LOS MEERIANOS

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Los Meerianos


 
"No acepto las pruebas. Yo hago las reglas. Bandomeer es mío. Todo lo que tengo que hacer es extender mi mano y tomarlo. Es un mundo pequeño. Galácticamente insignificante. Pero derrama riqueza en mis manos. Si tan solo renunciaras a las tediosas reglas de los jedi, haría lo mismo por ti. Pero no, Qui-Gon es demasiado bueno. No le tienta. Nada le tienta." (Xánatos)

Bandomeer: Un mundo lleno de riquezas que los nativos meerianos vieron cómo se escurrían entre sus dedos, dejándoles solo miseria y dolor. Un mundo en que el sufrimiento venía por la pobreza, y por los estragos de la guerra: En sólo cincuenta años, el planeta vivió cuatro terribles batallas en las que el perdedor tendía a ser siempre el mismo: Los meerianos.

El sector Meeriano estaba en el Borde Exterior, cerca de la frontera con el Borde Medio, y limitado con sectores como Mandalore, Ojoster y Quelii. El sistema Bandomeer se encontraba en una posición astrogeográfica delicada: Justo en la frontera entre dos regiones tan difíciles como los Nuevos Territorios y La Frontera: Aquella era una zona a menudo subdesarrollada porque cada proyecto de progreso había fracasado, a menudo por una inaudita atrocidad; ésta, el hogar de largos linajes que jamás había alcanzado grandes desarrollos económicos. La frontera natural entre ambas era el Camino Hydiano, una de las rutas hiperespaciales más importantes de la galaxia, y de hecho la única super-hiperruta que cubría la galaxia de un extremo a otro. Bandomeer estaba en su zona norte, y era la primera escala importante en el Borde Exterior.



Zona del espacio donde estaba Bandomeer, con múltiples rutas.

Bandomeer era un núcleo de comunicaciones, porque una segunda hiperruta, la más importante del cuadrante norte, empezaba allí: La Carrera Braxante. Giraba entonces al oeste por los Nuevos Territorios para llegar a Generis, Muunilinst y Bastión; exploradores zabraks habían extendido esa ruta hasta llegar más allá de territorios imperiales, incluso a las Regiones Desconocidas, y estaban dispuestos a vender esa información a audaces comerciantes.

Pero centrémonos en el sistema Bandomeer. Orbitaba un sol naranja intenso también llamado Bandomeer, con una luz parecida a llamas. Sólo tres planetas lo componían: El primero, el gigante gaseoso Envos, con cuatro lunas naturales; después, el grisáceo mundo terrestre Bandomeer, sin lunas; y por último la roca yerma Fitee, con sólo una luna.

Con un diámetro de 7.986 kilómetros, un día de 24 horas estándar y un año de 320 días locales, Bandomeer podía disfrutar de una gravedad estándar, un clima templado y una atmósfera respirable (por poco, pero no se requiere máscara) que lo convertían en un mundo de tipo terrestre. Principal tenía un interesante potencial minero, porque era rico en azurita azul, usada por las brujas de Dathomir para fabricarse adornos. Más importantes aún eran las reservas de valiosa ionita, descubiertas cerca de 44 ABY. La ionita era un valiosísimo mineral porque tenía una carga ni positiva, ni negativa, sino alternativa, que afectaba a todos los campos de partículas cargadas a su alrededor, anulando sus respectivas cargas y por tanto dejando inutilizables los dispositivos eléctricos y electrónicos, especialmente cronómetros, comunicadores y generadores de escudos. La azurita era utilizada en armamento, y se comercializaba en lingotes y en menas.



El planeta Bandomeer.

La superficie estaba dividida en dos claras mitades: El Gran Mar de Bandomeer, que cubría medio mundo, y una enorme masa de tierra continental que ocupaba la otra mitad. El mar estaba cubierto de una neblina gris húmeda que se licuaba, siendo perceptible especialmente cuando tocaba los labios; el color de esta bruma era gris apagado abajo, y plateado más arriba. Las minas marinas buscaban bandorio, un preciado metal líquido usado en paquetas contrasensores avanzados que, se rumoreaba, era un ingrediente vital de los sistemas de ocultación de naves. Las compañías mineras seguían una ruta de vientos llamada el Gris del Oeste, que dictaba las fluctuaciones de las vetas de bandorio; el problema era que nadie sabía cómo las dictaban.

En el continente había principalmente junglas, llanuras rocosas, montañas y amplias expansiones de tierra vacía, con muy pocos edificios.

Creo que ya es suficiente información sobre el planeta. Hablemos de la especie inteligente nativa, única forma de vida destacable: los meerianos. Los meerianos eran humanoides bajitos que medían entre 110 y 160 centímetros como adultos: Un niño humano de trece años podía ser mucho más alto que un meeriano respetable. Siendo personas menudas, los meerianos tenían zancadas más cortas que las de un humano y necesitaban herramientas adaptadas, pero también era más difícil acertarles en un ataque. Eran más débiles que un humano, pero también más robustos. Siendo pequeños y enjutos, con movimientos lentos y deliberados, tenían capacidades naturales para la minería.

Los meerianos eran seres de piel pálida, debido a que el cielo contaminado de Bandomeer apenas permitía el paso de luz solar, con cabello color dorado brillante o plateado pálido, que era recortado y arreglado en una forma tradicional. Sus ojos, sin pupila perceptible y a menudo del mismo color que el cabello, eran adecuadamente expresivos: Centelleaban con rabia, fruncían el ceño y se sorprendían abriéndose mientras sus mejillas cobraban color.

El organismo de un meeriano no era especialmente distinto al de un humano: Sangraba con heridas, podían perder un brazo y lloraban de dolor y sufrimiento. Esto era particularmente frecuente en los trágicos accidentes de minería.

Debido a la creciente polución de su mundo, especialmente en forma de niebla tóxica y partículas en la atmósfera, durante cientos de generaciones los meerianos llegaron a adaptase. Su nariz y sus pulmones filtraban las toxinas y productos químicos más perjudiciales, permitiendo a los meerianos trabajar con normalidad en zonas que, para un humano, requerirían una máscara de respiración. Esto aplicaba a venenos ingeridos, de contacto o aplicados sobre heridas, y especialmente a venenos inhalados y a contaminación en el aire.

Un meeriano empezaba la adolescencia a los trece años y era considerado un adulto a los dieciséis. Con cuarenta y cinco años empezaba a presentar achaques, y con sesenta estaba en condiciones de jubilarse. Su esperanza de vida era de ochenta años.


Cultura


 

El planeta Bandomeer tenía cierta reputación en la galaxia. En tiempos de la Antigua República, los maestros jedi lo consideraban un planeta inhumano en que el clima podía matar a una persona; los jedi más jóvenes ni siquiera habían oído hablar de él.

Bandomeer era un planeta controlado de facto por intereses mineros: Las corporaciones mineras competían por la riqueza mineral, poseían todo el planeta y controlaban casi todos los aspectos de la economía; no había corporación allí más relevante o cruel que la Corporación Minera Extraplanetaria, de la que volveré a hablar. Existía un gobernador local, con muy poco poder real para impedir que las empresas sobreexplotasen la tierra. De hecho lo hacían: Las actividades mineras habían arrasado la tierra, imposibilitándola para cultivar alimentos. La economía estaba tan basada en minería, que Bandomeer tenía que importar de otros mundos todo lo necesario para mantenerla, incluyendo comida, tecnología y mineros.

El planeta tenía una única ciudad, que era obviamente la capital: Bandor. Se trataba de un desolado centro urbano con poca importancia en las latitudes medias del norte del continente, y en la costa del Gran Mar. La mayoría de empresas mineras con intereses en Bandomeer, aunque rara vez querían enviar a sus altos directivos a visitar este mundo, tenían una oficina en Bandor para la administración local, con sus pequeños edificios visibles entre las enormes minas y proyectos de perforación en las mismas calles; pero también había domicilios para meerianos y varios negocios y servicios de apoyo a las minas donde trabajar, recorriendo calles estrechas mientras el viento de la ciudad se llevaba niebla y humo dejando una lámina de aire gris apagado con manchas negras. Bandor era además la sede del gobierno: La residencia del gobernador, modesta, humilde y desgastada, era un reflejo de su endeblez. Por último, Bandor fue sede administrativa de un proyecto del Cuerpo Agrícola de la Orden Jedi para restaurar la agricultura local (Claro, por eso son el Cuerpo Agrícola).

Había minas variadas en Bandomeer. Las plataformas mineras de alta mar eran consideradas el peor posible destino, lugares infames y brutales que salían perdiendo al compararlas con Kessel. Eran físicamente similares a las plataformas de perforación y minería estándares de la galaxia, rectangulares y sostenidas por masivas columnas ancladas en el fondo del mar; pero algunas preferían basarse en un sistema de navegación y estacionamiento para seguir las vetas.

Los mineros eran de varias especies, incluyendo findianos, humanos y meerianos; el equipo de apoyo era de droides que transportaban, por ejemplo, taladoras a los elevadores; y los guardias eran casi invariablemente imbats grandes, malvados y tontos, armados con electro-palos aturdidores y con autoridad para castigar a cualquier minero por fallos percibidos. Los trabajadores estaban tan desalentados que muy rara vez un minero se movía para ayudar a otro contra un guardia. Además, los mineros llevaban electro-collares ilegales, parecidos a los collares des los esclavistas, que podían transmitir descargas eléctricas como castigo o explotar si se activaban remotamente; los collares se controlaban desde Bandor y no se podían desactivar desde la plataforma. Estos mineros no eran esclavos, sino que habían firmado contratos abusivos a cinco años (o alternativamente Extraplanetaria había falsificado sus firmas) y trabajaban con mínimo descanso durante ese periodo antes de cobrar. Si sobrevivían, lo cual era infrecuente, los mineros recibían una cantidad razonablemente grande de dinero que les permitía dejar Bandomeer para empezar una nueva vida.

También estaban las minas de hielo en las latitudes del sur (por debajo de 70 grados), donde los masivos glaciares difuminaban la diferencia entre mar y tierra. Allí rara vez se reclutaba a humanos o meerianos, prefiriéndose en su lugar a especies más fuertes y con protección natural para temperaturas bajo cero en condiciones extenuantes: Muchos mineros eran talz, whífidos y wookiees. Las minas de hielo tenían peor reputación que las de alta mar, y desde luego no eran un jardín de rosas, pero tampoco eran la condena a muerte de trabajar para Extraplanetaria. Las minas de hielo eran propiedad de Bandomeer Meridional Fusionado, una empresa con principios: Ofrecían una buena paga a sus empleados a cambio de un trabajo duro, pero les daban seguridad en sus condiciones de trabajo. Meridional compraba contratos a Extraplanetaria y a otras empresas (porque así los trabajadores ya habían sido entrenados), y entonces daba a sus empleados la opción de trabajar para Meridional, o comprar un billete a otro mundo si se lo podían permitir; pero no les retenía contra su voluntad.

Hubo sus problemas en estas minas. En una ocasión, ocho mineros yuzzum desaparecieron misteriosamente en una serie de túneles retorcidos, medio colapsados y al borde del Gran Mar. En un intento de evitar líos con otras potencias, Meridional contrató a un grupo independiente para que ayudasen con la búsqueda. Encontrar una base larga submarina olvidada, con salas de buceo presurizadas que daban acceso a mares poco profundos cercanos, y que había sido guarida de un jedi oscuro o sith, y que retenía capacidades relacionadas con el reverso tenebroso… y mis fuentes no dicen cómo acaba esta historia. Vaya.

La mayor parte de la población de Bandomeer estaba formada por mineros, en general venidos de otros mundos. Los puestos administrativos eran ejecutivos de nivel medio o bajo; muy rara vez un alto directivo manchaba sus botas en el planeta oscuro y polucionado mundo sin necesidad, y era casi inaudito que un pez gordo viviese en Bandomeer. Pese a ello, los beneficios encontraban la forma de abandonar el planeta con urgencia.



Un meeriano.

Todo esto nos cuenta bastante sobre Bandomeer, pero no demasiado sobre los meerianos. Aunque los meerianos eran una población fracturada y desanimada, muchos de ellos trabajando por una miseria, ellos intentaban mantener una cultura optimista y ser corteses y comprensivos con las necesidades de los demás. Lo que más deseaban era reparar su planeta para recuperar un hogar más hospitalario.

Su cultura tradicional instaba a un meeriano a que considerase todos los lados en una discusión. Eso les hacía lentos a la hora de tomar decisiones, porque mantenían extensos debates teóricos; y en parte, esa falta de iniciativa fue lo que permitió que las corporaciones mineras pudiesen hacerse con su mundo. Desde entonces, su sociedad ha cambiado y los meerianos se han vuelto más egoístas: Viéndose incapaces de salvar Bandomeer o de combatir la apatía de las empresas, los meerianos habían dejado de intentarlo: Cuando un meeriano tenía ocasión de escapar de su mundo, lo hacía sin mirar atrás, sin plantearse si podía ayudar a otros. Las generaciones anteriores habrían quedado patidifusas ante esta actitud.

Los meerianos en Bandomeer solían trabajar en minería, pero también había más ocupaciones y se encontraban meerianos policías, políticos o comerciantes: Bandor tenía mercados al aire libre, exhibiendo las mercancías físicas que vendían como la fruta muja cerca de las plataformas de aterrizaje. Los meerianos en el espacio. Quienes abandonaban su mundo a menudo no tenían una profesión dedicada aprovechable, y más de uno probaba suerte en el mundillo criminal, como hicieron el meeriano Salto Zendar y sus hermanos.

Los meerianos eran un pueblo religioso que rezaba pidiendo ayuda a seres superiores.

Los meerianos utilizaban, a modo de saludos, sencillos gestos de manos que no se daban en otros mundos: Para recibir a alguien, un meeriano extendía las palmas de sus manos hacia arriba, y esperaba que el interlocutor repitiese el gesto. La despedida era repetir este gesto, y entonces girar las manos con las palmas hacia abajo; de nuevo el gesto debía ser imitado. Los visitantes de Bandomeer que conociesen y repitiesen estos gestos no se ganaban inmediatamente la confianza de los meerianos, pero con ese sencillo movimiento ayudaban a reducir la desconfianza (que no es lo mismo). Por supuesto, los alienígenas no antropomorfos estaban exentos.

Los meerianos preferían mirar a los ojos a sus interlocutores para que nadie estuviese físicamente en una posición elevada que sugiriese ventaja sicológica. Por ello procuraban subirse a asientos cómodos con repulsores, cuando éstos estaban disponibles. Después de todo, los meerianos eran más diminutos que la mayoría de otras especies.

Existía un peinado tradicional meeriano en que el cabello estaba recortado en mechones. El vestuario no se cuidaba tanto, puesto que a menudo los meerianos llevaban monos de minero.

He mencionado de pasada que los meerianos eran minoría en Bandomeer: La población, de unos 718 millones de habitantes, incluía sólo un 20% de meerianos, que eran superados por un 60% de humanos, casi todos mineros. En menores cantidades encontrábamos cerca de un 10% de arconas, un 5% de imbats (a menudo guardias), un 3% de findianos y el 2% restante era un conglomerado de especies distintas, por ejemplo mineros aqualish y gran.

Existía una población de ithorianos expatriados afincados en Bandomeer, un pueblo de agricultores que había tomado la extraña decisión de vivir en un mundo yermo. Eran menos de 1.200 individuos, pero los llamados Cabezas de Martillo Meerianos habían sido el objeto de exitosos holo-documentales a lo largo de varios años; y muchos habitantes ignaros del Borde Exterior curiosamente sólo conocían a los ithorianos gracias a estos programas.

Los meerianos tenían un idioma propio, también llamado meeriano, con forma escrita. Un meeriano podía aprender y hablar Básico sin dificultad; y el meeriano medio podía expresarse en básico y meeriano hablados y escritos.

Algunos meerianos como Salto Zendar tenían nombre y apellido separados por un espacio al estilo estándar de la galaxia. Otros meerianos tenían un nombre de dos sílabas, sin apellido, en que cada sílaba empezaba por mayúscula, como RonTha, SonTag y VeerTa.


Historia


 

El sector Meeriano estuvo fuera de la galaxia conocida hasta algún momento entre 5.000 y 4.000 ABY. Ya en 5.000 ABY, la Antigua República conocía mundos en esa zona del espacio, como Taris y Mandalore, pero ambos estaban fuera del territorio controlado por la República.

Finalmente, los equipos de exploración de la República descubrieron el planeta Bandomeer y, más importante, descubrieron que era un mundo copioso en minerales, principalmente azurita. Literalmente cientos de empresas mineras de la República dieron un paso al frente para saquear los recursos de Bandomeer. Los meerianos, por entonces una civilización primitiva y pausada por ser premeditada, no estaban preparados para defender sus intereses contra los equipos de reconocimiento alienígenas, ni mucho menos contra las experimentadas empresas.

El Senado de la República reconoció a los nativos meerianos como los legítimos propietarios de su propio mundo, pero eso les valió sólo el derecho a ayudar en los trabajos de minería y a compartir los beneficios de las operaciones mineras: Nunca consiguieron los meerianos el control sobre los consorcios que consumían sus campos. La influencia de los meerianos sobre Bandomeer siempre fue limitada.

Durante los siguientes siglos de industrialización, las corporaciones mineras se hicieron con el gobierno fáctico de Bandomeer. Sólo había una ciudad en el planeta, Bandor, que hospedaba los mínimos edificios de un gobierno sin auténtico poder, incluyendo la modesta residencia oficial del gobernador, además de varios domicilios de nativos y muchas instalaciones de minería. El resto del paisaje estaba dominado por obras de minería: En el continente, masivos fosos de kilómetros de ancho para extraer azurita, sin importar el daño que causasen al territorio. En alta mar, enormes plataformas donde se dejaban la piel los mineros, que de forma frecuente eran esclavos o trabajadores no abonados.

"Trabajador no abonado" era una forma de empleo, legalizada en la República y en el Imperio, permitía al empleado firmar un contrato con un patrono para trabajar de forma obligatoria a cambio de comida, techo y otras necesidades, pero sin recibir salario, durante un tiempo determinado de varios años; al terminar ese periodo, el trabajador era liberado y podía recibir una compensación diferente como compensación, como una parcela de tierra o pasaje para un vuelo interestelar. Este tipo de contratación era especialmente popular para el consorcio más poderoso de Bandomeer: La Corporación Minera Extraplanetaria.

La Extraplanetaria recurría a meerianos y a seres de otras especies para actividades de minería; pero sus directivos podían ser de casi cualquier especie y sus guardias de seguridad en el planeta eran en general imbats. Los imbats eran brutos de piel correosa y baja inteligencia, con una estatura de dos metros y medio, piernas musculosas y dedos de los pies capaces de manipular. En tiempos de la República, los ejecutivos de Extraplanetaria organizaron al menos un envío de guardias imbat con la colaboración de Norta el Toydariano, que tenía reputación de trabajar con esclavos, trabajadores no abonados y otras formas de empleo cuestionables.

Durante los primeros siglos del siglo XL ABY, Bandomeer empezaba a tener presencia en la República. Ya entre 4.000 y 3.996 ABY, Bandomeer era un territorio fronterizo en la República; estaba ya en la Vía Hydiana, una importante ruta hiperespacial, ¡y ni siquiera era el punto final de ésta! Todavía no existía la Carrera Braxante; años después se perfilaría esta segunda ruta que nacía en Bandomeer. Sin embargo, el cercano planeta Botajef comunicaba con otras dos rutas hiperespaciales. Durante la Gran Guerra Sith (4.000-3.996 ABY), la contraofensiva de la República contra los sith pasó por estos caminos: Empezó en Bandomeer, siguió en Botajef, y de allí salió de la galaxia conocida para ir a Celanon, Toprawa y finalmente a Yavin 4, donde la flota del Borde de la República consiguió derrotar al lord sith Exar Kun.

Fue ése un periodo de frecuentes combates y conflictos. Entre 3.976 y 3.970 ABY, los mandalorianos expandieron su territorio con el claro objetivo expansionista de plantar cara a la República; por entonces sus fronteras llegaban casi a Botajef, pero aún no a Bandomeer. Finalmente, en 3.964 ABY, las incursiones fronterizas se convirtieron en Guerras Mandalorianas, y el líder mandaloriano Mandalore dio la orden de conquistar Taris: Aunque Taris estuviese en el sector Ojoster, su control permitiría a los mandalorianos tomar fácilmente el sector meeriano. Entonces las cosas se complicaron por la presencia de los jedi.

Los mandalorianos fueron derrotados gracias al líder jedi Revan, pero éste cayó en el lado oscuro, se convirtió en Darth Revan y conquistó un inmenso territorio. El Imperio de Revan llegaba hasta Botajef, casi rozando Bandomeer, y se interesaba por la cercana ruta Carretera Mandaloriana. Revan fue derrotado antes de que pudiese expandirse hasta Bandomeer.

En todo ese tiempo, no ha habido noticias de una batalla significativa, siquiera de una escaramuza, en territorio de Bandomeer. Los meerianos estaban simplemente sufriendo los efectos de la minería masiva en su mundo… y no fueron efectos menores: Durante cientos de generaciones, las empresas mineras cubrieron sus cielos con polución y partículas en forma de niebla tóxica. La mera atmósfera se volvió hostil: Un visitante que pasase en Bandomeer un tiempo limitado no sufriría efectos graves, pero la vida local debía adaptarse o apagarse. Los meerianos sufrieron una rápida evolución para ser capaces de respirar la inmundicia local, convirtiéndose en seres aún más robustos. Pese a ello, deseaban más que ninguna otra cosa reducir los estragos de la minería en Bandomeer. No lo consiguieron.

Consiguieron sin embargo evitar los conflictos bélicos más sangrientos. Las Nuevas Guerras Sith duraron un milenio (2.000 a 1.000 ABY), y Bandomeer se mantuvo neutral, al menos durante la última parte de esta lucha.

Poco después del final de la guerra, cuatro hermanos meerianos, todos varones, irrumpieron en las oficinas del Clan Bancario InterGaláctico en Muunilist para raptar a un funcionario muun de alto rango. El ataque fue un desastre: Dos de los delincuentes fueron abatidos, uno fue capturado vivo y el último, Salto Zendar, escapó brevemente para volver a Bandomeer. El Clan Bancario puso una recompensa por él , que atrajo a un número de cazarrecompensas por toda la galaxia. Le encontraron en un hospital de Bandomeer, porque Zendar era tan malo cubriendo su rastro como secuestrando gente. Los cazarrecompensas se enfrentaron unos a otros en el nosocomio, y la escaramuza se salvó con once muertos, incluyendo a Zendar, otros dos pacientes, cuatro cazadores, tres guardias del hospital y una enfermera; más un número no revelado de heridos.

Durante los últimos años de la República, especialmente durante su último siglo, la situación en Bandomeer era grave: La minería se había expandido, cubriendo demasiadas hectáreas y, cuando un terreno dejaba des ser valioso, lo cerraban, dejando atrás la zona baldía de tierra marrón y reseca. Eso obligaba a Bandomeer a importar de otros mundos incluso bienes de primera necesidad, incluyendo comida. La Corporación Minera Extraplanetaria falsificaba regularmente acuerdos de empleo para utilizar trabajo esclavo. Las condiciones del planeta eran tan miserables que cualquiera que pudiese ahorrar suficiente dinero para dejar Bandomeer, incluso los nativos, se montaba en una nave espacial y se iba; la mayor parte de la población, sin embargo, eran mineros importados para que trabajasen casi como esclavos en las minas.

El cuartel general de Bandomeer en Bandor era un edificio negro sin ventanas, en forma de bloque, que apenas se diferenciaba de las minas. El único adorno era un tachonado de azurita en las paredes. Los despachos tenían cubos negros en vez de mesas; las recepciones tenían sillas de piedra; y los guardias de seguridad eran de especies imponentes como los hutts. Lo que escatimaban en decoración, sin embargo, lo prodigaban en seguridad: Los ascensores eran restringidos y las oficinas del director tenían sistemas holográficos para ocultar los objetos más confidenciales.

El gobierno de Bandomeer, bajo el mando de la gobernadora SonTag, intentaba recuperar el control y restaurar aunque fuese parcialmente tierra y océano, pero el poder de Extraplanetaria les perjudicaba. Las duras políticas de Extraplanetaria, con poder casi absoluto sobre el planeta, habían dejado el gobierno casi inmovilizado, porque quedaba muy poca gente que pudiese contribuir al cambio, y el planeta no tenía recursos para pelear si alguien intentaba arrebatarles el control. Quizá el único motivo por el que no había pasado tal cosa era porque nadie daba valor a Bandomeer.

Los meerianos tenían algunos aliados. Estaba el robusto svivren Kitalic Nirasik, experto minero, ejecutivo jefe de la empresa Bandomeer Meridional Fusionado y un trabajador tan duro y testarudo como honorable. Poco a poco, Nirasik construyó centros mineros en el gélido sur del planeta y contrató a especies robustas y adaptadas a las condiciones (talzs, whífidos, wookiees y yuzzum); pero también compraba trabajadores a Extraplanetaria para evitar tener que formarles y entrenarles. Todos los trabajadores de BMF tenían mejores cláusulas que los mineros de Extraplanetaria; pero Nirasik conseguía un interesante beneficio con su labor.

Cerca del 45 ABY, representantes del Cuerpo Agrícola, autorizados por la Orden Jedi y bajo auspicios de la República, iniciaron un plan para restaurar décadas de daños sobre las tierras yermas formando lo que el gobierno llamó Zonas de Enriquecimiento donde se podrían cultivar cosechas (reduciendo por tanto la dependencia económica respecto a otros planetas a la vez que mejoraban el ecosistema). Se trataba de domos gigantes rodeados de hábitats y laboratorios científicos, donde los empleados trabajaban por el bien del planeta sin pensar en su beneficio egoísta: las Zonas no podían relacionarse con empresas con ánimo de lucro. Uno de estos domos, la Zona de Enriquecimiento Oriental, estaba dirigido por el prolijo meeriano RonTha, obsesionado por brotes de semillas e injertos de tallos.

Ese mismo año, algunos meerianos se asociaron con mineros inmigrantes de especie arcona para formar una mina cooperativa y compartir los beneficios, la Corporación de Cosecha Mineral Arcona, con la joven humana Clat'Ha, de veinticinco años, como jefa de operaciones. La Corporación Arcona consiguió el apoyo de, y dio su apoyo a, el Partido del Planeta Hogar, un grupo que pretendía recuperar el control de los recursos naturales planetarios y restaurar la flora del planeta tras demasiadas décadas de descontrol. El Partido de Planeta Hogar estaba dirigido por la carismática meeriana VeerTa, joven, energética y feroz patriota ansiosa por restaurar Bandomeer. Siendo su primer paso acabar con la dependencia de corporaciones extraplanetarias para mantener su economía, se lanzó a aliarse con los arconas en su cooperativa.

La Corporación Arcona consiguió al menos un yacimiento provechoso, Mina Planeta Hogar, con instalaciones razonablemente avanzadas y hábitats, y varios mineros de Extraplanetaria desertaron para trabajar para Arcona. Obviamente Extraplanetaria se lo tomó mal, y acabó entrando en un conflicto muy abierto y grave con Arcona, e incluso con las Zonas de Enriquecimiento, para intentar mantener su monopolio.

Por ejemplo: Extraplanetaria afirmaba poseer las tierras usadas para las Zonas de Enriquecimiento. Cuando tres líderes arconas construyeron una nueva Zona, Extraplanetaria les acusó de traficar con cloruro sódico, que era una droga para los arconas y por tanto ilegal. Los arconas estaban siendo incriminados, pero sólo se demostró su inocencia gracias a un grupo de personas independientes que les apoyaron.

Por entonces, el líder de Extraplanetaria para asuntos de Bandomeer era el despiadado Jemba el Hutt, de quien se decía había matado a doscientos cincuenta mil personas en una mina de Varristad para asegurar un beneficio para Extraplanetaria. Cuando Jemba se dio cuenta de que Arcona estaba comprando a sus trabajadores y ofreciéndoles acuerdos y justicia en un entorno menos escalonado, el Hutt subió los precios de los esclavos y de los contratos. Para entonces, sin embargo, Arcona ya había conseguido en otros planetas cuatrocientos mineros arconas, además de muchos humanos e incluso meerianos que estaban dispuestos a volver a Bandomeer para trabajar.

En 44 ABY, VeerTa descubrió valiosa ionita en su mina, y decidió mantener el secreto por el momento. Contactó con Xánatos, un directivo de Extraplanetaria, en un intento de conseguir un jugoso beneficio. Xánatos convenció a VeerTa para que permitiese que Extraplanetaria tomase el control de su mina, supuestamente por el bien de Bandomeer. Él también hizo que ella introdujese contrabando en las Zonas de Enriquecimiento, supuestamente equipo minero pero en realidad se trataba de bombas iónicas suficientes para causar una reacción en cadena que diezmase a la población de Bandomeer. Sucedía que Xánatos había sido el aprendiz padawan del maestro jedi Qui-Gon Jinn, pero aquél había sucumbido al lado oscuro y se habían separado peleados; ahora Xánatos veía en esta ocasión una oportunidad de vengarse de Jinn, y las bombas eran su plan alternativo: Si las detonaba con Jinn en Bandomeer, no sólo mataría a su viejo maestro, sino que también le haría sufrir por las muertes de los meerianos.

Para atraer a Jinn a Bandomeer, Xánatos falsificó un mensaje de SonTag para el Canciller Supremo Kalpana, solicitando a Jinn como diplomático para mediar la disputa entre Arcona y Extraplanetaria y negociar un tratado minero con el gobierno; y también envió una críptica mofa a Jinn que él recibiría al llegar al planeta. La situación de Bandomeer era interesante y adecuada al perfil profesional de Jinn, que aceptó la misión cuando el Gran Maestro Yoda se la propuso.

Yoda tomó otra medida: El joven aprendiz de jedi Obi-Wan Kenobi, un humano de doce años, estaba a cuatro semanas de cumplir trece y, si ningún maestro lo tomaba como aprendiz padawan, Kenobi sería asignado al Cuerpo Agrícola. Yoda creía que Kenobi y Jinn tenían mucho que aprender el uno del otro, pero Jinn era reacio a tomar un pupilo tras su fracaso con Xánatos. Para dar una oportunidad a la pareja, Yoda asignó a Kenobi a un puesto en el Cuerpo Agrícola en Bandomeer, haciéndole volar en un transporte antes de su cumpleaños porque la nave no iba a esperar por una sola persona. Sería el mismo transporte que tomase Jinn: El Monumento, una enorme barcaza coreliana llena de cicatrices que transportaba a mil mineros, principalmente arconas, humanos hutts y whífidos de Arcona y Extraplanetaria, y doce cajas de cargamento. Kenobi y sus jóvenes camaradas no conocían Bandomeer; Jinn sabía que era un mundo hostil y desaprobaba que se enviase a un jedi tan joven.

Durante el viaje, el intrépido Kenobi intentó demostrar que Extraplanetaria estaba implicada en actividades criminales, y congenió con un joven minero arcona, Si Treemba, que le ayudó. Los fornidos mineros meerianos y los poco individualistas arconas no le ofrecieron apoyo alguno, y Jemba negó todas las acusaciones. Extraplanetaria, sin embargo, recurría efectivamente a amenazas, intimidación, sabotaje y violencia durante el viaje.

La nave fue atacada por piratas togorianos e hizo un aterrizaje forzoso en un mundo desconocido. Allí Jemba vio una ocasión de matar a los jedi y perjudicar a los trabajadores; sin embargo, Jemba murió cuando su sicario, Grelb el Hutt, le disparó intentando acertar a Kenobi; Grelb fue despedazado poco después por animales nativos. Las condiciones de ese mundo y una batalla campal costaron la vida de ochenta y siete mineros de Arcona y más de trescientos de Extraplanetaria. La responsable de Arcona, Clat'Ha contrató a un subordinado de Jemba, Aggaba el Hutt, y a su gente, para ocuparse de todo hasta que llegasen a Bandomeer; pero, una vez allí, Clat'Ha prometió ofrecer un puesto en Arcona a todos ellos, que sería mejor que el castigo que Extraplanetaria les iba a imponer.

Cuando el Monumento llegó a Bandomeer, los jedi fueron recibidos en la casa de la gobernadora, donde se les permitió pernoctar (Clat'Ha durmió seguramente con los otros mineros). Al día siguiente, la gobernadora SonTag y VeerTa se reunieron con los jedi y les explicaron que, si bien Extraplanetaria suponía una amenaza y los jedi eran bien recibidos como mediadores, Bandomeer no había pedido ayuda. Jinn se sintió desconcertado, sospechando que Xánatos le estaba tendiendo una trampa; pero aceptó acompañarles a un encuentro con el nuevo representante de Extraplanetaria; Jinn también hizo que Kenobi fuese enviado lo antes posible a la Zona de Enriquecimiento.

Xánatos preparó una bomba en las instalaciones de Mina Planeta Hogar, donde los sensores habían sido saboteados y donde la reunión supuestamente tendría lugar; pero SonTag, en el último momento, decidió cambiar el lugar de encuentro a una zona más neutral. Los asistentes incluían a Clat'Ha en representación de Arcona, VeerTa por Planeta Hogar, SonTag por Bandomeer, y Xánatos, llegando elegantemente tarde y comportándose de forma encantadora: Afirmó buscar la paz y el progreso para Bandomeer y ofreció un generoso diez por ciento de los beneficios de Extraplanetaria (entiéndase por acciones en Bandomeer) a los trabajos de recuperación del planeta; todo ello formaba parte de su estratagema para eliminar a Arcona y hacerse con la valiosa ionita para sí mismo.

Justo entonces, cuando sus interlocutoras estaban favorablemente impresionadas con Xánatos, la bomba explotó. Varios edificios y torres mineras fueron destruidos, un patio de minas humeaba y la gente huía del desastre entre sirenas de emergencia; excepto por los heridos y mutilados que, entre cenizas y lágrimas, no podían hacerlo. VeerTa, enfurecida, se abalanzó sobre Xánatos, sin pruebas de su implicación. Jinn les separó y Xánatos fingió sorpresa mientras lo negaba todo. Sólo la gobernadora impidió que VeerTa volviese a atacar a Xánatos, exigiendo que ambas, SonTag y VeerTa, fuesen a la mina a ayudar.

Se les fue el resto del día evacuando heridos, aún con la ayuda de Jinn. Cuarenta mineros estaban atrapados en condiciones tan peligrosas que su rescate debía ser estudiado con cuidado. Mientras un equipo especializado lo intentaba, los mineros se debatían entre la esperanza y el desánimo. SonTag descubrió las pruebas falsas que había dejado Xánatos, que sugerían un accidente: Los sensores, por un fallo mecánico, no detectaron a tiempo una mezcla de gases en un túnel. Xánatos entonces envió un mensaje ofreciendo dinero y tecnología para la reconstrucción, y empleo y alojamiento para los trabajadores afectados. Extraplanetaria consiguió limpiar los túneles de escombros antes de empezar la reparación; en parte porque precisamente querían evitar que se descubriese la verdad.

Mientras tanto, Kenobi y su amigo Treemba empezaba a trabajar en la Zona de Enriquecimiento, bajo las órdenes de RonTha. Éste les enseñó sus instalaciones, pero interrumpió la visita prematuramente porque tuvo una llamada de trabajo. Kenobi y Treemba robaron algo de fruta para su disfrute, siendo perseguidos por jardineros locales y, al huir, toparon con el anexo secreto preparado por VeerTa para ocultar el contrabando; Kenobi descubrió cómo burlar la tecnología de invisibilidad y encontró detonadores, explosivos, granadas y turbotaladros, todo marcado como equipo de Extraplanetaria. Él sabía que una empresa privada no podía tener sus activos en la Zona de Enriquecimiento. Kenobi informó a Jinn; pero Jinn decidió que no había pruebas concluyentes de que Extraplanetaria estuviese delinquiendo, así que no tomó medidas por el momento. Sin embargo, Jinn preguntó a SonTag y a VeerTa si habían visto algo similar en los domos; ellas explicaron que, por lo que sabían, eran almacenes de equipo del Cuerpo Agrícola. Por otro lado, Extraplanetaria supo del fisgón Kenobi y le pusieron en su punto de mira.

Las reparaciones a la mina destruida fueron muy rápidas con el apoyo de Xánatos, y en cuestión de una semana volvería a funcionar. Cuando VeerTa y Clat'Ha examinaron los daños, vieron que la explosión había concedido acceso a la profunda zona Núcleo 6, hasta entonces inaccesible con su tecnología (que era peor que la de Extraplanetaria). Al examinar los daños, Clat'Ha detectó un brillo, tuvo una corazonada y descubrió una veta de valiosa ionita. VeerTa fingió sorprenderse; pero decidió que podían usar los recursos de Extraplanetaria para extraer la ionita, en parte porque con la explosión, sus reservas de azurita había volado y estaban en bancarrota. Por supuesto, VeerTa ya lo sabía, pero ella tenía que mantener su ardid. Después de mentir a Clat'Ha, VeerTa mintió a Jinn para pedirle que se uniese al comité de directores de Planeta Hogar, fortaleciéndoles contra Extraplanetaria; pero Jinn, como jedi, lo tenía prohibido y rechazó la oferta.

Kenobi y Treemba decidieron vigilar el almacén secreto de explosivos (Bueno, Kenobi decidió vigilarlo, y lió a Treemba para que le ayudase; por suerte Treemba no estuvo todo el tiempo). Xánatos viajó allí, encapuchado, con cinco guardias de seguridad de Extraplanetaria, para apresar al chico. Primero, en solitario, intentó manipular a Kenobi afirmando que Jinn no le tomaría como aprendiz; y después los guardias se dejaron ver, fingiendo que tomaban a Xánatos y a Kenobi por ladrones a los que apresar. Kenobi venció a tres guardias, pero uno de los otros noqueó a Xánatos, todo puro teatro. Cuando Kenobi intentó ayudar a su amigo extraño, fue a su vez inmovilizado y apresado. Xánatos cogió el sable y el comunicador de Kenobi, y ordenó que enviasen al niño a la prisión del Gran Mar.

Aunque Treemba no estaba en este momento, RonTha sí estaba, y fue testigo: Aunque él tenía prohibido entrar al domo de noche, se había colado con cierta frecuencia para robar un poco de fruta. Cuando vio que se llevaban a Kenobi, les siguió porque, después de todo, Kenobi estaba bajo su cargo. Así, RonTha vio cómo subían a Kenobi en una barca y decían que estaría cinco años fuera, si sobrevivía. Pero RonTha estaba demasiado asustado para informar de lo sucedido.

Kenobi despertaría con un grillete en el cuello, como la princesa Leia con Jabba el Hutt, y con un contrato falso firmado. Descubriría pronto dónde estaba, con guardias armados y trabajadores explotados, y confraternizó con otro preso, el minero findiano Guerra Derida, que le explicó lo que sucedía. Derida sin embargo no pretendía ayudar a Kenobi, porque el entorno era demasiado hostil para plantear una fuga y él se preocupaba sólo de sobrevivir.

Con más preguntas que respuestas, Jinn visitó a Xánatos en las oficinas de Explanetaria en Bandor. Jinn consiguió convencer al guardia de seguridad hutt para que le dejase acceder al despacho de Xánatos incluso en su ausencia, y vio unos cuantos documentos clasificados y encriptados que le convencieron de que Xánatos o Extraplanetaria estaban intentando hacerse con el control de Bandomeer. Mientras tanto, Treemba reportó a Clat'Ha que Kenobi había desaparecido, y a su vez Clat'Ha se lo dijo a Jinn.

Jinn fue a buscar a Xánatos a su mina, para decirle que iba a detener sus planes. Xánatos reveló que se había quedado su sable, en una clara muestra de insumisión. Se intercambiaron más insultos que información, hasta que finalmente Xánatos inició un duelo de esgrima. Cada jedi sabía detener cada ataque del su rival, hasta que en un desliz Xánatos fue herido en su hombro. Para recuperar la ventaja, Xánatos mostró una segunda arma, el sable de Kenobi, lo cual demostraba su implicación en el rapto. Jinn, aunque consternado, conservó compostura y concentración, y consiguió quitar el arma a Xánatos. Jinn decidió huir del combate para buscar a Kenobi.

Kenobi pasó dos días preso, y pudo ver cómo los guardias torturaban a los mineros. Kenobi planeó una fuga con Derida si conseguía desactivar los electro-collares; pero fue atrapado, en parte gracias a Derida, y condenaron a tirarle por la borda al día siguiente. Eso fue tiempo suficiente para Jinn; ahora lo verán.

Sospechando que RonTha sabía algo, Jinn le intimidó para que se lo contase. Al oír la declaración del meeriano, Treemba señaló que Kenobi estaba claramente encerrado en las minas del Gran Mar. Jinn requisó un barco del Cuerpo Agrícola para ir a la mina, y llegó justo de noche, cuando estaban empujando al joven jedi por la plancha. Kenobi demostró tener recursos, agarrándose a un cabestrillo proporcionado por Derida para no caer directamente, y gracias a esto Jinn pudo recogerle. También se llevó a Derida en el rescate, y usó la Fuerza para desactivar los receptores de los collares. Jinn y Kenobi pusieron rumbo de regreso a Bandor.

Convencido ahora de la culpabilidad de Xánatos, Jinn desactivó los transmisores que controlaban los collares de los presos y, junto a Kenobi, subió a un speeder terrestre para buscar a Xánatos. Sin los electrocollares, los mineros de Gran Mar se rebelaron, derrotaron a los guardias y tomaron el control de la mina, sólo para abandonarla poco después.

El líder de Extraplanetaria detectó el sabotaje a los transmisores y montó una moto-jet para perseguir a su propio maestro, y las armas de su vehículo hirieron a Jinn en el hombro. Siendo el perseguido, Jinn dirigió su carrera hacia las torres de la Mina de Planeta Hogar, donde tal vez encontraría armas y amigos como Clat'Ha, pero estaban todos trabajando para repararla. Los jedi entraron en la mina para pelear allí, y eso era exactamente lo que quería Xánatos para llevarles a una trampa en lo profundo de la corteza planetaria.

VeerTa había dicho a Jinn que Xánatos no sabía sobre la ionita en el Núcleo 6; pero ella les había mentido, así que el intento de ir allí no pilló al jedi oscuro por sorpresa… pero sí reveló el engaño de VeerTa. Xánatos se batió contra los jedi en Núcleo 6, y después les llevó a Núcleo 5. Entonces Xánatos activó las bombas iónicas que había dejado allí, bloqueó el túnel de salida y apagó las luces, aprovechando la oscuridad para su ventaja. Sin embargo, Jinn y Kenobi se vincularon de un modo infrecuente, salvo para un maestro y su aprendiz, y empujaron a Xánatos hasta la pared. Xánatos escapó a través de un ascensor oculto y de inmediato se preparó para dejar el planeta, puesto que las bombas detonarían en una reacción en cadena que mataría a casi toda la población.



Qui-Gon Jinn combate a Xánatos en Bandomeer.

Gracias a la ayuda de Kenobi, que arriesgó su vida en el proceso, Jinn consiguió desactivar las bombas a tiempo. Xánatos percibió su derrota en la Fuerza, así que decidió abandonar Bandomeer de todos modos, pero dejando un mensaje amenazante a Jinn antes.

Jinn y Kenobi fueron entonces al palacio de la gobernadora SonTag a reunirse con ella, Clat'Ha y VeerTa, y contarles lo sucedido. Supieron la noticia de que la plataforma minera del Mar Profundo había sido tomada por sus propios mineros rebeldes, liderados por Derida. Entonces Jinn explicó lo que había sucedido con Xánatos y señaló a VeerTa como cómplice; ella fue destituida de su cargo y después arrestada. Por último, Jinn tomó a Kenobi como su segundo aprendiz padawan dentro del plazo previsto (Kenobi todavía no había cumplido los trece años). Los jedi abandonaron Bandomeer rumbo a Gala en una nave comercial pilotada por otro findiano (El hermano de Derida) en una nueva misión; la gobernadora, agradecida por el trabajo de los jedi, organizó su pasaje.

Xánatos volvería a dar problemas: Llegó a su mundo natal, Telos, a hacer fortuna, y tuvo éxito en ese trabajo. Llegó a ser gobernante de Telos y, aunque finalmente murió, el hijo de Xánatos también causó dolores de cabeza a los jedi.

Extraplanetaria sufrió varios otros reveses que debilitaron su poder en Bandomeer, principalmente debidos al descubrimiento de otros delitos. El monopolio de Extraplanetaria se disolvió, permitiendo un libre mercado en que participaron Cosecha Arcona, Planeta Hogar y otras compañías para llevar a Bandomeer cambio positivo con el descubrimiento de la ionita. Se reescribieron los Estatutos de Inversión Minera (EIM), con apoyo de la ya ex-gobernadora SonTag.

Al mismo tiempo, las minas de hielo del sur fueron abandonadas. Los túneles en el hielo quedaron vacíos, pero los pasillos en la corteza planetaria pasaron a ser refugio informal de contrabandistas (y más tarde de agentes rebeldes).

En cuanto a Obi-Wan Kenobi: Ustedes conocen al legendario Obi-Wan Kenobi, uno de los jedi más famosos de la historia y con una influencia que afectó a múltiples generaciones. En su modestia, sin embargo, Kenobi se sentía afortunado por haber sido tomado por Jinn como aprendiz. Aún doce años después de ese encuentro, él se preguntaba si estaba preparado para ser un jedi. Pasarían doce años más antes de que volviese a Bandomeer.

Para hablar de ese viaje, entramos de lleno en las Guerras Clon: Entre los años 22 y 19 ABY, el Ejército clónico de la República, liderado por los jedi, desafió a los droides de la Confederación de Sistemas Independientes. Bandomeer estaba en espacio republicano, pero el vecino planeta Botajef estaba en manos enemigas. Era Bandomeer un mundo valioso en el conflicto, porque la agricultura volvía a ser posible allí, y estaba produciendo comida para las tropas desde las granjas operadas por el Cuerpo Agrícola. Los jedi, con sombreros de paja y ropas de granjero, trabajaban con carretillas y sacos (a veces movidos por telekinesis) mientras comandantes clones se ocupaban de la seguridad.



Bandomeer durante las Guerras Clon.

Era en esa situación en que Kenobi visitó Bandomeer, siendo recibido por el anciano comandante jedi. Al mismo tiempo, a sólo un parsec de allí, la nave del líder separatista General Grievous preparaba un plan de ataque para enviar droides de sigilo, casi transparentes, a los mares de Bandomeer. Su propósito era incendiar las haciendas rurales con lanzallamas y, si fuese necesario, enfrentar a los defensores con sus cuatro brazos: Las tropas clónicas y los jedi del Cuerpo Agrícola no serían suficientes para detener a estos robots.

Las noticias de la invasión interrumpieron la sabrosa cena de Kenobi; pero ni siquiera él comprendió al principio cómo enfrentar a este antagonista: Los sistemas de ocultación le hacían invisible incluso a sus sentidos jedi. Ésa fue exactamente la clave: En un entorno tan lleno de vida como una granja, dondequiera que el jedi no detectase vida, allí estaban los droides. Cuando Kenobi ofreció esta estrategia, la victoria pasó a estar asegurada. Tras ésta, la República fortaleció el bloqueo a Bandomeer para protegerlo de futuras incursiones, y posiblemente el Conde Dooku recriminó a Grievous por su fracaso.

Con lo bien que iban las cosas en Bandomeer, y el fin de la guerra lo echó a perder. Tras la derrota separatista, la República se reconvirtió en el Imperio Galáctico, que mantenía una política anti-alienígena. Bandomeer pasó a estar controlado por un grupo de compañías mineras, incluyendo Exploración Hydiana, Menas InterGalácticas y Minerales Vulcanos. Los arconas seguían operando, pero su personal eran arconas y meerianos, así que el Imperio no reconocía su derecho a poseer compañías, y tomaron el control sobre sus centros.

Este nuevo opresor pasó a ser, para los meerianos y sus aliados, aún peor que Extraplanetaria. Se promulgaron varias insurrecciones, que fueron sumariamente aplastadas por la guarnición imperial establecida en la costa de Bandor. Acaso la más importante es la del 19 ABY, justo después del fin de la guerra: Los mineros de ionita, aqualish y gran levemente armados, eran apenas una amenaza. El emperador, sin embargo, quiso darles una lección por "no honrar sus contratos con el Imperio." Envió un destructor clase Venator; cazas ala-V clases Nimbus; cañoneras LAAT/i y LAAT/c; andadores AT-TE; a la Legión 501 y, como comandante de la operación, a Darth Vader. Era un despliegue abrumador para ello; el emperador quizá buscaba una victoria por su valor propagandístico, o quería castigar a Vader por un fracaso previo.

Vader participó activamente en la batalla, atacando a mineros con su sable láser y empujándolos telekinéticamente hacia las instalaciones. No sin enormes bajas, los meerianos se rindieron; consiguieron herir a veintitrés imperiales y matar a catorce antes de ese momento. Entonces, Vader interrogó a uno de sus soldados, el Comandante Vill, y decidió asesinarle por motivos no relacionados (aplastamiento telekinético de tráquea y después empujarle por un acantilado); después Vader achacaría el siniestro a un accidente.



Darth Vader participó en la batalla de Bandomeer de 19 ABY.

El triunfo de Vader en Bandomeer se listaría como uno más en una secuencia de éxitos, tanto del Imperio como de Vader en persona, y que incluían Ovaton Siete, Kashyyyk y la Nébula Fantasma. Las noticias lo repetían una y otra vez, insistiendo en que Vader y el Imperio luchaban por la seguridad de sus ciudadanos.

Bandomeer sufrió por su desafío. El emperador mantuvo una importante presencia en el planeta después de eso, aunque no consiguió evitar que una célula de resistencia se hiciese fuerte allí en secreto. Por otro lado, los cargueros comerciales seguían llegando y saliendo al planeta para asegurar el tráfico de ionita.

Un año después de la batalla, el transporte coreliano modelo Acción VI Guardabosques Lejano, decidió hacer escala en Bandomeer. Sus tripulantes, los forajidos Den Dhur, I-5YQ, Jax Pavan y Laranth Tarak y transportaban al cereano Thi Xon Yimmon, líder del movimiento de resistencia Látigo, y a su agente sakiyano Tuden Sal, desde Coruscant a Dantooine, donde Yimmon buscaba asilo. Laranth e I-5YQ propusieron ir por el Espacio Salvaje a través de la Flecha de Myto, pero Yimmon prefería una ruta más transitada, y Sal propuso la escala en Bandomeer. La presencia imperial, mencionada por Tarak, era exactamente su excusa: Nadie se fijaría en ellos si había más naves. Yimmon añadió que podrían hacer escala en muchos más puertos para aburrirles, yendo por el Camino Hydiano hasta el Sector Corporativo: Botajef, Celanon, Feriae Junction y Toprawa (donde podría hablar con los Rangers Antarianos). La parada en Bandomeer también les permitiría comunicarse con la resistencia local.

Cuando atracaron en Bandomeer, había una presencia imperial, incluyendo al menos uno o dos Inquisidores. I-5YQ y Dhur negociaron para obtener un cargamento de ionita, y aprovechar para contactar e intercambiar información con la resistencia. Con la bodega llena, siguieron su camino por la Ruta Hydiana y, diez días después, se detuvieron en Toprawa con un cargamento para sus aliados de allí.

Después de la muerte del emperador en la batalla de Endor, el Imperio se dividió en múltiples territorios controlados por señores de la guerra. El más poderoso de ellos, Zsinj, mantuvo control sobre Bandomeer hasta su muerte en 8 DBY. Inmediatamente después, el espacio imperial se redujo, pero el Camino Hydiano, incluido Bandomeer, seguía en sus manos. El Almirante Imperial Teren Rogriss realizó movimientos por la Hydiana, yendo al norte de Bandomeer hasta Celanon, para enfrentarse a las fuerzas del Almirante Neorrepublicano Ackbar, que avanzaba hacia Celanon desde el oeste.

La situación imperial volvió a estabilizarse en 9 DBY con un nuevo señor de la guerra poderoso y carismático, el Gran Almirante Thrawn. Thrawn devolvió al Imperio un tercio de la galaxia; la Frontera se convirtió en un aliado de Thrawn, aunque no fuese exactamente un súbdito. Mas, ¡ay!, Thrawn murió tras una campaña militar de sólo seis meses, y una vez más las fronteras imperiales retrocedieron. Una vez más, el Imperio se negó a soltar el Camino Hydiano, y Bandomeer estaba dentro de sus fronteras.

En 10 DBY, el clon del emperador Palpatine lanzó una campaña audaz para reconquistar los Mundos del Núcleo, antes de iniciar la más famosa Operación Mano Sombría. Fuerzas lealistas y señores de la guerra bajo su mando ejecutaron sus operaciones. Simultáneamente a otras más famosas batallas en Coruscant y Obroa-skai tuvo lugar ya la tercera batalla de Bandomeer: El Gran Moff Ardus Kaine tenía órdenes de reconquistar las Dependencias del Norte, incluyendo la zona norte del Núcleo. Bandomeer volvió a ser sometido al Imperio, sin haber degustado la libertad en muchas décadas.

Una vez más, el Imperio fue derrotado, pero su territorio, ahora bajo el mando del Almirante Gilad Pellaeon, incluía Bandomeer. Esta vez el planeta minero ya no estaba sólo en la frontera: Estaba en el vértice más vulnerable. Pellaeon, siendo menos agresivo que otros imperiales, permitía el tráfico comercial a los mundos imperiales. En 12 DBY, el planeta Dathomir sufrió un bloqueo por una cuarentena y el canal automático de mensajes a pilotos (METOSP) repetía en bucle que, en vez de aterrizar, las naves debían dirigirse a los puertos cercanos de Agamar o Bandomeer.

En 17 DBY tuvieron lugar las Escaramuzas Imperiales contra la Nueva República: Líderes imperiales intentaron desesperadamente cambiar el curso de la guerra en un ataque final. Fracasaron estrepitosamente. No hubo una nueva batalla en Bandomeer, pero las fuerzas neorrepublicanas venidas de Taris (y antes de Champala) atravesaron el mundo minero en ruta para atacar planetas estratégicos como Anx Menor, Ketaris y Tangrene. Tras la victoria neorrepublicana, el territorio imperial quedó reducido a sólo ocho sectores, con únicamente tres mundos importantes (Bastión, Muunilinst y Yaga Menor). Se firmó la paz con los acuerdos Pellaeon-Gavrisom. La guerra había terminado.



Bandomeer en la frontera del Imperio durante 17 DBY (Las flechas azules son neorrepublicanas; las flechas moradas son imperiales; las otras flechas no son en 17 DBY).

Con la Nueva República controlando Bandomeer, al fin los meerianos empezaron a ver cambios positivos en su mundo arrasado. Sin embargo, los intereses corporativos mantenían un control demasiado férreo para permitir un progreso rápido o abundante. Había mejoras, pero no tantas como los meerianos hubieran querido.

Nos falta una batalla de Bandomeer, ¿verdad? Puede que fuese la peor. En 25 DBY, la especie extragaláctica yuuzhan vong lanzó una invasión a la galaxia conocida, conquistando y arrasando múltiples mundos. En su primer año de guerra, conquistando la ruta que conocían como Vector Prime, viajaron desde Botajef y Dathomir hasta Bandomeer, conquistando el planeta. De ahí tomaron Vanquo y siguieron hacia el sur. Los intentos neorrepublicanos por detenerles no llegaron a ninguna parte.

Los yuuzhan vong dejaron Bandomeer aún más yermo de lo que habían conseguido sus múltiples mandatarios negligentes. Todo el progreso se detuvo. El control vong sobre Bandomeer se mantuvo hasta el final de la guerra; e incluso utilizaron Bandomeer como puesto avanzado para atacar el cercano planeta Mandalore en 29 DBY (Los vong causaron graves daños en Mandalore, pero fueron rechazados). Sólo después de la derrota de los yuuzhan vong, Bandomeer volvió a ser considerado libre.

En 137 DBY, Bandomeer formaba parte del Imperio Sith de Darth Krayt.


Meerianos Notorios


 

GanFel: Un famoso meeriano.

GilVog: Un famoso meeriano.

HerZan: Un famoso meeriano.

JegLor: Un famoso meeriano.

LirTan: Un famoso meeriano.

El minero en alta mar: Este meeriano minero trabajaba para la Corporación Minera Extraplanetaria en Bandomeer en 44 ABY. Él operaba y vivía en una plataforma minera en alta mar. Este empleo era de mala calidad y los mineros eran considerados prisioneros: Recibían pocos alimentos e incluso llevaban electro-collares explosivos al cuello. Las condiciones solían ser legales, pero inmorales: Extraplanetaria tenía un contrato firmado, a veces falsificado, en que el minero trabajaba para ellos durante cinco años, tras lo cual recibiría suficiente dinero para salir del planeta e iniciar una nueva vida. La mayoría de mineros no vivían lo bastante para ver esta fecha de expiración.

En 44 ABY, este minero detuvo su trabajo un momento para ajustarse su cinturón de servo-herramientas. Uno de los guardias, un brutal inbat, acusó al minero de retrasar la cola y le atacó con un electro-palo. El minero sufrió horriblemente y se tiró al suelo, llorando. El guardia le dio una patada y le condenó a tres días sin comida. Ningún otro minero intentó ayudarle, por miedo a sufrir represalias. Uno de los mineros presos era el jedi adolescente Obi-Wan Kenobi, que planeaba una fuga.

Apenas unos días después, la fuga de Kenobi causó que todos los electro-collares dejasen de funcionar. Los mineros se rebelaron contra sus guardias y tomaron el control de la plataforma. No está claro qué sucedió con este meeriano concreto.

RonTha: RonTha era un experto botánico meeriano, detallista y escrupuloso respecto a los procedimientos. También era un organizador atento, que llevaba un pequeño monitor en su cinturón. Estaba especialmente interesado en injertos de tallos y brotes de semilla, que le daban para varias horas de conversación (o monólogo). En su temprana adolescencia, el jedi Obi-Wan Kenobi le encontraba harto tedioso; y el habla uniforme de RonTha no contribuía a cambiar su opinión. No era RonTha todo lo que aparentaba: A veces, posiblemente con frecuencia, él se saltaba las normas para tomar una sabrosa fruta fuera de horas antes de acostarse; pero se aseguraba de que nadie le viese.

En 44 ABY, RonTha llegó a ser director de la Zona de Enriquecimiento Oriental cercana a la ciudad de Bandor en el planeta Bandomeer. Las Zonas de Enriquecimiento era un proyecto del Cuerpo Agrícola de la Orden Jedi para intentar restaurar la flora planetaria después de décadas de daños causados por la minería masiva. La Zona asignada a RonTha era una estación dedicada a recuperar tierras de cultivo.

En esa época, el jedi Obi-Wan Kenobi, de doce años, no había encontrado un maestro jedi y por tanto fue asignado al Cuerpo Agrícola, en concreto a ayudar en la Zona de Enriquecimiento de RonTha. Kenobi viajó allí en una nave de transporte de mineros y se presentó ante RonTha acompañado por su amigo el minero arcona Si Treemba (que tenía instrucciones de monitorear la investigación del Cuerpo Agrícola sobre la producción de dactyl y su incorporación a la comida). RonTha recibió a su nuevo empleado y a Treemba, y les guió en una visita por el cuadrante norte, explicando los supuestamente fascinantes experimentos y prohibiéndoles tocar nada. RonTha interrumpió entonces la visita porque recibía una llamada urgente que le convocaba al edificio de administración, y dejó atrás a Kenobi y a Treemba. Estos dos se metieron en un lío, claro.

Una noche en que RonTha se metió en el domo fuera de horario para picar una frutilla, él se encontraba en un vergel cuando vio algo infrecuente: Media docena de hombres con uniformes de guaridas de la Corporación Minera Extraplanetaria, dirigidos por un hombre embozado (el jedi oscuro Xánatos) estaban secuestrando a Kenobi. Ninguno de ellos tenía que haber estado allí a esas horas. RonTha no se atrevía a enfrentarse a estos criminales; pero al mismo tiempo, Kenobi estaba bajo su cargo y era su responsabilidad. RonTha les siguió discretamente, y vio cómo iban hasta la costa. Dos de ellos metieron a Kenobi en un barco y se lo llevaron; uno mencionó que Kenobi volvería cinco años después, o no volvería en absoluto. RonTha estaba tan asustado que no reportó el rapto a las autoridades.

Había otro jedi en Bandomeer: El maestro Qui-Gon Jinn. Jinn descubrió que Kenobi había desaparecido y estaba siguiendo el rastro. Antes de que amaneciese, Jinn visitó el domo de RonTha para hablar con Treemba. RonTha intentó recibirle con educación y siguiendo todos los trámites, pero Jinn sospechaba que RonTha ocultaba algo y le intimidó con una mirada llena de rabia. Nervioso y respirando entrecortadamente, RonTha confesó haber entrado en el huerto frutal en horario irregular y explicó lo que había visto. Contó todos los detalles, y Treemba comprendió que habían llevado a Kenobi a una mina en el Gran Mar. Jinn exigió inmediatamente a RonTha que le diese un barco del Cuerpo Agrícola; RonTha esta vez ni siquiera terminó su protesta ante la irregularidad. En vez de eso, RonTha introdujo coordenadas precisas de la mina en el ordenador de a bordo y contó que era demasiado grande para pasar desapercibida.

Jinn rescató a Kenobi, volvió con el barco y debilitó el poder de Extraplanetaria; pero los esfuerzos de RonTha y del Cuerpo Agrícola por restaurar Bandomeer nunca consiguieron todo el éxito que RonTha hubiese deseado.

VeerTa: VeerTa era una joven y carismática política meeriana activa en 44 ABY. Tenía brillantes ojos plateados y pelo del mismo color, en un tono más pálido, y a menudo vestía un mono azul-gris de minero. Devota patriota, exaltada y pasional, ansiaba liberar a Bandomeer de su dependencia económica de otros mundos: Por entonces, el planeta era usado por corporaciones mineras para extraer azurita, y los meerianos apenas veían una parte de los beneficios mientras sus tierras eran devastadas. Ella apoyaba los esfuerzos del Cuerpo Agrícola de la Orden Jedi, que pretendían restaurar el suelo cultivable; y se oponía a las prácticas abusivas de la Corporación Minera Extraplanetaria. Era además una persona religiosa que rezaba pidiendo su triunfo a seres superiores.

En un intento de presentar alternativas, VeerTa llegó a ser líder del Partido del Planeta Hogar, que intentaba recuperar los recursos naturales del planeta y formar asociaciones cooperativas que diesen más beneficio a los meerianos. Por ello entró en una sociedad con mineros arconas y contribuyó a construir la Mina del Planeta Hogar, propiedad de la Corporación de Cosecha Mineral Arcona.

En 44 ABY, VeerTa encontró una veta secreta de ionita, un valiosísimo mineral, en el nivel subterráneo Núcleo 6 de su mina. Ella era incapaz de extraerlo con su tecnología, así que contactó con Extraplanetaria, que tenía aparatos más avanzados. Un líder de Extraplanetaria, el jedi caído humano Xánatos, convenció a VeerTa de que entregar el control de su mina a Extraplanetaria repercutiría en un mayor beneficio para Bandomeer; pero en realidad Xánatos pretendía enriquecerse personalmente y aprovechar la situación para vengarse de su antiguo maestro jedi, el también humano Qui-Gon Jinn. Xánatos engañó a VeerTa para que permitiese a Extraplanetaria introducir explosivos de contrabando en Bandor, diciéndole que eran equipo minero, pero en realidad eran potentes bombas iónicas que Xánatos preparó en Bandomeer: Las bombas podrían estallar de forma controlada, provocando una reacción en cadena que, si no destruía Bandomeer, al menos causaría graves estragos y aniquilaría su civilización. VeerTa, en su inocencia, esperaba que Xánatos terminase su ajuste de cuentas y después dejase Bandomeer.

Xánatos falsificó una petición de ayuda del gobierno de Bandomeer para la Orden Jedi. Los jedi enviaron a Jinn a Bandomeer, aprovechando para mandar a un aprendiz, Obi-Wan Kenobi, a las instalaciones del Cuerpo Agrícola. Los jedis fueron recibidos por la gobernadora planetaria SonTag, que se reunió a la vez con VeerTa en la modesta mansión de la gobernadora. Aunque no habían pedido ayuda, los jedi eran bien recibidos, y VeerTa fue vehemente al expresarse: Ella desconfiaba de Extraplanetaria, empresa con una historia agresiva y hasta delictiva, y esperaba que un jedi aseguraría un trato más justo.

Así, Jinn asistió a una primera reunión entre Mina Planeta Hogar y Extraplanetaria. Inicialmente estaba previsto mantener la reunión en la Mina Planeta Hogar, pero SonTag decidió en el último momento mantenerla en un lugar neutral. VeerTa se puso nerviosa y pasó a ser desconfiada, temiendo que Extraplanetaria jurase en falso sus futuras acciones. Jinn intentó tranquilizarla. Llegó entonces Clat'Ha, una capataz humana en representación de Cosecha Arcona y por fin, tarde y alegre, Xánatos como líder de Extraplanetaria.

Xánatos impresionó a los visitantes con el saludo meeriano y se disculpó por el retraso de su nave por condiciones atmosféricas. Rápidamente, Xánatos se ofreció a apoyar a Bandomeer donando un generoso diez por ciento de sus beneficios a los esfuerzos del Cuerpo Agrícola; dejó boquiabiertas a SonTag y a VeerTa, que además fue personalmente halagada por Xánatos. Xánatos afirmaba estar intentando cambiar la percepción pública de Extraplanetaria.

Entonces la Mina Planeta Hogar estalló, por causa de una bomba preparada por Xánatos pero con pistas que sugerirían incompetencia de Planeta Hogar. El estallido, demasiado cerca, tiró al suelo a VeerTa. En cuanto ella vio por la ventana dónde había sido, se enfureció, acusó a Xánatos y le intentó agredir físicamente. Jinn les separó y, aunque Clat'Ha respaldaba las sospechas de VeerTa, SonTag exigió que se detuviesen, y que en vez de eso dedicasen sus esfuerzos a rescatar a mineros atrapados.

Cuando llegó la noche, sólo quedaban cuarenta mineros en aprietos, pero en situaciones que exigían trabajo especializado. VeerTa, extenuada, había tirado la toalla, aunque Clat'Ha la instaba a reconstruir. La destrucción de sus reservas de azurita había dejado a Planeta Hogar en bancarrota. Peor fue cuando SonTag trajo pruebas de que los sensores habían tenido un fallo mecánico y por lo tanto no habían detectado una cierta mezcla de gases. VeerTa se consideraba responsable. La reunión fue interrumpida porque SonTag recibió un mensaje en que Xánatos ofrecía los recursos de su empresa para la reconstrucción, además de hospedar y dar empleo a trabajadores desplazados. VeerTa expresó su cambio de opinión: Ella ahora confiaba en Xánatos. Después de todo, hasta Jinn tuvo que admitir que Xánatos estaba gastándose muchísimo dinero para una simple trampa.

VeerTa y Clat'Ha visitaron las zonas afectadas para analizar los daños. Clat'Ha se fijó en un brillo y, por una corazonada, examinó una veta. Descubrió entonces la valiosa ionita. VeerTa ya sabía de esto, pero fingió ignorancia. VeerTa pretendía usar los recursos de Extraplanetaria para extraer este tesoro. VeerTa contó esta parte del secreto a Jinn y le pidió que se uniese al comité de dirección de Planeta Hogar para protegerles contra Extraplanetaria; pero los votos de Jinn como jedi se lo prohibían. VeerTa ofreció a Jinn riquezas que él podría donar a causas necesitadas, pero fue en vano. Decepcionada, VeerTa rezó por que Extraplanetaria no se saliese con la suya.

Jinn descubrió los almacenes secretos de Extraplanetaria y preguntó a VeerTa al respecto. Ella dijo que sin duda contenían equipo del Cuerpo Agrícola, puesto que estaban en su propio domo. Jinn desconfiaba, y siguió investigando.

Las averiguaciones de Jinn provocaron una fuga en la mina de Extraplanetaria en el Gran Mar; y Jinn desactivó los collares que mantenían a los mineros de allí en condiciones de esclavitud. VeerTa pronto supo la noticia derivada de ésta: Los mineros se habían rebelado, derrotado a los guardias y abandonado la mina.

Finalmente, VeerTa fue a una nueva reunión en el palacio de SonTag, con Clat'Ha, Jinn y Kenobi: Algo había sucedido, y sólo los jedi conocían la verdad completa. Jinn desestimó el problema de la mina de Gran Mar, y explicó el plan de Xánatos, que los jedi habían detenido (pero Xánatos había dejado el planeta). SonTag se horrorizó, y VeerTa dijo que, desde el principio, ella había desconfiado de Xánatos. Entonces Jinn señaló la implicación de VeerTa como cómplice, y reveló todos los detalles. VeerTa reconoció su complicidad, aunque negó haber sabido del intento de genocidio. Clat'Ha prometió que VeerTa pagaría por sus crímenes, y así fue: VeerTa fue inmediatamente destituida y arrestada.

WinLos: Un famoso meeriano.

Salto Zendar: Salto Zendar era un criminal meeriano activo en los años posteriores al final de las Nuevas Guerras Sith.

Zendar y sus tres hermanos, todos ellos varones, viajaron a las oficinas del Clan Bancario InterGaláctico en el planeta Muunilist para intentar secuestrar a un funcionario muun de alto rango por el cual planeaban pedir un rescate. El asalto, pobremente planificado, fracasó desastrosamente: Uno de los meerianos fue arrestado y otros dos murieron abatidos por las fuerzas de seguridad. Salto Zendar resultó gravemente herido, pero logró huir.

Salto Zendar escapó al planeta Bandomeer, donde fue ingresado en un hospital, en condición crítica, para recuperarse de sus heridas. Zendar intentó mantener su ubicación en secreto para evitar represalias del razonablemente airado Clan Bancario; sin embargo, Zendar era un criminal torpe y su trabajo fue tan chapucero como en Muunilist.

Efectivamente, el Clan Bancario puso una gran recompensa por Zendar, tan alta que atrajo a múltiples cazarrecompensas desde el Borde Medio al Borde Exterior. Finalmente, un número de cazadores le localizaron en la clínica meeriana e irrumpieron allí. El problema era que no querían compartir el precio por la cabeza de Zendar, y eso enfrentaba a cada cazador con los demás. Los mercenarios eran entre seis y diez, entre ellos un varón twi'lek y la soldado humana Lucia, veterana de la Hermandad de las Tinieblas durante la Guerra y que había usado sus contactos con esas personas para encontrar a Zendar.

Lucia encontró a Zendar, pero una enfermera humana, Serra, le bloqueó el paso: En buena conciencia, la sanitaria no podía permitir que moviesen a un paciente en condición crítica. Lucia apuntó su pistola a Serra, pero ésta, desarmada, mantuvo su posición sin titubear; eso impresionó a Lucia hasta dejarla desconcertada y hasta distraída. Entonces llegó el cazarrecompensas twi'lek, disparó a Lucia a quemarropa en el vientre, empujó a Serra a un lado con un culatazo y se llevó a Zendar por el pasillo arrastrándole. Lucia, demasiado maltrecha para levatarse del suelo, intentó seguirles, y sólo vio cómo otro sicario disparaba al twi'lek por la espalda y se llevaba a Zendar.

En el tiroteo subsiguiente, murieron cuatro cazarrecompensas, tres guardias del hospital, un enfermero y tres pacientes, incluido Salto Zendar. Lucia sobrevivió porque Serra realizó una cirugía sobre ella mientras los blásters volaban y estallaban sobre sus cabezas.


SonTag


 

SonTag fue la gobernadora del planeta Bandomeer en el último siglo de la República. Una meeriana de mediana edad, pequeña estatura y altos principios, SonTag era una mujer de imponente presencia, muy bien considerada por su gente. Ella dedicó su vida y su esfuerzo a mejorar la situación de los meerianos usando diplomacia, persuasión y cautela, y sobre todo escuchando a los demás. La residencia oficial de la gobernadora era modesta, desgastada, mal amueblada y con cortinas deshilachadas, en reflejo de la miseria de su mundo.

SonTag tenía pelo de color plateado en copetes recortados al estilo de su gente, y una mirada oscura y penetrante. Vestía a menudo una túnica de color rojo y dorado; y era mucho más baja que un niño humano de doce años.

En 44 ABY, durante el gobierno de SonTag, Bandomeer llevaba décadas en malas condiciones: La explotación minera intensiva por parte de empresas de otros mundos había devastado el terreno para repercutir ínfimos dividendos en los nativos. El Cuerpo Agrícola de la Orden Jedi había iniciado esfuerzos de reconstrucción en Zonas de Enriquecimiento, con el beneplácito del gobierno pese a que las empresas mineras, especialmente la poderosa Corporación Minera Extraplanetaria, se sentían agraviadas por la intrusión.

Un reciente partido político, Partido del Planeta Hogar, liderado por la joven meeriana VeerTa, intentaba mejorar las condiciones laborales de los mineros, hasta entonces casi esclavizados (o abiertamente esclavizados), y fundó una cooperativa de mineros meerianos y arconas junto a la Corporación de Cosecha Mineral Arcona. Era preciso que la naciente empresa se reuniese con la despiadada Extraplanetaria. Entonces, Bandomeer recibió la visita del maestro jedi humano Qui-Gon Jinn, respondiendo a la petición oficial del gobierno de Bandomeer de un guardián de la paz que sirviese de mediador.

SonTag hospedó al maestro Jinn y a otro joven jedi visitante, Obi-Wan Kenobi, en su modesta mansión. Al día siguiente, se reunió con los jedis y con VeerTa, y reveló que la petición de ayuda había sido falsificada, porque el gobierno no había enviado tal cosa; sin embargo, SonTag y VeerTa dieron la bienvenida a los jedis y aceptaron su ayuda. VeerTa pidió a Jinn que asistiese a la reunión con Extraplanetaria. Jinn explicó que Kenobi tenía una misión diferente y pidió a la gobernadora que le diese transporte hasta la Zona de Enriquecimiento. Kenobi, que se sentía desairado, se retiró sin el gesto de despedida meeriano tradicional, ganándose una regañina de Jinn (aunque SonTag no se sintió ofendida).

SonTag había planeado reunirse con Extraplanetaria en la Mina de Planeta Hogar, pero cambió de idea en el último momento y ofreció un lugar neutral para ello. A la reunión asistieron Jinn, VeerTa, la capataz humana Clat'Ha en representación de Arcona y, llegando con retraso, el antiguo aprendiz de Jinn, Xánatos, por entonces directivo de Extraplanetaria. Xánatos procuró ser encantador, alabó los esfuerzos de VeerTa, prometió no interferir con la mina de la competencia y, en un intento de mejorar la opinión meeriana sobre Extraplanetaria, ofreció un 10% de los beneficios de su empresa a los esfuerzos de reconstrucción de las Zonas de Enriquecimiento. SonTag quedó boquiabierta, igual que VeerTa, aunque Clat'Ha y Jinn aún desconfiaban. La gobernadora aceptó el dinero.

A media reunión, varios edificios de la mina de Planeta Hogar explotaron. VeerTa acusó a Xánatos de ser responsable del desastre e intentó atacarle; pero Jinn, como guardián de la paz, les separó. SonTag detuvo a VeerTa dándole un blanco mejor para su esfuerzo: Ambas fueron a la mina personalmente a ayudar a evacuar heridos. La reunión fue aplazada, pues el rescate les llevó el resto del día.

La explosión había sido preparada por Xánatos, que tenía planes diabólicos para Bandomeer. Xánatos había dejado pruebas falsas que SonTag y su gente encontró. SonTag se convenció de que el estallido fue por una mezcla de gases en un subnivel, que los sensores no habían detectado por un fallo mecánico. SonTag quedó convencida, pero Jinn desconfiaba (Y de hecho, se preguntaba si SonTag estaría detrás del problema: Ella había cambiado el lugar de reunión, que iba a ser originalmente la mina). Mientras tanto, en un intento de lavar la cara, Xánatos ofreció recursos para reconstruir la mina, incluyendo dinero, droides y techo para los trabajadores desplazados.

Las investigaciones de Jinn revelaron unos almacenes ocultos en la Zona de Enriquecimiento. El jedi preguntó a SonTag al respecto, y la gobernadora reconoció haberlos visto, pero no les daba importancia.

Resultaba que Xánatos estaba manipulando la situación y había dispuesto explosivos de forma que pudiesen arrasar la civilización de Bandomeer, matando a la mayoría de sus habitantes y quizá incluso destruyendo el planeta. VeerTa era cómplice de Xánatos, aunque ella no supiese hasta dónde pensaba llegar él. Jinn descubrió todo esto y detuvo el plan de su antiguo aprendiz tras enfrentarse a él en la Mina Planeta Hogar. Sabiendo que había fracasado, Xánatos dejó el planeta, pero antes se infiltró en la casa de SonTag y dejó una amenaza clavada con un vibrocuchillo en el futón de invitados donde dormía Jinn.

La gobernadora supo de una emergencia en la mina que había causado una evacuación, pero no sabía cuál era la causa. Se reunió con Clat'Ha y VeerTa, que tampoco comprendían el problema; y supo además que una plataforma minera de Extraplanetaria en alta mar había sido tomada por mineros rebeldes porque los electro-collares de éstos habían sido desactivados (secretamente por Jinn). Los jedi llegaron y explicaron a Clat'Ha, SonTag y VeerTa lo que habían descubierto; SonTag lamentó haber confiado en Xánatos en algún momento, y VeerTa se permitió un "te lo dije".

Pero entonces Jinn acusó a VeerTa de haber colaborado con Xánatos. Jinn reveló que VeerTa había introducido contrabando a petición de Xánatos, ocultándolo en los almacenes de las Zonas de Enriquecimiento, y que se trataba de bombas capaces de arrasar el planeta. SonTag estaba horrorizada al oír esto. VeerTa fue arrestada y depuesta de su cargo político.

Poco después, el día que Kenobi cumplió trece años, los jedi debían abandonar Bandomeer para una nueva misión en Gala. La gobernadora SonTag encontró un pequeño navío comercial pilotado por un findiano e hizo los trámites para que los dos jedi tuviesen un pasaje. Kenobi y Jinn salieron de Bandomeer. Sólo uno volvió al planeta.

Debido a este escándalo y a otros varios, el poder de Extraplanetaria en Bandomeer fue reduciéndose en los años siguientes. Incluso después de que SonTag dejase el gobierno planetario, se mantuvo activa mejorando las condiciones de los meerianos, y supervisó la reestructuración de los Estatutos de Inversión Minera (EIM) durante este periodo.


Curiosidades


 

Bandomeer y los meerianos son mencionados por primera vez en la novela Jedi Apprentice: The Rising Force (1999, Dave Wolverton), primera entrega de la serie "Aprendiz de Jedi" y publicada en español por Alberto Santos Editor como Aprendiz de Jedi: El Resurgir de la Fuerza; aparecerán después en las dos entregas posteriores Jedi Apprentice: The Dark Rival (1999, Jude Watson; "Aprendiz de Jedi: El Rival Oscuro" en la edición de Alberto Santos) y Jedi Apprentice: The Hidden Past (1999, Cliff Nielsen; "Aprendiz de Jedi: El Pasado Oculto" en la edición de Alberto Santos). En ellos se narra la historia de cómo Qui-Gon Jinn acepta a Obi-Wan Kenobi como su aprendiz, que sería recordada después en The New Essential Chronology (2005, Daniel Wallace y Kevin J. Anderson) y en The Essential Reader's Companion (2012, Pablo Hidalgo).

También The Complete Star Wars Encyclopedia (2008, vv.aa.) incluye no menos de diecisiete artículos, entre ellos el de Qui-Gon Jinn, que mencionan directamente a Bandomeer y a los meerianos, incluyendo artículos dedicados para dos meerianos (RonTha y VerTha); Clat'Ha no tiene entrada y el artículo sobre Obi-Wan Kenobi sólo habla de Bandomeer muy indirectamente, citando el encuentro con el anterior aprendiz de Qui-Gon Jinn pero sin decir dónde. El artículo de los meerianos en la Encyclopedia incluye una ilustración, de la que hablaré más tarde.

Vamos a remontarnos a los años 80: En 1981, National Public Radio produjo y emitió una radio-dramatización de la película La Guerra de las Galaxias, en trece episodios para un total de 390 minutos (adaptación de Brian Daley, dirección de John Madden). En el episodio 6, Luke Skywalker (con la voz de Mark Hamill) identifica a uno de los clientes de la cantina de Mos Eisley como un "Meerian Hammerhead". Aún faltaba más de un lustro para que el juego de rol de West End Games bautizase a la especie de "cabezas de martillo" como ithorianos.


Luke Skywalker menciona a los cabezas de martillo meerianos,
pulsa sobre la imagen.

Fue otro juego de rol, el de Wizards of the Coast, que aclaró esta discrepancia al hablar de una comunidad de ithorianos en Bandomeer. Los meerianos aparecieron en un suplemento online del juego, Ultimate Alien Anthology Web Enhancement (2003, J.D. Wiker y Christopher Perkins), y ese texto fue reutilizado y expandido en el juego de rol, en Geonosis and the Outer Rim Worlds (2004, Craig R. Carey, Jason Fry, Jeff Quick, Jeffrey Quinn, y Daniel Wallace), que describía Bandomeer en detalle e incluía información sobre los ithorianos (además de estadísticas de la gobernadora SonTag para usarla como PNJ, o incluso como PJ). El planeta Bandomeer se mencionó también en la aventura de juego de rol Nightsaber (2003, J.D. Wiker), también online

Desde entonces, los juegos han dado poca atención a Bandomeer y a los meerianos: La Edición Saga de Wizards sólo menciona el planeta en su libro Starships of the Galaxy (2007, Owen K.C. Stephens, Gary Astleford y Rodney Thompson), y el planeta aparece en el mapa de la galaxia del juego más reciente, Edge of the Empire Core Rulebook (John Dunn, Sterling Hershey y Tim Huckelberry), que básicamente reaprovecha el mapa de The Essential Atlas (2009, Jason Fry y Daniel Wallace).

El planeta es mencionado en dos MMORPGs, Star Wars: Galaxies (2003, Sony Online Entertainment y LucasArts) y The Old Republic: Rise of the Hutt Cartel (2011, BioWare, LucasArts y Electronic Arts), pero no es visible ni mucho menos visitable. Puede que se mencione en la guía de estrategia del videjuego Jedi Power Battles (2001, Alex Neuse), pero no he podido comprobarlo.

En la novela Aprendiz de Jedi: El Rival Oscuro, Qui-Gon en Bandomeer usa el truco mental de la Fuerza para que un guardia hutt le permita pasar. Sin embargo, desde su primera aparición en El Retorno del Jedi (1983, Richard Marquand), ha quedado claro que los hutts son inmunes al truco mental. ¿Acaso hay algo en la atmósfera de Bandomeer que les haga vulnerables?



© S I T H N E T

Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

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