LOS CLAWDITAS

Articulo creado por Skippy Farlstendoiro y maquetado por Al Noah, los xenobiólogos de SithNET.
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores
"Creo que es un cambiante" (Anakin Skywalker)
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LOS CLAWDITAS


 

Zolan es un planeta del Borde Medio como cualquier otro. Su flora y fauna no tienen especial relevancia; no está en una importante ruta de comercio; ni tampoco es de gran interés comercial y turística. Es sólo otro planeta con una especie reptiliana nativa.

Los zolaníes, porque así se llama la especie, son humanoides de piel rugosa, cuyo color va del verde al amarillo. Tienen grandes ojos amarillentos con pupilas negras parecidas a rajas, pero por lo demás su rostro es prácticamente humano. En la madurez, miden entre 150 y 200 centímetros.

Por lo demás, los zolaníes tienen una lengua bífida que ha dado origen a un idioma lleno de graznidos guturales y sibilantes y siseadas letras.

Extrañamente, los zolanies son reptomamíferos, lo cual significa que son reptiles vivíparos, no ovíparos. Los partos son siempre individuales, sin tener nunca camadas o siquiera gemelos.

Existe una especie en Zolan llamada clawdita y cuyos miembros son mutantes genéticos estables de los zolaníes, por lo que resultan físicamente idénticos a éstos. Sólo se diferencian ante un examen genético atento. Bueno, eso y un detallito más: Los clawditas son multiformes.

Existen muy pocas especies inteligentes en la galaxia con la capacidad de alterar su pigmentación epitelial y su aspecto físico. Están los shi'idos, claro, pero son muy aislacionistas. Sin embargo, nos sirven para ejemplificar el hecho de que los clawditas no están solos en su don.

La capacidad multiforme de un clawdita les permite cambiar el color y la textura de piel. Su aspecto reptiliano se oculta rápidamente, permitiéndoles hacerse pasar por otra especie: Es sencillo transformarla en el cutis delicado de un humano, o en el rugoso pellejo de un weequay. Incluso consiguen imitar, con relativa fiabilidad, la ropa y joyería que estén cerca de la piel.

Pero las limitaciones son notables. Los clawditas pueden imitar sólo a seres antropomorfos, es decir, con la cabeza, los brazos y las piernas más o menos en el mismo sitio. También tienen que mantener más o menos el tamaño: Un ewok o un jawa son demasiado pequeños; un anx o un whífido son demasiado grandes. Sin embargo, un wookiees o un gamorreano entran en lo razonable, y además, al imitarlos, un clawdite imitaría también las cuerdas vocales de la especie, necesarias para reproducir sus idiomas.

Un clawdite no puede generar carne extra ni alterar su masa incrementándola o decrementándola (o simplemente redirigiendo grandes cantidades de otra zona del cuerpo). Las colas de cabeza de un twi'lek o las cabezas anormalmente grandes de un ithoriano o un mon calamariano no son reproducibles. Tampoco sería posible adoptar la forma de una criatura extraña como un dug (que, en primer lugar, es demasiado pequeño). De un modo similar, no pueden usar este cambio para crear u ocultar ropa pesada o armaduras.

Uno de los principales problemas de su capacidad metamórfica es que no pueden imitar a un individuo concreto, sólo a una especie. Un clawdita podría hacerse pasar por un humano varón o hembra, pero no reproducir siquiera el rostro de la princesa Leia, por ejemplo (Ni tampoco su voz, sus huellas dactilares o retinales, o cualquier otro modo unívoco de identificación).

El proceso de cambio clawdita, a diferencia de lo que sucede en otras especies multiformes, exige un esfuerzo notable que puede causar agotamiento y es siempre muy doloroso. Un clawdita puede hacer el cambio en muy poco tiempo, prácticamente en un chasquido, pero entonces es mucho más lacerante.

El cambio se basa en la concentración del cambiante. En principio, la forma original está esperando pacientemente el momento de volver: Un clawdita vuelve a su aspecto reptiliano si queda aturdido, si está fatigado, si cae inconsciente, si se distrae, si agoniza o si expira. Es precisa mucha práctica para descansar en la forma alterada. Nótese, por otro lado, que volver a la forma clawdita no es doloroso ni agotador.

La piel de un clawdita exige un tratamiento constante con aceites especiales para mantenerla flexible y maleable, y para impedir que se agriete o rasgue. Algunos clawditas usan aceites terapéuticos más caros que mejoran su capacidad.

Pero, aunque estos productos pueden ser un factor diferencial para un clawdita concreto, no hay producto que sea tan útil a un metamorfo como el talento. Cada clawdita individual tiene su propia capacidad, que mejora con la práctica y la edad. Muchos clawditas de gran capacidad rechazan los aceites caros y usan sólo técnicas de concentración y meditación para mejorar. Incluso las restricciones de tamaño y forma pueden superarse, según se dice.

El principal dolor se da al mover la masa del cuerpo, mientras que el cambio de color de piel es imperceptible: Un niño clawdita es incapaz de mutar excepto a este nivel, y de hecho los babés lo hace para informar a sus padres de incomodidades varias o de cambios de humor. Sólo con la práctica se puede aguantar el dolor.

Acaso la mejor multiforme conocida entre los clawdites sea la cazarrecompensas Zam Wesell. Wesell ha demostrado la capacidad de adoptar especies con masas drásticamente distintas, como el proverbial dug, e incluso imitar con notable talento a personas concretas. Se cree que esta capacidad, apenas reproducida, es un desarrollo propio. Algunas teorías sugieren que Wessel mejoraba su capacidad con una sustancia inyectable o algún aparato médico.

Es posible que otro clawdita desarrolle independientemente este don, o que lo haya aprendido de Wessel. El único otro caso conocido de capacidad para esto es Nuri, que era capaz de adoptar la diminuta forma de un bimm, pero eso apenas se puede comparar con Wessel.

A día de hoy, los xenobiólogos no saben exactamente cómo cambian de forma los clawditas. Éstos, por su parte, son poco dados a colaborar en los experimentos, porque temen el prejuicio y las repercusiones negativas. La principal hipótesis es que controlan el agua de su cuerpo, algunos en más medida que otros; quizá Zam Wessel muestra la capacidad de emitar agua de su cuerpo al entorno, y absorberla del entorno, para adoptar formas más pequeñas o más grandes respectivamente. Según esta teoría, deben existir umbrales máximos y mínimos de tamaño en cualquier transformación: Un insecto siempre sería demasiado pequeño, y una bestia marina gigantesca como el opee de Naboo siempre estaría fuera de cuestión.

Aparte de su capacidad multiforme, los clawditas viven un poco más que los humanos, pasan bastante más tiempo en buena forma, pero son un poco más débiles físicamente. Es posible que todo esto sea un pequeño efecto secundario de su mutación.


EL ORIGEN DE LOS CLAWDITAS


 

Los zolaníes son una especie de fuertes convicciones religiosas. No son tan aficionados a la ciencia, pese a que son una especie avanzada con acceso a la tecnología a nivel galáctico. Pero ellos ignoraban la presencia de un gen latente en su ADN, un gen que les permitiría alterar su piel y hasta su forma física. Pero ese gen estaba dormido, esperando

Hace más de cinco mil años, Zolan se vio bombardeado por radiación extraplanetaria. No está claro cuál fue el origen de esta emisión, aunque parece que el sol de su sistema está descartado. Más importantes, sin embargo, fueron las consecuencias.

Por causa de esta radiación, surgió una epidemia planetaria de una enfermedad que devoraba la piel. La especie corría peligro; muchos zolaníes habían sido afectados. La medicina fue incapaz de reaccionar a tiempo, así que recurrieron a la ciencia.

Varios científicos intentaron activar el gen latente de cambio para protegerles de la radiación. Los genes fueron activados en sujetos voluntarios, aunque aún así la enfermedad seguía acosando a la población. Un gran porcentaje de los zolaníes con genes alterados dejaron Zolan para recibir reconstrucción genética que curase sus heridas.

La radiación, el tratamiento experimental y la reconstrucción genética, combinados, despertaron finalmente el gen en los zolaníes emigrantes. Pero ellos no observaron esta diferencia; harían falta varias generaciones para que se percibiese. De todos modos, estos zolaníes se mantuvieron fuera de su planeta durante generaciones, probablemente por prescripción facultativa.

Mientras tanto, el resto de los zolaníes sobrevivieron en Zolan de un modo u otro. La población se redujo drásticamente, el gen mutante no despertó y es probable que hubiese otros importantes cambios en su genoma y, más tarde, en su cultura.



Zam Wessel con Obi-Wan Kenobi
Este es el vedadero aspecto de un clawdita

Después de muchos años, los zolaníes emigrados empezaron a demostrar la capacidad multiforme, pero al fin podían volver a su propio mundo. Regresaron y no pudieron ocultar sus nuevos talentos.

Los zolaníes no emigrados, empero, consideraban a los "cambiaformas" impuros y pecaminosos. Les despreciaron, vilipendiaron y temieron, y pronto lograron subyugarlos. La persecución se institucionalizó. Los "cambiaformas" conocidos fueron víctimas del ostracismo, obligados a vivir en guetos cerrados.

Sin duda los "cambiaformas" habrían sido víctimas del genocidio, y está claro que los zolaníes "puros" lo intentaron. Pero fue imposible. Es probable que el gen mutante sea dominante (aunque de todos modos la natalidad bajó drásticamente desde el bombardeo radiactivo). También es posible que los mutantes lograsen defenderse de esto en concreto, aún cuando no lograsen protegerse del racismo. No se sabe si los jedis estuvieron implicados en esto. Los multiformes, ofendidos, decidieron diferenciarse de sus ancestros adoptando un nuevo nombre para referirse a su raza: Los clawditas. Consideran despectivos los nombres que les describen, como metamorfo, cambiaformas, multiforme, cambiapieles, y por supuesto fenómeno de feria. También se han opuesto vehementemente a cualquier intento de estudiar sus capacidades.

Sin embargo, eran los zolaníes los que estaban en buenas relaciones con la República. Los zolaníes exportaron su xenofobia, convenciendo a toda la galaxia de que sus "cambiaformas" de Zolan eran tan peligrosos como los shi'idos. Por ello, y con todo este conflicto, los clawditas no se sentían inclinados a colaborar con la República, y si aprendían el idioma básico era más bien para poder infiltrarse como es debido.

Por ello, los clawditas se volvieron solitarios y callados, pragmáticos y distanciados. Eran realistas duros e imparciales, movidos por un fuerte sentido de la sospecha y la desconfianza. Para protegerse de la traición, se dedicaban al auto-interés. A tal punto era así, que tenían problemas para comprender conceptos abstractos como devoción y lealtad.

Convertidos en parias, los clawditas solían trabajar en los límites de la legalidad o de la comunidad: Ocultos en pequeñas poblaciones fronterizas bajo identidades falsas, o viviendo aislados en la naturaleza, los clawditas tenían más posibilidades de sobrevivir que en entornos urbanos. Quienes se veían obligados a hacerlo, a menudo trabajaban como criminales o, al menos, cazadores de recompensas. Ni siquiera los potenciales jedi mostraban excesivo interés en las tradiciones de la Orden.

Pero si hay algo que los clawditas saben es que... todo cambia.


HISTORIA DE LOS CLAWDITAS


 

Tenemos un planeta llamado Zolan que pertenece a la República. Se mantiene una doble lengua oficial, zolani y básico. Tenemos además una especie nativa con dos razas, los zolaníes y los clawditas, con la primera raza dominando a la segunda y manteniendo lealtad a la República. Como la República jamás demostró interés en ayudar a los necesitados clawditas, éstos tampoco sentían simpatía hacia el gobierno central.

Se había fundado una antigua orden de respetados guerreros-caballeros en Zolan, los Caballeros Mabari. Probablemente tenían raíces en la antigua orden monástica de diplomáticos y guerreros Jal Shey. Las tradiciones Mabari eran muy estrictas, y el entrenamiento era intenso y agotador; sólo aceptaban a los más prometedores reclutas.



Emblema Mabari de Zam Wessel

Pues bien: Los zolaníes, que controlaban a los Mabari, sólo permitieron que un pequeñísimo número de clawditas se unieran a la Orden. Era prácticamente imposible que los clawditas obtuviesen algún prestigio en ese mundo.

Y un día, surgió la alternativa. Surgió un grupo de planetas que optaron por separarse de la República, asociados en una Confederación de Sistemas Independientes. Algunos de sus seguidores ni siquiera eran gobiernos galácticos completos, sino ligas aisladas con poder político limitado. Era justo lo que necesitaban: Ayuda extraplanetaria para resistir, y quizá hasta combatir, la persecución de sus primos zolaníes.

Los clawditas consolidaron el poco poder político que tenían y formaron un contingente político. Lograron contactar con el Conde Dooku de Serenno, a quien pidieron ayuda, y así los clawditas se unieron a los separatistas. Poco después empezaron las Guerras Clon.

Los mabaris limitaron aún más los candidatos clawditas, ya no sólo por prejuicios religiosos y raciales, sino también por una preocupación, genuina y bien fundada, de que entrenar a un gran número de clawditas daría a su raza un grupo poderoso que podía derrocar al gobierno de Zolan. Mantenían un estricto control sobre todos los mabaris clawditas y, si dejaban la orden, les presionaban para que abandonasen también el planeta.

En el año 19 antes de Yavin, el Conde Dooku murió durante la guerra. Sin su principal valedor, los clawditas perdieron toda su esperanza, y sucumbieron de nuevo a los zolaníes.

Poco después, la guerra terminó y la República se convirtió en el Imperio Galáctico. El Imperio decidió que los clawditas eran una amenaza real, o acaso mantenía su postura especiesista contra las razas menos humanas. Al mismo tiempo, los clawditas ansiaban su independencia y libertas más que nunca, y pensaron aprovechar el cambio de gobierno para obtener una postura de poder que más tarde se pudiese afianzar.

Así, los clawditas empezaron por alzarse en Zolan, pero el Imperio envió una flota de naves. Zolan sufrió un importante bloqueo y la rebelión fue aplastada implacablemente. Los zolaníes también fueron castigados.

Pasarían años de estricto control imperial, durante los cuales la situación en Zolan se mantendría: El Imperio oprimía a los zolaníes, y éstos a los clawditas. Hasta que, finalmente, el emperador murió en la batalla de Endor y apareció otro gobierno central: La Nueva República.

La Nueva República era un gobierno totalmente distinto que rechazaba de pleno el despotismo que ellos habían vivido. Un diplomático neorrepublicano visitó Zolan, ofreciéndoles un lugar en su Senado. Ése fue el detonante.

La tensión existente entre clawditas y zolaníes alcanzó de nuevo el límite: ¡Guerra! Los clawditas rápidamente derrocaron el dominio zolani del planeta y controlaron el 75% de la superficie planetaria. En cuanto se asentaron en el poder, hicieron propuestas a la Nueva República y firmaron tratados según los cuales la República les ayudaría en caso de opresión racial.

Con esta nueva situación, los clawditas accedieron rápidamente a nuevos puestos de responsabilidad, y la multiformidad dejó de ser vergonzosa. Es más: Los niños clawditas aprendían a cambiar su aspecto en la escuela, lo cual dio una generación aún más ducha que las anteriores.

En unos pocos años, la situación en Zolan estaba bajo control: Los zolaníes habían perdido el poder político, pero por lo demás no estaban siendo víctimas de los clawditas.

Y entonces apareció un enemigo tan poderoso que toda la galaxia estaba en peligro: Los yuuzhan vong. Inteligencia de la Nueva República fue a Zolan; quería reclutar agentes clawdita para infiltrarse en las operaciones enemigas.

Más de cien clawditas formaron una unidad de infiltración: La Compañía Astucia. Para unirse a este grupo haría falta un alto grado de control sobre la multiformidad, y además se rechazaba a los voluntarios que tuviesen hijos (La especie clawdita tenía una población limitada, por lo que los hijos eran muy valorados y se instaba a los padres a protegerlos y nutrirlos). Peor aún: El número de bajas era muy alto.

Pese a todo ello, nunca escaseron los voluntarios, y la competencia para entrar en la Compañía Astucia era altísima. Algunos clawditas con hijos ocultaban este dato para poder optar al puesto.

Después de esto, los clawditas dejaron de ser víctimas del especiesismo: Su labor en la guerra y su sacrificio eran innegables, y les habían redimido a ojos del público. Pasaron a ser indispensables en la recién creada Inteligencia Aliada por su trabajo contra los yuuzhan vong, y siguieron en activo en el ejército: La Compañía Astucia no dejaba de hacer proezas.

Pese a que siguieron manteniendo la distancia para con otras especies, estaban orgullosos de su servicio militar. Ya no eran la escoria de la galaxia, cazarrecompensas y asesinos. Al fin, podían hacer una contribución positiva al universo, protegiendo la libertad de otras especies que estaban siendo perseguidas ... como los clawditas habían sido perseguidos poco antes.


CLAWDITAS NOTORIOS


 

Bargu: Esta clawdita era padawana en tiempos de las Guerras Clon.

Prit Kesso: Un famoso clawdita.

Pessk Maseel: Un famoso clawdita.

Eru Massest: Un famoso clawdita.

Rolsat Noviee: Este supuesto lannik era un atleta que jugaba en la modalidad deportiva de Púgil. Después de nueve años jugando, se convirtió en el participante mejor pagado, y máximo marcador, de la historia del Púgil en Lannik. Era conocido popularmente como "Rolstone".

Sin embargo, poco antes de las Guerras Clon, cuando se hizo un análisis de sangre casual, se descubrió que Rolstone era en realidad un clawdite multiforme. Rápidamente, el clawdite desapareció y nunca se le volvió a ver. Sin embargo, su compañero de equipo Kova Naan sospechaba de cualquiera, creyendo que podría ser Noviee.

Nuri: Este clawdita pobre vivía en Aargau, y era uno de los pocos que podían alterar su masa corporal. En el año 22 antes de Yavin, adoptó la forma de un bimm y estafó a un niño de nueve años llamado Boba Fett, costándole medio millón de créditos. Tres años después, en Xagobah, Fett tuvo ocasión de vengarse de Nuri paralizándole con un hongo.

Zapes Orn: Un famoso clawdita.

Nomo Sliken: Este clawdita era un asesino inventivo, intrépido y a la vez cauto. Solía manipular a sus víctimas para que cometiesen un error y entonces aprovecharlo.

De algún modo, Sliken acabó en Nar Shaddaa, y encontró trabajo a través de Moap el Arreglador, el agente criminal kitonak. Moap había sido a su vez contratado por alguien que afirmaba ser Doronnar, el teniente kubaz de Moska el Hutt, para una conspiración contra el rival de Moska, Torga el Hutt.

Moap contrató a Sliken para que matase a Nak Simm, un zabrak que servía a Torga como uno de sus principales lugartenientes. Sliken no sólo mataría a Simm, sino que se haría pasar por Simm ante unos posibles clientes de Torga y echaría a perder el trato. Eso humillaría a Torga ante un importante hutt, Jolla, con el que quería hacer un trato. Probablemente Sliken ignoraba que la mente detrás de toda la conspiración no era Moska, sino Jolla haciéndose pasar por Moska. Probablemente, no le habría importado.

Moap estaba tan contento con Sliken que decidió mantenerle en su lista de contactos, por si en algún momento futuro él mismo era perseguido y necesitaba a alguien que se hiciese pasar por él.

Sliken encontró a Simm, le asesinó y tiró su cuerpo en un callejón. Asumió entonces la forma de un zabrak (pero no específicamente de Simm porque no podía) para reunirse con los posibles clientes en el Casino Gema Corusca. Además, consiguió un grupo de matones para que le acompañasen en calidad de guardaespaldas.

Empezó por retrasarse en su cita, alegando que estaba emborrachándose. Después exigió que le dijesen por qué querían ver a Torga, aunque sin duda ya habían informado a Torga. Ignoró la respuesta y, con la excusa de haberse distraído, pidió que se lo volviesen a explicar. Repitió las mismas preguntas varias veces y exigió saber si habían tratado antes con hutts. Finalmente, el falso Simm aceptó el trato, pero pidiendo un precio veinte veces superior al habitual.

Pero, antes de sellar el pacto, la reunión fue interrumpida por Thraka Duroth, otro de los lugartenientes de Torga, con su propio séquito de guardaespaldas. Duroth había encontrado el cadáver de Simm y, creyendo que los clientes eran los culpables, les quería llevar ante Torga.

Sliken tiró la mesa y se lanzó al rincón oscuro más cercano, donde se deshizo de la toga más pesada que llevaba, cambió a la forma de un neimoidiano y gritó "detonador termal", sembrando el caos. Mientras Sliken intentaba huir, sus matones mantenían ocupados a los de Duroth. Para poder escabullirse sin ser detectado, fue cambiando de especie a un tahúr ryn (aunque bastante limpio), un camarero farghul (aunque sin joyería), un matón zehethbra (aunque menos violento) y un tahúr krish (aunque poco dado al juego). Esperaba llegar a la puerta y avisar a los porteros de que había un metamorfo dentro sembrando el caos. Sliken sabía que, si lograba escapar, Torga nunca creería a sus clientes a menos que le llevasen un metamorfo como prueba.

Sone Wesell: Esta clawdita era la hija de Zam Wessel y de un padre no identificado. Sone desapareció misteriosamente poco después de la muerte de su madre en Coruscant, 22 años antes de Yavin.


ZAM WESELL


 

Zolan, año 52 antes de Yavin. Nace la que probablemente acabe siendo la clawdita más famosa a nivel galáctico: Zam Wesell.

La infancia de Wessel está tan amortajada por el misterio como muchas de sus labores. Se sabe que, desde el primer momento, fue una mujer agresiva y motivada por el beneficio, aunque ella prefería autodenominarse progresista.

Wesell consiguió entrar en el elitista grupo de los Caballeros Mabari, pese a ser una clawdita y no una zolani "pura". Aprendió a luchar entre los mabari, alcanzando el tercer nivel de maestría en sus artes marciales, y se hizo con una armadura púrpura de tejido blindado disponible sólo para mabaris de alto rango.

Pero Wesell abandonó entonces la orden para empezar una carrera en solitario. Viajó a Denon, un mundo metropolitano del Borde Interior, donde continuó su entrenamiento físico de un modo más práctico a la vez que obtenía renombre como sargento de seguridad corporativa y, después, guardaespaldas ejecutiva.

Llegado el momento, Wesell consideró que tenía suficiente experiencia y habilidad para trabajar como asesina y cazarrecompensas. Abandonó Denon y empezó a trabajar. Esta decisión ofendía a los zolaníes. Peor aún: Wesell decidió enviar parte de los ingresos obtenidos a Zolan, para financiar a otros clawditas radicales.

Ella era entonces, en su forma normal, una humanoide exótica y enigmática de 1.68 m. de altura. Mantenía un velo puesto para ocultar su aspecto y, cuando lo retiraba, mostraba el rostro de una bella hmana. Aunque ésa era la faz que prefería dar al público, las capacidades metamórficas de Wesell estaban muy por encima de casi cualquier otro clawdita. También era una excelente cazadora de recompensas, muy decidida y con un alto porcentaje de capturas exitosas. Dominaba el idioma huttés y el dug. Era una tiradora excepcional, armada con una compacta pistola bláster KYD-21, del tipo que utilizaban muchos asesinos.



El Speeder de Zam Wesell

Wesell solía usar vehículos robados y desechables para trabajos rutinarios, pero poseía un speeder aéreo Koro-2 para operaciones que exigiesen alto rendimiento y velocidad. Era un modelo de la Corporación de Movilidad Extraplanetaria Desler para sobrevivir en entornos hostiles; demasiado ruidoso y con emisiones tóxicas para que personas más agradables que Wessel aceptasen usarlo en entornos urbanos. El sistema de propulsión electromagnética favorecía la propulsión, alcanzando 800 km/h en la atmósfera, y la cabina presurizada tenía aire para dos semanas. No tenía armas. Wesell obtuvo ese speeder en un mundo metálico del Gremio Minero, según algunos antes de ir a Denon, y le puso una pegatina de registro y permiso de minería en el sector Teraab.

Como una buena clawdita, la cazarrecompensas Wesell prefería trabajar en solitario. A menudo su única compañía era su droide flotante ASN-121, de treinta centímetros de diámetro. Llevaba un lanzallamas, una pistola arpón, un bláster de francotirador, un proyector de gas y un depósito para otras armas. Además, poseía brazos cortadores, sensores y rayos de energía disruptores para pasar pantallas de seguridad. La fuente de energía de ASN, un reactor de fusión, podía dar descargas defensivas si alguien le atacaba físicamente.

Pese a la tendencia de Wesell a evitar la compañía y la proximidad, en algún momento concibió una hija, Sone Wessel .

Wesell sólo tenía veinte años cuando supo del contrabandista mordageen Bendix Fust. Fust había revelado accidentalmente las operaciones de narcotráfico de Sebolto el dug en el sistema Gazzari a la Fuerza de Seguridad de la República. Fust había sido enviado a la prisión de alta seguridad de Oovo IV, pero Sebolto quería ejecutarle personalmente y puso una jugosa recompensa para quien sacase a Fust de la prisión y lo llevase ante él en Malastare. Wesell decidió que ese dinero le vendría muy bien sin duda a los radicales clawditas... y a ella misma.

Wessel entró en el Callejón de Desolación de Oovo, y vio entrar a otro cazarrecompensas más veterano. Para perturbar a ese competidor, Wesell saboteó su nave. Sin embargo, una revuelta de prisioneros perturbó el trabajo de Wessel que, finalmente, decidió asociarse con el recién llegado. Juntos, sacarían a Fust de su celda, robarían una nave, irían a Malastare y se dividirían la recompensa.



La pistola blaster de Zam Wesell

El otro cazarrecompensas, un tal Jango Fett, llevaba armadura y casco pero parecía ser humano. Robó una nave clase Firespray a la que llamaría Esclavo I, y aceptó trabajar con Wessel en su siguiente operación. Fett le explicó que la recompensa por Fust era sólo un medio para un fin mayor: Acercarse a Sebolto. El dug tenía vínculos con un culto de adoradores del lado oscuro, los Bando Gora, y Fett estaba siguiendo una recompensa privada por la cabeza de la líder Bando Gora, la jedi oscura Komari Vosa. Cinco millones de créditos que Fett aceptó repartir con Wessel a partes iguales.

La colaboración con Wesell sería muy útil para conseguir información de Sebolto. Jango preparó un plan de infiltración en el palacio de Sebolto mientras Wesell entregaba a Fust al dug y usaba su belleza (la de Wesell) para mantenerlo distraído. Sin embargo, Sebolto esperaba algún truco, y acabó mandando guardias también contra Wessel.

Wesell y Fett consiguieron atrapar a Sebolto y amenazarle. El dug reveló que recibía las píldoras desde Tatooine. Después, asustado, intento huir, pero cayó accidentalmente en su propia fábrica de píldoras.

Tatooine en ese momento estaba controlado por dos hutts: Jabba el Hutt y Gardulla la Vieja. Uno de ellos debía tener conexiones con Bando Gora. Los dos cazarrecompensas viajaron a Tatooine, donde Wesell conoció a Rozatta, un contacto de Fett. Rozatta halagó el atractivo de Wesell, e incluso se atrevió a sugerir que ella y Fett hacían buena pareja.

Inicialmente, Fett intentó conseguir una audiencia con Jabba. Para ello, decidió perseguir la recompensa ofrecida por un líder forajido, Longo "Dos Pistolas" Lammar. Lammar fue arrestado y llevado ante Jabba, pero entonces éste reveló que no tenía nada que ver con Bando Gora: Era Gardulla quien mantenía a esos adeptos en su palacio.



Zam Wesell vestida de esclava Hutt

Fett decide enviar a Wesell infiltrada en el palacio de Gardulla. Sin embargo, los agentes de Gardulla eran buenos y la capturaron cuando ésta cambiaba de forma. Wesell fue encerrada en una celda y condenada a ser arrojada a un dragón krayt para que se la comiese.

Fett entró entonces en la guarida de Gardulla luchando. Llegó a la celda de Wesell, pero la dejó allí: Era demasiado peligroso sacarla, y la clawdita estaría a salvo dentro. Wesell entendió más bien que Fett quería dejarla sin su parte de la recompensa, así que llamó a un grupo de guardias, que noquearon a Fett, le quitaron las armas y lo llevaron ante Gardulla.

Gardulla ordenó lanzar a Fett al dragón krayt, pero éste se zafó de los guardias, recuperó las armas y tiró a la hutt al foso, donde el dragón dio buena cuenta de ella. Fett descubrió entonces que Vosa estaba en Kohlma, una luna de Bogden. Fett decidió dejar a Wesell en su celda por su traición. Wesell tardó en salir, pero consiguió escapar y siguió a Fett hasta Kohlma.

La clawdita se infiltró en las filas de los Bando Gora mientras Fett se abría paso a tiros, eliminando de paso a su viejo némesis Montross (un enemigo al que Wesell respetaba y temía, pese a no tener nada personal con él). Pero Fett acabó siendo capturado y Vosa se preparó para llenarle de píldoras letales hasta convertirle en un esclavo sumiso.

Wessel se acercó a Vosa cuando ésta intentaba usar sus poderes de la Fuerza para seducir a Fett. Incapaz de resistir esto, Wesell se enfrentó directamente a Vosa. Vosa activó sus dos sables láser y desafió a la cazarrecompensas. Wesell le disparó, pero sus disparos fueron reflejados y la derribaron a ella. Justo cuando Vosa se acercaba a matar a Wesell, la clawdita disparó a las ataduras de Fett, liberándole.



Esquema de la equipación de Zam Wesell

Wesell había recibido un duro golpe en la cabeza que dejaría secuelas, pero en ese momento sólo estaba inconsciente. Fett tenía por fin la oportunidad de enfrentarse a Vosa en un duelo. Pese a los poderes jedi de Vosa, Fett logró derrotarla y matarla. Esto impresionó a su empleador, Darth Tyranus, el antiguo maestro de Vosa: Impresionado por la habilidad de Fett contra un jedi, le ofreció un nuevo negocio.

Debido al ataque de Vosa, Wesell sufrió daños cerebrales menores, y olvidó el aspecto que tenía Fett sin el casco. Fett decidió no revelarle esta información por el momento. Por lo demás, Fett se reconcilió con Wesell, e incluso recomendó a la clawdita que usase un arma de mayor alcance, un rifle de francotirador como el KiSteer 1284 de proyectiles. En seguida ella se enamoró del arma y la mantenía a buen recaudo.

No se volverían a encontrar hasta cinco años después: El vigo de Sol Negro Antonin contrató a Wesell para que matase a su rival, Dreddon el Hutt. Wessel se hizo pasar por bailarina exótica para entrar en el séquito (o en el harén) de Dreddon, le convenció para que despidiese al resto de su personal por la tarde para estar solos (Wessel consideraba a los hutts fáciles de manipular), y le mató.

Fett llegó a Nal Hutta inmediatamente después y fue la primera persona en encontrar a Dreddon muerto. Wesell consiguió aparecer al instante, apuntándole, pero Fett, rápido en desenfundar, reaccionó a tiempo. Ninguno se atrevió a disparar, y un rápido intercambio de amenazas reveló a Fett la naturaleza del trabajo de Wesell. A su vez, Wesell descubrió que Fett acababa de matar a Antonin por orden de Dreddon.

Eso significaba que ninguno de los dos iba a cobrar por su trabajo. Pero tampoco les animaba a bajar el arma. Finalmente, Wesell demostró valor y confianza, aunque también reconoció que "Ése es nuestro problema, ninguno de los dos quiere hacer el primer movimiento".

Wesell fue después contactada por otro intermediario dug, Fernooda, que fumaba una pipa de agua. Fernooda reconoció trabajar para otra persona, pero mantendría el nombre de ésta en secreto. Ofrecía cincuenta mil créditos por un artefacto, un ídolo religioso de la cultura indígena de Seylott, supuestamente robado de la colección de arte primitivo del cliente por un nativo de Seylott. Fernooda contrató también a Fett, aunque no informó a ninguno de los cazarrecompensas de que el otro estaba persiguiendo la misma presa. Wessel, de todos modos, lo averiguó.

Fett consiguió el ídolo arrebatándoselo a un nativo que le otorgaba un gran valor escatológico. Una vez el nativo estuvo derrotado (algo más difícil de lo esperado puesto que él tenía poderes de la Fuerza), apareció Wesell y arrebató la pieza a Fett a punta de bláster. Sabiendo que esa vez sí que tenía ventaja, Wesell hizo una oferta a Fett: Un equipo, pese a que ambos preferían trabajar solos, y un vistazo bajo el casco, "por todo el tiempo que hace que nos conocemos".

Wesell fue sorprendida entonces por un enorme depredador local. Fett cogió el ídolo y empezó a huir, haciendo oídos sordos a las súplicas de ayuda de la clawdita. A medio camino, Fett fue incapaz de continuar, dio la vuelta y salvó a Wesell, tirándole al monstruo todos los explosivos que había llevado ella.

El monstruo quedó únicamente noqueado y los dos cazarrecompensas cayeron a un pozo, salvándose sólo por el jetpack de Fett. Wesell le dio las gracias, recogió el casco de Fett y, medio en broma, le propuso cambiarlo por el ídolo. Finalmente, ella se despidió de él hasta la próxima vez.

Fett entregó el ídolo a Fernooda, y después le agredió por haberle ocultado las capacidades sobrehumanas del ladrón, y por haber contratado a otro cazador. Fett cobró lo acordado, pero sólo después de dejar claro que mataría a Fernooda si volvía a verlo.

Wesell descubrió por su cuenta que el empleador de Fernooda era el general Ashaar Khorda de Annoo, autoproclamado luchador por la libertad contra la "opresiva" República por las decisiones que ésta tomó en su mundo natal. Khorda había liderado un golpe de estado en Annoo y sólo había sido detenido por la República, de ahí su odio, pero había logrado escapar antes del juicio.

Pero Wesell descubrió también que los seylottianos eran una especie sensible a la Fuerza, y su ídolo también. Cuando lo llamaban "destructor de mundos", no era metafórico: El Niño de Shaa creaba una perturbación en la Fuerza que podía destruir un mundo. Coruscant.

Wesell viajó a Kamino, avisando de antemano a Fett de que quería verlo. Tuvo ocasión de conocer al hijo de Fett, el pequeño Boba, que se ganó las simpatías de la clawdita al llamarla "una dama". Fett se reunió con Wessel en privado, sin querer hablar ante Boba salvo para decir que el niño no tenía madre.

Wesell quiso extraer un depósito de información, pero Fett la agarró, temiendo que fuese algún arma. Ella se sacudió enfadada: Dijo que no tenía problemas con que Fett le pusiera las manos encima, si él estaba dispuesto a llegar hasta el final.

Wesell informó a Fett de sus descubrimientos, pero Fett no creía sus palabras, ni aceptaba trabajar sin un empleador. Le recomendó recurrir a las autoridades, aunque Wesell dejó claro que no estaban a la altura: Para esto hacían falta los mejores.

Fett y Wesell eran asesinos, como él le recordó. Ella, empero, encontraba diferencias entre ejecutar a una presa que lo mereciese (Ella jamás había matado a nadie que a su juicio mereciese vivir), y "mirar a otro lado mientras un mundo muere". Fett prefería estar con su hijo, y Wesell le dijo que en Coruscant había muchos hijos. Fett recordó entonces que él mismo había sido un huérfano de guerra criado por alguien que le acogió, y aceptó.



Detalle completo del traje de Zam Wesell

Wesell y Fett viajaron a Coruscant. Allí, ella se desnudó, se hizo pasar por un dug y visitó los lugares frecuentados por Fernooda, fingiendo ser él. Tuvo que pagar muchos tragos para descubrir que Khorda probablemente estaba por Coruscant, pero no se dejaba ver, con sus asociados a su alrededor (También descubrió que la comida del Twi'lek Giratorio era un asco). La fuerza reunida por Khorda era demasiado pequeña para una acción militar y se alejaban de las zonas públicas; sin duda la operación era algo muy sigiloso.

Wesell, aún en forma de dug, se reunió con Fett mientras éste alejaba a una banda juvenil, y le explicó sus descubrimientos. Ella también recuperó la forma humana y, dada su desnudez, pidió a Fett que se volviese. Éste, por el contrario, escogió disfrutar de las vistas.

Uniendo la información que tenían, comprendieron que Khorda pretendía poner el Niño de Shaa en el lugar donde una explosión causaría más daño, sin duda el núcleo planetario. Tenían que encontrar el repetidor donde Khorda iba a entrar. Afortunadamente, un cazarrecompensas es un rastreador.

Wesell y Fett encontraron un repetidor con los guardias muertos a manos de Khorda y Fernooda. Seguían el rastro correcto. Ignoraban, por otro lado, que el Consejo Jedi también iba a por Khorda y habían enviado al maestro jedi Yarael Poof.

Khorda estaba a punto de activar el ídolo en el repetidor, sacrificando su vida, junto con la de sus seguidores, y dio un discurso final sobre cómo acabarían con la República. Fernooda le advirtió entonces que no estaban solos. Primero entro Poof, y después los cazarrecompensas, reconocidos por Fernooda.

Las fuerzas de Khorda se enfrentaban a dos bandos separados, y eran pocos y mal preparados contra un enemigo así, pero el tiempo estaba de su parte. Fett y Wesell no conocían a Poof, pero ella daba la bienvenida a estos refuerzos.

v combatió a una sicaria humana mientras Fett se las veía con un wookiee. Ella no tenía problemas, pero el alienígena peludo golpeó a Fett con la culata de su arma y lo arrojó al repetidor. Wesell, preocupada, disparó a quemarropa a su enemiga y corrió a ayudarle, pero el wookiee la hirió por la espalda en el hombro con un disparo que la atravesó. Iba a rematarla, cuando fue abatido a su vez por Fett: De nuevo el jetpack le salvaba la vida.

Pero Wesell estaba malherida en el hombro; ahora el resto del combate estaba en manos de Fett y Poof. Fett mató a Fernooda y Poof forcejeó con Khorda por el ídolo. Poof no pudo impedir que Khorda le apuñalase, aunque Fett acribilló al general inmediatamente después.

El ídolo estuvo a punto de caer al repetidor, y Poof estaba agonizando, incapaz de usar su telekinesis. Por suerte, Wesell cambió de forma, extendiendo su brazo todo lo posible. Después de salvar el día, hizo un chascarrillo sobre que a Fett nunca le gustó su capacidad multiforme.

De todos modos, el ídolo aún podía explotar y Poof, pese a su debilidad, usó la Fuerza para juntar las energías del Niño de Shaa y con ellas impidiendo el extallido. Murio en el proceso y los cazarrecompensas dejaron su cadáver allí y se llevaron el ídolo.

Zam y Jango devolvieron el ídolo a Seylott. Muchos seylottianos se aparecieron, y Fett habría abierto fuego si Wesell no le hubiera convencido. El chamán aceptó el ídolo de vuelta, aunque les pidió que no volviesen nunca.

De nuevo en Kamino, Wesell quiso bromear con Fett sobre haber hecho algo noble sin cobrar. Como Fett seguía exigiendo un pago, ella le besó antes de irse, y siguió ganándose las simpatías de Boba.

Aunque no confiaban plenamente el uno en el otro, Jango Fett y Zam Wesell ya se respetaban mutuamente, y Zam enseñó a Boba a leer. Al mismo tiempo, ella continuaba con su trabajo y usó a su viejo ASN para asesinar al senador Jubben y al barón Wazado. También intentó capturar al senador Tikkes, pero falló.

En el año 22 antes de Yavin, Fett contactó con Wessel para un asesinato: El blanco era Padmé Amidala, la senador de Naboo, que iba a ir a Coruscant para votar sobre el Acta de Creación Militar. El jefe de Fett en el asunto que le había llevado a Kamino, Darth Tyranus, estaba siendo presionado por su aliado Nute Gunray, que se negaba a dar apoyo total a Tyranus salvo que Amidala muriese. Pero Fett sólo sabía que Tyranus quería ver muerta a Amidala, y Wesell sólo sabía que Fett quería ver muerta a Amidala. Así, un interrogatorio apenas daría información.

Wesell se acercó a Theomet Danlé, teniente de la guardia de honor de Amidala. Danlé se encontraba decepcionado por la lentitud de la burocracia, que le había provocado varias pérdidas personales en su familia, y se estaba emborrachando. Wesell se hizo pasar por una periodista que quería descubrir ante el público la hipocresía de Amidala, y convenció a Danlé para que pusiese un aparato de escucha en la barcaza de la senadora.

El aparato de escucha era en realidad un explosivo de gran poder que destruyó el Crucero Real cuando éste aterrizó en Coruscant. Siete personas murieron, incluyendo guardias de seguridad en la plataforma, el propio Danlé, la doncella de Amidala, Versé... y aparentemente Amidala en persona. Pronto se descubrió que la supuesta Amidala era una impostora, la doncella Cordé, que se estaba haciendo pasar por su jefa precisamente para evitar un atentado mortal contra ella.

Wesell informó a Fett, y juntos prepararon un segundo ataque. Fett proporcionó a su compañera dos kouhuns, quilópodos venenosos segmentados de 30 centímetros de largo. Ella cargó los kouhuns en su droide, y lo mandó al apartamento de Amidala.

El droide soltó su mortífero cargamento, pero ellos no estaban preparados para los dos protectores jedi de Amidala, Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker (a quienes se había asignado la protección de la senadora precisamente como consecuencia del primer ataque). Skywalker biseccionó a los bichos con su filo, y Kenobi saltó sobre el droide, intentando pararlo.

El droide, implacable, siguió con la programación establecida y volvió con Wesell. Intentó, en el proceso, sacudirse a Kenobi, pero no lo logró.

Al ver llegar a un visitante inesperado, Wesell sacó su rifle de proyectiles y destruyó al droide sin un remordimiento. Kenobi cayó a plomo en Coruscant, pero Skywalker le recogió en un speeder "prestado". Wesell cogió su propio speeder para intentar huir, pero fue perseguida. Los jedis eran tenaces y no logró sacárselos de encima ni siquiera atravesando edificios de reciclaje de la Compañía Kerdos o centros de energía de la Corporación Greth Lan-Dwu.

Skywalker saltó sobre el speeder de Wesell e intentó romperlo con su sable, viendo a la vez el verdadero rostro de Wessel. Ella perdió el control y colisionó con su vehículo en la calle Vos Gesal, en el distrito de entretenimiento.

Intentando esconderse, se metió en un club nocturno lleno de gente. Los jedis le siguieron, pero no lograban encontrarla. Creyendo que ellos habían bajado la guardia, ella intentó disparar a Kenobi por la espalda. Kenobi se giró a tiempo y le cercenó un brazo.

Los jedi la llevaron a un callejón para interrogarla. Iba a revelar el nombre de su cliente pero, cuando sólo había dicho la palabra "Jango", éste le disparó de lejos con un dardo-sable kaminoano. El impacto en el cuello la dejó agonizante y murió poco después, diciendo como últimas palabras "murishani sleemo", que significa en huttés "asqueroso cazarrecompensas".



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Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
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