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En toda la historia de Yinchorr, desde que se puede recordar, la ciudad-estado más poderosa siempre fue Tol-Kachorn: Casi cien pueblos y cinco ciudades más pequeñas estaban a sus órdenes. A lo largo de los siglos, otras ciudades intentaron rivalizar con Tol-Kachorn. A menudo esto provocó campañas de conquista, guerras abiertas que terminaban sistemáticamente con la caída de la potencia emergente, y después el caos social.
Cinco siglos antes de la batalla de Yavin, exploradores republicanos cartografiaron el sistema Yinchorr. Tras su análisis, se concluyó que no había suficientes recursos para que mereciese la pena colonizarlo, y los nativos eran demasiado primitivos para beneficiar a la República. Como resultado, durante los siglos siguientes, Yinchorr fue ignorado.
En el año 57 antes de Yavin, Yinchorr se unió oficialmente a la comunidad galáctica. Los analistas y figuras políticas daban por hecho que los yinchorri pasarían desapercibidos en temas internacionales. Los yinchorri fueron admitidos en el Senado Galáctico, pero no se concedió a la especie la capacidad de viaje interestelar, permitiéndoles sólo controlar el viaje dentro de su propio sistema. Algunos yinchorri escogieron ganarse la vida valientemente en naves controladas por otros, trabajando como mercenarios, guardaespaldas, contrabandistas, piratas y bucaneros.
Varios guerreros Yinchorri
Aún con el viaje espacial interplanetario, pocos yinchorri quisieron asentarse fuera de Yinchorr. Demasiado vinculados a su comunidad, los emigrantes yinchorri arrastran a su familia extendida, lo cual significa, esencialmente, transplantar pueblos enteros de una vez. Colonizaron Yitheeth, Yibikkoror y, en secreto, Uhanayih, todos ellos planetas de su sistema.
Los esclavistas descubrieron que los yinchorri eran pésimos esclavos. Un individuo yinchorri capturado prefiere morirse de hambre antes que ceder; y los grupos prefieren luchar hasta la muerte antes de ser esclavizados. Ante tal falta de cooperación, los esclavistas han evitado el planeta.
I.- EL ALZAMIENTO YINCHORRI.
Eran tiempos relativamente tranquilos para la Antigua República. Desde el año 44 aY, con el fin de la Guerra Civil Mandaloriana y algún otro conflicto simultánea apaciguado por la Orden Jedi, no había habido ningún conflicto de envergadura galáctica. Era la paz antes de la tempestad, y el lord del sith Darth Sidious estaba preparando la estrategia que le llevaría al control absoluto de la galaxia.
Los yinchorri eran una potencial amenaza para los sith, siendo poderosos y obstinados guerreros inmunes al poder mental de la Fuerza. Por supuesto, Sidious también temía a los jedi. Si Sidious instigaba una guerra entre ambos grupos, entonces ambos serían debilitados por sus pérdidas, incluso en el peor de los casos; en el mejor, al menos uno de los grupos dejaría de ser un peligro. Sidious decidió entonces instigar a los yinchorri para que los jedi tuviesen que actuar contra ellos.
El sith escogió mantenerse oculto, y no utilizar siquiera a su más poderoso agente, Darth Maul. En vez de eso, hizo reclutar al contrabandista devaroniano Vilmarh "Villie" Grahrk. Tras convencer a Grahrk, Sidious le proporcionó dinero, recursos, instrucciones completas e incluso un calendario. Si el plan funcionaba, Grahrk recibiría dinero; si no, Sidious le mataría. Grahrk no fue informado de todos los detalles del plan ni de las motivaciones completas de Sidious, que a día de hoy siguen siendo un misterio. Grahrk creía que Sidious sólo quería que algunos jedi muriesen, y tal vez un objeto concreto oculto en el Templo Jedi de Coruscant.
Grahrk viajó a Yinchorr con su nave, Inferno, dotada de potentes escudos y de armamento pesado. Después de atraer la atención de los yinchorri con una demostración de fuerza, Grahrk se reunió con cinco líderes, incluídos Sothek, Kardek y Jorek. Grahrk les manipuló, apelando a su orgullo y a su cultura, para que aceptasen su plan de robar cazas en el Astillero Nyss Dorado. El Astillero era un punto de reunión de contrabandistas cercano y bien protegido, pero dejarían entrar a Grahrk porque éste ya había estado allí.
El Consejo de Ancianos no podía permitirse confiar en Grahrk puesto que éste era un extraño, pero el plan era tan atractivo que decidieron hacer que Grahrk dejase de ser un extraño: Podía entrar en la familia por matrimonio. Puesto que los cinco líderes estaban ansiosos por unir a Grahrk a su clan, exigieron que el devaroniano se casase con una hija de cada uno de ellos en un caso de poligamia. Grahrk, que no deseaba casarse con ninguna yinchorri, propuso que las hijas se casasen con el supuesto hijo de Grahrk.
Como quiera que Grahrk no tenía hijos reconocidos en ese momento, el desesperado devaroniano avisó a su familia y propuso a su primo Holmar Grahrk que le prestase a su sobrino, Olmar, hijo de Holmar, para que fingiese ser el hijo de Vilmarh. La familia aceptó a cambio de un beneficio, y Olmar, que no había aceptado personalmente, se casó con cinco yinchorri. En algún momento de la boda, le quebraron un cuerno como parte de lo que podría ser un ritual yinchorri normal.
Grahrk y sus familiares viajaron al Nyss Dorado con cinco naves llenas de soldados yinchorri de contrabando. Una vez aterrizaron, los yinchorri crearon el caos mientras los devaronianos pusieron sistemas esclavos en las naves que pretendían robar. Terminada esta operación, Grahrk ordenó retirada a los yinchorri. Pero los yinchorri decidieron destruir el Nyss Dorado. A posteriori, Grahrk les recriminó por haberse desviado del plan original; pero los yinchorri se sentían envalentonados y afirmaron que destruirían -o matarían- aquello que no les sirviese. Mucha gente se enfadaría por la destrucción del Astillero, así que Grahrk mantuvo en relativo secreto su implicación: Nadie supo hasta mucho después cómo habían conseguido los yinchorri la tecnología de viaje hiperespacial.
Varios líders Yinchorri reunidos
Los cazas robados, de aspecto tosco, incluían tecnología robada de más de una docena de sistemas. Diseñados con fines comerciales, eran fáciles de manejar, maniobrables y de alto consumo. Tenían gran velocidad subluz, incluyendo un acelerador sublumínimo para catapultar la nave, y el armamento incluía cañones láser pesados para los asedios, un cañón bláster medio para el combate naval, y cilindros ovoides que podían cargarse con torpedos, bombas o combustible para compensar la aceleración. Estos vehículos serían decisivos.
Grahrk tardó años en entrenar a los yinchorri para pilotar estos vehículos con cierta eficiencia. No está claro qué recursos proporcionó Sidious a Grahrk para esto, aunque se cree que contaba con pilotos especializados en docencia. También sabemos que Grahrk proporcionó a los yinchorri escudos de cortosis,
Grahrk eventualmente lidero a los yinchorri en diversos ataques, conquistando varios planetas. Los devaronianos obtuvieron un interesante saqueo mientras los yinchorri eran la cara visible de la invasión y corrían felizmente los riesgos del combate. Eventualmente, los yinchorri atacaron una luna de Amador llamada Mayvitch 7, en el sistema Chalenor. Los immalianos tenían una avanzadilla para proteger su estación minera de Mayvitch de los ataques piratas, pero los yinchorri acabaron con sus defensas.
El ataque a Mayvitch llamó la atención de la Orden Jedi y de la oficina del canciller supremo Valorum. Éste decidió mandar a dos jedi, la maestra Naeshahn y su padawan Ebor Taulk, para averiguar qué motivaba a los yinchorri. Los espías de Grahrk le informaron. Los yinchorri capturaron, mataron y mutilaron a los dos jedi, y devolvieron sus restos a Coruscant en un mensaje a Valorum, todo ello en los tres días siguientes al ataque a Mayvitch.
Al cuarto día del ataque, el Consejo Jedi se reunió para decidir las medidas que tomarían. Mace Windu y Yaddle habían estudiado sobre Yinchorr y los yinchorri, ella a través de los archivos de Tharence Wo; y los informadores de los jedi habían revelado el uso yinchorri de los escudos de cortosis. Windu pretendía ir a Yinchorr él solo, pero Yoda le convenció para que aceptase más jedi en un grupo.
Creyendo que Yinchorr sólo tenía tres planetas habitados, Windu organizó otros tantos equipos que buscarían el centro de mando en cada uno de los mundos: Saesee Tiin, Qui-Gon Jinn, Obi-Wan Kenobi y el propio Windu irían a Yinchorr; Adi Gallia, Eeth Koth, Tsui Choi y Theen Fida irían a Yitheeth; y Plo Koon, Micah Giiett, Lilit Twoseas y K'Kruhk viajarían a Yibikkoror; con cada grupo manteniendo el contacto con los otros. Viajaron en tres cruceros no armados que fueron recibidos en Yinchorr por agresivos cazas yinchorri. Afortunadamente, los jedi burlaron a los yinchorri sin sufrir bajas: Tsui Choi engañó a dos pilotos yinchorri para que se abatieran entre sí, y el tercer yinchorri que les atacaba huyó; Saesee Tiin entró en el hiperespacio justo antes de llegar a su campo gravitatorio, y la nave salió por el otro lado, despistando a sus perseguidores; y Micah Giiett engañó a los yinchorri haciéndoles creer que estaban huyendo en las cápsulas de escape (que sólo se pueden activar manualmente desde dentro, salvo que uno sea telekinético, claro).
Darth Sidious había planeado este momento en que varios jedi estarían ausentes. Grahrk había enviado un grupo de yinchorri a Coruscant, y éstos se infiltrarían en el Templo Jedi con el propósito de matar a los niños jedi que encontrasen. Los jedi estaban preparados para esta incursión: el grupo yinchorri se encontró superado en número por una fuerza jedi capitaneada por Yoda. Los yinchorri lucharon hasta el final, matando a dos jedi (Tieren Nie-Tan y la centinela Jude Rozegs, muerta en las primeras fases del ataque), pero al final sólo quedó un único yinchorri. Yoda le interrogó, y llegó a la conclusion de que los soldados no sabían porqué estaban atacando. Yoda y los otros jedi comprendieron que los yinchorri no iban a ganar nada con un ataque al Templo Jedi, por lo que ese ataque demostraba que alguien estaba manipulando a los yinchorri.
Los Yinchorri fracasan en su ataque al templo Jedi
El Canciller Valorum estaba intentando convencer al Senado para que impusiesen medidas punitivas contra los yinchorri, no sólo por sus ataques contra Mayvitch y otros mundos, sino también por una invasión de Coruscant. Sin embargo, los políticos corruptos e incompetentes discutían incesantemente, sin tomar una decisión concreta.
El equipo jedi de Yitheet intentó una aproximación discreta a los centros de población, pero Olmar Grahrk había sido informado por los espías de Grahrk y organizó una emboscada, con los yinchorri atacando a los jedi. Tras una breve escaramuza, Adi Gallia capturó a Olmar y le hizo ordenar la rendición de sus tropas. En interrogatorio, Olmar reconoció que no sabía dónde estaba el Alto Mando Yinchorri, así que los jedi sólo le encerraron en su nave. Esto llevó a algunos jedi a pesar que los devaronianos eran la fuerza que movía a los yinchorri. Sidious, por otro lado, estaba especialmente enfadado con Vilmarh Grahrk: Si su primo revelaba algún dato importante, todo podría estar perdido.
El grupo de Yibikkoror no tuvo tanta suerte: Fueron encontrados rápidamente y atacados por una fuerza superior en número y armamento, en una de las ciudades-globo. Giiett se vio obligado a pedir a Gallia que se pasase a rescatarles.
Por último, el grupo de Yinchorr escapó la detección durante bastante tiempo, pero confirmó que el Centro de Mando secreto tampoco estaba en ese planeta. Eventualmente, los yinchorri encontraron el escondite de Windu, y les abrumaron con un ataque masivo, usando todas las fuerzas militares disponibles. Lilit Twoseas y Theen Fida murieron en las primeras fases del ataque.
No fue hasta este momento que Valorum consiguió suficientes votos para asegurar que el Senado aceptase un embargo tecnológico contra los yinchorri. El canciller y los jedi se preocuparon por lo difícil que esto había sido.
Aprovechando la confusión de la batalla, Olmar contactó con Vilmarh usando el comunicador de la nave de los jedi; fue pillado in fraganti por Tsui Choi, que estaba afrontando la muerte de su padawan Fida. Los jedi pudieron rastrear la señal de la comunicación, y encontraron el centro de mando en el legendario Uhanayih, un mundo que no había sido considerado. Informaron ellos a Valorum para que enviase fuerzas militares. Vilmarh, que comprendió lo que había pasado, huyó del planeta con sus familiares, sin siquiera respondera a una comunicación enviada por Sidious.
Cuatro grupos navales del Departamento Judicial la República atacaron Uhanayih, acompañados por los jedi. Un crucero republicano, Aprobación, fue destruído, y al menos dos de sus oficiales, Maori Madakor y Antidar Williams, sobrevivieron. Los yinchorri sufrieron bajas mucho más pesadas. Habiendo perdido el mando de Grahrk, los yinchorri se rindieron; sólo habían aceptado la invasión porque Grahrk les había dicho que la República no iba a intervenir. A instancias de Windu, los comandantes yinchorri emitieron órdenes de rendición a todos sus hombres, y la oposición se colapsó.
El canciller Valorum puso el sistema Yinchorr en cuarentena y ordenó la busca y captura del instigador Grahrk. Éste fue apresado e interrogado por los jedi; cuando éstos estuvieron seguros de que no podría guiarles a su jefe, Yoda soltó a Grahrk para tenerle vigilado, por si esta persona misteriosa volvía a contactar con el devaroniano.
En el 22 antes de Yavin, durante la crisis separatista de Dooku que precedió a las Guerras Clon, el director del Despacho de Inteligencia del Senado Armand Isard mencionó en los medios los desastres de Yinchorr y la invasión de Naboo, que no habían sido previstos, para explicar porqué hacía falta reformar su agencia. Los críticos lo consideraban una excusa para incrementar el poder del canciller Palpatine.
II.- YINCHORR, MUNDO IMPERIAL.
Yinchorr desaparece de la vista durante los cinco años siguientes. Las Guerras Clon sacudieron la galaxia, y terminaron con la proclamación de Palpatine como emperador y la caída de Anakin Skywalker en el lado oscuro, hasta que quedó convertido en Darth Vader en el 18 aY.
Un año después, Yinchorr era la sede de un centro de entrenamiento imperial para los jedi tenebrosos de Palpatine. Microtecnologías Arkanianas clonó seis veces a Sa Cuis, una Mano del Emperador caída en combate, y envió los clones a Yinchorr para que fuesen entrenados por otra Mano del Emperador, el asesino Sheyvan. Un valiente teniente imperial sin poderes de la Fuerza, Erv Lekauf, también fue clonado seis veces, y el mismo Lekauf entrenó a sus copiasdurante meses en Yinchorr, aunque él hubiese preferido estar con su familia. Los clones de Cuis y los de Lekauf combatieron ante el emperador, Darth Vader, Sheyvan y el Lekauf original como prueba. Cuando los Cuis demostraron su superioridad frente a los Lekaufs, Palpatine decidió pedir más clones de Cuis a Arkanianas, y asignar a los Lekaufs a tareas menores en la Legión 501º. Vader era de otra opinión: La falta de poderes de la Fuerza de los Lekaufs hacía que esa prueba no fuera decisiva, y en opinión del cíborg, los Lekaufs eran guerreros y trabajadores de equipo, mientras que los Cuis eran atletas. Todos ellos abandonaron Yinchorr inmediatamente después y, durante el viaje, Sheyvan y los Cuis se rebelaron contra el emperador y fueron destruidos por Vader y los Lekaufs.
No está claro qué sucedió con esa base, pero el Imperio dejó básicamente en paz a los yinchorri. Después de todo, eran una especie agresiva y tenaz, y no merecía la pena molestarles y meterse en un potencial problema, no sin obtener algo por las molestias. Como Yinchorr no tenía recursos aprovechables, pasó mayormente desapercibido durante el Imperio y el inicio de la Rebelión.
Como excepción, varios rolk-mangirs fueron capturados con vida y exportados a reservas de caza en el Sector Corporativo y en el Núcleo Galáctico. Surgió una moda entre moffs y oficiales de alto rango de tener una cría de rolk-mangir entrenada como animal de guardia. Sin embargo, un rolk-mangir así domesticado es leal únicamente a su entrenador, y ocasionalmente éste perdía el control sobre la bestia. En esos casos, el animal atacaba a todos los presentes y huía. Finalmente, muchos mundos prohibieron la posesión o importación de rolk-mangirs.
De todos modos, el Imperio había asignado un gobernador planetario a Yinchorr, aunque sólo fuese para mantener un control burocrático. Este hombre, Marcelin Wessel, consideraba que el suyo era un puesto sin salida en un sistema inútil. Por ello decidió utilizar Yinchorr en un plan para capturar a uno de los líderes más importantes de la Alianza Rebelde, la Princesa Leia Organa.
Wessel empezó secuestrando fácilmente a los líderes de varios Consejos de Ancianos. Chantajeó a los yinchorri para que le ayudasen a capturar a Organa, y a cambio liberaría a los Ancianos en vez de matarlos. Los yinchorri consideraban que la vida de un único humano era un precio adecuado a cambio de sus bienamados mandatarios. Ignoraban que Wessel planeaba traicionarlos también a ellos.
Los yinchorri contactaron con la Rebelión y solicitaron la presencia de Organa como embajadora, para discutir una posible filiación. Organa sentía que era importante acudir, incluso siendo Yinchorr un mundo de poca importancia galáctica, para demostrar cuán distinta era la Alianza del Imperio. El amigo de Organa, Luke Skywalker, desconfiaba por la alta presencia imperial en la zona y entregó a Organa una baliza de emergencia para que ella pudiese pedirle ayuda si era necesario.
Organa entró confiadamente en una nave con tripulación yinchorri. Les dio el beneficio de la duda hasta que aparecieron cazas TIE para escoltarles, y entonces los yinchorri explicaron la situación entre disculpas. Los TIE atacaron la nave yinchorri, rompiendo el acuerdo y sorprendiendo a los alienígenas. Organa ya había anticipado esa traición y trató de liderarles en combate. Aunque destruyeron a los cazas, la nave se estrelló y sólo Organa sobrevivió. Organa pudo activar la baliza, pero el rescate tardaría en llegar.
El general Wessel, que vigilaba personalmente a los rehenes junto con sus tropas, recibió un informe sobre la destrucción de todas las naves. Insatisfecho, exigió ver por sí mismo los cadáveres.
Un grupo yinchorri apresado por tropas imperiales
Organa pudo sobrevivir en parte gracias a un soldado de asalto imperial que había ido a matarla, pero que dudó al reconocerla. Juntos combatieron rolk-mangirs mientras Organa intentaba convencer a su nuevo amigo para que cambiase de bando. El intento fracasó y el soldado entregó a Organa a su superior. Wessel hizo ejecutar a los Ancianos yinchorri antes los ojos de Organa antes de ordenar que la matasen a ella.
Luke Skywalker llegó proverbialmente a tiempo para rescatar a Organa, a bordo del "Halcón Milenario". El soldado de asalto desarmó a Wessel y ayudó a Organa a escapar, pero él murió en el tiroteo.
Después de este evento, los yinchorri se enfurecieron por la traición del Imperio. La especie se rebeló y rápidamente derrocó al gobernador Wessel y a sus asociados, acusándoles no sin fundamento de traición. El Consejo de Ancianos de la ciudad de Tol-Kachorn dio su apoyo a la Alianza Rebelde, y ésta empezó a establecer bases en el sistema Yinchorr. Otras ciudades-estado, siguiendo el ejemplo de Tol-Kachorn, ofrecieron sus naves y sus ciudadanos a la lucha contra la maldad imperial.
El Imperio no podía permitir que este desafío quedase impune. El moff local, con el beneplácito del Alto Mando Imperial, ordenó un bombardeo planetario masivo contra Yinchorr. Poco después de la batalla de Hoth, todas las bases rebeldes del sistema fueron destruídas. El Imperio no se detuvo ahí: Tras acabar con los rebeldes, los bombardeos centraron su atención en las ciudades yinchorri. La civilización yinchorri fue aniquilada.
Durante esta campaña, destacó entre sus iguales un oficial imperial llamado Redd Wessel. Wessel, hijo del ex-gobernador Marcellin, consiguió llamar la atención de sus superiores e iniciar una espectacular carrera militar hasta el generalato.
Mientras, Yinchorr se convirtió en un mundo aún más duro y desolado. No se volvieron a ver rolk-mangirs en su superficie, aunque al parecer sobrevivieron en otros planetas. Todos los yinchorri supervivientes pasaron a vivir como tribus nómadas, y en todo caso fueron exiliados de su propio mundo. La especie considera que esto es una de las mayores tragedias de su mundo, y responsabilizan de ella a Marcellin Wessel.
Un mes después de la "limpieza" de Yinchorr, el evento llamó la atención personal del emperador. Poco antes de la batalla de Endor, Palpatine ordenó que todos los centros de entrenamiento de su guardia de élite personal se fusionasen en una única escuela en Yinchorr: Un mundo tan cruel sería el entrenamiento perfecto para un cuerpo de guerreros tan temidos, escogidos uno a uno entre los mejores escuadrones del Imperio.
Para ello se construyó un enorme pozo con el símbolo imperial usado como puente. Los aprendices de guardia practicaron su esgrima, en concreto el echani, luchando uno contra otro en ese lugar, conocido como El Turbión. Aunque los estudiantes se respetaban entre sí y no se mataban unos a otros durante el entrenamiento, siempre cabía la posibilidad de que uno de los duelistas cayese a su muerte por un nimio error.
En un entrenamiento de al menos tres años, en un barracón cerca del Turbión, clases de al menos cuarenta y tres alumnos se esforzaban por superarse cada día. El Instructor Maestro de la Guardia era el anciano Ved Kennedde, antiguo Guardia Imperial y al que Palpatine consideraba uno de sus guerreros más eficientes y leales. Este honor era poco prestigioso, en tanto que, a lo largo de la galaxia, Yinchorr no era en absoluto un mundo conocido, y el centro de entrenamiento de Guardias era un secreto bien guardado.
Ocasionalmente, un alto cargo imperial visitaba el planeta para subir la moral de los alumnos y motivarles. El emperador Palpatine, acompañado de su fiel Darth Vader, visitó Yinchorr en al menos una ocasión. Después de que Palpatine honrase a sus siervos con su presencia, Vader se batió a muerte con el mejor de entre los alumnos, Burr Danid. El propóstio era demostrar que no estaban aún preparados para servir al emperador. Uno de los alumnos, Kir Kanos, quedó impresionado por la demostración de inclemencia; otro, Carnor Jax, vio oportunidades en su futuro.
Tiempo después, esos dos alumnos se distinguieron junto con otros dos, Lemmet Tauk y Alum Frost. A lo largo del último año, ellos habían vivido en parejas para aprender a trabajar en equipo y pulir sus imperfecciones; para entonces, sólo ellos cuatro optarían a un puesto en la Guardia. La Guardia Imperial tenía dos vacantes en ese momento, y cuatro candidatos. Como prueba de lealtad, cada candidato lucharía a muerte con aquél al que consideraba su hermano. El despiadado Carnor Jax no tuvo problema en acabar con Frost; pero Kanos lamentó haberse visto obligado a matar a Tauk. Darth Vader, presente en el duelo, hirió a Kanos en la cara con su sable láser, explicándole que un Guardia Imperial no tiene derecho a lamentar obedecer una orden del emperador.
III.- YINCHORR DESPUÉS DEL EMPERADOR.
Año 11 después de Yavin: Años después de la aparente muerte del emperador Palpatine en la batalla de Endor, el mandatario galáctico regresa de la tumba usando un cuerpo clónico. Su nuevo reinado es breve: Su antiguo enemigo Luke Skywalker, ahora un agente de la Nueva República, acaba con el emperador definitivamente.
La Guardia Imperial, que había esperado un resurgir de su antigua gloria, se reunió en su antiguo centro de entrenamiento en Yinchorr para llorar a su amo. Pocos habían sobrevivido después de las recientes batallas, pero el luto llamó al menos a veinte guardias, incluídos Kennedee, Kanos y Kile Hannad.
El décimo día de duelo, llegó un nuevo guardia imperial superviviente a Yinchorr. Este hombre, cuyo nombre es aún hoy un misterio, había sobrevivido a la batalla de Onderon y había descubierto un complot: Uno de los guardias imperiales, Carnor Jax, había sobornado al médico de Palpatine para que fabricase clones defectuosos. Jax estaba conspirando con varios oportunistas para hacerse con el trono imperial. Obviamente, los guardias imperiales juraron matar a Jax.
Jax había previsto tal cosa y envió dos divisiones de soldados de asalto a matar a cualquier superviviente de la guardia imperial. Aunque los guardias mataron a cientos de soldados, había miles de ellos. Llegado el momento, de todos los Guardias sólo quedaban en pie Kanos y Hannad, y uno debía cubrir la retirada del otro para que su juramento de venganza no muriese en Yinchorr. Echaron a suertes quién se quedaría, y Hannad ganó la apuesta. Como ganador, escogió quedarse para obtener una gloriosa muerte en el lugar donde nació su nueva vida.
Jax supo que Kanos había escapado a su trampa, y encargó a su mano derecha, el general Redd Wessel (veterano de Yinchorr), la misión de perseguir y acabar con Kanos. Wessel demostró su incompetencia cuando Kanos se le escapó en Zaddja y Phaeda, y acabó volviendo a Yinchorr en un caza Cimitarra robado. Jax le persiguió en su nave insignia, el destructor imperial Venganza del Emperador. También le siguieron dos agentes neorrepublicanos que habían confraternizado con Jax en Phaeda, la hermosa Mirith Sinn y el trandoshano Sish Sadeet, irónicamente en la nave que Kanos había dejado atrás.
Kanos aterrizó en otra nave y dejó en órbita el caza Cimitarra, con un potente explosivo. El general Wessel capturó el caza con un rayo tractor, creyendo que Kanos estaría dentro. Carnor Jax, que descubrió la verdad gracias a sus poderes de la Fuerza, abandonó su destructor en una lanzadera, acompañado sólo de un pelotón de soldados y del experto asesino teniente Geff Blim. La bomba explotó en el hangar del destructor, matando a todos los que estaban a bordo, incluído Wessel.
Jax dudaba que sus soldados de asalto pudiesen detener a Kanos, pero esperaba que le distrajesen el tiempo suficiente para que Blim se ocultase y se preparase para disparar contra Kanos desde una posición oculta. Cuando Kanos previsiblemente derrotó a todos los soldados de Jax, Jax en persona se reunió con él en el Turbión para combatir cuerpo a cuerpo como habían hecho tantos años atrás durante su adiestramiento. Jax contaba con que Blim disparase a Kanos durante la lucha, obteniendo así una ventaja.
Sinn y Sadeet, los agentes de la Nueva República, aterrizaron en Yinchorr sin seguir el plan de Jax. Destruyeron la lanzadera de Jax, matando a sus dos pilotos. Sadeet encontró el escondite de Blim y mató al imperial antes de que éste pudiese escapar.
Sadeet y Sinn llegaron al Turbión a tiempo de impedir que Jax tirase a Kanos al pozo. Jax se defendió del torpe ataque de los neorrepublicanos sin dificultad, pero Kanos se recuperó en ese tiempo y reanudó el combate contra su enemigo. Sadeet entonces se preparó para disparar contra Jax y matarle en ese momento, pero la comandante de Sadeet, Sinn, preferiría capturarle con vida para interrogarle y averiguar datos importantes sobre el Imperio. Así pues, al ver a Kanos derribar a Jax y prepararse para ejecutarle, Sadeet corrió hacia ellos para impedir la muerte. Kanos, motivado por su lealtad al emperador y su odio al traidor, y a la vez afectado por la adrenalina del combate, reaccionó instintivamente hiriendo de gravedad a Sadeet, y después ajusticiando al traidor Jax. No expresó remordimiento, aunque sí dolor, por la muerte del alienígena. Kanos abandonó entonces el planeta.
Sinn, la última forma de vida de Yinchorr, fue recogida por algunos de sus aliados. Ella estaba enterrando a Sadeet en el rocoso suelo de Yinchorr, a la vez que negaba a Jax ese rito. Ante sus amigos, Sinn juró vengarse de Kanos, y después salió del planeta.
Después de casi una década de dominio imperial sobre Yinchorr, la Nueva República tomó medidas militares y liberó el planeta. Esto formaba parte de una campaña militar para reclamar el territorio que había reconquistado el clon del emperador. Los yinchorri supervivientes volvieron a su mundo y se unificaron bajo el estandarte del hijo superviviente del líder del Consejo de Ancianos de Tol-Kachorn. Se asentaron en el antiguo cuartel de la Guardia Imperial, en parte porque era un edificio muy bien defendido; y pasaron los siguientes años intentando reconstruir su civilización.
En estos tiempos, la población local de rolk-mangirs volvió a crecer. Los sindicatos criminales y los burgueses ricos pasaron a querer rolk-mangirs como animales de guardia. Seguía siendo ilegal, pero los contrabandistas ocasionalmente transportaban cachorros de rolk-mangirs capturados por tramperos con base en Yinchorr.
En el año 25 después de Yavin, más de una década después de su liberación, Yinchorr era un sistema independiente. Los yinchorri no habían solicitado ser miembros con derecho a voto en la Nueva República, ni mucho menos en el Imperio. El sistema, de todos modos, tenía una base militar neorrepublicana y un centro de reparación naval de afiliación desconocida.
En el año 130 después de Yavin, el Imperio fue conquistado por Darth Krayt, que intentó en vano matar al entonces emperador Roan Fel. Krayt recuperó Yinchorr y, durante al menos los siete años siguientes, lo usó como centro de entrenamiento de soldados de asalto. No está claro qué pasó con los yinchorri. El lugar tenía una reputación por la alta tasa de mortalidad de los "novatos". Además, la reemergencia de Roan Fel en el 137 dY hizo que algunos soldados desertasen del Imperio para apoyar al Emperador. Ante estos rumores, Krayt envió a varios sith para asegurar la lealtad a través del miedo. Este procedimiento no fue especialmente eficiente: La división 407º bajo el mando del teniente Gil Cassel fue enviada bajo la supervisión del sith Lord Maleval para impedir que desertase la división 908º bajo el mando del capitán Jared Cassel, hermano de Gil. En el proceso, la mayoría de la 407º murió, pero algunos desertaron y el novato Anson Trask incluso mató a Maleval. Trask salió impune, puesto que el último testigo aceptó contar una versión falsa, y volvió a Yinchorr para recibir al siguiente novato de su división.
Un Soldado de Asalto Yinchorri en el cómic Star Wars Legacy 31
Según vemos en los cómics de Legacy, ver imagen, se tiene constancia de que entre las tropas imperiales que aceptaron a Darth Krayt había guerreros Yinchorri. Se desconoce si la otra parte del imperio dividido, la que siguió fiel a Roan Fel, también contaba con estos fieros soldados".
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Estudiemos ahora a la especie inteligente nativa de Yinchorr: Los yinchorri, a veces llamados yinchori. Se trata de humanoides reptilianos de complexión robusta, sin diferencias visibles entre machos y hembras. Los yinchorri tienen piel gruesa de color marrón o verde oscuro, que les ofrece cierta protección contra el árido entorno de su mundo. Un adulto mide, según algunas fuentes, entre 170 y 220 centímetros; otras sugieren que la media está entre 240 y 270 centímetros. 
La estructura social está muy arraigada entre los yinchorri, que se consideran parte de una u otra comunidad. En el momento de romper el cascarón de su huevo, son parte de una comunidad formada por sus padres y sus compañeros de nidada. Crecen entonces en un pueblo, que es a menudo su segunda comunidad. Cuando tienen un empleo, sus compañeros y superiores también son una comunidad. Eventualmente, el yinchorri creará una familia propia a través del apareamiento. Aunque no hay informes sobre rituales de matrimonio entre los yinchorri, la cópula equivale a un compromiso vitalicio en su cultura. Un yinchorri que haya perdido a su cónyuge no buscará un nuevo compañero; más aún, frecuentemente el superviviente morirá de dolor a los pocos días. 
