Antes de que la República se fundase, hace más de veinticinco mil años, la civilización tionesa se expandió a través de la conquista de sistemas cercanos. En su momento de mayor crecimiento, estuvo a punto de alcanzar el sistema Almania… y se quedó con las ganas. Los territorios de Xim, el Déspota, nunca llegaron hasta Almania.
Unos cuantos siglos después de Xim, la República Galáctica se fundó en los Mundos del Núcleo y, a lo largo de los milenios siguientes, se propagó a sistemas más periféricos. Almania estaba demasiado lejos y no sería descubierto en mucho tiempo.
En el año 5.000 ABY, la galaxia civilizada acababa poco antes del sistema Almania. En ese momento, una potencia política agresiva, el Imperio Sith, lanzó ataques militares contra la República en la llamada Gran Guerra del Hiperespacio. Aunque Almania estaba precisamente entre el territorio de la República y el de los Sith, el sistema pasó desapercibido para ambos bandos.
No fue hasta pasado un milenio cuando el territorio que incluía Almania fue conquistado por los mandalorianos en algún momento entre 3.976 y 3.965 ABY; por entonces los mandalorianos estaban conquistando planetas no alineados a ninguna facción. Los mandalorianos fueron después derrotados y esa zona de la galaxia fue conquistada por el lord del sith Darth Revan durante su breve imperio (3.959-3.956 ABY).
Tras la caída de Revan, la República pasó a conocer el sistema Almania y viceversa. Sin embargo, Almania nunca se unió a la República en calidad de miembro, principalmente porque estaba demasiado lejos de las actividades del gobierno pangaláctico. Sabemos que durante los últimos años de las Nuevas Guerras Sith (2.000-1.000 ABY), los sith controlaban el territorio cercano a Almania, pero no el sistema propiamente dicho.
Después de eso, durante el último milenio de la República, ésta tenía constancia de que las tres lunas de Almania estaban habitadas.
Aún cuando Almania no formaba parte de la Antigua República, la luna Pydyr tenía representación en el Senado Galáctico de Coruscant: En 22 ABY, poco antes de las Guerras Clon, el Senador Wuja Wojaine de Pydyr fue arrestado por aceptar sobornos ilegales de esclavistas thalassianos a cambio de ignorar sus actividades. Wojaine fue retirado de su cargo y puesto bajo arresto domiciliario en su embajada, pendiente de una audiencia, según informaba la prensa de la HoloRed.
Poco después, la galaxia se sumió en otro gran conflicto, las Guerras Clon, que enfrentaban a la República con la Confederación de Sistemas Independientes. Ninguno de los dos bandos tomó el poco estratégico sistema Almania.
Tras el final de la Guerra en 19 ABY, la República fue reemplazada por el Imperio Galáctico, un gobierno totalitario, militarista y antialienígena: Múltiples especies inteligentes fueron reclasificadas para poder oprimirlas. Los pydyrianos tuvieron mucha suerte: Almania era un planeta demasiado remoto para ser de interés para el Imperio, así que el Imperio mantuvo a los pydyrianos como seres inteligentes. El Imperio simplemente exigió dinero a Pydyr, y los pydyrianos redactaron cuidadosamente un mensaje sobre su no implicación en asuntos galácticos. En situaciones similares con otros planetas, el Imperio reaccionaba de forma violenta, pero en este caso decidieron simplemente ignorar Pydyr, de nuevo por su alejamiento.
Cerca de 0 ABY, el Imperio se enfrentó a una resistencia organizada, la Alianza para la Restauración de la República. El gobierno humano de Almania, llamado los Je'har, decidió proporcionar armas y dinero a varias bases de la Alianza, incluida la famosa base de Hoth. Los Je'har también presentaron cierta oposición al Imperio en asuntos locales.
En 4 DBY, el emperador murió en la Batalla de Endor, provocando que el Imperio se escindiese. La Alianza se reorganizó en un gobierno seudolegítimo, la Nueva República. Almania no se unió a la República, aunque el sistema se consideraba levemente afín a esta facción. Pese a ello, entre los años 7 y 8 DBY, el territorio de Almania estuvo bajo el control de un señor de la guerra imperial, Zsinj, hasta que éste fue derrotado y sus dominios se desintegraron.
En el año 9 DBY, la República mantuvo una feroz guerra contra el imperial Gran Almirante Thrawn, que fue derrotado en cuestión de meses. Durante ese tiempo, tuvo lugar otro conflicto importante en Almania: Los Je'har, que se habían tornado en un gobierno despótico y brutal, codiciaban las riquezas de Pydyr y empezaron a saquear su luna en incursiones. Se perdieron muchas vidas. Almania interrumpió la comunicación con la República. El gobierno republicano en Coruscant recibía informes sobre genocidio pero no respondió porque no tenían la seguridad de que fuesen reales, y porque estaban demasiado ocupados con sus propios conflictos. Eso permitió a los Je'har continuar su holocausto durante años.
Por entonces, la República había reconstruido la Orden Jedi de monjes guerreros que aprendían a utilizar los poderes de la Fuerza bajo la tutela del Maestro Jedi Luke Skywalker. Uno de los aprendices de Skywalker era el joven humano almaniano Dolph, que eligió terminar su entrenamiento prematuramente y volver a su sistema natal. Dolph descubrió los cadáveres de sus padres, brutalmente asesinados por los Je'har, y la rabia le llevó a sucumbir al lado oscuro de la Fuerza. Dolph adoptó una nueva identidad con el seudónimo Kueller, en referencia a una figura histórica local, e inició desde el planeta Fwatna una campaña militar contra los Je'har.
A lo largo de los años siguientes, Kueller causó estragos en Almania, masacrando a los Je'har y a los ciudadanos de su mundo hasta dejar a sólo mil almanianos selectos con vida. Se autoproclamó Amo de Almania y movió su base al Gran Domo de los Je'har, el anterior centro de gobierno

Kueller y un oficial Je'har
Kueller decidió entonces iniciar una cruzada vengativa contra la Nueva República, a la que acusaba de negligencia por no haber acudido en ayuda de su mundo, y contra el Maestro Skywalker. Kueller creía que podría obtener grandes poderes de la Fuerza si mataba personalmente al más poderoso usuario de la Fuerza vivo, que era Skywalker.
El plan de Kueller incluía provocar múltiples asesinatos usando explosivos. Kueller se asoció con Brakiss, antiguo aprendiz de jedi metido a responsable de la fábrica de droides del planeta Telti. Kueller hizo que Brakiss ocultase explosivos en los droides que iban a ser distribuidos a ciertos puntos, como el Senado de Coruscant, Auyemesh y Pydyr. Kueller trabajó en conjunto con un grupo de contrabandistas para obtener equipo imperial.
Por entonces, Pydyr estaba redirigiendo presupuesto de defensa y seguridad a economía local y desarrollo médico, pese a las propuestas del ministro de seguridad de Pydyr. El ministro opinaba que el ejército estaba bajo mínimos en personal y equipo, y que esas medidas eran una invitación a que sus enemigos les robasen: La República sin duda no intervendría a tiempo en caso de ataque. Kueller, conocedor de la cultura de Pydyr, contaba con que los pydyrianos ignorasen estas quejas, y así fue.
En el año 17 DBY, Kueller inició su cruzada. Empezó por detonar los droides del Senado, demoliendo el edificio y asesinando a docenas de senadores. La Jefa de Estado de la República, Leia Organa Solo (hermana del Maestro Luke Skywalker y también jedi) resultó herida.
Kueller había distribuido sus droides explosivos también en Pydyr y Auyemesh y pretendía aniquilar la población de ambas lunas para después saquearlas y usar esas riquezas para comprar material militar. Kueller también pretendía distanciar en el tiempo las masacres: Matar a tanta gente a la vez y en el mismo lugar provocaba perturbaciones en la Fuerza que serían percibidas por los más poderosos usuarios de la Fuerza. Kueller sabía que uno de éstos era Skywalker y buscaba causarle el máximo daño con dos ataques. Kueller preveía que Organa Solo también lo percibiría.
En primer lugar, Kueller arrasó Pydyr de forma muy cuidadosa: Exactamente 1.651.305 pydyrianos murieron en un instante, pero los joyeros de seafah fueron perdonados; las fuerzas de Kueller les encerraron en sus respectivas casas. Kueller sabía que esos profesionales eran los únicos capaces de obtener los valiosos mariscos de Pydyr, y pretendía mantenerlos con vida para que trabajasen para él cosechando la riqueza natural de la luna.
Tanto Kueller como Skywalker percibieron a través de la Fuerza el dolor y miedo de los pydyrianos muriendo; Kueller se regodeó en ello. Inmediatamente después, Kueller mandó un equipo de tropas de asalto bajo el mando de su fiel oficial Hartzig para "limpiar" Pydyr, eliminando los cadáveres de pydyrianos.
Kueller hizo vender las posesiones de los pydyrianos en el mercado, a tratantes de arte ricos pero poco éticos. El almaniano pretendía hacer sets de coleccionista, uno con los domicilios, otro con gemas, otro con ropa, etcétera. Kueller examinó Pydyr personalmente, acompañado por sus tropas para que éstas verificasen que no había habido supervivientes. La visita de Kueller duró varios días, durante los cuales el edecán de Kueller, Femon, conspiró en vano para asesinar a Kueller.
Skywalker siguió el rastro de la perturbación hasta Telti y de allí a Almania. Ignoraba que su ala-X había sido saboteada por agentes de Kueller y tenía un explosivo. Kueller había hecho sabotear todas las alas-X recientes, pero los droides C-3PO y R2-D2 y el técnico Cole Fardreamer, desde Coruscant, descubrieron este complot y alertaron a Organa Solo para que no las utilizase (Y sí, eso significa que, por una vez, Skywalker no llevaba a R2-D2 de copiloto).
Cuando Skywalker llegó al sistema Almania, tuvo un mal presentimiento al ver la luna de Pydyr. Se acercó a la luna con las comunicaciones abiertas, esperando recibir un aviso de control de tierra, y se preocupó cuando no lo recibió. Escaneó entonces la superficie y vio que sólo había diez formas de vida superior en todo el planeta (Entre ellas Kueller; Skywalker pudo percibir que era alguien malvado a quien había conocido, pero no supo que era su antiguo pupilo Dolph). Dedujo entonces correctamente que la perturbación en la Fuerza se debía a una matanza en Pydyr, y optó por investigar esa luna antes de ir a Almania.
Skywalker aterrizó en una calle de Pydyr e intentó salir de su nave. El vehículo saboteado no respondió correctamente y, cuando Skywalker quiso abrir la escotilla manualmente, activó el detonador oculto. El Maestro Jedi salvó la vida sólo porque ya estaba desembarcando, pero aún así la explosión le causó varias magulladuras y cortes, la pérdida de la piel artificial que cubría su mano cibernética, quemaduras de tercer grado en la espalda que le exigieron quitarse parte de la ropa y, más importante, rotura e inflamación de su tobillo izquierdo. La pierna de Skywalker aún no se había recuperado después de su aventura anterior en el Ojo de Palpatine, y ahora el Maestro apenas si podía moverse por sí mismo.
Skywalker irrumpió en un domicilio cercano en busca de agua y medicamentos. Encontró una cocina con tecnología avanzada, pero sin inquilinos, y tomó agua. Skywalker usó un teclado para comunicarse con el cerebro electrónico domótico; éste le dirigió a un kit médico y le indicó que debía haber un droide médico en la zona, pero Skywalker no veía tal droide (porque había explotado). El ordenador reveló a Skywalker que no quedaba prácticamente nadie en el planeta.
Kueller estaba monitoreando la actividad de Skywalker, porque su plan incluía atraer al Maestro Jedi. Satisfecho con ese progreso, Kueller envió un holo-mensaje a la Jefa de Estado Organa Solo y su gabinete, que incluía al General Wedge Antilles y al Almirante Gial Ackbar. Se identificó como Kueller, se responsabilizó por la destrucción de los pydyrianos sin una súper-arma y ofreció metraje de las ciudades ardientes de Pydyr y de la explosión que había herido a Skywalker. Kueller exigió a Organa Solo que le entregase el mando de la Nueva República, y exterminó a la población de Auyemesh. Kueller se aseguró de que nadie pudiese contactar con Skywalker a través de la Fuerza. Antilles y Ackbar dedujeron que Kueller estaba en Almania; Ackbar rastreó la señal y Antilles identificó los edificios de la imagen. La comunicación con Auyemesh y Pydyr no había sido interrumpida, pero no tenía respuesta.
Mientras tanto, Skywalker obtuvo raciones enlatadas en la casa pydyriana, reposó y después interrogó al ordenador para encontrar un tanque bacta. Entonces recibió la perturbación de otro millón de muertos, y dedujo que esa amenaza venía de Almania. Skywalker no pudo encontrar bacta, pero sí un bastón de curación. Mientras se lo aplicaba, detectó la presencia de Kueller, a quien sólo identificó como uno de sus ex-alumnos.
Kueller, ataviado con una armadura y máscara, estaba esperando a Skywalker en la calle. Para sorpresa de Kueller, Skywalker le reconoció al momento. Kueller explicó a Skywalker su trágico origen, lo que llevó a que el Maestro Jedi comparase a Kueller con los Je'har a los que Kueller odiaba. Skywalker falló en su intento de convencer a Kueller para que abandonase sus métodos. Kueller ofreció a Skywalker un lugar a su lado y, no viendo avances en ese sentido, optó por batirse en duelo con su antiguo maestro.
El Maestro Jedi habría preferido no pelear contra su aprendiz e intentó moverse de forma defensiva, pese a que eso sólo empeoraba sus heridas. Como Skywalker estaba debilitado, Kueller le venció en esgrima, llegando a desarmarle; pero Skywalker pensaba que Kueller no le mataría. El genocida efectivamente decidió mantener con vida a Skywalker para usarlo como cebo y rehén y así atraer a la Jefa de Estado, su hermana. Con un chasquido, Kueller llamó a una docena de soldados. Éstos inyectaron un somnífero a Skywalker y le llevaron a Almania, donde fue encerrado.
Organa Solo, en un audaz movimiento, dimitió como Jefa de Estado en favor de su predecesora y aliada Mon Mothma. Mothma organizó una misión militar a Almania enviando una flota de treinta naves de guerra, incluyendo el crucero mon calamari Yavin como nave insignia bajo el mando de Antilles, que escoltaría la nave personal de Organa Solo; Ackbar se quedó en Coruscant para evitar que esta operación fuese descubierta prematuramente por enemigos políticos de Organa Solo.
La flota de Antilles se enfrentó a las defensas de Kueller: tres destructores clase Victoria y múltiples cazas TIE, con una tripulación droide. Mientras Organa Solo aterrizaba discretamente en el planeta, Antilles dedujo la naturaleza de sus oponentes y, aprovechando sus fallos tácticos, inutilizó las naves imperiales. Durante la batalla, Kueller intentó causar estragos en Coruscant detonando los droides que había enviado allí, pero ese cargamento había sido robado por sus aliados contrabandistas y por lo tanto no dañó la capital, sino la base de los criminales.
Organa Solo encontró y rescató a su hermano, pero ambos toparon con Kueller en su intento de huir. Afortunadamente, el marido de Organa Solo, el ex-contrabandista Han Solo, había acudido en ayuda de su esposa y su cuñado llevando consigo un ysalamiri, criatura que impedía a los usuarios de la Fuerza aprovechar sus poderes. Eso dejó a Kueller en desventaja. Kueller intentó detonar todos los droides que había distribuido por la galaxia, pero para entonces Fardreamer, C-3PO y R2-D2 habían desactivado las bombas. Organa Solo, temiendo otro truco de Kueller, le disparó y mató.
La victoria en el sistema Almania permitió a Organa Solo regresar a Coruscant como una heroína y ser reinstaurada Jefa de Estado.
Pydyr recibió después un influjo de inmigrantes venidos del Cúmulo Koornacht. Se trataba de una orden religiosa femenina llamada fallanassi o Adeptas de la Corriente Blanca. Poco antes del auge de Kueller, muchos asentamientos del Cúmulo Koornacht habían sido arrasados por la especie yevetha, pero las fallanassi se habían mantenido ocultas usando sus poderes de ilusión relacionados con la Fuerza; después, las fallanassi habían ayudado a Skywalker a derrotar a los yevetha, pero decidieron no quedarse en Koornacht y reubicarse.
Las fallanassi construyeron una colonia en Pydyr pero la mantuvieron en secreto. Sólo unos pocos pydyrianos sabían de su existencia; y ni siquiera quienes pasaban cerca podían verla, merced a los poderes de ilusión de las fallanassi.

Mercado de Intercambio
En el año 25 DBY, el sistema Almania se había recuperado y tenía una población de entre 500 y 1.000 millones de habitantes. Fue entonces cuando la especie extragaláctica yuuzhan vong inició su fallida invasión a la galaxia, que duraría cuatro años. El sistema Almania tuvo la nada desdeñable fortuna de no verse afectado por los muy dañinos combates. En 28 DBY se observó que el comandante en jefe del Imperio Galáctico, Gran Almirante Gilad Pellaeon, tenía flores pydyrianas en su jardín en el planeta Bastión, pero no está claro si las había conseguido durante la guerra o antes.
En el año 35 DBY, las fallanassi mantenían su comunidad en Pydyr. Una cierta cantidad de pydyrianos sabían de su existencia y cooperaban con ellas en actividades que exigiesen, por ejemplo, tráfico espacial. Fue entonces cuando Pydyr fue visitado por el jedi Jacen Solo, hijo de Organa Solo. Solo deseaba aprender sobre la Corriente Blanca y ser entrenado en sus tradiciones, para lo cual se puso bajo la tutela de la Adepta Akanah Norand Pell. Poco después, sin embargo, Solo fue llamado por su hermana y decidió irse de Pydyr, abandonando su entrenamiento incompleto contra la recomendación de Pell. Solo había dejado su nave en órbita y necesitó que los pydyrianos la hiciesen aterrizar para poder irse.
Tras la marcha de Solo, Pell envió un mensaje a Skywalker, su antiguo asociado, informándole de la situación y de sus propias preocupaciones. Ella aprovechó para recriminar a los jedi aquellos aspectos de su filosofía con los que las fallanassi discrepaban. Skywalker compartió este mensaje con su amiga Tionne Solusar, que lo incluyó en un documento fechado en 40 DBY.
Ahora pasamos al 43 DBY. En ese tiempo, la población de Pydyr parecía estar infectada por una plaga: Los ciudadanos se sentían débiles y ojerosos, sus pieles se llenaban de ampollas y llagas, y sus voces se veían afectadas. Pydyrianos y humanos eran afectados por igual, y nadie conocía la cura o siquiera la naturaleza de la dolencia. Ahora bien, todo esto era una gran mentira: Las fallanassi estaban usando sus poderes para generar una ilusión de enfermedad. Eso disuadía a los visitantes, habida cuenta de que las autoridades de Pydyr pusieron la luna en cuarentena.
Algunos pydyrianos tenían contacto con las fallanassi; por ejemplo, Sanar y Najee, operarios del puerto espacial en Corocus, reportaban a la Alta Dama Pell y sabían de la colonia secreta fallanassi. Incluso éstos se creían afectados por la dolencia ficticia.
Mientras tanto, Luke Skywalker y su hijo Ben, también jedi, se habían asociado con un grupo de usuarios del lado oscuro de la Fuerza, la Tribu Perdida de los Sith para vencer a una entidad del lado oscuro llamada Abeloth. Los Skywalker y los sith se enfrentaron a Abeloth en Las Fauces y creyeron haberla matado, pero Abeloth les engañó y huyó en Sombra Jade, el yate de la difunta esposa de Skywalker. Sólo cuando Abeloth ya había escapado, sus enemigos descubrieron la verdad.
Abeloth había puesto rumbo a Pydyr para reunirse con las fallanassi: Esta secta reconocía a Abeloth como una de las suyas y estaban dispuestas a ocultarla. El aterrizaje del yate durante la cuarentena no pasó desapercibido para los controladores del puerto espacial, pero la líder fallanassi Pell convenció a los operarios para que mantuviesen esa entrada en secreto. La presencia de Abeloth provocó una serie de cambios en Pydyr que no eran totalmente evidentes, incluyendo la aparición de pozos de magma. Además, Abeloth decidió poseer a Pell, tomando control completo sobre su cuerpo.
Los Skywalker huyeron de las Fauces en la lanzadera sith Emiax, llevándose consigo a la joven sith humana Vestara Khai como rehén, para interrogarla y para convencerla de que se cambiase de bando. Skywalker dedujo que Abeloth habría ido a Pydyr para reunirse con las fallanassi, aunque no estaba seguro de si Abeloth pretendía usar a las fallanassi como protectoras, como arma o como blanco. Skywalker temía que los sith le siguiesen hasta Pydyr (sobre todo si Khai lograba llamarlos) así que, cuando llegaron al sistema Almania, envió un mensaje a los jedi en Coruscant para pedir que enviasen una flota de Alas-X Sigilo a Pydyr como refuerzo.
El Emiax se comunicó con el control del puerto espacial de Pydyr, e inicialmente éste rechazó darles permiso para aterrizar. Skywalker explicó que rastreaban a un fugitivo y el controlador insistió en que nadie había roto la cuarentena, pero por error reveló a Skywalker la presencia de un yate recién llegado. Skywalker aterrizó entonces en el puerto de la ciudad de Corocus, donde topó con un transporte ligero BDY Zippel con tripulación humana aparentemente enferma.
Usando sus poderes, Skywalker vio que la epidemia era sólo ilusoria, pero no reveló esto a su hijo ni a Khai porque temía que Ben se fuese de la lengua y que Khai avisase a los sith. En vez de eso, Skywalker alegó que sus poderes le protegían del contagio y que por ello sólo él debía explorar la luna.
Skywalker se reunió con los oficiales pydyrianos del puerto espacial, que inicialmente continuaron negando el aterrizaje del yate. Skywalker convenció al operario de comunicaciones, Sanar, de que le ayudase, sugiriendo que la criminal a la que el jedi perseguía era responsable de la epidemia y que era posible conseguir una cura si la apresaban. Cuando Sanar empezó a confesar, Najee tuvo que admitir el aterrizaje de la nave cerca de la isla de los fallanassi, aunque intentó ocultar la presencia de la secta. Sanar, en cambio, aceptó guiar a Skywalker hasta la isla. En cuanto Sanar y Skywalker se fueron de las oficinas, Najee avisó a las fallanassi de la inminente visita.
Mientras tanto, Khai logró avisar a los sith sin que Ben se enterase, y después salió a hurtadillas del Emiax para seguir el rastro de Skywalker. Intentó robar un speeder ubrikkian sólo para descubrir que había un pasajero dentro. Intentó intimidarle alegando trabajar para Control de Epidemias de la Alianza Galáctica, pero para entonces Ben había notado su ausencia y la había seguido. Aunque Khai había hecho mal saliendo de la nave, ella convenció a Ben para que la acompañase siguiendo el rastro de Skywalker.
Sanar llevó a Skywalker en su speeder X-40 al borde de un acantilado, cerca de la isla, y explicó que el yate había atracado en una cueva en la cara del barranco; Skywalker debía descender escalando con un lanza-clave. Sanar, que se sentía muy enfermo, pidió a Skywalker permiso para retirarse, y el jedi aceptó.
Durante el descenso por el despeñadero, Skywalker fue acosado por aves locales que intentaban ahuyentarle de sus nidos y huevos; cuando Skywalker perseveró, fueron los pájaros quienes se asustaron.
Una vez en la cueva, Skywalker encontró el Sombra y a Pell, con la que mantuvo un debate filosófico. Ben y Khai se acercaron sigilosamente, pensando que debían pelear, pero cuando salieron a la luz, aceptaron no enfrentarse a Pell. A lo largo de los días siguientes, Pell aceptó llevar a los jedi y a Khai a la isla de los fallanassi, donde ocultaron el yate bajo una red de camuflaje por si los pydyrianos investigaban la zona. Skywalker convenció a Ben y a Khai de que habían sido contagiados y que debían aislarse a bordo de la nave.
Mientras tanto, los jedi consiguieron enviar la flota de refuerzo que había pedido Skywalker, pese a la oposición de la Jefa de Estado de la Alianza Galáctica Natasi Daala y del Gran Maestro de la Orden Jedi Kenth Hamner. Aquélla fue manipulada porque la flota iba acompañada del destructor Ventura Errante, que llevaba a bordo como rehenes a varios importantes mandatarios aliados; éste, por desgracia, no pudo ser convencido y la maestra jedi Saba Sebatyne tuvo que matarle en duelo para poder ayudar a Skywalker.
Percibiendo las dificultades de sus amigos en Coruscant, Skywalker decidió escapar de Pydyr en el Emiax. Su primer obstáculo fue convencer a Ben de que no extenderían la enfermedad fuera de Pydyr si se iban; y su segundo obstáculo fue la llegada de la flota sith.
Los sith querían negociar y enviaron una única lanzadera a tierra, de la cual bajaron sólo dos mandatarios: El Alto Lord Sarasu Taalon, un keshiri, y Gavar Khai, padre de Vestara. Los sith querían imponer su voluntad a la de Skywalker con amenazas, pero el Maestro Jedi comprendió que tenía ventaja: Los sith creían que la plaga era real y Skywalker podía engañarles y vencerles; de hecho, les convenció de que los trajes especiales que llevaban los sith no eran suficiente para protegerles de la enfermedad. Además, Skywalker descubrió que Taalon estaba sufriendo una metamorfosis que le hacía asemejarse a Abeloth, y el sith esperaba encontrar a Abeloth e interrogarla para descubrir qué le estaba pasando, antes de matarla.
Skywalker guió a los líderes sith hasta el pueblo fallanassi, pero los otros pilotos sith eran incapaces de encontrar la isla. Los líderes sith y su escolta militar fueron recibidos por una delegación fallanassi liderada por la anciana Eliya, a la que amenazaron. Abeloth, en el cuerpo de Pell, se unió a ellos para revelar cierta información.
Cuando los sith amenazaron a Abeloth, las fallanassi reaccionaron atacando a los sith con ilusiones: "Fantasmas" verdes acosaban a los sith, haciendo que éstos se hiriesen unos a otros al responder. Pell permitió que los jedi y Vestara Khai viesen a través del espejismo. Abeloth ofreció a Taalon una elección: Detener el ataque o revelarle el secreto de su transformación. Taalon persiguió a Abeloth, y fue a su vez perseguido por los jedi y Vestara Khai.
Abeloth guió a sus perseguidores a un recibidor atechado, y allí puso precio a su secreto: Taalon debía ordenar a Khai volverse contra los jedi, o nunca descubriría lo que le estaba pasando. Khai atacó a Ben mientras Skywalker luchaba contra Abeloth. Skywalker mató al cuerpo de Pell, pero Abeloth perduró pasando su consciencia al cuerpo de la antigua amante de Skywalker, Calista Ming. Los Skywalker fueron derrotados y Taalon preparó el golpe de gracia…
…sólo para ser asesinado por Khai. La muchacha decidió que Abeloth era una amenaza demasiado grande y que el Alto Señor Taalon se había convertido en su mascota de Abeloth. Ella sabía que los otros Altos Señores sith la perseguirían hasta matarla por esta afrenta, si ella sobrevivía a ese día. Esto permitió a los Skywalker recuperarse y enfrentarse de nuevo a Abeloth, esta vez con la ayuda de Khai. Gavar Khai estaba presente, pero su hija lo mantuvo inconsciente.
Una vez más, Abeloth escapó esta vez a bordo de la nave Nave y rumbo a Nam Chorios, donde pretendía recuperarse. Los jedi pretendían perseguirla en el Sombra, para lo cual salieron del recibidor y caminaron hacia el yate. Tuvieron que cruzarse con los soldados sith, que creían haber derrotado a los fantasmas (En realidad las fallanassi abandonaron el ataque cuando Abeloth escapó). Los sith no querían permitir que los jedi subiesen a bordo de la nave sin que Taalon o Gavar lo autorizasen.
Fue entonces cuando llegó la flota jedi de Coruscant, que atacó a las naves sith disparando torpedos. Al mismo tiempo, los sith descubrieron que Khai había matado a Taalon, y ordenaron detener a la traidora. Los jedi y Khai subieron al yate, y Skywalker despegó para perseguir a Abeloth, sin permitirse un respiro para aplicar primeros auxilios a sus heridas; sólo aceptó un informe de medio minuto de la flota. Todas esas prisas impidieron a Skywalker curarse heridas graves en su rodilla durante la batalla de Almania, que después redujeron su rendimiento en Mendenbatt.
Unas horas después de que Abeloth y los Skywalker hubiesen escapado del sistema, las flotas jedi y sith decidieron retirarse, porque no había motivo para seguir luchando. Para entonces los sith habían perdido al menos seis fragatas. El Ventura Errante recuperó los cazas que había lanzado y saltó al hiperespacio rumbo a una reunión privada en Borleias. Algunas naves como el Bailarín del Polvo se quedaron en el sistema Almania recogiendo pilotos extra-vehiculares después de la batalla.
El enfrentamiento contra Abeloth continuó. Los jedi revelaron lo que habían descubierto en Pydyr sobre su enemiga a sus asociados Kyp Durron y Tahiri Veila, y esta información resultó útil durante el enfrentamiento final contra Abeloth en Coruscant.
Para el año 137 DBY, el sistema Almania al fin se había unido a la potencia galáctica dominante: El Imperio Sith de Darth Krayt dominaba virtualmente toda la galaxia conocida, incluyendo la luna Pydyr.
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