Dono: Este squib era un trabajador esclavo del Imperio a bordo del Elusivo. Dono enviaba información a los suyos sobre las actividades de su nave y los descubrimientos que hacía.
Ebareebaveebeedee: Este squib era comandante de nave de reclamación, Ilustre Capitán de Vertederos, y rey de los squibs en Skor II.
Se sabe que hizo tres crípticas declaraciones a la holored en otros tantos días, justo antes del inicio de las Guerras Clon. En la segunda declaración, llamó a los jedis "levemente inusuales o de aspecto llamativo". En la tercera, aparentemente, intentaba acallar posibles rumores sobre la posibilidad de que los squibs se uniesen al movimiento separatista del Conde Dooku. Nadie tiene muy claro si realmente se refería a eso.
Ebareebaveebeedee gobernó a los squibs durante más de cuarenta años antes de la batalla de Yavin. En tiempos del Imperio, era responsable de colocar espías squib en naves comandante, creando una red de informadores para localizar vertederos y lugares donde hayan tenido batallas. Esto permitió a su especie florecer en los últimos años del Nuevo Orden.
Ebareebaveebeedee estaba al mando de la nave-mami Económica, y negoció con agentes rebeldes que deseaban sacar del hiperespacio al transporte imperial Elusivo, que llevaba información secreta sobre la Alianza. Ebareebaveebeedee ofreció a los rebeldes la colaboración del joven diplomático Spilferithimus-narlamos, y les entregó como muestra de buena fe el droide de lujo L9-G8 (un droide del que llevaba tiempo intentando librarse).
Las actividades posteriores de Ebareebaveebeedee son desconocidas.
Emala: Esta squib, a veces llamado Elama trabajaba junto con Sligh y Grees en el planeta Tatooine. Su trabajo era obtener información sobre las más oscuras partes de la galaxia y se la proporcionaba al servicio de Inteligencia de la Nueva República. Se sabe que tenían un conocimiento exaustivo sobre los desiertos de Tatooine.
Los squibs acompañaron a Han y Leia Organa Solo a Tatooine en una misión para interceptar a un grupo de agentes imperiales. Durante este trabajo, Han pidió a Sligh que pujase por un holocubo con la imagen de Anakin Skywalker a los nueve años, justo después de ganar la Clásica de Boonta. Sin embargo, Sligh se entusiasmó demasiado y fue preciso que Han le frenase físicamente.
Después de este trabajo, los squibs decidieron que vender obras de arte a los agentes del Imperio era una actividad muy lucrativa que les serviría, al mismo tiempo, para obtener información sobre actividades imperiales.
Los squibs se unieron a la Concha Invisible, una suerte de sindicato que no se detenía ante nada para conseguir lo que deseaba. La Concha había sido fundada por Lorimar Lebauer, un jenet que se aseguró de que la Concha se dedicase al salvamento de naves a cambio de quedarse con una parte de la mercancía recuperada. Pero la Nueva República había conseguido pruebas contra Lorimar y éste fue arrestado.
El control de la Concha Invisible había recaído en parte en el sobrino de Lorimar, Ludlo Lebauer, aunque Ludlo tenía menos control sobre la Concha del que deseaba. Sin embargo, Ludlo ya era el propietario del Casino Isla Perla en Pavo Prima. Además, Ludlo era famoso por su afición al arte raro e inusual, como la colección de boasas alderaanianas que había conseguido a través de sus negocios con Threkin Horm.
Inteligencia de la Nueva República, haciendo honor a su nombre, estaba convencida de que Ludlo Lebauer proporcionaba obras de arte al Imperio. Los squibs no intentaron corregir esta suposición, puesto que les beneficiaba. Además, Ludlo ignoraba que la Nueva República sospechaba que él era el responsable; de hecho, ignoraba que esto estuviese sucediendo.
Ludlo pretendía negociar con la Nueva República un contrato sobre exclusividad de operaciones de salvamento de restos. Irónicamente, La Concha Invisible iba tras el mismo contrato. Ludlo comprendía que su control sobre La Concha era mínimo, y sería menor si Lorimar intentaba arrebatárselo, así que optó al contrato personalmente. Los squibs, por su parte, intentaron desacreditar a Ludlo.
La Nueva República, vista la crisis, se negó a ceder la exclusiva a ninguno de los dos candidatos. Ludlo ofreció a la princesa Leia sus diez boasas a cambio de la exclusiva, pero ella no aceptó.
Entonces, uno de los squibs, Grees, se volvió ambicioso. Convenció a sus compañeros para vender información falsa también a Ludlo, enriqueciéndose ellos y a la vez desacreditando aún más a Ludlo. Entre otras cosas, los squibs pasaron información sobre un diseño de Sienar, el MS-19, a Ludlo y a la Nueva República.
Ludlo descubrió a Grees y lo capturó. En castigo por su traición, lo congeló en carbonita y lo colgó en la pared de su despacho, convertido en una obra de arte a la que llamó "Segundo Error". Los otros dos squibs, horrorizados, convencieron a Han Solo y a la princesa Leia para que recuperasen el "Segundo Error" junto con las boasas.
La princesa Leia se entrevistó también con Lorimar para descubrir que Ludlo realmente pretendía hacerse con la Concha Invisible.
Así, habiendo encontrado todas las piezas del rompecabezas, la princesa Leia ofreció a Ludlo sacar a su tío Lorimar de prisión, a cambio de las boasas y el "Segundo Error". Ludlo no deseaba que Lorimar saliese de la cárcel, pero no podía rechazar el trato sin revelar sus auténticas intenciones. De cara a Leia, aceptó.
Sin embargo, Ludlo intentó hacer matar a Han, Leia y a los squibs antes de que dejasen Pavo Prima. Fracasó. Con nuevas pruebas contra Ludlo, Leia amenazó con hablar a Lorimar de su traición. Para cerrar la boca de Leia, Ludlo le entregó las diez boasas y el "Segundo Error", pero reveló también que la información sobre el MS-19 era falsa. Grees fue descongelado y, junto con sus asociados, huyó de Pavo Prima.
Galaneever-marmalios: Este squib prefería ser llamado Galan.
Grees: Este squib trabajaba junto con Sligh y Emala (a veces llamado Elama) en el planeta Tatooine. Su trabajo era obtener información sobre las más oscuras partes de la galaxia y se la proporcionaba al servicio de Inteligencia de la Nueva República. Se sabe que tenían un conocimiento exaustivo sobre los desiertos de Tatooine.
Los squibs acompañaron a Han y Leia Organa Solo a Tatooine en una misión para interceptar a un grupo de agentes imperiales.
Después de este trabajo, los squibs decidieron que vender obras de arte a los agentes del Imperio era una actividad muy lucrativa que les serviría, al mismo tiempo, para obtener información sobre actividades imperiales.
Los squibs se unieron a la Concha Invisible, una suerte de sindicato que no se detenía ante nada para conseguir lo que deseaba. La Concha había sido fundada por Lorimar Lebauer, un jenet que se aseguró de que la Concha se dedicase al salvamento de naves a cambio de quedarse con una parte de la mercancía recuperada. Pero la Nueva República había conseguido pruebas contra Lorimar y éste fue arrestado.
El control de la Concha Invisible había recaído en parte en el sobrino de Lorimar, Ludlo Lebauer, aunque Ludlo tenía menos control sobre la Concha del que deseaba. Sin embargo, Ludlo ya era el propietario del Casino Isla Perla en Pavo Prima. Además, Ludlo era famoso por su afición al arte raro e inusual, como la colección de boasas alderaanianas que había conseguido a través de sus negocios con Threkin Horm.
Inteligencia de la Nueva República, haciendo honor a su nombre, estaba convencida de que Ludlo Lebauer proporcionaba obras de arte al Imperio. Los squibs no intentaron corregir esta suposición, puesto que les beneficiaba. Además, Ludlo ignoraba que la Nueva República sospechaba que él era el responsable; de hecho, ignoraba que esto estuviese sucediendo.
Ludlo pretendía negociar con la Nueva República un contrato sobre exclusividad de operaciones de salvamento de restos. Irónicamente, La Concha Invisible iba tras el mismo contrato. Ludlo comprendía que su control sobre La Concha era mínimo, y sería menor si Lorimar intentaba arrebatárselo, así que optó al contrato personalmente. Los squibs, por su parte, intentaron desacreditar a Ludlo.
La Nueva República, vista la crisis, se negó a ceder la exclusiva a ninguno de los dos candidatos. Ludlo ofreció a la princesa Leia sus diez boasas a cambio de la exclusiva, pero ella no aceptó.
Entonces, uno de los squibs, Grees, se volvió ambicioso. Convenció a sus compañeros para vender información falsa también a Ludlo, enriqueciéndose ellos y a la vez desacreditando aún más a Ludlo. Entre otras cosas, los squibs pasaron información sobre un diseño de Sienar, el MS-19, a Ludlo y a la Nueva República.
Ludlo descubrió a Grees y lo capturó. En castigo por su traición, lo congeló en carbonita y lo colgó en la pared de su despacho, convertido en una obra de arte a la que llamó "Segundo Error". Los otros dos squibs, horrorizados, convencieron a Han Solo y a la princesa Leia para que recuperasen el "Segundo Error" junto con las boasas.
La princesa Leia se entrevistó también con Lorimar para descubrir que Ludlo realmente pretendía hacerse con la Concha Invisible.
Así, habiendo encontrado todas las piezas del rompecabezas, la princesa Leia ofreció a Ludlo sacar a su tío Lorimar de prisión, a cambio de las boasas y el "Segundo Error". Ludlo no deseaba que Lorimar saliese de la cárcel, pero no podía rechazar el trato sin revelar sus auténticas intenciones. De cara a Leia, aceptó.
Sin embargo, Ludlo intentó hacer matar a Han, Leia y a los squibs antes de que dejasen Pavo Prima. Fracasó. Con nuevas pruebas contra Ludlo, Leia amenazó con hablar a Lorimar de su traición. Para cerrar la boca de Leia, Ludlo le entregó las diez boasas y el "Segundo Error", pero reveló también que la información sobre el MS-19 era falsa. Grees fue descongelado y, junto con sus asociados, huyó de Pavo Prima.
Jeremos: Esta squib era una famosa basurera y contratista independiente, que trabajó para diversos clientes en tiempos del Imperio. Ella y su tripulación recibieron la labor de limpiar la chatarra del destructor Indómito en los meses siguientes a la batalla de Hoth.
Kwilper: Este squib era un artista, destacando en el campo de la escultura. Era su materia prima, cómo no, la chatarra, que unía en formas extrañas a las que él llamaba arte. Kwilper viajó de un planeta a otro en busca de chatarra que añadir a otra creación.
Macemillian-winduarte': A este squib le gustaba comer espora-snit, y también que le llamasen "Mace Windu".
Macemillian-winduarte' empezó su carrera como oficial al cargo del bar en el crucero de reclamación Dos-Por-Uno. Recorrió buena parte de la galaxia, acumulando una gran cantidad de conocimiento inútil.
Cuando su nave visitaba Tatooine, él se retrasó en la cantina de Chalmun, y se fueron sin él. Desde entonces, Macemillian-winduarte' se vio obligado a trabajar en extraños empleos.
Macemillian-winduarte' llegó a deber dinero a Aguilae, una jawa que estaba al cargo del negocio Comerciantes Jawa. Sabiendo que ella sola no se bastaba como dependiente, Macemillian-winduarte' aceptó trabajar como vendedor en su negocio a cambio de su deuda.
Macemillian-winduarte' adquirió en esta posición al droide CZ-3, que Opun "Agujero Negro" Mcgrrrr pretendía utilizar para chantajear a Jabba el Hutt. Aguilea vendió el droide rápidamente en su tienda, antes de que Mcgrrrr lo encontrase.
Poco después de que R2-D2 y C-3PO aterrizasen en Tatooine, Aguilea y Macemillian-winduarte' intentaron hacer un trato con Jek Nkik y su tribu para recuperar a CZ-3. Ambos escaparon por poco del reptador de las arenas de Nkik antes de que éste fuese atacado por los imperiales.
Maja: Este squib compró los derechos de un montón de chatarra en la tercera luna de Kothlis, ignorando que contenía los restos de una Nave Droide Plexus del Imperio (básicamente un caza droide modificado para transportar información). Cuando aparecieron unos agentes rebeldes buscando el N.D.P., Maja se lo entregó.
Meelawindermort: Este squib prefería ser llamado Meela.
Arrejis Mellaha: Este squib vivía en Betha II, un mundo de baja gravedad lleno de contrabandistas. En los tiempos inmediatamente posteriores a la muerte del Gran Almirante Thrawn, Mellaha llevaba la tienda Equipo de Serooin, en el puerto espacial de Betha II, donde vendía artículos legales e ilegales.
Mellaha desconfiaba de los humanos y de la Nueva República, pero no les deseaba mal alguno; de hecho, las prohibiciones de la Nueva República les estaban haciendo rico, porque incrementaron su catálogo.
Mellaha no tenía interés en cooperar con la Nueva República, pero ayudó a un grupo de agentes que buscaban la Disensión Kaarenth. Les advirtió que debían mantenerse alejados de ciertas zonas del puerto espacial.
Sheebareevadee: Este squib era el propietario de una tienda llamada Emperio de Bienes Interestelares de Sheebareevadee, en la estación de Jugsmuk, en Gamorr. Sheebareevadee odiaba Gamorr, pero era demasiado vago para mudarse a otro lugar.
Sleerinwilpher-remalior: Este squib prefería ser llamado Wilpher.
Sonrisasedon-Verdont: Este molesto squib tenía una opinión muy alta de sí mismo. Pese a que fue cambiado a los siete años por un elevador de taladros, y pese a que había pasado la mayor parte de su vida sin empleo en el Conglomerado de Minos, "Sonrisas", como prefería ser llamado, contaba que había sido criado en el Ventacompleta y que había sido entrenado en Artes Marciales Místicas de Combate y Transacciones Squibs.
Durante cierto tiempo, Sonrisasedon-Verdont estuvo trabajando en un carguero en el Conglomerado de Minos, y afirmó que él y su compañero habían luchado contra los salvajes bosques de Yelsain.
Spilferithimus-narlamos: Este joven diplomático squib operaba en la nave Económica, bajo el mando del rey Ebareebaveebeedee, en tiempos del Imperio. Spilferithimus-narlamos (llamado Spilfer) era un diplomático de alto rango, como demostraba la lata ceremonial de fizz-pop que llevaba en su ropa, y tenía autoridad para firmar tratados en nombre de toda su raza. Spilfer llevaba otras baratijas y chucherías pegadas a su ropa.
Spilferithimus-narlamos colaboró con un grupo de agentes rebeldes que pretendía obtener unos blocs de datos secretos a bordo del transporte imperial Elusivo; el plan incluía hacerse con un poderoso prototipo de proyector de rayo tractor que estaba en manos de los ugors.
Sligh: Este squib trabajaba junto con Emala (a veces llamado Elama) y Grees en el planeta Tatooine. Su trabajo era obtener información sobre las más oscuras partes de la galaxia y se la proporcionaba al servicio de Inteligencia de la Nueva República. Se sabe que tenían un conocimiento exaustivo sobre los desiertos de Tatooine.
Los squibs acompañaron a Han y Leia Organa Solo a Tatooine en una misión para interceptar a un grupo de agentes imperiales. Durante este trabajo, Han pidió a Sligh que pujase por un holocubo con la imagen de Anakin Skywalker a los nueve años, justo después de ganar la Clásica de Boonta. Sin embargo, Sligh se entusiasmó demasiado y fue preciso que Han le frenase físicamente.
Después de este trabajo, los squibs decidieron que vender obras de arte a los agentes del Imperio era una actividad muy lucrativa que les serviría, al mismo tiempo, para obtener información sobre actividades imperiales.
Los squibs se unieron a la Concha Invisible, una suerte de sindicato que no se detenía ante nada para conseguir lo que deseaba. La Concha había sido fundada por Lorimar Lebauer, un jenet que se aseguró de que la Concha se dedicase al salvamento de naves a cambio de quedarse con una parte de la mercancía recuperada. Pero la Nueva República había conseguido pruebas contra Lorimar y éste fue arrestado.
El control de la Concha Invisible había recaído en parte en el sobrino de Lorimar, Ludlo Lebauer, aunque Ludlo tenía menos control sobre la Concha del que deseaba. Sin embargo, Ludlo ya era el propietario del Casino Isla Perla en Pavo Prima. Además, Ludlo era famoso por su afición al arte raro e inusual, como la colección de boasas alderaanianas que había conseguido a través de sus negocios con Threkin Horm.
Inteligencia de la Nueva República, haciendo honor a su nombre, estaba convencida de que Ludlo Lebauer proporcionaba obras de arte al Imperio. Los squibs no intentaron corregir esta suposición, puesto que les beneficiaba. Además, Ludlo ignoraba que la Nueva República sospechaba que él era el responsable; de hecho, ignoraba que esto estuviese sucediendo.
Ludlo pretendía negociar con la Nueva República un contrato sobre exclusividad de operaciones de salvamento de restos. Irónicamente, La Concha Invisible iba tras el mismo contrato. Ludlo comprendía que su control sobre La Concha era mínimo, y sería menor si Lorimar intentaba arrebatárselo, así que optó al contrato personalmente. Los squibs, por su parte, intentaron desacreditar a Ludlo.
La Nueva República, vista la crisis, se negó a ceder la exclusiva a ninguno de los dos candidatos. Ludlo ofreció a la princesa Leia sus diez boasas a cambio de la exclusiva, pero ella no aceptó.
Entonces, uno de los squibs, Grees, se volvió ambicioso. Convenció a sus compañeros para vender información falsa también a Ludlo, enriqueciéndose ellos y a la vez desacreditando aún más a Ludlo. Entre otras cosas, los squibs pasaron información sobre un diseño de Sienar, el MS-19, a Ludlo y a la Nueva República.
Ludlo descubrió a Grees y lo capturó. En castigo por su traición, lo congeló en carbonita y lo colgó en la pared de su despacho, convertido en una obra de arte a la que llamó "Segundo Error". Los otros dos squibs, horrorizados, convencieron a Han Solo y a la princesa Leia para que recuperasen el "Segundo Error" junto con las boasas.
La princesa Leia se entrevistó también con Lorimar para descubrir que Ludlo realmente pretendía hacerse con la Concha Invisible.
Así, habiendo encontrado todas las piezas del rompecabezas, la princesa Leia ofreció a Ludlo sacar a su tío Lorimar de prisión, a cambio de las boasas y el "Segundo Error". Ludlo no deseaba que Lorimar saliese de la cárcel, pero no podía rechazar el trato sin revelar sus auténticas intenciones. De cara a Leia, aceptó.
Sin embargo, Ludlo intentó hacer matar a Han, Leia y a los squibs antes de que dejasen Pavo Prima. Fracasó. Con nuevas pruebas contra Ludlo, Leia amenazó con hablar a Lorimar de su traición. Para cerrar la boca de Leia, Ludlo le entregó las diez boasas y el "Segundo Error", pero reveló también que la información sobre el MS-19 era falsa. Grees fue descongelado y, junto con sus asociados, huyó de Pavo Prima.
Slythor: Este squib era un importante jefe criminal en tiempos del Imperio. Solía ir acompañado por su guardaespaldas, el gamorreano Gar. Slythor viajaba en un vehículo llamado AT-PV ("Vehículo de Placer Todo Terreno", conocido extraoficialmente como Puve), que era básicamente un AT-AT en el que las piernas habían sido reemplazadas por cuatro motores repulsores.
Slythor trabajaba en Korad, un árido mundo rocoso rodeado por un cinturón artificial de chatarra, que era utilizado como vertedero por todo el sector Elrood. La base de Slythor se encontraba al norte del planeta, en el territorio controlado por los squibs, aunque él era consciente de una fuerte presencia ugor en el este. Slythor se consideraba el "Alto y Exaltado Regente de Korad", un puesto que nadie le discutía porque nadie quería vivir en el planeta lleno de basura.
Slythor obtuvo el control de un droide agromecánico llamado R4-B11 después de la batalla de Yavin. Sin embargo, R4-B11 era excéntrico, destructivo e incapaz de realizar la más simple de las tareas, así que Slythor lo hizo desmotar y reconstruir como droide asesino según sus propias especificaciones. Reteniendo el aspecto de un inofensivo agromec, R4-B11 podía acercarse fácilmente a sus blancos. Slythor lo solía obsequiar como parte de un trato, y después R4-B11 mataba al incauto y volvía con el resto de los objetos.
Slythor también colaboró con Chalmer Trillili, el líder de los piratas de El Azote. Trillili hizo un trato con Slythor para obtener un proyector de rayo tractor canibalizado de un crucero interdictor del Imperio, a cambio de los restos de cualquier nave que capturasen, que sería enviada a Slythor para que éste la desmontase y se quedase con la chatarra.
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