Durante los últimos años de la Antigua República,
ésta se había vuelto terriblemente decadente, y cualquier
intento de reforma se veía aplazado indefinidamente por causa de
la asfixiante burocracia. Muchos altos cargos de la República eran
demasiado corruptos y complacientes. El descontento abundaba en particular
en los sistemas más exteriores, donde los altos impuestos no estaban
equilibrados con una mejora en los servicios y a menudo la República
no era capaz de imponer su autoridad frente al crimen organizado.
Ocho años después de la batalla de Naboo apareció
en el planeta Raxus Prima un idealista, un antiguo jedi
que había abandonado la orden desilusionado por la ineficiencia
de la República y de sus protectores. El Conde Dooku dirigió
un movimiento separatista utilizando una retórica cuidadosamente
elegida, apoyando el cambio radical. Muchos sistemas planetarios estaban
listos para escuchar, y aceptaron seguir a Dooku. Adicionalmente, algunos
oportunistas aprovecharon para sembrar el caos en el nombre de Dooku, favoreciendo
sus propios intereses bajo el disfraz de protesta política.
Surgió entre muchos el miedo a que la galaxia se dividiese en
dos, y sobre todo el miedo a la guerra abierta, puesto que la República
no tenía un ejército propiamente dicho a nivel galáctico,
sino que se contaba con las fuerzas propias de cada sistema planetario,
demasiado dispares para poder coordinarse, y demasiado escasas para un
conflicto a una escala tan grande. El senado empezó a dividirse
entre los que eran partidarios de la creación de un Ejército
de la República y los que consideraban que eso sólo daría
pie a los separatistas para iniciar una guerra abierta.
Dooku era consciente de que encontraría oposición, y consideraba
probable que fuese a encontrar oposición fuerte dado lo radical
de su posición para el cambio. Por eso contactó con los principales
motores del comercio en la galaxia, tentándolos con promesas de
reforma y devoción inflexible al capitalismo. Estas corporaciones
se sentían muy disgustadas por el estricto control de la República,
y aceptaron ceder sus ejércitos droide, supuestamente construidos
para defensa, a Dooku.
Uno de estos partidarios era la Tecno Unión, que tenía
muchos recursos en Geonosis, en particular varias fábricas operadas
por geonosianos que, estando fuera de la jurisdicción de la Antigua
República, no se veían sometidas a sus estrictas leyes. También
estuvo implicada la Federación
de Comercio, otro de los compradores de droides de combate en Geonosis.
Dooku, atraído por los recursos tecnológicos y la ubicación
remota de Geonosis, se acercó al archiduque Poggle
el Menor, para solicitarle también su apoyo. Aparentemente,
Poggle aceptó.
Tuvo entonces lugar una importante reunión de los principales
líderes separatistas. Influenciado por la Tecno Unión, Poggle
aceptó hospedar en su planeta este encuentro. Los invitados fueron,
además de Poggle:
Passel Argente, magistrado de la Alianza Corporativa, que regulaba
las ventas y distribución de muchas corporaciones. El koorivano
Argente, que además había sido senador corrupto, veía
que la burocracia de la República dificultaba su enriquecimiento
personal.
El Conde Dooku, de Serenno, líder indiscutible de los
separatistas.
Nute Gunray, virrey de la Federación de Comercio caído
en desgracia a nivel público tras su fracaso en Naboo, pero manteniendo
su posición en la organización. Gunray estaba dispuesto a
apoyar a los separatistas siempre y cuando éstos se asegurasen de
que Padmé Amidala fuese asesinada.
San Hill, presidente del Clan Bancario Intergaláctico,
se había enriquecido mucho a base de conceder préstamos con
la turbulencia del separatismo. Hill estaba dispuesto a apoyar a los separatistas
en un pacto no exclusivo, puesto que planeaba enriquecerse en la guerra
con ambos bandos.
Shu Mai, presidenta del Gremio de Comercio. Esta institución
ya tenía mala reputación por la tácticas abusivas
que utilizaba, y por haber tomado el control de muchos negocios en cuanto
su planeta se secesionaba y dejaban de estar bajo la jurisdicción
de la República. La propia Mai había estado presuntamente
implicada en el intento de secesión de Ansión, y comprendía
que su mera presencia le valía el riesgo de ser acusada de traición,
pero acudió por los beneficios.
Po Nudo, antiguo senador de Ando
hasta su dimisión en el mismo momento en que Ando se secesionaba
de la República. Los aqualish nunca se
habían tomado bien la desmilitarización a la que les había
sometido la República, y encontraron una ocasión preciosa
para abandonarla.
Wat Tambor, capataz de la Tecno Unión. Nativo de Skako,
un planeta que tiene una presión atmosférica poco usual,
Tambor se ve obligado a utilizar un traje de contención completa
cuando sale del planeta. Antiguo ejecutivo jefe de Baktoide, jefe de ingeniería
de Hoar Chall, director de I+D de Sienar y Kuat, y senador de la República,
es uno de los que encontraban la burocracia más asfixiante y de
los que se empeñaron, después de que la República
hubiese declarado ilegal la fabricación de droides de combate, en
continuar fabricándolos fuera del territorio republicano (Por ejemplo,
en Geonosis). Quienes investigaban este asunto acababan desapareciendo.
Tikkes, antiguo senador del
sector que contiene al planeta Mon Calamari. Este quarren
había sido un empresario corrupto antes de dedicarse a la política.
Se desconocen sus motivaciones exactas; probablemente pensaba sacar dinero.
Rogwa Wodrata: Una holwuff que representaba a su pueblo, uno
de los muchos que se habían unido a los separatistas.
Durante esta reunión, los asistentes comprometieron los recursos
militares de sus respectivas organizaciones a la causa separatista, formando
el mayor ejército conocido hasta ese momento. Dooku contaba con
que diez mil sistemas más se unirían pronto a los separatistas,
cada uno con unas cuantas tropas más, o al menos con jugosos recursos.
El antiguo jedi no sólo estaba preparado para la guerra: La iba
a buscar activamente. Había nacido oficialmente la Confederación
de Sistemas Independientes.
Sin embargo, se descubrió que el caballero jedi Obi-Wan Kenobi
había estado espiando la reunión y conocía sus planes.
Kenobi fue capturado por los geonosianos, pero no antes de que pudiese
informar al Consejo Jedi. A través de éste, el aprendiz padawan
de Kenobi, Anakin Skywalker, supo de los problemas de su maestro y, acompañado
de su amante, Padmé Amidala, fue a su rescate. Desgraciadamente,
los geonosianos lograron capturar a ambos en una fábrica de droides
técnicamente propiedad de la Tecno Unión.
En una burda parodia de juicio, Amidala, Kenobi y Skywalker fueron condenados
a morir en petrana-ki, enfrentándose a un acklay, un nexu y un reek.
Sin embargo, las bestias demostraron no ser capaces de acabar con ellos,
y los condenados lograron resistir hasta que aparecieron los refuerzos:
El Consejo Jedi había conseguido reunir a cien de los suyos (caballeros
y maestros, más una centena adicional de padawans de alto nivel)
que no estaban ocupados manteniendo el orden en otros lugares de la galaxia.
Lo que los jedi tenían previsto era combatir un ejército
de geonosianos, que indudablemente no serían rivales para un grupo
tan poderoso. El maestro Mace Windu, comandante de facto de las fuerzas,
incluso intentó negociar una resolución pacífica con
Dooku, pero éste ansiaba la guerra, y ordenó que se soltase
a todo el ejército droide combinado de sus aliados los barones de
comercio. El tamaño bruto del ejército droide y sus grandes
capacidades de combate lograron abatir a muchos jedi; en las primeras etapas
del combate fueron abatidos Coleman Trebor, el vurk que había reemplazado
a Yarael Poof en el Consejo Jedi; Sarrissa
Jeng, que había combatido a los separatistas en Atzerri para liberar
al emisario gotal Nathanjo
Nirrelz; y Tan Yuster, aprendiz padawan de Agen Kolar. Fuentes no confirmadas
sugieren que también fueron fatalmente abatidos Shaak Ti, la maestra
togruta que había perdido a dos padawans; Sirch Fi'ek, a veces llamado
Fi'ek Sirch, un caballero jedi nikto; y Pablo-Jill, el ongree que nunca
quiso tomar aprendiz; pero, aunque que se sabe que cayeron, se desconoce
todavía si sus heridas fueron fatales.
Después de que muchos jedi hubiesen caído, Dooku ordenó
detener la batalla un instante para dar a Windu la oportunidad de rendirse,
oportunidad que despreció, pese a que sus antaño incontables
fuerzas se reducían en ese momento a los siguientes:
Allie, Stass: Pariente de Adi Gallia y veterana de Cona, era
una buena luchadora, agente de campo y curandera.
Danva, Joclad: Caballero jedi y estudiante de teras kasi, había
participado en varios torneos hasta que fue derrotado por Phow Ji.
Tarados Gon: Un jedi klatooiniano.
Kit Fisto: Un maestro jedi nautolano, que había tomado
como padawana a Bant Eerin tras muerte de Tahl. Poco tiempo antes había
detenido a los piratas de iridio.
Obi-Wan Kenobi.
Ki-adi-Mundi: Un maestro cereano del
que puedes encontrar más información aquí.
Agen Kolar: Un caballero zabrak,
cuyo aprendiz murió en esta misma batalla.
Plo Koon: Un maestro kel dor
del que puedes encontrar más información aquí.
Roth-Del Masona: Un jedi humano de piel oscura.
Barriss Offee: Mirialana entrenada por Unduli; destacó
como guerrera y curandera. Había colaborado con Anakin Skywalker
y Obi-Wan Kenobi en Ansion para impedir secesión; en esa misión
confraternizó con Skywalker.
Anakin Skywalker.
Sora Bulq: Un maestro weequay, profesor
de esgrima en el templo, desarrolló con Windu la forma de combate
vaapad.
Swan, Bultar: Padawan de Micah Giett y, a su muerte, de Plo
Koon, nunca había tomado una vida en combate merced a su uso de
técnicas verdanaianas y teras kasi.
Saesee Tiin: Un maestro iktotchi
del que puedes encontrar más información aquí.
Aayla Secura: Una twi'lek rutiana,
antigua padawan de Quinlan Vos que había sido privada de sus recuerdos
y había colaborado con el malvado Volfe Karkko.
Luminara Unduli: Una maestra jedi mirialana, de piel marrón,
ojos azules, y tatuajes faciales. Era consejera de los jedi y de la República.
Había colaboró con Qui-Gon
Jinn y Obi-Wan Kenobi contra Arwen Cohl; después, también
trabajó con con su padawana, con Obi-Wan y con Anakin Skywalker
en Ansion.
Mace Windu.
Afortunadamente, cuando todo parecía perdido, apareció
el maestro Yoda con
el recién creado ejército clónico de la República
(que acababa de ser aprobado en el Senado). Los droides no podían,
ni siquiera con la ayuda de los geonosianos, resistir el ataque de los
clones armados con blásters DC-15, y fueron derrotados. Las fábricas
de droides de Geonosis fueron destruidas o cerradas.
Mientras tanto, muchos geonosianos caían en combate y su planeta
era testigo de una batalla mucho más cruenta de las que había
conocido hasta entonces. Poggle ordenó la retirada de sus guerreros,
lo cual salvó la vida de muchos.
Sin embargo, los líderes del movimiento separatista lograron
escapar hasta una base oculta, y el conde Dooku logró escapar con
los planos de un arma cuya construcción había sido encargada
a los geonosianos. Dooku alcanzó el velero solar interestelar y
escapó de la batalla que, aunque perdiesen los separatistas, declaraba
la victoria estratégica de Dooku al ser capaz de dar inicio a las
Guerras Clon.
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