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Lord Hethrir era un varón de una especie cuasihumana llamada firrerreo. Nativo del mundo firrerreo Firrerre, Hethrir parecía humano a simple vista: Era un hombre alto y apuesto, de ojos negros, piel pálida y rasgos faciales delgados y afilados. Delataban su especie dos características: Su cabello a tiras cobrizas, doradas y color canela, y sus ojos con membranas nictitantes. Él vivió en los tiempos del Imperio Galáctico.
Lord Hethrir era miembro de uno de los clanes aventajados de Firrerre que tenían derecho a abandonar su mundo. Resultó que Hethrir tenía potencial para manipular la Fuerza y convertirse en un jedi, y eso atrajo la atención de agentes del Imperio Galáctico, entre ellos Darth Vader y su sicario el Inquisidor Antinnis Tremayne. Tremayne observó los poderes naturales de Hethrir y, creyendo que Hethrir estaba asociado con los jedi fugitivos del Imperio, capturó a Hethrir y le torturó. Finalmente, Tremayne descubrió que Hethrir no tenía contactos delictivos y consideró al firrerreo apto para convertirse en uno de los adeptos del lado oscuro que el Imperio estaba adiestrando. Tremayne mandó a Hethrir, y a su otra prisionera firrerreo Rillao, ante Darth Vader.
Vader entrenó a Hethrir y a Rillao en los modos del lado oscuro, con la aprobación del emperador. El lord del sith había descubierto un valioso secreto de la cultura firrerreo: Cuando una persona pronunciaba en voz alta el nombre de un firrerreo, ese firrerreo se sentía condicionado a obedecer a quien hubiese hablado. Mientras Hethrir empezaba su entrenamiento, el Imperio declaró que los firrerreo no era realmente humanos o cuasi-humanos, sino una especie subhumana digna de ser destruida.
Los jóvenes Hethrir y Rillao se conocieron durante su entrenamiento compartido, se enamoraron al empezar sus estudios, y se hicieron rápidamente amantes y compañeros. Vader deseaba que Hethrir y Rillao tuviesen un hijo fuerte en la Fuerza, a quien Vader podría doblegar para que el Imperio lo usase.
Hethrir era un excelente estudiante de Vader, ansioso por aprender a usar el lado oscuro y dominando técnicas para asfixiar las habilidades de la Fuerza de otros tapándoles con una "manta" de energía oscura. Más importante todavía, Hethrir abrazó el código de comportamiento del lado oscuro. Sin embargo, los poderes de Rillao venían del lado luminoso y el poder no la tentaba. Vader y Hethrir empezaron a dudar de Rillao y, eventualmente pasaron a despreciarla. Rillao habría soportado el odio directo de su amante, pero la indiferencia de Hethrir le causaba más dolor, y la brecha emocional entre ellos se fue abriendo. Así, cuando Rillao quedó embarazada de Hethrir, ella se lo ocultó a su compañero y a su maestro.
El emperador quedó impresionado por las habilidades de Hethrir, e hizo que Vader le nombrase Procurador de Justicia del Imperio, una investidura sin precedentes para un no humano en el Imperio. El Procurador de Justicia era líder y supervisor del sistema de justicia imperial, responsable de ejecutar sentencias de muerte impuestas por el emperador sobre individuos, grupos o planetas enternos, aunque su función más importante era perseguir presos políticos. Aunque el Procurador obtuvo notoriedad, su nombre o rostro no eran del dominio público.
Hethrir, responsable de la devastación de Firrerre
Poco después de la batalla de Yavin, Vader exigió a Hethrir una prueba de su lealtad al Imperio y al lord oscuro. Ansioso por complacer a su amo, Hethrir ordenó la destrucción de su mundo natal, Firrerre, y a todos sus habitantes. El Procurador esperaba ser declarado humano después de ese acto de inhumanidad, porque Hethrir sentía prejuicios hacia los alienígenas.
Primero, Hethrir capturó uno o varios cargueros de pasajeros, hizo que aterrizasen en Firrerre y los llenó con miles de firrerreos, a los que exiliió de us mundo. Esos firrerreos serían puestos en animación suspendida y las naves se enviarían a colonizar nuevos mundos, a mil años de distancia a velocidad sublumínica. Hethir esperaba vivir un milenio y creía que el Imperio perduraría tanto. Él pretendía ir a buscar a los exiliados eventualmente, saquear la civilización que hubiesen construido, y ser recordado por sus descendientes como un cruel y omnipotente dios al que todos debían obedecer.
Después de eso, Hethrir envió a la Brigada Choque Estelar, una unidad imperial de élite, para que soltasen un virus incurable en la atmósfera de Firrerre. Millones de firrerreos en la superficie, la mayoría de ellos niños, murieron rápida y agónicamente por causa del arma biológica. Los exiliados vieron el genocidio desde las naves, antes de ser puestos en hibernación. En sólo unos pocos días, Firrerre era un mundo muerto, pero la superficie seguía siendo demasiado tóxica para que ninguna nave pudiese aterrizar. El Imperio puso el planeta en cuarentena para que la plaga no se extendiese a otros sistemas más partidarios del emperador.
El holocausto de Firrerre, aunque no tan infame como el de Alderaan, era conocido en la galaxia: La mayoría de personas creían que los firrerreos estaban extintos. La Alianza Rebelde nunca pudo relacionar al Procurador con este crimen, porque la oficina del Procurador era demasiado enigmática; los rebeldes ni siquiera consiguieron averiguar quién era el Procurador.
Rillao, horrorizada por los actos de Hethrir, decidió huir de su compañero antes de dar a luz. En una grabación, Rillao explicó que los actos deshonrosos de Hethrir la habían horrorizado al punto de no querer siquiera pronunciar el nombre de su compañero ni siquiera para obtener poder. Inicialmente ella pensaba reunirse con su pueblo crionizado para protegerles de Hethrir, pero después cambió de planes y huyó a un mundo pastoral. Cuando nació su hijo Tigris, Rillao se cuidó de no revelar el nombre de su padre pese a que el niño hacía preguntas al respecto.
Mientras tanto, Hethrir empezó a condenar otros mundos por traición al Imperio, a menudo encerrando a sus habitantes en animación suspendida y enviándoles en naves de pasajeros sublumínicas para colonizar mundos lejanos. Reunió al menos dos docenas de naves en el espacio profundo, llenos de ataúdes de sueño que permitían ver a los pasajeros hibernados, y sólo Hethrir sabía dónde estaban exactamente.
El flemático Procurador, que nunca expresaba su rabia, se convirtió en uno de los oficiales predilectos del emperador. Los favoritos recibían como premio el derecho a explotar ciertos recursos, y por ello se concedió a Hethrir la mejor madera del Imperio, la madera de cuerpo, que permitió a Hethrir hacer fortuna por sí mismo. Este material rosa pálido con tiras escarleta, se decía, era fabricado con árboles que sentían y que lloraban al ser talados.
Durante los tiempos de la Alianza Rebelde, Hethrir empezó a asociarse con la Inquisición Imperial, aunque a su tiempo desarrolló una rivalidad con el Inquisidor Tremayne, su antiguo alcaide. Hethrir viajó a la villa llamada Retiro del Emperador, en el planeta Naboo, desde donde gestionaba sus asuntos como Procurador. Allí él estaba en contacto con otros imperiales como el Capitán chiss Thrawn y el Inquisidor humano Loam Redge. A Hethrir le preocupaban especialmente los crímenes cometidos por la Alianza Rebelde, y por eso perseguía a los rebeldes con implacabilidad.
Redge informó a Hethrir sobre una seloniana, abogada del Tribunal Coreliano, que había estado espiando para los Rebeldes y colaborando con actos terroristas en el sistema Corelia. Redge también recomendó a uno de sus agentes autónomos ante Hehtrir. Esta persona, decía, había realizado varias misiones con éxito contra la Alianza, incluyendo recuperar información secreta de un correo sobre inminentes operaciones rebeldes. Hethrir revisó tales documentos y concluyó que los rebeldes planeaban un ataque a la base imperial en el planeta Talus. Aceptando el consejo de Redge, Hethrir contrató al mismo agente que había obtenido esos datos, y lo envió a detener el asalto rebelde.
Hethrir en el Retiro del Emperador
Cuando este agente tuvo éxito, Hethrir le mandó a una segunda misión: Eliminar a la abogada seloniana, y manipular la escena del crimen para que los rebeldes pudiesen ser acusados. El agente obtuvo el casco de un rebelde y después encontró y mató a la seloniana. Entregó el casco a otro operario imperial para que falsificase las pruebas, y volvió con Hethrir. El firrerreo, agradecido, impuso al agente el Medallón Imperial de Servicio, y le premió con unos guantes blindados de camuflaje boscoso. Después de eso, el agente continuó su carrera trabajando para Thrawn.
Otro de los premios que dio el emperador a Hehthrir fue una de las escasas naves-mundo. Se trataba de un planetoide artificial con capacidad hiperespacial, creado por orden del emperador para premiar a algunos súbditos especialmente leales y crueles. Era una estructura asombrosa, realmente del tamaño de un planeta pequeño, con cielo azul y superficie boscosa. Sus hipermotores eran alimentados por un masivo reactor, y un minúsculo "sol" orbitaba el planetoide para darle luz. La nave-mundo generaba gravedad con placas de campograv y retenía su atmósfera con un campo de fuerza. Mantener en funcionamiento esta estructura resultaba carísimo, pero Hethrir tenía los recursos monetarios para ello. En general, la población galáctica creía que las naves-mundo eran un mito.
Como usuario del lado oscuro de la Fuerza, Hethrir tenía menos poderes que Darth Vader; sin embargo, sus poderes eran lo bastante avanzados para impresionar sobre todo a los no familiarizados. Hethrir no usaba un catador, aparentemente porque era capaz de destoxificar cualquier veneno que ingiriese, o eso creía él. Se sabe que Hethrir podía asesinar a una persona sin tocarla, usando sólo la Fuerza. El sable láser de Hethrir, como el de Rillao, habían sido construidos de tal modo que sólo se podían activar utilizando la Fuerza, aunque cualquier usuario de la Fuerza podía activar el sable de Hethrir. Sin embargo, otro de los poderes de Hethrir era precisamente el de impedir a otro usuario de la Fuerza el acceso a sus poderes. Como esgrimidor, Hethrir no era extraordinario, pero llevaba consigo un sable láser largo y otro más corto que nunca utilizaba.
Había otro planetoide artificial que también fue importante para Hethrir: la Estación de Investigación Crseih, informalmente llamada Estación Asilo. Se trataba de un cúmulo de asteroides unidos por campos gravitatorios, con tubos de atraque y domos habitables. En 3 DBY, Crseih era un centro de investigación imperial bajo el mando del Procurador de Justicia, que también lo usaba como su cuartel general y como prisión y cámara de tortura para sus enemigos; además, Hethrir realizaba ritos allí. Hethrir autorizó a los científicos de Crseih a hacer experimentos que analizasen los límites del espacio real, el hiperespacio y la realidad supuestamente teórica llamada espacio paralelo. Resultó que, en 3 DBY, Crseih se había trasladado a una órbita ténue alrededor de un agujero negro y de una enana blanca en proceso de cristalización, lo cual propició unas condiciones infrecuentes. En esa situación, los científicos de Hethrir rompieron las barreras dimensionales y trajeron a la galaxia a un extraño ser que más tarde sería conocido como Waru o el Waru.
Waru parecía ser una masiva losa cubierta de escamas doradas, con ícor oscuro rezumando y estalactitas en su base. Aunque carecía de órganos sensoriales aparentes, Crseih podía comunicarse con voz profunda y grave, y era muy inteligente. Poseía además habilidades fantásticas: Podía curar cualquier enfermedad, y conceder a algunos mortales la capacidad de utilizar la Fuerza. Sin embargo, su apetito era temible, y debía alimentarse de la fuerza vital de varias personas; sólo cuando Waru estaba saciado, podía devolver el excedente de energía en forma de curación. Waru pretendía obtener suficiente energía para regresar a su realidad, para lo cual necesitaba absorber la vida de un poderoso usuario de la Fuerza. Hethrir era consciente de las capacidades y necesidades de Waru, y le proporcionó víctimas a las que aniquilar.
En el 4 DBY, el emperador y Darth Vader murieron en la batalla de Endor, en buena parte gracias al caballero jedi Luke Skywalker, su hermana la Princesa Leia Organa de Alderaan y el novio de ésta, el ex-contrabandista Han Solo, todos ellos importantes líderes de la Alianza para la Restauración de la Nueva República. Sin un sucesor claro al trono, el Imperio no tardó en secesionarse e iniciar luchas internas, lo cual permitió a la Alianza reconvertirse en la Nueva República y llegar a ser una de las facciones más poderosas de la galaxia.
El ex-Procurador de Justicia Hethrir perdió parte de su poder y posición, y desde luego dejó de ser Procurador, aunque siguió usando ese título. Hethrir había previsto esa posibilidad y había preparado un plan de fuga: Huyó hacia los mundos del Borde Exterior, a bordo de su nave-mundo y con buena parte de sus recursos y seguidores. Finalmente, el nombre del Procurador de Justicia se hizo público, pero se le dio por muerto. Rillao se sintió intranquila ante la revelación, sospechando que Hethrir podría haber fingido su propio fin.
Ambicioso, Hethrir pretendía reconstruir el Imperio, consigo mismo como el nuevo emperador. Rápidamente, en el mismo 4 DBY, Hethrir fundó su propio movimiento, el Imperio Renacido, cuya meta era socavar a la Nueva República y devolver a la galaxia los ideales de Palpatine. El Imperio Renacido, gobernado por él desed la nave-mundo, empezó a atraer a patrocinadores adinerados que lo financiasen; el Procurador usó sus poderes del lado oscuro para convencer a muchos escépticos para que le apoyasen, y también les convenció de que prosperarían asociándose con él. Nobles imperiales como Lord Cnorec, Lord Qaqquqqu o Lady Ucce, que poseían flotas o naves armadas propias, se humillaban ante Hethrir a cambio de su favor. Hethrir se tomó la libertad de reclutar a su antiguo competidor, Tremayne, considerando que era un aliado útil para su facción.
Hethrir era un firrerreo con poderes de la Fuerza
Otra fuente de financiación, la principal del Imperio Renacido, estaba en el esclavismo. Hethrir era el único que conocía la ubicación de docenas de naves llenas de pasajeros congelados, remolcadas a un lugar secreto, así que, cuando tenía poca liquidez, él iba allí a su antojo y se llevaba cualquier cantidad de personas para venderlas como esclavos. A veces Hethrir cruelmente despertaba a padres crionizados con historial de rebeldía, para decirles que se estaba llevando a sus hijos, y así tener a esos adultos más cerca de la desesperación para una visita posterior. Hethrir vendió a cientos de sus pasajeros como esclavos, especialmente niños. Con el dinero ganado, proporcionó armas y naves al Imperio Renacido, y vivía en la opulencia.
Hethrir fraguó una alianza con Waru: El Procurador pretendía encontrar un niño fuerte en la Fuerza, con potencial para convertirse en un gran jedi, y sacrificarlo al hambre de Waru. Cuando Waru destruyese a esa víctima, obtendría suficiente poder para regresar a su universo, y al hacerlo generaría una gran cantidad de energía que Hethrir pretendía absorber. El firrerreo creía que así obtendría grandes poderes del lado oscuro de la Fuerza, y de hecho aspiraba a la omnipotencia.
Para ello, Hethrir secuestró múltiples niños por toda la galaxia. Aquellos que no tenían poderes de la Fuerza, los vendía a organizaciones esclavistas ilegales. Los que tenían potencial no eran lo bastante poderosos para satisfacer definitivamente a Waru, así que Hethrir intentaba entrenarlos en el lado oscuro de la Fuerza. Para esto último, Hethrir organizó una escuela a bordo de su nave-mundo, en donde los niños eran adiestrados con estricta disciplina: Les obligan a caminar erguidos, mirando al frente, sin contradecir nunca a sus mayores, ser impertinentes o hacer nada sin permiso, manteniendo estrictas rutinas y filas, con restricciones en múltiples actividades como el sueño y la alimentación (en la que Hethrir escatimaba). Se les obligaba a memorizar información, a menudo propagandística pro-imperial y pro-Hethrir (Por ejemplo, que Palpatine fue el mayor líder de la historia y que Hethrir iba a restaurar el Imperio). Hethrir insistía en que los niños no podían saber lo que les convenía, a diferencia del propio Hethrir, y que por eso eran vendidos. Existían periodos de juego limitados y supervisados en la superficie de la nave-mundo. Hethrir tenía un enorme dragón de arena que custodiaba los límites de esa zona de ocio.
Los uniformes eran obligatorios y permitían diferenciar los diversos grupos: Los niños que avanzaban favorablemente o que delataban a sus compañeros eran ascendidos a "ayudantes", con túnicas color óxido; y si su lealtad era demostrada pasaban a ser "próctors", con mono azul claro y sables láser de entrenamiento. Los próctors podían ascender hasta llevados ante Waru para ser "purificados". Esta "purificación" podía llevar a que el sujeto obtuviese poderes de la Fuerza o mejorase en su control, o alternativamente a que Waru devorase su esencia vital, por lo que estaba prohibido dar detalles sobre la purificación. Los supervivientes entraban en las adoctrinadas Juvnetudes Imperiales.
Para saber si un niño tenía potencial para usar la Fuerza, Hethrir le entregaba ceremonialmente su sable láser y le ordenaba encenderlo. Quienes lo lograban, eran ascendidos a su círculo interno, y los que no, eran vendidos como esclavos. Ahora bien, Hethrir era un especiesista y saboteaba los intentos de los prisioneros alienígenas: Cuando un niño alienígena con potencial para la Fuerza intentaba encender el sable, Hethrir usaba sus propios poderes para impedir que ese muchacho triunfase. Similarmente, a veces Hethrir permitía a niños humanos sin poderes de la Fuerza ascender a los mejores puestos. Hethrir esperaba que sus patrocinadores ricos comprasen a todos los niños cautivos no elegidos.
Pasamos al año 9 DBY. Usando los vastos recursos a su alcance, Hethrir rastreó y encontró a Rillao. Rillao se enfrentó a su antiguo compañero, pero fue derrotada; ella alegó que Hethrir había dedicado esos años a prepararse para la guerra, mientras que Rillao se había especializado en curar. Hethrir se llevó a Rillao y a su hijo de ocho años Tigris, a quien esperaba convertir en heredero del Imperio Renacido.
Hethrir decidió no matar a Rillao porque quería conseguir que ella le obedeciese y volviese con él, por sí misma o doblegada. La llevó a una de las naves de firrerreos en animación suspendida pero, en vez de congelarla, la ubicó en un aparato de tortura con hebras plateadas que cortaban su piel. También marcó la palma de su mano con una marca de esclavo, una profunda cicatriz que seguía un patrón, y que él permitió que curase mal. Durante años, Rillao estuvo encerrada, consciente y agónica.
Rápidamente Hethrir descubrió que su hijo no tenía poderes de la Fuerza. Eso fue una gran decepción para el Procurador, porque en ese caso el Imperio Renacido se quedaba sin heredero. En más de una ocasión, Hethrir ofreció su sable a Tigris para que lo encendiese, y nunca tuvo éxito. Tigris observó que Hethrir tenía también un sable pequeño, y le propuso probar con éste, pero el Procurador le respondió sólo con una fría mirada. Hethrir abandonó sus esperanzas sobre Tigris, y decidió mantenerle únicamente como su esclavo personal, sin decirle que era su padre. Hethrir desvió recursos para que Tigris no pudiese tener togas limpias ni lavados de pelo regulares, aunque el niño tampoco necesitaba dinero.
Manipulando al chico con argucias y triquiñuelas, Hethrir le convenció de su madre Rillao era una traidora, necia y débil, y que ella había robado a Tigris la capacidad de usar la Fuerza cuando le acariciaba diciéndole que le quería (Por el contrario, Hethrir no posaba la mano sobre Tigris ni para disciplinarle, aunque sí tenía contacto con próctors y otras personas). Finalmente, Hethrir llevó a Tigris a la prisión donde retenía a Rillao, para que Tigris pudiese criticar, insultar y, finalmente, dar la espalda a su madre.
Tigris realizaba tareas menores, como ayudar a llevar la nave-mundo (aunque no pilotarla, porque Tigris no sabía pilotar) o poner la mesa. Tigris también ayudaba en la escuela con los niños raptados pero, como el hijo de Rillao era de naturaleza compasiva, a menudo se apiadaba de los llorosos infantes y les proporcionaba comida y comodidades bajo mano. Los próctors despreciaban a Tigris porque Hethrir no le había nombrado siquiera ayudante y Tigris, que buscaba la aprobación de Hethrir, ansiaba que su amo le ordenase algo importante, pero temía que Hethrir simplemente fuese a venderle con otros niños inferiores. Hethrir hizo construir su cámara privada de recepción con madera de cuerpo, que sangró durante la construcción, y Tigris fue el encargado de limpiar ese fluido antes de que manchase el suelo.
Durante los años siguientes, el Imperio Renacido fue discreto en sus actos, si bien provechoso para sus partidarios. Aunque Hethrir había prometido a sus inversores que tomarían medidas contra la Nueva República, en general sólo se ocultaban de ésta, lo cual enfadaba a algunos partidarios de Hethrir... pero al mismo tiempo les permitía evitar el radar de Inteligencia de la Nueva República. Incluso la Princesa Leia (para entonces Leia Organa Solo tras su matrimonio con Han Solo) consideraba que el Imperio Renacido eran sólo fundamentalistas arrogantes sin auténticos recursos.
Hethrir
En el año 11 DBY, cuando Luke Skywalker fundó una academia jedi o praxeum en Yavin IV, Hethrir tenía un aliado en el almirante imperial Galak Fyyar. Fyyar era un experto en armas entrenado cuya tecnología, posiblemente en coordinación con Waru, le permitía tomar un sujeto voluntario y convertirlo en un adepto del lado oscuro de la Fuerza, con ciertos poderes jedi. Hethrir, que para entonces había conseguido fuerzas armadas para el Imperio Renacido, buscaba entonces crear un ejército de jedi tenebrosos. Fyyar le presentó a un alienígena chistori, Desann, que había sido expulsado del praxeum de Skywalker por matar a otro estudiante. Aunque a Hethrir no le gustaban los alienígenas, decidió aceptar a Desann como su mano derecha racionalizando que hasta Palpatine había hecho excepciones entre sus filas.
Juntos, Hethrir, Fyyar y Desann crearon un cuerpo de humanos de las Juventudes Imperiales, con potencial para la Fuerza, purificados a través de Waru, y entrenados por Desann según Hethrir había ordenado: Eran los Renacidos, fruto de su experimento en Kejim. Hethrir hizo que los Renacidos trabajasen en coordinación con unidades imperiales tradicionales por la galaxia, y Desann incluso tomó a una Renacida, Tavion Axmis, como su aprendiza personal.
En 12 DBY, Tremayne habló a Hethrir del legendario Valle de los Jedi, donde se encontraba un nexo de la Fuerza causado por la terrible batalla entre los jedi y los sith. Un usuario del lado oscuro podría capturar a los espectros del Valle y utilizarlos para incrementar sus poderes, posibilidad esta que tentó a Hethrir. Por desgracia, la ubicación exacta del Valle era un misterio, salvo quizá para el jedi Kyle Katarn. Hethrir ordenó a Desann encontrar el Valle.
Desann y Fyyar combatieron a Katarn en su base de Kejim. Katarn destruyó la guarida imperial, pero Desann y Fyyar capturaron a la amante de Katarn, Jan Ors, y amenazaron con matarla. Katarn se retiró y decidió viajar al Valle de los Jedi para incrementar sus poderes y rescatar a Ors, que era exactamente lo que quería Desann: Así podrían seguirle. Desann descubrió que el Valle estaba en Ruusan, e informó a Hethrir.
Desann llevó a su banda de Renacidos y a Hethrir hasta Ruusan. Allí, los poderes de Hethrir se multiplicaron por cuatro al absorber energía de antiguos espíritus jedi y sith, y Desann también se vio fortalecido. Juntos, Desann y Hethrir concedieron o incrementaron los poderes de sus Renacidos; pese a ello, las capacidades de la Fuerza de estos guerreros eran muy limitadas, y su principal ventaja era la esgrima con sable láser rojo. Desann y Fyyar pretendían atacar entonces el praxeum de Luke Skywalker.
Sin embargo, Desann cayó en combate contra Kyle Katarn, y Fyyar murió cuando Katarn destruyó la nave nodriza imperial, Dador de Perdición. Los Renacidos fueron derrotados por Katarn y Skywalker; muchos de estos soldados murieron y los supervivientes fueron apresados para ser interrogados. Aquellos Renacidos que consiguieron escapar o recuperar la libertad, se reorganizaron bajo el liderazgo de la antigua aprendiza de Desann, Axmis. Hethrir perdió sus poderes mejorados y el apoyo de estos Renacidos.
Tras la derrota de los Renacidos, Hethrir tuvo una ocasión de redimirse ofreciendo a Waru el sacrificio adecuado. Resultó venturoso para él el descubrir que Organa Solo era la hija de su antiguo mentor, el poderoso jedi oscuro Darth Vader; y que ella hubiese tenido no menos de tres hijos. Estos niños tenían el potencial para llegar a ser poderosos jedi, y al mismo tiempo estaban mucho más indefensos que el entrenado Luke Skywalker; por ello, Hethrir consideró que uno de esos pequeños podía ser la ofrenda perfecta que apagase la insaciabilidad de Waru, con lo que su pacto quedaría cumplido y Hethrir también se podría beneficiar. Hethrir también consideraba las ventajas de adiestrar a niños tan aptos en el lado oscuro de la Fuerza.
Uno de los principales problemas de Hethrir era ahora raptar a los hijos de Organa Solo, que era por entonces la Jefa de Estado de la Nueva República. En el año 14 DBY, los gemelos Jacen y Jaina, de cinco año, y el joven Anakin Solo, de tres años y medio, tenían las mejores medidas de protección imaginables, y el acto de raptarlos era un movimiento muy audaz para una facción que llevaba una década en el anonimato fáctico.
Waru, razonablemente ajeno a las tribulaciones de su socio, estaba ganando notoriedad interplanetaria como curandero de los empobrecidos habitantes de Crseih y líder de un culto religioso; y las capacidades extraordinarias de la criatura atrajeron la atención de Luke Skywalker, que decidió viajar a Crseih con su cuñado para investigar a ese posible jedi. Los rumores en Crseih decían que Waru no era infalible en sus curaciones, y que a veces el paciente moría (En realidad era Waru quien lo mataba), e incluso se hablaba, con más o menos precisión, de cómo Waru y el Procurador Hethrir estaban relacionados.
Organa Solo viajó con sus tres hijos a varios planetas en misiones diplomáticas, y Hethrir vio su ocasión de actuar cuando estaban en Munto Codru, el mundo de los codru-ji. Mientras Organa Solo se reunía con el chambelán Iyon, los niños jugaban con el hexápodo wyrwulf de Iyon, apodado Guau, en una pradera cercana y custodiados por una paje y por el amigo de Organa Solo, el wookiee Chewbacca. Hethrir les raptó usando un esquife, un rayo tractor y el poder del lado oscuro, e intentó ocultar las pruebas usando una bomba de presión: Chewbacca y la paje quedaron inconscientes antes de ver a los agresores, y empezaron a sangrar nasalmente. Hethrir subió a los niños, también inconscientes, a una nave, abandonó el planeta no sin cuidar de borrar los registros de ese viaje en el puerto espacial local, y metió a los tres pequeños en el edificio de la escuela de su nave-mundo.
La desaparición de estos jóvenes dignatarios no pasó desapercibida, por supuesto; pero los nativos codru-ji subestimaron su importancia. Munto Codru tenía una arraigada tradición de secuestros rituales en los que el peligro era mínimo, y los codru-ji informados, entre ellos Iyon, sospechaban que ése era el caso. Organa Solo, sin embargo, insistía en que el responsable había sido un usuario del lado oscuro, y exigió que cerrasen el puerto espacial para impedir que huyese. Iyon obedeció, de nuevo de acuerdo con sus tradiciones para no ofender al presunto captor codru-ji. Organa Solo también quería enviar un mensaje a su marido en Crseih, pero las anomalías del punto de destino lo hacían imposible.
Hethrir se presentó a los niños alegando ser uno de sus padrinos, lo cual era falso, y diciendo que les había rescatado de un terremoto en Munto Codru que se había cobrado las vidas de Chewbacca, de Organa Solo y de Solo. Jaina y Jacen desconfiaron al momento, en primer lugar porque Hethrir no conocía la contraseña acordada con sus padres, y porque tampoco parecía saber que su padre no les había acompañado a Munto Codru. Incluso el wyrwulf rugía agresivamente, desconfiando. Los niños pidieron ir con su niñera Winter, pero Hethrir ni siquiera sabía quién era, lo cual les dio más motivos de recelo, y la despreció abiertamente al descubrir que se trataba de una mera sierva. Jaina quería alertar a Jacen de sus sospechas sin que Hethrir lo notase, así que cedió a Jacen, su gemelo menor, la decisión final, alegando precisamente que Jacen era el primogénito: Jacen entendió a su hermana, y Hethrir, acostumbrado a generar mentiras de las verdades que decían los otros, afirmó recordar cómo Jacen había nacido antes que Jaina.
En todo caso, Hethrir puso a los tres niños Solo bajo el cuidado de Tigris y de los próctors. Los niños trataron de usar sus habilidades de la Fuerza, pero Hethrir detectó el intento, les abrumó con su aterrador poder de energía oscura que impedía el uso de la Fuerza, y les regañó. El wyrwulf feroz trató de atacar a Hethrir, pero el Procurador le derribó con la Fuerza y separó físicamente a los niños. En primer lugar, no reconociendo al wyrwulf como un ser inteligente, lo consideró una mascota de los Solo y les separó de él. También arrancó un mechón de pelo a uno de los niños para hacer pruebas de su control de la Fuerza; Jaina se intentó defender mordiendo a Hethrir, y él se quedó el diente de la niña. Por último, Hethrir hizo que les encerrasen en cuartos individuales a bordo de la nave-mundo, sin ventanas, con techo bajo y débil luz gris, aún cuando los gemelos le suplicaron que les dejase quedarse con Anakin.
Hethrir encargó a Tigris llevarles a sus nuevos hogares y, cuando Tigris regresó, Hethrir le regañó por tardar demasiado. El esclavo presentó disculpas y explicó que había intentado instruir a los niños en las rutinas de la escuela y, aunque Hethrir seguía decepcionado con su hijo, decidió darle una nueva oportunidad porque al menos era sincero.
Las pruebas de Hethrir descubrieron rápidamente que Anakin era el más poderoso de los tres niños Solo, así que Hethrir decidió llevarle a Crseih, alegando que lo purificaría. Tigris, oyendo esto, obedeció entre disculpas pese a encontrar la decisión muy irregular. Hethrir instó a Tigris a que mejorase en su servicio en vez de disculparse tanto, y que intentase activar el sable láser.
Poco después, Tigris intentó obligar a Jaina a desfilar con otros niños al ritmo marcado y a ser prudente y oportuna en sus palabras, pero la niña era rebelde contra las órdenes de Tigris, ideadas para condicionar pero carentes de sentido en opinión de Jaina. Tigris regañó a Jaina, amenazando con quitarle el desayuno, pero Hethrir interrumpió la reprimenda para amonestar a Tigris por no ser lo bastante autoritario. Hethrir hizo cancelar el desayuno de todos los niños presentes, y envió a Jaina a su cubículo a memorizar propaganda.
Hethrir no había contado con la decisión de un madre... o de una máquina. El droide de Organa Solo, R2-D2, había hecho una copia del tráfico naval antes de que Hethrir hubiese borrado la presencia de su nave de los registros del puerto espacial, y eso le permitió comparar ambas versiones y detectar la ruta seguida por Hethrir. Organa Solo abandonó entonces su puesto e inició una operación encubierta para rescatar a sus hijos, acompañada de R2-D2 y del herido Chewbacca. A bordo de su yate personal Alderaan, alias WU-9167, Organa Solo burló las medidas de seguridad de Munto Codru y rompió todos los protocolos para ir en busca de sus huijos perdidos. Ella sólo había estado tan resuelta dos veces antes en su vida, cuando se enfrentaba a la Estrella de la Muerte en 0 ABY y cuando ayudaba a los noghri de Honoghr en 9 DBY. La Nueva República, completamente desconcertada, alegó que la Jefa de Estado había caído enferma y el Ministro Falanthas se ocupó de los asuntos más urgentes.
Más tarde, mientras los alumnos de la escuela estaban en un periodo de juego supervisado, llegaron naves de los asociados de Hethrir para llevarse a los niños que él llamaba "impuros", los que no tenían poderes de la Fuerza y eran vendidos como esclavos. Hethrir en persona supervisó una ceremonia de demostración de la Fuerza, en que los niños intentaban activar el sable láser para evitar ese amargo destino. Por supuesto, Hethrir saboteó los esfuerzos de todos los niños alienígenas para que acabasen en el bando fallido, junto con algunos niños humanos para los que no había esperanza. Jaina Solo, presente en el patio, percibió cómo Hethrir perjudicaba a la niña quironiana Lusa, con quien ella había confraternizado. Jaina intentó defender a Lusa en el momento, pero Hethrir derribó a la joven Solo. Después, los niños condenados fueron subidos a las bodegas. Hethrir dio un breve discurso para animar a los niños que quedaban a que se esforzasen y enorgulleciesen a Hethrir pero, insolente hasta el fin, Jaina protestó, valoró a Lusa como una persona igual de digna que cualquiera de los que quedaban, y juró no hacer nada que enorgulleciese a un monstruo como Hethrir. El Procurador quitó importancia a ese estallido y se fue.
Hethrir tenía una reunión con Lord Cnorec, Lord Qaqquqqu y Lady Ucce, tres de sus ricos financieros, en su cámara de recepción. El Procurador permitió que su esclavo personal Tigris se sentase a sus pies, sosteniendo entre sus brazos a Anakin Solo, que se había quedado dormido, y llevando consigo al wyrwulf que Anakin llamaba Guau. Los tres nobles entraron y se inclinaron ante Hehtrir, que reconoció su presencia con una reverencia más sutil. Hethrir explicó que viajaría a Crseih a sellar su pacto con Waru y que sus seguidores pronto podrían elegir entre sus niños; en esa reunión permitía a sus tres invitados que pujasen por la licencia de distribuir esos activos entre los otros nobles. Hethrir decidió regalar el wyrwulf al ganador, así como cualquier niño que pudiese quedar después del reparto.
Cnorec sugirió que la puja inicial era muy elevada, y Hethrir lo mató sin tocarle. A Tigris le horrorizó no tanto la ejecución como que un seguidor dudase de Hethrir. Dos próctors se personaron rápidamente para llevarse el cuerpo sin que nadie tuviese siquiera que llamarles, y mientras, Hethrir añadía que esa subasta contribuiría al inminente éxito del Imperio Renacido. Los dos nobles supervivientes ofrecieron rápidamente dinero, temerosos de otra ejecución aleatoria, hasta que ganó Ucce. Queriendo recuperar la simpatía de Hethrir, Qaqquqqu ofreció una donación por valor de la puja inicial (Habría ofrecido la mitad de esa cantidad, pero la mirada de Hethrir le intimidó). Ucce transfirió el pago, recibió el agradecimiento de Hethrir, y ambos brindaron por el Imperio Renacido, ignorando al descontento Qaqquqqu.
Guiada por la Fuerza y por R2-D2, Organa Solo encontró los cargueros de firrerreos crionizados de Hethrir y allí despertó a un firrerreo en hibernación, que no lo ayudó, y liberó y cura la cautivo Rillao. Rillao no quería aceptar la ayuda de esta extraña, pero ansiaba recuperar a su hijo y enfrentar de nuevo a Hethrir, así que aceptó colaborar con ella a regañadientes. Rillao le explicó que se enfrentaban al Imperio Renacido, un grupo al que Organa Solo había mensospreciado, y que los esclavistas tenían al hijo de Rillao. Organa Solo pretendía descongelar a todos los firrerreos antes de seguir adelante, pero Rillao temía que eso diese demasiada ventaja a Hethrir y que los exiliados no pudiesen ayudar en su gesta. La curandera firrerre tuvo que entrar en detalle sobre su origen, explicando a Organa Solo quién era Hethrir. Rillao pronunció el nombre de su antiguo compañero, saboreando cada sílaba con rabia. Como quiera que los contactos de Hethrir eran esclavistas, Rillao sugirió viajar al planeta Calcedonia, donde ella tenía un contacto informado.
Mientras tanto, en la escuela de la nave-mundo, Jaina Solo mantenía su actitud insubordinada pese a los castigos, e intentaba insistentemente usar sus poderes de la Fuerza burlando la vigilancia de Hethrir. Aunque no conseguía todavía esquivar los poderes oscuros del Procurador, Jaina no se dio por vencida y trató de enviar un mensaje de ayuda a su madre.
Ella pronto tendría una ocasión mejor: Hethrir estaba preparando su nave para viajar a Crseih, acompañado de once próctors, el leal Tigris y Anakin. El motivo del viaje era especialmente el ritual de purificación del niño. Subieron a bordo, y Hethrir recriminó a Tigris por malcriar demasiado al niño. Anakin resultó intimidado por Hethrir en ese momento. Hethrir, que ignoraba abiertamente los insultos de los próctors hacia Tigris, señaló un sillón para que Tigris atase a Anakin, después de lo cual convocó a Tigris a la cabina de la nave. Tigris iba a obedecer, pero Anakin suplicó entre llantos que se quedase con él. Tigris dudó, y Hethrir le regañó abiertamente, instándole a obedecer. Al fin, Tigris fue con su amo, dejando atrás asu joven amigo, y estuvo con Hethrir durante el despegue, intentando no oír los gritos infantiles. Hethrir insistió en que Tigris no debía nunca dudar cuando él le diese una orden.
Durante el viaje, Hethrir expresó su desdén hacia la Nueva República y lo incómodo de ocultar su nave al viajar. Decidió retirarse a la intimidad de su cuarto a dormir sonoramente, aunque afirmó que estaría meditando para preparar la purificación del chico, y concedió permiso a Tigris para dormir a la puerta de su camarote. Tigris se sentía agradecido porque Hethrir le concediese por primera vez un honor, aunque fuese uno pequeño, y creyó ver una expresión amable en el rostro de su amo.
Fueron pasando varias cosas más o menos a la vez. En Crseih, Luke Skywalker y Han Solo contactaron con la maestra ilusionista Xaverri, una ex-asociada de Solo, que aceptó llevarles ante Waru. En la nave-mundo de Hethrir, Jaina escapó de su celda y liberó a otros niños esclavos, incluido Jacen, organizando una gran fuga del edificio a través del planeta y domando en el proceso al dragón de arena de Hethrir para usarlo como montura.
Organa Solo y Rillao llegaron a Calcedonia, y el contacto reveló que no había transacciones oficiales de esclavos según las características que sugería la firrerre, lo cual podía sugerir una transacción privada extraoficial, y eso a su vez parecía indicar el creciente mercado de esclavos clandestinos de Crseih.
De camino a Crseih, el vínculo de la Fuerza que conectaba a Organa Solo con sus hijos la llevó a sacar la nave del hiperespacio a tiempo de interceptar la ahora poco vigilada nave-mundo de Hethrir. Allí encontró a los gemelos, ya fugados y con la situación razonablemente bajo control pese a la oposición de los próctors. Mientras Organa Solo y Rillao rescataban a todos los niños y arrestaban a los próctors, los gemelos le contaron la situación, incluyendo la importancia de rescatar a Anakin y algunos actos crueles de Hethrir; Organa Solo no tardó en confirmarles que Hethrir no era su padrino. Rillao interrogó a los gemelos sobre Tigris, y éstos le dijeron que su hijo estaba siguiendo a Hethrir y que intentaba en vano ser malo como él. También le confirmaron que Hethrir les había revelado el nombre de Tigris, otro acto de maldad que hizo hervir la sangre de Rillao. Mientras tanto, Organa Solo se burlaba de la ridícula fe de los próctors en el Imperio Renacido, dejándoles patidifusos. Organa Solo liberó al cocinero esclavo y le puso al mando de la nave-mundo; también hizo que la enorme base pusiese rumbo a Munto Codru, donde la Nueva República tomaría control de ella.
Durante la noche, sin embargo, Tigris decidió atender a Anakin, que no había dejado de llorar; aquél razonaba que tenía permiso para dormir a la puerta de Hethrir, pero no se le había ordenado hacerlo, y que era mejor que Anakin estuviese fuerte para la purificación. Tigris y Anakin compartieron comida y, cuando Anakin pidió ir con su padre, Tigris intentó convencerle de que sus padres le habían abandonado y que Hethrir, en su magnífica magnaminidad, le había adoptado junto a otros muchos niños. Hethrir interrumpió la reunión por sorpresa, enfadado por las muestras de empatía, y envió a ambos al compartimento de pasajeros de inmediato, haciendo temblar a Tigris sin siquiera alzar la voz. Aunque Tigris se sentía irritado por haber perdido el permiso de ayudar a Hethrir, no podía enfadarse con Anakin por su propio error, sobre todo cuando Anakin seguía ofreciéndole comida y amistad.
Al aterrizar la nave, Hethrir bajó en el bazar de Crseih y avanzó a trancos, seguido por su séquito de próctors. Anakin tuvo la idea de echar mano a un alimento expuesto, y Tigris se quedó un momento atrás hablando con el vendedor, que exigía un pago a cambio de la comida. Finalmente, Tigris tuvo que echar a correr para alcanzar a su grupo, esperando sin esperanza que Hethrir no hubiese notado su ausencia, y envidiando la capacidad de su amo para que la gente le dejase paso.
Hethrir entró en un parque con menos bullicio, pero allí toparon con el droide C-3PO, propiedad de Luke Skywalker, que reconoció a Anakin e inquirió sobre su presencia. Hethrir dio un paso al frente e intentó convencer a C-3PO de que había confundido al niño con otro, pero Anakin abrazaba la pierna metálica del robot en clara muestra de reconocimiento. Tigris separó a Anakin del droide, pese a que el niño se resistía. Hethrir entonces sacó su sable para atacar a C-3PO y lo activó.
Sin embargo, existía una anomalía en Crseih debido a la influencia de la estrella enana blanca en sus últimas etapas de vida y al cercano agujero negro. El mango del sable empezó a relampaguear y chispear, dañando a Hethrir en la mano y haciéndole gritar de dolor. C-3PO esquivó con éxito el ataque, pero calló al suelo y quedó inutilizado provisionalmente. Hethrir blasfemó, soltó el sable y ordenó a Tigris recogerlo. Éste se lo ofreció de vuelta, pero Hethrir lo rechazó (aunque eventualmente Hethrir volvería a hacerse con ello durante las siguientes horas). Anakin intentó acercarse al droide, pero Hethrir le retuvo.
En el Alderaan, los gemelos Solo reconocían temer a Hethrir, y entonces Rillao reconoció que ellos eran jedi, igual que su madre, y que Hethrir les había afectado con un poder que Rillao conocía. El toque de Rillao en su cabello, junto con la promesa de que Hethrir ya no podía dañarles, bastó para que los gemelos se recuperasen emocionalmente y como usuarios de la Fuerza, aunque aún tuvieron pesadillas con su captor. Rillao decidió confiar más detalles de su pasado a Organa Solo, y jurar lealtad a la archienemiga del Imperio.
Hethrir entró en un local llamado la logia del viajero (o del cráter), donde había una tarima blanca preparada para su discurso. Varios de los seguidores de Hethrir ya esperaban sentados, como Qaqquqqu, Ucce y el poco distinguido Brashaa, que llevaba al wyrwulf atado con una pesada cadena. Todos eran humanos, pero muchos traían consigo esclavos alienígenas, incluida Lusa, atados con correas.
Hethrir quiso empezar su discurso y ordenó a todos sentarse, pero Brashaa le desafió y le exigió públicamente explicaciones por sus constantes retrasos a la hora de tomar medidas agresivas. Acusando a Brashaa de traidor, Hethrir intentó utilizar la Fuerza para asesinarle públicamente, pero de nuevo la inusual situación de Crseih se lo impidió: Aunque Hethrir palideció, sudó y tensó sus músculos, no consiguió más que causar leves sangrados a Brashaa. Intentó recuperar la compostura ordenándole abandonar la reunión en lo que pretendía ser un acto de misericordia, pero varios de sus fieles, incluido Tigris, se dieron cuenta de que el infalible Hethrir había demostrado imperfección. El wyrwulf, liberado de su amo, corrió hacia Anakin y se posó a sus pies cariñosamente.
Hethrir dio entonces un discurso de varias horas de duración, hablando de cómo consolidaría su poder y restauraría el Imperio ese mismo día. Los adeptos de Hethrir estaban fascinados, aunque Anakin y Guau se habían quedado dormidos en el regazo de Tigris. Al final de la conferencia, el público se alzó para aplaudir, excepto Tigris porque no podía levantarse sin despertar a Anakin, y no quería molestarle. Al fin, gesticulando ominosamente, Hethrir exigió a todos que le siguieran y, sin mirar atrás, empezó a andar hacia el templo de Waru.
Organa Solo y su grupo siguieron la pista de los esclavistas desde el puerto espacial hasta la logia, y una vez allí supieron que debían ir al templo de Waru. Rillao observó que no podrían usar la Fuerza en Crseih, ni tampoco los sables de Hethrir o Rillao.
Hethrir y su grupo entraron desfilando en el domo de Waru, y fueron vistos por Skywalker, Solo y Xaverri. Solo reconoció a su hijo pequeño Anakin, y decidió seguirles. Xaverri reconoció al Procurador de Justicia e informó a Solo y a Skywalker de quién era. Antes de entrar, toparon con el grupo de Organa Solo, y cada grupo informó al otro de lo que sabía. Organa Solo pidió a Chewbacca que se quedase atrás protegiendo a los niños, y R2-D2 se alejó sin avisar.
¡Waru, te elijo a ti!
Hethtrir hizo que sus invitados rodeasen lo que parecía un altar, y entonces el objeto inanimado le habló, sorprendiendo a algunos de los presentes. Hethrir mantuvo la compostura, saludó a Waru y le dijo que traía el niño pedido a cambio de que Waru cumpliese su promesa. Algunos invitados ofrecieron sus esclavos ansiosos de un premio, pero Hethrir hizo un gesto a Tigris para que avanzase. La multitud bloqueó el paso de ese ridículo esclavo, hasta que Hethrir insistió con otro movimiento, y los seguidores comprendieron que Hethrir buscaba a Tigris.
Pero, cuando Hethrir ordenó a Tigris que le entregase el niño, Anakin se aferró a su amigo esclavo y le hizo dudar. Hethrir se enfureció y exigió a Tigris obedecer. Tigris, llorando por el niño e intentando creer en Hethrir, entregó al pequeño Anakin Solo. Hethrir lo tomó en sus manos y lo llevó ante Waru, mientras Anakin intentaba alcanzar a Tigris. El niño esclavo, sin embargo, retenía al wyrwulf por su correa para impedir que interfiriese. No era el único: Lusa y otros esclavos estaban buscando el modo de escapar.
Anakin se intentó sentar en el suelo y se negó a moverse. Hethrir intentó convencerle de que caminase honorablemente hacia su destino, lo cual, como era de esperar, tuvo efecto nulo en el niño no condicionado. Finalmente Hethrir tiró de Anakin y forcejeó con él para ponerlo entre las escamas doradas de la base de Waru. Grandilocuentemente, Hethrir explicó que hacía entrega del poderoso nieto de Vader. El wyrwulf se liberó, pero sólo pudo correr hacia Anakin mientras aullaba lastimeramente.
Tigris entonces tomó una decisión, y su sumisión a Hethrir pesó menos que su amistad con Anakin. El niño esclavo se lanzó al altar de Waru, cogió a Anakin entre sus brazos y echó a correr hacia la puerta del domo. Waru y Hethrir gritaron, éste de rabia y aquél de dolor. El wyrwulf intentó intenterponerse en el camino de Hethrir para detenerle, aún viendo que sería insuficiente.
Entraron entonces los refuerzos inesperados en forma de los padres de Anakin. El pequeño saltó de los brazos de Tigris a los de Organa Solo, pero inmediatamente después, Hethrir aferró a Tigris por el cuello de la ropa y le sacudió entre insultos.
Luke Skywalker caminó hacia el altar, fascinado por las implicaciones de Waru en la Fuerza. Hethrir, confuso y enfadado, vio a Skywalker y, de pronto, comprendió lo que estaba sucediendo. El Procurador instó a Waru a que tomase al aún más poderoso Skywalker como sacrificio, y de hecho Skywalker se ofreció voluntariamente. Los tentáculos dorados de Waru absorbieron a Skywalker y, un instante después, Organa Solo saltaba dentro de Waru para intentar traer de vuelta a su hermano.
Los seguidores de Hethrir intentaron evacuar el domo mientras los próctors intentaban detenerlos. Chewbacca irrumpió con los gemelos Solo y, en un sitio donde los once próctors no podían utilizar la Fuerza ni los sables láser, Chewbacca tenía toda la ventaja. Algunos niños esclavos se echaron a llorar, hasta que Lusa atacó a uno de los próctors e inició una revuelta de esclavos.
Rillao entonces se interpuso entre Tigris y Hethrir, y atacó a su excompañero agarrándole por la garganta. Empezaron a luchar mientras Han Solo saltaba dentro de Waru. Tigris observaba confuso a su madre, a quien veía como una traidora, combatir contra su amo; el condicionamiento de Tigris le decía que debía ayudar a Hethrir, pero él se encontraba paralizado.
Hethrir sacó su sable e intentó activarlo, provocando una nueva descarga eléctrica con olor a ozono. Entre palabrotas, Hethrir soltó el sable, que rodó por el suelo hasta disolverse inofensivamente. Mientras, Rillao le arañaba la cara a Hethrir. En el forcejeo, el sable corto de Hethrir calló de su cinturón. Rillao se alejó del Procurador de un salto y ambos se encararon nuevamente, jadeando. Hethrir fingió saltar para atacar a Rillao pero, aunque ella hizo una finta, él esquivó el ataque de ella y recuperó su sable... sólo que, en vez de encenderlo, eligió guardarlo dentro de su toga.
Aprovechando el momento de distracción de Rillao, Hethrir saltó sobre su espalda y utilizó un brazo para estrangularla. Él abrió la boca, preparando un mordisco en la columna de Rillao que la dejaría paralizada. Sin embargo, Tigris tiró de la toga de Hethrir en el momento clave, haciendo que el Procurador mordiese sólo el aire y sus propios labios hasta hacerlos sangrar .
Tigris suplicó a Hethrir que no matase a su madre, y el Procurador se justificó hablando de la ejecución de una traidora al Imperio. Rillao acusó a Hethrir de traición, lo cual ofendió a Tigris, y entonces Rillao comprendió que Tigris no sabía quién era su padre. Rillao dijo el nombre de Hethrir, cosa que a éste le parecía muy mal, y explicó a Tigris que Hethrir era su padre.
Mientras Chewbacca empezaba a acabar la trifulca él solo, Hethrir acusó a Rillao de mentir como hacía alguien que traicionaba un juramento al Imperio. Rillao mencionó que Hehtrir había traicionado también un juramento, sus votos hacia Rillao; y el Procurador cometió el error de reconocerlo con una leve justificación, en vez de intentar convencer a Tigris de que tal cosa nunca había pasado. Tigris comprendió entonces hasta dónde habían llegado las mentiras de Hethrir (incluyendo el hecho de que había intentado asesinar a Anakin Solo con la excusa de la purificación) y, al ver al niño, Hethrir se quedó sin palabras. Rillao le animó a reconocer a su propio hijo, pero Hethrir no ocultó su desprecio hacia un niño meramente ordinario, sin poderes de la Fuerza, que nunca podría sucederle como emperador. Tigris se sintió especialmente humillado al oír esto.
Hethrir se alejó de sus adversarios y saltó a la tarima, pidiendo a Waru que le diese poderes a cambio de Skywalker según su acuerdo. Tigris, aún leal hasta la muerte, intentó seguirle, pero Rillao le aferró contra la voluntad del niño.
Pero entonces Organa Solo, Solo y Skyalker salieron del interior de Waru por su propio pie, habiendo resistido todo lo que la criatura podía lanzar contra ellos. Waru se enfureció entonces con Hethrir por haberle fallado: Le acusó de no haberle proporcionado un sacrificio aprovechable según sus condiciones y, puesto que su hambre insaciable exigía otra víctima, Waru decidió consumir a Hethrir en un intento de regresar a su hogar. El campo de energía de Waru se extendió hacia el Procurador, que gritaba de terror. Waru le rodeó con su superficie dorada hasta hacerle desaparecer físicamente, si bien el gemido de Hethrir aún resonaba en el domo, y Waru empezó a comprimirse sobre sí mismo, convirtiéndose en una esfera dorada del tamaño de un puño. Los jedi presentes sintieron que la Fuerza había desaparecido del universo en ese momento, sufriendo escalofríos y dolores varios.
Tigris aprovechó la ocasión para liberarse de su madre y corrió al escenario, aunque Rillao intentaba volver a aferrarle. El niño esclavo saltó sobre la concha dorada que quedaba de Waru y que repicaba como una campana. Para entonces era un objeto sólido que se iba reduciendo hasta el tamaño de un grano de arena (Jaina pensó en ese momento que Hethrir debía de estar muy apretado allí dentro, y se sintió a salvo). Finalmente, Waru implotó, desapareciendo del universo conocido y volviendo a su propia dimensión.
Estas situaciones extraordinarias, incluyendo la energía liberada por la desaparición de Waru, afectaron a la ya breve esperanza de vida de la estrella enana blanca de Crseih. El sistema pasó a tener menos de tres horas de vida, aunque afortunadamente R2-D2 consiguió manipular los olvidados hipermotores de la Estación Crseih para que no hiciese falta evacuar a la población.
Tigris aún se sentía descolocado por la desaparición de Hethrir, e inicialmente rechazó los avances de su madre hacia él. Anakin apeló a la empatía de su amigo, y Organa Solo y Han Solo le presentaron argumentos demasiado sólidos para que les acompañase fuera del planeta. A desgana, Tigris atravesó las mentiras que Hethrir le había contado, y reconoció que Rillao no le había robado sus habilidades de la Fuerza. Se reunió con su madre en el Alderaan, rumbo a Munto Codru, y empezó a reconsiderar estar con su progenitora. Finalmente, Tigris y Rillao fueron juntos al planeta Coruscant y se unieron a la Nueva República, dejando atrás lentamente la influencia de Hethrir.
Después de rescatar a sus hijos de Hethrir, Han Solo pasó varios meses sin permitirles estar fuera de su vista y siendo mucho más protector que antes, aunque Jaina no lo recordaría en su madurez. Ella recordaba, sin embargo, que pasó una década teniendo pesadillas en las que aparecía Hethrir.
Meses después de la muerte de Hethrir, esta aventura fue desclasificada, y el público supo que Organa Solo no había estado enferma. El Imperio Renacido fue, al menos para Organa Solo, la principal amenaza de ese periodo, aunque resultase sólo el primero de varios problemas de la Nueva República en los años siguientes.
Organa Solo cumplió su palabra y rescató a los firrerreos crionizados y exiliados por Hethrir. Tras algunas discusiones, los firrerreos fueron reubicados en el planeta Belderone.
Acaso el más valioso activo obtenido en esta campaña fue la nave-mundo de Hethrir, capturada por la Nueva República. La República envió a grandes expertos, incluido Bevel Lemelisk, a investigar este prodigio de la ingeniería. Insistían en que sólo querían aprender de ella, no replicarla, porque eso resultaría demasiado caro: Que Hethrir la hubiese mantenido funcionando una década, decían, demostraba que tenía acceso a grandes recursos. Efectivamente, la República obtuvo nuevos avances en ingeniería y gestión de energía que se incorporaron a su programa de naves "Nueva Clase".
Algunos agentes de Hethrir y del Imperio Renacido se asociaron con la siguiente gran amenaza que sacudiría la galaxia en 14 DBY: El lord oscuro del sith Marka Ragnos, venido de entre los muertos para lanzar su ataque... principalmente en vano. En 16 DBY, Organa Solo recordó a Hethrir como su mayor enemigo desde la muerte del clon de Palpatine hasta la aparición de Durga el Hutt, desestimando la importancia de Ragnos. Los libros de historia, por su parte, insistían en que el Imperio Renacido y los otros movimientos populistas de esta época, todos aplastados por la Nueva República, no eran comparables de ningún modo con el Imperio Galáctico como tal.
Una persona en concreto que tardó mucho en dejar atrás lo sucedido fue Lusa. Su sufrimiento a manos de Hethrir le llevó a despreciar eternamente al Procurador y también a desconfiar de los demás. Eso propició que, en 21 DBY, Lusa se relacionase con una asociación fanática anti-humanos que despreciaba a todos los humanos, incluyendo supuestamente a Hethrir, que en esos tiempos era considerado humano.
En el año 43 DBY, después del fin de la invasión yuuzhan vong, los pocos firrerreos supervivientes eran duramente conscientes de la participación de Hethrir, uno de los suyos, en el genocidio de su propia especie. Sin embargo, entre otras especies, nombre y actos de Hethrir había caído prácticamente en el olvido.
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