LOS FIRRERREOS

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Los Firrerreos


 
"Ya no puedo llamarle mi compañero. Aunque quisiera llamarle por su nombre para insultar su posición, resultaría amargo a mis labios. Llevo a su retoño dentro de mí, pero él nunca conocerá su nombre. Porque él carece de honor por lo que ha hecho". (Rillao)

Los firrerreos se tomaban muy en serio tanto los asuntos de honor como el hecho de mentar el nombre de otro firrerreo. Estos cuasihumanos fueron vilipendiados por el Imperio, reclasificados como subhumanos y después prácticamente aniquilados por uno de los suyos. Aunque la especie sobrevivió, no pudieron regresar jamás a su mundo yermo. Conozcamos hoy a los firrerreos.

El planeta Firrerre, en el sistema del mismo nombre, se encontraba en el alejado sector Sugai del Borde Exterior. Algunos astrocartógrafos consideraban que el sector Moddell se extendía teóricamente hacia o hasta puntos lejanos como Firrerre, pero esta expresión era metafórica, indicando simplemente que Firrerre estaba especialmente alejado del Núcleo.

El mundo originario y natal de los firrerreos tenía un terreno principalmente montañoso, con importantes saltos de agua como las Grandes Cataratas; la más grande catarata de Firrerre medía 1263 metros. Una pequeña especie llamada mishalope medró cerca de las Cataratas; se trataba de un animal de ojos negros, larga cola y vello claro con garras oscuras. Las extremidades del mishalope y las garras en sus extremos eran adecuadas para que el animalito se abrazase a las ramas de los árboles locales. Estos seres no eran inteligentes.



Mishalope

La única especie inteligente de Firrerre era conocida como firrerreo o firrerreon. Los firrerreos no eran sólo humanoides, sino cuasi-humanos; es decir, genéticamente muy próximos a los humanos al punto de que el mestizaje era posible, pero con diferencias biológicas lo bastante significativas para que mereciesen ser clasificados como una especie distinta (Ciertas civilizaciones de humanos han tenido diferencias culturales tan significativas como para merecer el tratamiento separado como cuasihumanos, pero no fue el caso con los firrerreos). El Imperio Galáctico, en un arrebato de Alta Cultura Humana, declaró a los firrerreos subhumanos, pero eso fue a nivel propagandísticos.

Algunas características específicas de los firrerreos se hacían evidentes de un golpe de vista. La piel, en primer lugar, tenía un rasgo excepcional. A menudo pálida, tenía tonos bronceados o dorados en la mayoría de situaciones, aunque adoptaba un matiz plateado cuando el firrerreo no estaba relajado y hablaba de asuntos que le desagradasen. La piel del firrerreo Hethrir era fría al tacto, aunque eso no se observaba en otros firrerreos.

El cabello de un firrerreo resultaba también extraordinario, en tanto que no era monocromo. En vez de eso, el pelo de un firrerreo tenía tiras de colores distintos, que podían ser tonos de oro, cobre y canela en un caso; negro y plateado en otro; marrón y dorado en un tercero; y en algunos casos se identificaban todos los colores del arco iris. Este cabello se comportaba por lo demás como el de los humanos: Los varones tenían vello facial que se erizaba en ciera situaciones, y las cejas se podían fruncir y alzar. Incluso se observaba un aspecto genético que permitía la herencia de combinaciones cromáticas de cabello.

Además del cabello y la piel, los firrerreos tenía otra peculiaridad en sus ojos. El firrerreo poseía membranas nictitantes, o "tercer párpado", que protegían los ojos firrerreos de pequeñas partículas y de grandes estallidos de luz. Resultaba a veces inquietante ver estas telillas semitransparentes, parecidas a humo, que podía hacer parecer ciego al firrerreo. A veces el firrerreo parpadaeaba rápidamente si se encontraba atribuldao. No era la única ventaja sensorial de los firrerreos: La capacidad auditiva de estos seres estaba por encima de la de los humanos, con lo que eran más sensibles al daño ante ciertas frecuencias de sonido.



Los firrerreos eran considerados atractivos

Un rasgo más difícil de describir era la belleza física. En general los firrerreos eran considerados atractivos para los estándares humanos. Ni siquiera las cicatrices les afectaban especialmente en este sentido: Gracias a que los firrerreos tneían capacidades curativas excepcionalmente rápidas, los cortes en sus extremidades se convertían en hebras plateadas regenerándose a ojos vista si había ocasión. Por supuesto, esto exigía condiciones razonables: Una herida mal atendida podía infectarse o curarse mal, especialmente si se infligía con saña como una marca de esclavo. Pese a sus propiedades regenerativas, los firrerreos podían sufrir daños y morir, o demacrarse. Una presión en ciertos puntos de la articulación podía dejar una extremidad del firrerreo entumecido, y no poder mover las piernas en mucho rato hacía que se les durmiesen los pies. También podían ser crionizados para evitar el envejecimiento, aunque el proceso de descongelación les dejaba con voz ronca.

Por lo demás, en general los firrerreos parecían humanos en la mayoría de aspectos. Los niños crecían hasta alcanzar una estatura que podía llegar a ser considerable (Era posible para un preadolescente medir 2,30 metros), pero que de media sólo alcanzaba 1,60 metros. La reproducción firrerrea era vivípara, requiriendo un progenitor de cada sexo para conseguir un embarazo, que no era evidente en las primeras etapas de gestación. Los firrerreos podían llegar a ser razonablemente fuertes, sobre todo con entrenamiento. Comían, reían, resoplaban, chillaban, hundían los hombros cuando se sentían derrotados, dormían tumbados cuando estaban agotados, se sonrojaban por vergüenza o humillación, jadeaban y siseaban cuando les estrangulaban. Se podía confundir a un firrerreo lanzándole por sorpresa un líquido a la cara, en cuyo caso el firrerreo intentaba quitárselo y perdía la iniciativa.



Hethrir era un firrerreo con poderes de la Fuerza

Pese a que los firrerreos eran básicamente humanos, existían diferencias a nivel médico. Los sistemas médicos habituales no estaban programados para su biología y realizaban análisis rutinarios a los pacientes firrerreos, reconociéndolos como una especie previamente no tratada. Por lo que se ha visto en estos casos, el metabolismo firrerreo requería altos niveles de proteínas, y era posible designar una dieta no tóxica, aunque resultaba más difícil encontrar el antibiótico óptimo. Por otro lado, un equipo médico estándar podía diagnosticar correctamente la recuperación de un paciente firrerreo.

Existían varios usuarios de la Fuerza firrerreos. El antes citado Hethrir había aprendido a usar el lado oscuro para perturbar las capacidades de otros usuarios de la Fuerza. La firrerreo Rillao creía que sus poderes curativos venían exclusivamente del lado luminoso, y su energía era lo bastante grande para que su dolor perturbase las capacidades de otros jedi que usasen la Fuerza en las inmedicaciones. Un jedi firrerreo podía también realizar proezas físicas, como lanzarse hacia atrás y retorcerse en pleno salto. Sin embargo, la Fuerza no corría necesariamente de forma genética: El hijo de dos firrerreos jedi podía nacer sin poderes.


Cultura de los Firrerreos


 

Los firrerreos eran una especie orgullosa y caprichosa, con ciertas características culturales propias que podían desconcertar a los alienígenas. Un firrerreo sólo se consideraba en deuda si había pedido un favor pero, si alguien le ofrecía algo, ese firrerreo podía tomar el regalo sin sentir gratitud. Por ello, era infrecuente en su cultura aceptar caridad o simpatía, porque no se solía ofrecer. Ahora bien, el respeto de un firrerreo era algo que también se podía ganar, y algunos firrerreos hacían una reverencia cuando dejaban la presencia de alguien a quien tuviesen en consideración.

Un rasgo cultural que los firrerreos mantenían en secreto tenía que ver con sus nombres. Cuando alguien pronunciaba en voz alta el nombre de un firrerreo, ese firrerreo se sentía obligado a obedecer al hablante. Dada esta tradición, los firrerreos prohibían que se pronunciasen sus nombres, y mantenían esta característica como secreto. Un firrerreo se estremecía al oír su nombre, y consideraba su libertad amenazada por el mero hecho de que un extraño tuviese esa información. Al mismo tiempo, cuando un firrerreo hablaba con un alienígena, el firrerreo insistía en usar el nombre de su interlocutor en un intento de obtener poder sobre él, y creía obtener poco poder si esta otra persona usaba seudónimo.

Precisamente los seudónimos eran algo frecuente entre los firrerreos para evitar estas situaciones: Rillao se presentaba simplemente como Firrerreo para hablar con personas que aún no tuviesen su confianza. Un firrerreo que tuvo contacto con Leia Organa Solo se negó a darle su nombre. La firrerreo Koi Quire no se llamaba así, sino que usaba ese seudónimo en sus negocios; el jefe de Quire, Lestra Oxic, conocía el rasgo cultural firrerreo pero, queriendo la confianza de Quire, nunca le pidió a ella su nombre real, ni ella se lo ofreció a él. Sin embargo, en una ocasión, Oxic alegó que, de haberlo conocido, él habría usado el nombre real de Quire para obligarla a hacer una tarea concreta de gran importancia; a Quire no le hizo ninguna gracia, por decir algo bonito. Darth Vader era otro alienígena que también conocía este rasgo cultural firrerreo.

En general, los firrerreo llevaban el pelo largo y desplegado, a veces tranzando extremos de su pelo en un grupo suelto en la nuca. Un firrerreo que no cuidase el aspecto de su pelo necesitaría un peinado, como sucedía con los humanos. Otros rasgos estéticos típicos de los firrerreos incluían el uso de ropa, excepto en animación suspendida.



Firrerreos

La cultura firrerreo previa a los tiempos del Imperio se basaba en un sistema muy rígido de clanes. En general, un firrerreo no sentía interés por personas ajenas a su clan, negándoles ayuda o gratitud, salvo que hubiese tratos explícitos. Los gobernantes de los clanes regían también Firrerre, y sólo los miembros de clanes más aventajados tenían permiso para abandonar el planeta. Como muchas especies con viaje interestelar, los firrerreos conocían otros mundos alejados, como Munto Codru, y la situación política pangaláctica.

Existía un idioma firrerreo, o firrerrés, con forma escrita. Había además una técnica de nudos para registrar los nombres de personas e influenciarlos místicamente. Para ello, los firrerreos ponían mensajes en borlas.

En general, los firrerreos no participaban en ciertas actividades como el comercio de esclavos, pero la especie tenía fama de ser culturalmente adaptable.

Leia Organa Solo, que tenía grandes conocimientos de cultura, no estaba en general familiarizada con los firrerreos, y temía violar su etiqueta. Por ejemplo, viendo a un firrerreo sin ropa, asumió que los firrerreos no se vestían, pero después ella descubrió que ese firrerreo en concreto estaba desnudo sólo porque había estado en animación suspendida, una situación que le excusaba de ataviarse.


Historia de los Firrerreos


 

El alejado planeta Firrerre no entró en la comunidad galáctica hasta el último milenio de la Antigua República. Entre los años 1000 y 25 ABY, con la estabilidad venida después de las Nuevas Guerras Sith, las fronteras se expandieron hasta llegar a nuevos mundos como Firrerre. Pronto, Firrerre tuvo su propio puerto espacial, que aparecía en su superficie junto a las originalmente llamadas Capital Firrerre, Escuela Firrerre, Iglesia Firrerre y Centro de Gobierno (en una inusual presentación vertical).

Firrerre formaba pues parte de la civilización durante las Guerras Clon. Aunque el planeta estaba en una de la galaxia neutral, había al menos un firrerreo en la Orden Jedi: Sisseri Deo, un joven aprendiz.

En 18 ABY, la República cayó y fue reemplazada por un nuevo gobierno planetario, el Imperio Galáctico, bajo el mando del emperador Palpatine. Mientras que la República intentaba asegurar los mismos derechos a todas las especies, el Imperio era especialmente pro-humano, y pronto decretó que los firrerreo eran una especie subhumana, lo cual perjudicó mucho a los firrerreos.

Hethrir y Rillao eran dos firrerreos con la capacidad de usar el campo semimístico conocido como la Fuerza. Fueron capturados por el Imperio, que temía estuviesen asociados con la Orden Jedi (declarada enemiga del Imperio). Hethrir y Rillao quedaron absueltos, pero el Imperio les envió a entrenar con Darth Vader para llegar a ser agentes del lado oscuro. Vader favoreció que Hethrir y Rillao se enamorasen y se hiciesen amantes; Vader esperaba que tuviesen un hijo fuerte en la Fuerza a quien el Imperio pudiese entrenar desde su más tierna infancia. Pero, mientras Hethrir sucumbía más y más a las enseñanzas oscuras de Vader, Rillao se sentía horrorizada y, por sus tendencias, se ganó el desprecio de Vader y de Hethrir.

El Imperio nombró a Hethrir Procurador de Justicia, al cargo de ejecutar sentencias de muerte contra enemigos del Imperio, fuesen éstos individuos, grupos o planetas, y como tal Hethrir hizo destruir varios mundos y se ganó infamia entre la población civil y la Alianza Rebelde. Sin embargo, la identidad del Procurador era un secreto bien guardado. A nivel histórico, sabemos que dar un puesto de tal responsabilidad a un no humano era un movimiento sin precedentes en el Nuevo Orden, pero la ambición de Hethrir era tal que buscaba más: Darth Vader ordenó a Hethrir condenar su propio planeta, y a toda la población firrerreo, en señal de lealtad, y el Procurador obedeció. Hethrir tenía prejuicios hacia los alienígenas y creía que el Imperio le declararía humano si destruía al resto de firrerreos.

Fue poco después de la destrucción de Alderaan que Hethrir sentenció a los firrerreos a muerte o esclavitud eterna. Hizo meter a miles de firrerreos adultos y algunos niños en cargueros de pasajeros, naves colonia donde estos presos serían puestos en animación suspendida. Las naves tenían rumbo preprogramado al Espacio Salvaje, para colonizar nuevos mundos tras mil años de viaje; Hethrir contaba con vivir todo ese tiempo y después ir a buscarles para saquear lo que hubiesen construido y ser recordado por los descendientes de los firrerreos como un dios malvado al que debían obedecer. Pero los firrerreos no dormirían hasta un tiempo después del despegue. Así podrían ver cómo el equipo imperial de asalto Brigada Choque Estelar soltaba un arma biológica sobre Firrerre y mataba a los millones de firrerreos que quedaban en el planeta, en su mayoría niños, devorando sus cuerpos y después todas las formas de vida en Firrerre.



Hethrir, responsable de la devastación de Firrerre

Sólo pasaron unos pocos días hasta que Firrerre se convirtió en un mundo muerto, pero aún así la atmósfera se había vuelto tóxica y la plaga subsistiría durante décadas. Para evitar que se extendiese a sistemas pro-imperiales, Firrerre fue puesto en cuarentena. La población galáctica ignoraba que había colonos firrerreos en animación suspendida, y en general creían que el Imperio había extinguido a la especie firrerrea, en un holocausto menos infame que el de Alderaan. Ni siquiera la Alianza Rebelde, que contaba con más recursos que la mayoría, supo de estos cargueros. Los rebeldes, de hecho, no consiguieron relacionar al enigmático Procurador de Justicia con este genocidio.

Horrorizada por los actos de Hethrir, Rillao huyó sin revelar que estaba embarazada. Se ocultó en un planeta insignificante y tuvo un hijo, Tigris, que nació sin poderes de la Fuerza. Rillao pasó desapercibida ejerciendo de curandera, y crió a Tigris sin revelarle quién era su padre. Ella esperbaa que su hijo fuese artista, científico, diplomático o explorador, y le alegraba que no pudiese ser un jedi.

Hethrir, mientras tanto, condenaba a docenas de planetas y encerraba a algunos de sus habitantes, crionizados, en naves sublumínicas que enviaba al espacio. Sólo él conocía la ubicación exacta de estos vehículos. Su crueldad y eficiencia como organizador satisfizo al emperador, y eso concedió a Hethrir fortuna y recursos, incluyendo una de las escasas y valiosas naves-mundo y el control de la Estación de Investigación Crseih.

En 3 DBY, resultó que Crseih estaba en una órbita ténue alrededor de un agujero negro y de una enana blanca en proceso de cristalización, lo cual propició unas irrepetibles circunstancias que rompieron las barreras entre dimensiones. La extraña criatura llamada Waru entró en el universo, y Hethrir descubrió en él un ser inteligente y de grandes poderes de la Fuerza, pero también con un ávido apetito que sólo saciaban las esencias vitales; cuando se encontraba satisfecho, Waru podía dedicar su excedente de energía a curar milagrosamente o a mejorar poderes de la Fuerza. Waru pretendía volver a su universo, para lo cual necesitaba devorar a un poderoso usuario de la Fuerza. Hethrir aceptó ayudarle, razonando que la partida de Waru liberaría grandes energías que Hethrir podría absorber para llegar a ser virtualmente omnipotente.

Sólo un año después, el emperador y Darth Vader murieron en la batalla de Endor, y el Imperio se secesionó. Hethrir se ocultó en el anonimato, llevándose consigo sus riquezas y partidarios, y formó una facción llamada Imperio Renacido que pretendía recuperar la galaxia para los imperiales y proclamar emperador a Hethrir. Parte de la financiación del Imperio Renacido venía de sicofantes adinerados que gustosos entregaban riquezas a Hethrir a modo de inversión; pero Hethrir (que aún se hacía llamar Procurador) tenía otra fuente de riquezas aún más importante: Esclavos firrerreos.

Periódicamente, Hethrir visitaba su cementerio de naves-colonia como fuente de existencias; y de hecho, Hethrir remolcó las naves a una ubicación secreta, interrumpiendo su plan de colonizar el espacio. Principalmente se llevaba a los niños para venderlos como esclavos por la galaxia. A veces despertaba a los padres para decirles que estaba llevándose a sus hijos porque ellos, los padres, habían sido rebeldes; con esto, Hethrir esperaba doblegar la voluntad de los progenitores para poder venderlos más tarde. En otro acto de maldad, Hethrir ni siquiera informaba a Calcedonia, el planeta que supuestamente controlaba el comercio ilegal de sclavos por la galaxia; más bien, Hethrir hacía estas transacciones privadas en secreto, e intentaba conseguir que Crseih se convirtiese en una potencia en el negocio esclavista para competir con Calcedonia.

Eventualmente Hethrir empezó a secuestrar niños humanos y alienígenas por la galaxia. Él estaba buscando un niño con potencial de la Fuerza que sacrificar a Waru. Organizó una escuela en su nave-mundo para entrenar a los niños: Quienes no demostrasen poderes de la Fuerza o fuesen alienígenas, serían vendidos como esclavos, mientras que los humanos con potencial serían entregados a Waru para que mejorase sus poderes, o los devorase, según se diesen las circunstancias.

En 9 DBY, Hethrir encontró a Rillao, la capturó y la encerró en un aparato de tortura en una de las naves de firrerreos durmientes. Se llevó consigo a su hijo Tigris, a quien pretendía nombrar heredero del Imperio Renacido; pero, al descubrir que Tigris no tenía poderes de la Fuerza, Hethrir decidió ocultarle que era su padre y mantenerle sólo como esclavo y sirviente personal, condicionándole para que le obedeciese a cualquier precio y para que despreciase a su madre.

En 12 DBY, Hethrir se asoció con el Almirante imperial Galak Fyyar y con Desann, un chistori expulsado de la recién formada academia jedi de Luke Skywalker. Juntos, engañaron al jedi Kyle Katarn para que les guiase al secreto Valle Perdido de los Jedi en Ruusan. Una vez allí, Hethrir y Desann absorbieron energía de los espíritus de jedi y sith que habían muerto allí, y obtuvieron grandes poderes. Sin embargo, Katarn y Skywalker derrotaron a los agentes de Hethrir, forzándole a huir.

En el año 14 DBY, Hethrir decidió secuestrar a los tres hijos de la Jefa de Estado Leia Organa Solo, y por tanto nietos de Darth Vader, porque eran jedi de gran talento innato pero, por su edad, no suponían el peligro que conllevaba un jedi adulto como Kyle Katarn. Hethrir pretendía seleccionar a uno de los niños, el más poderoso, y entregárselo a Waru como sacrificio. El rapto tuvo lugar en Munto Codru, y Hethrir capturó con éxito a los gemelos de cinco años Jaina y Jacen Solo y al pequeño Anakin Solo, de tres años y medio. Reconociendo a Anakin como el más poderoso de entre los tres, Hethrir hizo preparativos para llevar al pequeño a Crseih. Para tal viaje, Hethrir se hizo acompañar de un séquito de seguidores y sicofantes, y encargó a su esclavo personal Tigris, entonces de doce años, que cuidase de las necesidades de Anakin, sin malcriarle demasiado; pese a todo, el compasivo Tigris simpatizó con Anakin. Los gemelos Solo fueron recluidos en la escuela de Hethrir, donde serían condicionados en un intento de atraerlos al reverso tenebroso de la Fuerza.

La madre de los niños, Leia Organa Solo, desafió todas las restricciones burocráticas y diplomáticas para iniciar una misión secreta rastreando a sus hijos en su yate personal Alderaan. Leia y su amigo, el wookiee Chewbacca, siguieron el rastro de los secuestradores con la ayuda de la Fuerza y del droide R2-D2. La Nueva República, observando que su principal mandatario había desaparecido misteriosamente, alegó que Organa Solo había enfermado y que el Ministro Falanthas se ocuparía de los asuntos de gobierno.

Los poderes de Organa Solo la guiaron al cementerio de naves de Hethrir, donde estaban los firrerreos en animación suspendida. Organa Solo descubrió entonces que esa especie, considerada extinta incluso por ella misma, tenía una oportunidad de reconstruir su civilización. Ella despertó a un firrerreo y habló con él, pero el hombre no mostró interés por recuperar su posición en la galaxia y decidió que prefería volver a su criosueño y esperar a despertar en un tiempo y lugar lejanos, cuando el Imperio fuese sólo un mal recuerdo. Resultaba que Organa Solo no conocía los rasgos culturales de los firrerreos y cometió varias torpezas en ese intercambio; sin embargo, por pura precaución, Organa Solo había decidido ocultar su identidad con un seudónimo, lo cual demostró ser una buena idea.

Organa Solo insistió en hablar también con Rillao, que estaba siendo torturada; creía que esa mujer, en situación excepcional entre los ataúdes de hibernación, tenía pistas más útiles sobre los captores de sus hijos. Aunque Rillao se resistía a confiar en esa extraña, aceptó ayudarla porque ansiaba reencontrarse con su hijo Tigris y enfrentarse a Hethrir. Organa Solo, en su magnanimidad, deseaba liberar a todos los otros firrerreos no sólo para pedirles ayuda e información, sino también para darles una nueva oportunidad de vivir; e incluso pretendía hacer que la Nueva República les buscase un nuevo planeta donde vivir. Rillao, sin embargo, la convenció de que no lo hiciese en ese momento: Los firrerreos no tenían recursos ni datos que les fuesen útiles, y no podían dedicar tiempo a despertar a sus coterráneos porque el enemigo les sacaría ventaja. Para que pudiesen ponerse en camino de inmediato, Rillao explicó a Organa Solo a quién se estaban enfrentando. Organa Solo, sin embargo, se prometió a sí misma volver al cementerio naval a la primera oportunidad para rescatar a esa especie.

Rillao se unió al grupo de Organa Solo y pusieron rumbo al planeta Calcedonia para interrogar a un contacto de Rillao, un esclavista, sobre transacciones hechas con firrerreos. El criminal no tenía constancia de ninguna, lo cual le sugería que tal operación había tenido lugar bajo mano en Crseih; y eso permitió a Organa Solo poner rumbo a ese planeta.

En ruta hacia Crseih, Organa Solo interrumpió el viaje guiada por la Fuerza y encontró la nave-mundo de Hethrir. Organa Solo y sus asociados invadieron la mal protegida escuela y rescataron a los gemelos, que ya habían iniciado su propia fuga. Rillao inicialmente no mostró interés en hacer esta escala pero, cuando los niños Solo le dieron información sobre su hijo Tigris, la actitud de la firrerreo cambió hacia ellos. Organa Solo hizo que el planetoide pusiese rumbo a Munto Codru, donde la Nueva República se haría cargo de él, pero se llevó consigo a sus hijos en la nave.



Hethrir

Si bien Hethrir y su comitiva llevaban algo de ventaja a Organa Solo, ellos se tomaron su tiempo antes de ir a ver a Waru para el sacrificio. Coincidencialmente, resultaba que dos aliados de Organa Solo, su marido Han y su hermano el maestro jedi Luke Skywalker, estaban en Crseih investigando a Waru, lo cual permitió a Organa Solo dar con ellos en Crseih y reclutar su ayuda para la misión; pero eso sólo pudo hacerse cuando llegasen, puesto que las anomalías de la estrella enana blanca impedían comunicaciones con el sistema. Rillao y Organa Solo descubrieron que esas mismas anormalidades impedían el uso fiable de poderes de la Fuerza; Hethrir, por el contrario, se quemó repetidas veces al intentar activar su sable láser, se agotó intentando vanamente recurrir al lado oscuro para matar, y no pareció darse cuenta de que estaba en desventaja.

Hethrir organizó un ritual para sacrificar a Anakin ante Waru, ante un público admirador formado por sus guardias próctors, sus seguidores adinerados y los esclavos de éstos, vendidos por el propio Hethrir. Sin embargo, el pequeño Tigris comprendió que Hethrir estaba a punto de matar a Anakin y, luchando contra su condicionamiento, arrebató el niño de las manos de Hethrir y del alcance de Waru, e intentó huir. Organa Solo y su grupo irrumpieron en el templo de Waru en ese momento, y Anakin saltó a los brazos de su madre. Hethrir intentó atacar a Tigris, pero Rillao se interpuso entre ellos, desafiando a Hethrir y revelando a Tigris la verdad que su padre le había ocultado.

Mientras tanto, Luke Skywalker, fascinado por Waru, se dejaba engullir voluntariamente; Organa Solo y Han Solo entraron tras él en la criatura Waru para rescatarle. Hethrir, al ver esto, concluyó que Waru estaba absorbiendo un poderoso jedi, el hijo de Darth Vader, y que por tanto el trato estaba cumplido. Sin embargo, Skywalker y sus familiares emergieron del interior de Waru, habiendo superado todo lo que Waru podía hacer contra ellos. Enfurecido, Waru descargó su rabia sobre Hethrir y lo devoró, después de lo cual la criatura Waru empezó a menguar hasta desaparecer. Tigris, sometido durante años a Hethrir, intentó desesperadamente recuperar a su amo, pero fue inútil. Skywalker teorizó que Waru había desaparecido del universo, llevándose consigo a Hethrir. Aunque Rillao intentó de inmediato retomar su relación con su hijo, Tigris era reacio a aceptarla porque aún tenía que dejar atrás lo que había representado Hethrir para él, aunque fuese a través de mentiras. Organa Solo intentó ayudarles ofreciéndoles asilo común en Coruscant, algo que el orgullo firrerreo de Rillao estuvo a punto de rechazar.

En todo caso, la partida de Waru había afectado a la estrella enana blanca, condenando al sistema planetario. R2-D2 manipuló los olvidados hipermotores de la estación espacial Crseih para lanzarla entera hacia Munto Codru, salvando así a todos sus habitantes.

La Nueva República se ocupó entonces de los cabos sueltos: Interrogaron a los habitantes de Crseih y después de ello, Munto Codru presentó quejas por la presencia de Crseih en su sistema, con lo que aseguraron que Crseih fuese trasladada al cercano sistema Pakuuni. Los esclavos y guardias de la nave-mundo de Hethrir fueron rescataddos y la nave-mundo fue entregada a científicos e investigadores de la República. Rillao y Tigris se unieron a la Nueva República, y Rillao consideró estudiar los caminos de la Fuerza en la academia de Skywalker. Meses después de estos eventos, desclasificaron los detalles de lo sucedido y el público supo de la amenaza que había sido derrotada.

Organa Solo, que siempre había sido una mujer de palabra, volvió al cementerio naval y despertó a los firrerreos. Sólo quedaban unos pocos miles de firrerreos vivos, y era imposible que re-colonizasen el aún hostil Firrerre, así que la Nueva República buscó alternativas. Tras varias deliberaciones, se llegó a un acuerdo con los nativos de Belderone, un mundo de fábricas pesadas que había sufrido daños a manos de los imperiales. Los firrerreos aceptaron ayudar a reconstruir la civilización belderoniana a cambio de la ciudadanía. Los belderonianos eran reticentes, en particular porque Rillao había servido a las órdenes de Darth Vader. Un belderoniano, Flint, sin embargo, apeló a las emociones de su gente para que aceptasen a los firrerreos en su propio mundo.

Belderone se convirtió así en el hogar de una considerable población de firrerreos. Sin embargo, los belderonianos y los firrerreos desarrollaron una rivalidad mutua en los años siguientes.

En el año 25 DBY, cuando los yuuzhan vong empezaron su invasión de la galaxia, la población de Belderone era inferior a un millón de habitantes, de los cuales sólo unos pocos miles eran firrerreos.

En 28 DBY, tras la muerte del líder yuuzhan vong Tsavong Lah en Ebaq 9 y la derrota de los yuuzhan vong en Ylesia, los invasores empezaron a perder la ventaja, permitiendo al bando enemigo reestructurarse en la Federación Galáctica de Alianzas Libres (o Alianza Galáctica). Pero la Alianza había perdido todo contacto con muchas zonas de la galaxia incluyendo la que contenía Belderone, y los yuuzhan vong no eran propensos a abandonar su estrategia agresiva: Los yuuzhan vong lanzaron una campaña de ataques de represalia en Barab I, Rutan y Belderone. Para este último planetta, los yuuzhan vong obtuvieron información valiosa sobre los firrerreos de los belderonianos. Los yuuzhan vong manipularon entonces a ambas especies para llevarlas conjuntamente hacia la extinción. Un cruel ataque barrió la civilización firrerreo y prácticamente aniquiló a toda la especie, aunque quedaron unos pocos supervivientes (Uno de los últimos firrerreos fue Koi Quire, que ese mismo año empezó a trabajar en la firma jurídica de Lestra Oxic). Los belderonianos no salieron mucho mejor parados, y parecía que sus días estaban contados.

La Alianza Galáctica ignoraba el apuro de Belderone, pero el evento fue descubierto por un nómada, un ryn que podríamos describir como espía heterodoxo. Este ryn informó a su gente e intentó hacer llegar esa información a la Alianza Galáctica. Resultaba que un espía ryn podía acceder a Galantos. Se daba la circunstancia de que el ryn sabía que los fia nativos de Galantos habían pactado en secreto con los yuuzhan vong para que los yuuzhan vong aniquilasen al enemigo tradicional de los fia, los yevetha, ignorando que los yuuzhan vong pensaban llevarse a los fia como esclavos y materias primas. Los ryn intentaban enviar un mensaje a la Alianza para que investigasen esa zona de la galaxia. Se daba la casualidad de que la Alianza estaba intentando recuperar el contacto con ciertas zonas de la galaxia a las que no tenían acceso e, interesados por el mensaje del ryn, enviaron al Cúmulo de Koornacht una flota diplomática al planeta Galantos, con la fragata Orgullo de Selonia, al mando de la capitana Todra Mayn, el Escuadrón Soles Gemelos al mando de Jagged Fel y Jaina Solo, y la ex-Jefa de Estado Leia Organa Solo al mando de la misión. El ryn se comunicó con uno de los tripulantes, la ex-jedi Tahiri Veila, e informó a la Alianza de lo sucedido en varios puntos de la galaxia, incluido Firrerre.

Aunque los yuuzhan vong fueron derrotados poco después, Firrerre seguía siendo un mundo muerto y, aún en 40 DBY, la escasa población firrerreo estaba dispersa por la galaxia.

En el año 40 DBY, la Lady Oscura del Sith Lumiya planeaba atraer a Jacen Solo (Sí, el de antes, que tenía cinco años en 14 DBY) al lado oscuro de la Fuerza. Para captar su atención, Lumiya dejó en Estación Toryaz de Kuat varias borlas con mensajes ocultos; una de ellas estaba escrita en el lenguaje firrerrés que utilizaba nudos, y contenía el texto "Él se rehará" o "Él se cambiará el nombre" (En ese contexto, ambos conceptos eran idénticos). El jedi Solo y su aprendiz Ben Skywalker no eran capaces de traducir ninguno de los mensajes, y el primer erudito que encontraron, el twi'lek For'ali, sólo pudo traducir una pista propia de su cultura y recomendar a otra experta en métodos de grabado y escritura táctil, la doctora Heilan Rotham de la Universidad de Estudios Culturales Pangalácticos de Lorrd. Solo puso rumbo a Lorrd de inmediato, contactó con la vigilante jedi local Nelani Dinn y juntos pidieron a la doctora Rotham que tradujese los mensajes. Rotham consiguió traducir varios de ellos, incluyendo el mensaje firrerreo, que resultó profético en tanto Jacen realizó la acción descrita.

En 43 DBY, los firrerreos estaban al borde de la extinción. La firrerreo Koi Quire estaba en activo a las órdenes de Lestra Oxic en ese momento; el propio Oxic consideraba muy inusual tener una firrerreo a sus órdenes. Quire conocía la historia de los firrerreos, incluyendo cómo uno de los suyos había condenado a la especie a las órdenes del emperador, cómo la Princesa Leia Organa Solo había salvado a su civilización, y porqué Quire era afortunada de no haber caído en manos esclavistas, pese a que Quire no disfrutaba viviendo en Belderone.

En 137 DBY, Firrerreo y Belderone formaban parte del Imperio Sith de Darth Krayt. Ignoro si los firrerreos seguían existiendo para entonces.


Firrerreos Notorios


 

Sisseri Deo: Sisseri Deo era un firrerreo de piel dorada y brillante. Medía 2.30 metros de altura antes de cumplir los trece años. Durante las Guerras Clon, en 20 ABY, Deo era un aprendiz jedi en el Templo de Coruscant; aún no había sido elegido como padawan por ningún maestro jedi. Deo era muy buen duelista con el sable láser, y odiaba el jugo de muja. Tenía enormes músculos como raíces de árboles, y otros aprendices deseaban evitar enfrentarse a Deo incluso en entrenamientos.

En el 20 ABY, deo participó en el 2º Torneo de Aprendices del Templo Jedi, un evento anual abierto a aprendices a partir de diez años (aunque en la práctica los candidatos esperaban a cumplir los once para estar en mejores condiciones). En una serie de duelos de sable láser arbitrados, los chicos demostraban sus capacidades, con la esperanza de que un maestro jedi les eligiese. Ese año arbitraba la maestra Ilena Xan, alias Mano de Hierro, que soltaba un pañuelo rojo para indicar que empezaba el combate. Algunos alumnos creían que los duelos de entrenamiento eran demasiado asépticos y por tanto alejados de las condiciones reales, por lo que Xan introdujo modificaciones, por ejemplo haciendo duelos a oscuras. Habiendo treintaidós participantes, los alumnos esperaban una eliminatoria en forma de árbol en que el campeón habría luchado cuatro eliminatorias y la final, según la tradición; pero de hecho, Xan también tenía una modificación preparada al respecto.

Los primeros duelos fueron tradicionales. Deo ganó las dos primeras eliminatorias. En la segunda, su patada giratoria derrotó a su rival Forzi Ghul, e impresionó a otra de las duelistas, Tallisibeth "Scout" Enwandung-Esterhazy. Quedaban entonces ocho participantes: Los humanos Tallisibeth Enwandung-Esterhazy, Whie Malreaux, Pirt Neer y Hera Tuix; la chagriana Lena Missa, la clawdita Bargu, Enver Hoxha (especie no revelada) y el propio Deo, que era el más fuerte de todos.

Los alumnos pasaban a tener varias horas de descanso antes de la siguiente ronda eliminatoria, lo cual les permitía comer tranquilamente en la cantina del Templo Jedi. Deo incluso se dio un buen banquete, previendo que aún le quedaba tiempo hasta el próximo esfuerzo. La maestra Xan de pronto interrumpió la comida para explicar que, con el fin de hacer estos duelos más realistas, la siguiente ronda tendría lugar en ese momento y, en vez de ser un duelo de dos personas, sería una refriega en que todos combatirían con todos, una situación que muchos jedi afrontaban a menudo.

Mientras Xan hablaba, Enwandung-Esterhazy buscaba a su alrededor un enemigo, no queriendo pelear con su amiga Missa, y se fijó en que Deo estaba relativamente cerca y dándole la espalda. Comprendiendo rápidamente que no tenía nada que hacer contra Deo en un combate justo, ella tomó una taza de jugo de muja y se movió hacia Deo, como si estuviese acercándose para escuchar mejor a Xan.

El pañuelo tocó el suelo, Deo se levantó y echó mano de su sable, y de pronto notó en su cara el jugo de muja arrojado por Enwandung-Esterhazy. Sorprendido y frenético, Deo intentó limpiarse la cara, para lo cual tuvo que mover erráticamente su sable e ignorar el de ella. Enwandung-Esterhazy embistió al firrerreo en el pecho, y le agarró el cuello de la toga, presionando con precisión en el triángulo carótido de Deo. Enwandung-Esterhazy había practicado esta maniobra de asfixia, y sabía que causaba inconsciencia en un máximo de diez segundos, si podía retenerlo.

Cuando llevaba dos segundos apresado, Deo frunció los músculos de sus piernas, saltó hacia atrás y se retorció a mitad del bote en un intento de chocar contra una mesa, con Enwandung-Esterhazy debajo de él llevándose el golpe más fuerte; sin embargo, la Fuerza había dicho a Enwandung-Esterhazy lo que Deo iba a intentar, y ella pudo serpentear también alrededor de Deo a medio vuelo, consiguiendo caer sobre él.

En el cuarto segundo, Deo itnentó rodar y flexionar las manos. Los poderes precognitivos de Enwandung-Esterhazy le dijeron hacia dónde iba a moverlas, y ella destinó su mano derecha a apretar el codo de Deo en un punto de presión. El firrerreo quedó con el brazo entumecido.

Al sexto segundo, Deo empezó a parpadear con los ojos desconectados, siseó, intentó enfocar la vista en Enwandung-Esterhazy y se rindió mientras decía cuánto le disgustaba el jugo de muja. Enwandung-Esterhazy rodó, separándose de Deo, y se ocultó bajo una mesa para mirar a los contendientes que quedaban. Aún había seis en pie, pero Enwandung-Esterhazy se alzaría con la victoria usando su astucia.

Koi Quire: Esta mujer firrerreo tenía ojos de color lavanda pálido, con la membrana nictitante propia de su especie; piel con matices dorados; dientes impecablemente blancos; y cabello rizado de todos los colores del espectro visible, en un peinado que llegaba por debajo de sus hombros. Era más baja que un varón humano adulto, y éstos la encontraban especialmente atractiva.

Quire era una persona muy cualificada profesionalmente, con conocimientos variados que incluían astrogeografía y una memoria muy organizada. Además, tenía una gran intuición, una excelente capacidad de gestión, y una presencia abrumadora que le permitía influir en un jurado cuando se encontraba en un tribunal. Ella se movía con calma y cuidado, aunque estaba entrenada para interpretar otros roles. Koi Quire no era su verdadero nombre, sino un seudónimo que ella misma utilizaba: Como todos los firrerreos, Quire estaba condicionada a obedecer a cualquier persona que pronunciase en voz alta su verdadero nombre, así que ella se ocultaba tras un alias.

En 1 DBY, Quire estuvo entre los miles de firrerreos exiliados de Firrerre por el Procurador de Justicia Imperial Hethrir, irónicamente otro firrerreo. Los desterrados fueron obligados a subir a cargueros de pasajeros, donde serían puestos en animación suspendida, pero no antes de que viesen cómo los agentes de Hethrir aniquilaban la vida en Firrerre con un arma biológica, dejando el planeta inhabitable y asesinando a los millones de firrerreos que quedan allí. Hecho esto, Quire y los demás fueron congelados. Supuestamente el plan era enviarles en viajes sublumínicos hacia planetas lejanos que colonizar, pero Hethrir cambió su plan cuando perdió poder político a raíz de la muerte del emperador en 4 DBY: En vez de eso, Hethrir saqueaba las naves para llevarse a algunos firrerreos y venderlos como esclavos, obteniendo financiación para sus propios planes diabólicos. Quire tuvo la suerte de no ser elegida para tal fin.

En 14 DBY, la Princesa Leia Organa Solo de Alderaan, Jefa de Estado de la Nueva República, se enfrentó a Hethrir y, durante su odisea, encontró las naves de prisioneros. Hethrir murió poco después, y Organa Solo se aseguró de que los firrerreos fuesen liberados, entre ellos Koi Quire. La Nueva República convenció a los nativos del industrializado planeta Belderone para que aceptasen estos refugiados en su mundo, de nuevo estando Koi Quire en ese grupo. En 28 DBY la mayoría de habitantes de Belderone murieron durante la invasión de los yuuzhan vong, y esta vez Koi Quire tuvo la suerte de salvarse.

Ese mismo año, en 28 DBY, Quire empezó a trabajar en la firma del prestigioso abogado humano Lord Lestra Oxic, con una centena de empleados. Pronto, las capacidades de Quire la convirtieron en un valioso activo de la compañía. Oxic, un coleccionista de reliquias, consideraba que tener a uno de los últimos firrerreos entre sus filas era también una digna pieza de su colección. El letrado conocía la peculiaridad firrerrea relativa a pronunciar nombres reales, así que, aún sabiendo que Quire le había dado un nombre falso, nunca le pidió que le revelase su verdadero nombre, y Quire tampoco se lo ofreció. Sin embargo, se compenetraban lo bastante para que Oxic creyese que Quire confiaba en que él nunca habría usado esa forma de control contra ella. Quire llegó a ser la ayudante personal de Oxic, conociéndole mejor que nadie y acaso mejor que él mismo.

Oxic había dedicado mucho tiempo y recursos a encontrar una reliquia llamada la Insignia de Unidad. Se trataba del emblema de la Antigua República en el Senado que, en 19 ABY, había sido robada y reemplazada por una falsificación por una camarilla opuesta al Canciller Palpatine, el Grupo República. El Grupo había contratado a la tripulación de la nave Enviado Estelar para hacer el robo, pero agentes imperiales interceptaron la nave en Nal Hutta. El vehículo fue vendido al jefe criminal Rej Taunt y el único tripulante superviviente, capitán Tobb Jadak, estuvo en coma durante décadas; el monumento desapareció. En 4 DBY, Oxic descubrió todo esto e hizo que Jadak fuese enviado al prestigioso Centro Médico Aurora de Obroa-skai y puesto al cuidado del neurólogo ho'din, doctor Lial Sompa, que también se ocupaba de los tratamientos anti-envejecimiento de Oxic. Oxic esperaba que Jadak despertase y le guiase hasta el tesoro que buscaba.

En 43 DBY, Oxic representaba a la empresa colicoide Autómatas Colla-Arphocc en un caso contra la Federación Galáctica de Alianzas Libres en el planeta Holess. Los colicoides deseaban retomar su actividad empresarial después de que el Imperio disolviese su compañía, según ellos por un plazo limitado ya acabado. Oxic tenía un testigo colicoide que, según él esperaba, presentaría alegaciones muy beneficiosas para su caso.

Ese mismo año, Jadak también despertó de su coma, con sus recuerdos un poco confusos. Oxic envió a Quire a hablar con Jadak. La hermosa firrerreo se vistió con chaqueta corta ajustada a su torso y falda larga, y se aplicó laca de uñas, lo cual, combinado con su belleza natural, impresionó a Jadak. Quire fingiría trabajar para el Consorcio de Seguros Vida y Salud del Núcleo, y el doctor Sompa la ayudó a mantener esta tapadera ante Jadak, aunque Quire pidió a Jadak hablar en privado para mejorar su ardid. Jadak se encontraba confuso, en tanto que él no recordaba estar asegurado, y Quire consultó su bloc de datos para revelar que, supuestamente, el Grupo República había pagado la póliza. Aunque Quire sabía quién era Jadak, ella fingió sorprenderse de que él hubiese estado en coma sesenta y dos años y se mantuviese en forma; la firrerreo alegaba no tener acceso a todos los detalles de su póliza. Ella dio diez mil créditos a Jadak en concepto de indemnización, recordándole que su compañía ya había pagado la carísima estancia de Jadak en el hospital (que costaba, decía, esa cantidad cada mes).

Jadak, atraído por Quire, le preguntó por su mundo natal, sugiriendo que quería estar rodeado por gente igual de atractiva que Quire; ella le explicó que Firrerre era inhabitable y que los pocos firrerreos que quedaban habían sido reubicados en el nada acogedor Belderone. Fingiendo curiosidad personal, Quire dirigió la conversación para animar a Jadak a retomar cualquier asunto pendiente. Jadak intentó convencer a Quire para que le permitiese enseñarle la zona, y después le pidó que averiguase porqué el Grupo República se había tomado tantísimas molestias, así como otras preguntas que Quire no podía o no quería responder. Quire fingió resistirse y ofenderse, y se retiró a ultimar los trámites; en realidad, ella rechazaba las atenciones románticas porque se había dado cuenta de que Jadak sospechaba de ella.

Quire sin embargo no se fue muy lejos: Convenció a Sompa de que bajase la seguridad de algunos de sus archivos informáticos, previendo que Jadak se infiltraría de noche en el despacho del médico para buscar información sobre su nave. Quire también monitoreó las cámaras de seguridad y así supo que Jadak se reunía con la doctora twi'lek Ril Bezant en busca de consejo, aunque Bezant aseguró su intimidad antes de dar información. Finalmente, Jadak viajó a Nar Shaddaa en busca de su antigua nave, y Quire viajó a Épica a informar a su jefe.

Oxic se encontraba en la casa de subastas Hyndians intentando comprar antigüedades, pero perdió su puja ante un bith anónimo. Quire se acercó al asiento contiguo a Oxic, que él se había asegurado de dejar vacío para ella. Durante los comentarios amables de saludo, Quire expresó su lamento porque Oxic no hubiese podido comprar la estatua que le gustaba, y Oxic a su vez se preguntó a quién representaba el comprador bith, con lo que Quire se anotó averiguarlo.

Quire entonces le dio la buena noticia de que su "inversión" estaba moviéndose hacia Nar Shaddaa, de lo que se deducía que había recuperado la memoria. Oxic no estaba tan satisfecho, puesto que dudaba que la enseña estuviese allí; y Quire coincidió en que Jadak podría estar buscando pistas sobre la muerte de su copiloto. Impaciente, Oxic ordenó a Quire que controlase las actividades de Jadak enviando a uno de los agentes de su compañía, el nautolano Cynner. Quire se opuso por duplicado: encontraba la decisión prematura, y además Cynner era demasiado agresivo para esa tarea, siendo su otro colega Gommer más apto. Oxic insistió, explicando que Gommer estaba ocupado protegiendo al testigo colicoide, y Quire aceptó encargarse del asunto.

La operación fue un fracaso, como Quire había previsto: Cynner fue demasiado agresivo con Jadak, que ni siquiera era un criminal, y Jadak consiguió dejarle atrás y hasta desaparecer. Quire preparó un informe para Oxic, especificando lo que había descubierto ella: Jadak se había reunido con un ratero, Flitcher Poste, en una cafetería del sector coreliano de Nar Shaddaa, después de lo cual Poste empezó a hacer preguntas buscando mecánicos navales que llevasen en activo seis décadas, e incluso consiguieron reunirse con un anciano humano que había trabajado para Sol Negro. Eso llevó a Quire a deducir que Jadak estaba buscando su ex-nave. Sin embargo, y aunque podían seguir a Poste, en ese momento no sabían dónde estaba Jadak. Quire estaba razonablemente segura de que su hombre seguía en Nar Shaddaa, pero eso era todo.

Quire entró en el estudio de Oxic, donde éste estaba preparando la exhibición de un mapa estelar esférico. La firrerreo alabó el trabajo de Oxic y la manufactura de la obra, y empezaron a hablar de negocios: No sólo debían preparar el testimonio del caso colicoide al día siguiente, sino que Oxic en persona debía hablar con Cynner, para mantener la autoridad (Quire se había ofrecido, pero Oxic no delegó). Quire hizo entrar a Cynner y a sus tres matones; dos de ellos llevaban parches de bacta. Oxic miró a Quire, que prefirió encogerse de hombros a recordarle su consejo previo. Oxic entonces regañó a Cynner, tras lo cual echó a su grupo.

Mientras ellos se iban, Quire estaba en el mueble-bar, preparando una bebida para Oxic. La firrerrea recomendó a Oxic calmarse, so pena de estropear en un ataque de rabia los progresos de los tratamientos antienvejecimiento. Oxic se lamentó mientras Quire le daba su informe. Después, Quire, le preguntó si el senador Des'sein, del Grupo República, había revelado a Oxic algo relativo a la importancia de la nave de Jadak, y Oxic tuvo que reconocer que, si bien Jadak era vital para encontrar el escudo, quizá la nave no lo era. Quire intentó razonar que Jadak o uno de sus asociados podrían haber ocultado una pista valiosa en la nave. Oxic mencionó que habría querido implantar un rastreador a Jadak y, cuando Quire le recordó que Sompa no lo habría permitido, Oxic criticó a Sompa. Con una sonrisa, Quire dijo a Oxic que éste estaría encantado con Sompa en cuanto llegase el momento de su siguiente tratamiento, y Oxic tuvo que reconoecr que Quire le tenía calado.

Oxic asignó a Quire escoltar al testigo estrella de camino al Monte de Justicia en Holess, con Cynner a su lado; se ve que Oxic ya no se fiaba tanto de Cynner. Mientras avanzaban ascendían hacia la entrada, apareció ante ellos un holograma de un hueche, depredador natural de los colicoides. El testigo, presa del pánico, se hizo una bola y huyó monte abajo, donde un grupo de personas le recibieron y le metieron rápidamente en un camión speeder, para huir a toda velocidad. El evento fue demasiado rápido para que nadie pudiese hacer nada.

Oxic, sospechando que la Alianza Galáctica estaba detrás del secuestro, pidió un día para encontrar al testigo, y se le concedió. No encontraron al colicoide. Quire descubrió que el rapto había sido organizado por Taunt, para entonces un rival de Oxic, desde la prisión de Carcel: Los pilotos del camión speeder fueron identificados como sus cómplices, y una nave vinculada a él salió del planeta poco después. Quire incluso descubrió que Jadak había emitido el holograma, y presentó pruebas de esto a Oxic; subrayó, al hacerlo, que posiblemente Jadak la había reconocido a ella (Cierto; de hecho Jadak también había reconocido a Cynner). Oxic y Quire especularon sobre porqué Taunt había hecho eso, y porqué Jadak se había asociado con él. De cualquier manera, el testigo no apareció y el caso fue desestimado, con lo que Oxic cobró sólo por su tiempo, y no la jugosa prima que los colicoides habían prometido si ganaba.

Oxic y Quire se reunieron después con el doctor Sompa. Sompa creía, y tal explicó, que la nave que Jadak estaba buscando había sido rebautizada Halcón Milenario, y presentó argumentos sólidos que Quire encontró plausibles. El ho'din añadió que la Princesa Leia Organa, a quien Oxic conocía en persona por haber tratado con su padre, estaba rastreando irónicamente el pasado de la nave de su marido Han Solo, mientras Jadak buscaba el futuro de esa misma nave, lo cual Quire describió como atractiva simetría. Cuando Sompa explicó que un ex-piloto de swoop como Jadak siempre habría optado por una nave rápida, Quire quedó más convencida.

Oxic sin embargo quería más pruebas y más pistas. Preguntó a Quire si podrían rastrear las comunicaciones de Taunt, algo que la firrerreo encontraba inconcebible. Sompa sugirió que la información de Solo podría haberles llevado a Vaced, un lugar que ni Oxic ni Quire conocían. Oxic razonó que, si el Halcón era la nave que buscaban, y la robaban antes de que llegase Jadak, entonces Jadak tendría que colaborar con Oxic para entrar en su nave como deseaba; si se equivocaban, simplemente habrían robado la nave equivocada. Consultó con Quire al respecto, y Quire mostró reticencia: La Princesa Leia habia salvado a la especie de Quire, y Quire no quería enfrentarse con ella. Oxic enfatizó la importancia de esta tarea dejando claro que, si hubiese conocido el nombre de Quire, lo utilizaría para condicionar a su ayudante para eso; a Quire no le hizo ninguna gracia saber esto. Quire añadió que los empleados de Oxic no estaban a la altura de una misión de tal calibre, y Oxic decidió que él y Quire les darían supervisión directa desde Vaced.

En Vaced, Oxic alquiló un speeder y se compinchó con el encargado, el gran Druul. El intento de robo naval salió mal, y los Solo querían que los ladrones fueran arrestados, así que avisaron a las autoridades locales. Oxic y Quire se personaron en el speeder alquilado, y el letrado afirmó estar defendiendo a sus clientes. Oxic y la Princesa se saludaron, y Oxic le presentó a su ayudante Quire. La Princesa estaba sorprendida de ver a un firrerreo, y la sonriente Quire hizo una reverencia y agradeció personalmente a Leia el haber salvado su vida hacía mucho. Oxic convenció a la Princesa de que presentasen sólo un cargo menor, paseo en vehículo robado; y mientras tanto, Jadak, también a bordo del Halcón, contó a su socio Poste lo que sabía de Oxic y de Quire. El oficial de policía aceptó irse del lugar en el speeder alquilado por Oxic, junto con Quire y Oxic.

Por supuesto, Oxic se había asegurado de que hubiese rastreadores a bordo del Halcón, aunque lo había hecho usando artimañas jurídicas que no pudiesen salpicarle, con Druul como intermediario. Druul informó a Oxic de que el Halcón había ido a Tandun III, otro planeta que no conocían ni Oxic ni Quire. Oxic fue allí con Quire y Cynner.

Para cuando llegaron, Organa y Jadak ya habían encontrado el emblema. Oxic y Quire se acercaron con tranquilidad, anunciando su presencia, aunque Jadak era reticente. Él fue mordaz con Oxic y Quire, preguntando a ésta si había dejado el negocio de los seguros en busca de otro más lucrativos. Sin perder la sonrisa, Quire preguntó a Jadak si aún estaba dispuesto a enseñarle los alrededores.

Oxic explicó a los tripulantes del Halcón su objetivo, una valiosa pieza de coleccionista, y razonó porqué él tenía más derecho que los otros a hacerse con el objeto. Sin embargo, cuando por fin pudo ponerle la mano encima a la Insignia, Oxic descubrió que era falsa y se habría caído al suelo de la impresión si Quire y Cynner no le hubiesen sostenido. Oxic razonó que la insignia ya había sido reemplazada por una falsificación cuando el Grupo República la cambió nuevamente, y especuló que podría haber sido la firma de construcción que había renovado la Rotonda en años previos; preguntó a Quire quiénes lo habían hecho, y ella tenía la respuesta a punto, los Hermanos Naffiff. Otra teoría sugería que un asociado de Jadak había dado el cambiazo.

Un terremoto en el inestable Tandun III animó a todos a abandonar el planeta, dejando que el botín cayese al suelo y se astillase. Quire cayó al suelo, pero Jadak la ayudó a levantarse. Oxic ofreció contratar a Jadak y a Poste para buscar el auténtico artículo. Antes de dar una respuesta, Jadak miró a Quire, y ésta le sonrió. El piloto aceptó el trabajo. La familia de Han Solo, sin embargo, tenía otras cosas más importantes a las que dedicarse.

Rillao: Rillao era una hermosa mujer firrerreo de rasgos faciales afilados, ojos negros, piel dorada y cabello largo en tiras plateadas y negras. Era de estatura media, con lo que medía una cabeza más que Leia Organa Solo. Rillao tenía habilidades de la Fuerza que venían del lado luminoso, siendo ella principalmente una curadora. Rillao no fue miembro de la Orden Jedi, pero pertenecía a uno de los pocos clanes agraciados de firrerreos que tenían permiso para salir del planeta Firrerre.

En los tiempos del Imperio, el lord sith Darth Vader observó el potencial de Rillao para aprender la Fuerza y llamó su atención. Un agente de Vader, el Inquisidor Antinnis Tremayne, encontró a Rillao y a otro firrerreo con poderes de la Fuerza, Lord Hethrir. Creyendo que podrían estar afiliados con la Orden Jedi, cuyos supervivientes eran fugitivos del Imperio, Tremayne torturó a ambos para obtener información sobre los jedi, pero ninguno pudo decirle nada. Satisfecho, Tremayne decidió que Hethrir y Rillao eran aptos para convertirse en adeptos del lado oscuro y los llevó con Vader para entrenar. Vader tenía permiso del emperador para entrenar a unos pocos agentes en los secretos de los jedi, y además conocía el secreto cultural de los firrerreos: Cuando alguien decía el nombre de un firrerreo en voz alta, ese firrerreo estaba obligado a obedecer al hablante.

Mientras el Imperio declaraba a los firrerreos una especie subhumana, Vader entrenaba a los jóvenes Hethrir y Rillao como jedis tenebrosos. Hethrir y Rillao se conocieron entonces, se enamoraron y se hicieron amantes. Vader esperaba que tuviesen un hijo con gran potencial para la Fuerza, al que el Imperio podría doblegar y entrenar.

Ah, pero el programa docente de Vader no fue absorbido con la misma intensidad por ambos alumnos. Hethrir aprendía a utilizar los poderes del lado oscuro con naturalidad y truculencia, mientras que Rillao rechazaba abrazar esas enseñanzas oscuras, repelida por la naturaleza del lado oscuro. Ella no ansiaba tener poder sobre otras personas, sino sólo escapar de esa vida, y por ello decepcionó a Vader y se distanció de Hethrir. Los poderes de Rillao incluían curar, fortalecer y aliviar a otros, y Vader le prohibió ejercer al menos el primero (Otra habilidad de la Fuerza de Rillao le permitía percibir precisamente los entornos donde no se podía utilizar la Fuerza en condiciones normales). Aunque ella aprendió a utilizar el sable láser, arma tradicional de los jedi, Vader y Hethrir desconfiaban de ella: El lord sith no ocultaba su desprecio, pero el lord firrerreo simplemente dejó de amarla y la expulsó de su vida; eso atormentaba a Rillao, que hubiese preferido ser abiertamente odiada.

Rillao y Hethrir de todos modos concibieron un hijo. Cuando Rillao estaba embarazada, Vader nombró a Hethrir Procurador de Justicia imperial, un cargo importante. Hethrir condenó a docenas de planetas traicioneros y, cuando Vader le ordenó la destrucción de Firrerre en señal de lealtad al Imperio y al lord sith, Hethrir obedeció. Hethrir esperaba que el Imperio le declarase humano tras ese sacrificio, aunque a esas alturas Rillao no entendía que alguien pudiese desear ser humano. Hethrir no sólo devastó Firrerre con un arma biológica en 1 DBY, matando a millones de firrerreos, sino que además secuestró a miles de firrerreos, a los que encerró crionizados en naves espaciales sublumínicas enviadas en supuesta misión colonial (Esto último era confidencial; aunque Rillao y unos cuantos sabían la verdad, la mayoría de la galaxia creía que los firrerreos se habían extinguido).

Rillao estaba horrorizada ante los actos de su pareja, y decidió ocultar su embarazo a Hethrir y a Vader, y abandonarles. En una grabación, explicó que despreciaba a Hethrir al punto de negarse a decir su nombre, y contó que había decidido ir con su pueblo en animación suspendida para intentar protegerles y evitar que Hethrir les encontrase. Aparentemente, después ella cambió de planes: En vez de eso, Rillao escapó aún embarazada a un planeta insignificante, lejano y pastoral, donde esperaba ocultarse de Hethrir. Allí tuvo a su hijo varón, al que llamó Tigris, entre 1 y 2 DBY.

El pequeño Tigris, de ojos oscuros y cabello a tiras negras y plateadas, era físicamente parecido a Rillao. Él no tenía habilidades de la Fuerza, lo cual alegró a Rillao: De ese modo, concluía ella, el chico no podría ser jedi, sino que tendría que ser artista, científico, diplomático o explorador. Ella le crió felizmente, practicando su curación en secreto y ocultando a su hijo la identidad de su padre pese a las preguntas del niño. Rillao vivía en un pueblo y ayudaba a sus vecinos, obteniendo beneficio a cambio en forma de comida o ropa.

Ella era una mujer orgullosa que caminaba erguida: Se negaba a ayudar a quienes podían valerse por sí mismos ante un problema, o a quienes podían ser una amenaza para ella o su familia, aunque sí cuidaba de niños pequeños y se compadecía de quienes tenían apuros. Aunque ella despreciaba a los plebeyos, comerciantes y esclavistas, tenía un contacto de esta última profesión en el planeta Calcedonia, uno de los burócratas llamados Indexadores. Rillao sabía pilotar una astronave, pero no comprendía el idioma binario. En su tiempo con Vader, Rillao había obtenido cierta información secreta del Imperio; por ejemplo, sabía que las naves-mundo, que la mayoría de gente consideraba míticas, existían realmente y que el emperador Palpatine las usaba para recompensar a algunos de sus oficiales.

En 4 DBY, el emperador murió en la batalla de Endor, y el Imperio empezó a fragmentarse. La facción más poderosa pasó a ser la Nueva República, fundada por la princesa Leia Organa de Alderaan, a quien Rillao admiraba y conocía por reputación. Hethrir se ocultó en el anonimato para fundar una camarilla secreta. Rillao le dio por muerto y lloró por él, por Firrerre y por los firrerreos congelados supervivientes. Ella se creía a salvo, aunque se seguía sintiendo sola y asustada, especialmente por la vida de su hijo.

Hethrir consiguió patrocinadores adinerados que llenaron las arcas de su nuevo bando, el Imperio Renacido; y también financió sus actividades descongelando a varios firrerreos, especialmente niños, para venderlos como esclavos. Sólo Hethrir sabía dónde estaban las naves colonizadoras, y accedía a ellas a su antojo. Así, Hethrir obtuvo vastos recursos, y dedicó una parte de éstos a buscar a Rillao.

Finalmente, Hethrir encontró a Rillao en 9 DBY. Rillao y Hethrir combatieron, y el entrenamiento agresivo de Hethrir le permitió vencer a su antigua compañera. Eligió no matarla, porque quería conseguir la obediencia de Rillao, fuese ésta voluntaria o después de doblegarla. Hethrir llevó entonces a Rillao a una de las naves colonizadoras, y la encerró en un aparato de tortura parecido a una telaraña, que la mantendría viva y despierta entre hebras plateadas, cortando su piel dorada en una nave sin nada vivo a bordo. Rillao fue marcada en la palma de su mano con una cicatriz (por cierto mal curada) que la identificaba como una esclava. Por último, Hethrir se llevó a Tigris consigo, planeando convertirle en su heredero del Imperio Renacido pero, cuando descubrió que el niño no tenía poderes de la Fuerza, el decepcionado Procurador se conformó con hacer de Tigris un sirviente esclavizado. Los firrerreos creían que, si otra persona pronunciaba el nombre de un firrerreo, ese firrerreo estaba condicionado a obedecer al que hablase; así que Hethrir se aseguró de que incluso los otros prisioneros crionizados pudiesen averiguar el nombre de Rillao.

Rillao se quedó a bordo a de la nave, despierta y atormentada, durante años. Averiguó de algún modo la historia de Hethrir, y observó que Hethrir ya no se llevaba niños firrerreos de sus "reservas". Rillao decidió que ya no debían quedar niños en las naves, y que por ello Hethrir había añadido el secuestro a su lista de atrocidades.

Usando mentiras y medias verdades, Hethrir manipuló a Tigris para que el niño creyese que su madre era una necia y débil traidora. Le hizo creer que Rillao había robado los poderes de la Fuerza de Tigris mientras le acariciaba el pelo y le decía que le quería. Finalmente, Hethrir llevó a Tigris a la nave esclavista para que el pequeño acusase a Rillao. Aún viendo el maltrecho cuerpo de su madre, Tigris la insultó y le dio la espalda. Sin embargo, Rillao siguió creyendo que había esperanza de salvar a Tigris de la maldad que había consumido a Hethrir. Rillao no comprendió que Hethrir incluso había ocultado a Tigris la identidad del padre del niño.

En 14 DBY, Hethrir había hecho un trato con la criatura extradimensional Waru, que habitaba la estación Crseih. Waru se alimentaba de la fuerza vital de las personas que iban a él, obteniendo especial alimento de los seres fuertes en la Fuerza; pero, cuando estaba saciado, Waru curaba las enfermedades de otros seres y, ocultando sus crímenes, se ganaba una reputación de obrador de milagros. Hethrir conocía la verdad de Waru, y pretendía ofrecerle en sacrificio a un niño con altos poderes de la Fuerza, cuyo sacrificio permitiría a Waru volver a su universo de origen; tal viaje generaría una gran energía que Hethrir esperaba absorber en su propio cuerpo, incrementando sus poderes. Hethrir había organizado una escuela de seguidores fanáticos preadolescentes con poderes jedi, y llevaba a algunos alumnos leales ante Waru para un proceso que él llamaba "purificación" y que incrementaba los poderes del ungido (o alternativamente lo mataba). Sin embargo, para satisfacer la creciente hambre de Waru, Hethrir necesitaba un niño excepcional, y por eso decidió raptar a los tres hijos de Leia Organa (ahora Leia Organa Solo), los nietos de Darth Vader. Hethrir decidió que el más pequeño, Anakin, de tres años y medio, era el sacrificio óptimo, y preparó el viaje a Crseih con un séquito que incluía a Tigris y a varios alumnos aventajados o "próctors".

Al hacer esto, Hethrir había subestimado la determinación de una madre (o de dos, como veremos más adelante): Leia Organa Solo inició una misión secreta para rescatar a sus hijos, acompañada de su droide R2-D2 y de su amigo Chewbacca el wookiee, y a bordo de su nave personal Alderaan. Aún ignorando quién era el culpable del rapto, ella abandonó sus responsabilidades para seguir el rastro hiperespacial de los secuestradores desde el lugar del crímen, Munto Codru y, guiada por la Fuerza y por R2-D2, Organa Solo llegó a la zona donde Hethrir guardaba los cargueros llenos de firrerreos en animación suspendida.

Organa Solo y sus colaboradores subieron a bordo del carguero donde estaba Rillao, y allí Organa Solo despertó a un firrerreo crionizado en un acto de piedad. La Princesa de Alderaan vio a Rillao colgada en una herramienta de tortura y, al ver que la pobrecilla seguía con vida, Organa Solo y R2-D2 intentaron ayudarla. El otro firrerreo, que se negó a darle su nombre, detuvo a Organa Solo porque sus intentos sólo enredaban más a Rillao; sin embargo, el firrerreo no sentía deseo de liberar a Rillao porque ella era de otro clan y por tanto no era nada para él, y además porque el firrerreo creía que Rillao era de algún modo culpable del sufrimiento de su raza. El firrerreo quiso dar a los extraños el nombre de Rillao, para debilitarla. Organa Solo afirmó llamarse Lelila, alegó que el wookiee era Geyyahab, y manipuló al firrerreo para que les ayudase a liberar a Rillao a cambio de su propia libertad. El extraño manipuló la consola y las telas que retenían a Rillao se extendieron y contrajeron, alejándose de su cuerpo. La ensangrentada mujer cayó en manos del wookiee que, por orden de Organa Solo, la llevó al Alderaan.

Probablemente Rillao habría muerto de haber seguido mucho más tiempo allí, pero los sistemas médicos del Alderaan empezaron a tratar su fisiología, y la mujer inconsciente empezó a sanar sus heridas. Organa Solo habló mientras con el extraño, aprendiendo algunos rasgos culturales de los firrerreos y revelándole información. El extraño decidió volver a su criosueño con su gente, esperando despertar para cuando el Imperio fuese sólo un recuerdo. Organa Solo aceptó, pero se llevó a Rillao en el Alderaan. Rillao había sido torturada por las mismas personas que habían raptado a los tres hijos de Organa Solo, según razonaba la Princesa, y por ello sería interrogada al despertar. Además, Organa Solo dedujo que Rillao tenía poderes de la Fuerza, y que su dolor generaba interferencias que habían impedido a Organa Solo rastrear a los secuestradores, pero que podría ser una valiosa aliada. R2-D2 custodiaba la puerta de la enfermería.

Rillao despertó con el pelo enmarañado y envuelta en equipo médico. Moviendo sólo los ojos por el quirófano, buscó entre gruñidos una ruta de escape. Al hacerlo, vio que Organa Solo la estaba mirando desde el umbral y, habiendo aprendido de su conversación con el otro firrerreo, Organa Solo no iba a ser compasiva con Rillao, y ocultó su propio nombre y el de Chewbacca con seudónimos. La curadora le negó gratitud por haberla salvado, puesto que ella no había pedido tal favor; pero se empezó a asustar al oír que Organa Solo conocía su nombre. Organa Solo intentó ser razonable y, ante una pregunta directa de Rillao, negó ser su ama. Esto desconcertó a Rillao, que pensaba que sólo un esclavista podría haber accedido a esas naves fuera de las rutas de comercio. Rillao explicó a desgana que los esclavistas les acosaban, y que llevaba cinco años presa, y consciente. Organa Solo vio la cicatriz en la palma de la mano de Rillao, y se ofreció a darle equipo médico para borrarla, pero Rillao quería mantener ese estigma hasta tener ocasión de vengarse de quien se lo había puesto.

Débilmente, Rillao se incorporó en su litera e interrogó a Organa Solo. Al saber que ella había seguido a una nave hasta el almacén de esclavos, Rillao temió que Organa Solo hubiese destruido la nave con Tigris a bordo. Organa Solo ocultó su identidad y sus poderes, pero explicó a Rillao que estaba persiguiendo a secuestradores. Rillao entonces explicó que los esclavistas estaban posiblemente asociados con el Imperio Renacido, una facción a la que Organa Solo subestimaba; y le contó también que su hijo estaba a bordo de esas naves. Chewbacca se compadeció de la firrerreo y posó su enorme zarpa sobre la mano de ella mientras Rillao aullaba de dolor. Finalmente, Organa Solo convenció a Rillao para que la ayudase, y ella aceptó queriendo conocer el destino de su hijo, y marcar el destino de su amante.

Organa Solo quería ir a las otras naves a liberar a los otros firrerreos, pero Rillao, que estaba devorado un guiso usando sus dedos, la convenció de que no: Si bien los otros firrerreos podrían estar agradecidos, no tenían recursos para ayudar a Organa Solo, ni información que ella quisiese, y la tarea llevaría demasiado tiempo. Explicándoselo, Rillao contó a Organa Solo la historia de su antiguo compañero, y al pronunciar el nombre de Hethrir sonrió rugiendo, encantada de dar el nombre del Procurador a alguien que pudiese enfrentarle. Sabiendo que podía tener una aliada en Organa Solo, Rillao escogió con cuidado sus palabras para no ofenderla. Organa Solo aceptó no liberar a los durmientes en ese momento, pero se comprometió a hacerlo en cuanto hubiese rescatado a sus hijos.

Rillao preparó un rumbo al planeta Calcedonia, donde pretendía interrogar a su contacto y averiguar si alguien había traficado con firrerreos en su negocio. La curandera se echó a dormir inmediamente después, y Organa Solo cuidó de su seguridad asegurándose de que R2-D2 le abrochara los cinturones. Sin embargo, Organa Solo no ofreció ropa a Rillao, una metedura de pata que Rillao le mencionó; Organa Solo había creído equivocadamente que los firrerreos no usaban ropa. En cuanto lo comprendió, y durante el camino a Calcedonia, Organa Solo dio a Rillao un traje de salón y una toga larga de seda verde. Para entonces, las heridas de Rillao se habían curado, dejando sólo cicatrices plateadas.

Una vez en Calcedonia, Rillao guió a Organa Solo sin decirle claramente adónde iban; la Princesa temía perder prestigio ante Rillao si osaba preguntarlo. Rillao, por su parte, se extrañó de que el pequeño y leal R2-D2 les siguiese a todas partes. Finalmente, alcanzaron la guarida del indexador que conocía Rillao, y consiguió una reunión no programada. El indexador no estaba satisfecho con ese cambio de sus planes, pero Rillao le halagó diciendo que otros no podrían ayudarla con el problema que ella tenía. Rillao mintió abiertamente diciendo que un grupo de firrerreos se estaba dedicando al esclavismo, traficando con otros firrerreos para adaptarse a los tiempos. El indexador contactó neuronalmente con otros de su especie, emitiendo un atronador pitido, y concluyó que nadie vendía públicamente firrerreos (Esto alivió a Rillao, porque de lo contrario el rastro de su hijo habría sido más difícil de seguir). El indexador, sin embargo, dirigió a Rillao hacia la Estación Asilo, nombre en argot de Crseih, basándose en rumores de que otros esclavistas rivales podrían estar haciendo transacciones secretas allí; a cambio, pidió a Rillao que confirmase si era cierto. Organa Solo no conocía el término Estación Asilo, y Rillao asumía que la Nueva República ya habría cerrado un lugar tan vil.

El Alderaan puso rumbo a Crseih, pero Organa Solo sintió a sus hijos en la Fuerza, y salió del hiperespacio prematuramente para seguir su rastro, entre quejas de Rillao. Ambas encontraron la nave-mundo de Hethrir, y volaron sobre su superficie buscando seres inteligentes. Encontraron un campo de aterrizaje vacío y, a más distancia, un grupo de niños esclavos que se habían fugado, dirigidos por Jaina y Jacen Solo, los hijos de cinco años de Organa Solo, que combatían con notable éxito a los próctors, alumnos condicionados de Hethrir. Aunque Rillao no mostraba interés por la batalla, Chewbacca llamó la atención sobre los niños Solo, y Organa Solo aterrizó la nave de modo que pudiesen subir a bordo. Rillao ayudó a entrar a Jacen cogiéndole la mano, y después ayudó a los demás.

Jacen y Jaina balbucearon incoherentemente para contar a su madre lo que había sucedido, cómo debían proceder para rescatar a Anakin y a otros niños, y expresaron su desagrado por Hethrir que, según contaban, había afirmado ser su padrino. Rillao les dijo que Hethrir no era su padrino, sino un embustero, y después intentó consolar a un niño pequeño que lloraba. La curandera se negó a dar su nombre inicialmente a los niños, pidiendo en vez de eso que la llamasen sólo Firrerreo. Jaina observó el parecido familiar de Rillao con Tigris, a quien había conocido durante su cautiverio, y especuló abiertamente que Rillao fuese la madre de Tigris. Rillao mostró un ávido interés al punto de sobresaltar a Jaina, y pidió a la niña más información sobre Tigris. Jaina y Jacen le contaron que, aunque Tigris seguía a Hethrir, no era realmente malo por mucho que lo intentase; y Rillao confirmó que Tigris no había dado su nombre voluntariamente, sino que Hethrir lo había regalado. Rillao pronunció lentamente el nombre de su antiguo compañero con rabia.

Jacen y Jaina guiaron a su madre y a Rillao al complejo donde habían estado retenidos. Organa Solo pidió a Rillao y a Chewbacca que lo explorasen. Rillao aceptó a desgana dejar a Organa Solo sola con los prisioneros próctors. Rillao encontró a otro grupo de niños seguidores de Hethrir, que Jaina identificó como los ayudantes, y a un cocinero esclavo, a quien Organa Solo puso al mando del planetoide. Chewbacca sugirió que dejasen a los niños en la nave-mundo y la lanzasen hacia espacio republicano por el hiperespacio; y Rillao tardó poco en programar la hiperruta. Organa Solo aseguró la seguridad de todos los niños en el planetoide y lo programó para que volase a Munto Codru, donde la República cuidaría de estos refugiados hasta poder devolverlos a casa. Por lo demás, metió a sus dos hijos en el Alderaan y, junto con Rillao, Chewbacca y R2-D2, puso rumbo a Crseih. Aunque Chewbacca quería hacer los cálculos de astrogación, Organa Solo asignó ese rol a Rillao porque conocía el destino; el wookiee protestó porque Rillao no había navegado en un lustro.

Antes de llegar a Crseih, Rillao observó a Organa Solo con sus hijos y percibió su poder en la Fuerza en forma de un dolor de cabeza sin precedentes. Rillao comprendió que estaba ante jedi y se lo dijo a Organa Solo. Cuando los gemelos se vieron sobrecogidos sólo pensando en Hethrir, Rillao percibió que Hethrir había usado sus poderes oscuros sobre ellos. Rillao les acarició el cabello y usó sus poderes para tranquilizarles y para eliminar la influencia negativa de Hethrir, devolviéndoles la sonrisa. La curandera se alejó hacia la silla de copiloto del Alderaan, pero Organa la siguió. Para entonces, Rillao ya confiaba en Organa Solo y le contó más detalles sobre su pasado con Hethrir. Organa Solo, a su vez, le reveló su auténtica identidad, y Rillao se arrodilló ante ella, reconociendo la reputación de su aliada. También hablaron de sus planes al llegar a Crseih, donde estaba el hermano de Organa Solo, el jedi Luke Skywalker, en una misión completamente distinta. Rillao y Organa Solo intentaron percibir a sus familiares en Crseih usando la Fuerza, pero fallaron y dedujeron que se debía a la gran distancia (En realidad, existía una anomalía en Crseih que dificultaba el uso de la Fuerza). R2-D2 observó que la estrella que orbitaba Crseih estaba en las últimas etapas de su vida, pero Rillao creyó erróneamente que el droide se estaba burlando de ellas.

Rillao, Organa Solo, Chewbacca, R2-D2 y los gemelos recorrieron Crseih como si fuesen una excursión familiar; Rillao cubrió la mayoría de sus cicatrices con su ropa, y daba troncos orgullosa. Jaina identificó la nave en la que los esclavistas se habían llevado a una niña presa con la que había confraternizado, y las adultas hablaron con los vigilantes de la nave. Creyendo éstos que eran compradores de esclavos, les dirigieron a la Logia del Cráter, donde podrían hablar con la dueña de la nave, Lady Ucce. En la Logia, les tomaron por seguidores de Hethrir, y les dijeron que todos habían partido ya a ver a Waru; el encargado preguntó a Rillao cuál era su nombre para anotarlo, pero Rillao explicó que, como era de la misma especie que Hethrir, se negaría a contestar. Como incidente menor, la mascota alada de Jacen se comió un pececito valioso y el encargado protestó, pero Rillao simplemente pidió que lo cargasen en su cuenta y, manteniendo su actitud arrogante, el grupo se fue, ahora buscando a Waru. El primer viandante que encontraron les dirigió hacia el domo donde vivía Waru.

Organa Solo observó que no podía percibir a su hijo pequeño en la Fuerza, y preguntó a Rillao si ella percibía a Tigris. Rillao comprobó que no podía usar la Fuerza adecuadamente por la anomalía de Crseih, y dedujo que tampoco podrían usar sus sables; pero al mismo tiempo, eso impedía a Hethrir acceder a sus propios poderes, y lo consideró una posible ventaja.

El grupo de Organa Solo localizó la casa de Waru y vieron que estaba protegida por próctors de Hethrir. Rillao se sintió animada, aunque Organa Solo temía que Hethrir se les escabullese mientras peleaban con sus sicarios. Organa Solo encargó a Chewbacca quedarse atrás protegiendo a los gemelos, mientras ella misma y Rillao atacaban. Justo cuando entraban, toparon con el marido y el hermano de Organa Solo, respectivamente Han Solo y Luke Skywalker, y su aliada Xaverri. Cada grupo informó rápidamente al otro de la situación. Luke Skywalker, identificando a Rillao como usuaria de la Fuerza, la miró con atención, y ella le devolvió la mirada con frialdad.

Organa Solo y sus amigos entraron en el templo de Waru para ver al joven Tigris sosteniendo al pequeño Anakin entre sus brazos e intentando huir de su enfurecido amo Hethrir: Tigris acababa de impedir que Hethrir sacrificase la vida de Anakin durante una ceremonia a la que asistían los ricos partidarios de Hethrir con sus esclavos además de los próctors. Otro joven esclavo, el canino wyrwulf Guau, se interponía rugiendo entre Tigris y sus enemigos. Anakin vio a su madre y la llamó; Organa Solo corrió al encuentro de su hijo y, en cuanto vio a Tigris, comprendió que éste se parecía físicamente a Rillao.

En la confusión subsiguiente sucedieron varias cosas, entre ellas que Organa Solo tomó a su hijo pequeño pero Hethrir atrapó a Tigris. Skywalker, fascinado por la criatura cuadrada Waru, entró voluntariamente en su interior, mientras Hethrir exigía a Waru que tomase a Skywalekr como sacrificio y a cambio diese a Hethrir grandes poderes de la Fuerza. Skywalker desapareció y Organa Solo saltó tras él. Los adinerados asistentes intentaban escapar mientras los próctors pretendían mantener el control, pero Chewbacca irrumpió con los gemelos Solo, perturbando aún más la situación y favoreciendo una revuelta espontánea de los esclavos.

Rillao se interpuso entonces entre su hijo y Hethrir, y agarró a este último por la garganta en un ataque, lo cual dejó a Tigris aún más confuso. Mientras Hethrir y Rillao peleaban, Han Solo saltó también al interior de Waru. El chico, Tigris, se encontraba confuso: Por su adiestramiento, debería estar ayudando a su amo contra su madre, aún percibida como traidora y merecedora de ejecución, pero se encontraba paralizado. Hethrir intentó activar su sable usando la Fuerza, pero la anomalía de Crseih provocó que el arma estallase entre chispas e hiriese a su usuario antes de caer al suelo destruido. Rillao arañó la cara de Hethrir, de modo que Hethrir dejó caer su segundo sable, y ella dio entonces un salto para alejarse. Ambos estaban ya jadeando mientras se enfrentaban, y Rillao hizo una finta. Pero Hethrir también ocultó sus intenciones, intentó atacarla de un salto, aprovechó para recoger el sable caído, y aprovehcó un momento de distracción para saltar sobre la espalda de su antigua compañera. El Procurador estranguló con su brazo a la curandera, y abrió la boca preparando un mordisco. Si llegaba a lanzar ese ataque, él mordería la columna de Rillao y la paralizaría.

Tigris, temiendo por su madre, agarró la toga de Hethrir para suplicarle que no la matase, y en el proceso abortó el golpe de gracia. Hethrir criticó el movimiento y justificó su acto porque la víctima era una traidora; pero Rillao llamó entonces traidor a Hethrir. Tigris se sobresaltó al oír que insultaban a su amo, y Rillao comprendió entonces que Tigris no sabía que Hethrir era su padre. Rillao le reveló esa verdad en un momento en que la mayoría de seguidores de Hethrir ya se habían rendido.

Hethrir acusó a Rillao de mentir, acto propio de quien traicionaba su juramento al Imperio; pero Rillao podía contrarrestar ese argumento con uno equivalente: Hethrir había roto su juramento de amor hacia Rillao. En vez de negar eso, Hethrir lo reconoció al intentar justificarse, y entonces se dio cuenta de que acababa de reconocer ser el padre de Tigris. Cuando Rillao apeló a su amor paternal, Hethrir no ocultó su desprecio por haber tenido un hijo sin poderes de la Fuerza que nunca podría hereder su trono; tales palabras humillaban especialmente a Tigris.

Hethrir intentó alejarse de Rillao y de Tigris, subiendo al altar de Waru para exigirle poder ahora que había devorado a Skywalker. Tigris intentó seguir a su amo, pero Rillao le aferró; el niño se resistía a estar con esa extraña, pero Rillao insistía en que Hethrir no merecía la vida ni la lealtad de Tigris.

Resultó que Waru no había conseguido devorar a Skywalker, ni a su hermana, ni a su cuñado: Los tres salieron indemnes del interior de la criatura. Enfurecido, Waru acusó a Hethrir de haberle fallado y extendió su superficie dorada sobre el Procurador. Hethrir gritó aterrado, y para cuando él ya no estaba, su grito aún perduraba. La influencia en la Fuerza afectó a los jedi presentes, haciendo que Rillao se estremeciese y dando a Tigris la ocasión de liberarse. Mientras Waru se reducía hasta el tamaño de un puño, Tigris corrió hacia la tarima. Rillao se lanzó tras él y le aferró con fuerza por el tobillo, pero Tigris forcejeó contra ella, dejándola sorprendida al punto de volver a soltarle. Rillao gritó desesperada mientras Tigris sostenía el pequeño objeto sólido que había sido Waru. Waru se contrajo hasta desaparecer, llevándose consigo a Hethrir, y Tigris se derrumbó lloroso en el suelo.

Rillao alejó a Tigris del escenario entre palabras amables y con la ayuda de Xaverri, pero Tigris estaba alicaído, cabizbajo y enfurecido, gritando a su madre que no pronunciase su nombre y evitando sus abrazos mientras seguía buscando la esfera de Waru. Organa Solo se acercó a la compungida Rillao y le aconsejó que diese tiempo a Tigris; le ofreció la ayuda de Skywalker, pero Rillao la rechazó, porque quería evitar influencias externas mientras Tigris se encontraba a sí mismo. Organa Solo también ofreció a Rillao y Tigris asilo en Coruscant, algo que atentaba contra el orgullo firrerreo de Rillao; viendo la respuesta de la curandera, Organa Solo lo justificó como su forma de pagar a Rillao por lo que había hecho. Organa Solo decidió no pronunciar el nombre de Rillao como forma de coacción.

Rillao se quedó con Organa Solo y su familia mientras Tigris salía del templo, ascendía media colina en el exterior y se sentaba en el suelo ante la mirada de su madre. R2-D2 se acercó con noticias: La estrella del sistema estaba alcanzando un estado crítico y destruiría el espacio local en menos de tres horas, en parte por las anomalías causadas durante la destrucción de Waru. Organa Solo dirigió a toda su familia hacia su nave, y pasaron ante Tigris. Rillao pidió a su hijo que les acompañase para no morir, pero Tigris alegó que no le importaba. Organa Solo, Anakin y Han Solo convencieron a Tigris de que les acompañase por su propio pie, y Skywalker animó a Rillao porque empezaban a llegar a Tigris; Rillao y Han Solo estaban de acuerdo en que Tigris no quería morir.

Una vez a bordo del Alderaan, Skywalker explicó que sus sentidos de la Fuerza se veían afectados por la estrella, y Rillao reveló tener también poderes y un sable láser. Skywalker propuso que entrenasen esgrima cuando saliesen, y Rillao no se negó. Después, la curandera se unió a los demás pasajeros en la cabina del Alderaan. Su dolor de cabeza fue creciendo según pasaba el tiempo, al igual que el de Skywalker, hasta que saltaron al hiperespacio rumbo a Munto Codru. Skywalker estaba llevando mucho peor los dolores, y Rillao se ofreció a ayudarle con sus poderes mientras profería un chascarrillo. Tigris estaba mirando en silencio a su madre en ese momento.

La situación acabó sin más víctimas, gracias a que R2-D2 pudo activar el olvidado hipermotor de la propia Estación Crseih, y la destrucción del sistema solar impedía que volviesen a darse las condiciones propicias para traer a una criatura extradimensional como Waru.

Al fin sin la influencia de Hethrir, Tigris acompañó a Rillao a Coruscant, donde ambos se unieron a la Nueva República. Rillao consideró seriamente la posibilidad de aprender los caminos de la Fuerza de la mano de Luke Skywalker.

Más tarde, la Nueva República liberó a todos los otros firrerreos e intentó reubicarlos como ciudadanos del planeta Belderone. Belderone había sufrido daños a manos del Imperio, y los firrerreos podían ayudar a reconstruirlo a cambio de ser ciudadanos. Sin embargo, los nativos de Belderone se oponían al acuerdo, especialmente porque Rillao había sido sirvienta del imperial Darth Vader en el pasado. Afortunadamente, los belderonianos cambiaron de opinión tras ser convencidos por uno de los suyos, Flint.

El Sin Nombre: Este varón firrerreo tenía el cabello a tiras doradas y marrones, y lo llevaba a tiras y erizado alrededor de su rostro y mentón en forma de patillas. De especie reconocible a simple vista, él era un hombre esbelto de la misma estatura aproximada que Rillao Vivía en el planeta Firrerre. Tenía nombre, pero no lo quería dar a la ligera: Los firrerreos creían que, si alguien pronunciaba en voz alta el nombre de un firrerreo, ese firrerreo estaba precondicionado a obedecer a quien lo hubiese dicho. Similarmente, el Sin Nombre tendía a repetir el nombre de las personas con quien hablaba en un intento de obtener poder sobre éstas. De acuerdo con otra tradición firrerrea, el Sin Nombre se negaba a sentir gratitud por favores ofrecidos espontáneamente sin que él los pidiese.

En 1 DBY, Hethrir, un firrerreo adepto del lado oscuro de la Fuerza, fue nombrado Procurador de Justicia Imperial, entre cuyas misiones estaba condenar a los planetas que desafiaban al emperador Palpatine. En un intento de demostrar su lealtad, Hethrir ayudó a destruir su mundo natal, Firrerre. Hethrir hizo capturar a miles de firrerreos y encerrarlos en veinticuatro cargueros de pasajeros, dejando a millones de ellos, incluidos muchos niños, en la superficie planetaria. Antes de que esas naves se alejasen, Hethrir envió a la Brigada Choque Estelar a Firrerre para que liberasen un virus incurable en la atmósfera. Los supervivientes veían morir a millones de sus congéneres desde las naves que partían. Uno de estos supervivientes era el Sin Nombre.

En su maldad, Hethrir envió los cargueros a colonizar nuevos mundos en un viaje sublumínico que duraría un milenio. Los firrerreos fueron crionizados en animación suspendida, desnudos en ataúdes de sueño con tapa transparente. Hethrir pretendía vivir mil años y después ir a buscarles para saquear lo que hubiesen construido. La comunidad galáctica ignoraba que quedaban estos firrerreos con vida, y consideraba que la especie se había extinguido. La compañera de Hethrir, la curandera Rillao, que conocía el plan de las naves, se horrorizó al punto de abandonar a su marido.

El emperador murió en 4 DBY, y el Imperio empezó a secesionarse. Hethrir entonces desapareció de la vida pública para fundar su propia facción en las sombras, el Imperio Renacido. El antiguo Procurador, que seguía usando ese título, pretendía llegar a ser el nuevo emperador y buscó asociados podersos. Queriendo reunir dinero, recurrió al esclavismo: Visitó varias veces sus naves sublumínicas, cuya ubicación exacta sólo él conocía, y se llevó a varios firrerreos para venderlos como esclavos, especialmente niños. A veces despertaba a los padres para atormentarles diciéndoles que se llevaba a sus hijos, y así doblegar también la voluntad de sus progenitores, haciendo de éstos unos potenciales esclavos más sumisos. Es posible que el Sin Nombre fuese afectado por estas tácticas.

En 9 DBY, Hethrir encontró a su compañera fugitiva Rillao y la capturó con vida. La encerró en la misma nave donde dormía el Sin Nombre pero, en vez de crionizarla, la dejó en un complejo aparato de tortura parecido a una telaraña, con lo que ella estuvo despierta y sufriendo costantes cortes en sus extremidades. De algún modo, el Sin Nombre aprendió a operar los controles del instrumento de tortura, y descubrió también que, si alguien intentaba simplemente cortar las hebras, conseguiría sólo herir más a la víctima. Sin embargo, el Sin Nombre creía erróneamente que Rillao era la culpable del exilio de los firrerreos, y que por eso el Imperio la había condenado a ser torturada.

En 14 DBY, el cementerio naval fue descubierto por la Princesa Leia Organa Solo de Alderaan, que estaba rastreando a Hethrir por un crimen que éste acababa de cometer. Organa Solo y sus asociados, el droide R2-D2 y el wookiee Chewbacca, subieron a bordo de una de las naves, y allí encontraron a los firrerreos congelados. Organa Solo, que creía que los firrerreos estaban extintos, descongeló aleatoriamente a uno de los durmientes, el Sin Nombre, porque quería darles la ocasión de reconstruir su civilización.

El Sin Nombre despertó a tiempo de ver cómo Organa Solo intentaba descolgar a Rillao. Él hizo notar su presencia y le explicó que nunca la liberarían así. R2-D2 intentó manipular los controles del aparato de tortura, pero los sistemas de seguridad hicieron que el pequeño droide diese un salto, lo cual el Sin Nombre encontró divertido.

Organa Solo pidió al Sin Nombre que la ayudase a liberar a la cautiva torturada, puesto que él mismo había recibido ayuda, pero el Sin Nombre le negó esa gratitud. Organa Solo decidió negociar con él, preguntándole qué quería a cambio de su ayuda y, cuando el firrerreo dijo que quería su libertad, Organa Solo le garantizó que sería suya. Sin embargo, como ella desconfiaba de él, decidió ocultar su identidad con el seudónimo Lelila, y la de Chewbacca con el mote Geyyahab. El Sin Nombre había reconocido a la Princesa Leia, pero no lo dijo y aceptó llamarla Lelila, cosa que hizo repetidas veces para intentar controlarla. Él se negó a decir su propio nombre, pero gustoso dio el de Rillao. Después, a cambio de su libertad, manipuló los controles y consiguió que la ensangrentada Rillao fuese liberada. Organa Solo hizo que Chewbacca la llevase a la nave en que habían venido, el Alderaan.

Mientras el equipo médico del Alderaan intentaba curar a Rillao, Organa Solo habló con el Sin Nombre. Supo entonces que el Sin Nombre no se preocupaba por ella, puesto que no pertenecían al mismo clan, y que de hecho culpaba a Rillao de que estuviesen exiliados. Organa Solo indagó sobre la cultura firrerrea, averiguando que los firrerreos dormían tumbados (La pregunta resultó sorprendente para el Sin Nombre), y ofreció un guiso al Sin Nombre. Éste devoró dos platos de guiso usando los dedos como cubierto, y sin sentir gratitud porque no había pedido comida.

Organa Solo explicó entonces que el Imperio había caído, y el Sin Nombre se sintió ofendido porque había sido engañado: Él había pedido su libertad a cambio de un favor pero, para entonces, su libertad ya le pertenecía. Organa Solo reconoció la manipulación, ganándose el respeto a desgana del Sin Nombre.

El Sin Nombre se levantó y se alejó andando sin dar explicaciones a Organa Solo. Ella le preguntó si iba a despertar a su gente, y el Sin Nombre le preguntó si podrían volver a Firrerre. Organa Solo le dijo que su mundo estaba en cuarentena porque el virus destruía las formas de vida que aterrizasen. Los hombros del Sin Nombre se desplomaron en desánimo y él chilló ferozmente mientras Organa Solo intentaba enderezarle. El Sin Nombre preguntó a Organa Solo si ella había envenenado su mundo, pero Organa Solo le explicó que no, y que su propio mundo, Alderaan, también había caído ante el Imperio.

El Sin Nombre decidió volver a su criosueño, porque así viajarían durante muchos años sin envejecer, y quizá no quedase recuerdo del Imperio para cuando llegase. Organa Solo intentó convencerle de que podrían tener otro mundo, pero el Sin Nombre no mostró interés en ello ni en la Nueva República de la que hablaban. Se despidió de Organa Solo y respondió a su última pregunta: El Sin Nombre repetía constantemente el falso nombre de Organa Solo en un intento de ganar poder pero la había reconocido y, como el seudónimo resultaba incómodo a Organa Solo, el Sin Nombre apenas conseguía poder.

Organa Solo aceptó dejar ir al Sin Nombre, pero se llevaría a Rillao para interrogarla. Organa Solo creía, contrariamente al Sin Nombre, que Rillao había sido torturada por los criminales que Organa Solo estaba persiguiendo en ese momento. Sin embargo, tras hablar con el Sin Nombre, Organa Solo entendía que los firrerreos eran un pueblo complejo, y decidió no mostrar compasión con Rillao como había hecho con el Sin Nombre porque no le había servido. También repetiría el nombre de Rillao para manipularla, y le ofrecería un guiso como había hecho con el Sin Nombre.

Una vez empezó a ganarse la confianza de Rillao, Organa Solo se planteó despertar a los otros firrerreos durmientes, pero Rillao la convenció de que aplazase esa tarea para que sus enemigos no le sacasen más ventaja. Organa Solo, sin embargo, prometió volver a liberar a los firrerreos.

Al haber visto al Sin Nombre y a Rillao sin ropa, Organa Solo dedujo erróneamente que los firrerreos no llevaban vestimentas; sin embargo, eso se había dado porque ésta estaba en un instrumento de tortura y aquél en hibernación. Rillao pidió a Organa Solo algo con que cubrirse, y Organa Solo lo hizo, a la vez que se excusaba explicando su razonamiento. Al hacerlo, mentó al Sin Nombre sugiriendo que podría haber sido amigo de Rillao, algo que a ella le ofendió mucho.

Organa Solo cumplió su palabra: Cuando Hethrir dejó de ser una amenaza, ella envió una nave neorrepublicana a rescatar a los firrerreos de sus cargueros. Quedaban únicamente unos pocos miles de firrerreos en la galaxia, y la Nueva República les buscó un planeta donde ir: Los nativos de Belderone, tras cierta reticencia inicial, aceptaron acoger a estos refugiados. Posiblemente el Sin Nombre iba con los firrerreos allí.

Eventualmente, los firrerreos de Belderone fueron aniquilados durante la guerra contra los yuuzhan vong, aunque unos pocos lograron sobrevivir. No conozco el destino específico del Sin Nombre. No es como si el chico hubiese dado muchas pistas para seguirle el rastro, ¿verdad?

Tigris: El joven Tigris fue el retoño de dos firrerreos usuarios de la Fuerza: Lord Hethrir, Procurador de Justicia imperial y agente del lado oscuro, y la curandera Rillao, cuyos poderes venían de la luz. Hethrir y Rillao estaban aprendiendo a usar sus poderes con Darth Vader como su mentor y, cuando se enamoraron, Vader se alegró: El lord del sith tenía esperanzas de entrenar al niño desde muy pequeño para hacerle malvado. Pero, mientras que Hethrir sucumbió fácilmente al lado oscuro, Rillao rechazó la instrucción de Vader. Ella se alejó sutilmente de su maestro y de su compañero, a quienes empezaba a temer. Cuando ella quedó embarazada, se lo ocultó a ambos.

Mientras tanto, Hethrir era nombrado Procurador de Justicia y, en una demostración de lealtad al Imperio, arrasó su planeta natal Firrerre, matando a millones de personas y aparentemente extinguiendo la especie, aunque Rillao descubrió que Hethrir había raptado y crionizado a un número de firrerreos, a los que retenía en astronaves. Horrorizada ante los actos de su amante, Rillao huyó de él.

Aproximadamente en 1 DBY, Rillao dio a luz a su hijo varón, al que llamó Tigris, en un planeta pastoral lejano e insignificante. Tigris tenía piel pálida, ojos negros grandes y cabello a tiras negras y plateadas, y era físicamente parecido a su madre. Tigris no tenía el potencial de utilizar la Fuerza, lo cual alegró a Rillao: El niño, razonó ella, podría llegar a ser un artista, científico, diplomático o explorador, pero nunca un jedi.

Tigris creció en paz y soledad, relativamente feliz y aburrido. Rillao le ocultó la identidad y destino de su padre, y ejerció su profesión para dar a su hijo alimento y ropas.

En 4 DBY, el emperador y Vader murieron en la batalla de Endor, y el Imperio, sin un líder claro, empezó a derrumbarse. Rillao dio por muerto a Hethrir, pese a lo cual siguió temiendo por ella misma y por su hijo. En realidad, Hethrir había sobrevivido e iniciado su propio gambito para hacerse con el poder como líder de su propia facción secreta, el Imperio Renacido, financiado a través del apoyo de ricos partidarios y del tráfico de esclavos raptados, muchos de ellos preadolescentes. Cuando Hethrir secuestraba a seres con potencial para la Fuerza, especialmente seres humanos, los entrenaba en el lado oscuro como su propio ejército usando una escuela donde la disciplina era vital.

Con vastos recursos a su alcance, Hethrir pudo rastrear, encontrar y derrotar a Rillao, aproximadamente en 9 DBY. Al descubrir que tenía un hijo, Hethrir planeó hacer de Tigris el heredero del Imperio Renacido. Hethrir encerró a Rillao en una telaraña de tortura a bordo de uno de los cargueros llenos de firrerreos crionizados, y se llevó consigo a Tigris.

Pero el niño rápidamente decepcionó a su padre cuando éste descubrió que había engendrado a un simple mortal sin poderes de la Fuerza. Hethrir decidió que Tigris no podía sucederle en el Imperio Renacido, así que convirtió al chico en su esclavo personal. El antiguo Procurador de Justicia decidió no revelar a Tigris que era su padre, y le manipuló con palabras para que despreciase a su madre, tomándola por una débil y necia traidora; como Tigris recordaba a su madre acariciándole cariñosamente el pelo, Hethrir le dijo que ella había usado tales mimos para arrebatarle su habilidad de usar la Fuerza. Según la creencia firrerrea, si una persona pronuncia el nombre de un firrerreo, entonces esa persona gana poder sobre el firrerreo; por ello, un firrerreo a menudo se resistía a revelar su nombre, y por ello también, Hethrir revelaba el nombre de Tigris a otros.

Hethrir hizo entrenar a Tigris en algunas tareas insignificantes: Aunque Tigris no sabía pilotar, ayudaba a llevar la inmensa base móvil de Hethrir, la nave-mundo. Tigris, fascinado por el hiperespacio, deseaba explorarlo en un traje de vacío, pese a que otras personas le decían que eso era imposible. Tigris tampoco sabía utilizar arma alguna, aunque dedicaba todo el tiempo posible a entrenar su propio vigor, practicando con una espada. Procuraba hacerlo de noche, a oscuras, para que nadie se burlase de él, y a veces sacrificaba horas de sueño en el proceso. Él sólo vestía con togas feas y sucias, no pudiendo lavarse o peinarse el pelo con regularidad (aunque sus necesidades estaban cubiertas y no tenía que pagar por nada). Los alumnos aventajados de la escuela del lado oscuro recibían títulos como ayudante o próctor, pero a Tigris le estaban vedados; en vez de eso, el chico debía servir mesas, vigilar en los recreos y cuidar de niños pequeños, tareas que otros percibían como indignas. Una de las tareas de Tigris fue limpiar la sangre de los árboles talados por Hethrir para amueblar una de sus cámaras; lo excepcional de la madera había fascinado al chico. Al mismo tiempo, como Tigris era de naturaleza misericordiosa, él se veía afectado por los llantos de los chiquillos, y les proporcionaba comida y pequeñas comodidades en contra de las instrucciones de su amo.

En una ocasión, Hethrir llevó a Tigris a ver a su madre cautiva y martirizada, para que ella oyese a su hijo criticarla y acusarla. Aunque Tigris le dio la espalda a Rillao, literal y metafóricamente, ella tenía aún esperanza en que el chico pudiese redimirse.

Hethrir no dudaba en humillar a Tigris: En una de las ceremonias de la escuela, Hethrir daba a un alumno un sable láser para que intentase encenderlo usando sólo el poder de la Fuerza, y quienes lo lograban, eran aceptados en un club privado; pero Tigris nunca lo consiguió, pese a varios intentos. En uno de ellos, Tigris pidió a Hethrir que le permitiese probar con un sable láser corto que llevaba el Procurador, pero sólo se ganó una mirada de desdén.

Tigris admiraba cada acto de Hethrir, incluyendo su valor al no utilizar un catador en sus comidas. Aunque constantemente era regañado por ser demasiado clemente, el chico buscaba la aprobación de su amo y ansiaba que le ordenase algo importante; sin embargo, Tigris creía que Hethrir pronto se desharía de él, vendiéndole como al resto de los chicos "inferiores".

Hethrir había hecho un tarto con el enigmático ser extradimensional llamado Waru en el bazar de la Estación de Investigación Crseih. Waru pretendía ser un curandero, aunque en ocasiones absorbía la fuerza vital de las personas puestas a su cuidado, alegando que era demasiado tarde para salvarlas. Hethrir, que sabía la verdad, ofrecía a niños con potencial de la Fuerza a Waru para que incrementase sus capacidades, y en otras ocasiones le sacrificaba a sus enemigos. El Procurador pretendía ofrecer un chico con muy alto potencial de la Fuerza a Waru como sacrificio, a cambio de recibir grandes poderes de la Fuerza propios; al mismo tiempo, Waru podría volver a su universo. Esto era sin embargo un secreto: Según decía Hethrir a sus alumnos, Waru realizaba un ritual de purificación, y Tigris creía que era un honor ser sometido a algo así.



Tigris a los 12 ó 13 años

En 14 DBY, Hethrir decidió secuestrar a los tres hijos de la Jefa de Estado de la Nueva República, Leia Organa Solo. Los gemelos Jacen y Jaina, de cinco años, y Anakin, de tres y medio, eran los nietos de Darth Vader, y Hethrir creía que satisfarían las necesidades de Waru. El rapto tuvo lugar en Munto Codru, donde Organa Solo había ido en visita diplomática con sus hijos, y Hethrir capturó también a un niño nativo, el wyrwulf llamado Guau. Los niños inconscientes despertaron en la nave-mundo, donde Hethrir les dijo que sus padres habían muerto y que él se haría cargo de ellos en adelante. Encargó a Tigris, para entonces de doce o trece años, que les cuidase. Los niños Solo sospechaban que Hethrir les estaba engañando, y se rebelaron contra él, así que el Procurador hizo que Tigris les encerrase por separado. Tigris obedeció y volvió con su amo, que le regañó por tomarse demasiado tiempo. Tigris reconoció su culpa, lo cual le libró del castigo, pero al mismo tiempo descubrió que el apuro de esos niños le afectaba mucho emocionalmente.

Hethrir informó a Tigris de sus planes: Llevarían al pequeño Anakin Solo a Crseih para que Waru lo purificase (En realidad, Hethrir iba a entregar al benjamín Solo como ofrenda porque era el más poderoso de los prisioneros, y contaba con que Waru lo matase). Como Tigris simpatizaba especialmente con Anakin, aquél se alegró por éste; sin embargo, no dudó en decir a Hethrir que encontraba la situación irregular de acuerdo con sus protocolos. Hethrir intimidó a Tigris para que obedeciese entre disculpas, y después le instó a que cambiase de actitud en vez de ofrecer excusas.

Tigris después encontró a Jaina intentando salir de su cuarto en desafío a Hethrir. El chico regañó a la niña por ser impertinente, y amenazó con dejarla sin comer salvo que ella formase y desfilase con otros alumnos. De nuevo rebelde, Jaina desfiló a un ritmo distinto, y cambió el ritmo de sus compañeros. Tigris intentó regañarla de nuevo, pero fue interrumpido por Hethrir. El Procurador de Justicia recriminó a Tigris por no imponer debidamente su autoridad, y después canceló el desayuno de todos. Tigris obligó a Jaina a entrar en su cubículo a memorizar información propagandística.

Hethrir convocó a Tigris para que le acompañase en una reunión, sirviendo de niñera al pequeño Anakin Solo, que se había quedado dormido, y a su presunta mascota Guau. Tigris estaba sorprendido de que Anakin durmiese tanto, más que ningún otro niño pequeño que Tigris hubiese visto, pero en todo caso Tigris obedeció a su amo y acudió a la reunión, sentándose en la alfombra a los pies de la silla de Hethrir (lo cual para Tigris era un honor). En la reunión, Hethrir recibió a tres de sus partidarios, Lord Cnorec, Lord Qaqquqqu y Lady Ucce, y les ofreció pujar por la licencia de distribuir los niños esclavos entre los imperiales leales. Cnorec protestó por lo alto de la puja inicial, Hethrir le mató sin tocarlo, y Tigris se sintió horrorizado no sólo por el castigo, sino porque alguien hubiese dudado de Hethrir. Ucce ganó la puja, y Hethrir le permitió llevarse además a Guau como premio. En su inocencia infantil, Tigris creía que las personas al servicio de Hethrir eran realmente liberadas, no apresadas, y que los otros amos estaban limitados a exigir la lealtad de sus esclavos.

Mientras tanto, Leia Organa Solo y Chewbacca el wookiee rastreaban en secreto a Hethrir, y en el proceso encontraron y liberaron a Rillao. Rillao ansiaba conocer el destino de su hijo Tigris, e intentó averiguar si la nave esclavista en que éste viajaba había sido destruida. Motivada por un reencuentro con Tigris y un enfrentamiento con Hethrir, la curandera aceptó ayudar a Organa Solo. A través de un contacto de Rillao, descubrieron que Hethrir podría estar oculto en Crseih, hacia donde pusieron rumbo.

Hethrir había decidido viajar a Crseih en su propia nave, más pequeña que la nave-mundo, así que hizo que Tigris, Anakin y once próctors le acompañasen al campo de aterrizaje. Los próctors no ocultaban su desprecio hacia Tigris y, si bien Tigris lamentaba la situación, procuraba centrarse en hacer que Anakin se comportase correctamente por respeto a Hethrir, y al mismo tiempo intentaba calmarle. Cuando Anakin dejó de gritar intimidado por la presencia de Hethrir, Tigris se sintió orgulloso de que el niño, como él, reconociese el poder de su amo. Todos subieron a bordo y, ante un gesto de Hethrir, Tigris ató a Anakin a un asiento, fijándose en los problemas que pudiese tener el niño. Hethrir exigió la presencia de Tigris en la cabina, lo cual celó a los próctors e hizo llorar a Anakin por perder la compañía de su amigo. Tigris dudó si quedarse con el niño, pero Hethrir insistió en que le acompañase, y Tigris sólo pudo esperar que alguno de los próctors ayudase a Anakin si hacía falta. Una vez en la cabina, Tigris se sintió orgulloso de poder sentarse de copiloto, y se avergonzó de que Hethrir tuviese que regañarle por enésima vez por no haberle obedecido a la primera. Hethrir despegó la nave sin una palabra, y todo lo que Tigris podía oír eran los llantos de Anakin. Una vez estuvieron de camino, Hethrir se retiró a sus aposentos a meditar y concedió a Tigris por primera vez el honor de dormir a las puertas de su camarote, sin manta ni colchón.

La nave-mundo quedó atrás, pero sucedieron eventos importantes: Jaina y Jacen habían liderado una fuga de la escuela, desafiando a los próctors; y Organa Solo y sus asociados, en la nave Alderaan, encontraron la nave-mundo y a los niños. Cuando Jaina vio a Rillao, observó el parecido familiar de ésta con Tigris y lo mencionó en voz alta. Ello excitó a Rillao, que pidió a la niña información sobre dónde y cómo estaba su hijo. Jaina dijo que Tigris seguía a Hethrir, pero que el niño no era un próctor, ni tampoco era malvado aunque lo intentaba. Rillao preguntó si Tigris había dicho su nombre a Jaina, y ella confirmó que Hethrir se lo había revelado, lo cual hizo que Rillao se retorciese de rabia. Rillao también interrogó a los próctors para averiguar de su hijo.

Al oír a Anakin llorar durante la noche, Tigris decidió ir a verle porque no tenía órdenes de permanecer en la puerta, sino que había recibido permiso. Como los próctors ignoraban a Anakin, Tigris lo tranquilizó, lo limpió y le dio comida, deseando que el niño estuviese fuerte para la purificación. Anakin ofreció compartir su comida con Tigris, sorprendiendo al chico, pero también pidió galletas y la compañía de sus padres, llegando al borde de un llanto. Tigris intentó explicar a Anakin que sus padres le habían rechazado y que Hethrir les había adoptado a todos. Hethrir interrumpió la reunión, enojado, y revocó el permiso de Tigris para ayudarle, enviando a ambos niños al compartimento de pasajeros. Aunque Tigris estaba aterrado, Anakin, con más tranquilidad, le ofreció una sabrosa pieza de fruta para tranquilizarle.

La nave de Hethrir aterrizó en Crseih, y Tigris siguió al séquito, cargando con el niño Anakin. Tigris se sentía fascinado por la bulliciosa multitud, pero intentó seguir a Hethrir sin detenerse. Anakin echó mano a un dulce en el mostrador de un mercadillo, y el dependiente exigió a Tigris que abonase el precio. Tigris no estaba familiarizado con esta clase de transacciones y se encontró confuso; acabó devolviendo el alimento y corriendo en la multitud, intentando dar con los veloces próctors rápidamente. Los viandantes dejaban paso al imponente Hethrir, pero no eran tan generosos con Tigris, y el niño temía además que Hethrir hubiese notado su distracción.

Hethrir guió a su grupo a un parque tranquilo, donde Anakin encontró a un viejo conocido: C-3PO, el androide de su madre. Anakin corrió a abrazar a C-3PO, algo que Hethrir desaprobaba. Hethrir intentó convecer al droide de que había confundido al niño con otro, y Tigris intentó que el pequeño soltase la pierna del droide. Hethrir decidió atacar a C-3PO con su sable láser y, si bien consiguió inutilizarlo, su sable funcionó mal por las anomalías de Crseih sobre la Fuerza, e hirió también a Hethrir con una descarga de chispas. Tigris se sorprendió de que Hethrir hubiese tenido un problema con su arma, pero aún más de que su amo hubiese blasfemado de dolor; en todo caso, Tigris mantuvo la compostura y tranquilizó al nervioso Anakin. Hethrir le ordenó recoger el sable caído y, cuando Tigris se lo ofreció a su amo, éste lo rechazó.

La nave Alderaan iba de camino a Crseih, llevando a bordo a Leia Organa Solo, Jacen y Jaina Solo, Chewbacca y Rillao. Rillao decidió confiar en Organa Solo y le reveló su origen, incluyendo la niñez de Tigris. Mientras se acercaban a Crseih, Organa Solo intentó usar la Fuerza para contactar con su hermano Luke Skywalker, que estaba en Crseih en una misión distinta, y Rillao hizo lo mismo buscando a Tigris, pero ambas fracasaron por la gran distancia que les quedaba por recorrer.

Hethrir y su séquito fueron a la Logia del Cráter, donde el Procurador daría una conferencia alzándose en un estrado. Tigris preveía que el cabello de Hethrir parecería llamear durante ésta. Los asistentes eran los partidarios de Hethrir en el Imperio Renacido, acompañados de sus esclavos a menudo atados. El chico reconoció a varios de éstos, entre ellos Qaqquqqu y Ucce, y también a un sicofante menor llamado Brashaa que llevaba a Guau usando una cadena por correa; Tigris dedujo que Ucce debía haber entregado el wyrwulf a Brashaa, quizá a cambio de algo. Tigris encontraba raro ver así a los esclavos, muchos de los cuales habían sido niños a su cuidado, pero mantuvo la boca cerrada.

No así Brashaa, que osó desafiar públicamente a Hethrir: Brashaa exigió a Hethrir que dejase de darles largas en vez de tomar medidas más agresivas. Esto atrajo la atención de Anakin, que vio a Guau, e intentó ir por él; Tigris retuvo al niño para que no lo hiciese. Mientras, Hethrir intentaba usar la Fuerza para matar a Brashaa, pero sus poderes estaban debilitados en Crseih, y sólo consiguió hacer sangrar a su víctima. Hethrir, pálido, ordenó a Brashaa irse, pero Tigris comprendió que el poder de Hethrir había fallado, un pensamiento desleal que intentó borrar de su cabeza. Anakin susurró un insulto a Hethrir por su maldad, y Tigris le hizo callar. Mientras tanto, el wyrwulf Guau gateó veloz hacia Anakin, posándose a sus pies pese a que Tigris intentaba echarlo. Anakin acarició la cabeza de su pequeño amigo.

Hethrir dio un discurso de varias horas que Tigris y los otros seguidores escucharon fascinados; Anakin y Guau, sin embargo, se quedaron dormidos, algo que no escapó a la atención de Tigris. Cuando Hethrir terminó de hablar, los asistentes se levantaron para darle un aplauso cerrado, pero Tigris tuvo que quedarse sentado porque Anakin y Guau estaban dormidos en su regazo (y porque sus propios pies hormigueaban). Tigris sonrió al pequeño durmiente, deseando tener un hermano como él. El niño despertó entonce sy ofreció a Tigris algo de comida como la que no había podido comprar (lo cual sorprendió a Tigris porque él había devuelto la comida). Tigris comió rápidamente y se limpió las migas con la manga, y después intentó en vano convencer al somnoliento Anakin para que se irguiese. Hethrir ordenó a todos que le siguiesen, y Tigris instó a Anakin a hacerlo mientras los próctors le insultaban por sus labores de niñera. Tigris apretó los dientes y alzó la cabeza con cierta flema, mientras Guau les seguía voluntaramiente.

El grupo de Hethrir caminó al domo donde Waru ejercía de curandero, y de camino fueron vistos por Luke Skywalker, Han Solo (el marido de Leia Organa Solo) y su asociada Xaverri. No mucho más lejos, ya en Crseih, Organa Solo pedía a Rillao que usase la Fuerza para rastrear a Tigris, pero Rillao le explicó que no podrían usar la Fuerza en Crseih en esas condiciones. Sin embargo, rastrearon al grupo de Hethrir de modos más mundanos, y toparon con el grupo de Skywalker en el exterior del domo de Waru, creando rápidamente una alianza táctica para rescatar a Anakin Solo. Chewbacca aceptó quedarse atrás para proteger a Jacen y a Jaina.

Hethrir, mientras, entró en el domo rodeado por su gente y se acercó a un altar que, para sorpresa de Tigris y Anakin, habló para identificarse como Waru. Hethrir hizo un gesto a Tigris para que trajese a Anakin, pero la multitud no se apartaba a su paso. Tigris lamentó que el feo Guau le siguiese de cerca en vez de abrirle paso, y también deseó ser purificado él mismo para servir mejor a Hethrir. Sin embargo, cuando Tigris alcanzó a Hethrir, Anakin se agarró al cuello de Tigris y no quiso ir con el Procurador. Tigris se tomó un momento para aliviar al niño, pero Hethrir le exigió que lo entregase. Anakin no sólo suplicó a Tigris que no lo hiciese, sino que incluso observó que Tigris estaba llorando por la separación. Finalmente, Hethrir tomó en sus manos al pequeño, que seguía extendiendo sus brazos hacia Tigris. Tigris, mientras, agarraba el collar de Guau y lo retenía para que no interviniese.

Hethrir preparó la ceremonia para entregar el niño a Waru, lo cual produjo varias emociones en Tigris, incluyendo celos, miedo y lamentación. Antes de que Hethrir acabase, sin embargo, Guau se soltó de la presa de Tigris y corrió hacia Anakin, aullando lastimeramente. Tigris se fijó entonces por primera vez en que los niños presentes, Ani y los esclavos, eran prisioneros y no voluntarios, cuando el propio Tigris habría saltado gustoso a la purificación.

Waru extendió sus escamas hacia Anakin, empezando a introducirlo en su cuerpo parecido a oro fundido. Aterrado, Anakin gritó el nombre de Tigris (aunque no conseguía pronunciar la erre) y extendió las manos hacia su amigo. Finalmente, Tigris reaccionó desafiando todo su adoctrinamiento, se abalanzó sobre Anakin y lo arrebató de las manos homicidas de su progenitor. Tigris, con su preciada carga humana, corrió alejándose del altar, mientras Hethrir y Waru rugían de rabia. También rugía Guau, al pie del altar, interponiéndose entre Anakin y los que amenazaban su seguridad.

En ese momento entraron Organa Solo, su hermano y su marido, moviéndose entre la multitud. Anakin les reconoció y les llamó, y Organa Solo vio al niño que llevaba a su hijo; ella decidió que ese niño se parecía a Rillao. Anakin se separó de Tigris y corrió hacia su madre, abrazándola. El problema fue que Hethrir también corrió hacia su hijo y lo agarró de otro modo, concretamente por el cuello de la ropa. Hethrir empezó a agitar e insultar a Tigris.

Luke Skywalker, interesado en la naturaleza inusual de Waru, se acercó al altar, y Hethrir animó a Waru a que se tragase a Skywalker como ofrenda, algo a lo que el propio Skywalker no se opuso; Organa Solo saltó después tras su hermano. Mientras tanto, los seguidores del Imperio Renacido intentaban evacuar el domo mientras los próctors intentaban detenerles; Chewbacca entró como refuerzo de su bando, y los esclavos iniciaron una rebelión. Tigris miraba confuso el caos a su alrededor, pero comprendió que el plan de Hethrir había sido sacrificar a Anakin ante Waru.

Rillao se interpuso entonces entre Tigris y Hethrir, atacando a este último físicamente mientras Han Solo saltaba también al interior de Waru. Tigris se apoyaba en el estrado, pensando que debía ayudar a su amo contra su traicionera madre, pero se sentía paralizado. Hethrir intentó usar su sable, pero éste volvió a fallar, revelando de nuevo la debilidad del Procurador. Rillao y Hethrir combatieron cuerpo a cuerpo, sin armas, hasta que finalmente Hethrir saltó sobre la espalda de su antigua compañera y se preparó para morder la columna vertebral de Rillao y paralizarla. Tigris comprendió lo que Hethrir iba a hacer, y de nuevo le detuvo, esta vez tirando de la toga del Procurador.

Sangrando por el labio por su mordisco fallido, Hethrir amenazó a Tigris, que le suplicaba que no matase a su madre. Hethrir recordó a Tigris la traición de su madre, y entonces Rillao acusó a Hethrir de traidor. Tigris se ofendió por la acusación, y entonces Rillao comprendió que Tigris no sabía la verdad. Rillao dijo entonces a Tigris que Hethrir era su padre. Hethrir intentó convencer a Tigris de que Rillao mentía, algo propio de quien ya había incumplido sus votos para con el Imperio; Rillao dijo entonces que Hethrir había roto sus votos para con ella, y Hethrir no lo negó, con lo que Tigris comprendió que su amo había sido pillado en un renuncio. Hethrir no ocultó entonces que despreciaba a Tigris porque el niño, al no ser más que un ordinario mortal, no podía ser su heredero. Tigris enrojeció humillado, mientras a su alrededor Chewbacca conseguía que los próctors y los seguidores del Imperio Renacido se rindieran.

Hethrir aprovechó el descuido de Rillao para saltar a la tarima y exigir a Waru que le diese grandes poderes. Tigris intentó seguir a su amo, pero Rillao le retuvo físicamente mientras le decía que alguien como Hethrir no merecía su lealtad ni su vida.

Skywalker, Organa Solo y Solo salieron de Waru por su propio pie, sin que Waru hubiese podido alimentarse de su poder. La enfurecida criatura acusó a Hethrir de fallarle, y consumió a Hethrir. La enorme superficie dorada rodeó al aullante firrerreo, y entonces el cuerpo de Waru se redujo rápidamente, dejando paralizados a los usuarios de la Fuerza durante un momento.

Tigris, que no tenía ese problema, se soltó de Rillao y corrió hacia donde Hethrir había estado. Rillao se recuperó y le agarró con fuerza por un tobillo, pero Tigris insistía en ir con su amo. Tigris intentó coger lo que quedaba de Waru, del tamaño de un puño, pero el objeto rebotó y desapareció poco después. Tigris se tiró al suelo sollozando.

Rillao intentó acercarse a su hijo y hablarle con dulzura, pero Tigris la rechazó y le prohibió decir su nombre. Alcaído, Tigris retrocedía sin rumbo, huyendo por el escenario con tal de no estar con su madre. Rillao estaba destrozada, pero Organa Solo le ofreció consejo: Tigris necesitaba tiempo, y borrar la influencia de Hethrir, quizá con ayuda de Skywalker (aunque Rillao se oponía a esto; necesitaba que Tigris volviese por voluntad propia).

Mientras, Tigris se escapaba al exterior del domo y se sentó en el suelo, con Rillao mirándole sólo de lejos. Dos androides pasaron ante Tigris, que los ignoró. Anakin avanzó hacia su amigo e intentó arrastrarle con su familia, pero Tigris se soltó.

R2-D2 reveló que la estrella que orbitaba Crseih era inestable y que debían evacuar la estación. Organa Solo y sus asociados pasaron frente a Tigris de camino a su nave; Tigris desabrochó el cristal de Guau y lo arrojó lejos, pero no se movió. Rillao pidió a su hijo que le acompañase, abandonando la estación condenada, pero Tigris alegó que no le importaba estar allí. Organa Solo usó la lógica contra ese argumento (Si no le importaba, bien podía acompañarles), y Anakin insistió en tirar de Tigris para que le acompañase a su casa. Tigris, comprendiendo que su madre no le había robado su conexión con la Fuerza, aceptó hablar con ella. Han Solo se presentó ante Tigris como un ejemplo de los logros que podía alcanzar alguien que no usaba la Fuerza, y agradeció a Tigris que hubiese salvado a su hijo. Tigris decidió que no le permitirían quedarse atrás, y caminó a desgana con el grupo de Organa Solo. Solo y Skywalker animaron a Rillao por ese pequeño logro.

El grupo de Organa Solo y los niños rescatados estaban a bordo del Alderaan con rumbo a Munto Codru. R2-D2 se les había escabullido para activar el hipermotor de la estación espacial y salvar a todos los que estaban allí. Según estaban saliendo del hiperespacio, Tigris contemplaba a su madre en silencio. Aceptando una oferta de asilo por parte de Organa Solo, Tigris y Rillao fueron a Coruscant, y una vez allí se unieron a la Nueva República.

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Curiosidades


 

Los firrerreos aparecen por primera vez en la novela de Barbara Hambly La Estrella de Cristal (1994). Posteriormente aparecieron sobre todo en referencias que explicaban en más detalle los eventos de la novela, destacando The Essential Guide to Characters (1994) y un anticipo de éste en forma de información sobre Rillao que se publicó en la revista Star Wars Galaxy.

La publicación de 140 fascículos de DeAgostini The Official Star Wars Fact File (2002-2005) no incluye menciones a los firrerreos, excepto en su versión en idioma alemán. En ésta, Rillao tiene dos páginas en el número 104.

Existen una serie de inconsistencias relativas a los firrerreos, a menudo en diversas fuentes de información que se contradicen entre sí. Por ejemplo:

  • En el capítulo 10 de La Estrella de Cristal, Rillao reconoce explícitamente haber sido una jedi, y "estudiante de Vader" (aparentemente siendo esto una especialización de lo primero). Sin embargo, en el artículo Aliens in the Empire, Part 2: To a Traitor Go the Spoils publicado en Hyperspace, se explica cómo el Imperio había torturado a Rillao en busca de información sobre jedi fugitivos, y sólo cuando estuvieron convencidos de que Rillao no estaba afiliada con la Orden Jedi, se la habían entregado a Vader para que la entrenase.


  • De nuevo en el capítulo 10 de La Estrella de Cristal, Rillao cuenta que Vader la había entrenado junto con Hethrir después de que el Imperio destruyese a los firrerreos. Prácticamente todas las otras fuentes (Especialmente The Essential Guide to Characters, The Essential Guide to Planets, Jedi Academy Training Manual y otros capítulos de La Estrella de Cristal) indican una sucesión contraria de eventos: Primero Vader entrenó a Hethrir y a Rillao; después Hethrir impresionó a los imperiales como aprendiz de Vader, y fue nombrado Procurador, y al mismo tiempo Vader pasó a despreciar a Rillao porque ella no aprendía debidamente; sólo entonces el Procurador Hethrir hizo destruir a los firrerreos.


  • El artículo sobre Hethrir en The Essential Guide to Characters menciona la huída de Rillao antes de que Hethrir fuese nombrado Procurador y la horrorizase destruyendo Firrerre. Todas las otras fuentes, incluyendo los artículos de Rillao y Tigris en ese mismo libro, explican que Rillao sólo huyó después de que el Procurador la horrorizase. Jedi Academy Training Manual dice que Hethrir desarrolló sus habilidades y destruyó Firrerre después de "expulsar de su vida" a Rillao y a su hijo aún no nacido; sin embargo, esto puede ser una metáfora referida a que Hethrir dejase de amar a Rillao.


  • El mismo artículo de Hethrir en The Essential Guide to Characters dice que Hethrir secuestró un único carguero llego de firrerreos; el artículo de Rillao dice que secuestró varios cargueros.


  • El artículo de Tigris en The Essential Guide to Characters dice que el planeta natal de Tigris es Firrerre. Esto es una acepción bastante amplia del término planeta natal: Tigris sólo nació después de que Firrerre hubiese sido arrasado.


  • En el capítulo 10 de La Estrella de Cristal, Rillao explica que lleva cinco años encerrada, alejada de su hijo. En el capítulo 3 de la misma novela, Tigris es descrito como un niño de entre doce y trece años; por tanto, Rillao no fue libre para estar con su hijo desde que éste tenía entre siete y ocho años. En el capítulo 8 de la misma novela, Tigris recuerda cómo, cuando él tenía unos diez años, Rillao le había abrazado y le había dicho que le quería, lo cual tuvo que haber sucedido antes de que Rillao fuese encerrada. Es posible justificar esto si Tigris aparenta tener trece años pero en realidad tiene al menos quince.


  • The Essential Guide to Alien Species indica que Organa Solo había liberado a Rillao y sólo después despertó a otro de los firrerreos, el Sin Nombre. En el capítulo 5 de La Estrella de Cristal, Organa Solo despierta al Sin Nombre antes de liberar a Rillao.


  • En The Essential Guide to Alien Species también se cuenta que, después del encuentro con Organa Solo, los dos firrerreos liberados, el Sin Nombre y Rillao, se quedaron en la nave mientras Organa Solo se iba. En el capítulo 8 de La Estrella de Cristal, Organa Solo se va con Rillao, dejando atrás sólo a uno de los dos firrerreos liberados.


  • El artículo de Tigris en The Essential Guide to Characters dice que Rillao estaba esperando a Hethrir y a Tigris en Crseih, pero en la novela La Estrella de Cristal, Rillao llega después, pisándoles los talones.


  • El artículo de Rillao en The Essential Guide to Characters sugiere que Tigris descubrió la verdad sobre su padre antes de que Tigris alejase a Anakin de las manos de Hethrir, mientras que en el capítulo 12 de La Estrella de Cristal sucede en el orden contrario.


  • El artículo de Tigris en The Essential Guide to Characters cuenta que Tigris arrebató a Anakin de los brazos de Hethrir y puso al niño a salvo mientras Hethrir era tragado entero por Waru. En los capítulos 12 y 13 de la novela La Estrella de Cristal se describe que los eventos son sucesivos y no simultáneos.


  • La novela Yoda: Dark Rendezvous describe a Sisseri Deo como un aprendiz jedi, que explícitamente no ha alcanzado el rango de padawan. El artículo sobre Sisseri Deo en The Complete Star Wars Encyclopedia describe a Deo como un padawan.

Los juegos de rol oficiales de Star Wars no han presentado estadísticas específicas para los firrerreos. Sin embargo, hay una ficha de Hethrir en el capítulo cinco de The Dark Side Sourcebook, en la que se indica que los firrerreos son cuasi-humanos a efectos de ese juego de rol. Eso significa que, si bien existen diferencias biológicas y culturales con los humanos, no son lo bastante representativas en sus estadísticas ni les conceden cualidades especiales (Esto es: Se consideran humanos para crear la ficha).



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Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
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