CAMPEONES DE LA FUERZA

Artículo creado por Nassira A. Dors para SithNET. Maquetado por El Coronel Kurtz
Prohibida la reproducción total o parcial de los mismos sin el consentimiento de los autores.

FICHA TECNICA Y PORTADA

 
Editorial: Martínez Roca (1995)
ISBN: 8427019734
Páginas: 336
Título Original: Champions of the Force
Autor: Kevin J. Anderson
Traducción: Albert Solé
Cubierta: Romi Sanmartí (Diseño)
John Alvin & Lucasfilm LDT (Ilustración)
Período: 7 años después de El Retorno del Jedi


Portada de Campeones de la Fuerza

EL ARGUMENTO DEL LIBRO

 

I.- SINOPSIS

Uno de los estudiantes de la Academia Jedi, Kyp Durron, es seducido por el Lado Oscuro y se rebela contra su mentor, Luke Skywalker. Movido por un odio incontenible al Imperio, Kyp emprende una cruzada personal contra las fuerzas imperiales. Habiéndose hecho con el control del terrible Triturador de Soles, se embarca en una apocalíptica misión de destrucción, convencido de estar luchando por una causa justa.

Los héroes de la Nueva República se ven enfrentados a una situación desesperada, al tiempo que la nueva generación de Caballeros Jedi se enfrenta a su bautismo de fuego.

II.- RESUMEN

Kyp Durron, a bordo del Triturador de Soles, sediento de venganza, se dirige hacia Carida, dejando tras de sí un rastro de destrucción. Allí, se coloca en órbita y exige al embajador Furgan la rendición del planeta. Furgan se ríe de sus condiciones, ya que tiene un plan que parece ir sobre ruedas: la expedición a Anoth está lista, y el bebé Jedi está a un paso de ser suyo. Kyp es informado de que su hermano Zeth ha muerto, y el joven Señor del Sith sigue en su camino hacia el Lado Oscuro. Furgan trata de hacerse con el Triturador, pero Kyp tomará cumplida venganza por la muerte de su hermano. Lanza un torpedo hacia el sol de Carida, y espera pacientemente cómo se desencadena una reacción en el nucleo. Un mensaje parpadea en la consola de comunicaciones: Zeth no está muerto, y Kyp se acerca al planeta para intentar rescatarlo. Una pelea entre el oficial de comunicaciones y Zeth por subir a la nave, da como resultado que el joven Sith vea como su hermano cae muerto. El sol de Carida estalla a continuación.

En Yavin IV, Leia se dirige a ver a su hermano. En el templo, reconoce entre los estudiantes a Cilghal, que ha conseguido mantener unidos a los doce aprendices, mientras el maestro continúa convaleciente. Han y los gemelos están detrás de ella. Cilghal les confiesa que ha sido Kyp Durron el que ha dejado a Luke en ese estado. Al oirlo, Han se ofrece para ir a buscarlo y hacerlo entrar en razón. Leia se opone, aunque sabe que Han tiene razón. Los estudiantes consultan a Leia sobre lo que deben hacer. Tienen miedo por ellos, y por sus poderes. Streen confiesa que el Hombre Hecho de Sombras le habla constantemente, y ya tiene a Kyp Durron a su lado. Leia les anima, son la nueva estirpe de Caballeros Jedi, y no deben desanimarse. En ese momento, todos sienten una gran perturbación en la Fuerza, un millón de voces gritando. Saben que el Triturador de Soles ha vuelto a actuar.

Esa perturbación consigue que Luke salga de su trance para descubrir que es su espíritu el que está vivo, y su cuerpo, ante él, yace inerte.

En Coruscant, Chewbacca liderará una fuerza para asaltar la Instalación de las Fauces. Junto a él, irán los comandos de Page, instruidos por Madine, Wedge, Qwi Xux y Cetrespeó. el general espera encontrar algo en el complejo que haga recuperar a Xux sus recuerdos. Ella se esfuerza constantemente, aunque lo único seguro que tiene es el amor del corelliano. Mientras tanto, en una de las salas del reconstruido Palacio Imperial, lugar donde están recreados los arrecifes de Mon Calamari, Terpfen no es capaz de oir la voz de Furgan. El rumor de que Cárida está incomunicada le llena de extraños sentimientos. Su cabeza, llena de cicatrices, recordaba su pasado de torturas imperiales. Su cerebro, retocado y añadidos circuitos orgánicos a él, le recuerdan su unión al Imperio. Sabotajes y espionaje son su bagaje más oscuro. Gracias a los sensores colocados en el Ala-B de Ackbar, el pequeño Anakin está en grave peligro. Es hora de expiar sus culpas. Es hora de volar a Yavin 4.

Mientras Han Solo ha salido tras Kyp Durron, Lando y Mara comienzan a hacer negocios. Lando le propone a Mara el transporte de la especia que extraigan de Kessel, ha conseguido que Numb y otros sullustanos trabajen en los túneles, y sabe que el negocio puede dar grandes beneficios.

Cuando Han llega a Coruscant, se encuentra a Mon Mothma moribunda. A su lado, Riekaan escucha todo lo que Solo tiene que decir sobre Kyp Durron. Dodonna le exhorta a que la carnicería termine de una vez, al igual que Garm Bel Iblis. Han sabe que tiene que localizar al joven, y al ultimar los preparativos del Halcón, se encuentra con Lando, y éste se ofrece a ser su copiloto.

En Yavin 4, Luke se encuentra atrapado en un nuevo plano existencial. No consigue ponerse en contacto con sus aprendices, invoca spíritus luminosos, pero sólo responde a su llamada una tenebrosa figura con un sol negro tatuado en su frente. Es Exar Kun.

Tol Sivron se sentía estafado por Daala. Ella se había llevado sus destructores, dejando la Instalación sin protección. Lleno de rabia, hizo que sus investigadores y gran parte de las tropas embarcaran en el prototipo de la Estrella de la Muerte. Lo que Daala no había conseguido, él lo llevaría a buen término: Destruir a los Rebeldes.

Terpfen llega a Yavin 4 y ante Leia descarga su conciencia: Su hijo corre grave peligro. Leia decide ir a Anoth, a rescatar a su pequeño, pero no sabe donde se encuentra. Por lo que irán a entrevistarse con Ackbar. Este no pondrá impedimentos y ayudará a su amiga a liberar a su pequeño.

Han ve con sus propios ojos que Cárida ha desaparecido. Siguiendo el rastro de destrucción, encuentra a su joven amigo. Pero Kyp no dudará en matar a Solo si se interpone en su camino. En la mente de Durron hay una gran confusión. Es esclavo de Exar Kun, y solo la desaparición del Señor del Sith liberará al joven Jedi.

Días más tarde, tiene lugar un enfrentamiento entre los esbirros de Kun, espectros y monstruos, contra el cuerpo de Skywalker. Cilghal tendrá que evitar que su maestro sufra daño alguno... aunque tiene a un par de jóvenes jedis para ayudarla.

Furgan sale del hiperespacio y desembarca en Anoth con los AT-MT (androides todo terreno), pero Winter tiene una sorpresa escondida en la manga, llamado Organismo Defensivo contra Intrusiones Exteriores. En plena batalla en la superficie, una nave rebelde aparece en la órbita de Anoth... El pequeño Anakin está en ese plenetoide. ¿Habrán llegado tarde?


EL COMENTARIO CRITICO

 

Tercera y última entrega de la trilogía titulada "Trilogía de la Academia Jedi". Finaliza, por tanto, una de las sagas más controvertidas del Universo Star Wars, con el desenlace de todas las tramas que se han ido desarrollando en los libros La Búsqueda del Jedi y El Discípulo de la Fuerza Oscura.

Para quien esto escribe, Anderson ha tomado referencias para esta trilogía de libros desde la mitología cristiana a la nórdica, pasando por la estética de las películas de "espada y brujería". No se justifica aquí que tome pasajes acontecidos en las Escrituras, sino que toma y adapta situaciones y escenas, para representar capítulos de los tres tomos. También encaja perfectamente los personajes y aventuras narrados en Relatos de los Jedi presentando a Bodo Siosk-Baas, Exar Kun, Vima-Da-Boda, y una serie de acontecimientos ya descritos en las sagas de cómics y en las de Imperio Oscuro.

Sobre la estética antes referida, sólo hay que observar la escena del Luke caido ante el poder de Exar Kun en Yavin IV, la forma y el lugar cómo estaba colocado Luke: con los brazos cruzados, en la plataforma ceremonial de la sala de audiencias del gran templo, con sus aprendices rodeándolo. Parece extraído del funeral ceremonial de Arturo en "Excalibur". El número doce, tan mágico y tan especial, es también aquí el de los aprendices. Liderados por un Maestro o en su defecto, por el más carismático y quizás poderoso de los presentes, es la unión lo que les hace superar todas las trabas y problemas. Agarrados por las manos, haciendo un círculo (elemento mágico) son capaces de acabar con la amenaza y así salvar a su mentor. Los monstruos, y el pasaje del "yo astral" de Skywalker parecen sacados de novelas de hechicería. Perfectamente descritos, todos estos conceptos chocan con lo visto en la anterior trilogía, la de la Nueva República, escrita por Timothy Zahn. Podríamos seguir sacando "parecidos razonables" en esta línea, como por ejemplo las referencias a los templarios que se esconden tras las líneas (templario viene del "temple" francés, templo castellano, y se caracterizaban -lo que se ha conseguido averiguar- por ser monjes guerreros -como los Jedi- con idéntico atuendo, que siempre exploran la jungla de dos en dos, y que tienen en el doce un número místico). Pero este comentario no pretende ser una exposición filosófica, por lo que quien esto escribe se centrará en el Universo conocido Star Wars.

Siguiendo con las referencias mitológicas, (o quizás con las referencias a los libros de Zahn), las naves de la almirante Daala tienen nombres tales como Gorgona, Mantícore, Hydra y Basilisco (recordemos que la del Gran Almirante Thrawn se llamaba Quimera). Parece pues un intento de mantener la coherencia con el Universo Expandido ya presentado.

Anderson también se recrea recordando escenas y presentando a personajes de la trilogía original. Por ejemplo, está el ataque del wampa en Hoth, la reconstrucción de Cetrespeó en Bespin, la victoria de Yavin... Los personajes que aparecen son, entre otros, Carlist Riekaan y Jan Dodonna, al igual que Garm Bel Iblis y Ackbar, y el copiloto de Lando, Niem Numb, en la batalla de Endor.

Respecto a los poderes de la Fuerza de los aprendices Jedi, ya comentados en los artículos anteriores, destaca quien esto escribe los de la calamariana Cilghal, poderes tremendamente luminosos los curativos, y poderes visionarios que recuerdan a los de las Valquirias, ya que ella sabe quien, de los integrantes en una batalla, morirá en ella. Jugará un papel importantísimo en el desenlace de la enfermedad de Mon Mothma, idea esta que parece planchada a la que desarrolla en una de sus novela ambientada en el Universo Expediente-X (donde aparece un perro llamado Vader). El "dominio" de la Fuerza en Jacen recuerda a los poderes mutantes del hijo de Sue y de Reed Richards, Ben, de los 4 Fantásticos, y incluso, podría haber sido una referencia para el personaje del niño del "6º sentido". Sobre la personalidad de los gemelos, hay que puntualizar un detalle que a Anderson se le ha pasado (¿adrede?) por alto: Es prácticamente imposible que unos niños de tan cortísima edad, separados de sus padres siendo bebés y criados por una mujer sola en un territorio inhóspito, tengan tan arraigados los conceptos "madre" para Leia, "padre" para Han y "tío" para Luke. Lo que es evidente es que, si esta línea argumental de niños-con-la-Fuerza funcionaba, un aluvión de novelas/comics con nuevos protagonistas invadirían las estanterías. Y parece que así ha sido.

Anderson introduce también nuevos elementos de batalla, tales como los AT-MT, que recuerdan la estructura de los Vipers Automatons que aparecieron en Imperio Oscuro. Se recrea en planetas ya vistos en otros libros y cómics, tales como Coruscant, Yavin IV, Mon Calamari, y describe extensamente lugares tales como Ryloth, su superficie (con la banda crepuscular que da nombre al cómic Crepúsculo), su forma de gobierno, sus tradiciones... Sobre los twi'leks en particular, desarrolla el personaje de Tol Sivron, creando un funcionario con todos los elementos estereotipados y negativos que puede conllevar ese nombre: cuadriculado, siempre con el manual (rayando el ridículo a la hora de incluso estar en peligro de muerte). Enlaza perfectamente a Sivron con Tarkin, dandole un ancho camino a Kevin Rubio para perpetrar su divertida "Ha Nacido una Estrella... de la Muerte".

La traducción en este tercer libro tiene una nota curiosa. El androide que Winter tiene en Anoth se llamó originalmente "FIDO", como la mayoría de mascotas caninas de Estados Unidos. Al traducirse el nombre, resulto llamarse "ODIE"; que curiosamente es otro perro, el compañero de Gardfiel.

En definitiva, acción trepidante y opiniones para todos los gustos. Portada, bastante mediocre, de John Alvin.



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