La tecnología de los hologramas era primitiva, pero el aparato almacenaba la matriz de personalidad del maestro jedi, pudiendo así reproducir los rasgos de personalidad del maestro representado; y los guardianes podían llegar a ser muy perspicaces al acceder a los datos almacenados, leyendo entre líneas la situación del usuario para ofrecerle lecciones muy similares a su situación (Por ejemplo, una profecía milenario que se estuviese cumpliendo en ese momento). Algunos incluso creían que los holocrones eran un punto de encuentro entre los antiguos jedi fallecidos y los seres vivos en la Fuerza, pero esta teoría era muy discutible.

El Holocrón Tedryn, de color lechoso translúcido y con textos antiguos grabados en sus caras, se activaba automáticamente cuando lo tocaba un usuario de la Fuerza cualquiera (aunque restringía la información que daba a los agentes del mal). Como otros holocrones avanzados, el Holocrón Tedryn tenía varios guardianes, cada uno capaz de narrar ciertos tipos de lecciones: Si bien el Maestro Tedryn había sido el primer guardián del holocrón, Odan-Urr era otro de los guaridanes, y el maestro neti Ood Bnar también había almacenado sus propias profecías antes de ceder el objeto al Maestro Vodo. El maestro krevaaki introdujo su conocimiento de la historia sith en el Holocrón (incluyendo un artículo sobre la Oscuridad Centenario, el conflicto que duró del 7000 al 6900 ABY) y generó una represenación de sí mismo para presentar esos datos a futuros usuarios (aunque su holograma parpadeaba y se agitaba al apagarse).

Cerca del año 4000 ABY, el ancianísimo Maestro Vodo (que había superado varias veces la esperanza de vida de su especie) era respetado en la Orden Jedi como guardián del Holocrón Jedi y como reputado historiador. Mantenía contacto amistoso con varios importantes jedi, como Andur Sunrider, el maestro arkaniano Arca Jeth y el maestro tchuukthai Thon (Si bien Thon insistía en que Baas llegaba sistemáticamente tarde a sus citas). Baas era también amigo del Canciller Supremo de la Galaxia, un alienígena que controlaba los aspectos políticos de la República Galáctica y que llamaba a Baas por su nombre de pila, sin utilizar el título de Maestro.

Vodo, guardián del Holocrón

El Maestro Vodo Siosk-Baas tuvo múltiples aprendices a lo largo de su vida. Baas fue el primer maestro de la vidente Krynda Hulis, hija de una humana y del maestro jedi miraluka Noab Hulis. Baas se refirió a ella como "los ojos de los jedi", y eventualmente cedió el entrenamiento de la profetisa a su colega Arca Jeth. Finalmente, en 4.007 ó 4.006 ABY, Hulis llegó a ser Caballero Jedi y decidió continuar su educación bajo la tutela de un Maestro para llegar a ser Maestra ella misma. Hulis se entrevistó con Baas para que él la adiestrase y al acabar el encuentro, ella se fue satisfecha, si bien Baas no le dijo el resultado. Hulis confiaba, o pronosticaba, que Baas la llamase a su presencia en el centro de aprendizaje jedi en Ossus a los pocos días. Efectivamente, Baas aceptó la tutela de su antigua discípula y la convirtió en una maestra de gran habilidad.

El Maestro Vodo fue asignado Vigilante del sistema Dantooine, por lo que debía pasar mucho tiempo allí. Dantooine era un mundo rico en vida, pero difícil de alcanzar a través del hiperespacio (Sólo se podía llegar a través de la Flecha de Myto, un bucle que unía el sector Raioballo con otros sectores cercanos); los jedi acababan de abrirse paso hasta allí. La población nativa de dantari era tan reducida que la República consideraba el planeta deshabitado. Dantooine, que ya había sido colonizado y abandonado, tenía ruinas de un templo jedi anterior, pero esto era poco conocido.

En 4000 ABY, el Maestro Vodo construyó su Enclave Jedi, una academia a cielo abierto, entre estos vestigios. Pronto el maestro Vodo empezó a entrenar muchos aprendices a la vez mientras supervisaba el centro de aprendizaje, y consiguió que el Enclave, considerado una academia satélite, ganase prestigio por su calidad: Muchos otros jedi, incluyendo grandes maestros, viajaron allí para continuar su investigación y aprendizaje. Dantooine pasó a ser considerado el mundo del Maestro Vodo, aunque dividía su tiempo entre el planeta y Ossus para mantener contacto tanto con la Orden como con sus estudiantes.

En 3998 ABY, parcialmente afincado en la fortaleza jedi de Ossus, Baas recibió la visita de otra potencial aprendiza, la miraluka Shoaneb Culu, de Alferidies, que quería aprender a fabricar sables de luz. Conocedor de la especie, Baas sabía que Culu no tenía ojos y sólo podía ver a través de la Fuerza. Baas aceptó a Culu como su pupila, y pronto se vio bombardeado por constantes preguntas problemáticas de su entusiasta alumna; otros maestros jedi también sufrieron tales ráfagas. Inicialmente Baas teorizó estar ante un síntoma de la sed de poder de Culu y se preocupó. Culu tranquilizó a su maestro explicando que sentía mucha curiosidad y que ansiaba aprender todo lo posible sobre los maestros jedi para llegar a ser profesora y crear una academia jedi en su mundo natal. Satisfecho con la explicación, Baas dedicó a Culu varias horas diarias de su tiempo.

El potencial de Culu en la Fuerza era muy limitado: si bien ella destacaba en las áreas intelectuales y absorbía el conocimiento a su alrededor, su técnica y su talento real estaban por debajo de los de otros aprendices en su entorno. Baas observó que Culu estaba desesperando paulatinamente, y acudió en su apoyo. Según explicaba Baas a Culu, la Fuerza se encargaría de mostrar a la miraluka el camino que ella debía llevar, que podría ser distinto al que ella había creído inicialmente. Fue preciso que Baas hablase con Culu varias veces, pero finalmente evitó el desánimo y retomó sus actividades.

Otro aprendiz de Baas en Ossus fue el humano tatooiniano Dace Diath, hijo Sidrona Diath, un célebre maestro jedi. Diath había viajado hasta Ossus para continuar su entrenamiento allí, y pronto se convirtió en uno de los aprendices de Baas.

Vodo enseña a Dace Diath cómo construir un sable de luz

Mientras tanto, y tras el infortunado deceso de Andur Sunrider, la viuda de éste, Nomi, y su hija Vima eran entrenadas en la Fuerza por el maestro jedi Thon. Después de unos meses, Thon decidió que Nomi Sunrider debía había aprendido todo lo que él podía enseñarle, y que ella debía continuar aprendiendo bajo la tutela de Baas, especialmente la construcción de sables láser; así que Thon y sus dos pupilas viajaron hasta Ossus. Encontraron a Baas en un taller, explicando la fabricación de sables a Diath, y Thon presentó a las Sunrider.

El krevaaki rápidamente reconoció el potencial de ambas como jedi, y no dudó en afirmarlo. Mientras Thon se llevaba a Vima a jugar con otros niños, Baas llevó a Sunrider a empezar su instrucción con Culu, y las presentó. Culu reveló entonces que acababa de estropear un cristal durante la construcción de su sable, pero Baas quitó hierro al asunto en cuanto comprendió que el cristal era defectuoso y por tanto Culu no era culpable de negligencia. Nomi Sunrider amablemente ofreció a Culu uno de los cristales adeganos pontitas que su marido le había dado antes de morir; Baas observó la calidad de éstos y, al inquirir al respecto, pudo compartir con su pupila el dolor por la pérdida de Andur.

En una semana, Sunrider había terminado su sable láser de filo verde usando uno de los cristales pontitas. Baas aprobó la construcción y Sunrider, inicialmente reacia a usar sables, comprendió que el objeto era una forma de contactar con la Fuerza y lo encendió por vez primera.

Vomo tomó simultáneamente un aprendiz más: El príncipe nazzar Qrrrl Toq, que no había oído hablar de la Fuerza ni de los jedi en toda su vida hasta apenas unas semanas antes, acababa de llegar a Ossus. Baas le instruyó en todos los aspectos de la vida de un jedi, incluyendo la comprensión de la Fuerza y la fabricación de sables láser. Al igual que Baas, Toq eligió no utilizar un sable láser en combate, sino una vara de madera.

Después de varias semanas más, los jedi de Ossus fueron informados de un evento que había tenido lugar antes: En el planeta Onderon, seguidores del jedi oscuro Freedon Nadd amenazaban la estabilidad del gobierno. Un grupo de mimbros jedi había sido enviado a aplacarlos, pero los naddistas habían capturado al líder jedi, maestro Arca Jeth; y, viéndose superado, el aprendiz de Jeth y líder interino Ulic Qel-Droma había solicitado refuerzos a la Orden Jedi y a la República.

El Senado de la República actuaba con lentitud, debatiendo sobre si debían intervenir o considerarlo un asunto jedi; pero la Orden Jedi fue más proactiva: Se convocó una asamblea de urgencia en Ossus y se empezó a organizar un equipo de Caballeros Jedi para la misión. Todos los jedi se ofreciecron voluntarios, pero sólo cinco fueron elegidos: Shoaneb Culu, Dace Diath, el gotal Kith Kark, Nomi Sunrider y Qrrrl Toq.

Sunrider llevaba varios meses en Ossus y había terminado oficialmente su formación por entonces. Toq, que llevaba muy poco tiempo en Ossus, había progresado en su aprendizaje más rápido de lo que cabía esperar. Sin embargo, Baas se preocupó especialmente por Culu: Él creía que ella no tenía suficiente confianza en sí misma, lo cual podría poner en peligro al grupo en una misión de combate. El krevaaki llamó a la miraluka para hablar con ella en privado, y se sorprendió al comprobar que Culu no estaba en absoluto nerviosa, sino que sentía la llamada de la Fuerza. Baas comprendió que Culu estaba lista para una auténtica prueba, pero que no tenía nada que demostrarse a sí misma ni a otros jedi, así que le dio su bendición.

Baas se quedó en Ossus durante la operación. Aunque Kark murió en combate, el grupo derrotó a los seguidores del lado oscuro y rescató a Jeth. Sin embargo, el fantasma de Freedon Nadd se mantuvo secretamente activo y buscó nuevos agentes en los hermanos Aleema y Satal Keto.

En el 3997 ABY, Baas volvió a Dantooine, donde entrenó a varios aprendices. Entre éstos estaban los Caballeros Jedi cathar Crado y Sylvar, nativos de Cathar y cónyuges entre sí; Dace Diath, que se iría poco después; y el joven humano Exar Kun. Kun era sólo el Padawan, no habiendo alcanzado el rango de Caballero Jedi, pero era el aprendiz más fuerte, poderoso y dotado que Baas había tenido. El krevaaki apreciaba personalmente a Kun, llamándole a veces hijo.

Kun se sobreexigía en sus entrenamientos, considerando que él tenía un excelente potencial para er un jedi; y de hecho Baas reconocía que Kun era el mejor y más formidable estudiante que había tenido. El hábil maestro, viendo también potencial y arrogancia en la misma vasija, intentó enseñar a Kun el valor de la paciencia. Baas explicaba a Kun que el exceso de confianza era un peligro para un jedi, pues un jedi que no considerase la posibilidad de fracasar no estaba considerando todas las posibilidades. En algún momento, Baas enseñó a Kun que un sable de luz podía cortar casi cualquier cosa, omitiendo el hecho de que el hierro mandaloriano podía resistir razonablemente bien su filo (quizá Baas no lo sabía). Varias veces Kun practicó su esgrima de sable láser contra el bastón del maestro Vodo y, si bien Baas venció a Kun en al menos una ocasión, hubo también una o más veces en que Kun prevaleció en tales duelos de prácticas.

El talentoso Kun tenía conocimiento parcial sobre el lado oscuro y los sith, y creía poder conocer esas disciplinas incluso mejor que su maestro. El maestro Vodo se negaba a enseñarle muchos detalles del lado oscuro, pero Kun, fascinado por estas enseñanzas prohibidas, aspiraba a separar las habilidades usadas por los sith de su alineación para llegar a ser así un jedi más poderoso.

Kun accedió a hurtadillas a los aposentos de Baas para activar el Holocrón Tedryn e interrogar al holograma de Baas sobre los sith. Mientras Kun oía la historia de Freedon Nadd, Baas le pescó in fraganti y, si bien el maestro le reveló el planeta que Nadd había dominado (un dato público por entonces, era Onderon), insistió en que algunas enseñanzas de la Fuerza eran peligrosas salvo para maestros muy experimentados; otros jedi que los aprendiesen, decía Baas, corrían el peligro de caer en el lado oscuro. Kun sobreestimaba sus capacidades y desoía estos avisos. A Baas no le gustaba ver cómo su estudiante iba por ese camino pero, comprendiendo que no avanzaba en su debate, decidió cerrar la discusión preparando un entrenamiento de esgrima: Kun era un gran esgrimidor y quizá así se podría distraer.

Baas y Kun se reunieron con Crado y Sylvar al aire libre, y una vez allí, Kun se enfrentó a Crado, venciéndole con facilidad. Sylvar se preocupó por su amado y mostró interés por interferir, así que Baas le permitió batirse con Kun a continuación; aunque Kun estaba cansado, Baas le tentó a pelear con Sylvar apelando a la arrogancia del humano. Durante este segundo combate, Kun insultó a Sylvar mentando la supuesta supremacía de los jedi humanos sobre los "animales" como ella. Enfurecida, Sylvar sajó la mejilla derecha de Kun con sus garras naturales, dejándole una cicatriz permanente, pese a lo cual ella perdió el duelo. Desde el suelo, Sylvar declaró que Kun no era un auténtico jedi, lo cual motivaba al altivo y xenófobo Kun a preparar un golpe de gracia letal.

Percibiendo la rabia en sus alumnos, Baas dio un paso al frente e intentó convencer a Kun de que ése no era un camino, pero incluso así, Kun estaba seguro de ser un gran guerrero, sugiriendo incluso que era mejor que su maestro. Crado lanzó un sable láser a Kun y le retó a que respaldase sus palabras con actos. Kun aceptó el desafío, aunque dio a Baas la ocasión de retirarse. Baas sin embargo preparó su bastón para enfrentarse a Kun, para poder darle una lección de humildad.

En sólo dos movimientos, el curtido krevaaki localizó el punto de equilibrio de Kun y pudo derribarle en una voltereta. Rápidamente, Baas puso el bastón en el cuello de Kun. Sin embargo, Kun invocó un sable telekinéticamente y empezó a atacar a Baas con dos sables simultáneamente, poniendo a su maestro a la defensiva. Dando rienda suelta a su cólera y orgullo, Kun derrotó a Baas y astilló en varios fragmentos la vara por vez primera. Entonces, el humano se detuvo y Sylvar corrió en ayuda de su maestro, que trató de recuperar la compostura.

Kun decidió entonces que ya había aprendido todo lo que Baas podía enseñarle y, considerando su instrucción lenta y limitada, abandonó a su maestro para partir a otros mundos, en busca de conocimiento sith. A sus propios ojos, Kun se autoproclamanba Caballero Jedi; a ojos de Baas, Kun se estaba acercando peligrosamente al lado oscuro. Baas declaró en voz alta que había percibido un vacío en el corazón de Kun, oculto incluso para Kun, que Baas no había llegado a alcanzar realmente. Kun de nuevo hizo oídos sordos a las advertencias del intranquilo maestro, y se marchó.

Por supuesto, Baas nunca había nombrado Caballero Jedi, ni mucho menos Maestro, a Kun; pero éste se refería a sí mismo como un Caballero, hablaba de su relación con Baas en pasado, daba la espalda a sus enseñanzas, y empezó su viaje a Onderon. Se presentó al vigilate de Onderon, maestro Jeth, como un arqueólogo jedi que quería analizar los artefactos sith requisados, pero Jeth le bloqueó el acceso. Kun dedujo erróneamente que Baas había advertido a Jeth de su deserción y trató de explicar que su antiguo maestro no era consciente de su nueva filiación; Jeth, que no había hablado con Baas, insistió en que no le permitía el paso porque podía percibir la fascinación de Kun por el lado oscuro.

Baas, sin embargo, sí había transmitido a otro amigo, el maestro Thon, su consternación por haber perdido un alumno ante esos intereses. Eventualmente, el Consejo Jedi concluyó que Kun ansiaba el poder obtenido a través del conocimiento, pero para entonces el humano había empezado su viaje y no podían dar con él.

Kun siguió el rastro de Nadd hasta su tumba en Dxun. Cuando entró en la cripta, Kun sintió dudas y creyó oír los consejos de Baas; de nuevo, rechazó esas creencias y siguió su ambición para obtener textos antiguos de Nadd. La gesta autoimpuesta llevó a Kun a asesinar a unos sicofantes en un ataque de rabia, aceptando rápidamente el poder del lado oscuro que le ofrecía el fantasma de Nadd. Aunque elevó un ruego al maestro Baas, Kun no cejó en su empeño, analizó los documentos y concluyó que la República había exterminado a los sith temiendo su conocimiento. Deduciendo que el saber sith era un arma potente, Kun dedujo que ése era el motivo por el que Baas no había querido compartir algo así con él.

Mientras tanto, Aleema y Satal Keto, los otros seguidores de Nadd, formaban la organización llamada los Krath, daban un golpe de estado en el sistema Teta y repelían a las fuerzas pacificadores de los jedi y de la República. Después declararon la guerra abiertamente a los jedi. La Orden Jedi reaccionó convocando un cónclave multitudinario en el planeta Deneba, después llamado la Reunión de Monte Meru, para definir su estrategia, exactamente un mes después del día en que Kun se había ido de Dantooine. Casi todos los jedi, especialmente los maestros, asistieron; los diez mil maestros jedi que habían aceptado la responsabilidad de los sistemas del Núcleo fueron invitados. Baas se retrasaba y, aunque Thon le excusó por su situación personal, los jedi eligieron empezar sin él.

Baas estaba de camino en una nave pilotada por Crado y tripulada por Sylvar. En ese momento, en el planeta Korriban, el fantasma de Nadd engañaba a Kun y le hacía caer en una trampa que le rompió todos los huesos y le dejó fatalmente herido. Tal era el dolor de Kun, resonando a través de la Fuerza, que Baas lo pudo percibir a través de la Fuerza y comprendió entonces que Kun estaba en peligro. Nadd ofreció a Kun una curación que exigía aceptar el lado oscuro pero Kun, presa de la angustia, gritó pidiendo ayuda a su maestro.

Aunque Exar Kun había abandonado a Baas, éste quiso ayudar a su antiguo aprendiz, invocando la protección del lado luminoso alrededor de éste. El krevaaki extendió su alcance a través de la Fuerza de modos que la sorprendida Sylvar no acertaba a imaginar, pero el fantasma de Nadd se interpuso. El odio de Nadd golpeó a Baas con gran fuerza, haciendo que su forma física cayese a la cubiera de la nave, aferrándose el pecho. Sylvar corrió a ayudar a su maestro, pero Vodo-Siokk declaró que, si bien él estaba razonablemente bien, había sido incapaz de ayudar a Kun.

Freedon Nadd derrota a Vodo-Siosk Baas

Nadd explicó a Kun que Baas no podía ayudarle, así que las opciones del jedi eran morir o aceptar la traición y caer en el lado oscuro. Kun aceptó y sus heridas efectivamente sanaron, si bien nadie dijo que el proceso fuese indoloro: El lamento de Kun hizo ecos y todos los jedi reunidos en Deneba lo percibieron, pero Baas, personalmente relacionado con Kun, fue golpeado síquicamente con más intensidad. Baas lo comparó con el primer trueno de una tormenta pangaláctica mientras su nave aterrizaba.

Pero en ese mismo momento, mientras los jedi estaban abrumados por el aullido síquico de Kun, los tetanos lanzaron un ataque contra el cónclave en forma de droides de guerra. Los reunidos reaccionaron combatiendo a esta nueva amenaza que, aunque no tenía potencia de fuego para destruirles a todos, sí podía causar varias bajas para el inminente conflicto. Sylvar rápidamente se unió a la lucha, y salvó a la pequeña Vima Sunrider de un droide enemigo; la madre de Vima, Nomi, se lo agradeció, y la cathar se presentó como aprendiz del maestro Vodo. El propio Baas corrió a la reunión, sin estar seguro de haber entendido bien todo lo que había experimentado, pero convencido de que las implicaciones eran temibles.

Si bien los jedi lograron acabar con los droides de guerra, el maestro Jeth murió ante las fuerzas enemigas. El aprendiz predilecto de Jeth, Ulic Qel-Droma, decidió infiltrarse en los Krath para averiguar sus secretos, pese al peligro de sucumbir al lado oscuro. Además, al comprender que su aprendiz había caído en el lado oscuro, Baas obtuvo una perspectiva única en su era sobre el equilibrio de la Fuerza.

En los meses siguientes, Kun se recuperó y, siguiendo indicaciones de Nadd, viajó a Yavin 4, donde esclavizó a los primitivos habitantes massassi (antiguamente la especie sith) y les ordenó construir templos siguiendo antiguos diseños sith, para enfocar las energías del lado oscuro a puntos específicos.

Baas viajó a Ossus, donde formó una pequeña asamblea con los maestros Bnar y Thon, mientras Qel-Droma seguía infiltrado en el bando enemigo. Varios amigos de Qel-Droma (específicamente su hermano el Caballero Jedi Cay Qel-Droma, su amante Nomi Sunrider y los también Caballeros Jedi Shoaneb Culu, Dace Diath, el twi'lek Tott Donnetta, Qrrrl Toq, el vultano Oss Willum y el guerrero onderoniano Odon Kira) se reunieron para planear una operación en el planeta Cinnagar con el propósito de rescatar a Qel-Droma. Los tres maestros jedi se reunieron con ellos para darles permiso y a la vez aconsejarles y advertirles. Baas, con su perspectiva obtenida por la caída de su aprendiz, explicó que un jedi debía ser libre y no debían intentar coaccionar a Qel-Droma contra su voluntad, sino respetar su decisión tomada libremente y permitir que viva con las consecuencias. Baas explicó que había intentando ayudar a su aprendiz caído y que volvería a intentarlo, pero también que Qel-Droma podría ser destruido por su propia mano.

Las palabras de Baas fueron proféticas: Qel-Droma rechazó volver con Sunrider, ella comprendió que debían seguir el consejo de los maestros jedi, y volvieron a Ossus con las manos vacías. Casi inmediatamente, Exar Kun se presentó en Cinnagar, se reunió con Qel-Droma y, por mediación del fantasma de un lord oscuro, tomó a Qel-Droma como su aprendiz y se proclamó lord oscuro del sith. Durante los años siguientes, Kun y Qel-Droma se mantuvieron ocultos mientras formaban una poderosa Hermandad Sith.

En ese tiempo, el Gran Consejo de los Jedi volvió a reunirse en Deneba. Allí, el Maestro Vodo se ofreció voluntario para ir ante su antiguo estudiante Kun e intentar ayudarle a alejarse del lado oscuro. Era una tarea ardua y con pocas posibilidades de éxito, pero también una que, en opinión de Baas, merecía la pena intentar.

Seis meses después de la misión en Cinnagar, Qel-Droma y Kun movieron ficha. Qel-Droma buscaba un ejército con el que derrotar a la República, y consiguió la lealtad de los guerreros mandalorianos, lo cual a su vez le permitió hacerse con un astillero, una flota y más tropas; sus actos generaron el rumor de que un jedi criminal estaba detrás de esos atques.

Exar Kun mientras viajó a Ossus a reclutar a Caballeros Jedi, y usó el respetado nombre de su maestro Vodo como referencia. Eso le valió críticas por intentar compararse a un jedi legendario como Baas, y porque Baas nunca le había investido, pero Kun tergiversó las acusaciones. Kun también declaró haber destruido al fantasma de Freedon Nadd, que había vencido a Baas, lo cual según él legitimaba su rango. Dejando a sus potenciales discípulos un momento de intimidad para meditir, Kun se alejó, mató al gran maestro Odan-Urr y se hizo con un holocrón sith; declaró entonces que Odan-Urr le había nombrado maestro y obsequiado con el holocrón antes de fallecer de causas naturales. Reclutó a varios Caballeros jedi como Crado, Oss Wilum y la vultana Zona Luka; los llevó a Yavin y allí se hizo con el control de sus mentes (excepto la de Crado, que le seguía voluntariamente).

Aunque los actos de Exar Kun estaban pasando desapercibidos, Qel-Droma llamaba la atención. Baas decidió viajar a Coruscant para reunirse con el Canciller y con el Ministro de Defensa Netus, para hablar sobre la amenaza del jedi díscolo y convencer al poder político de que dejase el asunto en manos de la Orden Jedi. En ese viaje espacial, Baas fue escoltado por los Caballeros Jedi Shoaneb Culu, Dace Diath, Tott Donneeta, Cay Qel-Droma, Nomi Sunrider, Sylvar y Qrrrl Toq. El trayecto mismo no tuvo incidencias relevantes y, cuando su nave aterrizó en una plataforma coruscaní, el Canciller y Netus estaban esperándoles en persona.

En su primera conversación, aunque Baas expresaba su preocupación, el Canciller restó importancia al asunto. El Canciller Netus recibió entonces un informe de la flota que confirmaba la identidad de Ulic Qel-Droma como responsable de los ataques, lo cual sorprendió a los Caballeros Jedi. Baas, por su parte, estaba flemáticamente tranquilo porque había esperado ese evento. El krevaaki incluso teorizó que Qel-Droma se había asociado con Kun, y que su deber moral era ayudar a ambos jedi a retomar la senda de la luz.

Netus, pragmático, veía la situación desde una perspectiva militar. Explicó que su flota planeaba cercar a Qel-Droma en Kemplex Nueve, en el sistema Cron. Sin embargo, Qel-Droma había engañado a la flota: Él no iba a Cron, sino a Coruscant, a lanzar un ataque militar con el propósito de capturar el mando de la República. Las naves de guerra mandalorianas y krath Droma aparecieron en el cielo de la capital e iniciaron un bombardeo. La primera oleada destruyó precisamente la nave donde habían llegado Baas y sus jedi, que aún estaban a corta distancia; sin embargo, una oportuna premonición de Culu permitió que todos se pusiesen a salvo.

Rápidamente, Netus ordenó llevar al Maestro Vodo a un puesto seguro mientras los militares se ocupaban de la batalla. Sunrider secundó la moción, pero el maestro Vodo insistió en que los jedi debían ir al Centro de Mando, donde se decidiría la batalla según preveía Baas (Efectivamente, el plan de Qel-Droma era tomar el control de esa sala de guerra y enviar a la flota órdenes erróneas que causarían su destrucción). El grupo de jedi preparó rápidamente un speeder, donde subieron el Maestro Vodo, el Canciller, el Ministro Netus y varios de los jedi incluidas Sunrider y Sylvar; el resto del grupo les cubría de cerca contra las tropas de tierra. La acción de los jedi logró despejar el camino hasta la sala de guerra.

Antes de entrar en el edificio propiamente dicho, Sunrider sugirió cautela, pero el Maestro Vodo insistió en que la situación requería firmeza. Los jedi entraron como uno solo, sin ser conscientes de que eran observados por la aliada de Qel-Droma, Aleema. Aleema, en una maniobra para hacerse con el poder de Qel-Droma, ordenó la retirada de sus tropas alegando que los jedi habían acabado con Qel-Droma. Ese repentino cambio desconcertó al Ministro Netus; éste se preguntaba si Qel-Droma estaría realmente en el interior de la sala de guerra. Los jedi, con sus poderes de percepción, confirmaron que era así.

Los jedi y el Canciller entraron en la sala y encontraron a Qel-Droma. Su hermano Cay desafío al descarriado, y el Maestro Vodo le conminó a que se rindiese, pero por supuesto Qel-Droma se resistió a capitular. Los otros jedi desarmaban a los guardias krath que escoltaban a Qel-Droma.

Finalmente, Sunrider y Vomo atacaron a Qel-Droma usando la técnica bloqueadora de la Fuerza, Aislando al jedi corrupto para que éste no pudiese volver a utilizar sus poderes de la Fuerza. Los otros jedi presentes no conocían la técnica, pero añadieron sus poderes para consolidar el bloqueo luminoso y hacerlo permanente. Repentinamente indefenso, Qel-Droma fue capturado. El Canciller exigió entonces jurisdicción para juzgar a Qel-Droma por traición.

Baas regresó entonces a Dantooine, y una vez allí se lamentó por no haber previsto el desastre causado por la caída de Kun en el lado oscuro. El maestro jedi concluyó que Ulic Qel-Droma era sólo otra víctima de su pupilo, y que la guerra era un asunto jedi, no uno militar. Baas decidió entonces volver a Coruscant y asistir al juicio de Qel-Droma.

Mientras tanto, Kun iniciaba un nuevo plan: Ordenó a cada uno de sus jedi conversos rastrear y matar a su propio maestro. Kun deseaba encargarse de Baas personalmente así que envió al otro pupilo de Baas, Crado, a ayudar a Oss Wilum contra el maestro de éste, Thon. A petición del líder mandaloriano Mandalore, que sospechaba la traición de Aleema, Kun se desvió para rescatar a Qel-Droma antes de que terminase el juicio.

El juicio de Qel-Droma tuvo lugar en la Cámara del Senado, con varios políticos y jedi como testigos; Baas, por supuesto, llegó tarde. Exar Kun entró en la sala con tropas mandalorianas y massassi, y paralizó a casi todos los presentes con un hechizo sith. Algunos de los jedi, incluidos Cay Qel-Droma, Sunrider y Sylvar, lograron resistir este conjuro y forcejearon con algunos de los guardias de Kun. Qel-Droma se preparó para retirarse, y dijo a su hermano que la única forma de detenerle era matándole, algo que Cay se negaba a hacer.

Pero Baas entró en la sala en ese momento, afirmando estar dispuesto a ejecutar tal sentencia, pero indicando que era Kun quien debía ser detenido. Sylvar se ofreció a ayudar a su maestro, pero Baas insistió en que ella no interviniese. Kun secundó la idea, pues quería ocuparse en persona de Baas.

Antes de enfrentarse a su maestro, Kun le ofreció un puesto entre los sith, aún sabiendo que Baas lo rechazaría. Kun le habló de los logros que había alcanzado. Viendo que no lograba tentar al anciano, se preparó para batirse con él, no sin recordarle que ya le había derrotado antes. Kun ofreció que el perdedor del duelo se sometiese a la voluntad del ganador, pero Baas insistió en que él nunca se uniría a los sith. Incluso así, Kun minimizó la importancia de esas palabras.

Resultaba que Kun se había forjado un nuevo sable láser de doble filo desde su anterior encuentro con Baas. Aunque era la primera vez que los jedi veían un arma de esas características, el diseño no era original de Kun, sino que lo había sacado de un holocrón sith. Este arma daba una ventaja definitiva a Kun en el duelo, y las reservas de poder tenebroso de Kun también afectarían el resultado. Ahora bien, Kun desenvainó sólo uno de los filos, guardándose el otro para un momento posterior del combate.

El primer ataque de Kun fue un golpe vertical desde arriba, pero Baas lo pudo bloquear sosteniendo su vara a dos manos: El bastón de madera resistió el golpe del poderoso sable. Baas atacó a continuación, siendo bloqueado por Kun; y después el jedi paró el ataque de su antiguo aprendiz. Durante el forcejeo, Baas intentó convencer a Kun para que abandonase sus métodos, que tachaba de despreciables; Exar Kun, por su parte, encontraba que las enseñanzas de Baas eran deficientes y que el saber sith le había permitido construir templos y dominar grandes poderes. Mientras Exar Kun se estaba fortaleciendo por momentos, Baas se encontraba cada vez más débil.

En cuanto Baas paró otro ataque, Kun activó el segundo filo de su sable y, entre mofas, golpeó a Baas con fuerza suficiente para derribarle en el suelo.

Kun dio a su maestro una última oportunidad de unirse a los sith, pero en vez de eso, el derrotado jedi amenazó a Kun: Juró que volvería a enfrentarse a su discípulo y derrotarle para siempre, aunque le llevase mucho tiempo.

Exar Kun lucha con su Maestro, Vodo-Siosk Baas, en el Senado Galáctico

Baas y Kun se miraron a los ojos, nerviosos, y Kun decidió dar el golpe de gracia a su maestro, rompiendo la vara y matándole ante los horrorizados testigos. Las palabras de Baas sobre el vacío en el corazón de Kun resonaron en los oídos del lord sith, pero su vínculo con el lado luminoso había quedado cercenado con ese acto. Una aprendiz de Baas, Krynda Draay (antes Krynda Hulis), no estaba allí de cuerpo presente porque su parto había tenido complicaciones. Sin embargo, los poderes de clarividencia de Krynda le permitieron ser testigo de la muerte de su maestro en tiempo real (así como de las muertes de otros de sus asociados durante el conflicto; los jedi seguidores de Kun asesinaron a sus maestros poco después, excepto a Thon).

Sylvar, llorosa, intentó cruzar la escolta de massassi mientras rugía que Exar Kun era un asesino; la telekinesis de Kun le impidió intervenir. Kun reunió a Qel-Droma y a sus guardias supervivientes, y se fueron del Senado por la puerta grande. Era el 3996 ABY.

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Alumnos de Vodo-Siosk Baas

El maestro Vodo llegó a ser uno con la Fuerza, expresión que solía considerarse un eufemismo para decir que un jedi había muerto. En su caso, Vodo-Siosk Baas logró mantener un contacto con el plano físico más activo que otros jedi, pudiendo presentarse en forma espiritual como haría muchos años después Obi-Wan Kenobi ante su pupilo Luke Skywalker. Sólo que Baas, pudiendo hacer esto, no lo hacía, o al menos, no que sepamos.

Durante el resto de la llamada Guerra Sith, el recuerdo de Baas estaría presente entre sus asociados: Sylvar recordaría siempre que Kun había asesinado a Baas y culpaba por asociación a todos los seguidores de Kun, incluido su antiguo amante Crado. Qrrrl Toq, investigando la muerte de otros maestros, observaba un impacto en la Orden comparable a la muerte de Baas.

Siguiendo el conflicto, Kun destruyó el sistema Cron, matando a tres aprendices de Baas (Culu, Diath y Toq), y provocando una reacción en cadena que arrasó la academia jedi de Ossus poco después. Kun intentó saquear la biblioteca de Ossus durante la evacuación planetaria, pero allí se encontró con Sylvar. Sylvar intentó detener a Kun, acusándole del asesinato de Baas, pero Kun escapó.

Finalmente, Ulic cambió de bando y traicionó a Kun, revelando a la Orden que la base sith estaba en Yavin 4. Los jedi iniciaron un ataque combinado que arrasó la superficie. Para sobrevivir, Kun sacrificó a miles de sus seguidores massassi con el propósito de que su espíritu viviese eternamente; pero al mismo tiempo, los jedi bloquearon el acceso de Kun a la Fuerza, haciendo que el espíritu del sith quedase atrapado en el mayor de los Templos que había construido. La Guerra Sith había terminado.

Aunque Baas había muerto en un duelo razonablemente justo, los historiadores tacharon el deceso como un asesinato, y llegaron a considerarlo uno de los crímenes más atroces de la galaxia. El Senado Galáctico hizo reconstruir su Cámara, muchos niveles por encima del emplazamiento del edificio original y en forma de una construcción de alta tecnología mucho más segura: Los senadores no querían recordar el fatídico día del deceso de Baas.

Sucesivos maestros jedi actualizaron la información en el Holocrón Tedryn, manteniendo a Baas como uno de los guardianes del holocrón. De ese modo, el holograma de Baas podía acceder a datos que se habían introducido después de la muerte del Maestro Baas, como el final de la Guerra Sith, y explicar así la muerte de su sosias en primera persona.

La historia de Baas era recordaba por los jedi posteriores a su época. Por ejemplo, Lucien Draay, hijo de Krynda Draay, explicó en 3964 ABY que Baas había tenido una advertencia contra su pupilo pero no había actuado a tiempo de detenerle. Sin embargo, ningún jedi había previsto el auge de Kun, la Guerra Sith o la muerte de Baas, pero Krynda Draay en concreto se culparía toda su vida por no haber profetizado e impedido el evento, y se recluiría en su finca de Coruscant. Recordando a Baas con cariño, erigió una enorme estatua de Baas en su patio, al que sólo podían acceder sus amigos jedis. La estatua estuvo allí desde al menos 3963 ABY.

La estatua de Vodo-Siosk Baas

Fue por esa época que se descubrió lo que había hecho Krynda, aunque no aún sabemos exactamente cuándo: Culpándose de no haber reconocido la amenaza que representaba Kun, Krynda usó la fortuna de su difunto marido para crear El Pacto, una sociedad secreta de jedis dedicados a impedir el auge de los sith, aún a espaldas del Consejo si era necesario. Krynda reunió a los mejores cónsules y videntes jedi, entrenó a otros, y los organizó en grupos de tres a ocho miembros llamados Círculos Vigilantes. Asignó a cada círculo un Guardián sin poderes precognitivos significativos que se ocupase de la logística y de informar a Krynda (o a su edecán Haazen) de los resultados, para que los videntes hiciesen su trabajo.

Algunos Círculos Vigilantes fueron llamados por héroes caídos en la Guerra Sith, como el Círculo Vigilante Vodo (Existía un Círculo Vigilante Culu, que podría haber sido llamado así por Shoaneb Culu, o no). Lucien Draay no sentía especial respeto por las capacidades precognitivas de Círculo Vodo, pero Krynda se reunía con ellos personalmente para profetizar y Haazen escuchaba atentamente sus consejos: En 3963 BBY, gracias a Círculo Vodo, Haazen pudo transmitir a Lucien la amenaza que representaba el arkaniano Lord Arkoh Adasca con sus hordas de exogorths (La profecía de Círculo Vodo era más difusa que eso, transmitiendo más bien "un mal sin cara", no relacionado con los sith, "una reunión de enemigos", pero fue lo bastante detallada para incluir el logotipo de Adasca). Con esa profecía, Krynda hizo que Haazen enviase al reacio Lucien a tomar medidas.

Ese mismo año, más tarde, un asalto a la finca de Draay causó graves daños, y podría haber destruido la estatua de Baas. La academia de Baas en Dantooine fue destruida en 3956 ABY, pero después fue reconstruida.

Aproximadamente en 3643 BBY, el maestro jedi kel dor Gnost-Dural narró la historia de Exar Kun en un registor para los Archivos Jedi, mencionando cómo el maestro de Kun le había advertido en vano de los peligros de estudiar el lado oscuro.

En el año 600 ABY, el maestro jedi Bodo Baas descendiente de Vodo-Siosk Baas, heredó el Holocrón Tedryn, lo actualizó con nueva información y llegó a ser su nuevo guardián (por supuesto, manteniendo también a Vodo-Siosk Baas como guardián de otras zonas del holocrón). Ha habido confusión entre los maestros Vodo y Bodo, ambos guardianes del mismo holocrón, por lo que se ha isnsitido en que el objeto sea llamado Holocrón Tedryn. Después de eso, el Holocrón Tedryn llegó a manos del maestro jedi Ashka Boda, que fue asesinado por el emperador Palpatine, un lord del sith, en 19 ABY.

Palpatine se hizo con el Holocrón Tedryn y lo guardó como una de sus posesiones personales más valiosas. Si bien pudo acceder a parte de la información que contenía, los guardianes le impidieron llegar al conocimiento más poderoso. Sin embargo, el Holocrón no pudo impedir que Palpatine aniquilase a casi todos los jedi de su época.

En el año 10 DBY, Palpatine había transmitido su consciencia a un cuerpo clónico, que también tenía acceso al holocrón. El sith intentó usar el Holocrón como cebo para atraer al lado oscuro a la Princesa Leia Organa Solo, pero en vez de eso ella escapó robando el Holocrón. Poco después, el emperador fue destruido.

El hermano de Organa Solo era el maestro jedi Luke Skywalker, que deseaba crear una nueva academia jedi (o "praxeum") y reconstruir la Orden Jedi. El Holocrón fue uno de sus activos más valiosos para ello, ofreciéndole una cantidad de información, así que Organa Solo lo dejó al cuidado de Skywalker.

En el año 11 DBY, la joven bardo Tionne, fascinada desde siempre con la historia de los jedi, recorría la galaxia en busca de conocimiento sobre la Orden. Ella conocía la historia de Vodo-Siosk Baas, así como muchos detalles sobre esa era, e incluso había escrito una balada sobre el temprano entrenamiento del Maestro Vodo (no está claro cuánto se había inventado Tionne para esto), así como cuentos y relatos sobre otros jedi de la época. Skywalker y Tionne se acabarían encontrando en persona, y Tionne se unió a la academia, estando en la primera clase. Algunos de los otros estudiantes eran los humanos Brakiss, Corran Horn (bajo el seudónimo Keiran Halcyon) Gantoris, Kyle Katarn, Kam Solusar, Streen y Kirana Ti; el anx Madurrin y el khommita Dorsk 81.

El maestro Skywalker reunió a sus estudiantes en una gran cámara de audiencia del edificio que utilizaban como aula (y que irónicamente era el mismo templo de Yavin 4 donde, ignorándolo ellos, el espíritu de Kun había sido encerrado). Para su primera clase, Skywalker utilizó el holocrón, invocó al maestro Vodo-Siosk Baas y le pidió que les explicase alguna lección, dejando al albedrío del algoritmo la elección de cuál. El holograma de Baas observó a la clase y les habló de cómo el lord del sith Exar Kun había desencadenado la Guerra Sith. Sin embargo, el holocrón eligió detener su discurso en el momento en que Kun y Qel-Droma se aliaban contra la República, para que los alumnos considerasen el peligro de la búsqueda de poder.

Después de eso, Skywalker permitió a sus alumnos acceder libremente al Holocrón, aunque se especula que la mayoría de estudiantes no podían acceder al guardián Vodo-Siosk Baas y debían conformarse con las enseñanzas más generales del guardián Bodo Baas. Tionne, que ansiaba ser una historiadora jedi, dedicaba mucho tiempo a extraer información del holocrón; y es mi opinión que ella pudo entrevistarse con el guardián Vodo-Siosk Baas. Además de esta investigación personal, Skywalker usaba el Holocrón en sus lecciones magistrales, recurriendo a varios de sus guardianes. El resto del tiempo, el holocrón se guardaba sobre un pedestal en la biblioteca del templo.

El espíritu de Exar Kun utilizó el lado oscuro para acercarse a algunos aprendices a los que veía especialmente susceptibles. Cuando Gantoris se le resistió, Kun consiguió asesinarle. Horn tenía experiencia como agente de la ley e investigó el homicidio con la ayuda de Tionne y del Holocrón. Mientras tanto, Kun intentaba atraer a las tinieblas a un alumno recién llegado, el joven humano Kyp Durron. Kun manipuló los hechos y llenó la cabeza de Durron con medias verdades, consiguiendo que Durron viese a Kun como un maestro más interesante que Skywalker o los guardianes del Holocrón.

Tionne decidió componer una balada sobre Nomi Sunrider, investigando sobre su era en el Holocrón (especialmente al hablar con el guardián de Bodo). Los otros alumnos sabían de esta idea de Tionne. Cuando ella finalmente cantó su obra ante sus compañeros, Durron la interrumpió acusándola de perpetuar una mentira. Según decía Durron, Sunrider había seguido a rajatabla las indicaciones de sus maestros (incluido por tanto Vodo-Siosk Baas), que según Durron temían por su situación privilegiada en un momento en que Kun había descubierto el modo de incrementar el poder de la Orden Jedi.

Tionne y el Maestro Skywalker, sorprendidos por el exabrupto, exigieron saber de dónde había obtenido Durron ese supuesto conocimiento privilegiado; pero Durron se retiró ofendido murmurando engañosamente que lo había oído del Holocrón. Horn y Tionne había obtenido la versión del Holocrón sobre la Guerra Sith, y era radicalmente distinta a la que Durron sugería (Si bien consideraron la posibilidad de que Durron hubiese accedido a un guardián vetado a Horn y Tionne), por no mencionar que Durron no había tenido tiempo de hacer esa investigación bibliográfica, así que decidieron vigilar al muchacho. Poco después la academia recibió a una nueva estudiante, la embajadora mon calamari Cilghal.

El Maestro Skywalker, que investigaba a su manera y cada vez impartía menos clases, se encerró en su habitación dejando a su droide R2-D2 de guardia en la puerta para que nadie le molestase, y activó el Holocrón para ver específicamente al Maestro Vodo-Siosk Baas. Le pidió que le contase el final de la Guerra Sith y el destino de Exar Kun. Baas explicó que Kun nunca había vuelto a la luz, sino que había asesinado a su maestro; pero, siguió el holograma, al final de la guerra Kun cayó en Yavin 4 cuando todos los jedi combinaron su poder en un ataque aniquilador.

El fantasma de Exar Kun temía que Baas revelase alguna manera de destruirle, así que el sith utilizó sus poderes para destruir el Holocrón: Un tumor oscuro se formó en el centro del cubo y detonó al guardián en mil astillas de luz cromada. El Holocrón explotó humeando y el fantasma de Kun se dejó entrever un instante.

Skywalker informó en privado a Horn sobre esto, pero incluso así no estaban seguros de que su enemigo fuese el fantasma de Exar Kun. Horn, sin embargo, concluyó que el poder oscuro más grande estaría ubicado físicamente en uno de los templos.

Pero el enfrentamiento continuó: Durron y Kun se combinaron para expulsar al espíritu del Maestro Skywalker de su cuerpo, dejándole en coma. Los otros alumnos, en cuanto descubrieron lo sucedido, protegieron la forma física de Skywalker. Durron, por su parte, abandonó Yavin 4 para iniciar otra gesta tenebrosa.

Finalmente, los alumnos comprendieron a quién se enfrentaban, y todos ellos se reunieron para planear su batalla. Colaborarían con ellos otras personas fuertes en la Fuerza y aliados de Skywalker, como Leia Organa Solo, sus jóvenes hijos gemelos Jacen y Jaina Solo, el nuevo aprendiz jedi Dal Konur, y la antigua némesis de Skywalker Mara Jade. Tionne les explicó que, tras la muerte de Vodo-Siosk Baas, los jedi supervivientes combinaron su poder y así vencieron a Kun; por tanto, ella propuso que los presentes también combinasen su poder en una unidad para ser "Campeones de la Fuerza".

Los alumnos trataron de arrinconar a Kun en una gran sala del templo, usando el cuerpo de Skywalker como cebo y de modo que pareciese que sólo había un jedi de guardia, el anciano Streen. Kun intentó engañarle para que rajase el cuerpo de Skywalker creyendo que era el propio Kun, pero Streen no cedió a la tentación y pronto apareció Kirana Ti como refuerzo. Los otros jedi fueron apareciendo poco a poco. Kun intentó manipularles, tentarles y burlarse de ellos, pero falló: Unidos, los jedi no sentían miedo y resistieron los intentos de corrupción de Kun.

En algún momento del lance, el espectro de Vodo-Siosk Baas se personó visiblemente ante los jedi y ante Kun; Streen le vio, aunque después dijo no recordar exactamente cuándo había llegado. Al ver a su Maestro, Kun se asustó y, según Streen, dejó de jactarse en ese momento. Pero el Maestro Vodo no fue la única aparición que acudió en ayuda de los campeones de la Fuerza: Una visión del Maestro Skywalker también se personó.

Baas explicó que un jedi podía superar sus debilidades trabajando conjuntamente con otros jedi, y además anunció la derrota de Kun. Skywalker declaró que un incremento de la luz extinguía las sombras.

Los alumnos jedi y sus compañeros (si bien no los espíritus incorpóreos) mantuvieron su ataque contra Kun, reuniendo sus poderes y, finalmente el fantasma de Kun se desvaneció chillando en el techo de la sala. El Maestro Vodo levantó la vista, y después desapareció también.

Skywalker despertó poco después, y pronto recuperó toda su salud. Con la desaparición de Kun, Durron recuperó la cordura y volvió al templo.

El Maestro Vodo no volvió a ser visto, y su Holocrón había quedado totalmente destruido. Aunque eso había supuesto un duro golpe, los jedi de Skywalker sabían que había otros holocrones en la galaxia, esperando ser encontrados. Así fue, aunque pasarían años hasta que Skywalker pudiese poner la mano encima de otro.

Vodo-Siosk Baas

En 22 DBY, Tionne (por entonces una jedi graduada) viajó a Yavin 4 para reemplazar temporalmente a Skywalker al mando de la academia, mientras éste se iba en una misión. Tionne debía vigilar a los jóvenes jedi Jacen y Jaina Solo, Tenel Ka y Lowbacca el wookiee. En cuanto se reunió con ellos, cantó una de sus obras, la balada del Maestro Vodo-Siosk Baas, con acompañamiento musical de su propio instrumento musical (Es posible que esta composición hubiese sufrido cambios desde su versión previa una década antes). En ese momento, la letra hablaba del extraño maestro alienígena cuyo estudiante había sucumbido al lado oscuro. Siguiendo la historia, y adaptándose a la realidad, el Maestro Vodo había suplicado a los otros maestros jedi que no luchasen contra Kun, para que Baas tuviese ocasión de intentar razonar con él; sin embargo, su generoso intento le había costado la vida. La canción fascinó a los niños y la música fue aclamada.

En el año 40 DBY, Tionne escribió una crónica sobre los jedi, incluyendo datos detallados sobre el Maestro Vodo-Siosk Baas y sobre su descendiente Bodo Baas. Su publicación también tenía textos que ella había copiado del guardián Vodo-Siosk Baas del Holocrón Tedryn, sobre todo referidos a los conocimientos del maestro Vodo (con apéndices de la propia Tionne), así como referencias documentadas sobre él (como el hecho de que él había logrado estudiar un holocrón sith sin efectos adversos aparentes).

En ese texto, Tionne teoriza que Vodo-Siosk baas podría haber sobrevivido a su muerte y hospedado su consciencia en el Holocrón. Según Tionne, la aparición del fantasma de Baas en el duelo final contra el fantasma de Kun (en el que Tionne también había participado) era la primera prueba fehaciente de que un espíritu jedi podía existir durante milenios. Ella añadía que el espíritu de Baas podría haberse personado antes de ese momento, evitando que Kun pusiese en peligro a Skywalke (salvo que no hubiese podido por algún motivo desconocido), y ella razonaba que Baas se había aparecido para ser testigo del fin de su asesino.