LOS UBESES

"Yatei, yatei, yutó"
Fisiología ubesa | Historia | Miembros notorios | Boushh

Introducción

 

Eternamente ocultos bajo las máscaras de sus trajes ambientales o de sus armaduras de combate, los esbeltos ubeses parecen engañosamente frágiles, pero resultan intimidadores para quienes ya los han encontrado. Sin embargo, el hecho de que oculten siempre sus rostros les aporta un aire de misterio. ¿Qué aspecto tiene realmente un ubés?

Boushh, un ubés

Fisiología ubesa

 

Los ubeses son criaturas casi humanas, lo cual, combinado con su habitual costumbre de ocultar cada milímetro cuadrado de su cuerpo bajo varias capas de ropa y blindaje, ha hecho que mucha gente les creyese humanos en vez de alienígenas. Veamos qué hay debajo de todo eso.

Los ubeses encontrados en la galaxia parecen ser casi invariablemente más bajos que un ser humano normal, pese a que un ubés adulto puede medir entre 1.40 y 2.20 metros. Los ubeses suelen parecer engañosamente gráciles y frágiles.

La piel de un ubés es normalmente pálida, y su cabello suele ser oscuro, aunque éste nunca está presente del cuello para arriba. Todos los casos conocidos de ubeses, que no son muchos, han presentado ojos de color azul o verde brillante, e invariablemente muy grandes para sus caras en comparación con los humanos normales. El rostro de un ubés es habitualmente estrecho. Tienen mejillas altas.

Un ubés sin casco

La voz de un ubés es uno de los pocos rasgos característicos que sus atavíos permiten filtrar. Al parecer, sus cuerdas vocales no producen habla por encima de un susurro áspero. El idioma ubés tiene un sonido metálico, que debe combinarse con una forma refinada de signos para complementar el significado (Los ubeses no tienen impedimentos fisiológicos que les impidan hablar Básico, pero la mayoría de ellos son reacios a hacerlo por motivos más bien culturales).

Es frecuente, de todos modos, que el casco de un ubés posea un modulador de voz que pueda clarificar y amplificar su voz natural. Un ubés, por el contrario, utilizará más habitualmente este modulador de voz para emular la voz de un varón o una hembra, o para ocultar electrónicamente su sexo.

Normalmente, un ubés suele llevar un traje ambiental completo, cuyas especificaciones varían bastante, tanto como su diseño aparente. Sin embargo, este atavío tiene invariablemente una función de protección contra el envenamiento radiactivo, así como la capacidad de ocultar el sexo del usuario, al menos para un humano que no realice un examen atento. El diseño, obviamente, siempre incluye un casco con máscara de respiración que oculta toda la cabeza.

El casco suele estar dotado del sistema sensor de movimiento infrarrojo Sitio Nocturno de Neuro-Saav, y también del sistema de observación y puntería Vista-Segura que permite especificar un blanco simplemente mirándolo. Los cascos que incluyen ambos sistemas suelen ser los que utilizan los cazarrecompensas.

En cuanto al traje, suele complementarse con una capa ogygiana tradicional para ocultar muchas formas de armas. La mayoría de éstas son comunes en la galaxia, con la posible excepción del cuchillo arrojadizo zeeda, un arma cortante equilibrada que suele utilizarse para cazar.

Es extraño encontrar ahora una armadura de invasor, un diseño ubés de blindaje personalizado con sensores de alta tecnología y aspecto temible, que ha caído en desuso en años más recientes.


Historia

 

Uba era un sistema perdido en los Territorios del Borde Medio, que en el tercero de sus cinco planetas engendró varias formas de vida. El shata, por ejemplo, era una gran bestia que los ubeses lograron domesticar para utilizar su piel para la creación de un cuero resistente.

Estos ubeses eran un pueblo pacífico que logró desarrollar una sociedad compleja y muy sofisticada basada en clanes, como los Vorsazg. El mayor sueño del pueblo ubés era convertir los mundos de su sistema en jardines paradisíacos.

Aún faltaban muchos milenios para la batalla de Yavin cuando la Antigua República descubrió el sistema Uba, y los exploradores y expertos en primer contacto aterrizaron para contactar con la población nativa. Los ubeses se sorprendieron al ver toda la tecnología alienígena, y estuvieron encantados de entrar en la comunidad galáctica si eso les permitía hacerse con esa tecnología.

En poco tiempo los ubeses estaban comerciando con casi cualquier cosa que pudieran conseguir para obtener tecnología alienígena, mostrando particular interés en medios de transporte y fuentes de energía. Los comerciantes empezaron a viajar al sistema Uba porque era negocio.

Ubeses

En poco tiempo, el incremento de productividad y el boom de población les empezó a llevar al resto de su sistema, para llevar a cabo el sueño de su sociedad, pero el cambio había tenido lugar demasiado pronto. Las fronteras de los clanes desaparecieron cuando se incrementó la habilidad de diseminar información, y los ubeses ambiciosos empezaron a dominar políticamente a la opinión pública regional y a crear naciones. En cuanto hubo países, éstos se empezaron a mirar unos a otros con sospecha xenofóbica.

La ingeniería inversa les permitió en pocas décadas analizar muchas de las muestras de tecnología que tenían, y pronto pudieron crear su propia tecnología, pero esto sólo empeoró las relaciones internacionales ubesas, con cada nación deseando tener la mejor tecnología. Los ubeses desarrollaron sistemas de armas y miraron a los sistemas vecinos de modo cada vez menos amistoso y más agresivo.

Los especialistas en primer contacto del sistema Uba intentaron convencer a los ubeses de que abandonasen esta tendencia, pero los ubeses se enorgullecían tanto de sus nuevos inventos, que eyectaron a los diplomáticos alienígenas de su propio sistema natal con avisos al resto de la galaxia para que temiesen el poder ubés.

Los especialistas en primer contacto informaron a las autoridades de sector locales, que descubrieron que los ubeses estaban produciendo tecnologías prohibidas, incluyendo especialmente material militar diseñado para devastación a gran escala. Si el Senado se enterase de esto, culparía a las autoridades de sector por permitir que la situación de Uba se desarrollase así. Temiendo por sus puestos, el Consejo de Sector decidió que un ataque preventivo demostraría a los ubeses que sus armas no eran nada comparadas con la tecnología de otras especies de la galaxia,y que después los ubeses volverían a escuchar el consejo de los diplomáticos republicanos.

Desgraciadamente, los ataques orbitales desencadenaron armas tácticas a gran escala que destruyeron los planetas. Después de la detonación de los arsenales, Uba III quedó literalmente hecho añicos hasta convertirse en basura espacial. Uba I, Uba II y Uba V quedaron totalmente inhabitables por las tormentas de fuego radiactivas.

En Uba IV, sin embargo, hubo unos pocos supervivientes, que estarían condenados a sobrevivir extrayendo su alimento de un suelo envenenado y de mares resecos entre las ruínas abrasadas. La atmósfera semitóxica les obligaría a llevar máscaras filtradoras especializadas, y alteró su fisiología en algunos aspectos que no han sido determinados por claridad.

Ubés

Las autoridades de sector se asustaron todavía más, aunque sólo por sus futuras carreras, que se negaron a ofrecer ayuda a los supervivientes. En vez de eso, ordenaron que toda la información sobre la civilización ubesa se borrase de todas las bases de datos, y que el sistema se eliminase de las cartas estelares (lo cual indudablemente dificultaría el viaje hiperespacial por la zona, e incluso podría provocar que algún despistado saliese del hiperespacio para no tropezar con Uba IV y descubriese accidentalmente todo el pastel). Sin embargo, la operación se llevó a cabo con tal eficiencia que los burócratas de Coruscant siguen sin estar enterados, y debo admitir que yo mismo he tenido problemas para conseguir esta información.

Algunos oficiales de la República, sin embargo, sintieron que el tratamiento dado a los ubeses estaba empeorando un error ya grave de por sí, y reubicaron a unos pocos miles de ubeses en el sistema vecino de Ubertica. Sin embargo, la mayoría de los supervivientes rechazaron la ayuda o no pudieron ser encontrados, y se quedaron en Uba IV, convirtiéndose en nómodas salvajes.

Estos ubeses salvajes se consideraban ubeses auténticos, y despreciaban a los rescatados llamándoles yrak pootzck, una frase ubesa que sugiere algo sobre naturaleza cobarde y/o linaje impuro.

Los yrak pootzck, en realidad, intentaron regresar a Uba a los pocos años de llegar a Ubertica, pero la localización de Uba era entonces un misterio tan grande para ellos como para el resto de la galaxia.

Milenios después, ambas poblaciones se propagaron en sus mundos respectivos. Los yrak pootzck acabaron encontrando Uba y compartieron su tecnología de viaje espacial con los ubeses auténticos, que de todos modos estaban llenos de resentimiento.

Ambas poblaciones empezaron a recorrer la galaxia, por separado y juntos. Les une su odio y desconfianza hacia todas las demás especies y culturas de la galaxia, y empezaron a trabajar sobre todo como mercenarios, cazarrecompensas, esclavistas y asesinos, en particularporque son ocupaciones en las que pueden descargar su odio sin temer represalias.

En particular, odian a los jedi más que a ninguna otra institución, porque opinan que los llamados "protectores de la galaxia" debían haber impedido lo que sucedió en su sistema. Muchos ubeses estuvieron en la primera línea de escuadrones de la muerte durante la Purga Jedi. Sin embargo, la cultura ubesa ha descubierto la existencia de la Fuerza y algunos ubeses han sido capaces de manipularla.

Durante el Nuevo Orden, un ubés auténtico llamado Savax lideró a otros ubeses auténticos en un ataque contra Ubertica para atacar a los yrak pootzck que vivían allí. El ataque fue detenido cuando el Imperio acabó con las fuerzas de Savax.


Ubeses Notorios

 

Arcuse: Este cazarrecompensas ubés recibió notoriedad por haber logrado capturar a los Cazadores Exelis, una banda de criminales que aterrorizaba el sector Strabin. Arcuse empezó después a trabajar ocasionalmente con su amigo Kiran Tatch, un cazador tunroth a quien Jabba quería en nómina. Arcuse y Tatch trabajaron para Glorga el Hutt, pero Tatch se cansó de los hutts y llegó a despreciarles tanto que escupió a Glorga para dejar su empleo. Arcuse también abandonó el empleo de Glorga para seguir trabajando con su amigo pero, como era costumbre del ubés, lo hizo en buenas relaciones con Glorga. Arcuse y Tatch trabajaron juntos durante veinte años hasta que se unieron a la Confederación Granse poco antes de la batalla de Hoth. Arcuse destacaba porque su política era no dejar nunca el empleo de un jefe criminal en malas relaciones con él, y porque se creaba pocos enemigos.

Savax: Este ubés era el líder y maestro de la guerra del clan Vorsazg, y gobernó las Llanuras del Sur de Uba IV durante los primeros años del Nuevo Orden. Disgustado con los yrak pootzck que huyeron a Ubertica, Savax reunió una gran fuerza y partió a destruir Ubertica. Las fuerzas de Savax casi lograron acabar con la población ubesa en Ubertica, pero la aparició de una flota imperial detuvo su bombardeo. La flota destruyó a Savax y a su flota rápidamente, pero no antes de que buena parte de Ubertica fuese destruida.

Zo'Tannath: Esta mujer era una cazarrecompensas que prefería usar una armadura de combate ubesa. Solía trabajar como sicaria para Pok Nar-Ten, pero a menudo hacía que sus servicios estuviesen disponibles al mejor postor. Pocos seres vieron su verdadero rostro sin morir, una mística que ella cultivó para que le ayudase en su campo.


Boushh

 
Boushh

Este cazarrecompensas, probablemente uno de los más formidables de su especie, era de complexión menuda pero eso no le impedía ser letal. Varias capas de ropa protectora ocultaban una armadura acolchada, y sobre los guantes presentaba unas nudilleras con púas para ser más peligroso en combate personal. Su casco contenía todos los sensores y filtros de respiración que han utilizado otros ubeses conocidos.

Respecto al armamento, Boushh sentía predilección en particular por los explosivos, de los cuales lleva una variedad (incluyendo granadas fragmentadoras y aturdidoras, y también un par de detonadores termales; cuanto más grande fuese la explosión, más le gustaba el aparato), aunque también es peligroso con su pica de fuerza y, sobre todo, con su pistola bláster pesada. Cualquier muestra de tecnología probablemente sea del agrado de Boushh.

El origen de Boushh no está nada claro, e ignoramos incluso si era un ubés auténtico o un yrak pootzck. Sabemos con seguridad, al menos, que era un varón.

Boushh no era partidario de las alianzas permanentes y vagaba por el Borde Exterior aceptando los trabajos que le salían en su camino. La política de Bosuhh era no aprenderlo todo de su presa (que también), sino de su empleador, no importa cuánto le pagasen. Boushh era un paranoico que esperaba que le intentasen engañar o mentir, o que intentasen aprovecharse de él, de modo que siempre trataba de obtener información para chantajear o dañar a su jefe si éste intentase no pagar. Es irónico, pues, que sea Bosuhh el que pretenda renegociar los contratos en el último minuto para sacar más créditos.

También considera que su presa intentará escaparse a toda costa, incluso cuando ya la haya capturado, así que emplea incontables horas antes de cada caza en contemplar las capacidades de un sujeto específico.

Sabemos que, pese a su reticencia hacia las agrupaciones, Boushh trabajó para el Sol Negro durante la Guerra Civil Galáctica, lo cual acabó provocando su muerte. Las indicaciones son contradictorias: Aunque algunos sugieren que el error cometido por Boushh fue insultar al Príncipe Xizor, el líder del Sol Negro, y otros dicen que en realidad fue atrapado robando, las fuentes más fiables parecen partidarias de la teoría de que Boushh pretendía chantajear al Sol Negro para sacar más créditos de un contrato que ya había firmado. Xizor consideró que Boushh no estaba siendo honesto, y ordenó a su guardaespaldas Guri que atrapase al ubés y lo asesinase como castigo. Aparentemente, este homicidio fue llevada a cabo con discreción y poca gente estuvo informada.

Leia haciendose pasar por Boushh

Más tarde, Guri entregó a la princesa Leia Organa el uniforme de Boushh para que ella pudiese meterse de incógnito en el Centro Imperial, en Coruscant, y así reunirse con Xizor, sin ser reconocida como líder de la Alianza. Posteriormente, Leia se vio obligada a huir del castillo de Xizor y se llevó consigo el traje, pero el plan original había funcionado tan bien que la princesa volvió a utilizar el uniforme de Boushh para infiltrarse en el palacio de Jabba como parte de un plan para rescatar a Han Solo.


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