LOS COLICOIDES

¡No son rival para los droidekas!

[Los Colicoides] [Cultura colicoide] [Diseños colicoides] [Historia post-Naboo] [Miembros Notorios]

Introducción

 

Los neimoidianos tenían mucha fe en este diseño de droide destructor. ¿Tenían motivos para ello? Aunque hoy todos conocemos los motivos que llevaron a la derrota neimoidiana en Naboo, seguramente merece la pena indagar en los orígenes de tan carismáticas máquinas, creadas a imagen y semejanza de sus diseñadores, bastante menos carismáticos.


Los Colicoides

 

En la frontera entre el Borde Interior y la Región de las Colonias se encuentra el sistema Cola. Apeadero razonable, parada poco recomendable, la única especie inteligente que se conoce en todo el sistema está en el cuarto planeta desde su estrella. Cola IV ha dado lugar a los colicoides.

Colicoide

¿Quiénes son los colicoides? ¿Qué aspecto tienen? En primer lugar, debemos decir que un colicoide es una criatura alta, que alcanza fácilmente el metro ochenta de estatura en la madurez. Esto no deja de ser curioso porque los colicoides tienen un importante aspecto de insecto. Poseen cuerpos quitinosos dotados de un caparazón protector aunque, debido a que hay muchas lagunas sobre la fauna de Cola, no sabemos qué amenazas locales llevaron al desarrollo de esta protección.

Cualesquiera que fuesen, debían ser bastante importantes, porque las defensas colicoides no terminan en el caparazón. Los colicoides poseen un aguijón envenenado en un extremo del cuerpo. En el otro tienen cabezas planas con ojos multifacetados que les proporcionan una excelente visión, y antenas que mejoran su oído. Su olfato también es excepcional, y al parecer es difícil pillarles desprevenidos.

Los colicoides han desarrollado la capacidad de moverse en forma de rueda: Giran todas las articulaciones de su cuerpo para convertirse en una rueda, lo cual incrementa su notable protección y les permite moverse más rápido. Debido a que los ojos están dentro de la rueda, no pueden ver mientras avanzan. Sin embargo, oyen y huelen perfectamente, lo cual es suficiente para ellos. Una vez han alcanzado el lugar de destino deseado, se pueden desenredar rápidamente y atacar al momento a una presa sorprendida. Este ataque suele realizarse con el aguijón.

Más aún: Las mentes insectoides de los colicoides parecen proporcionarles protección contra algunos poderes mentales jedi. Algunos eruditos jedi han teorizado que un jedi de alguna otra especie insectoide podría no enfrentarse a este problema al tratar con colicoides. Hasta el momento, no se conoce ningún caso de un jedi colicoide, o de un colicoide usuario de la Fuerza en ningún caso.


Cultura colicoide

 

Los colicoides son inteligentes y calculadores, y eso es algo bueno que se puede decir de ellos. Sus mentes parecen adaptadas para las matemáticas, la física y la tecnología.

Ahora bien: Son crueles y parecen carecer de las emociones que guían a muchas especies. Ellos sólo sienten codicia guiando sus acciones.

Son seres brutales que recurren al canibalismo, devorando a otros de su misma especie especialmente si la comida escasea. Sin embargo, esta dieta, aunque aceptada, no es especialmente agradecida en su especie. Los colicoides preieren detener a los viajeros que entran en su sistema y comérselos posteriormente en vez de comerse a sus compañeros de raza.

Colicoide

La crueldad de los colicoides, combinada con su inteligencia, les ha convertido en seres astutos y les ha llevado al éxito en diversas áreas en que la eficiencia no vaya reñida con la impiedad. Por ejemplo, los colicoides han demostrado ser excelentes soldados, y también empresarios de gran éxito.

Empresarios de gran éxito que, insisto, se comen a muchos visitantes. Los colicoides tienen un protocolo comercial estricto. Pese a que han estado implicados en muchas disputas diplomáticas que harían enrojecer a los arkanianos, hasta el momento parecen haber salido oficialmente airosos. Para muchos diplomáticos, sin embargo, Cola IV supone una sentencia de muerte.

Los colicoides desconfían especialmente de los Caballeros Jedi, un sentimiento intensificado después de la batalla de Naboo. No está claro cuál es el origen de esta desconfianza.

El aspecto inhumanoide de los colicoides, combinado con el conocimiento histórico de sus proezas, ha llevado a que la comunidad galáctica desconfíe a su vez de los colicoides. Los colicoides que abandonan su sistema no suelen ser bien tratados excepto por quienes tienen motivos comerciales muy fuertes para tratar con ellos (con los riesgos que esto puede conllevar). La reputación de los colicoides no mejora por el hecho de que la mayoría de los que dejan Cola son soldados, con unos cuantos cazarrecompensas y un número mínimo de exploradores y, eh, pequeños empresarios independientes.

El idioma colicoide está compuesta por zumbidos y cliqueos producidos por movimientos de antenas y piernas. Es prácticamente imposible de entender, mucho menos de reproducir, por otras especies. Los colicoides pueden hablar fácilmente básico (con un marcado acento zumbante), y muchos de ellos aprenden el idioma. Entre ellos, por el contrario, prefieren hablar en colicoide, aún ante testigos. Eso hace que las otras especies sospechen que no hablan de nada bueno, y que quizá conspiren contra ellos. Suele ser más acertado de lo que nos gustaría.


Diseños colicoides

 

Tan insensibles como inteligentes, los colicoides han demostrado su habilidad en la creación de temibles autómatas de guerra, máquinas que siembran la destrucción en las filas de los enemigos, y más exactamente de los enemigos de quienes pueden pagar sus exorbitantes precios. Incluso están dispuestos a desarrollar diseños novedosos y personalizados, de acuerdo con las especificaciones de cada cliente, si éste puede pagar más.

Uno de los más populares diseños colicoides durante años fue el Erradicador. El Erradicador entró en el mercado y en el campo de batalla más de cincuenta años antes del inicio de las Guerras Clon. Se movía sobre ruedas robustas que le daban gran velocidad y maniobrabilidad. Estaba armado con dos rifles bláster y otros tantos cañones de iones, y poseía un mínimo sistema de escudos, insuficiente para detener totalmente un disparo de bláster pero lo bastante poderoso para hacer que necesitase <i>muchos</i> impactos antes de empezar a fallar. Sin embargo, una importante ventaja del Erradicador era su autonomía: El Erradicador no necesitaba una unidad de control remoto.

En las últimas décadas de la Antigua República, la agrupación Nido de Creación Colicoide era la principal agrupación de desarrolladores de droides para su posterior fabricación en serie. El Nido recibió notoriedad por sus tratos con la Federación de Comercio para el desarrollo de un modelo conocido como droide destructor, del cual sería el principal desarrollador.

La idea de los neimoidianos era incrementar sus legiones de droides de combate con máquinas más poderosas. Los droides destructores estarían armados con cañones láser y lanzaproyectiles, y con una cabeza llena de sensores y detectores para localizar los blancos. Tendrían además un núcleo de energía de bronzium que alimentaría sus generadores de escudos. Los escudos de los droides destructores serían lo bastante fuertes para repeler totalmente el fuego de un bláster. Los disparos de un rifle de energía o de artilería pesada se verían bastante debilitados, convirtiendo al droide en una máquina de guerra casi invencible, aunque, por supuesto, no totalmente invulnerable.

Droideka

Los droides destructores se asemejarían a la fisiología colicoide superficialmente. Reproducirían en primer lugar la capacidad colicoide de adoptar forma de rueda para sorprender a su presa, con las diversas ventajas que esto proporciona: Son más rápidos que caminando, ofrecen un blanco más pequeño y móvil, ocupan menos espacio almacenados y son más resistentes durante el viaje. Al menos, ésa es la teoría pero, ¿alguien recuerda haber visto a un droide destructor rodando y con el escudo activado?

Los colicoides se refirieron informalmente a los droides destructores como "droidekas" durante su desarrollo; esta palabra derivaba de los términos colicoides, adaptados al básico, para decir "droide" y "dron". Por tanto, para un colicoide, indica que el droide no estaba controlado independientemente. A los neimoidianos les gustó el término y lo incluyeron en su vocabulario. Sin embargo, para una especie menos acostumbrada al combate y a la tecnología, el término acabó significando "refuerzos".

En tiempos de la batalla de Naboo, los colicoides estaba desarrollando un nuevo modelo de droide destructor. Los prototipos incorporaban ordenadores programables independientes que les permitían operar sin una nave de control de droides.


Historia post-Naboo

 

Los colicoides llevaban bastante tiempo ansiando controlar las operaciones mineras en Kessel para obtener un flujo de ingresos aún mayor, pero esta operación se hacía de rogar.

Unos pocos años después de la batalla de Naboo, los colicoides intentaron hacerse con los derechos de la planta de proceso de especia de Nar Shaddaa. Pero debían pactar para ello con Krayn, el temible esclavista t'surr. Krayn había conseguido que el humanoide Aga Culpa controlase las minas de especia de Nar Shaddaa a cambio de la libertad de los habitantes de la estación; el alcaide Culpa siempre había sido un tipo débil.

Las negociaciones se volvieron agresivas y, unos cuatro años después de la batalla de Naboo, Krayn empezó a atacar a los convoys de envío de mercancías de los colicoides. Éstos se quejaron a Coruscant, y el Canciller Supremo Palpatine pidió a los Caballeros Jedi que interviniesen. Obi-Wan Kenobi y su aprendiz padawan Anakin Skywalker fueron enviados a intervenir.

Obi-Wan Kenobi adoptó el seudónimo de Bakleeda, esclavista y asesor independiente de los colicoides, y viajó con Anf Dec para protegerles de los ataques. Cuando la nave de Dec fue atacada por Krayn, éste permitió al jedi infiltrarse en las filas de Krayn.

A través de sus tratos con el informante Gogol, Kenobi descubrió que Krayn controlaba los centros de proceso de especia en Nar Shaddaa, y que los colicoides estaban negociando con él. Krayn exigía ser el único proveedor de esclavos a Kessel a cambio del acceso de los colicoides a los centros de Nar Shaddaa.

Mientras tanto, la teniente Zora, a las órdenes de Krayn, capturó a Skywalker. Cuando se descubrió que Zora era en realidad la jedi Siri Tachi infiltrada, ella también fue capturada. Skywalker y Tachi, en colaboración con la niña esclava Berri, lograron escapar y reunirse con Culpa y el líder colicoide Nor Fik, a quienes convencieron para que se opusiesen a Krayn. Con la colaboración de Kenobi, convencieron a Fik para que permitiese que organizasen una revuelta de esclavos, si bien Fik no aceptó darles recursos colicoides. Culpa a su vez recibió órdenes estrictas de ignorar la revuelta.

Skywalker lideró la revuelta y descubrió que Dec trabajaba con Krayn para controlar el mercado de especia. Se enfrentó y derrotó a Krayn y, pese a que Kenobi intentó convencerle para que no le matase, el joven Skywalker empezó a sucumbir al reverso tenebroso de la Fuerza tomándose la justicia por su mano y asesinando a Krayn. Este acto de violencia gratuita e innecesaria destruyó todas las pruebas que había contra Dec.

Se sabe asimismo que los colicoides habían montado una base de operaciones en el planeta Balmorra, entre Kuat y Neimoidia. Debido a que los colicoides mantenían negociaciones con los neimoidianos y con algunos de los aliados de éstos, Balmorra fue uno de los mundos que se secesionó de la Antigua República durante la crisis dirigida por el Conde Dooku.

En tiempos posteriores, científicos colicoides aceptaron el dinero de los fugitivos quarren Lekket y Tallet para restaurar en lo posible el cuerpo de Tallet, que había sufrido graves heridas por su inmersión en productos tóxicos cuando su operación fue atacada por policías republicanos y un jedi. Lekket y Tallet habían sido vendidos por su antiguo asociado, el senador Tikkes, pero aún retenían una gran fortuna, y la utilizaron primero para curar a Tallet y después para buscar venganza.

En tiempos del Imperio, la presencia colicoide en Balmorra dejó de ser al menos visible; el mundo parecía estar controlado por humanos. Sin embargo, algunos sugieren que el dinero que controlaba el mundo venía de Cola y los ingresos volvían allí a través de un millón de escalas.

Los colicoides siguen sin contar con el respeto de la galaxia. Poco les importa: Ellos sólo quieren dinero, y saben que sus servicios son respetados porque son de los mejores en su trabajo. Es improbable que hayamos oído la última palabra de esta especie.


Colicoides notorios

 

Bzhat: Un famoso colicoide.

Anf Dec: Este colicoide era el capitán de un convoy diplomático en una ruta poco segura. Como quiera que, poco tiempo antes, su especie había pedido protección a Coruscant, Dec no tuvo más remedio que aceptar la escolta de dos jedis en su nave, pese a que no le hacía ninguna gracia. Los jedis en cuestión eran Obi-Wan Kenobi (que había adoptado el seudónimo de Bakleeda, asesor independiente) y su padawan Anakin Skywalker.

La nave de Dec fue atacada por el esclavista t'surr Krayn, y Dec descubrió que sus defensas no eran suficientes para el ataque. Dec permitió que los jedi tomasen una lanzadera clase G y se infiltrasen en la nave de Krayn. Dec aún esperaba poder escapar con su nave intacta.

Más tarde, Skywalker descubrió que Dec era el principal negociador de los colicoides en un supuesto pacto con Krayn para controlar el mercado de proceso de especia en Nar Shaddaa a cambio del tráfico de esclavos en Kessel. Sin embargo, cuando Skywalker ejecutó a Krayn, no hubo pruebas que pudiesen relacionar a Dec con la operación.

Nor Fik: Fik era uno de los líderes colicoides que pretendía reunirse con el esclavista Krayn en la estación espacial de Rorak 5 mientras su compañero de raza Anf Dec estaba negociando con Krayn por los derechos del proceso de especia en la Carrera Kessel, unos cuatro años después de la batalla de Naboo.

Fik saludó al esclavista Barkeeda, asesor independiente de la organización de Krayn (que era en realidad el jedi Obi-Wan Kenobi disfrazado). Pero, poco después Kenobi y la jedi Siri Tachi (haciéndose pasar por Zora, sicaria de Krayn) revelaron a Fik que pretendían derrocar a Krayn. Fik se negó a proporcionarles los recursos de los colicoides para que tomasen los centros de Nar Shaddaa, pero aceptó permitir que organizasen una revuelta de esclavos.

Después de la caída de Krayn, Fik consiguió tomar control de Nar Shaddaa, pero tuvo que aceptar convertir a los esclavos en trabajadores asalariados para que continuasen procesando la especia.

G'zharp: Un famoso colicoide.

Kyrrik: Otro famoso colicoide.

J'kilkrizt: Un nombre común entre los colicoides.

T'karzhk: Otro nombre común entre los colicoides.

Ytil: Cuando sepa algo de este colicoide, yo se lo cuento, ¿de acuerdo?


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Artículo escrito por Skippy Farlstendoiro.
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