Era la primera vez que un humano podía oír esa palabra,
y aún estaba preguntándose qué querría decir
el pequeño alienígena que la pronunció, cuando varios
otros alienígenas similares surgían de entre las dunas y
cañones del árido planeta para reunirse con su compañero.
Las pequeñas criaturas nativas del sistema J11.9 vestían
toscos ropajes con capuchas, tejidos a mano para protegerse del sol, y aunque ocultaban
sus rostros bajo las sombras de sus capuchas, los colonos humanos ya podían ver
cómo sus ojos brillaban en las tinieblas. Además, también empezaron
a percibir un olor característico que suele acompañar a los jawas, un olor
que, para los estándares de la mayoría de las especies, es poco menos que
repugnante (Esto ha ayudado a que, víctimas del racismo y la incomprensión
de muchas especies, los jawas sean considerados nocivos, pese a que no hay ninguna prueba
fehaciente de que lo sean).
Cuando los humanos intentaron averiguar qué se ocultaba
bajo esas capuchas, los jawas se alejaron de las curiosas manos rosadas.
Aún hoy, muy poca gente ha visto el aspecto que tiene un jawa sin
su capucha y, aunque algunos xenólogos conjeturan que la especie
podría tener orígenes humanos, la mayoría de las fuentes
apuntan a que son probablemente roedores de un metro de altura como media. Además, aún cuando se les quitase la capucha, se dice que los jawas llevan debajo una máscara de arena para proteger sus rostros del clima desértico.
Se han hecho pocos estudios médicos sobre los jawas, pero en la
actualidad conocemos algunos datos, como su temperatura corporal, que asciende
a los 116 grados.
Los humanos, liderados por Melnea Arnouth, habían alcanzado el
sistema con el objeto de colonizarlo para la República. El
planeta Tatooine, único mundo habitable del
sistema Tatoo, estaba localizado en el
sector Arkanis, cerca de Pirotek y Ryloth, pero a 43000 años-luz del núcleo galáctico. Era un
importante nexo hiperespacial para acceder a mundos como
Coruscant o Corellia
y, según un joven Anakin Skywalker confesó a su diario infantil,
algunos creen que está cerca de otras galaxias.
Escucha la voz de un Jawa
Escucha la voz de un Jawa
Pero, pese a su disposición hiperespacialmente estratégica,
Tatooine es un lugar bastante inhóspito. Bastante más cerca
que Ryloth y Coruscant, están sus soles gemelos, G1 y G2, conocidos
en la actualidad como Tatoo I y Tatoo II, que proporcionan un calor constante
y que muchas especies, como los mon calamari,
consideran inaguantable. Interminables sequías y tormentas de arena amenizan
las catástrofes.
De cualquier modo, los colonos se enfrentaban a problemas más graves que
su comodidad: La nave colonizadora, la Reina Viuda, se había
estrellado en el aterrizaje, y estaba claro que iban a pasar algún
tiempo en el planeta que, de todos modos, habían elegido para vivir.
Arnouth era una mujer fuerte y decidida, y las dificultades no le impidieron
reunir a su gente y formar el primer asentamiento de la República
en Tatooine: Bestine.
Los colonos no esperaban encontrar especies humanoides en J11.9, y la presencia
de los jawas les pilló por sorpresa, pero Arnouth abrió el diálogo
con ellos, y después de cierta reticencia inicial, los jawas aceptaron
colaborar con los recién llegados, y les enseñaron la base de su dieta,
la "hubba" ("báculo de la vida" en lengua jawa),
una fruta redonda y amarilla que crece a la sombra de los acantilados y cuyas fibras
internas contienen mucha agua (Sin embargo, la hubba es bastante indigesta para los
humanos, como sucede con otra bebida jawa, el zumo de ganno). En señal de buena voluntad, los jawas devolvieron a Arnouth un droide
de protocolo de la serie 2PO que había sido robado (Aunque no puedo afirmar que
los ladrones hubiesen sido los jawas). Con la colaboración de los minúsculos
nativos, Bestine prosperó, y en la actualidad es la capital del planeta, a 200 km
al oeste de Mos Eisley.
Se acuñó el nombre de Tatooine para el planeta a partir de las
palabras que utilizaban los jawa para referirse a él: Tah
doo Een e. El significado que puede tener esta expresión en lengua
jawa es, hasta el momento desconocido.
Cuando la habitabilidad del planeta demostró ser viable, se fundaron
nuevos asentamientos, como Fuerte Tusken, al borde de las
llanuras de Jundland y en la actualidad abandonado después de un ataque;
Arnouth, una comunidad granjera de 350 seres al sur de Bestine;
y Motesta, entre las llanuras de Jundland y Mos Eisley por
el paso Arnouth, a dos horas y media de Anchorhead en un
deslizador contemporáneo.
La meta de los colonos era establecer minerales para su manufactura,
y había traído unos recolectores de mineral corelianos para
tal efecto. Pronto se extrajeron suficientes minerales para construir una
estación espacial, Tatoo III. Tatoo III, sin embargo, fue destruída
cuando la nave Nirvano Obvio colisionó con la estación.
La investigación abierta posteriormente demostró que las
materias primas utilizadas, los minerales de Tatooine, tenían extrañas
propiedades magnéticas que los hacían inútiles para
la mayoría de las metas rentables. El resultado fue que el Nirvana
Obvio encontró con un inmenso imán y ninguno de los dos
sobrevivió a la colisión.
Por supuesto, a nivel económico, Tatooine pasaría tiempos muy
difíciles. No era ni de lejos tan rentable como se esperaba, sino que los
colonos estaban ante lo que probablemente fuese un fracaso. Los mineros se
tuvieron que reconvertir en granjeros de humedad. Los recolectores de mineral
corelianos, a veces llamados reptadores mineros, fueron abandonados.
Pero a los jawas les importaba bastante poco la política
intergaláctica, y lo único que vieron fue cómo esos
extraños alienígenas abandonaban sus máquinas, unas
máquinas en perfecto estado... de las que se adueñaron; sus
ruedas de oruga las hacían perfectas para atravesar los desiertos.
Y no solo eso: Su inmenso tamaño los convertía en almacenes.
Además, los jawas tenían varios enemigos naturales en Tatooine,
como los moradores de las arenas y los dragones krayt, y los jawas, cobardes
natos que sólo luchan en defensa propia y como última salida,
vieron cómo a menudo bastaba la protección de las paredes de
un reptador para que sus depredadores se cansasen y se marchasen, excepto
en situaciones muy específicas. Los jawas habían encontrado
el lugar perfecto para vivir.
Cada tribu jawa se quedó con un "reptador de las arenas",
en cuyo interior cabían unos trescientos individuos y aún
sobraba algo de espacio. Era perfecto para una sociedad tan gregaria como
la jawa, que tiene no menos que cuarenta y tres términos para describir
las relaciones familiares que tan cuidadosamente registran.
De hecho, con el paso del tiempo, el estilo del reptador de las arenas sería copiado en el resto de la galaxia: TaggeCo desarrolló un reptador clase Agrimensor de cuarenta metros, con capacidad para veintiséis pasajeros y hasta veinte toneladas de carga, que es básicamente una versión pequeña del reptador de las arenas jawa.
Ocasionalmente, los jawas también utilizan como bestias
de carga y transporte personal rontos, enormes bestias saurópadas
con una pareja de crestas óseas en la cabeza y que se adaptan bien
a los climas secos. Son fáciles de entrenar, pueden cargar cientos
de kilos de equipo, tienen un olfato lo bastante agudo para oler a un dragón
krayt a un kilómetro, y su mero tamaño basta para asustar
hasta a los moradores de las arenas, pese a que ellos mismos son muy asustadizos.
Los rontos se suelen llevar bien con sus amos.
Sonido de un reptador de las arenas
Los jawas aprendieron rápidamente las artes del comercio
para tratar con los humanos y otros alienígenas. Aunque pueden hablar
el idioma Básico de la galaxia, los jawas prefieren utilizar su
propia lengua, tan compleja que hace que sea muy difícil entender
lo que están diciendo, a menos que ellos deseen ser entendidos. Se sabe que un humano que quiera aprender a hablar jawano, antes tiene que aprender el jawano castrapo utilizado para los negocios.
Apenas conocemos unas pocas expresiones en jawano. Sabemos que hkedd significa "oreja" y theek significa "¡corre!". Aparte de eso, podemos decir Dinkle obwegadada, Nekkel juuvar obwegadada o Hkeek nkulla, tres expresiones a la cual más malsonante.
Los pequeños jawas son seres supersticiosos, politeístas que adoran principalmente al Gran Jawenko. Las leyendas son frecuentes: Se dice que los jawas no se acercan a los restos del Mensajero Athalliano, una nave que colisionó en el desierto de Tatooine cuarenta años antes de la batalla de Yavin. Los jawas creen que algo maligno habita dentro del destrozo, puesto que varios buscadores de tesoros entraron en el Mensajero y nunca se les volvió a ver.
Los jawas valoran la piel escamosa y amarillenta del raivor, un inmenso reptil que vive en la misma zona (Una subespecie de coloración más oscura habita en las montañas). Los jawas consideran que la piel del raivor es un material duro y resistente, muy útil para hacer ropa y herramientas.
Por algún motivo, los jawas tienen cierta facilidad para
comprender el funcionamiento de la tecnología, en particular robótica
(Aunque también han desarrollado su propia variante de cerveza).
Muchos clanes descubrieron que era negocio encontrar maquinaria abandonada
en mal estado, perdida por esos desiertos que ellos tan bien conocen, y
repararla en sus reptadores para posteriormente revenderla a los humanos
y demás alienígenas. Los jawas también descubrirían
que, a menudo, los droides no se consideraban "maquinaria abandonada en
mal estado", y había que... convencerles. Los jawas acababan de
entrar en el mundo de los negocios sucios.
No voy a decir que los jawas tengan los conocimientos y habilidad
técnica de un ingeniero superior en robótica; normalmente,
su concepto de reparar un droide consiste en hacer que sea capaz de tenerse
en pie hasta que se lo puedan colocar a algún comprador ingenuo.
Muchos creen la mayoría de los sistemas de un droide reparado por
un jawa se mantienen en su sitio con cinta aislante o chicle (Pero esto
también se dice del Halcón Milenario, así que...).
Si bien la recolección (o captura ocasional) de la maquinaria
suponía dificultades de transporte, puesto que un solo jawa no puede
cargar con el peso de un droide muy grande, los reptadores de las arenas
ponían una fácil solución a la hora de introducir
las máquinas en sus entrañas: Tubos elevadores. Se trataba
de unos tubos cilíndricos pensados para introducir carga en el vehículo,
que están presentes en otros transportes, así como en algunas
naves y edificios. Suelen utilizar repulsores o vacío para levantar
o soltar la carga, y los que incluían los reptadores eran utilizados
originalmente para recoger los minerales, con tristemente pocas medidas
de seguridad.
Los jawas diseñan también sus propias armas, mezclas
de otras tecnologías, e incluso llegaron a diseñar un arma
característica, en la actualidad casi un símbolo para su
raza, cuya principal utilidad es desactivar droides.
El arma, conocida como "pistola de ionización", descarga
un rayo de iones que ioniza los circuítos del droide, desactivándolo
temporalmente. El principio en el que se basa es similar a aquél
utilizado para desactivar sistemas de astronaves o vehículos terrestres con impulsos electromagnéticos,
e incluso visualmente sus efectos son similares. Sin embargo, una pistola
de ionización no es especialmente útil contra un blanco vivo.
La pistola se crea a partir de un rifle bláster, al que
se le quitan sus componentes bláster (Normalmente, para ponerlos
en el inmenso almacén de chatarra del reptador). Lo que queda del
rifle debe ser modificado para aceptar un acelerador de iones que los jawas
diseñan y fabrican a mano a partir de un rayo restrictor de droides
unido a un acu-acelerador de ignición (Algunas fuentes sugieren
que el acu-acelerador podría ser opcional).
Normalmente, en sus lotes de armas (Más a menudo en esos
extraños bláster jawa construídos a partir de partes
variadas sin adherirse a estándar alguno que en las pistolas de
ionización), los jawas escriben un aviso: Datinni
greb zroom. Hasta el momento, el significado de esta expresión es
desconocido.
Rara vez los jawas venden armas a nadie, pero vender
droides les suele bastar para obtener beneficios limpios, libres de impuestos,
y sus principales compradores son los granjeros de humedad. Incluso tienen
un puesto en Mos Eisley, conocido como los Comerciantes Jawa, que lleva
la hembra Aguilae.
En la estación de comercio, los jawas van a lugares preestablecidos a reunir sus reptadores para comprar y vender chatarra. No tienen escrúpulos en hacerlo con seres humanos, o de casi cualquier otra especie. Por ejemplo, en Jundlandia, el punto de venta es en una inmensa roca en forma de torre, conocida como El Mercado o Roca de Mercado.
Una vez al año (El año de Tatooine tiene 304 días
locales de 23 horas estándar cada uno), la costumbre jawa es reunirse
en la gran cuenca del Mar de Dunas para lo que se conoce como la Fiestadroide
de Tatooine. Allí, los clanes jawa realizan trueques de los objetos
recuperados. Por supuesto, se llevan sus reptadores.
Tienen otros varios festivales. Hay otro día anual conocido como El Día del Altercado, donde se realizan compras, ventas y grandes celebraciones entre gritos y júbilo.
Hay otra costumbre jawa que demuestra cuánto han logrado
introducir la cultura galáctica en la suya propia: Les gusta el
sabacc.
El sabacc es un juego de cartas que se juega en casi todos los
casinos de la galaxia, en una o más de su variantes. No son pocas
las variantes del juego, como el sabacc del casino de Ciudad Nube o el
oscuro sabacc de contrato. Las reglas básicas se conocen como "forma
estándar de Bespin".
La variante conocida como el sabacc del Mar de Dunas fue desarrollada
por los colonos de Tatooine, pero aparentemente sólo los jawas pueden
entender la complejidad de las reglas. En particular, R'kik D'nec
afirma ser imbatible en esta modalidad de juego, y no hay testigos que
puedan afirmar lo contrario.
A lo largo de los años, los jawas se han convertido en una imagen frecuente en Tatooine y en otros lugares, pero no siempre son apreciados. El mecánico wookiee Quagga tenía problemas con los jawas locales como si fuesen una auténtica alimañana. El rodiano Doda Bodonawieedo, en su juventud, se lo pasaba bien molestando a los jawas. Natja la Hutt mantenía una tribu de jawas como sirvientes y escoltas. El comerciante y contrabandista bimm Rycar Ryjerd comprendió que, para operar en la zona, tendría que acabar dominando el idioma jawano. El mercenario rodiano Ne'Chak recibió a desgana la orden de entrenar a un grupo de jawas como guardias de seguridad para un bar en Lianna (donde, por cierto, se servía una bebida conocida como jugo de jawa, cuyos orígenes se puede rastrear hasta el Restaurante de Dex en Coruscant antes de las Guerras Clon). En el puerto espacial de Kothlis, el bothan Dakkar puso a su bar el nombre Jawa de Jade. Se sabe también que, al ser testigo de la masacre imperial de los jawas, el soldado de asalto Davin Felth se replanteó su postura.
Quizá los dos mayores expertos en los jawas, sin ser jawas, sean Mammon Hoole y Sardu Sallowe. Mammon Hoole es un científico shi'ido que, en cierta ocasión, realizó un análisis exaustivo de todas las formas de vida superiores de Tatooine, destacando los jawas, los moradores de las arenas y varias organizaciones criminales locales. Los estudios de Hoole han facilitado sobremanera el trabajo a muchos especialistas.
Sardu Sallowe era un prestigioso rastreador en tiempos del Imperio. La leyenda decía que los moradores de las arenas habían matado a su familia, y que él había sido criado por los jawas. Sallowe, que se cree era humano, imitaba el aspecto de un jawa en su vestuario, utilizando ojos amarillos y un respirador, y se cree que estaba al mando de una pequeña tribu jawa, o en su defecto contaba con gran respeto en su tribu.
Los jawas se vieron implicados de cerca en un importante acontecimiento
en la vida de Jabba el Hutt.
Todo empezó con un contrabandista de cierta infamia llamado Grizzid que
solía tratar con Jabba. Grizzid negoció con el comerciante llamado
Grendu, que según algunos encargó
a Grizzid transportar un rancor hasta el palacio de Jabba, y según
otros vendió el rancor a Grizzid, el cual a su vez decidió
vendérselo o regalárselo a Jabba.
De un modo u otro, Grizzid empezó su viaje con un rancor
en la bodega en el sistema Tarsunt (Todavía nos estamos preguntando
cómo llegó un rancor a Tarsunt). El rancor se escapó
de su jaula y mató a Grizzid y a su tripulación, pero la
nave ya estaba muy cerca de Tatooine y se estrelló en el Mar de Dunas.
Los primeros que descubrieron la nave fueron unos jawas, el clan Khak,
bajo el mando de Tteel Kkak. Los Kkak aceptaron vender la
localización del naufragio (y del rancor) a Bidlo Kwerve, un hombre
que estaba haciendo méritos para convertirse en mayordomo de Jabba y que
consideraba que regalarle un monstruo al hutt le pondría de primero en la lista,
por delante del ambicioso Bib Fortuna.
En las profundidades del desierto de Tatooine se encuentra el Precipicio Mochot. Se
ignora si muchos humanos han tratado con jawas allí, pero hay uno que se sabe
que sí: El niño al que llamaban Anakin Skywalker. Utilizando a su androide
C-3PO como intérprete, Skywalker se encontró varias veces con clanes jawa
en el Precipicio para canjear los "artículos usados" de Watto por otros más
valiosos.
Durante años, los jawa no realizaron muchas más
actividades dignas de mención que se conozcan por ahora; lo siguiente
que supimos de ellos fue que la tribu de Kalit localizó a
dos androides al servicio de la Alianza
Rebelde: El pequeño astromec R2-D2 y el antes mencionado C-3PO.
Estos droides serían vendidos posteriormente a un granjero
de humedad llamado Owen Lars, que necesitaba un androide de protocolo que
dominase el lenguaje binario de los evaporadores de humedad, y ya de paso
que hablase la lengua bocce (Se ignora qué pensaba hacer exactamente
con el astromec).
Pero los androides eran perseguidos por el Imperio porque llevaban los planos de una estación espacial
de combate de alto secreto, y los soldados de asalto del Imperio localizaron al clan
jawa y se prepararon para aniquilar a la tribu, dejando indicios de que su ataque fue
provocado por los moradores de las arenas (aunque el Caballero Jedi Obi-Wan Kenobi pudo ver a través del engaño).
Contemporáneo de Lars fue el granjero de humedad Ariq Joanson. Joanson
puso su granja más lejos que ningún otro, limítrofe con tierras
de los jawa y de los moradores de las arenas. Joanson mantenía la teoría,
contradictoria a la de los gobernadores imperiales, de que los humanos, los jawa y
los tusken podían vivir en paz, y dejaba regularmente agua como obsequio a
ambas razas nativas. Joanson logró confraternizar con los jawas del clan
Wimateeka, que vivían en el
Cañón Bildor, al lado de las tierras
de Joanson. El granjero no llegó a hacerse verdaderamente amigo de ningún
morador, pero al menos pudo establecer una tregua intranquila.
Joanson tenía muchos amigos, la mayoría de los cuales no compartían
sus ideales y le creían un loco, como Eyvind, la familia Jensen y la familia Olafson.
Otros, por el contrario, estaban de acuerdo con sus ideales de coexistencia pacífica,
como Ariela (una nativa de Alderaan),
Jacques y las familias Jonson y McPherson.
A Joanson le daba lo mismo lo que pensasen los demás granjeros;
él planeaba comprar una gran extensión de tierra para subdividirla
con los jawas y los tusken, e incluso tenía previsto ayudarles a
presentar el papeleo para que la tierra fuese oficialmente suya (Lo que
no sé es con qué dinero pensaba comprar nada, ya que su granja
daba beneficios muy escasos).
Cuando Ariela se comprometió con Eyvind, ella se puso pesada hasta que
él comprendió un poco mejor el sueño de Joanson. De hecho, Ariq
quería invitar unos jawas a la boda. Eyvind, por supuesto, empezó por
negarse, pero Ariela debía ser muy convincente porque Joanson se salió
con la suya.
Los jawas invitados, el clan Wimateeka, estaban realmente impresionados
por las costumbres y la amabilidad que mostraban los humanos. Los humanos
todavía no se creían que los jawas pudiesen ser tan amistosos.
La ceremonia de la boda fue todo un éxito.
Y entonces atacaron los tusken.
Se trataba de un grupo de moradores de las arenas adolescentes,
que consideraban que atacar la recepción demostraría su madurez.
Joanson se sintió muy decepcionado. Eyvind ya no sentía nada:
Había muerto en la lucha. Además, Ariela había sido
secuestrada.
El Imperio utilizó el incidente
para promover la desconfianza entre las razas. Ariq intentó rescatar a Ariela
ofreciendo agua como rescate, pero el Imperio interrumpió la negociación
y, poniendo como excusa que iban a rescatarles a ambos, mataron a varios moradores.
Eyvind dejaba su granja a Ariela y, pese a las presiones imperiales,
ella se quedó para llevarla, creyendo aún en el sueño
de Joanson. Éste, mientras tanto, empezó a buscar a la
Alianza para trabajar con ellos y ayudar a
derrocar al Imperio.
Años después, el por entonces ya maestro Jedi Luke Skywalker,
colaborando con la comerciante ogemita Anduvil, rastreó un cargamento de squills,
unas alimañas infecciosas, hasta los jawas, que disfrutan comiendo su carne
dura y picante. Luke fue infectado por la enfermedad de Bledsoe, un mal que el Imperio
había preparado.
Más años después, cuando Han Solo y Chewbacca estaban en un
asteroide de la Carrera del Contrabandista, Skip 5 (Sin relación conmigo),
investigando la muerte de Jarril y la gran cantidad de créditos que había
por allí, inspeccionaron las cuevas que se extendían por todo el planetoide,
que era demasiado caliente para la mayoría de las especies. Pero sus
hipótesis no se vieron confirmadas, puesto que sólo encontraron a un grupo
de jawas residentes y al contrabandista rubio Davis. Unos contrabandistas habían
robado unos droides explosivos a Dolph (Sin saber que eran explosivos) y, cuando Dolph
los detonó, Skip 5 se vio sacudida por una serie de explosiones. Hubo grandes
daños y un número de bajas, de las cuales se supone que hubo un porcentaje
de jawas.
Antes de empezar la lista de jawas notorios, quisiera presentar un pequeño
resumen de algunos de los droides que han estado en manos de los jawas:
Por supuesto, C-3PO y R2-D2 fueron capturados independientemente por los jawas poco antes de la batalla de Yavin. Ambos habían tenido un aterrizaje forzoso en el planeta y, después de una discusión, se habían separado. C-3PO fue capturado primeramente por los jawas y, sin comprender que era un secuestro y no una forma de ayuda, les preguntó si habían visto a su compañero, un pequeño androide. Con la astucia que les caracteriza, C-3PO indicó por dónde se había ido R2-D2, de modo que los jawas pudieron encontrarle. Después, vendieron a C-3PO a un granjero de humedad, junto con R5-D4. Cuando R5-D4 demostró un mal funcionamiento ante los ojos del cliente, C-3PO y el sobrino del granjero acordaron con el jawa que lo sustituirían por el modelo R2-D2 y todo el mundo quedaría contento.
C2-R4 era un droide que se acercó a
Wuher en las calles de Mos Eisley, buscando asilo de los jawas antes de que Ben
Kenobi y Luke Skywalker reservasen pasaje a bordo del Halcón. C2-R4 parece
una unidad R2, pero está cubierta de protuberancias y apéndices.
Dos extensores con forma de látigo y dos armazones surgen de su
sección central. Diseñado para un consorcio squib, demuestra todos los recursos que presenta esa especie. C2-R4 fue modificado a lo largo de los años para
realizar diversas tareas domésticas y culinarias, pero fue abandonado
en Tatooine. Los jawas querían desmontarlo, pero Wuher lo rescató
después de ver a Greedo morir en la cantina.
Wuher había tenido la idea de usar feromonas rodianas en el licor que elaboraba
para Jabba el Hutt, y pidió ayuda a C2-R4, porque
el droide era muy útil para mezxclar exactamente los ingredientes. También
usaría para ello una planta aromática llamada Bergamot.
CZ-1 era un droide secretario que había trabajado inicialmetne con CZ-3. CZ-1 había sido modificado para parecerse más a los stacchati, la especie para la que había trabajado. De algún modo, CZ-1 y CZ-3 llegaron a Tatooine, y se separaron en el desierto. CZ-1 fue capturado por los jawas, pero para entonces estaba hecho añicos, y sus junturas estaban demasiado llenas de arena para que mereciese la pena limpiarlas.
EG-6 es un droide de potencia de la serie
GNK, fabricado por Sistemas Verl en una serie cuya principal utilidad es
ser un generador de potencia ambulante. EG-6, que compartió su prisión
con C-3PO y R2-D2, había sido capturado por los jawa, que le habían
borrado la memoria, así que el pobre EG-6 no sabía ni su número
de serie.
E522 es un modelo de droide asesino en la
actualidad obsoleto debido en gran parte a las acciones de la serie IG. En cierta
ocasión, Jek Nkik y su mejor amigo Het Nkik
encontraron un E522 gravemente dañado en una nave espacial que había
naufragado en el desierto de Tatooine, y lo reconstruyeron. No pudieron proporcionarle
sistemas de armas, pero lograron crear un mensajero aceptablemente bueno que vendieron
a la jefa del crimen Lady Valarian.
KT-18 ("Kate") era un droide doméstico
con una cubierta externa color perla y con la forma y tamaño aproximados de
una mujer humana. Se trataba de un droide para tareas domésticas, lo cual
dará una idea del machismo intrínseco del autor de ZHR. El
caso es que Luke Skywalker y Ken se lo compraron a unos jawas para regalárselo
a Han Solo.
Jactajawa era el apodo que puso Gavin Darklighter a su unidad R2, indicando con ello que cualquier jawa desearía robar ese droide. Sin embargo, cuando un grupo de jawas lo intentó, el droide se rebeló y frustró el intento, llegando a herir a uno de sus captores. Desde entonces, Darklighter pasó a apodarlo Caza Dura, o "Caza" para abreviar. Como muchos otros droides de servicio veinte años después de la batalla de Endor, Caza fue mejorado con el paquete R2-Delta.
LIN-V8K era un droide minero y de demolición
reconstruído por los jawas sobre Tatooine; se ignora si fueron los jawas los
que empezaron a darle periféricos militares. Se sabe que los jawas intentaron
vender el droide a Owen Lars.
QT-3PO era un droide de protocolo que fue capturado
por los jawas cuando la nave de su amo aterrizó en Mos Eisley para unas reparaciones.
Estuvo dentro de un reptador jawa durante un período de tiempo extenso
antes de ser rescatado. No se lo pasó muy bien, no.
R1-G4 era un droide astromecánico pasado
de moda, un modelo aún utilizado en cargueros grandes y otras astronaves, que
fue modificado por su propietario con la cubierta de un dron reactor prototipo II, con
lo que R1-G4 medía unos dos metros. Cuando su amo fue capturado, R1-G4 fue
abandonado. Después fue recuperado por los jawas que capturaron a R2-D2 y C-3PO
y ofrecido a Owen Lars.
R5-D4, alias "Rojo", era un droide de
Industrial Automaton, y una de las últimas unidades R5 que se
construyeron. Fue comprado por Owen Lars justo antes de comprar a C-3PO. El motivador
de R5-D4 explotó después de su compra, con lo que Owen compró a
R2-D2. Algunos dicen que R2-D2 modificó
a R5-D4 para que su motivador fallase. Otros opinan que R2-D2 simplemente había explicado su misión a R5-D4 y éste, simpatizando con él y previendo una catástrofe a nivel galáctica, eligió suicidarse. Incluso hay una leyenda que dice que R5-D4 era un droide jedi.
R5-D4 estuvo un número de días en el reptador hasta
que éste fue atacado por las fuerzas imperiales. R5-D4 no estaba
en condiciones de moverse y estuvo estático hasta que otro grupo
de jawas llegaron a hacerse con la maquinaria que quedaba. R5-D4 llegó
a Mos Eisley, donde fue comprado por el historiador rebelde Voren Na'al
y reprogramado. Con ayuda de Momaw Nadon, Na'al
vendió a R5-D4 al administrador asistente del prefecto imperial, y así
"Rojo" grabaría todo cuanto viese y oyese, reteniendo los datos hasta que
Nadon pudiese recuperarlos.
WED-9-M1: Llamado el droide bantha por sus
modales testarudos, el WED-9-M1 fue vendido originalmente como droide de seguridad y
mantenimiento. La familia DeMaal compró un WED-9-M1 modificado a los jawas,
y lo usaron para patrullar el Muelle de Embarque 94.
WED15-I662: Este droide Treadwell se utilizaba
para reparar maquinaria y astronaves. Estaba equipado con un par de fotorreceptores
rectangulares que podía extender hacia arriba y retraer hacia abajo en un poste
central. Los jawas que capturaron a R2-D2 y a C-3PO tenían un I662
en su reptador.
2X-7KPR: Este droide de seguridad estaba
programado para monitorear el perímetro de los puestos imperiales, y fue
enviado a Tatooine. Acabó siendo propiedad de Jabba
el Hutt, hasta que una tribu de jawas lo robó.
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