así hay varios puntos abiertos: No está claro en qué orden Revan y Malak encontraron los Mapas Estelares, excepto el de Dantooine que sabemos que fue el primero; ni se sabe si encontraron algún mapa antes del final de la guerra contra los mandalorianos.

Después del juego, varias fuentes hablaron de los rakata para proporcionar más información, por ejemplo:

En la novela Darth Bane: Path of Destruction (2006, Drew Karpyshyn), el planeta Lehon es visitado tras la extinción de los rakata cerca de 1.000 abY. Este texto sería referenciado en The New Essential Chronology (2005, Daniel Wallace y Kevin J. Anderson), que tiene una sección sobre la trilogía a la que pertenece ese libro. También en la Chronology se habla de Riptide (2011, Paul S. Kemp), en donde una entidad tecnológica rakata, Madre, afecta los acontecimientos en 41 dbY.

The New Essential Guide to Alien Species (2006, Ann Margaret Lewis y Helen Keier) describe a la especie rakata aportando la pronunciación de la palabra rakata pero elige omitir la altura media de la especie, cosa que hace con las otras especies que describe. También menciona a los rakata en su línea temporal (Apéndice 2 del libro), que tiene importantes errores.

El libro de juego de rol para la edición Saga Knights of the Old Republic Campaign Guide (2008, Rodney Thompson, Sterling Hershey, John Jackson Miller y Abel Peña) aportaba además un interesante línea temporal de eventos de la época.

En 2008, la web de Star Wars.com publica un artículo jocoso sobre "10 Star Wars Superweapons", con la Fragua Estelar en el quinto puesto.

The Essential Atlas (2009, Jason Fry y Daniel Wallace) no sólo habla de los rakata sino que ubica visiblemente en el mapa galáctico el sistema Lehon. Lamentablemente, en muchos de los mapas históricos, esa zona está tapada por la leyenda.

Timeline 8: The Jedi Civil War (2010) es uno de los videos de trasfondo del MMORPG The Old Republic (2011), narrados por el historiador jedi Maestro Gnost-Dural. En los foros oficiales del juego, el desarrollador Robert Chestney indicó que Gnost-Dural podría haberse equivocado en sus datos, lo cual es correcto: El jedi dice en 3.656 abY que los rakata construyeron la Fragua "hace más de veinticinco siglos"; la Fragua había sido destruida treinta siglos antes de ese momento, y construida unos 30.000 años de esa fecha. Pero claro, no cuenta como error porque viene de labios de un cronista equivocado.

The Essential Guide to Warfare (2012, Jason Fry y Paul Urquhart) habla de los rakata en su texto, además de incluir un agradecimiento del autor a Troy Denning por haber colaborado en el "brainstorming" de esa especie. El blog oficial de Jason Fry y Paul Urquhart incluye material cortado del libro Star Wars: The Essential Guide to Warfare: Author's Cut - The Celestials (27 de septiembre de 2013), y que doy como válido porque fue publicado.

El reciente cómic Star Wars Nº 20 (2014, Brian Wood y Carlos D'Anda) menciona el Imperio Rakata. Esto es importante porque el cómic está publicado después del gran reboot y por lo tanto entra en la nueva continuidad, lo cual significa que el Imperio Rakata es canónico. Ahora bien, los múltiples otros detalles en este artículo (como la biología de los rakata, su tecnología, etc.) podrían no seguir siéndolo.

La revista Star Wars Insider mencionó a los rakata en varias ocasiones; en concreto el artículo Secrets of the Force (Nº 123, 2011) habla de artefactos fuertes en la Fuerza, entre los que cita las reliquias rakata del videojuego Caballeros. Más tarde, los rakata son citados tres veces (Nº 132, 2012; Nº 138, 2012; Nº 150, 2014) en la sección Blaster, por Daniel Wallace, al hablar del argumento de la entonces candente serie de cómics Dawn of the Jedi (2012-2014), con declaraciones del guionista John Ostrand y el artista Jan Duursema.

Según la mecánica del juego Caballeros, algunas herramientas producidas por la Fragua Estelar pueden ser utilizadas por jedi sin que les corrompan, como las túnicas de jedi oscuro; todo ello pese a que los rakata construyeron la Fragua como una herramienta del lado oscuro.

En el otro videojuego, The Old Republic, también hay algunas curiosidades. Por ejemplo, inicialmente se había planeado poner un Mapa Estelar en el planeta Slehyeron, pero se descartó. Los arsenales rakatas daban cristales azul-negro y rojo-negro que se podían usar para construir sables láser; y había otros objetos rakata: Los Nodos de Energía Rakata eran uno de los ingredientes de los Proyectos Oscuros; y las granadas rakata y piezas de una fortaleza rakata permitían ganarse el afecto de un aliado.

Los personajes con una alta habilidad de arqueología podían encontrar una misión de caza del tesoro en que se asociaban con la twi'lek Vette para encontrar pistas en un mapa estelar para obtener un "susurrante aparato rakata" (que era en realidad unos cuantos cristales y fragmentos de artefactos).

Los personajes no jugadores Lord Zash y Khem Val comparten cuerpo en una situación que incomoda a ambos y que pueden resolver con una "caja rakata" (una trampa mental). Cuando encuentran la caja, Zash y Val combaten por el control definitivo del organismo. El jugador, en el papel de Darth Nox, puede elegir ayudar a Zash para que ella gane; si no hace nada, gana Val; pero en cualquier caso, el ganador es leal a Nox.

Los juegos de rol no tuvieron ocasión de incluir a los rakata hasta la edición Saga. Knights of the Old Republic Campaign Guide permite crear personajes rakata en tiempos posteriores a la batalla de Lehon: Aunque tecnológicamente primitivos y provincianos, aprenden rápido y son fuertes en combate; si recurren a su furia homicida, no pueden usar habilidades que requieran concentración como Usar la Fuerza, algo que describe después de decir que no pueden tener esa habilidad.

Este libro da además nuevos nombres de rakatas, fichas para un droide guardián rakata, una plantilla para armas avanzadas rakata más potentes (pero exóticas para todos salvo los rakatas), y recomienda la caza de reliquias rakata como gancho de aventuras.

El libro tuvo una expansión online publicada en la web de Wizards of the Coast KOTOR Campaign Guide Web Enhancement 5: Karnak Tetsu, Sorcerer of Tund, cuyo texto mencionaba a los rakata de pasada.

Otro libro posterior para el mismo juego de rol, The Unknown Regions, hace referencias a la anterior Guide y aporta nuevas ideas para incluir a los rakata en una campaña: Una tribu primitiva de rakatas que protegen reliquias poderosas que no pueden utilizar (es decir, como los goblins de Dungeons & Dragons) y la difícil búsqueda de lugares concretos en el Archipiélago Rakata, que casi exige usar la Fuerza. Una idea de aventura, "hagamos un trato", incluye un importante personaje rakata; y tenemos la ficha de otra rakata, Ruthic. El idioma rakata tiene reglas propias. Hay una imagen además en la que un rakata está enfrentándose a un explorador sluissi; según The Essential Atlas pg. 120, Sluis Van se descubrió en algún momento entre 8.000 y 5.000 abY, lo cual puede aportar información sobre la fecha de extinción de los rakata (o no; ese sluissi podría haber sido abducido de su mundo antes del primer contacto).

La palabra "trakata" (mencionada en el manual del juego de rol edición Saga y en Knights of the Old Republic Campaign Guide) no tiene nada que ver con los rakata; es una habilidad de combate que permite pillar desprevenido a un enemigo apagando y re-encendiendo el sable láser, y no es tan fácil como parece (Seguro que lo has pensado alguna vez, pues ya ves, tiene nombre).

Pirates & Privateers (1997, Timothy S. O'Brien) otro libro de rol pero ésta para edición original de West End Games, habla de una estación espacial llamada StarForge, es decir Fragua Estelar, oculta en la StarForge Nebula; por supuesto, esa estación no tiene ninguna relación con el objeto rakata.

Ya llegamos al final. Vamos a ver las incongruencias, equívocos y errores que se han encontrado en las publicaciones oficiales al hablar de los rakata.

El videojuego original Caballeros de la Antigua República tiene varias contradicciones internas. Los rakatas Orsaa y Llawa a veces son llamados "Ossa" y "Ll'awa", sin motivo aparente. Un rakata menciona que, cuando Revan visitó la isla de los Ancianos por primera vez , en 3.959 abY, el Elegido acababa de llegar con su ejército; pero el mismo juego dice que el Elegido llevaba en esa isla veinte años, es decir, desde 3.976 abY. Por último, cuando el jugador pacta con el Elegido para destruir a los Ancianos, el Elegido le promete compartir su botín tecnológico cuando Revan haya cumplido; pero los otros rakata permiten a Revan hacerlo antes de realizar su misión, afirmando que están recompensándole "por haber exterminado a nuestro odiado enemigo".

Según The Complete Star Wars Encyclopedia, Calo Nord murió cerca de Lehon durante la batalla de Rakata Prime, después de que Revan hubiese encontrado todos los Mapas Estelares. En el juego Caballeros de la Antigua República, dependiendo de en qué orden busque los Mapas el jugador, será atacado por el cazarrecompensas Calo Nord en un planeta variable (Kashyyyk, Korriban, Manaan o Tatooine) y con sicarios distintos (por ejemplo, estudiantes de la academia sith en Korriban), pero en todo caso Revan mata a Nord antes de llegar a Lehon. Según Knights of the Old Republic Campaign Guide, Nord murió en el bombardeo de Taris, antes de que Revan empezase a buscar los Mapas.

The New Essential Guide to Alien Species tiene una gran cantidad de meteduras de pata considerando lo poco que habla de los rakata. Vale que es de las primeras fuentes en expandir la información, pero no da una: Una: Nombra al planeta Rakata Prime únicamente "Rakata". Dos: Sugiere que los rakata estuvieron extintos durante 30.000 años en tiempos de la Nueva República para mencionar en otro sitio que se extinguieron poco después de que se fundase la República original en 25.000. Tres: Describe a la Fragua Estelar como un generador de soles del lado oscuro y "potencial" superarma; de potencial no tenía nada, y no generaba soles ni nada parecido. Cuatro: Así que el uso de la Fragua Estelar hizo que el sol de su mundo natal se marchitase y muriese poco después de la caída del Imperio Infinito; es curioso porque según la novela Path of Destruction (publicada el mismo año que esta Guide), Darth Bane visitó Lehon 24.000 años después de ese evento y el sol parecía en su sitio. Cinco: Dice que los rakata se extinguieron poco después de 25.000 abY, cuando una rebelión de esclavos aniquila a los pocos rakata que sobrevivieron al virus; pero en Caballeros estaban aún vivos después de 4.000 abY. Seis: Triple contradicción en fechas: En una página, el viaje hiperespacial se originó supuestamente en 25.000 pero los arqueólogos encuentran pruebas de viajeros estelares previos, sin datos concretos seguramente por una purga de datos. En otro punto, en 25.000 abY los rakata introdujeron a los corelianos la tecnología de hipermotor y los corelianos poco después crearon su propia versión, así que sí que debía haber datos concretos. Por último, en un tercer lugar, en 25.100 abY los científicos corelianos perfeccionaron su versión del hipermotor cien años antes de hacer exactamente eso mismo, y además basándose en un arcaico aparato rakatano que aparentemente no había sido introducido por los rakata. Siete: Su línea temporal es para echarse a llorar. Ocho: Dice que los rakata expulsaron a los killiks del Alderaan y de su colonia Alsakan; pero The Written Word (2010, John Hazlett) dice que Alsakan había sido colonizado por Coruscant, no por los killiks. Nueve: Los rakata alteraron el ecosistema de Tatooine en 35.000 abY; pero en Dawn of the Jedi: Force Storm Nº 1, la conquista de Tatooine es en 25.793 abY, y la terraformación debe ser después. Diez: Responsabiliza a los rakata de haber construido Estación Punto Central y haber alterado las órbitas de los planetas del sistema Corelia. Esto lo hicieron los Celestiales según muchas otras fuentes como Jedi vs. Sith: The Essential Guide to the Force (2007, Ryder Wyndham), pg. 52-53; The New Essential Chronology, pg. 2-5; The Essential Atlas, pg. 11 y 51; y Suns of Fortune (2014, suplemento oficial de reglas de Edge of Empire), pg. 11, aunque en la pg. 23 este último se retracta y dice que la órbita de Drall fue alterada por "una fuerza desconocida".

Esto de los Celestiales es complejo, claro. ¿Exactamente cómo estaba la galaxia en 30.000 abY? Por ejemplo: Según The Essential Guide to Warfare, los rakata eran esclavos de los Celestiales en plena rebelión contra éstos y después contra gree, kwa y killiks. Según The Essential Atlas pg. 116, en 30.000 los rakata estaban expandiendo su poder porque la influencia de los Celestiales se había reducido lo suficiente para permitirlo. Según The Unknown Regions pg. 132, los Celestiales habían desaparecido del todo (no "influencia reducida" sino nada de nada), y el Imperio Infinito ya existía, algo que parece confirmado en el blog de Fry y Urquhart. Según Dawn of the Jedi Nº 0, el Imperio Infinito había alcanzado su apogeo.

En Path of Destruction, Darth Bane viaja a Lehon desde Korriban. En The Essential Atlas, pg. 133, un mapa indica que viajó a Lehon desde Coruscant.

Star Wars: Edge of the Empire Core Rulebook (2013, Sterling Hershey) ubica Lehon en el Espacio Salvaje así, con alegría, considerando que The Essential Atlas (pg. 36) y Knights of the Old Republic Campaign Guide habían dejado muy claro que estaba en las Regiones Desconocidas.

Pero esos dos últimos libros (pg. 92 y 119 respectivamente) también se peleaban entre sí al hablar de aspectos sobre el planeta Lehon. El día local era de 18 horas estándar o de 24; el año, de 378 días locales o de 370. La población era de 90% rakata y 10% otros; o 100% rakata. El gobierno era un consejo de sacerdotes, o una tribu. Las exportaciones eran naves de guerra, tecnología y productos manufacturados, o nada. Las importaciones eran de esclavos y tributos, o nada; en todos los casos, respectivamente Atlas y Guide.

Esa Guide (pg. 17-18) discute con The Unknown Regions (2010, Sterling Hershey, Rodney Thompson y Daniel Wallace), otro libro del mismo juego de rol y sólo dos años posterior (pg. 140-142): Según el primero, algunos rakata ansiaban encontrar la forma de recuperar sus poderes de la Fuerza; según el segundo, todos los rakata lo deseaban.

El estatus de los selonianos también es discutido. La página 31 de Suns of Fortune dice que los selonianos lograron escabullirse de los rakata y no ser esclavizados. The Essential Atlas (pg 116), The Unknown Regions (pg 140-142) y The New Essential Chronology (pg. 2-5) insisten en listar a los selonianos entre las especies esclavas de los rakata.

Suns of Fortune también dice que la República Galáctica apareció "sólo" mil años tras el colapso del Imperio Infinito, pero según muchas otras fuentes como Jedi vs. Sith: The Essential Guide to the Force, la República se fundó sólo doscientos años tras la caída del Imperio Infinito.

El blog de Fry y Urquhart dice que los rakata alejaban de su tecnología a sus esclavos con capacidades de la Fuerza. Eso entra en conflicto con los cómics de Dawn of the Jedi, donde los rakata dan esas responsabilidades a tales siervos, aunque los tienen muy condicionados.

Esa serie de cómics tiene una interesante contradicción interna: En The Prisoner of Bogan Nº 3, el sable de Fuerza es descrito como el arma de un esclavo; pero en Force War Nº 5, un líder rakata como Skal'nas usa un sable así como su arma de elección.

Veamos ahora problemas con la ocupación de Korriban. Según The Essential Atlas pg. 118, los rakata invadieron Korriban en 27.700 abY; en la pg. 74 indica que el Rey Adas expulsó a los conquistadores ese mismo año, y en la pg. 116 dice que Korriban se secesionó de nuevo ese año. Esta fecha es coherente con Jedi vs. Sith y el videojuego The Old Republic, aunque pone una ocupación muy breve. Por algún motivo, según la pg. 110, en 28.000 abY los sith ya habían sido liberados de los rakata, trescientos años antes de ser invadidos.

El rey Adas, ¿murió en combate contra los rakata? El artículo Evil Never Dies: The Sith Dynasties (2006, Abel Peña) dice que Adas dio su vida para asegurar la libertad de los sith, y según Book of Sith: Secrets from the Dark Side (2012, Daniel Wallace, Adas venció y expulsó a los rakata a la vez que moría. Ahora bien, según The Old Republic, Adas murió tras la derrota de los rakata; y en The Essential Atlas, pg. 118, Adas expulsó a los invasores y después usó sus naves para enviar sith a otros mundos.

El Imperio Infinito fue destruido por una combinación de cuatro factores: Revuelta de esclavos, virus letal, virus mutado que quitaba poderes de la Fuerza y guerra civil rakata. ¿En qué orden sucedieron esas cosas? En el videojuego Caballeros, los esclavos se rebelaron y vencieron, y después vino la plaga. Según The Old Republic, las luchas internas entre rakatas precedieron la enfermedad. The Unknown Regions, pg. 140-142, dice que la revuelta de esclavos sólo pudo suceder porque los rakata estaba debilitados por enfermedad y guerra civil. En The New Essential Chronology, primero vino la enfermedad letal, lo que dio a los esclavos una oportunidad para sublevarse, y después la plaga mutó y quitó los poderes de la Fuerza. El historiador en el blog de Fry y Urquhart pone primero la enfermedad fatal, después la privación de poderes, y entonces la revuelta de esclavos.

Tampoco queda claro cuántos rakata murieron por el virus. Según The Old Republic, murieron millones. Según The New Essential Chronology, fueron miles de millones. Según el blog de Fry y Urquhart, murieron billones. Aquí cabe un chiste sobre Carl Sagan, pero me muerdo la lengua.

Aunque múltiples fuentes acusan a la enfermedad de quitar los poderes a los rakata, Knights of the Old Republic Campaign Guide, pg. 17-18, dice que los rakata perdieron sus poderes de la Fuerza "por motivos desconocidos". De desconocidos nada, bastaba preguntarme a mí, que yo lo sé.

En Caballeros de la Antigua República, la tribu de los Ancianos se contradice ella sola explicando su historia. A veces explican que llevan todos esos milenios, generación tras generación, custodiando el acceso al Templo para que no caiga en manos equivocadas; y otras dicen que pasaron muchas generaciones ocultos bajo tierra mientras otras tribus se enfrentaban en guerra civil, y sólo hace relativamente poco que emergieron y decidieron proteger el Templo. Sus enemigos, los rakata negros, tampoco parecen entender que los Ancianos habían estado ocultos bajo tierra y creen sin embargo que los Ancianos habían estado en la superficie y que los rakata negro pasaron tiempo enterrados .

La cronología de Darth Revan es difícil de seguir porque muchas fuentes están confusas sobre la fechas. Como muestra, un botón: La batalla de Malachor V, en la que Revan venció a los mandalorianos. Según The New Essential Chronology fue en 3.961 abY. Según Knights of the Old Republic Campaign Guide pg. 113 y The Essential Atlas pg. 131, fue en 3.960 abY. Según Chronicles of the Old Republic, Part X (sección web de "The Sith Lord Chronicles"), fue en 3.956 abY. En general ésa es la fecha aceptada para un evento muy posterior, la batalla de Rakata Prime (por ejemplo según Knights of the Old Republic Campaign Guide, pg. 113 y The New Essential Chronology pg. 22); pero claro, Chronicles tiene que reubicar ese enfrentamiento en 3.943 abY. Eso es revisionismo histórico y está mal.

¿Qué fue de los rakata después de la batalla de Lehon? Según Knights of the Old Republic Campaign Guide pg. 17-18, se unieron a la República. Según The Essential Atlas pg. 92, la República nunca dio a los rakata representación senatorial, y en vez de eso reclamó el planeta como conquista militar y estación una guarnición pequeña en el borde del sistema. Según Path of Destruction, capítulo 21, la República sólo reconoció la existencia de los rakata en informes clasificados del conflicto, pero nunca públicamente, así que despídete de que se uniesen a la República.

Uno de esos documentos es citado en The Unknown Regions pg. 140-142. Dice que los pocos rakata supervivientes se extinguieron en unas pocas generaciones al no tener un acervo genético extenso. Esto podría ser sólo una opinión errónea de un funcionario; pero de nuevo Path of Destruction, capítulo 21, confirma esta idea, esta vez de manos del narrador. Pero los rakata aguantaron bastante según The Old Republic y Knights of the Old Republic Campaign Guide, pg. 17-18.

En Path of Destruction, Capítulo 14, Darth Bane intenta averiguar porqué nadie adoptó el título de Darth después de Darth Revan. En The Old Republic hay Darths hasta debajo de las piedras, milenios después de la supuesta muerte de Revan. Por algún motivo los estudios de Bane no le revelaron eso.

Le revelaron sin embargo (Capítulo 22) que para bajar el escudo de energía del Templo de los Ancianos se requería una tribu de rakatas usuarios de la Fuerza. Los rakata que bajan el escudo en Caballeros simplemente no pueden ser usuarios de la Fuerza.

En The Old Republic se dice que el rakata Lhunu estuvo encerrado durante "casi un milenio" entre 25.200 y 3.641 abY. Yo quisiera saber qué estuvo haciendo los otros 20.500 y pico años .

Por último, me queda la duda de qué estaba orbitando la Fragua Estelar. Yo creía que orbitaba el planeta Lehon, como confirma Jedi Vs. Sith pg. 88-91; pero la entrada sobre la Fragua en el Databank dice que orbitaba el sol del sistema, Ado.

Eso es todo. Esta especie ha costado, ¿eh? Gracias por acompañarme en la lectura de esta sección.



© S I T H N E T

Aquí puedes encontrar todas las fuentes consultadas en la elaboración de este artículo.
Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

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