“No tengo ningún escrúpulo para aceptar una idea útil que no sea mía”

El infame Gran Almirante Thrawn fue uno de los más grandes estrategas del Imperio y aunque durante años su nombre de pila, su especie y su planeta natal fueron un misterio para todo el mundo salvo para el emperador, aquí os vamos a desvelar casi todo sobre su pasado.

Su nombre completo es Mitth'raw'nuruodo, y eso nos indica que es miembro del famoso clan Nuruodo.

Empezó su carrera como oficial de la FDEC, y llegó a ser un comandante tremendamente respetado entre los suyos. Tenía, incluso para un chiss, una gran capacidad para predecir con precisión los movimientos del enemigo y eso, combinado con su genio táctico, le permitió ascender rápidamente en las filas del ejército.

Mientras todo esto sucedía en la Antigua República se preparaban para llevar a cabo el proyecto Vuelo Exterior un ambicioso proyecto de exploración pensado para buscar y catalogar vida fuera de la Galaxia y, ya de paso y si era posible, encontrar especies sensibles a la Fuerza. Seis maestros Jedi, entre los que se encontraba el maestro Jorus C'baoth, formaron el grupo de exploradores, que atravesó las míticas Regiones Desconocidas.

Palpatine aun no era emperador pero eso no le impidió organizar una enorme fuerza de asalto de quince naves cuyo objetivo era acabar con la misión y con los Jedi que la llevaban a cabo ya que estos interferían en sus planes. Kinman Doriana, uno de los consejeros más cercanos de Palpatine, acompaño a esa flota flota de ataque.

El gurpo de Doriana se encontró con la FDEC al mando de Thrawn que acabó con 14 de las 15 naves en un feroz asalto que obligó al consejero a pedir una audiencia al vencedor.

En esta entrevista Doriana explicó por qué estaban en espacio chiss y convenció a Thrawn de los peligros del Proyecto Vuelo Exterior y de la amenaza que suponían los Jedi. Thrawn vio la necesidad de eliminar a los Jedi y también los beneficios que el Nuevo Orden de Palpatine podría llevar a la galaxia y aceptó destruir las naves expedicionarias y dejó que Doriana volviese a Coruscant e informase a Palpatien de lo sucedido.

Cuando llegó el Proyecto Vuelo Exterior, Mitth'raw'nuruodo ordenó a la FDEC aniquilarlo. Los seis maestros Jdi murieron en un ataque sin provocación que tuvo a docenas de oficiales chiss como testigos.

Después de eso Thrawn descubrió que para el Imperio los ataques sin provocación eran algo natural mientras que para los chiss eran un asesinato y tuvo que personarse ante sus superiores para dar cuenta de sus acciones. Aunque les explicó que los Jedi eran una fuerza invasora contra la que no habrían tenido oportunidad, el alto mando de Csilla no quedo satisfecho y puso a Thrawn bajo vigilancia.

La actitud de Thrawn, sin embargo, no cambió y siguió atacando objetivos que muchos chiss no veían claramente como una amenaza. Así, tras un incidente del que sólo se sabe que fue "particularmente sangriento", Thrawn fue castigado con la máxima pena; El exilio en un mundo deshabitado, muy cerca del espacio imperial, y la privación definitiva de su rango. El enfado entre los chiss era muy grande y no contentos con este severo castigo se decidió condenar al olvido a la familia de Thrawn que fue borrada de los registros.

Nota: Thrawn sabía que sus superiores le estaban vigilando y muchos creen que todas la atrocidades que cometió fueron premeditadas y buscaban su expulsión. Thrawn estaba seguro de que el Imperio le buscaba para ofrecerle una prometedora carrera militar a la que jamás habría podido aspirar si seguía dentro de la estructura de la FDEC.

En el planeta al que se le exilio Thrawn se encontró con el prefecto imperial Mosh Barris y su equipo y jugó con ellos como si se tratase de simples aficionados. Aunque los registros de lo sucedido fueron redactados desde la perspectiva de Barrisse y por tanto son muy poco imparciales se sabe que Thrawn hizo correr a sus hombres en círculos por el planeta antes de matarlos, que derribó un caza TIE y que asesinó a dos soldados de asalto con una combinación de tecnología imperial robada y flora y fauna nativa.

Barris recomendó un bombardeo planetario para eliminar la amenaza que suponía Thrawn pero la medida no fue aprobada por el capitán Voss Parck, que había acudido hasta allí en el destructor estelar "Golpe Rápido" para investigar la destrucción del caza TIE. En colaboración con un equipo de búsqueda liderado por el teniente Kavren, en el que también participó el mayor Wyan, Parck encontró a Thrawn y por expreso deseo de Palpatine, que lo estaba buscando desde lo acontecido con el Proyecto Vuelo Exterior, le invitó a unirse al Imperio. Desde ese mismo día la carrera de Barris entró en barrena y las de Parck y Thrawn subieron como la espuma.

Mitth'raw'nuruodo era un nombre demasiado largo y dificil de rocordar, así que Parck le dio uno más corto, Thrawn, y así se lo presentó a Palpatine. El alienígena y el emperador quedaron impresionados por la inteligencia de su contertulio y se estudiaron durante un tiempo reconociéndose como enemigos potenciales. Pese a ello Palpatine, por lo general muy xenófobo, se sintió realmente complacido con el recién llegado.

Tras el ascenso de Palpatine al poder a Thrawn se le encomendó el control de las Regiones Desconocidas y tuvo tanto éxito poniendo bajo control imperial esos mundos que el emperador le concedió un honor sin precedentes y Thrawn se convirtió en uno de los doce Grandes Almirantes del Imperio, y el único no humano entre ellos.

Thrawn continuó subyugando las Regiones Desconocidas y uso su increíble genio táctico y militar para mayor gloria del Imperio. Analizando y correlacionando cadenas de información podía transformar derrotas seguras en asombrosas victorias y con ello se ganó el respeto y el apoyo incondicional de sus hombres.

Es probable que Palpatine temiese al Gran Almirante y por eso aprovechó una metedura de pata política de este para exiliarle a las Regiones Desconocidas. Parck fue degradado y asignado como primer oficial a la nave insignia de Thrawn, el destructor estelar clase Imperial "Admonitorio", que fue puesto bajo el mando de Dagon Niriz.

Niriz descendía de una larga línea de oficiales navales y estaba secretamente insatisfecho con el nuevo servicio que se le había entregado, en parte porque Thrawn era un alienígena y él un reconocido xenófobo, y en parte porque se vió obligado a dejar su más que cómodo destino en Coruscant.

En uno de los primeros planeta habitados en los que se detuvo Thrwan se encontró con con Creysis el líder del grupo pirata Ebruchi al que trató de convencer de que eran un grupo expedicionario y le propuso un trato pero Creysis capturó las naves y tripulación que envió el Almirante entre los cuales estaba Parck.

Su intención era crear su propia flota de ataque sin embargo Thrawn había previsto ese torpe movimiento y había eliminado de las naves capturadas los elementos clave que necesitaban. Pese a ello el ataque de las fuerzas de Creysis obligó a la tripulación del "Admonitorio" a abandonar el motín que tenían previsto [*].

[*] El general Larr Haberle, oficial al mando de las fuerzas terrestres del "Admonitorio", estaba insatisfecho con la forma en que Thrawn y trataba al personal y había preparad un plan que le obligase a cederle el mando a Niriz.

Creysis y sus fuerzas fueron diezmados y Haverel fue enviado a Coruscant para enfrentarse a una corte marcial. Niriz ofreció su dimisión a Thrawn pero esta la rechazó, citando el apoyo de Niriz había ofrecido durante la batalla.

Poco tiempo después la nave de Thrawn capturó el carguero ligero "Saltabrincos", que estaba realizando un envío de armas de contrabando al planeta Derra IV y tenía como destinatario a la Rebelión. Fingiendo no ser conscientes de las actividades delictivas de los tripulantes, el capitán Niriz les ofreció un acuerdo abusivo pero imposible de rechazar, para que llevasen a cabo una misión para él en Corellia.

Los tripulantes, Haber Trell y Maranne Darmic, y los pasajeros Riij Winward y Rathe Palror, que en realidad eran agentes rebeldes que supervisaban el envio, debían llevar "doscientas cajas pequeñas" a Corellia donde se las entregarían a Borbor Crisk y serían dirigidos por un cazarrecompensas que estaba en deuda con el Imperio después de haber echado a perder una misión en Borkyne.

El cazarrecompensas, que vestía armadura mandaloreana, se identificó como Jodo Kast, pero en realidad era el propio Thrawn disfrazado. Este dato sólo era conocido por Niriz, que había hecho todo lo posible por persuadrilo para que abandonase sus planes ya que la meta de Thrawn era desarticular las operaciones de la organización criminal Sol Negro.

Inicialmente, y como parte de su elavorado plan, Kast dirigió a Trell a un establecimiento controlado por un alienígena llamado Sajsh, que nego conocer a Crisk y sugirió que volviesen siete horas más tarde para preguntar al dependiente de la tienda de enfrente cuando abriese su local. Sajsh trabajaba en realidad para Zekka Tihyne, un rivl de Crisk y solo quería ganar tiempo para tenderles una emboscada.

Las actividades de Trell y de su grupo llamaron la atención de dos agentes de la Fuerza de Seguridad de Corelia, Hal Horn y su joven hijo Corran que los siguieron hasta un pequeño café, donde los hombres de Kast (Thrawn) se vieron implicados en un combate sin armas contra varios mercenarios. Thrawn no tuvo que combatir pero utilizó la imponente presencia de su armadura para impedir que los mercenarios sacasen sus armas. Los Horn también intervinieron, haciéndose pasar por delincuentes menores.

Trell, Palror y Hal acudieron a la reunión, vigilados por Thrawn, pero aún así fueron capturados por los agentes de Zekka Thyne. Thrawn informó al resto del grupo y, cuando Corran se enfureció porque había dejado que capturasen a su padre, el supuesto cazarrecompensas le tranquilizó explicándole que su plan incluía entrar en la fortaleza a rescatarlos. Corran afirmó estar muy preocupado por su "compañero" y exigió que Thrawn le llevase con él. Ambos montaron en un speeder y durante el viaje conversaron sobre arte un campo en el que encontraron muchas concordancias.

El plan de Thrawn incluía filtrar información al Imperio que les hicese creer que Thyne se reuniría con agentes rebeldes y cuando lo llevó acabo el entonces coronel Maximilian Veers, estacionado en Corelia, solicitó de mala gana a las autorizaciones pertinentes la intervención del agente de seguridad Kirtan Loor.

Cuando Thrawn y Corran llegaron a su destino y se entrevistaron con Thyne descubrieron que éste había decorado su fortaleza con varias obras de arte escogidas con pésimo gusto y que después se había tomado la molestia de corregirlos. Ambos intrusos sintieron el curioso deseo de librar a la galaxia de Thyne.

El Gran Almirante Thrawn en el viejo juego TIE Fighter

Thrawn explicó a Thyne que Trell y Palror eran asesinos galácticos contratados por Crisk para matarle, que Darmic y Winward estaban convenciendo a su rival para que rellenase doscientas cajas con el precio por su cabeza y que Hal y Corran eran unos nativos elegidos para disimular. Como respuesta Thyne hizo encerrar a Corran con los demás y envió a la mayor parte de sus hombres a verificar la historia que acababan de contarle.

Thrawn entregó a Corran un filo monomolecular que le permitió escapar con cierto facilidad ya que la mayoría de los hombres de Thyne estaban buscando las cajas y a Crisk. Casí al mismo tiempo las fuerzas imperiales del coronel Veers invadieron la fortaleza de Thyne para "ayudar" a los agentes de SegCor a capturar a Thyne.

Thyne fue arrestado, los Horn se quedaron en Corellia pensando que Kast no era ningún cazarrecompensas, y los demás miembros del grupo, sin la compañía de su líder pero con su beneplácito por escrito, volvieron al "Admonitorio", donde les devolvieron su cargamento de armas, eso sí, con localizadores ocultos que condujeron a las fuerzas imperiales a la base rebelde de Derra IV.

El objetivo último de la operación era desarticular las operaciones del Sol Negro para perjudicar a Xizor, que en aquel momento estaba intentando arrebatar el favor del emperador a Darth Vader. Ese fue precisamente el motivo por el que el Lord del Sith había solicitado la discreta ayuda de Thrawn y le había ofrecido como premio la lealtad de un grupo de comandos alienígenas conocidos como los noghri.

Thrawn sabía que los noghri no le iban a ser muy útiles en las Regiones Desconocidos, pero esperaba aprovecharlos a su regreso del destierro motivo por el cual aceptó el trato. Thrawn aprovechó la ocasión para recomendar a Lord Vader que vigilase la carrera del eficiente coronel Veers ya que según el chiss, el único motivo por el que Veers no había sido ascendido era la deficiencia de sus contactos políticos. Vader tomó buena nota de la recomendación y poco tiempo después, el general Veers dirigía, con gran acierto, el ataque contra la base rebelde en Hoth.

Después de esta operación Thrawn volvió a su destierro en las Regiones Desconocidas y no se supo nada de el hasta cinco años después de la destrucción de la segunda Estrella de la Muerte. Thrawn descubrió con desagrado que Palpatine había muerto, que el imperio ya no dominaba la Galaxia y que había surgido una Nueva República. Thrawn reunío los restos del Imperio y les inspiró el animo necesario para iniciar un contraataque.

El Gran Almirante Thrawn en el puente del Quimera

Desde su asiento en el destructor estelar "Quimera" y apoyado por el diligente capitán Pellaeon, Thrawn utilizaba sus cámaras privadas para meditar y planear sus ataques contra la Rebelión. Sus espaciosos aposentos contenían hologramas de los mayores tesoros artísticos de cientos de mundos pues como todo los chiss creía que comprender el arte de una especie era vital para comprender su modo de pensar y con ello el modo de destruirles.

Además del Quimera, la flota principal de Thrawn estaba compuesta por otros cuatro destructores, doce cruceros de asalto, veintidós cruceros ligeros clase Carraca, y treinta escuadrones TIE, además claro está, de lo que iban a bordo de los destructores.

Los planes de Thrawn para derrotar a los rebeldes tenían varias partes y a punto estubo de acabar con la Nueva República. El primer que dió fue acudir al planeta Myrkr, donde capturó unos pequeños roedores llamados ysalamiri que tenían la habilidad de anular la Fuerza dejando indefenso a cualquier Jedi, o usuario de la Fuerza, que estubiese en su radio de acción.

Hecho esto el Almirante acudió al olvidado planeta Wayland, donde, enterrado en el majestuoso Monte Tantiss encontró el almacén del Emperador y se hizo con tres elementos importnates; los cilindros de clonación spaarti, un dispositivo de ocultación y los servicios del Jedi oscuro Joruus C'baoth. Por supuesto, inicialmente C'abaoth atacó a Thrawn, pero gracias a los ysalamiri salió ileso.

Uno de los noghri, Rukh, servía como omnipresente y mortífero guardaespaldas de Thrwan y el resto formaron un escuadrón de comandos de la muerte que fueron enviados a capturar a Leia Organa para que C'baoth pudiese entrenarla tanto a ella como a sus hijos nonatos en los caminos del lado oscuro. Paralelamente a todo esto el propio C'baoth estaba intentando atraer a Luke Skywalker.

Para probar la preparación de su flota, Thrawn lanzó un ataque sobre Bpfassh y otros dos planetas del sistema Sluis, y ordenó una rápida retirada. Su intención no era aniquilar a los bpfasshi, sino asustarles para que pidiesen refuerzos a la Nueva República que enviaría naves que tras ser capturadas engordarían la flota de Thrawn.

La batalla de Sluis Van

El Gran Almirante también robó una dotación de mineros "topos" a Lando Calrissian en Nkllon, para utilizarlos en su próximo movimiento y su primer ataque importante contra la Rebelión, que fue un fracaso, se dirigió contra los astilleros de Sluis Van.

Thrawan chantajeó al contrabandista Niles Ferrier para que le diese la localización de la desaparecida "Flota Katana" y se hico con 180 de las 200 naves que la componían en las mimas narices de la Alianza. Thrawn no tenía efectivos para pilotar la flota robada, que podía ser dirigida parcialmente por control remoto, pero sus científicos habían encontrado un modo de utilizar la clonación spaarti para obtener un suministro ilimitado de efectivos.

Los ysalamiri demostraron su efectividad cuando el inestable Joruus C'baoth se hizo difícil, de hecho imposible, de controlar. Thrawn tenía arneses especiales que le permitían llevar siempre un ysalamiri sobre sus hombros (ver ilustración) y eso le protegía tanto a el como a los que le rodeaban. Gracias a ello cuando un loco despliegue de poder de C'baoth controló a todos los tripulantes del "Quimera" tanto él como Pellaeon quedaron libres de su influjo.

Ilustración del Gran Almirante Thrawn con un ysalamiri en el hombro

Antes de que sus ingenieros pudiesen crecer los clones, Thrawn realizó varios ataques contra la Rebelión y en uno de ellos su flota, usando el dispositivo de ocultación, realizó una finta en Ando con el "Belicoso" para atraer las naves rebeldes y eso le permitió atacar el planeta productor de comida Ukio (según el informe 8723.834 de Holovisión Imperial, "utilizando mayor potencia de fuego y tácticas superiores"; según los nativos "liberando al X'Cal y desencadenando el fin de todo")

Otra intrépedia acción le llevó a atacar el planeta productor de metal Woostri y algo más tarde, en un movimiento pensado para atrapar a los líderes de la República en su propio planeta, las naves de Thrawn soltaron asteroides ocultos en órbita sobre Coruscant. Sólo 22 asteroides eran mortales pero Thrawn consiguíó crear trescientas imágenes en los sensores de sus enemigos que engañaron los escáneres de la Nueva República.

Mientras C'baoth practicaba haciendo clones en Wayland, Thrawn estaba planeando su siguiente ataque. Quería las otras veinte naves Katana, que estaban atracadas en los astilleros de Bilbringi pero durante el ataque se vio sorprendido por la aparición de naves contrabandistas que apoyaban a los rebeldes. Las fuerzas de Thrawn volvieron a ser derrotadas, pese a sus expertos movimientos tácticos.

Poco después Thrawn, que sobreestimó la lealtad de sus propios hombres, fue asesinado por uno de los más próximos. Rukh, su guardaespaldas más fiel descubrió que Thrawn había traicionado a su gente y lo mató. Tras el asesinato intentó escapar pero fue apresado y eliminado por las fuerzas de Grodin Tierce, un soldado de asalto cuyo código era TR-889.

La muerte del Gran Alamirante Thrawn

Pasarían diez años hasta que el nombre de Thrawn volviese a hacer temblar la galaxia, aunque no fuese exactamente él. El Moff Disra, que había estado canalizando dinero para construir una flota de cazas manufacturados por los piratas de Cavirlhu y pagándolos con soldados clónicos, comprendió que el nombre de Thrawn atraería a muchos planetas a la causa del Imperio, y utilizó a un actor llamado Flim para que se hiciese pasar por el Gran Almirante. Se requirió una alteración quirúrgica, el uso de tintes, insertos retinales y toda la historia imperial que Flim pudo aprender.

Durante los años que duro la mascarada, Flim logró engañar a varios oficiales imperiales que habían servido a las órdenes de Thrawn, como el capitán Argona y el capitán Dorja. Este último recibió órdenes de interceptar el correo que Pellaeon, por entonces ya Almirante, había enviado para negociar las condiciones de paz con Garm Bel Iblis, y de alterar los registros históricos sobre Thrawn para que cualquier análisis genético hecho a partir de una muestra celular de Flim diese como resultado que Flim era realmente Thrawn. (Esta medida resultó útil cuando el capitán Nalgol hizo precisamente la citada comprobación).

Un devaroniano llamado Lak Jit descubrió en Wayland el "Documento Caamas", que afirmaba que los bothans habían proporcionado ayuda al emperador Palpatine para arrasar el pacífico planeta del mismo nombre diezmando así a los caamasi. Los nombres habían sido alterados para inculpar a importantes familias bothans, que se sintieron ofendidas y la Galaxia volvió a sumirse en el caos. Rivalidades latentes entre especies resurgieron, y gracias a la actuación de Flim, muchos sistemas se pasaron al bando del Imperio y entre ellos Ruuria y Kroctar.

Flim engañó a sin dificultad a Porolo Miatamia, a Han Solo y en dos ocasiones a Lando Calrissian, a quien ofreció una copia del citado documento. También dijo a los rebeldes que Borsk Fey'lya había estado implicado en el ataque al Edificio de Clanes Combinados en el planeta Bothawui. Esto ayudó a sembrar el caos y permitió que Disra se hiciese con varios pedazos de la maltrecha y fraccionada flota imperial y para ello contó con la inestimable colaboración del clon de Tierce.

Pellaeon terminó descubriendo el engaño y ajustició a los culpables. El clon fue ejecutado, Disra fue expuesto por traidor, y Flim se rindió y fue encerrado. Tierce había activado varios agentes durmientes de Thrawn en Pakrik Menor, pero algunos de ellos estaban tan acomodados a su nueva vida que prefirieron negociar su libertad con Leia Organa.

Thrawn también tenía una fortaleza oculta, la ciudadela conocida como "La Mano de Thrawn", en el planeta Nirauan. El lugar, que te nía torres que hacían que pareciese una mano con los dedos hacia arriba, estaba llena de chiss leales a Thrawn que, con la colaboración de algunos humanos como Voss Parck, esperaban las órdenes del Gran Almirante para actuar. Thrawn les había dicho que si se comunicaba su muerte esperasen su retorno diez años. Luke Skywalker y Mara Jade, con la ayuda de las especies nativas qom jha y qom qae, acabaron con la amenaza que este nuevo descubrimiento suponía y, en el proceso, obtuvieron valiosísima información sobre los chiss.

En la actualidad, Mitth'raw'nuruodo es una leyenda entre los chiss pero también una figura controvertida. Es admirado y respetado por sus grandes logros y por su astucia pero, al mismo tiempo es considerado un héroe y eso es algo que les desagrada. Se sabe que iniciaba ataques sin provocación, y que era uno de los mejores estrategas de su raza pero aun así los hay que no pronuncian su nombre.

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© S I T H N E T

Articulos creados por el Coronel Nathan Kurtz y Keyan Sark
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