"Para que sobreviva la Orden Sith debe ser dirigida por un único líder" (Darth Bane)

Como ya hemos contado (ver su historia) los Sith son, por así decirlo, los antagonistas de los Jedi y tienen en la escisión de estos su origen. Por supuesto las diferencias entre ambos grupos eran notables pero una de las más importantes era la falta de una jerarquía clara en los Sith pues, si bien es cierto que dispusieron de academias y de algun que otro Consejo Oscuro, no es menos cierto que, durante su época dorada, no eran sino un grupo de Lores ávidos de poder que luchaban unos con otros.

Enfrentamientos para ostentar el poder como los de Exar Kun y Ulic-Qel Droma o los de Naga Sadow y Ludo Kressh eran habituales y debilitaban la Orden pero el momento más dramático llegó en la "Batalla de Ruusan" cuando los Sith estuvieron a punto de extinguirse ya que solo uno de ellos, Dath Bane, salvó la vida.

En ese mítico enfrentamiento, y desoyendo la advertencia de Bane, Lord Kaan reunió a todos los Lores del Sith y, uniéndolos en la Fuerza trató de crear una "Bomba Mental" para matar a las tropas Jedi allí reunidas. Para realizar estar proeza, ya conseguida, a menor escala, por el propio Bane, Kaan debía usar su mente como catalizador pero, al no estar preparado para ello, la explosión se descontroló y acabó tanto con gran parte del ejército Jedi como con todos los Lores del Sith salvo Bane.

Bane, dejó el planeta en compañía de una joven usuaria de la Fuerza llamada "lluvia" a la que tomó como aprendiz dándole el nombre de Zannah (ver imagen de ambos) y, para evitar que algo así pasase de nuevo creó la reglas de los dos según la cual solo podía haber un verdadero Maestro Sith con un único aprendiz que lo sirviese.

Nota: Si deseas saber más sobre lo acontecido en Ruusan lee el resumen argumental de "Los Jedi contra Sith" el fenomenal cómic de Darko Macan y Ramón F. Bachs en el que se narran estos acontecimientos. PULSA AQUÍ

La regla fue seguida durante años, gran parte de ellos con los Sith ocultos y los Jedi creyendo que habían desaparecido por completo, sin embargo tras la muerte de Darth Sidious la regla fue abandonada y la nueva orden Sith liderada por Darth Krayt volvió a contar con múltiples señores y aunque era él quien ostentaba el poder en solitario tenía muchos discípulos bajo su mando.

Por supuesto esta vuelta a los usos del pasado trajo consigo nuevos enfrentamientos y Lord Wyyrlok, lugarteniente de Krayt, trató de matarlo sin embargo no lo consiguió. No fue el único caso de lucha interna pues otros mucho discípulos estaban enfrentados ya que todos querían demostrar que eran mejores que sus compañeros sin embargo eso era algo que Krayt veía con buenos ojos ya que purgaba a los débiles y desgastaba a sus potenciales enemigos.

La historia de estos nuevos Sith, contada en "Star Wars Legado", marca el final de lo que sabemos sobre esta Orden de modo que, al menos de momento, desconocemos si tras su fracaso la "Regla de los dos" fue o no recuperada.

"Uno para ostentar el poder y otro para ansiarlo. La Regla de los dos." (Darth Bane)

Darth Bane fue el creador de esta mítica regla y lo mejor para conocer que pretendía con ella y cuales fueron los orígenes tanto de esta idea como de su creador lo mejor es que leamos lo que este mítico Sith no dejó escrito:

"No soy un hombre de palabras pero respeto el poder de estas ya que fueron ellas las que me transformaron. Las palabras del Código Sith que otros muchos han escuchado y contemplado yo las he entendido y ellas me han cambiado.

¿Qué era yo antes de escucharlas?. Nada. Tan solo otro minero en Apatros, otro objetivo para la furia y la violencia de mi padre. Mi nombre era Dessel pero como mi padre me consideraba una completa ruina me llamó así, Ruina (N.T. Bane es el término ingles para ruina).

Tenía 18 años cuando me golpeó por última vez. Me rompió la nariz, me arrancó dos dientes, me puso morados ambos ojos y me rompió dos costillas sin que yo dijese una sola palabra o emitiese la más leve queja. Me limité a verle pasar lleno de estupor y a desear su muerte y lo hice con mucha fuerza hasta que se marchó.

Al día siguiente me desperté y mi deseo se había cumplido. Las autoridades declararon que había sido una muerte natural, un ataque al corazón causado por el exceso de alcohol, años trabajando en las minas y la impresión de haber llevado a su hijo a las puertas de la muerte con sus propias manos.

En esos momentos no me dí cuanta que mi deseo se había cumplido gracias al poder del Lado Oscuro, de la oscuridad que llevaba en mi interior. Entonces no conocía el poder ni la Fuerza, tampoco las palabras pero tenía el poder.

Cuando tenía 23 y trabajaba como minero en Apatros para la compañía "Outer Rin Orworks" una noche jugué una partida de cartas con unos pilotos espaciales en la cantina y me contaron cosas sobre la guerra de los Jedi y los Sith, del enfrentamiento del general Hoth contra la "Hermandad de la Oscuridad".

Para entonces yo ya había odio cientos de historias sobre los extraordinarios poderes de los Jedi y sobre la Fuerza. Muchos pensaban que se trataba de mitos y aunque yo había tenido visiones que me indicaban que sus poderes eran reales y trascendían lo físico me costaba creer que semejantes talentos fuesen posibles.

Escuchando sus historias los Sith no me parecieron, como a ellos, monstruos. Las guerras siempre tienen dos caras y los Sith eran hombres como ellos y como yo. No compartía la idea Jedi de que todos habíamos nacido iguales ya que sabía que los había más fuertes y más débiles y su vocación de ayudar a los que lo necesitaban no me dijo nada ya que a mí jamás me habían prestado ayuda.

Esa misma noche jugué una partida de Sabacc con un alférez Republicano que resultó tener muy mal perder. Al salir de la cantina me siguió junto a dos marineros y aunque estaba oscuro, muy oscuro, pude ver que un vibrocuchillo se precipitaba contra mí. Aunque estas armas no emiten luz lo vi como si estuviese iluminado. Estaba en la mano del alférez y cuando retorcí su brazo el arma se clavó en su pecho.

Los marineros huyeron y supe que me denunciarían y que al ser su palabra contra la mía nadie creería que había sido en defensa propia así que dejé Apatros en ese mismo instante y me uní a la "Hermandad de la Oscuridad".

Empecé como soldado Sith sirviendo en al unidad "Gloom Walkers" y mi bautismo de fuego fue en Kashyyk donde fui promocionado al grado de sargento cuando la captura del planeta fue completada. Después serví en Trandosha y Phaseera y allí fue más conciente de las habilidades especiales que tenía y que me permitieron salvar la vida en situaciones desesperadas. Aun no sabía cual era la fuente de esos poderes y mis superiores me parecían cobardes y estúpidos.

Tras un año de servicio mis habilidades llamaron la atención de los responsables de la Hermandad y fui enviado a la Academia Sith en el planeta Korriban para que aprendiese los caminos de los Sith. Fue allí donde descubrí que la Fuerza era el origen del poder de los Jedi y de los Sith, y también el de las habilidades que me habían salvado en tantas batallas.

Muchos estudiantes tomaron nuevos nombres en Korriban dejando atrás sus vidas pasadas pero yo decidí tomar el que una vez me había hecho sentir débil y triste para hacerme más fuerte y me hice llamar Bane.

En la academia aprendí el Código Sith y aunque otros repetían sus palabras sin convicción yo encontré significados que otros ni siquiera imaginaban. Pensé que las palabras me abocaban a estar solo y a menudo ese pensamiento se volvía realidad.

Cuando no estaba aprendiendo con los maestros de la academia o entrenando con armas visitaba los archivos Sith del destrozado templo. En el pasado los Jedi habían prohibido muchas enseñanzas que conducían al Lado Oscuro y la biblioteca tenía pocos rollos, tomos o manuales. Empleaba varias horas cada día en repasar las grabaciones y las encontré fascinantes y tuve claro que las viejas prácticas eran el camino para desatar todo mi potencial. Esos estudios fueron determinantes para mi entendimiento de la Fuerza.

Kaan, el líder de la hermandad creía que el poder estaba en el número pero nuestra guerra contra los Sith continuaba y cuanto más numerosos éramos menor era nuestro domino del Lado Oscuro. Cuando Kaan, yendo en contra de todo raciocinio, dio el título de Lord a todos los maestros del Sith yo fue el único que protestó.

El título de Dark Lord había sido trivializado y decidí autoproclamarle Darth Bane pese a que se me habían dicho que ese título no se usaba porque fomentaba la rivalidad entre los Sith y daba a los Jedi un objetivo fácil porque para mi no usarlo era sólo una muestra de cobardía.

Me reuní con Kaan y le hable de la "Bomba Mental" una de las técnicas Sith antiguas más mortales, un sistema para atrapar al energía de todos los usuarios de la Fuerza en un radio ilimitado dentro de una esfera. Lo hice sabiendo que era un insensato y un incapaz y que no dudaría en emplearla contra los Jedi y así lo hizo en la "Batalla de Ruusan".

Yo fui el único Sith que sobrevivió al gigantesco cataclismo pero no el único usuario de la Fuerza. También sobrevivió una jovencita que había sido llevada allí por los Jedi junto a otros niños en un postrero intento por igualar las fuerzas de su enemigo. La llamé Zannah y la convertí en mi aprendiz.

Para mi estaba claro que el poder del Lado Oscuro no podía dispersarse en grandes masas. Debía concentrarse en aquellos que éramos dignos de ese honor. El Sith debía tener un solo líder, aquel que tuviese el mayor poder. Y para servir a este único verdadero Maestro debía haber un único verdadero aprendiz. Dos debían ser, no más y no menos. Uno para ostentar el poder y otro para ansiarlo. La Regla de los dos.

"Para servir al único verdadero Maestro Sith debe haber un único aprendiz" (Darth Bane)

La regla creada por Darth Bane fue seguida a rajatabla durante cientos de años pero, en contra de lo que pudiera pensarse, no se trataba de una regla de respeto mutuo sino de simple control, canalización si lo preferís, del ansia de poder y por tanto la rivalidad entre maestro y aprendiz no fue descartada sino que, en cierto modo, fue incluso fomentada.

La obligación del maestro era enseñar a su alumno pero eso no impedía que se guardarse, por su propia seguridad, parte del conocimiento y además no debía fidelidad a su pupilo y era habitual que si este le fallaba lo sustituyese por otro e incluso que lo hiciese tan solo porque había encontrado un nuevo candidato que parecía más prometedor.

Cuando esto último sucedía, y antes de aceptar al candidato como nuevo aprendiz, este debía batirse en duelo con el aprendiz oficial y fuese cual fuese el resultado el maestro siempre salía ganado con ello. Así, si el nuevo candidato conseguía la victoria el maestro se aseguraba un discípulo más adecuado y si fracasaba su aprendiz recibía un toque de atención que le obligaba a estar más vigilante y a redoblar sus esfuerzos por mejorar. (Por supuesto también incrementaba sus ganas de acabar con su maestro antes de que este volviese a intentar remplazarlo)

Darth Sidious contempla el duelo entre Darth Vader y su hijo Luke.
Quien venza será su nuevo aprendiz y el heredero de sus conocimientos.

La obligación del discípulo por su parte era aprender de su maestro y servirle pero también ansiar el poder y tratar de conseguirlo. Para hacerlo debía acabar con el maestro y tomar su puesto pero elegir el momento para llevar acabo esta acción era muy complicado ya que su víctima no solo era, por norma general, más poderoso que él, sino que se guardaba parte del conocimiento para asegurarse que no se atentase contra él.

Por supuesto una transición pacífica, por muerte natural o accidental en el trascurso de una misión, de uno de los dos era siempre algo posible, aunque poco habitual. Cuando esto sucedía si el fallecido era el maestro su aprendiz adquiría automáticamente ese título y seguía con la tradición tomando un aprendiz y si era el aprendiz este era sustituido, sin más, por uno nuevo.

"Un Maestro para ostentar el poder y un Aprendiz para ansiarlo" es una buna definición que, pese a haber sido formulada por un Jedi, el maestro Yoda, define muy bien el tipo de relación en que derivó la regla y, aunque tal vez no fue ese el espíritu que quiso infundir su creador, es en lo que derivó y lo que la convirtió en una "mala norma".

Muchos son los fallos inherentes a esta norma pero uno de los más grandes es que pone en riesgo la subsistencia de la Orden al reducir esta a la de dos individuos y eso es algo peligroso ya que ambos pueden fallecer simultáneamente, por ejemplo en un accidente o incluso luchando por la sucesión.

La historia nos dice que no fue así ya que pese a que tanto el maestro Sidious como su aprendiz Darth Vader murieron casi al unísono los Sith reaparecieron nuevamente, sin embargo lo cierto es que la norma también pone en riesgo la trasmisión del verdadero poder. ¿Qué pasa si el maestro muere, o es asesinado, antes de que pueda, o quiera, transmitir sus secretos más preciados?.

Un joven Darth Sidious (Palpatine) entrena ante Darth Plagueis "El Sabio"

Un claro ejemplo de esto último lo encontramos en el dúo formado por el maestro Darth Plagueis "El Sabio" y por su discípulo Darth Sidious (ver imagen). Y es que este último asesinó a su mentor mientras dormía, seguramente porque su poder era mucho mayor que el suyo, sin que este le revelase su capacidad para "infundir vida más allá de la muerte".

Dicho poder se perdió y, aunque las bases siguen allí, al igual que los antiguos escritos, y eso permite rescatarlo imaginad que hubiese pasado si este gran poder, e incluso otros mayores, hubiesen sido trasmitidos de forma rutinaria a múltiples discípulos.

En fin, fuese un acierto o error, la regla de los dos permitió la subsistencia de la Orden durante años y ocultó a los Sith hasta que estos pudieron salir a la luz y tomar revancha contra los Jedi y llevarlos al borde de su total exterminio.

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© S I T H N E T

Artículo creado y maquetado por el Coronel Kurtz.
Fuente: "Jedi Vs Sith: The Essential Guide to the Force" de Ryder Windham.
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