LOS FIA

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Galantos y los Fia


 
"Capitán, aquí en Galantos creemos en hacer las cosas del modo correcto. Todavía no sabemos cuánto piensan quedarse, cuántas personas piensan descender a la superficie, cuál es el propósito exacto de su visita, dónde intentan viajar, etcétera" (Control Espacial de la Ciudad de Al'solib'minet'ri)

Éstos son los fia del planeta Galantos: Una especie alienígena que sigue estrictamente los protocolos, tratando minuciosamente hasta los detalles más insignificantes y, a menudo, enloqueciendo a hasta a los más burocráticos alienígenas en el proceso; a veces los droides de protocolo encuentran a los fia insufribles. Sin embargo, hasta para sus detractores los fia tienen una gran paciencia: Viven en un planeta tectónicamente muy activo, pero han evolucionado para que éste no les afecte negativamente. Veamos hoy a una de las especies menos conocidas del Núcleo.

GALANTOS

Aún estando en el Núcleo, el sector Farlax es muy poco frecuentado. Las principales rutas que pasan por allí son la Circunvalación Widek, que va desde Orooturoo hasta Widek esquivando el Conglomerado Koornacht (todos ellos dentro de Farlax), y la Ruta Comercial Metellos. Quienes pasan por esta zona se acercan a Thobek y Wehttam hasta llegar al sistema Utos, en lo más profundo del sector Farlax.

Utos tiene 8 órbitas. La más externa es Nalzin, un cometa capturado hace mucho. Después vienen tres gigantes gaseosos: Camos, con treintaiuna lunas; Horticar, con once; y Yetoros, con ocho. La siguiente órbita es un cinturón de asteroides llamado El Barrido. En la tercera órbita hay un planeta terrestre, Ducocon, y después viene otro similar, Galantos; ninguno de ellos tiene lunas. Por último, el mundo más cercano al sol Utos es una roca quemada llamada Pomagra.

Para encontrar a los alienígenas debemos centrarnos en el segundo planeta, aunque desde esta distancia no sea en ambsoluto tentador: Desde el espacio, Galantos es una esfera cenagosa de un color marrón verdoso, con pocas señales de civilización avanzada. Los instrumentos de una astronave detectarán rápidamente los datos más fáciles de medir: Día de 31 horas estándar, año de 299 días estándar, gravedad de 0.85 de la estándar, diámetro de 10.840 kilómetros, atmósfera respirable y clima templado. Es un mundo adecuado para la vida.

La vida en Galantos depende de una gelatina de color verde claro que actúa como catalizador biológico. El planeta carece de una capa arable, pero esta sustancia viscosa sirve como catalizador. Se identifica fácilmente porque refleja la luz y es esponjosa y mullida, y además ocupa incontables fosos por toda la superficie. A veces se ve un pequeño charquito, y otras la gelatina llena mares de cientos de kilómetros de diámetro.

En ocasiones un meteoro impacta el terreno yermo lejano a estos mares, y entonces el cráter se llena de una gruesa capa de gel que rezuma desde los estratos inferiores. Para un piloto que se acerque al planeta, los pozos de gelatina no sólo son llamativos, sino que son el lugar donde suelen aterrizar, pese a que sea una superficie blanda. En buena parte se debe a que los pilotos quieren reunirse con seres vivos, y toda la vida habita sobre los mares de gelatina.

El paisaje de Galantos es inestable, y las masas de tierra son propensas a terremotos. Los océanos y lagos gelatinosos ruedan y se arrastran durante grandes tormentas, provocando "gelmotos" que sacuden la superficie y todas las zonas habitables. Al mismo tiempo, Galantos es también rico en minerales fácilmente extraíbles en sus zonas rocosas.

El terreno inusual de Galantos, especialmente por su gelatina, es único en su zona de la galaxia, y hay quien conjetura que único en toda la galaxia explorada. Por ello, el planeta ha obtenido notoriedad entre geólogos planetarios y expertos, pese a que los fia hacen un esfuerzo por no atraer atención externa.



Ilustración de un Skreeskater

Como he dicho, toda la vida prospera sobre mares de gelatina. Los bulbosos árboles toli hunden sus raíces como agujas en la gelatina. Los árboles arbu también tienen agujas, pero éstas enfocan a la superficie, y se utiliza para protegerse de los depredadores.

Acaso la criatura más famosa de Galantos es el skreepatinador, el carnívoro dominante. Su nombre viene de un grito de batalla que usan al atacar, haciendo que la gelatina a su alrededor se agite; y, por supuesto, de su movimiento para cruazr la suave superficie, deslizándose sobre pies de corredor. El skreepatinador es un cazador solitario que suele escarbar agujeros en la gelatina para esconderse ellos; a menudo la piel tiene un color adecuado para el camuflaje. Cuando una pequeña presa pasa cerca, el skreepatinador sale de su escondite de un salto, emboscando a su almuerzo. Es frecuente que le persiga una corta distancia y después use la punta de su pico afilado para ensartarlo.

Muchas bestias del planeta Galantos patinan como el skreepatinador; y otras vuelan aprovechando chorros de aire. El vert'bo hace ambas cosas: Tiene cuatro largas patas como corredores para deslizarse, usando propulsores de popa; pero en viajes más largos, metaboliza en su motor orgánico gases más ligeros que el aire y después los envía a globos de elevación, que le pueden elevar hasta 5 kilómetros de altura, y le permiten moverse a 60 kilómetros hora. El vert'bo pude llegar a medir veintidós metros de eslora, y se utiliza a veces como transporte.

LOS FIA

Los fia son una especie inteligente nativa de Galantos y poco conocida en la galaxia. Han evolucionado para adaptarse a la vida en movimiento sobre una superficie ondulada, oscilante, pegajosa y en constante cambio. Por ello los fia son seres rechonchos, con mucha más masa en la zona inferior de su cuerpo: Los fia tienen anchas piernas en forma de campana, y enormes pies planos, en forma de remo y con dedos palmeados. En la parte inferior trasera de la pierna, entre la rodilla y el pie, hay una suerte de agujero.

Su centro de gravedad es muy bajo, y eso les ayuda a tener un sentido del equilibrio muy fuerte. Además, la especie es inmune a las náuseas y al mareo, y son más resistentes a las heridas y a la enfermedad que la mayoría de seres.

El torso cónico de un fia muestra extraños brazos con dos hombros en pendiente, codos puntiagudos, manos pequeñas y membranas interdigitales.

La cabeza suele ser plana, en forma de lágrima invertida, y de rasgos largos, con unos ojos que parecen transmitir melancolía. La voz de un fia suele ser paciente y calmada, subiendo y bajando de tono mientras enumeran una larga lista de datos, lo cual hace que sea difícil para un humano seguir una conversación. Algunos fia tienen voces de tono alto y musical, y otros menos agraciados suenan con crujidos apagados. Un fia adulto suele medir 130 centímetros de altura, no siendo mucho más alto que un ewok.

Las situaciones de nerviosismo pueden llevar a un fia a tartamudear, y exigirles un gran esfuerzo emocional puede hacer que sus manos tiemblen y su piel se humedezca de sudor. Los fia son vulnerables al daño de un arma bláster, y también a poderes de la Fuerza que afecten su voluntad, tanto negativa como positivamente.


Cultura Fia


 

Debido al entorno constantemente cambiante de Galantos, los fia se han convertido en un pueblo obstinadamente paciente ante el cambio. El protocolo es especialmente importante para ellos, y les resulta esencial llevarlo a extremos que otras especies consideran abiertamente ridículos. Por ejemplo, cuando una nave o convoy de naves pide permiso para aterrizar en Galantos, el sistema de control del puerto espacial agobiará al capitán con incontables preguntas sobre mil y un detalles.

No es que los fia intenten evitar el tratar algún tabú, sino más bien que están dispuestos a cuidar cualquier exhaustivamente pequeño detalle e impedir que ninguna irregularidad pueda afectarles más tarde, aún cuando sea altamente improbable que llegue a darse. Los fia suelen discutir sobre esta clase de tema incluso en sus conversaciones más banales y, cuando se ponen nerviosos al tratar con alienígena, a menudo se sienten más motivados a defender su interés. El droide de protocolo C-3PO encontraba abrumadora la forma de hablar de estos seres.

Aquél que opte por desafiar los cuidados procedimientos de Galantos, se enfrentará a la ira del pueblo fia. Normalmente esto no significa mucho, porque los fia son una especie poco agresiva y sin auténtico poder militar para encerrar a quien desafíe sus cuidadas normativas de seguridad. Los fia tardan en enfadarse, aunque son rápidos en huir. Normalmente son inofensivos y lo peor que pueden hacer es gesticular alocadamente con los brazos, en movimientos ondulados que la mitad de las veces sólo reflejan emociones normales: Excitación, o incluso alegría. A veces estos gestos ocultan precisamente parte de su protocolo, por ejemplo una reverencia especialmente teatral, o una violenta sacudida de cabeza para decir que no (También asienten con la cabeza, por cierto).

Aunque tienen numerosas y estrictas normativas, éstas distan de ser opresivas. El gobierno de Galantos es democrático, y sus burócratas están encantados de ofrecer asilo político y ciudadanía a supervivientes de catástrofes en otros lugares.



Ilustración de una pareja Fia

Los fia son una especie tecnológicamente avanzada, con puertos espaciales en Galantos y acceso a droides médicos (aunque el protocolo exige que cada paciente tenga siempre un médico orgánico responsable, aunque el droide le trate). Utilizan ropa de colores vivos, como el naranja y el azafrán, y en algunos casos ésta toma la forma de una larga toga que se esparce alrededor del fia. Los guardias de seguridad fiana utilizan blásters que por defecto están en modo aturdidor, y los fia también conocen la tecnología de micrófonos de espionaje, aunque Jagged Fel sospechaba que sus capacidades criptográficas estaban muy por detrás de la sofisticación de la Alianza Galáctica.

Acaso el mayor logro tecnológico de los fia es su ingeniería para construir ciudades. Galantos es un mundo con frecuentes temblores y terremotos, y los fia construyen sus ciudades sobre la inestable gelatina viviente. Cada edificio debe ser construido cuidadosamente para poder moverse a la vez que la superficie que le sostenga, y así aguantar la mayoría de "gelmotos" y la tensión que conllevan. Son edificios relativamente flexibles, pero por supuesto pueden sufrir graves daños en caso de un seísmo potente.

En los pueblos más pequeños o asentamientos científicos (estos últimos en las zonas más estables), los edificios se construyen con fibra y piedra, y se rodean con anillos de árboles arbu para alejar a los depredadores. Las ciudades más modernas utilizan ferrocemento y transpariacero, pero en todo caso los fia usan muchos minerales y material de construcción que extraen de las zonas desoladas que hay más allá de las orillas de la gelatina. Culturalmente les hace muy poca gracia ir por allí: Los fia asocian la tierra firme, rígida e inmóvil, con la muerte y desolación, porque en Galantos no hay nada vivo en las zonas estables.

Las ciudades fianas se construyen especialmente para capear estos terremotos. Tienen púas estabilizadoras debajo para poder flotar adecuadamente, y a menudo tienen la forma de una esfera aplanada. Sólo un temblor especialmente fuerte permitiría que los habitantes, y aún los visitantes, notasen algún cambio digno de mención. Las ciudades tienen, extrañamente, suelo de piedra en ciertas zonas.

Los fia son estrictos en su planificación urbanística, delimitando zonas de sus ciudades con fronteras claras y hasta estaciones con guardias armados en los límites. Por ejemplo, un barrio diplomático puede estar más cuidado y tener menos tráfico que el resto de la ciudad. En las ciudades hay rascacielos y tubos de luz que filtran la luz diurna natural para ponerla a nivel de calle. Los pasillos suelen ser muy parecidos, aunque a veces se encuentra una zona cuidadosamente destacada, como un mirador con un cristal decorativo que proyecta varios arco iris en la zona.

Aún con las abundantes extensiones de gelatina, Galantos tiene pocas zonas habitables. Los fia decidieron hace mucho mantener una población escasa para no agotar su ecosistema, así que nunca ha habido más de medio millón de fia en Galantos, y la población de otras especies es mínima: Quizá unos 35.000 humanos y 10.000 seres de otras especies. Los fia rara vez viven fuera de Galantos, y sólo unos 10.000 pueden habitar otros puntos del sector Farlax; encontrar un fia fuera del Núcleo es casi imposible, pero existe comercio con planetas vecinos, con una notable importación de chromita.

Si ya hay pocos sitios donde vivir, aún es más difícil ir de un sitio a otro: La dificultad de establecer rutas seguras de transporte fue muy dura para el desarrollo de la cultura fiana. Sin embargo, dos siglos antes del Imperio, los fia descubrieron la forma de usar globos para el transporte y aprovechar la fauna local flotante, concretamente los vert'bos. El vert'bo se convirtió en el vehículo tradicional fiano, con una tripulación de dos fia y capacidad para cuarenta pasajeros y una tonelada de carga.

Enormes navíos vert'bos empezaron a sobrevolar yermos transportando materiales y ganado a los oasis, y convirtiendo el cielo en estelas de condensación cerca de los pueblos, punteándolo en otras zonas. Rara vez hace falta armar un vert'bo, aunque hay precedentes de cañones láser en torretas o un cañón bláster en cubierta. Un vert'bo nuevo puede costar 50.000 créditos; uno usado se queda en sólo 28.000. Los fia también tienen acceso a speeders y a lanzaderas suborbitales.

La capital y mayor ciudad de Galantos en Ciudad Gal'fian'deprisi, medio hundida en el Mar Gar'glum y cercana a los Yermos Chirk'pn. Gal'fian'deprisi sólo tiene cien mil habitantes y desde fuera parece una almeja con campanarios afilados como agujas. Utiliza boyas repulsoras enterradas para soportar su masa, y no tiene plataformas de aterrrizaje: Los visitantes deben tomar tierra en el yermo, donde hay un puerto espacial, y pagar un billete de vert'bo para ir a la ciudad.

  

La ciudad Gal'fian'derprisi y el parque Toli Net'lseb

Cerca de Gal'fian'deprisi se puede encontrar el Parque Toli Net'lseb, un jardín de un kilómetro de ancho que flota en el Mar Gar'glum. Los vistiantes pueden disfrutar de los árboles toli (claro), de flores aromáticas y de la vida salvaje. El parque tiene un perímetro de energía a su alrededor y una fuerza de seguridad que dispara contra cualquier skreepatinador que se acerque demasiado. Atraídos por estas medidas, fia de otros puntos de Galantos viajan para ver ésta, una de las principales atracciones turísticas de la zona.

En el cielo nocturno de Galantos destaca un óvalo resplandeciente de luz, que consiste en una formación de estrellas llamada Conglomerado Koornacht. Los fia primitivos reverenciaron esta deslumbrante visión y, atemorizados, lo llamaron La Gran Multitud del Círculo de los Cielos, o simplemente "La Multitud". Posteriormente aprenderían a viajar por las estrellas y sabrían que la Multitud es el Conglomerado de Koornacht, pero creen que ése es un nombre muy feo y siguen llamándolo igual, e incluso jurando con la expresión "¡Bajo la Multitud!".

Además de esto, existen diecisiete Dioses de la Edad en la cultura fia, alrededor de los cuales se centra su cultura. El dios Hus'yoyu rige la vida de cada fia desde que éste nace hasta que cumple los seis años, momento en el cual el fia pasa a adorar al siguiente dios de la lista. Los fia de noventa y seis años o más adoran a Erio'anum. Al cumplir los cuarenta años, un fia se consagra a Gotagei (Nótese que esto demuestra que no se cambia de deidad cada seis años). Estos cambios de veneración pueden y suelen cambiar significativamente el comportamiento de un fia: Un fia tímido puede pasar a ser gregario simplemente el día de su cumpleaños.

En general, los fia son amistosos con otros fia, y cautelosos con extraños. Son seres gregarios que aprecian la compañía de los suyos: Un hermitaño fia es casi tan sorprendente como un fia en otro planeta. Estos fia viajeros suelen ser más cordiales que los que han estado asentados en Galantos toda su vida, pero aún así extrañarían la belleza, o lo que sea, de sus hogares gelatinosos y rodantes.

Los fia que vivieron en tiempos de la Nueva República sentían un gran respeto por los héroes de la Alianza Rebelde. Consideraban a Leia Organa una reina guerrera que había congregado a los oprimidos para que se alzasen contra el emperador, salvando a los fia de una (potencial) esclavitud (una descripción por cierto que desconcertó a Organa cuando se le dijo). También respetaban a "el gran Han Solo" y al gran guerrero de la Rebelión que llamaban "el Ackbar", pese a que no habían tenido demasiado trato directo con ellos. Reconozcamos que, en esos tiempos, la Marina de Galantos incluía únicamente dos corbetas de patrulla y un cortador para que viajasen dignatarios, así que tenía sentido respetar y halagar a quienes estaban más capacitados para protegerles.

De hecho, y aún cuando Galantos era un mundo muy aislado y con muy pocos visitantes, los fia nunca escatimaron en hospitalidad: Los aposentos diplomáticos estaban decorados con paneles tallados con imágenes de fauna local, y los muebles asignados a visitantes estaban hechos de una madera tan bien trabajada que parecía una única pieza tallada. Comodidad y lujo eran un requisito para cuando llegaban visitantes.

Los fia tienen su propio idioma, el fiano, que tenía forma escrita, pero casi todos los fia aprendían también a hablar y escribir Básico. Además, los fianos tenían un sistema educativo exhaustivo que les permitía desarrollar aptitudes profesionales e intelectuales. A nivel artístico, la música fiana era extraña a oídos humanos, comparable a una mezcla de silbidos de tono alto y otros poco profundos.


Historia Fia


 

La vida en el planeta Galantos evolucionó sobre los mares verdes. Los antecesores evolutivos de los árboles toli soltaron cápsulas con semillas al viento. Este polen primordial se extendió a múltiples pozos de gel, separados por kilómetros de roca. Eran pues ecosistemas con distinta acidez, luz solar, temperatura y viscosidad, y por ello la vida evolucionó en formas diversas.

Los animales aprendieron a viajar por el yermo en busca de terrenos de caza y nuevos hábitats y entonces los fia, bípedos, desarrollaron inteligencia. Aprendieron a aprovechar los recursos a su alrededor y a manipular el entorno; construyeron comunidades sobre el gel... y se convirtieron en los amos de Galantos.

Galantos está geográficamente en los Mundos del Núcleo, pero esa zona del espacio no fue cartografiada hasta aproximadamente el año 4.000 ABY, es decir, hace relativamente poco (Durante mucho tiempo, el mapa del Núcleo tuvo importantes carencias). Sin embargo, al menos el fia aprendiz de Jedi un fia se unió a la temprana Orden Jedi cerca del año 25.000 ABY, cuando la República Galáctica aún estaba formándose; al parecer se trataba de una excepción.

Después del primer contacto de Galantos con la comunidad galáctica en 4.000 aY, los alienígenas llevaron tecnología a los fia, y los fia, encantados, viajaron a la estrellas y abrieron comercio con el vecino Wehttam.

Poco después, una cantidad reducida de comerciantes republicanos visitaron Galantos. Pocos eran los pilotos que hacían el duro y desagradecido viaje por el sector Farlax, pero los fia les recibían con los brazos abiertos. A lo largo de los años, algunos comerciantes alienígenas operaron almacenes sobre los lechos rocosos planos en los yermos del planeta, creando cierta tradición; los fia no solían mostrar interés por esas zonas.

Siendo un recién llegado, Galantos carecía de la sofisticación cultural de los mundos del Núcleo más famosos, como Corelia o Coruscant. Nunca conseguiría ese estatus.

Después de las Guerras Clon, el emperador Palpatine se hizo con el poder político de la galaxia, y el sector Farlax cayó bajo el control imperial. El Imperio se sintió atraído por unos astilleros navales funcionales en el Conglomerado Koornacht, y principalmente ignoraron el menos fructífero Galantos. Los fia aprovecharon este momento para abrir nuevas vías de comercio y empezaron a importar chromita desde Nuevo Brigia, otro de los planeta del Sector Farlax.

Pero, ocho meses después de la muerte de Palpatine en la batalla de Endor, el Imperio se retiró del sector Farlax y dejó la zona a la deriva económica. Los fia sufrieron las consecuencias de esta crisis y reaccioaron aislándose en Galantos. Pasaron a mirar a los alienígenas con recelo. Sin el Imperio, razonaban, las rutas espaciales de la zona ya no eran tan seguras como antes.

Doce años después de la batalla de Endor, tuvo lugar la Gran Purga en el Conglomerado Koornacht: Una especie nativa, los yevetha, aniquiló varios asentamientos de otras especies en su territorio por motivos xenófobos. Un superviviente del planeta Polneye, Plat Mallar, escapó por poco de un ataque así e intentó alcanzar Galantos en un caza de corto alcance. Temiendo que no lo fuese a conseguir, envió un mensaje detallando su espeluznante experiencia. Mallar fue rescatado por una flota de la Nueva República, pero este gobierno se vio incapaz de intervenir en este territorio por motivos políticos.

Un carguero fia con destino a Woqua interceptó el mensaje de aviso de Mallar. Los fia enviaron su propia nave para rescatarlo, pero para entonces Mallar ya no estaba allí. Los fia se asustaron por el mensaje. Temían que los yevetha fuesen a por Galantos después, temían que el fin de su civilización viniese de su amada Multitud. El poder militar fia era demasiado pequeño para protegerles contra algo así. La población entera sintió pánico.

El máximo mandatario fia Jobath Knox viajó al planeta Coruscant para intentar reunirse con Leia Organa Solo, Jefa de Estado de la Nueva República, y solicitar el ingreso de emergencia de Galantos en la República, para obtener así su protección militar. Jobath consiguió hablar con Organa Solo y convencerla para que considerase esa actuación; descubrió también que otros planetas habían enviado delegados con peticiones similares.

Finalmente, y no sin dificultad, Organa Solo ratificó la petición de Jobath, Galantos pasó a ser miembro de la Nueva República, y las naves de guerra Gol Storn y Thackery fueron enviadas a la zona para proteger Galantos de una posible agresión yevetha. Además, una flota de la Nueva República acabó pasándose por el planeta natal de los yevetha, N'zoth, y la flota yevetha fue diezmada. Los yevetha fueron derrotados antes de que siquiera uno de ellos pudiese pisar Galantos.

Galantos y los fia retomaron sus actividades, aliviados y ahora miembros de la Nueva República. Sin embargo, los yevetha seguían siendo una potencial amenaza, acechando en el cercano Koornacht. La cultura fia quedó traumatizada, pero no lo bastante como para intentar armarse ellos mismos: Estaban convencidos de que sus intentos de crear un ejército no bastarían para detener a los yevetha.

Si los yevetha se recuperaban y volvían a alzarse, y si elegían atacar Galantos, entonces los fia sólo contaban con que la Nueva República les protegiese. ¿Y si la República no estaba en situación de hacer esto? En la década siguiente, su fuerza de defensa pasó a estar formada por sólo cinco escuadrones de cazas ala-Y obsoletos, con la única ventaja de haber modificado los asientos para permitir que fuesen pilotados por fia (Después de todo los fia no tienen en absoluto complexión de humanos).

El planeta era poco visitado por alienígenas, pero fue honrado con una breve estancia de Borsk Fey'lya, un funcionario bothan de la Nueva República. Fey'lya quiso acortar su estancia en Galantos y solicitó ser reasignado, pues le perturbaba la tendencia detallista fiana al punto de impedirle trabajar. Afirmaba que no tenía suficiente paciencia. Los informes de Fey'lya fueron leídos por otros líderes de la República, incluyendo Organa Solo. La decisión oficial después de eso fue que ningún burócrata de la República merecía ser asignado a un lugar como Galantos y el mundo fia recibió pocas visitas oficiales.

Esto no afectó mucho a un pueblo ya de por sí bastante aislado. Ellos siguieron con sus actividades y construyeron al menos dos ciudades.

El comercio empezó a ser afectado por los constantes ataques piratas en el Pase Widek. La banda conocida como Martillo Negro, liderada por la cruel trandoshana Stima Ardella, realizó ataques con su corbeta coreliana, sus cuatro viejos cazas naboo y sus doce swoops armados, y llegó a detener las importaciones y exportaciones. Construyeron su guarida en plena superficie de Galantos, en el Yermo Chrik'pn al borde del Mar Gar'glum, y protegieron sus silos con baterías láser. A menudo atacaban convoyes que iban rumbo a Gal'fian'deprisi, y después paraban a repostar en su base. Un número de comerciantes de Gal'fian'deprisi fueron intimidados y, extorsionados, aceptaron enviar suministros periódicamente a los piratas. El piloto de vert'bo llamado Brabe pretendía desafiar a los piratas, pero no podía hacerlo solo.

Los fia estaban divididos: Ellos nunca habían sido un pueblo belicoso y se resistían a pelear, pero había que proteger el tráfico. Finalmente, el Regidor Jobath Knox reclutó a un grupo de alienígenas en una cruzada para acabar con el Martillo Negro. Brabe tuvo su papel en esta campaña.

Yuuzhan Vong

Damos otro salto y ahora han pasado veinticuatro años desde la Batalla de Endor. Una especie extragaláctica conocida como yuuzhan vong había iniciado una invasión contra toda la civilización conocida; y la Nueva República había sido hasta ese momento incapaz de detenerles. Algunos ciudadanos formaron la Brigada de la Paz, en un intento de negociar con los invasores y ofrecerles lo que hiciera falta a cambio de que se detuviesen. Este sacrificio solía ser grande: Los yuuzhan vong utilizaban materia viva como recurso y a menudo esclavizaban a quienes derrotaban para usarlos en tareas peligrosas. Pero los fia estaban relativamente tranquilos porque los yuuzhan vong no habían mostrado interés alguno en el poco accesible sector Farlax.

La Brigada de la Paz envió emisarios a Galantos para negociar. Los fia seguían temiendo a los yevetha, y cada vez veían más claro que la Nueva República no podría ayudarles en caso de una nueva Purga. Pero la Brigada de la Paz ofreció a los fia protección contra los yevetha a cambio de los recursos que Galantos tenía en abundancia (Los fia asumieron que estos recursos eran los minerales que la corteza planetaria llevaba a la superficie; en realidad los yuuzhan vong valoraban el tejido vivo como recurso y pretendían llevarse a los fia como ejército desechable; en ese momento los yuuzhan vong iban escasos de guerreros). Los fia aceptaron el trato sin demasiada cautela. Durante la negociación, uno de los visitantes de la Brigada de la Paz extravió en Galantos un colgante plateado orgánico de una deidad yuuzhan vong llamada Yun-Yammka, el Asesino.

Los fia sabían que la Nueva República se tomaba bastante mal que sus miembros pactasen con el enemigo, así que decidieron en primer lugar no decirles nada. Después, cortaron deliberadamente sus comunicaciones con el resto de la galaxia, como si hubiese habido algún fallo técnico, como parte de su acuerdo. De este modo, cuando los yuuzhan vong llegase con naves esclavistas, los fia no tendrían ocasión de avisar a nadie. El tráfico que llegaba a Galantos o que salía de allí pasó a ser mínimo: Un alienígena ryn que estaba realizando tareas de inteligencia quedó varado en el planeta.

Los fia proporcionaron a la Brigada información táctica detallada sobre los yevetha, y la Brigada a su vez dio estos datos a los yuuzhan vong. Los yuuzhan vong valoraban información sobre potenciales amenazas y atacaron el sistema N'zoth en una de sus múltiples cruzadas contra potenciales enemigos. Las flotas yevetha, sus ejércitos y su civilización fueron aniquilados desde la órbita. Los yevetha lucharon hasta el amargo final, hasta que prácticamente no quedó ningún superviviente, como los fia esperaban. N'zoth dejó de ser un problema. Después de esto, los fia enviaron sondas a N'zoth para confirmar que los astilleros habían sido destruidos, pero no se quedaron a investigar más profundamente. Sin embargo, al fin, los fias podían dormir tranquilaos, o eso creían ellos.

Pero en ese tiempo los yuuzhan vong empezaban a sufrir terribles golpes. La muerte de su líder militar, Maestro de la Guerra Tsavong Lah, en Ebaq 9, y una posterior derrota en Ylesia demostraban lo insostenible de su situación: Los invasores yuuzhan vong ya habían conquistado más territorio del que sus fuerzas militares podían proteger. Aún así, los yuuzhan vong insistieron en lanzar más ataques en otros sistemas, negándose a retroceder para recuperar fuerzas.

El jefe de estado de la Nueva República, Cal Omas, aprovechó la ocasión para reconvertir su gobierno federal en la Federación Galáctica de Alianzas Libres, o Alianza Galáctica. Este gobierno perdió el contacto con Galantos, Whettam, el Conglomerado Koornacht... y otras zonas variadas repartidas por muchos puntos de la galaxia. Tenían prioridades muy distintas para investigar todos estos posibles fallos técnicos, pero ahora, con los yuuzhan vong tan dispersos, tenían opción de investigar algunos puntos.El ryn que estaba en Galantos consiguió enviar un mensaje anónimo a la Alianza Galáctica sugiriéndoles que verificasen la situación en Galantos.

Este mensaje llegó a una flota aliada en la órbita de Mon Calamari: El Escuadrón Soles Gemelos, bajo el mando de Jagged Fel y de Jaina Solo; el Orgullo de Selonia, al mando de Todra Mayn; y el Halcón Milenario, al mando de Han Solo y tripulado por Leia Organa Solo, C-3PO, la jedi Tahiri Veila y un grupo de guardias noghri incluyendo a Cakhmain. Organa Solo aceptó recorrer media galaxia para explorar Galantos, y la joven Veila aprovechó el viaje para empollarse la geografía local.

Llegamos a Galantos

La flota aliada visitó Galantos sin avisar en misión diplomática. El Control de la Ciudad de Al'solib'minet'ri estuvo encantado de recibir a los grandes héroes de la Alianza: Organa Solo en concreto era muy respetada en Galantos por sus proezas en tiempos de la Alianza Rebelde. Eso no quita que le exigiesen a Mayn todos los detalles de la misión, la flota, los tripulantes y muchas otras cosas que otros habrían dejado por irrelevantes. Al oír el listado de tripulantes por un canal abierto, empero, Jagged Fel observó que Tahiri Veila iba a descender a la superficie, y Fel sospechaba que Veila podría ser inestable, así que él también se unió al equipo de superficie.

Jobath Knox temía que, si pasaba suficiente tiempo junto a los perspicaces diplomáticos alienígenas, ellos descubrirían el acuerdo secreto de Galantos; así que el Regidor se excusó afirmando que tenía un ineludible compromiso en Gal'fian'deprisi y asignó a su subordinada, la Primada Persha, la nada envidiable labor de vigilar a los visitantes. Persha se aseguró de poner micrófonos ocultos en las habitaciones que asignarían a los ilustres dignatarios, y también de llevar consigo al Primado Adjunto Thrum, a quien esperaba endilgarle su responsabilidad. Thrum también habría querido librarse de este trabajo, pero él no tenía a ningún subordinado para hacerlo.

El Halcón Milenario aterrizó sobre la ciudad de Al'solib'minet'ri y fue recibido por una multitud vitoreante, una banda de música y una delegación fia que incluía a Persha y a Thrum. Persha les dio la bienvenida y les pidió que no dudasen en molestar a ella o a Thrum para cualquier necesidad que tuviesen (pero sólo Thrum estaría de guardia para atenderles).

En cuanto Organa Solo se pudo reunir íntimamente con su equipo, abrió un enlace encriptado con el Orgullo de Selonia y ordenó a Mayn que intentase conectarse al transceptor planetario de Galantos para ver su estado; Mayn también debía hacer llegar mensajes a Mon Calamari de un modo u otro. Los diplomáticos demostraron rápidamente sus recursos al interferir los micrófonos ocultos.

El equipo de fia del Primado Adjunto Thrum le informó, y él se dirigió a Organa Solo a la primera ocasión que tuvo para proponerles que se mudasen a otros aposentos oficiales por un fallo eléctrico detectado. Organa Solo, astuta y diplomática, dio largas a este potencial traslado y exigió que Thrum la acompañase a ella y a Veila en un paseo por la ciudad para admirar la arquitectura. Esto era un contra-ardid porque Veila pretendía escabullirse durante el paseo para explorar el mundo fia en busca de alguna pista sobre el apagón de comunicaciones. Organa Solo abrumó a Thrum y le sonsacó que los fia ya no temían a los yevetha, pese a que no había ningún acuerdo de paz ni similar.

Tahiri Veila mientras tanto investigó el barrio diplomático y se escurrió hasta una zona de la ciudad que asumió incluía las oficinas gubernamentales. Ella utilizaba la Fuerza para buscar pistas. Eventualmente, Thrum se dio cuenta de que Veila no les acompañaba, pero tuvo que aceptar que la jedi se pasease sola ejerciendo su libertad para divertirse.

Siguiendo su intuición, Veila encontró un dormitorio y en él, la estatuilla de Yun-Yammka. Veila tomó el colgante y se vio abrumada por sensaciones de la Fuerza. Tres guardias fia la encontraron y le pidieron que les acompañase de vuelta al barrio diplomático. Veila entonces perdió el control de sí misma y activó su sable láser, asustando a los fia. El oficial fia ordenó rendirse a Veila, pero ella no podía verle ni oírle: Estaba enfrascada en lo que parecía un combate contra un ser al que nadie más veía, atemorizando en el proceso a los testigos. El oficial, aprensivo pero aún así el más valiente de su grupo, amenazó con abrir fuego, pero no hizo falta: Veila se desmayó ella sola. Los guardias temían acercarse y el oficial tuvo que ser el que empujase a la jedi con el pie, para comprobar su inconsciencia.

Tahiri fue examinada por un médico fia, pero no fue arrestada: Se le permitió quedarse en los aposentos diplomáticos gracias a la presión diplomática de Organa Solo. C-3PO consiguió copiar una holocinta de seguridad del enfrentamiento justo antes de que las autoridades fianas la protegiesen en un dominio seguro, y la mostró a sus amos. Organa Solo aprovechó el momento para explicar que los fia ya no temían a los yevetha, y su hija Jaina se ofreció a hacer una incursión en N'zoth para ver el estado de la zona. Por si acaso encontraban hostilidad, aceptó llevarse dos pilotos del Escuadrón Soles Gemelos, Miza y Jocell. Jaina Solo descubriría que N'zoth había sido aniquilado desde órbita, claramente por armas yuuzhan vong, y perdió a Miza en un enfrentamiento con el último yevetha superviviente.

Jagged Fel mientras consiguió investigar la zona donde Tahiri había caído desmayada: Él había concluido que, en ese momento, ella estaba sosteniendo un objeto pequeño y razonaba que podría ser una pista sobre su estado. Thrum insistió en que Fel fuese acompañado por uno de los guardias que vigilaban la puerta de la zona diplomática, y Fel incluso reclutó la ayuda de su escolta para buscar en el suelo un artículo que ni siquiera sabía qué aspecto tenía. Fel consiguió encontrar la estatuilla de Yun-Yammka, después de lo cual decidió volver a la órbita con su escuadrón.

Fel se subió a su nave-garra, reabastecida por los técnicos locales, y encontró en su monitor una nota que le había dejado el ryn: "Debes irte de aquí inmediatamente". Fel no hizo demasiado caso a la nota y se reunió con su equipo, ignorando también las indicaciones protocolarias de la torre de control fia. Entonces, en colaboración con C-3PO, revisó la parte técnica de las comunicaciones y comprobó que sólo hacía falta una corrección de enrutamiento: Galantos probablemente había cortado sus comunicaciones aposta.

La Batalla de Galantos

Apenas Fel había vuelto a su escuadrón, el Orgullo de Selonia detectó una flota entrante. Era una flota de invasión de los yuuzhan vong: Dos escuadrones de cazas saltacorales, una nave equivalente a una cañonera, y dos naves hasta entonces desconocidas que eran transportes de esclavos: Tenían cascos muy duros de concha de coral yorik, y cinco largos y músculos tentáculos que absorbían cualquier cosa a su alcance. El propósito era enviar las naves esclavistas a Galantos para que absorbiesen a cientos de miles de fia, cada una, mientras flotaban sobre la ciudad con dovin basals que también podían servir para absorber fuego enemigo. Pero estas naves eran voluminosas y lentas, y dependían para su defensa de la escolta de otras naves.

Lo que no esperaban los yuuzhan vong era resistencia armada digna de mención; desde luego, no lo que encontraron. Jagged Fel fue el primero en dar una orden, concretamente dispersión para sus pilotos de caza. Se inició una batalla orbital sobre Galantos. Los fia creían que las naves esclavistas eran simples cargueros que venían a llevarse más minerales, pero por causa de la batalla, declararon el estado de emergencia, clasificaron los motivos, y fortalecieron la seguridad.

Thrum hizo encerrar a los diplomáticos de la Alianza que seguían en tierra (Han Solo, Leia Organa Solo, C-3PO, Tahiri Veila y los noghri), pero los Solo y Veila coaccionaron a Thrum para que les ayudase a escapar, y los guardias que Thrum había puesto fueron encontrados muertos a manos de una persona desconocida. En el proceso, Veila dedujo la verdad detrás de las acciones de los fia. El grupo de tierra de la Alianza Galáctica llegó al hangar donde estaba el Halcón, y allí Veila se separó momentáneamente para ocuparse de unos guardias de seguridad fia hostiles (La mayoría de fuerzas de seguridad de superficie estaban demasiado ocupadas con la batalla para fijarse).

En este pequeño forcejeo, Veila vio a una persona con traje de vuelo y máscara de respiración que ocultaban su identidad y especie, pero ella le reconoció como la persona que les había ayudado a escapar matando a los guardias. Esta persona misteriosa pidió a Veila que le ayudase a entrar en el yate de una mujer fia y prometió que, cuando alcanzasen la órbita, le daría información. Veila aceptó, usó la Fuerza para abrir la escotilla del yate, y entró de nuevo en el Halcón, humillando a las fuerzas de seguridad fianas que intentaban detenerla.

Mientras tanto, en el espacio, los pilotos yuuzhan vong tenían problemas para coordinar su ataque ante sus enemigos, más acostumbrados a pensar independientemente y a improvisar. La superioridad numérica no les estaba ayudando y, mientras la Coronel Solo disparaba contra los cazas enemigos, varios pilotos centraban sus ataques en las naves esclavistas. Pronto una de las naves yuuzhan vong perdió uno de sus tentáculos.

El Halcón entró en la órbita, revigorizando a sus aliados, aunque no se unió a la refriega para ir a hablar con el ser misterioso en el otro lado de la órbita. La fuerza de defensa de Galantos tampoco estaba despegando; la mayoría de naves que salían era yates privados de fia ricos y poderosos que intentaban huir. Peor aún: La cañonera llevaba un yammosk que se podía utilizar para coordinar el ataque, siempre y cuando se alejase lo bastante de los interceptores que llevaba el Orgullo de Selonia. Pronto, los yuuzhan vong empezaban a estar en mejor forma.

Pero entonces los tres escuadrones de viejos alas-Y de la Guardia de Galantos, bajo el mando del Capitán Syrtik, se unieron a la batalla y se pusieron a las órdenes de la Alianza Galáctica (aún desobedeciendo órdenes directas de sus superiores). Jagged Fel tomó el mando y encargó al Escuadrón Cereza de los fia unirse a un grupo de pilotos de Soles Gemelos que estaban dañando una nave esclavista. El Escuadrón Índigo se unió al grupo de Fel en un ataque a la cañonera, y el Escuadrón Reseda recibió órdenes de causar estragos en lo posible, algo que no les salía muy intuitivo sin instrucciones más concretas, pero hicieron lo que pudieron. El equipo Índigo se fijó en las tácticas heterodoxas de Fel, y uno de los pilotos incluso preguntó si la eficacia de un ataque así era proporcional a la irregularidad de su ejecución.

Una de las naves esclavistas intentó bajar a Galantos a recoger un cargamento de fia. El Orgullo de Selonia hizo una devastadora pasada sobre ella y le abrió una gran brecha en el lomo, causándole graves daños. La Coronel Solo y el Escuadrón Cereza lanzaron torpedos de protones al agujero y se retiraron; una gran explosión aniquiló la nave.

Mientras, la cañonera inició una retirada. El Escuadrón Índigo, envalentonado, empezó a perseguirle. Fel se dio cuenta de que era una trampa y trató de advertir a sus pilotos fia, pero no llegó a tiempo: La cañonera liberó la energía combinada de sus dovin basals, creando una onda de choque que destruyó tres cazas y dañó otros cinco. Fel se sintió abatido y pidió disculpas por no haberles avisado antes, pero los fia se sentían los únicos culpables, por no tener experiencia en combatir a yuuzhan vong.

La Coronel Solo y los supervivientes del Escuadrón Índigo destruyeron la otra nave esclavista, y los pilotos de Soles Gemelos y Reseda acabaron con los cazas yuuzhan vong que quedaban. La Guardia de Galantos había perdido aproximadamente un 25% de sus fuerzas. Simultáneamente, los yuuzhan vong sufrían otra derrota en Borosk, esta vez a manos del Imperio Galáctico y del anciano Gran Almirante Gilad Pellaeon desde su mejor tanque de bacta insignia, lo cual no es muy importante para hablar de los fia, pero me parece que ayuda a ubicar todo esto en la cronología de la guerra, y tal.

Después de la batalla, Jagged Fel confirmó que Syrtik estaba arriesgándose a una reprimenda e incluso a un castigo por ayudar a proteger Galantos, y los cazas aliados y fianos empezaron maniobras de atraque. El Orgullo de Selonia envió droides sonda para explorar los restos de las naves enemigas, pero no encontraron nada digno de mención.

Mientras, Leia Organa Solo, Tahiri Veila y Han Solo hablaban con el ryn misterioso al otro lado del plantea. Éste quiso ocultar su identidad (El ryn, no el planeta), y sólo les dio pistas sobre qué era. Confirmó las sospechas de Veila, y por tanto la implicación fiana en el genocidio de los yevetha. Organa Solo estuvo dispuesta a adoptar una actitud clemente hacia los fia, que habían tomado su decisión posiblemente manipulados. Organa Solo también dedujo que esta táctica de los yuuzhan vong, manipular facciones para que se enfrentasen entre sí en vez de conquistar las zonas por la fuerza, sin duda era utilizada en más lugares; y el ryn le confirmó que ya había pasado en Belderone.

El gobierno de Galantos hizo grandes cambios cinco horas después de la destrucción de la última nave esclava yuuzhan vong (La batalla duró un poquito más): El enlace de las comunicaciones volvió a abrirse, y el Regidor Jobath Knox había terminado sus reuniones en Gal'fian'deprisi y estaba en Al'solib'minet'ri profesando la eterna y profunda lealta de Galantos a la Alianza Galáctica. Syrtik era un héroe nacional, adorado por la población, y Jobath se vio obligado a noinarle para un honor militar.

Los fia estaban encantados de haberse librado de los yuuzhan vong sin apenas sufrir daños, y también les gustaba esto de pertenecer a la Alianza Galáctica por aquello de que estaban protegidos en caso de que los yuuzhan vong mostrasen más interés por su inaccesible sector Farlax. Pero claro, la Alianza Galáctica no sólo ofrece protección, sino que también pide.

Coruscant, la capital, había caído ante los yuuzhan vong, y muchos supervivientes estaban buscando un lugar donde instalarse. Ellos notaron la inaccesibilidad geográfica de Galantos que había protegido a los fia, e iniciaron un agradable éxodo hacia allí. Los recién llegados causaron cierta tensión, y no sólo en la superficie de los suelos de gelatina: A nivel cultural, el choque con sus nuevos vecinos fue intenso.

Por otro lado, los refugiados también traían negocio. Ocasionalmente llegaban naves con suministros para ellos. En una ocasión, poco después de que una de tales naves hubiese aterrizado en Gal'fian'deprisi, un meteoro golpeó el Mar Gar'glum en el impacto más grave que había visto Galantos en varios siglos. Los árboles toli fueron desarraigados, y el suelo de la ciudad se quebró como una cáscara de huevo. Extrañas criaturas que vivían en el gel, se escabulleron hacia la superficie y empezaron a tragarse fia y otras víctimas.

Tras el terrible gelmoto, la ciudad de Gal'fian'deprisi necesitaba importantes reparaciones, y éstas no se podrían llevar a cabo con los supervivientes habitando allí. El Regidor Jobath Knox buscó un lugar para trasladar a docenas de miles de fia supervivientes, y se inclinó por un pozo de gelatina deshabitado a doscientos kilómetros de Gal'fian'deprisi. Allí, esperaba él, un campamento bastante grande podría vivir en armonía junto a un bosque virgen de toli. Jobath ignoraba que el bosque era hogar de una voraz manada de skreepatinadores que podrían matar a todo el campamento para tener comida por tiempo indefinido. Un grupo de alienígenas fueron contratados para ayudar en las operaciones de transporte.


Fia Notorios


 

Brabe: Este fia era un operario de un navío aéreo vert'bo llamado Skreeee. Él vivía en Gal'fian'deprisi en un tiempo en que muchos comerciantes locales eran atacados o intimidados por la banda de piratas Martillo Negro.

El pobre Brabe no había sido amenazado en persona, pero estaba convencido de que los piratas alejaban a visitantes que él necesitaba para ganarse la vida. Decidió tomar medidas: Como otros fia, empezó a montar cañones bláster en su vert'bo, se hizo con una pistola bláster, y además buscó ayuda para combatir directamente la amenaza.

Aunque valiente para ser un fia, Brabe no estaba dispuesto a correr riegos innecesarios: Como Brabe solía comentar hasta la saciedad, era un hombre de familia con ocho vástagos, cuyas anécdotas relataba hsata la saciedad aunque no viniesen a cuento.

En tales tiempos, el líder político fia. el Regidor Jobath Knox decidió que había que librarse de los piratas, y reclutó a un grupo de alienígenas para que lo hiciesen. Brabe participó en esta cruzada.

El manual de juego de rol Coruscant and the Core Worlds indica dos posibles formas de incluir a Brabe en la campaña contra los piratas: Una, que Brabe ofrezca a los alienígenas su navío en la causa; y otra, que Brabe insista en seguirles y les resulte una molestia cómica.

El fia aprendiz de Jedi: Este joven fia se unió a la Orden Jedi siendo ambos muy jóvenes: Él apenas era un niño, y la misma Orden Jedi acababa de ser fundada para proteger a la igualmente reciente República Galáctica. Aproximadamente en 25.000 aY, este fia se unió a otros dos aprendices jedi (un humano y un nosauriano) en un campamento Jedi para divertirse con un espectáculo que ofrecía un aprendiz mucho más veterano, Cope Shykrill.

Shykrill, un ducho narrador, utilizó la sombra de sus manos sobre un muro para hacer un espectáculo con gestos manuales. Las vívidas siluetas narraban la historia de un hermano bueno que deseaba plantar semillas para cultivar plantas, y un hermano malo que deseaba meramente comerse todas las semillas. Shykrill cambiaba su voz con la narrativa, haciendo que el primer hermano sonase erudito y aristocrático, mientras que el hermano malvado tenía la voz de un bruto iletrado. El niño fia y sus compañeros encontraban esta voz divertida al punto de carcajearse en el espectáculo.

Shykrill era vigilado en secreto por el cónsul Jedi Sar Agorn, que desconfiaba de él según el consejo del Vigilante Jedi Esseles Nuck Lyu. Sin embargo, repentinamente víctima de sus emociones, Agorn se retiró a meditar mientras Shykrill seguía el espectáculo.

Veintitrés minutos después, el aprendiz nosauriano gritó pidiendo ayuda y todos los jedi del campamento fueron allí. El aprendiz fia y el humano yacían fatalmente heridos a los pies del nosauriano, Shykrill estaba herido y el nosauriano, gritando que temía a las sombras, se cortó el cuello usando un arma blanca que Shykrill dominaba.

Los médicos no lograron salvar a ninguno de los 3 aprendices, pero Shykrill se recuperaría después de varias semanas. Los niños fueron enterrados. Sal Agorn, sin embargo, desconfiaba de lo sucedido y creía que Shykrill había sido el culpable de las muertes. Agorn contactó con Lyu, y éste compartía su sospecha, así que aceptó viajar para ayudarle en la investigación. Agorn después llevó a Shykrill al lugar de lo shechos y le interrogó sobre las sombras. Shykrill afirmó que las sombras hablaban con él, y con otros; y que él y las sombras eran, al menos a efectos prácticos, dos hermanos, siendo Shykrill "el hermano que vivió". Shykrill atacó a Agorn, pero Lyu intervino y mató a Shykrill.

El cónsul Agorn eventualmente registraría este episodio en su Gran Holocrón.

Persha: La Primada Persha era un alto cargo político de los fia en tiempos de la invasión de los yuuzhan vong. Hablaba intensamente y con concentración, y su voz tenía un tono alto y musical, con lo que no resultaba irritante. Aburrida sí, a veces, pero no irritante. Persha estaba a las órdenes de Jobath Knox.

En esos tiempos los fia habían hecho un pacto con los asociados de los invasores alienígenas yuuzhan vong, ofreciéndoles recursos de Galantos a cambio de protección contra una especie enemiga, los yevetha. Los yuuzhan vong eran enemigos de la Alianza Galáctica, heredera de la Nueva República a la que Galantos había pertenecido; y los fia no querían que la Alianza supiese que Galantos estaba negociando con el enemigo, así que apagaron sus comunicaciones fingiendo un fallo técnico, y esperando que la Alianza no lo investigase. Esto permitiría a los yuuzhan vong atacar después Galantos y esclavizar a la población, sin que los fia pudiesen pedir ayuda; por supuesto los fia no sabían esta última parte.

De modo imprevisto, Galantos recibió una visita diplomática de la Alianza Galáctica. Jobath Knox razonó que podían descubrir el ardid fiano y decidió fingir que estaba reunido en Gal'fian'deprisi en un compromiso ineludible; le endilgó a la Primada Persha la difícil tarea de reunirse con los visitantes, y tenerlos controlados. Persha, por supuesto, también sintió pánico y decidió asignar esta tarea a su propio subordinado, el Primado Adjunto Thrum.

Una de las naves de la Alianza, el Halcón Milenario, aterrizó en un campo sobre la ciudad de Al'solib'minet'ri, y allí la tripulación fue recibida por la Primada Persha, el Primado Adjunto Thrum, una banda de música y una cantidad de fia reunidos para ver a los grandes héroes. Persha tomó la palabra y saludó a los visitantes (Leia Organa Solo, Han Solo, Tahiri Veila, Jagged Fel, C-3PO y una escolta noghri). Persha se disculpó por la ausencia de Jobath Knox, afirmó que vendría de inmediato, transmitió los saludos de su superior, se ofreció a satisfacer cualquier necesidad de los visitantes (o más bien les ofreció el modo de contactar en cualquier momento con ella o con Thrum, principalmente con Thrum que iba a ser el que estaría de guardia), y les escoltó a unos cuartos asignados a ellos. De camino les dio detalladas instrucciones y afirmó que los fia estaban encantados de recibir visitantes tan ilustres en un planeta que a menudo pasaba inadvertido. La cháchara resultó tan agobiante que C-3PO expresó su consternación (y si bien C-3PO expresa consternación a menudo, rara vez es porque otra persona hable).

Persha se había asegurado de que hubiese micrófonos ocultos en las habitaciones de Organa Solo y su séquito. Jagged Fel encontró y desactivó estos instrumentos, así que Thrum buscó una excusa para poder seguir teniendo vigilados a los visitantes. No consiguió ponerles vigilancia electrónica, pero Organa Solo pidió compañía fia durante un paseo por Al'solib'minet'ri, y Thrum vio su oportunidad de hacer su trabajo. Decidió que lo primero era notificar oficialmente este cambio a Jobath Knox y a Persha, pero Organa Solo afirmaba tener prisa y no le permitió hacerlo: Ella decía que Persha y Jobath se enterarían eventualmente.

Syrtik: El Capitán Syrtik era el oficial al mando de la fuerza planetaria de protección del planeta Galantos, la Guardia de Galantos. Ésta estaba formada por tres escuadrones de obsoletos cazas ala-Y: Cereza, Índigo y Reseda (Los fia son demasiado rebuscados para llamar a sus escuadroners Rojo, Azul y Verde como el resto de las especies, y no dudes que te corregirán si los llamas equivocadamente). Syrtik, un estoico fia, estaba a las órdenes del Regidor Jobath Knox y sus Primados en los días de la invasión de los yuuzhan vong.

Pese a que Galantos pertenecía a la Nueva República, Knox había pactado con aliados de los yuuzhan vong y temía que la Alianza Galáctica, heredera de la Nueva República, descubriese su traición. Eventualmente, Galantos fue atacado por naves esclavistas de los yuuzhan vong con una escolta de naves armadas. Se encontraron con la inesperada visita de una misión diplomática de la Alianza Galáctica, que reaccionó enfrentándose a los yuuzhan vong. El gobierno de Galantos, sin comprender que los yuuzhan vong pretendían esclavizar a la población fiana, ordenó a Syrtik y a la Guardia de Galantos no intervenir.

Pero eso no iba a frenar los pies al Capitán Syrtik. El valiente fia reunió a sus pilotos y despegó hacia la órbita, dispuesto a unirse a la refriega. Uno de los oficiales aliados, Jagged Fel, líder del Escuadrón Soles Gemelos, temía que los fia apoyasen a sus previos aliados los yuuzhan vong. Razonando que ellos podrían creer tal cosa, el Capitán Syrtik abrió un canal de comunicación con la nave comandante aliada, el Orgullo de Selonia, se identificó ante su capitán, Todra Mayn, y se ofreció a ayudar y a ceder el mando a quien ellos dijesen. Mayn preguntó, medio en broma, si Jobath Knox había cambiado de opinión, y Syrtik reconoció que operaba sin órdenes, algo extraordinario para un fia. Jagged Fel tomó el mando inmediatamente.

Hasta entonces, Fel había centrado sus ataques en las naves esclavistas, especialmente porque Gemelo Dos había hecho progresos dañando una de ellas; pero para cuando Syrtik se unió a la batalla, las naves esclavistas se habían organizado y estaban ofreciendo un blanco más pequeño y más protegido gracias a los cazas saltacorales de los yuuzhan vong. Fel sospechaba que la cañonera yuuzhan vong ayudaba a coordinar la batalla usando un yammosk, pero el Orgullo de Selonia tenía un interceptor que impediría el uso de esta biotecnología; sólo necesitaban tener ocupada a la cañonera hasta que el Orgullo la tuviese en su alcance. Así pues, Fel encargó al Escuadrón Cereza unirse a Gemelo Dos en el ataque a las naves esclavistas; mientras que los Índigos irían a por la cañonera; el Escuadrón Reseda se encargaría de hacer una distracción general.

La segunda de Fel, la Coronel Jaina Solo, dividió al Escuadrón Índigo en cuatro sub-unidades y les asignó tareas concretas. Los fia no eran pilotos experimentados, y sufrieron graves pérdidas, pero conseguían vapulear a una flota yuuzhan vong que no esperaba resistencia. Los pilotos de Syrtik, empero, no estaban acostumbrados a las técnicas creativas e improvisadas que les sugerían sus aliados. El Orgullo de Selonia consiguió dañar gravemente una nave esclavista, abriendo una brecha en su casco; Jaina Solo y el Escuadrón Cereza llenaron el agujero con torpedos y provocaron una explosión que aniquiló la nave.

La cañonera viró como fingiendo una retirada, pero Fel dedujo que era una trampa. Tres pilotos del Escuadrón Índigo se acercaron demasiado, antes de que él pudiese advertirles. La cañonera liberó la energía combinada de sus dovin basals y generó una onda de choque que destruyó a esos tres cazas, y dañó otros cinco alas-Y cercanos. Fel presentó sus disculpas por no haber avisado antes, pero los fia creían que toda la culpa era suya, por no tener experiencia combatiendo vong. Los Índigos supervivientes se unieron a Solo para destruir la otra nave esclavista, y el Escuadrón Reseda se ocupó de los cazas supervivientes. Uno de cada cuatro pilotos fia murió en el ataque.

Después de terminar la batalla, cuando Fel confirmó que no había más cazas, preguntó a Syrtik si le esperaba una corte marcial. Syrtik reconoció que, aunque su misión era proteger Galantos, el castigo era una posibilidad, pues se podría interpretar que había desafiado una orden directa de no intervenir. Jaina Solo estaba ofendidísima al oír esto.

A las 5 horas de terminar la batalla, el gobierno de Galantos juraba lealtad a la Alianza Galáctica, y Jobath Knox nominó a Syrtik para un honor militar, reconociéndole como héroe nacional; pero a Knox no le gustaba nada la idea y lo hacía sólo para no perder poder y prestigio.

Thrum: Este fia de cabeza plana, cara relativamente ancha, miembros larguiruchos, hombros picudos y gestos exagerados hablaba con intensidad y emotivamente. Era el ayudante de la Primada Persha, era de Primado Adjunto y vestía togas naranjas.

Durante la invasión galáctica a manos de los yuuzhan vong, los fia estaban aún más asustados de sus vecinos, los agresivos yevetha, que ya habían causado estragos en esa zona de la galaxia. Así que los fia hicieron un pacto con los asociados de los yuuzhan vong, ofreciéndoles recursos a cambio de que les protegiesen de los yevetha.

Para impedir que la Alianza Galáctica sospechase que los fia estaban pactando con el enemigo, Galantos tuvo que apagar sus comunicaciones, fingiendo que era un fallo téncico. Los vong arrasaron a los yevetha y los fia comprobaron, enviando sondas superficiales, que el mundo yevetha N'zoth ya no era una amenaza. Lo que no sabían era que los yuuzhan vong esperaban el momento para esclavizar a los fia.

Una flota de la Alianza Galáctica visitó Galantos en misión diplomática, y con propósitos de inteligencia además. El máximo mandatario fia, Jobath Knox, temiendo que los visitantes descubriesen lo sucedido, huyó a otra ciudad en un supuesto compromiso ineludible y encargó a la Primada Persha el recibir a los embajadores. Persha también sintió pánico y endilgó la desagradable tarea a su ayudante Thrum. Thrum y Persha estuvieron presentes cuando los visitantes aterrizaron en el Halcón Milenario: Leia Organa Solo, Han Solo, la Jedi Tahiri Veila, el droide C-3PO, una guardia de noghris que incluía a Cakhmain, y el piloto de caza Jagged Fel.

Persha dio a los visitantes detalladas instrucciones de cómo contactar con ella o con Thrum durante los dos días siguientes, y después procuró desentenderse del asunto y estar inaccesible, con lo que Thrum se encargaría. Thrum habría querido asignar la labor a un subordinado, pero él no tenía subordinados.

Los visitantes entraron en las habitaciones que Persha les había asignado: Lujosas, y con micrófonos espía ocultos. Por desgracia para Thrum, Jagged Fel encontró y desactivó los micrófonos. Thrum fue informado por su equipo y se reunió con ellos a la puerta de las habitaciones de los visitantes. Esperó pacientemente a que saliese algún alienígena en vez de llamar, e informó al susodicho, en este caso la Jefa de Estado Organa Solo, que se había detectado un fallo eléctrico en los aposentos por lo que solicitaban a los embajadores de la Alianza que se mudasen a otros aposentos. Esto era una excusa para llevarles a otros aposentos donde los micrófonos espía funcionasen debidamente. Leia Organa Solo, comprendiendo el ardid indicó que en primer lugar ellos no veían tales fallos, y en segundo lugar su marido estaba durmiendo y cualquier comprobación iba a tener que esperar a que despertase. Esto resultaba frustrante para Thrum.

Organa Solo aprovechó la ocasión para solicitar una visita turística por la ciudad junto con Tahiri Veila y un equipo de fia. Thrum, henchido de orgullo, se irguió a la ocasión y empezó con preparativos, siendo el primero informar a Jobath Knox; pero Organa Solo le paró los pies, o mejor dicho los puso en marcha: Ella se negaba a esperar y exigió estirar las piernas de inmediato, en la agradable compañía de Thrum. Ignoró las débiles excusas del Primado Adjunto sobre informar a sus superiores, alegando que éstos ya se enterarían eventualmente, y le empezó a preguntar por la arquitectura de edificios cercanos. Organa Solo no daba a Thrum ocasión de hablar o de protestar, con lo que le tenía totalmente controlado. Peor aún: Le despistó lo suficiente para que Veila se escabullese y explorase la ciudad en busca de pistas sobre el apagón de comunicaciones.

Leia Organa Solo aprovechó para preguntar a Thrum qué precauciones estaba tomando Galantos contra un posible nuevo ataque de los yevetha, y Thrum le dijo que los fia no necesitaban hacer tal cosa porque N'zoth "ya no era un problema". Organa Solo descubrió que no había vínculos diplomáticos, ni constancia de que los yevetha hubiesen cambiado su actitud hacia otras especies, ni un acuerdo de paz, pero Thrum no le dijo qué sabía en realidad.

El Primado Adjunto observó finalmente que Veila no estaba acompañándoles y señaló la ausencia. Organa Solo la llamó por el comunicador, manteniendo su charada, y Veila dijo que simplemente se había extraviado. Thrum balbuceó instrucciones que Organa Solo no escuchó, y la Jefa de Estado frustró al fia animando a Veila a que se divirtiese.

Por motivos que no vienen a cuento, Veila fue aturdida por las armas de guardias de seguridad fia. Thrum y Organa Solo corrieron allí a ver lo que había sucedido y escuchar el informe de los guardias. Organa Solo tuvo que hacer uso de toda su autoridad diplomática para que Thrum aceptase que Veila no fuese arrestada: El Primado Adjunto no estaba nada convencido de que fuese lo correcto. Si su trabajo era vigilar a los visitantes, esta refriega demostraba su fracaso. Organa Solo aprovechó la reunión íntima con sus asociados para informar de lo que había descubierto, incluyendo que los fia no temiesen ya a los yevetha. La hija de Organa Solo, Coronel Jaina Solo del Escuadrón Pícaro, se ofreció a realizar una misión de exploración en N'zoth.

Thrum no dio cuartel a sus protegidos: Les visitó en su domicilio, con la excusa de que quería enseñar a Organa Solo un plano con los edificios más recientes añadidos a la infraestructura planetaria, puesto que ella había mostrado interés por la arquitectura. Durante esta visita, Fel se levantó y se acercó a la puerta para dar un paseo. Thrum corrió alarmado hacia allí, pero Fel le tranquilizó: Estaba encantado de ser escoltado por un guardia. Thrum asignó al más cercano.

Poco después, una flota invasora de los yuuzhan vong llegó a Galantos para invadir el planeta y esclavizar a los fia. Se declaró el estado de emergencia, siendo confidencial cuál era la naturaleza de emergencia. Thrum ordenó encerrar a los embajadores e interceptar todas las comunicaciones de la superficie a la órbita. Han Solo y su esposa exigieron salir, pero Thrum se negó a darles permiso.

Han Solo intentó intimidarle con su mero tamaño y Thrum, aún en un estado de absoluto pánico, se negó a hacer más que disculparse. Veila intentó influenciar su sique con el poder de la Fuerza y, cuando esto falló, amenazó con usar su sable. Thrum encontró el argumento convincente, pero él mismo había puesto guardias vigilando la puerta y no tenía autoridad para retirarlos. Mientras decía esto, se oyeron disparos y los guardias aparecieron muertos, a manos de una persona misteriosa que simpatizaba con los Solo.

Han Solo exigió que su grupo (Su esposa Leia Organa Solo, su amiga Tahiri Veila y la guardia de noghris) fuesen al hangar a recoger su nave, Halcón Milenario. Solo exigió que Thrum le acompañase, y las protestas del fia no fueron escuchadas.

Thrum y sus acompañantes llegaron a la salida del barrio diplomático, donde dos guardias custodiaban la entrada. Solo exigió a "pieplano" que les consiguiese permiso para pasar. El Primado Adjunto avanzó nervioso hacia los guardias y les intentó convencer de que llevaba al grupo de Solo preso para interrogarles. Los guardias, en plena tradición fia, le agobiaron a preguntas sorbe los detalles, hasta que Thrum, infrecuentemente, estalló con agresividad y les exigió que dejasen de agobiarle. Después declararía que esa actitud sentaba muy bien, pero le temblaba todo el cuerpo.

Thrum y el grupo llegaron a los hangares en pleno ataque de los yuuzhan vong. Las fuerzas de seguridad de la superficie estaban tan distraidas por la batalla que el grupo consiguió llegar a los campos de aterrizaje, y Thrum señaló una salida. Un grupo de guardias de seguridad fianos consiguieron sobreponerse y perseguir a los Solo, con los bláster en aturdir, pero Veila interceptó los disparos.

La novela Force Heretic I: Remnant no vuelve a mencionar a Thrum. El grupo de Han Solo se sube a bordo del Halcón Milenario, con Veila rezagada por unos minutos, pero no se sabe si metieron a Thrum en la nave o si lo dejaron en el hangar en plena batalla.

Jobath Knox


 

Este fia empezó su carrera profesional trabajando con la fuerza de seguridad de Net'lseb, y allí aprendió a manejar muchas armas, incluyendo un bláster, y a moverse con armadura ligera. A lo largo de su vida, también aprendió medicina, a tratar con animales y a hablar Básico y ryl, el idioma de los twi'leks. Entre sus victorias pasadas estaba la vez que había matado a un skreepatinador.

Al cumplir los cuarenta años, Knox asignó su lealtad al dios Gotagei. Convertido en un iniciado reverente, decidió tomar una vida más asentada y entró en política. Llegó a ser Regidor, Diputado y líder electo del pueblo de Galantos. Honesto y pragmático, Knox estaba dispuesto a hacer lo que hiciese falta para conseguir lo que su pueblo necesitase, y a menudo su equipo era sólo un comunicador, un bloc de datos y un holograbador.

En el año 16 DBY, la especie alienígena yevetha empezó a masacrar asentamientos de otras especies en el Conglomerado Koornacht, peligrosamente cerca de Galantos. Los fia descubrieron este desastre al recibir un mensaje abierto de un superviviente, Plat Mallar, y sintieron pánico. Por entonces los fia no pertenecían a la Nueva República y no podían armarse a tiempo para combatir a este enemigo.

Knox, como máxima autoridad de los fia, viajó desde Galantos hasta la capital galáctica Coruscant para elevar una petición a la Jefa de Estado Leia Organa Solo, solicitando ayuda y la admisión de Galantos en el gobierno central. Aterrizó en el puerto este de Coruscant, fue a la casa de Organa Solo, y descubrió al droide de la Jefa de Estado, que le dejó claro que ésta no recibiría visitas.

Knox admiraba la lealtad de este siervo metálico, y no deseaba probar sus capacidades de combate, pero decidió que su necesidad era urgente y esperaría. Rompiendo todos los protocolos para dirigirse con propiedad a un Jefe de Estado, Knox literalmente acampó durante días fuera de la residencia de Organa Solo e hizo acopio de la paciencia tradicional fia para esperar pacientemente a que ella saliese.

Teniendo ocasión de abordarla al fin, Knox acosó a Organa Solo solicitando que la Nueva República interviniese. Organa Solo había tenido presiones en ambos sentidos: Legalmente Koornacht estaba fuera de la jurisdicción de la República, pero el consejero militar de Organa Solo, almirante Ackbar, era de la misma opinión que Knox. Creyendo que ambos estaban compinchados y que el planeta de Knox no podía haberse enterado de la desgracia, Organa Solo acusó a Knox de intentar manipularla, pero él logró convencerla de lo contrario. Knox ofreció asilo político a Mallar y solicitó el ingreso de Galantos en la República para obtener protección para su pueblo. Consiguió la promesa de que Organa Solo lo consideraría.

Knox fue entonces a la residencia diplomática de Coruscant, donde se reunió con otras tres legaciones allí hospedadas por motivos similares: Todos temían a los yevetha, pese a que estaba muchísimo más lejos de ellos que Galantos, y todos pedían la admisión en la República como emergencia.

Un informe de prensa público sugería que Organa Solo había dimitido, lo cual preocupó a Knox y a sus colegas. El fia temía haberse acercado al interlocutor equivocado. Knox y el senescal de los Marais (un grupo de planetas en Koornacht que también querían entrar en la República) fueron a la oficina de Behn-kihl-nahm, Presidente del Senado y del Consejo de Defensa de la Nueva República, a pedir explicaciones. Behn-kihl-nahm les aseguró que Organa Solo seguía estando al mando y que la República estaba trabajando en sus peticiones.

Organa Solo acabó ratificando la petición de emergencia de Galantos y envió naves de guerra a patrullar la zona. Además, la Nueva República realizó un ataque devastador contra los yevetha, diezmando su ejército antes de que los yevetha pensasen siquiera en pisar Galantos.

Más tarde, un grupo de piratas liderados por la trandoshana Stima Ardella, el Martillo Negro, se asentaron en Galantos y construyeron una base en uno de sus yermos, iniciando constantes ataques que diezmaban el tráfico de la zona. Los fia nunca habían sido un pueblo belicoso, pero empezaron a plantearse si su reticencia a pelear sería menos importante que la necesidad de protegerse. Knox reclutó a un grupo de alienígenas y organizó una cruzada para acabar con el Martillo Negro, que contó con la colaboración del fia Brabe.

En el 20 ABY una nueva amenaza sacudía la galaxia: Los invasores extragalácticos llamdos yuuzhan vong. Pero los vong no preocupaban especialmente a los fia, puesto que no habían atacado el difícilmente accesible sector Farlax. Los fia hicieron un trato con los aliados de los vong, la Brigada de la Paz, prometiendo que Galantos daría recursos a su causa a cambio de protección contra los yevetha.

Los yuuzhan vong aniquilaron a los yevetha, y Galantos aceptó cerrar sus comunicaciones interplanetarias fingiendo un fallo técnico: La Alianza Galáctica (heredera de la Nueva República), estaban convencidos, no se tomaría a la ligera que ellos hubiesen pactado con el enemigo. Los fia ignoraban que en realidad los vong pretendían invadir Galantos, secuestrar a los fia y convertirlos en guerreros esclavos desechables.

Una flota de la Alianza Galáctica visitó Galantos en misión diplomática y para investigar el misterioso apagón de comunicaciones. Jobath Knox sospechaba que descubrirían todo el ardid, sintió pánico y huyó al otro lado del planeta, a la capital Gal'fian'deprisi, jurando que tenía un compromiso ineludible y que volvería a Al'solib'minet'ri a recibir a los ilustres visitantes en cuanto le fuese físicamente posible. Envió a uno de sus subordinados, la Primate Persha, a transmitir sus saludos más respetuosos, y a tenerles vigilados. Persha también se asustó y asignó a su ayudante, Thrum, esa labor. Thrum intentó tener informados a Persha y a Knox, pero no fue capaz de impedir que los visitantes recorriesen la ciudad y descubriesen la verdad.

Una flota de los yuuzhan vong llegó a Galantos durante la visita, a recoger recursos como habían acordado (sólo que los fia no sabían que ellos eran los recursos). Desobedeciendo órdenes de Knox, el capitán Syrtik de la Guardia de Galantos puso sus tres escuadrones de cazas a las órdenes de la Alianza. Sin embargo, el plan de los vong fue descubierto y la flota enemiga fue puesta a la fuga gracias a esta colaboración. Knox tuvo que reconocer para sí que Syrtik había hecho lo correcto.

A las 5 horas del final de la batalla, Knox había terminado "casualmente" su compromiso y viajó a Al'solib'minet'ri a profesar la profunda e inmortal lealtad de Galantos a la Alianza Galáctica. En un intento de no perder poder político y prestigio, nominó a Syrtik para un honor militar y le declaró héroe planetario, pero la idea no le gustaba nada.

Tiempo después, la ciudad de Gal'fian'deprisi sufrió graves daños en un enorme gelmoto, mayor que ninguno en siglos. Knox escogió un pozo de gelatina pequeño y deshabitado, a 200 kilómetros de allí, para trasladar a docenas de miles de fia supervivientes mientras la ciudad era reconstruida. Knox ignoraba que ese bosque toli virgen ocultaba una voraz manada de skreepatinadores que podrían matar a todo el campamento.



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Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
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