Durante treinta y cuatro años, Alkhara estuvo con los
b'omarr, saqueando a los incautos granjeros de humedad. Alió su
banda de ladrones con una cantidad de moradores de las arenas, y utilizó
la fuerza y ferocidad de los tuskens para acabar con una guarnición
policial. Después, mató a todos los moradores de las arenas
que le habían ayudado. Cuando los demás moradores quisieron
vengarse de él, Alkhara se ocultó en el palacio de los b'omarr.
Se sabe que Alkhara estuvo en el palacio de los b'omarr un total de treinta
y cuatro años, pero se ignora qué le sucedió
después.
De un modo u otro, este acto traicionero inició el odio
de sangre entre los moradores de las arenas y los humanos. La disputa heredada
continuaría muchos siglos después de la muerte de Alkhara.
Pasarían los siglos, y los moradores aprenderían
que era inútil intentar una guerra abierta para aniquilar a todos
los humanos del planeta, pero su orgullo guerrero les impedía cejar
completamente.
Sobre todo, porque los humanos insistían en meterse en las vidas de los moradores de las arenas. Los moradores veneraban la torre de piedra roja conocida como el Pináculo Sagrado, donde iban a contar historias, realizar rituales secretos y hacer sacrificios, sin meterse con nadie. Sin embargo, la ciudad de Mos Eisley empezó a crecer cada vez más, acercándose poco a poco al Pináculo. Las carreras de vainas se hicieron cada vez más populares, y algunos trayectos pasaban cerca del Pináculo. Los moradores tuvieron que abandonar el Pináculo: Con el ruido de los motores, no había forma de llevar a cabo ninguna ceremonia.
Entonces, Jabba el Hutt construyó el estadio alrededor del Pináculo, dejando, eso sí, el pilar intacto. Los moradores consideraron que esto era un auténtico insulto a sus tradiciones y, en represalia, atacaban periódicamente a los pilotos de vainas. Para esto, se ocultaban en una curva (conocida como Giro de las Dunas del Cañón Tusken, o simplemente Giro Tusken), desde donde disparaban contra los desprevenidos pilotos. Varios pilotos fallecieron debido a estos disparos.
Es irónico que esta clase de actividades agresivas sólo sirviesen para dar notoriedad al deporte, repentinamente más peligroso y por tanto más interesante, y a la especie agresora. Pronto, los tusken se convirtieron en leyenda en otros planetas. Encontramos un club nocturno llamado Oasis Tusken en mitad de Coruscant, decorado con luces multicolor y estatuas de bestias mitológicas. Era propiedad de Yanth el Hutt como parte de sus activos de Sol Negro.
Los tusken aparecen en la literatura galáctica clásica en la historia de Dontavian, un hombre que perdió a su familia, a su país, y a su lealtad. Dontavian se disfrazaba de morador de las arenas en Tatooine para evitar su captura y se mezclaba con las sombras esperando resolver los problemas del mundo desde la oscuridad.
Volvemos a conocer las actividades de los moradores de las arenas poco antes del inicio de las Guerras Clon. Por algún motivo, los tuskens empezaron a atacar las granjas de humedad más alejadas. Una de éstas era propiedad de Cliegg Lars, que vivía allí con su esposa Shmi Skywalker-Lars y su hijo de un matrimonio anterior, Owen. Cliegg y Owen estaban preocupados por los ataques, e hicieron lo posible por proteger su territorio. Sin embargo, Cliegg quitaba importancia a la amenaza para tranquilizar a su esposa y a Beru Whitesun, la novia de su hijo.
Una mañana, Shmi fue a recoger los hongos que crecían en un evaporador de humedad y, cuando estaba a medio camino de regreso, fue atacada por un grupo de caza tusken y secuestrada, probablemente para ser torturada (aunque no está claro qué pretendían sacar exactamente los tusken torturando a Shmi).
Cliegg y Owen reunieron a casi veintiocho vecinos para lanzar un ataque contra el campamento tusken; uno de ellos era Sholh Dorr. Cliegg fue el primero en caer, cuando un delgado alambre entre las dunas le cercenó una pierna. Owen salvó a su padre y regresó. Pero ellos y otros dos fueron los únicos supervivientes de un grupo siete veces mayor. La ferocidad de la defensa tusken les costó demasiado.
Mientras tanto, Shmi, capturada, era efectivamente torturada y sólo pudo resistir aferrándose al recuerdo de su hijo natural, Anakin, que diez años atrás había dejado el planeta para empezar su entrenamiento como jedi. Es posible que este dolor fuese lo que invocó a Anakin a través de su conexión con la Fuerza. De un modo u otro, Anakin viajó hasta Tatooine en busca de su madre.
Cuando encontró a los Lars, Owen y Cliegg le explicaron lo que había sucedido. Anakin fue a buscar a su madre, aún cuando Cliegg le dijo que, después de un mes, era muy improbable que ella hubiese sobrevivido. Sin embargo, Anakin sentía el dolor de Shmi en la Fuerza, y estaba decidido a encontrar a su madre. Owen le prestó un swoop, y Anakin pidió direcciones a un jawa para encontrar el campamento tusken.
Anakin entró discretamente en la tienda donde retenían a su madre y la liberó de sus ataduras, pero ella murió antes de poder ser devuelta a casa. Shmi murió en paz en los brazos de su hijo. Anakin, por el contrario, no conoció la paz. Enfurecido y sin tener miedo a nada, salió de la urtya con sed de venganza, y mató a toda la tribu de moradores de las arenas, incluyendo a mujeres y niños (lo cual parece indicar que Anakin tenía algo de idea sobre las costumbres de los moradores: Las mujeres también son guerreros, y los niños son vengativos).
Se sabe también que el joven monje b'omarr Beidlo quedó huérfano
debido a la acción directa de los moradores de las arenas. Ingresó
en la orden precisamente por eso, porque había perdido a su familia.
Beidlo trabajó durante un tiempo como escolta del shi'ido Mammon
Hoole.
No es el único que perdió a su familia ante los tuskens. La leyenda cuenta que una familia de granjeros de humedad murieron en un ataque tusken, y que sólo les sobrevivió su joven hijo. El niño sería criado por los jawas, y se convertiría en el experto rastreador Sardu Sallowe.
Años después, Hoole haría un informe antropológico
sobre las razas que pueblan Tatooine, incluyendo a los moradores de las
arenas que habían matado a la familia de su antiguo escolta.
Antes de la batalla de Yavin, los tusken atacaron al joven Biggs Darklighter. Para poder llevarle a un centro médico a tiempo, el amigo de Darklighter, Luke Skywalker (hijo de Anakin Skywalker) tuvo que arriesgarse a pilotar a través del Corte del Diablo, una sección del Cañón del Mendigo por donde nadie había volado jamás.
La cultura tusken es mucho más compleja de lo que podía
preverse. Fue un cazador de ratas womp llamado Wenny Boggs quien escuchó
una extraña y seductora canción cuando se había perdido
en desierto y, al seguirla, descubrió que era cantada por un tusken
con voz triste, que se había quitado las vendas del rostro (Afortunadamente,
el tusken no miraba hacia Boggs, así que no le descubrió;
al mismo tiempo, Boggs no pudo ver el rostro del tusken). Se trataba de
el canto quejumbroso por un compañero muerto, y Boggs no pudo evitar
sentirse emocionado.
Una de las apariciones históricas más destacadas
de los moradores de las arenas tuvo lugar durante los acontecimientos que
llevarían a la victoria aliada en Yavin. Es bien sabido que el granjero
Owen Lars, en compañía de su sobrino supuestamente adoptivo,
Luke Skywalker, adquirió dos androides a un grupo de jawas. Uno
de los androides, un astromecánico identificado como R2-D2, logró
escapar de Lars y de Skywalker durante la noche, y se adentró en
el desierto en busca de Obi-Wan Kenobi. Skywalker, junto con el otro androide,
C-3PO, partió poco después tras él; no le siguieron
por la noche porque Skywalker temía a los moradores de las arenas.
La búsqueda de R2-D2 les llevó hasta las tierras
de Jundlandia, donde los moradores de las arenas lograron encontrarles.
Un morador, RR'uruurr, logró herir a
Skywalker, y C-3PO resbaló incapacitándose él solo.
R2-D2 logró esconderse.
Los moradores de las arenas se dirigieron al vehículo
de Skywalker con el fin de saquear las pertenencias que les interesasen
(Era difícil encontrar algo interesante en ese speeder), pero de
pronto oyeron el rugido de un dragón krayt.
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