LOS JAWAS

¡Utinni!
Miembros notorios | Las aventuras de Het Nkik

Los Jawas


 

Era la primera vez que un humano podía oír esa palabra, y aún estaba preguntándose qué querría decir el pequeño alienígena que la pronunció, cuando varios otros alienígenas similares surgían de entre las dunas y cañones del árido planeta para reunirse con su compañero.

Las pequeñas criaturas nativas del sistema J11.9 vestían toscos ropajes con capuchas, tejidos a mano para protegerse del sol, y aunque ocultaban sus rostros bajo las sombras de sus capuchas, los colonos humanos ya podían ver cómo sus ojos brillaban en las tinieblas. Además, también empezaron a percibir un olor característico que suele acompañar a los jawas, un olor que, para los estándares de la mayoría de las especies, es poco menos que repugnante (Esto ha ayudado a que, víctimas del racismo y la incomprensión de muchas especies, los jawas sean considerados nocivos, pese a que no hay ninguna prueba fehaciente de que lo sean).

Dathcha, un jawa con una de sus armas autofabricadasCuando los humanos intentaron averiguar qué se ocultaba bajo esas capuchas, los jawas se alejaron de las curiosas manos rosadas. Aún hoy, muy poca gente ha visto el aspecto que tiene un jawa sin su capucha y, aunque algunos xenólogos conjeturan que la especie podría tener orígenes humanos, la mayoría de las fuentes apuntan a que son probablemente roedores de un metro de altura como media. Además, aún cuando se les quitase la capucha, se dice que los jawas llevan debajo una máscara de arena para proteger sus rostros del clima desértico. Se han hecho pocos estudios médicos sobre los jawas, pero en la actualidad conocemos algunos datos, como su temperatura corporal, que asciende a los 116 grados.

Los humanos, liderados por Melnea Arnouth, habían alcanzado el sistema con el objeto de colonizarlo para la República. El planeta Tatooine, único mundo habitable del sistema Tatoo, estaba localizado en el sector Arkanis, cerca de Pirotek y Ryloth, pero a 43000 años-luz del núcleo galáctico. Era un importante nexo hiperespacial para acceder a mundos como Coruscant o Corellia y, según un joven Anakin Skywalker confesó a su diario infantil, algunos creen que está cerca de otras galaxias.

       Escucha la voz de un Jawa

       Escucha la voz de un Jawa

Pero, pese a su disposición hiperespacialmente estratégica, Tatooine es un lugar bastante inhóspito. Bastante más cerca que Ryloth y Coruscant, están sus soles gemelos, G1 y G2, conocidos en la actualidad como Tatoo I y Tatoo II, que proporcionan un calor constante y que muchas especies, como los mon calamari, consideran inaguantable. Interminables sequías y tormentas de arena amenizan las catástrofes.

De cualquier modo, los colonos se enfrentaban a problemas más graves que su comodidad: La nave colonizadora, la Reina Viuda, se había estrellado en el aterrizaje, y estaba claro que iban a pasar algún tiempo en el planeta que, de todos modos, habían elegido para vivir. Arnouth era una mujer fuerte y decidida, y las dificultades no le impidieron reunir a su gente y formar el primer asentamiento de la República en Tatooine: Bestine.

Los colonos no esperaban encontrar especies humanoides en J11.9, y la presencia de los jawas les pilló por sorpresa, pero Arnouth abrió el diálogo con ellos, y después de cierta reticencia inicial, los jawas aceptaron colaborar con los recién llegados, y les enseñaron la base de su dieta, la "hubba" ("báculo de la vida" en lengua jawa), una fruta redonda y amarilla que crece a la sombra de los acantilados y cuyas fibras internas contienen mucha agua (Sin embargo, la hubba es bastante indigesta para los humanos, como sucede con otra bebida jawa, el zumo de ganno). En señal de buena voluntad, los jawas devolvieron a Arnouth un droide de protocolo de la serie 2PO que había sido robado (Aunque no puedo afirmar que los ladrones hubiesen sido los jawas). Con la colaboración de los minúsculos nativos, Bestine prosperó, y en la actualidad es la capital del planeta, a 200 km al oeste de Mos Eisley.

Se acuñó el nombre de Tatooine para el planeta a partir de las palabras que utilizaban los jawa para referirse a él: Tah doo Een e. El significado que puede tener esta expresión en lengua jawa es, hasta el momento desconocido.

Cuando la habitabilidad del planeta demostró ser viable, se fundaron nuevos asentamientos, como Fuerte Tusken, al borde de las llanuras de Jundland y en la actualidad abandonado después de un ataque; Arnouth, una comunidad granjera de 350 seres al sur de Bestine; y Motesta, entre las llanuras de Jundland y Mos Eisley por el paso Arnouth, a dos horas y media de Anchorhead en un deslizador contemporáneo.

Tatooine, el planeta natal de los Jawas

La meta de los colonos era establecer minerales para su manufactura, y había traído unos recolectores de mineral corelianos para tal efecto. Pronto se extrajeron suficientes minerales para construir una estación espacial, Tatoo III. Tatoo III, sin embargo, fue destruída cuando la nave Nirvano Obvio colisionó con la estación. La investigación abierta posteriormente demostró que las materias primas utilizadas, los minerales de Tatooine, tenían extrañas propiedades magnéticas que los hacían inútiles para la mayoría de las metas rentables. El resultado fue que el Nirvana Obvio encontró con un inmenso imán y ninguno de los dos sobrevivió a la colisión.

Por supuesto, a nivel económico, Tatooine pasaría tiempos muy difíciles. No era ni de lejos tan rentable como se esperaba, sino que los colonos estaban ante lo que probablemente fuese un fracaso. Los mineros se tuvieron que reconvertir en granjeros de humedad. Los recolectores de mineral corelianos, a veces llamados reptadores mineros, fueron abandonados.

Pero a los jawas les importaba bastante poco la política intergaláctica, y lo único que vieron fue cómo esos extraños alienígenas abandonaban sus máquinas, unas máquinas en perfecto estado... de las que se adueñaron; sus ruedas de oruga las hacían perfectas para atravesar los desiertos. Y no solo eso: Su inmenso tamaño los convertía en almacenes. Además, los jawas tenían varios enemigos naturales en Tatooine, como los moradores de las arenas y los dragones krayt, y los jawas, cobardes natos que sólo luchan en defensa propia y como última salida, vieron cómo a menudo bastaba la protección de las paredes de un reptador para que sus depredadores se cansasen y se marchasen, excepto en situaciones muy específicas. Los jawas habían encontrado el lugar perfecto para vivir.

Cada tribu jawa se quedó con un "reptador de las arenas", en cuyo interior cabían unos trescientos individuos y aún sobraba algo de espacio. Era perfecto para una sociedad tan gregaria como la jawa, que tiene no menos que cuarenta y tres términos para describir las relaciones familiares que tan cuidadosamente registran.

De hecho, con el paso del tiempo, el estilo del reptador de las arenas sería copiado en el resto de la galaxia: TaggeCo desarrolló un reptador clase Agrimensor de cuarenta metros, con capacidad para veintiséis pasajeros y hasta veinte toneladas de carga, que es básicamente una versión pequeña del reptador de las arenas jawa.

Antiguo recolector de mineral reutilizado por los Jawas

Ocasionalmente, los jawas también utilizan como bestias de carga y transporte personal rontos, enormes bestias saurópadas con una pareja de crestas óseas en la cabeza y que se adaptan bien a los climas secos. Son fáciles de entrenar, pueden cargar cientos de kilos de equipo, tienen un olfato lo bastante agudo para oler a un dragón krayt a un kilómetro, y su mero tamaño basta para asustar hasta a los moradores de las arenas, pese a que ellos mismos son muy asustadizos. Los rontos se suelen llevar bien con sus amos.

       Sonido de un reptador de las arenas

Los jawas aprendieron rápidamente las artes del comercio para tratar con los humanos y otros alienígenas. Aunque pueden hablar el idioma Básico de la galaxia, los jawas prefieren utilizar su propia lengua, tan compleja que hace que sea muy difícil entender lo que están diciendo, a menos que ellos deseen ser entendidos. Se sabe que un humano que quiera aprender a hablar jawano, antes tiene que aprender el jawano castrapo utilizado para los negocios.

Apenas conocemos unas pocas expresiones en jawano. Sabemos que hkedd significa "oreja" y theek significa "¡corre!". Aparte de eso, podemos decir Dinkle obwegadada, Nekkel juuvar obwegadada o Hkeek nkulla, tres expresiones a la cual más malsonante.

Los pequeños jawas son seres supersticiosos, politeístas que adoran principalmente al Gran Jawenko. Las leyendas son frecuentes: Se dice que los jawas no se acercan a los restos del Mensajero Athalliano, una nave que colisionó en el desierto de Tatooine cuarenta años antes de la batalla de Yavin. Los jawas creen que algo maligno habita dentro del destrozo, puesto que varios buscadores de tesoros entraron en el Mensajero y nunca se les volvió a ver.

Los jawas valoran la piel escamosa y amarillenta del raivor, un inmenso reptil que vive en la misma zona (Una subespecie de coloración más oscura habita en las montañas). Los jawas consideran que la piel del raivor es un material duro y resistente, muy útil para hacer ropa y herramientas.

Por algún motivo, los jawas tienen cierta facilidad para comprender el funcionamiento de la tecnología, en particular robótica (Aunque también han desarrollado su propia variante de cerveza). Muchos clanes descubrieron que era negocio encontrar maquinaria abandonada en mal estado, perdida por esos desiertos que ellos tan bien conocen, y repararla en sus reptadores para posteriormente revenderla a los humanos y demás alienígenas. Los jawas también descubrirían que, a menudo, los droides no se consideraban "maquinaria abandonada en mal estado", y había que... convencerles. Los jawas acababan de entrar en el mundo de los negocios sucios.

No voy a decir que los jawas tengan los conocimientos y habilidad técnica de un ingeniero superior en robótica; normalmente, su concepto de reparar un droide consiste en hacer que sea capaz de tenerse en pie hasta que se lo puedan colocar a algún comprador ingenuo. Muchos creen la mayoría de los sistemas de un droide reparado por un jawa se mantienen en su sitio con cinta aislante o chicle (Pero esto también se dice del Halcón Milenario, así que...).

Si bien la recolección (o captura ocasional) de la maquinaria suponía dificultades de transporte, puesto que un solo jawa no puede cargar con el peso de un droide muy grande, los reptadores de las arenas ponían una fácil solución a la hora de introducir las máquinas en sus entrañas: Tubos elevadores. Se trataba de unos tubos cilíndricos pensados para introducir carga en el vehículo, que están presentes en otros transportes, así como en algunas naves y edificios. Suelen utilizar repulsores o vacío para levantar o soltar la carga, y los que incluían los reptadores eran utilizados originalmente para recoger los minerales, con tristemente pocas medidas de seguridad.

Los jawas diseñan también sus propias armas, mezclas de otras tecnologías, e incluso llegaron a diseñar un arma característica, en la actualidad casi un símbolo para su raza, cuya principal utilidad es desactivar droides.

Pistola de ionización jawa

El arma, conocida como "pistola de ionización", descarga un rayo de iones que ioniza los circuítos del droide, desactivándolo temporalmente. El principio en el que se basa es similar a aquél utilizado para desactivar sistemas de astronaves o vehículos terrestres con impulsos electromagnéticos, e incluso visualmente sus efectos son similares. Sin embargo, una pistola de ionización no es especialmente útil contra un blanco vivo.

La pistola se crea a partir de un rifle bláster, al que se le quitan sus componentes bláster (Normalmente, para ponerlos en el inmenso almacén de chatarra del reptador). Lo que queda del rifle debe ser modificado para aceptar un acelerador de iones que los jawas diseñan y fabrican a mano a partir de un rayo restrictor de droides unido a un acu-acelerador de ignición (Algunas fuentes sugieren que el acu-acelerador podría ser opcional).

Normalmente, en sus lotes de armas (Más a menudo en esos extraños bláster jawa construídos a partir de partes variadas sin adherirse a estándar alguno que en las pistolas de ionización), los jawas escriben un aviso: Datinni greb zroom. Hasta el momento, el significado de esta expresión es desconocido.

Rara vez los jawas venden armas a nadie, pero vender droides les suele bastar para obtener beneficios limpios, libres de impuestos, y sus principales compradores son los granjeros de humedad. Incluso tienen un puesto en Mos Eisley, conocido como los Comerciantes Jawa, que lleva la hembra Aguilae.

En la estación de comercio, los jawas van a lugares preestablecidos a reunir sus reptadores para comprar y vender chatarra. No tienen escrúpulos en hacerlo con seres humanos, o de casi cualquier otra especie. Por ejemplo, en Jundlandia, el punto de venta es en una inmensa roca en forma de torre, conocida como El Mercado o Roca de Mercado.

Una vez al año (El año de Tatooine tiene 304 días locales de 23 horas estándar cada uno), la costumbre jawa es reunirse en la gran cuenca del Mar de Dunas para lo que se conoce como la Fiestadroide de Tatooine. Allí, los clanes jawa realizan trueques de los objetos recuperados. Por supuesto, se llevan sus reptadores.

Tienen otros varios festivales. Hay otro día anual conocido como El Día del Altercado, donde se realizan compras, ventas y grandes celebraciones entre gritos y júbilo.

Hay otra costumbre jawa que demuestra cuánto han logrado introducir la cultura galáctica en la suya propia: Les gusta el sabacc.

El sabacc es un juego de cartas que se juega en casi todos los casinos de la galaxia, en una o más de su variantes. No son pocas las variantes del juego, como el sabacc del casino de Ciudad Nube o el oscuro sabacc de contrato. Las reglas básicas se conocen como "forma estándar de Bespin".

Jawas al acecho...

La variante conocida como el sabacc del Mar de Dunas fue desarrollada por los colonos de Tatooine, pero aparentemente sólo los jawas pueden entender la complejidad de las reglas. En particular, R'kik D'nec afirma ser imbatible en esta modalidad de juego, y no hay testigos que puedan afirmar lo contrario.

A lo largo de los años, los jawas se han convertido en una imagen frecuente en Tatooine y en otros lugares, pero no siempre son apreciados. El mecánico wookiee Quagga tenía problemas con los jawas locales como si fuesen una auténtica alimañana. El rodiano Doda Bodonawieedo, en su juventud, se lo pasaba bien molestando a los jawas. Natja la Hutt mantenía una tribu de jawas como sirvientes y escoltas. El comerciante y contrabandista bimm Rycar Ryjerd comprendió que, para operar en la zona, tendría que acabar dominando el idioma jawano. El mercenario rodiano Ne'Chak recibió a desgana la orden de entrenar a un grupo de jawas como guardias de seguridad para un bar en Lianna (donde, por cierto, se servía una bebida conocida como jugo de jawa, cuyos orígenes se puede rastrear hasta el Restaurante de Dex en Coruscant antes de las Guerras Clon). En el puerto espacial de Kothlis, el bothan Dakkar puso a su bar el nombre Jawa de Jade. Se sabe también que, al ser testigo de la masacre imperial de los jawas, el soldado de asalto Davin Felth se replanteó su postura.

Quizá los dos mayores expertos en los jawas, sin ser jawas, sean Mammon Hoole y Sardu Sallowe. Mammon Hoole es un científico shi'ido que, en cierta ocasión, realizó un análisis exaustivo de todas las formas de vida superiores de Tatooine, destacando los jawas, los moradores de las arenas y varias organizaciones criminales locales. Los estudios de Hoole han facilitado sobremanera el trabajo a muchos especialistas.

Sardu Sallowe era un prestigioso rastreador en tiempos del Imperio. La leyenda decía que los moradores de las arenas habían matado a su familia, y que él había sido criado por los jawas. Sallowe, que se cree era humano, imitaba el aspecto de un jawa en su vestuario, utilizando ojos amarillos y un respirador, y se cree que estaba al mando de una pequeña tribu jawa, o en su defecto contaba con gran respeto en su tribu.

Los jawas se vieron implicados de cerca en un importante acontecimiento en la vida de Jabba el Hutt. Todo empezó con un contrabandista de cierta infamia llamado Grizzid que solía tratar con Jabba. Grizzid negoció con el comerciante llamado Grendu, que según algunos encargó a Grizzid transportar un rancor hasta el palacio de Jabba, y según otros vendió el rancor a Grizzid, el cual a su vez decidió vendérselo o regalárselo a Jabba.

De un modo u otro, Grizzid empezó su viaje con un rancor en la bodega en el sistema Tarsunt (Todavía nos estamos preguntando cómo llegó un rancor a Tarsunt). El rancor se escapó de su jaula y mató a Grizzid y a su tripulación, pero la nave ya estaba muy cerca de Tatooine y se estrelló en el Mar de Dunas.

Los primeros que descubrieron la nave fueron unos jawas, el clan Khak, bajo el mando de Tteel Kkak. Los Kkak aceptaron vender la localización del naufragio (y del rancor) a Bidlo Kwerve, un hombre que estaba haciendo méritos para convertirse en mayordomo de Jabba y que consideraba que regalarle un monstruo al hutt le pondría de primero en la lista, por delante del ambicioso Bib Fortuna.

En las profundidades del desierto de Tatooine se encuentra el Precipicio Mochot. Se ignora si muchos humanos han tratado con jawas allí, pero hay uno que se sabe que sí: El niño al que llamaban Anakin Skywalker. Utilizando a su androide C-3PO como intérprete, Skywalker se encontró varias veces con clanes jawa en el Precipicio para canjear los "artículos usados" de Watto por otros más valiosos.

Durante años, los jawa no realizaron muchas más actividades dignas de mención que se conozcan por ahora; lo siguiente que supimos de ellos fue que la tribu de Kalit localizó a dos androides al servicio de la Alianza Rebelde: El pequeño astromec R2-D2 y el antes mencionado C-3PO.

Estos droides serían vendidos posteriormente a un granjero de humedad llamado Owen Lars, que necesitaba un androide de protocolo que dominase el lenguaje binario de los evaporadores de humedad, y ya de paso que hablase la lengua bocce (Se ignora qué pensaba hacer exactamente con el astromec).

Uno de los jawas victima del Imperio

Pero los androides eran perseguidos por el Imperio porque llevaban los planos de una estación espacial de combate de alto secreto, y los soldados de asalto del Imperio localizaron al clan jawa y se prepararon para aniquilar a la tribu, dejando indicios de que su ataque fue provocado por los moradores de las arenas (aunque el Caballero Jedi Obi-Wan Kenobi pudo ver a través del engaño).

Contemporáneo de Lars fue el granjero de humedad Ariq Joanson. Joanson puso su granja más lejos que ningún otro, limítrofe con tierras de los jawa y de los moradores de las arenas. Joanson mantenía la teoría, contradictoria a la de los gobernadores imperiales, de que los humanos, los jawa y los tusken podían vivir en paz, y dejaba regularmente agua como obsequio a ambas razas nativas. Joanson logró confraternizar con los jawas del clan Wimateeka, que vivían en el Cañón Bildor, al lado de las tierras de Joanson. El granjero no llegó a hacerse verdaderamente amigo de ningún morador, pero al menos pudo establecer una tregua intranquila.

Joanson tenía muchos amigos, la mayoría de los cuales no compartían sus ideales y le creían un loco, como Eyvind, la familia Jensen y la familia Olafson. Otros, por el contrario, estaban de acuerdo con sus ideales de coexistencia pacífica, como Ariela (una nativa de Alderaan), Jacques y las familias Jonson y McPherson.

A Joanson le daba lo mismo lo que pensasen los demás granjeros; él planeaba comprar una gran extensión de tierra para subdividirla con los jawas y los tusken, e incluso tenía previsto ayudarles a presentar el papeleo para que la tierra fuese oficialmente suya (Lo que no sé es con qué dinero pensaba comprar nada, ya que su granja daba beneficios muy escasos).

Cuando Ariela se comprometió con Eyvind, ella se puso pesada hasta que él comprendió un poco mejor el sueño de Joanson. De hecho, Ariq quería invitar unos jawas a la boda. Eyvind, por supuesto, empezó por negarse, pero Ariela debía ser muy convincente porque Joanson se salió con la suya.

Los jawas invitados, el clan Wimateeka, estaban realmente impresionados por las costumbres y la amabilidad que mostraban los humanos. Los humanos todavía no se creían que los jawas pudiesen ser tan amistosos. La ceremonia de la boda fue todo un éxito.

Y entonces atacaron los tusken.

Se trataba de un grupo de moradores de las arenas adolescentes, que consideraban que atacar la recepción demostraría su madurez. Joanson se sintió muy decepcionado. Eyvind ya no sentía nada: Había muerto en la lucha. Además, Ariela había sido secuestrada.

El Imperio utilizó el incidente para promover la desconfianza entre las razas. Ariq intentó rescatar a Ariela ofreciendo agua como rescate, pero el Imperio interrumpió la negociación y, poniendo como excusa que iban a rescatarles a ambos, mataron a varios moradores.

Un campamento jawa

Eyvind dejaba su granja a Ariela y, pese a las presiones imperiales, ella se quedó para llevarla, creyendo aún en el sueño de Joanson. Éste, mientras tanto, empezó a buscar a la Alianza para trabajar con ellos y ayudar a derrocar al Imperio.

Años después, el por entonces ya maestro Jedi Luke Skywalker, colaborando con la comerciante ogemita Anduvil, rastreó un cargamento de squills, unas alimañas infecciosas, hasta los jawas, que disfrutan comiendo su carne dura y picante. Luke fue infectado por la enfermedad de Bledsoe, un mal que el Imperio había preparado.

Más años después, cuando Han Solo y Chewbacca estaban en un asteroide de la Carrera del Contrabandista, Skip 5 (Sin relación conmigo), investigando la muerte de Jarril y la gran cantidad de créditos que había por allí, inspeccionaron las cuevas que se extendían por todo el planetoide, que era demasiado caliente para la mayoría de las especies. Pero sus hipótesis no se vieron confirmadas, puesto que sólo encontraron a un grupo de jawas residentes y al contrabandista rubio Davis. Unos contrabandistas habían robado unos droides explosivos a Dolph (Sin saber que eran explosivos) y, cuando Dolph los detonó, Skip 5 se vio sacudida por una serie de explosiones. Hubo grandes daños y un número de bajas, de las cuales se supone que hubo un porcentaje de jawas.

Antes de empezar la lista de jawas notorios, quisiera presentar un pequeño resumen de algunos de los droides que han estado en manos de los jawas:

Por supuesto, C-3PO y R2-D2 fueron capturados independientemente por los jawas poco antes de la batalla de Yavin. Ambos habían tenido un aterrizaje forzoso en el planeta y, después de una discusión, se habían separado. C-3PO fue capturado primeramente por los jawas y, sin comprender que era un secuestro y no una forma de ayuda, les preguntó si habían visto a su compañero, un pequeño androide. Con la astucia que les caracteriza, C-3PO indicó por dónde se había ido R2-D2, de modo que los jawas pudieron encontrarle. Después, vendieron a C-3PO a un granjero de humedad, junto con R5-D4. Cuando R5-D4 demostró un mal funcionamiento ante los ojos del cliente, C-3PO y el sobrino del granjero acordaron con el jawa que lo sustituirían por el modelo R2-D2 y todo el mundo quedaría contento.

C2-R4 era un droide que se acercó a Wuher en las calles de Mos Eisley, buscando asilo de los jawas antes de que Ben Kenobi y Luke Skywalker reservasen pasaje a bordo del Halcón. C2-R4 parece una unidad R2, pero está cubierta de protuberancias y apéndices. Dos extensores con forma de látigo y dos armazones surgen de su sección central. Diseñado para un consorcio squib, demuestra todos los recursos que presenta esa especie. C2-R4 fue modificado a lo largo de los años para realizar diversas tareas domésticas y culinarias, pero fue abandonado en Tatooine. Los jawas querían desmontarlo, pero Wuher lo rescató después de ver a Greedo morir en la cantina. Wuher había tenido la idea de usar feromonas rodianas en el licor que elaboraba para Jabba el Hutt, y pidió ayuda a C2-R4, porque el droide era muy útil para mezxclar exactamente los ingredientes. También usaría para ello una planta aromática llamada Bergamot.

CZ-1 era un droide secretario que había trabajado inicialmetne con CZ-3. CZ-1 había sido modificado para parecerse más a los stacchati, la especie para la que había trabajado. De algún modo, CZ-1 y CZ-3 llegaron a Tatooine, y se separaron en el desierto. CZ-1 fue capturado por los jawas, pero para entonces estaba hecho añicos, y sus junturas estaban demasiado llenas de arena para que mereciese la pena limpiarlas.

EG-6 es un droide de potencia de la serie GNK, fabricado por Sistemas Verl en una serie cuya principal utilidad es ser un generador de potencia ambulante. EG-6, que compartió su prisión con C-3PO y R2-D2, había sido capturado por los jawa, que le habían borrado la memoria, así que el pobre EG-6 no sabía ni su número de serie.

E522 es un modelo de droide asesino en la actualidad obsoleto debido en gran parte a las acciones de la serie IG. En cierta ocasión, Jek Nkik y su mejor amigo Het Nkik encontraron un E522 gravemente dañado en una nave espacial que había naufragado en el desierto de Tatooine, y lo reconstruyeron. No pudieron proporcionarle sistemas de armas, pero lograron crear un mensajero aceptablemente bueno que vendieron a la jefa del crimen Lady Valarian.

KT-18 ("Kate") era un droide doméstico con una cubierta externa color perla y con la forma y tamaño aproximados de una mujer humana. Se trataba de un droide para tareas domésticas, lo cual dará una idea del machismo intrínseco del autor de ZHR. El caso es que Luke Skywalker y Ken se lo compraron a unos jawas para regalárselo a Han Solo.

Jactajawa era el apodo que puso Gavin Darklighter a su unidad R2, indicando con ello que cualquier jawa desearía robar ese droide. Sin embargo, cuando un grupo de jawas lo intentó, el droide se rebeló y frustró el intento, llegando a herir a uno de sus captores. Desde entonces, Darklighter pasó a apodarlo Caza Dura, o "Caza" para abreviar. Como muchos otros droides de servicio veinte años después de la batalla de Endor, Caza fue mejorado con el paquete R2-Delta.

LIN-V8K era un droide minero y de demolición reconstruído por los jawas sobre Tatooine; se ignora si fueron los jawas los que empezaron a darle periféricos militares. Se sabe que los jawas intentaron vender el droide a Owen Lars.

QT-3PO era un droide de protocolo que fue capturado por los jawas cuando la nave de su amo aterrizó en Mos Eisley para unas reparaciones. Estuvo dentro de un reptador jawa durante un período de tiempo extenso antes de ser rescatado. No se lo pasó muy bien, no.

R1-G4 era un droide astromecánico pasado de moda, un modelo aún utilizado en cargueros grandes y otras astronaves, que fue modificado por su propietario con la cubierta de un dron reactor prototipo II, con lo que R1-G4 medía unos dos metros. Cuando su amo fue capturado, R1-G4 fue abandonado. Después fue recuperado por los jawas que capturaron a R2-D2 y C-3PO y ofrecido a Owen Lars.

Jawas vendiendo droides

R5-D4, alias "Rojo", era un droide de Industrial Automaton, y una de las últimas unidades R5 que se construyeron. Fue comprado por Owen Lars justo antes de comprar a C-3PO. El motivador de R5-D4 explotó después de su compra, con lo que Owen compró a R2-D2. Algunos dicen que R2-D2 modificó a R5-D4 para que su motivador fallase. Otros opinan que R2-D2 simplemente había explicado su misión a R5-D4 y éste, simpatizando con él y previendo una catástrofe a nivel galáctica, eligió suicidarse. Incluso hay una leyenda que dice que R5-D4 era un droide jedi.

R5-D4 estuvo un número de días en el reptador hasta que éste fue atacado por las fuerzas imperiales. R5-D4 no estaba en condiciones de moverse y estuvo estático hasta que otro grupo de jawas llegaron a hacerse con la maquinaria que quedaba. R5-D4 llegó a Mos Eisley, donde fue comprado por el historiador rebelde Voren Na'al y reprogramado. Con ayuda de Momaw Nadon, Na'al vendió a R5-D4 al administrador asistente del prefecto imperial, y así "Rojo" grabaría todo cuanto viese y oyese, reteniendo los datos hasta que Nadon pudiese recuperarlos.

WED-9-M1: Llamado el droide bantha por sus modales testarudos, el WED-9-M1 fue vendido originalmente como droide de seguridad y mantenimiento. La familia DeMaal compró un WED-9-M1 modificado a los jawas, y lo usaron para patrullar el Muelle de Embarque 94.

WED15-I662: Este droide Treadwell se utilizaba para reparar maquinaria y astronaves. Estaba equipado con un par de fotorreceptores rectangulares que podía extender hacia arriba y retraer hacia abajo en un poste central. Los jawas que capturaron a R2-D2 y a C-3PO tenían un I662 en su reptador.

2X-7KPR: Este droide de seguridad estaba programado para monitorear el perímetro de los puestos imperiales, y fue enviado a Tatooine. Acabó siendo propiedad de Jabba el Hutt, hasta que una tribu de jawas lo robó.

Jawas Notorios


 

Aguilae: Es la hembra jawa que consiguió el puesto de los Mercaderes Jawa en Mos Eisley. Se trata de una tenue unión de clanes jawa que vendían droides en Tatooine. La especialidad del lugar son droides reparadores de vehículos y astronaves, con lo que es el puesto perfecto de un puerto espacial lleno de pilotos y contrabandistas.

En realidad, Aguilae, o Aquilae, era el nombre que le dieron los clientes humanos porque no eran capaces de pronunciar su verdadero nombre, Khea Nkuul de la tribu Weekkata.

Como esto de llevar un negocio de cosas mecánicas era mucho más duro de lo que ella creía, al menos para un jawa, contrató a un squib que le debía dinero a cambio de olvidarse de la deuda. Este squib respondía al curioso nombre de Mace Windu (Sin relación con el Jedi humano homónimo; en realidad se llamaba Macemillian-winduarté), y había recorrido una buena parte de la galaxia como tripulante (o más bien camarero)del Dos-Por-Uno.

Poco después de que R2-D2 y C-3PO aterrizasen en Tetooine, Aguilae y Mace se vieron obligados a trabajar para Jek Nkik Y su tribu mientras intentaban hacer un trato con ellos para recuperar al droide robado CZ-3. Apenas escaparon de la destrucción del reptador de las arenas de Nkik cuando llegaron las fuerzas imperiales. Aguilae llegó a encontrar a CZ-3, pero para entonces el cazarrecompensas Zutton lo había volado en pedazos. Ella se llevó el motivador del droide y varias partes más.

Akkik: Este jawa trabajaba para Jabba el Hutt en Tatooine, recogiendo dinero de "protección" de comerciantes locales. El gamorreano Gorrt le servía de guardaespaldas.

Aved Luun: Esta hembra jawa era la compañera de Kalit, y ella era la chamán de su tribu. Sospechaba que Wittin planeaba matar a Kalit, pero no tenía pruebas.

Aved Luun    Daroe

Daroe: Este jawa tenía al menos un contacto imperial, a quien informaba respecto a la actividad rebelde en el Borde Exterior. Daroe era además un piloto increíblemente bueno para ser un jawa.

Dathcha: Un aventurero y comerciante jawa, famoso entre su gente por haberse burlado de un dragón krayt y vivir para contarlo. Pertenecía al clan de jawas que vendieron a R2-D2 y C-3PO a Owen Lars, y fue Dathcha quien disparó el rayo láser desactivador a R2-D2 en el desierto y, un instante después, gritó "¡Utinni!".

Dathcha soñaba con dejar Tatooine y explorar la galaxia, pero nunca tuvo ocasión, porque los soldados imperiales le mataron junto a la mayor parte de su clan.

Debe observarse que la Star Wars Enciclopedia de Steven Sansweet identifica a Dathcha como "Datcha".

Eet Ptaa: Eet Ptaa era el líder de un clan de jawas cuyo reptador fue atacado y destruído por los Mroadores de las Arenas, que sacaron a la fuerza a los jawas de su interior.

Herat

Herat: Esta hembra jawa era el chamán de la tribu de Wittin, y era consejera de Wittin durante sus negociaciones con Jabba, y aceptó servirle como uno de sus criados abanicándole si eso ayudaba a Wittin.

Hrar Kkak: Este comerciante jawa vendió a su camarada Het Nkik un rifle bláster DL-44 de Blas-Tech.

Iasa: Este jawa era un cómplice de confianza de Kalit, hasta que el jefe jawa confió a Iasa sus créditos, su compañera y un reptador. Iasa nunca explicó lo que había sucedido, pero cuando volvió a la tribu no tenía ninguno de estos objetos. Fue exiliado del clan, y esto irónicamente le salvó la vida de los soldados del Imperio. Iasa pasó el resto de sus días abusando de los residentes de Mos Eisley. Pensó en robar el deslizador de Luke Skywalker mientras el joven estaba en la cantina con Ben Kenobi, buscando pasaje para Alderaan.

El Jefe: Éste era el apodo con el que se referían al líder de la tribu de Jek Nkik.

Jek Nkik: Njenko Nkik, llamado Jek Nik, era uno de los compañeros de clan de Het Nkik, y su mejor amigo. Una vez recuperaron un droide asesino E522 de una nave espacial que había naufragado en el desierto. Reconstruyeron el droide y consiguieron crear un mensajero aceptable que vendieron a Valarian. Wimateeka no estaba muy contento con el acto, pero estaba orgulloso de su habilidad de volver a hacer andar al droide. Jek era un miembro del clan de jawas que vendieron a R2-D2 y C-3PO a Owen Lars y Luke Skywalker, y murió en el asalto del Imperio contra el reptador de su clan.

Jengus: Este jawa y su familia dejaron Tatooine después de que los soldados de asalto imperiales asesinasen a todo un clan jawa, poco antes de la batalla de Yavin. Jengus quería reunirse con su sobrino, pero quedó varado en Neftali, en Cueva Cordel, cuando su nave necesitó hacer reparaciones. El jefe del puerto aceptó hacer las reparaciones gratis, si Jengus aceptaba ser el técnico jefe del puerto espacial. Jengus aceptó y pasó a supervisar todo el mantenimiento mecánico de Cueva Cordel. Los hijos gemelos de Jengus también supervisarían el mantenimiento de las fuentes subterráneas de Cueva Cordel. Gracias al trabajo de Jengus y su familia, Cueva Cordel se convirtió en un destino turístico solicitado.

Jik'Tal: Este jawa había ansiado aventuras en su juventud, y fue desterrado de su tribu por violar su política de no violencia. Otros siete miembros de su clan se fueron con él, y abandonaron Tatooine en el primer transporte. Jik'Tal se convirtió en el líder extraoficial del grupo. Todos ellos acabaron en Lianna, donde fueron contratados por Yin Vocta para ser guardias de seguridad en el Bantha Traxx, en Lianna. Los jawas debería ser entrenados por el mercenario rodiano Ne'Chak, que debía un favor a Vocta. Ne'Chak se había mostrado inicialmente reacio a hacer este trabajo, pero acabó sorprendiéndose del rendimiento de los jawas.

Kalit: Este líder jawa solicitó que Jabba el Hutt mediase una reunión pacífica entre él y Wittin, que era su rival desde hacía mucho. Fue la tribu de Kalit la que encontró a C-3PO y R2-D2 en el desierto y los vendió a Owen Lars pero, si posteriormente Kalit y su compañera Aved Luun aparecieron en el palacio de Jabba, se puede suponer que hubo supervivientes.

Kalit era un jawa amable que ofrecía santuario en su reptador a otros viajeros que encontrase por el desierto, incluídos miembros de tribus enemigas; sin embargo, cuando Iasa le traicionó descaradamente, no tuvo más remedio que desterrarlo.

Klepti: Este jawa pertenecía a la tribu B'ay. Los suyos encontraron en una ocasión los restos de la nave del capitán Bok, el Damisela Gris. Intentaron saquearla, sólo para descubrir una tropa oscura, que aparentemente aún mantenía su programación de acabar con todo. Klepti y los supervivientes de su clan intentaron huir apresuradamente en sus reptadores, llegando a aplastar el speeder del Gran Gizz. Los reptadores cayeron al estadio donde, tanto tiempo atrás, tenían lugar las carreras de vainas, y Klepti fue aparentemente el último jawa superviviente.

Klepti fue encontrado por los agresivos pilotos de swoop Gran Gizz y Spiker, y un droide de combate imperial IG97. Entre los cuatro, combatieron en vano contra la tropa oscura, hasta que al final los reptadores de las arenas de la tribu B'ay explotaron y se llevaron por delante a la tropa. Klepti decidió que el Gran Gizz y los suyos eran ahora su tribu. Klepti propuso vender en un campamento los restos de un droide IG97 que habían encontrado tirado y se alejaron del estadio, sin observar que los droides de boxes se habían reactivado y pretendían reconstruir a la tropa oscura.

Nebit: Este jawa era famoso por su habilidad de preparar incursiones sobre tribus rivales, y eran conocido por las otras tribus como un guerrero despreciable. Era el líder reconocido de su tribu, y odiaba que lo vistiesen (con lo cual debía llevarse muy mal con Dodo Bodonawieedo, que tenía el hobbie de vestir a los jawas).

Nebit

R'kik D'nec: Este jawa, al que se le solía ver rondando el palacio de Jabba el Hutt, era imbatible al sabacc del Mar de Dunas o, al menos, no hay testigos de ninguna derrota. La leyenda popular dice que R'kik derrotó sin ayuda a toda una tribu de moradores de las arenas, a una horda de feroces banthas y a un dragón krayt, todos juntos, en el desierto cerca del Mar de Dunas de Tatooine, y un colmillo de bantha que posee parece probar la historia. Su tribu le conoce como el Héroe del Mar de Dunas.

Rkok: Este clan jawa intentó vender mercancía de calidad discutible a Jabba el Hutt. Posteriormente, el clan Nkik encontró los restos del reptador de las arenas Rkok en el límite del foso de Carkoon, pero ningún rastro de los jawas Rkok. No es descabellada la conclusión de que Jabba había tirado a todo el clan al sarlacc.

Squig: Este jawa era considerado un genio mecánico. Trabajaba para el jefe criminal twi'lek Abdi-Badawzi, asegurando el mantenimiento de la flota del twi'lek; Squig también trabajaba a tiempo parcial como consultor del Sindicato Caelli-Merced. Squig, por algún motivo, había decidido que el trabajo de su vida era asegurar que la nave de Elias Halbert estuviese siempre en óptimas condiciones, y siempre estaba realizando modificaciones. Squig tenía reputación de ser un ludópata crónico y un romántico incurable.

Tek: Este jawa había advertido a un granjero del peligro de utilizar un bláster de arena sobre rocas, pero el granjero actuó contrariamente a las advertencias y el bláster explotó, matándole. La familia del granjero culpó al jawa y puso una recompensa de 12.000 créditos por su cabeza.

Tek llegó a Otunia, aún perseguido, y allí se fijó en Grissom, un gamorreano fugitivo que protegía a una joven humana, Arista Kabul. Cuando las fuerzas de Seth Kabul, el enemigo de Arista, atacaron a Grissom, Tek utilizó un arma para ayudarles, y después quitó a Arista el localizador que ella llevaba.

Cuando Grissom supo de la recompensa por la cabeza de Tek, lo entregó a las autoridades, cobró la recompensa y le ayudó a huír esa misma noche.

Seth Kabul había matado al padre de Arista para hacerse con sus minas y tratar con el Imperio pero, siguiendo órdenes de Arista, Tek evacuó a los trabajadores de las minas y las llenó de explosivos.

Tek

Grissom, Arista y Tek dejaron Otunia en un carguero. Su paradero actual es desconocido.

Thedit

Thedit: Este jawa era responsable de las patrullas por los perímetros del territorio de Kalit. Se le conocía por ser un líder inspirador, y se le daba bien discernir la aproximación de dragones krayt, moradores de las arenas y otros clanes jawa, lo cual ayudaba mucho a la hora de ver acercarse a los bandidos de Wittin.

Tiatha: Este jawa era legendario en su clan por su habilidad de reaprovechar cualquier pieza utilizable entre unos destrozos. Se dice que Tiatha podía convertir el casco de una nave en un auténtico palacio.

Tteel Kkak: Este jawa era el líder, piloto y representante del clan Kkak, y estaba al cargo de un equipo de tratantes de esclavos que descubrió una nave espacial abatida con un rancor dentro. Esperaban sacar muchos materiales de la nave, pero el rancor había devorado a la tripulación y dañado casi todo lo recuperable. Buena parte del clan murió a manos del rancor. Los Kkak vendieron después la información sobre la localización del rancor a Bidlo Kwerve.

Uutkik: Este experimentado ladrón jawa era conocido por los vecinos de Mos Eisley como el primo más feo de Het Nkik. Uutkik llevaba a su tribu las mercancías obtenidas en sus hurtos por las concurridas calles del puerto espacial de Mos Eisley; era lo bastante bueno en esta labor para separar a los necios de su equipo y vehículos.

Weekkata: Esta tribu jawa patruyaba la zona Wayfar de Tatooine en tiempos del Imperio.

Wimateeka: Dirigente jawa del clan Nkik, que era amigo del granjero de humedad Ariq Joanson. Wimateeka tuvo un papel importante en los intentos de Joanson por hacer mapas y establecer la paz con los jawas y los moradores de las arenas, sirviéndoles como traductor y consejero de confianza.

Wittin: Este jawa era rival de Kalit desde hacía mucho. Como líder de su tribu, Wittin planeaba erradicar a Kalit y conspiraba con Jabba el Hutt para tal fin. Cuando Jabba empezó a patrocinar derbies de demolición, Wittin entró en el juego con un STAP a control remoto. Jabba le había prometido que, si ganaba, le daría un nuevo reptador de las arenas. Por ello, Wittin montó un droide armado sobre el STAP, para tener más probabilidades.

Wrex: Este jawa trabajaba para el Gran Bunji como mercenario e intermediario entre los otros clanes jawas. Para ser fácilmente identificable, llevaba ropages azul oscuro con pintas grises, en vez de usar el marrón que usaban casi todos los otros jawas.

Wittin

Ocasionalmente, Kabe, la huérfana chadra-fan, se hacía pasar por jawa y exigía "impuestos extraoficiales" de los saqueadores del desierto. Se cree que los jawas nunca se enteraron. En la actualidad, Kabe ha abandonado Tatooine junto con su amigo Muftak después de cobrar una recompensa de la Alianza Rebelde por un pequeño trabajito, así que no es probable que vaya por la galaxia adelante disfrazada de jawa.

Los Jawas Aullantes eran un grupo de música que solía tocar en el Omicrón Arcade. Allí había una audiencia a la que gustaba la música alternativamente tronadora y chillante.


Las aventuras de Het Nkik


 

Existe un jawa, sin embargo, del que se sabe mucho más que los demás. Un jawa que intentó marcar la diferencia. Un jawa cuya mera intención le convierte en más que sus compañeros. Un jawa cuya historia merece ser tratada con cuidado.

Su nombre: Het Nkik.

Het Nkik nació cuando el Imperio ya estaba bien asentado y se preparaba su caída. Él creía que los jawas debían hacerse notar como pacifistas, y mantenía la teoría de que un jawa podía alzarse contra cualquier amenaza, siempre que contase las herramientas adecuadas. Llegó a esta conclusión cuando unos moradores de las arenas lo rodearon y él lo asustó haciendo sonar la alarma de un T-16 destrozado que había encontrado.

Una actitud tan progresista como la del joven Het no era vista con buenos ojos por Wimateeka, el líder de su clan, que estaba convencido de que los jawas debían seguir siendo los cabezas de turco de la galaxia. Después de todo, pensaba Wimateeka, eran capaces de soportarlo, y el jawa más viejo tenía más miedo a lo desconocido.

El valiente Het Nkik

Tiempo más tarde, Het siendo aún un jawa joven, encontró un caza destrozado que había chocado al aterrizar. Het y su mejor amigo, Jek Nkik, intentaron sacar de los restos cualquier chatarra reutilizable. No había casi nada recuperable... excepto un droide asesino E522 gravemente dañado. Para un jawa, era un desafío técnico, y los dos muchachos se miraron, decididos a conseguir que el E522 funcionase.

Intentaron mantener en secreto su trabajo, pero Wimateeka podía ver los avances que tenían los chicos. Het y Jek presentaron el resultado de sus esfuerzos: Un droide que de asesino tenía bastante poco porque el armamento brillaba por su ausencia, pero realizaba labores de mensajero con cierta habilidad. Wimateeka les regañó oficialmente, pero extraoficialmente se sentía orgulloso del valor y la habilidad de los jovenzuelos. Éstos vendieron el E522 modificado a Lady Valarian, la jefa del crimen.

Pasaron los años y Het se hizo mayor. El mismo año que Het se convirtió en un adulto según las costumbres jawa, Jek sería enviado a otro clan, y ahora ya no podían verse tanto como antes.

El momento perfecto para volver a reunirse eran las reuniones anuales de jawas. Era el tercer año en que Het asistía a la reunión como adulto y, aunque él no podía saberlo, era el año en que tendría lugar la batalla de Yavin. Het seguía impresionado por la reunión de docenas de reptadores y cientos de jawas corriendo como hormigas.

Het oyó de refilón una conversación entre Wimateeka y el líder de otro clan. Los moradores de las arenas habían atacado un reptador, y se sospechaba que el clan de Jek podría haber sido igualmente atacado. Het se alzó ante los ancianos, exigiendo saber qué les pasaba a los jawa. ¡Podrían haberse enfrentado a los moradores en vez de intentar huír! Cuando Wimateeka recogió su mandíbula del suelo, se disculpó ante los ancianos por las blasfemias del muchacho.

Pero no todo el mundo estaba ofendido. Hrar Kkak, un comerciante jawa de otro clan, le ofreció una curiosa muestra de tecnología a Het. Un rifle bláster BlasTech DL-44. El arma estaba prohibida para los jawas, pero Het regateó por ella... y se quedó sin créditos, pero con un arma, y estaba satisfecho.

El reptador de Jek no se presentó, y tampoco enviaron un mensaje. Cuando la reunión terminó, Het logró convencer al piloto del reptador para que siguiese las rutas que el clan de Jek podría haber tomado... y encontraron un reptador. Era un reptador destrozado, del que apenas quedaban restos humeantes. Un anciano humano y dos droides estaban cerca de los restos, llevando los cadáveres de los jawas a una pira funeraria. El clan de Het corrió hacia los restos del reptador, a recuperar la chatarra que pudiesen, pero Het no estaba de humor para acompañarles, y sólo examinó los restos. Sí, había rastros de bantha y palos gaffi, pero el olor... Apestaba al plastiacero y el lubricante que caracterizaba a los soldados de asalto imperiales. ¡No habían sido los moradores de las arenas! ¡Había sido el Imperio!

El humano, asombrosamente, hablaba la lengua jawa y les explicó a los recién llegados que lamentaba la pérdida de sus compañeros. Les advirtió que los imperiales seguirían atacando a los jawa y a los moradores, para hacer que éstos atacasen a los jawa, y fomentar así la violencia entre los nativos. Pero el anciano dijo algo más, una frase que caló profundamente a Het: "Los jawas no están indefensos si no desean estarlo".

Het había decidido vengarse de los imperiales y matar a unos cuantos soldados de asalto con su arma. Le tocaban una parte de los restos del reptador, pero Het las despreció a cambio de un transporte a Mos Eisley.

Al llegar a Mos Eisley, Het comprendió que su plan no era demasiado preciso, y entró en una cantina a tomar un trago y ordenar sus ideas. Moriría en el ataque, pero sería el jawa más famoso de Tatooine, el jawa que contraatacó.

Entonces, el anciano humano de antes entró en la cantina, acompañado por un joven granjero que tal vez sería su hijo. Het sonrió y lo interpretó como una profecía de fuerza. Pero la sonrisa de Het se congeló en su rostro al ver cómo el anciano utilizaba el arma más incomparable que Het pudiese imaginar para cortarle el brazo a un matón.

Antes de que Het se fuese, se le acercó un alienígena ranat llamado Reegesk. Reegesk le ofreció un cuerno de bantha, talismán de batalla de los moradores de las arenas (Se sabe que los moradores comparten algunas creencias supersticiosas con los jawa; por ejemplo, ambos creen que los huesos de dragón krayt traen suerte, pero los moradores se atreven a cazar dragones krayt y los jawas no). Het, de todos modos, interpretó que esto era otro signo, pero no tenía dinero. Le mostró a Reegesk su bláster, y éste lo cogió un instante. Reegesk llegó a un acuerdo con el jawa: Le vendería el talismán a crédito, porque que tuviese un bláster significaba que podía conseguir el dinero.

Het Nkik en la cantina de Mos Eisley

Entonces, Het dejó la cantina y se puso a reptar por los restos del Reina Viuda. Se fijó en un pelotón de ocho soldados de asalto (Het no podía saberlo, pero esos soldados habían participado en la masacre del reptador de Jek) y, con lo que pretendía ser una imitación del grito de guerra de los moradores, Het Nkik se alzó desde los restos y apretó el gatillo. Varias veces.

El ranat le había robado el cargador.

El soldado de asalto imperial 1047 abrió fuego contra Het y lo mató ante los ojos de los otros siete soldados.

Técnicamente, la leyenda de inspiración que buscaba Het nunca se hizo cierta entre los jawas, porque aún después de la caída del Imperio, siguen siendo igual de cobardes. Pero uno de los siete soldados que vio la muerte de Het era el número 1023. 1023 comprendió que la muerte de Het había sido la gota que colmaba el vaso. Él no se había alistado para masacrar a seres inocentes, y a la primera oportunidad, en el muelle de embarque 94, "1023" mató a su capitán, decidido a colaborar con la Alianza, proporcionándoles información desde su tapadera como soldado de asalto. Desde entonces, Davin Felth (nunca más 1023) ha sido responsable de muchos problemas para el Imperio. Como diría el anciano humano, desde cierto punto de vista, Het Nkik ha matado a más soldados de asalto de los que podía esperar.

Alguien ha recogido la antorcha que dejaste al caer, Het, y aunque tal vez nunca nadie lo sepa, hay para quien eres leyenda. Por ti, el jawa del que los demás jawas deberían enorgullecerse, levanto mi copa de fizz rhuviano.

Pero la próxima vez, comprobemos todos que nuestras armas están cargadas antes de sacarlas, ¿de acuerdo?



© S I T H N E T

Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

Aquí puedes encontrar todas las fuentes consultadas en la elaboración de este artículo.

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