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	 Uba era un sistema perdido en los Territorios
	del Borde Medio, que en el tercero de sus cinco planetas engendró
	varias formas de vida. El shata, por ejemplo, era una gran bestia que los
	ubeses lograron domesticar para utilizar su piel para la creación
	de un cuero resistente.  
	Estos ubeses eran un pueblo pacífico que logró desarrollar
	una sociedad compleja y muy sofisticada basada en clanes, como los Vorsazg.
	El mayor sueño del pueblo ubés era convertir los mundos de
	su sistema en jardines paradisíacos.  
	Aún faltaban muchos milenios para la batalla de Yavin cuando
	la Antigua República descubrió el sistema Uba, y los exploradores
	y expertos en primer contacto aterrizaron para contactar con la población
	nativa. Los ubeses se sorprendieron al ver toda la tecnología alienígena,
	y estuvieron encantados de entrar en la comunidad galáctica si eso
	les permitía hacerse con esa tecnología.  
	En poco tiempo los ubeses estaban comerciando con casi cualquier cosa
	que pudieran conseguir para obtener tecnología alienígena,
	mostrando particular interés en medios de transporte y fuentes de
	energía. Los comerciantes empezaron a viajar al sistema Uba porque
	era negocio.  
	 
	En poco tiempo, el incremento de productividad y el boom de población
	les empezó a llevar al resto de su sistema, para llevar a cabo el
	sueño de su sociedad, pero el cambio había tenido lugar demasiado
	pronto. Las fronteras de los clanes desaparecieron cuando se incrementó
	la habilidad de diseminar información, y los ubeses ambiciosos empezaron
	a dominar políticamente a la opinión pública regional
	y a crear naciones. En cuanto hubo países, éstos se empezaron
	a mirar unos a otros con sospecha xenofóbica.  
	La ingeniería inversa les permitió en pocas décadas
	analizar muchas de las muestras de tecnología que tenían,
	y pronto pudieron crear su propia tecnología, pero esto sólo
	empeoró las relaciones internacionales ubesas, con cada nación
	deseando tener la mejor tecnología. Los ubeses desarrollaron sistemas
	de armas y miraron a los sistemas vecinos de modo cada vez menos amistoso
	y más agresivo.  
	Los especialistas en primer contacto del sistema Uba intentaron convencer
	a los ubeses de que abandonasen esta tendencia, pero los ubeses se enorgullecían
	tanto de sus nuevos inventos, que eyectaron a los diplomáticos alienígenas
	de su propio sistema natal con avisos al resto de la galaxia para que temiesen
	el poder ubés.  
	Los especialistas en primer contacto informaron a las autoridades de
	sector locales, que descubrieron que los ubeses estaban produciendo tecnologías
	prohibidas, incluyendo especialmente material militar diseñado para
	devastación a gran escala. Si el Senado se enterase de esto, culparía
	a las autoridades de sector por permitir que la situación de Uba
	se desarrollase así. Temiendo por sus puestos, el Consejo de Sector
	decidió que un ataque preventivo demostraría a los ubeses
	que sus armas no eran nada comparadas con la tecnología de otras
	especies de la galaxia,y que después los ubeses volverían
	a escuchar el consejo de los diplomáticos republicanos.  
	Desgraciadamente, los ataques orbitales desencadenaron armas tácticas
	a gran escala que destruyeron los planetas. Después de la detonación
	de los arsenales, Uba III quedó literalmente hecho añicos
	hasta convertirse en basura espacial. Uba I, Uba II y Uba V quedaron totalmente
	inhabitables por las tormentas de fuego radiactivas.  
	En Uba IV, sin embargo, hubo unos pocos supervivientes, que estarían
	condenados a sobrevivir extrayendo su alimento de un suelo envenenado y
	de mares resecos entre las ruínas abrasadas. La atmósfera
	semitóxica les obligaría a llevar máscaras filtradoras
	especializadas, y alteró su fisiología en algunos aspectos
	que no han sido determinados por claridad.  
	 
	Las autoridades de sector se asustaron todavía más, aunque
	sólo por sus futuras carreras, que se negaron a ofrecer ayuda a
	los supervivientes. En vez de eso, ordenaron que toda la información
	sobre la civilización ubesa se borrase de todas las bases de datos,
	y que el sistema se eliminase de las cartas estelares (lo cual indudablemente
	dificultaría el viaje hiperespacial por la zona, e incluso podría
	provocar que algún despistado saliese del hiperespacio para no tropezar
	con Uba IV y descubriese accidentalmente todo el pastel). Sin embargo,
	la operación se llevó a cabo con tal eficiencia que los burócratas
	de Coruscant siguen
	sin estar enterados, y debo admitir que yo mismo he tenido problemas para
	conseguir esta información.  
	Algunos oficiales de la República, sin embargo, sintieron que
	el tratamiento dado a los ubeses estaba empeorando un error ya grave de
	por sí, y reubicaron a unos pocos miles de ubeses en el sistema
	vecino de Ubertica. Sin embargo, la mayoría de los 
	supervivientes rechazaron la ayuda o no pudieron ser encontrados, y se 
	quedaron en Uba IV, convirtiéndose en nómodas salvajes.  
	Estos ubeses salvajes se consideraban ubeses auténticos,
	y despreciaban a los rescatados llamándoles yrak pootzck,
	una frase ubesa que sugiere algo sobre naturaleza cobarde y/o linaje impuro.  
	Los yrak pootzck, en realidad, intentaron regresar a Uba a los pocos
	años de llegar a Ubertica, pero la localización de Uba era
	entonces un misterio tan grande para ellos como para el resto de la galaxia.  
	Milenios después, ambas poblaciones se propagaron en sus mundos
	respectivos. Los yrak pootzck acabaron encontrando Uba y compartieron su
	tecnología de viaje espacial con los ubeses auténticos, que
	de todos modos estaban llenos de resentimiento.  
	Ambas poblaciones empezaron a recorrer la galaxia, por separado y juntos.
	Les une su odio y desconfianza hacia todas las demás especies y
	culturas de la galaxia, y empezaron a trabajar sobre todo como mercenarios,
	cazarrecompensas, esclavistas y asesinos, en particularporque son ocupaciones
	en las que pueden descargar su odio sin temer represalias.  
	En particular, odian a los jedi más que a ninguna otra institución,
	porque opinan que los llamados "protectores de la galaxia" debían
	haber impedido lo que sucedió en su sistema. Muchos ubeses estuvieron
	en la primera línea de escuadrones de la muerte durante la Purga
	Jedi. Sin embargo, la cultura ubesa ha descubierto la existencia de la
	Fuerza y algunos ubeses han sido capaces de manipularla.  
	Durante el Nuevo Orden, un ubés auténtico llamado Savax
	lideró a otros ubeses auténticos en un ataque contra Ubertica
	para atacar a los yrak pootzck que vivían allí. El ataque
	fue detenido cuando el Imperio acabó con las fuerzas de Savax.  
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