EL CAMINO MÁS RÁPIDO A LA DESTRUCCIÓN ES LA VENGANZA
Asajj Ventress dirige, por orden del conde Dooku, un ataque contra la flota Republicana comandada por Yularen y mientras sus escuadrillas de cazas droide atacan los puntos estratégicos de las naves enemigas ella se ocupa de los puentes de mando.
Darth Sidious contacta con Dooku y tras decirle que ha notado una "perturbación en la Fuerza" le indica que su asesina está ganando demasiado poder. El maestro Sith insinúa que el conde no la está usando como un peón descartable sino como su aprendiz y sugiere que tal vez esté pensando en volverse contra él. Dooku lo niega y Sidious le pide que lo pruebe eliminando a Ventress. El conde vacila pero termina claudicando "Se hará como desea Maestro".
Tras destruir uno de los cruceros Ventress divisa los cazas Jedi de Kenobi y Skywalker y se lanza tras ellos. Los Jedi se separan y mientras la asesina persigue a Kenobi los cazas droide acosan a Anakin y no le dan tregua. Asajj consigue un par de impactos sobre la nave del maestro Jedi que pierde el control pero antes de que pueda darle el golpe de gracias Anakin, tras zafarse de sus perseguidores, consigue alcanzarla con un certero disparo.
Los cazas de Kenobi y Ventress, fuera de control, caen en el hangar de una nave separatista y la asesina al ver que va a ser atrapada contacta con Dooku y le pide que la rescate. El conde, siguiendo las ordenes de su maestro, le dice "Me has fallado por última vez. Ya no serás nunca más mi aprendiz y ahora morirás" y corta la comunicación.
Ventress no está dispuesta a dejarse atrapar sin lucha y se enfrenta en duelo contra los dos Jedi mientras no muy lejos de allí Dooku, ordena a su droide táctico, TJ-912, que ordene disparar sobre la nave en la que está la asesina. El Droide le responde que eso matará a Ventress, a los Jedi y a gran parte de sus tropas pero el conde se reafirma en su orden y el droide la trasmite.

Ventress se enfrenta con Kenobi y Skywalker en el hangar
Tras una dura pugna Kenobi y Anakin desarman a Ventress pero cuando esta ya se ha rendido un caza sin control se estrella en el hangar que no tarda en llenarse de llamas. Los Jedi cogen sus naves y dejan el hangar y la asesina, que consigue arrancar la suya en el último instante hace lo propio. Los tres dejan la nave antes de que explote y TJ-912 comunica a Dooku que no hay rastros de supervivientes y este contacta con Sidious para comunicarle que ha cumplido con sus órdenes.
El caza de Ventres, que ha sido muy dañado por la explosión, queda varado en el espacio con la asesina inconsciente pero es recogido por unos piratas que están saqueando los restos de la batalla. Cuando la asesina despierta ordena a los asombrados piratas que la lleven a Dathomir y cuando estos se burlan de ella usa la Fuerza para estrangularlos a todos, comanzando con uno llamado Ratch, y conduce la nave hasta el citado planeta.
Ventress desciende herida en Dathomir y es rápidamente rodeada por las "Hermanas de la Noche" que le dicen "No nos gustan los extraños. Prepárate a Morir" sin embargo la Madre Talzin, líder de la tribu, no tarda en llegar y tras afirmar que Ventress es una de ellas ordena que la lleven al poblado.
Las brujas ponen a la asesina en una mesa e inician una ceremonia de sanación con el "agua de la vida" y mientras Ventress se cura ve pasar retazos de su vida. Lo primero que contempla es que formaba parte de las "Hermanas de la Noche" y que siendo un bebé fue entregada en adopción a Hal'Sted como parte de un pacto que salvaría el poblado.
Su nuevo padre fue años más tarde abatido por unos piratas que fueron eliminados por los Jedi uno de los cuales, Ky Narec, al ver su potencial la entrenó como su padawan. Junto a él creció y se instruyó pero cuando aun era tan sólo una adolescente su maestro fue asesinado por otros piratas y ella sucumbió al Lado Oscuro y se dejó llevar por la cólera.
Su último recuerdo es para Dooku al que ve prometiéndole que sería su alumna y al que también ve traicionándola. Encoleriza Ventress despierta de golpe y tras clama venganza jura matar a Dooku. Al oírla la madre le presenta a dos de sus mejores guerreras, Karis y Naa'leth, diciéndole que ambas la ayudarán en su misión.
Talzin realiza una nueva ceremonia gracias a la cual Ventress y las dos guerreas se vuelven invisibles pero por si acaso el hechizo no es suficiente para evitar a Dooku les entrega un dardo venenoso que puede alterar sus sentidos y sables de luz para que si deben combatir con él este rea que son miembros de la Orden Jedi.
Las tres mujeres llegan hasta la guarida de Dooku, que está postrado en su cama, y Ventress le lanza el dardo al cuello. El Conde se despierta y enciende su sable y acto seguido, tras afirmar que no precisa ojos para ver, se enfrenta con sus tres asaltantes.
Las mujeres, a las que el conde toma por tres Jedi, lo arrinconan poco a poco hasta que Dooku se sienta agotado por el cansancio y el efecto del veneno. Ventress se acerca para darle el golpe final pero Dooku, que estaba fingiendo, lanza poderosos rayos a las tres mujeres y las arroja por un ventanal al vacío.

Dooku lanza Rayos Fuerza contra sus atacantes
Ventres consigue frenar su caída y usa la Fuerza para salvar a sus dos compañeras y, derrotas y humilladas, regresan a Dathomir. La madre Talzin las recibe a su llegada y lejos de mostrarse contrariada les dice que han probado que Dooku es vulnerable y que hay otras formas de acabar con él como por ejemplo poniendo alguien nuevo a su servicio al que puedan controlar.
Talzin contacta con Dooku y, tras decirle que se ha enterado de que ha perdido a su asesina, le ofrece enviarle un sustituto, un varón de Dathomir que demostrará ser aun más valioso que Ventress. El conde acepta y la madre le dice que pronto tendrá noticias suyas.
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