"Es un honor poco común encontrarse con el adversario cara a cara. Usted es una leyenda en el
Núcleo Interior." "Gracias. El honor es mío. Me alegro muchísimo de que haya decidido rendirse."
(General Obi-Wan Kenobi y General Whorm Loathsom)

Durante las Guerras Clon, Obi-Wan Kenobi se enfrentó al General Whorm Loathsom, uno de los líderes militares de las fuerzas separatistas. Loathsom era un kerkoiden que, como otros de su especie, se había unido a la Confederación de Sistemas Independientes mientras su Kerkoidia natal seguía siendo miembro de la República. Los kerkoidens eran una especie de agresivos depredadores que habían dedicado milenios a mejorar culturalmente e intentar alcanzar la sofisticación de los mundos del Núcleo, pero muchas veces eran despreciados como simples esnobs, o incluso explotados como víctimas del desprecio hacia los no humanos. Conozcamos hoy a los kerkoidens.

Los Kerkoidens

Como todos sabemos, las Regiónes de Expansión están situadas entre el Borde Interior y el Borde central. Allí se encuentra el sector Kira. Kerkoidia es uno de los mundos principales de este sector, y tiene potencial comercial porque está cerca del Corredor de Comercio de Harrin.

Kerkoidia tiene tres satélites naturales y un día de 26 horas estándar; el año allí dura 324 días locales. La gravedad es estándar, la atmósfera es respirable para los humanos, y el clima es templado. La mayor parte de la superficie está cubierta de de altas sabanas llenas de hierba que crece hasta los dos metros, lo cual permite a los animales locales ocultarse de sus depredadores y/o de sus presas. Existen también muchas junglas en el planeta y, aunque esto es poco sabido, el 30% de la superficie está formado por pantanos con una alta densidad de salvajes depredadores.

Kerkoidia es un mundo civilizado con múltiples ciudades, entre las que destaca la capital, Ciudad Maldinian. Aunque hay contacto con el exterior, Kerkoidia no exporta ningún tipo de mercancía que merezca la pena mencionar; sin embargo, es un comprador de artículos de lujo y de alta tecnología. El gobierno planetario es una oligarquía. En los núcleos urbanos, el 99% de la población está formada por kerkoidens, de los que hablarrmo con detalle a continuación.

Los kerkoidens, en ocasiones llamados despectivamente kerkos, son seres antropomorfos jorobados. Un kerkoiden tiene una altura media de 1.40 metros y un peso medio de 55 kilogramos, aunque un individuo de 1.75 m. no es inviable. La piel del kerkoide puede ser de cualquier color entre el azul oscuro y el verde, y es invariablemente áspera.

Los kerkoides son menos robustos que la mayoría de especies, y se les puede inmovilizar esposando a su espalda sus manos terminadas en garras. Destaca en el kerkoide la cabeza, larga, ancha, esbelta y puntiaguda. Se trata de una adaptación evolutiva pensada para cavar en el suelo de tierra. Muestran en este extraño cráneo unos ojos estrechos y largos hocicos con prominentes caninos inferiores, parecidos a los del jabalí.

Si unimos estos dientes sobresalientes, su hocico y sus garras con su postura encorvada, podemos concluir que desciende de animales depredadores, de los cuales retienen éstos y otros rasgos: Los kerkoidens son seres muy agresivos. En combate, de nuevo por su herencia, un kerkoiden parece tender a golpear las heridas más recientes de su presa, lo cual le permite causar más daño a enemigos que ya han sido dañados.

Un kerkoiden empieza su adolescencia a los once años, pero no alcanza la madurez biológica hasta los dieciocho, dos años después que un humano. Los primeros achaques le vienen no antes de los cuarenta y cinco; y éstos no se hacen considerables antes de cumplir setenta años. La esperanza de vida de un kerkoiden es de unos noventa años, bastante más que la de un humano.

En general, los kerkoidens son agresivos, astutos y, según algunos arteros y taimados. A menudo sienten que tienen algo que demostrar, aunque a lo largo de la historia han probado muchas veces que son formidables enemigos; ésa es la reputación de la especie.

Los kerkoidens retienen muchos instintos de sus antepasados depredadores, pero los han adaptado hacia la sociabilización: Son personas agresivas, avasalladoras y prepotentes, que desconfían recelosamente de sus rivales sociales. La persuasión, y hasta la mentira, son habilidades para las que tienen un don innato.

Queriendo mezclarse con la élite galáctica de humanos, los kerkoidens se han esforzado por demostrar ser sofisticados y civilizados, y muchos kerkoidens quieren creer que su gente es más educada de lo que es. Los kerkoidens suelen adoptar una actitud arrogante y elitista, jactándose de su educación superior, lo cual hace flaco favor a sus intereses diplomáticos.

Los kerkoidens suelen buscar ocupaciones en las que puedan dar rienda suelta a su agresividad, como el ejército, o que les permitan demostrar su sofisticación, como el comercio. Algunos kerkoidens han sido comandantes creativos, hábiles políticos, y astutos diplomáticos capaces de despistar a sus adversarios con palabras; otros han sido criminales expertos en echar por tierra los planes de otras personas. Los kerkoidens que dominen sus instintos agresivos han tenido potencial como Jedi.

Existe una lengua natal en Kerkoidia, el kerkoidés, y casi todos los kerkoidens hablan con fluidez kerkoidés y Básico. Los nombres kerkoidens están formados por un nombre de pila y un apellido, y en ocasiones el nombre resultante puede sonar ridículo o risible en otros idiomas: Whorm Loathsom suena muy similar a "gusano repugnante" en idioma Básico, lo cual ha llevado a un ingenioso diálogo sobre el determinismo nominativo entre los enemigos de Loathsom, Obi-Wan Kenobi y CC-7567.

Como muchas especies humanoides, los kerkoidens visten ropa, y tienen además prendas ceremoniales. Los caballeros kerkoidens se ponen un chal amarillo, y los militares que han triunfado en campañas previas tienen derecho a emplear un faldón muy característico.

Según los xenobiólogos de la mítica Universidad de Sanbra, los kerkoidens evolucionaron de depredadores cuadrúpedos que cazaban en entornos selváticos y/o pantanos de su planeta natal.

En algún momento entre el 8.000 y el 5.000 ABY, el planeta Kerkoidia fue descubierto y se unió a la comunidad galáctica. Desde ese momento, los kerkoidens se esforzaron por evolucionar culturalmente y demostrar su sofisticación a la galaxia.

Un conglomerado corporativo, la Camarilla Minorista, instaló su sede en Kerkoidia en algún momento. Se trataba de un grupo de cientos de corporaciones especializado en artículos comerciales para consumo del público general. La Camarilla propiamente dicha era dirigida como una institución financiera, gestionando el dinero e inversiones de sus componentes, pero sin fabricar ni vender artículos. Carente de activos militares, la Camarilla tenía un acuerdo con la Federación de Comercio, que era la que protegía sus envíos. La Camarilla empleaba a kerkoidens nativos, e hizo ricos a muchos de ellos, creando una suerte de aristocracia en Kerkoidia.

Los kerkoidens no tuvieron tan buena suerte en otros puntos de la galaxia. Entre los años 600 y 500 ABY, nobles humanos tepasi tomaron el planea Christophsis, en el Borde Exterior y en plena Carrera Coreliana, e hicieron de él una potencia minera. Muchos kerkoidens emigraron allí, hasta formar una importante presencia: De los 3.850.000.000 de habitantes, 423.500.000 era kerkoidens, siendo por tanto la tercera especie con más población allí. Superados sólo por los humanos (68% de la población) y los rodianos (13%), los kerkoidens (11%) podían ser una presencia considerable en la política local... pero no lo eran.

En Christophsis las razas alienígenas vivían como trabajadores esclavos, prácticamente presidiarios sometidos a trabajos forzados; y los humanos de clase baja atendían a las necesidades domésticas de los oligarcas, todos ellos humanos de clase alta. El segundo idioma más hablado en el planeta era el rodés, pero el kerkoidés no era hablado en casi ningún punto de su superficie. Con estas políticas tan segregacionistas, Christophsis se convirtió en un país rico, respetado a desgana por competidores que desaprobaban abiertamente sus métodos.

Vista panorámica de Christophsis

La Federación de Comercio perdió mucho poder después de la Batalla de Naboo en el 32 ABY, y de pronto se quedó oficialmente sin sus ejércitos droides para proteger a la Camarilla Minorista. Ésta tuvo que empezar a buscar nuevos aliados, y un potencial amigo no tardaría en aparecer: La Confederación de Sistemas Independientes liderada por el carismático Conde Dooku fue creciendo en poder e influencia durante la década siguiente. Cada vez más mundos abandonaban la República y se unían a los llamados Separatistas. Kerkoidia, sin embargo, se mantenía oficialmente dentro de la República, con las fuerzas de defensa planetarias enfrentadas a los Separatistas. Nótese sin embargo que Kerkoidia estaba muy cerca de las fronteras entre ambas potencias y se veía muy influenciada.

En 22 ABY se desencadenaron las Guerras Clon: Los Separatistas del Conde Dooku y la República del Canciller Palpatine lucharían en un conflicto abierto. La República basaba su defensa en un ejército de clones liderado por los Caballeros Jedi, y los Separatistas contaban sobre todo con los numerosos droides de seguridad proporcionados por grupos comerciales que les apoyaban. Dooku buscó entonces el respaldo financiero de la Camarilla Minorista, y lo consiguió.

La Camarilla aceptó adelantar dinero para construir fábricas ilegales de armas, y a cambio recibió un 10% del material producido; de este modo la Camarilla se convirtió de pronto en una potencia militar. Varios kerkoidens se unieron a las fuerzas de defensa de la Camarilla como oficiales militares, destacando entre ellos el General Whorm Loathsom (En su caso concreto, este acto era constitutivo de traición, porque Loathsom era miembro de las fuerzas de defensa planetarias de Kerkoidia, y por tanto un oficial de la República). De nuevo, los militares kerkoidens demostraron su reputación de temibles.

En el segundo año de guerra, 21 ABY, la Confederación de Sistemas Independientes trató de capturar el valioso sistema Christophsis por varios motivos estratégicos. La operación de tierra estuvo al mando del general kerkoide Whorm Loathsom de la Camarilla Minorista, que contaba con varios otros oficiales kerkoidens controlando algunos de sus tanques blindados de asalto; otros comandantes separatistas implicados fueron el Almirante Trench y la acólita oscura Asajj Ventress.

Loathsom consiguió afianzar su posición en Christophsis y llenar el planeta con muchas más tropas de las que la República había esperado (algunas de ellas proporcionadas por la Camarilla Minorista); también aprovechó que las condiciones meteorológicas dificultaban las comunicaciones para que sus enemigos no pudiesen pedir refuerzos a tiempo. Un saboteador infiltrado entre las tropas clon dañó gravemente los arsenales de la República. Así, Loathsom estuvo en condiciones de causar estragos en las ciudades christophsias, en represalia por el trato que los kerkoidens habían recibido en ese mundo.

Whorm Loathsom con sus tanques en la Ciudad de Cristal

La batalla de tierra en Ciudad Cristal duró varios días, con diversas escaramuzas en las que ambos bandos se retiraban. La maniobra final de Loathsom, que incluía el uso de un escudo deflector para contrarrestar la artillería enemiga, estuvo a punto de darle la victoria. Sin embargo, el general Obi-Wan Kenobi, consiguió vencer a Loathsom

Mientras Kenobi se reunía con Loathsom y le distraía apelando a la sofisticación kerkoiden, un equipo de la República destruía el general del escudo, dejando a las tropas droide y a los comandantes kerkoidens indefensos. La República derrotó a los Separatistas, Loathsom fue capturado y al menos un comandante kerkoiden fue abatido. Kenobi incluso se burló de Loathsom, sugiriendo que el kerkoiden no era especialmente civilizado. Muchas ciudades christophsias resultaron gravemente dañadas, sin embargo, para satisfacción de los rivales económicos del planeta.

Las Guerras Clon terminaron en el 18 ABY, y casi inmediatamente después el Canciller Palpatine se autoproclamó emperador de toda la galaxia. Kerkoidia pasó a ser un mundo miembro del Imperio, como prácticamente todos los planetas habitados. Christophsis, por su parte, sirvió bien al emperador, aunque a desgana.

En el año 4 DBY, el emperador murió en la Batalla de Endor. Poco después, dos especies poco conocidas, los nagai y los tofs, recorrieron la galaxia en una nueva guerra. Los movimientos secundarios de ambos pasaron por el sector Kira, posiblemente incluso por Kerkoidia, o muy cerca.

Ese mismo año, más tarde, mientras el Imperio intentaba afianzar su posición sin un líder claro, surgió un nuevo gobierno galáctico, la Nueva República, como alternativa. Entre sus primeros movimientos, la Nueva República envió fuerzas desde el sector Kira al planeta Glom Tho, de nuevo pasando por o cerca de Kerkoidia. Christophsis, por su parte, nunca mostró interés por la Nueva República.

Veintiún años después, en 25 DBY, la población de Kerkoidia estaba entre 1.000.000.000 y 10.000.000.000 habitantes, con un 99% de kerkoidens. En Christophsis, la población total era diez veces mayor, pero los kerkoidens seguían siendo sólo un 11% del total.

En el 137 DBY, Kerkoidia y Christophsis pertenecían al Imperio Sith de Darth Krayt.

Dram Bothrem: Un famoso kerkoiden.

Var Cashral: Un famoso kerkoiden.

El comandante del tanque: Este kerkoiden estaba al mando de uno de los tanques blindados de asalto del Ejército Separatista durante la Batalla de Christophsis, y era por tanto un subordinado del General Whorm Loathsom. Junto con otros comandantes kerkoidens en tanques, este kerkoiden avanzó en formación contra las posiciones de la República bajo la protección de un escudo separatista. Era su objetivo alcanzar la artillería de la República para destruirla, y el ejército de clones era incapaz de detenerles. Viendo esto, el General Loathsom ordenó a su ejército seguir adelante.

Este comandante había abierto la escotilla de su tanque y asomado la cabeza por algún motivo. Esto le puso en el punto de mira del Capitan Rex (CC-7567) que intentaba desesperadamente proteger los cañones. CC-7567 se creía perdido, pero decidió llevarse por delante a tantos enemigos como pudiese, y centró la mira de su arma en el atónito comandante kerkoiden.

En ese momento, otros agentes de la República destruyeron el generador del escudo separatista. El escudo, que cubría el cielo, se desvaneció a ojos vista. El comandante kerkoide alzó su mirada, horrorizado por la repentina ausencia. CC-7567 aprovechó que ya había apuntado, y disparó contra el kerkoiden, matándole; después de esto, CC-7567 centró su atención en atacar a las tropas droide.

Pheel Hoshar: Un famoso kerkoiden.

Whorm Loathsom era un oficial militar kerkoiden con especial talento para las tácticas militares. Como muchos otros kerkoidens, era astuto y se le daba bien no sólo engañar, sino también detectar intentos de engaño. También había recibido entrenamiento formal en informática y hablaba los idiomas kerkoidés, Básico, Alto Galáctico y bocce, aunque con marcado acento. Estaba entrenado en el manejo de diversas armas, incluyendo lanzadores de proyectiles y pistola bláster, pero solía llevar consigo un rifle bláster como arma de elección. No queriendo alejarse demasiado de su propio campo de batalla.

Con 1.75 m. de estatura, Loathsom era muy alto para un kerkoiden, y por tanto una figura imponente. Loathsom dirigía a sus tropas desde la relativa seguridad de un tanque en retaguardia, pero no rechazaba el combate personal si era necesario, y de hecho Loathsom tenía una fuerza física extraordinaria.

Loathsom tenía tendencia a gesticular teatralmente con los brazos mientras hablaba, sobre todo cuando estaba ansioso; el problema es que Loathsom también tenía tendencia a estar ansioso. El general no era especialmente respetuoso en su trato con otros y, si bien los droides asignados a su mando le obedecían sin rechistar aunque él no diese las gracias, otros oficiales orgánicos a veces le recriminaban su catitud.

Al principio de su carrera militar, Loathsom sirvió en las fuerzas planetarias que defendían su planeta natal, Kerkoidia, y por tanto obedecía a la República Galáctica. Sin embargo, al inicio de las Guerras Clon, el líder separatista Conde Dooku consiguió el apoyo del conglomerado financiero con sede en Kerkoidia, la Camarilla Minorista, para que le aportase armas y soldados kerkoidens. El general Loathsom abandonó su puesto en la República para ser el comandante en jefe de las fuerzas militares de la Camarilla. En tal rango, Loathsom vestía el chal del caballero kerkoiden.

El general Loathsom desarrolló estrategias creativas que llevaron a que su bando, la Confederación de Sistemas Independientes, triunfase en una serie de campos de batalla. Loathsom se ganó el respeto de los estrategas militares de la República en Coruscant, y empezó a vestir un faldón en honor a estos triunfos previos. También se convirtió en una influyente figura de la Confederación, reuniéndose personalmente con el Conde Dooku en al menos una ocasión.

En el segundo año de guerra, 21 ABY, la Confederación de Sistemas Independientes decidió invadir el planeta Christophsis por varios motivos estratégicos: No sólo codiciaban los recursos minerales de ese mundo, sino que además el sistema estaba en una posición óptima para abrir un camino a las fuerzas militares separatistas hasta las líneas de la República. Varios líderes separatistas fueron asignados a esta misión, incluyendo el almirante Trench, al mando de la flota de astronaves; el general Loathsom, al mando de los ejércitos droides de tierra; y Asajj Ventress, en tareas de inteligencia.

El planeta Christophsis víctima del bloqueo

Parte del plan de Loathsom incluía enviar inicialmente una fuerza militar pequeña para asustar a la población. Los separatistas contaban con que la República intentaría recuperar el planeta, para lo cual enviarían activos militares comparables en número. Por eso los separatistas habrían reunido un millar de droides avanzados (incluyendo algunos proporcionados por la Camarilla Minorista) en un lugar cercano, y los enviarían a Christophsis sólo después de que la República ya hubiese hecho su movimiento. De ese modo, Loathsom esperaba dejar abrumada a la República mientras la flota de Trench bloqueaba las vías de escape.

La mera presencia de droides de combate fue suficiente para sembrar el caos. Ante la primera señal de problemas, los líderes planetarios huyeron, abandonando a sus pobres ciudadanos. Los separatistas se adueñaron de un edificio de veintitrés plantas como base, y pusieron a su alrededor una guardia de droides de combate B1 y B2 y de tanques blindados de asalto (TBA's).

El general Loathsom emitió un comunicado público en abierto, para informar a la población y a la República, usando su imagen completa en un holograma o su rostro en una pantalla bidimensional, dependiendo del receptor. En este mensaje, Loathsom informaba de la huída de los oligarcas y notificaba que la Confederación de Sistemas Independientes había tomado el planeta para poder luchar por la independencia de las personas de a pie, instando a éstas a no resistirse; sin embargo, advertía contra los posibles ataques de la República como reacción.

Loathsom desplegó entonces a las escasas fuerzas droides por todo el planeta para tomar el control de la población. Aunque los christophsios no eran firmes partidarios de la República, aún así pidieron ayuda al Gran Ejército clon y al Consejo Jedi. Los jedi analizaron los informes y vieron que los separatistas tenían relativamente pocas tropas en Christophsis, así que enviaron un grupo pequeño de clones y naves bajo el mando de los generales Jedi Obi-Wan Kenobi y Anakin Skywalker y del Almirante Wulf Yularen.

Barcazas Republicanas sobrevuelan Christophsis

Poco después, Ventress se reunía en secreto con Loathsom. Ventress había conseguido infiltrar un espía y saboteador entre los soldados de la República, y gracias a esto había descubierto que la República pretendía emboscar al ejército droide disparando desde una planta determinada de las torres norte y sur de Ciudad Cristal. Ventress proporcionó esta información a Loathsom, para que él tomase medidas. Efectivamente, las fuerzas de la República ocultas se vieron atacadas por sorpresa, perdiendo la ventaja táctica de su emboscada.

Sabiendo que la escaramuza había empezado, el general Loathsom abandonó Christophsis para ir a por el resto de sus tropas, dejando a Ventress al mando de la superficie planetaria. Ventress encargó a su infiltrado sabotear los arsenales de la República, mientras ella misma atraía a los generales Kenobi y Skywalker, dejándose ver como cebo de una trampa; esto despistaría al mando de las tropas y dejaría vía libre al sabotaje.

Aunque el espía de Ventress destruyó los arsenales y el blindaje pesado de los clones, él fue apresado antes de poder dañar la artillería (concretamente cañones pesados antivehículo AV-7). Sin embargo, la treta de Ventress dio resultado: Kenobi y Skywalker estaban tan entretenidos peleando con ella, que no vieron cómo llegaba Loathsom con mil nuevos droides, armamento variado, un generador de escudo defensivo, y comandantes kerkoidens. Cuando los Jedi se dieron cuenta de lo que sucedía, Ventress aprovechó para escapar. Ella informó a Loathsom de la situación y le ordenó retrasar a los Jedi; Loathsom relevaba a Ventress en Christophsis y ella partía a una nueva misión relacionada con los hutts.

Loathsom había visto que sus ejércitos droide estaban dispersos intentando contener el planeta invadido; y ahora los necesitaba reunidos para montar un ataque coordinado contra los clones. Loathsom ordenó a los droides agruparse en diversos puntos de reunión establecidos. La República descubrió uno de estos puntos y dos de sus agentes, el comandante clon CC-2224 "Cody" y un Jedi no identificado, organizaron una intrépida emboscada en ese lugar.

Loathsom vio cómo sus droides empezaban a caer bajo fuego enemigo, pero no se quedó impasible: Reorganizó a sus fuerzas y las agrupó para intentar derrotar a la fuerza enemiga, y además mando droidekas y temibles octuptarras, consiguiendo inutilizar temporalmente las torretas de la República. Finalmente, CC-2224 logró pedir ayuda a la flota de Yularen, y el destructor clase Venator Intrépido bombardeó a los droides de Loathsom. En ese momento, el kerkoiden reconoció que ya había perdido muchos droides para continuar esa batalla y transmitió su rendición (posiblemente rendición metafórica). CC-2224 calcuó que esta victoria perjudicaría mucho a las fuerzas separatistas en Christophsis, pero la batalla continuaría durante varios días.

Finalmente, tras días de combate, el general Loathsom se vio obligado a retirarse. En ese momento, las tropas de la República controlaban el centro de Ciudad Cristal, mientras que los separatistas estaban en la periferia. Loathsom tenía preparado su generador de escudo: Si lo activaba, sus tropas podría avanzar imparables por tierra; pero entonces tendría que preocuparse de ataques de la flota de Yularen, porque Trench ya había sido vencido. Pero Loathsom tenía un plan: Estaba prevista una gran tormenta solar en las capas superiores de la atmósfera de Christophsis. Una vez ésta empezase, las condiciones atmosféricas impedirían a Kenobi pedir refuerzos a la flota en órbita. Además, Loathsom esperaba la llegada de refuerzos navales separatistas. Mientras tanto, unos cuantos droides ofrecieron resistencia puntual.

Ventress se enfrenta a Anakin y a Kenobi en Christophsis

Como Loathsom tardaba en actuar, los estrategas de la República concluyeron que apenas le quedaban fuerzas y que por tanto Kenobi había recuperado Christophsis casi totalmente. En Coruscant, Mace Windu decidía reasignar a Kenobi y Skywalker a una misión distinta; y Yoda optaba por enviar un mensajero a Kenobi para que le diese estas nuevas órdenes. Mientras tanto, Kenobi enviaba el crucero Cazador a la órbita para que trajese suministros, nuevas tropas y un nuevo aprendiz padawan que le habían asignado.

Fue un error. Antes de que el crucero pudiese volver, empezó la tormenta, así que Yularen no podía devolver el crucero con suministros. Sólo a instancias de Yoda, Yularen aceptó enviar una lanzadera llevando exclusivamente a la mensajera con instrucciones para Kenobi.

Mientras tanto, en la superficie, Loathsom aprovechaba la tempestad para dirigir a sus fuerzas en una salvaje ofensiva contra Ciudad Cristal: Droides de combate B1, superdroides B2 y unos pocos octuptarras en formación atacaron las bases donde los magullados clones se recuperaban. Loathsom presenciaba la acción desde un tanque, dispuesto a unirse a la refriega si hiciese falta. Parte de los droides sucumbieron a una emboscada organizada por el General Skywalker y varios clones con retropropulsores, pero esto no perjudicaba a la estrategia general.

Finalmente, la formación droide entró en el alcance de la artillería pesada de la República, y fueron incapaces de seguir avanzando. Loathsom se dio cuenta del problema y rápidamente investigó cuál era la causa. El general no esperaba que la República tuviese cañones (Estaba previsto que el saboteador infiltrado los hubiese destruido, pero éste fue capturado antes de poder hacerlo o de informar), pero de inmediato dedujo una solución: Sin vacilar, el general ordenó la retirada y concedió provisionalmente a la República su posición céntrica; pero se preparó para activar los escudos deflectores.

La retirada droide coincidió con la llegada de la lanzadera armada enviada por Yularen; con lo que la República creyó erróneamente que ésa había sido una causa del cambio de plan separatista. Kenobi y Skywalker recibieron a la mensajera de Yoda, la aprendiz padawan togruta Ahsoka Tano, asignada a Skywalker; pero Kenobi se negó a abandonar Christophsis sin terminar la batalla. Kenobi dedujo que los separatistas intentarían tomar los cañones,

Loathsom activó entonces el escudo deflector, una semiesfera parcialmente transparente cuyo diámetro aumentaba lentamente. Aunque los objetos sólidos en general podían atravesar el escudo sin problemas, ciertos tipos de ataque chocarían con él. El general kerkoiden sabía que los cañones no podrían atravesar esa defensa, así que hizo avanzar a sus tropas droide y a sus tanques capitaneados por kerkoidens, siempre detrás del perímetro protector. Una vez el escudo se hubiese extendido hasta tragarse los cañones, éstos no podrían ser disparados en el interior sin explotar.

El astuto general Loathsom dedujo lo primero que pensaría su enemigo: La clave de la victoria es el generador del escudo, así que el generador debía ser destruido. Por ello, Loathsom se aseguró de dejar el generador bien protegido con droidekas y un sistema de defensa con alarmas. Incluso así, el General Skywalker y la padawana recién ascendida a Comandante Tano se ofrecieron voluntarios para una misión de infiltración con la meta de desactivar el escudo. Kenobi encargó a algunos de sus hombres romper la encriptación de las comunicaciones separatistas.

Loathsom dividió su fuerza en dos grupos, atacando Ciudad Cristal por el sur y por el este. Kenobi reaccionó rápidamente dividiendo también sus fuerzas: El Pelotón Alfa, coordinado personalmente por Kenobi, logró parar el ataque meridional, y después Kenobi intentó cercar el ataque de Loathsom entre dos edificios. Por desgracia, el pelotón Bravo de Kenobi no paró la acometida oriental. El kerkoiden condujo su tanque hasta ese grupo de tropas droide y avanzó, aún detrás del escudo en expansión.

Kenobi contaba con que Skywalker tuviese éxito, pero quería que Loathsom se confiase. Por eso, Kenobi ordenó a sus artilleros disparar varias veces en vano contra el escudo y después se retirasen; esperaba que su situación fuese convincentemente desesperada. Así fue: Los clones estaban convencidos de tener muchos problemas, principalmente porque estaban cayendo por docenas. Loathsom se sonrojó de éxito al entrar en el centro de la ciudad con su formación. Los clones lucharon valientemente contra los droides dentro del escudo, pero la suerte parecía echada.

Durante la batalla, el general Kenobi fue acorralado por superdroides de combate, droides araña enanos DSD1 y, pronto, el tanque blindado de Loathsom; sin duda el general se vio atraído por la refriega al ver a un usuario de sable láser. Loathsom asomó su cabeza y dedujo que había encontrado a su equivalente, a quien reconoció como General y Maestro Jedi. Kenobi anunció entonces su rendición, y no opuso resistencia cuando un droide le arrebató su arma.

Loathsom pidió educadamente a Kenobi que ordenase la retirada de sus tropas, pero Kenobi hizo otra cosa: Usó la Fuerza para mover varios escombros e improvisar una mesa y dos asientos, y pidió al General Loathsom que se sentase con él. Dadas las circunstancias, Loathsom le acusó de demencia, pero Kenobi insistió: Ellos dos debían negociar los términos de la rendición, ahora que Kenobi había admitido la derrota. Lo que Kenobi no dijo era que quería negociar los términos de la rendición de Loathsom.

El general kerkoiden sospechaba algo, sin duda, y previno a Kenobi contra el uso de trucos Jedi, pero Kenobi apeló a la sofisticación de su especie. El Jedi parecía tan civilizado que Loathsom aceptó, y salió de su tanque por la parte de atrás, acompañado de un droide ayudante.

El plan de Kenobi era ganar todo el tiempo posible para dar a Skywalker la ocasión de desactivar el escudo. Por eso, el Jedi empezó la negociación con superfluas alabanzas a Loathsom, y después solicitó un refrigerio; Loathsom envió a su droide a por té tarino para dos. El kerkoiden estaba relativamente tranquilo: Sus droides estaban protegidos de los tanques por el escudo, aunque las escaramuzas entre droides y clones dentro del escudo eran constantes; y además la flota de Yularen en ese momento debía estar peleándose con un bloqueo separatista.

Whrom Loathsom en Christophsis

Como los clones estaban monitoreando las comunicaciones separatistas, descubrieron que el General Kenobi había sido capturado y estaba negociando su rendición con Loathsom. Esto supuso un duro golpe para la moral: El capitán CC-7567 "Rex" dedujo que Kenobi debía estar intentando ganar tiempo, pero consideró disparar el cañón dentro del escudo sacrificando su vida y la de sus hombres, sólo por la satisfacción de llevarse por delante unos cuantos droides enemigos, y quizá algún comandante de tanque kerkoiden.

Loathsom tomó su taza de té tarino y se la bebió de un trago mientras que Kenobi sorbió despacio. Hizo varias preguntas a Loathsom, entre ellas si tenía provisiones suficientes para alimentar a todas las tropas clónicas que llegarían a estar bajo su custodia. El general, harto, le interrumpió con un grito y un gesto de la mano, acusándole de estar intentando ganar tiempo; pero Kenobi intentó continuar su interminable discusión. Loathsom se dio cuenta de que, entre líneas, Kenobi estaba pidiéndole que se rindiera, así que dejó de ser caballeroso: Cogió la pesada mesa y la derribó con su enorme fuerza, exigiendo que acabasen los trámites. Loathsom ordenó a dos superdroides agarrar a Kenobi y entonces exigió a Kenobi que retirase a sus tropas inmediatamente so pena de ser ejecutado en el momento. Obi-Wan Kenobi suspiró; y admitió que esperaba que el escudo hubiese caído ya.

Anakin y Ahsoka Tano habían tenido algún problema con su misión, principalmente debido a las medidas de seguridad que protegían el generador de escudo; pero finalmente consiguieron desactivar el escudo. Visiblemente, la semiesfera que cubría todo el cielo desapareció. Loathsom se giró sorprendido, pero Kenobi estaba esperando este momento: Con una pirueta, se liberó de los superdroides que le agarraban, y entonces usó la Fuerza para derribarlos. Kenobi dio un gran salto, aterrizó detrás de Loathsom, y agarró al kerkoiden por el cuello. Otros superdroides en las inmediaciones intentaron disparar a Kenobi, abatiendo a un cercano droide separatista LEP. Temiendo por su propia seguridad, Loathsom ordenó un alto el fuego y comprendió que había sido derrotado. Kenobi se permitió un chascarrillo.

Mientras tanto, la artillería clon causaba estragos entre los droides y tanques de Loathsom, antes de que el ejército separatista pudiera reaccionar. Además, la tormenta había acabado y el almirante Yularen envió cañoneras LAAT/i a la superficie como refuerzo. Kenobi retuvo físicamente a Loathsom durante todo este tiempo.

Obi-Wan Kenobi retiene a Whorm Loathsom

Finalmente, Loathsom ordenó la rendición de las tropas separatistas en Christophsis, y la República lo descubrió al momento. Kenobi maniató a Loathsom con las manos a la espalda, y le forzó a sentarse en el suelo, escoltado por tropas clon. Entonces recibió a su superior, el Maestro Yoda, que llegaba con más refuerzos. Kenobi presentó un informe sobre la batalla de Christophsis, detallando su maniobra diplomática para burlar a Loathsom, y en éste el Jedi dijo lamentar que Loathsom no le hubiese ofrecido una galleta de dulce-arena con el té. ¡Qué incivilizado!

Apresado y avergonzado, Whrom Loathsom fue llevado a Coruscant y juzgado por traición (puesto que oficialmente él seguía perteneciendo al ejército de la República). Loathsom fue encontrado culpable e interrogado para obtener toda la información útil. Se le condenó a encierro en solitario en el planeta prisión Akrit'tar, pero él pudo negociar las condiciones de su rendición y acabó cumpliendo arresto domiciliario en su castillo elegante y rústico en Kerkoidia. A las pocas semanas de ser enviado allí, agentes separatistas atacaron el castillo de Loathsom y se llevaron al general.

Los kerkoidens aparecieron por primera vez en la película de animación por ordenador "Star Wars: Las Guerras Clon" (2008). En esa película vemos al general Whorm Loathsom como único representante de la especie. En la versión original, el actor Corey Burton da voz a Loathsom, simulando un acento escocés; Burton ha declarado que le resultó divertido hacer este papel. Loathsom también habla en el videojuego "Clone Wars Adventures", aunque el actor de doblaje en este último caso es desconocido.

Doug Chiang realizó un diseño conceptual para "La Amenaza Fantasma" (1999), como posible aspecto de los neimoidianos. Este diseño fue rechazado, pero más tarde se usó como base de trabajo para los kerkoidens (ver imagen)

Boceto de Doug Chiang para los neimoidianos del Episodio I

El libro de juego de rol "The Clone Wars Sourcebook" ofrece información precisa sobre los kerkoidens, pero también se refiere a Loathsom entre las indicaciones a los directores de juego. El libro menciona a Loatshom como parte del variopinto grupo de siniestros líderes separatistas, usando tales adjetivos (pero en inglés); e indica que Loathsom alcanza tridimensionalidad como personaje al combinar su aspecto monstruoso, su estatura física y su rabia agresiva, sugiriendo a los directores de juego que creen personajes secundarios de modo similar.

En las notas finales del libro "The Essential Atlas", el autor Jason Frey declara que escribió sobre Christophsis y dio a los nativos reputación de tratar mal a los alienígenas; de este modo, el lector compartiría la satisfacción del general Loathsom al sembrar el caos en el planeta que había maltratado a su especie.

En 2009, apareció la primera figura de acción de un kerkoiden, el General Loathsom, en la tercera oleada de figuras de la serie "The Clone Wars". La figura tiene diez articulaciones y tres accesorios separables, uno de ellos el chal de caballero kerkoiden. No es la única pieza de merchandising basada exclusivamente en un kerkoiden: La imagen de Loathsom también ha sido utilizada en una carta coleccionable del juego "Clone Wars Tactics".

Imagen de la figura articulada extraída de www.rebelscum.com

El libro de consulta "Clone Wars Character Encyclopedia" menciona al General Grievous entre los compañeros conocidos de Loathsom; aunque Loathsom no está listado entre los camaradas de Grievous. Este libro dice además que Loathsom mide 1.75 m. y Asajj Ventress (su otra "compañera conocida", junto con Grievous) mide 1.78 m. Sin embargo, en el cómic "Shadowed", se les ve cara a cara, de cuerpo entero, y Whrom Loathsom es claramente más alto que ella.

Whorm Loathsom es un también un personaje disponible en el videojuego "Lego Star Wars III: The Clone Wars", y se le puede desbloquear utilizando un código o superando una gesta: Loathsom está encerrado en la nave "Resuelto" junto con otros cinco líderes separatistas (Nute Gunray, Poggle el Menor, Wat Tambor, Lok Durd y Nuovo Vindi). Para poder manejarlo, el jugador debe terminar la fase "Asalto de la República a Christophsis", y después liberarle y "comprarle" de la prisión. Hecho esto, el jugador puede realizar misiones separatistas de ataque de tierra, requisito imprescindible para ser nombrado "Virrey de la Flota". Obviamente, este escenario no entra en la continuidad oficial.

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Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
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