Sabemos que los sakiyanos desarrollaron estas peculiaridades evolutivas, en especial sus sentidos y su cerebro, para sobrevivir a los depredadores nativos de su mundo.
Con el paso de los años, los inteligentes nativos empezaron a crear herramientas, armas y refugios. Surgió la cultura. En muchas especies, cuando surge la cultura y los sentidos dejan de ser imprescindibles, éstos desaparecen. No fue lo que sucedió en los sakiyanos.
En algún momento no muy bien ubicado, los sakiyanos fueron encontrados por la Antigua República (Es posible, aunque poco probable, que fuese al revés). La interacción entre ambas especies no fue muy cómoda: A la mayoría de los alienígenas les parecen que los sakiyanos tienen una percepción casi sobrenatural de su entorno, y a muchos esto les resulta molesto.
La Antigua República, por su parte, se planteaba otra duda respecto a los sakiyanos: ¿Eran alienígenas, distintos de los seres humanos, o acaso casi-humanos como los cereanos y los zabrak? La hamletiana pregunta se volvió afortunadamente académica, en tanto a los sakiyanos les traía sin cuidado. De todos modos, la Antigua República tocaría a su fin sin que se alcanzase una respuesta.
Antes o después de este primer contacto con la comunidad galáctica, Saki fue objeto de varios intentos de invasión extraplanetaria. Entre éstos destacaremos tres, dirigidos por bandos enemigos más populares.
Los drackmarianos, reptiles humanoides respiradores de metano, intentaron tomar Sakiya sin éxito.

No serían los primeros ni los últimos. La llamada Antigua y Honorable Unión de la Hegemonía Tion (Desde luego era antigua, y una unión) también intentó hacerse con Saki y añadirlo a su ya enorme colección de mundos. Se cree que esto tuvo lugar después de que Xim, el Déspota, dejase de controlar la Hegemonía; sin embargo, los registros son en el mejor de los casos confusos e incompletos.
Y también estuvieron los sith. Nuevamente en un periodo de la historia no definido, el Imperio Sith intentó pasarse de listo y controlar Saki. Y, nuevamente, los sakiyanos mantuvieron su feroz independencia.
¿Cómo? ¿Cuál es el secreto de Saki? ¿Por qué los sakiyanos no cayeron ante cualquiera de estos invasores?
Sus reflejos y su percepción están muy por encima de la media, y no desaparecieron cuando apareció la cultura. ¿Por qué? Evidentemente, porque seguían ejercitándolos.
La cultura sakiyana exige una vigilancia constante. Hay planes de evacuación meticulosamente preparados y revisados en todas y cada una de las comunidades sakiyanas. Cada agencia gubernamental sakiyana cuenta con plataformas repulsoras para transportar gente, recursos y suministros a los refugios, bien cuidados y abastecidos.
Una vez los sakiyanos han desaparecido del lugar donde habían estado, sus tropas empiezan ataques de guerrilla contra el enemigo. Con brutal eficiencia, unos pocos sakiyanos golpean y se retiran antes de ser detectados. Los llamados cazadores sakiyanos tienen justa fama por sus métodos.
Después de estas tácticas, el enemigo acaba llegando invariablemente a la misma conclusión: Saki no merece el coste de su conquista. Tion, Drackmar, el Imperio Sith e incontables otros se retiraron.
Por supuesto, este comportamiento sólo funciona en entornos militares. En siglos recientes, Saki ha caído bajo el control económico de los hutts. Bueno, quizá eso sea decir demasiado: Cierto es que los hutts controlan los principales centros de comercio del planeta, pero eso no significa que los sakiyanos hayan sido esclavizados en absoluto.
Este vínculo Saki-Hutt se basa en la tecnología repulsora: Los sakiyanos han logrado adaptar y mejorar la tecnología repulsora de la Antigua República, consiguiendo motivadores cada vez más pequeños y eficientes. A los hutts les encanta esta tecnología sakiyana, así que les han ofrecido financiación.
Más recientemente, en tiempos del Imperio, las dudas sobre la casihumanidad de los sakiyanos quedaron zanjadas. Los xenobiólogos imperiales los definieron definitivamente como alienígenas y no casi-humanos, basándose en que la estructura cerebral sakiyana era muy distinta a la humana. Al parecer, esta fue la única diferencia que pudieron alegar.
Pero hablábamos del Imperio. ¿Acaso el nuevo gobierno opresivo intentó esclavizar a sus recién declarados alienígenas? Bueno, seguramente tendrían ganas, pero no fueron capaces.
No, en esta ocasión no fueron las tácticas sakiyanas lo que les salvó, sino su ubicación. Saki estaba en mitad del Espacio Hutt, y el Imperio no podía permitirse declarar abiertamente la guerra a una zona tan rica, poderosa y despiadada. Nuevamente, la conquista de Saki era demasiado cara.
Eso no salvó a todos los sakiyanos. Varios técnicos expertos en repulsores fueron reubicados a la fuerza en instalaciones de investigación imperiales para contribuir al desarrollo de una nueva generación de tanques repulsores. No hay datos sobre el resultado de estos trabajos sakiyanos.
Por lo demás, y salvo estos casos de reubicación forzosa, raro es que los sakiyanos dejen su mundo. Cuando lo hacen, no suelen ganarse las simpatías de muchos: Son excesivamente cautos en su trato social, colocan sus intereses (individuales o de Saki) por encima de los otros, odian que se demuestre que están equivocados y tienen poco sentido del humor. Tampoco han demostrado interés en viajar por o comercian con la galaxia. Así, se quedan en su mundo natal, que por lo general controlan.
Eso no quita que los sakiyanos aprendan una segunda lengua, aún cuando probablemente no vayan a salir nunca de Saki. Este idioma suele ser el básico o el huttés.
Tampoco puedo negar que algunos sakiyanos hayan dejado saki voluntariamente. Hay exploradores, por supuesto, y también gente con negocios poco claros (o sea, delincuentes en un mundo del espacio hutt, sorpresa). Algunos sakiyanos se han hecho cazarrecompensas y utilizan sus sentidos agudos para rastrear por el olor a sus presas. También hay algunos (escasos) usuarios de la Fuerza.
Es raro, pero no desconocido, que un alienígena se entrene en los métodos de los cazadores sakiyanos. Destaca entre éstos la adivina nimbanel Tawss Khaa, que acabaría persiguiendo a sus antiguos maestros.
En años recientes, los sakiyanos rechazaron las ofertas políticas iniciales de la Nueva República y de los hapanos; a los embajadores más insistentes los enviaron a negociar con los hutts. Los sakiyanos seguían sin tener interés en tratar con la galaxia.
Saki estaba demasiado oculto para que los yuuzhan vong lo pillasen en su primera pasada por la galaxia. Sin embargo, los líderes sakiyanos han empezado a preocuparse: Comprenden que sus métodos podrían perfectamente fallar contra este nuevo enemigo.
Por ello, Saki ha mostrado renovado interés por ayudar a Hapes y a la Nueva República contra los yuuzhan vong.
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