"En nuestro templo sin permiso habéis entrado. Que salir no es fácil ahora veréis" (Yoda)
En el año 3.653 ABY el templo fue atacado por los "Sith Verdaderos" y parcialmente destruido (ver imagen). Muchos Jedi murieron en la gran principal pero la Antigua República decidió reconstruir el edificio (los trabajos duraron más de tres décadas).

La destrucción del Templo Jedi en el 3.653 ABY
En el año 33 ABY se produjo un nuevo asalto, esta vez con escasas consecuencias. Fue llevado acabo por los Yinchorri que lanzaron un ataque nocturno creyendo que encontrarían a todos los Jedi dormido. No fue así y los atacantes fueron derrotados y el edificio puesto a salvo sin grandes problemas.
El templo Jedi en la era de las Guerras Clon estaba compuesto, como ya hemos dicho, por un gran zigurat y por cinco torres de las cuales la central era la de mayor tamaño. El edificio albergaba todos los actos protocolarios de la Orden Jedi y en especial las reuniones del Ato Consejo que tenían lugar en la "Cámara del Consejo" una tranquila y acogedora estancia, donde los doce miembros de este órgano regían el destino de la Orden, debatían sobre las fluctuaciones de la Fuerza, examinan a los aspirantes a Padawan y decidían quienes eran promovidos al estatus de Caballero y al de Maestro.
Desde el año 1.000 ABY la citada cámara se situó en la "aguja" de una de las cuarto torres menores (ver imagen) y se trataba de una estancia circular en la que los doce miembros del Alto Consejo se sentaban formando un círculo en cuyo interior había un gran rosetón, grabado en el suelo, sobre el cual debían colocarse aquellos que debían comparecer ante ellos.

Dentro del cuadro la torres del Consejo
La sala contaba con una gran balconada que la circundaba y que, además de ofrecer una incomparable vista de la abigarrada capital, dotaba a la estancia de un espacio tranquilo y privado donde se podía meditar en solitario durante los recesos y donde se podían tener charlas discretas.
Las otras tres torres albergaban estos otros tres Consejos:
El Consejo de Reasignación: Esta cámara se encargaba de dar ocupación y trabajo a aquellos aprendices que no eran escogidos por ningún Maestro.
El Consejo de Reconciliación: Se ocupaba de todo lo referente a disputas y conflictos y se encargaba de aplicar las medidas más adecuadas para resolverlos.
El Consejo del Primer Conocimiento: Fue el que más tarde se creó y se encargaba de aconsejar en asuntos en los que estaba implicada la sabiduría Jedi y en cuestiones relacionadas con hechos históricos.
Otro de los grandes espacios del templo era la biblioteca Jedi, un lugar donde se almacenaba todo el saber Jedi y donde, además de la cámara de holocrones, accesible solo para los maestros más experimentados, podíamos encontrar un buen número de reliquias muchas de las cuales procedían de la vieja biblioteca de Ossus.
El enorme espacio de la biblioteca contaba con largas estanterías llenas de archivos listos para ser consultados y disponía de mesas corridas en las que había puestos de estudio y puntos de holoacceso.
Uno de los pocos adornos con que contaba la biblioteca eran los bustos de los Veinte perdidos, y la encargada más famosa y eficaz que tubo fue Jocasta Nu, una elegante anciana que tiempo atrás había formado parte del Alto Consejo Jedi.

La biblioteca del Templo Jedi
El templo disponía también de salas de entrenamiento para los padawanes, dormitorios para estos, estancias dedicadas a la meditación, rampas de despegue y aterrizaje para los cazas, lanzaderas y naves consulares e incluso de apeaderos para los speeders y aerotaxis. También tenía un gran hangar y diversos garajes, estancias para los cuerpos médicos y agrícolas, salas de entrenamiento holográfico, capillas e incluso un cámara de conclaves.
El acceso al templo estaba restringido y el edificio contaba con importantes sistemas de seguridad que se vieron incrementados durante las Guerras Clon. A estas medidas había que añadir la capacidades de los Jedi para detectar a posibles intrusos pero ni siguiera eso garantizaba que fuese inexpugnable tal como demostró el cazarrecompensas Cad Bane que, contratado por Darth Sidious, no solo se infiltró en el templo sino que consiguió robar un importante holocrón que contenía una lista de posibles padawanes.

Sala de Guerra Jedi en el Templo Jedi
El edificio, y aunque muchos lo consideraron un contrasentido, contaba con un "Sala de Guerra" donde se podía seguir el desarrollo de los distintos conflictos (ver imagen). Se trataba de una pequeña sala con gradas que disponía de un proyector de mapas y un potente centro de comunicaciones desde el cual se podía tener acceso directo a todos lo miembros de la Orden mediante holotrasmisiones.
Aunque estamos acostumbrados a las imágenes de espacio fríos llenos de columnas y con un aspecto elegante y austero el templo también disponía de espacios verdes, grandes zonas ajardinadas con fuentes, flora y fauna pero si había un lugar realmente curioso este era el Kibuk de Yoda.
PLANOS
Haciendo click en las dos imágenes que encontrarás bajo este párrafo podrás ver, en su tamaño real, un corte esquemático del Templo Jedi y un plano de su "planta" en el que se indican las cinco torres y algunas de las zonas exteriores.
Observación: El plano ha sido creado por el coronel Kurtz usando como base un trabajo en ingles de autor desconocido motivo por el cual no se le puede dar el crédico debido.
|