LOS VORS

Articulo creado por Skippy Farlstendoiro y maquetado por Al Noah, los xenobiólogos de SithNET.
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores
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El Vórtice


 
"No habrá más música. No hasta que hayamos terminado aquí"

Si algo apasiona al estoico pueblo vor, es la música; pero los vors siguen estrictamente sus propias normas, difíciles de comprender para un extraño. Conozcamos hoy a los alienígenas voladores que han logrado dominar los fuertes vendavales de su Vórtice natal, y aprovecharlos para crear la maravilla.

VÓRTICE

Me congratula informarles de que, en esta ocasión, no tendremos que ir hasta el Borde Exterior. Nos quedaremos en el sector Glythe, del Borde Medio. Los vors son los nativos del planeta Vórtice, que orbita un sol amarillo en el adecuadamente llamado sistema Diez Tempestades.

Vórtice es un planeta de tipo terrestre, sin ninguna luna. Su día dura 18 horas estándar y su año, 421 días locales. Visto desde el exterior, no parece más que una esfera azul y gris, de aspecto metálico y tonos apagados. Aproximadamente la mitad de la superficie está cubierta de agua, y el resto son principalmente llanuras. Hasta aquí, nada extraordinario.

El eje planetario de Vórtice tiene una aguda inclinación tan grande que causa cambios graves y repentinos en el clima con el paso de las estaciones. Cuando llega el invierno, una serie de gases presentes en la atmósfera de Vórtice se congelan, y forman rápidamente unas enormes capas polares. La bajada de presión causa que aparezcan inmensas corrientes de aire. La solidificación de esos gases deja unas zonas vacías en la atmósfera, que se rellenan rápidamente con nubes y vapor que humean desde el ecuador hacia los polos, con la potencia de un ariete.

En consecuencia, al inicio del otoño y al final de la primavera, Vórtice es azotado por feroces tormentas de viento. Diversas ventiscas se combinan, entremezclan y barajan en la capa de aire local, arremolinándose en horrendos vendavales mientras se precipitan en ellas espirales de nubes que reducen la visibilidad. Los ciclones atacan las montañas y las llanuras de miles de kilómetros, cubiertas estas últimas por cierto de yerba cuyos colores incluyen púrpura, bermellón, bronce y marrón dorado. La turbulencia atmosférica de la temporada del temporal perturba tanto a los nativos que vuelan con alas orgánicas, como a cualquier piloto que intente aterrizar en esa peliaguda época.

Sé que es pobre consuelo pero, por lo demás, ese aire que puede matar es al menos respirable, la gravedad del planeta es baja y cómoda, y el clima es templado.

Existen bosques que se ven poco afectados por las tormentas. La fauna incluye un ave llamada Goa Lawah, que hace nidos y cuya saliva contiene bacterias tóxicas.


Los Vors


 

Es el momento de conocer a la única especie inteligente que ha evolucionado en Vórtice: Los vors. Se trata de seres humanoides parecidos a aves, o emparentados con ellos, aunque otras fuentes sugieren que son seres reptilianos o mamíferos. Sabemos que sus crías se acurrucan para protegerse, pero eso no es concluyente en este campo.

En todo caso, son humanoides de entre 150 y 190 metros de altura en la madurez, aunque los vors de 2 metros de alto no son raros. Los vors son criaturas ágiles de rasgos delicados, con cabezas planas y puntiagudas. Tienen una piel correosa pero suave, que suele ser verde con motas blancas y grises. Su rostro está dominado por un pico vestigial con una cresta simétrica en la nuca, y por unos párpados callosos sobre unos ojos de color obsidiana, a menudo carentes de pupila.

Los vors tienen extremidades esbeltas y largas. De sus brazos surgen unos alerones membranosos y traslúcidos que se extienden desde las muñecas a las caderas. Aunque las alas son pura piel correosa y translúcida y sólo tienen una envergadura de tres metros (bastante corta para permitirles volar), los vors compaginan esto con sus huesos huecos para poder volar y planear. Felizmente, esto se puede combinar con un control de vuelo natural adaptado a su propio planeta.



Ilustración de un Vor

Unas adaptaciones evolutivas tan emplazadas se pasan factura por otro lado: Los vors tienen unos pulmones llenos de nervios y muy adaptados a su propia atmósfera, sin duda útiles para volar. Son unos órganos susceptibles a moverse nerviosamente. Por desgracia, eso les hace muy susceptibles a la polución presente en muchos otros mundos. Por ello, en mundos que no cumplan los estándares planetarios de niveles máximos de contaminación, los vors sean, como otras especies emparentadas con aves, especialmente propensos a contraer putrefacción pulmonar, shock por dioxo-bronquiectasia, pulmón sílico y muda hemorrágica.

De nuevo en la parte positiva, los vors son seres muy inteligentes, para compensar su pobre constitución. Su gran cerebro se ha adaptado para sentir venir los vientos locales a través de años de observación práctica. A día de hoy, los mejores satélites climáticos especializados en rastrear tormentas de Vórtice siguen sin poder competir con las dotes predictivas de los vors. Además, los vors parecen tener una capacidad innata para trabajar en equipo con otros de su especie, estando a un paso de la mente colectiva de un enjambre.

La esperanza de vida de un vor es de ochenta y cinco años, cinco años más que la de un humano; pero biológicamente los vors alcanzan la madurez a los dieciséis, igual que los humanos.


La cultura de los Vors


 

Los vors no tienen emociones. Al menos eso es lo que dicen los seres de otras especies. Los vors son percibidos como personas frías que no se conmueven por los eventos a su alrededor, que no tienen pizca de gracia y que simplemente siguen adelante, esforzándose para completar cualquiera que sea su plan. Permítanme rebatirlo: Los vors son desde luego pacientes, tranquilos, pero desde luego tienen opiniones y sentimientos. Simplemente, no los expresan de modos fáciles de percibir para los que no son vors (excepto a través de la música y el vuelo).

También es cierto que los eventos individuales son menos importantes para los vors que las necesidades de la mayoría: Prefieren contemplar la situación de modo general, y por ello se ven menos afectados por un problema puntual, aunque anímicamente a otras especies les parecería algo grave.

Los vors suprimen sus emociones en público, permaneciendo imperturbables incluso en los momentos de gran alegría o tragedia. Ellos deshumanizan sus sentimientos para contener estrictamente sus emociones, y las consideran más tarde. Normalmente las alteraciones físicas se dan en momentos privados, y de todos modos es difícil notarlas si uno no es un vor o no está muy familiarizado con la especie.

Los vors son seres inteligentes, imaginativos, espirituales y pacíficos, que aborrecen la violencia. Tal es la paz de esta especie que algunos jedis se ven agradablemente afectados al entrar en Vórtice. Los vors son estudiosos y aprenden tanto conocimientos teóricos como habilidades prácticas. Además, debido a su capacidad de esconder bien sus emociones, son negociadores muy capaces y astutos.

Si algo les gusta a los vors es la música. Tienen una gran reputación por su música, etérea, evocadora, inquietante y desde luego inolvidable; en algunos evoca un sentimiento de tristeza e infinita añoranza, mientras que otros sienten un reluciente bienestar al escucharla. La voz de un vor es quebradiza, como una ramita de árbol, pero es hermosa cuando cantan; y de hecho cantan cuando realizan casi cualquier tarea.

El idioma de la especie se conoce como vorés o vortexlex. Es una lengua melodiosa de bajos gorgeos, musicales crujidos y vibrantes silbidos. Por escrito, los vors trazan líneas arremolinadas en torbellino y formas que disminuyen gradualmente para crear letras individuales. Casi todos los vors aprenden a hablar Básico.

Vórtice está habitado por no menos de seis mil quinientos millones de vors, pero aún así la base de su sociedad es tribal. No existe un gobierno central más allá de eso, pero tampoco hace falta porque los vors siempre consideran lo mejor para el conjunto y no las necesidades propias.



Búnkeres vors

Los vors viven en pequeños búnkeres o montecillos semienterrados en las llanuras y las montañas (ver imagen). Se refugian en estos domicilios cuando llegan los meses de vendaval; o cuando ven un síntoma de tormenta inminente como las nubes grises en espiral. Los cobijos vors se organizan en círculos concéntricos, alrededor del centro de su civilización. Cada asentamiento o pueblo hace varios círculos concéntricos, y es independiente de los otros. No existen uniones oficiales de comunidades, pero los vors trabajan juntos para realizar mantenimiento de los grandes monumentos y los puertos espaciales.

Los vors pueden realizar manipulación avanzada de materiales, como demuestran los majestuosos monumentos de su planeta. Sin embargo, reservan las capacidades de construcción sólo para los proyectos especiales: Sus hogares son tecnológicamente simples, poco contaminantes y biodegradables ("eran del mundo y nutrirán el mundo"), mientras que sus torres deben ser permanentes e impresionantes.

Pese a que los vors fueron miembros de la Antigua República y de todos los gobiernos galácticos dominantes posteriores, siempre fueron reticentes a integrarse en la corriente federal dominante. Prefieren una vida sencilla a una implicación directa en la política galáctica. El nivel tecnológico de Vórtice es bastante alto, aunque no tienen una gran industrialización; sus puertos espaciales están por debajo del nivel estándar de un planeta miembro de la República. Se dice que los vors imponen penas de trabajos manuales forzados por el intento de contrabando o inmigración ilegal, aunque es posible que esto fuese metafórico.



Ilutración de un Vor

Los vors que viajan por la galaxia son una minoría, formado principalmente por individuos acomodados, seres con ansia de explorar y tecnópatas que no se encuentran satisfechos en Vórtice. También dejan el planeta algunos expertos en vuelo natural, con tendencias exhibicionistas llamativas que disfrutan volando para disparar su adrenalina, confianza y dominio de la maniobrabilidad y velocidad; estos seres encuentran embriagador el catar aires y vientos de otros lugares.

Los vors son grandes artistas que han llevado a cabo majestuosos proyectos arquitectónicos cuya elegancia y espiritual belleza supera lo mundano. Para ello recurren más a un sentido de la armonía con su planeta y con otros de su especie, que a una metodología fácil de entender matemáticamente.

Su logro más importante y apreciado, así como el centro físico y espiritual del planeta y de la sociedad vor, es la Catedral de los Vientos. Erigida siguiendo un plano orgánico siglos antes del Imperio en una llanura rodeada de hierba, los vors construyeron una escultura del tamaño de una montaña. Tiene un extraño aspecto orgánico, se alza varios cientos de metros, y es etérea, cristalina y delicada, como un castillo hecho con cáscaras de huevo. Increíblemente compleja, refleja la luz del sol, haciéndola reducir y sobre los campos de hierba. El interior está formado por miles de pasadizos y cámaras huecas que atraviesan agujas, chapiteleles, espiras y torretas. En el exterior, aperturas, ventanas y tráqueas de diversos tamaños pueden abrirse o cerrarse desde dentro o desde fuera.



La Catedral de los Vientos

La Catedral no sólo resiste los peores huracanes de Vórtice. Más aún: Una vez al año, al iniciarse la temporada de huracanes, los vors usan la Catedral para dar un concierto, que con los años ha obtenido reputación a nivel galáctico como festival cultural. La idea es que miles de vors vuelen por dentro o fuera de la Catedral o escalen, abriendo y cerrando portillos con sus propios cuerpos, en perfecto orden y coordinación y siguiendo un plan que en la mente del grupo. El viento sopla a través de miles de aperturas y la Catedral vibra como un inmenso órgano, resonando con tonos ante los golpes de viento. La llamada "música de los vientos" ha sido descrita como reverberante y lúgubre.

Este Concierto de los Vientos no tiene rival en toda la galaxia: La música nunca es la misma, siendo creada por el clima y por los vors en una compleja improvisación (o alternativamente según un plan que nadie de otra especie puede entender). La grabación está estrictamente prohibida, y los vors consideran que no hay mayor honor que tocar en el Concierto.


La historia de los Vors


 

Los vors entraron en la Antigua República y durante siglos fueron miembros de la comunidad galáctica. Adoptaron el viaje espacial, construyeron puertos espaciales e iniciaron comercio: Vórtice pasó a importar tecnología media y alta, y a exportar comida y materias primas. Los vors daban la bienvenida a los turistas extragalácticos, e instalaron satélites climáticos artificiales que ayudasen a rastrear las tormentas en beneficio de los alienígenas (puesto que ellos no tenían necesidad de tales artefactos). El planeta tenía seis millones y medio de vors nativos, con una población alienígena insignificante.

Pero la participación de Vórtice en la República fue simbólica. En su mayoría, los vors no tenían interés en dejar su planeta para ver otros mundos, e incluso entonces rara vez se aventuraban lejos de Vórtice. Tal fue su actitud durante los más de doscientos años que pertenecieron a la República.

En el día 4:11 del año 188 antes de Yavin, se firmó el Tratado de Vors.

En el año 22 antes de Yavin, en plena crisis separatista, la Academia Médica de Rhire declaró que los vors en Coruscant corrían peligro de enfermar por la polución atmosférica, muy superior a los estándares recomendados. La Academia estudió a otras nueve especies que se daban en Coruscant, incluyendo otras seis emparentadas con aves, y publicó un informe indicando los peligros presentados. Las noticias de la HoloRed hicieron eco de este artículo.

Cuatro años después, al terminar las Guerras Clon, el Canciller Supremo Palpatine anunció el inicio del Nuevo Orden y se autoproclamó Emperador, recortando diversas libertades individuales. Los vors objetaron a los excesos cometidos por el Imperio. En señal de protesta, cerraron a cal y canto los agujeros de la Catedral de los Vientos, negándose así a permitir que la música sonase para nadie, vors o alienígenas, durante el reino del Imperio.

El emperador Palpatine murió en el año 4 después de Yavin, y después su espíritu fue exorcizado en el año 11. Aunque el Imperio no había desaparecido, la Nueva República apareció como un gobierno galáctico semidominante. Vórtice aceptó formar parte de la Nueva República y, en agradecimiento, la Ministra de Estado de la Nueva República, Princesa Leia Organa Solo de Alderaan fue invitada al Concierto de los Vientos.

El almirante Ackbar, Ministro de Defensa de la República, se ofreció a acompañarla en su vehículo personal, una lanzadera diplomática ala-B modificada por él mismo y por su amigo el mecánico calamariano Terpfen. Ackbar no quería delegar la tarea porque la seguridad de Organa Solo era de gran importancia; no confiaba en nadie más para esa misión, ni en ningún otro vehículo. Por desgracia, Terpfen era un agente imperial infiltrado que había saboteado la nave con el propósito de matar a Ackbar y a Organa Solo.

Al llegar a Vórtice, un controlador aéreo vor dio a Ackbar coordenadas específicas, que ya tenían en consideración los vientos presentes. Pero, por causa del sabotaje, la nave siempre viraba más de lo que debía. Por tres veces el controlador pidió a Ackbar que corrigiese el rumbo. Ackbar comprendió que, por motivos que él no podía imaginar, su nave iba a chocar contra Vórtice. Eyectó a Organa Solo para que ella estuviese a salvo pero, intentando minimizar el daño tanto para el planeta como para su nave, intentó un aterrizaje desesperado. La nave giró fuera de control en su aproximación final, y los controles dejaron de responder.

El ala-B colisionó contra la base de la Catedral de los Vientos, arando el suelo y los cimientos. En ese momento, miles de vors revoloteaban por la Catedral, y algunos intentaron huir, pero la mayoría no se movieron lo bastante rápido. Por causa de impacto, las torres cristalinas explotaron y se convirtieron en una infinidad de afiladas y minúsculas lanzas cortantes que saltaron en todas direcciones, atravesando los cuerpos alados de los vors.

La estructura propiamente dicha tardó en derrumbarse, pero acabó cayendo, torre a torre, hasta que apenas quedaban unos pocos tubos en pie. Organa Solo resultó intacta, y Ackbar sólo fue herido físicamente en el brazo. Pero trescientos cincuenta y ocho vors murieron en el desastre; después de que éstos hubiesen sido encontrados, la búsqueda continuó en vano durante un tiempo.

Coruscant se enteró casi al momento, y la Jefa de Estado Mon Mothma informó personalmente a Han Solo, marido de Organa Solo, de la situación y del estado personal de la Princesa.

Inmediatamente después, los vors empezaron a reconstruir la Catedral, con una impasibilidad que sorprendió a los dignatarios presentes. En esta ocasión, no intentaron recrear el diseño original, sino que siguieron un nuevo plan y un nuevo diseño almacenados en sus "mentes colectivas". Pese a su aparente tranquilidad, los vors encontraban que la nueva obra era una actividad cuasi sagrada, y decidieron dedicar todas sus energías creativas a terminarla cuanto antes: Por una vez, no cantarían durante el trabajo, y prohibieron implícitamente la música en Vórtice hasta que la nueva Catedral estuviese acabada.

Los vors no pidieron ayuda para esto, evitando así un potencial incidente galáctico. Sin embargo, la Nueva República apareció ante la opinión pública como peligrosa e incompetente, algo que no necesitaban durante su lucha contra la almirante Daala. Mon Mothma no pudo evitar el incremento de presión política por este desastre, pero por problemas de salud se vio forzada a delegar varias tareas diplomáticas en Organa Solo. Además, Mon Mothma decidió enviar un equipo de reconstrucción a Vórtice, aún no solicitado, para limpiar un poco la imagen de la República.

Por supuesto, la Nueva República inició una investigación, pero el análisis técnico de los restos de la nave fue encargado a Terpfen, que alteró los resultados para que pareciese error de piloto; el mismo Ackbar parecía creerlo, sobre todo al oírlo de labios de su amigo. El Consejo Gobernante de la Nueva República debatió entonces qué hacer con el culpable, Ackbar; el senador Hrekin Thorm consideró enviarlo a Vórtice como líder del equipo de reparación, pero el también senador Garm Bel Iblis asumió que los vors no agradecerían esa presencia. Ackbar decidió dimitir y retirarse a su mundo natal, Mon Calamari, en busca de algo de paz; la Nueva República le concedió su intimidad, pero Terpfen, siempre el espía, le siguió el rastro.

El equipo de alivio neorrepublicano ayudó a los vors a recoger las ruinas del desastre con gruesos guantes, mientras que los vors empezaron a trabajar reforzando los cimientos. La nueva Catedral pareció distinta desde el primer momento, siendo mucho más aerodinámica, pero manteniendo el aspecto orgánico de brillantes cilindros de cristal con muescas. Los vors no rechazaron ni reconocieron la ayuda enviada: Aceptaron a los trabajadores recién llegados y siguieron su labor a gran velocidad.

Los vors nunca rellenaron una protesta formal contra la Nueva República ni amenazaron con el fin de las relaciones; pero como raza se sentían aturdidos y se veían incapaces de volver a sus actividades normales sin el canto de la Catedral.

Vórtice fue entonces visitado por el General Wedge Antilles, de la Nueva República, que se unió a los equipos de alivio al desastre. Antilles era por entonces el guardaespaldas de una científica imperial disidente, la doctora Qwi Xux. Entre los restos, Xux encontró un tubito que había formado parte de una torre de la Catedral. Siendo ella una excelente intérprete musical, se llevó a los labios la improvisada flauta y tocó una melodía con los ojos cerrados. Sin que ella lo notasen, varios vors abandonaron su trabajo, se acercaron y la rodearon, mirándola y escuchándola con atención. Antilles y el equipo de alivio también dejaron su tarea con cierto estrépito al ver que atraía interés. Xux dejó de tocar y miró a Antilles, sin saber que decir. Entonces, un gran vor macho, líder de su clan, extendió la mano a Xux, exigiendo que le entregase la flauta. Ella obedeció, y él la aplastó en su mano, haciéndose graves cortes. Él aclaró de viva voz y en idioma Básico que no habría más música hasta que la Catedral estuviese reconstruída, y después de eso los vors se fueron volando, volviendo la trabajo.

Poco después, el consejero jefe de Vórtice Krini-shen comunicó oficialmente la prohibición musical. Los vors no exigieron responsabilidades por lo sucedido, pero promulgaron que no debía volver a pasar.

Qwi Xux proporcionó tecnología cristalian cuántica a los vors, y éstos aceptaron el regalo y lo incorporaron a la reconstrucción. Poco después, Xux fue atacada en Ithor por el jedi Kyp Durron, que le borró varios de sus recuerdos incluyendo lo sucedido en Vórtice. Xux recuperó poco después los recuerdos del evento antes indicado.

Más tarde, Terpfen confesó a Organa Solo su traición, así como las circunstancias atenuantes que incluían un lavado de cerebro. Organa Solo le pidió que confesase también ante Ackbar. El almirante quedó exculpado públicamente.

Meses después, los vors terminaron su tarea, y volvieron a invitar a la Nueva República al Concierto de los Vientos del año siguiente. Los vors no exigieron retribución a la Nueva República, y de hecho Ackbar estaba entre los invitados neorrepublicanos invitados. Otros delegados de prestigio fueron la familia Solo-Organa con sus droides y su wookiee, Winter, el general Antilles, la doctora Xux, y la Duquesa Mistal de Dargul y consorte. Por primera vez en décadas, la Catedral volvió a tocar, como si no hubiese pasado nada, y el Concierto terminó cuando los vors abrieron todas las escotillas y ventanas para aprovechar los mayores vientos del año en un gran final.

Pero, después de lo sucedido, los vors establecieron una zona de dos kilómetros alrededor de la Catedral en la cual quedaría terminantemente prohibido pilotar siquiera un retropropulsor personal. Que no vuelva a pasar.

Al año siguiente, en el 13 después de Yavin, la doctora Xux terminó una relación con el general Antilles, y decidió volver a Vórtice, el único lugar donde había encontrado la paz. Xux creía que sólo en Vórtice consiguió hacer una buena acción, y pidió a los vors que le permitiesen trabajar allí. Desde entonces, Xux escucharía las canciones de los vientos. Xux, que había diseñado inadvertidamente varias superarmas para el Imperio, sentía que oía los lamentos de sus víctimas, y esperaba alcanzar algún día la paz completa.

Más de una década después, en el 25 después de Yavin, la civilización fue sacudida por una invasión de alienígenas extragalácticos, los yuuzhan vong. Al principio de su invasión, los yuuzhan vong causaron muchas muertes, incluyendo la del jedi Miko Reglia. La jedi twi'lek Daeshara'cor, que tenía una relación personal con Reglia, sintió sed de venganza y decidió buscar una superarma comparable a la Estrella de la Muerte que pudiese usar contra los yuuzhan vong. Daeshara'cor viajó a Vórtice a buscar a Xux, y se entrevistó con ella al respecto. Xux negó tener recuerdo alguno sobre los diseños que ella había construído, puesto que su memoria había sido borrada de su mente por Kyp Durron. Incapaz de sacar nada en limpio, Daeshara'cor abandonó Vórtice.

Poco después, Luke Skywalker, Mara Jade y Mirax Terrik Horn siguieron el rastro de Daeshara'cor hasta Vórtice. Skywalker descubrió lo que Xux había hablado con Daeshara'cor, y además descubrió algo que Xux no había contado a Daeshara'cor: La doctora aún retenía el conocimiento y la inteligencia para diseñar una nueva superarma, o para reproducir un diseño previo, aunque no recordase haberlo hecho antes. Sin embargo, se negó rotundamente a hacerlo. Xux aprovechó para proponer a Skywalker que invitase a Durron a visitar Vórtice; ella creía que Durron también podía encontrar la paz.

El aliado de Skywalker, el también jedi Anakin Solo, analizó los registros de naves que hubiesen abandonado Vórtice indicando su destino, y cruzó las referencias para descubrir dónde había ido Daeshara'cor. Descubrió esa información, y Skywalker puso rumbo a Garos IV.

Ese mismo año, varios refugiados vor fueron vistos en un campamento de la Corporación Agrícola Salliche, en Ruan. Los vors habían construído un nido artificial para no vivir entre la mugre del campamento. Junto con los rybets, los vors vivían mejor que los refugiados de otras especies, que incluían bimms, gandianos, gotals, myneyrshi, ruurianos, sa-heelindeeli, tammarianos, weequays, wookiees y ryns.

En el 26 después de Yavin, se vieron también refugiados vor en el planeta Duro. El Comité Selecto del Senado para Refugiados construyó domos en el planeta, cada uno con una capacidad de mil colonos, que estaban ocupados al 1200%. En el Domo 32 había vors, ryn, vuvrianos, humanos (incluyendo la familia Solo Organa) y un hutt, Randa Besadii Diori, que exigía privilegios especiales superiores a los de los vors. Los vors, como el resto de refugiados, sentían especial respeto por Jaina Solo, antigua piloto del Escuadrón Pícaro, y la trataban con reverencia.

Pero Duro era un mundo especialmente polucionado, y por ello los Solo tenían cuidado con potenciales brechas en los domos y el equipo. Durante la estancia, fue preciso evacuar el Domo 32 e ir al domo Pórtice, ante la amenaza de una posible infección causada por biotecnología yuuzhan vong. La evacuación fue ordenada, aunque los vors formaron una piña porque eran los más afectados por la contaminación y porque necesitaban máscaras y equipo más que otros.

Después, el domo Pórtice empezó a restringir la entrada, temiendo que el vello de uno de los refugiados mamíferos (como un ryn) ocultase una hueva de bioarma, y se propuso permitir la entrada primero sólo de vors y vuvrianos. Jacen Solo rechazó esta discriminación y exigió que permitiesen entrar a todos.

Los refugiados vors, orgullosos y agradecidos, se ofrecieron voluntarios para realizar trabajo peligroso con trajes de protección química, e incluso sacaron los brazos arriesgando un contagio. Jacen Solo supervisó el inicio del trabajo pero después tuvo que irse; pidió a los vors que le avisasen si encontraban una amenaza de enfermedad, y así lo hicieron al detectar cinco escarabajos iridiscentes. Los vors huyeron, dejando la violencia al más preparado Jacen Solo.

Poco después, Leia Organa Solo descubrió que Nom Anor pretendía atacar Duro, así que inició una evacuación planetaria en lo posible que empezó por los vors y los droides presentes. Los Solo guiaron al grupo y les exigieron un gran esfuerzo, pero los vors estuvieron a la altura.

En el 27 después de Yavin, los yuuzhan vong y el Escuadrón Espectro de pilotos neorrepublicanos combatieron en la Batalla de Vórtice. Durante seis meses, los Espectros intentaron atravesar el bloqueo que los yuuzhan vong habían intentando poner entre Corelia y Vórtice, pero los interceptores dovin basal de los yuuzhan vong eran omnipresentes. Los Espectros retrocedieron, habiendo perdido esa batalla.

En el 28 después de Yavin, los yuuzhan vong conquistaron Coruscant, el Borde Interior y buena parte de los Bordes Medio y Exterior, incluyendo el planeta Vórtice. Posiblemente Vórtice fue arrasado. El jefe de estado de la República, Borsk Fey'lya, había muerto, y la Nueva República estaba reducida a sólo unos fragmentos del Borde Exterior, el Núcleo Profundo y otras zonas menores. El centro de mando se mudó a Mon Calamari, abandonando al autoproclamado Jefe de Estado Pwoe, y se prepararon elecciones para reemplazarle. Los principales candidatos eran Cal Omas de Alderaan, que contaba con el apoyo de los Solo y los Skywalker; Fyor Rodan de Commenor, caracterizado por su fuerte postura anti-Jedi; Cola Quis de Ryloth y Ta'laam Ranth de Antar. Sólo los senadores supervivientes tenían derecho a voto.

El Senador de Vórtice era Fyg Boras, que tenía a su cargo una multitud de refugiados vor. Boras era inicialmente un firme partidario público de Rodan. La Alianza de Contrabandistas, liderada por Lando Calrissian y Talon Karrde (ambos asociados de los Solo) presentó a Boras veinticinco toneladas de suministros para que los entregase a los refugiados, como gesto de buena voluntad; pero Boras pretendía quedarse esas provisiones para enriquecerse personalmente. Calrissian y Karrde lo habían previsto, y de hecho afectaron premeditadamente el mercado para que Boras no pudiese enriquecerse; después, amenazaron con hacer públicos sus actos salvo que Boras cambiase su voto en beneficio de Omas. Calrissian y Karrde habían realizado esta misma maniobra con otros senadores, permitiendo así la victoria de Omas.


Vors notorios


 

Fyg Boras: Este vor era Senador de Vórtice para la Nueva República en el año 28 después de Yavin, durante el auge de la guerra contra los yuuzhan vong. En ese tiempo, los yuuzhan vong ya habían conquistado el planeta Vórtice, pero miles de refugiados vor consiguieron salir. Boras era el responsable de todos ellos.

Los yuuzhan vong se habían hecho con Coruscant y con la mayoría de la galaxia Con los restos de la Nueva República apiñándose en su nueva sede de gobierno en Mon Calamari, y tras la muerte del jefe de estado Borsk Fey'lya y el abandono de su autoproclamado sustituto Pwoe, los Senadores supervivientes intentaron organizar una elección. Fyg Boras era un firme y vocal partidario de Fyor Rodan de Commenor, un candidato con una posición anti-jedi.

La Alianza de los Contrabandistas, liderada por Lando Calrissian y Talon Karrde, se entrevistó con Boras. Calrissian ofreció a Boras veinticinco toneladas de suministros para los refugiados, a modo de regalo, a cambio de que "considerase" votar la compra de droides de combate YVH 1 proporcionados por Armas Tendrando, una empresa en la que Calrissian tenía intereses. Calrissian grabó secretamente la conversación y midió sus palabras, dejando claro que los suministros debían ser entregados a los refugiados vors.

Boras intentó vender el material para su beneficio personal, pero la Alianza de Contrabandistas inundó el mercado con más material, con lo que Boras no consiguió realizar transacciones. No sólo no pudo obtener beneficio líquido, sino que el almacenamiento de la comida le costó dinero.

Después del voto sobre los YVH 1, Calrissian usó la grabación de la entrevista como palanca, para forzar a Boras a que apoyase al candidato Cal Omas, abandonando a Fyor Rodan. Boras se jactó de que Calrissian no podría delatarle sin delatarse a sí mismo, pero Calrissian le recordó que los suministros eran un donativo para el pueblo vor y que Boras los había robado a sus propios protegidos.

Tras el cambio de voto de Boras (y de otros senadores en situación similar), Cal Omas ganó las elecciones y se convirtió en el nuevo Jefe de Estado de la Nueva República.

Deskalur: Un famoso vor.

Inchiiri: Un famoso vor.

Kaliopi: Un famoso vor.

Krini-shen: Este vor era consejero jefe de Vórtice en el año 11 después de Yavin. En ese tiempo, la Catedral de los Vientos fue destruída por la colisión de un ala-B pilotado por el ministro de defensa de la Nueva República, Ackbar. La doctora Qwi Xux, invitada a Vórtice por el equipo de ayuda de la República, intentó tocar una flauta en el planeta.

Krini-shen hizo entonces un anuncio oficial indicando que Vórtice no culpaba a la Nueva República de lo sucedido, prefiriendo considerarlo un accidente. Sin embargo, dejó claro que construirían la Catedral a la mayor brevedad posible, y que interpretar cualquier tipo de música, incluyendo una canción, sería considerado una afrenta cuasi religiosa (aunque no se tomarían medidas retroactivas contra Xux).

Sha-viri: Un famoso vor.

Wiliran: Un famoso vor.

Yiruthir: Un famoso vor.



© S I T H N E T

Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
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