Ehhh... No sé por dónde empezar. Supongo que a los baragwin se les dio bien la tecnología desde siempre. Nadie recuerda un momento en el que los baragwin no fuesen excelentes en desarrollo de armas. Pero claro, nadie recuerda los primeros momentos de los baragwin. Sus orígenes se pierden en la leyenda.
Estaban entre las primeras razas que surcaron las estrellas, pero que me aspen si podemos encontrar un origen para su tecnología hiperespacial. De un modo u otro, los baragwin empezaron a fundar colonias en incontables planetas, desde el Núcleo a las Regiones Desconocidas. Las colonias aparentemente siempre fueron pequeñas y desorganizadas, y tenían poco contacto con su mundo de origen. Rápidamente se establecieron rutas de comercio entre unas colonias y otras y, con el paso de los años (muuuchos años), cada colonia estableció su propia cultura, diferenciándose de las otras.
Llegado el momento, otras especies como los humanos empezaron a ir de una estrella a otra, y encontraron a los comerciantes baragwin esperándoles. Puntualizo: Comerciantes de armas baragwin. Los humanos, curiosos, compraron las armas, las probaron y decidieron que funcionaban muy bien.
Las armas baragwin vieron un uso masivo en las llamadas Guerras Unificadoras, que permitieron a los humanos y sus asociados fundar una República Galáctica. A los baragwin les parecía muy bien; ellos no mostraban interés por una política extraplanetaria. ¿Cómo iba a interesarles, si ellos mismos no tenían un gobierno unificado?
Con ayuda remunerada de los baragwin, la República se fundó, con un claro componente humano. Los baragwin pasaron a ser miembros con poco interés. Resultaba un poco extraño que los baragwin no tuviesen planeta de origen definido, pero esto tenía un precedente claro: ¡Los humanos tampoco tenían un planeta de origen claro!
En el Básico los baragwin encuentran un idioma adoptivo. Existía también un idioma "baragwiniano", muy útil en comercio, pero nunca llegó a extenderse totalmente, ni siquiera entre los baragwin.
La República empezó a aprovechar la industria y se crearon firmas de diseño de armas. Muchas de ellas, desde el momento de su fundación, contrataban baragwins con interesantes contratos. Otros baragwin buscaban empleos diferentes, y con el tiempo se convirtieron en una cara familiar en casi cualquier punto de la galaxia.
El periodo expansionista de la República se encontró constantemente con colonias baragwin perdidas en mundos sin colonizar. Al preguntar a los baragwin que ya eran miembros de la República, éstos alegaban total ignorancia: El expansionismo baragwin prehistórico, al parecer, nunca tuvo registros claros.
Los baragwin no son muy amigos de la reproducción masiva. En ningún momento hubo más de unos pocos millones extendidos por la galaxia, aunque eso sí, estaban muy extendidos. Totalmente carentes de mundos de origen, se identificaban con la cultura del planeta natal del individuo.
Las colonias encontradas suelen ser asentamientos pequeños y anárquicos. Cuando hay suficientes baragwins para ello, existe un líder electo con un método democrático informal, y cuya legislatura dura habitualmente poco tiempo, o hasta que los baragwin vuelven a estar de humor para tener otras elecciones, lo que pase primero.
Existe por ejemplo un asentamiento en Denuhi-Ocho, hogar de una colonia de baragwins amistosos pero cautos; algo les debió pasar por su exceso de hospitalidad. En Tatooine hay otra colonia de baragwins cuyo comportamiento es totalmente distinto, adaptado a la cultura local.
En Garos IV, en el Borde Medio, se encuentra una colonia de baragwins, o al menos eso es lo que se asume después de haber visto a un baragwin camarero en la cantina Viska Violeta, en la ciudad de Ariana.
Existía una colonia de baragwins en Yavin IV (Borde Exterior), donde desarrollaban armamento. Sin embargo, el planeta fue conquistado por el lord del sith Exar Kun, que se tomó la molestia de invadir la colonia baragwin. Poco después, la República bombardeó el planeta para enfrentarse a Kun, con lo que terminó con toda la colonia.
Hubo un superviviente, un rodiano llamado Suvam Tan, que había sido entrenado por los artesanos de armas baragwin. Tan se llevó el único prototipo conocido de un arma iónica llamada Ión-X, que después mejoraría personalmente.
Después de la muerte de Exar Kun, la llamada Guerra Civil Jedi entró en un periodo de gran actividad, con el ejército sith de Darth Revan enfrentándose a las fuerzas de la República. En este conflicto, las armas baragwin se hicieron muy populares. Era frecuente ver el rayo aturdidor baragwin, o el Disruptor X. Se apreciaba mucho la pistola de asalto baragwin, un bláster de repetición con gran potencia destructiva.
Para los fans del combate personal estaba el Filo de Asalto Baragwin, una vibroespada con funcionalidad mejorada y capacitadores que descargan corriente eléctrica al contacto con el blanco, con un pequeño generador en la empuñadura. El espacio vacío se reservaba para la instalación de mejoras. Se consideraba una maravilla de la miniaturización, tan popular como los modelos echani, y muy utilizado por los soldados de la República y de los Sith.
La Armadura Sombra Baragwin era un traje modificable que volvía invisible al usuario desde cualquier dirección, mezclándole con el entorno de un modo que los generadores de sigilo eran incapaces de alcanzar. En principio los baragwin sólo vendían esto a agencias gubernamentales respetables, pero muchas unidades entraron en el mercado negro.
La Unidad de Sigilo Baragwin era un cinturón que, similar a la armadura sombra, proporcionaba más camuflaje y mejoraba la movilidad del usuario, sin afectar demasiado a la percepción del entorno.
Con esta capacidad, los gobiernos más militaristas siempre encontraron utilidad en los baragwin. Esto no cambió cuando apareció el Imperio.
Pese a la política anti-alienígena imperial, el Imperio sabía que tenía que aprovechar el talento baragwin. El gobierno y las megacorporaciones con respaldo gubernamental empezaron a ofrecer suculentos contratos a los desarrolladores de armas, que no tenían problemas éticos ni sabiendo para qué se utilizarían sus productos.
Incluso después de la batalla de Endor, los baragwin siguieron trabajando para el Imperio, rechazando totalmente al nuevo gobierno republicano. El Imperio, simplemente, pagaba mejor.
Todo esto acabó tres años después de lo de Endor. La directora de inteligencia Ysanne Isard soltó en Coruscant un virus mortal creado artificialmente que afectaba a todas las especies, salvo a los humanos. Pretendía crear el caos en una capital galáctica que acababa de tomar la Nueva República.
La población baragwin de Coruscant resultó diezmada por la "Crisis del Virus Krytos". Sabiendo que Isard había sido la responsable, los baragwin de toda la galaxia cambiaron de bando como uno solo, y ofrecieron su apoyo incondicional a la Nueva República.
Se nombró un único Senador de las Comunidades Baragwin que defendería los intereses de todos los baragwin, independientemente de su ubicación en la galaxia. Esto sin duda crearía problemas de jurisdicción, pero no es algo que preocupe a los baragwin.
Eso es política. Ellos tienen su propio trabajo.
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