CUANDO EL DESTINO LLAMA LOS ELEGIDOS NO TIENEN ELECCIÓN
Yos Kolina, el rey de Mon Calamari (Dac) ha sido misteriosamente asesinado y su hijo, el príncipe Lee-Char, trata de evitar que las dos razas que comparten el planeta, su gente, los mon calamari (Calamarianos), y los quarren, se enzarcen en una cruenta guerra civil.
La senadora Amidala y Anakin Skywalker son enviados al planeta Dac como mediadores y asisten a la reunión de ambas rezas en la que también está, como líder de los quarren, Nossor Ri, y como observador, el embajador separatista karkaradonio Riff Tamson.
Lee-Char promete a Nossor que tratará a los quarren como si fuesen su propia gente pero este reniega de él, y de los representantes de la república, y abandona con los suyos la asamblea mientras Tamson grita "No hay nada aquí para los quarren". Lee, que sabe que eso puede ser el inicio de la guerra se hunde en su asiento sin embargo antes de irse Nossor le confía que lamenta la muerte de su padre al que tenía en muy alta estima.
Aminada, Anakin, y Ackbar, capitán de los calamarianos, contactan con los maestros Yoda y Windu que les dicen que el sistema Mon Calamari pertenece a la República y no puede caer en manos de los separatistas. Windu le informa que Ahsoka Tano y el maestro Fisto serán enviados con un gran contingente para proteger la zona y les piden que se preparen para el ataque quarren y resistan hasta su llegada.

Anakin, Amidala y el capitán Ackar hablan con los maestros Yoda y Windu
La Senadora de los calamarianos, Meena Tills, ordena a Ackbar que proteja al príncipe con su vida ya que este es ahora el comandante supremo de su ejército y aunque el capitán, afirma que el joven no está preparado para la tarea y que precisa aun más entrenamiento, cumple con el encargo.
Tamson se comunica con Dooku y le informa que el ejército de aquadroides está tomando posiciones y que Nossor esta entregado a la causa al 100% y el conde, tras manifestar su agrado con la situación le dice que dentro de poco gobernará Dac.
El príncipe se reúne con Amidala, Anakin y los miembros del gobierno calamariano y, tras asegurarles que está preparado para la responsabilidad les dice que no cree que los quarren les ataquen sin embargo justo en ese momento Tomson llega a la zona con los quarren y los aquadroides y ataca la ciudad submarina.
Aunque Anakin trata de convencer a Lee-Char para que se aleje de la primera línea este quiere liderar el ataque y Ackbar, fiel a la tradición de su pueblo, dice que la última palabra es sólo suya y acepta la decisión del joven monarca. Ackbar lanza un fiero ataque contra los invasores y Lee-Char, que afirma conocer un atajo que los llevará a la retaguardia del enemigo, decide que eso les dará ventaja.
Anakin está de acuerdo y junto a Amidala y a un reducido grupo de calamarianos toma el atajo. La batalla es dura y un trozo de un edificio, derrumbado tras una explosación, cae sobre el pasillo que están usando matando a la mayor parte de soldados. Lee-Char dice que su única opción son los refuerzos de la república y, como si Dios escuchase su plegaria, en ese momento las tropas de Fisto llegan a la ciudad.
Anakin pelea con valentía pero al enfrentarse a varios quarren pierde su escafandra y empieza a quedarse sin aire. Constantemente asediado por el enemigo el Jedi no pude coger su casco que se aleja hacia el fondo hasta que Ahsoka, recién llegada, lo recupera y se lo entrega con un mordaz comentario.

Riff Tomson asedia a Ahsoka y al príncipe Lee-Char
La senadora Tills ha sido herida y Amidala, que está con ella pide ayuda a Anakin. El Jedi corre en su auxilio y ordena a Ahsoka que cuide del príncipe y esta, tras instar al muchacho para que se agarre a su deslizador acuático escapa del ataque del veloz y mortífero Riff Tomson que con sus poderosas mandíbulas mata a quien se cruza en su camino.
El primer ataque cesa y los separatistas se retiran y aunque Nossor le dice a Tomson que sus aquadroides no son rival para los calamarianos este le responde que tiene una sorpresa, unas criaturas cibernéticas karkaradonias llamadas Hidroides Medusa que son invencibles.
Cuando las Medusas atacan la ciudad queda claro que los calamarianos no pueden vencer y aunque el príncipe desea seguir luchando Ackbar lo convence para que ordene la retirada. Lee-Char sigue el consejo y, aunque se muestra abatido y se siente un fracasado, Ackbar le dice que su padre estaría orgulloso de él pues ha aprendido una de las lecciones más importante de un comandante "saber cuando hay que retirarse para luchar otro día".
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