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La nave con los tres fugitivos llega a Nal Hutta y Rako (en realidad Obi-Wan) propone estrellarla en los pantanos para ocultar las huellas de su llegada. Bane, que no se fía de él afirma que es una locura pero a Moralo, que es quien decide, le parece una gran idea y así lo hacen. Los fugados salen ilesos del accidente y, mientras la nave se hunde, Kenobi propone dirigirse al Bazar Bilbousa para comprar una nueva. Cad Bane no se niega pero afirma que no pueden hacerlo vistiendo como presidiarios y conduce a sus compañeros a la Casa de empeños de Pablo donde compran armaduras, equipamiento y un nuevo sombrero de ala ancha para él.
Pablo no tiene las armas que necesitan y Bane se niega a pagar lo adquirido y cuando el comerciante protesta el forajido lo mantiene en su sitio revelando su identidad, toda una leyenda en los bajos fondos. Kenobi paga la cuenta y sugiere que deberían mantener un perfil mas bajo y tratar de pasar desapercibidos pero Bane se ríe de la ineptitud de los guardias gamorreanos que patrullan la zona.
Bane, que desea librarse de Kenobi, sugiere que deberían separarse. El y Moralo irán en busca de armas y Kenobi deberá comprar una nueva nave. El Jedi, tras una breve disputa con Bane, cumple con lo encomendado y, tras negociar con un astuto bith, adquiere una nave en la que, temiendo que lo dejen de lado, coloca un dispositivo de rastreo.

Cad Bane y Moralo, ya armados ven como Kenobi (Rako) cierra con un bith la compra de la nave
Cuando Moralo y Bane se reúnen con Kenobi el primero paga la nave y anuncia que su colaboración ha finalizado. Kenobi protesta y exige su recompensa y Moralo le dice que lo hable con Bane ya que es este a quien no le gusta y quien lo ha convertido en una disputa personal. Antes de que puedan discutirlo Pablo y unos guardias llegan hasta ellos y al verlos venir Bane lanza gas sobre Kenobi diciéndole "Aquí esta tu recompensa. No te mataré". El Jedi queda inconsciente y es apresado por los guardias mientras Cad Bane sube a la nave y escapa en compañía de Moralo.
Kenobi despierta colgado del techo por ambos pies y un guardia de raza nikto le pregunta, amenazándolo con la tortura, donde están sus compañeros. El Jedi le responde que ha colocado un rastreador en la nave y afirma que les dará la frecuencia de rastreo cuando lo bajen al suelo.
Bane está ansioso por cobrar su dinero y Moralo, tras comprar la nave y las armas, no tiene fondos pero tranquiliza a su compañero ya que el Conde Dooku, con quien habla vía holomenaje, los recibirá en Serenno su mundo natal y los recompensará. Apenas ha dicho eso varios Starhoopers Hutt disparan sobre ellos dañando la nave y obligándoles a regresar de nuevo a tierra.
Kenobi consigue escapar de los guardias y contacta con Yoda y Windu a los que cuenta lo sucedido. El Jedi pide que quiten la orden de búsqueda que hay sobre el y sobre los otros dos fugados y que le envíen fondos para comprar una nave. Dicho esto, y para mantener su tapadera intacta les ruega que no contacten con el bajo ninguna circunstancia.
Windu se comunica con Palpatine y le pide que retire las tres ordenes de captura y aunque a este no le gustan que los Jedi tengan planes secretos lo complace. El Canciller ha recibido la visita de Anakin que se muestra furioso al saber que Rako, el asesino de su maestro, al meno así lo cree él, sigue vivo y es libre para moverse por donde quiera. El candiller le sugiere que tal vez sus maestros no confían en que pueda controlar sus sentimientos y, tras decirle que él es el único Jedi en el que confía, le confiesa que tiene información que indica que Rako está en Nal Hutta.

Palpatine habla con Anakin en su despacho y le da la información que precisa
Moralo y Bane regresan a Bilobusa donde se encuentran con Kenobi que, tras afirmar que tiene una nueva nave, les dice que sólo les ayudará si lo aceptan en el grupo sin ninguna restricción. Bane protesta y quiere saber de donde ha sacado el dinero para comprar la nave, pero Moralo está cansado de Nal Hutta y quiere salir de allí antes de que Dooku se impaciente así que cierra el trato con Kenobi. Casi al mismo tiempo en el que despegan llega a Nal Hutta la nave de Anakin y Ahsoka y el Jedi, ahogando con la Fuerza si es necesario a los lugareños, consigue averiguar en que nave han partido los fugitivos.
En Coruscant Windu trata sin éxito de localizar a Anakin y Palpatine le informa que lo ha enviado a Nal Hutta para que localice a los fugitivos. El maestro Jedi cuenta lo sucedido a Yoda y ambos se muestran preocupados ya que no pueden descubrir la tapadera del maestro Kenobi y corren el riesgo de que Anakin lo mate creyendo que es Rako.
El vendedor apenas colocó combustible en la nave que vendió a los fugitivos y estos deben parar a repostar en Oronda donde son alcanzados por los Jedi. Nada más despegar de allí los Jedi disparan sobre ellos y Anakin salta sobre la nave y se enfrentan con Bane sobre el fuselaje. Kenobi realiza varias maniobras y disparos para ayudar a Anakin sin levantar sospechas pero las dos naves terminan estrellándose.
Ahsoka queda inconsciente en la cabina mientras en tierra, y cubiertos por una nube de polvo, Anakin se enfrenta con Bane y con Kenobi. El habilidoso maestro Jedi consigue desarmar a su alumno y susurrarle una de sus frases más características (Anakin no me sigas) al odio para que lo reconozca justo antes de dejarlo inconsciente.

Ahsoka protege a su maestro (inconsciente) del ataque de Cad Bane
Bane apunta a Anakin diciendo que ha llegado su hora de matar a un Jedi, pero en ese momento llega Ahosoka y lo protege usando sus dos sables. Moralo está harto de tanto retraso y ordena a Bane que deje en paz a los Jedi y se marchen de allí cuanto antes. Bane obedece y antes de marcharse le dice a Ahsoka "En otra ocasión joven damita".
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