"No eres la primera en desafiarme, Ceh'let. He aplastado a todos los que se han opuesto a mí, como te he aplastado a ti,… ¡como aplastaré a esos obstáculos para mi voluntad, los Je'daii! Arrasaré Tython hasta que se someta y entregue la Puerta del Infinito. Yo tendré Tython, y ella renovará mi poder. Y entonces yo tomaré cualquier cosa que desee…" (Skal'nas)
Ésta es la historia del Predor Skal'nas, jefe feudal de los rakata en los tiempos del Imperio Infinito. Hábil para el combate y para la traición, con grandes poderes y conocimientos del lado oscuro de la Fuerza, Skal'nas era una amenaza para cuantos le conocían: Incluso los otros rakatas le consideraban despiadado, y eso es decir algo.
Skal'nas tenía ojos amarillos y piel rojiza. Todos sus dientes habían sido afilados artificialmente. Su arma de elección era un sable de fuerza de color dorado, pero habitualmente acababa con sus enemigos cercanos usando sus múltiples poderes de la Fuerza, incluyendo telekinesis y relámpagos del lado oscuro. Otros dones de Skal'nas incluían la capacidad de percibir las emociones de otros seres, con lo que reconocía amenazas antes de que éstas se diesen cuenta de que se habían convertido en presas.
Skal'nas empezó su carrera en un nivel bajo, y ascendió peleando hasta alcanzar el prestigioso rango de Predor. En el proceso, se ganó una cicatriz diagonal en el rostro, y su piel se arrugó por la edad. También obtuvo importantes beneficios, como un centro de mando a la orilla del Mar Blud'nach en el planeta Byss, un centro de poder del Imperio Infinito en la zona de la galaxia llamada Núcleo Profundo desde donde los ejércitos rakata exploraban la zona y saqueaban sus riquezas.
Predor Skal'nas
Uno de los subordinados de Skal'nas era el ambicioso Predor Tul'kar, que aspiraba al puesto de Skal'nas. Tul'kar había elegido y entrenado a un esclavo humano llamado Xesh para convertirlo en un excelente luchador, general y Sabueso de la Fuerza capaz de rastrear mundos fértiles que los rakata podían saquear.
Skal'nas tenía su propio Sabueso de la Fuerza antes, Isk, al que había criado desde su nacimiento para que fuese de los mejores. En un combate ritual, Xesh demostró públicamente ser mejor que Isk y, tras vencerle, avergonzó al esclavo y a su amo al negarse a darle muerte en combate. Isk sufrió una ejecución vergonzosa y lenta a manos de su enfadado dueño.
Xesh prevaleció en duelo justo contra otro Sabueso, su amiga Trill, y Tul'kar regaló a la perdedora a Skal'nas para que el Sabueso de éste fuese de peor calidad que el suyo propio. Este acto, que había sido idea de Xesh, era a la vez una muestra de respeto e insolencia de Tul'kar hacia Skal'nas. Skal'nas no podía requisar al Sabueso más valioso sin enfrentarse a Tul'kar, algo que no estaba dispuesto a hacer por un mero esclavo.
Skal'nas tenía problemas aún más graves de los que preocuparse. Él había descubierto que los rakata estaban perdiendo poco a poco su conexión con el poder de la Fuerza, a lo largo de las generaciones. Los rakata cada vez más daban órdenes a sus esclavos en vez de utilizar la Fuerza para sus fines, y esto era peligroso a la larga, porque toda la civilización y tecnología rakata se basaba en su dominio sobre la Fuerza.
Skal'nas conocía leyendas antiguas de los rakata, de los tiempos antiguos en que los rakata habían combatido a la especie kwa para intentar hacerse con la tecnología kwa de las Puertas del Infinito que éstos usaban para viajar de un planeta a otro. Los kwa habían destruido o desactivado sus Puertas para impedir que cayesen en manos rakata, pero las tradiciones rakata mencionaban la Puerta Suprema, que permitía viajar a cualquier mundo aunque no hubiese otra Puerta al otro lado y que es podía activar utilizando un sigilo concreto. Skal'nas relacionaba este mito con otro según el cual, cuando la Fuerza fallase a los rakata, éstos podrían encontrar un mundo rico que les renovase y que hospedase una Puerta del Infinito.
Pero, ¡ay!, los intentos de Skal'nas por encontrar tal planeta habían sido ineficaces. Su Sabueso Trill no lograba dar con ese mundo que, irónicamente, no estaba tan lejos de la fortaleza de Skal'nas en Byss. Se encontraba en el Núcleo Profundo, que después de todo era una zona difícil de navegar, y se llamaba Tython.
Tython había sido colonizado en 36.000 abY por ocho naves llamadas Tho Yor que habían reclutado usuarios de la Fuerza por la galaxia y después habían sido enterradas en el planeta. Los colonos tythanos crearon una cultura razonablemente pacífica dedicada a investigar el poder de la Fuerza, la Orden Je'daii. Tython no se oponía al contacto con otros sistemas planetarios, pero éste no era fácil en una era de viaje sublumínico. Ahora bien, el poder de la Fuerza concentrado de todos los Je'daii causaba tales anomalías que la mayoría de Sabuesos de la Fuerza eran incapaces de encontrar el sistema: Pese a sus mejores esfuerzos, Trill era capaz sólo de asegurar la existencia del sistema, pero no de guiar a los rakata hasta allí. Skal'nas concluyó que necesitaba un Sabueso mejor: Necesitaba a Xesh.
En el año 25.793 abY, Skal'nas había puesto un espía entre los ejércitos de Tul'kar: El Predor Ore'mun fingía obedecer a Tul'kar pero en realidad pretendía derrocar a Tul'kar y ocupar su puesto. Tul'kar, guiado por Xesh, llevó a sus ejércitos (y a Ore'mun) a conquistar el planeta Tatooine. Tul'kar había descubierto la traición de Ore'mun y sólo esperaba el momento de acabar con él.
Skal'nas envió a Tatooine un mensaje, exigiendo que Tul'kar viajase a Byss de inmediato para recibir nuevas órdenes de su Predor. Tul'kar recibió este mensaje con desagrado, pues tendría que dejar atrás el mundo invadido antes de recaudar el tributo merecido. Como Ore'mun había transmitido el mensaje, Tul'kar asesinó al espía por sus infracciones y para no dejarlo atrás; pero por supuesto puso rumbo a Byss con su Sabueso.
Skal'nas recibió a Tul'kar y a Xesh en su sala de audiencias, con Trill vigilando. Sin revelar sus auténticas motivaciones, Skal'nas exigió el uso temporal de Xesh para encontrar el planeta que Trill era incapaz de ubicar. Skal'nas habló directamente a Xesh, que se jactó de ser capaz de lograr lo que era imposible para Trill. La Sabueso se ofendió tanto que atacó físicamente a Xesh, sólo para ser rápidamente derrotada. Xesh se preparó para matarla, pero Skal'nas separó a ambos con su telekinesis. Incluso así, Skal'nas había sido ridiculizado, y Tul'kar se burló de él.
El rakata subordinado exigió a Skal'nas derecho de conquista sobre el planeta que Xesh encontrase, y Skal'nas capituló en esto… o eso dijo. En realidad, Skal'nas estaba harto de Tul'kar y pretendía aprovechar la ocasión para librarse de él. Además, no iba a dejar un mundo tan valioso en manos de Tul'kar.
Así que, en cuanto Skal'nas tuvo acceso a Xesh, no sólo le puso en el Potro Mental para mejorar su capacidad de rastreo, sino que usó sus poderes para implantarle sugestiones hipnóticas. Convirtió a Xesh es un agente secreto con órdenes homicidas: En cuanto la nave de Tul'kar estuviese lo bastante cerca del mundo codiciado, Xesh debía sabotearla para que cayese envuelta en llamas. Xesh entonces acabaría con la tripulación rakata, con los esclavos a bordo y, sobre todo, con la vida de Tul'kar, antes de escapar para aprender todo lo posible sobre los nativos. Después de eso, Skal'nas sólo tendría que seguir el aparato de rastreo de la nave de Tul'kar para encontrar el planeta.
El poder de Skal'nas era tal que Xesh no recordaría servirle ni siquiera después de destruir la nave; ni tampoco tendría recuerdos muy claros sobre su vida como esclavo de los rakata (Ni siquiera recordaba a Trill). De ese modo, cuando se infiltrase entre los nativos del planeta, no les podría dar mucha información sobre los rakata.
Skal'nas tenía grandes poderes de la Fuerza
El plan de Skal'nas tuvo éxito en ese sentido: Xesh mató a Tul'kar y a los otros tripulantes de la nave Devorador, que se estrelló en Tython. Después, confuso, Xesh entró en contacto con los nativos Je'daii, ganándose la confianza de tres jóvenes Je'daii, además de haber sido detectado por el Je'daii humano demente Dagen Lok, que había sido encerrado por acercarse demasiado al Lado Oscuro de la Fuerza (En esa época los Je'daii encerraban a quienes se alejasen del equilibrio en cualquiera de los dos sentidos).
Los más veteranos Je'daii, Rangers y Maestros, sin embargo, no eran tan cándidos como sus aprendices y comprendieron que Xesh podía ser un explorador de una fuerza invasora. La brutalidad mostrada por Xesh, motivada por su cultura, les convenció para que encerrasen al recién llegado por ser una amenaza, aún comprendiendo que eso podría no ser culpa de Xesh.
Mientras tanto, Skal'nas siguió el aparato de rastreo del Devorador y encontró Tython, ¿verdad? Pues no. Por algún motivo, Skal'nas no pudo hacer esto. Él especulaba que Tul'kar habría apagado la máquina desafiando a su Predor; también es posible que la destrucción de la nave hubiese dañado el chisme ése.
El Predor Skal'nas, enfurecido, torturó a Trill lanzándola telekinéticamente a su alrededor mientras la criticaba por no ser tan eficiente como Xesh y amenazaba con comérsela (Los rakata eran famosos por comerse a la gente que les caía mal, de cualquier especie); Skal'nas también maldijo a Tul'kar y exigió su cabeza.
Trill ofreció una opción a Skal'nas: Ella no podía rastrear el planeta pero sí podía encontrar a Xesh, su viejo compañero, si éste seguía vivo; después de todo, si el plan de Skal'nas había resultado, entonces ése debía ser el caso. Skal'nas aceptó entregar a Trill una nave exploradora con un robot copiloto. Skal'nas además reveló a Trill uno de sus secretos: Le habló del control mental realizado a Xesh y de cómo éste estaba parcialmente amnésico. Si todo iba según lo previsto, cuando Trill encontrase a Xesh, él sería incapaz de reconocerla.
Trill llegó al sistema Tython y, fingiendo no tener poderes, se infiltró entre los Je'daii. Un grupo Je'daii estaba intentando recapturar a Xesh, que había huido de su prisión aliándose con Dagen Lok. Lok ahora intentaba que el sistema Tython reuniese un ejército para enfrentarse a la inminente invasión rakata, una opinión que los Je'daii encontraban innecesariamente alarmista. Los Je'daii admitían estar ante el primer contacto con una especie desconocida y estaban investigando todo lo posible sobre este tema, pero no creían estar en peligro. Trill preparó un informe para Skal'nas incluyendo esta información, así como las coordenadas de Tython, y se lo hizo llegar con un pequeño aparato.
En cuanto Skal'nas recibió el mensaje y supo dónde estaba el sistema Tython, preparó su flota para ir a la guerra. El Predor prometió a los rakatas un gran premio, y después de todo el Imperio Infinito jamás había sufrido una derrota.
Al recibir el mensaje de Trill, Skal'nas puede lanzar su invasión
Las naves rakata a las órdenes de Skal'nas golpearon con furia el puesto avanzado en la periferia del sistema, Puertas de Furia, y después conquistaron los dos mundos gigantes más externos del sistema, Obri y Mawr, y sus lunas. Cada planeta que conseguían conquistar quedaba en ruinas y su población era esclavizada. Teniendo al fin un puesto avanzado, los rakata iniciaron su ataque contra el codiciado planeta Tython, quinto desde el sol.
Tython se les resistió, así que Skal'nas retrocedió hasta el octavo mundo, el prístino y boscoso Ska Gora. Skal'nas logró tomar ese planeta, al coste de muchas vidas je'daii, y construyó allí su propia base secreta en un lugar llamado Valle de Kraau. Los rakata llevaban allí a los je'daii capturados para encerrarlos en cápsulas llamadas "unidades de esclavo" para que generasen energía mientras la tecnología rakata asolaba el planeta.
Los actos de Skal'nas sembraron la alarma en el sistema; ya nadie negaba el conflicto. Los je'daii tuvieron que dar la razón a Dagen Lok y ponerle al mando de sus tropas, y también empezaron a construir Sables de la Fuerza según las indicaciones de Xesh. Los Videntes Je'daii proporcionaban valiosa información sobre los movimientos enemigos. Sólo tras la brutal captura de Ska Gora, los habitantes de otros planetas reconocieron el peligro y se unieron a los Je'daii para defender sus mundos.
Los rakata lograron tomar el séptimo planeta, Shikaakwa, y Skal'nas cedió el control de ese orbe a la Sub-Predor Ceh'let. Aunque Ceh'let tenía importantes activos militares, ella fue incapaz de impedir que los Je'daii recuperasen el planeta en una compleja batalla. Cuando Ceh'let ya había perdido a la mitad de sus fuerzas en emboscadas, contactó con Skal'nas por videoconferencia para informarle. Skal'nas, insatisfecho, exigió a Ceh'let que obtuviese una victoria aunque fuese por guerra de desgaste; pero él acabó reconociendo que no era posible y ordenó retirar las tropas a Ska Gora; los soldados mutantes Incursores de Carne cubrirían su retirada. Skal'nas ya entonces pretendía castigar a Ceh'let.
Tras la victoria Je'daii, Ceh'let fue a la sala de audiencias de Skal'nas en su guarida. El Predor había convocado a otros generales rakata por videoconferencia para que fuesen testigos del encuentro. Ceh'let audazmente desafió la autoridad de Skal'nas, responsabilizándole de las derrotas sufridas e incluso sugiriendo que Skal'nas podía estar enviando información a los Je'daii. Skal'nas apagó los monitores y se dirigió únicamente a Ceh'let.
El Predor explicó a Ceh'let la importancia de la misión. Reveló que había descubierto la creciente ceguera de los rakata a la Fuerza, y que, según él sospechaba, Tython era el mundo profetizado que revigorizaría el poder de los rakata con una Puerta del Infinito de los kwa, que sin duda estaba oculta en algún lugar del planeta. Skal'nas incluso le dijo que aspiraba a ascender a Supra-Predor cuando encontrase ese tesoro. Ceh'let creyó erróneamente que Skal'nas le revelaba esto para que ella fuese su reina; en realidad, Skal'nas pretendía asesinar a Ceh'let, y antes le revelaba lo que ella acababa de perder por mero placer sádico. Skal'nas electrocutó a Ceh'let, que no había sido la primera en desafiarle ni la primera en morir por ello.
Skal'nas mata a Ceh'let
Los rakata enviaron un emisario a contactar con el magnate de Shikaakwa, el twi'lek "Buey" Ryo, en un intento de negociar; falsamente, el mensajero dijo a Ryo que los rakata sólo querían el planeta Tython y que, si los Je'daii lo entregaban, dejarían en paz los otros mundos. Los Je'daii interceptaron al agente y Ryo no tuvo siquiera la oportunidad de pactar.
Xesh preparó un plan con los Je'daii, basándose en que los rakata se creían invencibles y en que su jerarquía se basaba en un equilibrio de desconfianza. Si lograban matar al Predor Skal'nas, los sub-predors se atacarían abiertamente entre sí en un intento de ascender, dejando su máquina bélica descabezada. Skal'nas había sido lo bastante astuto para ocultar su ubicación exacta; los Je'daii sólo habían descubierto, a través de espías del planeta Nox, que él estaba en Ska Gora. Xesh sin embargo tenía la capacidad de rastreo de un Sabueso de la Fuerza y, sumergiéndose en la oscuridad en un minuto, descubrió que la guarida de Skal'nas estaba en Kraau.
Gracias a esta información, los Je'daii y sus asociados empezaron a preparar un ataque contra Ska Gora. Entre estos confederados estaba, sin embargo, una espía de Skal'nas: Trill, que llevaba meses infiltrada. Ella contactó por holograma con Skal'nas y le advirtió del inminente ataque. Se ofreció a sabotear el plan, pero Skal'nas pretendía poner otra trampa distinta a los Je'daii. También advirtió a Trill de que dudaba de su lealtad, puesto que los Je'daii habían obtenido demasiadas victorias pese a que ella tenía órdenes de perjudicarles.
Skal'nas preparó emboscadas para cuando atacasen los Je'daii, y efectivamente consiguió su objetivo: Los Je'daii bombardearon el Valle de Kraau para eliminar toda defensa antes de iniciar el ataque en tierra, pero los soldados de Skal'nas habían esperado protegidos del ataque aéreo. Aunque Skal'nas había revelado que tenía un espía, también había dejado a los Je'daii contra las cuerdas, y varios de los líderes Je'daii fueron capturados… entre ellos, Xesh y Lok, merced a la cuidadosa traición de Trill.
Mientras Trill torturaba a Lok, Skal'nas llevó a Xesh al Potro Mental para torturarle y así averiguar cómo sabían los Je'daii dónde iba a golpear Skal'nas. En un intento de resistir, Xesh se centró en el lado luminoso de la Fuerza, que los rakata desconocían y que los Je'daii le habían enseñado; pero Skal'nas le recordó que Xesh había causado tal destrucción que, si los Je'daii la descubrían, quedarían horrorizados. Finalmente, Xesh desistió, se sometió a su amo Skal'nas y le habló de los Videntes Je'daii. También le contó que Dagen Lok había predicho la llegada de los rakata al contemplar el enloquecedor misterio en el fondo del Abismo de Anil Kesh, en Tython.
Skal'nas fue con Xesh a ver a Lok, y exigió a Lok que le revelase los detalles de su visión. Lok al principio se negó, pero Xesh, a las órdenes de Skal'nas, entró en la mente de Lok con un truco que el propio Lok le había enseñado. Skal'nas comprendió entonces que la Puerta del Infinito de los kwa estaba en el fondo del Abismo.
Antes de ir a por la Puerta, Skal'nas tenía que ocuparse de los Videntes para que sus ejércitos tuviesen una oportunidad. Skal'nas llevó a Trill y Xesh a otra sala, y usó a sus Sabuesos como conducto y amplificador de su poder para atacar a todos los Videntes simultáneamente. Como resultado, los Videntes perdieron la capacidad de usar la Fuerza, y de paso la vista. Una vidente twi'lek, Tasha Ryo, tuvo sin embargo una visión final decisiva: Supo que Xesh había vuelto al bando rakata y que los rakata iban a Anil Kesh. Eso permitió a los Je'daii prepararse en lo posible.
Un efecto secundario del uso de este poder fue que Skal'nas pudo revigorizar a sus soldados Incursores en Ska Gora, que continuaron su ataque con fuerza.
La batalla de Tython estaba a punto de empezar. Las naves, rakata, lideradas por Skal'nas en persona desde el Expoliador, se enfrentarían a la fuerzas je'daii bajo el mando del Maestro Ketu. Los ejércitos de los Mundos Colonizados intentaron emboscar a los rakata desde la luna Ashla, pero los rakata previeron esa maniobra y les masacraron. Las naves rakata empezaron el ataque de superficie bombardeando un Templo Je'daii de Tython, pero Skal'nas ordenó detener este fuego porque quería el Templo intacto. De todos modos, las naves je'daii fueron incapaces de impedir que los rakata llegasen a la superficie.
Skal'nas a la conquista de Tython
Skal'nas puso a Trill al mando de los Incursores, aunque ella habría preferido mantenerse al lado de su amo como su Sabueso. Skal'nas despreció a Trill tomando a Xesh como su Sabueso. Trill concluyó que Skal'nas la había enviado en una misión suicida, pero decidió impresionar a su amo con una brutal victoria para poder batirse después contra Xesh. La rabia con que atacaban las fuerzas rakata y las muertes de todos los usuarios de la Fuerza causaron terremotos y otras catástrofes en el planeta.
Skal'nas reconoció ante Xesh y Lok que en realidad la batalla era irrelevante y que él estaba buscando el Abismo. Lok sin embargo se negaba, pertinaz, a revelar a Skal'nas qué había visto en el Abismo. Xesh, totalmente leal a Skal'nas, negó a Lok ayuda y esperanza; y Skal'nas hizo que los tres viajasen en una lanzadera hasta estar cerca del Abismo. Xesh hizo que llevasen dos mochilas voladoras y unos grilletes rakata.
En cuanto aterrizaron, Skal'nas percibió la inusual energía que le envolvía. Lok admitió que había una barrera en el Abismo: Los Je'daii que la cruzaban, enloquecían; quienes no tenían poderes de la Fuerza, perdían la mente o la vida; y ni siquiera los objetos inanimados podían cruzarla impunemente. Skal'nas estaba seguro de que ocultaba la Puerta Suprema. Skal'nas y Xesh descendieron en mochilas voladoras, dejando a Lok encadenado a una roca para que los Incursores dieran cuenta de él.
Skal'nas y Xesh llegaron al fondo del Abismo, sólo para descubrir que Lok se había liberado y les había seguido con la ayuda de otra Je'daii, la dathomiri Shae Koda, que había mantenido una relación romántica con Xesh. La montura de Koda, la rancor-dragón Butch, especialmente afectada al cruzar la barrera, huyó del abismo volando hacia arriba; pero Koda y Lok atacaron a Xesh y a Skal'nas, en sendos duelos singulares.
Lok se jactó de haber prevalecido contra otros déspotas en el pasado, pero Skal'nas no estaba impresionado pues él se creía superior a los seres de otras especies, y personalmente a la mayoría de otros rakatas. Lok intentó atacar a Skal'nas con poderes mentales, pero Skal'nas tenía una mente especialmente horrible que había percibido muchas muertes. Lok se sintió abrumado por ese horror y quedó paralizado. Comprendiendo su ventaja, Skal'nas sonrió y disparó al indefenso Je'daii, que había caído de rodillas.
Mientras tanto, Koda también intentaba llegar al interior de Xesh, apelando a lo que él había aprendido y sentido con los Je'daii. Logró convencerle de que podía elegir ser el esclavo de Skal'nas o un hombre libre; y de que Skal'nas podría haberle mentido.
Skal'nas, viendo que Xesh seguía luchando, le ordenó que acabase con su enemiga y, sin prestarles más atención, el Predor rakata se acercó a la Puerta del Infinito y la activó, obteniendo la capacidad de ir a cualquier punto de la galaxia. Koda recordó a Xesh su amor, y entonces Skal'nas, impaciente, electrocutó a Koda con relámpagos del lado oscuro. Insistió en que el amor era una mentira. Horrorizado, Xesh atacó a Skal'nas con su sable, sólo para que el Predor detuviese sin dificultad ese torpe ataque. Xesh no era rival para él. Skal'nas creía haber ganado la guerra.
 Pero no todo el universo estaba en el lecho del Abismo. En la superficie, la Vidente ciega Tasha Ryo y sus asociados habían obtenido información de un holocrón kwa y descubierto que había una contramedida automatizada que los kwa habían dejado en Tython. Los Je'daii podían activar las inmensas naves-colonia Tho Yor y usarlas como arma contra los rakata, a cambio del sacrificio voluntario de Ryo. Por supuesto, ella aceptó.
Las Tho Yor dispararon destructivos rayos de energía no sólo contra las naves rakata que estaban atacando, sino también contra la Puerta del Infinito en el fondo del Abismo. La reliquia fue destruida ante los horrorizados ojos de Skal'nas. Xesh instó a Skal'nas a que reconociese su derrota y admitió estar rebelándose contra él. Como Skal'nas no se rindió, Xesh tuvo que perforar su vientre con su espada, y Skal'nas cayó en los restos de la Puerta, derritiéndose y ardiendo hasta dejar atrás sólo los huesos. Cuando Skal'nas ya había expirado, Xesh renunció a la designación que le habían dado los rakata y adoptó el nombre que le había puesto Koda: Tau. El Abismo se derrumbaba, pero Koda y Lok se recuperaron y pudieron ser evacuados por Butch, que había vuelto a rescatar a su ama.
Como Xesh -perdón, Tau- había predicho, la flota rakata había percibido la muerte de su comandante en jefe y se retiró, con los Sub-Predors vueltos unos contra otros. Mientras las naves huían del sistema Tython, las naves tythanas acabaron con ellas. Las fuerzas de tierra también habían sido derrotadas, y Trill fue capturada.
El gran triunfo ansiado por Skal'nas nunca llegó a tener lugar. Tython se mantuvo libre y, con el paso de las generaciones, los rakata perdieron definitivamente sus poderes de la Fuerza. Debilitados, perdieron el Imperio Infinito, sucumbieron a la barbarie y finalmente se extinguieron. Los descendientes de sus esclavos prosperaron como civilizaciones libres. El fracaso de Skal'nas fue completo.
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