LA VISTORIA SIN HONOR NO TIENE VALOR
Even Piell contacta con el Consejo Jedi y habla con el maestro Windu que le informa que Plo Koon ya ha partido hacia Lola Sayu con tropas y aprovecha la ocasión para indicarle el punto elegido para la extracción.
Dooku contacta con Sobeck que lo ha estado evitando y se muestra muy descontento con su falta de progresos. Después, tras recordarle que la información que poseen los fugados es indispensable para organizar un ataque separatista sobre la capital Coruscant corta la comunicación diciéndole que lo único que le mantiene con vida es que lo considera una persona honesta que hasta la fecha nunca le ha fallado.
Mientras el grupo de fugados se dirige al punto de reunión son atacados por los droides de Sobeck y sufren varias bajas sin embargo el sacrificio de los droides reprogramados que sirven a R2-D2 y la pericia de los Jedi les permite zafarse de ellos e internarse en las grutas que los llevarán al punto fijado.
En ruta hacia Lola Sayu Plo Koon discute con Adi Gallia y con Saesee Tiin cual será el plan de rescate. Koon solo ve una opción, ocuparse del rescate y la extracción de los fugados con su cañonera mientras sus compañeros atacan al enemigo para protegerlo. Sus colegas están de acuerdo con él pero le aclaran que podrán darle muy poco tiempo de modo que si encuentra oposición es posible que deba dejar a los fugados en tierra.

Los anoobas seguirán el rastro de los evadidos
Desesperado el alcaide Sobeck ordena que se suelte a los anoobas para que sigan los pasos de los evadidos y estos, acompañados por droides comando montados en vehículos STAP, parten de inmediato (ver imagen).
Al presentir la nueva amenaza el grupo Jedi decide dividirse y Obi-Wan y Anakin se quedan a pelear contras lo anoobas mientras Even Piell y Ahsoka se alejan con el resto. Kenobi y Skywalker luchan con fiereza y, no sin apuros, derrotan al enemigo pero mientras se defiende el resto del grupo es atacado por androides cangrejo y Ahsoka y Piell deciden ocuparse en solitario de ellos permitiendo así que Tarkin y el resto escapen.
Durante el combate un fiero anooba que ha escapado de Kenobi y Skywalker aprovecha la ocasión y ataca a Piell mientras está distraído luchando con un droide y le causa heridas mortales. La joven togruta mata al anooba pero para Piell ya es tarde y este le dice que antes de morir ha de revelarla la información que posee.
Ahsoka dice que no era parte de la misión y que esa información debe dársela a Kenobi o a Skywalker pero Piell le dice que no hay tiempo y le confía la información recalcando que es vital que nadie, salvo el Consejo Jedi, la conozca.
Cuando el grupo se reúne de nuevo la joven regresa con el cuerpo de Piell y dice a sus compañeros que tiene la información del fallecido. Depués, y antes de seguir la marcha Kenobi y Skywalker improvisan un pequeño funeral y, tras amortajar a Piell, usan la Fuerza para llevar su cuerpo hasta uno de los ríos de lava donde es incinerado.

Kenobi y Skywalker usan la Fuerza para conducir el cuerpo de Piell hasta la lava
Sobeck, cansado de la impericia que muestran de sus tropas, decide llevar la caza en persona y parte en su busca justo en el mismo instante en el que las tropas republicanas lideradas por Plo Koon llegan al planeta e inician el complicado rescate.
Los evadidos llegan al punto de encuentro, una pequeña isla en medio de un mar de magma, pero cuando están cruzando hasta ella aparece Sobeck con sus hombres. Tras una dura pugna los Jedi salen victoriosos y Sobeck estrella su STAP contra la isla cuando R2-D2 lanza una cortina de humo que le impide zafarse de los disparos que efectúan sobre él.
Tarkin coge un arma y dispara sobre el alcaide pero este lo esquiva y, aprovechando su gran corpulencia, coge al capitán y, tras alzarlo sobre su cabeza, se apresta a tirarlo a la lava para que sus secretos mueran con él. Antes de que pueda hacerlo Ahsoka traspasa el pecho de Sobeck atacándolo por la espalda y el capitán se lo agradece con frialdad diciéndole "Estas bien entrenada".
Plo Koon llega con su lanzadera y recoge a los fugados que nada más llegar a Coruscant se reúnen con Yoda y con otros miembros del Consejo. Tarkin se niega a dar su parte de la información a estos diciendo que tiene ordenes de Palpatine de informarle solo a él y Ahsoka sostiene que no hablará con el Canciller solo lo hará con los miembros del Consejo Jedi tal como le prometió a Piell antes de que este muriese.
Yoda, al ver que están en un punto muerto, decide ir a tratar el asunto con Palpatine y Tarkin se despide de Anakin estrechándole la mano y diciéndole que desearía que hubiese más generales Jedi con su sensibilidad militar y prometiéndole que hablará con el Canciller de sus excelentes capacidades.
Mientras ve alejarse al militar Kenobi habla con su antiguo alumno que cree que deberían actuar más como soldados y menos como guardianes de la paz ya que eso los hace ineficaces y le recuerda que la victoria sin honor no tiene ningún valor.
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