LOS SQUIBS

Nuestras lealtades y realezas ultrafuertes a la Republicidad y lo que sea que ella represente,
no permitirán que los separadizos squibbish halagadores de gangas partan,
no importa el tamaño del precio negociado. (pausa) ¡Puedes apostarlo!

[Los squibs] [Cultura squib] [Historia] [Miembros notorios]

Los Squibs

 

Éstas fueron las palabras del rey Ebareebaveebeedee de Skor II, en un polémico momento en que se temía que su especie se aliase con el movimiento separatista del Conde Dooku. Si bien sus palabras pueden resultar enigmáticas, y de hecho así es, nos sirven de excelente introducción para hablar de una especie más aficionada a los negocios que a la política, y de hecho más aficionada a los balbuceos que a la retórica.

Un squib

Los squibs provienen del sector Calaron, en el Borde Exterior. Allí encontramos el sistema Squab, que orbita una enana roja llamada también Squab.

El segundo planeta del sistema, llamado Skor II, es el único que tiene vida registrada. Es un mundo pequeño, templado, denso y agradable. Está cubierto de bosques, océanos y montañas, y la mayoría de las formas de vida pueden habitarlo sin ningún tipo de respirador o similar.

Más aún, Skor II es un mundo rico en recursos naturales. El único problema es que éstos están demasiado esparcidos. Los minerales más útiles, por ejemplo, se encuentran a miles de kilómetros de las fuentes de agua potable. La cultura del planeta, como veremos, se basa en el comercio.

Pero antes de ver la cultura, veamos a la especie que ha surgido en Skor II.

Los squibs son humanoides mamíferos de baja estatura: Miden entre 80 y 120 centímetros de altura, estando la media en un metro exacto.

El cuerpo de un squib está cubierto de un vello de color, que puede ir del rojo oscuro al azul brillante o plateado. Este vello es también un receptor olfativo y gustativo: Un squib puede examinar objetos tocándolos y frotándolos por su cuerpo (De hecho, los squibs realizan esta acción frecuentemente, en especial con propiedades ajenas).

El rostro de un squib es parecido al de un zorro. Poseen, empero, grandes orejas que se extienden por encima de su cabeza. Las orejas pueden apuntar en direcciones distintas, detectando los más leves de los sonidos.

Los ojos de un squib, parecidos a los de una coneja, son proporcionalmente muy grandes para sus cabezas. Son de un color que va del amarillo brillante al rojo oscuro, y se encuentran a cada lado de su cara.

Además, los squibs tienen un pequeño hocico de roedor terminado en una nariz negra. Esto remata una apariencia que resulta, siendo sinceros, poco imponente.

La esperanza de vida de un squib rara vez supera los sesenta y cinco años. Esto es menos que lo que vive un humano, así que los squibs viven más intensamente. Además, sus metabolismos acelerados hacen que parezcan auténticos torbellinos de energía.


Cultura Squib

 

Los squibs son una especie básicamente nómada. Pese a que existen ciudades en Skor II, un gran porcentaje de la población prefiere vagar en busca de los recursos que necesitan para sobrevivir. Algunos vagan por su mundo, otros por la galaxia.

Por naturaleza, los squibs son muy confiados, gregarios, intrépidos y curiosos, a menudo hasta resultar molestos. Tienen el extraño don de aparecer donde menos se les espera.

Parecen además disfrutar especialmente haciendo las cosas más complicadas de lo necesario. Meten sus narices en lo que no les llama, independientemente de cualquier peligro. Al mismo tiempo, cuando pueden resultar útiles, no se meten en una situación peligrosa sin analizar prácticamente todo el entorno, con o sin relación con cualquier peligro aparente o no aparente.

Adoran regatear hasta obtener lo que consideran una ganga. Creen que el regateo es la forma más elevada de comunicación, y su concepto de la felicidad se resume en algo que denominan "Un Buen Trato" (con mayúsculas).

Por ello, son despiadados negociando. No son capaces de aceptar un no por respuesta, y lo interpretan más bien como "No has ofrecido suficiente". Los comerciantes suelen decir "Ten cuidado con el squib que sonríe", pero en realidad a los squibs les da lo mismo el objeto o servicio por el que regateen: Lo que valoran es el acto de regatear.

Pese a estas peculiaridades, los squibs suelen ser bien recibidos en todas partes. Esto se debe básicamente a dos motivos: En primer lugar, son sinceramente amistosos.

En segundo lugar, les interesa mucho conseguir baratijas curiosas o tecnología que no hayan visto antes. Les interesa más que el precio real del artículo, o si funciona siquiera. De este modo, quienes venden algo a los squibs, acaban creyendo que les han timado.

Los squibs, eso sí, tienen muy mal concepto de los auténticos timadores y embusteros. Ellos son honestos por naturaleza.

Los squibs se han adaptado a la costumbre humana de llevar ropa; les suele gustar especialmente el calzado. Sin embargo, y como quiera que su vello es un órgano sensorial, su ropa suele permitirles acceder al vello fácilmente. Así, un squib vestido manipulará y frotará cualquier cosa portátil que encuentre... y, si le interesa, hará su primera oferta.

Curiosamente, la costumbre squib sugiere que el comprador haga una oferta al vendedor. Si un squib posee un artículo que desee vender, deberá alzarse estoico hasta que su interlocutor le haga una oferta (momento en el cual el estoicismo desaparecerá).

El sistema educativo squib no aprecia demasiado las actividades profesionales, valorando más las artesanales o intelectuales. Los squibs aprenden Básico como un segundo idioma, pero resultan poco articulados al hablarlo, y desaparecen demasiados matices cuando pasan de su idioma al Básico. Curiosamente, todo balbuceo en Básico desaparece cuando regatean (Así, la forma más eficiente de extraer información a un squib es negociar por ella). Rara vez se desaniman, empero, y piden disculpas rápidamente en seguida por cualquier ofensa.

El idioma natal de los squibs se conoce como squibbiano, y en su idioma su especie se llama squibbish. Utilizan la palabra malsonante chubba, y un enigmático adjetivo, koovy, para referirse (creemos) a un objeto levemente inusual o de aspecto llamativo.

El squibbiano desciende del Alto Squibbiano Antiguo, en que se utilizaba la palabra kRR para referirse al valor de novedad de un objeto en negociación.

Existe un idioma paralelo en la actualidad, el Idioma de Comercio Squib, que los squibs utilizan sólo para negociar entre ellos, o discutir un trato sin alertar de sus intenciones a otros seres.

Los squibs parecen encontrar especialmente sabrosos los crespomasquis de almendra kwevvu, que parece ser un pastelillo. Inicialmente se creyó que disfrutaban de la bebida carbonizada fizz-pop, pero después se descubrió que usaban sus latas como medallas para diplomáticos.

El gobierno de Skor II es una polianarquía, formada por un grupo de reyes squibs. Una comunidad está gobernada por un único rey, que sistemáticamente se encuentra lejos de sus súbditos. Cada rey gobierna además sobre una tribu de recolectores de recursos, y colabora con otros reyes para asegurar los derechos de salvamento.


Historia

 
Uno de los squib de Jeseej

Skor II es un mundo, como se ha dicho, rico en recursos, pero éstos se encuentran demasiado esparcidos.

Por ello, los squibs, siguiendo sus instintos de curiosidad y adquisción, evolucionaron para convertirse en tribus nómadas. Estas tribus desarrollaron una cultura de comercio y trueque, cada vez que se encontraban unas con otras.

La cultura squib siguió evolucionando. Algunos se asentaron en pequeños pueblos, cambiando la emoción de las aventuras por la emoción de la negociación. Muchos, sin embargo, siguieron siendo nómadas, aunque ahora contaban con la ventaja de saber dónde ir a negociar. Ahora, una tribu nómada encontraría un recurso, e iría a vender el excedente a una ciudad, en vez de vagar sin rumbo esperando encontrar otra tribu nómada móvil.

La más grande de estas ciudades, que aún hoy sirve de capital planetaria, se conoce como Ciudad Metrogrande.

No está claro en qué momento los squibs entraron en la comunidad galáctica; se habla de siglos, milenios, o decenas de milenios como miembros de la Antigua República. Pero tenemos un registro de este primer contacto.

El artífice de ello fue un comerciante dorcin. Creemos que él contaba con autorización para aparecer ante culturas primitivas y ofrecer posibilidades de negocio, así como militancia en la República; sin embargo, los datos exactos se han perdido en la leyenda.

En cuanto el alienígena aterrizó en el planeta, los squibs, curiosos y ansiosos, empezaron a asediarle. Después de agobiarle un buen rato, llegaron a un trato: Derechos sobre los minerales de una llanura helada de Skor II, a cambio del secreto de la tecnología naval. Los squibs consideran que es uno de los tratos más importantes de la historia.

Desde entonces, los squibs recorren la galaxia en busca de basura y chatarra. Su especialidad son operaciones de salvamento. Eso ha hecho que las naves de los squibs (inicialmente pequeños cargueros) estén, a ojos extraños, desordenadas y llenas de desperdicios.

Los squibs fundaron rápidamente el Puerto Interplanetario de Metrogrande, y empezaron a desarrollar su propia tecnología, no con poco éxito.

Sus rayos tractores son quizá los más eficientes de la galaxia, hasta el punto en que muchas naves squibs usan rayos tractores como armas en vez de lásers. Más comúnmente, sin embargo, se usan para recoger chatarra que después repararán, reempaquetarán y revenderán, considerándolos "bienes baratos para asentamientos lejanos".

También desarrollaron el rifle tensor, que lanza energía tractora en sucesión rápida. Provoca una intensa disrupción molecular en el objetivo de su rayo invisible, aunque tiene mucho retroceso. Contra material orgánico, se ha observado que causa una disrupción celular completa, por lo que está prohibido en muchos sistemas.

Otra arma squib es el ariete squib, un arma de cinco kilogramos de peso que se suele colocar sobre el hombro. El arma tiene una placa cuadrada en su parte frontal, que debe colocarse contra la superficie del obstáculo (habitualmente un muro o una puerta). Cuando el ariete se activa, una serie de pulsos alternos de energía abollan el obstáculo, debilitándolo a nivel molecular hasta hacer que ceda. Está disponible por tres mil quinientos créditos (salvo que el vendedor sea un squib) y, antes de que lo preguntes, es imposible utilizarlo en combate cuerpo a cuerpo.

Por último, el que probablemente sea el invento más famoso de la especie es la nave de reclamación squib. Es un vehículo de cincuenta metros de eslora en forma de aguja, parecido a un ala-B cerrada. Exige veinte tripulantes y, si bien no hay camarotes para pasajeros, siempre hay espacio para clientes de pago. Tiene un hipermotor estándar (x1) y diez rayos tractores utilizados básicamente para recoger chatarra, enfrentarse a enemigos, e incluso mover la chatarra para escudarse de los ataques enemigos (siendo ésta una maniobra en que muchas tripulaciones squib destacan).

Los squibs han destacado como empresarios. El mejor ejemplo es la Flota de reclamación, la maor agencia de recolección de chatarra. El entrenamiento de futuros miembros es proporcionado por uno de los principales cuerpos de conocimiento de Skor II, Artes Marciales Místicas de Combate y Transacciones Squibs. Para un squib, es un honor ser contratado, y mayor sería el honor si tripulase algún día la nave insignia de la Flota, el Ventacompleta.

Hay más empresas squibs que han destacado a lo largo de la historia. Industriales Pesados Fegigrish (a veces llamado Fegegrish), producía artículos de demolición, como arietes y bolas de demolición, en tiempos del Imperio. También destaca Reclamaciones Squib, la mayor operación de salvamento squib (según su propio departamento de márketing), y Comercialización Squib, cuyo departamento de márketing es menos eficiente porque seguimos sin tener idea de lo que hace esta empresa.

Pero los squibs no son los chatarreros indiscutibles de la galaxia. Ése es un puesto por el que compiten con otra especie, los ugors. Los ugors son seres unicelulares independientes que literalmente adoran la basura. A menudo los squibs les encuentran invadiendo una chatarra que ellos ya han reclamado, o viceversa. Los squibs consideran que el único ugor bueno es un ugor estafado. Similarmente, los ugors creen que los squibs fueron formados por los seudópodos del Antiprofeta, origen de todo mal según sus leyendas. Se dice que los ugors desarrollaron el Vagón de Combate, su nave redonda característica, sólo para atacar y destruir a las naves squibs que intentasen hacerse con la chatarra ugor.

Aún así, los squibs se convirtieron en una presencia habitual en la Antigua República. Obtuvieron reputación de ser trabajadores ansiosos, molestos y frustrantes. Ellos, por el contrario, se creen espías y comerciantes maestros. Una labor esencial cuando quiera que estén trabajando, es informar constantemente al Consorcio de Mercancías Squibs sobre cualquier aglomeración de chatarra a la que se le pueda poner la mano encima. Miles de instalaciones de (supuesto) alto secreto, han sido asediadas por squibs en naves de comercio y reclamación. Para desesperación de otras organizaciones, los squibs no son propensos a compartir información secreta; sólo les interesan los negocios.

Existieron jedis squibs, pero eran más la excepción que la regla. Hay una serie de cuentos infantiles sobre un jedi squib que, según cierto rumor, está basado en un jedi real de actitud muy pícara. En la actualidad, los squibs fuertes en la Fuerza no suelen seguir el camino del jedi, aunque aprenden la Fuerza siguiendo tradiciones alternativas propias de Skor II.

En los últimos años de la Antigua República, dos squibs obtuvieron cierta notoriedad en el submundo criminal. Era dos falsificadores que trabajaban para el sljee Jeseej, tras el negocio tapadera conocido como El Lugar de Zlato, en Coruscant. Jeseej era famoso por su talento como falsificador, aunque Jeseej era ciego y las falsificaciones las realizaban sus squibs (de identidades desconocidas). Los squibs podían duplicar una identificación de Coruscant en una hora.

Poco antes del inicio de las Guerras Clon, el rey Ebareebaveebeedee de Skor II realizó unas declaraciones públicas en la Holored, que está más o menos reproducida al principio del artículo. Aparentemente, quería decir que los squibs no iban a secesionarse de la República. Tardó veintiséis minutos en decirlo, tardando cincuenta y dos segundos por palabra. El día anterior había hecho otra críptica declaración sobre los jedi, llamándolos "levemente inusuales o de aspecto llamativo" (Recordemos los matices perdidos al traducir del squibbiano); y el día anterior a ése, una tercera declaración que nadie fue capaz de entender.

Poco después del inicio de las Guerras Clon, los Separatistas atacaron el Puerto Interplanetario de Metrogrande. Planeaban usarlo como base para lanzar una operación de dispersión de minas de proximidad en la Ruta de Comercio Rimma, que conecta el Núcleo con las Colonias, el Borde Exterior y el sector Kathol.

El maestro jedi Mace Windu liberó el Puerto, por lo cual recibió el título honorario de Héroe a lo Grande de Elitismo Más Allá de lo Squib. No está claro si se lo inventaron los líderes en ese momento "para honrar a los individuos que destacan en defensa de los squibs". De todos modos, es sabido que los squibs que respetan a los jedis.

Pero, con la llegada del Imperio, los squibs se callaron esta actitud positiva para con los jedi. Ahora Palpatine estaba al mando, y los squibs comprendieron que toda oportunidad de negocio pasaba por ganar su aprobación.

El Imperio estableció el Consorcio de Comercialización Squib para recoger basura del espacio, repararla y venderla. El CCS pasó a fabricar las naves de reclamación (o naves-mami) que recorrían el sector Paraíso en busca de basura, que se repararía a bordo. El oficial ejecutivo en jefe de todo el Consorcio se conoce como Ilustre Capitán de Vertederos. Más aún: Por defecto, todo squib nace como empleado del Consorcio.

El Rey Ebareebaveebeedee estableció un acuerdo con el Imperio según el cual trabajadores squibs (el tecnicismo utilizado por los imperiales era "esclavos") realizarían labores meniales en naves imperiales. Ebareebaveebeedee haría que estos trabajadores pasasen mensajes en secreto a la Flota de Reclamación Squib, alertando a la especie de los vertederos imperiales que pudiesen explotar.

Los ugors, por su parte, persuadieron al Imperio para tener acceso a la basura imperial antes que ninguna otra especie.

Pese a su respeto por los jedis y sus tratos con el Imperio, los squibs no tomaron partido en la guerra civil. De este modo, los squibs se podían aprovechar de vertederos imperiales y rebeldes. De hecho, ambos bandos intentaron seguir a las naves squibs hacia bases secretas del bando enemigo; normalmente, esa actividad fue baladí.

Un consorcio squib construyó al droide conocido como C2-R4 con restos de chatarra, demostrando que son una especie con muchos recursos. C2-R4 se parece a un astromec R2 cubierto de bombillas y apéndices con forma de caja y extensores parecidos a látigos; su domo ha sido reemplazado con una rejilla. A lo largo de los años fue modificado para realizar tareas domésticas y culinarias, aunque finalmente fue abandonado en Tatooine, tiempo antes de la batalla de Yavin.

La nave 80-Vag, del pirata mugaari Icanis Tsur, se perdió en el Cinturón de Hoth en la misma época, y los treinta tripulantes murieron de hambre y/o matándose unos a otros. Los restos de la nave proporcionaron una fortuna a muchos equipos squibs, aunque los squibs abandonaron esta fuente de ingresos cuando la Alianza puso Base Eco en el cercano mundo de Hoth; era demasiado peligroso si el Imperio descubría a los rebeldes.

En tiempos posteriores, los squibs descubrieron la existencia de un proyector de rayo tractor excepcionalmente poderoso, y lo bastante pequeño para ser llevado por sólo dos hombres. Era un prototipo superpoderoso en desarrollo que exigía una fuente de energía diez veces más potente que la utilizada por el rayo tractor de un destructor estelar imperial.

Esta maravilla tecnológica había estado a bordo de la primera Estrella de la Muerte, pero sobrevivió a la batalla de Yavin, flotando en el espacio entre un montón de basura.

No me preguntes cómo llegó al centro de un campo de asteroides en el sistema Paraíso, pero allí fue donde el rayo tractor fue encontrado. Para desesperación de los squibs, fue encontrado por los ugors. Para estos adoradores de basura, este fragmento, nuevo centro de su sistema, sería El Más Sagrado de los Sagrados, y se llamaría el Movedor Primario.

Pero los squibs no renunciarían tan fácilmente a un caramelo tan dulce.

Todo empezó en la base rebelde de Dankayo, que coordinaba las actividades de la Alianza en tres sectores. Dankayo tenía registros de todos los agentes encubiertos y sus operaciones, así como de la ubicación de muchos mundos francos y contactos de la Alianza.

El Imperio descubrió la base rebelde y envió tres destructores, el Vengador, el Devastador y el Implacable. De algún modo, la Alianza supo del inminente ataque y tuvo ocasión de evacuarla a tiempo, pero dejaron atrás diversos blocs de datos con la información secreta.

El Imperio envió entonces el transporte Elusivo, de cincuenta metros de largo, a limpiar los restos. También se apuntaron a esta labor la nave-mami Económica, de los squibs; y el Orgullo del Capitán, de los ugors. Estas dos naves pasaron a pelearse por los derechos sobre la chatarra.

Mientras tanto, el oficial al mando del Elusivo encontró los blocs de datos, pero creyó que carecían de valor. Además, tuvo poco tiempo para reconsiderarlo: Un grupo de agentes rebeldes eligió el momento para atacarle. El Elusivo huyó hacia el imperespacio.

Los rebeldes contactaron con el Ilustre Capitán de los Vertederos, el rey Ebareebaveebeedee, oficial al mando de la Económica, para pedirle ayuda.

Ebareebaveebeedee asignó al joven diplomático Spilferithimus-narlamos, llamado Spilfer por los humanos, para ayudar a los rebeldes a sacar el Elusivo del hiperespacio con un proyector de rayo tractor que robarían a los squibs (aunque no está claro si Ebareebaveebeedee reveló a los rebeldes que el rayo tractor sería el Movedor Primario).

Para sellar el trato, Ebareebaveebeedee ofreció a los rebeldes el droide de lujo L9-G8, de la serie para servir a ricos y famosos, como símbolo de buena fe. Los squibs no podían esperar para librarse de este molesto engendro mecánico, que sólo quería encontrar un amo al que le gustase la alta cocina.

Los ugors, evidentemente, no mostraron interés en ceder el Movedor Primario, e intentaron detener a los rebeldes y sus asociados. El Capellán de Impuestos en Jefe del Sector Paraíso y Reverendo Auditor, el ugor llamado GrrKack (y a veces ArrGack), combatió contra ellos utilizando armas obsoletas en sus seudópodos, y la colaboración de una mercenaria independiente blindada, Teehl, que trabajaba para Jabba el Hutt.

Finalmente, sin embargo, los blocs de datos fueron recuperados por los rebeldes. Los ugors acabaron enfadados con los squibs y los imperiales acabaron enfadados con los rebeldes.

En tiempos de la Nueva República, los squibs parecen estar apoyando al nuevo gobierno galáctico, menos estricto en su legislación para con el comercio y la recuperación de chatarra. De todos modos, ciertas decisiones de Leia Organa Solo han sido una auténtica tocada de pelotas para los squibs.


Squibs Notorios

 

Dono: Este squib era un trabajador esclavo del Imperio a bordo del Elusivo. Dono enviaba información a los suyos sobre las actividades de su nave y los descubrimientos que hacía.

Ebareebaveebeedee: Este squib era comandante de nave de reclamación, Ilustre Capitán de Vertederos, y rey de los squibs en Skor II.

Se sabe que hizo tres crípticas declaraciones a la holored en otros tantos días, justo antes del inicio de las Guerras Clon. En la segunda declaración, llamó a los jedis "levemente inusuales o de aspecto llamativo". En la tercera, aparentemente, intentaba acallar posibles rumores sobre la posibilidad de que los squibs se uniesen al movimiento separatista del Conde Dooku. Nadie tiene muy claro si realmente se refería a eso.

Ebareebaveebeedee gobernó a los squibs durante más de cuarenta años antes de la batalla de Yavin. En tiempos del Imperio, era responsable de colocar espías squib en naves comandante, creando una red de informadores para localizar vertederos y lugares donde hayan tenido batallas. Esto permitió a su especie florecer en los últimos años del Nuevo Orden.

Ebareebaveebeedee estaba al mando de la nave-mami Económica, y negoció con agentes rebeldes que deseaban sacar del hiperespacio al transporte imperial Elusivo, que llevaba información secreta sobre la Alianza. Ebareebaveebeedee ofreció a los rebeldes la colaboración del joven diplomático Spilferithimus-narlamos, y les entregó como muestra de buena fe el droide de lujo L9-G8 (un droide del que llevaba tiempo intentando librarse).

Las actividades posteriores de Ebareebaveebeedee son desconocidas.

Su majestad el Ilustre Capitán de Vertederos Ebareebaveebeedee

Emala: Esta squib, a veces llamado Elama trabajaba junto con Sligh y Grees en el planeta Tatooine. Su trabajo era obtener información sobre las más oscuras partes de la galaxia y se la proporcionaba al servicio de Inteligencia de la Nueva República. Se sabe que tenían un conocimiento exaustivo sobre los desiertos de Tatooine.

Los squibs acompañaron a Han y Leia Organa Solo a Tatooine en una misión para interceptar a un grupo de agentes imperiales. Durante este trabajo, Han pidió a Sligh que pujase por un holocubo con la imagen de Anakin Skywalker a los nueve años, justo después de ganar la Clásica de Boonta. Sin embargo, Sligh se entusiasmó demasiado y fue preciso que Han le frenase físicamente.

Después de este trabajo, los squibs decidieron que vender obras de arte a los agentes del Imperio era una actividad muy lucrativa que les serviría, al mismo tiempo, para obtener información sobre actividades imperiales.

Los squibs se unieron a la Concha Invisible, una suerte de sindicato que no se detenía ante nada para conseguir lo que deseaba. La Concha había sido fundada por Lorimar Lebauer, un jenet que se aseguró de que la Concha se dedicase al salvamento de naves a cambio de quedarse con una parte de la mercancía recuperada. Pero la Nueva República había conseguido pruebas contra Lorimar y éste fue arrestado.

El control de la Concha Invisible había recaído en parte en el sobrino de Lorimar, Ludlo Lebauer, aunque Ludlo tenía menos control sobre la Concha del que deseaba. Sin embargo, Ludlo ya era el propietario del Casino Isla Perla en Pavo Prima. Además, Ludlo era famoso por su afición al arte raro e inusual, como la colección de boasas alderaanianas que había conseguido a través de sus negocios con Threkin Horm.

Inteligencia de la Nueva República, haciendo honor a su nombre, estaba convencida de que Ludlo Lebauer proporcionaba obras de arte al Imperio. Los squibs no intentaron corregir esta suposición, puesto que les beneficiaba. Además, Ludlo ignoraba que la Nueva República sospechaba que él era el responsable; de hecho, ignoraba que esto estuviese sucediendo.

Ludlo pretendía negociar con la Nueva República un contrato sobre exclusividad de operaciones de salvamento de restos. Irónicamente, La Concha Invisible iba tras el mismo contrato. Ludlo comprendía que su control sobre La Concha era mínimo, y sería menor si Lorimar intentaba arrebatárselo, así que optó al contrato personalmente. Los squibs, por su parte, intentaron desacreditar a Ludlo.

La Nueva República, vista la crisis, se negó a ceder la exclusiva a ninguno de los dos candidatos. Ludlo ofreció a la princesa Leia sus diez boasas a cambio de la exclusiva, pero ella no aceptó.

Entonces, uno de los squibs, Grees, se volvió ambicioso. Convenció a sus compañeros para vender información falsa también a Ludlo, enriqueciéndose ellos y a la vez desacreditando aún más a Ludlo. Entre otras cosas, los squibs pasaron información sobre un diseño de Sienar, el MS-19, a Ludlo y a la Nueva República.

Ludlo descubrió a Grees y lo capturó. En castigo por su traición, lo congeló en carbonita y lo colgó en la pared de su despacho, convertido en una obra de arte a la que llamó "Segundo Error". Los otros dos squibs, horrorizados, convencieron a Han Solo y a la princesa Leia para que recuperasen el "Segundo Error" junto con las boasas.

La princesa Leia se entrevistó también con Lorimar para descubrir que Ludlo realmente pretendía hacerse con la Concha Invisible.

Así, habiendo encontrado todas las piezas del rompecabezas, la princesa Leia ofreció a Ludlo sacar a su tío Lorimar de prisión, a cambio de las boasas y el "Segundo Error". Ludlo no deseaba que Lorimar saliese de la cárcel, pero no podía rechazar el trato sin revelar sus auténticas intenciones. De cara a Leia, aceptó.

Sin embargo, Ludlo intentó hacer matar a Han, Leia y a los squibs antes de que dejasen Pavo Prima. Fracasó. Con nuevas pruebas contra Ludlo, Leia amenazó con hablar a Lorimar de su traición. Para cerrar la boca de Leia, Ludlo le entregó las diez boasas y el "Segundo Error", pero reveló también que la información sobre el MS-19 era falsa. Grees fue descongelado y, junto con sus asociados, huyó de Pavo Prima.

Galaneever-marmalios: Este squib prefería ser llamado Galan.

Grees: Este squib trabajaba junto con Sligh y Emala (a veces llamado Elama) en el planeta Tatooine. Su trabajo era obtener información sobre las más oscuras partes de la galaxia y se la proporcionaba al servicio de Inteligencia de la Nueva República. Se sabe que tenían un conocimiento exaustivo sobre los desiertos de Tatooine.

Los squibs acompañaron a Han y Leia Organa Solo a Tatooine en una misión para interceptar a un grupo de agentes imperiales.

Después de este trabajo, los squibs decidieron que vender obras de arte a los agentes del Imperio era una actividad muy lucrativa que les serviría, al mismo tiempo, para obtener información sobre actividades imperiales.

Los squibs se unieron a la Concha Invisible, una suerte de sindicato que no se detenía ante nada para conseguir lo que deseaba. La Concha había sido fundada por Lorimar Lebauer, un jenet que se aseguró de que la Concha se dedicase al salvamento de naves a cambio de quedarse con una parte de la mercancía recuperada. Pero la Nueva República había conseguido pruebas contra Lorimar y éste fue arrestado.

El control de la Concha Invisible había recaído en parte en el sobrino de Lorimar, Ludlo Lebauer, aunque Ludlo tenía menos control sobre la Concha del que deseaba. Sin embargo, Ludlo ya era el propietario del Casino Isla Perla en Pavo Prima. Además, Ludlo era famoso por su afición al arte raro e inusual, como la colección de boasas alderaanianas que había conseguido a través de sus negocios con Threkin Horm.

Inteligencia de la Nueva República, haciendo honor a su nombre, estaba convencida de que Ludlo Lebauer proporcionaba obras de arte al Imperio. Los squibs no intentaron corregir esta suposición, puesto que les beneficiaba. Además, Ludlo ignoraba que la Nueva República sospechaba que él era el responsable; de hecho, ignoraba que esto estuviese sucediendo.

Ludlo pretendía negociar con la Nueva República un contrato sobre exclusividad de operaciones de salvamento de restos. Irónicamente, La Concha Invisible iba tras el mismo contrato. Ludlo comprendía que su control sobre La Concha era mínimo, y sería menor si Lorimar intentaba arrebatárselo, así que optó al contrato personalmente. Los squibs, por su parte, intentaron desacreditar a Ludlo.

La Nueva República, vista la crisis, se negó a ceder la exclusiva a ninguno de los dos candidatos. Ludlo ofreció a la princesa Leia sus diez boasas a cambio de la exclusiva, pero ella no aceptó.

Entonces, uno de los squibs, Grees, se volvió ambicioso. Convenció a sus compañeros para vender información falsa también a Ludlo, enriqueciéndose ellos y a la vez desacreditando aún más a Ludlo. Entre otras cosas, los squibs pasaron información sobre un diseño de Sienar, el MS-19, a Ludlo y a la Nueva República.

Ludlo descubrió a Grees y lo capturó. En castigo por su traición, lo congeló en carbonita y lo colgó en la pared de su despacho, convertido en una obra de arte a la que llamó "Segundo Error". Los otros dos squibs, horrorizados, convencieron a Han Solo y a la princesa Leia para que recuperasen el "Segundo Error" junto con las boasas.

La princesa Leia se entrevistó también con Lorimar para descubrir que Ludlo realmente pretendía hacerse con la Concha Invisible.

Así, habiendo encontrado todas las piezas del rompecabezas, la princesa Leia ofreció a Ludlo sacar a su tío Lorimar de prisión, a cambio de las boasas y el "Segundo Error". Ludlo no deseaba que Lorimar saliese de la cárcel, pero no podía rechazar el trato sin revelar sus auténticas intenciones. De cara a Leia, aceptó.

Sin embargo, Ludlo intentó hacer matar a Han, Leia y a los squibs antes de que dejasen Pavo Prima. Fracasó. Con nuevas pruebas contra Ludlo, Leia amenazó con hablar a Lorimar de su traición. Para cerrar la boca de Leia, Ludlo le entregó las diez boasas y el "Segundo Error", pero reveló también que la información sobre el MS-19 era falsa. Grees fue descongelado y, junto con sus asociados, huyó de Pavo Prima.

Jeremos: Esta squib era una famosa basurera y contratista independiente, que trabajó para diversos clientes en tiempos del Imperio. Ella y su tripulación recibieron la labor de limpiar la chatarra del destructor Indómito en los meses siguientes a la batalla de Hoth.

Kwilper: Este squib era un artista, destacando en el campo de la escultura. Era su materia prima, cómo no, la chatarra, que unía en formas extrañas a las que él llamaba arte. Kwilper viajó de un planeta a otro en busca de chatarra que añadir a otra creación.

Macemillian-winduarte': A este squib le gustaba comer espora-snit, y también que le llamasen "Mace Windu".

Macemillian-winduarte' empezó su carrera como oficial al cargo del bar en el crucero de reclamación Dos-Por-Uno. Recorrió buena parte de la galaxia, acumulando una gran cantidad de conocimiento inútil.

Cuando su nave visitaba Tatooine, él se retrasó en la cantina de Chalmun, y se fueron sin él. Desde entonces, Macemillian-winduarte' se vio obligado a trabajar en extraños empleos.

Macemillian-winduarte' llegó a deber dinero a Aguilae, una jawa que estaba al cargo del negocio Comerciantes Jawa. Sabiendo que ella sola no se bastaba como dependiente, Macemillian-winduarte' aceptó trabajar como vendedor en su negocio a cambio de su deuda.

Macemillian-winduarte' adquirió en esta posición al droide CZ-3, que Opun "Agujero Negro" Mcgrrrr pretendía utilizar para chantajear a Jabba el Hutt. Aguilea vendió el droide rápidamente en su tienda, antes de que Mcgrrrr lo encontrase.

Poco después de que R2-D2 y C-3PO aterrizasen en Tatooine, Aguilea y Macemillian-winduarte' intentaron hacer un trato con Jek Nkik y su tribu para recuperar a CZ-3. Ambos escaparon por poco del reptador de las arenas de Nkik antes de que éste fuese atacado por los imperiales.

Maja: Este squib compró los derechos de un montón de chatarra en la tercera luna de Kothlis, ignorando que contenía los restos de una Nave Droide Plexus del Imperio (básicamente un caza droide modificado para transportar información). Cuando aparecieron unos agentes rebeldes buscando el N.D.P., Maja se lo entregó.

Meelawindermort: Este squib prefería ser llamado Meela.

Arrejis Mellaha: Este squib vivía en Betha II, un mundo de baja gravedad lleno de contrabandistas. En los tiempos inmediatamente posteriores a la muerte del Gran Almirante Thrawn, Mellaha llevaba la tienda Equipo de Serooin, en el puerto espacial de Betha II, donde vendía artículos legales e ilegales.

Mellaha desconfiaba de los humanos y de la Nueva República, pero no les deseaba mal alguno; de hecho, las prohibiciones de la Nueva República les estaban haciendo rico, porque incrementaron su catálogo.

Mellaha no tenía interés en cooperar con la Nueva República, pero ayudó a un grupo de agentes que buscaban la Disensión Kaarenth. Les advirtió que debían mantenerse alejados de ciertas zonas del puerto espacial.

Sheebareevadee: Este squib era el propietario de una tienda llamada Emperio de Bienes Interestelares de Sheebareevadee, en la estación de Jugsmuk, en Gamorr. Sheebareevadee odiaba Gamorr, pero era demasiado vago para mudarse a otro lugar.

Sleerinwilpher-remalior: Este squib prefería ser llamado Wilpher.

Sonrisasedon-Verdont: Este molesto squib tenía una opinión muy alta de sí mismo. Pese a que fue cambiado a los siete años por un elevador de taladros, y pese a que había pasado la mayor parte de su vida sin empleo en el Conglomerado de Minos, "Sonrisas", como prefería ser llamado, contaba que había sido criado en el Ventacompleta y que había sido entrenado en Artes Marciales Místicas de Combate y Transacciones Squibs.

Durante cierto tiempo, Sonrisasedon-Verdont estuvo trabajando en un carguero en el Conglomerado de Minos, y afirmó que él y su compañero habían luchado contra los salvajes bosques de Yelsain.

Spilferithimus-narlamos: Este joven diplomático squib operaba en la nave Económica, bajo el mando del rey Ebareebaveebeedee, en tiempos del Imperio. Spilferithimus-narlamos (llamado Spilfer) era un diplomático de alto rango, como demostraba la lata ceremonial de fizz-pop que llevaba en su ropa, y tenía autoridad para firmar tratados en nombre de toda su raza. Spilfer llevaba otras baratijas y chucherías pegadas a su ropa.

Spilferithimus-narlamos colaboró con un grupo de agentes rebeldes que pretendía obtener unos blocs de datos secretos a bordo del transporte imperial Elusivo; el plan incluía hacerse con un poderoso prototipo de proyector de rayo tractor que estaba en manos de los ugors.

Sligh: Este squib trabajaba junto con Emala (a veces llamado Elama) y Grees en el planeta Tatooine. Su trabajo era obtener información sobre las más oscuras partes de la galaxia y se la proporcionaba al servicio de Inteligencia de la Nueva República. Se sabe que tenían un conocimiento exaustivo sobre los desiertos de Tatooine.

Los squibs acompañaron a Han y Leia Organa Solo a Tatooine en una misión para interceptar a un grupo de agentes imperiales. Durante este trabajo, Han pidió a Sligh que pujase por un holocubo con la imagen de Anakin Skywalker a los nueve años, justo después de ganar la Clásica de Boonta. Sin embargo, Sligh se entusiasmó demasiado y fue preciso que Han le frenase físicamente.

Después de este trabajo, los squibs decidieron que vender obras de arte a los agentes del Imperio era una actividad muy lucrativa que les serviría, al mismo tiempo, para obtener información sobre actividades imperiales.

Los squibs se unieron a la Concha Invisible, una suerte de sindicato que no se detenía ante nada para conseguir lo que deseaba. La Concha había sido fundada por Lorimar Lebauer, un jenet que se aseguró de que la Concha se dedicase al salvamento de naves a cambio de quedarse con una parte de la mercancía recuperada. Pero la Nueva República había conseguido pruebas contra Lorimar y éste fue arrestado.

El control de la Concha Invisible había recaído en parte en el sobrino de Lorimar, Ludlo Lebauer, aunque Ludlo tenía menos control sobre la Concha del que deseaba. Sin embargo, Ludlo ya era el propietario del Casino Isla Perla en Pavo Prima. Además, Ludlo era famoso por su afición al arte raro e inusual, como la colección de boasas alderaanianas que había conseguido a través de sus negocios con Threkin Horm.

Inteligencia de la Nueva República, haciendo honor a su nombre, estaba convencida de que Ludlo Lebauer proporcionaba obras de arte al Imperio. Los squibs no intentaron corregir esta suposición, puesto que les beneficiaba. Además, Ludlo ignoraba que la Nueva República sospechaba que él era el responsable; de hecho, ignoraba que esto estuviese sucediendo.

Ludlo pretendía negociar con la Nueva República un contrato sobre exclusividad de operaciones de salvamento de restos. Irónicamente, La Concha Invisible iba tras el mismo contrato. Ludlo comprendía que su control sobre La Concha era mínimo, y sería menor si Lorimar intentaba arrebatárselo, así que optó al contrato personalmente. Los squibs, por su parte, intentaron desacreditar a Ludlo.

La Nueva República, vista la crisis, se negó a ceder la exclusiva a ninguno de los dos candidatos. Ludlo ofreció a la princesa Leia sus diez boasas a cambio de la exclusiva, pero ella no aceptó.

Entonces, uno de los squibs, Grees, se volvió ambicioso. Convenció a sus compañeros para vender información falsa también a Ludlo, enriqueciéndose ellos y a la vez desacreditando aún más a Ludlo. Entre otras cosas, los squibs pasaron información sobre un diseño de Sienar, el MS-19, a Ludlo y a la Nueva República.

Ludlo descubrió a Grees y lo capturó. En castigo por su traición, lo congeló en carbonita y lo colgó en la pared de su despacho, convertido en una obra de arte a la que llamó "Segundo Error". Los otros dos squibs, horrorizados, convencieron a Han Solo y a la princesa Leia para que recuperasen el "Segundo Error" junto con las boasas.

La princesa Leia se entrevistó también con Lorimar para descubrir que Ludlo realmente pretendía hacerse con la Concha Invisible.

Así, habiendo encontrado todas las piezas del rompecabezas, la princesa Leia ofreció a Ludlo sacar a su tío Lorimar de prisión, a cambio de las boasas y el "Segundo Error". Ludlo no deseaba que Lorimar saliese de la cárcel, pero no podía rechazar el trato sin revelar sus auténticas intenciones. De cara a Leia, aceptó.

Sin embargo, Ludlo intentó hacer matar a Han, Leia y a los squibs antes de que dejasen Pavo Prima. Fracasó. Con nuevas pruebas contra Ludlo, Leia amenazó con hablar a Lorimar de su traición. Para cerrar la boca de Leia, Ludlo le entregó las diez boasas y el "Segundo Error", pero reveló también que la información sobre el MS-19 era falsa. Grees fue descongelado y, junto con sus asociados, huyó de Pavo Prima.

Slythor: Este squib era un importante jefe criminal en tiempos del Imperio. Solía ir acompañado por su guardaespaldas, el gamorreano Gar. Slythor viajaba en un vehículo llamado AT-PV ("Vehículo de Placer Todo Terreno", conocido extraoficialmente como Puve), que era básicamente un AT-AT en el que las piernas habían sido reemplazadas por cuatro motores repulsores.

Slythor trabajaba en Korad, un árido mundo rocoso rodeado por un cinturón artificial de chatarra, que era utilizado como vertedero por todo el sector Elrood. La base de Slythor se encontraba al norte del planeta, en el territorio controlado por los squibs, aunque él era consciente de una fuerte presencia ugor en el este. Slythor se consideraba el "Alto y Exaltado Regente de Korad", un puesto que nadie le discutía porque nadie quería vivir en el planeta lleno de basura.

Slythor obtuvo el control de un droide agromecánico llamado R4-B11 después de la batalla de Yavin. Sin embargo, R4-B11 era excéntrico, destructivo e incapaz de realizar la más simple de las tareas, así que Slythor lo hizo desmotar y reconstruir como droide asesino según sus propias especificaciones. Reteniendo el aspecto de un inofensivo agromec, R4-B11 podía acercarse fácilmente a sus blancos. Slythor lo solía obsequiar como parte de un trato, y después R4-B11 mataba al incauto y volvía con el resto de los objetos.

Slythor también colaboró con Chalmer Trillili, el líder de los piratas de El Azote. Trillili hizo un trato con Slythor para obtener un proyector de rayo tractor canibalizado de un crucero interdictor del Imperio, a cambio de los restos de cualquier nave que capturasen, que sería enviada a Slythor para que éste la desmontase y se quedase con la chatarra.


Botón

Artículo escrito por Skippy Farlstendoiro.
Ejecutor
Prohibida la reproducción total o parcial de estos artículos sin el consentimiento de sus autores.

Para cualquier duda, petición o comentario sobre esta sección
contacta con nosotros usando el e-maul ;-)
  
© S i t h N E T