LOS KURTZEN

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Los Kurtzen


 
"Como Riina, mi gente ha sido marginada y expulsada del lugar al que sentíamos pertenecer. Eso casi nos mata, pero como muchos otros en situaciones similares, encontramos el modo de sobrevivir. Creemos que el poder de la vida se centra en los objetos de los que nos rodeamos. Inadvertida o deliberadamente, las cosas que reunimos refuerzan quiénes somos, haciéndonos más fuertes o, a veces, más débiles. En una vida equilibrada, los mundos interno y externo se reflejan uno a otro perfectamente. Cuando una vida está desquilibrada, los aspectos interno y externo deben ajustarse en consonancia". (Arrizza, técnico sanitario)

Los kurtzen eran una especie muy espiritual, con tradiciones místicas que podrían estar relacionadas con la Fuerza, pero que resultaron inanes cuando su población menguó hasta la casi extinción total debido a problemas genéticos. Sólo la oportuna llegada de colonos alienígenas, con avanzada tecnología, les permitió recobrarse y prosperar nuevamente. Por eso los kurtzen demostraban una gran lealtad hacia los extraños que les ayudaban, aunque no abandonaban su cultura para adoptar a la ligera la de otros. Conozcamos hoy a los kurtzen de Bakura.

El sector Bakura estaba en una región galáctica sólo parcialmente explorada, a caballo entre el Borde Exterior y el Espacio Salvaje, con planetas y sistemas en ambos territorios. En concreto el sistema Bakura, que daba nombre al sector, se encontraba fuera del espacio controlado por la República Galáctica y, durante mucho tiempo, por su sucesor el Imperio. Bakura tenía la fortuna de estar en los límites de una ruta hipersespacial estable, el Espolón Shiritoku, que comunicaba el sistema directamente con el sistema Timora, también en el sector Bakura, y que desde ahí seguía a Endor, en el sector Moddell.

El sistema Bakura estaba formado por la estrella también llamada Bakura y los ocho cuerpos astrales que la orbitaban y que eran, desde el más interior: Bak, una roca abrasadora sin lunas; Kur, una roca baldía, también sin lunas; Bakura, un mundo terrestre y habitable con dos lunas; Arden, un gigante gaseoso con siete lunas; Bakura-5, otra esfera pétrea y yerma, con una luna; y tres peñascos de hielo, Bakura-6, Bakura-7 y Bakura-8, todas sin satélites salvo la última que tenía uno. A varios de estos orbes, en palabras de C-3PO, se les había negado, con todo el derecho, la dignidad de un nombre apropiado por ser insignificantes.

Predeciblemente nos centraremos en el tercer planeta, Bakura, una exuberante esfera verdiazul de 21.400 kilómetros de diámetro, un día que duraba 22,9 horas estándar y un año de 302 días locales. Se trataba de un planeta terrestre hidrosfera moderada, con atmósfera respirable (o Tipo I) y gravedad de 1.05g. Su clima suave y templado era propenso a nubes lluviosas. En su superficie encontrábamos tres continentes principales, Braad, Prytis y Kishh'dar, y en ellos bosques, llanuras, montañas verdes, ríos y algunos centros urbanos. Prytis era el econtinente más habitado, donde estaba la capital, Salis D'aar, con siete millones de habitantes, sobre un saliente de cuarzo llamado D'aarmont de cincuenta kilómetros de ancho y tres de largo, y junto al delta del Río Oeste.

Un animal nativo no inteligente era el cratsch, depredador predominante en bosques subtropicales. Parecido a un hurón, el cratsch cubierto de vello marrón tenía una cabeza en forma de cuña con marcas negras a modo de máscara, un largo cuerpo flexibles, una oscura cola prénsil y peluda, patas cortas y fuertes y garras retráctiles para escalar. El cratsch cazaba en los bosques bakuranos, esperando pacientemente a las aves que se cebeban con la fruta de los árboles namana y caían al suelo, en una euforia química que les impedía volar. Entonces el cratsch se alimentaba pasivamente. Cada cratsch se apostaba junto a un grupo de árboles, que marcaba con las glándulas almizcleras en la base de su cola, y defendía su territorio contra otros cratsch con ferocidad y eficiencia. En la época de celo, un macho alfa podía tomar el control de un gran bosque maderable.



Un cratsch.

Existía además una especie inteligente indígena de Bakura conocida como los kurtzen. Eran seres humanoides con una altura que iba de 120 a 170 centímetros en la madurez, estando la media en 150 centímetros. En general eran de aspecto muy similar a los humanos, con un par de diferencias. Estos rasgos característicos eran en primer lugar su piel blanca como el yeso, y después la parte superior de su cabeza. En vez de cabello, un kurtzen tenía una superficie arrugada y curtida coroando su pericráneo. Este cuero cabelludo acaballonado podía reflejar la luz artificial si estaba adecuadamente acicalado.



Un kurtzen.

Por lo general, un kurtzen tenía una voz suave y agradable. Sus sistemas respiratorio y digestivo eran similares a los de los humanos: Los kurtzen tenían un tracto digestivo de tamaño limitado en el que se podía atragantar un objeto demasiado grande, y pulmones susceptibles de enfermar.

Ésta era otra característica de los kurtzen: Su propensión a la enfermedad y a otras dolencias como la malnutrición. Durante mucho tiempo, los kurtzen habían tenido una base de población demasiado pequeña, lo que limitaba su acervo genético al punto de haberles llevado a un punto muerto genético. Su población menguaba incesantemente por esta afección genética. Sólo en décadas recientes, gracias a la medicina avanzada proporcionada por colonos humanos, estos problemas empezaron a superarse, aunque aún se mantenían en algunos casos: Era muy raro que en una misma familia más de dos niños alcanzasen la madurez. Por ello, la población kurtzen era aproximadamente un 5% del total de sesenta y ocho millones de seres inteligentes de Bakura, aunque el número de kurtzen iba creciento de forma estable.


Cultura


 

La especie kurtzen se caracterizaba por ser tranquila, pacífica y ferozmente leal a los seres, principalmente humanos, que les proporcionaron ayuda médica.

La civilización kurtzen era de nómadas tecnológicamente primitivos con una fuerte tradición mística, rica en tótems y otros pequeños objetos, algunos de ellos con significado tribal o religioso. Los kurtzen creían que el "poder de la vida" se concentraba en los objetos que cada persona reunía y de los que se rodeaba con frecuencia, reforzando su identidad y dando, o quitando, fuerza a esa persona. Un kurtzen tendía a llevar consigo por sistema un número de objetos para que le diesen buena suerte, al punto que eso definía su vestuario: Un kurtzen solía vestir togas sin mangas, de colores neutrales, y llevar anchos cinturones de cuero con varias bolsas. También podían llevar tótems colgados del cuello con una cuerda.

Gracias a estos objetos, los kurtzen entraban en contacto con lo que denominaban "una fuerza vital universal", relacionada con la energía vital de la Fuerza usada por jedi y sith. Los tótems de un individuo representaban el "mundo externo", que debía reflejar el "mundo interno" de un individuo para alcanzar un deseable estado de equilibrio; cuando este equilibrio se rompía, el uso ceremonial de los objetos podía restaurarlo.

Los chamanes kurtzen tenían rituales cargados de símbolos e imágenes en los que utilizaban físicamente un tótem como alegoría de un problema y su solución. En algunas ocasiones, un chamán se mantenía en trance, con los ojos cerrados murmurando y poniendo simbólicamente el tótem en un punto concreto de un paciente al que quisiera curar, para "limpiarle espiritualmente"; este procedimiento era físicamente agotador para el chamán. En otros casos, el chamán y el paciente se mueven de forma infrecuente y tienen sutiles cambios físicos, como el acristalamiento de los ojos en una situación similar al mesmerismo.

Las costumbres espirituales kurtzen han sido vistas con escepticismo por seres de otras especies. Los investigadores han llegado a la conclusión de que muchas de estas costumbres surgieron cuando la salud de la población kurtzen empeoró drásticamente debido a sus problemas genéticos, y que se idearon esperando que promoviesen el bienestar entre su gente. Sin embargo, en varias ocasiones han dado un resultado exitoso de forma inexplicable, y un usuario de la Fuerza entrenado comprobó que un chamán kurtzen en trance era percibido en la Fuerza de forma diferente.

La civilización kurtzen sólo había alcanzado por sí misma la edad de piedra cuando tuvieron su primer contacto con una especie alienígena, los colonos humanos del Núcleo, y entraron de lleno en el nivel tecnológico espacial. Bakura tenía una vibrante industria de muelles repulsores, con una planta principal que producía casi cincuenta millones de unidades anuales. En tiempos del Imperio Galáctico, dos tercios de la producción se exportaban a fabricantes como Aratech, Ikas-Adno y Merkuun, adictos al régimen, y el resto se usaban en el planeta, además de otras diez millones de unidades más pequeñas que se añadían a todo tipo de productos. Una nindustria secundaria estaba en herramientas y muebles que usasen repulsores; y otra, en el refinado de minerales y metales extraidos de sus lunas. Por último, la levemente adictiva fruta namana, que estimulaba centros de placer del cerebro humano, era procesada en varios productos, como dulces, néctares y licores exóticos, y era también exportada a través del puerto estelar de Salis D'aar, justo al sur de la capital, en D'aarmont. El planeta importaba principalmente tecnología y medicina, en parte para los kurtzen.

No fue el único cambio cultural importante: Los kurtzen abandonaron la vida nómada y se asentaron en el distrito Kishh del continente Braad. La especie mantenía cierto control político sobre la región, aunque siempre sometidos a las leyes bakuranas.

La población bakurana se componía casi exclusivamente de humanos y kurtzen; los alienígenas de otras especies muy rara vez pisaban en el planeta, y por lo tanto a menudo eran percibidos con suspicacia o incluso miedo. Los bakuranos detestaban abiertamente a los droides, al punto de que su uso público estaba prohibido. Los kurtzen se sumaban a este recelo hacia los autómatas.



Un kurtzen (izquierda) junto a Gaeriel Captison, humana de Bakura (derecha).

La alteración social demasiado rápida, el cambio de tecnología rudimentaria a naves espaciales en el curso de una vida, era especialmente duro para algunos kurtzen. Los que tenían sesenta años en tiempos de la Rebelión habían vivido todo el proceso y se sentían especialmente incómodos y torpes con la tecnología de nivel atómico o posterior, prefiriendo una existencia más espartana. Los más jóvenes ya no recordaban la vida itinerante de sus mayores y seguía filosofías propias de los Mundos del Núcleo; sus mayores, en un esfuerzo por preservar la cultura tribal tradicional, intentaban educar a sus hijos en las tradiciones de su gente. Los vínculos familiares eran socialmente importantes entre los kurtzen como entre muchas especies humanoides.

Una diferencia especialmente grande entre los bakuranos humanos y los kurtzen estaba en el aspecto religioso. Los díscolos e independientes humanos de Bakura eran en gran parte seguidores de una tradición religiosa hemeiana llamada el Equilibrio, que resultaba incompatible con otras creencias. Los kurtzen tenían unas creencias muy distintas que los bakuranos conocían y, aunque no compartían, aceptaban y aprobaban. A nivel lingüístico también había armonía El idioma de la especie, llamado también kurtzen, era lengua co-oficial de Bakura junto con el Básico.

El sistema de gobierno de Bakura era básicamente una democracia representativa, con un gabinete formado por un primer ministro y cuarenta senadores. Cuando uno de estos puestos quedaba vacante por jubilación o deceso, el resto del gabinete elegían al reemplazo, lo cual provocaba entre los políticos humanos un alto nivel de endogamia: Muchos apellidos de los primeros colonos estaban arraigados entre los muros del Edificio Memorial Bakura, sede del gobierno en Salis D'aar. Los senadores a menudo votaban a mano alzada, con el puño cerrado representando una negativa y la mano abierta para votar un sí.

Durante la ocupación imperial de Bakura, el gobierno respondía a un gobernador imperial, nominalmente Wilek Nereus. En esos tiempos, la población kurtzen tenía representación en forma de dos asientos en el Senado, relativos a la circunscripción de Kishh, pero estos representantes eran inelegibles para votar en asuntos de interés imperial. Después de la liberación, durante el breve periodo neorrepublicano, los kurtzen obtuvieron todos los derechos políticos de sus pares humanos.


Historia


 

La especie kurtzen evolucionó y llegó a ser un pueblo primitivo y nómada, que seguía a las manadas de animales ungulados para obtener comida y así viajaban de campamento en campamento. La tecnología que tenían era propia de la edad de piedra.

La población kurtzen era demasiado escasa para mantenerse de forma natural: Su reserva de genes no era lo bastante variable, lo cual les llevó a un callejón sin salida. Su especie se vio atormentada por constantes enfermedades crónicas, casos de malnutrición y trastornos genéticos. Estaban extinguiéndose rápidamente.

Y aquí mi narrativa se mueve hasta el planeta Heimei IV, en el Núcleo. Allí tenía su sede un poderoso consorcio minero y explorador, la Corporación Bakur. Sus líderes, seguidores del Equilibrio Cósmico, estaban motivados a buscar una colonia autosuficiente en el borde de la galaxia que compensase la gran concentración de riqueza en su mundo. Descubrieron un mundo que llamaron Bakura, en el que pretendían desarrollar depósitos de cristal y metal, y empezaron su colonización en 150 abY.

Los primeros colonos, humanos, llegaban con una preparación razonable dadas las circunstancias: Habían llevado comida, droides, herramientas de construcción y semillas, y sabían que iban a enfrentarse a problemas de aislamiento y de escasez de recursos críticos. Hubo una dificultad que les pilló por sorpresa: El Alzamiento Droide Bakurano. Una compañía rival, el Consorcio H'Lokk, había saboteado los droides, principalmente drones de construcción, con un virus informático para que saboteasen todas las operaciones posibles. Pero el virus tenía a su vez un error y eliminó las salvaguardas que impedían a los droides agredir a los orgánicos. En las primeras semanas de la colonización, los droides se levantaron en armas y masacraron al 40% de los colonos originales. Desde entonces los bakuranos desconfiarían de los droides (y de ciertas tecologías relacionadas) y prohibieron su uso.

Los colonos bakuranos construyeron su primer centro para fabricar turboelevadores y entonces tuveiron su primer contacto con la especie nativa kurtzen. Los colonos comprendieron rápidamente que los kurtzen tenían problemas y les ofrecieron asistencia médica y tecnológica a cambio de derechos mineros y de sus tierras (un concepto que las sociedades nómadas no suelen tener). Los kurtzen aceptaron agradecidos y ansiosos la ayuda. Los colonos bakuranos empezaron a investigar cómo salvar a la especie de la extinción y, aunque tardarían bastante tiempo en encontrar una cura real para sus problemas genéticos fundamentales, algunos de los trastornos de los kurtzen fueron corregidos con medicinas avanzadas y su población empezó a aumentar levemente. Los kurtzen se sentían especialmente afortunados de haber tenido ese encuentro con los humanos. De un modo más místico, los kurtzen percibían que habían sido expulsados de un lugar al que sentían pertenecer y que casi habían muerto en el proceso, pero que habían encontrado el modo de sobrevivir.

El capitán de la nave colonizadora humana, Deredith Arden, fundó entonces la capital Salis D'aar y lideró el gobierno durante ocho años, consiguiendo un asentamiento permanente donde también floreció el culto al Equilibrio entre los humanos, merced al gerofante Dif Istuvi. Pero entonces las vetas mineras se agotaron después del boom inicial. Durante décadas, la central de Hemei obtuvo beneficios sólo marginales y discutieron qué hacer al respecto. Hemei también abandonó la creencia en el Equilibrio, aunque Bakura la mantuvo.



Un kurtzen.

Finalmente, c. 40 abY, la Corporación decidió abrir el planeta Bakura a la colonización exterior. Después de una breve incursión separatista durante las Guerras Clon, Bakura empezó a recibir nuevos colonos, triplicando su población en una década. Los bakuranos establecieron nuevas operaciones mineras en los tres planetas más externos del sistema y en las dos lunas locales, y nueva estaciones de procesado para fabricar licores y dulces de néctar de namana.

Durante los primeros años del Imperio Galáctico, Bakura alcanzó una cierta prosperidad. En 16 abY, los problemas genéticos de los kurtzen parecían resueltos en su mayor parte. Aunque había una intensa lucha intestina en la política local para ser eficiente, la economía iba viento en popa. La fabricación de repulsores fue un auténtico exitazo que dio fama al planeta y empezó a atraer la atención de el Imperio.

El Imperio tenía interés en redirigir la producción de repulsores de Bakura hacia sus propios intereses, para lo cual lo más eficiente era anexionar Bakura por la fuerza. En 3 abY (unos meses después de la batalla de Yavin), una pequeña flota de astronave simperiales invadió Bakura. Las defensas locales se desintegraron porque no había forma de que tres miembros del gobierno se pusiesen de acuerdo en nada, ni siquiera en cómo resistir; eso les pasaba siempre.

El Imperio conquistó subyugó Bakura pero decidió mantener intacto al gobierno, con la diferencia de que ahora el Primer Ministro Yeorg Captison y el Senado responderían al gobernador imperial, Wilek Nereus. Nereus se aseguró de urdir una paz precaria en el planeta: Los bakuranos rindieron sus libertades con mínima oposición y alboroto, aunque hubo varias purgas y dos rebeliones menores. En pro de la estabilidad, Nereus mató, chantajeó y purgó al gobierno de los elementos más radicales, aunque también se aseguró de que los kurtzen mantuviesen sus puestos políticos para dar una imagen favorable. Pese a todo, Nereus no pudo evitar que surgiese una resistencia clandestina, sobre todo entre los bakuranos jóvenes, que consiguió el apoyo secreto de varios oficiales imperiales.

Convertido ahora en un nuevo miembro del Imperio no especialmente importante, Bakura empezó a fabricar repulsores para fabricantes asociados con el régimen, como Aratech, Ikas-Adno y Merkuun. Dos tercios de la producción de la Planta Arden, que fabricaba casi cincuenta millones de motores anuales, eran enviados por el Camino Shiritoku a depósitos en Timora, el mundo más cercano con vínculos formales al Imperio; el resto se destinaban a RepulsorCorp Bakur para la fabricación local de speeders y coches de nubes que después eran vendidos en Bakura o exportados hasta el sector Senex/Juvex. Gracias a esta mejora en la exportación por el Borde Exterior, la economía de Bakura mejoró. Al mismo tiempo, la anexión imperial bajó el coste de las importaciones, lo cual disparó la ayuda médica a los kurtzen. Ya en un ámbito más discreto, Bakura contribuía con materias brutas de sus dos lunas al proyecto imperial secreto de construcción de la segunda Estrella de la Muerte.

Algo más de tres años después de la invasión imperial, Bakura sufrió otra invasión: Naves bélicas ovaladas de origen desconocido que ya habían causado estragos en Shiritoku. Eran los ssi-ruuk, una especie alienígena desconocida en casi toda la galaxia, que atacaba para capturar humanos y someterlos al proceso llamado "tecnificación" para extraer sus energías vitales, matándolos y en el proceso alimentando su maquinaria bélica para continuar la invasión. El Imperium Ssi-ruuvi pretendía hacerse con los humanos de Bakura, pues había comprobado que la tecnificación de humanos eran más eficientes que la de su especie esclava, los p'w'eck (No hay datos sobre los kurtzen en este sentido).

Cinco cruceros ssi-ruuvi, con docenas de naves de apoyo y más de mil cazas, fueron más que rival para la anticuada flota imperial que defendía Bakura: Seis cañoneras corelianas, cinco patrulleras de sistema, tres corbetas clase Merodeador, setenta y dos cazas TIE y su nave insignia, el crucero Carraca Dominante. En un primer enfrentamiento, los bakuranos perdieron varias naves y comprendieron que estaban contra las cuerdas. Los ssi-ruuk, de peculiar idioma (los bakuranos les llamaban despectivamente los Flautas), enviaron un mensaje en que un humano que colaboraba con ellos presentaba sus condiciones, y que fue percibido por los bakuranos como una amenaza. El gobernador Nereus envió un SOS al Emperador en persona, que estaba en el cercano sistema Endor, para pedir refuerzos.

El Emperador acababa de morir en la batalla de Endor, que enfrentó al Imperio contra la Alianza Rebelde. La flota imperial, derrotada, se desintegró y se dispersó. La petición de ayuda fue interceptado por los Rebeldes que, desinteresadamente, decidieron responder: Ellos sabían que el Imperio no estaba en condiciones de ayudar a Bakura, y simpatizaban con el aprieto de la población. La Rebelión envió a un grupo de héroes de guerra en el carguero Halcón Milenario y una fuerza de asalto formada por el crucero-carguero Frenesí, con un complemento de 27 cazas estelares, la corbeta coreliana Ullet, las cañoneras corelianas Ensaiav, Honor de Ghorman, Mastala y Telsor, y el Walerv, con una tripulación principalmente alienígena que incluía a diecisiete mon calamarianos.

Los rebeldes llegaron a Bakura a tiempo de ayudar a la flota imperial en otra batalla estelar contra los ssi-ruuk, pero los detalles de la escaramuza no eran públicos ni evidentes. El Senado se reunió a deliberar al respecto, esperando al gobernador Nereus. Éste llegó tarde pero con importantes noticias: Los rebeldes habían llegado a Bakura. Nereus no sabía aún, sin embargo, qué hacían allí los rebeldes. Explicó que las naves rebeldes se habían interpuesto entre los atacantes ssi-ruuk y las naves bakuranas, y Nereus ordenaba a sus fuerzas que se retirasen, permitiendo que los rebeldes absorbiesen el daño como ellos parecían desear. La carismática senadora humana Gaeriel Captison secundó la moción, instando a la gran mayoría de otros senadores a seguir su ejemplo.

Poco después, los rebeldes consiguieron una reunión diplomática con el gobierno bakurano. Los más proimperialistas allí, como Nereus, estaban descontentos con la presencia de esos proselitistas, pero algunos ciudadanos y senadores se sentían más agradecidos hacia los recién llegados y apreciaban sus puntos de vista. Los líderes rebeldes e imperiales pactaron una tregua para repeler a los invasores.



El gobernador Nereus (izquierda) y la Princesa Leia Organa (derecha) sellan la tregua de Bakura.

No faltaron pasos en falso durante esta colaboración histórica. Los rebeldes alienígenas fueron brutalmente atacados en la calle por bakuranos incitados por Nereus. Finalmente Nereus vio la ocasión de hacerse con el poder e hizo arrestar a la líder rebelde, Leia Organa, al Primer Ministro y a un Senador humano importante para imponer la ley marcial, pero consiguió provocar disturbios. Luke Skywalker, un jedi rebelde apresado por los ssi-ruuk gracias a la tración de Nereus, escapó y provocó la huida de los ssi-ruuk que, por motivos religiosos, temían morir en un mundo no consagrado como Bakura. En agotadora batalla, los rebeldes derrotaron a las naves imperiales leales a Nereus mientras los ciudadanos de Salis D'aar se alzaban en armas contra el gobierno.

Años después se descubriría que el emperador había pactado con los ssi-ruuk para cederles partes de la galaxia, incluyendo Bakura, y pretendía faltar a su palabra más tarde para robarles su tecnología.

Después del incidente, Bakura se unió a la naciente Alianza de Planetas Libres, que pronto se rebautizó Nueva República. El planeta temía el regreso de los invasores, así que construyeron una nueva Milicia de Defensa Bakurana con cuatro poderosas naves Centinela, Defensor, Intruso y Vigilante, bajo el mando del héroe militar del conflicto anterior, Comandante Pter Thanas.

Los kurtzen también obtuvieron más derechos; sus senadores ya podían votar en todos los casos, por ejemplo. El continente Kishh'daar fue reservado totalmente para asentamiento kurtzen según su población fuese creciendo, pero se mantuvo deshabitado durante varias décadas.

El miedo bakurano a los ssi-ruuk no era infundado. Un temprano informe del historiador Voren Na'al al Consejo Provisional de la Alianza de Planetas Libres, que por cierto fue el primero en bautizar el evento como el Incidente Bakura, corroboraba la realidad de la amenaza ssi-ruuvi y sugería incluso ocultar las capacidades de esta especie para que no cundiese el pánico a una guerra a dos frentes. No fue posible: Bakura obtuvo fama como un campo de batalla crucial. El antropólogo shi'ido Moruth Hoole visitó Bakura y estudió a los kurtzen para su libro La Guía Esencial a las Razas Alienígenas, publicado en tiempos de la Nueva República.

La Nueva República no se quedó de brazos cruzados ante el miedo bakurano a los ssi-ruuk: La flota neorrepublicana persiguió a los ssi-ruuk a su territorio estelar y descubrió que un enemigo desconocido había arrasado su civilización. No consiguieron vencer, empero, al remanente naval ssi-ruuk activo en ese territorio y, después de luchar hasta quedar en tablas, la República se retiró, pero Bakura podía quedarse relativamente tranquila.

En 8 dbY, un kurtzen fue visto en el planeta Tatooine, asistiendo a una subasta en Mos Eisley. El kurtzen, de identidad desconocida, pujó por un holocubo que representaba a un piloto de vainas humano preadolescente, Anakin Skywalker, pero fue incapaz de adquirirlo

En algún momento antes de 18 dbY, Bakura decidió abandonar la Nueva República, volviendo al Espacio Salvaje con parte de Shiritoku. Mantuvieron una representación sin derecho a voto en el Senado de la Nueva República, con el humano Molierre Cundertol ocupando el puesto durante la Crisis de la Flota Negra en 18 dbY. Por entonces, la República pidió a Bakura naves de guerra en préstmao para su conflicto en el sistema Corelia, y el gobierno bakurano lo hizo para pagar su deuda con la República.

En 25 dbY, la especie extragaláctica yuuzhan vong inició su invasión de la civilización conocida, obteniendo notables éxitos en tres años: La Nueva República y el Remanente Imperial se desintegraron ante el embite de los alienígenas. Los periféricos mundos de Shiritoku se mantenían en alerta, temiendo un ataque. El ataque llegó, pero de una forma más complicada: Los yuuzhan vong usaron a los ssi-ruuk como sus delegados, y éstos, enviando a sus esclavos p'w'eck recurrieron a una intriga rica en traiciones.

Bakura fue visitada por el Movimiento de Emancipación P'w'eck, liderado por Lwothin. Éste explicó a los bakuranos una historia totalmente inventada. Según él, un excepcional ssi-ruuk llamado el Keeramak apoyó a los p'w'ecks contra sus amos ssi-ruuk y permitió que los p'w'ecks se liberasen. Ahora los p'w'ecks querían firmar un tratado con el gobierno de Bakura, representado por el Primer Ministro Cundertol (que formaba parte de la conspiración). El Keeramak exigía que Bakura fuese consagrado antes de que él pisase el planeta para firmar el tratado; las creencias ssi-ruuk y p'w'eck castigaban cruelmente a quien muriese en suelo no consagrado, por eso los ssi-ruuk se habían retirado años antes cuando existía la posibilidad de que fuesen derrotados. La población bakurana temía que los alienígenas fuesen a atacarles incluso con la connivencia del gobierno, y un grupo terrorista llamado Libertad les instaba a provocar disturbios. El ayudante de Cundertol, Blaine Harris, era en secreto miembro de Libertad y puso una bomba en el lugar donde la consagración tendría lugar, para matar a todos los presentes e impedirlo.

En esta cuidada estrategia entran dos factores impredecibles. Uno era el ryn Goure Conor, miembro de la Red Ryn de traficantes de información, que descubrió rápidamente casi todo lo que estaba pasando. Otro era un convoy de la Alianza Galáctica, sucesores de la Nueva República que pretendían restablecer contacto con Bakura y reclutarla para su bando. Este grupo incluía a los héroes de guerra Leia Organa Solo, Han Solo y Jagged Fel, y a las jedi Jaina Solo y Tahiri Veila. Goure encontró en ellos un interesante aliado.

Sucedieron una serie de cosas complejas. El Primer Ministro fingió su propio secuestro para reunirse con sus cómplices y recibir su pago, transplantando su cerebro a un cuerpo droide réplica de humano. La líder de Libertad, Malinza Thanas, fue arrestada por las autoridades y después liberada por Jaina Solo, que pasó a ser una fugitiva. Conor se reveló a Veila y trabajó con ella en un intento de encontrar a Jaina antes de que la policía local lo hiciese; en colaboración con Arrizza, un kurtzen amigo de Conor, se colaron en el edificio del Senado para buscar en sus bases de datos, pero no encontraron nada sobre Jaina. Lo que encontraron fueron indicios de la traición de Cundertol. Más tarde Veila encontró a Jaina colaborando con Libertad; pero algunos de los rebeldes, como Harris, traicionaron al resto. Veila y Jaina vencieron a estos enemigos, pero fueron incapaces de impedir la detonación de la bomba en la ceremonia. Veila utilizó sus poderes para intentar proteger a los seres más cercanos aunque eso le costó entrar en coma.

Finalmente, el Keeramak pudo consagrar Bakura… y atacarla inmediatamente después. Empezaba una nueva batalla.



Un ssi-ruuk (izquierda) y un esclavo p'w'eck (derecha).

Ah, mas el plan de los ssi-ruuk incluía al falso Movimiento de Emancipación P'w'eck, y muchos de estos esclavos habían disfrutado demasiado de sus días de fingida libertad para renunciar tan fácilmente a ella. Cuando la victoria ssi-ruuk parecía segura, los p'w'eck se volvieron contra sus amos en una auténtica rebelión. Lwothin mató personalmente al Keeramak. Cundertol había sido dado por muerto en la detonación pero, gracias a su cuerpo robótico, pudo reponerse y matar a Harris. Logró huir y reunirse con sus compinches, pero éstos le castigaron por su fracaso acabando con su existencia.

Veila fue tratada por un chamán kurtzen, Arrizza, que le ayudó a encontrar un equilibrio interior y, en última instancia, a recuperar la conciencia un tiempo después. Goure recomendó a sus asociados de la Alianza Galáctica que viajasen a Onadax, y éstos le hicieron caso, llevando consigo a la aún inconsciente Veila.

Bakura se recuperó de esta ordalía y los kurtzen continuaron su vida.

En 137 dbY, Bakura formaba parte del Imperio Sith de Darth Krayt.


Kurtzen Notorios


 

El chamán: Este kurtzen era un chamán con capacidades curativas que se concentraba durante ceremonias para ejercer.

En una ocasión le llevaron a un paciente, un adolescente kurtzen con una aparente enfermedad pulmonar. El chamán preparó la ceremonia, en la cual varios kurtzen se ubicarían alrededor del paciente mientras el chamán ejercía directamente sobre éste con tótems. El Antropólogo Senior Moruth Hoole, un alienígena de visita en Bakura, fue invitado como espectador para que pudiese ver de primera mano la ceremonia kurtzen.

Cuando dejaron al chico en el círculo de kurtzen, el chamán empezó a rezar mientras los otros kurtzen salmodiaban; salvo el muchacho, que parecía hipnotizado con ojos muy abiertos pero acristalados. El chamán tomó un gran colgante con cuentas que el joven llevaba al cuello, se lo arrancó y lo sostuvo en alto. Entonces el adolescente echó la cabeza atrás y se tragó el totem. Esto aparentemente marcó el fin de la ceremonia. Hoole estaba impresionado, en particular porque creía el amuleto era demasiado grande para ser tragado así, pero el chamán le explicó que él hacía esto constantemente.

El chico se recuperó en unos pocos días, después de que el totem, eh, emergiera nuevamente.

El muchacho enfermo: Este adolescente varón kurtzen llevaba colgado del cuello, con una cuerda, un totem con cuentas de tamaño bastante grande. Eso no le protegió de sufrir una grave enfermedad, aparentemente de pulmón.

El muchacho fue llevado a un chamán para que le curase. Durante la ceremonia, de la que fue testigo el Antropólogo Senior Moruth Hoole, un grupo de kurtzen se pusieron en círculo alrededor de su cuerpo, salmodiando. Mientras el chamán rezaba, el chico mantenía ojos acristalados, abiertos de par en par y mirando aparentemente sin ver.

El chamán arrancó el totem del cuello del joven, y éste se levantó, echó la cabeza hacia atrás y se tragó el totem, con cuerda y todo, pese a que su tracto digestivo parecía demasiado pequeño para permitirle esto sin atragantarse o dejar el objeto atascado.

Al día siguiente, el totem "reapareció" de algún modo y la familia del chaval se deleitó. En cuestión de unos pocos días, el chico se recuperó.

El antropólogo Hoole registró la crónica de la ceremonia en su libro La Guía Esencial a las Especies Alienígenas, publicado en tiempos de la Nueva República.

El pujador: Este kurtzen estaba activo en Tatooine en 8 dbY.

Vestido con cuero remendado, el kurtzen asistió a una subasta que tenía lugar en el Salón de Interpretaciones de Mawbo, un salón de baile en el pueblo de Mos Espa. La propietaria, la humana Mawbo Kem, era la subastadora, y su camarera codru-ji Celia exhibía las piezas para el público. El primer objeto subastado era un holocubo vendido por Kitster Chanchani Banai que, según Kem, representaba al piloto de vainas humano Anakin Skywalker cuando éste tenía nueve años. El kurtzen tenía interés en poseer esta antigüedad.

Pero no le resultaría fácil. Entre los asistentes estaba también la hija de Skywalker, Leia Organa (disfrazada de twi'lek), con su pareja Han Solo (disfrazado de devaroniano), que buscaban adquirir un cuadro alderaaniano. Observando que en el público tres squibs (Emala, Grees y Sligh), una especie de negociadores natos, Solo les reclutó para que pujasen en su nombre por discreción, y que también intentasen adquirir algún otro artículo para no llamar la atención. A tal fin Solo les señaló el holocubo, ignorando qué imagen contenía.

Sligh pujó 100 créditos; una lugareña de cabello pajizo vestida con una capa de arena subió a 120, Sligh pasó a 150 y entonces el kurtzen propuso 180. Solo intentó convencer a los squibs para que abandonasen la puja pero, por motivos culturales, se negaron a hacerlo y pronto estaban en 230. Sligh subía en intervalos de sólo dos o tres créditos, pero el kurtzen y la mujer llegaban más alto. Entonces Sligh saltó de 260 a 300, intimidando a los otros. Kem, como subastadora, intentó convencer a los otros dos interesados, camelándole a él y burlándose de ella, pero ambos se resistieron… hasta que ella subió a 310. No sirvió de nada; Sligh subió un crédito más. Solo corrió a detener al squib físicamente y lo consiguió cuando iba a pasar de 510 a 520 créditos, con la excusa de estar estableciendo una estrategia.

Al final, el cubo acabó en manos de un andrajoso gotal en un traje espacial con costuras, por 1300 créditos; y, en cuanto al cuadro que quería Organa, fue robado en plena subasta, en una situación caótica.

Los senadores kurtzen: En tiempos de la ocupación imperial de Bakura (aproximadamente 1 a 4 dbY), el Senado Bakurano estaba compuesto por cuarenta senadores, incluyendo dos kurtzen de la circunscripción de Kishh. Estos dos, sin embargo, no podían votar en asuntos de interés imperial. Los senadores respondían ante el Primer Ministro y éste a su vez ante el gobernador imperial.

En 4 dbY, justo después de la batalla de Endor, los senadores kurzten eran dos personas de piel blanca y cuero cabelludo arrugado en vez de cabello, como todos los otros kurtzen. En ese tiempo, Bakura fue atacada por una flota invasora de la especie ssi-ruuk, instando al gobernador a pedir ayuda militar al Imperio. Los bakuranos habían recibido un mensaje en video de un colaboracionista humano, que percibieron como una amenaza. Siendo además un mundo poco acostumbrado a los alienígenas (excepto por los kurtzen), Bakura miró con desdén a los reptilianos ssi-ruuk y los apodó "los flautas" por su peculiar comunicación.

Resultó que el Imperio no estaba en situación de enviar refuerzos a Bakura porque su flota acababa de desintegrarse tras la desastrosa batalla de Endor. El vencedor de la batalla, la Alianza Rebelde (reconvertida en Alianza de Planetas Libres), cortésmente envió activos militares a ayudar a Bakura, y éstos llegaron a tiempo de unirse a la flota bakurana en una batalla espacial contra los ssi-ruuk, interponiéndose entre los vapuleados bakuranos y los atacantes.

Mientras tanto, el Senado se reunía, esperando al gobernador Nereus. Éste llegó tarde y reportó que los Rebeldes habían llegado al planeta. Los senadores escucharon lo que había sucedido y debatieron sobre qué hacer al respecto. Finalmente la carismática senadora humana Gaeriel Captison apoyó la idea de Nereus de ordenar la retirada de sus naves y permitir que los rebeldes les cubriesen. Casi todos los otros senadores, salvo tres, secundaron la moción.

Los diplomáticos de la Alianza consiguieron una reunión con el Senado, el Primer Ministro y el Gobernador. El Primer Ministro Yeorg Captison y la Princesa Leia Organa de la Alianza llevaron la voz cantante. Los Senadores estaban descontentos de ver un droide entre los activos aliados, chistándole cuando intentaba hablar (o sea, como siempre: el droide era C-3PO). Además, el jedi Luke Skywalker de la Alianza usó sus poderes para percibir las emociones de los Senadores discretamente; concluyó que existía cierta hostilidad, pero algunos senadores se alegraban de ver a los rebeldes y apreciaban la postura proselitista de Organa (contrariamente a Nereus, que amenazó con arrestarla). Los Senadores mostraron el video del humano que ayudaba a los invasores. Finalmente, la reunión terminó con el gobernador y Organa acordando la incómoda Tregua de Bakura.

No se sabe qué pasó con los senadores kurtzen a partir de ese momento; por lo que sé, podrían incluso haber muerto en las horas siguientes (momento en el cual los otros senadores tendrían que acordar entre ellos quiénes serían los sustitutos). Lo que sí sé es que en cuestión de días los ssi-ruuk fueron derrotados y expulsados de Bakura, y el Imperio perdió el control sobre el planeta. Se especulaba que los políticos kurtzen pasarían a tener los mismos derechos que los senadores humanos.

Yon: Este nombre fue un seudónimo usado por el kurtzen Arrizza para infiltrarse en los sótanos del Complejo del Senado Bakurano junto con sus dos asociados, la jedi humana Tahiri Veila y el traficante de información ryn Goure Conor en tiempos de la guerra contra los yuuzhan vong (concretamente en el año 28 abY). Arrizza les explicó que fingirían ser miembros de una banda de limpieza clandestina llamada el Trípode, y asignó a sus socios los alias Gaitzi y Scod, respectivamente. Todos ellos debían llevar exoesqueletos superfuertes para su trabajo.

En un acceso subterráneo, "Yon" se adelantó y habló con el encargado de seguridad para dar acceso a todo el grupo. Fingiendo ser un trabajador aburrido, Arrizza insistió en que se diesen prisa con el escaneo láser y la comprobación de identificación, y se refirió a su interlocutor por su nombre, Schifil, generando confianza. Las puertas se abrieron, Schifil instó a "Yon" a reparar un bloqueo en el compactador de basura J como supuestamente Yon debería haber hecho la noche anterior, y Yon gruñó y dirigió a su equipo.

En cuanto estuvieron alejados de oídos indiscretos, Arrizza dio nuevas indicaciones a sus compañeros: Él se ocuparía personalmente del atranco mientras ellos llevaban a cabo su misión secreta; pero, si se extraviaban o eran interceptados, sólo tenían que decir a seguridad que estaban buscando el sector C pero sus localizadores se habían estropeado. Eso les daría excusa para estar en casi cualquier lugar. "Yon" se reuniría con ellos en el sector C.

La misión fue un éxito en el sentido en que accedieron a los bancos de datos que buscaban (aunque no encontraron la información que esperaban) y Arrizza no volvió a reunirse con Goure y Veila hasta después de que todos hubiesen salido, ya sin usar seudónimos.


Arrizza


 

Arrizza era un lacónico trabajador sanitario kurtzen que trabajaba en el Complejo del Senado Bakurano, en el planeta Bakura, en 28 dbY. Como los otros kurtzen, Arrizza tenía la coronilla estriada y en su caso relucientemente limpia. Arrizza también tenía manos callosas y dedos tan rechonchos que al menos una humana dudaba fuesen aptos par aoperar herramientas con precisión. Cuando trabajaba, solía llevar ropa de técnico, con un cinturón lleno de bolsas de cuero; pero, en su tiempo libre, vestía una toga gris de color arena, sin mangas, con otro ancho cinturón y numerosas bolsas llenas de objetos pequeños. Arrizza tenía conocimientos sobre limpieza y se conocía cada recoveco y función del edificio del Senado. El trabajo no era inocuo: Un conocido de Arrizza había muerto por sobrecalentamiento, aparentemente por no cuidar adecuadamente las medidas de seguridad de su uniforme. Arrizza era también capaz de farolear y salir de aprietos improvisando. Por último, Arrizza era particularmente espiritual y tenía capacidades curativas propias de un chamán, que requerían ciertos procedimientos y rituales, gracias a su conexión con algo llamado "la energía vital de la Fuerza".

Arrizza carecía de afiliaciones o agenda políticas, aunque era amigo íntimo del ryn Goure Conor, un informador miembro de la red ryn. Goure llegó a describir a Arrizza como "un conspirador a tiempo parcial", puesto que Arrizza le ayudaba ocasionalmente.

En 28 dbY, varias cosas sucedieron que ocuparon la atención de Arrizza, principalmente por la implicación de Goure. El ryn estaba en Bakura en parte porque la situación local era un polvorín: Un ardid relacionado con la invasión de la especie extragaláctica yuuzhan vong había motivado a la organización terrorista Libertad, liderada por Malinza Thanas, a auspiciar disturbios. Tras el secuestro del primer ministro, el ejército impuso la ley marcial.

Nada de esto atañía a Arrizza, pero Goure fue a Bakura, descubriendo rápidamente que esto no era lo que parecía. También llegó al planeta una delegación de la Alianza de Planetas Libres, sucesora de la Nueva República, y que incluía a héroes como Han Solo, Leia Organa, su hija Jaina Solo y la joven jedi Tahiri Veila entre otros. Ellos ignoraban, hasta su llegada, la situación exacta de Bakura, y sólo intentaban restablecer relaciones con mundos que habían quedado aislados y que podían necesitar ayuda. Crípticamente, Goure advirtió a Solo y a Veila.

En una sucesión de acontecimientos, el gobierno de Bakura acusó a Jaina Solo de haber ayudado a Thanas a escapar de cautividad. Goure se enteró de eso y se reveló a Veila. Ambos acordaron que debían trabajar juntos para ayudar a Jaina, y Goure estableció un plan que exigía infiltrase en los sótanos del edificio del Senado para rebanar sus bancos de datos. Ese plan exigiría la ayuda de Arrizza, que no puso pegas.

Arrizza proporcionó a Goure y Veila sendos exoesqueletos enormes con sensoress droides para entorno hostil, que eran de uso frecuente por los operarios en la zona (en parte porque en Bakura no se usaban droides para esa labor). Arrizza se vistió con un traje equivalente para acompañarles aunque, para pasar desapercibido, se vestía de forma descuidada y daba la impresión de que esto formaba parte de su rutina; Goure lo hizo también, en menor medida. Arrizza ser reunió con sus dos nuevos cómplices en un turboelevador y allí Goure le presentó a Veila.

Arrizza, callado salvo cuando hablar era necesario, insistió en que usasen seudónimos: Él mismo sería Yon, Tahiri se haría llamar Gaitzi y Goure sería Scod, miembros de una banda clandestina de limpiadores llamada el Trípode. Arrizza también desatsacó una línea refrigerante en el traje de Tahiri y, cuando ella quitó hierro al asunto, él le explicó que uno de sus conocidos había muerto por un desliz así. Tahiri le dio las gracias.



No tengo una imagen de Arrizza, así que aquí les muestro a Tahiri Veila (izquierda) y a… Un ryn genérico que en realidad tampoco es Goure Conor. Algunos personajes se hacen de rogar para conseguir imágenes

Tras un largo paseo en turboelevador, la jaula ancha en que se movía se abrió. Arrizza bajó primero y llevó a sus aliados a otro turboelevador que les transportó a las cámaras del Senado, desde donde entrarían en las instalaciones. Veila y Goure hablaron entre sí, hasta que Arrizza les hizo callar con un gesto de su mano porque estaban a punto de llegar. Les recordó las indicaciones previas, y después les guió por otro pasillo, hasta unas puertas de seguridad.

Con Tahiri a la espalda, Arrizza habló con la voz incorpórea de la persona al otro lado. Mientras sus uniformes eran rastreados con lásers, alguien pedía identificación. Arrizza llamó a esta persona "Schifil" y, con tono tedioso, se identificó como Trípode, pidiendo que no retrasasen su trabajo. La puerta se abrió y la voz indicó a "Yon" que debía ocuparse de un bloqueo en el Compacto J. Con un gruñido, Arrizza guió a sus colegas en la dirección correcta. Después de que un guardia intentase torpemente cortejar a Veila, ella empezó a plantearse si realmente iban a desatascar sumideros, pero Arrizza la tranquilizó: Él se separó del grupo para ocuparse de ello mientras Goure y Veila buscaban a Jaina. Él les dio un último consejo: Alegad, en caso de problemas, que estaban intentando llegar al sector C pero que sus localizadores estaban dando fallos. Eso permitiría a Arrizza reunirse con ellos allí.

Eso no hizo falta, la misión fue razonablemente bien (aunque los datos que descubrieron eran algo bastante distinto a lo que esperaban encontrar). Veila y Goure abandonaron el edificio del Senado; ella se planteó recoger a Arrizza, pero Goure estaba seguro de que el kurtzen no necesitaría su ayuda. Así fue; Arrizza salió del inmueble por su cuenta y sin aparentes problemas.

Pero Veila no salió tan airosa: Poco después, ella entró en coma debido a un conflicto interno. Verán, tiempo antes, el maestro formador yuuzhan vong Mezhan Kwaad había implantado en el cerebro de Veila una segunda personalidad, la guerrera yuuzhan vong Riina Kwaad, que controló el cuerpo de Veila hasta que ella recuperó el control, y desde entonces, en su mente, Veila y Riina habían luchado por el control.

Goure, preocupado por su amiga Veila, pidió ayuda profesional a Arrizza, comprendiendo ambos que la dolencia de Veila no era biológica y que lo que ella necesitaba era aprender a vivir con sus dos personalidades. Goure informó a su amigo de los antecedentes que conocía de Veila, y mencionó que Veila había tenido un pequeño tótem que representaba a la deidad yuuzhan vong Yum-Yammka. Arrizza se hizo con una réplica de este objeto en madera tallada y que había sido desgastado por el tiempo. Lo introdujo en una de sus bolsas y, con atavío casual, acompañó a Goure a ver a los diplomáticos de la Alianza Galáctica, que estaban velando a su compañera Veila.

Goure presentó a Arrizza; Organa les saludó con una reverencia y le presentó a Jaina Solo y a Fel; Arrizza se inclinó a su vez y explicó que venían a ayudar a Veila. Jaina era escéptica; los curadores y médicos ya habían fallado en su intento. Goure propuso que Riina no podría ser extraída sin matar a Veila en el proceso, y que por tanto ambas debían aprender a convivir, una idea que los humanos presentes desaprobaban.

Arrizza tomó la palabra y planteó su procedimiento, en el que usarían objetos simbólicos para reforzar aspectos deseables en la mente de la paciente y así intentar encontrar un equilibrio entre el mundo externo de Veila, representado por los tótems, y su reflejo en el mundo interno de Veila. Enseñó la réplica religiosa a Organa, y ella decidió dejarle obrar. Ella creía que era una tradición inútil pero bienintencionada y que no perjudicaría a Veila.

Arrizza entonces tomó el tótem en su mano, lo apretó con fuerza, cerró los ojos y se colapsó en sí mismo un instante. Organa, que tenía poderes de la Fuerza, percibió al kurtzen de forma distinta durante el trance. Arrizza se mantuvo en pie, murmurando algo ininteligible. En ese momento Jaina se enfureció pero Goure intervino para tranquilizarla con argumentos lógicos que apoyaban la idea de salvar a Riina.¡

Arrizza abrió entonces los ojos y calló. Se acercó a la cama de Veila; Goure se movió para dejarle paso. Dejó el colgante en la frente de Veila, movió sus propios labios un momento y después puso el tótem en el pecho de la muchacha. Ante una duda de Jaina, Arrizza explicó que era tradicional ubicar allí el tótem para fomentar una limpieza espiritual.

El tratamiento había terminado. Arrizza se inclinó, respiró profundamente y se alejó de la paciente. Goure se fue discretamente de la casa sin que los humanos se enterasen, pero antes dio un mensaje a Arrizza, en una hoja de blandiplástico, para que lo transmitiese a los demás.

Unos minutos después entró Han Solo, que tenía un mensaje de su amigo el Maestro Luke Skywalker y que había sabido de un ryn que estaba con su familia; Solo tenía un amigo íntimo ryn y quería saber de él. Organa no quiso contarle la ceremonia chamánica; Solo era muy pirrónico. Cuando Solo habló del ryn, Arrizza tomo la palabra, disculpando a su amigo, y entregó el aviso, que les aconsejaba visitar Onadax y confiaba en la pronta recuperación de Veila. Con una disculpa, Arrizza se retiró.

El chamanismo curativo de Arrizza tuvo éxito y Veila se despertó poco después, en plena batalla de Esfandia y con una nueva visión, digamos, holística de su situación. Por lo demás, Bakura se recuperó y los yuuzhan vong fracasaron en su intento de tomar el planeta. No sé qué sucedidó con Arrizza.


Curiosidades


 

Los kurtzen aparecen por primera vez en la novela La Tregua de Bakura (1994, Kathy Tyers), con un papel menor. La especie es descrita en más detalle en el libro de juego de rol The Truce at Bakura Sourcebook (1996, Kathy Tyers y Eric S. Trautmann), para el juego de West End Games. Este libro incluye la primera imagen de un kurtzen, dibujada por Jordi Ensign. También comprende reglas y estadísticas de juego de rol para los personajes kurtzen: Les hace básicamente robustos (su Fortaleza mínima es bastante alta) y sólo les limita de forma relevante en las acciones relacionadas con tecnología moderna, sin muchas más restricciones. Añade reglas específicas para que los kurtzen más viejos tengan aún más dificultad con las máquinas, y reglas argumentales para su brecha generacional, su lealtad innata y sus problemas genéticos. Estos últimos sólo se presentan como idea narrativa, sin utilizar tiradas de dados ni matemáticas para visualizarlso.

El juego de rol posterior de Wizards of the Coast presenta reglas para los personajes kurtzen en el libro Rebellion Era Sourcebook (2001, Bill Slavicsek, Steve Miller y Owen K.C. Stephens). Según este juego, los kurtzen son objetivamente primitivos, es decir, que todos ellos tienen dificultad con las máquinas, y son menos robustos, aunque más perspicaces, que la media de especies. El libro no trae estadísticas genéricas, sino que sólo presenta un personaje como ejemplo de kurtzen medio. Éste lleva tótems y baratijas variados y tiene las habilidades de conocimiento de cultura kurtzen y artesanía de tótems.

Algunas incongruencias sobre los kurtzen y Bakura son las siguientes:

El planeta Bakura está en el Borde Exterior según Rebellion Era Sourcebook y The Essential Guide to Planets and Moons (1998, Daniel Wallace); está fuera del espacio de la República (no dice si la Antigua, la Nueva o ambas) según Geonosis and the Outer Rim Worlds (2004, Craig R. Carey, Jason Fry, Jeff Quick y Daniel Wallace); pero está en Espacio Salvaje según The Essential Atlas Online Companion (2009).

Un par de nimiedades que pueden, y deben, ser causadas por la aproximación: El día de Bakura dura, según The Truce at Bakura Sourcebook y Geonosis and the Outer Rim Worlds, 22.9 horas. The Essential Atlas (2009, Daniel Wallace y Jason Fry), página 42, dice que dura 23 horas. Similarmente, The Truce at Bakura Sourcebook dice que la gravedad en Bakura es de 1.05 veces la estándar, y Geonosis and the Outer Rim Worlds dice que es la misma que la gravedad estándar.

Más difícil de ajustar es la población kurtzen. Los kurtzen forman el 5% de la población de Bakura según se dice en el artículo sobre los kurtzen en The Complete Star Wars Encyclopedia (2008, vv.aa.), The Essential Guide to Planets and Moons, Rebellion Era Sourcebook, Geonosis and the Outer Rim Worlds y The Essential Atlas. La población total de Bakura es de 68 millones según se dice en The Truce at Bakura Sourcebook, Geonosis and the Outer Rim Worlds y The Essential Atlas. Eso significa que la población kurtzen es 68.000.000*0.05 = 3.400.000 millones. Ahora bien, The Truce at Bakura Sourcebook (uno de los libros que incluye ambas cifraS) hace mal los cálculos y sube la población kurtzen a 4.300.000 millones, que literalmente es trocar una cifra por otra, pero supone 900.000 personas que salen de la nada.

Por último, no me queda nada claro a qué se refiere Arrizza con su frase muy espiritual que este artículo usa como epígrafe. Los kurtzen estaban extinguiéndose ellos solos cuando llegaron unos extraños y les ayudaron a salir adelante. No veo tan claro que fuesen "marginados y expulsados del lugar al que sentían pertenecer" (entre otras cosas porque los nómadas no suelen sentir que pertenecen a un lugar), y desde luego ellos no encontraron el modo de sobrevivir; eso lo hicieron los colonos humanos.



© S I T H N E T

Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

Aquí puedes encontrar todas las fuentes consultadas en la elaboración de este artículo.

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