Articulo creado por Skippy Farlstendoiro y maquetado por Al Noah, los xenobiólogos de SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores
"Tranquilo, muchacho. No hay nada de qué preocuparse aquí." (Jyl Somtag)
Robustos cuadrúpedos del planeta Geonosis, los fieles orrays estaban adaptados al árido ecosistema y se movían a un buen ritmo para transportar jinetes o cargas pesadas. Aunque habían sido predadores de los geonosianos, desde su domesticación fueron utilizados precisamente para ayudar a controlar a otros animales más temibles. Conozcamos hoy a los orrays.
Geonosis, en el sector Arkanis, era un árido mundo desierto, azotado por el intenso calor y las fuertes radiaciones de su sol, con una superficie de escasa agua pero abundantes tormentas de arena. Su población incluía cien mil millones de habitantes, casi todos ellos geonosianos, y una variedad de animales peligrosos, algunos importados como el acklay, el nexu y el reek, y otros nativos como el gusano cerebral, la hidra geonosiana y el orray.
El orray era un reptil no inteligente de tamaño considerable: Su altura era sólo de un metro cincuenta y dos centímetros, pero alcanzaba tres metros de largo y un peso de cuatrocientos diez kilos. Esa masa era sostenida por cuatro robustas patas terminadas en pies planos con tres uñas frontales, que le permitían alcanzar un ritmo de carrera considerable. Además de velocidad, el orray contaba con una gran fuerza y resistencia.
La cabeza, demasiado pesada y parecida a la de un cocodrilo, era sostenida por fuertes vértebras del cuello, y el cabezazo era su segundo ataque favorito después del poderoso mordisco. Sus dientes, romos para aplastar duras cáscaras de huevos, sobresalían incluso cuando la boca estaba cerrada. En tiempos pretéritos, los orray usaban sus largos hocicos para penetrar en las delicadas y ocultas cámaras de huevos dispuestas por los geonosianos para iniciar nuevas colmenas. Esto les permitía devorar miles de larvas en una sola comida. Desde su domesticación a manos de los geonosianos, los orrays han abandonado esta dieta.
Un orray.
La cola del orray tenía un aguijón defensivo, pero éste era amputado durante la domesticación del animal. Eso hacía que el orray fuese más dócil, lo bastante manso para que pudiese ser usado como montura o con otros usos. Nótese sin embargo que incluso un orray dócil podía, con poca provocación, atacar a un jinete inexperto.
La piel correosa y coriácea del orray era de tonos grises, marrones y azulados, con manchas negras, para permitirle mezclarse con el paisaje local y esconderse así de los depredadores. El orray había evolucionado para adaptarse bien a su ecosistema.
Mas eso no le hacía invulnerable: Otras criaturas de su entorno podían herir y matar fácilmente a un orray. El gigantesco acklay tenía unas garras lo bastante grandes para seccionar a un orray en dos pedazos de un solo golpe. En tiempos de las Guerras Clon, los cañones bláster de un droideka también podían matar a un orray y derribarlo.
Los orrays eran expresivos con sus emociones: Cuando estaban nerviosos, hacían ruidos sordos parecidos a retumbes.
Los jedi podían usar la Fuerza para afectar a los orrays, por ejemplo para tranquilizarlos o atraerlos. No hay precedentes de orrays usando la Fuerza ellos mismos.
Etología
Los insectoides inteligentes geonosianos domesticaron a los orrays, utilizándolos principalmente para transportar cargas pesadas y para cabalgarlos. Aunque no era tan espectacular o poderoso como otros monstruos locales, el orray era una bestia leal y esforzada. Aunque el orray era relativamente asustadizo, un jinete preparado podía mantenerlo bajo control. Por supuesto, hablo de orrays con la cola cortada para domesticarlos.
Los geonosianos usaban el orray para tirar de carros antigravedad en los que se llevaba, por ejemplo, animales mucho más grandes. Un único orray se bastaba para mover uno de estos carros abiertos, pero necesitaba un jinete geonosiano como conductor. A veces estos geonosianos hablaban al orray antes de montarlo y hacer que se moviera, y a partir de ese momento se le podía guiar con riendas en su boca. Estos orrays, por el peso que llevaban, no se movían tan rápido como otros.
Un orray manso, con la cola amputada, tira de un carro anti-gravedad.
Un uso de orrays como montura de jinetes individuales se debía al sistema judicial geonosiano. La cultura geonosiana no favorecía el gasto de recursos en mantener a prisioneros así que, cuando un delincuente era arrestado, se le enviaba a un estadio donde debía pelear contra otros cautivos o contra enormes monstruos. Esto ofrecía la ventaja añadida de convertir la ejecución en un espectáculo de masas con una multitud de drones geonosianos, sedientos de violencia, como público vitoreante, a la vez que reforzaba la autoridad de los gobernantes.
¿Y qué tenían que ver los orrays con esto? Los monstruos lanzados contra los prisioneros no siempre se comportaban como sería deseable, así que hacía falta que los guiasen hasta el corazón del campo, donde los cautivos aguardaban encadenados. Los geonosianos que conducían a las bestias eran llamados picadores, vestían disfraces elaborados y cabalgaban orrays mansos.
El orray de un picador, similarmente, tenía un atavío adornado para indicar su posición. Lógicamente había un aparejo de silla de montar con correas de amarre y un cuerno añadido para que el jinete se agarrase; y como he mencionado, se usaban riendas sujetas por un bocado metálico entre los dientes del orray. Además, había decoraciones laterales.
Orray preparado para montar.
Los picadores usaban lanzas anodizadas para pinchar a los monstruos, a veces añadiendo una descarga eléctrica, e instarles a ir en la dirección correcta, hacia el centro del estadio. Era un arma ideada para causar dolor, no para dañar o matar, y podría romperse si se intentaba usar aún contra el grueso pellejo del orray. En ese caso, el orray retrocedía dolorido, pero sin sufrir daños reales.
En general, los geonosianos destinaban un picador a vigilar cada uno de los monstruos que saliesen al estadio. El picador debía abrir las puertas y azuzar a la criatura hacia el centro del ruedo, donde estaban los prisioneros. El picador confiaba en la velocidad de su montura orray para mantenerse fuera del alcance de esas bestias feroces, pero realmente corría peligro: Con cierta frecuencia, uno u otro monstruo conseguía abalanzarse sobre el picador y devorarlo o matarlo en represalia por los pinchazos. A veces el orray sufría el mismo destino; otras veces, la cabalgadura quedaba desmontada y simplemente miraba a su alrededor sin especial interés por nada. El sádico público, ansioso por ver sangre, disfrutaba incluso cuando este desastre sucedía. Pese al riesgo, el puesto de picador era codiciado porque era uno de los pocos empleos destacados a los que un dron geonosiano podía acceder, sin importar su casta de origen, si demostraba su valía.
Una vez los picadores habían llevado a los monstruos hasta el centro del estadio, los picadores se retiraban a la circunferencia, agrupándose con sus lanzas en el borde, salvo que hubiese problemas. Si un preso intentaba escapar, sería perseguido no sólo por los monstruos, sino también por los picadores, que intentarían aprovechar el terreno elevado y sus picas. Esto podía presentar un problema de coordinación: Un perseguidor geonosiano podía convertirse en la presa elegida por uno de los monstruos, y tener que evitar a un enemigo poderoso con sólo una lanza que no estaba pensada para ese combate.
A la derecha, un picador geonosiano monta un orray para intentar manejar a un acklay.
Durante las Guerras Clon, la Confederación de Sistemas Independientes usó a los orrays para llevar a la batalla a sus soldados montados, que eran super droides de combate B2 equipados con lanzallamas. Los soldados montados participaron en varias batallas desde poco después del inicio de la guerra en 22 ABY, hasta la derrota de la Confederación en 18 ABY.
Historia
En tiempos antiguos, los orray eran depredadores salvajes que se alimentaban de los depósitos masivos de huevos de geonosianos. Los geonosianos sin embargo consiguieron domesticar a estos animales, cortando sus colas para amansarlos, y pasaron a utilizarlos para cabalgar y para transportar cargas.
Tales usos se vieron en 22 ABY, en el prefacio de lo que se conocería como la Primera Batalla de Geonosis e inicio de las Guerras Clon. Los geonosianos, asociados a la Confederación de Sistemas Independientes, habían capturado al caballero jedi Obi-Wan Kenobi y pretendían ejecutarlo en su circo. Capturaron después a dos amigos de Kenobi: Su aprendiz padawan Anakin Skywalker y la amante secreta de éste, Senadora Padmé Amidala. Estos dos últimos fueron encadenados y subidos a un carro antigravitatorio tirado por un orray. Un jinete geonosiano los llevó al centro del circo y les encadenó a sendas columnas junto a Kenobi.
El líder geonosiano Archiduque Poggle el Menor había preparado tres monstruos para que cada uno de ellos devorase a uno de los prisioneros: Un acklay, un nexu y un reek. Fueron presentados por turno, con los picadores abriendo la puerta de cada uno de ellos. El reek fue el primero en emerger; después el acklay, que ante un pinchazo de su picador, chilló enfurecido e hizo retroceder al orray. En último lugar, el nexu también fue lanceado y recibió un calambrazo. El nexu respondió saltando por encima del orray para devorar al picador. Tanto nexu como orray quedaron a la deriva de sus propios instintos, hasta que otro geonosiano montó al orray para azuzar al nexu con su pica.
El nexu ha saltado sobre el orray para devorar al picador que le ha molestado.
De entre todas las bestias salvajes, el acklay era el más ansioso por destruir, y centró su atención en Kenobi. Un picador azuzó con electricidad al reek, que se encaminó hacia Skywalker. Skywalker demostró tener extraordinarios recursos porque, aún encadenado, consiguió subirse al reek y cabalgarlo. Dos de los picadores le persiguieron, intentando flanquearle. Consiguieron que Skywalker cayese del reek, aunque sus ataduras hicieron que se arrastrase por el suelo; pero los picadores no lograron derrotar a Skywalker.
En cuanto a Kenobi, tuvo una suerte sorprendente: El acklay rompió la columna que le inmovilizaba, lo cual permitía a Kenobi correr por la arena. Un picador intentó encargarse de Kenobi, pero el jedi tomó la punta de la lanza, hincándola en el suelo, e hizo palanca, causando que el geonosiano improvisase un salto con pértiga que terminó en una caída aturdidora. Kenobi entonces hirió al geonosiano con la lanza, y entonces el acklay dio un paso hacia Kenobi y aplastó al geonosiano con su garra. El público vitoreó el sangriento espectáculo.
Obi-Wan desmonta a un picador.
Kenobi arrojó al acklay la lanza del picador, hiriéndole levemente. Entonces otro picador intentó dirigir el ataque del acklay contra Kenobi, pero sólo consiguió atraer la atención de la bestia hacia el nuevo enemigo, y eso dio a Kenobi la ocasión de huir y reunirse con sus dos aliados a lomos del reek (Amidala también había logrado escapar). Otro picador se unió a éste para intentar orientar al acklay.
El mando de la Confederación se preocupó al ver que los prisioneros podrían sobrevivir, así que interrumpieron el programa para desplegar en el circo a múltiples droidekas, robots de guerra que les daban una superioridad numérica y táctica sobre los tres presos. Revelaron entonces su presencia múltiples jedi que se habían infiltrado en el estadio en una misión para liberar a Kenobi. Ante esta situación, los líderes confederados desplegaron más tropas droides para iniciar una auténtica batalla, mientras los civiles geonosianos desalojaban el reciento. Posiblemente los picadores también se retiraron, pero para cuando empezó la batalla, sólo quedaban soldados geonosianos, como los artilleros.
Durante la batalla, Padmé montó al orray del carro, pero un droideka mató a la montura.
El orray del carro, espoleado por su jinete, intentó escapar con otro geonosiano a bordo; pero Amidala, que había caído del reek, les disparó. Mató al jinete, y el otro geonosiano huyó volando. Eso permitió a Amidala montar al confuso animal, y a Skywalker subirse al literal carro mientras ella pateaba al reptil. Corrieron por el circuito, rebotando sobre droides y enemigos mientras contribuían a la batalla. Uno de los droidekas mató al orray de un disparo, que además derribó el carro y tiró al suelo a Amidala y a Skywalker. Ellos se cubrieron tras el vehículo volcado.
La batalla se recrudeció aún más con la llegada de tropas clónicas que reforzaron a los jedi contra los droides. El estadio dejó de ser el campo de batalla, quedando atrás sólo los cuerpos de bestias y jedis, las piezas de droides y algún no combatiente rezagado.
A la izquierda, cadáver de un orray.
Habían empezado las Guerras Clon, con los jedi y la República enfrentados a la Confederación separatista. Inmediatamente después de la batalla de Geonosis, algunos jedis usaron orrays como monturas para explorar el territorio de Geonosis: La caballera humana Jyl Somtag cabalgó un orray macho desde su cuartel general en los restos de una nave de la Federación de Comercio hasta el laboratorio central de la doctora Frayne. Cuando ella desmontó a las puertas de su destino, el orray se alejó levemente y ella dedujo que se encontraba incómodo. Ella intentó calmar al retumbante animal, palmeando su piel antes de cruzar el umbral de Frayne. Somtag no abandonó el laboratorio por esa puerta y no sé siquiera si se volvió a reunir con el orray.
Pero no fueron los jedi, sino los separatistas, quienes más aprovecharon a los orray durante las Guerras Clon. Los soldados montados separatistas eran superdroides de combate B2 armados con lanzallamas y a lomos de orrays, que se desplegaron en múltiples planetas. Se tiene constancia de su presencia en múltiples sistemas, especialmente en la campaña de la comandante separatista chissSev'rance Tann relativa a la tecnología de los diezmadores: En primer lugar, Tann incluyó a estos jinetes de orrays en la defensa de sus bases en Sarapin, un mundo productor de energía en el Núcleo. Poco después, ella usó tropas montas en orray en Tatooine, en el sector Arkanis, en un intento de impedir que el comandante jedi Echuu Shen-Jon construyese allí una fortaleza.
Las tropas droide separatistas montadas en orray intentan evitar
que se construya una fortaleza en Tatooine.
La Federación construyó una fábrica de diezmadores en Krant, y Tann incluyó tropas montadas para protegerla contra la invasión. Éstas eran tropas pesadas, con droides de tecnología más avanzada y orrays mejor entrenados, pero fracasaron en sus intentos de proteger murallas, puentes y fortalezas
Después de las Guerras Clon, los orrays no se han prodigado.
Curiosidades
El orray fue ideado para la película Episodio II: El Ataque de los Clones (2002, George Lucas). Al parecer, en los primeros diseños, el orray parecía más agresivo y amenazador, pero varios de esos rasgos se acabaron pasando a otra criatura, el massiff, que aparece en Tatooine en la misma película. El orray se convirtió en un cruce entre caimán y caballo.
Aunque el orray fuese creado para en la película de El Ataque de los Clones (16 de mayo de 2002), técnicamente apareció antes en el material que adapta la película, y que se produjo simultáneamente a ésta: La novela de la película (23 de abril de 2002, R.A. Salvatore); la novelización juvenil de la película (misma fecha, Patricia C. Wreade); la adaptación al cómic, en el número 4 (8 de mayo de 2002, guion de Henry Gilroy, dibujo de Jan Duursema); y de hecho la novela Boba Fett: The Fight to Survive (23 de abril de 2002, Terry Bisson) también cuenta la escena desde el punto de vista del joven Boba Fett. Hay por supuesto pequeñas divergencias en las versiones, a saber:
En la novelización de El Ataque de los Clones, se habla de los picadores, pero no se describe a sus monturas ni se les da nombre. Se menciona también el carro en que iban Anakin y Padmé, pero no que un animal tiraba de él, y sólo en la escena de la batalla, se dice que Padmé sube al orray, dándole nombre, y que lo patea. Más tarde se habla de que el carro ha sido derribado, pero no dice cuándo ni cómo sucedió.
En la novelización juvenil, una vez más, se habla de los picadores y de las bestias que cabalgan, más pequeñas que los monstruos, y se menciona sólo cómo Obi-Wan usa la lanza de un picador como pértiga, y cómo el acklay mata a un orray. El carro aparece, pero no dice cómo se mueve.
En el cómic, el orray aparece en tres viñetas: Una con el picador encima, preparando la ejecución; otra, cuando aparecen los monstruos; y en la tercera, cuando Obi-Wan arrebata la lanza al picador para tirársela al orray. No se muestra qué hace el orray cuando empieza la batalla.
Un orray con picador según apareció en la adaptación a cómic de la película.
En The Fight to Survive, se explica que Boba Fett reconoce a los orrays y a los otros animales por su nombre. También menciona cómo el acklay mata a un orray, pero después la novela no vuelve a hablar de los orrays, pese a que en la película el cuerpo del orray es visible cuando Boba coge icónicamente el casco de su padre muerto.
Desde entonces, los orrays han ido apareciendo esporádicamente en otras fuentes, principalmente descriptivas: Attack of the Clones: The Visual Dictionary (22 de abril de 2002, David West Reynolds) incluye su foto y descripción, que es reaprovechada en The Complete Visual Dictionary (25 de septiembre de 2006, David West Reynolds, James Luceno y Ryder Windham); y parte de esa información se reaprovecha en The New Essential Guide to Alien Species (31 de octubre de 2006, Ann Margaret Lewis y Helen Keier), donde recibe un artículo como especie secundaria; The Complete Star Wars Encyclopedia (2008, vv.aa.), donde sólo se le menciona en un artículo, pero con foto; y el Databank en la web oficial (retirado en 2011), donde sólo tiene un artículo y no se le menciona en ningún otro. Por lo demás, tienen una aparición menor en el relato breve de Mike W. Barr "Death in the Catacombs", publicado en Star Wars Insider Nº 79 (enero-febrero de 2005); y se les menciona en la lista de monstruos nativos de Geonosis en What Makes a Monster (21 de abril de 2014, Adam Bray).
Los orrays han aparecido en varios juegos oficiales, empezando por el juego de miniaturas de Wizards of the Coast: La extensión "Clone Strike" (13 de diciembre de 2004) tenía una figura de "Picador geonosiano sobre orray", de rareza Rara y asociada a los Separatistas. Esta figura sólo podía atacar a enemigos adyacentes pero, si conseguí un crítico en su tirada, triplicaba el daño causado en vez de sólo doblarlo porque estaba dotado de algo llamado "ataque cruel". Por lo demás… Pues está bien para su coste, como casi todos. No es gran cosa, se aseguraban de que no desequilibrase en juego.
La miniatura de Wizards of the Coast, junto con la imagen aparecida en su carta.
Los orrays se introducen en el juego de rol, edición Saga, en el libro The Unknown Regions (20 de abril de 2010, Sterling Hershey, Rodney Thompson y Daniel Wallace), con una ficha que indica su ataque de mordisco y su velocidad y fuerza. Una vez más, no es ninguna maravilla, pero se puede usar.
De una forma algo peculiar aparece el orray en el, uh, libro-juego Head-to-Head Tag Teams (1 de mayo de 2011, Pablo Hidalgo). En ese libro se muestra un hipotético duelo de equipos, aparentemente fuera de continuidad, en que participa el orray. Supuestamente, en un intento de proporcionar exótico entretenimiento al Archiduque Poggle el Menor, se organiza una pelea en el estadio entre la clawditaZam Wessel, un acklay y un nexu, contra el noble geonosiano Sun Fac, un varactyl y un orray. Wessel esperaba recibir un premio en dinero; Fac necesitaba retener su reputación y prestigio; y el leal orray atacaba con bocados y cabezazos a las órdenes de Fac. Las apuestas del público eran sobre quién sería el último combatiente en pie, y el orray era el segundo menos popular después del nexu.
(Al final del libro aparecía la respuesta oficial: Zam Wessel elimina a Fac de un disparo, el nexu hace trizas al orray, y entonces el varactyl queda solo y claramente superado).
Hablemos ahora de los orrays en videojuegos. Republic Commando (28 de febrero de 2005, LucasArts) tenía el orray disponible en el editor "UnrealEd", pero el contenido que mostraba al orray no se incluyó en el juego final.
El orray sí que aparece en la expansión Clone Campaigns de Galactic Battlegrounds (14 de mayo de 2002, Ensemble Studios y LucasArts), y aparece en dos formas distintas. En primer lugar, el orray es un animal que se puede cazar, y está bien porque da bastante comida, pero es bueno enviar al menos dos cazadores. Parece que hay un glitch porque se dio al orray una alta capacidad de ataque, pero no la usa nunca: El orray huye al ser atacado, mientras otros animales reaccionan con violencia.
Los orrays son también la montura de los Soldados Montados de los Separatistas, con un jinete super droide de batalla B2 armado con lanzallamas. Se pueden construir en el Centro de Soldados desde el nivel tecnológico más bajo, siempre que hayas construido antes un vivero. EL soldado montado es efectivo contra armas pesadas, vehículos mecánicos y otros resultados de las fábricas, y edificios; pero puede ser fácilmente eliminado por otros soldados y luchadores, especialmente jedis. Se le puede subir de nivel a soldado montado pesado (con más puntos de vida y ataque), y después a soldado montado avanzado (con más puntos de vida, ataque y perforación de armadura). Cuando el jugador maneja a los Separatistas, es libre de crear estos soldados o no; cuando maneja a la República, los soldados montados aparecen como enemigos en varios de los niveles.
El manual dice que los soldados montados pueden detectar enemigos imperceptibles ocultos, como jedis y siths que usen sigilo, pero en el juego esto no es cierto. Debe ser una errata, o nunca se implementó, o un glitch, o algo.
Por último, los orrays aparecen en otro videojuego, esta vez fuera de continuidad: LEGO Star Wars III: The Clone Wars (22 de mayo de 2011, Traveller's Tales y LucasArts). La primera fase del juego es la escena del circo que evoluciona a la batalla de Geonosis, y una de las primeras cosas que se ven es el carro antigravedad, con el orray tirando de él y un geonosiano atendiéndole (aunque la cámara, razonablemente, se centra en Anakin y Padmé). Hay varias diferencias con los picadores: Primero, no aparecen cuando se abren las puertas de los monstruos; y segundo, llevan blásters en vez de picas.
En el videojuego de Lego, los picadores van armados con blásters.
Cuando el jugador puede actuar (y controla a Anakin, a Obi-Wan y a Padmé), los picadores están apuntando sus armas al reek, que parece intimidado. Entonces, cuando te peleas con los monstruos, los picadores se mantienen en retaguardia, vigilando. Cuando uno de tus personajes consigue cabalgar el reek, los picadores empiezan a perseguirle, pero puedes embestir al picador con el reek. En ese caso, el picador cae de su orray pero, si está lo bastante bien de vida, se recuperará y volverá a cabalgar.
Cuando consigues matar a uno de los monstruos, la escena cambia para que aparezcan los droidekas y los jedis, empieza la batalla campal y las gradas se vacían. El estadio se llena tanto que, aunque los orrays aparecen al fondo, ya no son enemigos prioritarios. Yo diría que, cuando has matado a los tres monstruos gigantes, los orrays simplemente desaparecen para que la batalla se recrudezca contra otros enemigos. El cuerpo inerte del reek es bien visible, pero no los de los orrays.
Ha habido algunas incongruencias en la continuidad de los orrays, principalmente en las adaptaciones simultáneas a la película: La novelización juvenil dice que el carro en que Anakin y Padmé habían sido llevado al estadio, había sido dejado el circo antes de que se soltasen los monstruos. Sin embargo, la novelización y la película muestran cómo el carro sigue en el circo durante la batalla, cuando Anakin y Padmé lo usan para cubrirse.
La novelización también improvisa una espectacular escena que no aparece en la película: Cuando el acklay persigue a Obi-Wan, el jedi corre hacia el picador más cercano (En la película, es el picador quien corre hacia Obi-Wan). El picador intenta lancear a Obi-Wan, pero éste agarra con gran fuerza el extremo de la lanza, la suelta de pronto y hace que la lanza se rompa contra el orray que, dolorido, da un paso atrás. Entonces Obi-Wan coge la lanza y la usa para un improvisado salto con pértiga sobre el picador y el orray. A continuación, el acklay embiste a picador y orray, separándoles y matando primero al geonosiano. Obi-Wan hiere al acklay con la lanza (esto sí que sucede en la película) y después echa a un lado al orray herido.
La novelización juvenil también muestra una escena sutilmente diferente, con el acklay embistiendo al picador montado y derribándole, y después matando al orray. En la película, el picador cae de su montura porque Obi-Wan le derriba, no por mediación del acklay; y el acklay nunca la toma con el orray. Pese a ello, en The Fight to Survive, se menciona a Boba Fett contemplando el momento en que el acklay hace pedazos a un orray.
Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores. Aquí puedes encontrar todas las fuentes consultadas en la elaboración de este artículo.
Si deseas leer sobre alguna raza alienígena en particular, no tienes más que mandarnos un emaul ;-)