ROKUR GEPTA

Artículo escrito por Skippy y maquetado por el Coronel Nathan Kurtz.
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

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El último hechicero de Tund

 

Rokur Gepta: Un monstruo sin entrañas que sólo ansiaba el poder sobre millones de sistemas planetarios y la destrucción de cuantos le ofendían. Un genocida con control político y militar sobre una zona de la galaxia. El último Hechicero de Tund. Un ilusionista embustero que halló en un granuja la horma de su zapato.

Rokur Gepta, a veces llamado Rakus Gepta, era un alienígena varón de la especie croke. Como el resto de crokes, era un ser parecido a una babosa o caracol, más pequeño que la mano de un hombre y que fingía ser un humanoide usando sus poderes de ilusión para crear imágenes en las mentes de otras personas con sus capacidades innatas de la Fuerza.

Originario del planeta de los crokes, Crakull, Gepta nació en algún momento anterior a 20.002 ABY y estuvo veinte milenios vivo y activo, lo cual habría sorprendido a mucha gente por lo longevo. Gepta sin embargo ocultaba su edad entre otros muchos datos.

El secreto que más se esforzaba en ocultar era su especie. Gepta usaba sus poderes de la Fuerza y varios añadidos tecnológicos para proyectar la apariencia de un impresionante varón humanoide en su lugar. El aspecto exacto del falso Gepta era variable dependiendo de quién lo percibía: Algunos veían a un enano maléfico; otros veían a un aterrador gigante de entre dos y tres metros de altura; otros veían a un hombre de un metro y ochenta centímetros, de altura y complexión normal pero sobrecogedor por su lenguaje corporal; y no faltaba quien percibía un extraño borrón.

Todos los testigos coincidían, sin embargo, en algunos aspectos: Rokur Gepta siempre estaba envuelto en pesadas capas, togas y vendas de color gris ceniza, el tono que caracterizaba a los Hechiceros de Tund. Envolvía su cabeza y cara con la bandas de color carbón de una prenda a modo de tocado, capucha o turbante, dejando al descubierto, de todo su cuerpo, únicamente sus ojos. Muchos habrían preferido que los ocultase también: Eran ojos penetrantes de insaciable voracidad, comparados con serpenteantes nébulas turbulentas de oscuridad o remolinos de hambre insaciable y demente. Ni siquiera los más escépticos y aguerridos eran capaces de sostener esa mirada sin sentir que estaban a punto de enloquecer.

La voz de Gepta era un siseo escalofriante que sugería el uso de un sintetizador para producirla.

Todo este aspecto, con la posible excepción de la voz, era como he dicho un simulacro proyectado por el diminuto croke. El auténtico Gepta estaba físicamente cerca de su supuesta imagen, emitiéndola en todo momento, quizá oculto en algún punto de las ropas falsas. Para mantener la fantasía, Gepta se veía obligado a fingir: Se desequilibraba si alguien tiraba de su capa, se echaba chillando la mano al rostro si le herían en la cara e incluso mantenía sangre falsa dentro de su disfraz sólo por el qué dirán. Todo esto era mera teatralidad para que nadie creyese que él era realmente un croke. Gepta a veces desactivaba su disfraz, no sin afectación, para moverse como sólo un croke podía hacer a través de una forma de meditación.

A lo largo de su prolongada existencia, Gepta llevó a cabo muchas acciones, triunfando casi sin excepción y prevaleciendo contra incontables enemigos. Tan activo estuvo que ni él mismo podía recordar a todos los enemigos que había tenido; a menudo había utilizado asesinos de extraordinarios recursos y astucia, pero otras veces había enterrado a sus oponentes simplemente esperando a que ellos, de menor esperanza de vida, expirasen. A algunos les torturó durante siglos, regenerando sus frágiles cuerpos para continuar su suplicio durante siglos. En veinte mil años, prácticamente nadie había hablado a Gepta de forma desafiante, o al menos no sin pagar las consecuencias. Todos los humanos que descubrieron su auténtica naturaleza murieron poco después.

Prosperaba en el legendario planeta selvático Tund una secta de misteriosos magos con extraños poderes y capacidades herederos de enseñanzas sith, los Hechiceros de Tund, todos ellos secretamente crokes. Lo que los Hechiceros creían magia era en realidad un uso de poderes de la Fuerza a través de ciertos rituales y métodos. Gepta estaba interesado en hacerse con los saberes esotéricos de los Hechiceros. Él se unió a su sociedad usando sus capacidades de ilusión; según algunos en 5 ABY, según otros milenios antes. Aunque Gepta era varias veces milenario, más anciano que el más viejo entre los Hechiceros, los necios magos no lograron penetrar su disfraz y le tomaron por un joven neófito.

Los Hechiceros de Tund tiernamente enseñaron sus secretos y su magia del lado oscuro a Gepta. El ambicioso aprendiz aprendió técnicas de meditación y disciplinas antiguas que optimizaban su liderazgo militar, entre otras capacidades. Sin embargo, su maestría mágica era limitada y a menudo sus supuestos hechizos eran mero ilusionismo respaldado por aparatos tecnológicos.

Uno de los talentos mejor documentos de Gepta estaba en la tortura por disgusto, que Gepta utilizaría varias veces en su carrera posterior. La víctima era inmovilizada y conectada a un aparato electrónico, con un artilugio electrónico en la cabeza (si era humanoide). El proceso le obligaba a revivir sus peores recuerdos de agonías, errores y humillaciones, imposibilitando el pensar en otra cosa o de distraerse. Si el infeliz intentaba recurrir a la lógica para seguir adelante, entonces Gepta también le quitaba esto. El torturador, en este caso Gepta, debía experimentar la misma ignominia para guiar el desarrollo, y ponerse un aparato en forma de bobina en su propia cabeza, conectada a más artilugios electrónicos; Gepta estaba dispuesto. Solían bastar unos segundos para similar horas de dolor, y la técnica era aparentemente no letal.

Gepta era excepcional entre los Hechiceros porque era el único conocido con ansias expansionistas. Él deseaba controlar muchos mundos más allá de Tund. Quizá por eso los Hechiceros nunca le nombraron uno de los suyos. Gepta se autoproclamó Hechicero de Tund sin haber llegado a serlo nunca, y no fue lo único que hizo sin la aprobación de sus pares.

Los Hechiceros habían creado una sustancia particularmente peligrosa que podía aniquilar todas las formas de vida en una nebulosa. Era una bio-arma radioactiva cuyo secreto que guardaban celosamente, pero no consiguieron evitar que Gepta lo descubriese.

Finalmente, Gepta había aprendido todo lo que los Hechiceros podían enseñarle. Entonces él asesinó a todos sus maestros, buscándolos entre las cavernas retorcidas de Tund, y arrasó el planeta con el fuego verde del arma, destruyendo a todos los seres vivos allí y dejando un rastro de radiación. Sus motivos para semejante genocidio incluían, más allá de su arrogancia y malicia puras, su deseo de gobernar toda esa zona de la galaxia y de preservar los secretos de su magia y del arma robada.

El planeta Tund se tornó un yermo estéril de la noche a la mañana, cubierto de ceniza gris como las togas de sus Hechiceros. Gepta se aseguró sin embargo de que sobreviviesen oasis protegidos por campos de fuerza masivos para que él pudiese aterrizar su nave allí con seguridad: Pese al holocausto, Gepta seguía viendo Tund como su hogar, y se aseguró de que la comunidad galáctica en general no supiese que la orden misteriosa de Hechiceros de Tund había desaparecido.

Gepta, melodramático en sus apariciones, exigía respeto de los meros mortales y se hacía llamar Hechicero de Tund. Poca gente sabía sobre esa orden, algo que Gepta usaba en su provecho.



Rokur Gepta

Como es bien sabido, dos décadas antes de la batalla de Yavin, el gobierno galáctico de la República fue reemplazado por el Imperio Galáctico, bajo el mando del Emperador Palpatine. Éste exigió control sobre territorios que habían sido ignorados por la República, incluyendo una región del Borde Exterior llamada la Centralidad. La Centralidad había sido colonizada en un intento de escapar de gobiernos corruptos y desde entonces había caído bajo control fáctico de los Hutts; pero éstos habían adoptado una política laissez-faire al considerar que la zona tenía poco valor estratégico. Para cuando el Emperador requisó la Centralidad, ésta sufría una depresión económica y epidemias, en parte por su débil gobierno. La Centralidad estuvo dispuesta a jurar lealtad al Imperio a cambio de ayuda económica y cierta independencia. Palpatine reconoció que la zona era poco rentable para merecer un control exhaustivo.

Durante los primeros años del Imperio, Gepta encontró a un extraño robot multifásico piloto-navegante de clase dos, Vuffi Raa. Varios recuerdos preprogramados de Vuffi Raa habían sido borrados, de modo que él no conocía su propia historia. Gepta interceptó al robot para que le ayudase en su búsqueda de poder y lo puso al servicio de un académico corrupto, el humanoide de piel gris ottdefa Osuno Whett siguiendo algún plan cuyos detalles aún no han sido revelados. Whett, agente de Gepta y del Imperio, utilizó al robot en una chapucera invasión al planeta Renatasia (en la Centralidad) en 13 ABY en la que la población fue diezmada. Gepta no estaba informado de este desastre.

La catástrofe de Renatasia tuvo consecuencias. Un reducido grupo de supervivientes, aproximadamente dos docenas, juró vengarse de Vuffi Raa, a quien culpaban erróneamente de su desdicha. Apenas contaban con unos cazas obsoletos y un acorazado viejo que les permitía viajar por el hiperespacio, pero su líder, Klyn Shanga, era un hombre especialmente decidido y la Confederación Renatasia no tenía nada que perder.

Palpatine estaba interesado en los Hechiceros de Tund por su relación con los sith. Gepta pudo mantener una relación amistosa con el Emperador, ganarse su confianza y respeto y convertirse en su aliado. Una de las poquísimas medidas que tomó el Imperio en relación a la Centralidad fue ponerla a disposición de Gepta: El Hechicero tenía autoridad para hacer su voluntad en los límites de la Centralidad, ordenar bombardeos orbitales, tomar el mando de naves espaciales y detener operaciones militares y gubernamentales sin responder a los canales oficiales. La mayoría de políticos de la Centralidad temían a Gepta, sobre todo porque éste no sentía sino desdén hacia tal profesión.

Gepta recibió además material imperial, destacando especialmente un crucero imperial obsoleto y retirado del servicio, el Wennis. Construido en el 80 abY aproximadamente, el Wennis, con forma de paleta y pintado de negro, era aún así una máquina a tener en cuenta por sus muchas armas y escudos. El Imperio proporcionó a Gepta una tripulación de granujas con entrenamiento imperial, aunque oficialmente civiles y sin insignias, con servicio indefinido para preservar la ficción política. Aunque el Wennis tenía un capitán oficial, Gepta se sentaba en la silla de éste y mantenía el control sobre todas las actividades. A bordo del Wennis, Gepta patrullaba por la Centralidad y a veces cruzaba las fronteras exteriores para visitar Tund y meditar en las zonas habitables. Ocasionalmente Gepta salía al espacio exterior sin traje de vacío, exhibiendo su aspecto cuando nadie le veía, para poder librarse de estímulos.

Gepta hizo modificar varios puntos del Wennis. En primer lugar, incluyó dos jaulas de medio metro cúbico cada una detrás de la silla del capitán, para mantener sus letales mascotas de especies desconocidas. Una de las jaulas estaba ocupada por seis criaturas que usaba para alimentar al monstruo de la otra jaula. Gepta también activó un sistema de vigilancia secreto en los cuartos de sus subordinados, para controlar a quienes conseguían burlar la vigilancia oficial. También incluyó una cámara entre los motores exteriores, accesible sólo en su nave auxiliar cuando los motores estaban apagados, donde ocultaba en una burbuja transparente un milímetro cúbico del arma que había usado para destruir Tund. La esfera estaba sobre un pilón metálico, y todo ello estaban tras dos metros de muro con blindaje de acorazado, simplemente por la ilusión de seguridad

Además del Wennis, Gepta poseía un viejo caza imperial reequipado como nave de exploración en la estación de lanchas de socorro, para poder hacer viajes mucho más rápido; y también tenía un traje de vacío rígido con forma de bañera, el W325, para cuando era necesario salir al exterior y simular que era humanoide.

Todo este poder era insuficiente para el megalómano Gepta. Él aspiraba a usurpar el trono imperial, gobernar la galaxia y extender sus dominios aún más lejos; pero Gepta era longevo y paciente en este plan.

Aunque Gepta no se molestaba en averiguar todo lo posible sobre los mundos de la Centralidad, hubo un sistema que capturó su atención: Rafa. Rafa había sido colonizado por humanos en los primeros años de la República, y los inmigrantes descubrieron los recursos del sistema: Los cristales de vida, que se daban de forma natural en los huertos de vida, eran exportados como joyas porque mejoraban la inteligencia y esperanza de vida de quien las portase; pero los huertos debilitaban a los cosechadores, convirtiéndoles en seres serviles y subhumanos como los nativos toka. Los huertos eran cultivados por toka y prisioneros.

Todos los mundos del sistema Rafa estaban plagados de enormes pirámides plásticas en las que nadie había logrado entrar. La tradición toka decía que eran monumentos construidos por una especie superinteligente, los sharu, que habían abandonado Rafa mucho tiempo atrás. En realidad, los sharu mismos habían decidido convertirse en los toka para esconderse de una amenaza que atacaba a civilizaciones avanzadas. Para ello, crearon los huertos para que absorbiesen su inteligencia, y las pirámides para que la almacenasen. Extendieron la leyenda de un artefacto místico, el Arpa Mental de los Sharu, dotada de extrañas y maravillosas propiedades. Cuando una civilización activase el Arpa, demostraría ser lo bastante avanzada, y por lo tanto los sharu podrían abandonar su escondite.

La leyenda del Arpa Mental capturó la atención de Gepta. Según él descubrió, o creyó descubrir, el Arpa era un talismán mágico que permitiría a los toka invocar a los sharu cuando lo necesitasen. Gepta supo que el Arpa era el instrumento musical definitivo, produciendo una armonía tan persuasiva que podía conmover corazones a través del espacio y, más importante, controlar las mentes de todos los seres inteligentes en el radio de al menos un sistema planetario. Por supuesto, esto exigía tocarlo de la forma adecuada.

Gepta ansiaba echar mano al Arpa para utilizarlo para sus propios y malvados fines. Durante décadas pagó a Whett y a otros eruditos (algunos de ellos prisioneros que trabajaron a cambio de una reducción de condena) para que se informasen sobre la cultura toka, y así aprendió todo lo posible sobre el tema. Es probable que Gepta hiciese inversiones similares en otros lugares, también para hacerse con avanzada tecnología antigua.

Gepta obtuvo un objeto místico sharu en un pequeño museo. Lo identificó como la Llave de la Supragente, foco de rituales toka y herramienta transdimensional para acceder al Arpa Mental de algún modo que él desconocía (además de trampantojo tridimensional). Aún así, la Llave era necesaria pero no suficiente para encontrar el Arpa. ¡Gepta ni siquiera sabía en cuál de los planetas de Rafa debía buscar!

En el año 4 abY, Gepta se asoció con el desagradable humano Duttes Mer, recién nombrado gobernador provincial del sistema Rafa. Gepta despreciaba abiertamente a Mer y criticaba su ciudad capital, Teguta Lasat. Sin embargo, en su búsqueda de ayuda, Gepta explicó a Mer que el Arpa daría control maestro sobre el sistema. El mago intentó ocultarle información, pero Mer demostró recursos: Contrató a los mismos investigadores que Gepta (lo cual fue fácil porque Gepta usaba fondos imperiales para pagar, así que los antropólogos creían trabajar para el gobernador), y descubrió qué planeaba hacer el Hechicero con el Arpa.

La relación de Gepta con Mer no era secreta: Incluso los toka sabían que el Hechicero estaba en el sistema, y temblaban al oír su nombre.

Gepta, siendo precavido, mantuvo una ruta de escapa desde Rafa en su caza privado con hipermotor desde el primer momento. Además, afirmaba preferir sus propias naves a vivir en Teguta Lasat.

Según las tradiciones toka descubiertas por Gepta, la Llave debía guiar a su Portador y al Emisario hasta el Arpa. Gepta decidió utilizar a Vuffi Raa como Emisario y engañar a algún primo para que sirviese de Portador: La leyenda decía que el Portador era un aventurero errante, desconocido para los toka, así que no valdrían Gepta, Mer ni Whett, reconocibles en el sistema; pero el Portador debía ignorar el verdadero poder del Arpa para que no le tentase. Le ofrecerían una recompensa más mundana para que no escapase. Como Vuffi Raa era programable, él se aseguraría de que el Portador de la Llave fuese arrestado en cuanto consiguiese el Arpa y estuviese en una zona civilizada.

¿Cómo reclutar a un incauto? En cuanto Whett terminó su investigación, le enviaron al rico cinturón de asteroides de Oseón, paraíso de tahúres desesperados, con instrucciones de perder su robot en una partida de naipes ante la persona correcta. El robot estaba en depósito en Rafa IV, de modo que Whett sólo entregaba documentos de propiedad y así atraía al nuevo propietario hasta Rafa. Una vez allí, el gobernador le haría arrestar con cargos falsos.

Entra en el juego, nunca mejor dicho, un joven fullero humano nativo de Socorro: Lando Calrissian. Calrissian había ganado recientemente un carguero ligero YT-1300, Halcón Milenario, que mal que bien conseguía llevar en solitario. Al obtener un droide navegante, Calrissian se planteó al menos recogerlo y analizar su valía. Él puso rumbo a Rafa y, en cuanto aterrizó, fue apresado por la policía y llevado a la oficina de Mer, donde éste intentó amedrentarle. Aunque aún imberbe, Calrissian no se chupaba el dedo y rápidamente comprendió que el gobernador le iba a ofrecer una misión como alternativa a la cárcel; a Mer le disgustaba no ser capaz de intimidar a Calrissian.

Gepta entró en la oficina con una explosión y una columna de humo azul y negro que se diluyó en chispas naranjas. Calrissian se resistía a permitir que un truco de salón le impresionase, pero no pudo evitar estremecerse ante la voz espeluznante y los aterradores ojos del mago.

Gepta tomó la palabra y Mer perdió su compostura, dejando que el recién llegado le insultase. Mientras Gepta hablaba, Mer ordenó a un criado toka traer una silla para el Hechicero pero, por servil que fuese el lacayo, el terror que le inspiraba Gepta era excesivo para que se le acercase. Mer tuvo que mover la silla personalmente; el toka sólo aceptó encender un cigarro que Calrissian había afanado del escritorio del gobernador.

Gepta explicó a Calrissian más detalles de la operación, encargándole encontrar el instrumento musical definitivo según la tradición toka. El mago dio a Calrissian la Llave… pero el tahúr negoció las condiciones. Mer se ofreció a devolverle su nave, pero Calrissian no tenía especial interés en el carguero y se planteaba venderlo. Gepta se enfureció al oírlo: Calrissian necesitaría la nave durante la misión para viajar por el sistema Rafa hasta encontrar en qué planeta estaba el Arpa. Por supuesto, Gepta se aseguró de que sus técnicos modificasen el Halcón para que no pudiese dejar el sistema. A petición de Gepta, Mer aceptó dar a Calrissian un cargamento de cristales de vida como incentivo.

Calrissian y Vuffi Raa iniciaron su caza del tesoro reclutando a un toka, Mohs, que le guió al planeta-prisión Rafa V. Allí Calrissian fue atacado por tokas hostiles que le sometieron a una ordalía. En el proceso, Calrissian meditó sobre sus adversarios. Comparó a Gepta con el naipe de El Malvado, porque decidió que el Hechicero, y no el burócrata, era el que cortaba el bacalao. También decidió que Gepta y los toka eran gente muy desagradable, pero estaba dispuesto a encontrar el Arpa y entregársela a los villanos si con eso conseguía irse del sistema.

Gepta y Mer no confiaban plenamente en la buena voluntad de Calrissian. Por ello enviaron a un par de alguaciles, incluido Myle Jandler, con una nave para que siguiesen al tahúr por si acaso éste intentaba echarse atrás o traicionarle. Calrissian y Vuffi Raa fueron más astutos que Jandler y su colega; les vencieron y les encerraron en burbujas en el espacio, con víveres para varios días.

La odisea de Calrissian y sus asociados les llevó a entrar en una pirámide sharu. Allí Mohs fue mutado para convertirse en un altivo y superinteligente sharu; los recuerdos de Vuffi Raa fueron modificados; y los extraños efectos relativistas hicieron pasar cuatro meses en el exterior mientras que para Calrissian apenas había envejecido unos minutos. Gepta y Mer se preocuparon por la desaparición de su agente así que en primer lugar hicieron llevar el Halcón de vuelta a Rafa IV, y después Gepta viajó en su propia nave a la órbita de Rafa V para intentar encontrar a Calrissian.

Calrissian consiguió recuperar el Arpa e inmediatamente él y Vuffi Raa fueron teleportados a la capital de Rafa IV. Una vez allí, Vuffi Raa hizo que un policía arrestase a Calrissian por orden del gobernador. Mer, codicioso, requisó el Arpa y condenó a Calrissian a cadena perpetua en una colonia penal, no sin antes explicarle que pensaba traicionar a Gepta y quedarse el botín para sí.

Mer decidió hacer una llamada transespacial a Gepta para regodearse ante él. Inicialmente el Hechicero saludó arrogante a su aliado pero, cuando Mer le enseñó el Arpa, los ojos de Gepta exhibieron a la vez asombro, codicia y rabia. Mer explicó cómo había manipulado y traicionado a Gepta, y cómo pretendía usar el Arpa para controlar la mente de Gepta junto con las demás mentes en el sistema. El gobernador recomendó al mago huir del sistema antes de que eso sucediese; Gepta, en vez de eso, decidió poner rumbo a Teguta Lasat en su caza.

Los primeros intentos de Mer de tocar el Arpa provocaron terremotos en el planeta: Eran las emanaciones subarmónicas del artefacto literalmente causando que las omnipresentes pirámides se abriesen. Los sistemas de comunicación empezaron a fallar, los guardias huyeron y la nave de Gepta se acercaba implacable; Mer estaba seguro de que Gepta aterrizaría directamente en el edificio de administración. Mer reclutó a cuatro presidiarios y los envió a la azotea, amnistiándolos a cambio de que le intentasen proteger contra Gepta. Mer retomó su intento de tocar el Arpa, decidiendo que él temía a Gepta más que a los terremotos que estaba causando.

Vuffi Raa liberó a Calrissian de la cárcel y ambos intentaron huir en el Halcón aprovechando los terremotos. Mohs les esperaba allí y les explicó que Gepta estaba de camino y que no pasaría por el puerto. Calrissian recriminó a Mohs porque le había utilizado de modo muy similar a como lo habían hecho Gepta y Mer.

Gepta alcanzó el edificio de gobierno. Hizo una pasada con su caza y, al ver guardias en la plataforma de aterrizaje, los acribilló con los blásters de su nave. Entonces aterrizó y corrió a la oficina de Mer, pero un estallido de radiación le empujó atrás y consiguió cegar incluso sus sentidos croke. Usando aparatos avanzados, Gepta logró ver que Mer estaba aferrado al Arpa, paralizado y fundiéndose con el instrumento musical hasta desaparecer. El poder del Arpa era más de lo que Gepta podía manejar. Gepta retrocedió entre los temblores.

Gepta contempló cómo las pirámides sharu se desvanecían para dar paso a bizarras ciudades que se alzaban entre los escombros. Decidió entonces que no quería ver ese resultado y volvió a su nave de exploración, su ruta de escape preparada desde el principio. Al despegar, su nave encontró al Halcón sobrevolando la zona. El Halcón abrió fuego contra Gepta, iniciando un duelo naval. Gepta centró toda su atención en su enemigo, lo cual fue un error: El entorno también era una amenaza. Un obelisco sharu explotó cerca del caza de Gepta. Calrissian estaba preparado, pero el Hechicero no esquivó los fragmentos y éstos colisionaron con su nave, inutilizándola temporalmente. Calrissian decidió salir del sistema a bordo del Halcón, dejando atrás a Gepta. Inmóvil, el mago sólo pudo sacudir su puño hacia su rival.

El Arpa había servido a su función: Los sharu recuperaron sus ciudades, su inteligencia y su memoria. Un campo de interdicción bloqueó el sistema de origen arcano selló el sistema: Ninguna nave podía entrar ni salir. Durante ese tiempo, estalló una revuelta en que los sharu tomaron el control político y social del sistema.

Unas semanas después, tan misteriosamente como había aparecido, la interdicción desapareció y la galaxia vio que Rafa había cambiado enormemente: Los sharu habían restaurado su antigua civilización, destruyendo en el proceso los edificios humanos. Los nuevos sharu no mostraban interés por las tribulaciones de los supervivientes humanos, los cuales decidieron dejar el sistema. Los cristales de vida dejaron de ser cosechables y los sharu no estaban interesados en comerciar con gentes de otros lugares. El emperador envió una guardia permanente al borde del sistema, manteniendo una tensión sin agresión explícita.

En general esto fue muy provechoso para Calrissian: Él se había llevado el último cargamento de valiosos cristales, que pudo vender por 250.000 créditos, y obtuvo prestigio ante arqueólogos y antropólogos de la galaxia por su responsabilidad en este descubrimiento. Además, Calrissian creía erróneamente que Gepta había muerto en la insurrección sharu. Todo iba bien.



Rokur Gepta contra su némesis, el imberbe Lando Calrissian

Gepta había sobrevivido con dificultad a este revés, y culpó a Calrissian por su desdicha. En su mente, el tahúr era el culpable de que Gepta no hubiese podido obtener el Arpa, venciéndole con su superior astucia, y le ofendía especialmente que Calrissian hubiese sobrevivido después de haber frustrado su plan. Gepta decidió vengarse de Calrissian a cualquier precio, con todos los recursos a su disposición. Gepta incluso dejó de lado su proyecto de ser emperador para perseguir a Calrissian, con el rencor como su única pasión.

Calrissian mientras tanto intentó mantener una empresa en Nar Shaddaa pero se vio obligado a venderla con pérdidas. Su siguiente objetivo era el campeonato de sabacc en Ciudad Nube, pero no tenía dinero para inscribirse. Intentó entonces usar el Halcón para comerciar pero, aún con la ayuda de Vuffi Raa, descubrió que los impuestos, sobornos, tarifas, tasas, licencias y costes de mantenimiento eran tan altas que, en cada trato que hacía, él siempre acababa perdiendo, aún con la ayuda de Vuffi Raa. Resultó que esto último era culpa de Gepta: Él había usado sus recursos para subir los precios que Calrissian debía pagar, bajar las tasas de reventa dondequiera que él fuese, e incluso acusarle anónimamente ante varios gobiernos de ser contrabandista. Si le dejaba en la miseria, seguramente podría atraerle al sistema Oseón, en la Centralidad.

El plan de Gepta tenía relación con un habitante de Oseón llamado Bohhuah Mutdah. Mutdah era uno de los individuos más ricos de la galaxia, un industrial trillonario amoral, jubilado, centenario, recluso y ridículamente obeso; dueño del asteroide o planetoide Oseón 5792 donde se protegía de asesinos con un campo de fuerza y avanzada tecnología. Mutdah era además adicto a la droga lesai, lo cual le había ganado enemigos incluso en agencias de orden público.

Gepta quería manipular al Administrador del sistema, Lob Doluff, para que emitiese una orden de arresto contra Mutdah: Las autoridades podrían arrestarle si le pillaban en flagrante delito. Para ello Doluff debía preparar una falsa entrega de lesai en Oseón 5792, durante el periodo de Viento Llameante en que era prácticamente imposible pilotar dentro del sistema. Aparentemente Mutdah se abastecía cada año en ese periodo para usar el fenómeno natural Viento Llameante como tapadera. Un oficial de la ley acompañaría al falso narcotraficante para arrestar a Mutdah en el momento. Doluff tenía que manipular a Calrissian para que fuese el piloto. Doluff se habría resistido a esto, pero Gepta descubrió que Doluff también era adicto al lesai y le chantajeó.

Doluff reclutó a un agente de narcóticos para la misión: El emplumado quor'sav Waywa Fybot. Fybot era corrupto y fue seducido por el primer oficial del Wennis con la promesa de que le llevarían de vuelta a su mundo natal para que trabajase de cocinero; él había sido reclutado a la fuerza para ser agente de la ley, algo que Gepta había descubierto y utilizó en su negociación con Fybot. Los agentes de Gepta habían negociado sólo verbalmente con Fybot para no dejar rastro, pero Doluff sospechaba juego sucio y decidió enviar a un segundo agente, la capitana humana Bassi Vobah, para asegurarse de que Fybot no se pasase de listo y ejecutase a Mutdah.

La operación entera era un ardid. Gepta pretendía asesinar a Mutdah y hacerse pasar por él durante ese momento. Fybot tenía órdenes de asesinar al otro oficial durante el falso arresto a cambio de su paga. Eso permitiría a Gepta capturar a Calrissian y torturarle en venganza. Gepta había prometido personalmente a Fybot que no sufriría más servidumbre involuntaria ante el gobierno; pero en realidad Gepta pensaba matar a su agente doble en cuanto éste dejase de serle útil.

Gepta hizo que Doluff enviase a Calrissian una invitación para jugar al sabacc en Oseón, lo cual daba al tahúr una oportunidad de reunir el dinero que necesitaba para el torneo bespiniano. Sin mejores opciones, Calrissian puso rumbo a la Centralidad.

Gepta no le puso fácil ni siquiera eso: Organizó varios ataques contra el Halcón: Empezó con una emboscada de piratas que intentaban matar a Calrissian. Cuando éste hizo escala en Dilonexa, un saboteador enviado por Gepta puso una bomba a bordo de la nave; el artefacto estalló prematuramente, sin causar daños graves. El artificiero, tontamente, pretendía sincronizar la explosión con la entrada atmosférica, sin darse cuenta de que los asteroides del sistema Oseón no tenían atmósfera. Cuando el capitán del Wennis reportó este fracaso a Gepta, el Hechicero se enfureció por el error de base y torturó al capitán con sus poderes, dejándole inválido durante horas.

El segundo oficial del Wennis, capitán en funcionas en ese momento, se compinchó con la Confederación Renatasia para ayudarles a encontrar a Vuffi Raa. Este hombre reportó a Klyn Shanga una variación de rumbo de su nave. Gepta descubrió esta traición a través de la seguridad avanzada del Wennis y consideró matar o enloquecer a su subordinado; pero decidió esperar porque no reconocía al hombre con quien había hablado.

En cuanto el Halcón aterrizó en Oseón 6845, Calrissian fue a jugar a los naipes mientras Vuffi Raa reparaba la nave. Rápidamente Calrissian fue arrestado y condenado a muerte mientras la nave sufría un nuevo intento de sabotaje, esta vez renatasio, y empezaba el periodo del Viento Llameante. Gepta, por su parte, se relajaba en el espacio cerca del Wennis, rememoraba a sus antiguos maestros y decidía alimentar a una de sus mascotas.

Mientras tanto, Gepta viajó en el Wennis desde Oseón 6845 hasta Oseón 5792. Una vez allí, Gepta asesinó a Mutdah y adoptó su apariencia con sus poderes; tan buena fue la imitación que Gepta estuvo a punto de sufrir la depresión y apatía que Mutdah había padecido. El falso Mutdah tomó el control sobre el séquito que ocupaba el planetoide. El Wennis viajó a Tund, donde esperaría a Gepta; el Hechicero tenía su caza oculto para viajar hasta Tund cuando acabase la operación.

El viaje de Calrissian fue más movido: Víctima de las perturbaciones del Viento Llameante, el Halcón fue además atacado por los renatasios, y Fybot intentó sabotear el traje de vacío de Calrissian cuando éste salió al exterior para reparar la nave.

El Halcón llegó a Oseón 5792; desde allí, el falso Mutdah se comunicó con la nave usando láser modulado. Afortunadamente, Vuffi Raa servía de intérprete y, con buen criterio, usó el Viento Llameante y el ataque pirata como excusas por su retraso. Calrissian hizo que los policías se ocultasen incómodamente bajo la cubierta en trajes de vacío; y ordenó a Vuffi Raa mantenerse en la cabina y huir con la nave si algo salía mal.

Gepta, con el disfraz de Mutdah, fue al muelle de atraque a recibir a sus visitantes, con dos guardias de escolta. Hizo desarmar a Calrissian y le llevó a una biblioteca donde un siervo leía para "Mutdah". El supuesto cliente despidió a sus guardias y entregó a Calrissian un contenedor de certificados de créditos; entonces los dos agentes de narcóticos eliminaron rápidamente a los guardias de Mutdah e irrumpieron en la escena. Vobah arrestó formalmente a "Mutdah", que fingió sorpresa. Inmediatamente después, Fybot se giró y disparó a la cabeza de su compañera.

Gepta hizo que Fybot le informase de lo sucedido; ninguno de los presentes dedujo el origen de los piratas. Después de eso, el falso Mutdah explicó a Calrissian la traición de Fybot. Extrajo entonces una pequeña pistola del interior de su cuerpo y la usó para perforar el traje de vacío y abdomen de Fybot. El sorprendido quor'sav expiró viendo la expresión de deleite de un hombre que disfrutaba matando. Gepta, pedante, especificó que había atravesado el corazón del alienígena para demostrar su conocimiento de xenobiología.

Entre mofas, Gepta ofreció un cigarro a Calrissian y le ordenó inmovilizarse con unas esposas y un bucle de monofilamento; si no lo hacía, dijo, le mataría de forma dolorosa con su arma. Calrissian aceptó, intentando mantener la dignidad y criticando al cargante criminal. Entonces la imagen de Gepta se desdibujó, su contorno se disolvió y adoptó la reconocible imagen de Gepta.

Gepta inmovilizó los tobillos de Calrissian, lo llevó hasta la superficie del planetoide y le sometió a la tortura por disgusto. Primero le hizo recordar una importante mano de sabacc como si hubiese sido una derrota humillante, cuando en realidad la había ganado. Poco después se tomó un descanso para explicarle, monótonamente, cómo había sobrevivido a la debacle en Rafa, y después hizo recordar a Calrissian su estancia en las prisiones de ese sistema y su enfrentamiento naval contra los piratas, en situaciones más desesperadas de lo que realmente habían sido. Gepta reconoció que Calrissian demostraba valor y que intentaba resistir con voluntad y razonamiento, lo cual en realidad le animó a seguir fustigándole. De pronto un Calrissian de tres años se había extraviado del lado de su madre, y la voz de Gepta representaba su miedo. Calrissian corría el riesgo de enloquecer. Gepta se veía obligado a vivir el mismo sufrimiento, pero estaba dispuesto a hacerlo.

Tras media hora de tormento, que a Calrissian se antojaba una eternidad, Gepta volvió a interrumpir el proceso para explicar a Calrissian cómo había hundido personalmente su carrera de comerciante. El tahúr intentaba explicar al mago que no le importaba si Gepta lograba conquistar el universo o no, pero el odio de Gepta era infinito y estaba dispuesto a continuar el martirio hasta descubrir si un humano podía morir de mera vergüenza.

La venganza de Gepta fue interrumpida porque el asteroide fue atacado en ese momento por los cazas de la Confederación Renatasia. Los renatasianos ansiaban vengarse de Vuffi Raa, y un oficial del Wennis les había revelado que el blanco de su ira tripulaba el Halcón Milenario, atracado allí. Los disparos renatasianos destruyeron el domo cristalino en más de tres explosiones, llenando el área de vientos huracanados que agitaron la capa de Gepta. El Hechicero estaba desprevenido y luchó para llegar hasta Calrissian en vez de ser absorbido por el vacío.

Calrissian vio una oportunidad para escapar y la aprovechó. Vuffi Raa había cosido unas tablillas de madera bajo su camisa para que las usase como escudo en caso de lucha, pero fueron igualmente efectivas como ganzúa para poder librarse de las esposas; sólo había necesitado que Gepta dejase de torturarle para poder hacerlo. Entonces tomó uno de los palos y se lo clavó en el ojo a Gepta. El Hechicero se echó una mano al rostro y se balanceó hacia atrás. Su capa se enredó en un bosquecillo de árboles espinosos, atrapándole temporalmente. Mientras Gepta aullaba de dolor, con la vara sobresaliendo de su faz, Calrissian liberó sus pies.

En su huída, Calrissian encontró a Vuffi Raa, que había ido a intentar rescatarle. También descubrió artefactos electrónicos que Gepta había usado durante su suplicio; eso demostraba, en su opinión, que la magia del supuesto Hechicero tenía claros límites.

Calrissian y Vuffi Raa abandonaron el asteroide en el Halcón Milenario antes de que los renatasianos lanzasen un motor de acorazado remolcado contra Oseón 5792, destruyéndolo completamente. Por supuesto, Gepta consiguió huir en su fiel caza, siguiendo una ruta de emergencia: Tanto daño había sufrido él, que el caza volaba en automático (y so pese a que el vehículo fue dañado en la destrucción del asteroide y en el Viento Llameante). Gepta reía amargamente, reconociendo la pérdida de su mascota y su propio desliz al permitir que el disfraz de Mutdah le afectase tanto; sólo su sed de venganza le había permitido retener su propia identidad. Durante la ruta hacia Tund, Gepta desactivó su disfraz, librándose así del falso dolor y de la sangre; cuando lo reactivó, sus togas grises estaban inmaculadas y él volvía a estar en plena forma.

Calrissian capturó a Shanga y descubrió que ansiaba vengarse de su amigo robot. Aunque Calrissian simpatizaba con la tragedia de Renatasia, no permitió que Shanga dañase a Vuffi Raa y en vez de eso lo entregó a las autoridades de otro sistema.

Una vez más, Calrissian había prevalecido llevándose algo de dinero: Los veinte millones de créditos robados a Mutdah, más ciento setenta y tres mil créditos honradamente ganados al sabacc (Bueno, tan honradamente como era posible). Pronto perdió su nueva fortuna ante una banda de piratas; pero consiguió algo más valioso: Un amigo. Su nuevo amigo se llamaba Lehesu y era un extraordinario alienígena de una especie casi desconocida hasta entonces llamada oswaft.

Los gigantescos oswafts respiradores de vacío habitaban una nébula de polvo y gas llamada ThonBoka o Cueva Estelar, alimentándose de plancton interestelar, seudoanimales y cuasiplantas en su entorno sin estrellas. Tenían capacidades extraordinarias como saltar por el hiperespacio o emitir gritos que podían destruir una nave de guerra. Habían permanecido aislados porque no tenían ansias de explorar el exterior, salvo por el excepcional Lehesu, y porque, al carecer de enemigos, su cultura no había desarrollado el concepto de guerra. La Centralidad sabía de su existencia; pero no habían llamado la atención del Emperador.

Eso cambió después de que Lehesu topase con Calrissian. Al continuar sus viajes, Lehesu encontró a la Marina Imperial. Reconociendo a los oswafts como una potencial amenaza, una flota de cruceros imperiales clase Carraca le siguió de vuelta a la entrada de ThonBoka e inició un bloqueo. En un intento de eliminar el peligro, los cruceros modificados emitieron cargas eléctricas que contaminaron los alimentos de los oswafts. De pronto, la especie empezó a morirse de hambre.

Nada de esto había llegado a oídos de Gepta. El Hechicero centraba su atención en perjudicar a Calrissian. Gepta envió tras el jugador a un torpe asesino que intentó lanzar a Calrissian una granada de fragmentación en pleno puerto… tan torpemente que se quedó el explosivo y lanzó la anilla. Sólo consiguió dañar levemente a Vuffi Raa, que tenía una gran capacidad de autorreparación. Antes de expirar, el canalla confesó quién le había contratado.

Otros enemigos intentaron empujar a Calrissian a un recipiente de pasta vitamínica que éste estaba considerando adquirir. Sólo consiguieron quebrar un brazo, un dedo del pie y un uniforme de Calrissian. En este caso, el tahúr teorizó que eran agentes de los renatasianos. Calrissian también fue amenazado por dos bombas en el Halcón y varias batallas espaciales. Pronto el jugador se acostumbró a ser agresivo en el puesto de artillero, sorprendiendo a audaces piratas. No está claro si Gepta estuvo detrás de algunos de estos problemas de Calrissian.

Lehesu contactó con Calrissian unos meses después de su encuentro para pedirle ayuda. Calrissian fue hasta ThonBoka y se saltó el bloqueo para entrar en la nebulosa y reunirse con los oswaft. Para ello, Calrissian simuló la destrucción de su nave.

La Confederación Renatasia contactó con Rokur Gepta, a través de varias capas de intermediarios, para proponerle una alianza puesto que ambos perseguían a la tripulación del Halcón Milenario. Klyn Shanga pidió una reunión privada con Gepta y ofreció la ubicación de Calrissian como aliciente. Gepta, que no sabía sobre Renatasia, consultó archivos y se reunió con su servicio de inteligencia. Finalmente aceptó reunirse con Shanga en su propio hogar, Tund.

Siendo Shanga un hombre peligroso, una audiencia personal era un riesgo para Gepta; pero Gepta eligió no llevar guardias para no insultarle, y porque confiaba en sus propias capacidades. Además, Gepta elegía el lugar de reunión, entre las retorcidas y oscuras cavernas de Tund, donde recibió a Shanga en un trono de basalto, tres metros sobre el suelo, y Shanga aceptó ir desarmado.

En la reunión, Gepta se negó a dar detalles de su humillación y sólo admitió querer vengarse de alguien que le había ofendido. Shanga, por el contrario, explicó sin problemas cómo Vuffi Raa fue responsable de la destrucción de su mundo. Gepta veía absurdo buscar venganza contra un robot y no contra el amo de éste, pero en todo caso aceptó las razones de los renatasianos como personales.

Shanga explicó a Gepta que Calrissian estaba en la nébula ThonBoka ayudando a una exótica especie nativa. Ahora que Gepta sabía dónde estaba Calrissian, decidió ir allí en el Wennis. Los orgullosos renatasianos viajaban de forma autónoma, pero Gepta les dio autorizaciones para poder saltarse cualquier aduana. El plan era reunirse en la zona de ThonBoka, ocuparse del Halcón… y después cada uno iría por su lado.

Gepta quedó impresionado al ver a Shanga: Era un hombre a la vez alerta y relajado, que no temía a la muerte y que podía mirar a los ojos de Gepta sin una mueca. Incluso osaba criticar a Gepta y a su gente, faltándole al respeto a cada momento. Era la clase de hombre que podía suponer una amenaza para Gepta, y éste lo sabía; después de la reunión, Gepta recurrió a las técnicas de meditación de los Hechiceros de Tund para tranquilizarse.

Shanga tampoco estaba totalmente satisfecho con Gepta. Sospechaba que el mago, comparable a un animal salvaje de su mundo, les traicionaría; pero le necesitaba y por eso dijo a su escuadrón que había hecho el mejor trato posible.

Gepta decidió informarse sobre ThonBoka y su fauna, así que convocó a un experto que había observado a los oswafts desde su reciente descubrimiento: Osuno Whett. Whett reportó a Gepta lo que sabía de los oswafts y sus capacidades. Lo que no le dijo fue que el Emperador le había dado instrucciones de vigilar al deshonesto Gepta. Whett subió al Wennis y acompañó a Gepta en el camino a ThonBoka.

Cuando Gepta se reunió con la flota, aún rumbo hacia ThonBoka, se entrevistó con oficiales al cargo del bloqueo. Un teniente reportó la destrucción del Halcón Milenario (Como he dicho antes, Calrissian había simulado ese desastre); el pobre oficial temía ser ejecutado. Gepta lamentó la pérdida de un digno enemigo antes de tener ocasión de vengarse; siguió escuchando los detalles y decidió no castigar a nadie; en vez de eso, se reunió con una de sus mascotas y siguió meditando. Concluyó que Calrissian había vuelto a burlar a la muerte, sin duda con ayuda de los oswafts. Pretendía arrasar a los oswafts de ThonBoka usando la misma bioarma que había destruido a los Hechiceros de Tund; y también asegurarse de acabar con la Confederación Renatasia: Shanga era un hombre peligroso, difícil de controlar, y a quien Gepta no conseguía entender. Le convocó al puente del Wennis, para fingir cierta cordialidad.

Gepta recriminó a Shanga su desacato constante; éste insistió en que no era su subordinado, y que su gente era valiosa para Gepta precisamente por ser autónoma. Gepta y Shanga decidieron no seguir discutiendo al comprender que nunca estarían de acuerdo. Gepta entonces hizo venir a Whett para que informase a Shanga de lo que sabían sobre los oswafts; Shanga también criticó a Whett. Whett se preguntó porqué el Imperio amenazaba a los pacíficos oswafts, y Gepta replicó, enfurecido, que los oswafts se habían aliado con su enemigo Calrissian y que debían pagar por ello.

Un grupo de oswafts se acercó a la entrada de ThonBoka para negociar con la Marina. La flota les aniquiló inmediatamente, aunque el crucero imperial Cortés también fue destruido. Eso motivó a los oswafts supervivientes para que aceptasen sugerencias de Calrissian de cara a definir una estrategia y varias tácticas.

Cuando aún faltaban días para que el Wennis llegase a ThonBoka, uno de los pilotos renatasianos, Bern Nuladeg, fue arrestado al intentar secuestrar una nave auxiliar (y casi lo consiguió porque aprovechó el miedo que todos los tripulantes tenían a Gepta). Shanga pidió una reunión con Gepta (que éste insistía en llamar "audiencia") para discutir ese tema: Gepta quería ejecutar brutalmente a Nuladeg, pero Shanga amenazó con renunciar llevándose a su escuadrón si eso sucedía. Los gestos amenazadores de Gepta no intimidaban a Shanga, cuyos pilotos eran mucho más audaces que los de Gepta. Desde luego el Hechicero estaba enfurecido ante la audacia de Shanga y sus constantes desacatos, pero no tenía buenos argumentos para replicarle; decidió planificar la lenta tortura de los renatasianos cuando esta operación acabase.

Gepta hizo que Whett entrase en la "sala de audiencias" para que les informase de sus últimos descubrimientos, especialmente relacionados con la destrucción del Cortés y un posible enfrentamiento. Whett explicó que una nave de guerra con escudos seguramente podría resistir un ataque oswaft; pero estimaba una población de millones de oswafts que podrían aniquilar la flota. Gepta tuvo que reconocer que necesitaba a Shanga para la batalla y claudicó a desgana respecto a ello. Para sorpresa de Shanga, Gepta cumplió su palabra y liberó a Nuladeg.

Después, despidió a todos y envió una orden a la flota en ThonBoka: El bloqueo debía mantenerse pero toda operación de combate debía detenerse inmediatamente, so pena de expulsión deshonrosa y ejecución pública de los oficiales responsables, más esclavización de su familia hasta el quinto grado de consanguineidad. Después de semejante barbaridad, Gepta se sintió más relajado y satisfecho, y reconoció que le agradaba enfrentarse a alguien después de milenios sin haberlo hecho.

La confidencialidad es importante en un enfrentamiento. La orden de Gepta de detener la actividad no debía haber llegado a oídos enemigos, pero las extrañas capacidades oswaft les permitieron averiguarlo. Calrissian explicó que, una vez llegase Gepta, la batalla se recrudecería y que los oswafts deberían tomar medidas.

En cuanto el Wennis llegó a ThonBoka, efectivamente los preparativos de la batalla empezaron. Gepta se escondió en su pequeña nave W325, donde abandonó su disfraz temporalmente. Whett intentó usar escáneres para averiguar todo lo posible sobre Gepta sin que éste lo descubriese. Concluyó que Gepta podría pertenecer a una especie que no necesitaba oxígeno, porque aparentemente estaba en un espacio sin atmósfera; pero, cuando sus aparatos detectaron la súbita desaparición de su masa y una mínima apertura de cuatro centímetros de diámetro, Whett quedó patidifuso y no concluyó que Gepta era un croke aunque, como Whett se negaba a creer en la magia, dedujo que Gepta podría ser un alienígena que sólo fingía ser humano.

Después, Gepta volvió al puente del Wennis y dio instrucciones concretas. El crucero Indisciplinado recibió órdenes de no desviarse de su curso para defenderse o perseguir, y mantenerse en primera línea. El capitán, haciendo honor al nombre de su buque, discutió esta orden. Gepta le privó inmediatamente de su rango y le condenó a ser expulsado al espacio, junto con su segundo al mando y los capitanes y segundos al mando de los cruceros Erguido y Vanaglorioso; el siguiente oficial era ascendido a capitán. Gepta sonrió al decir esto; su estenógrafo tartajeó.

La Confederación Renatasia de veinticuatro cazas fue la primera oleada de Gepta contra los oswafts; tras una primera pasada, Gepta envió a su flota. Los oswafts siguieron las estrategias de Calrissian, que incluían gritos radiactivos para destruir naves imperiales y emitir excreciones con forma de oswaft para confundir a los artilleros imperiales y que sus propias naves sucumbiesen a fuego amigo disparando a blancos falsos. Cientos de imperiales cayeron ante este último turco hasta que comprendieron que estaban más protegidos dejando de disparar. En un cuarto de hora, al menos el 11% de la flota imperial había caído y Gepta ordenó un alto el fuego, y una retirada parcial.

Gepta se comunicó con Calrissian para darle un ultimátum. Le dijo que estaba dispuesto a lanzarle todos los recursos de la Centralidad y subrayó el aviso lanzando un rayo desde el Wennis que destruyó a varios oswafts, incluidos dos amigos de Calrissian llamados Feytlhennasraof y Senwannus'gourkahipaff. Le explicó que tenía un arma en un torpedo electromagnético que podría destruir toda la vida en ThonBoka, y que eso era sólo una minúscula fracción de su poder (No está claro si esto era cierto; Gepta afirmaba tener mil toneladas de la supuesta arma).

Gepta ofreció una alternativa a Calrissian: Un duelo personal en el espacio, en trajes de vacío. Calrissian podía elegir un arma (él escogió su fiel stingbeam de cinco disparos) e incluso podía contar con la ayuda de Vuffi Raa para compensar los supuestos poderes mágicos de Gepta. Calrissian aceptó y preparó su nuevo plan, aprovechando que los tentáculos de Vuffi Raa podían separarse y operar independientemente, y que Gepta no lo sabía; de hecho Gepta creía que la programación de Vuffi Raa le impediría pelear.

Gepta por supuesto no iba a cumplir su palabra: Ordenó al capitán del Wennis destruir toda la vida de ThonBoka después del duelo, sin importar el resultado, so pena de que la familia del capitán fuese asesinada. Gepta envió a un mensajero para asegurar su amenaza. Sin embargo, Lehesu descubrió la orden secreta, interceptó al mensajero y lo destruyó, en el proceso incomunicando la flota imperial del resto del Imperio.

Cuando Vuffi Raa se dejó ver, los Renatasios le reconocieron y Nuladeg incluso intentó atacar, sólo para ser abatido por un artillero bajo las órdenes de Gepta: Nadie debía interferir en el duelo.

Gepta emergió en un pesado traje espacial gris; su auténtica forma de croke estaba escondida en el tobillo izquierdo del armazón. Calrissian vistió un traje amarillo brillante. Se encontraron en la mitad del campo de batalla. Gepta hizo una reverencia, alzó su mano derecha y disparó cinco rayos de energía a Calrissian. Éste los esquivó usando un retrorreactor en su traje. Mientras tanto, Vuffi Raa se movió sigilosamente, poniéndose detrás de Gepta. El Hechicero observó la ausencia de Vuffi Raa y se giró, temiendo que le estuviesen engañando. Vio los tentáculos del robot separándose y avanzando hacia él. Gepta intentó disparar rayos que incinerarían la amenaza, pero éstos eran un blanco difícil al contonearse.

Aprovechando que Gepta estaba dándole la espalda, Calrissian le disparó y le dio en el lomo. La energía atravesó el uniforme hueco y casi hirió a Vuffi Raa. Gepta se giró y disparó tres veces a Calrissian; su último tiro impactó el pie de Calrissian. El traje de vacío se selló automáticamente e inició un proceso médico, mientras Calrissian disparó su segundo disparo. Aunque atravesó el centro del torso de Gepta, el proyectil no causó daño aparente. Un tentáculo de Vuffi Raa agarró el cuello de Gepta, inmovilizándole temporalmente mientras el mago intentaba quitárselo.

Entonces Whett despegó desde el Wennis en una pinaza. Pretendía destruir a los tres duelistas. Para su desgracia, Shanga había comprendido que Whett era el auténtico responsable de la carnicería de su mundo, y dio orden a la Confederación de atacar la pinaza. La pequeña nave colisionó con el Wennis; ambas naves fueron destruidas en el proceso, junto con varios cazas renatasianos que estaban demasiado cerca y el bioarma de Gepta.

La explosión distrajo la atención de los duelistas. Gepta se quedó absorto un momento al ver lo sucedido; Calrissian se recuperó de su asombro antes y disparó por tercera vez. Un escombro golpeó al tahúr y su disparo salió desviando, golpeando a Gepta en el tobillo… la única parte de su cuerpo que era real. Con un grito, la forma humanoide de Gepta desapareció, como si su traje nunca hubiese contenido un cuerpo. Calrissian avanzó hacia donde debería estar Gepta para hurgar en el interior; él tenía una corazonada.

Mientras tanto, un bláster militar de los restos del Wennis consiguió disparar e impactó directamente en la unidad central de Vuffi Raa, aparentemente apagándole para siempre.

Calrissian encontró al pequeño croke en el tobillo. Observó que el monstruo seguía vivo; aunque aturdido. Como quiera que Gepta era un monstruo responsable de muchos asesinatos, Calrissian cerró su puño con el croke en su interior, dejando atrás sólo una grasienta viscosidad que manchó sus guantes. Éste era un sacrificio para Calrissian, que siempre había cuidado la higiene de su vestuario.

Siguiendo las instrucciones de Gepta, la flota imperial abrió fuego contra los oswafts, matando a cientos. Entonces la Confederación Renatasia abrió fuego contra la flota imperial, dando a los oswafts la ocasión de retirarse. La batalla fue interrumpida por la llegada de miles de criaturas ovoides de cincuenta kilómetros de ancho y relacionadas con Vuffi Raa, que venían a buscarle. Estos seres destruyeron un crucero imperial fácilmente; así que el resto de la flota imperial aceptó retirase tranquilamente sin buscar más problemas. Nunca volvieron a terminar la última orden de Gepta.

El crucero Eminencia había participado en el bloqueo y su log holográmico grabó con todo detalle el duelo entre Calrissian y Gepta. En años posteriores, este documento fue subido a la mayoría de bibliotecas, sobre todo del territorio de la Nueva República; se podía buscar en archivos del año 2 abY.

Poco después de haber prevalecido contra el último Hechicero de Tund gracias a su suerte y su habilidad, Calrissian coincidió con su amigo Han Solo en Bespin. Solo le preguntó qué había sido de Vuffi Raa, y Calrissian intentó explicar su fantástica historia, mencionando al malvado hechicero que resultó ser un croke; pero fue interrumpido por una barabel enfadada, Shallamar, que le acusaba de tramposo.

La vida posterior de Calrissian no estuvo exenta de dificultades, pero no tuvo otros enemigos similares a Gepta. Lando mencionó sus encuentros con Gepta en su biografía Cómo Triunfar En Todo publicada en 22 dbY, añadiendo que no le gustaba hablar de gente tan espeluznante y que Gepta estaba mejor muerto y sin que se le recordase.

Así fue: Gepta se convirtió en una mera nota al pie en los libros de historia. La historia de Gepta y sus gestas en busca de tecnología mística de especies antiguas se hizo pública. Gepta fue mencionado en una conferencia de la xenoarqueóloga Doctora Corelia Antilles en algún momento entre 6 y 27 DBY, para explicar el tipo de amenaza que ella temía.

También se le menciona en la crónica galáctica publicada por Voren Na'al en 25 dbY, y reeditada en 36 dbY, centrándose más en Calrissian. Na'al tuvo ocasión de entrevistar a Calrissian para recabar información, pero estaba seguro de que el famoso estafador era poco fiable en sus exagerados relatos.

En el año 40 DBY, la maestra jedi Tionne Solusar publicó La Guía Esencial de la Fuerza, dedicando un capítulo a organizaciones poco conocidas de usuarios de la Fuerza; en éste, una sección a los Hechiceros de Tund; y en ésta, varias menciones a Gepta. La erudita analizó la información disponible sobre Gepta y concluyó que el Hechicero tenía capacidades mágicas limitadas como mucho, pues necesitaba tecnología para torturar a Calrissian y armas biológicas para arrasar mundos. Ella admitió sin embargo que Gepta había conseguido infiltrarse en los Hechiceros y concluyó que el Emperador Palpatine sentía cierto respeto por él si le había dado recursos imperiales. No quiso teorizar si Palpatine conocía o no los límites de la magia de Gepta.

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