"Algunas verdades de nuestro credo son difíciles de aceptar" (Plo Koon)

Unos 14 años antes de la "Batalla de Naboo" el Consejo Jedi pasó a tener una vacante temporal y Tyvokka intentó convencer a Koon para que la ocupase. Koon la rechazó e intentó convencer a su maestro para que recomendase a su amigo Qui-Gon sin embargo pronto quedó claro, incluso para Koon, que su camarada era demasiado rebelde e indisciplinado para formar parte de órgano de gobierno de la Orden.

Poco después, el entonces senador Finis Valorum pidió la colaboración de los Jedi para resolver una situación complicada con el Combinado Comercial Stark, una coalición de contrabandistas y piratas, bajo el mando de Iaco Stark, que robaban a la Federación y vendían su botín a precios inferiores en el mercado negro. Para complicar más las cosas, una planta de proceso de bacteria alzahi en Thyferra había explotado y, siendo como era esencial para fabricar bacta, la producción de este material se redujo, su precio se disparó y Stark empezó a especializarse en su robo.

El virrey Nute Gunray, de la Federación, exigía que se resolviese la situación inmediatamente. Valorum proponía diplomacia, el senador Ranulph Tarkin, líder militarista (ver foto), quería crear un ejército y aplastar a Stark y el Senado estaba dividido.

Valorum había conseguido convencer a Stark para que llevase a cabo una reunión secreta con representantes de la República, la Federación y el Alto Consejo Jedi. Tyvokka quería que Koon le acompañase como ayudante, y este aceptó encantado pero le propuso que les acompañase Adi Gallia y Qui-Gon Jinn, "puede aprender mucho de ti".

Tarkin, actuando por su cuenta, chantajeó a Gunray para que le revelase el nombre del planeta donde se celebraría la reunión y el general reunió su ejército ilegal y xenófobo (estaba compuesto solo por humanos) para aplastar a Stark y los suyos.

Los espías de Stark descubrieron los preparativos de Tarkin y el pirata empezó la reunión amenazando a los presentes a punta de pistola y acusándoles de intentar matarlo. Stark había creado un virus en los navi-computadores que estropeó las naves para que la mayoría chocasen con algún objeto astral o acabasen en Espacio Paralelo. Sólo unas pocas llegarían a Troiken y serían abatidas.

Tyvokka atacó a Stark y se inició un combate bajo la dirección del wookiee. "Plo Koon, conmigo" rugió el maestro sin embargo por culpa de la incompetencia de Gunray, Tyvokka fue herido de gravedad. Koon lo analizó y se dio cuenta de que necesitaría tratamiento inmediato, pero no había bacta así que lo llevó hasta una posición segura.

Valorum se comunicó con Tarkin, exigiéndole que él y sus tropas se reuniesen con su grupo en una mina abandonada. En el viaje Tyvokka, antes de morir, ordenó dos cosas a Koon. La primera fue que capitanease las tropas de Tarkin sin permitirles jamás la rendición: Si lo hacía, Coruscant también se rendiría. La segunda, que, cuando llegase el momento, Koon ocuparía su asiento en el Consejo.

Tyvokka se despide de Plo Koon

Al poco de morir Koon usó la telepatía para hacer creer las tropas que tenían refuerzos. Las tropas de Tarkin estaban siendo vapuleadas por los ataques de Stark y en cuanto Valorum y Tarkin se reunieron, empezaron a discutir.

Había pánico entre las tropas, e incluso entre los oficiales. Gunray y Tarkin querían pactar con el líder pirata pero Koon se negó. Usando su telepatía, pudo informar que Stark no estaba preparado para un enfrentamiento largo, y que tenía problemas con los otros líderes del Combinado, que no estaban acostumbrados a jugar a ser soldados.

Tarkin ordenó a Koon controlar la mente de Stark y ordenarle que se rindiese, pero esta no era una opción válida. A tal distancia, el control era inviable, y además los tenientes de Stark le matarían si se rendía.

La República estaba superada en número, pero tenían la ventaja de la posición. Stark atacaba, se retiraba y se reagrupaba, pero Koon siempre sabía dónde iban a atacar a continuación. Siempre llegaba para hacerles retroceder con refuerzos y tras después de la batalla, animaba a las tropas y con las ayuda del resto de Jedi sanaba sus heridas.

Plo Koon y Qui-Gon luchando hombro con hombro

Koon descubrió que Stark había convencido a sus tenientes para que esperasen a que la República se quedase sin comida y munición y aunque Tarkin insistía en que se rindiesen Koon tenía otro plan. Siguiendo las indicaciones de Tyvokka, debían devolver a Valorum a Coruscant para que convenciese al Senado de que aguantasen y como no contaban con ninguna Koon decidió que había que robar una.

Koon preguntó a Tarkin si quería acompañar a los otros senadores a Coruscant, pero el general humano insistió en quedarse. Se negaba a ver cómo le quitaban totalmente el mando. Jace Dallin, uno de los soldados de Tarkin, pidió a Koon que no escoltase personalmente a Gunray y Valorum en su regreso porque los soldados podrían creer que les había abandonado y Koon asintió y ordenó a Jinn y Kenobi que llevasen a cabo la escolta.

Al volver, Qui-Gon traía a otros dos Jedi, el maestro Tholme y su aprendiz, Quinlan Vos. Tyvokka había enviado a estos dos a Thyferra para averiguar si realmente había escasez de bacta, y habían descubierto que no era cierto y que todo era un plan de los thyferranos y de la Federación para subir los precios y llenar sus arcas.

Koon mencionó que Tyvokka había caído y al oírlo el padawan Vos huyó. Mientras Jinn enviaba a Kenobi a buscarle, Tholme se excusó por el comportamiento de su aprendiz pero Koon rechazó las disculpas, explicando que los preceptos de los Jedi siempre eran difíciles de entender, en particular el que decía: "No hay muerte: Está la Fuerza".

Mientras tanto, en Coruscant, Valorum no conseguía que el Senado enviase refuerzos al ejército ilegal de Tarkin y cuando Koon se enteró preparó un nuevo. El Kel Dor se comunicó telepáticamente con su sobrina Sha para que Windu reuniese una fuerza Jedi independiente que se dirigiese a Troiken.

Hecho esto negoció telepáticamente con Iaco Stark en persona, ofreciéndole amnistía a cambio de cooperación. Stark observó que su Combinado se hacía pedazos, y eligió colaborar. Stark mató a los otros líderes del Combinado y envió un parche para el virus de los ordenadores de navegación. Las fuerzas de lo Jedi sorprendieron a la flota de Stark, y Koon y Dallin pusieron cargas para encerrar al ejército de Stark en la mina.

Todo estaba saliendo bien cuando en un acto de locura, Tarkin robó una de las cargas para liberar a los comechallats. Sin ninguna tropa leal, la detonó personalmente para soltar a los depredadores y ser el hombre que acabó con el Combinado, dando su vida en el proceso.

Plo Koon estaba aún dentro de la mina, y ordenó a Dallin permitir la salida de cualquier miembro del Combinado que se rindiese. Ninguno lo hizo y cuando Koon salió de allí, cerró la última salida con sus poderes jedi.

Ante la opinión pública, Tarkin sería considerado el héroe de la Quinta Batalla de Qotile; es el precio que la familia Tarkin había puesto por apoyar la candidatura de Valorum al puesto de canciller. Sin embargo, para los que lucharon y sangraron allí, el maestro Koon había sido el gran héroe que logró convertir una derrota segura en una gran victoria.