QWI XUX

Artículo escrito por Skippy Farlstendoiro y maquetado por el Coronel Nathan Kurtz.
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

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| La búsqueda de recuerdos | Una nueva vida |

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Descripción del personaje

 
"Qwi, eres siempre sumamente brillante pero en ocasiones tan densa" (Lemelisk)

Qwi Xux era una mujer omwati de aspecto y comportamiento casi totalmente humano. Alta y muy delgada en su madurez, resultaba esbelta y grata a los ojos. El azul claro de su tersa piel le daba un atractivo exótico y, aunque ella oscurecía este color al enfadarse, era raro verla perder los estribos.

Qwi Xux tenía unos ojos grandes y anchos, de un color algo más oscuro que su piel que ha sido identificado con el azul oscuro y el añil. Xux parpadeaba rápidamente y, por el tamaño y forma de sus ojos y su costumbre de absorber los detalles que la rodeaban, tenía una expresión que se interpretaba como de perpetuo asombro. En realidad eran ojos muy eficientes y con mejor visión que los de un piloto espacial.

El pelo de Qwi Xux era perlescente, suave y muy delicado y tenue, con el aspecto de hebras blancas de plumas, trozos de cristal girados, o una brillante cascada de plumón delicado cayendo sobre sus hombros. Las cejas tenía este mismo color. El cabello de Xux destellaba reflejando la luz (ver imagen).

Su voz, era aguda y de tono alto, y sonaba como un silbido o el canto de un pájaro. Su risa era especialmente musical, pero se volvía cacofónico cuando se sorprendía por algo.

Además de todo esto, Qwi Xux era una mujer menuda de cara delicada y pequeña. Tenía brazos delgados y unas manos delicadas con largos dedos que parecían fuera de lugar sosteniendo un arma pese a que caso siempre llevaba un bláster pequeño consigo. Tenía costumbre de encogerse de hombros varias veces, sobre todo si se sentía indefensa. Se la ha comparado con un ave por su cabello y, por su delicadeza y aspecto frágil, con un etéreo fantasma hecho de música.

Xux era una mujer bastante ingenua, pero indiscutiblemente brillante: Su capacidad de análisis creó grandes prodigios de ingeniería usando, para introducir datos, un teclado musical especial. Le fascinaba la investigación y el desafío de enfrentarse a un problema teóricamente irresoluble. Por ello se centraba totalmente en su trabajo de investigación, ignorando las necesidades de las personas en su entorno.

Al hablar con otras personas, parecía siempre ausente, como si sólo dedicase un poco de su atención a los detalles de la conversación mientras su mente se dedicaba a otra cosa y, aunque su sociabilidad era aceptable, le desagradaba hablar en público.

Xux tenía una memoria prodigiosa y nunca necesitaba repasar ningún tema. Valoraba sobremanera el libre acceso a la información, para permitir que las generaciones venideras accediesen a ésta y aunque tenía un claro potencial Jedi nunca fue instruíd ni aprendió a utilizar las habilidades de la Fuerza.


Trabajando para el Imperio

 
"Es el arma más grande construida y he gastado 8 años de mi vida en su diseño" (Qwi Xux)

Qwi Xux nació en una de las ciudades en forma de panal del planeta Omwat, ubicado en el Borde Exterior, en el año 12 ABY. Siendo muy joven, el moff Wilhuff Tarkin, por entonces gobernador imperial del sector Seswenna, quiso aprovecharse de la capacidad de los niños omwati para alcanzar grandes cotas mentales. Bajo coacción, Tarkin ordenó a los omwati que hiciesen pruebas de aptitud mental a sus hijos y le entregasen a los más prometedores y Qwi Xux fue uno de los elegidos.

En 2 ABY, Qwi Xux y otros nueve niños omwati de diez años, entre ellos Pillik, fueron enviados a una academia imperial en la órbita de Omwat; por entonces, los omwati no tenían tecnología para alcanzar este lugar o liberar a sus niños. Xux y los otros alumnos fueron sometidos a un agotador programa de entrenamiento durante dos años: Tarkin pretendía no sólo instruir a los muchachos en el campo de la ingeniería, sino también llevarlos al límite y averiguar dónde se rompían durante un curso de dos años.

Uno de los maestros era el arkaniano Nasdra Magrody, tan hermético en su búsqueda del conocimiento que se negaba a plantearse las consecuencias políticas de sus actos. Su mejor alumno, Ohran Keldor, se había unido a él como profesor en el mismo sitio, y ambos dieron clase a Xux.

Tarkin indicó a los alumnos que, en caso de que alguno suspendiesen cualquier examen parcial, sería ejecutado y un destructor clase Victoria arrasaría su ciudad natal acabando con su familia y de hecho así sucedió con en el antes mencionado Pillik. Tarkin estuvo presente durante algunos de estos exámenes, que en realidad eran retos que las mejores mentes del Imperio habían sido incapaces de superar.

Ante este incentivo, Xux, impresionada por las hogueras visibles desde la órbita, aprendió a enfocar su concentración en el problema sin distraerse con sentimientos como la solidaridad ya que su propia supervivencia, y la de miles de sus congéneres, dependía de la resolución del problema. Y fue así como Xux dejó de preocuparse de las consecuencias de sus desarrollos.

Xux no recibió entrenamiento en biología para que su mente se centrase solo en la física, las matemáticas y la ingeniería y destacó en esta y en diseño. Sus trabajos incluían estaciones de combate, naves comandante, cazas, artillería naval y, en menor medida, informática, desarrollo de ordenadores y de androides.

Además de esto, Xux aprendió a pilotar transportes espaciales y adquirió conocimientos en xenobiología y en culturas alienígenas. Con el tiempo aprendió también varios idiomas y fue entrenada en gestión y burocracia.

Xux fue la mejor de su clase, la única que superó el entrenamiento completo y la única superviviente. Sin embargo, el Imperio listó en sus archivos de la Academia que los diez niños habían muerto, seguramente porque Tarkin quería mantener a Xux en secreto.

Tarkin premió a Xux con un puesto en su jerarquía personal. La llevó a la "Instalación de las Fauces", un centro de investigación ultrasecreto que ni siquiera el emperador conocía, situdo en una red de asteroides cercana a Kessel y bajo el mando directo y absoluto de Tarkin. Allí la joven onmwati fue puesta bajo la tutela del gran ingeniero Bevel Lemelisk y demostró estar entre los científicos e ingenieros más importantes de la instalación, todos elegidos de modos similares por su extraordinario talento.

Xux no tardó en superar a sus compañeros y eso le permitió tener un laboratorio en el asteroide principal, al igual que otras genios como el científico jefe Tol Sivron y Paldis Doxin. Xux no entraba casi nunca en uno de los cuatro destructores estelares que protegían las instalaciones y vivió casi todo el tiempo en entornos cerrados, lejos de flora y la fauna salvaje.

Qwi Xux descubrió que, en las Fauces, la información estaba a disposición de todo aquel que la necesitase y firmó gustosa un fuero según el cual seguiría esa política. Nunca solicitaba datos que no fuesen relevantes para su trabajo, algo que consideraba un desperdicio, pero le satisfacía saber que tenía todo lo necesario a su alcance. En realidad, la jefa de seguridad de la base, Almirante Natasi Daala, que no sabía de la existencia de Xux, censuraba cierta información confidencial que no llegaba a los científicos salvo que fuese vital para su trabajo.

Cuando estaba de servicio llevaba un blusón holgado, una placa con su foto, hologramas para abrir puertas de acceso a zonas de seguridad y desarrollo un aparato que combinaba el bloc de entrada de datos con un teclado musical que actuaba como interfaz: Le gustaba hacer cálculos musicales, y a veces rompía contraseñas como reto.

Al principio de su carrera en Las Fauces, Lemelisk y su ayudante jefe Xux trabajaron duro para desarrollar el concepto y prototipo de la Estrella de la Muerte, un arma con un poder absoluto que debía estar bajo las órdenes de un único comandante. Xux, que diseñó y perfeccionó entre otras cosas el sistema de armas, estaba convencida de que la Estrella de la Muerte serviría para pulverizar planetas muertos permitiendo así la minería directa de los valiosos y difícilmente accesibles metales pesados del núcleo así que no es extraño que Lemelisk la considerase brillante, pero muy ingenua.

Cuando Lemelisk y Xux terminaron los planos y el prototipo de la Estrella de la Muerte, Tarkin condecoró a ambos y al administrador Sivron por su logro. Tarkin se llevó entonces a Lemelisk para construir la versión operativa y dejó atrás a Xux para que creasen nuevos y mejores conceptos. Xux no volvió a ver a Tarkin nunca, y tardó años en volver a ver a Lemelisk, pero no le importó porque le habían dado órdenes de desarrollar nuevos conceptos y se sentía totalmente volcada con su labor.

Xux empezó a trabajar en un software que le permitía componer música a la vez que investigaba, y aunque eso dio rienda suelta a su creatividad hizo que restringiese aun más su trato con el resto de compañeros. Como punto de partida para su nuevo proyecto se fijó en los hornos moleculares y empezó a trabajar en máquinas autónomas que tomarían las materias primas necesarias de la superficie planetaria donde estuviesen y las enviarían a fábricas en su interior donde producirían máquinas útiles.

Nuevamente en la inopia, la omwati creía que su invento peinaría asteroides o mundos estériles y obtendría una valiosa producción sin polucionar planetas habitados pero en realidad había puesto la primera piedra en la creación de los Devastadores de Mundos, unos ingenios que tenían fines militares. El equipo de las Fauces, orgulloso de la idea, se la presentó al Moff Tarkin que no tardó en aprobarla y ponerla en marcha.

Poco después Tarkin utilizó la Estrella de la Muerte para destruir el planeta Alderaan, y a continuación murió en la destrucción de la citada estación de combate tras un valiente ataque rebelde. Entonces nadie lo sabía pero diez años más tarde el Imperio utilizaría los Devastadores de Mundos para sembrar un caos aun mayor.

El proyecto que Qwi Xux desarrolló en ese periodo de tiempo fue un caza con blindaje cristalino cuántico que resistiría cualquier daño y que, pese a ello, llevaría armas de a bordo. Este pequeño diseño, el "Aplastador de Soles" (ver imgen), llevaría proyectiles de resonancia modulada que, al lanzarse contra una estrella, la convertirían en supernova y aniquilarían todo el sistema planetario. Para ella, que era la directora del proyecto, se trataba de un ejercicio para ver si podía hacerlo, un ejercicio en el que cada una de las innovaciones costaría tanto como el superláser de la primera Estrella de la Muerte. Algunos creerían después que el doctor Magrody había trabajado en este proyecto pero Qwi Xux fue la única responsable del mismo.

En este nuevo proyecto, Xux estaría a las órdenes de Doxin, el director de la División de Laboratorios de Conceptos e Implementaciones de Alta Energía, y éste a su vez a las órdenes de Sivron. Xux terminó el diseño en el año 9 ABY, antes de que los Devastadores de Mundos hubiesen entrado acción. Presentó el informe final a Sivron, pero éste pidió repetir simulaciones y pruebas sin motivos claros, y posiblemente sin haber leído los documentos. Sivron ahogó el proyecto en burocracia durante los dos años siguientes.


Cambio de bando

 
"No permitiré que uséis mis trabajos del mismo que hizo el imperio" (Qwi Xux)

En el año 11 DBY, el general Han Solo de la Nueva República escapó de sus enemigos en Kessel y, junto con sus aliados Chewbacca y Kyp Durron (ver imagen), llegó accidentalmente a Las Fauces pilotando una lanzadera de aspecto imperial. Fue capturado por Daala e interrogado salvajemente, y eso permitió a la dura oficial imperial descubrir que la Estrella de la Muerte y los Devastadores de Mundos habían fracasado y que Tarkin había muerto.

Xux se sintió excitada ante la posibilidad de tener noticias sobre el uso que recibían sus diseños y pidió una entrevista con el recién llegado. Daala le envió un informe del interrogatorio tan censurado que Xux ni siquiera lo reconoció como un interrogatorio. Daala pensó que la científica no se conformaría con eso y así fue ya que la omwati quiso hacer preguntas directamente al prisionero.

Siguiendo ordenes de Daala las tropas imperiales drogaron a Han Solo antes de llevarlo al laboratorio de Xux y lo encadenaron allí pero Xux los echó de allí e intentó convencer a Solo para que le hablase de sus sensaciones personales en la Estrella de la Muerte. Antes de contestar Solo pidió que le dijese dónde estaban sus amigos y si se encontraban bien y ella le dijo dónde estaban detenidos. Solo descubrió que Xux había diseñado la Estrella de la Muerte sin saber para qué se usaban sus inventos y cuando se lo contó Xux se negó a creerle. Tratando de desviar la atención la omwati le enseño el proyecto Aplastador de Soles, y Han le dijo para qué lo iba a usar el Imperio.

Casi inmediatamente después de que Solo fuese llevado a su celda, Sivron visitó los aposentos de Xux y le pidió que terminase rápidamente el proyecto Aplastador de Soles. Xux se sintió ofendida, en tanto que Sivron debía saber que el proyecto había sido terminado dos años antes. Decidió entonces callarse y al final del día reenvió el mismo informe que había enviado dos años antes.

No teniendo una gran carga de trabajo, Xux se vio atormentada por las palabras de Solo. Se veía incapaz de ocultarse tras las ecuaciones, y comprendió que había estado usando su ingenuidad para protegerse de las llamadas de su conciencia. Motivada ahora a buscar la transcripción no censurada del interrogatorio, Xux rompió las contraseñas necesarias, vio la tortura a la que habían sometido a Han y comprendió que sus diseños habían causado más daño del que Tarkin había hecho en Omwat. Comprendió también que Daala le había ocultado información y, lo que era aun peor, que le había dado información falsa. Sorprendida y confusa, intentó buscar una solución a su problema moral.

Poco después, Daala convocó a Xux y le comunicó que estaban movilizando al personal y que necesitarían el Aplastador de Soles esa misma tarde. Daala reconoció que el Imperio Galáctico estaba en apuros y que iban a ir en su ayuda. Xux comprendió que Han Solo tenía razón y tomó una decisión: Ayudaría a los prisioneros a fugarse, y se llevarían el Aplastador de Soles para que Daala no pudiese utilizarlo.

DaalaXux falsificó autorizaciones de Daala (ver imagen) y Sivron y accedió a la celda de Han Solo. Aturdió a un guardia con un bláster y junto as su nuevo amigo inició el rescate del resto de prisioneros, salvando primero a Kyp Durron, tra un duro roteo, y después a Chewbacca con una autorización falsa que le permitía llevárselo como esclavo. Xux les llevó a una lanzadera, pero sólo para que pudiesen llegar al asteroide donde estaba la única unidad operativa de Aplastador de Soles pero con la urgencia de la situación no pudo explicarles todo su plan.

Mientras tanto, el amigo de Han Solo, Luke Skywalker había ido a Kessel a buscarle y huía de allí en la nave original de Han Solo, el mítico Halcón Milenario, perseguido por los mismos que habían obligado a huir a Han.

Qwi Xux cedió a Han Solo los mandos del Aplastador de Soles y empezaron una fuga entre tropas enemigas de a pie que dispararon vanamente sobre al caza. Daala intentó bloquear su huída con sus destructores pero, como el blindaje del Aplastador era superior, Han Solo pilotó a través del puente de mando de uno de los destructores, el Hidra, y lo hizo añicos. Xux consideró la maniobra una locura.

Creyendo que Durron tenía poderes de la Fuerza para realizar pilotaje intuitivo, Solo permitió al muchacho navegar entre agujeros negros y eso les permitió salir en Kessel, donde vieron al Halcón Milenario perseguido por la flota local. Poco después, las naves de Kessel se enfrentaron a las imperiales en una improvisada batalla mientras el Halcón y el Aplastador de soles se comunicaban y aprovechaban la situación para huir rumbo a la capital Coruscant.

Xux, Durron y Solo descendieron del caza en la capital y Xux se sintió tan abrumada por la gran ciudad, totalmente distinta a todo lo que había conocido, que no se dio cuenta de que nadie la estaba saludando. Cuando tuvo ocasión de dirigirse a los dignatarios que saludaban a Solo, Xux desertó del Imperio para unirse a la Nueva República, y ésta la ofreció asilo. Al comprender las capacidades de Xux y de la nave que había diseñado, Mon Mothma y otros representantes ofrecieron su amistad personal a la omwati.

Pese a la amabilidad mostrada por sus nuevod amigos Xux se negó a revelar sus secretos para evitar que fuese usado, pese a lo cual, la Nueva República hizo transferir el vehículo a un hangar de seguridad para su estudio. Los mejores expertos republicanos trabajaron día y noche sobre el caza pero fueron incapaces de forzar el blindaje del Aplastador.


Antilles entra en su vida

 
"Estando aquí contigo consigo olvidar todo el mal del que fue responsable" (Qwi Xux)

Wedge AntillesDurante una sesión de informe, el general Wedge Antilles (ver imagen), un piloto humano de la Nueva República, congenió con la doctora Xux y se ofreció para ser su guía y guardaespaldas.

Tanto Qwi Xux como la República temían que el Imperio enviase agentes para matarla o que la capturase y la devolviese a Las Fauces, donde la obligarían a fabricar nuevas armas. Algunos miembros del Consejo Interno propusieron ofrecer a la omwati un guardaespaldas profesional (puesto que no había escasez de noghris), pero otros, incluido Antilles, pensaban que Xux debía sentirse cómoda con la persona que se escoltase.

Poco después, Qwi Xux se presentó ante la Asamblea de la Nueva República para proponerles que destruyesen el Aplastador de Soles, antes de que pudiese ser usado. Vestida con una capa de plumas perlescentes y nerviosa durante días, se veía sin embargo animada por el apoyo incondicional que le ofrecía el general Antilles. Así, Xux pudo alzarse ante los consejeros y presentar su alegato. El general Dodonna veía poco viable destruir una máquina así, mientras que Garm Bel Iblis no deseaba destruirla pero en ausencia del almirante Ackbar, Mon Mothma apoyó a Xux y zanjó la discusión.

Xux propuso pilotar mecánicamente el Aplastador y dirigirlo al núcleo de un gigante gaseoso, de donde no pudiese ser extraído, una idea que el general Crix Madine aprobó. Después de esto, Garm Bel Iblis y Chewbacca solicitaron a la Asamblea una expedición de rescate para los esclavos en Las Fauces, y que terminase así con las amenazas. Mon Mothma aceptó el plan.

Habiendo terminado la reunión, una aliviada Xux volvió con Antilles y ambos se abrazaron sonrientes. Ahora, sola en un lugar extraño, incapaz de ocultar su responsabilidad, Xux comprendió que su vida había estado vacía y empezó a confiar en Antilles. Puesto que ella seguía sin saber qué hacer exactamente con su futuro, Antilles le propuso que le acompañase durante su trabajo y no contento con ello le regaló un collar de joyas.

Iella WessiriViendo cómo la indefensa Xux confiaba en Antilles y cómo éstos, sin ser conscientes, habían iniciado un relación romántica, la amiga de Antilles, Iella Wessiri (ver imagen), decidió dar un paso atrás y alejarse de él. Wessiri también se había apoyado en Antilles y había esperado iniciar una relación sentimental con él pero comprendió que era demasiado tarde.

Xux acompañó a Wedge y a Kyp Durron al sistema Yavin. Allí lanzaron el Aplastador de Soles al corazón del gigante gaseoso Yavin Prime. A Xux le costó ver cómo se deshacían de un trabajo que le había costado años pero sabía que había que hacerlo. Después de eso, aterrizaron en la luna boscosa de Yavin 4, donde dejaron a Kyp Durron en el Praxeum, la Academia Jedi de Luke Skywalker.

Antilles aprovechó que estaban en Yavin 4 para saludar a su viejo amigo y compañero de aventuras Corran Horn, alias Keiran Halcyon. Horn había oído los rumores de la desertora imperial que había sido engañada para desarrollar tecnología militar, aunque le costaba creer que alguien tan brillante podría haber sido tan ingenuo. Xux preguntó a Horn si habían encontrado algún escombro de la Estrella de la Muerte en Yavin 4, y él reconoció que no habían estado buscando y que el Imperio podría haberlos requisado para analizarlos antes de que su bando hubiese recuperado la luna.

Xux se retiró a descansar mientras Antilles hablaba con su amigo. Horn comprendió que Antilles se sentía atraído por su acompañante y observó que ella era una científico e ingeniera de gran talento con poca experiencia en el mundo mientras que Antilles era un veterano piloto con experiencia militar. En su experiencia personal, las relaciones entre personas tan distintas se basan en una situación de riesgo compartida y, si bien tienen gran pasión, son cortas y perecederas. Horn recomendó a su amigo que no mantuviese una relación sentimental con Xux, aunque por supuesto no iba a intentar detenerle.

Después de esto, Antilles tenía órdenes de ir al planeta Vórtice donde un sabotaje imperial había causado que una nave neorrepublicana destruyese la Catedral de los Vientos, un monumento hecho con flautas cristalinas que sonaban cuando las atravesaba el viento. La Nueva República se había ofrecido a enviar equipos de ayuda para recoger las ruinas, si bien los nativos vors no parecían interesados en este auxilio.

Xux se mantuvo ociosa, caminando por el borde del desastre mientras Antilles trabajaba. El viento era tan fuerte que la delgada Xux temía echar a volar pero se animó cuando encontró un pequeño y estrecho tubo de una de las torres. Lo tomó entre sus dedos y, extrañando los tiempos en los que tocaba música, se llevó la improvisada flauta a los labios. Xux, basándose en sus propias experiencias, tocó una melodía con los ojos cerrados, sin darse cuenta de que los vors se le acercaban y la rodeaban para escucharla. Antilles y su equipo de humanos, temiendo que los vors la atacasen, corrieron a ayudarla pero al llegar, se detuvieron también para escucharla.

Cuando Xux abrió los ojos y dejó de tocar, un vor le quitó la flauta y le explicó que había roto un tabú cultural: No se crearía más música en Vórtice hasta que la Catedral hubiese sido reconstruida. Xux no supo qué decir y ofreció tecnología cristalina indestructible del Aplastador de Soles para reforzar la nueva Catedral de los Vientos.

Después del fiasco emocional que supuso Vórtice para Xux, Antilles se ofreció a llevarla al turístico planeta Ithor, eso sí, por su propia seguridad usando un identidad falsa. No le dijo el nombre del planeta para mantener la sorpresa y, aunque Xux lo descubrió en los ordenadores, se dio cuenta de que nunca había oído hablar de el. Antilles quería aprovechar la ocasión para hacer turismo y mejorar la naciente relación de pareja con Xux.

Xux quedó impresionada por el paraíso tropical, y absorbió la información que le ofrecía Antilles y descubrieron que Mon Mothma había pedido a uno de sus contactos, Momaw Nadon, que atendiera sus necesidades. Antilles y Xux disfrutaron de su mutua compañía, del paisaje local, de las actividades organizadas por Nadon y del pilotaje de Antilles. Ella tímidamente animó a su guardián a que se enamorase de ella y lo consideró el día más maravilloso de su vida y, antes de retirarse a sus habitaciones, besó a Antilles.

Mientras tanto, Kyp Durron, corrompido por el lord del sith Exar Kun, convertido en fantasma milenios antes. Durron derrotó a Luke Skywalker y recuperó el Aplastador de Soles del gigante gaseoso de Yavin 4 y aunque quería utilizarlo para atacar al Imperio, temía que Xux inventase alguna contramedida.

Durron se ocultó en el dormitorio de Xux y cuando ella entró, le apretó el cráneo con los dedos para arrancarle el conocimiento científico relativo al Aplastador de Soles. Xux chilló de terror y dolor mientras Durron purgaba ese conocimiento y, colateralmente, muchos otros recuerdos. Xux perdió sus talentos científicos y los recuerdos de la mayor parte de su vida de modo que al día siguiente, apenas se acordaría de Antilles.

Durron se fue, y cuando Antilles se encontró con Xux a la mañana siguiente la omwati estaba llorando, en posición fetal, intentando retener los pensamientos en su cabeza con las manos. Antilles llevó a Xux a los lugares de Ithor donde habían estado juntos, le recordó las anécdotas compartidas y le mostró incluso vídeos en los que se la podía ver alegre. Algunas cosas le permitieron vislumbrar imágenes, y otras le devolvieron el acceso a esas partes de su memoria. El piloto se sentía avergonzado y responsable de lo sucedido, y trató en lo posible devolverle la memoria a Xux o, al menos, ayudarla a crear nuevos recuerdos.

Poco tiempo después Durron fue detenido y cuando Luke Skywalker se recuperó habló seriamente con Antilles. Su viejo amigo se culpaba por lo sucedido pero Luke le hizo ver que si el, todo un maestro Jedi, había sido incapaz de detener a Durron, nadie podía esperar que Antilles lo lograse. Las palabras del Jedi aplacaron su sentido de culpabilidad pero Antilles siguió intentando restaurar la memoria de Xux.


La búsqueda de recuerdos

 
"No te recuerdo pero siento que eres alguien importante para mí" (Qwi Xux)

Qwi Xux pasó su tiempo libre revisando cintas de información, estudiando sin cesar para recuperar el saber perdido y aprovechando su gran memoria para rellenar todos los huecos e hizo todo esto con un holorretrato de Antilles siempre sobre su mesa. Xux descubrió que siendo una niña Tarkin había bombardeado Omwat, ante sus ojos y supo que esa era la causa por la que no sentía interés en ver planetas desde la órbita. Antilles, que estaba siempre pendiente de ella, consiguió que Xux le contase esta y muchas otras cosas y los relatos no horrorizaron tanto que le animaron a cuidar aun mucho más de ella.

Xux acompañó a Antilles en la misión de la Nueva República a Las Fauces para rescatar a los prisioneros wookiees, esperando volver a ver el lugar donde había pasado la mayor parte de su vida y no salió de su camarote durante todo el viaje. Antilles fue a visitarla siempre que le fue posible pero solo la hizo salir para que revisase la ruta a través de los agujeros negros de Las Fauces.

Una vez que la Flota de Ocupación de la Nueva República hubo llegado a Las Fauces, Xux permaneció en el puente de mando mientras Antilles presentaba su ultimátum y acto seguido se inició una cruenta batalla. Tol Sivron ordenó la destrucción de la información obtenida y la sobrecarga del reactor principal del asteroide para aniquilar la base pero Antilles plantó cara a Daala y consiguió vencer con pérdidas mínimas.

Al final de la batalla, Antilles y Xux bajaron a la superficie planetaria. Xux quería visitar su laboratorio en busca de estímulos para su cerebro, pero entonces vio moverse el prototipo de la Estrella de la Muerte. Avisó a Antilles, pero era demasiado tarde para impedir que la estación espacial, bajo el mando de Sivron, entrase en el espacio de la Nueva República. Antilles y su equipo arrestaron al saboteador enviado por Sivron para destruir la base, y consiguieron detener la cuenta atrás, al menos temporalmente.



Equipo del proyecto Destructor de soles

Qwi Xux se sentía una extraña en su propio laboratorio pero consiguió saltarse las contraseñas y acceder a copias de backup que Sivron no había destruido y con ellos a su propio diario. Le sorprendió descubrirse como una persona sin amistades, con una vida vacía en la que sólo existía su trabajo. Se sinceró con C-3PO y con Antilles y, habiendo superado su mayor batalla personal, empezó a relajarse.

Xux vio llegar uno de los destructores de la Almirante Daala, que regresaba a la base, y trato de llevar a Antilles a la sala de operaciones, aunque apenas recordaba cómo llegar. Antilles pidió consejo a Xux, y ella ideó un astuto plan usando las lanzaderas de asalto y cazas disponibles en el muelle de mantenimiento para abrumar a la imperial con su superioridad numérica. Esto, unido a la oportuna llegada de Skywalker y Durron en el Aplastador de Soles, que pretendían arrojar al interior de un agujero negro, volvió las tornas contra el Imperio. Luke aseguraba que Durrón había retornado al Lado Luminoso pero Xux y Antilles seguían desconfiando de él.

Xux y el resto del equipo abandonaron los asteroides, habiendo obtenido la información sobre el armamento imperial, y permitiendo que Daala destruyese su antigua base. Kyp Durron destruyó el prototipo de Estrella de la Muerte y después se deshizo del Aplastador de Soles tirándolo a un agujero según el plan, algo que Xux agradeció y después de eso Xux y Antilles se reunieron con la recién nombrada Jefa de Estado de la Nueva República, Leia Organa Solo, para presentar un informe de la misión.

Xux y Antilles viajaron después nuevamente a Vórtice donde los vors habían construido una nueva Catedral de los Vientos y, para su inauguración, invitaron a muchos representantes de la Nueva República. A Xux le encantó la música, y en ese momento estaba ansiosa por empezar una nueva vida con Antilles, y preferiblemente sin recuerdos de armas de modo que aceptó la propuesta de Antilles de volver a visitar Ithor.

Unos meses después de esto, la opinión pública estaba dividida con respecto a Qwi Xux. Se sabía que Durron había borrado los recuerdos de Xux y que ella no podía construir otro Aplastador de Soles (De hecho ella tenía el conocimiento para desarrollar nuevas armas desde cero, aunque no recordase las que ya había desarrollado). Al menos un patriota del planeta Nuevo Alderaan informó a la Jefa de Estado que podía organizar el asesinato de Xux, a pagar con fondos públicos, y se rumoreaba que algunas personas ya estaban trabajando sobre ello; sin embargo, Organa Solo ya había perdonado a Xux.

La vergüenza de Xux era sincera, no así la de otros implicados en el desarrollo del armamento imperial. En el año 12 DBYY, el doctor Nasdra Magrody fue aparentemente asesinado por su implicación en esta clase de proyectos, y se temía por la vida de otros científicos como Bevel Lemelisk y Qwi Xux. Organa Solo descubrió que nadie iba realmente a por Xux, y así Antilles pudo dedicarse a escribir poemas sobre el cabello de su amada en vez de mantenerse siempre alerta.

Qwi Xux buscó una ocupación que le permitiese a la vez utilizar su gran inteligencia y estar junto a Antilles y se convirtió en oficial científica en entrenamiento para la Nueva República. Antilles seguía encantado de que Xux retuviese su sentido infantil de la maravilla al descubrir cosas nuevas.

En ese tiempo, Organa Solo sospechaba que Durga el Hutt había robado los planos de la Estrella de la Muerte y pretendía averiguar que tramaba. Siguiendo una estrategia de Organa Solo, Antilles llevaría la fragata de escolta Yavaris a las cercanías del sistema Y'Toub, base de Durga, para realizar unos juegos de guerra contra el almirante Ackbar en territorio abierto. Organa contaba con que esto despistaría a Durga. Además, Ackbar llevaría a un agente encubierto, el general Crix Madine, que se bajaría de la nave y espiaría al hutt en busca de la superarma. Xux acompañó a Antilles en esta operación, aunque mantuvieron la compostura.

Después de derrotar a Ackbar, Antilles aprovechó la ocasión para llevarse a Xux a Nar Shaddaa y hacer algo de turismo. A Xux le parecía fascinante ir con Antilles a tantos sitios, y le sorprendió aprendiendo los matices de un juego de azar visto de pasada. En un pequeño café, Antilles intentó enseñar a Xux cómo se bebía alcohol y la joven le confesó que los nuevos recuerdos que tenía a su lado eran mucho mejores que los que había perdido.

Xux vio al doctor Lemelisk caminando por la calle y aunque Antilles creyó que se había equivocado, viéndola incómoda, decidió que ambos debían marcharse de allí sin embargo era cierto que Xux había visto a Lemelisk, que era cómplice de Durga y trataba de crear un superláser operativo y móvil conocido como "La Espada Oscura".

Antilles y Xux regresaron al Yavaris y esperaron a que Madine enviase algún informe pero cuando este fue recibido apenas tenía detalles importantes. Pronto quedó claro que el general había sido capturado pero como en esas mismas fechas Daala había lanzado un ataque contra la Nueva República Ackbar no pudo acudir en su auxilio de modo que Antilles emprendió el rescate por su cuenta.

Xux procuró no ser un estorbo, pero se mantuvo cerca de Antilles y fue la primera ver la Espada Oscura operativa y la única en entender su naturaleza y eso le permitió indicar a Antilles que debía preparase un ataque. Durante el conflicto, el transmisor de Madine se apagó y Antilles sabía que eso significaba que Madine había muerto y así tuvo que explicárselo a Qwi Xux.

La Espada Oscura fue destruida durante la batalla, más por sus propios defectos que por el envite de Antilles. Sin embargo, ante la hoguera de su triunfo, Antilles y Xux sólo pudieron lamentar la pérdida de un buen hombre y el intento desesperado de los necios de construir armas.

El Yavaris rescató una cápsula de escape que había salido de La Espada Oscura. Xux y Antilles, acompañados de guardias de seguridad, fueron testigos de su apertura. La persona que salió fue Lemelisk, y Xux, con los ojos llenos de rabia, informó a todos de quién era, y el científico fue arrestado sin ofrecer resistencia.

Xux estaba enfurecida con Lemelisk por haberla manipulado para que crease armas pero este no mostró arrepentimiento y, si bien alabó la inteligencia de la omwati, también la acusó de ser un alma simplona. Xux se sintió como si le hubiesen abofeteado y Antilles, tras interrogarlo ordenó que fuese encarcelado, juzgado y finalmente ejecutado.

Xux y Antilles asistieron al servicio en memoria del general Madine y poco después fueron condecorados por sus actos, y la omwati parpadeó como si le asombrase ser nuevamente el centro de atención.


Una nueva vida

 
"La música hace que deje de escuchar las voces de los muertos" (Qwi Xux)

Al año siguiente, en el 13 DBY, Qwi Xux decidió que su relación con Wedge Antilles no tenía futuro. Cada uno buscaba la felicidad del otro, no tenían celebraciones especiales y ella no acertaba a imaginarles como una familia. Eran simplemente dos carreras profesionales que se cruzaban por necesidad y para Xux, la relación era un intento de buscar seguridad después de su experiencia en Las Fauces y de su pérdida de memoria. La omwati teorizó que Antilles simplemente necesitaba sentir un enamoramiento porque en su adolescencia no se lo pudo permitir y dado que nunca había logrado recuperar los recuerdos de haber conocido a Antilles sentía que estaba con el novio de otra.

Xux y Antilles concertaron una cita en la que ella pensaba darle la mala noticia pero se encontró con que él había estado pensando más o menos lo mismo de modo que tras sincerarse mutuamente se separaron como buenos amigos.

Xux había conseguido nuevos amigos y esperaba desarrollar aficiones y se esforzó por reconstruir su vida, pero tardaría años en lograr seguir adelante entre otras cosas porque el daño causado por Kyp Durron había sido mayor de lo previsto. La omwati decidiendo volver a Vórtice ya que era el único lugar donde había encontrado paz.

En el año 25 DBY, la especie extragaláctica Yuuzhan Vong declaró la guerra a la Nueva República y después de que atacasen varios planetas y causasen la muerte del Jedi Miko Reglia, otras dos Jedi, Octa Ramis y Daesha'racor, buscaron la forma de vengarse.

Daesha'racor viajó a Vórtice para interrogar a Xux sobre las superarmas, esperando que hubiese algún otro modelo operativo de alguno de los diseños aprobados por Palpatine. Xux negó que pudiese haber otro Aplastador de Soles y cuando Daesha'racor intentó convencerla para que diseñase una nueva superarma el dio un no rotundo. La omwati, sin ser cierto, dijo a la Jedi que no tenía los recuerdos necesarios y Daesha'racor se fue de Vórtice con las manos vacías.

Luke Skywalker estaba persiguiendo a la Jedi para detenerla y, acompañado de su esposa Mara Jade y otros aliados, siguió el rastro de Daesha'racor hasta Vórtice y hasta Xux. Skywalker se reunió con Xux, y ella le contó lo que sabía, que no era mucho. Poco después de la visita del Jedi el Vórtice fue atacado por los Yuuzhan Vong y Qwi Xux desapareció de modo que se desconoce que fue de ella. Algunos informes indican que pudo morir durante el ataque pero no existen datos fiables de lo que le sucedió.

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