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Si alguna vez una especie fue personificada en un individuo, ése era Trench: Como correspondía a un harch, Trench era robusto, belicoso, inflexible y perdurable hasta casi la inmortalidad.
Nacido en Secundus Ando cerca del año 220 ABY, quizá antes, Trench era un harch parecido a una araña humanoide: Caminaba sobre dos de sus extremidades, y le quedaban otras seis para utilizarlas como brazos acabados en manos de tres dedos afilados. En su rostro destacaban dos enormes quelíceros que, en una pareidolia, podríamos asemejar a un bigote; entre las dos piezas se asomaban los colmillos afilados en la boca de Trench. Encima del bigote, sus seis ojos rojos de pupila amarilla formaban un aterrador semicírculo. Trench usaba todos sus ojos y todos sus brazos para su ventaja, pero a menudo los humanoides se centraban sólo en una pareja de cada uno de los grupos como dominante; esto es, los seres de otras especies le miraban sólo a los ojos más bajos, por ejemplo. Pese a esos intentos de empatía, Trench era percibido como estéticamente desagradable para los humanos. Que Trench cliquease de forma extraña al hablar era igualmente preocupante.
En la madurez, Trench alcanzó la nada desdeñable estatura de 1.89 m. y destacó como líder militar. Su uniforme de oficial, por supuesto, estaba adaptado a su anatomía infrecuente, con seis mangas (todas ellas con los galones que correspondiesen a su rango). Trench poseía también otros atavíos, incluyendo trajes de presión con blindaje hecho de pez-mineral andoano; aunque en general los harch eran lo bastante resistentes para requerir pocas armaduras. Raro era que necesitase más arma que su bastón de mando.
Trench era un oficial harch.
Aunque Trench no vivió en las eras más conflictivas de la historia, participó en muchos conflictos armados y prosperó como comandante naval. Veterano en batallas de varias guerras, Trench obtuvo notoriedad por ser un estratega y táctico astuto, implacable y muy combativo: A menudo se enzarzaba en combate contra quien hiciera falta. Era además leal a su causa, capaz de resistir interrogatorios y torturas sin revelar información en el improbable caso de ser capturado. Como correspondía a un oficial y un caballero, Trench cuidaba su apariencia y mantenía su rostro esmeradamente acicalado.
Cerca del año 104 ABY, quince asentamientos andoanos en el Borde Medio se independizaron como las Colonias Libres Andoanas y obtuvieron influencia gracias al comercio. El planeta Ando estaba descontento con esta situación, las tensiones entre las CLA y Ando se hicieron frecuentes, y los harches apoyaban a Ando. Finalmente, en 57 ABY estallaron las Guerras Andoanas. Según pasaban los años, la República procrastinaba su intervención todo lo posible mientras la guerra se recrudecía; ambos bandos desistieron de recibir refuerzos por ese camino.
Trench se hizo una reputación durante esta lucha. Él defendió Secundus Ando contra invasores de las llamadas Fuerzas Libres; y después lideró contraincursiones a través de la ruta Espina de Horos, en dirección a Andosha. Trench llegó a ser el líder militar más destacado de la guerra, derrotando al enemigo en Arbular y después en Horos, rumbo a la batalla final del conflicto: Raquish, en 39 ABY.
Raquish fue una abrumadora victoria de Trench. El oficial, descontrolado, prevaleció usando métodos sanguinarios y armamento arrasador. Eso exasperó a la República, que al fin intervino con una inmensa flota judicial masiva para acabar con la guerra, separar a ambos bandos y exigir la desmilitarización andoana. La República castigó a Ando pero indultó a las Colonias, convirtiendo la victoria de Trench en pírrica, y al propio Trench en un extremista. El gobierno andoano, por supuesto, también estaba disgustado.
Los diez años siguientes, Trench trabajó para la Alianza Corporativa Fue responsable de la destrucción de bases piratas en Ord Namurt y en Engia; y también realizó una valiente incursió en Próspera Jang en la que se hizo con el control de la flota mercante kurosti.
En varios momentos de su carrera militar, Trench tuvo que enfrentarse con un enemigo infrecuente: Naves de sigilo, que se camuflaban al ojo desnudo y a todas las formas tradicionales de detección. Éstos eran cruceros infrecuentes, rara vez fabricados. Trench siempre venció en esas batallas porque se dio cuenta de un detalle importante: Cuando la nave no estaba camuflada, Trench podía registrar su rastro magnético, y después podía bajar sus propios escudos para lanzar torpedos de rastreo que la siguiesen. Los torpedos encontraban implacablemente la nave, estuviese camuflada o no, y la destruían. Trench siempre venció en estas batallas.
En el año 34 ABY tuvo lugar una batalla decisiva en la carrera de Trench: Malastare Narrows. Por entonces, la Alianza Corporativa discutía con el planeta Malastare por la distribución de cierto combustible. Trench, entonces un Almirante que se identificaba con un logotipo personal, decidió la estrategia de la Alianza y la llevó a cabo, con su habitual y eficiente brutalidad: Hizo que la Alianza contratase piratas sikurdianos para apoderarse de las naves-cisterna malastarianas, y después reunió una flota de destructores Fantail y de naves corsarias sikurdianas para bloquear Malastare. Trench, que lideraba personalmente la flota, pretendía obtener ventaja para obligar a Malastare a aceptar un acuerdo en condiciones ventajosas para la Alianza. Si estallaba la guerra, la Alianza podía fácilmente vencer porque las fuerzas sectoriales de la República eran corruptas e ineficaces.
Una ficha de Trench con su insignia.
Malastare intentó encontrar una solución diplomática sin claudicar completamente, pero fracasó. Entonces, Malastare apeló al Canciller Finis Valorum de la República para que interviniese. Valorum, políticamente atribulado por otros motivos, no podía apoyar públicamente a Malastare; pero lo hizo en secreto: Hizo que los sectores vecinos, Tyus y Var Hagen, diesen su apoyo a Malastare; canalizó fondos para que los dugs contratasen mercenarios; y envió observadores militares a la zona -entre ellos el jedi Kep-She y el oficial militar Wullf Yularen, sabiendo que se verían forzados a intervenir.
Una chispa bastaba para hacer estallar ese polvorín, y así fue: Empezaba la batalla de Malastare Narrows. Pese a que Trench ya no tenía la supremacía, mantuvo la ventaja. Los droides de Trench se movían con una precisión letal. Trench destruyó todas las naves de la República; Yularen y su gente sobrevivieron por los pelos, no sin múltiples bajas. Afortunadamente intervino un destacamento jedi, enviado para "zanjar el asunto". La nave insignia de Trench fue destruida con él a bordo, y el harch fue dado por muerto. Sobrevivió gracias a su caparazón duro y a su traje de presión de pez-mineral, pero se mantuvo oculto, fingiendo su propio deceso.
Del mismo modo que Raquish fue una amarga victoria para Trench, Malastare Narrows lo fue para la República: La Alianza Corporativa fue obligada a retirarse, pero las naves y vidas perdidas provocaron un escándalo que debilitó políticamente aún más al Canciller Valorum: Sólo un año después, la Federación de Comercio inició otro bloqueo a otro planeta, fijándose en lo que se podía aprender de Malastare Narrows; y la carrera política de Valorum no sobrevivió a esto.
En el año 24 ABY, la Antigua República enfrentó la llamada Crisis Separatista, que desencadenaría las Guerras Clon del 22 ABY. El carismático Conde Dooku, un jedi retirado, criticaba la corrupción de la República e inició un movimiento de secesión, animando a planetas y empresas a dejar la República y unirse a la Confederación de Sistemas Independientes. Algunos de los más ansiosos y tempranos separatistas fueron la Alianza Corporativa, la Federación de Comercio y el planeta Ando.
En 22 ABY estallaron las Guerras Clon. La República descubrió un ejército de clones que utilizó para asediar los mundos separatistas, poniéndolos a las órdenes de los jedi. Las fuerzas de seguridad droide de los magnates separatistas servían de alternativa confederada a los clones; pero necesitaban oficiales capaces. El Almirante Trench se unió a los Separatistas, ofreciendo su valiosa experiencia. Dooku era el comandante en jefe de la Confederación, y Trench respondía directamente ante él.
Durante los primeros meses de guerra, Trench combatió contra los clones y los estudió en detalle, aprendiendo todo lo posible. Quizá lo hacía para aliviar su tedio, pues Trench declaró que llevaba tiempo sin un desafío digno de él. El hábil almirante avanzaba a bordo del Acorazado Invencible, una nave terrible que casi podía bloquear un planeta sin apoyo. Tan eficiente era él en sus batallas, que la República ignoraba aún que Trench hubiese sobrevivido, ¡pese a que Trench había marcado el casco de su nave con su propia insignia personal! Se ve que él dejaba pocos supervivientes, y nunca alguno que pudiese reconocer su estandarte.
En ese primer año de la guerra, Trench participó en una operación separatista de gran importancia: La batalla de Christophsis. Era Christophsis un planeta rico en recursos y en posición estratégica. Codiciando el control de Christophsis, el Conde Dooku envió un ejército invasor de droides al mando del General kerkoiden Whorm Loathsom para asegurar la superficie planetaria, y una enorme flota de treinta naves de guerra al mando del Almirante Trench para impedir que la República accediese al planeta; también envió a la asesina rattatak Asajj Ventress para ciertas operaciones clandestinas.
Las órdenes de Trench eran impedir que Christophsis recibiese refuerzos (aunque no tenía que bloquear las comunicaciones, sin duda por el efecto propagandístico), y proporcionar apoyo a Loathsom en superficie con bombardeos y otras actividades. Sus recursos incluía varias fragtas clase Munificent, bombarderos clase Hiena de Baktoide, cazas droide no tripulados clase Buitre, y por supuesto su acorazado clase Providencia, Invencible. Se le asignó el droide táctico TI-99 para que le diese apoyo en el puente.
Durante la batalla de Christophsis, el Almirante Trench trabajaba con el droide táctico TI-99.
La primera fase de la invasión fue un éxito: Christophsis estaba bajo el control separatista. Incluso atraparon en una de las ciudades a una iniciativa de socorro del Senado, bajo el mando personal de Bail Organa de Alderaan. Organa y sus adláteres estaban en territorio ocupado, corriendo el riesgo de ser capturados. Trench sabía que la República les enviaría ayuda, aunque sólo fuese por el valor de esos rehenes.
Cuando las condiciones de los nativos de Christophsis empeoraron rápidamente y sus suministros empezaron a agotarse, ellos contactaron con la República. La República envió una flota de destructores clase Venator y fragatas clase Pelta al mando del General Jedi Anakin Skywalker y del Almirante Wullf Yularen desde el crucero Resuelto; y también al equipo del General Jedi Obi-Wan Kenobi y el comandante clon CC-2224 "Cody"; Kenobi era el comandante republicano. Kenobi debía hacer escala para recoger un arma secreta (una nave de sigilo de sólo 99.71 metros de eslora), así que ordenó a Skywalker no enzarzarse en combate naval hasta reunir todos sus activos. Kenobi sospechaba que Skywalker, siendo indisciplinado y audaz, desoiría su orden.
Tal fue el caso cuando Organa contactó con el Resuelto para pedir ayuda urgente: Loathsom estaba alcanzando su posición y tenían pocos recursos. Pero reconozcamos que Skywalker no inició la escaramuza: Trench decidió aislar las naves de apoyo enemigas para separarlas de los cruceros. Las naves separatistas abrieron fuego contra el Resuelto y otros cruceros, interrumpiendo la transmisión de Organa. El Invencible, reconociendo su equivalente enemigo, avanzó hacia el Resuelto de frente, intensificando el fuego de los cañones láser de proa. Una nave de apoyo fue derribada, y después cayó una nave de suministros. Skywalker sin embargo mantuvo la posición, intensificó sus escudos frontales y se preparó para reaccionar la embestida enemiga acometiendo él mismo al enemigo. TI-99 reportó a Trench la táctica detectada; pero Trench también porfió en su plan, intensificando los escudos. Las naves eran dos astados listos para golpearse una a la otra.
Entonces llegaron al sistema las fuerzas de Kenobi, posicionándose detrás de una pequeña luna. Desde la nave Negociador, Kenobi contactó con Skywalker y le ordenó directamente que se retirase y se reuniese con él de inmediato. Siguiendo el consejo de Yularen, Skywalker aceptó. Trench decidió no perseguir al Resuelto, prefiriendo mantener su posición en el bloqueo según sus órdenes. Decidió que había ganado el primer asalto, pero pronto llegaría el segundo y debía estar preparado. Trench hizo bajar los escudos para que éstos y los cañones se recargasen.
Kenobi encargó una misión a Skywalker en la nave sigilo. Era un cohete muy pequeño, más que las otras naves sigilo conocidas, quizá demasiado para destruir toda la flota enemiga. Skywalker pretendía usarlo para atacar a las naves enemigas desde atrás; pero Kenobi insistió en ponerla a prueba en una misión humanitaria, entregando muy necesarios suministros al campamento Organa en la superficie. La tripulación incluía al veterano comandante clon Apagón, que llevaba semanas familiarizándose con la nave sigilo en un laboratorio secreto, y al soldado clon novato CT-1284 "Spark"… Bueno, y un tripulante más:
El Almirante Yularen había aprovechado ese tiempo para estudiar la batalla que acababa de tener lugar. Él creía haber reconocido las tácticas de su enemigo y, al estudiar el casco del Invencible, vio la marca del Almirante Trench. Yularen, como casi todo el mundo, había dado por muerto a Trench en Malastare Narrows. Preocupado, insistió en hablar con Skywalker, retrasando el inicio de la misión de éste. Yularen explicó que conocía al comandante y ofreció sus servicios como asesor y especialista en la peligrosa misión. Skywalker dio la bienvenida a bordo a Yularen.
Trench y TI-99 recelaron por el retraso: Ambos habían previsto otra ofensiva naval de la República en poco tiempo, y la espera sugería que algo se traían entre manos. Trench decidió recuperar la iniciativa iniciando un bombardeo al campamento Organa; eso motivaría a las naves republicanas a atacar, y Trench sabía que su flota era más poderosa en un conflicto directo. El Invencible lanzó bombarderos y una escolta de cazas… que se cruzaban con la posición de la nave sigilo de Skywalker. Los separatistas no habían descubierto la nave sigilo, pero sus tripulantes, que no lo sabían, se encontraron ante una peligrosa apuesta: Si atacaban a los cazas sin necesidad, entonces revelarían su posición; si habían sido detectados y no atacaban, entonces podrían ser derribados rápidamente. Skywalker optó por no atacar, confiando en los ingenieros republicanos, y los cazas de Trench pasaron de largo.
Pero eso no les sacaba de aprietos: Cuando el bombardeo empezó, Kenobi comprendió que tenía que atraer a Trench y distraer su atención. Contactó con Skywalker para ordenarle que continuase su misión; pero incluso Yularen criticó el plan de Kenobi: Kenobi no tenía recursos para un enfrentamiento directo. Skywalker, sin embargo, estaba en una posición mejor para atacar a Trench por sorpresa: Él decidió atacar al Invencible y después cumplir su misión. Cortó la comunicación con Kenobi, que estaba como siempre, protestando e insistiendo en las órdenes originales; Yularen, por su parte, estaba patidifuso ante la irregularidad, pero obedecía las órdenes.
La nave de Trench resultaba impresionante.
Lo primero que hizo Skywalker fue apagar el camuflaje temporalmente para lanzar cuatro torpedos de protones contra el Invencible; la nave no podía disparar camuflada. En cuanto se detectó el ataque, Trench reaccionó subiendo los escudos termales de su nave insignia. Los torpedos se estrellaron inofensivamente contra la pantalla. Trench reaccionó lanzando cuatro misiles propios contra el enemigo; pero la nave sigilo volvió a camuflarse y Apagón lanzó bengalas de señuelo que atrajeron e interceptaron los proyectiles. Trench ordenó entonces una ráfaga continuada de lásers hacia la última posición conocida de la nave, intentando abrumarla aunque sólo fuese por probabilidad; pero Skywalker consiguió evitarlos todos. Trench dedujo que sólo un jedi podría pilotar tan bien, y además que era una persona agresiva, porque había elegido atacarle en vez de simplemente cruzar el bloqueo con seguridad.
Con esa información, Trench se comunicó con su rival a través de una frecuencia holográfica abierta. Skywalker encontró particularmente feo a su alienígena enemigo. Trench entonces aguijoneó a la República para que le atacase, amenazó con matar a las tropas en Christophsis y, lo más importante, se jactó de haber batido naves similares en el pasado. Propuso a Skywalker que se retirase, sabiendo que la oferta sería rechazada; sólo buscaba que la nave sigilo se dejase ver una vez más, y así poder detectar su patrón magnético para sintonizar torpedos de rastreo.
Kenobi, Skywalker y Yularen se sorprendieron de que Trench hubiese enfrentado naves sigilo. Kenobi consultó los archivos y lo verificó, observando además que Trench siempre usaba torpedos de rastreo contra tales vehículos. Skywalker razonó correctamente que Trench programaba los torpedos para seguir el rastro magnético de las naves de sigilo, que no quedaba lo bastante oculto. Skywalker entonces pidió a Kenobi que retrasase su ataque unos momentos mientras aquél acababa con la amenaza de Trench. Así, con un par.
En cuanto Skywalker se dejó ver, Trench ordenó capturar su rastro magnético, incluso aunque eso supiese mantener los escudos al mínimo para asegurar la lectura. Skywalker lanzó torpedos que sacudieron el Invencible; los droides del puente cayeron al suelo y Trench se agarró a su silla de mando, ¡pero tenían lo que necesitaban! Trench hizo armar y disparar cuatro torpedos, bajando los escudos de su nave para dejarlos salir, y eso le perdió: Los escudos del Invencible necesitaban tiempo para recargar, y Skywalker no iba a dárselo: Skywalker desactivó el sigilo para dar toda la energía a los motores y avanzó con su muy maniobrable nave hacia el puente del Invencible. Los torpedos siguieron a la nave sigilo y, cuando Skywalker viró raspando el casco del Invencible, los torpedos no pudieron imitir la maniobra.
Los torpedos lanzados por Trench impactaron en su propio puente de mando, destruyéndolo e inutilizando su nave. El propio Trench fue dado por muerto, pero una vez más, sobrevivió, perdiendo un ojo y tres brazos en su costado izquierdo. Skywalker llevó los suministros a la superficie y rescató a Organa. Kenobi se enfrentó a la flota separatista, repentinamente desorganizada al perder a su líder. La flota separatista resitsió más de lo que Kenobi había esperado, pero gracias a los pilotos clon y a un piloto jedi, finalmente se batieron en retirada. Esa derrota parcial precipìtó una invasión separatista a gran escala bajo el mando de Loathsom, pero incluso éste fue derrotado.
Aunque la República listó a Trench entre los caídos en combate, Yularen era escéptico: Él ya había visto a Trench sobrevivir a una muerte aparente.
Trench sobrevivió convirtiéndose en un cíborg. Su ojo perdido fue reemplazado por un sensor telescópico que podía extenderese y recogerse. Sus tres brazos pasaron a ser miembros metálicos, con la ventaja de que podían disparar una red de energía a varios metros de distancia. La desventaja era la movilidad: Ahora Trench tenía que caminar con un bastón (uno que, por cierto, también era un arma oculta: Podía provocar un electroshock a quemarropa). El uniforme de Trench tuvo que ser adaptado; su gorguera fue reemplazada por una pieza metálica. Incluso su quelícero izquierdo era ahora una pieza artificial.
Trench sobrevivió convertido en un cíborg.
Un par de años después de la batalla de Christophsis, en 20 ABY, Trench resurgió como el líder separatista en la batalla de Ringo Vinda. Era Ringo Vinda un planeta republicano rodeado por una masiva estación espacial orbital en forma de anillo. Fuerzas separatistas al mando de Trench se hicieron con la estación y la ocuparon con múltiples tropas droide que incluían droides B1, droidekas, droides comando serie BX, droides araña enanos DSD1 y una gran variedad de recursos. Un droide táctico mejorado serie T fue asignado como ayuda de campo de Trench.
La República, queriendo recuperar Ringo Vinda, envió una flota de destructores clase Venator al mando de Skywalker y de las generales jedi gemelas alienígenas Tiplar y Tiplee. Durante días, las tropas de uno y otro bando combatían por cada pasillo y estancia. Los jedi participaban personalmente en las luchas, demostrando recursos y vigor; Trench, por el contrario, supervisaba la acción desde la comodidad de su centro de mando, enviando refuerzos a los lugares oportunos.
Las fuerzas republicanas irrumpieron en un patio contiguo al centro de mando de Trench; el harch contemplaba la acción no desde un monitor, sino desde una ventana de transpariacero, elevado apenas un par de pisos sobre el nivel de la escaramuza. Trench se mantenía elegantemente calmado, observando la escena y analizando cada detalle (aunque por supuesto también pidió refuerzos, concretamente droidekas).
Trench veía cómo los clones y los jedi se enfrentaban a sus droides-araña. La República había dividido sus fuerzas para atacar por tres flancos, cada uno bajo el mando de un jedi; eso obligaba a Trench a separar sus propios activos, lo cual debilitaba a los droides mucho más que a los orgánicos. Además, cada hilera republicana estaba perfectamente coordinada y avanzaban hacia posiciones preestablecidas en las que pretendían converger para hacerse con el control. Si lo conseguían antes de que llegasen los droidekas, obtendrían ventaja.
Trench supervisó la batalla de Ringo Vinda desde cerca, pero sin participar en los combates.
Sucedió entonces algo extraordinario: La tropa clónica CT-5385, "Tup", abrió fuego a quemarropa contra la general Tiplar, asesinándola por la espalda. Eso desconcertó a las fuerzas republicanas, que perdieron rápidamente la ventaja: Tuplee perdió el control y corrió a intentar ayudar a su hermana; otro clon arrestó a Tup, y el caos reinó entre los atacantes. La llegada de los droidekas fue la gota que colmó el vaso: Skywalker ordenó la retirada.
Esta situación era insólita. Trench conocía a los clones, él mismo había matado a muchos, y estaba seguro de que Tup había sido víctima de alguna dolencia: No controlaba sus propias acciones. Acariciándose el rostro pensativo, Trench meditó sobre cómo reportaría todo esto a su superior.
En cuanto el droide táctico reportó la retirada de la República, Trench le ordenó abrir holocomunicación directamente con el Conde Dooku. Trench empezó con un informe discreto sobre la situación de la batalla, pero el perspicaz Dooku leyó en su rostro que había más que contar. Trench explicó el detalle de lo que había sucedido, e incluso convenció a Dooku de que no se encontraban ante un clon traidor, sino ante algo diferente. Dooku agradeció a Trench su informe, prometió considerar sus acciones, y cortó la comunicación. Dooku contactó entonces con su auténtico líder, Darth Sidious, para hablarle de esta temprana aparición de la Orden 66; Sidious hizo que Dooku ordenase a Trench capturar al clon defectuoso y hacérselo llegar a los separatistas.
La República también quería analizar a Tup, que afirmaba no recordar nada pero que por si acaso estaba atado a una camilla. Su plan era enviarlo a Kamino en un transporte clase Nu, con escolta. En cuanto esa nave abandonó la estación, fue asediada por las fuerzas de Trench: Droides de sabotaje Pistoeka "zumbadores" y tropas droide Kraken con cohetes incorporados. Los droides abordaron la nave, asesinaron a los tripulantes y se llevaron a Tup. El ataque era difícilmente explicable, sobre todo para un almirante de tanto talento: Trench estaba revelando que quería hacerse con Tup, y no le importaba que lo supiesen.
Pero ahora Trench tenía el mismo problema: Tup estaba en sus manos, pero tenía que enviárselo a Dooku, y el bloqueo planetario funcionaba en ambos sentidos. Trench asignó a su droide táctico la misión, con los recursos que necesitase. El droide preparó una nave y una escolta de droides B1 y BX en el hangar, y despegó en su nave. Se llevó de polizones a Skywalker y dos clones de élite, CT-7567 "Rex" y CT-5555 "Fives", que se hicieron con el control de la nave y llevaron a Tup hasta Kamino.
Ringo Vinda fue recuperado por los separatistas, y la odisea de Tup tampoco terminó bien: El clon expiró en Kamino después de que le extrajesen un chip inhibidor. Fives investigó al respecto, descubriendo una conspiración del Canciller de la República contra los jedi; pero, cuando intentó revelarla, fue tomado por loco y abatido.
El resto de esta sección es canónicamente dudoso, porque describe episodios de la teleserie The Clone Wars (séptima temporada) que no fueron terminados ni emitidos. Una versión argumentalmente completa, pero tecnológicamente inacabada, de estos episodios fue puesta online en 2015.
El soldado clon Rex, a modo de entretenimiento, había desarrollado y programado un algoritmo informático para identificar las tendencias tácticas de sus tropas e identificar posibles puntos de mejora. Temiendo que su software pudiese caer en manos enemigas y ser usado para predecir los movimientos de la República, Rex extremó las precauciones: Codificó el programa y lo compartió sólo con dos amigos de confianza, ambos clones: Fives y CT-1409 "Eco". Aquél, como dije, había fallecido; pero este último, interesado, manipulaba el programa informático con frecuencia. Presten atención, esto es contexto y será importante más tarde.
La República tenía en el rocoso planeta Anaxes un astillero codiciado por los separatistas. Dooku instó al almirante Trench a liderar una invasión a Anaxes, una de gran importancia para aquél: Trench temía que Dooku le matase si fracasaba. La República reaccionó al ataque enviando a sus ejércitos e iniciando una batalla.
Eco fue dado por muerto al inicio del enfrentamiento, pero esto era inexacto: Eco había sido capturado con vida, y con una copia del algoritmo consigo. El clon fue enviado al mundo supuestamente neutral (pero secretamente alineado con los separatistas) Skako Menor, y puesto al cuidado del Ministro Wat Tambor y sus esbirros skakoanos de la Tecno Unión. Ahora convertido en un cíborg, Eco estaba conectado a la maquinaria skakoana y era obligado a responder a las consultas de Trench y de otros oficiales separatistas en combate que contactasen con Skako Menor desde otros mundos.
Trench hacía buen uso de esta nueva tecnología, que le permitía predecir los movimientos de la República y mantener a raya a sus enemigos. Sin embargo, como quiera que Trench era un militar sensato, él no se lo jugaba todo a una sola carta y había preparado un plan alternativo: Había ocultado una bomba en el reactor de fusión del astillero para arrasar buena parte de Anaxes si se veía obligado a dejarlo en manos enemigas. Trench conocía la secuencia de desactivación del detonador, por si éste era activado prematuramente.
El Almirante Trench era un enemigo astuto y persistente.
Durante semanas, Trench llevó la voz cantante en la batalla. Rex dedujo correctamente que Trench u otro separatista habían conseguido su tecnología y lo reportó al General Jedi Mace Windu. Windu hizo preparar una misión de infiltración para confirmar si Trench efectivamente poseía tal cosa; Rex participó en la misión, junto con el médico clon "Kix". Cody hizo llamar a la unidad experimental heterodoxa de clones diseñados con mutaciones Fuerza Clon 99, llamados el "Lote Defectuoso". El grupo viajó en una cañonera hacia un centro cibernético separatista, pero fueron abatidos. Gracias al Lote, resistieron un ataque droide prácticamente indemnes; con Cody herido, los clones huyeron hacia su objetivo.
Un droide táctico separatista llegó al campo de batalla para analizar lo sucedido y contactó con Trench por holoconferencia. Reportó que no se enfrentaron a jedis, sino a clones que utilizaban tácticas inauditas. Trench meditó al respecto y ordenó a sus droides que encontrasen a los enemigos, puesto que claramente habían continuado el camino a pie. Trench también preparó dos Transportes Multi-Tropa, en los que cabían sendas docenas de droides de élite (o cientos de droides genéricos).
En ruta al centro cibernético, el pelotón de clones tomó un puesto avanzado separatista, eliminando a las pocas decenas de droides que había allí. El droide táctico lo visitó poco después e informó a Trench. El almirante comprendió rápidamente que sus enemigos iban hacia el centro cibernético, y que sin duda sabían del algoritmo. Trench contactó con los droides de seguridad del centro cibernético para alertarles del iniminente ataque, apenas unos segundos antes de que los clones lo empezasen.
Los clones tuvieron éxito en su misión y abandonaron el centro cibernético. Trench temía que hubiese robado datos confidenciales, pero el droide táctico le confirmó que no lo habían hecho. Habían, sin embargo, conectado con Skako Menor, algo que preocupó a Trench. Trench decidió informar a los skakoanos, puesto que era sólo cuestión de tiempo hasta que la República atacase su planeta. Respetuosamente, Trench conversó con Tambor y le informó de la peculiar unidad de clones que le había atacado. Tambor evidentemente mejoró la seguridad droide de su base, se puso en alerta y usó el algoritmo para predecir los movimientos de sus enemigos.
Pese a estas medidas, a la delicada situación diplomática de Skako Menor y a la jactancia personal de Tambor, el Lote Defectuoso y su nuevo comandante jedi Skywalker consiguieron encontrar y rescatar a Eco, huyendo con él de vuelta a Anaxes. Tambor, un skakoano de negocios con una ética muy flexible, era reacio a informar de este fracaso a Trench, porque temía represalias de éste. La Repúblcia de hecho reanudó la batalla contando con que Tambor era así de traicionero.
De vuelta en Anaxes, la República quería aprovechar su múltiple ventaja: Trench ya no tenía acceso al algoritmo, ¡ni sabía todavía que no tenía acceso! Además, Eco estaba seguro de poder enviar señales falsas a Trench, haciéndose pasar por el algoritmo de Skako Menor, si conseguía conectarse a la infraestructura separatista en la nave nodriza de Trench; para esa misión, iría acompañado por Skywalker. El General Windu preparó un plan: Lanzar casi todos sus activos restantes desde el aire a la ensambladora del astillero y tomar el control sobre esa ubicación clave. Era un gambito audaz que dependía de la victoria: Si los clones no ganaban la batalla, no podrían escapar.
En cuanto una masiva fuerza de jedis y clones atacó con saña la ensambladora, Trench fue informado y él a su vez pidió consejo a Skako. Eco, haciéndose pasar por Skako, recomendó a Trench enviar a todos sus activos, droides, al campo de batalla, con la explicación de que la República no enviaría refuerzos sino que confiaría en el poder de los jedi. El plan de Eco era enviar una señal de realimentación para sobrecargar la circuitería de todos los droides en esa zona, pero Trench no lo sabía y, tras breve consideración, confió en el algoritmo, pensando que los droides abrumarían al enemigo. Cuando de pronto todos los droides se apagaron, Trench se quedó anonadado.
Pero los droides en el centro de mando de Trench no habían sido afectados y detectaron que la escalada de energía había salido de esa misma nave. Trench trabajó simultáneamente en dos aspectos: Primero, encargó a sus marineros averiguar dónde exactamente en su nave estaban los saboteadores; y segundo, activó la bomba de Anaxes. Era necesario: Él había sido engañado por el algoritmo, desatendiendo otros frentes de batalla, más de doce, en los que la República estaba ganando terreno por momentos.
Ahora bien, Eco tenía acceso a las comunicaciones de Trench y supo las órdenes que se estaban dando. Desactivar la bomba era una prioridad republicana: Eco intentó averiguar la secuencia de desactivación, mientras Windu bajaba hasta el reactor para introducirla telequinéticamente. Otro general jedi organizó la evacuación de los clones de la zona conflictiva.
Las fuerzas de Trench detectaron el origen de la transmisión e interfirieron la señal, impidiendo que Eco transmitiese y de hecho dañándole por sus conexiones cíborg. Trench se sintió satisfecho, permitiéndose incluso apagar uno de los monitores, y empezó a preparar el siguiente asalto: Primero, eliminar a los infiltrados en su nave; y después, volar en barcaza a Anaxes para contraatacar.
Pero el puente de mando tuvo una visita inesperada, uno de los infiltrados: El jedi Skywalker, que esperaba interrogar a Trench para obtener la clave de desactivación de la bomba. Trench resolló al verle; Skywalker destruyó a uno de los tripulantes droides de un corte con su espada láser. Intentando recuperar la iniciativa, Trench insultó al intruso y los droides presentes fueron a por él, pero en vano, o casi: Un droide comando BX saltó sobre Skywalker y, para evitarle, Skywalker dio la espalda a Trench. Trench entonces usó su brazo cíborg para disparar una red de energía a Skywalker… pero el perspicaz jedi lo vio venir y saltó espectacularmente sobre la trampa, que sólo enredó al BX. Skywalker entonces tomó tierra, poniendo su sable frente a la cara de Trench.
Skywalker exigió la combinación; pero Trench se negó, convencido de que Dooku le haría matar. Skywalker le intentó convencer de que él mismo mataría a Trench si se negaba, mas Trench era reacio a creer eso de un noble jedi. De un solo tajo, Skywalker le cercenó todos sus brazos cíborg, causándole gran dolor, y después volvió a amenzarle. Viéndose atrapado, Trench decidió revelar el código para ganarse la confianza de Skywalker, y después buscar una ocasión de recuperarse. Skywalker se comunicó con Windu y éste apagó la bomba.
La muerte del Almirante Trench.
Aprovechando ese momento en que Skywalker estaba distraído, Trench golpeó el suelo con su bastón, activando un arma eléctrica de cuerpo a cuerpo. Golpeó a Skywalker con ella, pero el jedi era más robusto de lo que habría cabido esperar y atravesó con su sable a Trench y un mueble cercano. Skywalker se dio la vuelta y se alejó con una burla ("Almirante, ha sido un placer") mientras Trench caía al suelo, agonizando y moviendo sus tres brazos. Skywalker tomó un detonador para destruir el acorazado de Trench y buena parte de la flota separatista. Anaxes estaba perdido.
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