LOS TALZ

"P'zil"
("Hogar" en lengua talzzi)
Historia talz | Miembros notorios | Muftak

Introducción

 

Hasta la reciente desclasificación de documentos imperiales de acceso restringido, muy poca gente sabía que Alzoc III, un planeta sin lunas, era un mundo habitado, e incluso colonizado. Alzoc III es un mundo helado cubierto de campos de hielo y nieve. Criaturas como el torsk o la voraz Babosa de la Nieve, parecida a un molusco, vagaban por el Valle de las Ventiscas en busca de alimento en la tundra helada.

Además de las criaturas nativas antes mencionadas, Alzoc III es un planeta muy rico en minerales, ya que no en productos agrícolas. Las perlas de Alzoc son gemas que suelen utilizarse en los mangos de los cuchillos.

Muftak, un talz

Pero existe una criatura inteligente nativa de Alzoc III, considerada la especie dominante en el planeta. Son los talz, unos inmensos seres de más de dos metros de altura, casi tan altos como los wookiees y, al igual que éstos, totalmente cubiertos de vello. Sin embargo, aunque los wookiees tienen una variedad de tonalidades de color en su vello, todos los talz tienen invariablemente vello blanco lanudo. Todo este vello les protege contra el frío de su mundo natal y, si éste no bastase, existe una capa de grasa debajo.

Los talz caminan sobre sus extremidades inferiores, de un modo similar al que un humano tiene para caminar sobre sus piernas. Las inmensas manos de un talz presentan garras afiladas, cuya utilidad básica es cavar a través de la nieve y el hielo. No se conocen precedentes de daños causados conscientemente a seres vivientes con estas garras.

En las cabezas de los talz hay dos puntos a destacar. Uno es un pequeño hocico o proboscis flexible, que utilizan para obtener suficiente oxígeno aunque el aire de su planeta es excepcionalmente frío. También hablan su zumbante lenguaje, el talzzi, a través de este hocico.

Babosa de la Nieve

La otra característica identificativa es que un talz posee cuatro ojos, dos más pequeños que otros. Los ojos pequeños se utilizan para ver durante el día, porque la luz solar reflejada en la nieve suele ser cegadora. Sin embargo, en la oscuridad estos ojos no son efectivos, y se cierran para utilizar el par más grande. Como Alzoc III no tiene ninguna luna, las noches son muy oscuras, y los talz pueden ver perfectamente en la oscuridad. Los ojos de visión nocturna se cierran si hay luz.

Los talz se reproducen portando a sus jóvenes en un "saco" larval o útero externo, en el que se desarrolla el feto. Los progenitores cuidan con gran atención y mantienen calientes estos sacos. El talz emerge del saco como un individuo de tamaño adulto con la mente de un niño. Después, el recién nacido deberá ser educado durante varios años antes de convertirse en un adulto.


Historia talz

 

Los talz son tranquilos y amables. Son trabajadores incansables que toman los recursos de su planeta utilizando herramientas simples hechas a mano. Dado que son un pueblo tecnológicamente poco avanzado, el hecho de que los recursos sean distribuídos adecuadamente para que a ninguna comunidad talz le falte de nada, parece querer indicarnos que la población talz es limitada.

La sociedad talz, si es que ellos tienen derecho a opinar, se basa en comunidades conocidas como clanes.

Dos Talz

Pero no siempre es posible opinar. El Imperio descubrió Alzoc III e, impresionado por su riqueza natural, sobre todo en minerales, tomó el planeta y esclavizó a la población. La amabilidad natural de los talz y su disposición al trabajo sólo consiguió contentar a los oficiales imperiales, encantados de tener esclavos tan masivos al tiempo que sumisos. Los talz fueron puestos a trabajar extrayendo mineral bruto de los profundos pozos ocultos en la corteza de Alzoc III. El esclavista quarren Borun Call colaboró con el Imperio en la esclavización de Alzoc III.

El Imperio no registró este hallazgo en el registro planetario, y la Alianza Rebelde nunca descubrió la opresión a la que se sometía a los talz.

Pter Thanas, un comandante imperial poco convencial, fue asignado a la guarnición de Alzoc III y le impresionó la ética de trabajo de los talz. Thanas estudió la cultura y la biología talz, y descubrió que los esclavos trabajarían con más eficiencia si se les alimentaba mejor. Así, Thanas hizo incrementar las raciones diarias de los esclavos, y éstos a su vez le correspondieron con un incremento en la productividad hasta casi triplicarla. Poco tiempo después, Thanas tropezó accidentalmente cerca del borde de un pozo abierto en una mina, pero uno de los talz le salvó la vida.

Pero, al cabo de unos pocos meses, un nuevo comandante redujo las asignaciones de comida. Un cacique talz no identificado protestó, y el comandante ordenó a Thanas demoler el pueblo de este cacique. Thanas se negó. Furioso por su insubordinación, el comandante hizo reasignar a Thanas a un mundo más remoto, Bakura, donde Thanas utilizaría algunas de las lecciones aprendidas en Alzoc III. Se cree que el otro comandante hizo demoler de todos modos el pueblo del cacique talz.

Colonia talz en Alzoc III

No encontramos nuevas referencias a talz hasta bien entrada la Nueva República. Apenas algunos oficiales imperiales tenían acceso a información sobre ellos. Dos años después de la Batalla de Endor, el Señor de la Guera Zsinj utilizaba talz, junto a ewoks y gamorreanos, en su Proyecto Chubar, un experimento que pretendía utilizar tratamientos químicos e improntas emocionales para producir soldados muy inteligentes de las más primitivas especies no humanas de la galaxia, al tiempo que potenciaba sus centros de agresión. No se conoce a ningún talz que haya sobrevivido a la experimentación. Un gamorreano, Voort saBinringg, logró huir y unirse a la Nueva República, pero se ve que no les informó sobre los talz.

Pasarían cinco años más antes de que la Nueva República encontrase Alzoc III y lo insertase en el Registro Galáctico, al principio del gobierno de la jefa de estado Leia Organa Solo. Ahora, los talz han asumido la propiedad de las minas y han empezado a desarrollar un sistema de comercio con los extranjeros. Sin embargo, parecen sentir recelo de sus compañeros de negocio, y es raro que un talz deje voluntariamente su mundo.

Al año siguiente, muchos talz lo hicieron involuntariamente cuando el Ojo de Palpatine, una luna de combate largo tiempo olvidada, se reactivó accidentalmente y, con Luke Skywalker a bordo, empezó a hacer recogidas preprogramadas de tropas. El Ojo de Palpatine llegó a Alzoc III para recoger tropas de la base imperial de allí, pero cuál no sería su sorpresa al descubrir que no había ninguna base imperial en Alzoc III. De todos modos, la inteligencia artificial del Ojo de Palpatine no permitiría que una nimiedad tan grande le perturbase y, decidida a cumplir su misión de todos modos, llevó a bordo a un grupo de talz que no tenían ningún interés en subir. Luke Skywalker logró vencer a la máquina y devolver a los alienígenas a su planeta.


Talz notorios

 

Aj Koenes: Este talz director de distribución de tierra aceptó ayudar al equipo de la Nueva República que intentaba restaurar el entorno natural de Duro durante el auge de la invasión de los yuuzhan vong. Estaba discutiendo continuamente con Sidris Kolb, el meteorólogo del grupo, porque sus proyectos solían exigir recursos similares que cada uno "robaba" al otro.

Bama Vook: Este talz trabajó como piloto de pruebas para Astronaves Trinkatta, en los años que llevaron a la Batalla de Naboo. Boll Trinkatta supuso que Bama había muerto cuando los asesinos bartokk que trabajaban para Groodo el Hutt robaron los cazas con equipo droide que estaba construyendo la corporación de Trinkatta. En realidad, Bama Vook había esclavizado los movimientos de los cazas y los "robó" él mismo para asegurarse de que la Federación de Comercio no se hacía con ellos. Para comunicarse mejor, Bama Vook llevaba una unidad de traducción de voz en un grueso collar. Después de llevarse las naves droide, Bama Vook se disfrazó con un parche, esperando no ser identificado hasta encontrar a los Caballeros Jedi que habían ido a Esseles. Qui-Gon Jinn no tardó en comprender que fue Bama Vook quien alertó a Adi Gallia de la presencia de la Federación de Comercio en Esseles, y de la construcción de cazas droides. Cuando robó los cazas, Bama Vook también obtuvo un prototipo de hipermotor desarrollado por los neimoidianos, probablemente para usarlo en los cazas.

Caldera Righim

Caldera Righim: Este talz era un popular pacifista durante las primeras etapas de la guerra civil galáctica, y vivía en el planeta Tatooine. Era amigo personal de Wuher y pasaba buena parte de su tiempo libre en la cantina de Mos Eisley, normalmente oponiéndose a las peleas que tenían lugar allí.

Chup-Chup: Este joven talz era el hijo de Bama Vook. Fue secuestrado por los asesinos bartokk enviados por Groodo el Hutt para recuperar las naves droides construidas por Astronaves Trinkatta. Obi-Wan Kenobi rescató al joven talz, aunque se sorprendió al ver que Chup-Chup ya medía más de dos metros aún siendo joven.

Gar: Este talz era un enorme varón adulto que descubrió un modo de confraternizar con los imperiales que ocuparon Alzoc III. Recibía favores especiales a cambio de mantener a raya a los talz recién esclavizados (No confundir a este talz con el gamorreano homónimo).


Muftak

 

El Imperio ya había controlado Alzoc III cuando el talz conocido como Muftak fue concebido. El pequeño talz se estaba desarrollando en su saco larval, pero accidentalmente el saco larval fue introducido en un carguero imperial y sacado del planeta. Es probable que los imperiales se diesen cuenta de que llevaban un paquete indeseado y decidiesen tirarlo en el primer planeta que encontrasen. De un modo u otro, el saco larval acabó en el supuesto lugar más alejado del centro de la galaxia, pero en el que parece que acaba todo el mundo: Tatooine.

El recién nacido talz abandonó su saco larval en el planeta desierto donde la gente sabe que es mejor no inmiscuirse en los asuntos de los demás, y para ser más exacto en el Muelle de Embarque 12 de Mos Eisley. Nadie se fijó en el recién llegado alienígena de dos metros, y nadie le dio la educación que el bebé necesitaba.

No está claro cómo consiguió el nombre de Muftak; puede que se lo pusiese él mismo, o tal vez otro le llamó así. De un modo u otro, Muftak no sabía qué era y, atormentado por la duda hamletiana, vagó por Mos Eisley. Escuchando con atención las conversaciones de la gente que encontraba (gente de aspecto radicalmente distinto al suyo), Muftak aprendió Básico.

Muftak deseaba averiguar qué era, puesto que no conocía su especie y lo único que sabía era que venía de otro planeta. Él se imaginaba el mundo natal de su especie como un verde paraíso, con flores de dulce néctar. Intentando encontrarlo, Muftak se convirtió en un experto en obtener información. Pese a que su naturaleza siguió siendo un misterio para él durante años, Muftak se enteraba de un montón de cosas sobre los demás, y pasó a ganarse la vida como fisgón.

Muftak

Un día, Muftak encontró a Kabe, una pequeña niña chadra-fan perdida y a punto de morir de hambre y sed. El inmenso talz se apiadó de ella y la adoptó. Se les veía habitualmente en la cantina de Chalmun, donde Muftak bebía cerveza polaris tibia. Kabe sentía predilección por el jugo de juri, pero Wuher, el camarero, no daba crédito a la niña (e incluso llegaba a llamarla ranat), así que ella solía ir a pedirle a Muftak que se lo consiguiese. Muftak no era partidario de que Kabe bebiese mucho jugo de juri porque la pequeña caía redonda después de dos vasos y Muftak tenía que cargar con ella hasta su modesto domicilio.

El susodicho domicilio era poco más que un habitáculo en una red de túneles debajo del muelle de embarque 83. Poco era lo que tenían allí: Un nido para que durmiese la chadra-fan, una percha para que durmiese Muftak, y un pequeño baúl con sus escasas posesiones. Lo más valioso era el hecho de tener un lugar donde cobijarse durante las noches. Compartieron esta residencia durante cinco años.

Durante ese tiempo, Muftak y Kabe trabajaron juntos como ladrones y timadores de poca monta. Kabe era el cerebro de sus operaciones, que solían implicar que la pequeña robase las carteras de pilotos borrachos en la cantina (entre los cuales llegó a contarse en una ocasión Ponda Baba), o que ella se disfrazase de jawa para cobrar unos hipotéticos impuestos extraoficiales de los saqueadores del desierto. En caso de que tuviesen que escapar, Muftak protegía a Kabe ocultándola detrás de su masivo cuerpo.

Mientras tanto, Muftak confraternizó con Momaw Nadon, un ithoriano exiliado. Muftak le preguntó a Nadon un día si conocía la especie a la que él pertenecía, pero desgraciadamente el ithoriano no conocía a los talz.

Cuando el Imperio empezó a buscar activamente los planos robados de la Estrella de la Muerte, el rastro les llevó hasta Mos Eisley, y la ciudad acabó llena de soldados de asalto. Inicialmente, Muftak y Kabe creían que iban a por ellos. Una pequeña entrevista de Muftak con el soldado Davin Felth y el teniente Alima les hizo comprender que no, que buscaban un par de desgraciados droides. Fue en esa misma entrevista que Felth reconoció la especie de Muftak y, al llamarle "talz", le dio la información que él había estado buscando durante años. Muftak reconoció la palabra como una de las que había en el interior de su mente desde su nacimiento. "Talz significa yo", pensaba el gigante lanudo. "¡Yo soy un talz!".

Muftak con sus compañeros de 'juergas'

Muftak conversó con su amigo Momaw Nadon y éste le pidió que le vendiese al teniente Alima una información falsa que implicase al ithoriano, como cebo de una trampa para el imperial. Muftak lo hizo, y el imperial pagó con quinientos créditos que resultaron ser falsos. Muftak le comentó sus dudas a Nadon: Pronto averiguaría el nombre de su planeta, pero no podía pagar un viaje interestelar y, aunque pudiese, no podía dejar atrás a Kabe. Pero la pequeña era una egoísta y tampoco podía llevarse a alguien tan egoísta. Nadon no supo darle una solución.

Muftak conversó con Wuher, el camarero, cuando éste se negó a servir a Kabe. "Después de todo", pensaba el talz, "esto es algo así como una celebración". De hecho, Muftak se sintió tan animado que no sólo estuvo a punto de perderse el enfrentamiento entre Obi-Wan Kenobi y dos matones locales, sino que después decidió ayudar a Kabe en su proyecto más ambicioso: Robar el almacén de Jabba en Mos Eisley.

La situación se había complicado mucho para dos ladrones de poca monta como ellos. En particular, Jabba se había hecho con todo lo que no era oficialmente propiedad imperial, pero la ciudad estaba sumida en el caos y el hutt estaba en su palacio en el Mar de Dunas. Muftak no creía que intentar algo tan arriesgado fuese inteligente, pero Kabe estaba familiarizada con las medidas de seguridad externas al almacén, y logró saltárselas todas con la ayuda de su sorprendentemente ágil amigo.

Muftak y Kabe encontraron un droide de protocolo plateado, K8-LR, que pertenecía a Jabba, y Muftak intentó burlarle alegando que Jabba les había ordenado llevar algunos de sus tesoros a su palacio. Kaocho respondió en la lengua de los talz, y Muftak le presionó para extraerle información sobre su especie.

De todos modos, Kaocho pretendía confirmar la historia con Bib Fortuna, pero Kabe tomó el mando y apresó al droide al tiempo que ordenaba a Muftak quitarle el restrictor. El droide se sintió agradecido, pues ya no tenía que trabajar para alguien tan soez como Jabba o sus sicarios. Muftak le pidió que, si se sentía agradecido, les dijese dónde guarda Jabba sus más valiosos tesoros.

Kabe encontró una sala de torturas donde un pobre desgraciado estaba siendo martirizado con un disruptor nervioso. Kabe quería robar el disruptor, y se mantuvo firme pese a que Muftak le rogó que no se mezclase en algo tan sucio.

Cuando la chadra-fan apagó el disruptor, la víctima descubrió que los ladrones estaban interesados en dinero y les ofreció treinta mil créditos a cambio de que le entregasen un almacén de datos a un contacto mon calamari para que, a su vez, se lo diese a un tal general Dodonna. El susodicho almacén de datos estaba oculto en uno de los dientes del humano torturado. Kaocho reveló a los ladrones que el humano, Barid Mesoriaam, era miembro de la Alianza Rebelde, y que Jabba le estaba torturando para obtener información. Mesoriaam comprendió que los ladrones podrían vender el almacén de datos a los imperiales, pero les recordó lo mal que ha tratado siempre el Imperio a los alienígenas.

Muftak en la cantina de Mos Eisley

Desgraciadamente, antes de que los ladrones pudiesen abandonar el almacén de Jabba, fueron descubiertos por las fuerzas de seguridad, lideradas por Bib Fortuna (que se mantuvo alejado del combate). Kabe ordenó a Muftak disparar a los enemigos, pero el arma de Muftak era bastante vieja y apenas funcionaba, y Muftak sólo logró abatir con propiedad a un abyssino.

Durante el tiroteo, Kabe y Muftak quedaron atrapados en una estancia, la única salida abierta bloqueada por los gamorreanos, y uno de los tapices del almacén de Jabba empezó a arder. Los sicarios de Jabba no entraron: probablemente Bib Fortuna les había dado la orden de quedarse atrás, y que el fuego se encargase de los ladrones sin poner en peligro a más guardias.

Se abrió una salida de emergencia, probablemente por mediación de Kaocho, pero era demasiado pequeña para Muftak. Kabe escapó mientras el talz la cubría. Muftak no pretendía escapar. Sabía que, si los guardias le capturaban, dejarían en paz a Kabe el tiempo suficiente para que ella escapase.

Pero Kabe realmente quería a su amigo talz y volvió al almacén de Jabba para rescatar a Muftak. Muftak se sintió muy emocionado por el hecho de que la niña hubiese vuelto para salvarle, y comprendió que, al fin, Kabe no era tan egoísta. Con notable peligro e hiriendo a varios guardias, los dos ladrones lograron escapar perdiendo casi todo el botín en el proceso. Apenas les quedaba el almacén de datos.

Kabe estaba asustada: Si Jabba descubría lo que habían hecho, sus pellejos no valdrían dos créditos. Muftak sugirió que se reagrupasen en el invernadero de Momaw Nadon. Allí se reunieron con el contacto calamariano, que les dio una cantidad de créditos antes de que Muftak estuviese dispuesto a soltar el almacén de datos. Muftak contó los créditos, y le increpó porque sólo había quince mil. En vez de la otra mitad del dinero, el calamariano les ofreció dos salvoconductos firmados por el Gran Moff Tarkin, y Nadon se encargó de arreglar el asunto de sus billetes. El ithoriano les propuso que apoyasen a la Alianza, pero Kabe dijo que seguirían siendo independientes. Muftak se rascó la cabeza y no dijo nada.

Muftak y Kabe partieron hacia Alzoc III esa misma noche. Después, Muftak planeaba visitar el planeta natal de Kabe, Chadra. Durante ese tiempo, Muftak escribió una novela autobiográfica que tituló Arenas en Invierno.


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