"La furia es como una tormenta y me hace poderosa" (Sylvar)
Número 1 - La convención Jedi.
Han pasado diez años desde que terminó la gran guerra Sith en la que Exar Kun estuvo a punto de acabar con los Jedi y Ulic Quel-Droma busca un lugar donde alejarse de todo y de todos. El otrora aliado del gran Lord del Sith vive arrepentido de sus actos (ver los resúmenes de "Dark Lord of the Sith" y de "Sith wars") y ha viajado en la nave de Hoggon hasta Yavin 4 pero el lugar, pese a estar abandonado, está lleno de recuerdos y Ulic busca un nuevo emplazamiento para su retiro. Rhe Var, un planeta helado donde aun queda alguna estación abandonada, será el siguiente y definitivo destino y será allí donde Ulic desembarcará.
Nomi Sunrider, considerada por todos un nuevo y gran líder, ha llamado a los Jedi a una gran convención que tendrá lugar en la estación de Exis, una vieja mina de ion del sistema Teedio, y hasta allí llegan miembros de la orden de todos y cada uno de los rincones de la galaxia.

Vima Sunrider deja la convención Jedi en busca de acción
El maestro Thon y Sylvar son de ellos y mientras en la reunión Nomi pide que se aúnen esfuerzos para reconstruir la República y aboga por la creación de un consejo Jedi su hija Vima, aburrida y cansada de que no le hagan caso, se acerca hasta el hangar y toma prestada una nave para dar un corto paseo (ver imagen).
La joven, que apenas es una adolescente, es muy inexperta y una mala maniobra la pone en serio peligro de muerte pero por fortuna para ella Tott Donetta, un aguerrido Jedi oriundo de Ryloth, consigue salvarla en el ultimo instante.
Número 2 - La búsqueda de la paz.
Ulic Quel-Droma entrena cada día en las heladas colinas de Rhe Var pero sigue sin poder acceder a la fuerza. "Ahora en mis manos el sable de luz es solo un juguete" dice justo antes de caer en un gran agujero y quedar enterrado por la nieve (ver imagen). Ulic no tienen ganas de seguir viviendo pero recibe la visita del espíritu de Arca, su viejo maestro, que le dice que aun tiene que hacer cosas importantes. Tras oír el mensaje Ulic saca fuerzas de flaqueza y sale de su nívea tumba.
En Exis la convención ha sido todo un éxito y la única nota discordante la ha puesto Sylvar que en un encendido monólogo ha pedio que se busque y se acabe con Quel-Droma. La bella cathar no perdona que Ulic matase a su querido Crado y está llena de odio y por eso Tott Donetta decide llevarla con el a Ryloth para que se sosiegue.
Vima está frustrada porque su madre no saca tiempo para seguir entrenándola y decide buscar un sustituto que la ayude a convertirse en una poderosa Jedi. Desde niña ha visto como su madre pasaba horas delante de las holoimágenes de Andur, su padre, y Ulic y como el primero está muerto decide ir en busca de Ulic ya que este además de ser el segundo gran amor de su madre fue uno de los Jedi más poderosos.
La joven no sabe como encontrarlo pero deja que su instinto la guíe y termina en la nave de Hoggon que no tarda en descubrirla y en tomarla por un polizón. Vima enseña a Hoggon la holoimagen de Ulic y este lo reconoce como el pasajero que ha dejado en Rhe Var y cuando la joven se enseña un fajo de billetes acepta llevarla hasta allí.
Tott y Silva llegan a Ryloth y descubren que el clan de Donetta ha tenido un nuevo enfrentamiento con los R´lyek, un clan rival con el que siempre han estado reñidos. Tott esta harto de tanta lucha y va en busca de los líderes de ambos clanes para buscar una solución pacífica pero mientras lo hace Sylvar arma al clan y los convence para que maten a las mujeres y niños R´lyek.
Instantes antes de que Sylvar emprendan la caza llega Tott y detiene la campaña anunciando que tras hablar con los dos líderes estos han decidido firmar una paz definitiva que será sellada con su propio sacrificio. Ambos líderes saldrán a la superficie del planeta y sucumbirán en la tormenta de calor y tras su muerte se creará un nuevo clan que fundirá a los dos clanes que habían sido rivales durante decenios.
Todo se ha solucionado satisfactoriamente sin embargo hay algo que no gusta a Tott. La rabia y el deseo de venganza han anidado en el corazón de Sylvar y la Jedi esta fuera de control. Como ella misma declara la ira corre por sus venas y la hace sentirse poderosa y Donetta sabe que nada bueno puede salir de eso.
Número 3 - Regreso a casa.
Vima no tarda en localizar a Ulic y tras presentarse como la hija de Nomi Sunrider le pide que la ayude a completar su entrenamiento Jedi. Ulic explica a la joven que ya no tiene contacto con la Fuerza y que no puede ejercer como maestro pero la joven insiste hasta que él cede y acepta entrenarla.
Ulic sospecha que Vima no ha dicho nada a su madre y obliga a la joven a contactar con ella para comunicarle que esta bien. Vima cumple los deseos de Ulic pero sin revelar su paradero y aunque Nomi cree que jamás podrá localizarla Hoggon acaba de llegar a Exis y su intención es revelar el paradero de Ulic y de la joven.
Sylvar sabe que la furia que corre por sus venas no es buena y pide a Tott Donetta que la acompañe hasta su planeta natal para buscar el asesoramiento de un viejo maestro cathar llamado Kharr. Cuando llegan allí y se entrevistan con Kharr este dice a Sylvar que debe afrontar una vieja prueba llamada la "caza de la sangre" que consiste en acabar con un kiltik, un mortífero animal que vive en profundas cuevas protegido por toda una colmena de combatientes.

Lejos de sobreponerse a ella Sylvar termina dejandose llevar por la ira.
Tott ayuda a Sylvar a completar la caza pero el resultado no es el esperado y la hermosa cathar acaba desplegando toda su furia (ver imagen) contra las criaturas hasta quedar completamente bañada con su sangre. Tott pide a Sylvar que cambie de actitud y le recuerda lo que le sucedió a Ulic pero su compañera se muestra incapaz de deshacerse de su furia y de su sed de venganza.
Número 4 - Las pruebas Jedi.
Pese a no tener contacto con la Fuerza Ulic enseña a Vima todo lo que sabe y cuando cree que la joven está preparada hace que construya su propio sable de luz usando tres gemas que fueron propiedad de Andur, su padre.
Vima desea aprender a usar su nueva arma y convence a Ulic para que le enseñe todo lo que sabe y aunque este ya no puede usa la Fuerza es un buen duelista y enseña a la joven. Entre lucha y lucha Vima convence a Ulic para que haga algo por recuperar su dignidad y este decide honrar la memoria de su viejo maestro tallando su rostro en el hielo. Ulic crea la esfinge de Arca a golpe de sable y junto a ella Vima talla el rostro de su padre usando la Fuerza.

Ulic entrena a Vima en el uso del sable de luz.
Mientras todo esto sucede Sylvar sigue cazando en solitario durante días para ver si con ello aplaca su ira pero no solo no lo consigue sino que está a punto de acabar con la vida de un mensajero que ha sido enviado para comunicarle que Vima ha desaparecido y que Nomi necesita ayuda.
Cuando Sylvar llega a Exis descubre que Nomi ha averiguado que Vima esta con Ulic y comprueba con desagrado que su vieja amiga no cree que su hija esté en peligro. Sylvar no está dispuesta a quedarse esperando a ver que pasa y cuando descubre que Hoggon conoce el paradero de Ulic viaja con el hasta Rhe Var.
Nomi debe viajar a Coruscant para trabajar en la creación del nuevo Consejo Jedi pero no pude sacarse a su hija de la cabeza y al darse cuenta que siempre antepone su deber a su propia sangre lo deja todo y viaja también hacia el lejano planeta helado.
Número 5 - Maestro.
Nomi localiza a Vima y a Ulic y comprueba que este no solo no ha dañado a su joven hija sino que la ha entrenado con gran acierto. Vima convence a su madre de que Ulic se ha redimido y como prueba de ello la conduce hasta la colina donde ambos tallaros los rostros de Arca y Andur.
Mientras madre e hija están fuera Sylvar encuentra a Ulic y se enfrenta con él en un largo duelo. Mientras cruzan sus sables Sylvar hace a Ulic un sin fin de reproches insistiendo sobre todo en la muerte de su amado Crado. Ulic hace ver a Sylvar que Crado tomó sus propias elecciones y le recuerda que gran parte de lo ocurrido fue también culpa suya.
Ulic ya no es el monstruo que todos imaginaban y tras apaga su sable dice "no lucharé contigo" y espera en calma el golpe definitivo de su oponente (ver imagen). Sylvar lanza un fatal tajo contra Ulic pero lo detiene a escasos centímetros de su cuello perdonando su vida y reconociendo que al final solo aquel al que más odiaba ha sido capaz de librarla de la pesada carga de la ira incontrolada.
Todo augura un final feliz pero no es así pues Hoggon dispara por la espalda a Ulic y lo hiere mortalmente. El desdichado piloto se cree un héroe y no entiende porque las tres mujeres lloran la muerte de Ulic y le reprochan su comportamiento.
Ulic fallece en los brazos de Nomi y al hacerlo, y para sorpresa de todos, desaparece demostrando que se ha convertido en un verdadero maestro Jedi. Nomi no da crédito y se pregunta como pudo conseguirlo sin tener conexión con la Fuerza y Vima le da la respuesta "Él conocía la Fuerza mucho mejor que cualquiera de nosotros porque tenía un corazón de Jedi".
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