MORGA BUNNA

Articulo creado por Skippy Farlstendoiro y maquetado por el Coronel Kurtz para SithNET
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La biografía de Morga Bunna


 
"Bienvenido a mi humilde tienda" (Morga Bunna)

Morga Bunna era un varón bosph de cuernos esbeltos. Como muchos bosph, tenía mapas de sus viajes tatuados en su cuerpo; en el caso de Bunna, concretamente, los tatuajes estaban en sus brazos.

Bunna había trabajado de cazarrecompensas hasta que alcanzó la senectud. Por entonces, él eligió retirarse de esa profesión y montar un almacén de objetos ilícitos en la luna más externa del planeta Bosph: Bunna guardaba objetos peligrosos, por ejemplo robados y buscados por el propietario original, mientras el nuevo propietario buscaba un comprador para ello. Bunna además proporcionaba un servicio de reuniones no presenciales entre sus clientes para asegurar la venta. Para la protección de sus clientes, Bunna se aseguraba de que las entregas fuesen "a ciegas", y regularmente se cambiaba el calendario de envíos e incluso, en temas delicados, los pilotos utilizados. Con esas precauciones, ni siquiera Bunna podía revelar mucha información sobre los usuarios de su servicio.

Próspero en su actividad, Bunna se vestía con togas de calidad y se ponía puntas de oro en sus cuernos. Cuando Bunna iba a mantener una reunión importante, se lavaba sus ojos compuestos hasta dejarlos brillantes para dar buena impresión.

Bunna hizo cavar la luna, creando túneles, pasadizos, salones, muelles de atraque primitivos (simplemente allanando el suelo) e incluso un domo de placer traslúcido para su disfrute personal. Allí, Bunna mantenía plantas de Bosph bajo luces de radiación en un espacio de jardín flanqueado por balcones. Buena parte de su negocio era operado por droides, y en general Bunna era el único ser inteligente en su luna.

En el año 19 DBY, el misterioso hutt conocido como El Señor de la Especia organizó una compleja red de tráfico de Tempestad, una droga muy adictiva y peligrosa. Bunna era una figura de cierta importancia en la organización de este asunto, y su nombre era reconocido por el Señor de la Especia y por Koax, la klatooiniana que le servía de teniente de confianza. Bunna almacenaba cargamentos de Tempestad en su almacén, para varios clientes. El bosph también tenía contacto con el clan Bomu de matones rodianos, sicarios del Señor de la Especia, y él sabía que la matriarca Hedu, líder del clan Bomu, se ocultaba en una base secreta del planeta Dennogra.

El Señor de la Especie hizo enemigos: El maestro Mander Zuma, miembro humano de la Nueva Orden Jedi, y su tripulación de pilotos independientes, la pantorana Reen Irana y el bothan Eddey Be'ray. Ellos empezaron a atacar el tráfico de Tempestad acosando a los Bomu, y uno de éstos les reveló la implicación de Bunna.

El tráfico continuaba: Un cargamento de especia en Bosph, posiblemente en la luna de Bunna, fue llevado hasta Ventooine por la nave Ojo de Demonio, y allí lo recogió Threnda, una rodiana del clan Bomu, para llevarlo a su almacén de especia en Budpock. Zuma y sus asociados, sin embargo, intimidaron a uno de los distribuidores para obtener información detallada de la ruta de ese envío, lo rastrearon hasta Budpock y allí lo destruyeron, junto con el resto del alijo de Threnda. La dejaron con vida para que informase a sus superiores.

Éste y otros ataques preocuparon a Koax, que informó a su señor y, avergonzada, admitió que la implicación de Bunna en sus planes había sido comprometida. El Señor de la Especia inició medidas.

La actividad de Zuma resultó tan escandalosa que Bunna fue consciente de su existencia y de sus proezas. Algunos de los clientes de Bunna, sintiéndose amenazados por Zuma, decidieron retirar sus existencias de Tempestad del almacén del bosph; otros, sin embargo, pidieron a Bunna que escondiese su mercancía, con lo que el balance de Bunna no se vio muy afectado. Sin embargo, Bunna eligió no almacenar más Tempestad y retirar la que ya estaba ocultando, en reconocimiento del problema.

Uno de los clientes de Bunna, que podría o no haber sido el Señor de la Especia, envió al almacén del bosph una unidad de mercenarios armados con carabinas bláster para proteger su depósito. Bunna aceptó esta escolta, alegando que se sentía solo (lo cual era posiblemente sarcástico).

Tres días después, el carguero TL-1200 de Suwantek Nueva Ambición contactó con Bunna por el canal utilizado por sus clientes para pedir una reunión, y Bunna se la concedió. La tripulación del carguero estaba formada, como Bunna había previsto, por Zuma y sus asociados. Lo que el bosph ignoraba era que los aliados de Zuma en la marina de la Autoridad del Sector Corporativo esperaban a corta distancia para servir de refuerzo.

Bunna recibió con educación y profesionalidad a Zuma y a sus socios. El bosph les propuso entregarles un cubo de datos con todas las notas de transacciones de Tempestad que él había realizado, si Zuma y sus socios aceptaban no investigar el resto de su negocio. Esto era insatisfactorio: Irana exigía acceso a todos los registros informáticos de Bunna, relacionados con Tempestad o no, algo que el bosph encontraba inaceptable. Zuma intentó coaccionar a Bunna usando un truco mental con la Fuerza, pero Bunna se dio cuenta a tiempo, consiguió resistirse, e insistió en que, de cualquier modo, ni siquiera él mismo conocía esa información.

Sintiéndose cercado por la insistencia de Zuma, Bunna llamó a los mercenarios y exigió a Zuma y a sus asociados que abandonasen sus armas y, después que abandonasen la luna. El jedi mantuvo su actitud amenazante, incluso mientras Bunna insistía con gran cortesía en que reconociese su inferioridad armamentística.

Entonces, el acorazado Resuelto de la ASC se dejó ver en el espacio de la luna, a través del domo transparente. El Resuelto bombardeó la luna, sacudiendo toda la base y amenazando la integridad de su soporte vital con turbolásers y cazas IRD. Lanzaderas cargadas de tropas empezaron a aterrizar. Los mercenarios no reaccionaron de inmediato; Bunna se dio cuenta de su inactividad y les ordenó retirarse. El bosph comprendió que las carabinas bláster de sus hombres no podría perforar el domo pero, si lo intentaban, podrían provocar al Resuelto para que bombardease el domo y dejase la zona sin atmósfera.

Bunna se rindió, pero insistió en que no tenía la información que Zuma buscaba. Irana exigió entonces información sobre el líder del clan Bomu, cuya identidad ellos desconocían pero sospechaban que tenía trato directo con el Señor de la Especia. Bunna, sonriente, vio que podía proporcionar ese dato como moneda de cambio y guió a Zuma y a su gente hacia Dennogra. Otras pistas también les dirigirían hacia allí.

La capitana del Resuelto, teniente comandante Ángela Krin, hizo revisar la mercancía almacenada por Bunna y se incautó de los objetos propiedad de ciudadanos del Sector Corporativo, con el propósito de devolverlos a sus legítimos dueños. Krin había llevado la nave más allá de la zona asignada para su patrulla y se había extralimitado en sus atribuciones al atacar una luna en el sector Bosph, pero ella esperaba que, con ese botín, sus superiores no le recriminasen su falta. Zuma apeló por Bunna ante Krin: El bosph, dijo Zuma, había sido honesto en su negociación con ellos, por lo que quizá pudiese ser indultado. Krin discrepaba, pero decidió dejar ir a Bunna porque arrestarle en Bosph, fuera del Sector Corporativo, podría causar un incidente diplomático.

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