Andov Syn: Syn es uno de los kerestianos más famosos de la historia. Su fama se debía a ser un despiadado y mortífero mercenario, capaz de cometer cualquier atrocidad si había suficiente dinero. Vestía una armadura de combate adornada y viajaba en un yate espacial de color negro azabache.
Se sabe que Syn fue contratado por un grupo de mineros, colonos del planeta Adim. Los mineros, que estaban siendo atacados por un grupo de piratas, buscaban mercenarios que les protegiesen. Syn y otros mercenarios eliminaron a todos los piratas con facilidad.
Anzella: Un kerestiano famoso.
Galasett: Este kerestiano era un cazarrecompensas; a veces le consideraban un "vigilante", realizando ajustes de cuentas que consideraba moralmente correctos. Era un asociado habitual de Reglis Tall.
Galasett prefería perseguir a otros cazarrecompensas que se habían convertido en fugitivos por infringir leyes imperiales. Durante las cazas, Galasett acostumbraba a causar daños excesivos, lo cual provocaba multas imperiales que reducían sus beneficios.
Galasett era enemigo directo de Baraduk, un barabel esclavizado por el Imperio que huyó de Herios IV con un arsenal de armas. En su huída, Baraduk mató a quince soldados imperiales que le perseguían, y el gobernador de Herios le ofreció amnistía a cambio de que se largase de su planeta. Sin embargo, posteriormente, el gobernador puso una recompensa ilegal por Baraduk.
Durante años, Galasett persiguió a Baraduk hasta encontrarlo. Cuando llegó ese momento, Baraduk logró derrotar a Galasett en combate personal, y huyó, dejando al cazador herido tras de sí. Galasett juró que se vengaría, y siguió persiguiendo a Baraduk durante años, pero nunca volvió a estar tan cerca.
Meergolo: Un kerestiano famoso.
Milacass: Este kerestiano era un cazarrecompensas en tiempos del Imperio.
Milacass realizó una operación en los Astilleros Clariv, un centro leal a la Alianza Rebelde. Durante este trabajo Milacass estuvo muy cerca de una explosión que le dejó temporalmente ciego. Su visión acabaría volviendo, pero los ojos de Milacass perderían las pupilas.
Milacass trabajó posteriormente para un jefe criminal gotal, Pari' Notgoth que operaba en el sector Tamarin. Tamarin estaba en esos tiempos bajo el control del Imperio a través del moff Lobax Resunn.
Durante su periodo con Notgoth, se descubrieron pruebas circunstanciales que sugerían que Milacass había estado implicado en un intento de asesinato contra su jefe. En vez de quedarse e intentar demostrar su inocencia, Milacass huyó del sector Tamarin y vagó por el Borde Exterior durante los siguientes seis años.
Después, Milacass llamó la atención de la Confederación Granse, un grupo estructurado de cazarrecompensas y rastreador, todos ellos anterior criminales. La Confederación apareció poco después de la batalla de Yavin, según muchos para asesinar al teniente rebelde Alton Lochner. Milacass pasó el resto de su carrera junto con los líderes de la Confederación, Zayl Braith y su prima Callandri, así como de los otros miembros del grupo, Kiran Tatch, Arcuse, Rodick Tag, Vadon Lenitor y Lu'daal-ud.
Ossune: Un famoso kerestiano.
Pormfil: Este kerestiano era el ingeniero jefe del Salvaje Karrde unos diez años después de la muerte del Gran Almirante Thrawn.
Sallabas: Un kerestiano famoso.
Limna Yith: Limna Yith era una infame asesina kerestiana que estaba al mando de un grupo de matones poco después de la batalla de Endor.
El iotrano Bel Att la contrató para que se encargase de un asunto en Yen-2. Al parecer, el líder local Neil Barani había decidido dejar de pagar dinero a Att en concepto de protección. En realidad, Barani pagaba a Sol Negro y Att era un simple intermediario, pero él no le reveló esta información a Yith.
Yith viajó a Yen-2 con sus mercenarios y destruyó el puesto local de Barani. En el proceso, sin embargo, descubrió que Sol Negro estaba detrás de esa operación. Yith decidió robar los registros informatizados y venderlos al Imperio. Att, leal a Sol Negro, intentó detener a Yith. Sin embargo, Yith era mejor luchadora que Att y le mató con un vibrofilo doble. Después de eso, Yith robó la nave de Att, el Heraldo, y huyó de Yen-2 mientras las fuerzas de Att, culpando erroneamente a los colonos, destruían el puesto. Yith se salvó por su huída.
Sin embargo, un oficial imperial llamado mayor Stipling estaba en Yen-2 en ese momento, y no tuvo tanta suerte. El capitán imperial Surlev, del Tormenta de Iones, se impacientó al ver que Stipling no informaba. Surlev investigó y descubrió el puesto destruido, y la presencia de Yith. Culpando a la kerestiana por lo sucedido, Surlev juró capturarla y llevarla ante la justicia del Imperio.
Yith viajó a un área de abastecimiento de Sol Negro, la Estación de Abek, esperando que no la relacionasen. Por desgracia para ella, el encargado de la estación, Nim Abek, trabajaba para el vigo Sprax, al igual que Att. Abek capturó a Yith pero, seducido por la codicia, decidió obtener los archivos robados (llamados La Lista Barani) para él. Abek retuvo a Yith.
Debido a una filtración por parte de uno de los agentes de Abek, se corrió la voz de que Yith estaba allí. Sprax sospechaba que Abek le traicionaría, así que envió fuerzas leales bajo el mando de Mal Biron. El capitán Surlev también se enteró y envió a la Estación de Abek su destructor, iniciando un bombardeo orbital que dañó gravemente las instalaciones. Incluso el príncipe de Sol Negro, Xizor, envió a sus agentes personales para averiguar qué estaba pasando y resolverlo.
Las fuerzas de Surlev se encontraron con los mercenarios capitaneados por Biron e iniciaron un tiroteo. En la confusión, Yith aprovechó para huir en dirección a Sedri. Allí, un sedriano le robó la Lista, pero ella la recuperó.
Sin embargo, Yith fue finalmente capturada por las fuerzas de Mal Biron. Éste le obligó a entregar la Lista Barani a una de sus agentes, Kalend Thora, leal a Sprax. La Lista volvería a cambiar de manos, pero Yith se vio totalmente superada por su competencia y abandonó la persecución.

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Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
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