"Cuatro contra uno no es un combate justo, ni siquiera para un jedi." (Rumi Paramita)

Rumi Paramita era, como muchos otros frenk, cazarrecompensas. Audaz, siempre lista, más alta que la mayoría de los humanos, Paramita estaba apuntando con su arma a Anakin Skywalker, con apoyo de sus tres compinches, y en su frase desdeñaba la importancia de la joven jedi Ahsoka Tano. Conozcamos hoy a los frenk.

Los frenk eran una especie inteligente venida del planeta Gorobei, en el sistema homónimo del Borde Interior. Eran humanoides inteligentes, reptilianos y esbeltos.

Generalmente antropomorfos, eran extremadamente altos y delgados: Un adulto podía superar los dos metros de estatura, y alcanzar dos metros quince sin dificultad. Sus proporciones, sin embargo, no eran exactamente humanoides: Las extremidades eran proporcionalmente más finas y alargadas que las de un humano, lo cual les permitía ser más ágiles, rápidos y flexibles. Mostraban caderas anchas y las mujeres parecían tener pechos, lo cual era infrecuente en un reptil.

Sus cabezas en forma de diamante tenían dos ojos enormes, que eran habitualmente azules; y también cuatro fosas nasales en un hocico estrecho, sin nariz. La boca tenía dientes romos parecidos a los de un humano, y podía hablar en idioma Básico.

Twazzi era una frenk.

Las manos tenían cuatro dedos, incluyendo un pulgar oponible, lo cual les permitía manejar tecnología estándar como armas bláster. El segundo dedo, el que estaba junto al pulgar, era el más largo. En cuanto a sus pies, no tenían defensas naturales y estaban protegidos por zapatos.

La pigmentación de la piel podía ser rosa o verde moteada. Pequeños lunares eran visibles en su complexión.

Los frenks solían trabajar en la galaxia como cazarrecompensas y/o mercenarios. Eran vistos como ciudadanos en pleno derecho, y seres de otras especies podían trabar amistad con ellos. La frenk Twazzi se contaba entre los mejores cazarrecompensas de la galaxia durante su época.

Rumi Paramita llevaba el uniforme de la milicia frenk.

Los frenk tenían una milicia llamada el ejército frenk. La cazarrecompensas Rumi Paramita, miembro de una banda independiente de mercenarios, llevaba el uniforme de este ejército, aunque desgastado.

Los frenks eran conocidos en la galaxia desde al menos los tiempos de las Guerras Clon. Dos cazarrecompensas obtuvieron fama en esa época: Rumi Paramita, que colaboró con la banda de la zabrak Sugi y varios jedi en una heroica misión en Felucia; y Twazzi, que estaba entre los mejores cazarrecompensas en activo durante las Guerras Clon.

Rumi Paramita: Como otros frenks, Rumi Paramita trabajaba de cazarrecompensas y mercenaria, especializándose como francotiradora.

Esta frenk de Gorobei medía dos metros quince centímetros de estatura y tenía la piel rosada, ojos azules y un lunar a la derecha de la cara, entre la boca y el labio. Sus extremidades delgadas y aspecto larguirucho no le hacían parecer demasiado peligrosa, pero era alta y ágil, muy adecuada para ocupar posiciones delicadas desde donde disparar con precisión su rifle bláster IQA-11 (fabricado por el Gremio de Cazarrecompensas), del que rara vez se separaba. Su arma secundaria de elección era una pistola cromada para encuentros cercanos. Además de sus talentos de disparo, tenía capacidades de combate personal e incluso de liderazgo. Aguda de juicio, con disposición alegre y capaz de tratar relajadamente con clientes potenciales, Paramita mantenía su mente ocupada siempre pensando en estrategias y tácticas y evaluando la situación en que ella estuviese.

Rumi Paramita con su segunda arma favorita.

Paramita vestía el uniforme, descolorido, de la milicia de Gorobei, con botas reforzadas que necesitaban ser abrillantadas, pantalones con aperturas laterales pero con protección en la parte inferior de la pierna, una bolsa o cartuchera en la zona superior de la pierna derecha, otra bolsa con equipo colgando de la cintura, una cinta a modo de bandolera cruzando diagonalmente el pecho, una protección de hombro a muñeca en el brazo izquierda, una protección de antebrazo en el derecho, mitones en ambas manos, y una capucha que se sostenía en su sitio con un broche con la cara tallada de otro frenk.

Paramita se asoció con la banda de cazarrecompensas liderada por la zabrak Sugi, que tenía un sentido del honor infrecuente en su campo. Sugi aceptaba sólo empleos en los que ella creyese, cobrando una cantidad razonablemente baja (más gastos, incluyendo reparaciones a su nave), pero no aceptaba que la engañasen y nunca daba, ni pedía, cuartel. Tampoco aceptaba cambiarse de bando si su enemigo le ofrecía más dinero. El grupo se movía en una cañonera de asalto SS-54 de Astilleros Botajef llamada Halo, incómoda pero potente y que posiblemente no debería haber sido puesta a la venta para uso civil.

Los otros miembros de su equipo eran Embo, un reputado cazarrecompensas kyuzo; y Séripas, un diminuto alienígena en una enorme armadura de combate. Sugi respetaba tanto la sensatez y el carisma de Paramita, que la puso como su segunda al mando. Paramita a su vez seguía fielmente a Sugi, nunca le discutía, y siempre tenía el rifle listo para ella.

De derecha a izquierda: Sugi, Embo y Paramita.

En 21 ABY, durante las Guerras Clon, la banda de Sugi hizo un trato con un pueblo granjero de felucianos llamado Akira. Por entonces, Felucia cultivaba nysillin, una de las plantas medicinales más valiosas de la galaxia. Aunque los nativos intentaban no implicarse en la guerra, el valor de su especia atraía la atención de los dos bandos (la República y los Separatistas), y también de bandas piratas. El capitán Hondo Ohnaka, el rey pirata del sistema Florrum, y su banda de bandidos weequays como él se interesaron por Akira y extorsionaban a los indefensos granjeros, exigiéndoles una gran parte de su cosecha, o destruirían el pueblo con los granjeros dentro.

Los granjeros pidieron ayuda a los mercenarios de Sugi, y éstos aceptaron combatir a los piratas a cambio de un pago considerablemente menor que el que exigía Ohnaka. Aunque este trabajo podía verse como extorsión por parte de Sugi, el jefe feluciano Casiss estaba encantado de tener a alguien que le ayudase y acabaría siendo visto como una de las acciones más heroicas del grupo. Sugi además estaba decidida a cumplir el trabajo aunque le costase su vida, o la de su banda.

Los felucianos esperaban otra visita de los piratas así que, al ver acercarse a alguien, se ocultaron; sus protectores también lo hicieron, pero para emboscar a los intrusos. No eran piratas: En el interior de un edificio, dos jedis -el joven humano Anakin Skywalker y su aprendiza padawana togruta Ahsoka Tano- encontraron a los felucianos en un sótano; pero entonces se vieron rodeados por los cuatro cazarrecompensas. Sugi les conminó a rendirse, con Embo y Paramita secundándola. Un tercer jedi, el famosísimo maestro Obi-Wan Kenobi, se dejó ver en la puerta, y los cazarrecompensas no le tenían controlado.

Pero entonces el viejo Casiss buscó una salida pacífica que permitiese a los jedis ayudarles también. Sugi protestó porque no permitiría que se echasen atrás en su trato. Casiss ofreció una cena a todos para explicar el problema.

Ah, mas ni siquiera eso arregló la situación, y fue Kenobi, llamado el Negociador, quien estaba menos dispuesto a negociar. Después de acusar a los cazarrecompensas de abusar de los granjeros, él negó la ayuda de los jedi: Tenían una misión relativa a una estación médica destruida y, si no la cumplían, Kenobi temía que los Separatistas invadiesen el planeta, perjudicando aún más a los granjeros. Por otro lado, los jedi eran náufragos y necesitaban una nave para ello; y Sugi no les iba a prestar la suya.

Esa misma noche, los piratas hicieron una visita al pueblo. Los cazarrecompensas y los jedi les plantaron cara e intercambiaron amenazas. Los weequays no se sintieron intimidados por el bajo número de sus enemigos; pero Ohnaka intentó resolver la situación comprando a la banda de Sugi. Éstos se negaron, y Paramita primero, Embo después, apuntaron a los weequays. Kenobi ofreció un plan alternativo: La República pagaría a Ohnaka para que llevase a los jedi a su territorio. Ohnaka lo rechazó porque los créditos de la República no le servían. Los piratas se fueron, pero dejando claro que volverían.

Paramita, en el fondo a la izquierda, asiste a la reunión de estrategia con su rifle.

Kenobi aceptó ayudar a Sugi a preparar una estrategia defensiva, en una reunión en que participaron todos los cazarrecompensas; sin embargo, no permitió que los jedi ayudasen en el conflicto. Skywalker insistió en al menos entrenar a los granjeros para que pudiesen defenderse solos, pero no tuvo mucho éxito. Al hacer esto a la luz del día, fue visto por un espía weequay. Sugi detectó al observador y envió a Embo a detenerle; funcionó, pero claramente, cuando el agente de Ohnaka no regresase, éste decidiría atacar con una fuerza mayor, convencido de que los jedi aceptaban implicarse.

Paramita contribuyó en la organización, indicando a los granjeros dónde debían ir y reuniéndolos para la defensa.

En el centro, Paramita colabora en la coordinación de la defensa de Akira.

Cuando los piratas atacaron en sus motos-jet, encontraron una valla láser y, defendiéndola desde fuera, a Sugi, a Embo y a la caballería de granjeros sobre tee-muss. En su segunda fase, la padawana Tano y Séripas derribaban plantas para provocar accidentes, mientras los granjeros atacaban con tirachinas. Paramita estaba sobre un alto edificio, disparando y derribando a los motoristas weequays que se acercaban. Cuando lo hacía, los weequays eran acosados por granjeros superiores en número que les emboscaban.

Sin embargo, Ohnaka contaba con un tanque speeder WLO-5 ubrikkiano, que mantenía en retaguardia. Skywalker llegó hasta allí y forcejeó con Ohnaka; pero la mascota de Ohnaka, el monolagarto kowakiano Pikk Mukmuk, manipuló los controles del tanque mientras tanto y disparó a Paramita (Posiblemente sólo le dio al botón de disparo después de que Ohnaka hubiese apuntado). Paramita vio venir el proyectil, pero era tarde para esquivarlo. Ella fue derribada y cayó al suelo. Los granjeros a su cargo la vieron y dejaron de vapulear a un weequay en ese momento. Sugi también lo vio y sólo pudo gritar "no".

Finalmente, Ohnaka fue derrotado y sus piratas abandonaron Felucia porque "ya no era rentable".

El cadáver de Paramita en un ataúd en la bodega de la nave.

Sugi y su banda aceptaron transportar a los jedi a espacio republicano en el Halo. Se llevaron también el cuerpo inerte de Paramita en un ataúd en su bodega; Embo y Séripas la velaron mientras Sugi pilotaba con Kenobi y Tano (Skywalker estaba también en la bodega, pero no hay pruebas de que velase a Paramita).

Twazzi era una esbelta frenk venida de Gorobei que trabajaba, como muchos de su especie, como mercenaria y cazarrecompensas.

De piel verde moteada y grandes ojos azules, Twazzi solía vestir ropa azul y gris, y usaba el rifle bláster de cañón largo y la pistola bláster como armas de elección. Tenía una imponente altura de dos metros once centímetros y una esbeltez y flexibilidad de equilibrista que le permitían adoptar una posición estable en puestos de francotirador prácticamente imposibles para la mayoría de humanoides.

Twazzi.

En una ocasión, el Canciller Finis Valorum fue testigo excepcional de los movimientos de Twazzi, y alabó públicamente las acrobacias de la frenk.

En tiempos de las Guerras Clon, Twazzi era uno de los cazarrecompensas más importantes y reputados en activo, y en el mismo aliento se mentaba su nombre y el del imparable kyuzo Embo o el mortífero duro Cad Bane. El matón humano Rako Hardeen, llamado el Tirador de Concord Dawn, ansiaba estar a la altura de Twazzi, pero en toda su vida nunca alcanzó ese prestigio.

En 20 ABY, el líder de los Separatistas Conde Dooku preparó un plan para secuestrar al Canciller Palpatine de la República cuando este último estuviese presidiendo una ceremonia pública, el Festival de la Luz, en el planeta Naboo (para pedir la liberación de todos los presos separatistas o ejecutarían al político). Para tal misión, Dooku recurrió al findiano Moralo Eval, un cerebro criminal. Ambos decidieron reclutar a los mejores cazarrecompensas disponibles y ponerles a prueba en una gymkhana que identificase a los más astutos, hábiles y mortíferos, y que además simulase las situaciones de la misión. Eval hizo correr la voz para atraer a los candidatos a la finca de Dooku en el planeta Serenno, tentándoles con una recompensa lo bastante grande para que se pudiesen jubilar y un trabajo que cambiaría el curso de la guerra.

Twazzi viajó a Serenno en una nave espacial, al igual que Bane, recién fugado de la cárcel, y Embo. Los otros participantes eran los hermanos ithorianos Bulduga y Onca; Derrown el Exterminador, un exótico parwan; Jakoli, un cazador rodiano que nunca entregaba a su presa viva; el selkath Mantu; Sinrich, snivviano e inventor de la Matriz de Disfraz Holográfica (que formaba parte del plan de Eval); el sakiyano Sixtat, el Carnicero de la Frontera; la ex-pirata weequay Kiera Swan; y un recién llegado: Rako Hardeen, que acababa de asesinar al maestro jedi Obi-Wan Kenobi, ganándose un lugar allí.

Los doce de Eval. De izquierda a derecha: Jakoli, Onca, Mantu, Embo, Twazzi, Moralo Eval, el falso Rako Hardeen, Cad Bane, Kiera Swan, Derrown el Exterminador, Sinrich, Bulduga y Sixtat.

En realidad, Hardeen no había matado a Kenobi. Kenobi había derrotado a Hardeen y se estaba haciendo pasar por Hardeen para infiltrarse en la operación enemiga. Es bueno que el lector tenga claro esto por ahora.

Mientras los doce cazarrecompensas esperaban a su empleador en un patio abierto, Twazzi practicaba unas volteretas. Bane mató a Bulduga delante de todos para quedarse su sombrero. Esto no supuso un problema para nadie, excepto para Bulduga.

Dooku llegó al patio, saludó a sus invitados y destacó una proeza de cada uno de ellos. Les explicó que sólo necesitaba a cinco cazarrecompensas y que, si sobrevivían más de cinco a la prueba, los peores serían ejecutados para proteger el secreto de la misión. Eval se vanaglorió de haber diseñado la caja, y les instó a entrar, dejando las armas a la entrada. Twazzi estuvo entre los primeros en dar un paso al frente y entrar en un ascensor hacia lo desconocido. En seguida Eval les explicó a todos, por una pantalla, que el objetivo era escapar deprisa sin considerar regla alguna. Twazzi le prestó atención.

La primera prueba fue escapar de una habitación que se estaba llenando desde el suelo de gas dioxis; Twazzi se alejó de los puntos críticos con volteretas cuando Hardeen explicó que el gas era letal si se respiraba. Se alzaron entonces plataformas desde baldosas individuales, y cada cazador intentaba subir a una, compitiendo por esos puestos. Twazzi dio un codazo a Jakoli para mantener su posición (pero Jakoli sobrevivió a la caída). Entonces las plataformas llegaron al techo, amenazando con aplastar a los cazadores. Twazzi primero se agachó, y después huyó de un salto, agarrándose al lateral de una de las columnas bajo las plataformas y, con otra columna a su otro lado, subió y se mantuvo a flote.

En la primera prueba, Twazzi se sube a una plataforma.

El falso Hardeen dedujo que la salida era un túnel subterráneo y se ofreció a buscarlo, aprovechando los filtros de su casco para sobrevivir un poco más de tiempo bajo el gas. Twazzi y los otros le miraron hasta que desapareció. Hardeen les reveló dónde estaba la salida, e invitó a todos a seguirle. Bane fue el primero; Twazzi, la siguiente.

En la segunda prueba, espadas con lanzallamas surgían de las paredes sin un patrón aparente. Onca fue atravesado y murió. Hardeen se fijó en una salida en la parte superior, identificó el patrón de las espadas, y se dio cuenta de que, si saltaban de la forma correcta, podían usarlas como escaleras. Hardeen condujo al grupo a la salida de nuevo, y una vez más Bane fue el primero en seguirle; después fueron Embo y más tarde Twazzi. Sinrich y Swan, sin embargo, murieron en esta prueba.

La sala de la tercera prueba estaba cubierta por un escudo de rayos que se acercaba peligrosamente al grupo. El interruptor que lo desactivaba estaba en un espacio pequeño, y Eval ofrecía un suero que daba inmunidad temporal a la persona que se lo inyectase… pero era letal para casi todas las especies presentes. Antes de que tomasen una decisión, el suelo se movió y Jakoli murió en la trampa; Twazzi y los demás se movieron a tiempo a una parte estable del suelo. Derrown, el parwan, explicó que su especie tenía inmunidad, y Hardeen convenció al resto para que le permitiesen intentarlo. Derrown desactivó el escudo, pero no antes de que Mantu también muriese.

Twazzi contempla el suero de la tercera prueba.

En una plataforma sobre un suelo empapado en llamas, los supervivientes se enfrentaron a un reto de puntería: Un pequeño blanco amarillo se movía por la pared, y se ofrecía a los cazadores un rifle de francotirador. Sixtat se lanzó a demostrar su habilidad pero, cuando acabó fallando, la plataforma bajo sus pies desapreció y le hizo caer. La máquina ofreció un segundo rifle a Hardeen, con sólo siete disparos. Eval le hizo disparar contra tres blancos, y después le presentó cinco blancos más: La misión era imposible, y Eval sólo pretendía librarse de Hardeen, de quien desconfiaba. Entre burlas de Eval, la plataforma desapareció bajo los pies del infiltrado para que él cayese a su muerte.

Sin embargo, Bane lanzó una cuerda a Hardeen para salvarle; y a su lado, Derrown, Embo y Twazzi le apoyaron en silencio. Bane criticó a Eval por atacar traicioneramente a Hardeen y le instó a enfrentarle en persona. Dooku coincidió con Bane, y obligó a Eval a batirse en duelo con Hardeen, ante los ojos de Twazzi y de los demás. Hardeen venció, pero se negó a matar a Eval si no había dinero por medio. Se ganó entonces el respeto de Bane, Derrown, Embo y Twazzi; pero Dooku y Eval desconfiaban de él.

Twazzi y los demás supervivientes apoyan a Cad Bane.

Dooku felicitó entonces a los supervivientes, les explicó que la misión era raptar a Palpatine al día siguiente. Dooku también cedió el mando de la operación a Bane: No a Eval, ni a Hardeen.

El grupo viajó a Naboo. Derrown, Embo y Eval se infiltraron en el hangar del Palacio de Theed, matando a algunos guardias, y entonces abrieron la entrada para que pasasen Bane, Dooku Hardeen y Twazzi. Dooku les dio un discurso motivacional y cedió la palabra a Bane. Bane explicó el plan: Todos usarían dispositivos de rastreo que indicarían su posición, y hologramas de sombras para disfrazarse, en su mayoría de guardias, excepto el propio Bane, que se disfrazaría de visitante neimoidiano para mezclarse con el público y servir de apoyo. Un escudo de rayos sellaba el palacio; pero Derrown podía atravesarlo y desactivarlo. Hardeen recibió un rifle de francotirador para derribar al Canciller desde un punto elevado (Pero Dooku desconfiaba de Hardeen y había dejado un micro en el maletín del rifle). Embo y Twazzi se harían pasar por la escolta del Canciller, Comandos del Senado, para llevárselo. Eval conduciría el speeder de fuga. Todos aceptaron el plan, y entraron en sus holos.

El equipo de Dooku; Twazzi está de espaldas.

Kenobi informó a los jedi que se ocupaban de reforzar la seguridad y les instó a que se verificase la identidad de los guardias, pero esa medida fue insuficiente.

Derrown efectivamente desactivó el escudo, provocando una explosión que aturdió al Canciller. Los jedi presentes corrieron en busca de la amenaza, y el maestro Mace Windu dejó la seguridad del Canciller en manos de dos falsos guardias: Embo y Twazzi. Rápidamente los cazarrecompensas hicieron un truco: Twazzi puso un disfraz holográfico sobre el Canciller inconsciente para que el Canciller pareciese ser uno de los guardias. Twazzi cambió su disfraz para que ella pareciese ser el Canciller. Entonces Twazzi, cojeando, "permitió" que el otro guardia (Embo) la ayudase a llegar al speeder. Mientras tanto, Bane (disfrazado de neimoidiano) se llevó al falso guardia inconsciente (realmente el Canciller) sin que nadie se fijase en él.

Twazzi usa el holograma para parecerse a Palpatine.

Desde su puesto de francotirador, y sabiendo lo que debía buscar, Kenobi se fijó en un fallo en el disfraz de Embo, y advirtió a Windu por comunicador de que el guardia que se llevaba al Canciller era falso. Mace Windu y otro jedi, Anakin Skywalker, interceptaron a Embo cuando éste estaba subiendo a un speeder. Mace amenazó a Embo con su arma y Embo levantó las manos.

Pero los jedi aún no sabían que el Canciller era falso y, cuando Skywalker se interesó por éste, Twazzi le dio una bofetada y varios puñetazos. Skywalker reaccionó atacándola con su sable, cercenándole el brazo derecho en el proceso. Enfurecido, Skywalker preguntó dónde estaba el Canciller. Bane y Eval se dejaron ver en un speeder con el prisionero, y huyeron.

Twazzi y Embo fueron arrestados en ese momento. Bane y Eval cayeron en manos de los jedi poco después. Dooku escapó, y sólo después se descubrió que toda la operación era sólo una finta para identificar posibles jedi infiltrados en sus operaciones, y para que la seguridad se relajase de modo que él pudiese lanzar su propio plan de secuestro. Dooku también fracasó, sin embargo.

Los frenks fueron creados para la segunda temporada de la teleserie The Clone Wars (2008-2014). Como explicó el productor y director supervisor Dave Filoni en el artículo de Jonathan Wilkins Bringing Back the Bounty! publicado en Star Wars Insider Nº 114 (2009), uno de los temas principales que querían introducir era a los cazarrecompensas, pero que esta vez participasen en la trama en vez de ser sólo figurantes imponentes como Bossk o IG-88.

La primera frenk en aparecer fue Rumi Paramita en el episodio 17, Cazarrecompensas (dir. Steward Lee), emitido el 2 de abril de 2010 con guion de Carl Ellsworth y una dedicatoria a la memoria del director de cine japonés Akira Kurosawa: El episodio es un claro homenaje a la película Los Siete Samuráis (1954, Akira Kurosawa), y el poblado feluciano incluso se llama Akira.

El artículo The Unusual Suspects de Jonathan Wilkins, publicado en Star Wars Insider Nº 117 (2010), presenta arte conceptual de los cazarrecompensas de ese episodio, en este caso de David Le Merrer. Filoni explica que quería que todos tuviesen elementos coloridos y variados, distintivos, para indicar que ninguno llevaba meramente el uniforme de un único cuerpo policial; aunque más tarde, Star Wars: The Clone Wars Magazine Nº 18 (2013) declaró que la ropa de Paramita era el uniforme de la milicia de su mundo.

En el artículo explicaban que George Lucas solía enviar un diseño y pedir algo parecido a eso; pero después a veces había muchos cambios. Paramita empezó como un "ratoncito estrecho", un alienígena clásico bizarro de cabeza grande y miembros delgados, lo que definió incluso cuál sería el tipo de voz en su doblaje. La voz de Paramita fue proporcionada por la actriz de doblaje Anna Graves, que también daba voz a Sugi en el mismo episodio y, en otros episodios, a personajes como la Duquesa Satine Kryze y Meena Tills.

El armamento de Paramita, diseñados por el artista conceptual David Marshal, eran similares al equipo de Castas, el klatooiniano visto en el episodio R2 rumbo a casa (2010, dir. Giancarlo Volpe), también en la temporada 2.

Arte conceptual de Rumi Paramita.

Filoni grabó un breve video respondiendo a una pregunta hecha por un fan (no he conseguido pillar el mote del fan) sobre si Paramita sobrevivía al episodio o no. Filoni, con una sonrisa, explicó que Paramita había muerto en la batalla: Era necesario mostrar víctimas en la guerra. Inicialmente Embo también iba a morir en ese episodio, como se indicó también en el blog oficial en el artículo Chronicling the Star Wars (2013). Filoni también tuvo que quitar algo de trama de Paramita.

La muerte de Rumi Paramita en Felucia.

Twazzi aparece en dos episodios de la cuarta temporada: El decimoséptimo, La Caja (Brian Kalin O'Connell), emitido el 3 de febrero de 2012; y el decimoctavo, Crisis en Naboo (Danny Keller), emitido el 10 del mismo mes, ambos escritos por Danny Keller. Para crear a los múltiples cazarrecompensas que aparecen, a menudo se recurrió a personalizaciones de modelos ya existentes de episodios previos. Los precursores de Manto, Sinrich y Sixtat aparecieron en el episodio 3x21 Padawan Perdida (2011, Dave Filoni), y Jakoli es básicamente Greedo en el episodio 3x4 Esfera de Influencia (2010, Kyle Dunlevy). Twazzi por supuesto es una personalización de Paramita.

Twazzi no habla en todo el episodio La Caja. En Crisis en Naboo, su voz la pone Catherine Taber, que también hace de Padmé Amidala en el mismo episodio, y que además había sido Mission Vao en el videojuego Caballeros de la Antigua República (2013, BioWare y LucasArts).

El planeta Gorobei no se ubica en el mapa hasta la actualización de diciembre de 2015 de Star Wars: The Essential Atlas Online Companion; y aún así, ni siquiera dice el sector en que está.

En el budismo, los Pāramitās son virtudes o perfecciones que se deben cumplir para purificar el karma y vivir una vida sin obstrucciones en el camino a la iluminación.

© S I T H N E T

Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

Aquí puedes encontrar todas las fuentes consultadas en la elaboración de este artículo.

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