El joven mundo de Mustafar se ve sometido al influjo de las fuerzas gravitacionales opuestas de dos poderosos gigantes planetarios llamados Jestefad y Lefrani. Esta gran pugna gravitatoria impide que Mustafar cumpla con su destino de ser una luna más del gaseoso Jestefad y hace que su núcleo se caliente y explote convirtiéndolo en un peligrosísimo mundo volcánico que parece estar a punto de estallar.
Mustafar está localizado en el Borde Exterior y su paisaje esté salpicado por gigantescas cordilleras montañosas de cuyas cimas brotan fuentes de lava y fuego. Anchos ríos de material fundido recorren toda la corteza planetaria y crean grandes cascadas de magma que son tan hermosas como peligrosas.
El humo que emana de las constantes erupciones y de las chimeneas volcánicas cubre enteramente el cielo del planeta con grises nubarrones que apenas dejan ver la luz del sol y la intensa actividad geológica crea interferencias naturales que han mantenido a este mundo apartado de los ojos del resto de la galaxia durante eones.
A pesar de ser un entorno natural infernal Mustafar alberga una importante vida nativa capaz de sobrevivir a sus extremas condiciones. Los mustafarianos, de los cuales existen dos subespecies, son la única raza "inteligente" del planeta y ocupan su tiempo extrayendo y almacenando minerales preciosos en un continuo trajín que lo llevan de una isla a otra a través de los grandes ríos de lava.

Panorámica de los ríos de lava de Mustafar
La Tecno Unión reclamó el planeta y lo hizo suyo unos 300 años antes de la Batalla de Geonosis cuando sus exploradores descubrieron que su superficie escondía un increíble metal alotrópico único en la Galaxia.
Alotrópico: Que se presenta bajo estructuras moleculares diferentes o con características físicas distintas.
En Mustafar la lava esta muy caliente, cerca de los 800 grados estándar, pero puede ser tratada si se cuenta con el equipo adecuado y eso permitió que la Tecno Unión firmase un ventajoso tratado de explotación con los primitivos mustafiarianos.
Los recolectores de las refinerías de Mustafar utilizan rayos tractores y cargadores electromagnéticos para sacar el valioso mineral de los flujos de lava y éste es cargado en vagonetas por androides y por rudos mustafarianos que los conducen hasta las refinerías donde son procesados y refinados para su distribución.
Una construcción capaz de soportar los envites de la lava es muy costosa y la Tecno Unión optó por crear instalaciones "normales" que protegió del calor y de la acción corrosiva de la lava mediante escudos deflectores hacia los cuales se desvía, con carácter prioritario, gran parte de la energía del complejo. El sistema es sencillo y barato pero se considera de "alto riesgo" ya que de producirse un fallo en los escudos la fuerza imparable de la lava derretiría las instalaciones en cuestión de minutos. Para minimizar este riesgo los escudos cuentan con importantes medidas de seguridad y son sometidos a vigilancia constante aunque, como vimos en la película, una gran catástrofe es algo más que probable.

Grandes erupciones en Mustafar
Este inhóspito planeta se convirtió en el santuario ideal para el concilio del movimiento separatista que dirigió la confederación de sistemas independientes durante las guerras Clon y del cual formaba parte importante la Tecno Unión. Una enorme fabrica incrustada en una falla sirvió de cuartel general y mientras androides de batalla y soldados neimoidianos se ocuparon de la seguridad, un escudo deflector especial, generado expresamente para ese entorno, protegía las instalaciones.
Tras convertirse en Emperador del nuevo Imperio Galáctico Darth Sidious no necesitaba mas a los separatistas y dio ordenes a su nuevo aprendiz, Darth Vader, para que acabase con ellos. Nada más llegar allí Vader se deslizo silenciosamente dentro de la refinería y tras deshacerse con rapidez de los guardias puso punto y final a las Guerras Clon descabezando a los dirigentes separatistas.
Tras acabar con el concilio Darth Vader tuvo que enfrentarse con su antiguo maestro y amigo Obi-Wan Kenobi que había conseguido localizarlo en Mustafar ocultándose en la nave de Amidala. Vader creyó que su esposa había ayudado a su antiguo maestro a localizarlo y tras atacarla y dejarla inconsciente se batió en duelo con Kenobi.
Maestro y alumno protagonizaron un espectacular y largo duelo de sables de luz a través del entramado de la refinería en el trascurso del cual el escudo deflector que protegía la instalación fue desactivado y esta quedo expuesta a la furia del planeta.
Una gran erupción lanzó magma sobre uno de los desprotegidos brazos metálicos en los que luchaban ambos contendientes y cuando este cayó al río de lava el combate prosiguió con ambos contendientes montados en plataformas repulsoras .
Tras varios envites Obi-Wan puso pie en tierra en una posición elevada que le otorgaba una importante ventaja táctica. Kenobi sabía que Vader no tenía ninguna oportunidad de vencer y tras recordar sus años de amistad le instó a no atacar. Vader no hizo caso y, lleno de ira, se lanzó contra su viejo maestro.
Con un rápido movimiento de su sable el maestro Jedi amputó el brazo y las piernas de su oponente que, tumbado junto al río de lava, fue pasto de las llamas. Kenobi recogió el sable de Vader y abandonó el lugar creyendo que su alumno había muerto pero la repentina aparición de Darth Sidious salvó la vida de Vader que desde ese día se vio obligado a utilizar una siniestra armadura con soporte vital.

Vader y su nueva armadura con soporte vital
Tras la destrucción del concilio separatista y una vez que el nuevo Imperio se hizo cargo de todas las propiedades de la Tecno Unión, Mustafar fue un lugar olvidado durante años. Un separatista huido, el geonosiano Gizor Dellso, se estableció en el planeta durante los primeros años del Imperio y reactivó una factoría independiente de androides de combate. Su actividad pasó desapercibida durante un corto periodo de tiempo pero terminó llamando la atención del Imperio que mandó a la Legión 501 para poner fin a su arriesgada aventura.
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