LOS PYKES

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Los Pykes


 
"Una vez hayamos obtenido la identidad de este cazarrecompensas, la familia Pyke quiere que le hagáis caer por su traición. Él ha costado una fortuna a los jefes, robando un envío de especia y entregándolo a Sol Negro. No es sorprendente que los Pykes estén disgustados por ello, y pagarán bien si podéis ocuparos de este problema por ellos. Quizá incluso olviden un par de favores que les debéis, ¿me seguís?" (Cho'pa'ailor "Chopper", mecánico besalisko y contacto con el Sindicato Pyke)

Los pykes: El nombre de una especie alienígena y de una organización criminal formada por seres de esa especie. Sería generalizar si digo que todos los pykes eran traficantes de especia, pero también sería bastante preciso: Quizá hubiese algún pyke sin vínculos con tráfico ilegal de especia, pero pocos han sabido de un pyke así. Conozcamos hoy a estos seres de peculiar anatomía.

Los pykes eran originarios del planeta Oba Diah, en el sector Kessel del Borde Exterior. Pese a su lejanía, era un sistema bien comunicado gracias a la ruta hiperespacial Carrera Kessel, que pasaba por allí. No era extraordinario ver los naves espaciales en los cielos de Oba Diah, visiblemente sobrevolando sus ciudades. Éstas estaban en la zona más alta de un mundo cubierto por niebla en que delgados picos montañosos sobresalían entre las nubes. Las vistas resultaban tan exóticas como peligrosas, puesto que la caída libre era una opción letal.



Oba Diah y su luna vistos desde el espacio.

Su puerto espacial, donde cada hangar era protegido por guardias armados, estaba marcado por una enorme fortaleza del Sindicato Pyke. Los pykes eran traficantes de especia, lo cual explica la prominencia de cargueros espaciales en la zona.

No eran los pykes la única forma de vida de su propio planeta. Pequeños pikobis de Naboo y otras alimañas importadas correteaban por las zonas más descuidadas de sus ciudades; babosas enormes correteaban por el interior de sus mazmorras; y en los edificios, visitantes de otros mundos daban un toque cosmopolita a su decadencia.



Pikobis en Oba Diah.

En la órbita del planeta estaba la luna desierta de Oba Diah. La superficie de la luna era un inhóspito desierto barrido por tormentas y vendavales. Era difícil sobrevivir en un entorno tan hostil; pero la luna, al igual que su planeta, tenía atmósfera respirable y una presión razonable. Los pykes y la mayoría de especies podían estar en la luna durante un tiempo limitado. Durante las Guerras Clon, el 104º Batallón del Ejército de la República, llamado '"Manada de Lobos", llevó a cabo una misión en la luna y, aún siendo ellos un equipo de élite acostumbrado a condiciones hostiles, descubrieron que era un reto aguantar las tormentas de arena locales.



La luna desierta.

Los pykes eran antropomorfos en general, pero no especialmente humanoides. Su cuerpo era demasiado esbelto para un humano sano y sus extremidades eran demasiado largas y estrechas. La mano de un pyke tenía sólo tres dedos, incluyendo un pulgar oponible, y todos ellos eran tan largos que requería adaptar la ergonomía de sus herramientas. Sus pies, enormes en proporción, tenían dos inmensos dedos y una planta tan robusta que los pykes no necesitaban zapatos.

Con poca armonía, su esbeltez desaparecía al llegar al cuello. Un pyke tenía una enorme cabeza hexagonal con una cara redonda, muy pequeña, en su parte central. Sus ojos podían ser vidriosos y de color púrpura brillante; y su scolmillos eran puntiagudos. Aunque la piel de un pyke era en general de color gris, la cara tenía un tono azul celeste que destacaba. Más allá del rostro, un pyke tenía cuatro protuberancias en la cabeza terminadas en conos que señalaban hacia abajo; dos de éstas estaban en la parte frontal, debajo de los extremos de la boca, y las otras dos estaban en la nuca, de forma más o menos simétrica.



Tres pykes.

El aspecto extraño de los pykes les daba reputación de inescrutables o herméticos; pero en realidad sus rasgos podían delatar sus intenciones incluso para un humano: Imitando a los humanos, los pykes tenían gestos y tics, movían las manos al hablar y hacían ademanes de acuerdo con sus emociones. La risa jovial de un pyke se podía diferenciar claramente de una sonrisa hipócrita.

No eran tan distintos en realidad a muchas otras especies. Eran por ejemplo sexuados y corrían a la misma velocidad que un humano.

Los pykes podían entrar en conflicto usando armas, y contaban con no pocos soldados de infantería que desafiaban a sus enemigos. Eso no les hacía invulnerables: Un pyke podía morir por el impacto de un bláster, atravesado por un sable láser o víctimas de poders de la Fuerza.


Cultura


 

El Sindicato Pyke, Familia Pyke, familia criminal Pyke o simplemente los Pykes era una organización criminal formada exclusivamente por seres de la especie pyke, y aparentemente por todos los seres de la especie pyke. Su principal negocio era el contrabando de especia, principalmente especia sansanna. Eran una parte importante del cártel de especia y los principales proveedores de tal activo al submundo criminal. Tenían vínculos con todas las familias del crimen organizado de Coruscant, que controlaban los niveles inferiores de la ecumenópolis.

Temibles y depravados, los pykes tenían reputación entre otros grupos criminales, aunque las fuerzas de la ley no siempre les reconocían a la primera: En un ataque de pykes a un banco en Sundari, el guardia acusó a Sol Negro pese a estar mirando a los vidriosos ojos púrpura de un pyke.



El puerto espacial de Oba Diah.

No eran meros comerciantes de su activo, sino también consumidores: A menudo los dedos y la boca de un pyke estaban manchados de especia, y guardaban cantidades de polvo dentro de sus objetos personales, como sus amuletos.

La organización pyke incluía a los pykes en puestos de mando y como obedientes soldados de a pie, armados principalmente con pistolas bláster de una mano, listos para luchar hasta la muerte. Pese a su aspecto desgarbado y escuálido, los pykes eran eficientes guerreros que sabían aprovechar sus ventajas tácticos y su avanzada tecnología. No eran, por supuesto, rival para enemigos como los jedi, ¿pero quién lo era?



Un pyke con manchas de especia en su boca y en sus dedos. Su amuleto rojo está lleno de especia.

El Sindicato Pyke también contaba con seres de otras especies trabajando para ellos: Sumisas sirvientas y esclavas togrutas y twi'leks y consejeros moogan y zygerranos adictos a la especia podían ser vistos en un cuartel general pyke. Los pykes también recurrían a intermediarios de otras especies, como el besalisko Cho'pa'ailor "Chopper" en Coruscant, para no atraer atención indebida, y se sabe que contrataron cazarrecompensas niktos y agentes bothans, humanos, rodianos y trandoshanos para misiones variadas siempre que se pudiese obtener un beneficio. También utilizaban pequeños droides esféricos flotantes.



La pistola bláster de un pyke, con disparos morados, está adaptada a sus manos.

Los pykes controlaban su comercio desde el planeta Oba Diah. La ciudad principal era oscura y decadente con edificios pétreos que ocultaban múltiples secretos, como prisiones ilegales. Incluso entre esos edificios opacos se podían ver los constantes cargueros sobrevolando la zona y transportando su venenosa carga: Contrabandistas y capitanes sin escrúpulos desafiaban con audacia la Carrera Kessel para entregar a sus clientes su valioso cargamento, o para transportarlo a alguno de los muchos puestos avanzados que el Sindicato Pyke mantenía en la galaxia. Los pykes supervisaban, además de la distribución del narcótico, su cosecha a manos de esclavos y otros desafortunados que se dejaban la piel en Kessel en beneficio de quienes vivían en la zona buena del planeta.

El mando pyke operaban desde una masiva fortaleza obsidiana en el centro del puerto espacial de Oba Diah. Era un edificio ostentoso con iluminación verde resaltando sus colores grises. Enormes puertas triangulares permitían el acceso a salas de altísimos techos sostenidos por columnas, para que los vapores de la especia fumada tuviesen alturas a las que ascender; y luz indirecta que favorecía la sensación de intimidad evanescente.



La fortaleza del Sindicato Pyke.

En el interior de tal torre estaba la sala del trono del líder pyke, llamado Ministro. Allí el Ministro, sentado en un imponente estrado, podía recibir a visitantes que incómodamente le escucharían de pie y debajo de él. Había sitios asignados para guardias pyke que escoltasen, esclavos que sirviesen y consumidores de especia que fuesen apreciados por algún motivo.

Los pilotos podían aterrizar sus naves en una plataforma elevada, donde dos guardias pykes armados les recibían y, si eran bienvenidos, les acompañaban a donde tuvieran que ir. Esto aplicaba tanto a naves de carga como a transportes de dignatarios. Las plataformas no tenían barandilla ni medida de seguridad, lo que podría permitir a los guardias empujar a un viajero inconveniente hacia su muerte en un caída de cientos de metros; pero no sería la primera vez que un atacante con recursos se libraba así de los guardias pykes.

En general, los pykes ocultaban sus rostros con máscaras; pero el Ministro Lom exhibía sus rasgos sin pudor.



Un piloto pyke a los mandos de su nave espacial.

La forma peculiar del cuerpo pyke exigía que se adaptase la tecnología para su uso. Por ejemplo: Su ropa, incluyendo armaduras de cuero negro y metal gris para los soldados, debía considerar las formas de sus extremidades y torso. La pistola bláster, morada, tenía una empuñadura especial adaptada a sus manos de tres dedos.

Muchos pykes viajaban por el espacio en naves individuales, también adaptadas a su ergonomía. Incluso un líder como Lom pilotaba personalmente su vehículo, con un escuadrón individual a su alrededor como escolta. La escotilla donde estaba el tren de aterrizaje se abría desde la zona central de la panza antes de extender aquél.


Historia


 

Los pykes se unieron a la comunidad galáctica durante la Antigua República. En el último siglo de ésta, la población galáctica afrontó adversidades atípicas, llevando a mucha gente a tomar decisiones difíciles y desacertadas. Los pykes supieron aprovechar esa ocasión para posicionarse como los principales proveedores de especia a nivel galáctico: Junto con los hutts y el sindicato criminal Sol Negro, los pykes se contaban entre los más temibles criminales de la galaxia.

Tal era el poder de los pykes que, cerca de 30 ABY, el Canciller Supremo tuvo que negociar con ellos. Por entonces, los pykes tenían influyentes contactos en el submundo del planeta capital de la galaxia, Coruscant, y además prácticamente monopolizaban la producción de especia bruta usada para crear droga. Esa situación, cada vez más candante, propiciaba en cualquier momento el estallido de una guerra abierta en pleno Coruscant. Si el gobierno no les convencía de lo contrario negociando, los pykes podrían causar caos descontrolado.

El Canciller Finis Valorum quería enviar un embajador a Oba Diah para estabilizar la situación, pero el Comité del Senado Galáctico asignado al asunto temía que un debate abierto con el Sindicato Pyke legitimase las actividades de la organización criminal y diese fuerza a la oposición del gobierno. La decisión final fue enviar un jedi en misión secreta a tratar con los pykes. El emisario elegido fue el Maestro Sifo-Dyas, un humano con experiencia tratando con facinerosos, que viajaría acompañado por el ayudante personal del Canciller, Silman, en la nave de Sifo-Dyas, la lanzadera T-6 número 77519. Tal era la confidencialidad que ni siquiera el Consejo Jedi fue informado.

Los pykes, mientras tanto, estaban pactando con grupos e individuos poderosos para obtener más poder que otras familias criminales rivales. El hombre que se hacía llamar Tyranus o Darth Tyranus, y que era realmente el jedi caído y aprendiz sith Conde Dooku, hizo un negocio con los pykes. Tyranus quería que los pykes asesinasen a Sifo-Dyas a cambio de mucho dinero. Las motivaciones de Tyranus eran enrevesadas: Sifo-Dyas había pronosticado un terrible conflicto bélico armado y, para proteger a la República, encargó a los kaminoanos la construcción de un ejército secreto de clones, aún contra la opinión del Consejo. Tyranus pretendía hacerse pasar por Sifo-Dyas, o agente de éste, ante los kaminoanos y así sabotear a los clones introduciendo una contramedida que permitiese a los sith controlarlos; pese a lo cual los sith desencadenarían la guerra para perturbar a la sociedad.

Mientras tanto, el Consejo Jedi convocó a Sifo-Dyas para una misión en Felucia y eso interrumpió la misión en Oba Diah. Sifo-Dyas y un segundo jedi desconocido, posiblemente Dooku, estuvieron en Felucia. Aunque Silman también fue desviado a Felucia, él no fue visto allí. Después, Sifo-Dyas y Silman viajaron a Oba Diah en su lanzadera. Ése fue el momento que los pykes eligieron para actuar: Derribaron la lanzadera sobre la luna desértica de Oba Diah. Encontraron el cadáver de Sifo-Dyas entre los escombros y se lo llevaron. También encontraron a Silman, aún con vida.

Los pykes, como buenos gánsters, eran desconfiados. Decidieron que alguien que pagaba por asesinar a un jedi era alguien sin duda peligroso, y por tanto era buena idea cubrirse las espaldas. Los pykes entregaron a Tyranus el cadáver de Sifo-Dyas, pero no le dijeron que tenían a Silman preso, con su equipo requisado. Encerraron a Silman durante una década en una celda en Oba Diah, sabiendo que el testimonio de Silman podría llegar a valer su peso en especia. Por otro lado, el periodo de aislamiento hizo muy poco por la cordura del desdichado Silman.



Las calles de Oba Diah.

El Canciller Valorum decidió clasificar el informe 127456 relativo a esta misión, para impedir que nadie accediese indebidamente a datos comprometedores sobre la m isión secreta de Sifo-Dyas. La versión oficial, aparentement eeditada, era que Sifo-Dyas había muerto en Felucia, en un intento fallido de sofocar una escaramuza entre tribus locales. Los felucianos afirmaban haber incinerado el cadáver de Sifo-Dyas siguiendo sus costumbres.

La vida seguía adelante y el negocio no esperaba a nadie. En algún momento, posiblemente antes del estallido de las Guerras Clon, el Sindicato Pyke trabó contacto con una persona que tendría importancia para ellos: La comerciante y exploradora rodiana Sinoca "Sin" Meeku. Meeku se había instalado en Coruscant y estaba trabajando en el negocio inmobiliario. Un trato que le parecía inocuo implicaba en secreto a los pykes. Los pykes convencieron a Meeku para que vendiese un activo muy por debajo del precio pensado a uno de sus compradores, prometiendo a Meeku un pingüe provecho si lo hacía. Ella aceptó y empezó a trabajar para los pykes, descubriendo los beneficios de salirse levemente del sistema.

Como es bien sabido, en 22 ABY estallaron las Guerras Clon: El ejército clónico de Sifo-Dyas, liderado por los jedi, combatía a los droides de los Separatistas, supuestamente liderados por el Conde Dooku para desafiar la corrupción de la República. Esto era un plan ridículamente enrevesado del maestro de Dooku, Darth Sidious, que le permitiría hacerse con el control completo de la galaxia; para entonces, Sidious era ya canciller de la República en su identidad secreta con el nombre de Palpatine.

La guerra no dañó el negocio pyke: Ellos mantuvieron un suministro estable de drogas canalizándola hacia los locales de varias de las más influyentes familias criminales de los niveles inferiores de Coruscant. Mas la neutralidad en un conflicto era complicada, y en ocasiones había que alcanzar compromisos…

En 20 ABY, el zabrak Darth Maul, antiguo aprendiz de Sidious, y el hermano y pupilo de aquél, Savage Opress, se aliaron con una facción terrorista mandaloriana, la Guardia de la Muerte, liderada por el humano mandaloriano Pre Vizsla. Vizsla deseaba el gobierno de Mandalore, un mundo neutral, que por entonces estaba en manos de la Duquesa Satine Kryze, amiga (o algo más) del jedi Obi-Wan Kenobi. Maul deseaba venganza contra Kenobi y, sabiendo que Mandalore lideraba un grupo de sistemas neutrales, esperaba usarlo como cabeza de puente para expandir su control sobre esos otros territorios, consolidando un imperio criminal. Pero la Guardia de la Muerte y estos dos sith escindidos no tenían suficiente fuerza militar. Maul pretendía reclutar a varios grupos criminales y empezó por coaccionar al sindicato Sol Negro en Mustafar.

Los pykes descubrieron el ejército criminal que Maul estaba construyendo y concluyeron que unirse a ellos era más ventajoso que enfrentarles: Podrían expandir sus operaciones y sacar tajada. Liderados por el Ministro Lom, viajaron en sus naves al campamento secreto en Zanbar y, en una rápida conversación, arriesgaron sus recursos en la aventura de Maul. Vizsla y Maul estaban familiarizados con los pykes y les recibieron en el Colectivo de Sombra, como llamarían a su imperio criminal.

Maul y Vizsla reclutaron a los hutts, consiguiendo unir bajo su estandarte a los jefes de las tres organizaciones criminales más temidas de la galaxia; aunque su estandarte resultase ser una falsa bandera. Los mandalorianos presentaron también una lista de objetivos vitales para la seguridad de Mandalore. Fue entonces cuando Maul convocó a sus generales a una tienda militar en el campamento mandaloriano.

Pykes y otros canallas escucharon el plan de Maul y Vizsla sobre un holograma táctico de la ciudad capital de Mandalore, Sundari. Los criminales atacarían varios objetivos en la ciudad para atemorizar a la población y hacer que la Duquesa, pacifista nata, diese una imagen de debilidad. Entonces se presentaría la Guardia de la Muerte, afirmando venir a salvar a los mandalorianos. La Guardia derrotaría a los bandidos en enfrentamientos preparados, ganando así el apoyo popular. Los líderes del crimen irían a la cárcel temporalmente. Cuando Vizsla fuese aclamado y nombrado Primer Ministro, la Duquesa también sería arrestada. En algún momento, el plan incluía sacar a los señores del crimen de sus celdas, claro. Los pykes y los otros criminales aceptaron el plan.



Los pykes escuchan a Darth Maul exponiendo su plan.

El ataque a Sundari empezó por los muelles de atraque: Un cargamento de enormes cajas supuestamente llenas de especia ocultaba a soldados pyke y de Sol Negro. Cuando los droieds y guardias de la aduana inspeccionaron su interior, fueron rápidamente intimidados por tropas mejor armadas y más numerosas: El Ministro Lom en persona apuntó a un droide portuario, exigió su rendición y tomó el control del muelle en nombre del Sindicato Pyke. Lom hizo una referencia sutil a un amo para el que trabajaba, dando a entender que éste era Ziton Moj, un falleen de Sol Negro que se dejaba ver en una nave.

Sólo este primer ataque bastó para llamar la atención de la Duquesa: La población exigía medidas, y sólo la Guardia de la Muerte presentaba opciones. Mientras tanto, Ziton Moj y un pelotón de pykes invadían el Santuario Memorial, un parque lleno de gente, y decretaban que los viandantes habían pasado a ser esclavos de Sol Negro. Por la noche, Lom y varios guardias pykes atacaron la principal institución financiera con el apoyo del brutal Opress. Para entonces, el banco estaba mejor preparado y había traído más guardias, pero fueron inútiles contra un zabrak entrenado en el lado oscuro de la Fuerza.

El plan funcionó de maravilla: La Guardia de la Muerte empezó su trabajo de limpieza, reclamando primero los muelles y después el Parque de la Paz. Allí un pyke vio a unos niños acuclillados bajo un asiento y se agachó para dispararles, pero un pelotón femenino de la Guardia, las Lechuzas Nocturnas de Bo-Katan, llegaron en ese momento y derrotaron a los agresores, atando a ese pyke con un cable. Vizsla mismo venció a Savage en un duelo que le hizo parecer heroico.



Durante el ataque a Sundari, un pyke persigue a niños mandalorianos bajo un asiento público.

Vizsla irrumpió en el palacio e hizo arrestar a la Duquesa. Al poco, los líderes criminales fueron encadenados y expuestos al público mientras Vizsla era vitoreado como Primer Ministro. Todo iba bien… y entonces tuvo lugar una traición, claro.

Maul pretendía expandir su control a los otros sistemas neutrales; pero Vizsla no tenía interés en arriesgar su nuevo trono e hizo encerrar a Maul con sus otros cómplices. Maul, que había previsto esta perfidia, escapó fácilmente de la cárcel y derrotó a Vizsla en duelo ritual, lo que le convirtió en el nuevo líder planetario. Maul instauró como Primer Ministro a otro mandaloriano, Almec, que había aceptado sus condiciones e hizo creer que la Duquesa había asesinado a Vizsla. Bo-Katan, que se resistía a aceptar el mando de Maul por sus propios motivos, advirtió a la República. Kenobi viajó a Sundari, pero no pudo impedir que Maul asesinase a la Duquesa ante sus ojos. En el proceso, sin embargo, Darth Sidious también supo de la ambición de Maul y, desaprobándola, fue a Mandalore. Usando sus inmensos poderes del lado oscuro, Sidious mató a Opress y derrotó a Maul, capturándole. Mandalore quedó en una posición complicada, con un vacío de poder y varios líderes eliminados, y el Colectivo de Sombra no estaba mucho mejor.

Pero los pykes se recuperaron sin mucha dificultad y Lom salió del penal mandaloriano, de regreso a su fortaleza en Oba Diah. La vida de un jefe criminal no siempre era dura.

Unos meses después, apenas un mes antes del fin de las Guerras Clon, los pykes se vieron envueltos en otra aventura, esta vez por su culpa. El pasado no acostumbra a perdonar.

Los jedi recibieron accidentalmente una llamada de auxilio de la lanzadera de Sifo-Dyas y la rastrearon a la luna de Oba Diah. Enviaron al 104º Batallón de clones bajo el mando del Maestro Jedi Plo Koon y, tras abrirse paso por una tormenta de arena, confirmaron que era la lanzadera correcta e incluso encontraron el sable de Sifo-Dyas. Llevaron todas esas pruebas al Consejo en Coruscant, y reabrieron la investigación de la muerte de Sifo-Dyas.

Obi-Wan Kenobi y su aprendiz, Anakin Skywalker, viajaron a Felucia y escucharon la versión de los nativos, mientras el maestro Yoda se reunía con el ya ex-Canciller Valorum para pedir información sobre el informe clasificado. Cuando Yoda supo de la misión secreta de Sifo-Dyas en Oba Diah, envió allí a Kenobi y a Skywalker.

En el proceso, Yoda había hablado con el Canciller en activo Palpatine que, como saben, era en secreto Darth Sidious y tenía intereses en este asunto. Sidious contactó con Dooku y le encargó eliminar el rastro que estuviesen siguiendo los jedi; así que Dooku decidió viajar a Oba Diah.

Los pykes recibieron a Kenobi y a Skywalker como embajadores: Fueron escoltados ante el Ministro Lom, que habló con ellos sin siquiera exigir intimidad y les ofreció bebida en una sala del trono donde esclavos, siervos y adictos se mezclaban. Lom esperaba burlar con astucia el interrogatorio de los jedi e incluso enfurecerles con una actitud pretenciosa al verse él en posición privilegiada. No funcionó: Kenobi observó que Lom llevaba un medallón que había pertenecido a Silman, y Skywalker se lo arrebató con relativa violencia. Los guardias pyke en la sala se prepararon para responder a tiros, pero Lom les detuvo: Hasta ese momento, los pykes no estaban enfrentados con los jedi, y Lom deseaba mantener esa paz. Además, el estafador aún tenía un as en la manga.



Dos guardias pyke en un hangar reciben a diplomáticos jedi de visita.

Lom admitió que tenían a Silman y llevó a los jedi hasta su cautivo en los calabozos de otro edificio, escoltado por un guardia pyke y un droide. Durante el paseo, Lom les explicó lo sucedido y les presentó el trato: Ahora que los jedi ansiaban saber sobre el caso de Sifo-Dyas, los pykes entregaban a Silman. A cambio, los jedi "olvidarían" la implicación pyke en el asesinato de Sifo-Dyas. Aunque los jedi no dijeron palabra, aceptaron las condiciones a cambio de entrevistarse con Silman.

El problema fue que, mientras tanto, Dooku aterrizaba su velero solar en Oba Diah. Los guardias pyke intentaron echar a "Tyranus", como le llamaban, pero éste era demasiado poderoso y despachó a los vigilantes del hangar lanzándolos al vacío. Implacable, Tyranus avanzó hacia la celda de Silman, aplastando las tráqueas de cada guardia pyke que osase señalarle con su arma.

Silman, enloquecido por su cautiverio, no era especialmente coherente. Dijo a los jedi que los pykes no eran de fiar, pero que la causa de la muerte fue alguien poderoso que quería muerto a Sifo-Dyas para robar su identidad. Antes de poder irse de la lengua aún más, Silman fue asesinado por los poderes telekinéticos de Dooku.

Para esta muerte, Dooku había tenido que mostrarse ante los jedi, y éstos empezaron a combatirle por las calles de Oba Diah. Dooku simplemente retrocedió: Su misión había acabado y ahora sólo le quedaba volver a las plataformas de aterrizaje y escapar en su nave.

Incluso en un mundo de criminales, un despliegue tan público de homicidios alertó a los pykes, que de todos modos ya no tenían ni querían más negocios con Tyranus. En una de las plataformas de aterrizaje, Lom abrió una puerta con al menos diez soldados a su alrededor, todos apuntando sus pistolas a Tyranus. Otra docena más se mostró por el otro lado, junto a los jedi. Lom reveló a los jedi que Dooku era realmente Tyranus, y éste no se molestó en negarlo pero fue críptico en su respuesta. Kenobi entonces pidió ayuda a Lom, y el Ministro dio la orden de disparar.

Pero Tyranus era demasiado poderoso para ser derrotado aún por dos jedi y dos pelotones pyke. Usando empujones de la Fuerza, derribó a varios pykes, y después avanzó rápidamente hacia Lom para atravesarle con su sable. Saltó a un carguero de paso con un prodigioso brinco que sólo un jedi podría imitar; y así fue: Skywalker pudo seguirle. Pero Dooku sacrificó el carguero, usando su sable para rajar un motor y provocar una explosión y desestabilizar el vehículo. Mientras Skywalker recuperaba el equilibrio, Dooku saltaba a su propia nave, que había llegado siguiendo su señal. Tyranus escapó sin problemas.



Tyranus se enfrenta a Skywalker y Kenobi en Oba Diah.


No sabía cuál de las dos imágenes usar, así que aquí van las dos.

Con las manos vacías, los jedi regresaron a su Templo y revelaron lo que habían descubierto. Por alarmantes que fuesen las noticias, era demasiado tarde para tomar medidas, con muchos frentes abiertos en la guerra que exigía a los soldados. No les quedó otra que seguir el juego a los sith hasta que fue demasiado tarde y los clones revelaron sus colores. ¡Y cómo!

En 19 DBY, el Canciller Palpatine manipuló los eventos para declarar a los jedi traidores y ordenar a los soldados clónicos que los asesinasen, justo cuando los Separatistas habían sido derrotados. Aunque Dooku había muerto, Palpatine se hizo con un nuevo aprendiz y consiguió así que los sith controlasen toda la galaxia. Palpatine se autoproclamó emperador y reconvirtió la República en un Imperio Galáctico altamente militarista y opresivo.

Por entonces, los pykes aún estaban intentando recuperarse del fiasco con el Colectivo de Sombra. Habían decidido diversificar sus actividades e incorporar grupos más pequeños en su cártel, algo que estaba resultando razonablemente provechoso. Mas, ¡ay!, el creciente poder del Imperio y la seguridad incrementada hacía cada vez más difícil traficar ilegalmente con especia y, pese a sus mejores esfuerzos, la fortuna pyke estaba de capa caída. Sol Negro por el contrario conseguía prosperar en un mercado que los pykes codiciaban.

Desde su base en Oba Diah, los pykes mantenían operaciones en cada mundo del Núcleo. Entre los muchos empleados de los pykes, se contaban el Senador Trellev Aquem y también su persona de contacto en el Cuadrante L-42 de la ciudad: El besalisko Cho'pa'ailor, llamado "Chopper", que llevaba un pequeño garaje de reparación de speeders y servía de intermediario entre sus agentes y el mando. Ocasionalmente los pykes empleaban al cazarrecompensas liberto kadas'sa'nikto Kaa'to Leeachos, de cierta reputación; "Chopper" conocía sus costumbres y los locales que frecuentaba.

Tras obtener recompensas de alto riesgo, Leeachos llegó a creerse intocable y superior a sus empleadores, así que decidió traicionar a los pykes durante uno de sus encargos en que él operaba bajo seudónimo: La misión de Leeachos era "ocuparse" de un contrabandista rival e interceptar el gran cargamento de especia que éste llevaba. Leeachos decidió quedarse la especia para él y entregar una buena parte a mafiosos de Sol Negro, que le ofrecían más dinero; una pequeña porción seguía en la bodega del Z-95-AF4 Cazacabezas de Leeachos, Filo de la Cuchila.

La tontería le había costado a los pykes cientos de miles de créditos, y les había obligado a dejar de emplear gente. Los pykes estaban comprensiblemente disgustados y querían que alguien les entregase a Leeachos, preferiblemente vivo para resolver cuentas. Pero los pykes eran razonables: Si era imposible capturarle, entonces aceptaban a Leeachos muerto; porque, si el nikto escapaba, los pykes darían imagen de debilidad, y así siempre podrían alegar que "Leeachos ya no puede traicionar a nadie más". Por supuesto, si el equipo que enviasen a ello fracasaba, entonces los pykes pondrían precio a sus cabezas, aunque les costase encontrar liquidez.

El grupo de emprendedores contratados por los pykes incluía a:

  • Jovel Nial, rebanadora bothan que trabajaba en el equipo del Senador Aquem. Cuando éste había visto el talento de Nial para la intriga y la seguridad informática (especialmente cómo saltársela), el Senador la había puesto en contacto con los pykes;

  • Matwe, humano coruscaní que, con su hermano Rikard, había intentado obtener reputación en el mundillo criminal. Rikard había echado a perder un trabajo para los pykes y, en compensación por las pérdidas, los pykes le exigían que trabajase como un esclavo para ellos. Matwe trabajaba para los pykes buscando la oportunidad de comprar la libertad de Rikard;

  • la rodiana "Sin" Meeku, que llevaba diez años trabajando para los pykes;

  • y Tray'essek, un sicario trandoshano que, siguiendo las tradiciones de su gente, quería encontrar y matar a otro trandoshano, Lar'omx, so pena de no poder acceder al más allá. Tray'essek había oído que Lar'omx trabajaba para Sol Negro, así que se había unido a un grupo rival para tener una excusa.



De izquierda a derecha, arriba: Chopper, Kaa'to Leeachos y Jovel Nial.
De izquierda a derecha, abajo: Matwe, Sinoca Meeku y Tray'essek.

Los pykes recurrieron a estas personas porque cada uno de ellos tenía ya deudas pendientes con el Sindicato y aceptarían un pago limitado si además los pykes eran clementes con sus pasados. Además, les ofrecían mil créditos a cada uno, pero sólo si entregaban cualquier cosa de valor que Leeachos llevase consigo al ser capturado, para compensar parcialmente las pérdidas.

Lo primero que necesitaban era averiguar la identidad de su blanco, para lo cual se infiltraron en un rascacielos de Sol Negro en Coruscant y robaron la información. Cuando la tuvieron, su contacto con los pykes les envió una transmisión encriptada a sus comunicadores para que fuesen al local de "Chopper" a por más instrucciones. "Chopper" escuchó su informe para después dárselo a los pykes, y descargó el archivo robado para desencriptarlo. Ahora los pykes y sus agentes tenían la identidad de su objetivo, y "Chopper" explicó las instrucciones: Los pykes querían que Leeachos cayese por su traición.

Los agentes de los pykes se patearon las calles buscando información en los locales que Leeachos frecuentaba; afortunadamente, "Chopper" compartió con ellos esa información. Finalmente, encontraron a Leeachos, o viceversa, pero en todo caso le confrontaron. Durante el enfrentamiento, Leeachos criticó a sus adversarios, convencido de que cualquier habría hecho lo mismo si hubiese aparecido un mejor postor.

En 137 DBY, durante el Imperio Sith de Darth Krayt, Oba Diah estaba en las dependencias controladas por los hutts, no en territorio imperial propiamente dicho.


Ministro Lom


 

El Ministro Lom era un líder del Sindicato Pyke, una importante organización de pykes traficantes de especia, en tiempos de las Guerras Clon.

Lom era un pyke nativo de Oba Diah y como tal tenía el aspecto propio de su especie, con una enorme cabeza en la que su rostro ocupaba sólo una pequeña parte, y extremidades largas con manos de tres finos y extensos dedos pero con pies grandes para darle estabilidad. Lom tenía ojos vidriosos de color púrpura brillante y era uno de los pocos pykes del Sindicato que se permitían exhibir su rostro desnudo en vez de ocultarlo tras una máscara.



Lom es uno de los pocos pykes que llevaban el rostro al descubierto y se le veía mover los labios.

Él se vestía con ostentación decorando sus manos con pulseras y anillos dorados, y con otras parejas de aros tanto en las púas de su nuca como en los tubos que había bajo su boca. Llevaba ropa de varias capas, decorada con joyería ocasional que, a veces, había arrebatado a desafortunadas víctimas de sus actos criminales. Otras veces, como la semiesfera roja que llevaba ante su vientre, se trataba de bisutería bajo la cual ocultaba especia: Lom no era sólo distribuidor, sino también consumidor, como demostraban sus dedos y su sonrisa manchados.

El degenerado Lom era uno de los altos dirigentes del Sindicato Pyke, acaso el máximo líder, y se rodeaba a menudo de soldados armados que podían batallar por él; pero él mismo había sido un contrabandista y no era extraño al enfrentamiento: Si era necesario, Lom podía disparar su propia pistola blaster (adaptada a la anatomía de tres dedos de su especie) con la diestra mientras lideraba a sus tropas en combate, y también era capaz de pilotar su propia nave. No estaba por encima de atracar personalmente un banco durante su momento de mayor auge.



Lom y sus asociados pilotando naves individuales.

Mas no era ésa la ocupación principal de Lom. Lom era uno de los señores criminales más temidos de la galaxia en su tiempo, y su trabajo era liderar a su gente desde un colosal castillo negro en en Oba Diah. Lom mantenía audiencias en una ostentosa sala del trono donde se sentaba en posición destacada, con dos soldados siempre de guardia a su espalda, y aceptando visitantes que solían venir acompañados de otros dos soldados (lo que significaba que los embajadores estaban rodeados de rifles desde cuatro direcciones). Mientras Lom consumía especia en plena conversación, solia tener una esclava togruta a cada lado, además de sirvientas obedientes de varias especies, principalmente togrutas y twi'leks, que servían bebidas y especia a los invitados.



Lom, decadente, sentado en su trono. Se puede ver a una esclava togruta.

Toda esa ostentación no confería al Ministro Lom auténtica distinción: Un claro proletario venido a más, Lom, dado a gesticular, delataba sus orígenes con gestos impropios, como tocarse los colmillos al hablar o, peor todavía, derramar parte de la bebida por la comisura de sus labios al consumirla. Era él sin embargo un líder criminal eficiente de sonrisa insincera y sarcasmo al hablar: Durante uno de sus últimos asaltos a instituciones financieras, encañonó a un guardia y solicitó "un reintegro".

En el año 30 ABY, los pykes estuvieron implicados en una fechoría que cobraría importancia años después. No puedo confirmar que Lom participase personalmente; pero, años después, Lom estaba informado de todos los detalles. Les cuento:

Por entonces, la República Galáctica envió al Maestro Jedi Sifo-Dyas, un humano, a negociar con los pykes en secreto para evitar que una situación conflictiva escalase hasta llegar al caos. Sifo-Dyas viajaba con Silman, el ayudante personal del Canciller Supremo Finis Valorum. Los pykes, que buscaban ventaja sobre otros grupos criminales, se alieron con Tyranus, seudónimo del aprendiz sith Conde Dooku y archienemigo de la Orden Jedi.

Como parte de un enrevesado plan, Tyranus quería que Sifo-Dyas fuese asesinado, y pagó a los pykes para que le matasen. Los pykes derribaron la lanzadera de Sifo-Dyas en la luna desértica de Oba Diah y recuperaron el cadáver del jedi, pero además encontraron a Silman vivo entre los restos. Los pykes entregaron a Tyranus el cadáver de Sifo-Dyas según lo acordado. Pero los pykes concluyeron que Tyranus era una persona peligrosa e impredecible (como cualquiera que pagase por asesinar a un jedi), así que no le dijeron nada de la existencia de Silman. En vez de eso, los pykes retuvieron a Silman en una celda en Oba Diah, para usarlo como garantía cuando llegase el momento.

El Canciller Valorum, ajeno a la intervención sith, restringió el acceso a la información sobre este desastre y dio por muertos a sus dos enviados, creyendo que habían caído en una misión en Felucia. En cuanto a Tyranus, acabó perdiendo la simpatía de los pykes. Además, en algún momento, Lom se quedó para su colección personal un colgante de Silman con el blasón de Valorum.



El Ministro Lom.

Una década después, en 20 ABY, las Guerras Clon rugían por toda la galaxia. El Conde Dooku había maniobrado en secreto para que la República tuviese un Gran Ejército de soldados clon bajo el mando de la Orden Jedi, con el que combatir a las tropas droide comandadas por el propio Dooku, todo ello siguiendo un plan enrevesado de su maestro sith, Darth Sidious.

El anterior aprendiz sith de Sidious, el zabrak Darth Maul, había sobrevivido a su aparente muerte en Naboo y había tomado como su pupilo a su propio hermano Savage Opress. Ansiando vengarse del jedi Obi-Wan Kenobi, Maul se alió con la Guardia de la Muerte, una facción terrorista de mandalorianos militaristas liderados por Pre Vizsla. La Guardia de la Muerte quería arrebatar el gobierno de Mandalore a la pacifista Duquesa Satine Kryze, amiga íntima de Kenobi; y ambos vieron que sus objetivos eran compatibles y que podían ayudarse entre sí.

Maul bosquejó un plan que exigía la colaboración de varias organizaciones criminales. Viajó a Mustafar y reclutó al sindicato criminal Sol Negro (asesinando a su cúpula y coaccionando a su nuevo líder, el falleen Ziton Moj). Lom supo de las actividades de Maul, según sus palabras porque "los bajos fondos son muy pequeños", y decidió que la mejor estrategia de los pykes era unirse al ejército criminal de Maul. Lom creía que esto daría a los pykes beneficio y ocasiones de expandir sus operaciones.

Lom y varios pykes pilotaron sus naves hasta el campamento "secreto" de la Guardia de la Muerte en Zanbar. Lom tomó la palabra y comprometió los recursos del Sindicato Pyke al Colectivo de Sombra que Maul estaba formando. Lom estrechó la mano de Vizsla para sellar el trato mientras a su alrededor, con alegría, los pykes se mezclaban con los mandalorianos.

Los siguientes socios de la cábala de Maul fueron los hutts. Una vez estuvieron convencidos, el Colectivo tenía un importante inventario de activos de sus tres benefactores.

Una avanzadilla mandaloriana exploró la capital mandaloriana, Sundari, para establecer objetivos vitales para la seguridad. Cuando Maul tuvo esta información, reunió a Lom y a sus otros ministros en una tienda de campaña en su base de Zanbar. Lom, como sus pares, fue acompañado de varios subordinados.



Lom contempla el plan de ataque a Sundari.

En la tienda, Vizsla presentó los lugares que serían atacados, y Maul explicó su estrategia: Querían un gobierno títere de Vizsla con apoyo popular, así que los grupos criminales, pykes, Sol Negro y Hutts, iniciarían ataques para sembrar el caos y dar a la Duquesa una imagen de debilidad. Entonces la Guardia de la Muerte se presentaría como los salvadores de Mandalore, derrotando a los bandidos en enfrentamientos coreografiados y falsos. Los criminales irían a la cárcel, pero después serían liberados porque el pueblo exigiría el mando político para Vizsla. Entonces la Duquesa sería arrestada, lo cual sin duda atraería la atención de Kenobi, aún siendo Mandalore un mundo neutral fuera de la jurisdicción de la República.

Los pykes y los demás aceptaron el plan y salieron de la tienda. La Guardia de la Muerte fingió aceptar el plan, pero pretendían traicionar a Maul: Maul quería usar Mandalore como cabeza de puente para controlar otros mundos neutrales, pero Vizsla no tenía esa ambición y pretendía dejarle tirado.

Lom en concreto fue asignado a los muelles de atraque de Sundari. Él y un soldado de Sol Negro se ocultaron, armados, en una caja enorme de un cargamento, contando con que los oficiales de aduanas las abriesen. Otros pykes y guerreros del Colectivo se escondieron en otras cajas del mismo envío. Siguiendo el plan, un droide detectó formas de vida en las cajas, alertando de una posible infestación, y, cuando un guardia fue a abrirlas para inspeccionarlas, Lom y su colega empujaron las puertas de una patada. Lom apuntó con su pistola al droide, exigió su rendición inmediata y explicó que estaban bajo las órdenes del Sindicato Pyke y que su amo reclamaba el control de ese puente. Ziton Moj apareció en ese momento en una nave, dando a entender que era él, no Maul, el amo al que Lom se refería.

El ataque al muelle fue un éxito porque los guardias estaban en inferioridad numérica, y la población exigió a Satine tomar medidas. Mientras tanto, Sol Negro y los pykes atacaban zonas públicas.

Esa noche, Lom participó en otro golpe: Un atraco al principal centro bancario de Sundari. Viajó en un speeder acompañado de otro pyke, dos soldados de Sol Negro y el imponente Savage Opress oculto. Cuando llegaron, los guardias ordenaron sellar las cámaras y alertaron de un ataque de Sol Negro. Lom bajó del speeder y exigió que las abriesen; pero los guardias pidieron refuerzos y de pronto Lom y sus tres socios se vieron ante al menos seis soldados. Lom simplemente se río y se apartó para dejar paso a Opress, que se ocupó de todos los guardias. Entonces los ladrones entraron en el banco.

Para cuando salieron, Vizsla se había ofrecido públicamente a resolver la epidemia de crimen en Sundari, y la Guardia estaba arrestando a los criminales públicamente. Savage emergió del banco, corriendo delante de Lom y del otro pyke y criticando que sus zancadas no fuesen lo bastante rápidas. Los pykes disparaban a los guardias con sus pistolas en las diestras, y llevaban sendos maletines en las zurdas. Una bomba preparada detonó en el banco durante su fuga. Los guardias del banco les siguieron pero, al doblar una esquina, vieron a la Guardia de la Muerte, que había derribado a los dos pykes, y a Vizsla batiéndose personalmente con Opress hasta vencerle.

Esa noche, Lom fue exhibido públicamente en la plaza principal del palacio junto a Moj y Opress, los tres encadenados y custodiados por la Guardia de la Muerte. Bo-Katan Kryze, mano derecha de Vizsla, explicó al público que la Guardia había capturaedo a los líderes de las más temidas familias criminales. Vizsla se autoproclamó Primer Ministro ante una multitud entusiasta e hizo arrestar a la Duquesa. Lom y sus pares cumplieron su papel y, con actitud sumisa, permitieron que les encerrasen.



Capturado con los otros jefes del crimen, Lom sigue el juego a sus socios.

Entonces Vizsla traicionó a Maul, pero Maul había previsto ese movimiento y lo aprovechó en su beneficio para pactar con otro mandaloriano descontento y corrupto, Almec. Maul entonces desafió a Vizsla a un duelo a muerte y le venció, convirtiéndose en el nuevo Mandalore y poniendo a Almec como su Primer Ministro. Siguiendo una vez más el plan, Kenobi viajó a Mandalore, pero sólo consiguió ser testigo de la muerte de la Duquesa a manos de Maul.

Lo que Maul no había previsto era la atención desfavorable de Darth Sidious, que desaprobaba la ambición de su antiguo aprendiz: Sidious viajó a Mandalore, mató a Opress y derrotó y capturó a Maul. Eso acabó de hundir el Colectivo de Sombra.

Lom no se acomplejó especialmente por esta derrota. De algún modo salió de su celda y volvió a su rutina como líder del Sindicato Pyke en Oba Diah.

No mucho después, aún en 20 ABY, la Orden Jedi reabrió la investigación por la muerte de Sifo-Dyas, en parte porque su lanzadera y sable láser habían sido encontrados en la luna de Oba Diah. Los jedi descubrieron la misión secreta de Sifo-Dyas con Silman en Oba Diah, y confirmaron que Sifo-Dyas había estado en Felucia, junto con un segundo jedi de identidad desconocida, y los felucianos afirmaban haber cremado su cadáver, pero no habían visto a Silman. El Consejo Jedi envió a dos jedis, Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker, a Oba Diah a interrogar a los pykes.

Lom recibió a los embajadores jedi amistosamente, pero manteniendo su guardia en la sala del trono y sin siquiera hacer que sus siervos y sicofantes la abandonasen: Moogans y zygerranos consumían especia en la misma sala. Lom encontraba divertido que los jedi hubiesen ido a él para suplicarle información, y su actitud arrogante enfureció a Skywalker. Quizá por eso Lom había elegido llevar en ese momento el colgante de Silman, en un intento de demostrar su superioridad frente a los jedi.

Cuando Kenobi mencionó el nombre de Sifo-Dyas, aquél pudo ver en los ojos de Lom un destello de reconocimiento. Lom reconoció sólo que Sifo-Dyas había ido a Oba Diah una década antes, y alegó no saber nada del descubrimiento de la lanzadera en la luna. Intentando desviar la atención hacia otros temas, ofreció un refrigerio a los jedi; el diplomático Kenobi lo aceptó, y Lom brindó por la amistad entre ambos grupos.



Lom se reúne con visitantes jedi.

Entonces Kenobi se fijó insistentemente en el colgante de Lom. Viéndose en aprietos, Lom intentó escabullirse con la mayor cortesía posible, pero Kenobi exigió saber el secreto, y Skywalker, famoso por su poca paciencia, usó su telekinesis para atraer el emblema a su mano. Los guardias prepararon sus armas, pero Lom les detuvo con un gesto: No quería un enfrentamiento con los jedi, y de todos modos la joya no había pertenecido a un jedi.

Lom intentó responder a las preguntas de Skywalker con más preguntas y finalmente se echó a reír: Los jedi habían resuelto esa parte del enigma; pero aún así, Lom mantenía ases en la manga. El Ministro se levantó y aceptó llevarles con Silman.

Escoltado por un droide esférico flotante, Lom llevó a los jedi por la ciudad hasta la celda donde Silman llevaba una década. De camino, explicó su acuerdo con Tyranus (omitiendo que éste era Dooku) y cómo los pykes realmente habían matado a Sifo-Dyas bajo sus órdenes. A cambio de entregar a Silman, Lom exigía que los jedi amnistiasen a los pykes por el asesinato de Sifo-Dyas.

Mientras tanto, Tyranus se enteró de que la investigación jedi y voló a Oba Diah a atar ese cabo suelto. Encontró a Kenobi y Skywalker interrogando al demente Silman. Usando la Fuerza, Dooku aplastó la tráquea de Silman antes de que éste pudiese decir quién había asesinado realmente a Sifo-Dyas y porqué. En el proceso, Dooku se dejó ver y los jedi le atacaron; pero Dooku había terminado su trabajo en Oba Diah y sólo le quedaba escapar en su nave, retrocediendo ante el ataque para ir a la plataforma de aterrizaje.

Cuando Lom supo que Tyranus estaba en Oba Diah (y que había matado a dos guardias que no le permitieron acceder), se disgustó y reunió a sus soldados para atacarle. Al menos diez soldados armados, comandados personalmente por Lom, irrumpieron desde la fortaleza en la plataforma de aterrizaje donde Dooku luchaba contra los jedi. Otra docena de pykes entraron por el otro lado, poniéndose alrededor de Kenobi y Skywalker. Lom recriminó a Tyranus su presencia, revelando otro secreto más a Kenobi. Kenobi pidió directamente ayuda a Lom, y éste ordenó a sus tropas matar a Tyranus.



Lom lidera el ataque contra Tyranus.

Los pykes abrieron fuego, pero Dooku deflectó todos los disparos con su sable láser. Con un empujón telekinético, derribó a los jedi y a los pykes que les rodeaban. Tyranus avanzó implacable hacia Lom y su grupo, y el Ministro empezó a retroceder, cubriéndose en su grupo. Los jedi vieron su problema y, juntos, lanzaron un empujón con la Fuerza. Dooku lo esquivó con un salto inhumanamente alto; Lom y los otros pykes no podían hacer eso y retrocedieron varios metros. Eso les puso momentáneamente a salvo de Dooku… pero sólo momentáneamente. Dooku se abrió paso empujando a los soldados pykes y atravesó a Lom con su sable láser, matándole.

Dooku consiguió escapar de Oba Diah, matando a varios pykes más, provocando destrozos y sin dar a los jedi las respuestas que necesitaban. Kenobi y Skywalker reportaron sus descubrimiento, por parciales que fuesen, a la Orden Jedi. Los jedi tenían motivos para desconfiar del Gran Ejército, puesto que Dooku había estado implicado en su creación, pero la guerra había avanzado demasiado y no tenían más opción que seguir el juego al sith lord.

En cuanto al Sindicato Pyke, sobrevivió a la muerte de Lom. Un nuevo pyke tomó el mando, y el impacto del Ministro Lom fue mínimo en la historia.


Curiosidades


 

Los pykes fueron creados para la quinta temporada de la serie de animación The Clone Wars. En un video, el supervisor de dirección Dave Filoni explica que el diseño partía de una idea de George Lucas de seres con cara pequeña pero cabeza enorme en forma de vaina, muy abstractos, siniestros y alienígenas.

Los pykes aparecen en los episodios 5x14 Eminence (19 de enero de 2013, Kyle Dunlevy); 5x15 Sombras de razón (26 de enero de 2013, Bosco Ng) y 5x16 El Ilegal (2 de febrero de 2013, Brian Kalin O'Connell), aunque en este último sólo en flashback. Todos tienen guión de Chris Collins.

Técnicamente aparecen por primera vez en la novela juvenil The Clone Wars: Darth Maul: Shadow Conspiracy (2013, Jason Fry), publicada el 1 de enero de 2013 y que adapta el arco argumental de los episodios 13 a 16 de la temporada, el primero de los cuales se emitió el 12 de enero; e incluso podemos forzarlo un poco más y hablar del trailer de la temporada 5, emitido el 29 de agosto de 2012, donde aparecen pykes en la escena en que Maul planifica el ataque a Sundari.

Al año siguiente, los pykes volverían a aparecer en la sexta temporada (que no se dobló al castellano y que se estrenó toda el mismo día), en el episodio 6x10 The Lost One (1 de marzo de 2014, Brian Kalin O'Connell). En el siguiente 6x11 Voices (1 de marzo de 2014, Danny Keller), un flashback muestra escenas en el planeta Oba Diah y su luna.

El actor Matt Lanter interpreta a Lom en los episodios 5x14, 5x15 y 6x10. Lanter también interpreta otras voces en la serie, principalmente la de Anakin Skywalker y muchos personajes menores, incluyendo varios droides tácticos, uno de los mono-lagartos mascotas de Hondo Ohnaka y el misterioso usuario de la Fuerza llamado El Hijo, entre otros. Fuera de Star Wars, Lanter también aparece en una de las peores películas de la historia, Disaster Movie (2008, Jason Friedberg y Aaron Seltzer).

Cada uno de los episodios de la teleserie ha tenido una sección dedicada en la web oficial de Star Wars, "guía de episodios", que incluía la trama detalladamente ilustrada, diseños conceptuales y bocetos y varios videos en que el equipo revelaba detalles de la producción. En relación a la trama del Colectivo de Sombras, en la guía de 5x14, Dave Filoni y Sam Witwer (voz original de Darth Maul) hablaban de los pykes, y en la de 5x15, usaban metraje de los pykes para ilustrar su conversación y en un clip incluido como "special bonus look". Además, la guía de 5x14 tenía diseños fechados en 2011 por Amy Beth Christensen para Lom, el soldado pyke y el blaster pyke; y por Andre Kirk para el exterior de sus naves (Se menciona que existe un diseño para el interior de la nave, pero no se incluyó online).



Diseño conceptual de un pyke.

La guía del episodio 6x10 incluía arte conceptual del exterior del planeta Obah Diah (sic.) y de su luna desértica, por David Le Merrer, datados de 29 de nov 2011.

El planeta Oba Diah no sale en The Essential Atlas (2009, Daniel Wallace y Jason Fry), pero el sector Kessel sí aparece, y eso permite obtener algo de información.

No está confirmado de dónde sale el nombre del planeta Oba Diah, pero "Obadiah" es un nombre bíblico que aparece en el Antiguo Testamento, derivado del hebreo Obhádhyah. En español se traduce como Abdías.

Todo lo publicado a partir de abril de 2014 cuenta como nuevo canon de Star Wars y deja de pertenecer a Legends. Los pykes aparecen en el cómic Son of Dathomir, publicado en junio de 2014; y se les menciona en The Official Star Wars Fact File Part 60 (2015); este último no aporta realmente nueva información excepto al describir explícitamente a Lom como "degenerado".



Diseño conceptual de Oba Diah.

Sin embargo, entra en continuidad la aventura de juego de rol Under a Black Sun (2013), escrita por Jeff Hall, con Katrina Ostrander acreditada como "productora principal" y ofrecida gratuitamente en la web de Fantasy Flight Games. No aparecen pykes pero se les menciona mucho: Los personajes jugadores trabajan para el Sindicato Pyke. La historia es un poco ambigua en el tiempo; tiene que ser en la era del Imperio, y yo entiendo que al principio de ésta, con un Imperio fuerte y sin oposición; pero podría ser veinte años después, en plena batalla de Yavin. Uno de los personajes jugadores, "Sin" Meeku, tiene su primer contacto con los pykes una década antes; así que lo pongo en 28 ABY para ser coherente al menos conmigo mismo.

Hay caminos alternativos que pueden tener lugar en Under a Black Sun y que afectan a los pykes:

  • Al principio, el jugador de "Sin" Meeku puede incrementar sus puntos o equipo aceptando más puntos de Obligación, que representan que se ha estado beneficiando más de sus conexiones con los Pykes. Otros personajes tiene esa opción con otras personas de sus pasados.

  • Mientras los jugadores buscan información sobre Kaa'to Leeachos en el casino Spyder, pueden hablar con Verannis, un jefecillo de Sol Negro. Si Matwe tiene muchos puntos de Obligación en ese momento, élno podrá ocultar fácilmente su implicación con los Pykes y Verannis reconocerá su parentesco con uno de los trabajadores de los pykes. Eso dificultará las tiradas para engañar a Verannis.

  • Similarmente, si los jugadores investigan la Torre Zelcomm para robar información de sus ordenadores; y si en ese momento la Obligación de Jovel es de +1 o superior, entonces ella ha "trabajado" tantas veces para Aquem y los Pykes, que ha obtenido una reputación infame de rebanadora. Eso ha motivado a Zelcomm y a otros a actualizar sus sistemas específicamente para protegerse de los métodos y formas de trabajar de Jovel.

  • Si los personajes derrotan a Kaa'to Leeachos, los pykes les pagan mil créditos por barba según lo acordado, y reducen la Obligación de cada personaje en cinco puntos; aunque, para entonces, los jugadores pueden haberla incrementado.

  • Si los personajes encuentran el cargamento que Leeachos aún no ha vendido, pueden devolverlo a los pykes a cambio de otros 5 puntos en sus Obligaciones; o pueden quedárselo. Si se lo quedan, pueden buscar un comprador que les dará diez mil créditos; pero su Obligación crecerá cinco puntos por traicionar a sus empleadores, y los pykes podrían buscar venganza en aventuras posteriores.

Hay además un par de problemas de continuidad. Empecemos por uno facilito: En el episodio Sombras de Razón, Lom atraca un banco con otro pyke y un soldado de Sol Negro, ocultando que Savage Opress está en su vehículo. Aunque Lom toma la palabra, el guardia del banco que pide refuerzos dice que Sol Negro (no el Sindicato Pyke) está atacando las cámaras, y Lom sólo se ríe al oírle.

Mi principal problema es cuánto dura el atraco y cuánto participa Lom. Veamos todo el ataque a Sundari: Lom irrumpe en los muelles saliendo del contenedor de carga, de día. Informan a Satine del problema, y aún es de día. Por la noche, Lom y Savage atracan el banco, les vemos entrar. Entonces, cuando vemos a la Guardia de la Muerte ganar apoyo popular, vuelve a ser de día, y también es de día cuando recuperan el parque. Vuelve a ser de noche cuando vemos a Savage y dos pykes escapar del banco, y ser capturados poco después. Es decir, que ha pasado un día entero, desde la noche pasada hasta ésta. ¿Savage se pasó un día entero dentro del banco? ¿Y sólo se llevan un par de maletines?

Para colmo, en la escena en que entran en el banco, entran Lom, otro pyke, un soldado de Sol Negro y Savage. Cuando salen del banco, sólo huyen Savage y dos pykes, ninguno de los cuales es Lom.



Dos pykes que no son Lom salen del banco.

En la guía de ese episodio en la web de Star Wars, la descripción de la trama habla de cómo guerreros mandalorianos recuperan el control de los muelles, que estaba en manos de los pykes y de los soldados de la Guardia de la Muerte. Evidentemente esto es absurdo: Debería decir "Sol Negro" en vez de "Guardia de la Muerte".

La guía del episodio The Lost One dice "Pyke syndicate", única fuente que pone "syndicate" con minúscula, y al describir los bocetos del planeta y la luna, escribe "Obah Diah" en vez de "Oba Diah".

La sección Encyclopedia (2011-2014) de la web de Star Wars describe a los pykes en un solo párrafo que a veces pone los verbos en presente, y a veces en pasado.

El Ministro Lom no debe confundirse con Lom, un mercenario activo en 3.653 que aparece en la novela The Old Republic: Deceived (2011, Paul S. Kemp); ni por supuesto con 4-LOM, cazarrecompensas droide visto por primera vez en la película El Imperio Contraataca (1980, Irvin Kershner).



© S I T H N E T

Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

Aquí puedes encontrar todas las fuentes consultadas en la elaboración de este artículo.

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