LAS BESTIAS ZILLO

Articulo creado por Skippy Farlstendoiro y maquetado por Al Noah, los xenobiólogos de SithNET
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Las Bestias Zillo


 
"'Eso' es una bestia zillo. Deambulaban por Malastare devorando a nuestros ancestros, pero cuando los dugs empezaron a recoger el combustible del núcleo del planeta, desaparecieron todas. Las creíamos extinguidas. Aparentemente no es así." (Doge Nakha Urus)

Pocas criaturas crecen hasta alcanzar los titánicos tamaños de la Bestia Zillo, un imponente coloso que amenazó a dos planetas, Malastare y Coruscant, cuando las Guerras Clon perturbaron su reposo. No fue la única Bestia Zillo que existió: Hubo un tiempo en que, como los dinosaurios, vagaban por su mundo de origen. ¿Nos encontramos acaso con el alienígena inteligente más grande conocido? Descubrámoslo hoy.

(En primer lugar: No. Las bestias zillo alcanzaban unos cien metros de largo, y uno de los temas que discutiremos hoy es si eran o no inteligentes. Los Duinuogwuin, o Dragones de las Estrellas, llegaban a ciento diez metros y eran indiscutiblemente inteligentes).

Las Bestias Zillo, habitantes de las profundidades, eran criaturas subterráneas que vivían bajo la superficie del planeta Malastare, un mundo habitado por dugs, sus monturas insectomorfos y, en tiempos posteriores, colonos gran. Este reptil gigante era por entonces una criatura legendaria, pero realmente había existido: Con una altura de noventa y siete metros de largo, sesenta mil toneladas de peso y seis extremidades (tres brazos, dos patas y una cola sorprendentemente versátil), la Bestia Zillo era una criatura impresionante simplemente por su tamaño.



La Bestia Zillo de múltiples extremidades.

Múltiples eran sus rasgos inusuales. Por ejemplo, consideremos su enorme cabeza. Desde luego, tenía unos dientes enormes y afilados, que se usaban para masticar la comida pero también para realizar ataques de mordisco: Sus mandíbulas eran lo bastante fuertes para morder a través del metal. Algunos dugs primitivos fabricaron armas parecidas a lanzas con sus dientes, aunque en esos casos el diente se debilitaba y podía romperse con relativa facilidad y un sable láser. En la boca estaba también una lengua bifurcada, que parecía dos, usada para olfatear y averiguar si lo que tenía delante era o no combustible. Los cuernos de su cabeza podían resultar también aterradores, pero en realidad se usaban sólo en exhibiciones de cortejo y no como arma.

En cuanto a sus tres brazos, cada uno de ellos terminaba en una zarpa con garras, y la Bestia Zillo usaba sus extremidades con sorprendente habilidad y precisión, pudiendo golpear incluso una nave espacial pequeña. Las patas inferiores se usaban no sólo para locomoción, sino también para aplastar de un pisotón a enemigos más pequeños. Incluso la cola terminaba en un manojo de púas, pero un mero coletazo solía bastar para acabar con cualquier adversario. La fuerza de la bestia le permitía coger tanques en sus manos y lanzarlos como si fuesen objetos ligeros; y aún queda por descubrir qué clase de ataduras o campos de fuerza podrían mantenerla encadenada. Además, sus manos y pies estaban dotados de almohadillas para escalar muros incluso verticales.



La Bestia Zillo reptando, porque es un reptil.

Las escamas de la Bestia Zillo eran fascinantes para los científicos: Ligeras pero sorprendentemente duras, era una armadura natural impenetrable que resistía incluso blásters y sables láser (Recordemos que un sable láser podía cortar prácticamente cualquier material conocido). Era prácticamente imposible quitarle las escamas, y todos los intentos de realizarlo fracasaron, logrando sólo causar dolor a la criatura. Una científica bivall, la doctora Sionver Boll, teorizó que sería más fácil arrancar las escamas a una Bestia Zillo muerta que viva.

La criatura, por poderosa que fuese, no era invulnerable. El jedi Anakin Skywalker observó que había pequeños huecos sin proteger entre sus escamas, lo cual permitía atravesar su piel con el efecto de un cañón aturdidor y afectar a su sistema nervioso, causando que entrase en hibernación. Más importante: El combustible malastariano, al entrar en contacto con la bestia, la incapacitaba, la debilitaba, le causaba gran sufrimiento, y en cantidad suficiente, la toxina que tenía podía matar a la Bestia Zillo. Ahora bien, si la cantidad no era suficiente, la Bestia pasaba a estar enfurecida... y eso la hacía más peligrosa.



La Bestia Zillo podría ser inteligente: Parecía reconocer la imagen
de un hombre malvado que buscaba su muerte.

Se sospechaba que la Bestia Zillo era, probablemente, un ser inteligente, puesto que podía reconocer la malicia en los humanos y reaccionaba intentando destruir a los seres más malvados, como los lores del sith. Una Bestia Zillo reconocía a su enemigo, incluso si sólo se le mostraba su imagen en la pantalla, y lo perseguía incansablemente. Se había confirmado que tenía una inteligencia rudimentaria, pero no se llegó a estudiar lo bastante a estos seres para clasificarles como perceptores. La científica que más estudió a las Bestias, la doctora Sionver Boll, sospechaba que la criatura podía entender incluso sus palabras.

Las Bestias Zillo eran sexuadas.


Cultura


 

Las Bestias Zillo prácticamente desaparecieron antes de que llegase la civilización a Malastare, y apenas interactuaron con otros seres excepto con los dugs. Los dugs percibían a las Bestias como una amenaza y hacían todo lo posible por destruirlos.



La Bestia Zillo.

En tiempos posteriores, las Bestias Zillo eran monstruos legendarios, reconocidos sólo como referencia histórica o cultural. Obras de arte representaban a la bestia para decorar lugares elegantes. En el último siglo de la República, existía una empresa con sede en Malastare llamada Recursos de Combustible Zillo, que con malas artes creó una empresa fantasma llamada Potencia de Rastreo Silvestri, permitiéndole ocultar actividades ilegales.

Aunque la Bestia Zillo se creía extinta, es posible que los expertos de caza mayor la rastreasen hasta Malastare. No está confirmado, pero en 21 ABY, en la luna Wasskah, un grupo de cazadores trandoshanos mostraban varios trofeos en su cabaña, incluyendo posibles dientes de Bestia Zillo.

No era el único uso para esos dientes: Una cultura primitiva de dugs en Malastare, aislada de todo contacto con la civilización, parecía adorar a la Bestia Zillo y construía efigies de ésta. También usaban dientes de Bestia Zillo como armas, creando lanzas manuales con ellos. Estos dugs no hablaban Básico y vestían sólo con unos vendajes en sus antebrazos y piernas, pero además mostraban tatuajes en su piel.


Historia


 

Según los dugs de tiempos de las Guerras Clon, las Bestias Zillo vagaban por Malastare, atacando a los dugs y causando estragos en su temprana civilización. Cuando los dugs empezaron a recolectar el combustible del núcleo planetario, por fin consiguieron combatir con éxito a las criaturas, y finalmente las llevaron hasta la extinción. Sin embargo, una antigua profecía advertía del regreso de la Bestia Zillo para destruir la civilización dug. Por ello, los dugs consideraban a las Bestias Zillo un enemigo natural.



Los dugs destruían a las Bestias Zillo usando el combustible malastariano.

En 3.653 ABY, el sith Darth Angral se hizo con el puesto de Canciller de la República. En ese momento, la oficina del Canciller mostraba varias obras de arte, incluyendo una que representaba a la Bestia Zillo... o al menos eso creía su colega Darth Malgus cuando le visitó. No está claro si esa figura había sido elegida por Angral o por uno de sus predecesores.

En algún momento posterior a 80 ABY, el lord sith Darth Sidious investigó la empresa Recursos de Combustible Zillo en su intento de aprender todo lo posible sobre su maestro, el muun Darth Plagueis.

Durante las Guerras Clon, en 21 ABY, la República encontró accidentalmente una Bestia Zillo viva en Malastare. El Canciller Supremo Palpatine (en secreto Darth Sidious) manipuló la situación para que se llevase a la criatura a Coruscant, donde el monstruo causó estragos intentando matar a Palpatine. Cuando el Ejército de la República acabó con la bestia, Palpatine inició un esfuerzo por clonarla.

Pero no nos adelantemos: Apenas unos meses después de la muerte de la criatura, dos jedis descubrieron en Malastare a una tribu perdida de dugs adoradores de la Bestia Zillo. Los jedis eran el maestro Plo Koon, un kel dor, y la padawana togruta Ahsoka Tano, y estaban buscando lanzaderas droide ocultas en esa zona inexplorada de Malastare. El Consejo Jedi sospechaba que los Separatistas estaban intentando cazar animales salvajes para intentar clonarlos y crear bestias de guerra; y eso era posible incluso a partir de fósiles de la Bestia Zillo. Sin embargo, la nave separatista se estrelló en Malastare, y los dugs usaron sus restos para construir una enorme estatua de la Bestia Zillo. Las tropas droide se escaparon en la espesura de una jungla cercana

La nave de Koon y Tano se estrelló en esa zona de Malastare, abatida por droides enemigos; pero ellos y sus soldados clónicos sobrevivieron e iniciaron la exploración del territorio. Los sensores detectaron una gran concentración de metal, que dedujeron eran los droides y su tecnología, y pusieron rumbo hacia allí (en realidad era la estatua hecha con los restos de la nave). Los dugs salvajes, familiarizados con la guerrilla en la selva, capturaron a varios clones, incluyendo Dash-1044 y Dash-1129, y los ahorcaron con ramas. Koon insistió en continuar la misión, y finalmente el grupo encontró la estatua enorme y a los nativos agresivos. Koon intentó ser diplomático con los dugs, pero éstos atacaron inmediatamente. Incluso así, Koon insistió en no matar a esos dugs si podían evitarlo.



Los jedi encuentran una Bestia Zillo hecha con restos de una nave. Me hace pensar en la película del Hombre de Mimbre, la del Conde Dooku...

Con el beneplácito de Koon, Tano hizo una pirueta para subirse a la estatua y buscó el motor de la nave. Lo perforó con su sable, causando primero una explosión y después una reacción en cadena con múltiples estallidos que destruyeron la estatua. Eso permitió a Koon derrotar al resto de dugs, aunque aparentemente los clones no sobrevivieron. Esta escaramuza, sin embargo, atrajo la atención de los droides separatistas, que rodearon a los jedi. Koon y Tano enviaron una señal de socorro y después se enfrentaron a los droides. Para cuando llegaron refuerzos, en forma de la nave de Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker, Koon y Tano habían derrotado a su nuevo enemigo.

También en 21 ABY, un grupo de cazadores trandoshanos mantenían una cabaña en Isla Cuatro, en la luna Wasskah que orbitaba Trandosha. Entre sus múltiples trofeos de caza (Pieles de wampa y de wookiees; cabezas de gran, gungan, ithoriano, rancor, reek, serpiente-dragón y skrilling; un casco de Neocruzado mandaloriano; un gundark, un narglatch y una calavera de cristal), se podía ver lo que parecían ser dientes de una Bestia Zillo. Estos cazadores intentaron perseguir a padawans como deporte, y fueron derrotados por ellos.

Este evento no está muy claro, pero aparentemente los Separatistas consiguieron su objetivo de clonar varias Bestias Zillo y soltarlas en Coruscant. El Canciller Palpatine declaró el estado de emergencia. Las fuerzas de la República y sus asociados trabajaron duro para combatir a los monstruos gigantes y a las Bestias.

Desde entonces, no se han registrado nuevos encuentros con las Bestias Zillo. Cuando terminó la guerra, la científica encargada de clonar a la Bestia, Sionver Boll, aún no había conseguido resultados; y el Canciller (después Emperador) le ordenó abandonar el proyecto.


La Bestia Zillo de las Guerras Clon


 

Ha llegado el momento de hablarles de la Bestia Zillo de las Guerras Clon: Un macho titánico de noventa y siete aterradores metros que atacaba con sus dientes, sus garras y sus terribles pisotones. Accidentalmente encontrado bajo la superficie de Malastare durante una intensa batalla de las Guerras Clon, la Bestia Zillo tuvo sus encuentros con personas tan relevantes como Anakin Skywalker, la doctora Sionver Boll y el Canciller Supremo Palpatine. Pero empecemos por el principio:

Corría el año 21 ABY y las Guerras Clon habían empezado. Las Bestias Zillo estaban prácticamente extintas por entonces; pero esta enorme criatura permanecía en hibernación, enterrada en el planeta Malastare, ajena a todos los problemas de la galaxia. No eran pocos esos problemas: Malastare era un campo de batalla entre los Separatistas y la República. Aquéllos pretendían tomar por la fuerza el planeta, mientras que la República quería defenderlo para que los dugs nativos proporcionasen a sus ejércitos valiosas reservas de combustible. Tan importante era esa lucha que la República envió no sólo a dos importantes generales jedi, Anakin Skywalker y Mace Windu, sino también a la doctora Sionver Boll, una científica que había desarrollado un arma de pulso electromagnético, la bomba de electro-protones, para inutilizar los objetos electrónicos. Las fuerzas separatistas eran droides electrónicos, mientras que la República y los dugs eran orgánicos. Boll mantenía que la bomba dañaría sólo al enemigo, deteniendo a sus ejércitos en seco, mientras que la República simplemente dejaría de poder utilizar algunas herramientas por tiempo limitado.

Un bombardero BTL-B flanqueado por cazas ARC-170 soltó la bomba sobre las filas enemigas. Boll tuvo razón en parte: los droides se desactivaron; mas hubo un efecto inesperado: La explosión dañó el suelo y abrió un enorme socavón de forma tan repentina que varios vehículos y tropas republicanas cayeron en el cráter rápidamente. Sin que la República pudiese imaginarlo, el desastre también había despertado a la enorme Bestia Zillo.

Los jedi enviaron un equipo de rescate formado por tropas clon para rescatar a los soldados perdidos; pero esta unidad dejó de responder tras encontrar y ser vapuleados por la Bestia Zillo; no está claro quién atacó primero. Al notar su ausencia, los generales jedi y el líder dug Doge Nakha Urus viajaron al pozo. Windu decidió ir personalmente como segundo equipo, junto con los soldados CC-6454 "Ponds", "Hawkeye" y "Trapper" en una cañonera, mientras Skywalker se reunía con Urus para negociar un tratado que permitiese a la República acceder al combustible. Windu y sus soldados encontraron pintadas en la pared, un casco y después a uno de los soldados perdidos que explicó que habían encontrado, merodeando, a un enemigo no separatista. Los otros soldados eran escépticos, pero Windu decidió avisar a Skywalker para que acudiese en su caza espacial como refuerzo adicional. Esto le daba mala espina.

Entonces Windu y sus soldados se dieron cuenta de que no estaban pisando el suelo, sino la colosal espina dorsal de la Bestia. La Bestia se fijó en los intrusos y rugió. Los clones, nerviosos, reaccionaron a la amenaza disparando. La Bestia no sufría daños por esos pequeños ataques, pero aun así decidió esquivar y, al moverse, tiró al suelo a los humanos. Entonces les persiguió rugiendo para pisotearles.



Esto me da mala espina.

Skywalker llegó entonces con su caza, copilotado por el droide R2-D2. Eso dio ocasión a Windu y a los clones para buscar cobijo; pero uno de los clones fue pisoteado (No sé cuál; son todos muy parecidos). Skywalker activó una baliza para ver mejor, y entonces se fijó en el titán. La repentina fuente de luz distrajo a la Bestia, permitiendo a Windu y a sus clones subirse a la cañonera para escapar. La Bestia sin embargo golpeó la nave espacial de Skywalker, derribándolo y después aplastándolo. Skywalker habría sufrido daños, pero saltó del vehículo condenado. La Bestia les vio escapar e intentó aplastar a Skywalker de un pisotón mientras, en la superficie, Windu ordenaba llevar artillería pesada. Skywalker intentó herir el tobillo del monstruo con su sable láser, pero las escamas de la Bestia le protegieron. Entonces Skywalker corrió por el cuerpo de la Bestia hasta llegar a la cabeza, y desde allí saltó al vacío para que le recogiese R2-D2, que tenía reactores para volar.

Skywalker se reunió con el resto de las fuerzas de la República y de Malastare en el borde del cráter. Por suerte, el pozo era tan profundo que ni siquiera la enorme Bestia Zillo llegaba a la superficie, y eso les permitía reagruparse y preparar un plan. El Doge Urus explicó que había reconocido la especie de la Bestia, y dejó claro que era un enemigo natural de los dugs. Urus estaba decidido a matar a la Bestia Zillo, y amenazó con negar el combustible que la República necesitaba, a menos que los jedi le ayudasen a destruir a la Bestia Zillo. Los valores morales de Windu le hicieron negarse: La criatura había vivido pacíficamente hasta ese momento y sólo había intentado defenderse cuando su territorio había sido invadido. Windu consideraba a la Bestia un ser inocente que debía ser protegido, además de una forma de vida tal vez única; pero los dugs pasaron el resto del día lanzando bombas al pozo con catapultas y toboganes: Urus tomó documentos antiguos de su gente para estudiar cuáles eran los puntos débiles de la criatura.



Los documentos antiguos de los dugs revelaban los puntos débiles de la Bestia Zillo.

Los jedi contactaron por holograma con el Canciller Palpatine. Éste inicialmente estaba interesado sólo en el combustible; pero la doctora Boll, también reacia a matar a la Bestia, convenció a Palpatine de que la criatura debía ser estudiada porque su biología tenía potencial armamentístico: Las escamas super-resistentes podrían ayudar a desarrollar armaduras más robustas para los clones. Al Canciller le interesaba reproducir y modificar estas escamas para usarlas como armadura. Skywalker ofreció un compromiso: Engañar a los dugs, haciéndoles creer que habían matado a la Bestia. En vez de eso, simplemente usarían un cañón aturdidor para afectar a su sistema nervioso, basándose en que Skywalker había observado, entre sus escamas, huecos pequeños por donde ese ataque podría entrar. Con la bestia hibernando, la República podría transportarla a otro planeta para estudiarla. Palpatine aprobó ese plan.

Pero Urus había iniciado otra estrategia: Verter combustible malastariano, que la Bestia encontraba doloroso y tóxico, en el pozo. Urus esperaba acabar con la Bestia con este plan que había funcionado en tiempos antiguos, y no se sintió intimidado cuando Windu le amenazó. El problema vino porque la corriente de combustible no fue suficiente para matar a la Bestia, sino que sólo consiguió enfurecerla y motivarla. Con sus extremidades extraordinarias, la Bestia consiguió escalar los muros del sumidero y emerger, causando estragos entre las fuerzas dugs y lanzando por el aire tanques como si fueran juguetes. Hubo grandes bajas mientras el monstruo sembraba el caos en el campo de batalla.



La Bestia Zillo, enfurecida, ataca a los dugs.

Windu ordenó a los tanques aturdidores disparar sus rayos. La Bestia se defendió destruyendo varios de sus agresores, pero acabó debilitándose ante las ráfagas y se derrumbó en el suelo, humeando. Incluso así, Skywalker no estaba seguro de que el monstruo estuviese inconsciente.



Tanques de la República disparan a la Bestia Zillo.

Mientras los dugs firmaban un tratado con la República, Palpatine informó a los jedi de que la comunidad científica, tras repasar la información disponible sobre la criatura, habían decidido que era mejor estudiarla en la capital galáctica Coruscant, considerada un entorno seguro. Cañoneras con cables levantaron a la criatura y la metieron en una enorme nave espacial. La Bestia Zillo viajó a Coruscant en un crucero tipo Venator.

El crucero aterrizó en Coruscant, en una zona de embarque cerca del enorme Centro de Ciencia y Tecnología de la República, con la Bestia aún dormida y en un carro repulsor. Tropas clones con armas pesadas le apuntaban mientras el Canciller y el vicecanciller Mas Amedda recibieron a los jedi en persona. Windu aceptó ceder el cuidado de la bestia a la doctora Boll a partir de ese momento, aunque insistió en que Boll debía tratar bien al animal; y, añadió el jedi, la situación era un riesgo innecesario. Windu se retiró al Templo Jedi donde explicó su punto de vista a su amigo, el jedi Obi-Wan Kenobi; y éste, más negociador que Windu, consideró que quizá podrían pedir a otra persona que intentase convencer al Canciller. Kenobi llamó a otra de sus amistades, la Senadora Padmé Amidala de Naboo. Amidala se interesó por proteger los intereses de la forma de vida y consiguió que Anakin Skywalker le permitiese reunirse con el Canciller; Skywalker se encontraba dividido en un debate entre dos personas a las que apreciaba.

Una vez la Bestia estuvo en el Centro de Ciencia y en el laboratorio parecido a un hangar, encadenada a estructuras parecidas a vigas y contenida por campos de fuerza, Boll envió a droides médicos y trabajadores a hurgar entre sus capas de escamas endurecidas, intentando averiguar su composición. Sin embargo, los droides no lograban arrancar las escamas, sólo causar dolor a la bestia. Boll dedujo no sólo que las escamas eran extraordinariamente ligeras, sino que la criatura podría ser inteligente. Cuando Palpatine y Amedda visitaron a Boll para ver su progreso, ella les explicó el problema, y Palpatine sugirió matar a la Bestia. Boll no estaba de acuerdo con la ejecución de un ser inteligente, menos aún del que podría ser el último de su especie, e incluso Amedda estaba sorprendido por la decisión; pero Palpatine insistió, amenazando con reemplazar a Boll por otro científico, e incluso sugirió que Boll usase la toxina producida por el combustible malastariano.



La Bestia Zillo atrapada en el laboratorio de Sionver Boll.

La doctora Boll fabricó un gas nocivo con la toxina del combustible, preparó varias cápsulas y contactó con Palpatine para darle una oportunidad de cambiar de idea. No fue así, con lo que Boll ordenó a sus droides gasear a la Bestia. Ella intentó tranquilizar a la criatura de palabra mientras las nubes letales la envolvían.

Sin embargo, la bestia forcejeó, se encabritó y consiguió escapar, destrozando las vigas y cortocircuitando los campos de fuerza. En su fuga, golpeó una cápsula flotante en donde estaba Boll, hiriendo a la doctora levemente. Con una fuerza extraordinaria, la Bestia rompió los muros exteriores del Centro de Ciencia. Allí esperaba tropas acorazadas que la atacaron, pero el monstruo se encaramó al edificio y escapó, corriendo por la ciudad.



La Bestia Zillo se libera y escapa.

Mientras las tropas se reagruparon, la doctora Boll llamó al Canciller, que estaba reunido con Amidala y a Skywalker en su despacho. Amidala insistió en que se debatiese sobre la posibilidad de salvar una especie entera, pero Palpatine era firme y alegaba que sus ciudadanos estaban muriendo rápidamente, así que el bien común exigía la muerte de la bestia. Aunque Skywalker había prometido ayudar a Amidala, él se mostró neutral. Entonces Boll explicó que la Bestia había escapado, y que ella dedicaría su tiempo a fabricar más veneno.

Escapando de su cautiverio, la Bestia atravesó los calles abarrotadas de la ciudad, dejando un rastro de destrucción entre rascacielos, rompiendo edificios y matando a viandantes. Mas la criatura no parecía carecer de mente: Una valla publicitaria mostraba la efigie del Canciller, y la Bestia atacó con especial intensidad ese proyector, embistiéndolo furiosamente, como si reconociese a la persona que estaba intentando matarla. Ignorando las cañoneras de la República que intentaban pararle, el monstruo escaló un rascacielos y desde la cima, encontró el edificio del Senado. En una extraordinaria demostración de creatividad, la bestia se dirigió hacia allí, e incluso buscó con sus enormes ojos por las ventanas, hasta dar con su enemigo.



El enorme ojo de la Bestia Zillo ha encontrado a su enemigo.

Los jedi fueron convocados. Mace Windu dirigió a las tropas en combate y, en el templo jedi, los maestros Aayla Secura y Yoda realizaron tareas de coordinación. Mientras, el Canciller y sus compañeros iniciaban la evacuación del edificio, corriendo a una lanzadera ejecutiva H-2 de Slayn & Korpin, desarmada. El piloto intentó escabullirse de la bestia, pero fracasó y el monstruo tomó la nave en su mano. Mientras tanto, Obi-Wan Kenobi se unía a Windu alrededor del Senado para coordinar una columna de tanques de asalto RX-200 con rayos aturdidores. Yoda ordenó que no disparasen, puesto que la criatura tenía al Canciller literalmente en sus manos.



La Bestia Zillo agarra la nave.

La fuerza de los dedos fue suficiente para hacer crujir los mamparos de la nave. Skywalker llevó a cabo un audaz plan: Con su sable láser, cortó la nave en dos secciones, de modo que una de las piezas no estaba agarrada, y los rehenes empezaron a deslizarse en caída libre. Skywalker sujetó a Amidala para que no cayese; R2-D2 detuvo la caída de otro droide; y los jedi Kenobi y Windu usaron sus poderes telequinéticos para reducir el impacto del resto. Secura y Yoda se unieron a la lid, saltando sobre la Bestia para despistarla.

Finalmente, cuando los rehenes estaban a salvo, Windu ordenó a las cañoneras abrir fuego para debilitar a la bestia. El monstruo centró su atención en el Canciller, que estaba en los restos de la nave con el piloto. R2-D2 voló a rescatarles con sus reactores; y el piloto, lógicamente, cedió a Palpatine el primer puesto. R2-D2 puso a salvo al Canciller, y entonces la Bestia Zillo aplastó al piloto con su pie.

Secura y Yoda dejaron de atacar, comprendiendo que no estaban ayudando, y Palpatine ordenó bombardear a la bestia con el gas. Él alegaba que la tecnología no permitía retenerla, así que sólo podían matarla. Los artilleros apuntaron en lo posible a la boca del monstruo, pero en general lo envolvieron en la nube tóxica. Los jedi usaron telekinesis para mantener el gas alejado de sus aliados. La bestia se retorció sobre el tejado semiesférico del Senado, cayó y resbaló, estrellándose contra el suelo. La doctora Boll, desanimada por su papel dañando a una criatura inocente, intentó consolar a la Bestia mientras ésta expiraba.

Al día siguiente, un trineo repulsor de carga pesada X-Alfa se llevó el cuerpo de la criatura de regreso al Centro de Ciencia. Todos los jedi fueron informados de lo sucedido. El Canciller insistió en que el sacrificio de la criatura no sería en vano, y entonces, en secreto, ordenó a la doctora Boll clonar a la Bestia.

Las Guerras Clon terminaron antes de que Boll llevase a buen término tan ambicioso proyecto; aunque parece que los Separatistas también tuvieron sus intentos.


Curiosidades


 

La Bestia Zillo (pronunciar "silo" según el doblaje español) fue creada para un arco argumental de la segunda temporada de la serie Star Wars: Las Guerras Clon. Aparece en los episodios 18º y 19º, respectivamente "La Bestia Zillo" (estrenado el 3 de abril de 2010, dirigido por Giancarlo Volpe con guion de Craig Titley) y "La Bestia Zillo Contraataca" (estrenado el 10 del mismo mes, dirigido por Stewart Lee con guion de Steven Melching). Se mencionan varios detalles sobre la producción y rodaje en las guías de ambos episodios en la web Star Wars.com, a menudo con guía del productor Dave Filoni, y con alguna errata.



Póster promocional que anuncia el segundo episodio en que aparece la Bestia Zillo.

En primer lugar, el episodio era un claro homenaje a las películas clásicas japonesas de Godzilla, incluyendo a la criatura y a su nombre, "zillo"; así como dos diseños de cascos de aviadores clones, el piloto Goji (en honor a "Gojira") y el artillero Rod (por "Rodan", un pteranodón de la serie). También se cuenta que, cuando la bestia aplasta a un clon, se oye el efecto de sonido de grito "Wilhelm".

En el segundo episodio, Filoni menciona que, tras considerar un posible romance entre la Bestia Zillo y Padmé como el de King Kong y Fay Wray, decidió optar por algo más creativo: Hacer que la Bestia fuese lo bastante inteligente para reconocer a Darth Sidious como un enemigo de toda la vida y que intentase destruirle. La Bestia es, según el guion, mucho más inteligente de lo que se deja entrever, de ahí la escena en que ataca la pantalla donde está Palpatine (y que por cierto reaprovecha metraje del 11º episodio de la temporada).

La web de Star Wars incluía además otros detalles, como el hecho de que los droides que intentan arrancarle las escamas habían aparecido en La Venganza de los Sith (2005, George Lucas), y varios diseños de arte conceptual, especialmente en el segundo episodio: La Bestia y su escala, por Randy Bartog (2008), y la Bestia en Coruscant, atacada por cañoneras y vista desde la cápsula de la científica. Algunos de estos detalles se mencionan también en un cortometraje de diez minutos, Attack of the Zillo Beast (2010), presentado con el DVD y Blu-Ray de la segunda temporada.

La Bestia aparece en varios materiales posteriores, por ejemplo: Star Wars: The Clone Wars: New Battlefronts: The Visual Guide (2010, Jason Fry), donde no sólo tiene una sección, sino que se usa su imagen para la parte interior de la portada y la contraportada. El libro tiene una sección dedicada a los episodios de la Bestia Zillo, pero termina de pronto en el momento en que la Bestia sostiene la nave de Palpatine en su mano

Las cartas Star Wars Galaxy Series 6 (2011) de Topps incluyen una imagen de la Bestia Zillo en la penúltima de ellas, "King of the Monsters", 119.

El libro infantil Star Wars: The Clone Wars: Don't Wake the Zillo Beast! (2011, DK Readers), para enseñar a leer a niños de tres a ocho años, incluyendo una breve descripción de la Bestia Zillo y varias imágenes.

Star Wars: The Clone Wars Comic UK Nº 6.23 (2011) incluye dos menciones a la Bestia zillo en la sección "Artoo's Greatest Hits", mencionando cómo R2-D2 rescata a Anakin de la Bestia en un episodio; y a C-3PO en el siguiente; de forma similar (con sus retrocohetes). El Nº 6.38 (2012) de la misma serie incluye a la Bestia en su "Creatures Top Five", con las criaturas "más aterradoras, monstruosas y peligrosas" encontradas por los protagonistas, y la Bestia Zillo gana a todas las demás con una puntuación perfecta de 10/10. Además, hay una sopa de letras de criaturas, y la Bestia era la única con la letra Z.

En Star Wars Insider Nº 139 (2013), el artículo "100 and Counting" describe los primeros cien episodios de la serie, evidentemente mencionando a la Bestia en los dos episodios en que es protagonista.

El artículo Drawing from the Imagination: Mythological Creatures in Star Wars, Part 1 (2013), del blog oficial de Tim Veekhoven y Kevin Beentjes, habla de las criaturas mitológicas que inspiraron seres del universo Star Wars como dragones (para el rancor) o gigantes (para el gorax), y cita al icono moderno de la cultura pop japonesa: El monstruo gigante Godzilla, como inspiración inmediata para la bestia Zillo; y de paso, a King Kong.

El juego de cartas digital de Digital Entertainment, Star Wars: Force Collection (2013-2018), para iOS & Android, tenía un evento sobre la Bestia Zillo, "The Ancient Terror" (21 a 28 de agosto de 2014); era opcional participar y menciona el ataque de las Bestias Zillo clonadas a Coruscant; y yo asumo que entra en continuidad.

Pero hay cosas que no hay forma de meter en continuidad, como la aparición de la Bestia en Star Wars: The Clone Wars: Head-to-Head (2011). Es una especie de libro-juego que propone un enfrentamiento entre dos personajes de Star Wars que supuestamente no hayan peleado en ningún momento. En esta versión, la Bestia escapa del laboratorio en Coruscant, y el único que se interpone entre ella y el Senado es el pequeño maestro Yoda, que salta sobre el lomo de la criatura. La verdad, esto sucedió en la serie, y Yoda demostró ser inútil en ese enfrentamiento. Sin embargo, Head-to-Head sugiere que Yoda derrota al monstruo al usar telepatía y convencer la Bestia para que vaya a una zona abandonada de Coruscant.

El monstruo también aparece en el videojuego LEGO Star Wars III: The Clone Wars (2010), que adapta los episodios de forma cómica. La Bestia Zillo es sorprendentemente orgánica, sin imitar el estilo modular de las figuras y construcciones de Lego, y además tiene algunas diferencias argumentales: No sólo la Bestia lleva un collar dorado que la aturde cuando el jugador lo destruye, sino que además es derrotado metiéndole un chupete enorme en la boca, y se lo llevan en una cañonera con un móvil infantil.



En el videojuego de Lego, le colocan un chupete a la Bestia Zillo como si fuera un bebé.

Pero no todo puede ajustarse. Hay contradicciones referidas a la Bestia Zillo, muchas de las cuales en las mismas fuentes: The Official Star Wars Fact File Part 7 (2014, DeAgostini), el remake del Fact Files original; y el artículo de la Bestia en la Encyclopedia online en la web oficial.

Por ejemplo, Fact File dice que los humos emitidos por vehículos malastarianos, al entrar en contacto con la Bestia, la incapacitaban; pero en el dibujo animado se muestra que sólo le afecta el contacto directo con el combustible, o con el vapor generado por Boll. Los tanques malastarianos, por muchos humos que emitan, no le hacen daño alguno.

Por su parte, la Encyclopedia dice que la Bestia no fue enjaulada en Coruscant, cuando fue atada y atrapada por campos de fuerza. Dice también que la Bestia mostró interés por cazar a Palpatine sobre todo después de que le llevasen a Coruscant; sin embargo, antes de que llevasen a la Bestia a Coruscant, ésta no parecía siquiera conocer a Palpatine.

No son la única fuente que se equivoca: "Creatures Top Five" dice que la piel de la Bestia la protege de rayos aturdidores, cuando precisamente son los rayos aturdidores lo que atraviesa su piel; y dice que los dugs habían controlado a la Bestia durante milenios usando su debilidad al combustible, cuando los dugs no controlaban a las Bestias sino que las mataban.

Por último, Head-to-Head dice que la Bestia tiene cinco brazos, cuando tiene tres brazos y dos patas: Es una criatura bípeda.



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Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
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