SI ALGO PUEDE IR MAL, IRÁ MAL
Anakin contacta con R2-D2 y le pide que coja la lanzadera y a los droides reprogramados y venga a recoger a su grupo y el androide cumple al instantes. Nada más despegar el androide recibe otro menaje, esta vez de Obi-Wan que dirige a su grupo a la plataforma de aterrizaje de la Ciudadela donde pide ser recogido antes que el grupo de Anakin.
Para llegar a su destino Kenobi, Even Piell y el resto deben trepar por un largo conducto de ventilación y cuando están en pleno recorrido son descubiertos por un droide centinela. Piell reacciona con rapidez y consigue cortarlo en dos impidiendo que escape pero eso no evita que las múltiples puertas de seguridad que tiene el conducto se cierren atrapando a los miembros del grupo en segmentos diferentes del mismo.

El comandante Cody se topa con el droide centinela
Los dos Jedi usan sus sables para practicar agujeros en las puertas y abrirse camino mientras en la sala de control principal el alcaide Sobeck recibe una inesperada transmisión de Dooku. El Conde se ha enterado del intento de rescate y presiona a Sobeck para que extraiga cuanto antes la información que tiene Piell y para que hecho esto mata a todos.
Muy lejos de allí, en Coruscant, varios miembros del Consejo Jedi, enterados del estado de la misión de rescate, con los dos grupos separados deciden enviar una potente flota para ayudarlos y sólo desean que no sea demasiado tarde.
La lanzadera desciende al fin en la plataforma y R2-D2 y tres droides descienden pero en lugar de encontrar al grupo de Kenobi se encuentran con K2-B4, el androide táctico de Sobeck, que sabe que fue en esa nave en la que llegaron los intrusos.
En un alarde de improvisación los droides reaccionan apuntando a R2-D2 como si no supiesen nada del asunto y K2-B4 les ordena que lo conduzcan al interior para interrogarlo El droide táctico desea usar la lanzadera como cebo pero no cuenta con que una vez dentro los droides liberarán a R2-D2.
Lejos de allí Anakin decide abandonar el grupo para ver si puede echar una mano a Kenobi y deja a Ahsoka a cargo de la evacuación. Tarkin no esta muy a gusto porque cree que la joven no está preparada y cuando al poco de quedarse solos el desfiladero por el que caminan termina en un gran muro cree que sus temores se han hecho realidad.
Para empeorar las cosas varios super androides de batalla, varios droidekas y un reducido grupo de droides comando protegidos con impenetrables escudos energéticos empiezan a arrinconarlos y aunque Anakin regresa y los ayuda su situación se torna muy complicada.

El grupo de Anakin y Ahsoka se ve rodeado
La joven togruta reacciona con rapidez y coloca varios detonadores termales en la pared y lanza otros tanto rodando contra los droides. Los explosivos estallan tras los escudos matando a los droides y en el muro abriendo un gran agujero que da a un río de azufre y la entrada a un conducto por el que el grupo podrán llegar hasta la Ciudadela.
El grupo de Kenobi llega hasta la lanzadera pero al no ver allí a R2-D2 el Jedi desconfía y busca otra ruta pero son localizados, arrestados y llevados ante Sobeck. El alcaide pide a Piell que le de la información y amenaza con matar a los clones si no lo hace pero el Jedi le responde que están preparados para morir por proteger la información.
Sobeck dispara a la cabeza de un clon que cae muerto al instante y amenaza con repetir la acción pero antes de que complete su acción es interrumpido por el droide táctico que le informa de que el otro grupo ha sido localizado. El alcaide ordena que se lleven a los prisioneros y los torturen lentamente y se centra en la captura del otro grupo.
Varios androides de batalla conducen a los prisioneros a las celdas pero antes de llegar allí se encuentran con los androides reprogramados de R2-D2 que les dicen que no pueden pasar de allí y que ellos se ocuparán de los presos. Esta maniobra deja libres a Kenobi y a los suyos que deciden dirigirse a la lanzadera cuanto antes pero. Así lo hacen pero cuando intentan alcanzarla son descubiertos y deben pelear contra un nutrido grupo de droides y contra los cañones láser que protegen la plataforma.
Mientras tanto el grupo de Anakin ha llegado al punto donde debían ser recogidos pero al no ver allí la nave deciden dirigirse a la plataforma donde debía ser recogido Kenobi y cuando alcanzan el lugar se unen a ellos y les ayudan en su lucha.

El casco chamuscado es todo lo que queda del valiente Echo
Anakin y Piell cogen una STAP y tratan de destruir uno de los cañones láser mientras el clon Echo toma un escudo y trata de llegar hasta la lanzadera. El coñón alcanza el vehículo de los Jedi que se tiran al suelo pero antes de hacerlo consiguen dirigirlo contra su objetivo haciendo que impacte contra el cañón y lo destruya.
La mala suerte se ceba de nuevo con el grupo y un pedazo del cañón impacta contra la lanzadera haciéndola estallar y matando a Echo. Sin posibilidad alguna de dejar el planeta todos se alejan de la Ciudadela y los Jedi contactan con el Consejo pidiendo que los evacuen cuantos antes. Mace Windu les informa que una flota ya ha partido y que deben resistir y los Jedi le contestan que harán cuanto puedan.
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