LOS TOF

Articulo creado por Skippy Farlstendoiro y maquetado por Kurtz, los xenobiólogos de SithNET
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Los tofs


 

La galaxia dominada por la República o el Imperio, la galaxia de los jedi, no era la única en su zona del espacio. Existían al menos otras siete galaxias mucho más pequeñas que se movían alrededor de la principal, las llamadas galaxias satélite enanas (y cuando digo pequeñas, eso puede significar hasta veinte mil millones de estrellas). En general demasiado lejos para ser alcanzadas, el Imperio simplemente las listó como parte de las peligrosas Regiones Desconocidas, específicamente parte de la zona menos explorada, el halo periférico. Las galaxias satélite enanas fueron etiquetadas alfabéticamente por cercanía, siendo la más cercana Compañero Aurek (también llamada Laberinto Rishi), y después Compañero Besh a Compañero Grek.

Nos centraremos en Compañero Besh, conocida por los astrocartógrafos galácticos pero oficialmente explorada sólo por droides sondas. Estaba a ciento cincuenta mil años luz del Borde Galáctico, literalmente fuera del llamado Disco de la galaxia, y allí estaba el denso cúmulo estelar que contenía el planeta Tof. Tof era un mundo acuático, fértil y rico en recursos, con diversos archipiélagos y hogar de la especie tof.



Tofs

Los tof (Se pronuncia [tɒf]) eran humanoides inteligentes, muy parecidos físicamente a los humanos normales: Dos brazos, dos piernas, manos de cinco dedos, dientes blancos... Existían sin embargo diversas diferencias, siendo acaso la más llamativa el lustre verde enfermizo de su piel (En algunos casos parecían tener la piel de un tono verde más saludable).

El cabello de un tof podía adoptar diversos colores, incluyendo negro, marrón, gris, rojo, morado o incluso azul. En general el pelo les salía en la cabeza, con vello facial en los varones como en el caso de los humanos, y con algunos casos de calvicie. Se han visto pechos tof impecablemente lampiños, lo cual puede sugerir que los tofs sólo desarrollaban pelo del cuello para arriba, o que algunos tofs se afeitaban artificialmente partes de su cuerpo.

Otra característica excepcional era su tamaño: Los tof eran gigantes, llegando a alcanzar fácilmente 2.50 m. de altura en su madurez, y con una complexión robusta equivalente. Eran voluminosos y robustos: Un tof era normalmente o muy rechoncho, o increíblemente musculoso y fornido. Incluso en el primer caso, una bofetada de la inmensa mano de un tof podía aplastar a un enemigo. Para su tamaño, empero, eran comparativamente lentos: Se movían con poca coordinación y dando un paso pequeño cada vez, con lo que no eran más rápidos que un humano.

Vigorosos pero no invulnerables, los tofs podían sufrir daños de diversos modos, que normalmente eran los modos estándar: Se ha visto a tofs morir por un disparo de bláster, un golpe con un sable láser o una perforación de espalda a pecho con un afilado cuchillo nagai. El mordisco de un animal pequeño como un hoojib causaba daño insignificante a un tof, aunque perturbaba su concentración. Las artes marciales, como el combate sin armas practicado por los zeltron, era efectivo contra los tofs: Una patada en el vientre de un tof dejaba al sujeto sin aliento, y un combatiente experto podía aprovechar el impulso de un tof para derribarlo. Un wookiee de gran fuerza podía alzar a un tof consciente sobre su cabeza.



Más tofs

Por otro lado, los tofs tenían ciertas ventajas. Se decía que el consumo de alcohol incrementaba el poder físico y concentración de un tof, aunque reducía su velocidad y tiempo de reacción. Como quiera que la audacio tof estaba relacionada por su confianza, la mayoría de tofs que entraban en combate se emborrachaban antes.

Los tofs eran inmunes a las feromonas de la especie zeltron, que eran capaces de afectar al comportamiento. No eran inmunes a formas de telepatía natural, como la de la especie hoojib: Un hoojib podía detectar si había tofs en las inmediaciones y leer sus mentes hasta cierto límite, aunque encontraba limitaciones en la barrera idiomática, en la gran fuerza de voluntad del tof, y en el choque cultural (Los pensamientos de un tof eran repugnantes para un hoojib). Un jedi también podía detectar a los tofs usando la Fuerza, identificando la especie si la conocía de antes, y saber cuándo un tof detectado va a atacar.


Cultura Tof


 

Los tofs eran crueles y brutales, y eso era lo fundamental para entender a los tofs. Carecían de moral o de compasión, lo cual se hacía aparente al tratar con ellos; y eran déspotas crueles que ansiaban poder y entrar en combate. Los tofs torturaban a sus prisioneros de modos traumáticos, como aporreándoles con palos, o amenazaban con ejecutar a seres queridos de un prisionero para coaccionarle.

Dicho esto, los tofs eran también bulliciosos y groseros, deleitándose en la comida, la bebida, las conquistas sexuales y el placer. A menudo sonreían de oreja a oreja, lo cual podía darles aspecto de juerguistas simpáticos hasta que su gesto pasaba a ser deleite sádico y vandálico. En el planeta Tof, los tofs disfrutaban de lujos y estaban lejos de hambre y necesidad, con lo que se volvieron hedonistas y derrochadores, incapaces de entender lo que era la templaza y dejando irresponsablemente desperdicios tras sus alborotos. Buscando constantemente distracciones, los tofs tristemente se deleitaban en el placer ocioso de atacar: Ellos iban a la guerra por puro entretenimiento, conquistando y destruyendo civilizaciones como un aristócrata aburrido organizaría una cacería. Al terminar, derribaban los monumentos del enemigo vencido para erigir grotescas series de estatuas imaginativas de diseño propio, que podían incluir dríadas tocando el cuerno y ninfas de agua.



Arquitectura tof

Combinando ambas circunstancias, podemos definir una palabra que describa a los tofs: Matones. Los tofs combatían de modo intrépido, agresivo y caótico, lanzando múltiples ataques aunque cada uno tuviese baja posibilidad de éxito. A menudo tomaban malas decisiones en nombre de la aventura. Sin embargo, los tofs detestaban quedar en evidencia al ser incapaces de prevalecer rápidamente. Por aún: Algunos tofs, al enfrentarse a un enemigo formidable o claramente trastornado, se derrumbaban en un estado de catatonia al comprender que su visión del universo discrepaba de la realidad. Las capacidades físicas extraordinarias de un Caballero Jedi bastarían para asustar a un líder tof; y un prisionero tof, en cierta ocasión, se acobardó ante un grupo de hiromi aparentemente dementes que parecían amenazar con torturarle.

En general competitivos con otros tofs, los tofs eran displicentes para con otras especies, considerándolas inferiores sin excepción. A menudo los tofs apodaban a las especies que iban encontrando con motes despectivos como "bichos" o "saltarines". Tenían poco interés o simpatía por las actividades de los alienígenas, no viendo la necesidad de entender sus costumbres o conspiraciones, o siquiera su tecnología, y a menudo torturaban a sus prisioneros de tales razas para obtener información biológica. La excepción a esto eran los alienígenas cuyos talentos pudiesen proporcionar distracciones, como los músicos o juglares, pero ello tampoco aseguraba el bienestar de tales bardos: En el pasado, los tofs han enfrentado a acróbatas contra venenosas víboras de primavera y mutilado bailarines antes de permitirles actuar, simplemente para apostar con otro tof cómo le iría al artista.

La antítesis de esto, la relación de otras especies con los tofs, tenía en general dos alternativas: Estaban las especies a las que los tofs habían invadido o intentado invadir, que en general detestaban a los tofs y normalmente también les temían. También estaban las otras especies, que no habían tenido contacto alguno con los tofs, y esto era una norma muy extendida antes de que los tofs revelasen su existencia a la galaxia en 4 DBY. Ahora bien, una persona de otra especie podía infiltrarse entre los tofs utilizando un disfraz (que posiblemente incluya peluca) y pintura facial: Los tofs, siendo poco observadores, no lo notarían. De hecho, los tofs tenían problemas para fijarse en alienígenas pequeños que estuviesen causando estragos en su tecnología.

Los tofs se oponían violentamente (lo cual sin duda significa literalmente a puñetazos) a la simplificación y racionalización aerodinámica en favor de la funcionalidad. Por ello, la civilización tof era deliberadamente anacronista, abrazando rituales vanidosos y hasta cursis, vestuario elaborado y un ecosistema claramente basado en historias de crueles aventureros piratas. La ropa de un tof, en primer lugar, no sólo era de época, sino que estaba decorada en exceso para ser práctica: Botas, chaquetas, enormes sombreros, fajines y puñetas, todos en colores vivos, eran el atavío general; la realeza tof vestía abrigos hechos a medida y pelucas empolvadas. Los complementos habituales incluían bastones, pulseras de oro y anillos de oro o rubí. Las barbas eran frecuentes, pero no universalmente extendidas; y algunos tofs usaban coleta. Los tofs elegían no bañarse y en vez de eso perfumaban sus botas y lazos para cubrir su hedor.



Vestuario típico tof

Aunque su armamento era peculiar y de diseño extraño, la tecnología tras ésta era igual de eficiente que la de otras especies: El bláster de un tof parecería tener el percutor de un fusil de chispa, pero disparaba un rayo de plasma coherente. Reconozcamos que las armas tofs no eran adecuadas para tareas de francotirador, en parte porque los tofs preferían los enfrentamientos más cercanos y con suficientes supervivientes para que hasta un tiroteo llegase a las manos. En comabte personal, un tof podía utilizar sables o alfanjes afilados mientras coleccionaba cicatrices de batalla, pero el arma de elección de la especie era el garrote de metal o madera. Muchos tofs preferían no usar armas en absoluto y enfrentarse a sus enemigos sólo con los puños.

El equipo disponible para un tof no era exactamente decisión propia. Su sociedad estaba formada por jerarquías militares y, según el tof ascendía, su vestuario se hacía más adornado: Un marinero de cubierta, que era de rango bajo, llevaba una camisa de tela sencilla, un chaleco de cuero y un pañuelo en la cabeza. Un capitán de nave, sin embargo, tenía pesadas botas de bucanero, anillos brillantes casi en cada dedo y un fajón donde guardar su pistola bláster y palo tallado.



Arma de un tof

Las propias naves espaciales de los tofs tenían el aspecto de antiguos barcos marinos tradicionales, con cascos curvos de duracero tallado y vlas que irradian energía, pero eran abrumadoramente grandes y tenían un armamento pesado capaz de atravesar escudos deflectores, destruir una instalación orbital o arrasar una superficie planetaria con una tormenta de fuego. Un arma sólo vista en naves tofs era el Fuego de Fotia, que lanzaba una sustancia viscosa, brillante y supercaliente a la nave enemiga para que empezase a quemar piezas de su casco. Sus lanzaderas, de aspecto de faluca, viajaban fácilmente entre la superficie planetaria y una nave en órbita.

Los interiores de una de estas naves tenían también el aspecto de un buque marino o una residencia de gobernador isleño, con madera y escaleras; pero tenía mecanismos de seguridad electrónicos controlando los sistemas de a bordo como el soporte vital. Los accesos a hangares estaban restringidos y era difícil romper esta seguridad, a menos que se disparase desde una nave de un modo extremadamente preciso (por ejemplo, guiado por la Fuerza).

Los calabozos, que fueron vistos en detalle, incluían altísimas paredes de aspecto orgánico, con una única puerta con reja (que se podía romper con bláster), ningún tipo de mueble aparente y ocasionales alimañas compartiendo el interior con los presos. Un alcaide alerta vigilaba el exterior, abriendo la puerta sólo cuando llegaba un camarero con comida u otro visitante autorizado. Existía la corrupción en estas situaciones, como en el caso de guardias que consumían parte de la comida de los presos; y el despiadado sistema penitenciario no estaba obligado a proporcionar asistencia médica a presos pudiendo, sin embargo, imponerles castigos adicionales por intentos frustrados de fuga.



El Caminante es un ejemplo de nave tof

El clíper ligero clase Fortuna Real era un típico navío de línea de la armada tof, con un aspecto característico que reflejaba los rasgos distintivos de sus propietarios: Un casco ornamental y emisores de energía desplegados en configuración de velas y que los artilleros enemigos debían evitar (Un impacto láser en las velas podía desencadenar picos de tensión que desactivasen los sistemas de a bordo, por lo que era preferible apuntar a las jarcias). Con una eslora de sólo 290 metros (Los mayores cruceros tof llegaban a 1.800 metros), los clípers eran sorprendentemente ágiles y podían superar en maniobrabilidad a cazas de hasta 58 metros de eslora, por no hablar de una gran velocidad hiperespacial.

El clíper contaba con diecinueve cañones láser a babor, otros tantos a estribor, y dos baterías cuádruples en proa y en popa, además de un Fuego de Fotia a mitad de la nave. La tripulación de un navío de este tipo incluía cuatrocientos ochenta tofs al mando de un capitán. Cada clíper incluía al menos catorce cazas y cuatro falucas armadas, cada una de éstas con capacidad para cuarenta tripulantes y usadas también, con escolta de cazas, para abordar navíos inutilizados. En el caso de invasión planetaria, todos los tripulantes estaban encantados de bajar a tierra y participar en el ataque.

La marina tof, que curiosamente prefería enfrentamientos en tierra, estaba formada por todos los tofs varones de más de diez años en buenas condiciones físicas; y se dividía en flotas, cada una de las cuales al mando de un oficial militar llamado el Supremo. Una táctica favorita de los tofs en combate espacial era pasar con su nave por el flanco de una nave enemiga, y disparar a la vez todos los cañones laterales para dañar la superestructura del buque enemigo. Cada nave comandante llevaba siempre uno o más escuadrones de cazas para acosar a la nave enemiga hasta que la nave comandante pudiese maniobrar para ello. Un caza tof era un vehículo compacto con dos motores estabilizadores y un solo tripulante, el piloto.

La sociedad tof estaba controlada por los varones: Las mujeres tof se solían quedar en el planeta Tof, donde rara vez las veían, y los hombres sólo las visitaban cuando volvían a puerto. En los largos viajes espaciales, los varones tofs mostraban lujuria hacia algunas hembras humanoides, haciendo movimientos románticos no deseadas, o mostrándose vulnerables a halagos de mujeres.

El gobierno tof era una monarquía hereditaria, patrilineal. Los hijos, esposa (o esposas; no puedo confirmar si la monogamia existía) y parientes del rey formaban una clase gobernante decadente. El rey personalmente debía autorizar cualquier expedición militar que movilizase más de un quinto de la marina tof (Grupos más pequeños podían vagar libremente y coger despojos a su gusto).

El Príncipe Heredero, con tratamiento de Su Alteza, era una figura de prestigio que eventualmente se haría con toda la civilización tof. Los tofs creían que enseñaban responsabilidad a los jóvenes de su realeza al darles un título de oficial militar, lo cual además les permitía realizar actos heroicos para que sus futuros súbditos les respetasen; por ello, esta costumbre estaba arraigada.

El idioma tof, de los tofs de Tof, era conocido por todos los tofs y usado regularmente cuando un tof hablaba con otro tof. Sin embargo, fuera de esos círculos, el tof no era extensamente hablado. Tal cosa era frecuente entre los idiomas, a menudo poco extendidos, de una zona tan irregular como las Regiones Desconocidas. Fuera de los tofs, hablaba tof Logrombo, un alienígena lugrubaa muy inteligente y longevo, sobre todo para su especie de corta vida y entendederas; Logrombo era agente de contratación de su horda lugrubaa, tenía muchos contactos y hablaba además otros idiomas de las Regiones Desconocidas. Otro hablante no nativo era Bienaventurador Toxmalb, Guardián del Conocimiento Rhandita de los Hechiceros de Rhand; este erudito, que vivía aislado en la Alta Torre Observatorio de la ruina de Rhand, hablaba cientos de idiomas.

Similarmente, los tof tenían problemas aprendiendo idiomas que no fuesen el suyo propio, probablemente por mera falta de interés por otras especies. Sin embargo, la mayoría de tofs que participaron en la invasión galáctica del año 4 DBY se podían expresar en Básico con ciertas abreviaturas, argot y de un modo que algunos nativos encontraban incluso molesto.


Historia Tof


 

Los tofs evolucionaron en el planeta acuático Tof, y desarrollaron una sociedad marina en el momento álgido de su civilización. Eventualmente, los avances tecnológicos dejaron atrás esta era, pero los tofs la recordaban románticamente: La historia hablaba de las espectaculares batallas de buques bélicos, de los enfrentamientos contra inmensos depredadores oceánicos terminados en huídas en el último momento, y del jolgorio alcohólico en los puertos construidos en los archipiélagos de Tof.

Finalmente, cuando los tofs inventaron naves interestelares, retomaron su espíritu y trasfondo marítimo. Decidieron reclamar su herencia de marineros al percibir las estrellas como islas en un nuevo mar; por ello sus naves parecían barcos marinos, y su atavío era comparable al de épocas previas. Más aún, readoptaron no sólo sus adornos y estética, sino también un aspecto económico-cultural menos ético: La percepción romántica de los inmorales bucaneros. Con esa actitud, los tofs armaron sus astronaves y partieron al espacio.

La agresividad inesperada y poder militar bruto de las naves tof derrotó a varias especies alienígenas de Compañero Besh que no tuvieron ocasión de defenderse de forma adecuada. Los maestros astilleros faruun fueron esclavizados por los tofs y obligados a permanecer en su mundo natal; el miedo que los faruun sentían hacia los alienígenas verdes les hizo obedecer. Otra especie vencida recibía el nombre de maccabree: Cefalópodos con tentáculos y cuerpo denso, con el rostro en el pecho, estaban aislados en su planeta natal porque no podían respirar sino lsu atmósfera propia y, aunque luchaban constantemente entre sí, tenían un código de honor que les impedía librar batalla con máxima crueldad o violencia. Cuando los maccabree habían empezado a descubrir el viaje espacial, los tofs llegaron y causaron estragos antes de que los maccabree comprendiesen que su cultura era radicalmente distinta. Los tofs se sintieron fascinados por una especie tan exótica, así que capturaron a varios maccabree para experimentar, y obligaron a su civilización a huir a las cavernas subterráneas donde había nacido su civilización. Eventualmente, los tofs perdieron interés en los maccabree.

Hubo otra especie cuyo contacto con los tofs marcó la historia de ambas. Ellos eran los humanoides de piel albar nagai venidos del pentaplanetario sistema Nagi, en un denso cúmulo de Compañero Besh. Nagi era un planeta principalmente árido, con la vida prosperando sólo en los oasis. En éstos los nagai construyeron hermosas ciudades de alambre y cristal y una civilización esencialmente pacífica de artistas y científicos que usaban las armas blancas y las artes marciales sólo para propósitos de meditación.

Aproximadamente en 300 ABY, los nagai, experimentando con el viaje hiperespacial, enviaron naves exploradores por la galaxia. Uno de sus vehículos, una sonda no tripulada que estaba cartografiando el sistema Nagi, fue vista por un corsario que volaba los colores tof. Pronto, una nave de guerra tof registraba el nuevo descubrimiento y rastreaba el curso para averiguar de dónde había despegado. La especie verde percibió a los nagai como otra raza inferior a la que explotar, pero en un estado de madurez cultural óptimo para el saqueo.

Siguiendo pues a la nave, los tofs prepararon una fuerza de invasión para subyugar a los nagai. Los tofs llegaron en masa, con varios soldados de especies esclavas, y atacaron. Los nagai estaban totalmente desprevenidos y no esperaban la violencia y crueldad de los tofs y sus cohortes. Muchos nagai fueron capturados, esclavizados y torturados en las primeras etapas de la guerra.

Finalmente, los nagai recuperaron la iniciativa y respondieron con una desesperada guerra de guerrillas contra los invasores. Los invadidos tuvieron que transformar su cultura para dedicarse a la defensa, pero demostraron ser guerreros natos y pudieron mantener a raya a los tofs durante más años que ningún otro enemigo. Irónicamente, este valor y eficiencia nagai fortaleció la resolución de los tofs ante lo que percibían como un reto.

Los tofs ignoraban entonces que los nagai habían abierto un camino militar alternativo, enviando exploradores a otros mundos de Besh, y quizá también a la alejada galaxia que veían en el cielo, y que por entonces estaba en manos de la República.

Tras unos pocos años de guerra y millones de tofs muertos en su victoria más difícil, finalmente los tofs conquistaron el planeta Nagi, oprimieron a sus prisioneros y profanaron su superficie con colecciones de estatuas ostentosas. Hecho esto, los tofs pasaron a buscar nuevos entretenimientos (evidentemente sin dejar de prestar atención a su nueva especie esclava). Después de todo, los nagai habían demostrado ser el enemigo más fastidioso de los tofs, y los tofs pasaron a ser el enemigo jurado (y pronto antiguo) de los nagai.

Pero los nagai no se dieron por vencidos: Suficientes nagai habían escapado de la captura a manos tof, e iniciaron un plan paciente y concienzudo para derrotar a los tofs. Un ataque directo contra los tofs, razonaban los nagai, era un suicidio inútil, así que buscaron una alternativa. Se esparcieron por Compañero Besh y establecieron colonias. Adaptaron aún más su cultura para centrarse en defensa (en especial misiones de comando), viaje hiperespacial y tecnología. Los nagai juraron no volver a estar indefensos ante un enemigo más poderoso, y también encontrar un nuevo hogar.

La guerra entre los nagai y los tofs duraría aún varios siglos, pero los refugiados nagai no estuvieron totalmente solos: Durante su éxodo, los nagai establecieron contacto con los faruun, y después con los maccabree, y se aliaron con ambos contra los tofs: Los nagai ofrecieron a los faruun compartir progreso tecnológico y unir fuerzas contra un enemigo común, lo cual permitió expandir la flota común nagai-faruun y explorar la galaxia. Con los maccabree, los nagai probaron a convencerles de que una alianza con los nagai y contra los tofs permitiría a los maccabree recuperar su honor perdido. Por suerte, los faruun pudieron construir armaduras herméticas para los maccabree, de modo que éstos pudieron dejar su mundo y enfrentarse a los tofs.

Las centurias de sumisión a los tofs alteraron la cultura nagai de modos variados. Los nagai se volvieron más despiadados y resueltos, decididos a prevalecer contra los tofs sin que importase el precio, aunque no sacrificaron su concepto del honor ni sus simpatías por los vínculos familiares. Los nagai desarrollaron también una fobia instintiva al llamado Viejo Enemigo (con mayúsculas) pero, al mismo tiempo, los nagai habían sufrido tanto bajo el control de los tofs, que ya no temían nada más. Otro cambio en la cultura nagai se centraba en la división social en Círculos y Subcírculos: Cada nagai nacía dentro de un Círculo social, pudiendo buscar parejas sentimentales sólo en su propio Círculo, pero un individuo podía progresar a otros Círculos mejores superando unas pruebas físicas. Sin embargo, los tofs aniquilaron a tantos nagai que Círculos enteros llegaron a desaparecer, causando que otros Círculos inferiores fuesen ascendidos por defecto, y la institución antaño sólida empezó a tambalearse, al punto que ciertos pensadores radicales nagai proponían abandonar el sistema.

Otras propuestas eran más pragmáticas en relación a los tofs. Los nagai, faruun y maccabree planearon conquistar una zona alejada en la galaxia donde construir su propio imperio, lo cual les permitiría reunir activos militares. Una vez tuviesen tal poder, volverían a Nagi a destruir a los tofs. Los más ambiciosos líderes aliados instaron a explorar la lejana galaxia, que era rica en vida según ciertas leyendas de exploradores antiguos y que los nagai llamaban Río del Cielo. Los tofs ignoraban este plan en ese momento.

En el 50 ABY, los exploradores nagai salieron del hiperespacio en un sector deshabitado de las Regiones Desconocidas, donde las coordenadas de enlace con Compañero Besh cambiaban constantemente. Los ingenieros nagai empezaron a adaptar su tecnología para ocultarse en el nuevo entorno, y los exploradores encubiertos empezaron a analizar al gobierno pangaláctico, la decadente y corrupta República. Una observadora nagai, Krai H'voc, se asentó en Corelia, donde contarjo matrimonio con un humano nativo y tuvieron un hijo mestizo, el gigante Bey, en 36 DBY; tras ello, los líderes nagai reubicaron a H'voc, causando que ella abandonase a su familia.

Los nagai vieron empezar las Guerras Clon y esperaban que su oportunidad de hacerse con el control galáctico llegase al final del conflicto, con la inestabilidad política postbélica. Sin embargo, la República se reconvirtió en el Imperio Galáctico y no hubo oscilación que los nagai pudiesen aprovechar. Los exploradores nagai centraron entonces su esperanza e interés en la resistencia anti-imperial, pero los líderes prohibían toda manipulación salvo la más sutil. Sin embargo, Bey no estaba a las órdenes de los nagai (De hecho él ignoraba su herencia nagai) y, tras confraternizar con un joven Han Solo, se convirtió en un héroe errante que protegía a los inocentes mientras buscaba la verdad sobre su madre desaparecida.

Los nagai diagnosticaron que el Imperio Galáctico, principal potencia galáctica, estaba al borde del colapso y que, cuando éste cayese, los nagai podrían invadir la galaxia según su plan. La derrota militar imperial en Yavin ante la Alianza Rebelde confirmó la teoría previa; aún así, si el pronóstico se equivocaba y el Imperio lograba aplastar a la Alianza, los nagai aún contaban con atacar al vencedor cuando éste estuviese exhausto.

Mientras, Bey rastreaba a su madre hasta el sector de entrada de los nagai. Siguió a naves misteriosas de origen Besh aproximando el hipervector, y llegó a Nagi, aunque el naviordenador falló y causó un aterrizaje accidentado. Una vez en Nagi, Bey fue encontrado por un grupo nagai de resistencia anti-tof, que verificó su identidad y le llevó con H'voc, en las colonias nagai. Bey fue aceptado abiertamente en la nueva familia de su madre, incluso por su hermanastro Ozrei N'takkilomandrife; y el cruzado cruzado se unió al esfuerzo nagai contra los tofs.

También en esa era, los nagai hicieron varias incursiones en espacio imperial huyendo de opresores tofs. Los tofs mantuvieron su ataque contra los exiliados nagai que se oponían a ellos: En un momento posiblemente posterior a Yavin, el Comandante de Ala nagai Taikotelai Akikoma fue hecho prisionero por los tofs, y el torturador tof le traumatizó con diversos martirios en los que Akikoma estuvo atado con cuerdas. Pese a que Akikoma recuperaría de algún modo su libertad, retendría dolorosos recuerdos de este suplicio tof durante el resto de su vida.

En cuanto el emperador Palpatine murió en Endor, los nagai empezaron su movilización, reuniendo su modesta flota en un punto predecidido de las Regiones Desconocidas, y además enviando pequeños grupos de agentes para ataques coordinados en varios sistemas sur que, según percibieron, eran de capital importancia para la Alianza Rebelde. El Imperio, sin un sucesor claro al trono, empezó diversas luchas intestinas, y eso permitió a la Alianza Rebelde (después de resolver un problema sin importancia en Bakura en la primera semana después de Endor) reestructurarse e instaurar la Alianza de Planetas Libres como gobierno provisional, con sede en Endor.

Parte del propósito nagai era incitar el caos en los planetas asociados a la Alianza y hacerles creer que la Alianza no tenía la capacidad de protegerles contra amenazas militares. Los mundos objetivos estaban en el cuadrante galáctico sur y en los Alcances Occidentales. Mientras preparaban este ataque, los nagai toparon con una cíborg imperial, Lumiya (antes llamada Shira Brie), autoproclamada Dama Oscura del Sith y oficial al mando de una flota naval. Lumiya y los nagai se asociaron contra la Alianza, con lo que ella participó en las operaciones: Primero, Lumiya intentó una operación esclavista en Herdessa, pero las fuerzas de la Alianza la expulsaron.

Poco después, la Alianza tuvo su primer contacto con los nagai en el planeta Kashyyyk, donde los alienígenas intentaban hacerse con el tráfico local de esclavos. Aunque de nuevo la Alianza expulsó a los esclavistas, ambas operaciones fueron un éxito para los nagai en tanto que las poblaciones civiles empezaban a plantearse si la alianza podía realmente acabar con los abusos institucionalizados por el Imperio. En las siguientes semanas, los nagai sembraron el terror en otros sistemas con asaltos cuasi simultáneos: Flint, agente de Lumiya, intentó subyugar planetas en el sector Pheleem; y los nagai avivaron el conflicto intestino entre facciones rebeldes de Cantros VII y el mundo comercial Saijo. Cazas nagai trastornaron el tráfico de Habassa y atacaron a los gobiernos de Virgilia VII y de Dominio Mefout, ninguno de los cuales era miembro de la Alianza todavía.

Habiéndose convertido en una amenaza para la Alianza, los nagai y Lumiya contruyeron una base semipermanente en Kinooine (Regiones Desconocidas), donde un grupo pequeño esperaró la llegada de la flota invasora principal. Un grupo de exploradores aliados les encontraron, pero fueron eliminados; sin embargo, esto llevó a que la Alianza investigase la pista, enviando a sus agentes Dani, una zeltron; Kiro un iskaloniano y Luke Skywalker, un caballero jedi; pero Skywalker y Dani fueron capturados. Al mismo tiempo, un comando nagai intentaba capturar al gobierno de Kabray y embajadores visitantes de la Alianza, pero fueron derrotados por el séquito de zeltrons de la diplomática Leia Organa.

Los prisioneros nagai estaban siendo interrogados por los hoojibs, una especie telépata asociada a la Alianza, pero no habían logrado obtener información táctica útil. En cuanto supo el resultado de la misión de Kabray, el edecán nagai de Lumiya teniente Den Siva quedó fascinado por el potencial de los zeltrons como posible arma contra los tofs y analizó la biología de su cautiva Dani, torturándola en el proceso. Kiro rescató a Skywalker y juntos intentaron rescatar a Dani; en la operación, Kiro fue dado por muerto, y Skywalker y Dani fueron testigos de la llegada de la flota invasora nagai.

La flota estaba formada en ese momento por docenas de naves faruun, dos mil tropas nagai y maccabree, y más de cien imperiales. Los navíos, principalmente corbetas, fragatas y algunos cruceros, eran más rápidos y eficientes que las de la Alianza, aunque peor armados; y eran de diseños con los que la Alianza no estaba familiarizada. Aunque Skywalker y Dani huyeron a Endor e informaron al mando rebelde de la magnitud del problema, aunque la Alianza estaba preparada para la guerra, el conflicto fue abrumador.

Desde Kinooine, la flota nagai inició una cadena de ataques entre diversos dsistemas, muchos de ellos atrasados. Los nagai atacaron con saña el sector Mandalore, enfrentando inicialmente a su protector imperial, Gran Almirante Josef Grunger, en Gargon; pero, cuando Grunger decidió abandonar ese territorio para hacerse señor de la guerra, la defensa cayó en manos del nativo Fenn Shysa y su grupo de resistencia, los Protectores Mandalorianos. Reclutando la ayuda de Bey (que era un agente doble de los nagai), Shysa consiguió expulsar a los nagai de Mandalia y después de Mandalore mismo, tras lo cual viajó a Endor para unir sus fuerzas a la Alianza. Una vez hizo esto, Bey averiguó las tácticas navales de la Alianza y las comunicó a los nagai.

Otro intenso ataque nagai tuvo lugar en Endor, el mundo base de la Alianza. Gracias a Bey, comandos de tierra nagai y maccabree pudieron infiltrarse en la superficie sin ser detectados. La aparatosa llegada de cazas nagai liderados por Lumiya motivó al mando aliado a ordenar un contraataque, con lo que sus principales líderes militares estaban ocupados con el señuelo naval mientras los comandos de tierra capturaban a los altos mandos; y al mismo tiempo, con la información filtrada por Bey, la batalla naval también estaría asegurada. Al menos esa era la idea. Resultaba que algunos de los más poderosos guerreros aliados, Han Solo y Luke Skywalker, quedaron en tierra por una serie de casualidades, con lo que el mando naval recayó en Lando Calrissian, Wedge Antilles y Fenn Shysa.

En cuanto Calrissian comprendió que el enemigo conocía sus tácticas, improvisó una finta basada en maniobras desarrolladas por Solo; eso causó estragos entre las naves nagai, hasta que Lumiya ordenó su retirada. La presencia de Skywalker y Solo en tierra fue decisiva para cambiar el rumbo de la batalla en tierra y para descubrir la traición de Bey, y, si bien algunos maccabree fueron destruidos o lograron huir, muchos nagai fueron capturados durante la evacuación. Bey se entregó voluntariamente al líder aliado almirante Ackbar.

Los restos de las fuerzas nagai se reeagruparon en Kinooine, desde donde tomaron Términus, obteniendo así acceso a la Dorsal de Comercio Coreliana y al Camino Hydiano. Teniendo esto, los maccabree capturaron un puesto aliado en Saijo y se hicieron con el control de ese planeta y otros en la Dorsal; los nagai también superaron a sus enemigos en el Camino Hydiano, específicamente en Rutan y Shumavar. Mientras tanto, la Alianza se dispersaba a diversos sistemas seguros, como Arbra y Sullust. En este último, la flota aliada encontró una emboscada nagai, pero lograron derrotarles.

Los nagai iniciaron una difícil puja en el acuático Iskalon, donde destruyeron las ciudades de superficie e intentaron esclavizar a los nativos iskalonianos para construir una base; pero los iskalonianos se resistían a obedecer, aún a riesgo de ser ejecutados. Kiro, secretamente activo en su mundo natal, colaboró con los visitantes Calrissian y Skywalker para derrotar a los nagai y expulsarles de ese mundo.

La Alianza decidió entonces enviar embajadores a Zeltros, en un intento de convencer a los líderes planetarios de que se uniesen activamente a su guerra contra los nagai.

No sé si estoy entrando en excesivo detalle cuando hablo de la invasión nagai, puesto que sólo está tangencialmente relacionada con los tofs, pero me parece que el contexto tiene su importancia.

Los tofs averiguaron la ruta seguida por los exiliados nagai hacia Río del Cielo, y enviaron fuerzas militares a perseguir a su especie esclava. El contingente tof fue puesto al mando del Príncipe Sereno, heredero al trono de su civilización, según dictaba la costumbre tof, e incluía múltiples tropas y varios buques. Entre los navíos estaba el Caminante, al mando de un tof identificado como el Supremo, y que a su vez tenía a sus órdenes al segundo mandamás local (eso es un rango) Bargthron, diversas tropas de invasión, encargados de calabozos y más personal de servicio a bordo. Como este navío había otros muchos.

En cuanto los tofs llegaron a las Regiones Desconocidas, encontraron la civilización galáctica, y les encantó la idea de tener nuevos mundos y culturas que aplastar. Los tofs optaron por atacar también a esa nueva cultura mientras aplastaban los focos de resistencia nagai. Sin embargo, lo primero era lo primero, y tenían que humillar a sus esclavos insumisos. A tal fin, los tofs siguieron a los nagai en primer lugar hasta el sistema Trenwyth, donde el 12º Escuadrón Nagai realizaba tareas de investigación.

Decidiendo que las ruinas del deshabitado planeta Trenwyth eran un buen campo de batalla, los tofs aparecieron por sorpresa con una fuerza abrumadoramente superior en número y armamento. Pre-atrincherados en el planeta, los tofs emboscaron a los nagai. Éstos consiguieron informaron a su mando y se enzarzaron en una batalla, que perdieron en poco tiempo. Los tofs mataron o capturaron a la mayoría de los nagai, aunque uno de ellos, el Comandante de Ala Akikoma, logró escapar gravemente herido.

La batalla afectó también a una nave de paso en la que viajaban Leia Organa y su séquito zeltron rumbo a Zeltros; no esperaban encontrar una batalla en un mundo muerto. Organa se vio obligada a aterrizar para hacer reparaciones a su nave y obtener un estabilizador. Viendo conflicto en la superficie, Organa hizo que su gente se ocultase y sólo cautamente exploraron la zona. Éste fue el primer contacto de los humanos, y de la civilización galáctica en general, con la especie tof.

Organa topó con Akikoma, que se colapsó ante ella. Organa y los zeltron mantuvieron prisionero al nagai y, a lo largo de los días siguientes, se ganaron su confianza y respeto mientras buscaban suministros técnicos. La compasión de Organa le llevó a simpatizar con Akikoma y, viendo que el prisionero sentía pavor hacia las ataduras, ella dedujo con criterio que un enemigo previo, posiblemente los tofs, le había torturado de tal modo. No está claro qué hacían los tofs durante ese tiempo.

Finalmente, los tofs decidieron salir al exterior para masacrar a tiros a sus prisioneros nagai supervivientes. Después de eso, los tofs abandonaron el planeta. Organa decidió liberar a Akikoma y permitirle volver con los suyos, iniciando un cambio diplomático en el conflicto contra los nagai; sin embargo, los nagai ejecutaron a Akikoma por haber aceptado misericordia de un enemigo. Organa, con la nave arreglada, puso rumbo a Zeltros acompañado de sus edecanes.

Resultaba que los nagai sabían de la inminente visita a Zeltros por parte de líderes de la Alianza, así que los nagai organizaron una invasión planetaria a Zeltros, con comandos de superficie, para capturar a los embajadores y, al mismo tiempo, el planeta de donde venían varios de sus enemigos; también querían castigar a los zeltrons por considerar unirse a la Alianza. Den Siva estaba al mando de esta misión. Ignorándolo ellos, los tofs habían estado siguiendo a los nagai y enviaron el galeón del Supremo, Caminante, a Zeltros. Era su estrategia esperar a que los nagai se ocupasen de la resistencia local, y entonces capturar a todos los nagai y también a unos cuantos nativos de Zeltros para su análisis porque habían visto que los nagai estaban muy interesados en los zeltron.

El galeón quedó oculto en la órbita pero muchos tofs, incluido el Supremo, aterrizaron sin ser vistos para la misión de tierra. Ignorándolo ambos grupos, una tercera facción, el Glorioso Imperio Hiromi, planeaba la captura del planeta Zeltros como parte de la Operación Destino Glorioso, con un mal preparado grupo bajo el mando del capitán Hookyr y que incluía al primer oficial Hirog (antaño agente infiltrado en la Alianza hasta que fue descubierto), al soldado Phoebe y a la tripulación de la nave Kuratcha.

Una vez llegaron a Zeltros los emisarios de la Alianza (Princesa Leia Organa y su séquito zeltron; caballero jedi Luke Skywalker; generales Lando Calrissian y Han Solo; varios hoojibs incluido su líder, Plif; los droides C-3PO y R2-D2; y Dani), los reyes zeltron Arno y Leonie decidieron dar una fiesta en su honor y unirse a ellos en el salón de baile. Dani y Organa se separaron de la multitud hacia un pasillo para discutir matices de la situación, y fueron sorprendidas, capturadas y atadas rápidamente por Siva y sus agentes, en la primera etapa de su invasión.

Mientras, los hiromi toparon con Skywalker y Plif. Sospechando que los hiromi eran inofensivos, Skywalker se dejó capturar para estudiar la amenaza, y Plif fingió ser una mascota inofensiva. En cuanto Phoebe confirmó que los reyes zeltron estaban en el salón de baile, Hookyr tomó la desocupada sala del trono y, sentándose físicamente en esta silla de mando, se autoproclamó monarca de Zeltros, tras lo cual ordenó capturar la comida para cenar. Skywalker quedó convencido de que no había nada que temer de estos invasores.

Al mismo tiempo, tropas nagai armadas y guerreros maccabree bajo el mando del nagai Harmon Sho tomaron el salón de baile, desarmaron a Han Solo y capturaron a todos los políticos presentes (aunque Phoebe logró ocultarse). Resultaba que los agregados zeltron de Organa estaban en el patio en un intento de evitar ver a un conocimiento previo. Ellos intentaron buscar refuerzos, pero toparon con un enorme tof, y fueron rápidamente capturados.

Un grupo de tofs dirigidos por el Supremo aporrearon la puerta de la cocina y exigieron la rendición inmediata de todos los que estaban dentro. Los hiromi se asustaron ante la situación, dando por terminada su fiesta, e intentaron en vano esconderse. Plif y Skywalker usaron sus respectivos poderes mentales para sondear a los recién llegados, pero fueron incapaces de reconocer siquiera su especie, aunque Plif averiguó el nombre de ésta y su motivación como enemigos de los nagai. Finalmente los tofs entraron derribando la puerta de una patada. El Supremo vio a los hiromi y, medianamente intrigado por la especie desconocida, interrogó a Hirog brevemente mientras lo estrangulaba, y ordenó la captura de todos los presentes. Tras ello, hizo enviar patrullas a capturar a todos los nagai en el planeta, y a algunos zeltron. El Supremo se unió a una de estas partidas, dejando sin embargo un grupo de guardia de al menos cinco tofs para vigilar a los hiromi y a Skywalker.

El grupo del Supremo pudo emboscar y capturar a Siva y a su escuadrón, tomando también posesión de sus prisioneras Dani y Organa. Los tosf ordenaron a Siva mantener una comunicación clara con el resto de los nagai, sin revelar la presencia de tofs en el planeta; el nagai contactó con Harmon y obedeció.

Otros tofs trajeron a los sirvientes zeltron de Organa, encadenados y arrastrándolos por el suelo. Organa vio que se planteaban matarlos, sobre todo cuando ellos la vieron e intentaron en vano liberarse y derrotar a su enemigo. Organa improvisó una excusa para salvarles y les dijo que esos adolescentes zeltron eran valiosos miembros del esfuerzo bélico contra los nagai. El Supremo mostró interés en la idea y, habiendo visto que los zeltron eran combatientes muy dignos, concluyó que la Alianza usaba a los zeltron como su arma, y que esa amenaza había llevado a los nagai a invadir el planeta. El Supremo hizo enviar a los niños zeltron al calabozo de su galeón para interrogarles personalmente más tarde, aunque en el proceso uno de los chicos, Marruc, fue herido de cierta gravedad. Cuando los tofs del Supremo ordenaron a Siva llevarles al punto de reunión de sus unidades y ayudar en la captura de los nagai, el teniente Siva se negó. Comprendiendo que Siva tenía sentimientos románticos no correspondidos hacia Dani, el Supremo amenazó con matarla si Siva no obedecía, así que el nagai claudicó.

El Supremo envió a un grupo al mando de su segundo, Barghtron, a ocuparse de la emboscada. Él y otros tofs se quedaron con las prisioneras y, para divertirse, abrieron fuego contra lo que tomaron por animales locales. Sin embargo, estas supuestas bestias eran hoojibs, aliados de Organa, que usaron su telepatía para informar a las prisioneras de la situación general. Les contaron que Skywalker tenía un plan y que éste incluía a los hoojibs absorbiendo secretamente la energía de los blásters tof mientras fingían ser meras alimañas, y también contaba con que Organa y Dani reaccionasen violentamente cuando recibiesen una señal de los hoojibs.

El primer momento en que los tofs vieron un obstáculo en esta batalla tuvo lugar en la cocina. Cuando los tofs decidieron aporrear a los hiromi, Luke Skywalker decidió impedirlo, para lo cual tenía que dejar de fingir estar indefenso. Sin dificultad, Skywalker se liberó de sus ataduras y, usando sus poderes de la Fuerza, activó uno de sus dos sables láser, en ese momento en manos de un tof. El filo del arma mató a un segundo tof por sorpresa y empezó a extender el terror entre tofs y hiromi. Los tofs primero acusaron a los insectoides de haberles tendido una trampa, pero rápidamente los hiromi señalaron a Skywalker como responsable. El jedi se mostró confiado y exigió recuperar sus sables; como era de esperar, los tofs decidieron atacarle, pero Skywalker tomó su sable largo telekinéticamente para defenderse. Uno de los tofs intentó atacar a Skywalker con el sable corto, pero era un mal esgrimidor y, pese a sus jactancias, Skywalker le mató sin dificultad.

Los hoojibs se unieron a la refriega, acosando y mordiendo a los tofs, drenando la energía de sus armas bláster, y haciendo buen uso de su superioridad numérica. Un grupo de hoojibs se dio a la fuga para atraer a tres de los tofs a donde estaban atadas Dani y Organa, y pidieron a sus amigas que atacasen a los tofs con una patada por sorpresa. Esto causó que los tofs perdiesen su inicativa, y Dani y Organa intentaron huir. Los tofs trataron de detenerlas a tiros, sólo para descubrir que sus pistolas no funcionaban por motivos que ellos no entendían; lejos de desesperar, los tofs descartaron las armas inútiles y tomaron sus palos, aprovechando su ventaja de tres contra dos. Skywalker y los hoojibs, empero, habían acabado con los tofs de la cocina y se unieron a este enfrentamiento, salvando así a Dani y a Organa. Los tofs fueron vencidos o se rindieron, y los hiromi, en un intento de simpatizar con la Alianza, se ofrecieron a atar y acosar a los tofs mientras Skywalker ayudaba a sus amigas.

Organa explicó a Skywalker que los tofs habían capturado a mucha gente, incluyendo a sus agregados zeltron, y que habían llevado a estos últimos a su galeón. También dijo que los tofs planeaban emboscar a los nagai y capturar a éstos y a sus prisioneros, algo que debía evitarse aunque fuese sólo en favor de los prisioneros zeltron y humanos. Fue necesario convencer a Dani, que odiaba fervientemente a los nagai desde la muerte de Kiro, para que les ayudase contra los tofs.

Dani, Organa y los hoojibs decidieron ir al lugar de la emboscada para detener a los tofs. Skywalker rápidamente reclutó a los hiromi para un esfuerzo de abordaje sigiloso al galeón tof, algo que a los hiromi no les hacía demasiada gracia; el propio Skywalker no tenía alto concepto de las habilidades de los hiromi en este ataque contra los tofs, pero no contaba con otros activos. Hookyr aceptó aliarse con Skywalker, aunque en ese momento no tenía idea de que se requería la participación de los hiromi en una tarea tan ardua. Los hiromi teorizaban que los tofs querían esclavizar a los zeltrons y a los líderes de la Alianza, lo cual era inexacto (Los tofs pretendían ejecutar a los líderes de la Alianza, y no tengo pruebas de que buscasen esclavizar a los zeltrons).

Los chicos zeltron en la mazmorra tof intentaron atacar a sus guardias cuando éstos abrieron la puerta de su celda para traerles comida; pero el alcaide y el camarero tof eran más fuertes que los zeltrons y les derrotaron con facilidad golpeándoles con la bandeja y rompiendo una botella en la cabeza de uno de ellos. Castigaron a los prisioneros a limpiar su propio desastre, y les dejaron sin las siguientes dos comidas, además de negarles clemencia para su compañero herido: El Supremo, decían, iba a interrogar a los prisioneros, pero seguramente no tendría problema si uno de los cuatro moría.

Mientras Dani y Organa iban hacia el lugar de la emboscada tof a los nagai, para emboscar a los tofs, de camino Dani volvería a tener dudas y se planteó disparar a Siva desde una posición oculta; por supuesto, no lo hizo porque habría alertado a los tofs, entre otras cosas. En la cocina, por su parte, Skywalker y Plif se planteaban interrogar a los prisioneros tofs con sus poderes mentales para descubrir qué oposición encontrarían a bordo del galeón; sin embargo, los tofs mostraban una hostilidad que dificultaba la tarea. Por fortuna, los hiromi amenazaron erráticamente a los prisioneros tofs con violencia de un modo irracional que cogió a los presos desprevenidos. Doblegados, los tofs explicaron que sólo quedaban una docena de tripulantes a bordo del navío y dieron a sus captores el código de seguridad para acercarse a la nave, aunque obviaron (consciente o inconscientemente) el código de entrada que había que dar para embarcar.

Organa y Dani se escondieron sobre una estatua, una posición elevada desde donde podrían disparar sin ser detectadas de inmediato. Mientras, Siva permanecía a la vista, los tofs se ocultaron, y apareció el grupo nagai escoltando a sus prisioneros zeltrons y alienígenas. Siva no alertó a los nagai y se rindió a la evidencia de que el Viejo Enemigo ya había ganado. Entonces, un tof golpeó con su palo el hombro de un nagai, desencadenando el ataque.

Los tofs dispararon rápidamente contra los nagai, maccabrees y algunos zeltron y, pese a que los tofs tenían sus bláster en Aturdir, volaron la cabeza de uno de los maccabree. El ataque abrumó a los nagai rápidamente, y los tof ganaron la batalla. El antes prisionero Han Solo se acercó a Barghtron, se presentó y le agradeció su ayuda. Barghtron replicó que no estaban interesados en alienígenas que no fuesen nagai o zeltron, y que por tanto Solo y los otros humanos serían ejecutados de inmediato, lo cual llevó a Solo a replantearse su actitud agradecida.



La batalla de Zeltros

Dani y Organa eligieron ese momento para atacar, abatiendo de lejos a varios tofs y desviando su atención. Solo y su fiel y fuerte amigo Chewbacca aprovecharon la ventaja, saltando sobre los tofs más cercanos, aún sin saber quién les estaba ayudando. Calrissian, también prisionero, lideró a los ex-presos zeltron para que aprovechasen la ventaja y usasen sus artes marciales para dar una paliza a los tofs. Incluso R2-D2 abrió fuego contra los invasores verdes.

Sólo cuando la batalla había acabado y los tofs yacían en el suelo, Organa y Dani revelaron su presencia. Solo ayudó a bajar a Organa, que era su novia en ese momento. Uno de los nagai, malherido, intentó aprovechar la ocasión para asesinar a Solo, pero Den Siva lo vio y disparó a su compañero para salvar a un enemigo. Hecho esto, Siva presentó una rendición firme y, al mismo tiempo, ofreció una alianza contra los tofs.

Antes de continuar con esta parte, volvamos a Skywalker, los hoojibs y los hiromi. Este grupo se acercó al galeón con la pequeña nave Kuratcha; Skywalker creía que los tofs desestimarían la amenaza de una nave tan pequeña, y tenía razón. El jedi usó la Fuerza para abrir una entrada a un muelle de atraque, pero varios tofs les esperaban allí. Él les enfrentó, deflectando sus disparos con su sable láser, y les mató. Entonces Skywalker explicó a los hiromi que debían hacer dos grupos: Uno de ellos liberaría a los prisioneros, y el otro apagaría los sistemas de seguridad.

Se decidió finalmente que los hiromi buscarían a los cautivos; los hoojibs, devoradores de energía, estaba especialmente cualificados para comerse el cableado de la nave y apagar los sistemas salvo el soporte vital (y los poco observadores tof ni siquiera encontraron a la amenaza que había a la altura de sus botas). Skywalker plantó explosivos para destruir la nave. Si bien los hiromi encontraron la celda, los presos zeltron tomaron a sus rescatadores por aliados de los tofs y les recibieron iracundos, calmando los ánimos sólo cuando Skywalker apareció y respaldó las palabras hiromi. En la huida del galeón, Hirog tuvo ocasión de disparar y matar limpiamente a un enemigo tof, algo que no dejó de sorprenderles. Para entonces, los hiromi percibían a los tofs como una pesadilla personalizada para su especie.

Tras la batalla de Zeltros, los líderes de la Alianza de Planetas Libres consideraron la tregua y alianza propuestas por Den Siva y la extendieron a una oferta de paz a los nagai contra el enemigo común tof. A desgana, los nagai aceptaron, y N'takkilomandrife dio forma a su tratado. Algunas tropas imperiales a las órdenes de Lumiya se unieron a la tregua de Zeltros; pero la propia Lumiya, que estaba motivada por su venganza personal contra Skywalker, abandonó a sus aliados y cedió sus recursos (incluyendo al menos cuatro corbetas, tres destructores y dos fragatas) a los tofs, en otro pacto. Los comandos mandalorianos de Fenn Shysa mantuvieron su acuerdo con la Alianza, asociándose con su antiguo enemigo nagai; y Dani misma puso a un lado su rabia para aceptar las condiciones. En cuanto a los hiromi, Hirog pidió el traslado de la tripulación del Kuratacha a su mundo natal, previendo una inminente guerra entre los tofs y casi todas las otras facciones.

La Alianza transmitió, sólo unos días después de la firma, la Declaración de una Nueva República, explicando que iniciaba el proceso de reconvertirse en un nuevo gobierno más estable, pero los nagai insistieron en no tener interés en tal estado, habiendo firmado con la Alianza y no con la República, y especificaron que el acuerdo dejaría de tener validez en cuanto los tofs fuesen derrotados.

Pese al fracaso en la subyugación de Zeltros, los tofs continuarían con su intento de conquistar la galaxia. Las fuerzas tof rastrearon al enemigo nagai y, al atacar, se sorprendieron al encontrarles aliados con la Nueva República y los mandalorianos. Las tácticas de estos nuevos enemigos superaban las cortas entendederas de los tofs, pero éstos compensaron con fuerza bruta y soldados que masacraban sin piedad a las fuerzas enemigas.

En esta etapa del conflicto, los tofs asolaron el sector Saijo y, en un temprano enfrentamiento contra los nagai, se hicieron con el planeta Saijo, un mundo atrasado y poco poblado en el borde de la galaxia. Aunque tenía un próspero puerto espacial y comercio con otros mundos, la arquitectura local era primitiva. Los tofs no tardaron en arrasar los edificios o distorsionarlos con adornos de su cultura. El Príncipe Sereno, comandante de las fuerzas expedicionarias, decidió convertir Saijo en su base personal, cuartel general de los tofs en la galaxia, y reconvirtieron el principal centro de comercio en el palacio de Sereno.

Resultaba que Saijo había sido sede de una batalla entre la Rebelión y el Imperio y, poco después, entre la Alianza y los nagai. Con buen criterio, la Alianza había dejado espías en la zona desde la invasión nagai, y los agentes pudieron informar al mando de la República de que el cuartel general tof se encontraba allí. Uno de los agentes más secretos en la zona era Bey, y él pudo confirmar la presencia del Príncipe Sereno en Saijo, un dato de gran valor táctico.

Durante los siguientes varios meses, los tofs se enfrentaron a su enemigo en diversas batallas. Aunque los tofs perdieron en diversas ocasiones, el coste en recursos fue enorme: Los tofs planearon un ataque contra Fondor que fue repelido por una flota combinada de la República y los nagai, pero hubo muchísimas bajas en ambos bandos. En otra batalla, en el sector Thesme, los tofs no consiguieron causar más de un 30% de bajas en una fuerza especial mandaloriana enemiga, y decidieron retirarse.

Cuatro meses después de la batalla de Endor, los tofs estaban perdiendo terreno y sólo retenían bases muy fortificadas en Trenwyth, Telfrey y Saijo. El enemigo consiguió expulsarles de las dos primeras, dejándoles sólo con su cuartel general. El almirante Ackbar de la República decidió que necesitaba un espía dentro de las operaciones tof, y encargó la misión de ubicar a tal agente a tres de sus mejores hombres: Kyle Katarn, Dash Rendar y la droide Guri. El infiltrado resultó ser Bey, que por su altura y complexión podía disfrazarse de tof con relativa facilidad.

Un mes más tarde, ante los informes de Bey desde Saijo, el almirante Ackbar empezó a preparar una invasión a tal planeta. Ackbar creía que, si la República capturaba al Príncipe Sereno, los tofs se rendirían. Para esto, la líder de la República Mon Mothma y Ackbar reunieron fuerzas de la República, los nagai, mandalorianos, zeltrons y tropas ex-imperiales. Mothma insistió en la gran importancia de que trabajasen todos en equipo, sin rencillas personales debidas a sus filiaciones pasadas.

La misión incluía un componente espacial y otro de tierra. El crucero pesado tof Merriweather protegía el espacio local, pero Ackbar contaba con que permitiesen aterrizar a una nave con sus tropas de choque si daban la excusa de que traían suministros de Tof Central para comerciar. Una vez en Saijo, el comando de superficie debía intentar capturar a Sereno mientras el destructor estelar de la República Emancipador (llamado Acusador antes de haber sido capturado al Imperio en Endor) se enfrentaba al Merriweather. Ackbar preveía que el Merriweather enviaría apoyo de cazas a la superficie y, para impedirlo, él preparó cuatro escuadrones de cazas, incluyendo Escuadrones Oro y Pícaro, al mando de Lando Calrissian, Chewbacca, Wedge Antilles y Nien "Nein" Nunb. El Halcón Milenario sería la nave insignia de Calrissian. Mientras, el equipo de tierra estaría compuesto por Luke Skywalker (oficial al mando), Han Solo, Leia Organa; los nagai Den Siva y Ozrei N'takkilomandrife; la zeltron Dani; el mandaloriano Fenn Shysa; los pilotos ex-imperiales Trif y Maggie; y los droides C-3PO y R2-D2.



El Merriweather

El aterrizaje fue fácil, burlando la vigilancia del Merriweather. Las fuerzas aliadas se ocultaron en unas ruinas locales, evitando así a casi todas las patrullas tof. Uno de estos grupos de búsqueda, sin embargo, mostró excesivo celo: Un tof afirmaba haber visto dos cadáveres entre las ruinas e insistió en investigar para comprobar si había una amenaza o si se habían matado mutuamente. Su compañero sugería que podrían haber sido reclutas recientes que, de pura incompetencia, eran incapaces de sobrevivir; esto podría haber sido un comentario jocoso. Sin embargo, cuando exploraron las ruinas, los tofs no encontraron siquiera los supuestos cuerpos, porque los comandos de la República estaban adecuadamente ocultos. Los nagai N'takkilomandrife y Siva sugerían asesinar a la patrulla tof, pero Skywalker se lo prohibió.

Skywalker organizó el ataque: Sysha, Trif, Maggie y los droides se quedarían aparatos para mantener abierto un canal de comunicación con Calrissian, mientras el resto del grupo intentaba llegar al palacio. Cuando el grupo de Skywalker atacase, los tofs avisarían al Merriweather para que les diese apoyo de cazas; entonces Skywalker informaría a Sysha para que éste a su vez avisase a Calrissian, y así Calrissian tuviese lista su pantalla de cazas. Dadas las características de la misión, la conexión era defectuosa y requería que Sysha organizase una base semipermanente.

El grupo de Skywalker se acercó sigilosamente al cuartel general de Sereno y allí vieron llegar una patrulla de dos tofs con cuatro prisioneros atados. Uno de los guardias tofs dijo de pasada que el Príncipe interrogaba personalmente a cada nuevo preso, y los rebeldes aprovecharon la ocasión: Derrotaron a los tofs y les obligaron a llevarles ante el Príncipe haciéndose pasar por prisioneros, pero manteniendo sus armas listas por si los guardias tof querían dar la alarma. Dani y Organa optaron por vestirse de nobles tof para entrar con disimulo; y Skywalker y Solo se infiltraron por otro camino, con las armas listas. Todos ignoraban que Bey se encontraba ya en palacio, disfrazado de tof.

Mientras, Sereno y su séquito, en la sala del trono, se reunían con Lumiya para agradecerle su ayuda. El guarda se unió a la reunión con los supuestos nuevos prisioneros. Nervioso, el agente tof intentó avisar a su Príncipe de la amenaza, pero N'takkilomandrife le interrumpió asesinándole por la espalda. Inmediatamente después, el nagai ordenó la rendición inmediata de Sereno. El príncipe tardó en reaccionar, pero Lumiya fue más rápida y disparó a N'takkilomandrife, noqueándole. Skywalker y Solo entraron en la refriega, y pronto se unieron a ellos Dani y Organa.

Es difícil descubrir tiroteos de este tipo porque suceden varias cosas simultáneamente. Por ejemplo, un tof pidió soporte aéreo al Merriweather, ordenando que enviases los cazas a destruir la base enemiga, y al mismo tiempo Lumiya intentó asesinar a N'takkilomandrife aprovechando la confusión. Organa a la Dama Sith y le disparó para salvar al nagai; no logró herirla de gravedad, pero atrajo su atención. Lumiya usó entonces sus poderes de telekinesis para arrebatar a Organa su arma, y centró sus miras en ella.

El Merriweather lanzó sus cazas individuales, pero Calrissian recibió la señal y sus escuadrones estuvieron preparados. El Emancipador abrió un muelle de atraque y soltó sus propios cazas. Calrissian ordenó destruir al enemigo, a menos que éste aceptase su rendición. El plan funcionó muy bien: Muchos pilotos tof cayeron rápidamente, y el resto de naves fueron incapaces de llegar a la superficie. Calrissian incluso bromeó sobre cómo los tofs de tierra debían sentirse solos, y efectivamente Sereno estaba preguntándose porqué no recibían apoyo de cazas.

El Príncipe estaba escoltado por numerosos guardias tof, pero Skywalker los burló con una espectacular voltereta por encima de ellos. Antes de que el Príncipe pudiese dar nuevas órdenes, el jedi estaba sobre él, poniendo sus dos sables láser en el cuello del comandante enemigo. Skywalker propuso a Sereno que ordenase la rendición de los tofs. Sin embargo, el aristócrata procrastinó todo lo posible, esperando que la escaramuza cambiase de rumbo.

Por ejemplo, Lumiya estaba apuntando su arma a Organa para asesinarla, con el propósito de matar después a N'takkilomandrife. Aunque Solo había visto el problema de su amante, él no podía llegar a tiempo hasta ella porque estaba enfrentándose a muchos otros enemigos. Sin embargo, Lumiya fue abatida por la espalda desde un flanco inesperado: Bey, disfrazado de tof, disparó a Lumiya por la espalda, sin siquiera revelar su identidad. La Sith cayó al suelo, derrotada.

Inmediatamente después, el comunicador de Skywalker sonó a través del repetidor de la base de Sysha. Desde la órbita, Calrissian informó de que el Merriweather se había rendido a la Alianza después de que la mitad de los cazas tof hubiesen sido destruidos. Como quiera que Sereno también estaba oyendo el mensaje, y que Skywalker seguía insistiendo en la parte de la rendición, el Príncipe capituló y reconoció su captura. Sin embargo, también pidió una explicación al tof que había traicionado a su bando disparando a Lumiya en vez de salvar a Sereno. Bey reveló entonces su identidad a todos los presentes.



Luke Skywalker captura al Príncipe Sereno, venciendo así en la batalla de Saijo

La batalla de Saijo había terminado con la victoria de la Nueva República y sus asociados. Skywalker dejó a Sysha al mando de la base de Saijo. Dos nagai se llevaron al Príncipe Sereno capturado con el mandaloriano. Lumiya, sin embargo, había sido dada por muerta, pero sobrevivió y escapó de Saijo para desaparecer mientras preparaba su regreso.

La captura de Sereno terminó la invasión tof a la galaxia: El grueso de la flota tof se retiró de vuelta a su propio espacio, y los nagai pasaron a centrar sus esfuerzos en recuperar su mundo natal. Aunque la República insistía en que los nagai podían vivir en paz entre ellos y les ofrecieron Saijo como su nuevo hogar, muchos nagai rechazaron definir sus vidas según los actos de estos alienígenas y, más importante todavía, estaban decididos a liberar su Nagi originario y a sus familiares allí oprimidos por los tofs.

Ahora bien, los nagai había obtenido nuevos aliados que les ofrecieron ayuda: Los mandalorianos de Fenn Sysha. Éstos acompañaron a los nagai hasta Nagi y les ayudaron a enfrentarse a los tofs. Finalmente los tofs perdieron el mundo de los nagai y se vieron obligados a retirarse a Tof. La reputación de los piratas tof se había hecho añicos. Incluso así, los nagai siguieron atacando a su Viejo Enemigo, que no tenía costumbre de luchar a la defensiva.

Unos cuantos nagai aceptaron quedarse en el espacio de la Nueva República, y pasaron a ser una imagen cada vez más frecuente desde la derrota de los tofs. ¿Y qué había pasado mientras tanto en esa zona? Bueno, la Nueva República intentó mantener las invasiones nagai y tof en secreto, pero no sólo fue inútil sino inadecuado: En realidad, las rápidas victorias contra los tofs y otras amenazas sirvieron para tranquilizar a muchos ciudadanos de la galaxia que inicialmente habían dudado de la capacidad de los ex-rebeldes para protegerles.

El planeta Zeltros recibió con alegría las noticias de la derrota tof, y los reyes zeltron decidieron dar una fiesta para celebrarlo. El evento duró dos meses, lo cual rompió el record de duración de fiestas. Al descubrir esto, y en conmemoración de este triunfo, los reyes decidieron solemnizar el hecho con una nueva fiesta, y hubo gran regocijo.

Bey empezó a trabajar para Inteligencia de la Nueva República. Apenas siete meses después de la batalla de Saijo, Bey volvió a colaborar con sus antiguos socios Kyle Katarn, Dash Rendar y Guri en una nueva misión de inserción en Saijo, aún descrito como el mundo fortaleza tof.

Aunque los tofs habían sido desconocidos hasta la batalla de Zeltros, pronto empezaron a aparecer en la literatura especializada de sentientología. El antropólogo superior shi'ido Mammon Hoole, que había estudiado muchas especies, i nvestigó a los tof y a los nagai para uno de sus libros, La Guía Esencial de Especies Alienígenas. Sus notas sobre estas dos especies estaban incompletas, pero decidió incluirlas en la redacción final con menciones breves.

Los nagai afirmaban venir de otra galaxia, con el corolario de que los tofs eran de origen similar. Sin embargo, los analistas de la Alianza de Planetas Libres sospechaban que esto era falso y que los nagai y los tofs eran originarios de las Regiones Desconocidas. Eventualmente se descubrió que su lugar de origen estaba en Compañero Besh.

En general los historiadores pasaban por alto la incursión de los tofs en la galaxia. Sólo se renovó el interés en esa era durante la Nueva Guerra Civil Galáctica (40-41 DBY, es decir, 36-37 años después de la derrota tof en Saijo), porque Lumiya volvió a ser una figura pública de importancia en ese tiempo.

Eventualmente, la comunidad galáctica estableció hiperrutas estables en las Regiones Desconocidas gracias a una normalización en sus relaciones con la potencia dominante local, los chiss. Sin embargo, y pese a que las Regiones Desconocidas cada vez eran menos Desconocidas, las galaxias satélites como Compañero Besh seguían estado poco exploradas.


Tof Notorios


 

El alcaide: Este tof estaba al cargo de vigilar los calabozos del galeón Caminante durante la invasión tof a Zeltros en 4 DBY. Como tal, estaba a las órdenes del Supremo, el oficial al mando de la flota a la que pertenecía el Caminante. Este tof llevaba coleta y tenía el cabello castaño .

El alcaide se quedó a bordo de la nave, orbitando Zeltros, mientras el Supremo y otros tofs invadían la superficie. El Supremo envió cuatro prisioneros zeltrons, los adolescentes Bahb, Jahn, Marruc y Rahuul, y el alcaide los mantuvo encerrados en una misma celda, con al menos una alimaña.

Eventualmente llegó otro tof, un camarero con una bandeja con comida y bebida para los prisioneros. El alcaide no había sido informado y el camarero le explicó que, por orden del Supremo, los presos debían ser alimentados para estar en buen estado cuando volviese el Supremo para interrogarles (Para entonces el Supremo había sido capturado, pero ellos no lo sabían). El alcaide aceptó la entrega, pero degustó parte de la comida; ante las protestas del camarero, el corrupto alcaide explicó que los prisioneros sólo podían quejarse directamente a él, lo cual sería vano.

El alcaide abrió la aparatosa puerta de la celda y dejó entrar al camarero. Tres de los presos intentaron atacar al camarero, pero éste derribó a uno con un golpe de bandeja, y a otro con un golpe de botella. El alcaide entró corriendo en la celda con un palo en la mano, como refuerzo. La pequeña insurrección fue derrotada rápidamente.



El alcaide

El alcaide castigó a los zeltrons sin esa comida ni la siguiente, puesto que los cautivos tenían claramente suficient vigor para aguantar sin eso; y el camarero les ordenó limpiar los líquidos derramados. Jahn pidió que dejasen salir a Marruc, que había sido gravemente herido durante su captura, pero el camarero y el alcaide, despiadadamente, decidieron arriesgarse a que uno de los cuatro prisioneros muriese; razonaban que el Supremo estaría igual de contento con tres prisioneros que interrogar que con cuatro. El alcaide y el camarero salieron de la celda y encerraron nuevamente a los zeltrons.

Más tarde, Luke Skywalker y sus asociados los hiromi se infiltraron en el galeón para liberar a los prisioneros y destruir la nave con explosivos. Los hiromi llegaron a la celda y volaron la cerradura, aunque los zeltrons les atacaron después porque no les reconocieron como aliados. Luke Skywalker apareció para calmar los ánimos. Uno de los hiromi vio acercarse a un sigiloso tof con bigote y le disparó, matándole. Skywalker guió a sus asociados a la libertad y destruyó el Caminante.

Bargthron: Este tof formaba parte de las fuerzas al mando del Supremo durante la invasión tof al planeta Zeltros en 4 DBY. Bargthron ostentaba el rango de segundo mandamás local tof, y llevaba con orgullo su barba marrón picuda y sin bigote.



Bargthron

Bargthron acompañó al Supremo y a otros tofs, includo uno calvo, a la superficie planetaria, donde tomaron posiciones e hicieron patrullas antes de revelar su presencia según las órdenes del Supremo. Bargthron estaba con el Supremo en el interior del Palacio Real de Zeltros cuando el Supremo capturó al oficial nagai Den Siva, que a su vez había capturado a la nativa zeltron Dani y a la dignataria visitante Princesa Leia Organa: Los nagai, una especie en guerra con los tofs, estaban intentando invadir Zeltros a la vez. El plan del Supremo era capturar a todos los nagai, preferiblemente con vida, y a algunos nativos zeltron para estudiarlos; el Supremo no tenía especial interés en los embajadores visitantes.

El Supremo obligó a Siva a comunicarse con su segundo, Harmon Sho y decirle que todo estaba bajo control. Supieron que Harmon había capturado a la corte zeltron y a los alienígenas. El Supremo exigió que Siva guiase a los nagai a un punto de encuentro para que los tofs les emboscasen; Siva se negó, pero el Supremo amenazó la vida de Dani, a quien Siva amaba, y el nagai aceptó obedecer. El Supremo obligó a Siva a llevar una fuerte escolta de varios tofs, incluido Bargthron, al lugar de la emboscada. Bargthron fue puesto al mando de ese grupo de tofs. Leia Organa y Dani, prisioneras, estaban presentes y oyeron este plan.

Los tofs y Siva esperaron pacientemente a que llegasen los nagai y sus prisioneros. Mientras tanto, Organa y Dani se liberaron con ayuda de los hoojibs, una especie alienígena que se había aliado con ellas. Organa, Dani y los hoojibs se acercaron al punto de encuentro, queriendo liberar a los prisioneros. Dani sentía odio cerval hacia Siva y se planteó dispararle, pero Organa le convenció de que no lo hiciese para no delatar su posición a los tofs y echar a perder su misión; los hoojibs le explicaron además el aspecto moral de ese asesinato. Organa y Dani se ocultaron entonces sobre una estatua para estar en posición elevada.

Bargthron y los tofs se ocultaron también. Los otros nagai llegaron con sus prisioneros y, antes de que Siva pudiese avisarles, los tofs les atacaron. La emboscada liderada por Bargthron disparó contra los nagai, sus aliados maccabrees y algunos zeltron. Bargthron ordenó poner los blásters en aturdir, pese a lo cual bastaron para volar la cabeza de uno de los maccabrees.

Los tofs ganaron, aunque Bargthron encontró su triunfo demasiado fácil para ser satisfactorio. Uno de los diplomáticos alienígenas, Han Solo, se acercó a saludar al líder tof, presentarse y darle las gracias. Bargthron dio a Solo su nombre, pero ordenó a sus tropas matarle puesto que sólo tenían interés en los prisioneros zeltron.

Sin embargo, antes de que los tofs pudiesen ejecutar a Solo, Organa y Dani iniciaron un tiroteo en el momento clave. Eso despistó a los tofs. Solo y su socio, el gigantesco wookiee Chewbacca, no sabían quién disparaba pero aprovecharon la ventaja: Solo saltó sobre Bargthron, y Chewbacca levantó sobre su cabeza a otro tof. Otro prisionero, Lando Calrissian, lideró a los tofs a la lucha; las capacidades de lucha sin arma zeltron vapulearon a los tofs. Con unos cuantos disparos oportunos del droide R2-D2, la Alianza recuperó la iniciativa y las fuerzas de Bargthron fueron vencidas.

El camarero: Este zeltron de cabello marrón claro atado con coleta vestía con un chaleco y pantalón a juego, exhibiendo así su musculoso pecho depilado. Servía en el galeón militar Caminante en 4 DBY, cuando el navío fue enviado a la conquista del planeta Zeltros a las órdenes del Supremo (u oficial al mando de la flota). El camarero quedó a bordo del Caminante mientras el Supremo y otros tofs viajaban a la superficie planetaria.



El camarero

El Supremo ordenó llevar a cuatro prisioneros nativos, los adolescentes zeltrons Bahb, Jahn, Marruc y Rahuul, al calabozo del Caminante para ser interrogados por él mismo más tarde. El Supremo ordenó personalmente a este tof que llevase comida a los presos para que estuviesen el condiciones; sin embargo, el alcaide al cargo de vigilar la celda no había sido informado. El camarero se presentó ante la celda con una bandeja con alimentos y explicó al alcaide sus órdenes; el alcaide las aceptó, pero se quedó parte de la comida para sí. El camarero protestó ante esta usurpación, pero el alcaide se burló y dijo que, si los prisioneros tenían problemas con la comida, tenían que quejarse precisamente al alcaide.

El alcaide abrió la puerta y entró. Tres de los zeltrons habían preparado una emboscada, pero el camarero estaba preparado y golpeó a uno de los enemigos con la bandeja, derramando toda la comida. Rompió entonces una botella en la cabeza de otro zeltron. El alcaide entró como refuerzo, armado con un palo. El intento de fuga se vio frustrado.

El alcaide castigó a los presos sin dos comidas, y el camarero les ordenó limpiar su desastre. Jahn pidió clemencia para Marruc, que había sido malherido en la captura, pero el camarero y el alcaide se la negaron: Pese a las órdenes del Supremo, se arriesgarían a que muriese uno de los cuatro prisioneros, esperando que los otros tres fuesen suficientes.

Más tarde, Luke Skywalker y sus aliados liberaron a los prisioneros zeltron y pusieron explosivos en el Caminante. Es probable que el camarero muriese en esa explosión, o en un encuentro fortuito previo con Skywalker.

El guardia: Este tof calvo tenía grueso bigote y barba marrón, y llevaba varios anillos de rubí. Era uno de los tofs a las órdenes del oficial llamado El Supremo durante la invasión tof del planeta Zeltros en 4 DBY. Junto con Bargthron y otros tofs, acompañó al Supremo cuando éste se infiltró en los alrededores del Palacio Real de Zeltros, y participó en la captura de la cocina. Allí, los tofs intimidaron y capturaron al Glorioso Imperio Hiromi, otra facción que pretendía invadir Zeltros y que creía haber capturado al Caballero Jedi Luke Skywalker; si bien habían atado a Skywalker, éste podía liberarse fácilmente de esas restricciones, pero elegía no hacerlo para obtener información. Además, Skywalker estaba rodeado de hoojibs, seres telepáticos inteligentes con aspecto de animalitos, que serían subestimados por sus enemigos.

El Supremo hizo atar a los hiromi y se fue de la cocina con varios tof, dejando a este tof como guardia al cargo de al menos otros cinco tofs para vigilar a los hiromi. El guardia rquisó las armas de sus prisioneros, principalmente blásters, y observó fascinado los dos sables láser de Luke Skywalker porque no sabía lo que eran (Por entonces, Skywalker usaba un sable largo y uno corto). Los sostenía en las manos, intentando entender cuál era el uso de la empuñadura sin filo.



El guardia

El guardia ordenó casualmente que sacasen al jardín a los prisioneros hiromi para vapulearles con palos, algo que los hiromi no deseaban. Skywalker decidió no permitirlo, se liberó y usó sus poderes de la Fuerza para activar el sable láser que sostenía el guardia. No sólo resultó sorprendente para todos, sino que además el guardia mató accidentalmente a uno de sus hombres. Otro tof sacudió a los hiromi, exigiéndoles explicaciones mientras los desataba, y los hiromi rápidamente dijeron que el sable pertenecía a Skywalker.

Los tof volvieron su atención a Skywalker, que para entonces había desatado las cuerdas y exigía sus armas de vuelta. Aunque esto era sorprendente para los tofs, el guardia ordenó a todos los tofs ir a por Skywalker. Un tof intentó usar el sable corto de Skywalker mientras éste recuperaba telequinéticamente el sable largo; el aprendiz de esgrimidor tof murió ante el legítimo dueño de los sables.

Mientras, los hoojibs aprovechaban su superioridad numérica para acosar a los tofs, mordiéndoles y secretamente drenando la energía de sus blásters. Los hoojibs guiaron a tres tofs hasta otro lugar donde estaban prisioneras dos amigas de Skywalker, Leia Organa y la zeltron Dani, donde los tofs fueron derrotados por el trabajo en equipo. Skywalker venció al guardia y a los otros tofs de la cocina antes de reunirse con sus asociados.

(Este guardia aparece en el cómic Star Wars Nº 105. A veces tiene un pañuelo atado en la cabeza, y a veces exhibe su calva natural, en un aparente fallo de continuidad)

El Supremo: Este corpulento tof de cabello marrón, mandíbula afeitada, pantalones morados y sombrero de ala ancha, llevaba anillos en los dedos índice y corazón izquierdos. Él era el Supremo, u oficial al mando de una flota tof, durante la invasión tof a la galaxia en 4 DBY, y estaba a las órdenes del Príncipe Sereno, comandante en jefe de las fuerzas invasoras. Los tofs habían llegado a la galaxia rastreando a fugitivos de una especie enemiga, los nagai, que estaban intentando conquistar la galaxia para reunir activos con que enfrentar a los tofs; los tofs, por su parte, decidieron invadir la galaxia por diversión.

El Supremo, a bordo de su buque insignia Caminante, rastreó a los comandos nagai hasta el planeta Zeltros; los nagai pretendían hacerse con el control del planeta y a la vez capturar a dignatarios de la Alianza de Planetas Libres en misión diplomática. El Supremo observó que los nagai estaban fascinados con los nativos de Zeltros, los rosados zeltrons, y decidió que sus fuerzas tof invadirían Zeltros para capturar a los nagai, y también a algunos zeltrons para comprender el interés de los nagai en ellos. La Alianza no le parecía digna de atención.

El Supremo repartió a sus fuerzas por la superficie del planeta, alrededor del Palacio Real donde los reyes zeltron Arno y Leonie daban una fiesta. Los nagai y sus comandos aliados maccabree capturaron a los asistentes a la fiesta, y mientras tanto las fuerzas tof tomaron posiciones en secreto. El Supremo mismo se unió a sus fuerzas, con un contingente armado de tofs que incluía al Segundo Mandamás Local Tof Bargthron y a un tipo calvo, y buscó focos de actividad.

El Supremo detectó que había actividad en una cocina, así que ordenó a un tof aporrea la puerta y ordenar la rendición a todos los que estuviesen dentro. Resultó que dentro estaba una tercera fuerza invasora tof, el Glorioso Imperio Hiromi, que había logrado capturar al Caballero Jedi y dignatario de la Alianza Luke Skywalker y a su ayudante, el telepático hoojib Plif con aspecto de mascota. Skywalker, que podía liberarse de sus ataduras pero prefería obtener información fingiendo indefensión, detectó la presencia de unos alienígenas cuya especie él desconocía. Estos eventos fueron parcialmente reflejados en el informe de misión 834b por el hiromi Hirog.

Los tofs tiraron la puerta de una patada, lo cual intimidó a los hiromi. El Supremo agarró por el cuello a Hirog y le interrogó sobre su especie, decidiendo finalmente que no era especialmente interesante. Mientras tanto, Plif sondeó las mentes de los tofs y descubrió que eran enemigos de los nagai. Los tofs capturaron y ataron a los hiromi pero, creyendo que las ataduras de Skywalker eran suficientes, no le inmovilizaron más.

El Supremo ordenó enviar patrullas para capturar a todos los nagai de Zeltros, y a varios nativos con vida. El propio Supremo abandonó las cocinas con una escolta de otro tof, dejando a varios tofs vigilando bajo el mando del tof calvo que mencioné antes.



El Supremo

El Supremo y su escolta encontraron al teniente nagai Den Siva, que había capturado y atado a la Princesa Leia Organa de Alderaan, embajadora de la Alianza, y a Dani, una zeltron por la que Siva tenía sentimientos románticos no correspondidos. El Supremo capturó rápidamente a Siva pero no le inmovilizó. En vez de eso, le obligó a contacar por comunicador con los otros nagai y decirles que todo esaba bajo control. Después de eso, los tofs intentaron interrogar a Siva sobre el interés de su especie por los zeltrons, y específicamente el interés personal de Siva por una zeltron que le odiaba.

Una de las patrullas del Supremo llegó arrastrando a 4 adolescentes zeltron encadenados. El Supremo teorizó que podrían matarlos, pero Organa protestó vocalmente, reconociendo a los zeltrons como Bahb, Jahn, Marruc y Rahuul, sus agregados personales. Ella alegó que la Alianza usaba a esos zeltrons en su esfuerzo de guerra contra los nagai, y entonces el Supremo decidió que la Alianza realmente podía estar usando soldados zeltrons en su guerra como arma. Concluyendo que eso podía ser interesante, el Supremo ordenó subir a los cuatro nuevos prisioneros al Caminante, encerrarlos en el calabozo y esperar a que el Supremo vovliese para interrogarles personalmente. Sin embargo, los zeltrons se resistieron y Marruc fue herido gravemente de un golpe en la cabeza. El Supremo contactó con un camarero en el Caminante y le ordenó llevar comida a los presos antes del interrogatorio; y explicó al alcaide del Caminante que los prisioneros debían estar vivos y en buen estado cuando el Supremo volviese.

El Supremo volvió su atención a Siva y le explicó su plan: Puesto que los nagai probablemente no se iban a rendir por las buenas, Siva iba a contactar con sus hombres y ordenarles ir a un punto de reunión concreto donde los tofs les emboscarían. Siva se negó, pero el Supremo tenía previsto ese movimiento: Desenfundó su pistola y amenazó con volar la cabeza de Dani. Aunque Dani mantuvo el valor y la compostura, Siva se derrumbó y obedeció sin rechistar. El Supremo envió a un grupo a la emboscada, incluido Barghtron, para que Siva les guiase al lugar de encuentro.

La emboscada fue un éxito y varios nagai fueron abatidos, pero Organa y Dani lograron escapar e intervinieron en el momento justo, dando a la Alianza y a los cautivos zeltron una oportunidad de recuperar la iniciativa. En una breve batalla, derrotaron a los tofs.

Mientras, en el Caminante, los prisioneros zeltron intentaron escapar aprovechando la visita del camarero, pero su plan falló. El camarero y el alcaide vapulearon a los zeltron y rechazaron su petición de piedad: Aunque el SUpremo les había dado órdenes de mantener a los prisioneros en buen estado, ellos estaban dispuestos a permitir que sólo quedasen tres zeltrons con vida. Afortunadamente, Luke Skywalker y el Glorioso Imperio Hiromi liberaron a los zeltrons y destruyeron el Caminante poco después.

El torturador: Este tof era calvo, con aseada barba gris y bigote.



El torturador

En una ocasión, este tof torturó a un prisionero nagai atado, Taikotelai Akikoma. Aunque Akikoma recuperó posteriormente su libertad, el evento resultó traumático para él y desde entonces él sentía un gran miedo ante la idea de ser atado.


Príncipe Sereno


 

Su Alteza el Príncipe Heredero Sereno (o Serenno) de Tof era, como indica su título, el sucesor del monarca tof como líder de la civilización extragaláctica de los tof. Este tof obeso llevaba una gran peluca gris y un anillo de rubí, y estaba muy bien afeitado.

Los tofs daban puestos de oficial a todos los miembros de su realeza para enseñarles responsabilidad y darles ocasión de realizar heróicas proezas, ganándose así el respeto de sus súbditos. Así, Sereno fue nombrado Comandante Supremo de las fuerzas expedicionarias tof enviadas desde su civilización a la galaxia imperial en 4 DBY. Estas fuerzas seguían a una especie enemiga, los nagai, pero descubrieron al llegar una inmensa civilización que los tofs decidieron saquear. Los nagai estaban intentando aprovechar el caos causado por la muerte del emperador Palpatine en la batalla de Endor para conquistar la galaxia y usar sus recursos contra los tofs; Sereno decidió impedírselo.

Sereno decidió que su cuartel general estaría en el planeta Saijo, que había visto varias batallas recientemente, incluyendo una entre los nagai y la Alianza de Planetas Libres. Resultaba que, después de esa batalla, la Alianza había decidido enviar espías a Saijo para que les informasen. Éstos reportaron al líder aliado Almirante Ackbar que Saijo estaba en manos que no eran nativas ni nagai, y eventualmente confirmaron, cinco meses después de la batalla de Endor, que el Príncipe tof se había asentado allí.

Para entonces, los tofs habían iniciado sus ataques contra los nagai en Trenwyth, y habían revelado su presencia a la Alianza en un fallido intento de conquistar Zeltros. La Alianza había pactado una tregua con los nagai para presentar un frente común contra los tofs; y otras facciones atacadas por los tofs, como los mandalorianos, los zeltron y ciertos imperiales, habían aceptado colaborar a desgana. Los tofs habían conseguido un aliado en la ciborg Lumiya, autoproclamada Dama Oscura del Sith, pero ésta no se había reunido personalmente con el Príncipe. Aunque los tofs habían perdido varios planetas, se habían hecho más fuertes en los mundos que retenían; y prácticamente nadie vivo en Saijo era libre salvo los tofs.



Su Alteza Príncipe Sereno

Ackbar organizó una misión conjunta para atacar Saijo y capturar explícitamente al príncipe, lo cual podría forzar una rendición; esto exigía un comando de tierra. Los aliados sabían que el crucero pesado tof Merriweather estaba orbitando Saijo y enviaría apoyo de cazas al Príncipe si éste lo pedía; para impedirlo, la Alianza enviaría su destructor estelar Emancipador (capturado en Endor, antes se llamaba Acusador) con cuatro escuadrones de cazas al mando de los grandes pilotos y líderes aliados Lando Calrissian, Wedge Antilles, Chewbacca y Nien Nunb. Parte del grupo de tierra tendría que disponer una base semipermanente para mantener comunicación con el destructor y dar la señal de que soltasen los cazas; mientras que otros miembros del grupo debían atacar la sala del trono, probablemente disfrazados. Ackbar había infiltrado a su mejor espía, Bey, en la corte de Sereno; Bey pasaba desaprecibido disfrazado de tof.

El Príncipe Sereno aceptó una reunión personal con Lumiya en su corte, y ordenó a sus patrullas capturar con vida a los nagai que hubiese en Saijo para que Sereno les interrogase personalmente. Él proporcionaba a sus hombres reclutas de poco talento.

El equipo aliado incluía al mandaloriano Fenn Shysa y los pilotos imperiales Maggie y Trif, en la bsae de comunicaciones, y un grupo de infiltración formado por el caballero jedi humano Luke Skywalker, el coreliano Han Solo, la princesa Leia Organa de Alderaan, los nagai Den Siva y Ozrei N'takkilomandrife y la zeltron Dani. Éstos vieron a una patrulla de dos tofs con cuatro prisioneros nagai que mencionaban cómo el Príncipe veía a los prisioneros; aprovechando la ocasión, derrotaron a la patrulla y coaccionaron a un tof para que les llevase a ver al Príncipe como supuestos prisioneros, por supuesto con los falsos cautivos reteniendo sus armas y sin ataduras. Dani y Organa se infiltraron en Palacio llevando ropas de aristócrata tof.

Mientras tanto, Sereno hablaba con Lumiya sin levantarse de su trono y rodeado de su séquito. El Príncipe agradeció a Lumiya su ayuda, y ella le explicó su juramento de destruir a Luke Skywalker. Entonces él recibió a su patrulla con supuestos prisioneros. El captor tof estuvo a punto de delatarles, pero N'takkilomandrife le acuchilló por detrás antes de que pudiese hacerlo. El Príncipe rugió ofendido y N'takkilomandrife declaró rugiendo que Sereno era un prisionero de guerra.

Han Solo y Luke Skywalker irrumpieron con las armas listas, y Leia Organa y Dani se prepararon para imitarles; pero al mismo tiempo Lumiya abatió a N'takkilomandrife rápidamente con un disparo aturdidor.

Mientras Skywalker y Solo vapuleaban al abundante servicio de Sereno, un tof pidió refuerzo aéreo del Merriweather, pero el escuadrón de naves tof fue derrotado por los escuadrones de Calrissian antes de que pudiesen intervenir. Calrissian incluso bromeó sugiriendo que, en la superficie, muchos tofs debían sentirse solos; y de hecho Sereno en ese momento se preguntaba dónde estaban los cazas.

Luke Skywalker realizó una sorprendente pirueta para esquivar a los guardias y llegar hasta Sereno antes de que éste pudiese siquiera terminar sus órdenes. El jedi puso sus dos sables láser en el cuello del Príncipe y le sugirió que ordenase la rendición de los tofs; pero Sereno intentó procrastinar ese mandato.

Resultaba que Lumiya quería aprovechar la confusión del tiroteo para matar a N'takkilomandrife y a Organa, pero Bey (aún disfrazado de tof) lo impidió disparándole por la espalda. Calrissian se comunicó entonces con Skywalker para indicar que el Merriweather se había rendido, y Skywalker animó a Sereno a que dejase de prolongar lo inevitable. Sereno claudicó, pero también preguntó a uno de sus tofs porqué le había traicionado disparando a Lumiya; ese tof reveló que era un infiltrado disfrazado.

Las manos de Sereno fueron atadas a su espalda, y dos nagai se llevaron al príncipe enemigo a la base de Saijo. Skywalker puso a Shysa al mando de la situación.

La rendición de Sereno acabó con la invasión tof, pero los tofs aún controlaban el planeta natal de los nagai. Los nagai aprovecharon la situación para reunir aliados y volver a su galaxia de origen, donde siguieron atacando a los tofs con saña.


Curiosidades


 

Los tofs aparecieron por primera vez en el número 103 de la colección de cómics Star Wars, publicada por Marvel Comics. El tebeo fue escrito por Joff Duffy y dibujado por Cynthia Martin. Los tofs aparecieron en todos los cómics posteriores de la serie, que cerró en su número 107. Todas esas historietas se publicaron en 1986. La revista Star Wars Galaxy Nº 3 (primavera de 1995) incluía el artículo "ComicScan: Marvelously Silly Aliens", por Charlie Novisnkie, que sugería que los alienígenas de esta serie de cómics podrían haber sido divertidos para un público ochentero pero que, en los noventa, resultaban exagerados o abiertamente ridículos.

El material de juego de rol Star Wars Gamemaster Screen (1996) incluía las invasiones nagai y tof en su cronología de eventos. Sin embargo, en el artículo de juego de rol The University of Sanbra Guide to Intelligent Life: The Marvel Series publicado en Star Wars Gamer Nº 1 (2000), el narrador dice explícitamente que las historias de los cómics Marvel no se consideran cánon. Ahora bien, esto queda refutado porque hay referencias claras a estas historias en material posterior como The Essential Guide to Alien Species (2001), The Complete Star Wars Encyclopedia (2008), The Forgotten War: The Nagai and the Tofs (artículo de James McFadden publicado en exclusiva en la web de Hyperspace en 209) y otros muchos.

The Essential Guide to Alien Species incluye a los tofs sólo en su lista de "criaturas adicionales dignas de mención", pero no incluye su mundo natalen el Apéndice 3.

Compañero Besh aparece en el mapa galáctico visto en la película Star Wars Episodio II: El Ataque de los Clones (2002), aunque la galaxia satélite sólo es identificada por su nombre en The Essential Atlas (2009).

El libro de juego de rol The Unknown Regions (2010) incluye la primera nueva imagen de los tofs desde los cómics de Marvel, dibujada por Michael Dubisch. Libros previos como The Complete Star Wars Encyclopedia (2008) reeditaban imágenes de los tofs; en concreto la Enciclopedia usaba imágenes del cómic Nº 107 de Marvel para ilustrar los artículos de Sereno y de los Tofs.

A lo largo de los años han surgido algunas incongruencias y fallos en la continuidad relativa a los tofs que no han sido explicados. Éstos incluyen los siguientes:

  • En el cómic Nº 107 de Marvel (1986), Shysa explica que los nagai había sido acosados por los tofs durante milenios. Sin embargo, fuentes posteriores incluyendo The University of Sanbra Guide to Intelligent Life: The Marvel Series Nº 1 (2000), The Essential Guide to Alien Species (2001, sección de los tofs), The Essential Atlas (2009, en su página 83) y The Forgotten War: the Nagai and the Tofs (2009) dicen explícitamente que los nagai sólo habían tenido contacto con los tofs durante tres siglos. Ahora bien, puede que Shysa simplemente estuviese equivocado en su afirmación.

  • The Essential Guide to Alien Species (2001, sección de los tofs) dice que los tofs son humanoides grandes, y que sin embargo la altura media de un tof adulto es de sólo 1.60 m. Ahora bien, esa sección está supuestamente escrita por un sentientólogo, Hoole, que reconoce no haber podido confirmar los detalles.

  • El mismo libro menciona que los nagai son inmunes a las feromonas de los zeltron, pero no dice nada de que los tofs lo sean pese a tener una buena ocasión de hacerlo. Sin embargo, The University of Sanbra Guide to Intelligent Life: The Marvel Series explícitamente da a los tofs la misma inmunidad.

  • En The Dark Forces Saga, Part 1, un artículo publicado en la web de Wizards of the Coast en 2005, se menciona que Saijo es "el mundo fortaleza tof" un año después de la batalla de Endor, pese a que los tofs fueron derrotados sólo cinco meses después de ésta (y por tanto abandonaron Saijo) según The Forgotten War: The Nagai and the Tofs (2009). También se habla de una misión de infiltración en Saijo que implicaba a Kyle Katarn, Dash Rendar, Gury y Bey, de nuevo un año después de la batalla de Endor. Seguramente se refieren a la misma misión que, según The Forgotten War, tuvo lugar cuatro meses después de la batalla de Endor. Ahora bien, salvo que se modifique explícitamente la continuidad, debemos asumir que este cuarteto de héroes llevaron a cabo dos misiones distintas, pero similares, en el mismo sitio.

  • La página 83 de The Essential Atlas menciona que los nagai se asociaron a Lumiya y que después ambos esperaron al final de la Guerra Civil Galáctica para intervenir. The Forgotten War indica que los nagai encontraron a Lumiya sólo cuando se estaban preparando para atacar, después de la batalla de Endor. Esta segunda opción tiene más sentido: Antes de la muerte del emperador, Lumiya era una imperial de pura cepa y no habría abandonado a su bando asociándose con los nagai.

  • La página 195 de The Essential Atlas dice que las fuerzas de la Alianza tuvieron su primer contacto con los tofs en Zeltros, en los evento vistos en el cómic Nº 105. Sin embargo, Leia Organa y sus ayudantes zeltron tuvieron contacto con los tofs en Trenwyth, en los eventos vistos en el cómic Nº 103.

  • Durante la batalla de Zeltros, según se ve en los cómics Nº 105 y 106, los naai no se alían con la Alianza ni con los zeltrons; sólo al final de la batalla Siva ofrece una alianza. Sin embargo, The Essential Guide to Alien Species (sección de los zeltron) habla de una colaboración entre nagais, zeltrons y la Alianza para derrotar a los tofs en Zeltros; y The Forgotten War también menciona una asociación entre la Alianza y los nagai durante la batalla.

  • The Unknown Regions (página 149) dice que los tofs son malos francotiradores. El principio del cómic Nº 107 muestra claramente francotiradores tof disparando a Luke Skywalker y a sus amigos. Por otro lado, los tofs erran sus tiros.

  • The Forgotten War dice que Lumiya lideraba a las tropas tof durante el tiroteo en la sala del trono de Sereno en Saijo. En el cómic Nº 107, Lumiya no parece liderar a los tofs.

  • The Essential Guide to Warfare (2012), en sus páginas 187 a 189, dice que los pilotos rebeldes (que ya eran la Nueva República) salidos del Emancipador destruyeron el complemento de cazas del Merriweather. En el cómic Nº 107, Calrissian informa de haber destruido la mitad del complemento de cazas, después de lo cual el Merriweather se rindió y, presumiblemente, los pilotos de Calrissian dejaron de destruir cazas tof.

Hablemos ahora de los juegos de rol. Existen tres juegos de rol oficiales de Star Wars: El publicado por West End Games, que usaba dados de seis caras; el publicado por Wizards of the Coast, que usaba dados de veinte caras; y un tercer juego, también de Wizards, que era llamado "edición Saga".

Los tofs no tienen ficha de rol ni nada parecido en el juego de West End Games. El artículo Lumiya: Dark Star of the Empire, publicado en Star Wars Galaxy Nº 3 (1995), ofrece una ficha de Lumiya especificando que sus estadísticas "al final de la Invasión Tof" (con mayúsculas, sugiriendo que es el nombre oficial del evento). La invasión de los tofs se menciona también de pasada, como ya he dicho, en Star Wars Gamemaster Screen (1996).

Los tofs tampoco son descritos en detalle ni tienen estadísticas en el juego de rol de Wizards, aunque se les menciona de pasada. La serie de artículos Zeltros: Pleasure Planet (2004, publicados en la web oficial de Wizards) menciona que se pueden hacer partidas durante la era de la invasión tof; y los tofs son mencionados también en la serie de artículos The Dark Force Saga (2005, también en la misma web).

El quinto artículo de Zeltros: Pleasure Planet incluye un cuadrito descriptivo por Cory J. Herndon en que él teoriza sobre la serie de cómics Marvel. Según Herndon, Duffy estaba ofreciendo una de las historias más originales de su carrera en Star Wars, y la trama parecía ir in crescendo hacia una historia masiva y espectacular, pero la serie fue cancelada por decisiones presupuestarias. De nuevo según Herndon, la historia pudo haber influido en el Universo Expandido, ofreciendo entre otras cosas los primeros invasores enemigos extragalácticos en los nagai y los tofs. No estoy seguro de que Herndon haya podido verificar sus afirmaciones.

La edición Saga incluye a los tofs en detalle: El libro The Unknown Regions (2010) da reglas detalladas para la especie, aunque ya la había mencionado de pasada en el libro previo Galaxy At War (2009, cuando habla de los protectores mandalorianos). Las reglas para los tofs mejoran su vigor y su carisma, al coste de perjudicar su destreza y percepción, y les da unas bonificaciones específicas, incluyendo dotes condiciones que los tofs reciben sin coste si cumplen los requisitos. Además, reciben una bonificación a su Voluntad para resistir ataques basados en miedo o control mental, debido a que los tofs son intrépidos en combate. Hay estadísticas y reglas para el buque tof. El caza tof no tiene estadísticas, y el texto indica sólo que su rendimiento es "comparable al Interceptor de Vigilancia A-9". Por desgracia, no he encontrado las estadísticas del A-9.

The Unknown Regions incluye además indicaciones de roleo para integrar a los tofs en una campaña, siendo la priemra aprovechar todos los estereotipos sobre piratas. Se indica que los tofs podrían atacar a los personajes jugadores por mero entretenimiento, o acosar a una especie con la que los personajes jugadores deban tener trato. También se sugiere que los personajes jugadores estén casualmente en el lugar equivocado cuando los tofs eligen empezar una invasión a gran escala: Si el blanco de los tofs es un aliado o aliado potencial de los personajes jugadores, éstos podrían tener que salvarle del genocidio; si los tofs están atacando a otra especie cruel de su territorio, como los vagaari, los personajes jugadores podrían querer simplemente escapar (No sé si eso significa que los tofs han tenido contacto con los vagaari).



© S I T H N E T

Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

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