Los vors entraron en la Antigua República y durante siglos fueron miembros de la comunidad galáctica. Adoptaron el viaje espacial, construyeron puertos espaciales e iniciaron comercio: Vórtice pasó a importar tecnología media y alta, y a exportar comida y materias primas. Los vors daban la bienvenida a los turistas extragalácticos, e instalaron satélites climáticos artificiales que ayudasen a rastrear las tormentas en beneficio de los alienígenas (puesto que ellos no tenían necesidad de tales artefactos). El planeta tenía seis millones y medio de vors nativos, con una población alienígena insignificante.
Pero la participación de Vórtice en la República fue simbólica. En su mayoría, los vors no tenían interés en dejar su planeta para ver otros mundos, e incluso entonces rara vez se aventuraban lejos de Vórtice. Tal fue su actitud durante los más de doscientos años que pertenecieron a la República.
En el día 4:11 del año 188 antes de Yavin, se firmó el Tratado de Vors.
En el año 22 antes de Yavin, en plena crisis separatista, la Academia Médica de Rhire declaró que los vors en Coruscant corrían peligro de enfermar por la polución atmosférica, muy superior a los estándares recomendados. La Academia estudió a otras nueve especies que se daban en Coruscant, incluyendo otras seis emparentadas con aves, y publicó un informe indicando los peligros presentados. Las noticias de la HoloRed hicieron eco de este artículo.
Cuatro años después, al terminar las Guerras Clon, el Canciller Supremo Palpatine anunció el inicio del Nuevo Orden y se autoproclamó Emperador, recortando diversas libertades individuales. Los vors objetaron a los excesos cometidos por el Imperio. En señal de protesta, cerraron a cal y canto los agujeros de la Catedral de los Vientos, negándose así a permitir que la música sonase para nadie, vors o alienígenas, durante el reino del Imperio.
El emperador Palpatine murió en el año 4 después de Yavin, y después su espíritu fue exorcizado en el año 11. Aunque el Imperio no había desaparecido, la Nueva República apareció como un gobierno galáctico semidominante. Vórtice aceptó formar parte de la Nueva República y, en agradecimiento, la Ministra de Estado de la Nueva República, Princesa Leia Organa Solo de Alderaan fue invitada al Concierto de los Vientos.
El almirante Ackbar, Ministro de Defensa de la República, se ofreció a acompañarla en su vehículo personal, una lanzadera diplomática ala-B modificada por él mismo y por su amigo el mecánico calamariano Terpfen. Ackbar no quería delegar la tarea porque la seguridad de Organa Solo era de gran importancia; no confiaba en nadie más para esa misión, ni en ningún otro vehículo. Por desgracia, Terpfen era un agente imperial infiltrado que había saboteado la nave con el propósito de matar a Ackbar y a Organa Solo.
Al llegar a Vórtice, un controlador aéreo vor dio a Ackbar coordenadas específicas, que ya tenían en consideración los vientos presentes. Pero, por causa del sabotaje, la nave siempre viraba más de lo que debía. Por tres veces el controlador pidió a Ackbar que corrigiese el rumbo. Ackbar comprendió que, por motivos que él no podía imaginar, su nave iba a chocar contra Vórtice. Eyectó a Organa Solo para que ella estuviese a salvo pero, intentando minimizar el daño tanto para el planeta como para su nave, intentó un aterrizaje desesperado. La nave giró fuera de control en su aproximación final, y los controles dejaron de responder.
El ala-B colisionó contra la base de la Catedral de los Vientos, arando el suelo y los cimientos. En ese momento, miles de vors revoloteaban por la Catedral, y algunos intentaron huir, pero la mayoría no se movieron lo bastante rápido. Por causa de impacto, las torres cristalinas explotaron y se convirtieron en una infinidad de afiladas y minúsculas lanzas cortantes que saltaron en todas direcciones, atravesando los cuerpos alados de los vors.
La estructura propiamente dicha tardó en derrumbarse, pero acabó cayendo, torre a torre, hasta que apenas quedaban unos pocos tubos en pie. Organa Solo resultó intacta, y Ackbar sólo fue herido físicamente en el brazo. Pero trescientos cincuenta y ocho vors murieron en el desastre; después de que éstos hubiesen sido encontrados, la búsqueda continuó en vano durante un tiempo.
Coruscant se enteró casi al momento, y la Jefa de Estado Mon Mothma informó personalmente a Han Solo, marido de Organa Solo, de la situación y del estado personal de la Princesa.
Inmediatamente después, los vors empezaron a reconstruir la Catedral, con una impasibilidad que sorprendió a los dignatarios presentes. En esta ocasión, no intentaron recrear el diseño original, sino que siguieron un nuevo plan y un nuevo diseño almacenados en sus "mentes colectivas". Pese a su aparente tranquilidad, los vors encontraban que la nueva obra era una actividad cuasi sagrada, y decidieron dedicar todas sus energías creativas a terminarla cuanto antes: Por una vez, no cantarían durante el trabajo, y prohibieron implícitamente la música en Vórtice hasta que la nueva Catedral estuviese acabada.
Los vors no pidieron ayuda para esto, evitando así un potencial incidente galáctico. Sin embargo, la Nueva República apareció ante la opinión pública como peligrosa e incompetente, algo que no necesitaban durante su lucha contra la almirante Daala. Mon Mothma no pudo evitar el incremento de presión política por este desastre, pero por problemas de salud se vio forzada a delegar varias tareas diplomáticas en Organa Solo. Además, Mon Mothma decidió enviar un equipo de reconstrucción a Vórtice, aún no solicitado, para limpiar un poco la imagen de la República.
Por supuesto, la Nueva República inició una investigación, pero el análisis técnico de los restos de la nave fue encargado a Terpfen, que alteró los resultados para que pareciese error de piloto; el mismo Ackbar parecía creerlo, sobre todo al oírlo de labios de su amigo. El Consejo Gobernante de la Nueva República debatió entonces qué hacer con el culpable, Ackbar; el senador Hrekin Thorm consideró enviarlo a Vórtice como líder del equipo de reparación, pero el también senador Garm Bel Iblis asumió que los vors no agradecerían esa presencia. Ackbar decidió dimitir y retirarse a su mundo natal, Mon Calamari, en busca de algo de paz; la Nueva República le concedió su intimidad, pero Terpfen, siempre el espía, le siguió el rastro.
El equipo de alivio neorrepublicano ayudó a los vors a recoger las ruinas del desastre con gruesos guantes, mientras que los vors empezaron a trabajar reforzando los cimientos. La nueva Catedral pareció distinta desde el primer momento, siendo mucho más aerodinámica, pero manteniendo el aspecto orgánico de brillantes cilindros de cristal con muescas. Los vors no rechazaron ni reconocieron la ayuda enviada: Aceptaron a los trabajadores recién llegados y siguieron su labor a gran velocidad.
Los vors nunca rellenaron una protesta formal contra la Nueva República ni amenazaron con el fin de las relaciones; pero como raza se sentían aturdidos y se veían incapaces de volver a sus actividades normales sin el canto de la Catedral.
Vórtice fue entonces visitado por el General Wedge Antilles, de la Nueva República, que se unió a los equipos de alivio al desastre. Antilles era por entonces el guardaespaldas de una científica imperial disidente, la doctora Qwi Xux. Entre los restos, Xux encontró un tubito que había formado parte de una torre de la Catedral. Siendo ella una excelente intérprete musical, se llevó a los labios la improvisada flauta y tocó una melodía con los ojos cerrados. Sin que ella lo notasen, varios vors abandonaron su trabajo, se acercaron y la rodearon, mirándola y escuchándola con atención. Antilles y el equipo de alivio también dejaron su tarea con cierto estrépito al ver que atraía interés. Xux dejó de tocar y miró a Antilles, sin saber que decir. Entonces, un gran vor macho, líder de su clan, extendió la mano a Xux, exigiendo que le entregase la flauta. Ella obedeció, y él la aplastó en su mano, haciéndose graves cortes. Él aclaró de viva voz y en idioma Básico que no habría más música hasta que la Catedral estuviese reconstruída, y después de eso los vors se fueron volando, volviendo la trabajo.
Poco después, el consejero jefe de Vórtice Krini-shen comunicó oficialmente la prohibición musical. Los vors no exigieron responsabilidades por lo sucedido, pero promulgaron que no debía volver a pasar.
Qwi Xux proporcionó tecnología cristalian cuántica a los vors, y éstos aceptaron el regalo y lo incorporaron a la reconstrucción. Poco después, Xux fue atacada en Ithor por el jedi Kyp Durron, que le borró varios de sus recuerdos incluyendo lo sucedido en Vórtice. Xux recuperó poco después los recuerdos del evento antes indicado.
Más tarde, Terpfen confesó a Organa Solo su traición, así como las circunstancias atenuantes que incluían un lavado de cerebro. Organa Solo le pidió que confesase también ante Ackbar. El almirante quedó exculpado públicamente.
Meses después, los vors terminaron su tarea, y volvieron a invitar a la Nueva República al Concierto de los Vientos del año siguiente. Los vors no exigieron retribución a la Nueva República, y de hecho Ackbar estaba entre los invitados neorrepublicanos invitados. Otros delegados de prestigio fueron la familia Solo-Organa con sus droides y su wookiee, Winter, el general Antilles, la doctora Xux, y la Duquesa Mistal de Dargul y consorte. Por primera vez en décadas, la Catedral volvió a tocar, como si no hubiese pasado nada, y el Concierto terminó cuando los vors abrieron todas las escotillas y ventanas para aprovechar los mayores vientos del año en un gran final.
Pero, después de lo sucedido, los vors establecieron una zona de dos kilómetros alrededor de la Catedral en la cual quedaría terminantemente prohibido pilotar siquiera un retropropulsor personal. Que no vuelva a pasar.
Al año siguiente, en el 13 después de Yavin, la doctora Xux terminó una relación con el general Antilles, y decidió volver a Vórtice, el único lugar donde había encontrado la paz. Xux creía que sólo en Vórtice consiguió hacer una buena acción, y pidió a los vors que le permitiesen trabajar allí. Desde entonces, Xux escucharía las canciones de los vientos. Xux, que había diseñado inadvertidamente varias superarmas para el Imperio, sentía que oía los lamentos de sus víctimas, y esperaba alcanzar algún día la paz completa.
Más de una década después, en el 25 después de Yavin, la civilización fue sacudida por una invasión de alienígenas extragalácticos, los yuuzhan vong. Al principio de su invasión, los yuuzhan vong causaron muchas muertes, incluyendo la del jedi Miko Reglia. La jedi twi'lek Daeshara'cor, que tenía una relación personal con Reglia, sintió sed de venganza y decidió buscar una superarma comparable a la Estrella de la Muerte que pudiese usar contra los yuuzhan vong. Daeshara'cor viajó a Vórtice a buscar a Xux, y se entrevistó con ella al respecto. Xux negó tener recuerdo alguno sobre los diseños que ella había construído, puesto que su memoria había sido borrada de su mente por Kyp Durron. Incapaz de sacar nada en limpio, Daeshara'cor abandonó Vórtice.
Poco después, Luke Skywalker, Mara Jade y Mirax Terrik Horn siguieron el rastro de Daeshara'cor hasta Vórtice. Skywalker descubrió lo que Xux había hablado con Daeshara'cor, y además descubrió algo que Xux no había contado a Daeshara'cor: La doctora aún retenía el conocimiento y la inteligencia para diseñar una nueva superarma, o para reproducir un diseño previo, aunque no recordase haberlo hecho antes. Sin embargo, se negó rotundamente a hacerlo. Xux aprovechó para proponer a Skywalker que invitase a Durron a visitar Vórtice; ella creía que Durron también podía encontrar la paz.
El aliado de Skywalker, el también jedi Anakin Solo, analizó los registros de naves que hubiesen abandonado Vórtice indicando su destino, y cruzó las referencias para descubrir dónde había ido Daeshara'cor. Descubrió esa información, y Skywalker puso rumbo a Garos IV.
Ese mismo año, varios refugiados vor fueron vistos en un campamento de la Corporación Agrícola Salliche, en Ruan. Los vors habían construído un nido artificial para no vivir entre la mugre del campamento. Junto con los rybets, los vors vivían mejor que los refugiados de otras especies, que incluían bimms, gandianos, gotals, myneyrshi, ruurianos, sa-heelindeeli, tammarianos, weequays, wookiees y ryns.
En el 26 después de Yavin, se vieron también refugiados vor en el planeta Duro. El Comité Selecto del Senado para Refugiados construyó domos en el planeta, cada uno con una capacidad de mil colonos, que estaban ocupados al 1200%. En el Domo 32 había vors, ryn, vuvrianos, humanos (incluyendo la familia Solo Organa) y un hutt, Randa Besadii Diori, que exigía privilegios especiales superiores a los de los vors. Los vors, como el resto de refugiados, sentían especial respeto por Jaina Solo, antigua piloto del Escuadrón Pícaro, y la trataban con reverencia.
Pero Duro era un mundo especialmente polucionado, y por ello los Solo tenían cuidado con potenciales brechas en los domos y el equipo. Durante la estancia, fue preciso evacuar el Domo 32 e ir al domo Pórtice, ante la amenaza de una posible infección causada por biotecnología yuuzhan vong. La evacuación fue ordenada, aunque los vors formaron una piña porque eran los más afectados por la contaminación y porque necesitaban máscaras y equipo más que otros.
Después, el domo Pórtice empezó a restringir la entrada, temiendo que el vello de uno de los refugiados mamíferos (como un ryn) ocultase una hueva de bioarma, y se propuso permitir la entrada primero sólo de vors y vuvrianos. Jacen Solo rechazó esta discriminación y exigió que permitiesen entrar a todos.
Los refugiados vors, orgullosos y agradecidos, se ofrecieron voluntarios para realizar trabajo peligroso con trajes de protección química, e incluso sacaron los brazos arriesgando un contagio. Jacen Solo supervisó el inicio del trabajo pero después tuvo que irse; pidió a los vors que le avisasen si encontraban una amenaza de enfermedad, y así lo hicieron al detectar cinco escarabajos iridiscentes. Los vors huyeron, dejando la violencia al más preparado Jacen Solo.
Poco después, Leia Organa Solo descubrió que Nom Anor pretendía atacar Duro, así que inició una evacuación planetaria en lo posible que empezó por los vors y los droides presentes. Los Solo guiaron al grupo y les exigieron un gran esfuerzo, pero los vors estuvieron a la altura.
En el 27 después de Yavin, los yuuzhan vong y el Escuadrón Espectro de pilotos neorrepublicanos combatieron en la Batalla de Vórtice. Durante seis meses, los Espectros intentaron atravesar el bloqueo que los yuuzhan vong habían intentando poner entre Corelia y Vórtice, pero los interceptores dovin basal de los yuuzhan vong eran omnipresentes. Los Espectros retrocedieron, habiendo perdido esa batalla.
En el 28 después de Yavin, los yuuzhan vong conquistaron Coruscant, el Borde Interior y buena parte de los Bordes Medio y Exterior, incluyendo el planeta Vórtice. Posiblemente Vórtice fue arrasado. El jefe de estado de la República, Borsk Fey'lya, había muerto, y la Nueva República estaba reducida a sólo unos fragmentos del Borde Exterior, el Núcleo Profundo y otras zonas menores. El centro de mando se mudó a Mon Calamari, abandonando al autoproclamado Jefe de Estado Pwoe, y se prepararon elecciones para reemplazarle. Los principales candidatos eran Cal Omas de Alderaan, que contaba con el apoyo de los Solo y los Skywalker; Fyor Rodan de Commenor, caracterizado por su fuerte postura anti-Jedi; Cola Quis de Ryloth y Ta'laam Ranth de Antar. Sólo los senadores supervivientes tenían derecho a voto.
El Senador de Vórtice era Fyg Boras, que tenía a su cargo una multitud de refugiados vor. Boras era inicialmente un firme partidario público de Rodan. La Alianza de Contrabandistas, liderada por Lando Calrissian y Talon Karrde (ambos asociados de los Solo) presentó a Boras veinticinco toneladas de suministros para que los entregase a los refugiados, como gesto de buena voluntad; pero Boras pretendía quedarse esas provisiones para enriquecerse personalmente. Calrissian y Karrde lo habían previsto, y de hecho afectaron premeditadamente el mercado para que Boras no pudiese enriquecerse; después, amenazaron con hacer públicos sus actos salvo que Boras cambiase su voto en beneficio de Omas. Calrissian y Karrde habían realizado esta misma maniobra con otros senadores, permitiendo así la victoria de Omas.
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