"Dígale a su pueblo que se refugie, y si cuenta con ejército, ésta es su hora." (Obi-Wan Kenobi)

Efectivamente, los utapauanos tenían un ejército, y éste incluía a los jinetes del alado dactilón. Los nativos de Utapau, tanto los rechonchos y diminutos utai como los esbeltos y altos pau'anos, cabalgaban a los dactilones al combate y para otros fines. Tan interesante animal será el objeto de nuestro estudio de hoy.

Un dactilón montado en vuelo.

Utapau, en el sector Tarabba del Borde Exterior, era un planeta cubierto de formaciones de arenisca y roca caliza, con una superficie de llanuras sin rasgos, fracturadas por enormes sumideros parecidos a cañones. Con menos de un 1% de superficie cubierta de agua, Utapau era un planeta seco y las formas de vida se agolpaban en los enormes agujeros. Éstas incluían noventa y cinco millones de seres inteligentes, principalmente utai y pau'anos, y varias criaturas no inteligentes, entre ellas el monstruo nos, el varactyl y el dactilón.

El dactilón era un reptaviano, una especie de lagarto volador, con seis metros de altura y una envergadura de alas de no menos de veinticuatro metros, que le permitían volar, con su larga cola cónica para mantener el rumbo. El dactilón volaba dentro de los sumideros, recorriéndolos de un lado de la circunferencia al otro mientras batía sus alas, en cada una de las cuales quedaban dos dedos atávicos.

Además de esas dos extremidades, el dactilón contaba con cuatro patas de cuatro dedos para moverse en tierra y para escalar los acantilados y las paredes de los sumideros. Eso le permitía llegar lo bastante alto como para encontrar corrientes térmicas ascendentes en las que empezar su vuelo.

Sus espaldas estaban dotadas de huesos altos.

En su cuerpo cubierto de piel grisácea, azul o azulverdosa destacaba el color rojizo de sus alas y también el amarillo de su enorme pico con dos protuberancias frontales que sobresalían en forma de cuernos hacia arriba. A la hora de alimentarse, la forma de ese pico delataba su dieta carnívora: El dactilón era un cazador, depredador que rastreaba a sus presas para devorarlas... y para una criatura así de grande, incluso los humanoides eran una dieta aceptable.

Los dactilones, solitarios y nómadas por naturaleza. El dactilón cazaba dentro de los sumideros, buceando en busca de peces de las grutas, presas pequeñas (para su tamaño) o carroña. En los momentos en que el alimento escaseaba, o cuando era época de buscar pareja, el dactilón debía volar hacia la superficie, cabalgando sobre los feroces vientos que azotaban el árido paisaje.

Incapaces de volar por sí mismos en los entornos cerrados de los sumideros, y al mismo tiempo con dificultad para subsistir fuera de ellos, el dactilón usaba las garras de sus cuatro patas para escalar los muros de rocas, donde los utapauanos contemporáneos habían construido sus ciudades, y así alcanzar suficiente altura para iniciar su vuelo. Para ello, tenían que usar las alas para cabalgar las corrientes térmicas ascendentes.

Entre las presas del dactilón estaba una criatura genéticamente emparentada con él, el varactyl, un lagarto que también escalaba acantilados y procuraba acumular calor al sol en las caras de los acantilados. Los nidos de varactyl estaban en los afloramientos más cálidos de las paredes que pudiesen encontrar, en peñascos o grietas, y allí la hembra de varactyl ponía una nidada de una docena de huevos, que tardaban dos meses en eclosionar; los varactyls dormían en cuevas, letárgicos, calentándose en grupos cerca de sus nidos y contando con que la ubicación de sus nidos protegiese a sus crías. Los dactilones, sin embargo, a menudo volaban y atacaban estos nidos para comerse los huevos o a las crías recién nacidas.

Los dactilones y los varactyls eran por tanto enemigos, pero sin embargo, una vez domesticados, podían compartir los mismos corrales. Tanto dactilones como varactyls eran entrenados, desde la explosión de sus huevos, como monturas para los nativos de Utapau, especialmente por los utai. Los dactilones, de espaldas altas, debían ser equipados con sillas de montar de alto respaldo para que los jinetes tuviesen un equilibrio apropiado pero, una vez así aparejado, el dactilón pasaba a ser un excelente corcel o animal de carga.

Corral con un dactilón.

Aunque el cuidado de los corrales solía recaer en la especie utai, tanto utai como pau'anos contribuían con miembros a la defensa planetaria, la llamada Fuerza Celeste de Utapau. Los utapauanos cabalgaban a los dactilones en patrullas voladoras sobre sus ciudades-sumideros y por la superficie del planeta, a veces enfrentándose a invasores enemigos o simplemente controlando el tráfico alienígena. La Fuerza Celeste después incluyó cazas Porax-38, pero nunca dejó de tener dactilones.

Abajo a la derecha, un dactilón vuela tranquilamente mientras Obi-Wan aterriza.

No siempre los dactilones eran vistos con un jinete: A menudo los dactilones volaban en el interior del sumidero por sí mismos, sin arreo o caballero, y eran contemplados desde ventanales y aperturas. En situaciones de conflicto, sin embargo, los dactilones se refugiaban para su seguridad, excepto aquéllos que eran montados por jinetes militares directamente al combate.

Eran los dactilones una especia tan antigua como los utai y los pau'anos, si no más. En la prehistoria de las especies utapauanas inteligentes, cuando estaban evolucionando e intentando desarrollar la civilización, los utapauanos, aterrados, se descubrieron presas del titánico pterodáctilo. Durante mucho tiempo, el dactilón fue una terrible amenaza.

Los utapauanos acabaron descubriendo que los dactilones podían ser domesticados si se les ofrecía carne roja fresca para que comiesen. Los depredadores pudieron convertirse así en leales monturas. Fueron los pequeños utai, que poco antes habían conseguido domesticar a los varactyls, quienes sometieron a los colosales dactilones y obtuvieron así una nueva forma de explorar el mundo más allá de sus sumideros (Los varactyls ya se estaban usando para esto). El pánico que planeaba se perdió en el pasado. La sumisión del dactilón vino milenios antes de las Guerras Clon.

Los utapauanos estudiaron entonces los patrones de vuelo y migración de los dactilones, y descubrieron que sus reptavianos salían volando de sus sumideros cuando los vientos predominantes estaban en su punto más débil. Eso daría a los utapauanos una comprensión avanzada de los complejos patrones climáticos de su planeta, y les permitió predecir el mejor momento para que ellos también se aventurasen en la superficie, dejando la seguridad de sus pozos, para instalar allí molinos de viento y otras estructuras que les permitiesen aprovechar la exuberante energía eólica, amén de colonizar otros sumideros cercanos. Los utapauanos desarrollaron una sólida economía basada precisamente en la venta de su excedente de energía eólica.

Entonces llegaron las Guerras Clon (22-19 ABY). Utapau se mantuvo neutral, sin aliarse con la República ni con los Separatistas. Inicialmente, el planeta carecía de valor estratégico. Tras la muerte del líder político separatista Conde Dooku en 19 ABY, sin embargo, los separatistas se interesaron por Utapau: El comandante en jefe de sus ejércitos y nuevo jefe de estado, General Grievous, recibió orden de su amo secreto Darth Sidious de transportar al Consejo Separatista al remoto Utapau para mantenerlos protegidos, al menos provisionalmente. La población nativa utapauana se resistió, usando dactilones en batallas contra Grievous y sus ejércitos de miles de droides. La Fuerza Celeste se vio obligada a ocultarse fuera de sus sumideros, y los cruceros utapauanos fueron destruidos. Pronto los utapauanos comprendieron que el enemigo les superaba, y claudicaron para evitar daños a su mundo y población. Los separatistas tomaron el control del planeta.

Las Fuerzas Celestes.

Pero la ocultación no fue perfecta y el secreto se dispersó: Un mensaje enviado desde Utapau fue interceptado por la República e inteligencia clónica descubrió la presencia de Grievous en Utapau. El Consejo Jedi decidió enviar allí a un experimentado general jedi, Obi-Wan Kenobi, con la misión de capturar o eliminar a Grievous, y con apoyo de tropas clónicas como el Tercer Ejército de Sistema y la famosa Legión 501.

Primero, Kenobi realizó una exploración discreta, aterrizando en solitario (bueno, con su droide astromecánico R4-G9) en su interceptor clase Actis con la excusa de repostar en Ciudad Pau. En un hangar con vistas al exterior, mientras los dactilones volaban ajenos al peligro, Kenobi pronto descubrió que los separatistas se ocultaban allí. Él ordenó a R4-G9 que pilotase la nave de regreso con órdenes para sus fuerzas mientras él buscaba a Grievous e iniciaba el enfrentamiento. En un corral de dactilones y varactyls, Kenobi se hizo con uno de estos últimos, Boga, para cabalgarlo por el planeta como transporte.

Kenobi encontró al Consejo Separatista reunido con Grievous, una vez más con dactilones visibles en la ventana. El general les explicó que les debía enviar, por su seguridad, al planeta Mustafar. Grievous mandó a los líderes separatista a la nave antes de que Kenobi pudiese intervenir, pero al menos Kenobi llegó a tiempo de desafiar a Grievous. Se inició un duelo entre los dos guerreros, y a éste se unió el grueso de las fuerzas de Kenobi: En una invasión organizada liderada por el Comandante Clónico CC-2224 "Cody".

Ante el alboroto y la abundancia de lanzaderas y de infantería de marina, los dactilones dejaron de volar por el sumidero. Sin embargo, los ejércitos utapauanos se unieron a la lucha y las Fuerzas Celestes, con pau'anos montados en dactilones, entraron al sumidero para ayudar a derrotar a los separatistas.

Los jinetes de dactilón en la batalla de Utapau.

Kenobi consiguió vencer a Grievous y los separatistas fueron derrotados, pero la victoria fue pírrica: Darth Sidious controlaba en secreto a los clones y les ordenó volverse contra sus comandantes jedi y después tomar el control de Utapau para el recién formado Imperio Galáctico. Tras un tiroteo, Kenobi fue dado por muerto, aunque después él consiguió abandonar el planeta en una nave robada, sin que hubiese dactilones intentando interceptarle.

Pasarían décadas y los dactilones siguieron sobrevolando Utapau. En algún momento entre 0 y 4 DBY, las líneas de producción de la empresa familiar Silica Tab estaban en la superficie de Utapau. Un alto cargo de esta empresa, el auditor humano Garnak Fey, fue capturado por la bruja dathomiriana Silri, miembro del grupo criminal Consorcio Zann, mientras los dactilones sobrevolaban sus instalaciones.

Dactilón durante la era de la Rebelión.

También en ese periodo, la Alianza Rebelde bautizó a uno de sus escuadrones de caza como los Dactilones Remontados. Tras un ataque a los astilleros de Fondor, los Dactilones pasaron a tener menos personal del requerido y sus pilotos, incluida la piloto chandrilana de ala-X Zal Artha, fueron reasignados para probar cazas alas-A estacionados en Cardooine. En una semana, los Dactilones usaron prototipos de ala-A para repeler una incursión imperial en ese planeta. Aunque los Dactilones hicieron retroceder a los Imperiales, sólo dos pilotos de Dactilón sobrevivieron, incluida Artha, y ella pidió que la transfiriesen a Operaciones Especiales.

El dactilón (en inglés "dactillion", con acento en la segunda sílaba) fue inicialmente ideado como una montura para jedis en Utapau en un momento en que la trama de Star Wars Episodio III: La Venganza de los Sith (2005, George Lucas) aún se estaba desarrollando. Por eso, los diseños mostraban al jedi Ki-Adi-Mundi cabalgando al dactilón, aunque más tarde se confirmó que Ki-Adi-Mundi no iba a aparecer en ese planeta.

Finalmente, los dactilones aparecen en la película generados por ordenador y aleteando por las ciudades sumidero, tanto en planos generales como en las ventanas: Se les puede ver cuando Obi-Wan Kenobi habla con Tion Medon, y cuando Grievous está reunido con el Consejo. Sin embargo, cuando aterrizan las tropas clones, no hay dactilones, posiblemente para que no aparezcan cruzándose con las lanzaderas. Tampoco se ven dactilones en las escenas de la pelea contra Grievous, apareciendo sólo como monturas de los guerreros utapauanos. He intentado justificar esto diciendo que los dactilones se habrán ocultado en la pelea; pero me cuesta entender por qué no hay dactilones en el cielo después de la batalla, cuando Kenobi roba una nave para huir de Utapau.

El Universo Expandido empezó a detallar a los dactilones ya en The New Essential Guide to Alien Species (2006, Ann Margaret Lewis y Helen Keier), en que les da una entrada breve en la sección de especies menores, y los menciona en la entrada de los varactyls. Los dactilones también tienen una entrada en The Complete Star Wars Encyclopedia (2008, vv.aa.), con foto; una entrada en el Databank de la web oficial (retirado en 2011), y un párrafo en el glosario de Star Wars: The Official Starships & Vehicles Collection Nº 11 (2009, DeAgostini), la revistilla que se entregaba con la figura de la moto-jet.

Cuando Obi-Wan cae en la Orden 66, también podemos ver un dactilón.

Los dactilones aparecen en varios juegos. Por ejemplo, en el videojuego Empire at War: Forces of Corruption (2006, Petroglyph y LucasArts), los dactilones aparecen sobrevolando los decorados de Utapau.

Ese mismo año, el juego Star Wars Miniatures de Wizards of the Coast incluye una figura de "Utapauano sobre dactilón" en su expansión Bounty Hunters, con rareza "Muy rara". ¿Está bien? Bueno, para su coste vale. Es rápido y tal, pero hay otras figuras de esa rareza en la extensión que molan más.

Miniatura de dactilón para el juego de Wizards.

También el juego de rol de Wizards, en su edición Saga, trae reglas para el dactilón en Clone Wars Campaign Guide (2009, Rodney Thompson, Patrick Stutzman, J.D. Wiker, Gary Astleford y T. Rob Brown). Es una criatura de clase 2 especialmente fuerte, con ataques de garras y pico, que puede resultar útil pero, una vez más, no es ninguna maravilla.

Por último, de nuevo en 2009, Hasbro saca al mercado una figura articulada de "Utai (Varactyl wrangler)" en cuya descripción menciona, además de al varactyl, al dactilón, para indicar que los utai cuidan a ambos tipos de criatura. La figura, sin embargo, trae una lanza para aturdir al varactyl y no tiene equipo específico del dactilón.

En Star Wars: What Makes a Monster? (2014, Adam Bray) se menciona que los utapauanos usaron dactilones en batallas contra el General Grievous, lo cual confirma que los dactilones vieron conflicto contra los separatistas antes de la llegada de Kenobi.

El Databank tiene una errata en que dice que los varactyls fueron los primeros en ser domesticados por los utapauanos, y que pronto los siguieron los varactyls, que son la misma especie. Entiendo que se trata de una errata y la segunda mención a los varactyls debería haber sido a los dactilones.

© S I T H N E T

Sección creada por Skippy Farlstendoiro y Al Noah para SithNET
Prohibida la reproducción total o parcial sin el consentimiento de los autores.

Aquí puedes encontrar todas las fuentes consultadas en la elaboración de este artículo.

Si deseas leer sobre alguna raza alienígena en particular,
no tienes más que mandarnos un emaul ;-)