LOS TEEKS

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Los Teeks


 
"Se hace llamar Yeep. No sé si es su nombre, su especie, o la palabra 'pecho' en su idioma." (Tuner Ryna)

Los teeks: Una especie misteriosa que de vez en cuando aparecía en algunos planetas o a bordo de naves espaciales. Eran polizones involuntarios que se habían subido a bordo para explorar el nuevo entorno, y lo siguiente que sabían era que estaban ante una persona extraña. Nada peligrosos, los semiinteligentes teeks intentaban comunicarse, y sus interlocutores pronto descubrían que tenían delante a una criatura mucho más veloz que casi cualquier otro ser conocido. Descubramos hoy a los teeks.



Éste es Teek. Teek es un teek.

El gigante gaseoso Endor, en el sistema homónimo del sector Moddell, estaba orbitado por nueve grandes lunas. La cuarta y mayor de ellas, exuberante con extraordinaria vida vegetal, era conocida como la luna boscosa de Endor, y era la única que podía mantener vida humanoide. Era allí donde se encontraban a los teeks con más frecuencia, aunque no fuesen nativos del sistema.

La luna de Endor tenía una serie de peculiaridades. En primer lugar, tenía una gravedad subestándar que había propiciado la evolución de formas de vida peculiares, incluyendo gigantescos gorax, diminutos ewoks, zancudos yuzzum y los altísimos árboles que propiciaron el nombre de "luna boscosa". No era, empero, un orbe de ecosistema único: Su superficie incluía también inhóspitos desiertos rocosos, cordilleras de altos montes con nieve en la cima, tierras altas escabrosas donde habitaban los góraxes, manantiales, sabanas rocosas, pozos sulfurosos en las Malas Tierras del sur, vastos pastizales frecuentados por yuzzums, y océanos cubriendo un tercio del planeta.

La gravedad no era inusual sólo en la superficie del planeta. Todo el sistema Endor estaba plagado de anomalías gravíticas. Combinando esto con el hecho de que la zona estuviese poco explorada, la navegación espacial en el sistema era ardua. A lo largo de los siglos, cientos de naves chocaron en Endor, sus tripulantes habitualmente muriendo en el impacto o poco después, incapaces de sobrevivir en el entorno incivilizado. Ha habido excepciones, especialmente cuando los supervivientes eran poblaciones alienígenas lo bastante grandes y versátiles para llegar a ser autosuficientes (como una famosa tribu de merodeadores de Sanyassa que subsistieron y se hicieron fuertes en Endor). Así es como llegaron los teeks:

Unos ocho siglos antes de la batalla de Yavin, las arcas-casas de fieras Starhunter recorrían la galaxia con zoológicos de criaturas variadas en un entorno autosuficiente. Una de las primeras Starhunters, Dhelba, se estrelló en la luna de Endor. Su manifiesto de carga mencionaba criaturas que correspondían con la descripción de teeks, cabras arborícolas y gúpines. Todos estos seres fueron vistos siglos después en la luna de Endor, en comunidades prósperas.

Los teeks eran una especie de aspecto extraño, seres simiescos con aspecto de roedor que eran, realmente, una forma evolucionada de este último orden, llegando a ser humanoide en proporciones. El teek tenía la piel color durazno, cubierta casi en su totalidad por una capa de vello desaliñado y principalmente blanco (a veces con zonas grises). Este pelo no cubría el rostro, las zarpitas de manos y pies, o el interior de las orejas. Con menos de un metro de altura, un teek era levemente más pequeño y delgado que un ewok, el teek era una criatura ligera, capaz de dar altos saltos pero al mismo tiempo lo bastante liviana como para ser catapultada lejos con un manotazo de un humanoide fuerte.

Demostrando su evolución, las manos tenían cuatro dedos más un pulgar oponible, y podían ser utilizadas para manipular objetos e incluso tecnología, si se les entrenaba para ellos; en realidad parecía que la evolución se las hubiese dado para que cogiesen pequeños artículos. En cuanto a los pies, de sólo cuatro garras cada uno, se utilizaban para correr.



Saluda a los lectores, Teek.

Analizando la cabeza, sobre un cuello que podía ser más grueso o más esbelto, el teek tenía largas orejas puntiagudas que podía manejar independientemente (por ejemplo, levantando una sola oreja para centrar su audición en un lado concreto). Debajo de ellas encontramos, en la cara sin pelo, dos ojos negros brillantes muy juntos y un hocico en vez de nariz, que podían agitar. Su boca estaba dominada por dos enormes dientes de conejo sobresalientes, que mantenían los labios siempre abiertos y parloteantes, ora en una boca humanoide, ora zorruna con bigotes de gato. Algunas personas encontraban que ese morro daba a los teeks aspecto estúpido.

Eso distaba mucho de la realidad: Los teeks eran una especie semiinteligente, e incluso se le podía calificar de inteligente: Obviamente el teek era capaz de reaccionar a amenazas en su entorno y ocultarse, pero también podía ser entrenado para utilizar gestos propios de un humano, como el asentimiento con la cabeza, el símbolo de "OK" con los dedos o palmearse la cara en sorpresa; e incluso para utilizar utensilios como cubiertos en la comida y hasta cañones láser. Un teek era lo bastante astuto para comprender un juego de naipes y las trampas típicas que se realizan en éste, algo que estaba fuera del alcance de otras especies también clasificadas como semiinteligentes, por ejemplo rancors y wampas.



Después de usar educadamente los cubiertos, un teek ha lamido el plato y eructa.

Por otro lado, el teek era una criatura poco civilizada que eructaba después de comer sin preocuparse de los modales y que cataba con sus dientes de roedor cualquier cosa que estuviese a su alcance.

Ninguna de éstas era la cualidad más emblemática de los teeks. La especie había desarrollado evolutivamente un metabolismo enorme y asombrosamente rápido que les permitía moverse a velocidad de relámpago para así correr y escapar de sus predadores y de sus víctimas (puesto que el teek no atacaba de forma letal, pero podía perjudicar a otros). Esta supervelocidad, que les hacía moverse como una ardilla con un subidón de azúcar, sólo estaba disponible en periodos de tiempo limitados conocido como "estallidos", durante los cuales el teek era visto como apenas un borrón.

Como el teek se encontraba a salvo gracias a esta habilidad, a menudo se dejaba seguir por perseguidores que no considerase mortíferos o por seres que contasen con la simpatía del teek. Pero la supervelocidad no se reducía a las piernas, sino que ocupaba todo su metabolismo: Un teek podía mover sus manos inconcebiblemente rápido sin perder agilidad o destreza. En una batalla, un soldado que fuese sorprendido por un teek podía quedar rápidamente inmovilizado antes de darse cuenta del problema, y sólo demasiado tarde comprender que el teek le había atado por sorpresa. En el siguiente vídeo se puede ver la velocidad de estos pequeños seres.

Los teeks eran sexuados y tenían varones y hembras.


Cultura


 

El ecosistema de la luna boscosa era, como he dicho, variado, pero los teeks habitaban únicamente los bosques que daban nombre al orbe. Aunque se les veía moverse de día, no eran exclusivamente diurnos: Un teek fue testigo del encuentro nocturno de Aurra Sing con su cliente.

Aunque traviesos y hasta molestos, los teeks eran básicamente inofensivos para humanoides, lo cual era infrecuente en una luna tan hostil como Endor. Cualidad fundamental de los teeks era que les encantaban las baratijas y objetos brillantes: Sistemáticamente robaban objetos pequeños de nidos de animales o de hábitats de los ewoks. Los teeks no se consideraban ladrones o deshonestos, sino más bien coleccionistas, porque siempre dejaban un objeto de valor equivalente en el lugar del artículo sustraído. Evidentemente, lo que un teek pudiera considerar "valor equivalente" podía ser muy distinto a lo que esperase el dueño original: Un escáner de alta tecnología podía ser reemplazado por semilleros secos y conchas pulidas de escarabajos.

Los cleptómanos teeks llevaban ropa rudimentaria que era básicamente bolsillos y lo que fuese necesario para tener bolsillos: Pantalones holgados con faltriqueras, cinturones, bolsas y bolsos eran populares. Algunos teeks llevaban pendientes en sus orejas, o se ataban el pelo en un moño.



Una variante diferente de teek.

Los teeks compartían el bosque con los ewoks, a veces saqueando los territorios de éstos. En general, a los ewoks no les gustaban los teeks en absoluto, les consideraban una plaga y creían que ver un teek era un mal presagio. Desde luego, ver un teek era una clara señal de que iba a haber problemas.

Curiosamente, seres de otras especies no tenían tantos problemas con los teeks. Varios humanos, incluidos Noa Briqualon, Tuner Ryna y Cindel Towani, encontraban a los teeks divertidos y agradables, disfrutando de su compañía, y los mantenían como mascotas.

Los seres de otros mundos apenas tenían contacto con los teeks. En tiempos de la Antigua República, eran seres muy exóticos y su inteligencia se ponía en duda. En tiempos de la Nueva República, por el contrario, un teek era considerado lo bastante inteligente para cobrarle por servicios, del mismo modo que se cobraba a un humano.

Los teeks tenían un idioma propio, conocido como teek. Un teek parecía estar parloteando constantemente y a menudo emitía risitas para recalcar sus palabras. El idioma teek no era mayoritario en la luna de Endor, pero podía ser aprendido por humanos; Noa Briqualon hablaba teek. Otros humanos, como Tuner Ryna, eran incapaces; el teek Yeep y Ryna tuvieron muchos problemas para establecer una comunicación fluida.


Historia


 

La colonia teek que poblaba Endor posiblemente fue introducida por un arca-casa de fieras Starhunter, transportes especiales éstos diseñados para llevar animales de varias especies. Aproximadamente en 800 ABY, el Starhunter Dhelba chocó en la luna boscosa y, según el manifiesto, llevaba criaturas cuyas descripciones coincidían con las de teeks, superveloces de piel blanca, así como cabras arborícolas y gúpines; cada una de estas especies prosperó de forma independiente en la luna boscosa, creando una comunidad fértil.

No está claro porqué el Dhelba se estrelló, aunque las anomalías de navegación son favoritas en todas las porras. Los antropólogos planetarios estaban convencidos de que los gúpines habían llegado a Endor en el Dhelba. Nadie profundizó sobre los teeks.

Durante los siglos siguientes, los teeks permanecieron en el sistema Endor. Por entonces, muy pocas especies del sector Moddell tenían acceso a tecnología de viaje espacial, y desde luego ninguna de Endor. Los exploradores de la República sólo empezaron a plantearse introducir el sector en su comunidad c. 50 ABY, pero sin dar especial valor a Endor.

Después de eso, algunas personas viajaban al sistema Endor aposta y aterrizaban allí para mantener reuniones discretas. Un teek fue testigo de un acuerdo ilegal entre la cazarrecompensas Aurra Sing y su cliente en 27 ABY. Otro teek se hizo amigo y mascota de un náufrago humano en Endor, un tal Noa Briqualon que había fracasado en su ambición de cartografiar el sector y en vez de eso, pasó décadas en la luna boscosa. En 22 ABY, un teek llamado Yeep ganó la competición para bípedos en Mobquet Presenta: Los Seres Terrestres Más Rápidos: aunque nadie sabía cuál era su especie, se le dictaminó como "suficientemente inteligente".

El emperador Palpatine decidió construir su segunda Estrella de la Muerte orbitando la luna de Endor, pero ese proceso tuvo varias etapas. El emperador contempló varios lugares para ello, y envió un equipo a la luna de Endor para analizar el ecosistema y decidir si era adecuado para construir allí el generador de escudo. El informe, superficial donde los hubiera, identificaba sólo una forma de vida significativa en la zona, los ewoks. El emperador estaba insatisfecho y envió un segundo equipo de exploración de nueve personas, incluido su líder Sargento Pfilbee Jhorn; aunque, manteniendo la actitud imperial de recurrir al secretismo (Jhorn y su gente no fueron informados del propósito de su misión, lo cual dificultaba su tarea porque no conocían las condiciones de éxito). Jhorn además carecía de equipo adecuado y detestaba los entornos naturales y las formas de vida alienígenas.

Pese a ello, la misión de Jhorn fue sorprendentemente exitosa: Encontró múltiples formas de vida relevantes, incluyendo goraxes, sanyassanos, yuzzums y a los esquivos teeks, todos ellos ignorados por sus predecesores. Aunque claramente disgustado con su trabajo, Jhorn intentó mantener la profesionalidad al descubrir sus encuentros con los teeks: Les encontraba más desagradables que a los ewoks, y advertía que, pese a su aspecto estúpido y sus dientes prominentes, los teeks eran muy veloces. Reportó cómo uno o más teeks cambiaron las herramientas sofisticadas de su equipo, incluyendo escáneres, por semilleros secos y conchas pulidas de escarabajos, e identificó por tanto el comportamiento teek de robar objetos brillantes pero dejar algo que ellos considerasen de valor equivalente. Los imperiales de Jhorn intentaron abatir a tiros a un teek para su colección, pero todos ellos consiguieron escapar, aún cuando los mismos teeks se acercaban peligrosamente a los imperiales.

Poco después, cuando la Estrella de la Muerte estaba en una etapa avanzada de construcción, el teek de Noa Briqualon participó en un enfrentamiento contra una comunidad de merodeadores sanyassanos, en apoyo de una tribu de ewoks, el Pueblo del Árbol Brillante. Tras la victoria, Briqualon dejó el planeta y su teek se quedó en Endor, contando con la amistad de estos ewoks. Sin embargo, el teek no fue visto cuando, meses después, esos mismos ewoks desafiaban a los imperiales en la Batalla de Endor por excelencia. En esa nueva lid, la Estrella de la Muerte fue destruida, el emperador murió y la civilización galáctica sufrió cambios radicales.

El sistema Endor, hasta entonces prácticamente anónimo, obtuvo una inédita popularidad. La empresa de viajes espaciales turísticos Star Tours incluyó Endor en sus rutas diarias en un crucero StarSpeeder 3000 con tripulación droide llevando hasta cuarenta pasajeros cada vez. Algunos de estos excursionistas eran teeks, y de hecho se veía a un teek en el vídeo de seguridad cuando se instaba a los viajeros a abrocharse los cinturones (aunque, por el metabolismo acelerado de la especie, era casi imposible mantener al teek en un solo sitio). Una vez el vuelo terminaba, los viajeros podían comprar recuerdos variados de la galaxia, incluyendo un pack de cinco figuras de acción, "grupo de embarque de Star Tours", que incluía la representación de un turista teek. Los otros cuatro eran un empleado humano de Star Tours, un gran con cámara de fotos adaptada, un héroe wookiee y Kaink, sacerdotisa ewok de Endor; porque al parecer también había turismo desde Endor al exterior (incluyendo polizones sanyassanos). Star Tours, pese a todo, sufrió una bancarrota y cerró sus puertas poco después.



Sorprendente que el teek no se abroche el cinturón, porque a los teeks les encanta vestir cinturones.

En tiempos de la Nueva República, la población de Endor era mínima, con apenas unas cuatro docenas de personas en puestos de comercio; pero nunca fueron capaces de hacer un censo de ewoks, sanyassanos o teeks para conocer su población.

En 35 DBY, un juego llamado juego ewoks y teeks era popular entre los niños y estaba en el módulo del droide niñera de AccuTronics, Nanna. Su protegido de nueve años, Ben Skywalker, lo encontraba demasiado infantil para su edad.


Teeks Notorios


 

El teek que vio a Aurra Sing: Este teek activo en tiempos de la Antigua República vestía ropa con tirantes y llevaba varios pendientes en cada una de sus orejas.

En el año 27 ABY, la cazarrecompensas Aurra Sing viajó a la luna de Endor para reunirse con su clienta, una hechicera ciega que quería contratar a Sing para matar al jedi caído Reess Kairn, y explicarle la problemática de su misión. En la oscuridad de la noche exterior, un teek fue testigo del encuentro entre Sing y la bruja. Sing salió del planeta para rastrear a Kairn, dejando atrás al teek.



El teek que vio a Aurra Sing, abajo a la izquierda.

Yeep: El teek llamado Yeep tenía ojos azabache, piel durazno y vello que combinaba tonos de blanco y de gris.

En algún momento anterior a 22 ABY, este teek llegó a subirse a la nave del piloto espacial Tuner Ryna. Cuando Ryna y el teek se encontraron, establecieron una tenue e imperfecta comunicación. El teek se señaló el pecho diciendo la palabra "yeep"; Ryna sospechaba que "yeep" era el nombre de esta especie desconocida, el nombre del individuo ante él, o la palabra "pecho" en su idioma. Decidió sin embargo empezar a llamarle Yeep. Ryna descubrió también la capacidad de Yeep de correr a altas velocidades.

Aún dudando sobre los detalles de su descubrimiento, Ryna viajó con Yeep a la ciudad de Pyre Folas, en el planeta Teyr, e inscribió a Yeep en el concurso anual Mobquet Presenta: Los Seres Terrestres Más Rápidos. Yeep fue uno de los últimos inscritos en la competición de bípedos. El teek dejó atrás a sus oponentes con un estallido de velocidad.



El ganador: Yeep.

La victoria de Yeep no estuvo exenta de polémica: Nadie en Pyre Folas conocía su especie, y la preguntaban era sólo para perceptores, es decir, seres inteligentes. Los jueces declararon finalmente que Yeep era "suficientemente inteligente" y le concedieron el triunfo y una medalla. Noticias de la HoloRed cubrió el evento y la controversia, y fotografió a Yeep junto con los ganadores del concurso de cuadrúpedos, el seloniano Pumav, y de hexápodos, el vratix Yopaxtul. Casi sugiriendo que los jueces habían sobrestimado su inteligencia, Yeep intentó morder o hasta comerse la medalla en ese momento.


Teek, el teek


 

El teek llamado Teek era un teek activo (muy activo) en la luna de Endor en los tiempos del Imperio. Como otros teeks, podía moverse a muy alta velocidad, y le gustaba hacerse con pequeños objetos brillantes que almacenaba en su única prenda de vestir, unos pantalones. Teek era inteligente y manejaba instrumentos, incluyendo cubiertos para comer y la flauta travesera para tocar y bailar. Llegó a aprender el idioma Básico hablado por los humanos, o al menos sabía leer sus expresiones corporales para reaccionar adecuadamente, retrocediendo o asintiendo con la cabeza.

La carrera (ejem) de Teek llegó al ojo público en algún momento después del 26 DBY. En esa época, los exploradores espaciales Noa Briqualon y Salak Weet, en un intento de cartografiar el sector Moddell, sufrieron un naufragio. Su crucero, Hojalata Vieja, chocó en la superficie del planeta, rompiendo el oscilador de cristal en el proceso y dejándoles varados. Weet registró los bosques en busca de un repuesto, pero en vez de eso fue atrapado por otros náufragos, los merodeadores sanyassanos, que le encerraron en su mazmorra y le mataron. Briqualon no volvió a ver a su amigo.

En algún momento, Teek conoció a Briqualon e iniciaron una relación de amistad: Teek se convirtió en el único compañero del explorador desocupado, y Briqualon pasó a ser el amo humano de Teek. Durante décadas, vivieron juntos en una cabaña tallada en el tronco hueco de un árbol nudoso en mitad del bosque. Aunque Briqualon consiguió una construcción estable y robusta, con techo de paja, puerta cerrada con gatera para Teek, una chimenea funcional e incluso muebles fabricados por Briqualon, la verdad es que ninguno de los dos dueños era especialmente ordenado: El suelo estaba lleno de pequeños objetos y las esquinas estaban cubiertas de telarañas. Se aseguraban, eso sí, de tener una despensa abastecida con hongos secos para cocinar, y utensilios para comer como boles y cucharas.



Teek, el teek.

Teek consiguió aprender el idioma humano de Briqualon, y éste a su vez podía entender los balbuceos del teek; pero, aunque podían comunicarse entre sí, ninguno podía hablar en la lengua del otro. Briqualon intentaba dar instrucciones a Teek sobre qué debía hacer y qué no. Desconfiando de las formas de vida locales, Briqualon insistió en que Teek debía ahuyentar a los extraños y alejarles de su casa. Briqualon también prohibía que Teek le siguiese cuando, casi cada día, se alejaba de la choza sin decirle adónde. La curiosidad no carcomía al teek, así que él no se molestó en averiguar adónde iba Briqualon. El viejo ermitaño visitaba su vieja nave e intentaba arreglarla, año tras año; viéndose incapaz, decidió preparar trampas alrededor del vehículo y disimularlo cubriéndolo con viñas y otras plantas.

Entonces, en 3 DBY, tuvo lugar un evento que afectaría directamente a la vida de Teek… pero más directamente a la de su amo. Los humanos siempre se quedan el protagonismo en estas cosas. Les cuento:

Décadas después de la desaparición de Weet, los merodeadores sanyassanos descubrieron otra nave espacial atracada en la luna boscosa (Después de todo, era frecuente que sucediese). En ella viajaba la familia Towani, que había confraternizado con el Pueblo del Árbol Brillante, una comunidad de ewoks nativos. Los merodeadores malinterpretaron las palabras de Weet y creían que las piezas de las naves les podían dar poderes mágicos. Con esa idea en la cabeza, los merodeadores atacaron a la familia Towani y a sus aliados, para robar el oscilador de cristal de su nave estelar. Todos los Towani, salvo su hija pequeña de seis años Cindel, murieron en el ataque, al igual que muchos ewoks. Los supervivientes fueron apresados y transportados al castillo de los sanyassanos. Cindel Towani escapó de los sanyassanos acompañada de su amigo ewok, el joven Wicket Wistry Warrick. Tras enfrentar a perseguidores sanyassanos en un peligroso acantilado y un hambriento dragón cóndor en vuelo, finalmente se ocultaron en un árbol hueco y, exhaustos, se quedaron dormidos.

A la mañana siguiente, Teek les encontró e intentó robarles la bolsa. Fue sorprendentemente rápido; los torpes intentos de apresarle por parte de Cindel y Wicket fueron inútiles y el pequeño teek emitió una alegre risita. Wicket se enfadó, especialmente cuando el extraño se burló de él tirándole nueces a la cabeza, pero a Cindel le hizo gracia esta pequeña criatura. Ella intentó hablar con el animalito, y le convenció para que les ayudase a buscar comida. Teek asintió, puesto que sus nuevos amigos merecían una compensación por los objetos que él les había quitado.



Aquí podemos ver las manos de Teek operando tecnología.

Teek llevó a Cindel y a Wicket a la cabaña de Briqualon, olvidando que su amo le había prohibido traer visitantes. Incapaz de hablar ewokés o humano, Teek no pudo explicarles que vivía allí con su amo. Los dos invitados entraron, preguntándose si, aparte de Teek, alguien más vivía allí; y, como llevaban tiempo sin comer, se hicieron un estofado, gachas o panecillos con la despensa. Cindel, concluyendo que los anteriores habitantes se habrían marchado, propuso a Wicket limpiar la cabaña y quedarse a vivir allí. Entonces volvió Briqualon.

Briqualon, huraño, estaba descontento por la presencia de intrusos. Les interrogó, y Cindel reveló que Teek les había traído. Briqualon regañó al pequeño animal, y después expulsó a los jóvenes, aún cuando éstos le dijeron que no tenían otro lugar al que ir. Cindel y Wicket se marcharon cabizbajos, aunque decidieron pasar la noche cerca para no empezar un viaje en ese momento.

Briqualon explicó a Teek sus motivos: Esos extraños, decía, podrían estar tramando alguna maldad; y aún en el mejor de los casos, aceptar a dos podría causar un efecto llamada y causar que muchos más refugiados les invadiesen. Briqualon admitió que él, al igual que Teek, se encontraba solo; pero era imprudente aceptar compañía así.

Entonces Briqualon se fijó en el plato que Cindel y Wicket habían empezado a cocinar, y que no habían tenido ocasión de comer. Preguntó a Teek si lo había cocinado él, y el pequeño teek señaló al exterior. Briqualon decidió comer el plato con su mascota Teek, pero advirtió a ésta para que no entregase comida a Cindel y Wicket. Para entonces, Teek ya se había guardado una pieza en sus bolsillos, y pronto se guardó otros más. Briqualon quiso dar a Teek una ocasión de desobedecerle, y se levantó de la mesa para ir a la cocina. Teek aprovechó ese instante para salir por su gatera, usando su supervelocidad, y entregar comida a sus nuevos amigos. Briqualon le vio por la ventana y después fingió creer que Teek se había comido todo, dejando sólo unas migajas.

Después Briqualon encontró una excusa para dejar que Cindel y Wicket pasasen la noche en la casa: Habían hecho una hoguera demasiado cerca de los árboles. Les permitió quedarse esa noche, calentándose con el fuego de su chimenea y durmiendo en el suelo. Teek les dio almohadas y mantas.

Esa noche, Cindel tuvo una pesadilla en que los merodeadores invadían la cabaña. Briqualon se compadeció de ella, la consoló y le cedió su cama. Una vez más, amonestó a Teek: Las acciones de la pequeña criatura, decía, obligaban a ambos a cuidar de dos niños, y Briqualon no lo permitiría: Prometió expulsar a Cindel y a Wicket al día siguiente. Para entonces Briqualon se estaba ablandando y convirtiéndose, con Teek, en la familia sustituta de Cindel.

Mas efectivamente al alba les instó a seguir su viaje. Wicket animó a Cindel a ir a la fortaleza de los merodeadores, a rescatar a los otros ewoks. Teek les vio irse y después, cuando Briqualon les llamó, le dijo que ya no estaban. Briqualon se sintió satisfecho, o eso dijo; pero entonces Teek descubrió en que el humano había construido dos pequeñas camas, de los tamaños de Cindel y Wicket. Briqualon intentó convencerlo de que quería reemplazar la vieja cama de Teek y que, como no recordaba el tamaño de éste, había decidido hacer dos.

Sucedió que Cindel y Wicket no habían ido a la aventura, sino a buscar flores e ingredientes para hacer una tarta. Briqualon les aceptó a ambos en su vivienda, intentando comportarse como un adulto, y Teek asintió feliz al ver crecer a su familia. Efectivamente se cocinó una tarta, y entre todos se la zamparon. Teek relamió su plato y eructó, aunque Briqualon quería que dejasen más comida para el día siguiente. El ermitaño encargó a Cindel y Wicket que fregasen los platos, limpiasen la casa e hiciesen las camas, y puso a Teek al cargo para que obedeciesen.

Pero era una familia con secretos: Cada día, Briqualon se iba a alguna parte, y Cindel y Wicket eran demasiado fisgones para quedarse con la duda. Cindel prometió a Wicket que harían las tareas domésticas después de resolver el misterio. Teek no les acompañó, se oponía a esta misión, pero no pudo hacer otra cosa que sacudir la cabeza y palmearse la cara (siendo precursor del famoso gesto de Jean-Luc Picard por un lustro).

Cindel y Wicket descubrieron la nave de Briqualon, y él les explicó el problema que tenía con su nave. Cindel se compadeció de él, pero ella no se daba cuenta de que la nave de sus padres también usaba un oscilador de cristal, que en ese momento estaba en manos de los sanyassanos. ¿Por qué no se dio cuenta? Mis personajes no jugadores, a su edad, se ponían cuatro dados en el atributo de Técnica y reparaban naves espaciales. ¿Qué clase de padres son los Towani, que no enseñan a sus hijos a reparar naves espaciales y sin embargo se los llevan en naves espaciales, sin un mal droide que pueda hacer mantenimiento?

Ejem. Perdón. Volvemos a la programación habitual con el tono enciclopédico: (carraspeo, voz profunda) Mientras tanto...

Mientras tanto, los sanyassanos daban vueltas a su oscilador cristalino nuevo, esperando en vano que funcionase como un talismán. Decidieron enviar a una aliada, la bruja dathomiriana Charal, a capturar a la niña humana huida, creyendo que podrían convencerla para que les revelase cómo usar la magia.

Ajenos al peligro, nuestros héroes disfrutaron de una noche de diversión: Teek tocaba la flauta y bailaba a la vez, acompañando a los instrumentos de Briqualon y Wicket. Briqualon ni siquiera se enfadó cuando Wicket accidentalmente rompió un viejo reloj de la cabaña. Cindel habló a de su familia a Briqualon y cantó una melodía que su madre Caterine solía interpretar. Ignoraban que Charal estaba oculta, escuchándoles…



Teek toca la flauta mientras baila... aunque eso parece más un crucifijo.

Así, por la mañana, temprano y antes de que todos despertasen, la bruja atrajo a la pequeña niña con la canción de su madre. Wicket espabiló y se dio cuenta de que Cindel se había ido. El ewok levantó a Briqualon tirándole un balde de agua encima, y el grito de sorpresa del humano despertó a Teek. Wicket instó a Briqualon a que le ayudase a buscar a la niña, y él aceptó. Teek se quedó en su cama.

Briqualon y Wicket vieron a Charal raptar a Cindel, pero no lograron detenerla porque huyó a caballo. Ewok y humano corrieron de regreso a la choza a prepararse para el rescate: Wicket tomó una cuerda de escalada con un gancho; Briqualon se hizo con una pistola y un rifle. Teek les vio irse, pero no les siguió. Se encontraba confuso. Finalmente, decidió unirse a ellos. No le costó recuperar el tiempo usando su supervelocidad.

Briqualon, Teek y Wicket siguieron las huellas del caballo de Charal hasta las llanuras. Teek corría dando vueltas en círculo para mantenerse a la altura de sus compañeros, aunque Briqualon le animaba a reducir la marcha. Teek entonces chocó contra un menhir sanyassano que marcaba las lindes del castillo de los merodeadores. Teek y sus compañeros comprendieron que debían infiltrarse en la fortaleza, con nocturnidad, para rescatar a Cindel y a los ewoks.

Lo primero que necesitaban era salvar el foso. El castillo tenía almenas, con vigilantes patrullándolas, y ellos tenían una cuerda con un gancho. Briqualon disparó el garfio para asirlo en la parte superior, y ofreció a Teek subir en primer lugar porque él era el más rápido. Teek se escondió de un guardia tuerto (¿En serio ponéis al tuerto de vigía?) y después afianzó la soga para que Wicket subiese y se reuniese con él. Teek y Wicket entonces se ocultaron tras una piedra grande para que el centinela no les viese; pero a quien sí vio fue a Briqualon. El merodeador se encaramó a una almena para apuntar a Briqualon con su arma… pero Wicket enredó un extremo de la cuerda en el pie de este enemigo, y tiró al sanyassano al foso, levantando su pie para hacer palanca. Al caer, el sanyassano tiró de la cuerda, haciendo que Briqualon subiese en un improvisado ascensor.

El trío atravesó pasillos del castillo en busca de las mazmorras. Briqualon se mantuvo alerta y advirtió a Teek y Wicket para que se escondiesen cuando dos sanyassanos borrachos se cruzaron con ellos. Continuaron su descenso con Wicket en vanguardia, Briqualon en retaguardia y Teek en el medio, por motivos que se me escapan.

El agudo olfato de Wicket les indicó que debían cruzar un salón ocupado de camino a las celdas… ocupado por un montón de sanyassanos cenando, es decir. Wicket pidió a Teek que entrase a conseguirles un disfraz rápidamente, y éste robó la capa de un sanyassano que pretendía usarla como almohada para reposar un instante. ¡Qué golpe se dio el pobre! Entonces se pusieron unos a hombros de otros (Wicket en lo alto; posiblemente Teek en medio y Briqualon abajo), vistiendo la larga capa como si los tres fuesen meramente un sanyassano muy alto. Pudieron atravesar el comedor porque la mayoría de sanyassanos estaban embriagados; sólo el líder sanyassano, Rey Terak, mostró un mínimo interés por el extraño y se lo comentó a su guardia que llevaba casco, pero no hizo ademán de detenerle(s).

Al fin llegaron a las mazmorras. Las paredes estaban cubiertas de jaulas con ewoks, y dos horribles merodeadores jugaban a las cartas mientras vigilaban. Uno de ellos llevaba las llaves colgadas de su cinturón. Briqualon pidió a Teek que se hiciese con ellas. El pequeño pudo escabullirse sin ser visto y se hizo con el preciado objeto, permitiéndose incluso un gesto de la mano. La pequeña Cindel, en su celda, reconoció a Teek y le saludó. El guardia sanyassano, ajeno al intruso, se levantó para ordenar callar a su prisionera, y se sentó. Pero se sentó sobre la mano de Teek, atrapándole; el diminuto ladrón suprimió con dificultad un grito de dolor. La bruja Charal también había sido encerrada y vio a Teek, pero ella quería escapar de la cárcel y por eso no le delató.



Teek desafía la ira de dos horribles merodeadores para rescatar a su amiga.

Teek entonces usó su supervelocidad para esconder un naipe en la manga del guardia que le había apresado, sin que éste se diese cuenta. Cuando el guardia ganó el siguiente juego, golpeó la mesa triunfante y la carta oculta cayó. Su compañero le acusó de tramposo; el primer guardia se ofendió por la acusación. Ambos sacaron sus pistolas blásters y se dispararon, matándose uno a otro. Los ewoks, comprendiendo que el rescate era inminente, vitorearon a Teek; pero los tiros habían advertido al Rey Terak de que algo sucedía.

Antes de irse, Briqualon se llevó consigo el oscilador de cristal, que Terak había dejado en la celda de Cindel para que ella le explicase cómo usar sus poderes mágicos. Briqualon lo reconoció como la pieza que su nave necesitaba. El grupo decidió liberar a los ewoks, pero no a Charal, que se había ganado la enemistad de Cindel. Dos de los ewoks tomaron las armas de los guardias muertos. Por último, Briqualon encontró el esqueleto de su amigo Weet en los calabozos.

La huida no sería tan discreta, en parte porque tres personas se mueven con más sigilo que una docena de personas: Toparon con un guardia solitario en una esquina, y éste consiguió dar la alarma con una aldaba en forma de abyssino. Los otros sanyassanos se despejaron al momento, y el Rey Terak organizó a las tropas para atacar a los invasores. Wicket y su padre Deej dispararon a sus enemigos, plantando cara a los sanyassanos en el castillo de éstos. Briqualon usó un detonador termal para abrir un agujero en la pared, y pronto improvisaron una tirolina enganchándola a un menhir al otro lado del pozo, que Wicket cortó para que no les pudiesen seguir por ahí.

Mientras los ewoks y sus aliados huían del castillo, Terak organizaba a sus fuerzas para perseguirles. La bruja Charal, en su celda, había oído a Briqualon hablar de su plan de reparar su propia nave. Terak hizo que Charal se transformase en corneja para que siguiese el rastro de los presos fugados y así pudiese guiar a sus ejércitos organizados.

Los ewoks eran guerreros consumados y astutos, y sabían perfectamente que los sanyassanos les perseguirían. Briqualon también lo sabía. ¿Teek? No sé si él lo sabía, pero cuando Briqualon y algunos ewoks empezaron a dar órdenes para preparar la defensa, el pequeño teek tuvo la sensatez de obedecer lo que le dijesen. Le pusieron de oteador mientras Briqualon intentaba reparar su nave con ayuda de Cindel y de un par de ewoks; el resto de ewoks prepararon trampas y armas de asedio hechas con materiales primitivos.

Desde su posición elevada, Teek vio llegar a la formación sanyassana. Sin embargo, no vio a un explorador avanzado enemigo (el mismo tipo con un casco al que Terak mencionó la presencia extraña en el salón), que estaba escalando precisamente la misma loma donde se encontraba Teek. La horrenda cabeza de ese guerrero, enorme en proporción, asustó al pequeño Teek; pero los movimientos del teek hicieron que el sanyassano perdiese el equilibrio e, incapaz de agarrarse, cayó altozano abajo. El estrépito, sin embargo, alertó al resto de sanyassanos de la presencia del explorador. Un riflero sanyassano abrió fuego contra la posición de Teek. Por suerte, erró el tiro, y Teek escapó a supervelocidad para alertar a los demás de la inminente llegada del enemigo.

Empezó la amarga batalla, en que la ventaja ewok era su inteligencia superior. Los ewoks atacaron desde trincheras ocultas, con catapultas, lianas y armas primitivas como flechas y piedras. Teek contribuyó especialmente en varios frentes: Se fijó en un fusilero sanyassano de larga herramienta que, cubriéndose en un árbol, presentaba una amenaza grave. Usando su supervelocidad y una cuerda, Teek ató al guerrero a la planta contigua, volteándole varias veces antes de que el sanyassano se diese cuenta del problema, y finalmente dejándole con la cabeza incómodamente apoyada. No tengo claro si Teek realmente anudó la cuerda o, más probablemente, sólo la dejó enganchada. En todo caso, ese canalla no presentaría batalla por el momento.

La caballería sanyassana cabalgaba enormes dinosaurios llamados glurrgs, pero éstos, aún más necios e ineptos que sus jinetes, no eran aptos para el combate. Dos glurrgs, confusos, contemplaban la batalla, y Teek se fijó en que hollaban suelo de paja. Teek prendió un pequeño fuego frotando dos piedras y causó que las monturas se espantasen y huyesen despavoridas, iniciando una estampida. El general sanyassano Yavid siguió a las bestias, preguntándose qué sucedía, pero pronto quedó atrás: Sus piernas no igualaban los trancos de un glurrg asustado..

Briqualon consiguió instalar el oscilador en su nave, con lo que todos los sistemas funcionaban; pero no tenían tiempo de despegar. Teek subió a bordo y tomó los controles de un cañón láser, Briqualon de otro, y una pareja de ewoks de un tercer cañón. Admitamos que Teek controlaba su disparos desde los instrumentos, mientras que sus amigos estaban literalmente moviendo el arma y apuntando manualmente (¡Esto es una nave exploradora decente, no como la de los Towani! ¡Tres cañones atmosféricos, encarando el mismo lado, así que debe haber otros tres del otro lado! Lo que no veo tan claro es que tengan entrada de aire).



Teek dispara el cañón láser contra sus enemigos.

Cada vez más sanyassanos caían, y los ewoks recogían sus armas. Los merodeadores retrocedían, aunque su Rey intentase detenerles. Finalmente, Terak consiguió un rehén: Agarró a Cindel y exigió que le entregasen "el Poder" a cambio. Briqualon, furioso, salió de la nave y se ofreció a enfrentar a Terak en combate singular, puesto que ambos necesitaban el mismo objeto. Terak aceptó soltar a Cindel, y ella fue con Wicket. Junto con los ewoks y Teek, contemplaron el duelo; los sanyassanos, en su mayoría, ya habían huido, pero Charal, en forma de cuervo, seguía sobrevolando la zona.

Terak era un combatiente fuerte y poderoso; su enorme espada rompió de un tajo un árbol delgado durante la batalla. El monstruo consiguió derribar al anciano humano y preparaba el golpe de gracia. Teek, viendo a su amo en peligro, saltó sobre Terak en un intento de distraerle; sabía que no tenía oportunidad de vencer a Terak en una lucha. Pero Teek era menos rival para el sanyassano de lo que había previsto: El Rey Terak tiró lejos a la pequeña criatura, como si no pesase nada. Afortunadamente, Teek había dado a Briqualon un instante para recuperar el aliento, y el viejo pudo rodar en el suelo cuando Terak lanzó un golpe vertical, esquivándolo.

A petición de Cindel, Wicket también ayudó contra Terak: Usando una honda, lanzó una piedra a Terak. Terak llevaba en un collar un anillo mágico que había arrebatado a Charal, y el proyectil de Wicket rompió la joya. Repentinamente aturdido, Terak empezó a humear, abrasándose con la energía desatada, y se convirtió en una estatua de piedra. Charal quedó atrapada en forma de ave, aunque intentó recuperar su anillo. Los ewoks y sus aliados vieron el desastre y vitorearon; Wicket, fisgón como era, incluso intentó acercarse al cadáver, pero Briqualon le detuvo, temiendo que fuera peligroso. Los ewoks se retiraron, dando la espalda a su enemigo; Teek se giró, mirando a Terak una vez más, pero Briqualon le puso una mano al hombro para hacer que le siguiese.



Al alejarse de su enemigo derrotado, Teek nos ofrece una imagen poco frecuente: Un teek de espaldas.

Unos días después, la nave de Briqualon estuvo totalmente arreglada, lo cual permitiría al ermitaño irse del planeta. Él se ofreció a llevarse a Cindel de regreso a la civilización, y ella aceptó, despidiéndose de Wicket entre lágrimas. Teek se quedó en la luna boscosa con sus nuevos amigos ewoks, aunque Briqualon también se despidió de él, acariciándole la cara y dándole un abrazo; en un emotivo discurso de despedida, Briqualon explicó al teek que éste sería más feliz en la luna boscosa que en los mundos avanzados que él iba a visitar. Tras un último adiós, los humanos abordaron su nave y despegaron durante la puesta de sol. Wicket y Teek corrieron tras el vehículo, despidiéndose de ellos hasta el final con gestos de sus pequeñas manos.

Como decía Peter Parker, seguro que el resto ya lo conocéis. El emperador usó la luna de Endor para construir su segunda Estrella de la Muerte, apenas unos meses después de este evento. El Pueblo del Árbol Brillante colaboró con la Alianza Rebelde contra el emperador, aunque no se vio a Teek durante estos eventos. Sabemos, sin embargo, que Teek seguía viviendo en la luna boscosa y era amigo de los ewoks; quizá no viviese con ellos (Seguramente fuese miembro de la tribu; el Pueblo del Árbol Brillante tiende a nombrar miembro de la tribu a todo aquel que sea lo bastante agradable para que no se lo coman). Mientras tanto, Briqualon y Cindel viajaban juntos por el espacio, hasta que él se retiró en el Borde Medio y ella llegó a ser periodista en Coruscant.

La batalla de Endor entre la Alianza y el Imperio dio notoriedad al sistema en toda la civilización galáctica (No así la batalla de Endor entre ewoks y sanyassanos, que pasó más desapercibida y parece interesar sólo a xenohistoriadores especializados). La empresa turística Star Tours organizó vuelos regulares, tirando a malos, a tan exótico destino para turistas. A bordo de un StarSpeeder 3000 pilotado (si se le puede llamar a eso pilotar) por un droide RX con un astromecánico. Seguramente a base de hacer escala donde no debían, se les llenó la nave de polizones, incluyendo varios sanyassanos decididos a ver mundo… otros mundos, más bien.



Teek es el de en medio.

Teek llegó no sólo a ser pasajero de estos cruceros, sino también a aparecer en el vídeo de instrucciones de abordaje, e incluso más. Sentado junto a una humana, Teek aparecía en la escena en que explicaban cómo se abrochaba el cinturón de seguridad (pese a que Teek, travieso e hiperactivo, no se ajustaba tales correas). La efigie de Teek fue además inmortalizada en forma de figura de acción, y vendida conjuntamente con representaciones de otros tres turistas emblemáticos y un empleado de Star Tours: Los turistas, una vez hubiesen completado su viaje, podían comprar este pack y otros recuerdos variados en el puesto instalado en el hall del puerto espacial.

Así, Teek dejó su pequeña huella en la historia de la galaxia. ¡Buen trabajo, Teek!


Curiosidades


 

Los teeks aparecen por primera vez en el telefilm 1985 Ewoks: The Battle for Endor, traducido como La Batalla por Endor en Latinoamérica y La Batalla de Endor en España (aunque en esta última, la voz en off al principio dice "La lucha por Endor"). La película fue dirigida y escrita por los hermanos Jim y Ken Wheat, producida por Thomas G. Smith, con George Lucas como productor ejecutivo y argumentista. Era el segundo telefilm sobre el tema después de La aventura de los Ewoks (1984, dir. John Korty), que había sido éxito de audiencia y crítica, ganando un Premio Emmy a los efectos visuales y una nominación a otro Emmy al mejor programa infantil, motivando así su secuela. La batalla de Endor se estrenó el 24 de noviembre de 1985 en ABC Television Network, con un aviso a los padres (Era un tono mucho más oscuro que su predecesora) y se volvió a emitir después en 1991 en Disney Channel, acortando la escena de la pesadilla. Las versiones en VHS y DVD han tenido modificaciones menores en el montaje, que no afectaban a los teeks.



Niki Botelho a los dieciséis años, cuando actuó en la película de los ewoks.

Les presento a Niki Botelho, que tenía dieciséis años durante el rodaje de la película y asistía a clases de actuación en San Francisco además de la escuela secundaria. A sugerencia de su entrenador de actuación, envió un book y su currículum a un agente artístico, y la llamaron para ser una figurante en La Batalla de Endor. Como contó después un artículo en Bantha Tracks Nº 31, la revista del club de fans oficial de Star Wars, ella fue doble de Warwick Davis, que interpretaba a Wicket, porque tenían la misma estatura (La revista llama al actor por error "Warrick" Davis). En seguida le explicaron cómo imitar los gestos, pasos y movimiento de brazos de Davis. Ella empezó a actuar en el plató, pasándoselo muy bien, y con cuatro horas diarias de clase. La madre de Botelho, que era una gran fan de Star Wars, posiblemente estaba aún más contenta y excitada.

Ustedes estarán pensando: Muy bien, pero yo estoy intentando leer sobre Teek, ¿por qué me habla de una figurante que no interpretaba a Teek? Ahora voy a esa parte.

Teek era inicialmente una marioneta, pero el actor Wilford Brimley estaba especialmente disgustado por tener que actuar frente una objeto inanimado. Se enfadó fervientemente con los directores, a quienes llamaba Los Hermanos Idiotas. Brimley acabó rodando todos sus planos con el director de segunda unidad Joe Johnston. Botelho normalmente estaba disponible en ese momento, y Brimley le pedía con frecuencia que ella hiciese el papel de Teek, fuera de plano, para que él tuviese a una persona viva en su línea de visión con quien interactuar. En opinión de Botelho, Brimley y Johnston eran personas agradables.

Después de haber rodado varias escenas, Botelho recibió una llamada diciendo que la esperaban el lunes a las 6 de la madrugada, que es muy temprano para una niña de dieciséis años, y que se pasase por el taller de criaturas. No le dijeron porqué. Botelho creía que le iba a tocar tirar de los hilos o cuerdas de algún títere, pero no: Sus padres empezaron a firmar contratos con ella. Ella se unió de inmediato al Sindicato de Actores de Cine (Screen Actor Guild). Le hicieron moldes de sus manos, pies y cabeza. Le pusieron leotardos y le pegaron todo el vello usando pegamento y un secador. Trabajaron día y noche durante cuatro días para poder empezar a rodar el sábado con Teek. En ningún momento le preguntaron a ella si quería el papel; pero ella era el actor más bajo disponible y "Teek simplemente es algo que me sucedió".

Teek tenía dos cabezas: Una máscara normal y otra articulada que tenía dentro aparatos para mover los ojos y la cara. Varios operarios trabajaban en conjunto con Botelho para que se moviese de la forma coherente. Por supuesto, con la cabeza mecánica, Botelho no podía ver bien, los cables estaban en su línea de visión y tocando su piel, y ella constantemente olía chasquidos, crujidos o zumbidos.

En los planos de cuerpo completo, Botelho usaba la máscara normal, y el equipo usaba la llamada "cámara de salir pitando" (zipping camera), de modo que no se grabasen el mismo número de fotogramas por segundo, para que Teek corriendo se viese como un borrón.

En general, Botelho se llevaba bien con los otros protagonistas, no así como los directores: Ella también llegó a llamarles los Hermanos Idiotas. Ella iba con los otros actores, sobre todo los niños, a cenar y a nadar; y Brimley les llevó a la première de otra de sus películas, Coccoon (1985, Ron Howard), en San Francisco, con fotógrafos y cena de sushi.

En una ocasión, el equipo estaba filmando un plano sobre un cañón en que los merodeadores bajaban la colina. Los directores querían que al final de la escena, Botelho se levantase y caminase fuera de plano. Johnston estaba descontento con la idea, así que escribió en la claqueta DUP (Directed Under Protest, "dirigido bajo protesta"). Johnston tenía razón, porque al caminar fuera de plano, Botelho se salió del borde, cayó una gran distancia, acabó bocabajo sobre un río, el agua atravesándola a ella y al disfraz, y bien es sabido que un disfraz lleno de pelo, si se empapa, pesa muchísimo. El equipo la sacó, salvándole la vida porque se habría asfixiado de lo contrario, y le rompieron la máscara. Afortunadamente, a los dieciséis años se aguantan muchos golpes. Sin embargo, el equipo de criaturas estaba tan enfadado que le pintó un moratón falso a Botelho en la espalda para que, cuando llegasen los directores, ella alegase un dolor en la espalda y que, cuando lo viesen, se asustasen: Como directores, eran los máximos responsables de cualquier problema

que pudiese suceder, y una herida grave a una niña era algo muy perjudicial para ellos.



Joe Johnston también mola. Como figurante ha sido un soldado de asalto y el capitán Valdez en Base Eco.

La película se estrenó con cierto éxito. Como su predecesora, ganó el emmy a mejores efectos visuales y estuvo nominada a mejor programa infantil, con una nominación más a mejor mezcla de sonido. Los amigos de Botelho decían que reconocieron su personaje al momento por su forma de moverse. Teek fue un personaje popular entre el público: Hubo muchas cartas de fans que llegaron al Club Oficial y que fueron redirigidas a Botelho; ella, encantada, se las enseñó a sus amigos de clase de teatro. También viajó a Japón con Lucasfilm, todo en primera clase.

El personaje de Teek apareció en material derivado directamente de la película, incluyendo un adaptación en un libro infantil ilustrado, The Ring, The Witch And The Crystal. An Ewok Adventure (1986, Cathy East Dubowski, dibujos de Toni Scribner), con leves cambios en el orden de los eventos y en los diálogos; y un libro con disco incluido de Random House, Ewoks: The Battle for Endor, que expandí la trama y cambia algunos diálogos. Como he dicho, la revista Bantha Tracks también incluyó una entrevista con Botelho, "A peak (sic.) at Teek", firmada por Maureen Garret y Jok Church, y que fue reeditada en Hyperspace.

Lucas pretendía hacer más películas de ewoks, según declaró a la revista Starlog Nº 100 (1985); pero tres años después había descartado la idea porque era demasiado cara. Lo que hizo en ese tiempo fue una atracción para Disneyland, Star Tours, estrenada en 1987 en California. El video de subir a bordo muestra a un teek; y Botelho, en una entrevista de 2010 para Starwarsinterviews.com, declaró que no recordaba si había interpretado a Teek en ese rodaje o no, porque había hecho muchas apariciones, anuncios y viajes. La web de cine IMDB especula que es Botelho; pero ella piensa que ese Teek tiene movimientos muy distintos a los de ella y posiblemente fuese un muñeco.

Botelho continuó su carrera, interpretando a un pingüino emperador y a Oswald Cobblepot como bebé en Batman Vuelve (1992, Tim Burton), y a la niñera elfa en cuatro episodios de Embrujadas (2002 y 2003). En la actualidad, en que ella firma también como Niki Botelho-Pabros (posiblemente se haya casado), ella mide 107 centímetros, igual que Warwick Davis; pero Davis sólo medía 89 centímetros cuando hizo El Retorno del Jedi (1983, Richard Marquand). No sé exactamente cuánto medían Davis y Botelho durante el rodaje de La batalla de Endor.



Niki Botelho, años después, como la niñera elfa en Embrujadas.

Desde entonces, los teeks se han hecho de rogar a la hora de aparecer en fuentes. Hubo un artículo sobre el tema en la web oficial Starwars.com, Ewok Adventures: A Television Adventure en 2000; ha sido retirado desde entonces. Se les menciona, incluyendo fotos, en Star Wars Fact Files Nº 123 (2004, DeAgostini), en una descripción de Cindel Towani. Los teeks tuvieron artículo con foto en The Complete Star Wars Encyclopedia (2008, vv.aa.), y se les mencionaba en artículos sobre Cindel Towani, Noa Briqualon y la luna boscosa de Endor. No se les menciona en The Essential Atlas (2009, Jason Fry y Daniel Wallace) porque no conocemos su mundo de origen.

Ha habido rumores de una figura de acción de teek desde 2008… pero al principio era en broma. Entre 2002 y 2006, salieron al mercado los juegos de estatuillas de plástico Star Wars Unleashed, con personajes como los jedi o los clones en poses de acción. El artículo "Top 10 Most Unlikely Unleashed Figures" de Bonnie Burton, publicado en Star Wars Insider Nº 100 (2008) imaginaba a personajes más reposados en esas situaciones a modo de chiste, con dibujos de Pablo Hidalgo, y uno de ellos era una pareja de figuras de Noa y su teek. A media descripción, Burton decidía que Noa no era interesante, mientras que Teek daba la talla para Unleashed (Esta gente es libre de opinar lo que quiera, pero Noa pega duro con el cañón de la nave o a bastonazos; les recuerdo que él plantó cara al gigantesco Terak en un duelo a muerte).



Teek Unleashed.

Apenas un par de años después, en 2010, Teek consiguió su figura de acción. Aparece en el pack de cinco figuras "Star Tours Boarding Party", a la venta sólo en parques temáticos Disney, con una breve descripción. La figura de Teek puede girar la cintura, las caderas y las muñecas, y tiene articulaciones esféricas en cuello, hombros y tobillos. No tiene objetos propios asociados (La ewok en el mismo pack tiene una capucha separable, y el gran tiene una cámara adaptada a sus ojos… o algo).

Cuatro años después aparece el teek en una expansión para el videojuego Tiny Death Star (2013, Disney Mobile y NimbleBit) para iPhone, Android, Windows Phone y ordenador personal. El teek se introdujo en el evento "Salvage Droid", en que puedes lanzar un máximo de un droide de salvamento cada veinticuatro horas, eligiendo si quieres el modelo barato, el caro o el medio; y cuanto más dinero ("Imperial Bux") gastes, más probable es que te traigan algo interesante. El teek era una recompensa rara si enviabas el droide al planeta Endor.



Teek en el videojuego.

Los teeks no deben confundirse con otras personas de nombre similar, incluyendo:

  • Teek, un neimoidiano en el Despacho de Ciencia del Imperio Sith en el videojuego The Old Republic (2011, BioWare, LucasArts y EA).
  • Teek, un esclavista zygerrano en el cómic The Clone Wars: Slaves of the Republic Nº 2 (2008, 2008, Henry Gilroy, dibujo de Ramón Pérez).
  • Grosteek, un vaathkree copropietario del Café Farrimmer en el artículo de Jean Rabe y J. Allan Fawcett The Farrimmer Cafe en Star Wars Insider (1996).
  • Perri-Teeka, un estadista naboo que da nombre a un edificio en Inside the Worlds of Star Wars: Episode I (2000, Kristin Lund, con dibujos de Hans Jenssen y Richard Chasemore)
  • Teeko Soonca, ejecutivo rodiano en Shadows of the Empire Planets Guide (1996, Paul Sudlow y Bill Smith, ed.).
  • otros dos rodianos, Teeko y Teeku, tíos de Greedo en el relato de Tom y Martha Veitch "A Hunter's Fate", publicado en Tales from the Mos Eisley Cantina (1995).
  • Wimateeka, líder jawa del clan Nkik aparecido en los relatos "Drawing the Maps of Peace: The Moisture Farmer's Tale" (por M. Shayne Bell) y "Swap Meet: The Jawa's Tale" (por Kevin J. Anderson), también en el libro Tales from the Mos Eisley Cantina (1995).
  • Mayor Teekon Fass, seudónimo usado por Tycho Celchu en el Escuadrón Réquiem en X-Wing: Isard's Revenge (1999, Michael A. Stackpole)
  • Edbit Teeks, agente de inteligencia de la Antigua República en el relato de Aaron Allston "League of Spies", publicado en Star Wars Insider Nº 73 (2004).

Veamos ahora los fallos de continuidad y de consistencia. Empezamos por los fáciles:

Cuando Teek y Noa están comiendo, hay pan en la bandeja cuando la cámara enfoca a Noa, pero no lo hay cuando enfoca a Teek (¡Gracias, IMDB!).

En la película, Teek conoce a Cindel y a Wicket porque les intenta robar la bolsa y es muy rápido; Wicket se enfada, pero Cindel le ríe la gracia. En el libro infantil The Ring, The Witch And The Crystal. An Ewok Adventure, Teek deja caer un par de nueces en la cabeza de Wicket como broma inofensiva y éticamente menos discutible que un hurto (y que en la película hace después de robarle). Igualmente, Wicket se cabrea y le amenaza con un palo hasta que Cindel le calma.

Otra diferencia entre ese libro infantil y la película: En la película, Noa es muy desagradable en su primera aparición porque no quiere intrusos en su casa: Abronca a Teek y después echa de malos modos a Cindel y a Wicket. Sólo después les acepta bajo su techo. En el libro infantil, Noa escucha atentamente a Cindel y a Wicket, y les invita a quedarse; quizá esto permite abreviar la trama simplemente sugiriendo que "Cindel y Wicket deberían haber tenido miedo, pero de algún modo sabían que el hombre era muy amable".

Hay otras dos irregularidades menos relevantes: En la película, cuando Cindel y Wicket siguen a Noa al bosque y le descubren en su nave averiada, ya llevaban varios días viviendo juntos. En el libro infantil, esto sucede en su primer día de convivencia, y además Teek se une a Cindel y Wicket en la expedición (cuando en la película no había mostrado interés).

La otra diferencia sucede cuando Charal secuestra a Cindel. En la película, Noa y Wicket corren a buscarla mientras Teek sigue en la choza, y cuando la encuentran, Charal ya ha transformado su caballo negro en un salvaje semental negro. En el libro, Teek acompaña a Noa y a Wicket, y llegan a tiempo de ser testigos de la metamorfosis.

Los teeks son descritos como una especie semiinteligente en su artículo en el Databank de la web oficial (retirado desde entonces), pero como una especie inteligente en Star Wars Fact Files Nº 10 (2002, DeAgostini).

El artículo Castaways of Endor, escrito por Daniel Wallace y Robin Pronovost (como Amy Pronovost), inicialmente pensado para Star Wars Gamer y finalmente publicado en la web oficial Hyperspace en 2008, es la fuente que confirma que los teeks no son nativos de Endor. Para entonces, otras tres fuentes los habían identificado como nativos: El artículo sobre teeks en el Databank; el artículo de Endor en The Essential Guide to Planets and Moons (1998, Daniel Wallace) y Star Wars Fact Files Nº 123.

Esta última fuente también presenta una extraña afirmación: Dice que el estudio imperial de Pfilbee Jhorn determinó el origen dathomiriano de Charal después de la batalla entre los ewoks y las tropas de Terak, que culminó con la muerte de Terak. Sin embargo, el estudio imperial de Jhorn tuvo lugar antes de ese momento, porque Jhorn interactuó con Terak antes de que éste muriese. Es imaginable que el documento del estudio alcanzase una conclusión meses o años después del final de la expedición.



© S I T H N E T

Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

Aquí puedes encontrar todas las fuentes consultadas en la elaboración de este artículo.

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